LA SISTEMATIZACIÓN COMO ESPACIO DE REFLEXIÓN Y TRANSFORMACIÓN DE LA PRÁCTICA FAMILIAR Y COMUNITARIA: UNA MIRADA DESDE ADENTRO FACULTAD DE MEDICINA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SAN MARTÍN Introducción El siguiente texto pretende abordar la sistematización de experiencias para el Programa Alianzas por la Salud, ALAS, de la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín, en lo referente a la Práctica Comunitaria. La sistematización, se concibe como un campo de la investigación social que nos acerca a la educación, entendida a la manera de Larrosa, no como tecnología, evaluación, saber o crítica1. Es decir, la sistematización posibilita expresar la necesaria configuración de un campo pedagógico que reflexione, desde la educación, la relación experiencia sentido. La sistematización de una experiencia educativa: La re-velación de nuevos significados y saberes. “El aprendizaje pasa a ser conocimiento cuando tiene un sentido para quien lo adquiere; lo cual significa que ilumina algo nuevo, lo hace de otra forma o con un tipo de comprensión más profunda, o que ya se conoce por experiencias previas.”2 La sistematización de experiencias está concebida como un proceso de investigación que se realiza sobre una praxis o una acción social, en ella subyace el concepto de experiencia como unidad de sentido que constituye el fundamento epistemológico de la producción de conocimiento, entendida como intencionalidad de la sistematización. Es una dinámica investigativa Jorge Larrosa en el texto La Experiencia y sus Lenguajes plantea la necesidad de pensar la educación desde la relación experiencia sentido, como una alternativa para explorar en el campo pedagógico y con la idea de configurar otras gramáticas y otros pensamientos que permitan, desde la experiencia, pensar, decir y hacer en educación 1 Sacristán J. ¿Qué cultura considerar en la educación y para quiénes? En: Educar y convivir en la cultura global. España: Ediciones Morata; 2001. p.220. 2 que re-crea la experiencia de interacción y avanza en la construcción de conocimiento que, a partir de esa experiencia, permite acercarse a la comprensión e interpretación de la práctica, por ello la sistematización es también un proceso de aprendizaje. Es una intención por encontrar el enlazamiento entre la experiencia y los sentidos, la forma en que la interpretan los sujetos que la realizan, es una pretensión de hallar en esta interpretación la virtud de la obra, de la acción, no solamente describirla o contar quiénes, por qué y cómo la hicieron, es alejarse un poco más para regresar cubiertos de sentido, hallar sus intencionalidades, valoraciones y percepciones, comprenderla como un espacio de diálogo y un re-encuentro de subjetividades. La sistematización, es entender la experiencia educativa no como espacio para desarrollar competencias y habilidades profesionales, sino como un ámbito de comunicación y relación entre diferentes actores sociales: Académicos, comunitarios e institucionales que integran en la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín, Sede Sabaneta, la práctica comunitaria. Por eso, el objeto de la sistematización no es abordar la experiencia en sí misma, sino más bien entenderla a partir de las relaciones que emergen entre las intencionalidades de los diferentes actores que participan en ella y la forma en que las acciones realizadas se interpretan. La sistematización emerge como un proceso de construcción de nuevos, de otros saberes, a partir de la confrontación con los saberes institucionales, pre-existentes y con la realidad misma. La experiencia se torna en lugar de desequilibrio porque confronta las certezas y convicciones alrededor de la práctica, de la misma manera, se convierte en un espacio para la palabra y el diálogo. Desde esta perspectiva, la experiencia educativa de la práctica comunitaria se asume como una acción social que vincula propósitos, significados, motivaciones, concepciones, valoraciones y saberes de quienes la vivencian: “…es aquella que en ‘virtud del significado subjetivo que le atribuye el individuo (o individuos) actuantes, toma cuenta de la conducta de los otros y de acuerdo con ello orienta su propio curso… En el concepto de acción se incluye toda conducta humana a la que el individuo actuante atribuya un significado subjetivo, y en la medida en que lo hace. La acción, en este sentido, puede ser manifiesta o puramente interna o subjetiva; puede consistir en intervenir positivamente en una situación, o en abstenerse deliberadamente de hacerlo, o prestar aquiescencia pasiva a esta situación’.”3 Por ello, la sistematización se acerca a la intencionalidad de la tradición comprensiva de interpretar los sentidos y las vivencias que los sujetos tienen sobre su experiencia en la práctica comunitaria. La sistematización tiene también un vínculo con la perspectiva socio crítica: La teoría marxista entiende la praxis como posibilidad de construcción de conocimiento, en la medida en que ella, es a su vez la dimensión humana de la acción que satisface necesidades e intereses: “Es necesario ponerse manos a la obra en ‘problemas para cuya solución no existe más que un medio: la práctica (Praxis)’ ”4 Es el reconocimiento al sujeto como actor social, como la persona que se encuentra en capacidad de construir una praxis histórica que lo confirma como sujeto social. Un sujeto que está en condiciones de pensar su cotidianidad y transformarla a partir del aprendizaje que haga del ejercicio de la praxis. Una praxis, directamente determinada por la imperiosa necesidad de transformar condiciones históricas y sociales y construir participativamente una realidad propiciadora de bienestar y calidad. La sistematización es un diálogo desde adentro, porque la experiencia como lo plantea Larrosa, está en relación con lo “subjetivo, lo finito, la incertidumbre, la fugacidad, el cuerpo, la vida…” Se aproxima a lo que es “transitorio, fugaz, particular y contingente”. Es por esto que las experiencias significativas de los sujetos adquieren relevancia, es la revelación del significado, su interpretación, es permitir que los hechos se muestren como tal para acercarse a la comprensión del mundo de la vida, desde una visión que resalta lo subjetivo, objetivo e intersubjetivo: Weber M. Economía y Sociedad. Esbozo de Sociología Comprensiva. México: Fondo de Cultura Económica; 1994 3 4 Giddens A. Capitalismo y la moderna teoría social. Barcelona: Idea Books; 1998 “…la historia se propone captar acontecimientos que tienen un adentro y un afuera -un afuera como suceden en el mundo, un adentro porque expresan pensamientos-, en el sentido más amplio del término; la acción es entonces la unidad de ese adentro y ese afuera; por otra parte la historia consiste en reactivar, es decir en repensar el pensamiento pasado en el pensamiento presente del historiador.”5 Con la sistematización se encuentra con la prioridad de separar el naturalismo del mundo de la vida, el mundo donde se construye la experiencia, es acercarse a las particulares formas de comprensión de los mundos subjetivos e intersubjetivos. “Dilthey, a ese vínculo entre la comprensión y la experiencia agrega el elemento de la expresión como el fundamento de la hermenéutica: Experiencia - expresión y comprensión”6 La comprensión (verstehen) no es solamente un problema epistemológico o un método de las ciencias sociales “sino la particular forma experiencial en que el pensamiento del sentido común toma conocimiento del mundo social y cultural” 7 En la sistematización la experiencia se convierte en texto, inicialmente y como dice Ricouer, este texto fue primero un acto de habla y un acto de diálogo, para luego ser un acto de escritura y de lectura: “Dicho de otra manera, al igual que un texto, la acción humana es una obra abierta, cuyo significado está en suspenso. Por el hecho de abrir nuevas referencias y recibir de ellas una nueva pertinencia los actos humanos están también en la espera de nuevas interpretaciones que decidan su significación. De este modo todos los acontecimientos y hechos significativos están abiertos a este tipo de interpretación práctica a través de la praxis actual. Además la acción humana está abierta a cualquiera que sepa leer”…8 La experiencia es dispositivo de deconstrucción y de revelación de los múltiples significados, aquellos que se disponen nuevamente para ser interpretados. La sistematización de la experiencia en educación, abre la Ricoeur P. Del texto a la Acción. Ensayos de hermenéutica II. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica; 2006 5 6 Gómez, S. y Henao G. Por el Derecho al sueño. Medellín: Editado por Combos; 2008 7 Schutz, A. El Problema de la Realidad Social. Madrid: Amorrortu; 1993 Ricoeur P. Del texto a la Acción. Ensayos de hermenéutica II. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires. 2006 8 posibilidad de pensar en una educación desde lo cotidiano y desde las redes de significados que se construyen en la interpretación de la acción humana, de la experiencia. Con la sistematización, se pretende hacer ruptura al monopolio de saberes que objetiviza el mundo y la realidad, porque en ésta pretensión, la educación se convierte en un conjunto de normas y reglas que las personas cumplen y sobre las cuales actúan. En este esquema, la práctica se vincula de manera mecánica con la teoría, para confirmarla, controlarla y aplicar en ella un método preciso. El poner el sentido de la experiencia en el lugar de la práctica, se convierte en un acontecimiento que irrumpe, da lugar a lo imprevisto, a la emergencia de nuevos lenguajes, de otros saberes: “la experiencia tiene lugar como un acontecer del que nadie es dueño, que no está determinada por el peso propio de una u otra observación sino que en ella todo viene a ordenarse de una manera realmente impenetrable (…) La experiencia surge con esto o con lo otro, de repente, de improviso, y sin embargo no sin preparación y vale hasta que aparezca toda experiencia nueva” 9 Larrosa 10 (2003), al pensar en una Filosofía de la Educación, asume la experiencia como la posibilidad del acontecerse, es una detención que presupone el mirarse, el escucharse, es la búsqueda del sentido y del significado. La experiencia se aleja de los dogmatismos y los experimentos, se acerca a la acción y a la pasión. En el campo pedagógico, el sujeto de la experiencia es activo, pensante, sensible, receptivo, “es un sujeto expuesto”. Vincular la experiencia a la educación, es asumir que la educación está ligada a ella y la práctica educativa es experiencia que se vivencia, siente y significa. Con la perspectiva de la experiencia en educación, la sistematización deviene como proceso que permite enriquecer la práctica. Desde el saber, la reflexión y el aprendizaje, la práctica comunitaria, se interrumpe para dejar que algo 9 Gadamer, H. Verdad y Método I. Salamanca: Ediciones Sígueme. 2004. 10 Larrosa J. La experiencia de la lectura, estudios sobre literatura y formación. Fondo de cultura económica. México. 2003 pase y se detiene para ser el lugar de la formación, porque la práctica comunitaria también se vive desde la singularidad y la subjetividad, es algo nuevo, que afecta el estudiante en su condición humana, a la manera de Dilthey,11 podría denominarse que la práctica configura una unidad de sentido donde el estudiantes se reafirma en el saber, identifica otros saberes y construye nuevas concepciones. De ésta manera, la práctica comunitaria también es el territorio de la afectación, de la novedad porque es un retorno a sí mismo, en el acontecimiento que permite la construcción y deconstrucción de los saberes: “Aprender por la experiencia es establecer una conexión hacia atrás y hacia adelante entre lo que nosotros hacemos a las cosas y lo que gozamos o sufrimos las cosas, como consecuencia. En tales condiciones, el hacer se convierte en un ensayar, un experimento con el mundo para averiguar cómo es; y el sufrir se convierte en instrucción, en el descubrimiento de la conexión de las cosas. De aquí se siguen dos conclusiones importantes para la educación. 1) La experiencia es primariamente un asunto pasivo; no es primariamente cognoscitiva. 2) Pero la medida del valor de una experiencia se halla en la percepción de las relaciones o continuidades a que conduce” (Dewey, en Pérez y Domingo)12 Esta perspectiva de la educación, conlleva un acercamiento al pensamiento de Bárcena13 quien, desde Arendt, propone que educar no puede asumirse como trabajo sino como acción. Con el Educar como trabajo y fabricación, el fundamento es una educación medios/fines, centrada en la realización de objetivos, el control y la evaluación. Contrario a ello, la educación como acción es la pregunta por el sujeto que configura un saber sobre sí mismo, acá lo importante no son los hechos sino las interpretaciones que en la cotidianidad de la práctica constituyen creencias, valoraciones, actitudes. 11 Dilthey, W. La Esencia de la Filosofía. Traducido por Elsa Taberning. Buenos Aires: Editorial Losada; 1994. 12 Contreras, J y Pérez N. (Comps) Investigar la experiencia educativa. Madrid: Morata 2010 13 Bárcena F, Mélich J. La educación como acontecimiento ético. Barcelona: Paidós; 2000. La sistematización de la práctica comunitaria permite interpretar las autocomprensiones del sujeto en la práctica. Lejana a una visión comportamental que revisa el estudiante en su proceso educativo, la sistematización de la experiencia de la práctica familiar, allega a un ser humano que vivencia su situación en la práctica comunitaria en términos de sentido y lenguaje. La sistematización integra diferentes momentos de re-construcción y reconfiguración de inquietudes y aprendizajes para luego allegar a los sentidos de la práctica. La sistematización es la recuperación de la capacidad humana, es un proceso de autovaloración y se convierte en una forma de investigación de la práctica, por eso su paso inicial es convertir esa práctica en experiencia, acá el concepto de experiencia se asume desde la perspectiva de Dewey 14 . Convertir el pensar en experiencia reflexiva es el retorno a una práctica comunitaria diferente, diferenciada y conlleva un giro en la mirada unidisciplinar hacia una mirada transdisciplinaria que, para la construcción del saber y del proceso mismo de sistematización adquiere unas particularidades específicas. Un rasgo distintivo de la sistematización como proceso de investigación social en educación es el desprendimiento del papel de la teoría: En la investigación tradicional la teoría es uno de los elementos que permiten realizar las preguntas y construir los supuestos, con la sistematización se privilegia el papel de la práctica, de la experiencia saber y de las acciones a las que los sujetos le dan sentido, por eso en la sistematización se producen también saberes y aprendizajes. Dewey, J. define el lugar de la experiencia en la educación, como asunto activo no cognoscitivo y valora la misma a partir de la percepción de las relaciones y continuidades que contiene. En Dewey la experiencia es reflexiva y tiene como rasgos generales: “ 1) perplejidad, confusión, duda, debido al hecho de que estamos envueltos en una situación incompleta cuyo carácter pleno no está todavía determinado; 2) una anticipación por conjetura, una tentativa de interpretación de los elementos dados, atribuyéndoles una tendencia a producir ciertas consecuencias; 3) una revisión cuidadosa (examen, inspección, exploración, análisis) de toda consideración asequible que definirá y aclarará el problema que se tiene entre manos; 4) una elaboración consiguiente de la hipótesis presentada para hacerla más precisa y consistente, porque comprende un campo más amplio de hechos; 5) apoyándose en la hipótesis proyectada como un plan de acción que se aplica al estado actual de cosas; haciendo algo directamente para producir el resultado anticipado y comprobando así la hipótesis. La extensión, pretensión y precisión de las etapas tercera y cuarta son las que distinguen una experiencia reflexiva característica de la realizada en un plano de ensayo y error. Convierten al pensar mismo en experiencia” Democracia y Educación, Madrid: Morata; 1920 14 La sistematización se hace para la comprensión del sentido de la acción, lo significativo, el aprendizaje, tiene como alcance el empoderamiento y el retorno a la práctica para la transformación, desde una perspectiva crítica. La sistematización, des-vincula la producción de conocimiento como alcance de la investigación y la sujeta a la re-configuración de la práctica y la acción, integrándola al contexto social, diferenciándola y haciendo de ella algo más particular, significativo y a su vez, más subjetivo. En la sistematización se privilegian las palabras, las percepciones, las concepciones, las acciones y las interacciones. Por todo lo anterior, este trabajo académico, definido para la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín, Sede Sabaneta, pretende desarrollar alrededor de la sistematización de la experiencia de la Práctica comunitaria del Programa ALAS, un espacio de reflexión y comprensión, un espacio de reconocimiento a los sujetos como actores sociales, que cubren de sentido sus vivencias y emergen como hacedores de conocimiento y saber. La sistematización del Programa ALAS de la Facultad de Medicina integra metodológicamente varios momentos: Un primer momento que parte de la pregunta sobre la práctica. La pregunta es un eje articulador del sentido, es el para qué y el por qué. La indagación como posibilidad es la búsqueda de nuevos caminos, del encuentro con las limitaciones, los retos, las relaciones, el diálogo. La pregunta dispositivo que enrutó la fase inicial del proceso de sistematización fue: ¿Cuáles son las experiencias-saber de los actores (estudiantes) en la Práctica Comunitaria en la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín? Un segundo momento se ubica en la descripción de la experiencia, se hace a partir de las preguntas dispositivo planteadas en el momento anterior, es la construcción de los relatos narrativos alrededor de las vivencias en la práctica que posibiliten la definición de las unidades de sentido de la misma. Aquí, se entiende la necesidad de que el carácter descriptivo de la experiencia debe involucrar procesos reflexivos e interpretativos. Es el primer momento de la emergencia de las líneas fuerza, entendidas como aquellos elementos que con-tienen, dinamizan, configuran, crean y re-crean la práctica. Se asume que este momento no es lineal porque la construcción de las unidades de sentido implica, según Bustamante15, un acercamiento a aquello que surge del contexto de la misma práctica, a lo visible e invisible, al anverso y el reverso, a la generación de significados, a lo particular y lo universal, es dar cuenta de lo que antecede, acontece y puede pasar. En este segundo momento los estudiantes de la Facultad, como sujetos actores inmersos en la práctica comunitaria y participantes del proceso de sistematización, se acude, en primer lugar a la construcción de relatos narrativos alrededor de la experiencia de la práctica. La construcción de narrativas es un acto donde el lenguaje se dispone para brindar la posibilidad de interpretar el significado de la experiencia, entendida como lugar del saber. Las narrativas son una síntesis de los diferentes acontecimientos y se convierten en historia narrada para hacer inteligibles los sucesos, los sujetos, las interacciones, propósitos, motivaciones, organizados algunas veces, otras no, concordantes o discordantes, que tienen como alcance seguir una historia de principio a fin.16 En este acto de narrar-se reconstruyen los diferentes acontecimientos y vivencias en torno a dicha experiencia, dado que las narrativas, como lo afirma Ricœur en Gómez y Molina, desde la perspectiva fenomenológica hermenéutica considera tres elementos fundamentales que configuran el acto de narrarse y en él, el sentido del acontecer-se: El primero corresponde a la referencialidad, porque el texto aporta como significado la mediación entre el ser humano y el mundo. En segundo lugar, está la comunicabilidad, que se refiere a la mediación entre los seres humanos y en tercer lugar, la comprensión de sí, que es aquella que define la mediación entre el ser humano con sí mismo. Por lo anterior, es que se empiezan a vislumbrar esos Bustamante, G. Atrapando Sueños. Nombrando lo invisible. sistematización. Medellín: Vivenciando-nos; 2007 15 Sistematizando la Gómez, S.N. & Molina, N. (2011) Las hermenéuticas de sí mismo: Un acercamiento comprensivo a las dimensiones de la Educación Corporal. En: Revista Educación física y deporte. Vol. 30-2 p.539-549 16 elementos textuales e intertextuales que van generando las unidades de sentido ellas fueron: LA VIVENCIA DESDE EL OTRO: La práctica como espacio de interacción con otros seres humanos, no sólo implica ingresar a su realidad íntima, conocerlos, acompañarlos y percibir sus transformaciones, sino que también genera lazos y despierta sentimientos, transformando a las personas. Esto implica: Reconocimiento de la diferencia, Ingreso a la intimidad del otro, Aproximación hacia la realidad del otro, Fortalecimiento de la confianza mediante la interacción con el otro, Comprensión de la realidad desde la percepción de los otros, Conflictos de expectativas del otro y expectativas propias frente al otro, Percepción de la transformación del otro SENTIMIENTOS FRENTE A LA PRÁCTICA: Como actores de la práctica que se encuentran sujetos a un contexto humano particular e íntimo, al ejercer la práctica surgen sentimientos positivos y negativos que enmarcan la dinámica de las interacciones sociales y humanas. Los sentimientos que se describen son: Ansiedad, Temor, Frustración, Rabia, Angustia, Satisfacción, Afecto, Motivación, Impotencia, Tristeza, Miedo, Gratitud, Alegría. ACTITUDES FRENTE A LA PRÁCTICA: La misma realidad a la que se enfrenta el estudiante una vez ha iniciado la práctica lo obliga, en el buen sentido, tomar posiciones y desarrollar actitudes que despiertan en él como consecuencia de la interacción con la familia, éstas actitudes involucran el compromiso, el interés, la búsqueda, la creatividad, la persistencia y la capacidad resolutiva. Frente a ello, se tiene: Persistencia, Compromiso, Responsabilidad, Creatividad y capacidad resolutiva, Humildad, Interés. INTEGRACIÓN CONOCIMIENTO CON LA PRÁCTICA: La interacción con las familias mediante la práctica genera experiencias que se relacionan con nuestra realidad como médicos en formación lo cual nos permite, mediante el acompañamiento, desarrollar habilidades técnico clínicas, fortalecer la teoría estudiada, comprender el proceso salud enfermedad mediante la dinámica de los determinantes sociales de la familia y los factores de riesgo particulares que se logran identificar en dicho acompañamiento. Por ejemplo: Determinación de factores de riesgo, Relación del proceso salud enfermedad y los determinantes sociales, Adquisición de aprendizajes teóricos, Desarrollo de habilidades técnico clínicas. MÉTODOS Y PROCEDIMIENTOS DE LA PRÁCTICA: La práctica como estrategia metodológica dentro del modelo curricular de la facultad, se encuentra concebida y regulada por un conjunto de disposiciones administrativas y docentes, que implican limitaciones metodológicas y procedimentales y que pueden favorecer o entorpecer el desarrollo mismo de la práctica o la acogida por parte del estudiante. Acá se describen: Limitación de la constancia, Métodos coercitivos e inflexibles, Carga académica, Necesidad por parte de los estudiantes de un mayor acompañamiento docente. LA PRÁCTICA COMO ESPACIO DE FORMACIÓN INTEGRAL: La práctica no sólo constituye un espacio académico de educación comunitaria donde el estudiante se ve sujeto a exigencias en cuanto a su conocimiento sino que también implica un espacio de interacción y reflexión social que genera un proceso de concientización frente a la realidad social de las familias y comunidades de las veredas. Esto propicia una formación integral que favorece el desarrollo de los aspectos humanos e intelectuales. En este sentido permite: La formación del ser como profesional y persona, la capacidad de escuchar, trascender el conocimiento y llevarlo más allá para aplicarlo en relación con la realidad familiar, íntima e individual, generar conciencia frente a la realidad social, fortalecer la conciencia y empatía, desarrollar habilidades comunicativas, capacidades como la tolerancia y el respeto por la diversidad y enfrentarse a la realidad en la que deberá ejercerse la profesión médica en el futuro. ACTITUDES DE LAS FAMILIAS: Dentro del proceso dinámico de interacción que exige la práctica, la receptividad por parte de las familias, su mala disposición o desinterés o por el contrario, la participación activa, son circunstancias que determinan e influencian la práctica y las percepciones que tienen los estudiantes frente a la experiencia con las familias: Desinterés de las familias frente a los temas propuestos del estudiante, expectativas elevadas por parte de la familia frente al estudiante, rechazo y aceptación, acogida, receptividad, participación y hospitalidad. IDEA DE EDUCACIÓN: Dentro de la práctica comunitaria, el componente educativo es fundamental, situación que implica disposición e interés por parte de la familia para “aprender” y estrategias utilizadas por el estudiante para transmitir conocimientos, así como la concepción que éste tenga sobre educación y las expectativas que genere frente a la familia. Acá se vislumbra la concepción de la educación como transformadora de los hábitos de riesgo, la educación médica mediante la práctica que permite no sólo aprender a aprender sino que incentiva al estudiante a aprender a enseñar, la educación como pilar de la promoción de la salud y prevención de la enfermedad y la educación como espacio de aprendizaje que se hace significativo y perdurable mediante la experiencia. LA VIVENCIA DE LA REALIDAD: La práctica como ejercicio de interacción social, permite la exposición del estudiante a diversos escenarios y situaciones que le exigen, lo cuestionan y lo retan a construir herramientas y a desarrollar habilidades, actitudes, posturas éticas y políticas, convirtiéndose en experiencias que adquieren significados y le transforman. La práctica permite conocer personas, culturas y realidades diferentes, mediante la práctica cambia la percepción del mundo y el estudiante se hace más consciente de la realidad del país en el que vive y ejercerá la profesión médica, en la interacción con la comunidad se desarrollan sensibilidades en cuanto a la realidad que viven, el contacto con las personas de las comunidades incentiva a los estudiantes a tomar posiciones éticas y políticas frente a la realidad del país Simultáneamente, se van definido otros aspectos metodológicos del proceso de sistematización, por ejemplo, aquellos que implican la ruptura con las formas tradicionales de producción de conocimiento y con la lógica investigativa, es el giro epistemológico de la sistematización, la comprensión de la práctica como espacio de reflexión y construcción de saber. En este sentido y en segundo lugar de la simultaneidad que constituye la reflexión de la práctica como eje de la sistematización, el equipo empieza a leer y discutir los aspectos curriculares que definen, en perspectiva institucional, la práctica comunitaria. Ésta lectura tenía como alcance el acercarse al modelo de formación, su intencionalidad pedagógica y formativa, conocer el contexto en el que surgen las necesidades de formación, los aspectos particulares del modelo pedagógico, los objetivos de formación, el perfil del médico sanmartiniano, el papel del docente, del estudiante, las relaciones entre ambos, las estrategias de enseñanza aprendizaje y de organización curricular. Vale mencionar que la lectura de estos elementos es también un acontecimiento para re-descubrir y re-encontrar no sólo lo que se ha dicho y escrito, sino que es un pensar-lo en la vivencia y en la cotidianidad de la práctica comunitaria. Es una reflexión permanente de la experiencia saber construida por el estudiante en la práctica, un diálogo de saberes, alrededor de una propuesta pedagógica que, al ser llevada, al escenario de la práctica comunitaria, trasciende a otras formas de hacer, de saber, estar, pensar y sentir, más subjetivas, relacionales y reales. Con la sistematización de la experiencia de la práctica comunitaria, la idea del aprendizaje en educación se torna de una técnica de atención y dominio del conocimiento en un acontecimiento que da que pensar. En tercer lugar, la idea de pensar el aprendizaje en educación como experiencia, abre otros espacios de diálogo e interacción con quienes también están involucrados en la práctica comunitaria, no es el nosotros, son los otros, Acá el equipo escucha la voces de otros estudiantes, sus vivencias, experiencias, que en la intersubjetividad de la relación con las familias participantes gestan otras construcciones y concepciones. El grupo focal, fue la estrategia metodológica que permitió avanzar en este momento de la sistematización. Un tercer momento de la sistematización implica la construcción del saber, es el tejido de la construcción del sentido, ese acto donde se narra y se nombra lo que se escribe, es la realización de las propias interpretaciones, las interacciones, las relaciones con otras prácticas, lo que las aleja y las acerca, es aproximarse al conflicto, a los sentidos pedagógicos y metodológicos de la Educación Médica, es pincelar el rostro de la experiencia. Este momento implica conocer, escuchar, discernir y analizar las acciones de los otros y las otras, en una discusión que permita validar, interpretar y analizar la hermenéutica de la práctica, con-teniendo el sentido de la acción y el saber de la experiencia y propiciando la identidad colectiva alrededor de la experiencia de la Facultad. Es el momento de la convergencia, en el sentido arendtiano,17 del discurso (lexis) y la acción (praxis), el reconocimiento al carácter subjetivo de la práctica, es la revelación del agente en el escenario que, en tanto público, exige también el reconocimiento a la diversidad, la distinción, la pluralidad y la diferencia. Por ello, la sistematización implica la idea de pensar intersubjetivamente, con la pretensión de nombrar al otro y la otra: “Hablo de otra persona como ubicada dentro del alcance de mi experiencia directa cuando esta comparte conmigo una comunidad de espacio y una comunidad de tiempo. Comparte una comunidad de espacio conmigo cuando está presente en persona y yo tengo conciencia de ella como tal, y además, cuando la percibo como esta persona misma, este individuo en particular, y percibo su cuerpo como el campo sobre el cual se manifiestan los síntomas de su conciencia íntima. Comparte una comunidad de tiempo conmigo cuando su experiencia fluye paralelamente a la mía, cuando puedo en cualquier momento mirar hacia esa persona y captar sus pensamientos a medida que se producen, es decir cuando estamos envejeciendo juntos. Cuando dos personas se encuentran de esta manera una al alcance de la experiencia directa de la otra, digo que están en la situación ‘cara a cara’.” 18 Y por último, un cuarto momento está relacionado con la socialización y puesta en común del proceso de sistematización. Este momento implica dos situaciones precisas, en primer lugar, un conversatorio, entendido como elemento de validación del saber y el quehacer en las prácticas, este se hará con personas externas y con experiencia en el tema. Esta fase alterna con el momento teórico 19 como aquel que sugiere búsquedas en la práctica, encuentros y desencuentros, aún así, en la sistematización la teoría se desprende para privilegiar la práctica. Por ello, la sistematización re-define la Arendt expresa que “Mediante la acción y el discurso, los hombres muestran quiénes son, revelan activamente su única y personal identidad y hacen su aparición en el mundo humano […]” La Condición Humana. Barcelona: Paidós; 1998 17 18 Schutz, A. El Problema de la Realidad Social. Madrid: Amorrortu; 1993 Mejía, plantea que “uno de los lugares más recurrentes es preguntar por el momento de la teoría en la sistematización, y hay que afirmar con cierta contundencia que si bien ella está en las prácticas, su explicitación debe ser una consecuencia de la práctica del ejercicio de sistematización y de la práctica misma en su camino de convertirse en experiencia” Mejía, M. en Atravesando el Espejo de Nuestras Prácticas. Texto elaborado en la primera parte de la asesoría a la sistematización del proyecto Combos. Medellín: Combos; 2006 19 relación entre teoría y práctica que prevalece en la moderna ciencia racional y que hace referencia a la aplicación del conocimiento en la práctica. En la sistematización, la experiencia toma un lugar de reflexión, saber, aprendizaje y pensamiento, el “sentido vital”20 de la experiencia. Autores: LUIS JAVIER GIRALDO MÚNERA, ÁGUEDA LUCIA VALENCIA DEOSSA, SOL NATALIA GOMEZ VELÁSQUEZ, TAYLY PEREZ ASPRILLA, KELVIN ANDRÉS CASAS OCHOA, KENIA SAMARIS BONILLA MOSQUERA, MARIO ANDRES PINEDA PATERNINA, NATALIA MORALES ESCOBAR, JAIME HUMBERTO RAMIREZ TORRES, LUISA FERNANDA ORTIZ VELÁSQUEZ 20 Dewey, J. Democracia y Educación, Madrid: Morata; 1920 Bibliografía Sistematización - Conceptualización Barnechea, M., Gonzalez, E., Morgan M. La sistematización como producción de conocimiento. En Revista Latinoamericana de Educación y Política “La Piragua”. 1994. Carvajal A. Teoría y práctica de la sistematización de experiencias. Programa Editorial Facultad de Humanidades. 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