Bloque 1. España desde la Prehistoria hasta el siglo XVIII Epígrafe 1. Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica Introducción. La Prehistoria es el periodo más largo de la humanidad que abarca desde la aparición del primer homínido hasta la aparición de la escritura hacia el 3500 a.C. La mayor parte de restos humanos se han encontrado en África. Este período se divide en tres etapas: Paleolítico, Neolítico y Edad de los Metales. El Paleolítico abarca desde la aparición del primer homínido hasta la aparición de la agricultura en el llamado Creciente Fértil hace unos 10000 años. Se caracteriza por una población nómada, cazadora y recolectora, cuya tecnología se limitaba a la talla de piedra. Los restos más antiguos se encuentran en Atapuerca (Burgos). Paleolítico Inferior. El Homo Antecessor. (800.000-100000 a.C.). Abarca desde la aparición de los primeros homínidos hasta 100.000 a.C. En la cueva Sima de los Huesos (Atapuerca) y en un yacimiento de Gran Dolina se han encontrado restos Homo Heidelbergensis y del Homo Antecessor, respectivamente. Desarrollaron la industria de bifaces. Atapuerca es el yacimiento paleolítico más importante de Europa. Paleolítico Medio. El Homo Neardentalensis. Entre 100.000 y 35.000 durante la etapa Musteriense, dominó el Neardentalensis. Tenían una gran fortaleza física y una capacidad craneal parecida a la del Homo Sapiens. Practicaba una industria muy evolucionada y enterraba a sus muertos. Se han hallado restos en Girona o Gibraltar. Paleolítico Superior. El Homo Sapiens. (35.000-5000 a.C.). Se inicia con la última glaciación y en el aparece el homo Sapiens Sapiens (hombre Cro-Magnon). Vivían en cuevas y establecieron cierta división en los trabajos. Encontramos restos por casi toda la península. Convivieron el Homo Sapiens y el Neardental. Estos evolucionaron notoriamente ya que poseían una alimentación variada, habitaban en cuevas o abrigos, desarrollaron más la industria lítica (útiles de hueso…) y desarrollaron arte rupestre, con valor simbólico y mágico-religioso, que tuvo gran importancia en varias zonas: • Cornisa Cantábrica: Arte figurativo naturalista, policromado y representan animales comunes en esa época, como los bisontes. Destaca la Cueva de Altamira en Santillana del Mar (Cantabria). • Meseta y Levante: Caracterizada por figuras esquemáticas y monocromáticas. Destaca la Cueva del Niño (Albacete). Mesolítico. Período de transición entre el Paleolítico y Neolítico que abarca desde el 10000 al 6000 a.C. Se creó una sociedad nueva en la que cambian los animales cazados y las costumbres. Destaca el uso de pinturas esquemáticas monocromas y la aparición de los microlitos. Neolítico. Se inició con la Revolución Neolítica, la cual favoreció la aparición de la agricultura, la ganadería y otras muchas novedades para la época. Aparecen los primeros poblados y se inventa la cerámica (para almacenar y cocinar). Enterraban a sus muertos en necrópolis y sus pinturas eran esquemáticas y monocromas, destaca la Cova de l’Or (Alicante). Se desarrolló la cultura de la cerámica cardial y la cultura de los sepulcros de fosa (zona de Cataluña) destaca el arte rupestre en el área de Levante en el que aparecen figuras antropomorfas. Edad de los Metales. Hacia el 25000 a.C. surge la Edad del Cobre (Calcolítico). • Cultura de los Millares, se extendió desde Murcia y Almería. Tenían poblados fortificados, agricultura con regadíos, y estructuras arquitectónicas megalíticas en forma de corredores y de tholoi. • Cultura del vaso campaniforme. Se caracteriza por su cerámica en forma de campana invertida. Destaca la de Ciempozuelos. La aleación de cobre y estaño supuso la aparición de la Edad de Bronce (1800-750 a.C). • Cultura de las Motillas, la hallamos por ejemplo en Ciudad Real (Daimiel). Tiene pueblos fortificados de forma concéntrica en lugares altos y estratégicos. • Cultura del Argar (Murcia) tiene fortificaciones, viviendas rectangulares y calles definidas. Fue muy importante su metalurgia de oro, cobre, etcétera. Destaca la copa argárica. • Cultura de los campos de Urnas, en Cataluña. Se caracteriza por las urnas en las que depositan las cenizas de los cadáveres. Origen indoeuropeo. La Edad del Hierro empieza a difundirse en España con la llegada de los indoeuropeos. Destaca la Cultura talayótica desarrollada en las Islas Baleares. Se caracteriza por lo talayots, las taulas (con función religiosa) y las navetas (uso funerario). Protohistoria de la P. Ibérica. (1000/800-200 a.C.) El fin del Bronce y el inicio de la Edad del Hierro da lugar a la Protohistoria. No existen fuentes escritas directas, sino indirectas como la cultura. La primera cultura protohistórica son los Tartessos (1200-550 a.C.) en Huelva y Cádiz. Fue un reino indígena y famoso por sus fabulosas riquezas, que tuvo un gran desarrollo económico (explotación de la plata) y cultural (complejos sistemas artesanales…). Uno de sus restos más importantes es el Tesoro del Carambolo. i. Colonizadores: indoeuropeos, fenicios, griegos y cartagineses. Llegaron pueblos indoeuropeos por los Pirineos y se asentaron en el norte y el oeste peninsular. Su economía se basaba en la agricultura y ganadería, conocían la metalurgia del hierro (gran avance debido a su resistencia) y enterraban en campos de urnas. En torno a 1100 a.C. llegan los fenicios, un pueblo procedente del actual Líbano y fueron los comerciantes más importantes del Mediterráneo. Fundaron numerosas ciudades factorías, entre ellas, Gades -Cádiz-. Vinieron atraídos por las riquezas de la zona (plata y oro), utilizaban el trueque y aportaron a los iberos la escritura, la salazón del pescado, la agricultura mediterránea (olivo, vid) y la organización urbana. En torno al 800 a.C. llegaron los griegos, que se asentaron en el norte de Valencia y la costa Catalana. Su primera colonia fue el Emporion (Ampurias-Girona). Su objetivo también era el comercio por ello construyeron puertos en la costa para exportar e intercambiar productos con los indígenas iberos. En el 600 a.C. las ciudades fenicias del Líbano pasaron a depender de Cartago, una colonia fenicia del norte de África (actual Túnez). Continúan con la misma estructura, siendo militaristas e imperialistas. Dominaron militarmente el sur y este peninsular tras la primera guerra Púnica, a la cual le sucedieron dos más que supusieron el fin de Cartago. ii. Culturas prerromanas autóctonas: íberos y celtas (1000 a.C.-200 a.C.) La cultura íbera surge en el sur y este peninsular como evolución de una cultura autóctona. Se dedicaban a la economía agrícola y artesanal (tejidos) que les permitía comerciar. Tuvieron una importante actividad metalúrgica que ayudó a la fabricación de armas (falcata). Conocían la moneda y la escritura y tenían monarquía y jerarquías sociales. Vivian en lugares elevados y amurallados. Destaca La Bicha de Balazote y la Dama de Elche. La cultura celta son la mezcla de los pueblos indoeuropeos que procedían de Centroeuropa. Conocían el hierro y la domesticación del caballo. Vivían en castros. No conocían la moneda, ni la escritura y su organización era tribal e igualitaria. Estaba compuesta por los lusitanos, galaicos, etcétera. También existió la cultura celtíbera en el centro peninsular. Tenían una fuerte jerarquización y carácter guerrero (estaban en las actuales provincias de Soria y Guadalajara).