HORA SANTA Monitor: Jesucristo, tú atravesaste pueblos y villas curando todo mal, por tu mandato los enfermos fueron curados, te llamamos hoy, llénanos con todo tu amor curativo y cura a todos los que padecen alguna enfermedad, para que puedan recuperar sus fuerzas y sanar mediante el esfuerzo de los médicos, te pedimos que sanes nuestros temores, cúranos de nuestro orgullo, cura nuestro corazón Señor. Guíanos en estos tiempos de incertidumbre y pena, y acoge a todos aquellos enfermos que desgraciadamente han muerto; que estén descansando a tu lado en tu paz eterna. Acompaña a las familias de los enfermos o fallecidos en medio de sus preocupaciones y penas, líbrales de más enfermedad y desesperación, permíteles sentir tu paz. Nos ponemos de rodillas para recibir a Jesús Sacramentado. ALTISIMO SEÑOR Ministro: Yo te pido en este momento Señor Jesús, que esta Hora Santa, sea unida a todas las Horas Santas que se estén llevando en este momento en adoración y alabanza hacia ti. Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado, creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros, te alabamos y te adoramos, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo, Tú eres la plenitud de la vida, Tú eres la resurrección y la vida, Tú eres, Señor, la salud de los enfermos. Hoy Señor Jesús, queremos presentarte a todos los enfermos, porque para Ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio, Tú eres el eterno presente y Tú los conoces, ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos, para que todos reconozcan que Tú estás vivo en tu Iglesia y que se renueve su fe y su confianza en Ti, te lo suplicamos, Jesús, ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufren en su alma, ten compasión de ellos, Señor. Desde ahora te lo pedimos, bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sánalos, Señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma, dales vida y vida en abundancia, te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz, la que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre. Tú Jesús, nos has revelado que ya has tomado sobre Ti, todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido curados. Hoy, Señor, te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud, te pedimos por la gloria del Padre del cielo, que sanes a los enfermos que escuchan esta oración, haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu nombre, para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor. Todo esto te lo pedimos Jesús, porque Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas de tu rebaño, estamos tan seguros de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de nuestra oración en fe, te decimos: Gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer en cada uno de ellos, gracias Jesús por los enfermos que Tú estás sanando ahora, que Tú estás visitando con tu misericordia, gracias, Jesús, por lo que Tú vas a hacer. Ponemos en tus manos Señor Jesús, a cada uno de nuestros enfermos y te pedimos que lo sumerjas en tus santas llagas, que lo cubras con tu sangre divina, y que, a través de esta oración, tu corazón de Buen Pastor hable a los corazones de tantos enfermos. ¡Gloria y alabanza a Ti, Señor! EL ME LEVANTARA Monitor: Querido Dios, Uno y Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad en quien creo, y también a quien espero, te amo con todo mi corazón y con todas mis fuerzas. Padre, hijo y Espíritu Santo, en esta Hora Santa queremos pedirte por todas las personas que sufren en cuerpo, alma y espíritu. Lector 1: Padre santo y Padre bueno, gracias por tu bondad para con todos nosotros. Gracias por todas las cosas buenas que nos has concedido a lo largo de nuestra vida. Me acerco a ti, Señor, para pedir que les concedas salud a aquellos que sufren alguna enfermedad en este momento. Señor, te pido que tu mano poderosa llegue hasta cada uno de ellos, concediéndoles alivio para sus dolores y ánimo para el espíritu. Lector 1: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre… Lector 1: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado Lector 2: Señor, gracias, porque aún en momentos en los que no podemos salir de casa, tú estás con nosotros y podemos hablar contigo, gracias permitirnos estar ante tu presencia a para recibir tu toque sanador y tu paz. Me acerco a ti hoy, para pedirte hoy por todos los enfermos de nuestra comunidad, para que sientan tu presencia y les devuelvas su salud Lector 2: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre… Lector 2: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado Lector 3: Espíritu Santo, acércate a cada una de las personas enfermas que en este momento sufren, hazles sentir tu presencia, auméntales su fe y no dejes que caigan en la desesperanza Lector 3: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre… Lector 3: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado Monitor: Un día orando, le dije a mí Señor, Tú el alfarero Y yo el barro soy, moldea mi vida a tu parecer, haz como tú quieras, hazme un nuevo ser ALFARERO Monitor: ¿Hay personas enfermas en tu familia, entre tus amigos? Tráelos uno por uno ante el Señor, pidiéndole que haga lo mejor para ellos. ¿Tal vez te preocupa tu propia salud? Cuéntale al Señor de tus ansiedades y déjaselas a Él. “Depositen en Él todas sus preocupaciones, pues Él cuida de ustedes. Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de Dios LECTURA DEL SANTO EVANGELIO Juan 5, 1-16 REFLEXION Momento de Silencio ANIMO LEVANTATE Monitor: Señor danos un corazón misericordioso como el tuyo, que busca siempre el bien para el ser humano. Danos tu capacidad de discernir siempre lo correcto. Permítenos abrir las puertas de nuestras comunidades y de nuestros corazones a aquellos que nos necesiten verdaderamente. Tal como Tú lo hiciste con el hombre inválido, tal como lo haces conmigo. Lector A: Ahora le invito a que cierre los ojos y a que escuche un mensaje de parte de Jesús quien nos invita a reflexionar en lo siguiente: ¿Sabes por qué no sanas? No sanas porque cuando llega algo bueno a tu vida lo rechazas y prefieres quedarte con lo que te hace infeliz. No sanas porque sigues ignorando a la niña herida/al niño herido que llevas dentro. No sanas porque continúas desatendiéndote y fingiendo que todo está bien, aunque tu mundo se derrumbe. No sanas porque no te atreves a enfrentar tus recuerdos y a las personas que te lastimaron en la vida. No sanas porque no usas las tijeras de la autoestima para cortar los lazos con personas que ya no te nutren. No sanas porque no has entendido que el auto sacrificio no es la forma de demostrar amor a los demás. No sanas porque no usas la magia del perdón para limpiarte de la ira y del rencor que dices no sentir. No sanas porque huyes de Dios, de la naturaleza y de los demás refugiándote en tus vicios, en tu trabajo, en tus hijas(os)… No sanas porque no disfrutas de la lluvia, no te pierdes en el bosque, no te bañas en el mar, no bailas, no ríes a carcajadas… No sanas porque cuando gritas por ayuda y alguien te escucha y trata de llevarte al camino de la felicidad, te aferras al pasado. No sanas porque no escuchas a tu corazón y a tu mente que te dicen: No sanarás si no quieres sanar, no sanarás si no le entregas al Padre todas tus heridas, no sanaras si no oras al Espíritu para que te ayude a perseverar en este proceso de sanación, no sanaras si no llevas a los pies de la cruz del Hijo todo tu sufrimiento y todas tus enfermedades. SANAME Monitor: Perdonar es el camino de la liberación, el que realmente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma todo rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume. Deja hoy ese rencor, ese odio que enciende tu cólera y llena tu ser de rabia y de rencor, aparta ese sentimiento que tienes cua ndo ha sido pisoteado tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo, cuando deseas con todas tus fuerzas ver destruido y humillado a quien te ha ofendido. Perdona y sana tu corazón Lector B: Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me han ofendido en mi vida, sé que Tú me darás la fuerza para perdonar, te doy gracias porque Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo. Señor, hoy quiero perdonarme por todos mis pecados, faltas y todo lo que es malo en mí y todo lo que pienso que es malo. Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, usando tablas de huija, horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote, por herir a mis padres, emborracharme, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto, robar, mentir, me perdono de verdad. Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por las veces que sentí que Tú mandaste la muerte a mi familia, enfermedad, dolor de corazón, dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos. ¡Perdóname, Jesús, Sáname! Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría. Gracias Jesús, porque me estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también he ofendido. Gracias, Señor, por el amor que llega a través de mí hasta ellos. LLORA SI QUIERES LLORAR Ministro: Gracias, Jesús mío, por la bondad con que nos has recibido y permitido gozar de tu presencia y compañía amorosas, nos volvemos a nuestras ocupaciones, nuestros corazones quedan contigo, te damos gracias por escuchar cada una nuestras enfermedades, las cuales dejamos en tus manos, seguros y llenos de fe que vamos a sanar Ahora todos juntos y a una sola voz oramos al señor con la oración que el mismo nos enseñó. Padre Nuestro… Ministro: Nos diste Señor en pan del cielo Todos: Que contiene en si todo deleite