Subido por Gabriel Alvarez

HORA SANTA SANACION

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HORA SANTA
Monitor: Jesucristo, tú atravesaste pueblos y villas curando todo mal, por tu mandato los
enfermos fueron curados, te llamamos hoy, llénanos con todo tu amor curativo y cura a
todos los que padecen alguna enfermedad, para que puedan recuperar sus fuerzas y sanar
mediante el esfuerzo de los médicos, te pedimos que sanes nuestros temores, cúranos de
nuestro orgullo, cura nuestro corazón Señor. Guíanos en estos tiempos de incertidumbre y
pena, y acoge a todos aquellos enfermos que desgraciadamente han muerto; que estén
descansando a tu lado en tu paz eterna. Acompaña a las familias de los enfermos o
fallecidos en medio de sus preocupaciones y penas, líbrales de más enfermedad y
desesperación, permíteles sentir tu paz. Nos ponemos de rodillas para recibir a Jesús
Sacramentado.
ALTISIMO SEÑOR
Ministro: Yo te pido en este momento Señor Jesús, que esta Hora Santa, sea unida a todas
las Horas Santas que se estén llevando en este momento en adoración y alabanza hacia ti.
Señor Jesús, creemos que estás vivo y resucitado, creemos que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar y en cada uno de nosotros, te alabamos y te
adoramos, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del cielo, Tú eres la plenitud de la
vida, Tú eres la resurrección y la vida, Tú eres, Señor, la salud de los enfermos.
Hoy Señor Jesús, queremos presentarte a todos los enfermos, porque para Ti no hay
distancia ni en el tiempo ni en el espacio, Tú eres el eterno presente y Tú los conoces,
ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos, para que todos reconozcan que
Tú estás vivo en tu Iglesia y que se renueve su fe y su confianza en Ti, te lo suplicamos,
Jesús, ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de
los que sufren en su alma, ten compasión de ellos, Señor.
Desde ahora te lo pedimos, bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la
salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también
ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión. Te lo pedimos, Jesús, por el poder de tus
santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.
Sánalos, Señor, sánalos en su cuerpo, sánalos en su corazón, sánalos en su alma, dales
vida y vida en abundancia, te lo pedimos por intercesión de María Santísima, tu madre, la
Virgen de los Dolores, quien estaba presente, de pie, cerca de la cruz, la que fue la primera
en contemplar tus santas llagas y que nos diste por madre. Tú Jesús, nos has revelado que
ya has tomado sobre Ti, todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido
curados. Hoy, Señor, te presentamos en fe a todos los enfermos que nos han pedido
oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud, te pedimos por
la gloria del Padre del cielo, que sanes a los enfermos que escuchan esta oración, haz que
crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para gloria de tu nombre, para que
tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios
de tu amor.
Todo esto te lo pedimos Jesús, porque Tú eres el Buen Pastor y todos somos ovejas de tu
rebaño, estamos tan seguros de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de nuestra
oración en fe, te decimos: Gracias Jesús por lo que Tú vas a hacer en cada uno de ellos,
gracias Jesús por los enfermos que Tú estás sanando ahora, que Tú estás visitando con tu
misericordia, gracias, Jesús, por lo que Tú vas a hacer. Ponemos en tus manos Señor Jesús,
a cada uno de nuestros enfermos y te pedimos que lo sumerjas en tus santas llagas, que lo
cubras con tu sangre divina, y que, a través de esta oración, tu corazón de Buen Pastor
hable a los corazones de tantos enfermos. ¡Gloria y alabanza a Ti, Señor!
EL ME LEVANTARA
Monitor: Querido Dios, Uno y Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad en
quien creo, y también a quien espero, te amo con todo mi corazón y con todas mis fuerzas.
Padre, hijo y Espíritu Santo, en esta Hora Santa queremos pedirte por todas las personas
que sufren en cuerpo, alma y espíritu.
Lector 1: Padre santo y Padre bueno, gracias por tu bondad para con todos nosotros.
Gracias por todas las cosas buenas que nos has concedido a lo largo de nuestra vida. Me
acerco a ti, Señor, para pedir que les concedas salud a aquellos que sufren alguna
enfermedad en este momento. Señor, te pido que tu mano poderosa llegue hasta cada uno
de ellos, concediéndoles alivio para sus dolores y ánimo para el espíritu.
Lector 1: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre…
Lector 1: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Lector 2: Señor, gracias, porque aún en momentos en los que no podemos salir de casa, tú
estás con nosotros y podemos hablar contigo, gracias permitirnos estar ante tu presencia a
para recibir tu toque sanador y tu paz. Me acerco a ti hoy, para pedirte hoy por todos los
enfermos de nuestra comunidad, para que sientan tu presencia y les devuelvas su salud
Lector 2: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre…
Lector 2: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Lector 3: Espíritu Santo, acércate a cada una de las personas enfermas que en este
momento sufren, hazles sentir tu presencia, auméntales su fe y no dejes que caigan en la
desesperanza
Lector 3: Padre Nuestro…Ave María…Gloria al Padre…
Lector 3: En los cielos y en la tierra sea para siempre alabado
Todos: El corazón amoroso de Jesús Sacramentado
Monitor: Un día orando, le dije a mí Señor, Tú el alfarero Y yo el barro soy, moldea mi vida
a tu parecer, haz como tú quieras, hazme un nuevo ser
ALFARERO
Monitor: ¿Hay personas enfermas en tu familia, entre tus amigos? Tráelos uno por uno ante
el Señor, pidiéndole que haga lo mejor para ellos. ¿Tal vez te preocupa tu propia salud?
Cuéntale al Señor de tus ansiedades y déjaselas a Él. “Depositen en Él todas sus
preocupaciones, pues Él cuida de ustedes. Nos ponemos de pie para escuchar la palabra de
Dios
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO
Juan 5, 1-16
REFLEXION
Momento de Silencio
ANIMO LEVANTATE
Monitor: Señor danos un corazón misericordioso como el tuyo, que busca siempre el bien
para el ser humano. Danos tu capacidad de discernir siempre lo correcto. Permítenos abrir
las puertas de nuestras comunidades y de nuestros corazones a aquellos que nos necesiten
verdaderamente. Tal como Tú lo hiciste con el hombre inválido, tal como lo haces conmigo.
Lector A: Ahora le invito a que cierre los ojos y a que escuche un mensaje de parte de
Jesús quien nos invita a reflexionar en lo siguiente: ¿Sabes por qué no sanas?
No sanas porque cuando llega algo bueno a tu vida lo rechazas y prefieres quedarte con lo
que te hace infeliz.
No sanas porque sigues ignorando a la niña herida/al niño herido que llevas dentro.
No sanas porque continúas desatendiéndote y fingiendo que todo está bien, aunque tu
mundo se derrumbe.
No sanas porque no te atreves a enfrentar tus recuerdos y a las personas que te
lastimaron en la vida.
No sanas porque no usas las tijeras de la autoestima para cortar los lazos con personas
que ya no te nutren.
No sanas porque no has entendido que el auto sacrificio no es la forma de demostrar
amor a los demás.
No sanas porque no usas la magia del perdón para limpiarte de la ira y del rencor que
dices no sentir.
No sanas porque huyes de Dios, de la naturaleza y de los demás refugiándote en tus
vicios, en tu trabajo, en tus hijas(os)…
No sanas porque no disfrutas de la lluvia, no te pierdes en el bosque, no te bañas en el
mar, no bailas, no ríes a carcajadas…
No sanas porque cuando gritas por ayuda y alguien te escucha y trata de llevarte al
camino de la felicidad, te aferras al pasado.
No sanas porque no escuchas a tu corazón y a tu mente que te dicen: No sanarás si no
quieres sanar, no sanarás si no le entregas al Padre todas tus heridas, no sanaras si no oras
al Espíritu para que te ayude a perseverar en este proceso de sanación, no sanaras si no
llevas a los pies de la cruz del Hijo todo tu sufrimiento y todas tus enfermedades.
SANAME
Monitor: Perdonar es el camino de la liberación, el que realmente se libera es quien
perdona, echando fuera de su alma todo rencor y la venganza que solamente lo
envilece y lo consume. Deja hoy ese rencor, ese odio que enciende tu cólera y llena tu
ser de rabia y de rencor, aparta ese sentimiento que tienes cua ndo ha sido pisoteado
tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo, cuando deseas con todas tus
fuerzas ver destruido y humillado a quien te ha ofendido. Perdona y sana tu corazón
Lector B: Señor Jesucristo, hoy te pido la gracia de poder perdonar a todos los que me
han ofendido en mi vida, sé que Tú me darás la fuerza para perdonar, te doy gracias porque
Tú me amas y deseas mi felicidad más que yo mismo. Señor, hoy quiero perdonarme por
todos mis pecados, faltas y todo lo que es malo en mí y todo lo que pienso que es malo.
Señor, me perdono por cualquier intromisión en ocultismo, usando tablas de huija,
horóscopos, sesiones, adivinos, amuletos, tomado tu nombre en vano, no adorándote, por
herir a mis padres, emborracharme, por pecados contra la pureza, por adulterio, aborto,
robar, mentir, me perdono de verdad.
Señor, quiero que me sanes de cualquier ira, amargura y resentimiento hacia Ti, por las
veces que sentí que Tú mandaste la muerte a mi familia, enfermedad, dolor de corazón,
dificultades financieras o lo que yo pensé que eran castigos. ¡Perdóname, Jesús, Sáname!
Señor Jesús, pido especialmente la gracia de perdonar a esa persona que más me ha
herido en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, la persona que más me cuesta
perdonar o la persona que haya dicho que nunca la perdonaría. Gracias Jesús, porque me
estás liberando del mal de no perdonar y pido perdón a todos aquellos a los que yo también
he ofendido. Gracias, Señor, por el amor que llega a través de mí hasta ellos.
LLORA SI QUIERES LLORAR
Ministro: Gracias, Jesús mío, por la bondad con que nos has recibido y permitido gozar de
tu presencia y compañía amorosas, nos volvemos a nuestras ocupaciones, nuestros
corazones quedan contigo, te damos gracias por escuchar cada una nuestras
enfermedades, las cuales dejamos en tus manos, seguros y llenos de fe que vamos a sanar
Ahora todos juntos y a una sola voz oramos al señor con la oración que el mismo nos
enseñó. Padre Nuestro…
Ministro: Nos diste Señor en pan del cielo
Todos: Que contiene en si todo deleite
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