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acto administrativo monografia

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Resumen
El acto administrativo constituye un pilar fundamental en el engranaje
del funcionamiento de la administración pública y se encuentra regido por una
serie de elementos clave que no solo le confieren legitimidad, sino que
también garantizan su adecuación al ordenamiento jurídico y su consonancia
con el interés público. Estos elementos, intrincadamente interconectados, son
el sujeto que lo emite, la causa que lo justifica, el objeto que regula, la forma
en que se documenta y la finalidad de servir al interés público. Cabe resaltar
que en la emisión de estos actos, la moral y la ética desempeñan un papel
esencial, asegurando que las decisiones tomadas por la administración sean
acordes con los principios y valores que rigen la sociedad.
Desde una perspectiva más detallada, es preciso destacar que existen
diversas tipologías de actos administrativos que se desprenden de su
naturaleza y alcance. En primer lugar, se distinguen entre actos generales y
actos individuales. Los actos generales son aquellos que se aplican a una
pluralidad indeterminada de sujetos y tienen un alcance más amplio, como
los reglamentos y disposiciones de carácter general. Por otro lado, los actos
individuales se dirigen a sujetos concretos y determinados, siendo ejemplos
de estos las resoluciones administrativas o las licencias específicas.
Asimismo, es relevante clasificar los actos administrativos en
definitivos y de trámite. Los actos definitivos son aquellos que ponen fin a una
situación jurídica, como una decisión de sanción o la concesión de un
permiso. Por su parte, los actos de trámite tienen un carácter instrumental y
preparatorio, orientados a la consecución de un acto definitivo, como las
notificaciones, requerimientos o diligencias preliminares.
En cuanto a su naturaleza, los actos administrativos pueden ser
favorables o de gravamen. Los actos favorables otorgan derechos o
beneficios a los administrados, mientras que los de gravamen imponen
cargas, restricciones o sanciones.
2
Los actos administrativos pueden manifestarse de manera expresa, es
decir, mediante una declaración formal y escrita por parte de la autoridad
competente, o de forma tácita cuando la administración no emite una
respuesta expresa en un plazo determinado, lo que se conoce como silencio
administrativo.
La impugnación de los actos administrativos se lleva a cabo a través
de una serie de mecanismos de control, tanto administrativos como
jurisdiccionales. Entre los controles administrativos se encuentran la
reclamación administrativa, que permite a los administrados presentar sus
argumentos y pruebas ante la misma entidad que emitió el acto, y la
revocatoria directa, que habilita a la propia administración a revisar y revocar
sus actos en determinadas circunstancias.
Por otro lado, los controles jurisdiccionales, como el control de nulidad
y el control de nulidad por inconstitucionalidad, permiten que los actos
administrativos sean sometidos a la revisión de los tribunales de justicia,
garantizando así su conformidad con la legalidad y la Constitución. Estos
mecanismos brindan a la administración y a los administrados la posibilidad
de impugnar decisiones administrativas que consideren contrarias al
ordenamiento jurídico.
Es relevante destacar que, en un contexto más reciente, se ha llevado
a cabo una reforma significativa en la Ley del Procedimiento Administrativo
General en Perú, que ha otorgado al acto administrativo un tratamiento
independiente y ha resaltado su importancia en el ámbito del derecho
administrativo. Esta reforma ha contribuido a fortalecer la protección de los
derechos de los administrados y a promover la transparencia y la legalidad
en la actuación de la administración pública.
3
Objetivo
El presente trabajo tiene como objetivo describir y explicar que es un
acto administrativo, así como tambien determinar sus tipos, explicar su
eficacia validez y nulidad, todo atreves de una estructura clara, así como la
correspondiente referencia a los autores para la profundización de los
conceptos dados en este trabajo.
4
Índice
1.
Marco teórico ............................................................................ 8
1.1. Acto administrativo según autores ................................. 8
1.1.1. El acto administrativo en la función administrativa.. 10
1.1.2. El acto administrativo como declaración .................. 11
1.2. Elementos Esenciales del Acto Administrativo ........... 12
2.
1.3.
Definición técnica de Acto Administrativo .................... 13
1.4.
Base legal ......................................................................... 13
Elementos de un acto administrativo ................................... 14
2.1.
3.
Caso practico ................................................................... 15
Procedimientos administrativos ........................................... 16
3.1.
Actos administrativos según su ..................................... 16
3.1.1. Según su contenido ..................................................... 17
3.1.2. Según la manifestación de voluntad .......................... 18
3.1.3. Según su impugnabilidad ........................................... 19
3.1.4. Según el órgano que los emana ................................. 20
3.1.5. Según el número de órganos que interviene ............ 21
4.
Validez invalidez/ilegalidad y nulidad en la emisión de actos
administrativos .......................................................................................... 22
4.1.
Validez .............................................................................. 22
4.1.1. Requisitos de validez (Sunat, 2019) ........................... 22
5.
4.2.
Invalidez e ilegalidad. ...................................................... 26
4.3.
La nulidad del acto administrativo ................................. 26
Control de los actos administrativos: .................................. 27
5.1.
Controles administrativos............................................... 27
5.2.
(Ruiz, 2018) Controles jurisdiccionales ......................... 29
5.3.
La eficacia de los actos administrativos ....................... 30
5
6.
Reformas y cambios recientes.............................................. 31
6.1.
Para tomar en cuenta ...................................................... 32
Conclusiones ................................................................................... 33
Referencias bibliográficas .............................................................. 35
6
Introducción
En el vasto y complejo universo del derecho administrativo, un
elemento de singular trascendencia emerge como el eje en torno al cual
gravita la actuación de la administración pública: el acto administrativo. Este
compendio de decisiones, a menudo envuelto en una amalgama de
elementos legales, morales y éticos, se erige como el epicentro de las
relaciones entre el Estado y los administrados. De su adecuada comprensión
y análisis dependen las bases de un Estado de derecho sólido y justo.
En efecto, el acto administrativo es el pilar sobre el cual descansa la
acción del Estado, encarnando la voluntad del poder público en una serie de
atributos distintivos. Cada acto, como un lienzo en blanco, se teje con los hilos
del sujeto que lo emite, la causa que lo justifica, el objeto que regula, la forma
en que se documenta y la finalidad de servir al interés público. En este
contexto, la moral y la ética emergen como guardianes de su legitimidad,
constituyendo un faro que ilumina el camino hacia la justicia y la equidad en
la esfera administrativa.
La relevancia de los actos administrativos se manifiesta en su
diversidad. Desde los generales que afectan a una colectividad hasta los
individuales que recaen sobre un particular, desde los favorables que otorgan
beneficios hasta los de gravamen que imponen obligaciones, y desde los
expresos que se manifiestan en documentos formales hasta los tácitos que
se deducen de actos concretos, todos conforman un mosaico que refleja la
complejidad de la administración pública.
El control de estos actos, fundamental en un Estado de derecho,
adquiere múltiples facetas. Los administrados y la propia administración
pueden impugnarlos mediante controles administrativos, como la reclamación
administrativa y la revocatoria directa, o a través de controles jurisdiccionales,
como el control de nulidad o el control de nulidad por inconstitucionalidad. En
7
este escenario, se equilibran los intereses del Estado y de los ciudadanos,
garantizando la transparencia y la justicia en el ejercicio del poder público.
Recientemente,
una
reforma
en
la
Ley
del
Procedimiento
Administrativo General en Perú ha elevado la importancia del acto
administrativo en el derecho administrativo, otorgándole un tratamiento
independiente y resaltando su papel como piedra angular del sistema. Este
cambio legislativo refleja la evolución constante de la disciplina, que se
adapta a las necesidades cambiantes de la sociedad y fortalece la garantía
de un Estado eficiente y equitativo.
En este recorrido, nos sumergiremos en el meollo del derecho
administrativo, descubriendo las intricadas redes que conectan la moral, la
ética y el ordenamiento jurídico en la emisión y control de estos actos,
destacando su fundamental papel en la construcción y sostenimiento de una
sociedad justa y regulada por el imperio de la ley. Les invitamos a adentrarse
en este apasionante viaje a través de los vericuetos del acto administrativo,
donde el conocimiento y la comprensión de sus matices se convierten en la
brújula que orientará nuestro entendimiento de la administración pública en
su más elevada expresión de legalidad y justicia
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1. Marco teórico
1.1.
Acto administrativo según autores
(Cassagne, 2012) El comportamiento administrativo en Francia se ha
visto fuertemente influenciado por la jurisprudencia del Consejo de Estado y
el tribunal de conflictos, que han establecido fundamentos jurídicos sólidos.
Esto ha sido esencial para definir las competencias de los tribunales
administrativos y judiciales, en línea con el principio de separación de poderes
propuesto por Montesquieu.
No obstante, es importante destacar que la investigación doctrinal en
países europeos como Italia, Alemania, España y en varias naciones de
América Latina ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del
derecho administrativo. Esta contribución se basa en la necesidad de
diferenciar claramente entre los tribunales administrativos y judiciales,
especialmente debido a la misión del derecho administrativo de salvaguardar
los intereses públicos mediante actividades legales que se distinguen del
sistema de Derecho Privado.
La teoría del comportamiento administrativo no solo se enfoca en la
búsqueda de los intereses colectivos por parte del Estado, sino que también
da gran importancia a asegurar que el comportamiento administrativo cumpla
con principios y normas legales justas y razonables. Cuando la acción
administrativa se extiende más allá de la esfera estatal y afecta a terceros, es
esencial comprender cómo ocurre este proceso.
El acto administrativo se considera una "declaración" porque refleja un
proceso intelectual, más que un mero acto administrativo mecánico. Esta
declaración puede abarcar desde declaraciones de voluntad hasta
expresiones de conocimientos, opiniones o juicios. En términos técnicos,
transmitir conocimientos y validar actividades constituye una declaración. Por
ejemplo, cuando una autoridad administrativa certifica hechos o emite
opiniones, estas acciones se consideran declaraciones. Esto demuestra que
las acciones administrativas se distinguen de las acciones de derecho
9
privado, respaldando así la necesidad de una teoría adecuada del derecho
público.
(Santofimio G., 2014) El criterio orgánico, también denominado
subjetivo o formal, establece que un acto administrativo es aquel que proviene
únicamente de los órganos administrativos del poder público, excluyendo a
otros actores. No obstante, este enfoque ha sido objeto de críticas por parte
de la doctrina contemporánea, que argumenta que otras entidades también
pueden emitir actos legislativos.
Conforme al criterio material, también denominado en ocasiones
objetivo o sustancial, se establece que un acto administrativo se caracteriza
por su contenido sustantivo de índole administrativa, y esto prevalece
independientemente de la entidad emisora. En otras palabras, todos los
órganos del poder público, ya sean administrativos, judiciales o legislativos,
pueden generar actos administrativos siempre que el núcleo de su contenido
esté relacionado con materias de carácter administrativo. En síntesis, este
criterio se enfoca en el contenido del acto, que debe poseer una naturaleza
administrativa, sin importar la autoridad competente que lo emita.
(Gobieno del Peru, 2001) Son Actos Administrativos, las declaraciones
de las entidades que en el marco de normas de derecho público, están
destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o
derechos de los administrados dentro de una situación concreta.
(Corte constitucional Colombia, 2000) La Corte Constitucional aborda
la compleja noción de acto administrativo, enfocándose en la distinción entre
la voluntad de la administración y la de los funcionarios que lo emiten. Se
plantean interrogantes acerca de si la voluntad de la administración es un
elemento fundamental para considerar un acto como administrativo y si los
servidores públicos, como ilustrado en el caso de Víctor, poseen la
competencia jurídica necesaria para emitir tales actos.
En el contexto del Estado, se explora la relación entre la voluntad y la
toma de decisiones, subrayando la importancia de que la voluntad de la
administración esté alineada con los marcos legales establecidos. Se
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mencionan diversos criterios utilizados para definir un acto administrativo,
como el orgánico, jurisdiccional, funcional y material.
La conclusión fundamental es que la voluntad de la administración no
siempre constituye un requisito esencial para la definición de un acto
administrativo, ya que la legislación colombiana permite la existencia de actos
administrativos incluso en casos en que la voluntad de la administración no
esté presente, siempre que se respalde con competencia legal.
Ilustración 1
Elementos para el acto administrativo
Decisión
Situación
Acto administrativo
administrativa
jurídica
jurídico
Fuente: Luiz German Ortega Ruiz- El acto administrativo en los procesos y
procedimientos
1.1.1. El acto administrativo en la función administrativa
(Gordillo) Surge una discusión fundamental en torno al concepto de
"acto administrativo" y su relación con la función administrativa del Estado.
Esta discusión se centra en cómo definir y comprender adecuadamente los
actos administrativos y en qué medida la jurisdicción competente o la
naturaleza del órgano emisor deben influir en dicha definición.
Uno de los enfoques critica la definición del acto administrativo basada
en la jurisdicción que debe revisarlo, argumentando que esta perspectiva es
formalista y no respeta la esencia de la función administrativa. Desde este
punto de vista, se argumenta que los actos administrativos deben ser
considerados como tales cuando se emiten en el ejercicio de la función
administrativa, sin importar el órgano que los emita. Se destaca que esta
definición amplia permite incluir los actos administrativos realizados por
órganos judiciales y legislativos en asuntos relacionados con su organización
interna, recursos materiales y personal, ya que están intrínsecamente
11
vinculados a la función administrativa y se rigen por los principios del derecho
administrativo.
Además, se aboga por una concepción expandida de la "función
administrativa," que incluye actividades que pueden no ser estrictamente
jurisdiccionales o legislativas pero que comparten similitudes conceptuales y
formales con estas funciones. Esta perspectiva busca eliminar la
contradicción entre las nociones de función administrativa y acto
administrativo, promoviendo una comprensión más coherente de la relación
entre ambas.
En el contexto de esta discusión teórica, se enfatiza la importancia de
garantizar la defensa en juicio, subrayando que la imparcialidad y la
independencia en la toma de decisiones son cruciales para cumplir con este
principio. Se argumenta que los órganos judiciales y legislativos, incluso
cuando ejercen funciones administrativas, pueden garantizar esta defensa en
juicio debido a su imparcialidad y autonomía, lo que justifica que sus actos
administrativos se consideren como tales. En este sentido, se sugiere que
sería preferible establecer recursos ordinarios contra estas decisiones para
fortalecer aún más la salvaguardia de los derechos de los ciudadanos.
1.1.2. El acto administrativo como declaración
(Gordillo) La distinción entre "actos" y "hechos" en el contexto del
derecho
administrativo,
especialmente
en
relación
con
los
actos
administrativos. Se argumenta en contra de definir un acto administrativo
como una "manifestación de voluntad" o "declaración de voluntad" debido a
que esta definición no abarca todos los actos administrativos. En cambio, se
propone que un acto administrativo es una "declaración" que se diferencia de
un hecho administrativo por su naturaleza conceptual y simbólica. Esta
declaración puede expresar voluntad, conocimiento, opinión o juicio y se
comunica a través de signos verbales o escritos, mientras que un hecho
administrativo se manifiesta a través de acciones concretas y tangibles.
12
1.2.
Elementos Esenciales del Acto Administrativo
(Gordillo) Habiendo establecido la definición del acto administrativo en
la función administrativa y como declaración en ejercicio de la función
administrativa es necesario profundizar en los elementos esenciales que
componen esta definición. Para ello, examinaremos detenidamente cada uno
de los componentes que caracterizan al acto administrativo:
a)
Declaración:
Como
se
mencionó
anteriormente,
el
acto
administrativo se caracteriza por ser una manifestación de la voluntad de la
administración pública. Esta manifestación toma la forma de una
exteriorización intelectual que utiliza diversos medios de comunicación, como
el lenguaje hablado y escrito, signos convencionales, entre otros. La
declaración es el medio a través del cual la administración comunica sus
decisiones y determina los efectos jurídicos que se desencadenarán.
b) Unilateral: La unilateralidad del acto administrativo implica que este
emana de una sola parte, es decir, la administración pública. A diferencia de
los contratos, que involucran la voluntad de al menos dos partes, el acto
administrativo es un acto unilateral que establece los términos y condiciones
de la administración sin requerir el consentimiento de terceros.
c) Realizada en ejercicio de la función administrativa: El acto
administrativo se relaciona intrínsecamente con el ejercicio de la función
administrativa del Estado. No se limita únicamente a la administración pública
en su sentido más tradicional, ya que también puede ser emitido por órganos
legislativos y jurisdiccionales en ciertos casos. Sin embargo, estos actos
deben estar relacionados con actividades específicas de la función
administrativa, como la organización, gestión de recursos, y el personal, para
ser considerados actos administrativos.
d) Que produce efectos: La esencia del acto administrativo radica en
su capacidad para generar consecuencias jurídicas. Estos efectos pueden
ser variados y van desde la creación de derechos y obligaciones para los
administrados hasta la modificación o revocación de situaciones jurídicas
preexistentes.
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e) Jurídicos: La distinción entre efectos jurídicos y efectos no jurídicos
es crucial para definir el acto administrativo de manera precisa. Los efectos
jurídicos son aquellos que tienen relevancia en el ámbito del derecho, como
la creación de derechos y deberes, mientras que los efectos no jurídicos,
como las felicitaciones o invitaciones, están excluidos de esta categoría. Por
lo tanto, un acto administrativo se caracteriza por la producción de efectos
que tienen consecuencias legales.
1.3.
Definición técnica de Acto Administrativo
(Enterría, 1984) Un acto administrativo es cualquier declaración de
voluntad, de juicio, de conocimiento o de deseo, emanada de un sujeto de la
Administración Pública en el ejercicio de una potestad administrativa distinta
de la potestad reglamentaria
1.4.
Base legal
1.4.1. Ley Del Procedimiento Administrativo General Ley N°27444
El 11 de abril de 2001, se promulgó la Ley N° 27444, conocida como
la "Ley del Procedimiento Administrativo General", la cual posee una
significativa importancia en la operación diaria de la administración pública en
nuestro país. Esta normativa legal, después de la Constitución Política del
Perú, se ha convertido en el principal marco normativo que orienta las
acciones de los funcionarios y empleados públicos.
La Ley N° 27444 tiene como finalidad regular los procesos de índole
administrativa que los ciudadanos y usuarios llevan a cabo frente a las
entidades que conforman la Administración Pública. Además, establece y
define de manera precisa una serie de principios que constituyen los pilares
fundamentales que guían el desarrollo de los procedimientos administrativos.
1.4.2. Decreto Supremo que aprueba el Texto Único Ordenado de la
Ley Nº 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo Genera
El propósito de esta Ley es establecer el marco legal que rige la
actuación de la Administración Pública, con el fin primordial de salvaguardar
el interés público. Esto implica asegurar la protección de los derechos e
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intereses de los ciudadanos, todo ello en estricta conformidad con las
disposiciones constitucionales y legales vigentes.
2. Elementos de un acto administrativo
(MAQUEDA, 2010) Los elementos del acto administrativo son
fundamentales para entender su naturaleza y validez en el contexto de la
administración pública. Cada uno de estos elementos cumple un papel crucial
en la formación y evaluación de los actos administrativos:
Sujeto: El sujeto del acto administrativo es el órgano que representa al
Estado y emite la declaración de voluntad. Este órgano tiene competencia,
que es el conjunto de facultades que le permite tomar decisiones dentro de
su ámbito de autoridad. Es importante destacar que la persona que formula
la declaración de voluntad no expresa su voluntad personal, sino que ejerce
el poder del Estado en virtud de su posición.
Causa: La causa se refiere a los motivos o circunstancias que han
dado lugar al acto administrativo. Estos motivos deben estar vinculados al
interés público y son los que justifican la emisión del acto. La causa es un
elemento esencial para evaluar la legalidad y la razonabilidad de la decisión
administrativa.
Objeto: El objeto del acto administrativo se relaciona con su contenido
concreto, es decir, las disposiciones específicas que contiene el acto. Puede
ser positivo, cuando impone obligaciones o crea derechos, o negativo,
cuando prohíbe o restringe ciertas acciones.
Forma: La forma del acto administrativo es tanto un requisito de
procedimiento como un aspecto esencial en la generación de la decisión
administrativa. La forma se refiere a cómo se expresa y documenta el acto,
asegurando su validez y legalidad. (Muratorio, 2002) Puede ser tanto formal,
relacionada con procedimientos y requisitos de notificación, como material o
sustantiva, relacionada con la esencia y contenido del acto.
Finalidad: La finalidad es un elemento orientado a satisfacer las
demandas del interés público. La desviación de esta finalidad puede dar lugar
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a la nulidad del acto y a responsabilidades para el funcionario que lo emitió.
La finalidad busca asegurar que los actos administrativos se emitan en
beneficio del bien común y no en interés personal o ilegítimo.
Moral: La moral se basa en el recto comportamiento, la buena fe y el
respeto al orden jurídico en la emisión de actos administrativos. La conducta
ética y la integridad son esenciales para garantizar la legitimidad y la
confianza en la administración pública.
2.1.
Caso practico
Supongamos que, en un municipio, el Concejo Municipal, que es un
órgano colegiado de representación local, decide emitir un acto administrativo
para aprobar un nuevo reglamento de tráfico en la ciudad debido a un
aumento en los accidentes de tráfico. Veamos cómo se aplican los elementos
del acto administrativo en este caso:
Sujeto: El Concejo Municipal es el sujeto del acto administrativo en
este caso. Representa al municipio y emite la declaración de voluntad en
nombre de la autoridad local. El Concejo Municipal está compuesto por varios
concejales y actúa como un órgano colegiado.
Causa: La causa del acto administrativo es el aumento de los
accidentes de tráfico en la ciudad, lo que representa un problema de
seguridad pública. Esta causa está vinculada al interés público de garantizar
la seguridad de los ciudadanos en las vías públicas.
Objeto: El objeto del acto administrativo es el nuevo reglamento de
tráfico que el Concejo Municipal está aprobando. El contenido concreto del
acto incluirá disposiciones específicas relacionadas con normas de tráfico,
sanciones por infracciones, señalización, etc.
Forma: La forma del acto administrativo incluye la convocatoria de
sesiones del Concejo Municipal, la votación de los concejales, y la redacción
y firma del reglamento. La forma es tanto un requisito de procedimiento (las
sesiones del concejo) como un aspecto esencial para la generación del acto
(la redacción y firma del reglamento).
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Finalidad: La finalidad del acto administrativo es mejorar la seguridad
vial en la ciudad y reducir los accidentes de tráfico. La emisión del nuevo
reglamento de tráfico tiene como objetivo principal el interés público de
proteger a los ciudadanos.
Moral: En la emisión de este acto administrativo, se espera que los
concejales del Concejo Municipal actúen con integridad, siguiendo los
principios éticos y respetando el orden jurídico. Se espera que la toma de
decisiones esté basada en el bienestar de la comunidad y no en intereses
personales.
3. Procedimientos administrativos
3.1.
Actos administrativos según su
(Centro de informacion juridica en Linea, 2014) Según sus efectos Los
actos administrativos generales se caracterizan por ser aquellos que afectan
a un grupo de personas, ya sea un número específico o indeterminado de
sujetos de derecho. Estos actos se emiten con la intención de regular
situaciones que aplican de manera uniforme a todas las personas dentro de
dicho grupo.
En contraste, los actos individuales son específicamente dirigidos a un
único sujeto de derecho y tienen efectos particulares que se aplican
exclusivamente a esa persona en particular.
La distinción entre estos dos tipos de actos administrativos es
fundamental en el derecho administrativo, ya que determina si una decisión
de la administración pública se aplica de manera generalizada o si está
dirigida exclusivamente a un individuo en particular.
Esta diferenciación es importante porque los actos administrativos
generales tienen un alcance más amplio y suelen involucrar cuestiones de
interés público que afectan a un grupo más grande de ciudadanos. Por otro
lado, los actos individuales se centran en cuestiones específicas relacionadas
con un individuo en particular y sus derechos o intereses.
17
3.1.1. Según su contenido (Montes, 2015)
a) Actos administrativos definitivos y en trámite:
La distinción entre actos administrativos definitivos y en trámite se basa
en el contenido de la decisión que contienen. Un acto administrativo definitivo
es aquel que pone fin a un asunto administrativo, es decir, resuelve el tema
en cuestión de manera concluyente. Por otro lado, un acto administrativo de
trámite es de naturaleza preparatoria y se emite como un paso previo hacia
la toma de una decisión final.
Esta distinción es fundamental en el contexto administrativo, ya que
los actos definitivos tienen un impacto directo en los derechos y deberes de
las partes involucradas, mientras que los actos de trámite sirven para
recopilar información, realizar investigaciones o llevar a cabo procedimientos
previos antes de tomar una decisión definitiva. Los actos de trámite pueden
incluir notificaciones, audiencias preliminares o recopilación de pruebas.
b) Actos administrativos favorables o ampliatorios y de gravamen:
La clasificación de los actos administrativos en favorables o
ampliatorios, por un lado, y de gravamen, por otro, se basa en el impacto que
tienen en los derechos o intereses de los destinatarios.
Los actos administrativos favorables o ampliatorios tienen un efecto
beneficioso para los sujetos de derecho. Estos actos crean nuevos derechos,
facultades o ventajas para los destinatarios. Pueden otorgar licencias,
permisos o beneficios económicos, entre otros.
Por el contrario, los actos administrativos de gravamen imponen
obligaciones, deberes, limitaciones o restricciones a los sujetos de derecho.
Estos actos establecen restricciones legales, imponen sanciones o
establecen condiciones desfavorables que afectan negativamente a los
destinatarios.
La distinción entre actos favorables y de gravamen es crucial en el
derecho administrativo, ya que determina el tipo de regulación o control que
se aplica a cada categoría. Los actos favorables suelen disfrutar de una
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mayor protección y se someten a un escrutinio menos estricto en
comparación con los actos de gravamen, que pueden estar sujetos a un
mayor control y revisión para garantizar la legalidad y la protección de los
derechos de los ciudadanos.
3.1.2. Según la manifestación de voluntad (Montes, 2015)
La manifestación de voluntad que da origen a un acto administrativo
generalmente debe ser expresa y formal, lo que significa que debe
expresarse claramente por escrito y cumplir con una serie de requisitos
específicos. Esta formalidad es esencial para garantizar la transparencia, la
legalidad y la certeza en las decisiones tomadas por la Administración
pública. Sin embargo, la ley en muchos sistemas jurídicos también contempla
una figura importante, que es la manifestación de voluntad tácita de la
Administración, que surge a partir de la aplicación del silencio administrativo.
El silencio administrativo es un principio que establece que cuando una
solicitud o petición es presentada ante la Administración pública y esta no
emite una respuesta expresa en un plazo determinado, se presume que la
solicitud ha sido aceptada o aprobada de manera tácita. En otras palabras, la
falta de una respuesta formal se interpreta como un acto administrativo
implícito de conformidad con la solicitud presentada.
Esta figura del silencio administrativo tiene varias justificaciones. En
primer lugar, busca proteger los derechos e intereses de los ciudadanos,
evitando que la Administración prolongue indefinidamente la toma de
decisiones. Además, promueve la eficiencia administrativa al establecer
plazos razonables para la respuesta. Por último, fomenta la claridad y la
seguridad jurídica al permitir que los ciudadanos sepan cómo se resolverán
sus solicitudes en ausencia de una respuesta expresa.
Sin embargo, es importante destacar que el uso del silencio
administrativo varía según la jurisdicción y puede aplicarse de manera
diferente en diferentes contextos y tipos de solicitudes. La clave reside en que
esta figura equilibra la necesidad de una manifestación de voluntad expresa
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con la necesidad de evitar demoras y asegurar que los ciudadanos no queden
en un limbo jurídico debido a la inacción de la Administración
En resumen, la manifestación de voluntad en los actos administrativos
generalmente debe ser expresa y formal, pero la ley también reconoce la
manifestación tácita de la Administración a través del principio del silencio
administrativo. Esto garantiza un equilibrio entre la protección de los derechos
de los ciudadanos y la eficiencia en la toma de decisiones administrativas.
3.1.3. Según su impugnabilidad (Montes, 2015)
La ley establece una importante clasificación relacionada con la
impugnabilidad de los actos administrativos, diferenciando entre el acto
administrativo firme y aquel que ha sido objeto de impugnación.
Un acto administrativo firme es aquel que ha agotado todas las
instancias administrativas y no está sujeto a ningún recurso o impugnación
adicional dentro del ámbito de la administración. En otras palabras, es una
decisión que ha pasado por todo el proceso de revisión y no puede ser
cuestionada nuevamente en la esfera administrativa.
Por otro lado, un acto que no es firme es aquel que aún puede ser
impugnado mediante los recursos administrativos disponibles. Estos recursos
permiten a los interesados o afectados por el acto administrativo presentar
argumentos, pruebas y objeciones ante la administración para que esta
reconsidere su decisión. Los recursos administrativos pueden incluir
apelaciones, revisión interna o cualquier otro mecanismo previsto por la ley.
La distinción entre actos firmes y no firmes es fundamental para el
sistema legal y administrativo, ya que garantiza un equilibrio entre la autoridad
de la administración y la protección de los derechos de los ciudadanos. Los
actos firmes brindan certeza y estabilidad a las decisiones administrativas,
mientras que los actos no firmes permiten que los ciudadanos impugnen
decisiones que consideren injustas o erróneas
Es importante destacar que, una vez que un acto administrativo se
vuelve firme, su impugnabilidad se traslada a la jurisdicción judicial, donde los
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afectados pueden recurrir a los tribunales para buscar su revisión. Este
proceso judicial es independiente de la administración y ofrece una instancia
adicional para resolver disputas legales.
3.1.4. Según el órgano que los emana (Montes, 2015)
La emisión de un acto administrativo puede realizarse a través de un
órgano unipersonal o un órgano colegiado, y esta distinción tiene importantes
implicaciones en la denominación y el proceso de adopción del acto.
Cuando un acto administrativo es emitido por un órgano unipersonal,
suele
denominarse
comúnmente
como
"resolución"
o
"decisión
administrativa". Esto significa que una sola autoridad, como un funcionario o
un jefe de departamento, tiene la capacidad de tomar la decisión final sin la
necesidad de la participación de otros. Este tipo de acto puede ser más ágil
y eficiente en situaciones donde la toma de decisiones no requiere la consulta
o deliberación con otros.
Por otro lado, cuando un acto administrativo es emitido por un órgano
colegiado, se le denomina "Acuerdo". En este caso, la decisión es tomada por
un grupo de personas que conforman el órgano colegiado. Para que este tipo
de acto sea válido, es necesario cumplir con ciertos requisitos especiales,
como la celebración de sesiones formales, la presencia de un quórum mínimo
y la deliberación sobre el asunto en cuestión. Estos requisitos garantizan que
la decisión sea el resultado de un proceso transparente y democrático, donde
diferentes puntos de vista pueden ser considerados antes de la toma de una
decisión final.
La distinción entre resoluciones unipersonales y Acuerdos colegiados
es importante para asegurar la legitimidad y la transparencia en la toma de
decisiones
administrativas.
Los
Acuerdos
colegiados
permiten
la
participación de múltiples voces y perspectivas, lo que puede ser
especialmente relevante en casos complejos o controvertidos. Además, al
establecer procedimientos formales, se garantiza que se cumplan las normas
y se respeten los derechos de las partes involucradas.
21
3.1.5. Según el número de órganos que interviene (Maldonado,
2016)
En el contexto de los actos administrativos, existe una distinción
fundamental entre actos simples y actos complejos, que se relaciona con la
forma en que se origina la declaración de voluntad y la toma de decisiones.
Los actos simples son aquellos en los que la declaración de voluntad
que da lugar al acto proviene de una sola instancia, ya sea un órgano
administrativo individual o un órgano colegiado en el que la decisión es
unánime y no involucra a otros organismos o entidades. En este tipo de actos,
la autoridad emisora tiene la plena capacidad de tomar decisiones por sí
misma, sin requerir la consulta o el concurso de otros órganos.
Por otro lado, los actos complejos son más habituales y se caracterizan
por ser el resultado de la colaboración o el concurso de dos o más órganos
administrativos, ya sea dentro de una misma entidad o en colaboración entre
diferentes organismos. Cada uno de estos órganos contribuye con elementos
o decisiones parciales que se integran en un solo acto administrativo. La
finalidad de estos actos es obtener una unidad decisoria común que refleje la
colaboración y el consenso de múltiples entidades en la toma de decisiones.
La distinción entre actos simples y complejos es importante porque
refleja la complejidad y la diversidad de las operaciones administrativas. Los
actos simples son adecuados cuando la autoridad emisora tiene la capacidad
y la autoridad para tomar decisiones de manera independiente. En contraste,
los actos complejos son necesarios cuando se requiere la colaboración de
múltiples órganos o entidades para abordar cuestiones que involucran
distintos aspectos o áreas de competencia.
22
4. Validez invalidez/ilegalidad y nulidad en la emisión de
actos administrativos
4.1.
Validez
(Ministerio de Justicia y Derechos Humanos , 2014) La validez de un
acto administrativo se refiere a que el acto se hizo de acuerdo con todas las
reglas y requisitos que establece la ley. Es como cuando sigues todas las
reglas para jugar un juego de mesa, y tu movimiento es válido si está de
acuerdo con las reglas del juego. En el caso de los actos administrativos, son
válidos si cumplen con todas las reglas y requisitos que la ley exige.
Piensa en ello como si estuvieras horneando una galleta siguiendo una
receta. Si sigues todos los pasos y cantidades de ingredientes exactamente
como se indican en la receta, obtendrás una galleta que es válida y deliciosa.
Pero si omites un ingrediente importante o haces algo incorrecto, es posible
que obtengas una galleta que no es válida o que no sepa bien.
La validez se refiere a que un acto administrativo se hizo
correctamente y siguiendo todas las reglas legales. Esto es importante
porque garantiza que los actos administrativos sean justos y legales, lo que
es esencial en la administración pública y en el funcionamiento de un país.
4.1.1. Requisitos de validez (Sunat, 2019)
Son requisitos de validez de los actos administrativos:
4.1.1.1. Competencia. - Ser emitido por el órgano facultado en razón de la
materia, territorio, grado, tiempo o cuantía, a través de la autoridad
regularmente nominada al momento del dictado y en caso de órganos
colegiados, cumpliendo los requisitos de sesión, quórum y deliberación
indispensables para su emisión.
Ejemplo ilustrativo 1
Imaginemos una situación en la que un ciudadano presenta una
solicitud de licencia de construcción para llevar a cabo un proyecto de
desarrollo urbanístico en un municipio determinado. En este caso:
23
Órgano facultado en razón de la materia: El acto administrativo que
otorga o deniega la licencia de construcción debe ser emitido por el
departamento o la oficina dentro del municipio que tiene la autoridad para
revisar y aprobar proyectos de construcción. En este caso, este órgano debe
ser el departamento de urbanismo o planificación urbana, que tiene la
competencia específica en esta materia.
Territorio: La competencia debe restringirse al territorio sobre el cual
tiene jurisdicción el municipio en cuestión. El acto administrativo no tendría
validez si fuera emitido por un municipio vecino que no tiene jurisdicción sobre
la ubicación del proyecto.
Tiempo: El acto administrativo debe emitirse en el momento adecuado,
siguiendo los plazos y procedimientos establecidos por la normativa aplicable.
No sería válido si se emite antes de que el solicitante haya presentado todos
los documentos requeridos o después de que hayan expirado los plazos
legales.
Cuantía: Si el proyecto de construcción tiene un impacto en el entorno
o la comunidad que supera ciertos umbrales definidos en la normativa local,
podría requerir la aprobación de una autoridad de mayor rango, como una
comisión de planificación regional o incluso un ministerio a nivel nacional. El
acto administrativo debe ser emitido por la autoridad competente en función
de la cuantía del proyecto.
Órgano colegiado: Si la decisión sobre la licencia de construcción se
toma en un órgano colegiado, como un consejo municipal o una junta de
planificación, se deben seguir los procedimientos adecuados, como convocar
a reuniones, garantizar la presencia de un quórum mínimo y llevar a cabo
deliberaciones. El acto administrativo debe reflejar claramente que se
cumplieron todos estos requisitos para que sea válido.
4.1.1.2 Objeto o contenido. - Los actos administrativos deben expresar su
respectivo objeto, de tal modo que pueda determinarse inequívocamente sus
efectos jurídicos. Su contenido se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento
24
jurídico, debiendo ser lícito, preciso, posible física y jurídicamente, y
comprender las cuestiones surgidas de la motivación.
Ejemplo ilustrativo
Imagina una municipalidad que desea otorgar una concesión para la
explotación de un espacio público, como un parque, a una empresa privada
con el fin de construir y gestionar un parque de diversiones. En este caso:
Licitud: El objeto del acto administrativo sería autorizar la concesión
del espacio público a la empresa para la construcción y operación del parque
de diversiones. Esta autorización debe ser completamente lícita según las
leyes locales y nacionales, y debe cumplir con todos los requisitos legales y
reglamentarios relacionados con las concesiones de espacios públicos.
Precisión: El acto administrativo debe especificar claramente los
términos y condiciones de la concesión, como la duración de la concesión,
las inversiones mínimas requeridas por la empresa, las obligaciones
ambientales y de seguridad, las tarifas que la empresa debe pagar a la
municipalidad, y cualquier otro detalle importante relacionado con la
operación del parque de diversiones. La falta de precisión podría dar lugar a
disputas o malentendidos en el futuro.
Posibilidad física y jurídica: El contenido del acto debe asegurarse de
que la empresa tenga la capacidad tanto física (recursos para construir y
operar el parque) como jurídica (cumplimiento de todos los requisitos legales)
para llevar a cabo la concesión de manera efectiva. Esto garantiza que la
empresa sea capaz de cumplir con sus obligaciones.
4.1.1.3 Finalidad Pública. - Adecuarse a las finalidades de interés público
asumidas por las normas que otorgan las facultades al órgano emisor, sin que
pueda habilitársele a perseguir mediante el acto, aun encubiertamente,
alguna finalidad sea personal de la propia autoridad, a favor de un tercero, u
otra finalidad pública distinta a la prevista en la ley. La ausencia de normas
que indique los fines de una facultad no genera discrecionalidad.
25
4.1.1.4 Motivación. - El acto administrativo debe estar debidamente motivado
en proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico.
4.1.1.5 Procedimiento regular. - Antes de su emisión, el acto debe ser
conformado mediante el cumplimiento del procedimiento administrativo
previsto para su generación.
Ejemplo ilustrativo 3
Supongamos que un municipio desea expropiar un terreno privado para llevar
a cabo un proyecto de construcción de una carretera importante que
beneficiará a toda la comunidad. Para cumplir con el requisito de
"procedimiento regular" en este caso:
Solicitud inicial: El procedimiento administrativo comienza con una solicitud
formal presentada ante el municipio por parte de la entidad encargada del
proyecto de carretera. Esta solicitud debe incluir información detallada sobre
el proyecto, la necesidad de la expropiación del terreno y los beneficios que
aportará a la comunidad.
Notificación a los afectados: Después de recibir la solicitud, el municipio debe
notificar a los propietarios del terreno que se verán afectados por la
expropiación. Esta notificación debe incluir información sobre el proceso, los
derechos de los propietarios y la posibilidad de presentar objeciones.
Período de objeciones: Se establece un período durante el cual los
propietarios pueden presentar objeciones y evidencia de que la expropiación
no es necesaria o que la compensación propuesta no es justa.
Evaluación y audiencia: El municipio debe realizar una evaluación detallada
de las objeciones presentadas y programar una audiencia pública en la que
se discutan los argumentos de todas las partes involucradas.
Decisión fundada: Finalmente, el municipio debe emitir un acto administrativo
que autorice la expropiación del terreno. Esta decisión debe estar
debidamente fundamentada y justificada, teniendo en cuenta todas las
objeciones y evidencia presentada durante el proceso. También debe incluir
detalles sobre la compensación que se ofrecerá a los propietarios afectados.
26
4.2.
Invalidez e ilegalidad. (Morillo, 2000)
Es importante aclarar que los términos "ilegalidad" y "validez" son
diferentes entre sí. La ilegalidad ocurre cuando se nota que un acto
administrativo no se ajusta a lo que dice la ley, es decir, hay una especie de
problema entre el acto y las reglas legales. Por otro lado, la validez es como
una evaluación que se hace sobre si el acto es legal o no, es decir, si está
bien de acuerdo con las leyes.
La ilegalidad es como un diagnóstico teórico que muestra que hay un
desacuerdo real entre el acto y la ley, lo que hace que el acto no sea perfecto.
Sin embargo, esta discrepancia puede ser perdonada por la ley en algunos
casos, lo que significa que la ilegalidad no siempre hace que el acto sea
inválido.
4.3.
La nulidad del acto administrativo (Chávez, 2014)
La nulidad absoluta, también conocida como nulidad de pleno derecho
o nulidad ipso jure, se refiere a la situación en la que un acto administrativo
carece de cualquiera de los requisitos esenciales o de validez establecidos
por la ley. Estos requisitos incluyen la competencia de la autoridad emisora,
el cumplimiento de los preceptos legales, la finalidad pública, una motivación
adecuada y la observancia del procedimiento previsto por la legislación
aplicable. Además, la nulidad absoluta puede ser declarada en casos
contemplados en el Artículo 10 de la Ley de Procedimiento Administrativo
General.
Como señala Patron Faura (1996), se considerará nulo un acto
administrativo emitido sin tener en cuenta el marco legal o por una autoridad
que carece de competencia para ello. Es importante destacar que un acto
administrativo inválido es aquel en el cual existe una contradicción entre el
acto y el ordenamiento jurídico, lo que lo convierte en un acto ilegal. Sin
embargo, no todos los actos administrativos inválidos son susceptibles de ser
declarados nulos. En casos donde los vicios son considerados menores o no
trascendentales, la declaración de nulidad no es necesaria. En su lugar, la
27
Administración Pública puede corregir o enmendar la ilegalidad para que el
acto recupere su validez.
Los casos de conservación del acto administrativo tienen como
objetivo principal preservar la eficacia de la actuación administrativa frente a
irregularidades consideradas leves por la ley (Asencio Torres, 2016).
La invalidez, por otro lado, también es un término teórico. A diferencia
de la ilegalidad, es el resultado de una valoración de si el problema que causa
la ilegalidad debe ser perdonado o no según la ley
.
5. Control de los actos administrativos:
5.1.
Controles administrativos
(Ruiz, 2018) La reclamación administrativa, que equivale a la "vía
gubernativa" en otros contextos legales, se refiere a la posibilidad de
impugnar un acto administrativo a través de la administración misma. Es un
proceso mediante el cual se cuestiona un acto administrativo utilizando los
recursos administrativos disponibles.
Es importante mencionar que la aplicabilidad de la reclamación
administrativa depende del tipo de acto administrativo en cuestión.
Generalmente, los actos administrativos de carácter particular, reglado,
definitivo, expreso y presunto son susceptibles de reclamación administrativa.
La administración está obligada a indicar en sus actos administrativos
cuáles son los recursos que proceden contra ellos. Si no se especifican los
recursos, el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo (CPACA) establece que no se requerirá el requisito de
reclamación administrativa
Es esencial entender que la reclamación administrativa tiene como
objetivo cuestionar actos administrativos de naturaleza particular. Sin
embargo, en algunos casos, una persona puede intentar impugnar un acto
administrativo de esta naturaleza utilizando el medio de control de nulidad,
28
sin necesidad de la reclamación administrativa. En este último caso, no se
espera que la sentencia restablezca un derecho específico, por lo que no se
necesita la reclamación administrativa.
Los recursos administrativos disponibles son:
Recurso de reposición: Permite presentar argumentos ante la
autoridad administrativa que emitió el acto para solicitar su modificación,
revocación, aclaración o adición.
Recurso de apelación: Facilita que el superior inmediato de la
autoridad que emitió el acto administre una revisión del mismo. Este recurso
es obligatorio para agotar la reclamación administrativa como requisito previo
al acceso a la jurisdicción contenciosa administrativa.
Recurso de queja: Se presenta cuando se rechaza el recurso de
apelación y se interpone directamente ante el superior inmediato de la
autoridad que tomó la decisión.
Es importante destacar que el recurso de reposición es facultativo,
mientras que el recurso de apelación es obligatorio para cumplir con el
requisito de la reclamación administrativa. El CPACA establece los plazos
para presentar estos recursos, que pueden ser dentro de los diez días
siguientes a la notificación personal, notificación por aviso o al vencimiento
del término de publicación, según corresponda.
Además, ciertos actos administrativos, como los individuales de
ministros, directores de departamentos administrativos, superintendentes y
representantes legales de entidades descentralizadas, no son apelables.
Tampoco lo son las decisiones de representantes legales y jefes superiores
de entidades y organismos del ámbito territorial.
La revocatoria directa es otro mecanismo importante que permite a la
administración revocar actos administrativos en circunstancias específicas.
Este mecanismo se aplica cuando el acto se opone manifiestamente a la
Constitución o a la ley, cuando no está de acuerdo con el interés público o
social, o cuando causa un agravio injustificado a una persona.
29
La revocatoria directa se puede solicitar incluso después de acudir a la
jurisdicción contenciosa administrativa, siempre que no se haya notificado un
auto admisorio de la demanda. Además, en casos de procesos judiciales, las
autoridades demandadas pueden ofrecer una revocatoria de actos
administrativos antes de que se emita una sentencia de segunda instancia.
5.2.
Controles jurisdiccionales
(Ruiz, 2018) Existen varios tipos de controles jurisdiccionales que
pueden llevar a cabo tanto los administrados como la administración. Estos
controles son mecanismos legales que permiten revisar y cuestionar
decisiones administrativas. A continuación, se explican los principales tipos
de controles jurisdiccionales:
Control de nulidad: Este control puede ser ejercido por los
administrados y tiene como objetivo impugnar actos administrativos que se
consideran ilegales o contrarios a la ley. En este proceso, un ciudadano o
entidad puede presentar una demanda ante un tribunal para que este revise
y declare la nulidad del acto administrativo en cuestión.
Control de nulidad por inconstitucionalidad: Similar al control de
nulidad, este mecanismo permite a los administrados impugnar actos
administrativos
no
solo
por
su
ilegalidad,
sino
también
por
su
inconstitucionalidad. Esto significa que se cuestiona si el acto vulnera
derechos o principios establecidos en la Constitución.
Control de nulidad y restablecimiento del derecho: Los administrados
pueden recurrir a este control cuando consideran que un acto administrativo
no solo es ilegal, sino que también les ha causado un perjuicio o afectación
en sus derechos. El objetivo es obtener la anulación del acto y, al mismo
tiempo, la reparación del daño sufrido.
Reparación directa: Tanto los administrados como la administración
pueden utilizar este control cuando se ven perjudicados por la actuación de
un particular o de otra entidad. Consiste en solicitar una reparación por los
daños causados, ya sea de manera material o moral.
30
Acción de repetición: La administración puede recurrir a este
mecanismo cuando ha sido condenada a pagar una suma de dinero como
resultado de una demanda o proceso legal. La acción de repetición busca que
el particular o entidad que causó el daño indemnice a la administración por
los costos asumidos.
Además de estos controles, la administración también tiene la
posibilidad de demandar por nulidad sus propios actos administrativos
cuando considera que han sido emitidos de manera irregular o ilegal. Esto
demuestra que el sistema legal busca garantizar la transparencia y el
cumplimiento de la ley por parte de la administración.
5.3.
La eficacia de los actos administrativos
(Cépeda, 2019)Los actos administrativos desempeñan un papel crucial
en la gestión pública debido a su naturaleza teleológica, su enfoque en
resultados concretos y su intención detrás de cada decisión. La eficacia de
estos actos es esencial para garantizar que la administración pública funcione
de manera efectiva y alcance sus objetivos.
En lo que respecta a su ámbito personal, los actos administrativos
están destinados a partes específicas o destinatarios formales. Esto significa
que afectan directamente a individuos, empresas u otras entidades
vinculadas a las decisiones administrativas. Además, es importante tener en
cuenta que estos actos también pueden tener impactos en terceros
interesados que no son los destinatarios directos, lo que destaca la necesidad
de su eficacia y un cuidadoso análisis de sus implicaciones.
En cuanto al ámbito temporal, es fundamental comprender cuándo
comienza la eficacia de un acto administrativo. Esta eficacia puede ser
aplazada o condicionada por plazos específicos, y en algunos casos, puede
requerir la aprobación de una autoridad superior. La notificación desempeña
un papel clave en determinar cuándo un acto administrativo entra en vigor, ya
que informa a las partes involucradas sobre su existencia y contenido.
Además, la eficacia de un acto administrativo puede comenzar mediante la
31
aceptación por parte del particular afectado, lo que resalta la importancia de
la voluntad y el acuerdo en este proceso.
Es relevante mencionar que algunos actos administrativos pueden
tener efectos retroactivos, lo que significa que sus consecuencias se aplican
a situaciones anteriores a su emisión. La retroactividad puede ser una
herramienta poderosa, pero también plantea desafíos en términos de
seguridad jurídica y protección de los derechos de los ciudadanos. Por lo
tanto, su uso debe ser cuidadosamente regulado y justificado.
(Hernández-Mendible, 2011) Se puede decir que la eficacia de los
actos administrativos es un elemento fundamental en la gestión pública. La
comprensión de estos conceptos, tanto en su ámbito personal como temporal,
es esencial para garantizar un funcionamiento efectivo de la administración
pública y proteger los derechos e intereses de las partes involucradas.
6. Reformas y cambios recientes
(Urbina, 2012) El cambio de enfoque en la nueva Ley del
Procedimiento Administrativo General, Ley No. 27444, con respecto a la
relación entre el acto administrativo y el procedimiento administrativo es un
desarrollo significativo en el contexto peruano. En contraste con las leyes
anteriores, donde el acto administrativo se consideraba como el resultado
unitario de un procedimiento administrativo, la nueva ley otorga al acto
administrativo un tratamiento independiente y paritario en relación al
procedimiento administrativo. Esta modificación refleja una tendencia
moderna en la legislación comparada y tiene importantes implicaciones para
el derecho administrativo en el país.
En el pasado, la normativa anterior ubicaba el acto administrativo en la
Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, tratándolo solo
después de haber abordado extensivamente el procedimiento administrativo.
Esto prácticamente homologaba el acto administrativo con la resolución
administrativa o acto administrativo final.
32
Sin embargo, la nueva ley da al acto administrativo su propio espacio
y relevancia al reservar un título completo para esta materia, alineándose con
las tendencias más modernas en derecho administrativo. Esta decisión no
solo busca cambiar la forma en que se presentan las materias, sino también
enviar un mensaje claro sobre la importancia tanto del procedimiento
administrativo como del acto administrativo en el derecho administrativo
peruano. Se pretende equiparar el derecho administrativo del procedimiento
con el derecho administrativo de la actuación administrativa propiamente
dicha.
Además, la nueva ley busca aclarar que el concepto de acto
administrativo no se limita únicamente a la decisión final del procedimiento
administrativo, también conocido como acto administrativo final o resolución
administrativa. A lo largo del procedimiento, se generan diversos actos
administrativos cuyo régimen general es necesario precisar y regular.
La discusión doctrinaria sobre la estructura técnica del procedimiento
administrativo se ha centrado en si se trata de un acto complejo (Diez, 1971)
o una voluntad que resulta de la integración progresiva de otras voluntades y
elementos. Algunos argumentan que el procedimiento es una cadena de
actos que se relacionan por un vínculo común y una proyección unitaria sin
perder su individualidad.
6.1.
Para tomar en cuenta
La característica distintiva de los actos administrativos radica en su
especificidad y concreción en cuanto a la materia y la situación jurídicoadministrativa involucrada. Esta particularidad los diferencia claramente de
los reglamentos, que se caracterizan por ser abstractos, generales y
impersonales.
Cuando hablamos de concreción en los actos administrativos, no
necesariamente implicamos que estén dirigidos a un único individuo o
administrado en particular. Más bien, se refiere a que estos actos se
enmarcan en una situación jurídico-administrativa específica y perfectamente
definida. Para ilustrar esto, podemos tomar el ejemplo de una convocatoria a
33
una licitación pública o a una audiencia pública. A pesar de que estos actos
pueden estar dirigidos a un número indeterminado de participantes, todos se
encuentran dentro del contexto de una situación concreta, como la licitación
en cuestión o la audiencia programada.
Conclusiones
Los actos administrativos y su rol en el derecho administrativo peruano,
emergen aspectos esenciales que delinean la importancia de estos
elementos en la gestión gubernamental y la toma de decisiones en el ámbito
público.
Uno de los pilares fundamentales destacados es la intrínseca
naturaleza de los elementos que conforman un acto administrativo, los cuales
constituyen los cimientos sobre los cuales se erige su validez y legalidad.
Aspectos tales como competencia, territorialidad, temporalidad, cuantía,
objeto, contenido, forma, finalidad y moralidad son elementos que no deben
pasar inadvertidos en la emisión de estos actos. Estos componentes
garantizan que las decisiones administrativas sean tomadas de manera
adecuada, justa y en estricta conformidad con las normativas y regulaciones
establecidas en el marco legal.
Además, se ha esbozado una taxonomía perspicaz de los actos
administrativos, la cual abarca diversos aspectos, incluyendo sus efectos,
contenido, manifestación de voluntad y su impugnabilidad. Esta clasificación
se erige como una herramienta esencial para comprender la esencia y
amplitud de estos actos, además de proporcionar una protección sólida de
los derechos y obligaciones de los ciudadanos en su interacción con la
administración pública.
En lo que respecta a los mecanismos de control y los recursos
disponibles, se ha subrayado la imperante necesidad de recurrir a la
reclamación administrativa como paso preliminar a cualquier acción en el
ámbito judicial. Los recursos como la reposición, la apelación y la queja dotan
a los ciudadanos con la capacidad de impugnar la validez de los actos
administrativos de manera expedita y coste-efectiva, garantizando un
34
proceso de resolución de conflictos más eficiente y alineado con los principios
de justicia administrativa.
Un aspecto de relevancia trascendental es el cambio paradigmático
evidenciado en la legislación peruana, el cual redefine la relación entre el acto
administrativo y el procedimiento administrativo. Históricamente, se
consideraba que el acto administrativo era el resultado único e inquebrantable
de un procedimiento administrativo. No obstante, la nueva legislación otorga
al acto administrativo un estatus autónomo y equiparable, en consonancia
con las tendencias vanguardistas en el campo del derecho administrativo.
Este cambio de perspectiva subraya la importancia tanto del procedimiento
administrativo como del acto administrativo en la operativa gubernamental en
Perú.
Finalmente, es imperativo recalcar la ineludible necesidad de que los
actos administrativos sean emitidos con ética y orientados hacia el interés
público. Los funcionarios y autoridades gubernamentales deben ejercer sus
funciones con integridad y acatando los principios éticos y legales para
salvaguardar los derechos e intereses de los ciudadanos. Este enfoque ético
se constituye como una pieza angular para garantizar la transparencia, la
equidad y la legalidad en la administración pública peruana, contribuyendo a
la forja de un sistema legal sólido y equitativo que redunde en beneficio de
toda la sociedad.
35
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