Subido por Milton Manrique

Roma Republicana

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Roma Republicana
Los orígenes de roma, su sociedad y economía:
Los orígenes de roma en la segunda mitad del siglo VIII a. C. (750 aproximadamente) comenzó
a florecer la vida social, política y económica de roma.
La República de Roma dominaba una vasta extensión de tierra con enormes recursos naturales y
humanos, se estima que hacia el siglo II d.C. la población del imperio rondaría los 50 millones,
distribuidos en cerca de 5 millones de kilómetros cuadrados23. Como tal, la economía en la
antigua Roma se mantuvo concentrada en la agricultura y el comercio.
Roma fue emplazada en la región central de la península itálica, sobre las orillas del rio Tíber.
La sociedad romana estaba compuesta en esta época por los patricios, familias descendientes de
los primeros pobladores, que controlaban la mayor parte de las tierras y el derecho de ciudadanía
y por los plebeyos, que eran campesinos, comerciantes y artesanos que carecían de poder político.
Los Patricios:
Los Patricios eran el sector dirigente y privilegiado, solo ellos, como ciudadanos romanos, tenía
derecha a votar y ocupar cargos políticos y religiosos. También constituían el grupo mas rico,
dueño de grandes extensiones de tierra.
Los patricios se consideraban descendientes de los fundadores de roma y estaban organizados en
un consolidado sistema familiar.
El nombre ``Patricio” deriva de latín Patris: padre, y alude a los jefes de los clanes, que siempre
eran varones.
Muchas personas que no pertenecían a clan ninguno, extranjeros o refugiados o pobres, se ponía
bajo la protección de un patricio. Estas personas recibían el nombre de ``clientes”. El patricio los
ayudaba económicamente y los defendía ante la justicia.
A cambio, los clientes lo acompañaban en las guerras y lo ayudaban en algunos trabajos. Tener
una ``clientela” importante o numerosa era una fuente de poder para las familias patricias.
Roma republicana, sus instituciones grupos sociales y sus conquistas:
El sacrificio de Lucrecia dio origen a la República romana, un tiempo en el que la ciudad se
independiza del poder etrusco, se hace grande y se extiende, primero por la península itálica y
luego por el Mediterráneo. Una época en la que las instituciones de Roma se transforman y darán
lugar a personajes como Julio César.
Desde entonces, la República en Roma sería gobernada por dos cónsules, cada uno con poder para
vetar al otro. De esta forma, el poder no se centraría nunca en una sola persona. Los cónsules
serían elegidos por el senado, una representación del pueblo que participaría en el gobierno de
Roma.
Ambas revueltas provocaron unos cambios muy notables en la sociedad: Nacía el derecho romano.
Se dictaron leyes en favor de la clase más baja y se asentaron los derechos que la defendían. De
esta forma incluso consiguieron representación en el senado. Esto desembocaría más tarde en el
nombramiento de un cónsul de la plebe.
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Además de todo esto se creó el estipendio. Una ayuda económica para los campesinos que dejaban
de producir y, por ello, de ganar dinero a causa de ir a la guerra. Un dinero que ahora tendría una
nueva forma, pues Roma crea en esta etapa su moneda propia: el as.
En medio de esta evolución política, la guerra volvió a llamar a la puerta de los romanos. Esta
vez fueron los latinos, a los cuales Roma derrotó una vez más. Sin apenas descanso, sus otros
vecinos, los etruscos, volvieron a entrar en conflicto y, de nuevo, Roma salió vencedora.
Sin embargo y, curiosamente, los romanos tendrían que aliarse con éstos poco después. Un nuevo
y mayor enemigo llegaba desde el norte: los galos. Ni siquiera esta alianza pudo salvar a Roma,
que sufrió una de las derrotas más crueles y dolorosas de su historia. Los galos arrasaron la
ciudad, matando y saqueando cuanto pudieron.
La Expansión romana por el Mediterráneo:
Tras su victoria, los romanos impusieron su
dominio sobre todo el Mediterráneo occidental.
Entre los siglos II a.C. y II d.C., las legiones
romanas conquistaron Grecia y el Mediterráneo
oriental, y completaron la ocupación de Hispania,
Galia y Britania en Occidente, así como de algunas
provincias de Europa central.
Las guerras civiles:
El período de las guerras civiles comenzó en 133 a.C. con el intento del tribuno del pueblo Tiberio
Sempronio Graco de llevar a cabo una reforma agraria. Las leyes agrarias pretendían limitar el
poder de los grandes terratenientes y mejorar la situación de los pequeños agricultores y de los
proletarios urbanos. Así, los cambios en la ley preveían que las tierras compradas por las clases
altas en circunstancias legalmente dudosas se dividieran en parcelas y se distribuyeran entre los
pequeños agricultores y las proles urbanas. Con ello se pretendía superar las tensiones sociales,
pero también mantener el peso militar de Roma, ya que sólo las clases propietarias podían realizar
el servicio militar.
Roma imperial
El alto imperio, el gobierno de Augusto sus sucesores y economía:
Alto Imperio es el nombre con el que usualmente se conoce la primera mitad del periodo histórico
que cubre el Imperio romano, y que comprende su auge, en plena expansión del modo de
producción esclavista y de todas las expresiones de la civilización clásica, bajo el sistema de
gobierno denominado Principado tal como lo estableció Octavio Augusto a finales del siglo i a.
C., hasta la dinastía de los Severos. La expansión territorial (que ya era característica del periodo
republicano) se continúa de hecho (anexión de zonas fronterizas en directo contacto con los
pueblos bárbaros y con el Imperio parto), aunque en teoría expresada bajo conceptos de
contención y consolidación más que de agresividad (Pax romana, limes).
Imperio romano en tiempos de Trajano.
La progresiva extensión de la ciudadanía romana por las provincias, a medida que se fueron
romanizando, incluyó la promoción de familias provinciales a los máximos honores y rangos
sociales, hasta la misma dignidad imperial. La transformación fue sufrida por toda la cuenca del
Mediterráneo, pero con notables diferencias en la mitad occidental (más latinizada) y oriental
(donde continuó e incluso se profundizó la influencia helenística).
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¿Quién fue el emperador César Augusto?
Augusto (en latín, Augustus; Roma, 23 de septiembre de 63 a. C.Nola, 19 de agosto de 14 d. C.) fue el primer emperador romano.
Gobernó desde el año 27 a. C. hasta su muerte en el 14 d. C., tras
un prolongado reinado de cuatro décadas.
Tiberio Julio César Augusto (en latín: Tiberius Iulius Caesar
Augustus; Roma, 16 de noviembre de 42 a. C.-Miseno, 16 de marzo
de 37 d. C.) fue el segundo emperador romano, perteneciente a la
dinastía Julio-Claudia, del año 14 al 37.
Era hijo de Tiberio Claudio Nerón y Livia Drusila, miembro por tanto de la gens Claudia. Su
familia emparentó con la familia
imperial cuando su madre se divorció de
su padre y contrajo matrimonio con
Octavio Augusto (39 a. C.). Tras este
matrimonio, Tiberio se casó con la hija
de Augusto, Julia la Mayor. Fue
adoptado formalmente por Augusto el
26 de junio del año 4, entrando a formar
parte de la gens Julia. Tras la adopción, se le concedieron poderes tribunicios por diez años.
Como tribuno, reorganizó de nuevo el ejército, reformando la ley militar y creando nuevas
legiones. El tiempo en filas ascendió a veinte años, excepto para los pretorianos o guardia
imperial, fijado en 16 años. Tras cumplir el tiempo de servicio, los soldados recibían una paga
cuyo importe provenía de un impuesto del 5 % sobre las herencias.
Posteriormente Tiberio se enemistó con el emperador Augusto, y se vio obligado a exiliarse en
Rodas. Sin embargo, tras la muerte de los nietos mayores de Augusto y previsibles herederos del
Imperio, Cayo César y Lucio Julio César, unidos al destierro por traición de su nieto menor,
Agripa Póstumo, fue llamado por el emperador y nombrado sucesor.
En el año 13 los poderes de Augusto y de Tiberio fueron prorrogados por diez años. Sin embargo,
Augusto murió poco después (19 de agosto de 14), dejando a Tiberio como único heredero. Tras
su entronización, todos los poderes fueron transferidos a Tiberio sin ningún plazo.
Tiberio fue en su juventud uno de los más grandes generales de Roma. En sus campañas en
Panonia, Ilírico, Recia y Germania, sentó las bases de lo que posteriormente se convertiría en la
frontera norte del Imperio. Sin embargo, se le llegó a recordar luego como un oscuro, recluido y
sombrío gobernante, que realmente nunca quiso ser emperador; Plinio el Viejo lo llamó
tristissimus hominum («el más triste de los hombres»).1 Tras la muerte en el año 23 de su querido
hijo y sucesor, Druso el Joven, la calidad de su gobierno declinó y su reinado terminó en terror.
En 26 Tiberio se autoexilió de Roma y dejó la administración en manos de sus dos prefectos
pretorianos Sejano y Quinto Nevio Cordo Sutorio Macrón.
En 35, Calígula y Tiberio Gemelo fueron nombrados herederos del trono por Tiberio II.
¿Cómo era la economía de Roma?
La base económica de Roma, en la época de la monarquía 4, tuvo su origen en pequeñas
comunidades agrícolas, con muy escaso comercio y una rígida división en clases sociales. La
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ganadería era de participación privada, mientras que la agricultura era de manejo de las clases
sociales bajas como la campesina y esclava.
La expansión de la cultura, las construcciones y las religiones:
¿Cómo se expandió Roma?
La expansión romana comenzó con su liderazgo de una confederación de ciudades aliadas, la Liga
Latina. Roma lideró esta coalición contra las tribus cercanas de las colinas que habían allanado
periódicamente la zona, luego contra los etruscos que alguna vez habían gobernado la propia
Roma.
Las construcciones:
La arquitectura romana es una fusión de elementos
tradicionales griegos y etruscos, donde se
desarrollaron arcos y vigas horizontales fueron
soportadas por columnas. Más tarde, se introdujo la
contraparte tridimensional del arco, a saber, la
cúpula. Aparte de esto, los arquitectos romanos
encontraron su inspiración en la arquitectura griega
en general.
Los materiales básicos de construcción de la arquitectura romana son las piedras, el hormigón
desarrollado y el mármol muy caro. La idea detrás del mosaico, una decoración de coloridas
virutas de piedra insertadas en cemento, fue traída de Grecia. Las casas romanas se unieron a los
famosos pisos decorativos murales, paredes y grutas con diseños geométricos y pictóricos.
La arquitectura de los romanos siempre fue
ecléctica y se caracterizó por diferentes
estilos atribuidos a diferentes gustos
regionales y diversas preferencias de una
amplia gama de mecenas. En general, los
monumentos romanos fueron diseñados
para satisfacer las necesidades de sus
clientes en lugar de expresar la capacidad
artística de sus creado
Su religión:
Los Romanos eran
politeístas, entre sus principales divinidades se encontraban: Júpiter, Juno, Minerva, Baco, Marte
y Venus. Ellos tenían la creencia que su ciudad fue fundada por Rómulo.
La loba era considerada un símbolo de respeto en la ciudad ya que se creía que Rómulo y su
hermano Remo habían sido amamantados por ella, luego que su madre los había arrojado al río
Tíber.
La religión Romana comprendía rituales y adoración de diversas maneras. Desde los antiguos
festivales, la filosofía romana pagana, las antiguas religiones mistéricas, los ritos públicos y
privados, los cultos a las divinidades, la adivinación y otras formas de expresión pagana.
El origen del cristianismo en roma, su difusión:
Durante más de tres siglos, los cristianos fueron uno de los colectivos más perseguidos del
Imperio Romano: aunque por lo general el Estado romano era muy tolerante con los cultos, el
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mensaje cristiano tenía implicaciones que podían hacer peligrar pilares esenciales para la
estabilidad del dominio romano, como el culto a los emperadores, un sistema político y económico
que dependía de la guerra y una desigualdad clara entre clases, pueblos y sexos.
Quién les iba a decir a aquellos primeros cristianos que sería precisamente un emperador romano,
Teodosio I llamado “el Grande”, quien en el año 380 convertiría su religión en el único culto
oficial del Imperio mediante el Edicto de Tesalónica. Una conversión que, sin embargo, entrañaba
grandes dificultades y que fue en buena parte adaptada a la idiosincrasia de la sociedad romana,
convirtiéndola en una mezcla hecha a medida para su fácil asimilación.
Su difusión: con la muerte de Cristo, el cristianismo comienza su expansión desde Jerusalén a
todos los rincones del Imperio, hasta convertirse en el siglo IV en la religión oficial del Imperio.
Desde Roma, los papas se hacen cada vez más fuertes y, para el siglo IX, el cristianismo se
extiende por casi todo el continente europeo.
Características del bajo imperio, la caída del imperio Romano de occidente:
El Bajo Imperio romano es el período histórico que se extiende desde el ascenso de Diocleciano
al poder en 284 hasta el fin del Imperio romano de Occidente en 476.
Rómulo Augusto, hijo del general Flavio Orestes, último emperador de Occidente. Fue depuesto
por el hérulo Odoacro, quien reclamó el trono de Italia (476), confinando a Rómulo en
Lucullanum, el Castel dell'Ovo, en el golfo de Nápoles.
Tras los siglos dorados del Imperio romano (período denominado Paz romana, que abarca los
siglos i a ii), comenzó un deterioro en las instituciones del Imperio, particularmente la del propio
emperador. Fue así como tras las malas administraciones de la Dinastía de los Severos, en
particular la de Heliogábalo, y tras el asesinato del último de ellos, Alejandro Severo, el Imperio
cayó en un estado de ingobernabilidad que se denomina Crisis o Anarquía del siglo III. Entre los
años 238 al 285 hubo 19 emperadores, ninguno de los cuales murió de muerte natural, y que
fueron incapaces de tomar las riendas del gobierno y actuar de forma coordinada con el Senado,
por lo que terminaron por sumir a Roma en una verdadera crisis institucional. Durante este
mismo periodo comenzó la llamada «invasión pacífica», en la que varias tribus bárbaras se
situaron, en un principio, en los limes del imperio debido a la falta de disciplina por parte del
ejército, además de la ingobernabilidad emanada del poder central, incapaz de actuar en contra
de esta situación.
En paralelo a esta crisis política se desarrolló una profunda crisis económica, caracterizada por
una gran inflación y un declive de la agricultura, la industria, el comercio, el medio urbano y el
sistema esclavista. Los períodos donde se intentó restablecer el orden, tales como el Dominado
del siglo iv, introdujeron cambios políticos y económicos muy importantes en la administración
y gobierno del Imperio, tales como la instauración primeramente de la tetrarquía, aunque la
consiguiente división territorial del Imperio en el Imperio romano de Occidente, cuya decadencia
aquí se estudia, y el Imperio romano de Oriente, que sobreviviría 1000 años más. No obstante, el
hecho más relevante de este período de inestabilidad fueron las llamadas invasiones bárbaras, en
las que los bárbaros del norte irían paulatinamente infiltrándose a través de los limes del Imperio,
en una sucesión de guerras fronterizas e invasiones que acabarían por destruir al Imperio: las
fronteras imperiales, privadas de la vigilancia de antaño, se convirtieron en auténticas puertas
por donde penetraron impunemente las tribus bárbaras. Las más audaces fueron los pueblos
germánicos, especialmente los francos y los godos, que arremetieron contra el imperio,
atravesando la frontera de los ríos Rin y Danubio, hasta provocar su colapso.
La tradición occidental ha considerado que el Imperio romano desapareció como entidad política
el 4 de septiembre del año 476, cuando Rómulo Augusto, emperador de Occidente, fue depuesto
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por Odoacro.1 Roma ya había sido saqueada previamente por Alarico I en el 410, y no quedaba
prácticamente nada del orden romano original; Rómulo Augusto ni tan siquiera gobernaba sobre
todos los territorios que habían correspondido al Imperio de Occidente y su derecho al trono era
contestado por el emperador Julio Nepote, considerado el legítimo soberano por Constantinopla.
Tradicionalmente se sitúa en el año 476 como fecha que marca definitivamente la caída del
Imperio romano e inicio de la Edad Media, debido a que a partir de esa fecha nadie reclamó el
título de emperador de Occidente, y porque, caída la propia Roma, resultaba paradójico que el
propio Imperio romano pudiera seguir existiendo. Sin embargo, muchos historiadores cuestionan
esta fecha, haciendo notar que el Imperio romano de Oriente pervivió hasta la caída de
Constantinopla el 29 de mayo de 1453, fecha que a su vez se usa como fin de la Edad Media e
inicio del Renacimiento.
Hecho por Priscila N. Manrique Alves
Trabajo práctico sobre Roma – 7mo A
Seño: Elisabeth
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