CENTRO UNIVERSITARIO METROPOLITANO HIDALGO ASIGNATURA: Liderazgo ACTIVIDAD: Análisis del libro “Liderazgo, el poder de la inteligencia emocional” NOMBRE DEL ALUMNO: Yahaira Ortega Mújica CUATRIMESTRE: 9º Noveno CAPITULO 1 UNA SINERGIA SORPRENDENTE En este primer capítulo el autor habla sobre cómo es que empezó a percibir que la Inteligencias Emocional, se dejó de ser un concepto y empezaba a plasmarse en la vida cotidiana de muchas personas. Así también pude ver que alude a la sinergia sorprendente que se materializa en el esfuerzo del trabajo en equipos, destacando que lo que determina el mejor desempeño colectivo no es la suma de todas las mejores capacidades traducidas en un “coeficiente intelectual colectivo”, sino en la manera en que se logran coordinar los esfuerzos dirigidos al logro de determinadas metas, evidenciados en la armonía interpersonal. CAPITULO 2 MANDAR CON EL CORAZÓN Daniel Goleman, define la inteligencia emocional como “una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía y la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación.” Él explica su concepción del liderazgo, no como sinónimo de dominación, sino como “el arte de convencer a la gente de que colabore para alcanzar un objetivo común”. Asimismo, destaca que una de las cualidades del líder es saber hacer la crítica, para que promueva la mejora continua, tanto personal como colectiva y para ejercerla es necesario saber manejar las reacciones propias y del otro, así como proporcionar la información necesaria que oriente el camino a seguir, evitando la crítica destructiva que desconoce los sentimientos, desmoraliza y desmotiva. La otra crítica, la dada con a mano izquierda destaca de manera concreta lo que hace la persona, ofrece una solución, se da personalmente, es empática y está dirigida a promover la solución de un problema. CAPITULO 3 ¿QUÉ HAY QUE TENER PARA SER LÍDER? Las competencias que debe tener un líder es el propósito del tercer capítulo, destacando “que la inteligencia emocional es la condición indispensable para ejercer el liderazgo”; y enfatiza en cuatro rasgos fundamentales: la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y la capacidad social. La autoconciencia es el primer componente de la inteligencia emocional, la autogestión son los impulsos biológicos que van determinando nuestras emociones, la empatía de todas las dimensiones de la inteligencia emocional, ya que la empatía es la que más se reconoce con facilidad, la capacidad social se trata de una simpatía con un objetivo determinado que esto significa hacer avanzar a los demás a la dirección que se desea. CAPITULO 4 LIDERAZGO QUE CONSIGUE RESULTADOS LOS ESTILOS DE LIDERAZGO En el cuarto capítulo habla sobre en los resultados que se consiguen de acuerdo al tipo de liderazgo que se ejerza. Describe seis estilos de liderazgo, cada uno derivado de los diferentes componentes de la inteligencia emocional. Estos estilos son: el autoritario, que movilizan a la gente hacia una misión particular; el conciliatorio, que propicia vínculos emocionales y la armonía; el democrático, que busca el logro de consensos estimulando la participación; el ejemplarizante, que se focaliza en el rendimiento y la autonomía; el coach, que promueve el desarrollo de la gente hacia logros futuros; el coercitivo, que exige sumisión. De acuerdo a la situación será necesario aplicar uno de estos estilos, tomando en cuenta el efecto que pueda tener en el clima dentro de un grupo. CAPITULO 5 El COEFICIENTE INTELECTUAL COLECTIVO Aquí se introduce un concepto interesante referido al Coeficiente Intelectual Colectivo, que puede asociarse a la suma total del talento y la capacidad de todos los participantes, sin embargo, los resultados de las investigaciones reflejan que la clave para lograr mayor productividad y éxito asociado a un alto coeficiente es la armonía social que le permite al grupo hacer uso de todas las potencialidades del grupo. También afirma que la tensión emocional prolongada interfiere en las facultades intelectuales de los niños, dificultando así su capacidad de aprendizaje. Asimismo, defiende que el logro no depende mucho del talento sino de la capacidad para seguir adelante a pesar de los fracasos.