Subido por David Moreda Arzo

La maldición de Tutankhamón

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LA MALDICIÓN DE TUTANKHAMÓN
El egiptólogo inglés Howard Carter llevaba más de quince años trabajando en
prospecciones arqueológicas en Egipto, pero lo motivaba una vieja obsesión.
Encontrar la tumba de un desconocido faraón de la dinastía XVIII, de quien tenía
sólo una referencia: un anillo en el que leyó por primera vez su nombre: Tut-AnkhAmun, que traducido equivale a “más que nunca está vivo Amon”.
Financiado por un mecenas llamado Lord Carnarvon, Carter se abocó a la
búsqueda de la tumba de este faraón en el lugar conocido como el Valle de los
Reyes. El 4 de noviembre de 1922 sus trabajadores descubrieron los escalones
que descendían hasta una puerta de una tumba, que aún mantenía los sellos
originales. El 26 de noviembre, en presencia de la familia de Lord Carnarvon, se
hizo el famoso agujero en la parte superior de la puerta de la tumba, que había
permanecido oculta durante más de tres mil años. Carter introdujo una vela y vio,
según sus palabras, “cosas maravillosas”. Después de catalogar todos los tesoros
de las cámaras anteriores, Carter llegó a la cámara real donde descansaba el
sarcófago del joven faraón (su momia correspondía a una persona muy joven y de
rasgos delicados).
Comienza la maldición
Foto: National Geographic Channel
Howard Carter no sólo encontró fabulosos tesoros en la tumba de Tutankhamón. También habría encontrado un
ostracon de arcilla, cuya inscripción decía: «La muerte golpeará con sus alas a aquel que turbe el reposo del faraón.
La noche del 4 de abril de 1923, Lord Carnarvon, quien había financiado la
excavación y estuvo presente el día en que se abrió la tumba, falleció a causa de
una neumonía fulminante, detonada por una septicemia ocasionada por la
picadura de un mosquito. Se cuenta que a la misma hora de su muerte en el Cairo
hubo un gran apagón que dejó a oscuras la ciudad y, en Inglaterra, su perro aulló
misteriosamente para luego caer fulminado en su casa en Hampshire. Para abonar
el terreno a las coincidencias, al proceder a la autopsia de la momia se encontró
que justo donde el mosquito había picado a Lord Carnarvon, Tutankamón tenía
una herida.
A la muerte de Lord Carnarvon siguieron otras. En septiembre su hermano Aubrey
Herbert, que estuvo presente en la apertura de la cámara real, murió
inexplicablemente en cuanto volvió a Londres. Arthur Mace, el hombre que dio el
último golpe al muro para entrar en la cámara real, murió en El Cairo poco
después, sin ninguna explicación médica. Sir Douglas Reid, que radiografió la
momia de Tutankamón, enfermó y volvió a Suiza donde murió dos meses después.
La secretaria de Carter murió de un ataque al corazón, y su padre se suicidó al
enterarse de la noticia. Un profesor canadiense que estudió la tumba con Carter
murió de un ataque cerebral al volver a El Cairo. George Jay Gould, amigo de
Carnarvon, se trasladó a Egipto, después de la muerte de su amigo, para ver el
lugar con sus propios ojos. Murió de neumonía después de resfriarse tras visitar la
tumba. Richard Bethell, que había ayudado a Carter a clasificar el tesoro, murió a
los 49 años de edad, al parecer suicidado. Meses después, su padre, lord
Westbury, se quitó la vida en Londres, al arrojarse por la ventana de su habitación.
En su dormitorio tenía un jarrón de alabastro procedente del sepulcro de
Tutankamón.
Para 1929, unas 16 personas relacionadas con Carnarvon o Carter fallecieron y de
inmediato la prensa sensacionalista comenzó a hablar sobre la maldición de
Tutankamón.
La novelista gótica Marie Corelli aderezó más la historia, afirmando poseer un
primitivo texto árabe que mencionaba las maldiciones que seguirían a la apertura
de la tumba. El escritor Arthur Conan Doyle, el creador del detective Sherlock
Holmes, le echó más leña al fuego al declararse abiertamente creyente en la
maldición.
Últimas víctimas
Los textos y escritos que apoyaban la teoría de la maldición no sólo se basaban en
la muerte de Carnarvon y otras personas, sino en el hecho de que el día en que
Howard abrió la tumba, una cobra se comió a su mascota, un canario (las cobras
en el antiguo Egipto protegían a los faraones).
La presunta maldición reapareció en las décadas de 1960 y 1970, cuando algunas
de las piezas encontradas en la tumba de Tutankamón se trasladaron a varias
exposiciones temporales organizadas en museos europeos. Los directores del
museo de entonces murieron poco después de aprobar los traslados. La última
víctima atribuida a la maldición fue el actor inglés Ian McShane (famoso por
personificar a Judas Iscariote en la película “Jesús de Nazareth”, de Franco
Zeffirelli), quien durante la filmación de un película en los años ochenta sobre la
supuesta maldición, sufrió un grave accidente: su coche se salió de la carretera y
se rompió gravemente una de las piernas.
Muchos autores niegan que hubiese una maldición escrita, pero otros aseguran
que Carter habría encontrado en la antecámara de la tumba un ostracon de arcilla
cuya inscripción decía: «La muerte golpeará con sus alas a aquel que turbe el
reposo del faraón».
Los científicos, por su parte, prefieren apuntar a otras teorías. Los insectos o las
bacterias presentes en las tumbas de Tutankamón pudieron acelerar la muerte de
Carnavon, quien padecía diversos problemas de salud. Otro estudio arrojó que las
momias antiguas pueden portar Aspergillus Níger y Aspergillus flavus, dos tipos de
moho que ocasionan reacciones alérgicas que van de una simple congestión nasal
a una hemorragia pulmonar.
Howard Carter, el principal “implicado” en la supuesta maldición, en tanto, falleció
en 1939 a los 64 años, de muerte natural, 17 años después que abriera la tumba.
Su frase preferida cuando le hablaban de la “maldición” era: “Todo espíritu de
comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas”.
Responde las siguientes preguntas relacionadas con el texto
1. ¿Cuántas muertes se produjeron supuestamente relacionadas con la tumba de
Tuntankhamón?
2. ¿Qué dijo Howard Carter cuando vio el interior de la tumba por primera vez?
3. ¿Quién financió la expedición?
4. ¿Qué le ocurrió a la mascota de Howard Carter el día que abrió la tumba?
5. ¿Cómo murió? ¿Qué ocurrió el Londres y en El Cairo cuando murió?
6. ¿Cómo murió Howard Carter?
7. ¿Por qué resurgió este tema en los años 60 y 70?
8. ¿Cómo murió el padre de la secretaria de Carter?
9. ¿Quién afirmó poseer un antiguo texto árabe que mencionaba las maldiciones
de la tumba? ¿Quién se declaró creyente en la maldición?
10. ¿Qué había en la habitación de lord Westbury cuando se quitó la vida?
11. ¿Quién fue la última víctima relacionada con la tumba de Tuntankhamon?
12. ¿Qué explicación da la ciencia a estas muertes?
13. Según algunos autores, ¿qué encontró Carter en la tumba? ¿Qué mensaje
podría leerse en aquel objeto?
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