1 Resumen El acto administrativo constituye un pilar fundamental en el engranaje del funcionamiento de la administración pública y se encuentra regido por una serie de elementos clave que no solo le confieren legitimidad, sino que también garantizan su adecuación al ordenamiento jurídico y su consonancia con el interés público. Estos elementos, intrincadamente interconectados, son el sujeto que lo emite, la causa que lo justifica, el objeto que regula, la forma en que se documenta y la finalidad de servir al interés público. Cabe resaltar que en la emisión de estos actos, la moral y la ética desempeñan un papel esencial, asegurando que las decisiones tomadas por la administración sean acordes con los principios y valores que rigen la sociedad. Desde una perspectiva más detallada, es preciso destacar que existen diversas tipologías de actos administrativos que se desprenden de su naturaleza y alcance. En primer lugar, se distinguen entre actos generales y actos individuales. Los actos generales son aquellos que se aplican a una pluralidad indeterminada de sujetos y tienen un alcance más amplio, como los reglamentos y disposiciones de carácter general. Por otro lado, los actos individuales se dirigen a sujetos concretos y determinados, siendo ejemplos de estos las resoluciones administrativas o las licencias específicas. Asimismo, es relevante clasificar los actos administrativos en definitivos y de trámite. Los actos definitivos son aquellos que ponen fin a una situación jurídica, como una decisión de sanción o la concesión de un permiso. Por su parte, los actos de trámite tienen un carácter instrumental y preparatorio, orientados a la consecución de un acto definitivo, como las notificaciones, requerimientos o diligencias preliminares. En cuanto a su naturaleza, los actos administrativos pueden ser favorables o de gravamen. Los actos favorables otorgan derechos o beneficios a los administrados, mientras que los de gravamen imponen cargas, restricciones o sanciones. 2 Los actos administrativos pueden manifestarse de manera expresa, es decir, mediante una declaración formal y escrita por parte de la autoridad competente, o de forma tácita cuando la administración no emite una respuesta expresa en un plazo determinado, lo que se conoce como silencio administrativo. La impugnación de los actos administrativos se lleva a cabo a través de una serie de mecanismos de control, tanto administrativos como jurisdiccionales. Entre los controles administrativos se encuentran la reclamación administrativa, que permite a los administrados presentar sus argumentos y pruebas ante la misma entidad que emitió el acto, y la revocatoria directa, que habilita a la propia administración a revisar y revocar sus actos en determinadas circunstancias. Por otro lado, los controles jurisdiccionales, como el control de nulidad y el control de nulidad por inconstitucionalidad, permiten que los actos administrativos sean sometidos a la revisión de los tribunales de justicia, garantizando así su conformidad con la legalidad y la Constitución. Estos mecanismos brindan a la administración y a los administrados la posibilidad de impugnar decisiones administrativas que consideren contrarias al ordenamiento jurídico. Es relevante destacar que, en un contexto más reciente, se ha llevado a cabo una reforma significativa en la Ley del Procedimiento Administrativo General en Perú, que ha otorgado al acto administrativo un tratamiento independiente y ha resaltado su importancia en el ámbito del derecho administrativo. Esta reforma ha contribuido a fortalecer la protección de los derechos de los administrados y a promover la transparencia y la legalidad en la actuación de la administración pública. 3 Objetivo El presente trabajo tiene como objetivo describir y explicar que es un acto administrativo, así como tambien determinar sus tipos, explicar su eficacia validez y nulidad, todo atreves de una estructura clara, así como la correspondiente referencia a los autores para la profundización de los conceptos dados en este trabajo. 4 Índice 1. Marco teórico ............................................................................ 8 1.1. Acto administrativo según autores ................................. 8 1.1.1. El acto administrativo en la función administrativa.. 10 1.1.2. El acto administrativo como declaración .................. 11 1.2. Elementos Esenciales del Acto Administrativo ........... 12 2. 1.3. Definición técnica de Acto Administrativo .................... 13 1.4. Base legal ......................................................................... 13 Elementos de un acto administrativo ................................... 14 2.1. 3. Caso practico ................................................................... 15 Procedimientos administrativos ........................................... 16 3.1. Actos administrativos según su ..................................... 16 3.1.1. Según su contenido ..................................................... 17 3.1.2. Según la manifestación de voluntad .......................... 18 3.1.3. Según su impugnabilidad ........................................... 19 3.1.4. Según el órgano que los emana ................................. 20 3.1.5. Según el número de órganos que interviene ............ 21 4. Validez invalidez/ilegalidad y nulidad en la emisión de actos administrativos .......................................................................................... 22 4.1. Validez .............................................................................. 22 4.1.1. Requisitos de validez (Sunat, 2019) ........................... 22 5. 4.2. Invalidez e ilegalidad. ...................................................... 26 4.3. La nulidad del acto administrativo ................................. 26 Control de los actos administrativos: .................................. 27 5.1. Controles administrativos............................................... 27 5.2. (Ruiz, 2018) Controles jurisdiccionales ......................... 29 5.3. La eficacia de los actos administrativos ....................... 30 5 6. Reformas y cambios recientes.............................................. 31 6.1. Para tomar en cuenta ...................................................... 32 Conclusiones ................................................................................... 33 Referencias bibliográficas .............................................................. 35 6 Introducción En el vasto y complejo universo del derecho administrativo, un elemento de singular trascendencia emerge como el eje en torno al cual gravita la actuación de la administración pública: el acto administrativo. Este compendio de decisiones, a menudo envuelto en una amalgama de elementos legales, morales y éticos, se erige como el epicentro de las relaciones entre el Estado y los administrados. De su adecuada comprensión y análisis dependen las bases de un Estado de derecho sólido y justo. En efecto, el acto administrativo es el pilar sobre el cual descansa la acción del Estado, encarnando la voluntad del poder público en una serie de atributos distintivos. Cada acto, como un lienzo en blanco, se teje con los hilos del sujeto que lo emite, la causa que lo justifica, el objeto que regula, la forma en que se documenta y la finalidad de servir al interés público. En este contexto, la moral y la ética emergen como guardianes de su legitimidad, constituyendo un faro que ilumina el camino hacia la justicia y la equidad en la esfera administrativa. La relevancia de los actos administrativos se manifiesta en su diversidad. Desde los generales que afectan a una colectividad hasta los individuales que recaen sobre un particular, desde los favorables que otorgan beneficios hasta los de gravamen que imponen obligaciones, y desde los expresos que se manifiestan en documentos formales hasta los tácitos que se deducen de actos concretos, todos conforman un mosaico que refleja la complejidad de la administración pública. El control de estos actos, fundamental en un Estado de derecho, adquiere múltiples facetas. Los administrados y la propia administración pueden impugnarlos mediante controles administrativos, como la reclamación administrativa y la revocatoria directa, o a través de controles jurisdiccionales, como el control de nulidad o el control de nulidad por inconstitucionalidad. En 7 este escenario, se equilibran los intereses del Estado y de los ciudadanos, garantizando la transparencia y la justicia en el ejercicio del poder público. Recientemente, una reforma en la Ley del Procedimiento Administrativo General en Perú ha elevado la importancia del acto administrativo en el derecho administrativo, otorgándole un tratamiento independiente y resaltando su papel como piedra angular del sistema. Este cambio legislativo refleja la evolución constante de la disciplina, que se adapta a las necesidades cambiantes de la sociedad y fortalece la garantía de un Estado eficiente y equitativo. En este recorrido, nos sumergiremos en el meollo del derecho administrativo, descubriendo las intricadas redes que conectan la moral, la ética y el ordenamiento jurídico en la emisión y control de estos actos, destacando su fundamental papel en la construcción y sostenimiento de una sociedad justa y regulada por el imperio de la ley. Les invitamos a adentrarse en este apasionante viaje a través de los vericuetos del acto administrativo, donde el conocimiento y la comprensión de sus matices se convierten en la brújula que orientará nuestro entendimiento de la administración pública en su más elevada expresión de legalidad y justicia 8 1. Marco teórico 1.1. Acto administrativo según autores (Cassagne, 2012) El comportamiento administrativo en Francia se ha visto fuertemente influenciado por la jurisprudencia del Consejo de Estado y el tribunal de conflictos, que han establecido fundamentos jurídicos sólidos. Esto ha sido esencial para definir las competencias de los tribunales administrativos y judiciales, en línea con el principio de separación de poderes propuesto por Montesquieu. No obstante, es importante destacar que la investigación doctrinal en países europeos como Italia, Alemania, España y en varias naciones de América Latina ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo del derecho administrativo. Esta contribución se basa en la necesidad de diferenciar claramente entre los tribunales administrativos y judiciales, especialmente debido a la misión del derecho administrativo de salvaguardar los intereses públicos mediante actividades legales que se distinguen del sistema de Derecho Privado. La teoría del comportamiento administrativo no solo se enfoca en la búsqueda de los intereses colectivos por parte del Estado, sino que también da gran importancia a asegurar que el comportamiento administrativo cumpla con principios y normas legales justas y razonables. Cuando la acción administrativa se extiende más allá de la esfera estatal y afecta a terceros, es esencial comprender cómo ocurre este proceso. El acto administrativo se considera una "declaración" porque refleja un proceso intelectual, más que un mero acto administrativo mecánico. Esta declaración puede abarcar desde declaraciones de voluntad hasta expresiones de conocimientos, opiniones o juicios. En términos técnicos, transmitir conocimientos y validar actividades constituye una declaración. Por ejemplo, cuando una autoridad administrativa certifica hechos o emite opiniones, estas acciones se consideran declaraciones. Esto demuestra que las acciones administrativas se distinguen de las acciones de derecho 9 privado, respaldando así la necesidad de una teoría adecuada del derecho público. (Santofimio G., 2014) El criterio orgánico, también denominado subjetivo o formal, establece que un acto administrativo es aquel que proviene únicamente de los órganos administrativos del poder público, excluyendo a otros actores. No obstante, este enfoque ha sido objeto de críticas por parte de la doctrina contemporánea, que argumenta que otras entidades también pueden emitir actos legislativos. Conforme al criterio material, también denominado en ocasiones objetivo o sustancial, se establece que un acto administrativo se caracteriza por su contenido sustantivo de índole administrativa, y esto prevalece independientemente de la entidad emisora. En otras palabras, todos los órganos del poder público, ya sean administrativos, judiciales o legislativos, pueden generar actos administrativos siempre que el núcleo de su contenido esté relacionado con materias de carácter administrativo. En síntesis, este criterio se enfoca en el contenido del acto, que debe poseer una naturaleza administrativa, sin importar la autoridad competente que lo emita. (Gobieno del Peru, 2001) Son Actos Administrativos, las declaraciones de las entidades que en el marco de normas de derecho público, están destinadas a producir efectos jurídicos sobre los intereses, obligaciones o derechos de los administrados dentro de una situación concreta. (Corte constitucional Colombia, 2000) La Corte Constitucional aborda la compleja noción de acto administrativo, enfocándose en la distinción entre la voluntad de la administración y la de los funcionarios que lo emiten. Se plantean interrogantes acerca de si la voluntad de la administración es un elemento fundamental para considerar un acto como administrativo y si los servidores públicos, como ilustrado en el caso de Víctor, poseen la competencia jurídica necesaria para emitir tales actos. En el contexto del Estado, se explora la relación entre la voluntad y la toma de decisiones, subrayando la importancia de que la voluntad de la administración esté alineada con los marcos legales establecidos. Se 10 mencionan diversos criterios utilizados para definir un acto administrativo, como el orgánico, jurisdiccional, funcional y material. La conclusión fundamental es que la voluntad de la administración no siempre constituye un requisito esencial para la definición de un acto administrativo, ya que la legislación colombiana permite la existencia de actos administrativos incluso en casos en que la voluntad de la administración no esté presente, siempre que se respalde con competencia legal. Ilustración 1 Elementos para el acto administrativo Decisión Situación Acto administrativo administrativa jurídica jurídico Fuente: Luiz German Ortega Ruiz- El acto administrativo en los procesos y procedimientos 1.1.1. El acto administrativo en la función administrativa (Gordillo) Surge una discusión fundamental en torno al concepto de "acto administrativo" y su relación con la función administrativa del Estado. Esta discusión se centra en cómo definir y comprender adecuadamente los actos administrativos y en qué medida la jurisdicción competente o la naturaleza del órgano emisor deben influir en dicha definición. Uno de los enfoques critica la definición del acto administrativo basada en la jurisdicción que debe revisarlo, argumentando que esta perspectiva es formalista y no respeta la esencia de la función administrativa. Desde este punto de vista, se argumenta que los actos administrativos deben ser considerados como tales cuando se emiten en el ejercicio de la función administrativa, sin importar el órgano que los emita. Se destaca que esta definición amplia permite incluir los actos administrativos realizados por órganos judiciales y legislativos en asuntos relacionados con su organización interna, recursos materiales y personal, ya que están intrínsecamente 11 vinculados a la función administrativa y se rigen por los principios del derecho administrativo. Además, se aboga por una concepción expandida de la "función administrativa," que incluye actividades que pueden no ser estrictamente jurisdiccionales o legislativas pero que comparten similitudes conceptuales y formales con estas funciones. Esta perspectiva busca eliminar la contradicción entre las nociones de función administrativa y acto administrativo, promoviendo una comprensión más coherente de la relación entre ambas. En el contexto de esta discusión teórica, se enfatiza la importancia de garantizar la defensa en juicio, subrayando que la imparcialidad y la independencia en la toma de decisiones son cruciales para cumplir con este principio. Se argumenta que los órganos judiciales y legislativos, incluso cuando ejercen funciones administrativas, pueden garantizar esta defensa en juicio debido a su imparcialidad y autonomía, lo que justifica que sus actos administrativos se consideren como tales. En este sentido, se sugiere que sería preferible establecer recursos ordinarios contra estas decisiones para fortalecer aún más la salvaguardia de los derechos de los ciudadanos. 1.1.2. El acto administrativo como declaración (Gordillo) La distinción entre "actos" y "hechos" en el contexto del derecho administrativo, especialmente en relación con los actos administrativos. Se argumenta en contra de definir un acto administrativo como una "manifestación de voluntad" o "declaración de voluntad" debido a que esta definición no abarca todos los actos administrativos. En cambio, se propone que un acto administrativo es una "declaración" que se diferencia de un hecho administrativo por su naturaleza conceptual y simbólica. Esta declaración puede expresar voluntad, conocimiento, opinión o juicio y se comunica a través de signos verbales o escritos, mientras que un hecho administrativo se manifiesta a través de acciones concretas y tangibles. 12 1.2. Elementos Esenciales del Acto Administrativo (Gordillo) Habiendo establecido la definición del acto administrativo en la función administrativa y como declaración en ejercicio de la función administrativa es necesario profundizar en los elementos esenciales que componen esta definición. Para ello, examinaremos detenidamente cada uno de los componentes que caracterizan al acto administrativo: a) Declaración: Como se mencionó anteriormente, el acto administrativo se caracteriza por ser una manifestación de la voluntad de la administración pública. Esta manifestación toma la forma de una exteriorización intelectual que utiliza diversos medios de comunicación, como el lenguaje hablado y escrito, signos convencionales, entre otros. La declaración es el medio a través del cual la administración comunica sus decisiones y determina los efectos jurídicos que se desencadenarán. b) Unilateral: La unilateralidad del acto administrativo implica que este emana de una sola parte, es decir, la administración pública. A diferencia de los contratos, que involucran la voluntad de al menos dos partes, el acto administrativo es un acto unilateral que establece los términos y condiciones de la administración sin requerir el consentimiento de terceros. c) Realizada en ejercicio de la función administrativa: El acto administrativo se relaciona intrínsecamente con el ejercicio de la función administrativa del Estado. No se limita únicamente a la administración pública en su sentido más tradicional, ya que también puede ser emitido por órganos legislativos y jurisdiccionales en ciertos casos. Sin embargo, estos actos deben estar relacionados con actividades específicas de la función administrativa, como la organización, gestión de recursos, y el personal, para ser considerados actos administrativos. d) Que produce efectos: La esencia del acto administrativo radica en su capacidad para generar consecuencias jurídicas. Estos efectos pueden ser variados y van desde la creación de derechos y obligaciones para los administrados hasta la modificación o revocación de situaciones jurídicas preexistentes. 13 e) Jurídicos: La distinción entre efectos jurídicos y efectos no jurídicos es crucial para definir el acto administrativo de manera precisa. Los efectos jurídicos son aquellos que tienen relevancia en el ámbito del derecho, como la creación de derechos y deberes, mientras que los efectos no jurídicos, como las felicitaciones o invitaciones, están excluidos de esta categoría. Por lo tanto, un acto administrativo se caracteriza por la producción de efectos que tienen consecuencias legales. 1.3. Definición técnica de Acto Administrativo (Enterría, 1984) Un acto administrativo es cualquier declaración de voluntad, de juicio, de conocimiento o de deseo, emanada de un sujeto de la Administración Pública en el ejercicio de una potestad administrativa distinta de la potestad reglamentaria 1.4. Base legal 1.4.1. Ley Del Procedimiento Administrativo General Ley N°27444 El 11 de abril de 2001, se promulgó la Ley N° 27444, conocida como la "Ley del Procedimiento Administrativo General", la cual posee una significativa importancia en la operación diaria de la administración pública en nuestro país. Esta normativa legal, después de la Constitución Política del Perú, se ha convertido en el principal marco normativo que orienta las acciones de los funcionarios y empleados públicos. La Ley N° 27444 tiene como finalidad regular los procesos de índole administrativa que los ciudadanos y usuarios llevan a cabo frente a las entidades que conforman la Administración Pública. Además, establece y define de manera precisa una serie de principios que constituyen los pilares fundamentales que guían el desarrollo de los procedimientos administrativos. 1.4.2. Decreto Supremo que aprueba el Texto Único Ordenado de la Ley Nº 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo Genera El propósito de esta Ley es establecer el marco legal que rige la actuación de la Administración Pública, con el fin primordial de salvaguardar el interés público. Esto implica asegurar la protección de los derechos e 14 intereses de los ciudadanos, todo ello en estricta conformidad con las disposiciones constitucionales y legales vigentes. 2. Elementos de un acto administrativo (MAQUEDA, 2010) Los elementos del acto administrativo son fundamentales para entender su naturaleza y validez en el contexto de la administración pública. Cada uno de estos elementos cumple un papel crucial en la formación y evaluación de los actos administrativos: Sujeto: El sujeto del acto administrativo es el órgano que representa al Estado y emite la declaración de voluntad. Este órgano tiene competencia, que es el conjunto de facultades que le permite tomar decisiones dentro de su ámbito de autoridad. Es importante destacar que la persona que formula la declaración de voluntad no expresa su voluntad personal, sino que ejerce el poder del Estado en virtud de su posición. Causa: La causa se refiere a los motivos o circunstancias que han dado lugar al acto administrativo. Estos motivos deben estar vinculados al interés público y son los que justifican la emisión del acto. La causa es un elemento esencial para evaluar la legalidad y la razonabilidad de la decisión administrativa. Objeto: El objeto del acto administrativo se relaciona con su contenido concreto, es decir, las disposiciones específicas que contiene el acto. Puede ser positivo, cuando impone obligaciones o crea derechos, o negativo, cuando prohíbe o restringe ciertas acciones. Forma: La forma del acto administrativo es tanto un requisito de procedimiento como un aspecto esencial en la generación de la decisión administrativa. La forma se refiere a cómo se expresa y documenta el acto, asegurando su validez y legalidad. (Muratorio, 2002) Puede ser tanto formal, relacionada con procedimientos y requisitos de notificación, como material o sustantiva, relacionada con la esencia y contenido del acto. Finalidad: La finalidad es un elemento orientado a satisfacer las demandas del interés público. La desviación de esta finalidad puede dar lugar 15 a la nulidad del acto y a responsabilidades para el funcionario que lo emitió. La finalidad busca asegurar que los actos administrativos se emitan en beneficio del bien común y no en interés personal o ilegítimo. Moral: La moral se basa en el recto comportamiento, la buena fe y el respeto al orden jurídico en la emisión de actos administrativos. La conducta ética y la integridad son esenciales para garantizar la legitimidad y la confianza en la administración pública. 2.1. Caso practico Supongamos que, en un municipio, el Concejo Municipal, que es un órgano colegiado de representación local, decide emitir un acto administrativo para aprobar un nuevo reglamento de tráfico en la ciudad debido a un aumento en los accidentes de tráfico. Veamos cómo se aplican los elementos del acto administrativo en este caso: Sujeto: El Concejo Municipal es el sujeto del acto administrativo en este caso. Representa al municipio y emite la declaración de voluntad en nombre de la autoridad local. El Concejo Municipal está compuesto por varios concejales y actúa como un órgano colegiado. Causa: La causa del acto administrativo es el aumento de los accidentes de tráfico en la ciudad, lo que representa un problema de seguridad pública. Esta causa está vinculada al interés público de garantizar la seguridad de los ciudadanos en las vías públicas. Objeto: El objeto del acto administrativo es el nuevo reglamento de tráfico que el Concejo Municipal está aprobando. El contenido concreto del acto incluirá disposiciones específicas relacionadas con normas de tráfico, sanciones por infracciones, señalización, etc. Forma: La forma del acto administrativo incluye la convocatoria de sesiones del Concejo Municipal, la votación de los concejales, y la redacción y firma del reglamento. La forma es tanto un requisito de procedimiento (las sesiones del concejo) como un aspecto esencial para la generación del acto (la redacción y firma del reglamento). 16 Finalidad: La finalidad del acto administrativo es mejorar la seguridad vial en la ciudad y reducir los accidentes de tráfico. La emisión del nuevo reglamento de tráfico tiene como objetivo principal el interés público de proteger a los ciudadanos. Moral: En la emisión de este acto administrativo, se espera que los concejales del Concejo Municipal actúen con integridad, siguiendo los principios éticos y respetando el orden jurídico. Se espera que la toma de decisiones esté basada en el bienestar de la comunidad y no en intereses personales. 3. Procedimientos administrativos 3.1. Actos administrativos según su (Centro de informacion juridica en Linea, 2014) Según sus efectos Los actos administrativos generales se caracterizan por ser aquellos que afectan a un grupo de personas, ya sea un número específico o indeterminado de sujetos de derecho. Estos actos se emiten con la intención de regular situaciones que aplican de manera uniforme a todas las personas dentro de dicho grupo. En contraste, los actos individuales son específicamente dirigidos a un único sujeto de derecho y tienen efectos particulares que se aplican exclusivamente a esa persona en particular. La distinción entre estos dos tipos de actos administrativos es fundamental en el derecho administrativo, ya que determina si una decisión de la administración pública se aplica de manera generalizada o si está dirigida exclusivamente a un individuo en particular. Esta diferenciación es importante porque los actos administrativos generales tienen un alcance más amplio y suelen involucrar cuestiones de interés público que afectan a un grupo más grande de ciudadanos. Por otro lado, los actos individuales se centran en cuestiones específicas relacionadas con un individuo en particular y sus derechos o intereses. 17 3.1.1. Según su contenido (Montes, 2015) a) Actos administrativos definitivos y en trámite: La distinción entre actos administrativos definitivos y en trámite se basa en el contenido de la decisión que contienen. Un acto administrativo definitivo es aquel que pone fin a un asunto administrativo, es decir, resuelve el tema en cuestión de manera concluyente. Por otro lado, un acto administrativo de trámite es de naturaleza preparatoria y se emite como un paso previo hacia la toma de una decisión final. Esta distinción es fundamental en el contexto administrativo, ya que los actos definitivos tienen un impacto directo en los derechos y deberes de las partes involucradas, mientras que los actos de trámite sirven para recopilar información, realizar investigaciones o llevar a cabo procedimientos previos antes de tomar una decisión definitiva. Los actos de trámite pueden incluir notificaciones, audiencias preliminares o recopilación de pruebas. b) Actos administrativos favorables o ampliatorios y de gravamen: La clasificación de los actos administrativos en favorables o ampliatorios, por un lado, y de gravamen, por otro, se basa en el impacto que tienen en los derechos o intereses de los destinatarios. Los actos administrativos favorables o ampliatorios tienen un efecto beneficioso para los sujetos de derecho. Estos actos crean nuevos derechos, facultades o ventajas para los destinatarios. Pueden otorgar licencias, permisos o beneficios económicos, entre otros. Por el contrario, los actos administrativos de gravamen imponen obligaciones, deberes, limitaciones o restricciones a los sujetos de derecho. Estos actos establecen restricciones legales, imponen sanciones o establecen condiciones desfavorables que afectan negativamente a los destinatarios. La distinción entre actos favorables y de gravamen es crucial en el derecho administrativo, ya que determina el tipo de regulación o control que se aplica a cada categoría. Los actos favorables suelen disfrutar de una 18 mayor protección y se someten a un escrutinio menos estricto en comparación con los actos de gravamen, que pueden estar sujetos a un mayor control y revisión para garantizar la legalidad y la protección de los derechos de los ciudadanos. 3.1.2. Según la manifestación de voluntad (Montes, 2015) La manifestación de voluntad que da origen a un acto administrativo generalmente debe ser expresa y formal, lo que significa que debe expresarse claramente por escrito y cumplir con una serie de requisitos específicos. Esta formalidad es esencial para garantizar la transparencia, la legalidad y la certeza en las decisiones tomadas por la Administración pública. Sin embargo, la ley en muchos sistemas jurídicos también contempla una figura importante, que es la manifestación de voluntad tácita de la Administración, que surge a partir de la aplicación del silencio administrativo. El silencio administrativo es un principio que establece que cuando una solicitud o petición es presentada ante la Administración pública y esta no emite una respuesta expresa en un plazo determinado, se presume que la solicitud ha sido aceptada o aprobada de manera tácita. En otras palabras, la falta de una respuesta formal se interpreta como un acto administrativo implícito de conformidad con la solicitud presentada. Esta figura del silencio administrativo tiene varias justificaciones. En primer lugar, busca proteger los derechos e intereses de los ciudadanos, evitando que la Administración prolongue indefinidamente la toma de decisiones. Además, promueve la eficiencia administrativa al establecer plazos razonables para la respuesta. Por último, fomenta la claridad y la seguridad jurídica al permitir que los ciudadanos sepan cómo se resolverán sus solicitudes en ausencia de una respuesta expresa. Sin embargo, es importante destacar que el uso del silencio administrativo varía según la jurisdicción y puede aplicarse de manera diferente en diferentes contextos y tipos de solicitudes. La clave reside en que esta figura equilibra la necesidad de una manifestación de voluntad expresa 19 con la necesidad de evitar demoras y asegurar que los ciudadanos no queden en un limbo jurídico debido a la inacción de la Administración En resumen, la manifestación de voluntad en los actos administrativos generalmente debe ser expresa y formal, pero la ley también reconoce la manifestación tácita de la Administración a través del principio del silencio administrativo. Esto garantiza un equilibrio entre la protección de los derechos de los ciudadanos y la eficiencia en la toma de decisiones administrativas. 3.1.3. Según su impugnabilidad (Montes, 2015) La ley establece una importante clasificación relacionada con la impugnabilidad de los actos administrativos, diferenciando entre el acto administrativo firme y aquel que ha sido objeto de impugnación. Un acto administrativo firme es aquel que ha agotado todas las instancias administrativas y no está sujeto a ningún recurso o impugnación adicional dentro del ámbito de la administración. En otras palabras, es una decisión que ha pasado por todo el proceso de revisión y no puede ser cuestionada nuevamente en la esfera administrativa. Por otro lado, un acto que no es firme es aquel que aún puede ser impugnado mediante los recursos administrativos disponibles. Estos recursos permiten a los interesados o afectados por el acto administrativo presentar argumentos, pruebas y objeciones ante la administración para que esta reconsidere su decisión. Los recursos administrativos pueden incluir apelaciones, revisión interna o cualquier otro mecanismo previsto por la ley. La distinción entre actos firmes y no firmes es fundamental para el sistema legal y administrativo, ya que garantiza un equilibrio entre la autoridad de la administración y la protección de los derechos de los ciudadanos. Los actos firmes brindan certeza y estabilidad a las decisiones administrativas, mientras que los actos no firmes permiten que los ciudadanos impugnen decisiones que consideren injustas o erróneas Es importante destacar que, una vez que un acto administrativo se vuelve firme, su impugnabilidad se traslada a la jurisdicción judicial, donde los 20 afectados pueden recurrir a los tribunales para buscar su revisión. Este proceso judicial es independiente de la administración y ofrece una instancia adicional para resolver disputas legales. 3.1.4. Según el órgano que los emana (Montes, 2015) La emisión de un acto administrativo puede realizarse a través de un órgano unipersonal o un órgano colegiado, y esta distinción tiene importantes implicaciones en la denominación y el proceso de adopción del acto. Cuando un acto administrativo es emitido por un órgano unipersonal, suele denominarse comúnmente como "resolución" o "decisión administrativa". Esto significa que una sola autoridad, como un funcionario o un jefe de departamento, tiene la capacidad de tomar la decisión final sin la necesidad de la participación de otros. Este tipo de acto puede ser más ágil y eficiente en situaciones donde la toma de decisiones no requiere la consulta o deliberación con otros. Por otro lado, cuando un acto administrativo es emitido por un órgano colegiado, se le denomina "Acuerdo". En este caso, la decisión es tomada por un grupo de personas que conforman el órgano colegiado. Para que este tipo de acto sea válido, es necesario cumplir con ciertos requisitos especiales, como la celebración de sesiones formales, la presencia de un quórum mínimo y la deliberación sobre el asunto en cuestión. Estos requisitos garantizan que la decisión sea el resultado de un proceso transparente y democrático, donde diferentes puntos de vista pueden ser considerados antes de la toma de una decisión final. La distinción entre resoluciones unipersonales y Acuerdos colegiados es importante para asegurar la legitimidad y la transparencia en la toma de decisiones administrativas. Los Acuerdos colegiados permiten la participación de múltiples voces y perspectivas, lo que puede ser especialmente relevante en casos complejos o controvertidos. Además, al establecer procedimientos formales, se garantiza que se cumplan las normas y se respeten los derechos de las partes involucradas. 21 3.1.5. Según el número de órganos que interviene (Maldonado, 2016) En el contexto de los actos administrativos, existe una distinción fundamental entre actos simples y actos complejos, que se relaciona con la forma en que se origina la declaración de voluntad y la toma de decisiones. Los actos simples son aquellos en los que la declaración de voluntad que da lugar al acto proviene de una sola instancia, ya sea un órgano administrativo individual o un órgano colegiado en el que la decisión es unánime y no involucra a otros organismos o entidades. En este tipo de actos, la autoridad emisora tiene la plena capacidad de tomar decisiones por sí misma, sin requerir la consulta o el concurso de otros órganos. Por otro lado, los actos complejos son más habituales y se caracterizan por ser el resultado de la colaboración o el concurso de dos o más órganos administrativos, ya sea dentro de una misma entidad o en colaboración entre diferentes organismos. Cada uno de estos órganos contribuye con elementos o decisiones parciales que se integran en un solo acto administrativo. La finalidad de estos actos es obtener una unidad decisoria común que refleje la colaboración y el consenso de múltiples entidades en la toma de decisiones. La distinción entre actos simples y complejos es importante porque refleja la complejidad y la diversidad de las operaciones administrativas. Los actos simples son adecuados cuando la autoridad emisora tiene la capacidad y la autoridad para tomar decisiones de manera independiente. En contraste, los actos complejos son necesarios cuando se requiere la colaboración de múltiples órganos o entidades para abordar cuestiones que involucran distintos aspectos o áreas de competencia. 22 4. Validez invalidez/ilegalidad y nulidad en la emisión de actos administrativos 4.1. Validez (Ministerio de Justicia y Derechos Humanos , 2014) La validez de un acto administrativo se refiere a que el acto se hizo de acuerdo con todas las reglas y requisitos que establece la ley. Es como cuando sigues todas las reglas para jugar un juego de mesa, y tu movimiento es válido si está de acuerdo con las reglas del juego. En el caso de los actos administrativos, son válidos si cumplen con todas las reglas y requisitos que la ley exige. Piensa en ello como si estuvieras horneando una galleta siguiendo una receta. Si sigues todos los pasos y cantidades de ingredientes exactamente como se indican en la receta, obtendrás una galleta que es válida y deliciosa. Pero si omites un ingrediente importante o haces algo incorrecto, es posible que obtengas una galleta que no es válida o que no sepa bien. La validez se refiere a que un acto administrativo se hizo correctamente y siguiendo todas las reglas legales. Esto es importante porque garantiza que los actos administrativos sean justos y legales, lo que es esencial en la administración pública y en el funcionamiento de un país. 4.1.1. Requisitos de validez (Sunat, 2019) Son requisitos de validez de los actos administrativos: 4.1.1.1. Competencia. - Ser emitido por el órgano facultado en razón de la materia, territorio, grado, tiempo o cuantía, a través de la autoridad regularmente nominada al momento del dictado y en caso de órganos colegiados, cumpliendo los requisitos de sesión, quórum y deliberación indispensables para su emisión. Ejemplo ilustrativo 1 Imaginemos una situación en la que un ciudadano presenta una solicitud de licencia de construcción para llevar a cabo un proyecto de desarrollo urbanístico en un municipio determinado. En este caso: 23 Órgano facultado en razón de la materia: El acto administrativo que otorga o deniega la licencia de construcción debe ser emitido por el departamento o la oficina dentro del municipio que tiene la autoridad para revisar y aprobar proyectos de construcción. En este caso, este órgano debe ser el departamento de urbanismo o planificación urbana, que tiene la competencia específica en esta materia. Territorio: La competencia debe restringirse al territorio sobre el cual tiene jurisdicción el municipio en cuestión. El acto administrativo no tendría validez si fuera emitido por un municipio vecino que no tiene jurisdicción sobre la ubicación del proyecto. Tiempo: El acto administrativo debe emitirse en el momento adecuado, siguiendo los plazos y procedimientos establecidos por la normativa aplicable. No sería válido si se emite antes de que el solicitante haya presentado todos los documentos requeridos o después de que hayan expirado los plazos legales. Cuantía: Si el proyecto de construcción tiene un impacto en el entorno o la comunidad que supera ciertos umbrales definidos en la normativa local, podría requerir la aprobación de una autoridad de mayor rango, como una comisión de planificación regional o incluso un ministerio a nivel nacional. El acto administrativo debe ser emitido por la autoridad competente en función de la cuantía del proyecto. Órgano colegiado: Si la decisión sobre la licencia de construcción se toma en un órgano colegiado, como un consejo municipal o una junta de planificación, se deben seguir los procedimientos adecuados, como convocar a reuniones, garantizar la presencia de un quórum mínimo y llevar a cabo deliberaciones. El acto administrativo debe reflejar claramente que se cumplieron todos estos requisitos para que sea válido. 4.1.1.2 Objeto o contenido. - Los actos administrativos deben expresar su respectivo objeto, de tal modo que pueda determinarse inequívocamente sus efectos jurídicos. Su contenido se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento 24 jurídico, debiendo ser lícito, preciso, posible física y jurídicamente, y comprender las cuestiones surgidas de la motivación. Ejemplo ilustrativo Imagina una municipalidad que desea otorgar una concesión para la explotación de un espacio público, como un parque, a una empresa privada con el fin de construir y gestionar un parque de diversiones. En este caso: Licitud: El objeto del acto administrativo sería autorizar la concesión del espacio público a la empresa para la construcción y operación del parque de diversiones. Esta autorización debe ser completamente lícita según las leyes locales y nacionales, y debe cumplir con todos los requisitos legales y reglamentarios relacionados con las concesiones de espacios públicos. Precisión: El acto administrativo debe especificar claramente los términos y condiciones de la concesión, como la duración de la concesión, las inversiones mínimas requeridas por la empresa, las obligaciones ambientales y de seguridad, las tarifas que la empresa debe pagar a la municipalidad, y cualquier otro detalle importante relacionado con la operación del parque de diversiones. La falta de precisión podría dar lugar a disputas o malentendidos en el futuro. Posibilidad física y jurídica: El contenido del acto debe asegurarse de que la empresa tenga la capacidad tanto física (recursos para construir y operar el parque) como jurídica (cumplimiento de todos los requisitos legales) para llevar a cabo la concesión de manera efectiva. Esto garantiza que la empresa sea capaz de cumplir con sus obligaciones. 4.1.1.3 Finalidad Pública. - Adecuarse a las finalidades de interés público asumidas por las normas que otorgan las facultades al órgano emisor, sin que pueda habilitársele a perseguir mediante el acto, aun encubiertamente, alguna finalidad sea personal de la propia autoridad, a favor de un tercero, u otra finalidad pública distinta a la prevista en la ley. La ausencia de normas que indique los fines de una facultad no genera discrecionalidad. 25 4.1.1.4 Motivación. - El acto administrativo debe estar debidamente motivado en proporción al contenido y conforme al ordenamiento jurídico. 4.1.1.5 Procedimiento regular. - Antes de su emisión, el acto debe ser conformado mediante el cumplimiento del procedimiento administrativo previsto para su generación. Ejemplo ilustrativo 3 Supongamos que un municipio desea expropiar un terreno privado para llevar a cabo un proyecto de construcción de una carretera importante que beneficiará a toda la comunidad. Para cumplir con el requisito de "procedimiento regular" en este caso: Solicitud inicial: El procedimiento administrativo comienza con una solicitud formal presentada ante el municipio por parte de la entidad encargada del proyecto de carretera. Esta solicitud debe incluir información detallada sobre el proyecto, la necesidad de la expropiación del terreno y los beneficios que aportará a la comunidad. Notificación a los afectados: Después de recibir la solicitud, el municipio debe notificar a los propietarios del terreno que se verán afectados por la expropiación. Esta notificación debe incluir información sobre el proceso, los derechos de los propietarios y la posibilidad de presentar objeciones. Período de objeciones: Se establece un período durante el cual los propietarios pueden presentar objeciones y evidencia de que la expropiación no es necesaria o que la compensación propuesta no es justa. Evaluación y audiencia: El municipio debe realizar una evaluación detallada de las objeciones presentadas y programar una audiencia pública en la que se discutan los argumentos de todas las partes involucradas. Decisión fundada: Finalmente, el municipio debe emitir un acto administrativo que autorice la expropiación del terreno. Esta decisión debe estar debidamente fundamentada y justificada, teniendo en cuenta todas las objeciones y evidencia presentada durante el proceso. También debe incluir detalles sobre la compensación que se ofrecerá a los propietarios afectados. 26 4.2. Invalidez e ilegalidad. (Morillo, 2000) Es importante aclarar que los términos "ilegalidad" y "validez" son diferentes entre sí. La ilegalidad ocurre cuando se nota que un acto administrativo no se ajusta a lo que dice la ley, es decir, hay una especie de problema entre el acto y las reglas legales. Por otro lado, la validez es como una evaluación que se hace sobre si el acto es legal o no, es decir, si está bien de acuerdo con las leyes. La ilegalidad es como un diagnóstico teórico que muestra que hay un desacuerdo real entre el acto y la ley, lo que hace que el acto no sea perfecto. Sin embargo, esta discrepancia puede ser perdonada por la ley en algunos casos, lo que significa que la ilegalidad no siempre hace que el acto sea inválido. 4.3. La nulidad del acto administrativo (Chávez, 2014) La nulidad absoluta, también conocida como nulidad de pleno derecho o nulidad ipso jure, se refiere a la situación en la que un acto administrativo carece de cualquiera de los requisitos esenciales o de validez establecidos por la ley. Estos requisitos incluyen la competencia de la autoridad emisora, el cumplimiento de los preceptos legales, la finalidad pública, una motivación adecuada y la observancia del procedimiento previsto por la legislación aplicable. Además, la nulidad absoluta puede ser declarada en casos contemplados en el Artículo 10 de la Ley de Procedimiento Administrativo General. Como señala Patron Faura (1996), se considerará nulo un acto administrativo emitido sin tener en cuenta el marco legal o por una autoridad que carece de competencia para ello. Es importante destacar que un acto administrativo inválido es aquel en el cual existe una contradicción entre el acto y el ordenamiento jurídico, lo que lo convierte en un acto ilegal. Sin embargo, no todos los actos administrativos inválidos son susceptibles de ser declarados nulos. En casos donde los vicios son considerados menores o no trascendentales, la declaración de nulidad no es necesaria. En su lugar, la 27 Administración Pública puede corregir o enmendar la ilegalidad para que el acto recupere su validez. Los casos de conservación del acto administrativo tienen como objetivo principal preservar la eficacia de la actuación administrativa frente a irregularidades consideradas leves por la ley (Asencio Torres, 2016). La invalidez, por otro lado, también es un término teórico. A diferencia de la ilegalidad, es el resultado de una valoración de si el problema que causa la ilegalidad debe ser perdonado o no según la ley . 5. Control de los actos administrativos: 5.1. Controles administrativos (Ruiz, 2018) La reclamación administrativa, que equivale a la "vía gubernativa" en otros contextos legales, se refiere a la posibilidad de impugnar un acto administrativo a través de la administración misma. Es un proceso mediante el cual se cuestiona un acto administrativo utilizando los recursos administrativos disponibles. Es importante mencionar que la aplicabilidad de la reclamación administrativa depende del tipo de acto administrativo en cuestión. Generalmente, los actos administrativos de carácter particular, reglado, definitivo, expreso y presunto son susceptibles de reclamación administrativa. La administración está obligada a indicar en sus actos administrativos cuáles son los recursos que proceden contra ellos. Si no se especifican los recursos, el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo (CPACA) establece que no se requerirá el requisito de reclamación administrativa Es esencial entender que la reclamación administrativa tiene como objetivo cuestionar actos administrativos de naturaleza particular. Sin embargo, en algunos casos, una persona puede intentar impugnar un acto administrativo de esta naturaleza utilizando el medio de control de nulidad, 28 sin necesidad de la reclamación administrativa. En este último caso, no se espera que la sentencia restablezca un derecho específico, por lo que no se necesita la reclamación administrativa. Los recursos administrativos disponibles son: Recurso de reposición: Permite presentar argumentos ante la autoridad administrativa que emitió el acto para solicitar su modificación, revocación, aclaración o adición. Recurso de apelación: Facilita que el superior inmediato de la autoridad que emitió el acto administre una revisión del mismo. Este recurso es obligatorio para agotar la reclamación administrativa como requisito previo al acceso a la jurisdicción contenciosa administrativa. Recurso de queja: Se presenta cuando se rechaza el recurso de apelación y se interpone directamente ante el superior inmediato de la autoridad que tomó la decisión. Es importante destacar que el recurso de reposición es facultativo, mientras que el recurso de apelación es obligatorio para cumplir con el requisito de la reclamación administrativa. El CPACA establece los plazos para presentar estos recursos, que pueden ser dentro de los diez días siguientes a la notificación personal, notificación por aviso o al vencimiento del término de publicación, según corresponda. Además, ciertos actos administrativos, como los individuales de ministros, directores de departamentos administrativos, superintendentes y representantes legales de entidades descentralizadas, no son apelables. Tampoco lo son las decisiones de representantes legales y jefes superiores de entidades y organismos del ámbito territorial. La revocatoria directa es otro mecanismo importante que permite a la administración revocar actos administrativos en circunstancias específicas. Este mecanismo se aplica cuando el acto se opone manifiestamente a la Constitución o a la ley, cuando no está de acuerdo con el interés público o social, o cuando causa un agravio injustificado a una persona. 29 La revocatoria directa se puede solicitar incluso después de acudir a la jurisdicción contenciosa administrativa, siempre que no se haya notificado un auto admisorio de la demanda. Además, en casos de procesos judiciales, las autoridades demandadas pueden ofrecer una revocatoria de actos administrativos antes de que se emita una sentencia de segunda instancia. 5.2. Controles jurisdiccionales (Ruiz, 2018) Existen varios tipos de controles jurisdiccionales que pueden llevar a cabo tanto los administrados como la administración. Estos controles son mecanismos legales que permiten revisar y cuestionar decisiones administrativas. A continuación, se explican los principales tipos de controles jurisdiccionales: Control de nulidad: Este control puede ser ejercido por los administrados y tiene como objetivo impugnar actos administrativos que se consideran ilegales o contrarios a la ley. En este proceso, un ciudadano o entidad puede presentar una demanda ante un tribunal para que este revise y declare la nulidad del acto administrativo en cuestión. Control de nulidad por inconstitucionalidad: Similar al control de nulidad, este mecanismo permite a los administrados impugnar actos administrativos no solo por su ilegalidad, sino también por su inconstitucionalidad. Esto significa que se cuestiona si el acto vulnera derechos o principios establecidos en la Constitución. Control de nulidad y restablecimiento del derecho: Los administrados pueden recurrir a este control cuando consideran que un acto administrativo no solo es ilegal, sino que también les ha causado un perjuicio o afectación en sus derechos. El objetivo es obtener la anulación del acto y, al mismo tiempo, la reparación del daño sufrido. Reparación directa: Tanto los administrados como la administración pueden utilizar este control cuando se ven perjudicados por la actuación de un particular o de otra entidad. Consiste en solicitar una reparación por los daños causados, ya sea de manera material o moral. 30 Acción de repetición: La administración puede recurrir a este mecanismo cuando ha sido condenada a pagar una suma de dinero como resultado de una demanda o proceso legal. La acción de repetición busca que el particular o entidad que causó el daño indemnice a la administración por los costos asumidos. Además de estos controles, la administración también tiene la posibilidad de demandar por nulidad sus propios actos administrativos cuando considera que han sido emitidos de manera irregular o ilegal. Esto demuestra que el sistema legal busca garantizar la transparencia y el cumplimiento de la ley por parte de la administración. 5.3. La eficacia de los actos administrativos (Cépeda, 2019)Los actos administrativos desempeñan un papel crucial en la gestión pública debido a su naturaleza teleológica, su enfoque en resultados concretos y su intención detrás de cada decisión. La eficacia de estos actos es esencial para garantizar que la administración pública funcione de manera efectiva y alcance sus objetivos. En lo que respecta a su ámbito personal, los actos administrativos están destinados a partes específicas o destinatarios formales. Esto significa que afectan directamente a individuos, empresas u otras entidades vinculadas a las decisiones administrativas. Además, es importante tener en cuenta que estos actos también pueden tener impactos en terceros interesados que no son los destinatarios directos, lo que destaca la necesidad de su eficacia y un cuidadoso análisis de sus implicaciones. En cuanto al ámbito temporal, es fundamental comprender cuándo comienza la eficacia de un acto administrativo. Esta eficacia puede ser aplazada o condicionada por plazos específicos, y en algunos casos, puede requerir la aprobación de una autoridad superior. La notificación desempeña un papel clave en determinar cuándo un acto administrativo entra en vigor, ya que informa a las partes involucradas sobre su existencia y contenido. Además, la eficacia de un acto administrativo puede comenzar mediante la 31 aceptación por parte del particular afectado, lo que resalta la importancia de la voluntad y el acuerdo en este proceso. Es relevante mencionar que algunos actos administrativos pueden tener efectos retroactivos, lo que significa que sus consecuencias se aplican a situaciones anteriores a su emisión. La retroactividad puede ser una herramienta poderosa, pero también plantea desafíos en términos de seguridad jurídica y protección de los derechos de los ciudadanos. Por lo tanto, su uso debe ser cuidadosamente regulado y justificado. (Hernández-Mendible, 2011) Se puede decir que la eficacia de los actos administrativos es un elemento fundamental en la gestión pública. La comprensión de estos conceptos, tanto en su ámbito personal como temporal, es esencial para garantizar un funcionamiento efectivo de la administración pública y proteger los derechos e intereses de las partes involucradas. 6. Reformas y cambios recientes (Urbina, 2012) El cambio de enfoque en la nueva Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley No. 27444, con respecto a la relación entre el acto administrativo y el procedimiento administrativo es un desarrollo significativo en el contexto peruano. En contraste con las leyes anteriores, donde el acto administrativo se consideraba como el resultado unitario de un procedimiento administrativo, la nueva ley otorga al acto administrativo un tratamiento independiente y paritario en relación al procedimiento administrativo. Esta modificación refleja una tendencia moderna en la legislación comparada y tiene importantes implicaciones para el derecho administrativo en el país. En el pasado, la normativa anterior ubicaba el acto administrativo en la Ley de Normas Generales de Procedimientos Administrativos, tratándolo solo después de haber abordado extensivamente el procedimiento administrativo. Esto prácticamente homologaba el acto administrativo con la resolución administrativa o acto administrativo final. 32 Sin embargo, la nueva ley da al acto administrativo su propio espacio y relevancia al reservar un título completo para esta materia, alineándose con las tendencias más modernas en derecho administrativo. Esta decisión no solo busca cambiar la forma en que se presentan las materias, sino también enviar un mensaje claro sobre la importancia tanto del procedimiento administrativo como del acto administrativo en el derecho administrativo peruano. Se pretende equiparar el derecho administrativo del procedimiento con el derecho administrativo de la actuación administrativa propiamente dicha. Además, la nueva ley busca aclarar que el concepto de acto administrativo no se limita únicamente a la decisión final del procedimiento administrativo, también conocido como acto administrativo final o resolución administrativa. A lo largo del procedimiento, se generan diversos actos administrativos cuyo régimen general es necesario precisar y regular. La discusión doctrinaria sobre la estructura técnica del procedimiento administrativo se ha centrado en si se trata de un acto complejo (Diez, 1971) o una voluntad que resulta de la integración progresiva de otras voluntades y elementos. Algunos argumentan que el procedimiento es una cadena de actos que se relacionan por un vínculo común y una proyección unitaria sin perder su individualidad. 6.1. Para tomar en cuenta La característica distintiva de los actos administrativos radica en su especificidad y concreción en cuanto a la materia y la situación jurídicoadministrativa involucrada. Esta particularidad los diferencia claramente de los reglamentos, que se caracterizan por ser abstractos, generales y impersonales. Cuando hablamos de concreción en los actos administrativos, no necesariamente implicamos que estén dirigidos a un único individuo o administrado en particular. Más bien, se refiere a que estos actos se enmarcan en una situación jurídico-administrativa específica y perfectamente definida. Para ilustrar esto, podemos tomar el ejemplo de una convocatoria a 33 una licitación pública o a una audiencia pública. A pesar de que estos actos pueden estar dirigidos a un número indeterminado de participantes, todos se encuentran dentro del contexto de una situación concreta, como la licitación en cuestión o la audiencia programada. Conclusiones Los actos administrativos y su rol en el derecho administrativo peruano, emergen aspectos esenciales que delinean la importancia de estos elementos en la gestión gubernamental y la toma de decisiones en el ámbito público. Uno de los pilares fundamentales destacados es la intrínseca naturaleza de los elementos que conforman un acto administrativo, los cuales constituyen los cimientos sobre los cuales se erige su validez y legalidad. Aspectos tales como competencia, territorialidad, temporalidad, cuantía, objeto, contenido, forma, finalidad y moralidad son elementos que no deben pasar inadvertidos en la emisión de estos actos. Estos componentes garantizan que las decisiones administrativas sean tomadas de manera adecuada, justa y en estricta conformidad con las normativas y regulaciones establecidas en el marco legal. Además, se ha esbozado una taxonomía perspicaz de los actos administrativos, la cual abarca diversos aspectos, incluyendo sus efectos, contenido, manifestación de voluntad y su impugnabilidad. Esta clasificación se erige como una herramienta esencial para comprender la esencia y amplitud de estos actos, además de proporcionar una protección sólida de los derechos y obligaciones de los ciudadanos en su interacción con la administración pública. En lo que respecta a los mecanismos de control y los recursos disponibles, se ha subrayado la imperante necesidad de recurrir a la reclamación administrativa como paso preliminar a cualquier acción en el ámbito judicial. Los recursos como la reposición, la apelación y la queja dotan a los ciudadanos con la capacidad de impugnar la validez de los actos administrativos de manera expedita y coste-efectiva, garantizando un 34 proceso de resolución de conflictos más eficiente y alineado con los principios de justicia administrativa. Un aspecto de relevancia trascendental es el cambio paradigmático evidenciado en la legislación peruana, el cual redefine la relación entre el acto administrativo y el procedimiento administrativo. Históricamente, se consideraba que el acto administrativo era el resultado único e inquebrantable de un procedimiento administrativo. No obstante, la nueva legislación otorga al acto administrativo un estatus autónomo y equiparable, en consonancia con las tendencias vanguardistas en el campo del derecho administrativo. Este cambio de perspectiva subraya la importancia tanto del procedimiento administrativo como del acto administrativo en la operativa gubernamental en Perú. Finalmente, es imperativo recalcar la ineludible necesidad de que los actos administrativos sean emitidos con ética y orientados hacia el interés público. Los funcionarios y autoridades gubernamentales deben ejercer sus funciones con integridad y acatando los principios éticos y legales para salvaguardar los derechos e intereses de los ciudadanos. Este enfoque ético se constituye como una pieza angular para garantizar la transparencia, la equidad y la legalidad en la administración pública peruana, contribuyendo a la forja de un sistema legal sólido y equitativo que redunde en beneficio de toda la sociedad. 35 Referencias bibliográficas Cassagne. (2012). La Teoría del Acto. Centro de informacion juridica en Linea. (2014). CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVO. Cépeda, G. C. (2019). La eficacia del acto administrativo. 65-100. Chávez, R. S. (2014). La Nulidad de los Actos. Corte constitucional Colombia. (2000). Sentencia C-1436 . Bogota. Diez, M. M. (1971). DERECHO ADMINISTRATIVO. TOMO V. Buenos Aires. Enterría, E. G. (1984). Reflexiones sobre la ley y los principios generales del derecho. Madrid. Gobieno del Peru. (2001). Ley del Procedimiento Administrativo General Ley n°27444. Lima. Gordillo. (s.f.). La noción de acto administrativo. Hernández-Mendible, V. R. (2011). La ejecucion de los actos administrativos . 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