TEMA 4: LA COMPETITIVIDAD DE LA EMPRESA ESPAÑOLA 0-Indice 1. Introducción: Página 3 2. Factores de Competitividad de la Empresa Española: Página 4 2.1 Productividad por Empleado: Página 4 2.2 Productividad por Regiones: Página 4 2.3 Investigación, Desarrollo e Innovación: Página 4 2.4 Tamaño de las Empresas: Página 5 2.5 Mercado de Trabajo: Página 6 2.7 Factor País: Página 7 3. Especial Referencia a la Exportación: Página 9 4. Especial Referencia a la Empresa Turística Española: Página 10 5. Perspectivas de Futuro: Página 10 5.1 Coyuntura Económica Nacional: Página 11 5.2 Coyuntura Económica Mundial: Página 12 6. Conclusión: Página 12 7. Bibliografía: Página 13 1-Introducción En primer lugar, a modo de introducción y antes de entrar de lleno en el análisis de la competitividad de la empresa española debemos diseccionar y entender el entramado empresarial en nuestro país. A continuación se presentan datos relevantes en atención al número de trabajadores, rama de actividad y aportación al VAB nacional. La importancia económica y social de las pequeñas y medianas empresas es evidente en nuestro país; el 99,8% de las empresas españolas son pyme, y el 96% son microempresas (menos de 10 trabajadores). La contribución de las pyme al empleo y al VAB nacional es también importantísima: el 63% de los ocupados españoles trabaja en una pyme. A la aportación económica hay que añadir la contribución a la cohesión social y regional (trabajadores que han elegido la opción de emprender como vía para salir del desempleo y que pertenecen a colectivos con tasas de paro relativamente elevadas, empresas pequeñas en entornos rurales que contribuyen a la fijación de la población etc.). Por otra parte, un porcentaje notable de pyme se ubica en las regiones más desfavorecidas, constituyendo casi en exclusiva su tejido empresarial. Atendiendo a la distribución sectorial, se observa cómo la mayoría de las empresas (81%) están en el sector servicios. Desglosando en función de ramas de actividad (CNAE-2009) observamos como los sectores donde hay un mayor número de empresas son el comercio al por menor, servicios de comidas y bebidas y construcción. Si en lugar de al número de empresas atendemos a su aportación al VAB nacional concluimos que las ramas de actividad más importantes son el comercio, la hostelería, la administración pública y la defensa, la industria extractiva y laconstrucción. Lo que está claro es que es necesario un nuevo modelo empresarial que sustente la naciente recuperación económica. A este respecto, la capacidad de arrastre de la industria, que es capaz de movilizar a su alrededor más recursos, empleos e inversiones en I+D que ningún otro sector, es clave, para configurar un modelo de crecimiento basado en la innovación, la productividad, la internacionalización y el valor añadido. Excluyendo el sector de energía, la industria aportó en torno al 10% del PIB español en 2011 y generó 1,8 millones de empleos. Adicionalmente, existe una aportación indirecta, por el efecto arrastre en la cadena de valor y, además, existe una aportación inducida, asociada a la riqueza de los hogares cuya renta depende del empleo generado por la industria, y al consumo de bienes y servicios producidos por distintos sectores de la economía que éstos realizan. La mejora de la competitividad de la industria española es un tema de vital importancia en tanto que podría generar un crecimiento del PIB del 2,3%. Además, se estima que por cada euro de PIB generado de forma directa, se generan 1,14 € adicionales de forma indirecta, y 0,47 € de forma inducida. Algo parecido sucede en el campo del empleo: por cada empleo generado de forma directa, se producen 1,03 indirectos y 0,40 inducidos. Para hacer realidad esta expectativa, hay que atender a una series de factores que se exponen a continuación. 2-Factores de Competitividad de la Empresa Española 2.1-Productividad por empleado En la actualidad, la productividad por empleado de la industria española (sin incluir el sector de la energía) se sitúa un 34,1% por debajo de la media europea según datos de Eurostat. Se estima que un diferencial del 10% supone una aportación al crecimiento del 0,33% sobre la economía. Por lo tanto, situar nuestra productividad al nivel europeo equivaldría a un impulso del 1,13% al PIB español. La reciente reforma laboral de 2012 ha ayudado a mejorar este aspecto pero todavía existe un déficit de productividad por empleado. Como ejemplo de éxito en esta área se puede citar el sector de la automoción, que ha adoptado a través de la negociación colectiva numerosas medidas de flexibilización laboral, incluso antes de que la reforma entrara en vigor. 2.2- Productividad por regiones Las comunidades autónomas españolas comparten los perfiles de crecimiento de España pero con desigual intensidad. Si analizamos su evolución, descubrimos que en el periodo 2000-2007 experimentaron un fuerte dinamismo en la generación de valor añadido bruto (VAB) y empleo, aunque con lentas ganancias de productividad. Sin embargo, en los primeros años de crisis se destruyó empleo a mayor ritmo que la producción, repuntando de esta forma la productividad. En todas las regiones el crecimiento de la productividad se basó en la acumulación de capital, especialmente en activos del sector de la construcción, y en un pobre comportamiento de las mejoras de eficiencia. Las regiones con mayores niveles de productividad del trabajo son País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña. Las diferencias negativas con la UE en los niveles de productividad de España y la mayoría de las regiones se deben al efecto país y no tanto al efecto especialización. País Vasco y Navarra son las únicas en las que el efecto país es positivo. 2.3- Investigación, Desarrollo e Innovación En materia de I+D, la industria española invierte el 0,84% del valor de su producción, mientras que la media europea supera el 1,5%, es decir, casi el doble. El País Vasco es la única comunidad que se aproxima a la media europea. Las consecuencias de este desfase son alarmantes, y pueden resumirse con las declaraciones de la presidenta de Siemens en España: “La intensidad inversora se ha reducido entre un 11 y un 70% en el periodo 201011, lo que crea un importante peligro de obsolescencia tecnológica que podría impactar en la competitividad y viabilidad de nuestra industria debido al aumento de los costes de mantenimiento y la caída de la calidad de los productos finales” – ROSA GARCÍA. Sin embargo, en el terreno de la producción científica los resultados españoles han mejorado mucho en la última década, pues se han duplicado en lo que vamos de siglo las publicaciones recogidas en las bases de datos internacionales. Gracias a ello, la cuota que alcanza la producción científica española en el mundo se sitúa en el 3% y la cuota de citas en el 4%. Además, la inversión en I+D también puede ser un importante factor de crecimiento y creación de empleo. Si aceptamos la conclusión del informe de PWC, y por tanto que cada 10% de diferencial de I+D supondría un crecimiento del PIB del 0,13%, la mejora de este factor equivaldría a un aumento del PIB del 1 ,17%. Las posibilidades de incrementar el volumen de inversión en I+D de la industria española pasan, entre otras medidas, por atraer uno o más de los centros de innovación que las grandes multinacionales tienen desplegados en otros países y/o por potenciar la actividad innovadora de la pequeña y mediana industria local. En este sentido, sería recomendable una revisión de los incentivos fiscales a la innovación, puesto que, tal y como ha señalado el Informe para la reforma del sistema fiscal (Informe Lagares), la actual deducción por investigación resulta costosa para las arcas públicas y los datos demuestran que no consigue encaminar la inversión hacia proyectos que aumenten la competitividad de las empresas, sino que se utiliza como un sistema de desgravación fiscal. Otro mecanismo para potenciar la inversión en I+D sería una mayor dotación de recursos para las universidades con este fin. En los países donde la empresa gasta más en investigación, las universidades disponen también de más recursos para estas actividades. Sucede así, entre otras razones, porque las universidades desarrollan con mayor frecuencia proyectos financiados por las empresas, gracias al interés de éstas derivado de su especialización en actividades basadas en el conocimiento. En este caso, la competitividad de las empresas se basa en la innovación, que les obliga a buscar colaboraciones con las universidades y centros de investigación para generar nuevas ideas y ser las primeras en aprovecharlas comercialmente. 2.4- Tamaño de las empresas Como ya se adelantó en la introducción, el tejido empresarial español se encuentra dominado por PYMES. Esto supone una desventaja competitiva si nos comparamos con las empresas de nuestro entorno (Europa). Las diferencias de tamaño de las compañías son significativas en la mayoría de sectores. Quizá, la única excepción es el material de transporte, sector en el que el tamaño medio de las empresas españolas es algo mayor que en la UE15. Se constata la mayor debilidad de las empresas medianas, y especialmente las pequeñas, y una posición más ventajosa de las grandes empresas. En términos de rentabilidad, las empresas grandes son las que mayor representación obtienen en el primer decil de rentabilidad, con un 12% en 2010. Las grandes empresas españolas parecen más potentes, con una presencia entre las mejores superior a la que le correspondería a nuestro país por tamaño. En cambio, los porcentajes del resto de categorías son menores (5,8% en el caso de las pequeñas, 7,6% en las medianas y 6,9% en las microempresas). Por otro lado, en un contexto de demanda interna débil, las posibilidades de conservar o incrementar el tejido industrial pasan por la internacionalización de su actividad. Sin embargo, uno de los principales frenos para salir al exterior es el reducido tamaño de las empresas españolas. Esto también dificulta el aprovechamiento de las economías de escala, el acceso al crédito y la negociación con clientes y proveedores. Hay que destacar que el nacimiento de empresas pequeñas no es el problema, porque el surgimiento natural de las nuevas empresas se produce normalmente de esa forma. La cuestión preocupante es que existan mayores obstáculos para que las empresas crezcan en tamaño conforme maduran, sea por la vía de la expansión o por la de fusiones y adquisiciones. La desaparición temprana de muchas empresas en España y las resistencias de las empresas familiares a las fusiones son causas de la escasez de medianas y grandes empresas que sirvan como motores de arrastre del resto del tejido empresarial español. 2.5- El Mercado de Trabajo La evolución del mercado de trabajo español refleja la dimensión más aguda de la crisis que sufre nuestra economía, con fuertes caídas del empleo y tasas de paro mucho mayores que en el resto de Europa. Sin embargo, en la trayectoria del empleo existen claras diferencias según el sector, la ocupación o el grupo de trabajos que se consideren. Los mayores aspectos negativos están ligados a la caída del sector de la construcción y a sus efectos colaterales. Tomando como referencia el conjunto de la UE, es posible distinguir algunas luces en el proceso de ajuste laboral de nuestra economía. Revelan el comienzo de un cambio estructural hacia un modelo de desarrollo más resistente a futuras crisis, basado en el capital humano y las ocupaciones cualificadas. Durante los últimos años se observa una transformación positiva en la calidad del empleo, con crecimiento en las ocupaciones de alta cualificación, frente a fuertes descensos en el resto. Aunque todavía alejada de los niveles habituales de otros países europeos, este es otro de los ámbitos en los que España ha convergido durante la crisis hacia las economías más avanzadas. La creación neta de empleo para universitarios durante la crisis denota el esfuerzo de las empresas españolas por preservar sus recursos humanos más valiosos. Su apuesta por el capital humano es una buena noticia para la mejora de la productividad. Las previsiones apuntan a que las mayores oportunidades de empleo van a seguir fuertemente vinculadas al nivel de formación de los trabajadores. El incremento neto del empleo a tiempo parcial (4,6% en el período 2007-2011), una tendencia aparentemente positiva que nos acercaría al patrón europeo, merece una evaluación menos positiva. Esto se debe a que responde a la falta de oportunidades de empleo a tiempo completo. El empleo a tiempo parcial que responde a las preferencias del trabajador ha caído durante la crisis, a diferencia de otros países europeos. Un rasgo preocupante de la respuesta a la crisis de nuestro aparato productivo está asociado a la dimensión empresarial, que mantiene las diferencias negativas con el resto de la UE previas a la crisis. La destrucción de empleo entre las empresas grandes en España ha sido más intensa que en las pequeñas. Pese al sombrío panorama laboral, en la estrategia de ajuste de las empresas españolas se perciben algunas tendencias – en cuanto al cambio en la especialización sectorial, la tipología de puestos de trabajo y el uso de capital humano – que revelan el inicio de un cambio positivo hacia un modelo de desarrollo más productivo, más basado en el conocimiento y convergente con el patrón de otras economías desarrolladas de nuestro entorno. 2.6- Factor País El Informe de PWC agrupa como otro de los factores de competitividad lo que llama “factor país”, que se desglosa en: Carga Administrativa y burocracia: el informe Doing Business 2014 situaba a España en el puesto 52 del ranking de países por facilidad para hacer negocios, 14 puestos por debajo del más cercano de nuestros países de referencia, a la altura de Estados como Túnez, México o Hungría. Para muestra, Reino Unido estaba en el 10, Alemania en el 21, Portugal estaba en el 31 y Francia en el 38. Tasa Impositiva: según el informe Lagares, España tiene el 5º tipo más alto del impuesto de sociedades en la Unión Europea, solo superado por Portugal, Bélgica, Malta y Francia (recuérdese que los impuestos indirectos sobre el consumo no son un coste para la empresa, por lo que son inocuos en cuanto a la competitividad). Esto limita la rentabilidad de las inversiones al suponer un coste más alto que los competidores de su mercado de referencia, y supone un agravio comparativo que se tiene en cuenta a la hora de seleccionar dónde establecerse y llevar a cabo los proyectos empresariales. En el caso particular de España, además, se junta el hecho de que la mayoría del tejido empresarial está compuesto de PYMES que no tienen la capacidad para acceder a los beneficios fiscales previstos en la ley, al no poder contratar abogados expertos etc. De esa forma, la carga impositiva soportada por nuestro tejido empresarial es muy superior a la de nuestra competencia y desde luego está muy por encima de lo deseable. 1 Crédito y Endeudamiento: las empresas españolas se encuentran altamente endeudadas debido a los excesos previos a la crisis. Desde 2007, se ha venido reduciendo la deuda a ritmos superiores al 5%, pero a día de hoy la deuda empresarial todavía ronda el 100% del PIB (1,05 billones europeos de euros en marzo de 2014, según datos del Banco de España). Este alto endeudamiento limita la capacidad de iniciar nuevos proyectos empresariales e inversiones, especialmente cuando la contracción del crédito (13,1% en 2012) obliga a reducir el nivel de endeudamiento. Calidad en la educación: con un abandono escolar del 24,9%, España encabeza este índice en Europa (media del 12,8%). Vemos también que la diferencia entre el paro juvenil en España (56%) y el alemán (8,1%) supone un dato alarmante. Tampoco ayuda a nuestra competitividad el hecho de que España sea el tercer país, sólo superado por Hungría y Bulgaria, con menor número de adultos que hablen una lengua extranjera (nuestro 51% contrasta con el 99% de Luxemburgo, el 94% de Dinamarca o el 92% de Suecia). Frente a estos datos alarmantes, se ha aprobado una Ley Educativa, que entre sus novedades trata de impulsar la formación profesional. También es preocupante el abultado número de licenciados y diplomados frente a la escasez de personas con formación profesional media o superior, donde se ha generado en los últimos tiempos una fuerte bolsa de demanda de empleo. Corrupción: otro de los factores que limitan la competitividad del país es la corrupción política, que en España se ha convertido en la segunda mayor preocupación de los ciudadanos. Entre el año 2000 y el 2010 un total de 676 municipios españoles se vieron afectados por distintos casos de corrupción (un 8,3% del total). Según el CEDEC1, “la corrupción política, materializada en un gasto público desbocado que ha conducido a un déficit y deuda pública sin precedentes, es uno de los mayores lastres de la recuperación en España”. Este mayor déficit público se refleja en una mayor deuda pública y, por tanto, en menores recursos en forma de financiación para las empresas, minando su capacidad de competir en el mercado. Centro Europeo de Evolución Económica 3- Especial referencia a las Exportaciones La posición y dinamismo de la economía española en los mercados internacionales es decisiva para compensar la debilidad de la demanda interna durante la crisis y para recomponer y reorientar su tejido productivo tras la misma. Las exportaciones ayudaran a estabilizar las finanzas, generar empleo e incrementar la productividad. No hay que olvidar que la exportación genera externalidades como información, formación de capital humano y efecto arrastre de otras empresas. Además, durante la pasada expansión, se generaron déficits por cuenta corriente muy elevados que están en la base de nuestra enorme dependencia financiera del exterior. Como consecuencia, el refuerzo de la capacidad exportadora de las empresas españolas es una palanca clave para la recuperación del crecimiento y la sostenibilidad financiera. Las exportaciones españolas de bienes han venido creciendo en los años previos a la crisis por debajo de la media mundial. La principal causa ha sido la pérdida de cuota en el mercado internacional de buena parte de los capítulos exportadores. En buena medida, esto es resultado de la crisis del principal mercado de las exportaciones españolas (Europa) y de la escasa presencia de las empresas españolas en los mercados emergentes. Sin embargo, en el lado positivo, desde 2008 España ha sido uno de los pocos países de la OCDE que ha mantenido su cuota en el comercio mundial, si bien más a costa de una devaluación interna de precios que de una mejora en la sofisticación y diversificación de su oferta. Aunque la sofisticación exportadora de la economía española supera la media mundial, el sector exportador muestra un tamaño menor y una composición todavía distante de las pautas exhibidas por las economías avanzadas de su entorno, y en especial, es claramente inferior a la de la UE. Diversos capítulos exportadores de sofisticación productiva baja – como productos vegetales e industria alimentaria – tienen en España una importancia superior a la que cabría esperar de una economía avanzada, mientras que algunas de las industrias típicas de las economías más desarrolladas – maquinaria, aparatos eléctricos e instrumentos de óptica y precisión- tienen un peso relativamente reducido. Las mayores contribuciones positivas a la sofisticación española provienen de la industria del automóvil, la química y el sector del acero. Los objetivos para el sector exterior son incrementar las exportaciones, en términos absolutos y como proporción del PIB; mejorar la presencia en los mercados emergentes; y seguir avanzando en diversificación exportadora y sofisticación productiva. No debemos además confiar en reducciones de las importaciones, puesto que todo apunta a que van a incrementarse; debemos alcanzar superávits en cuenta corriente potenciando la exportación mediante: Apoyo público tanto presupuestariamente como a programas de internacionalización tales como las que gestiona el ICEX (Instituto español de Comercio Exterior) Políticas transversales que refuercen la autoselección de las empresas más productivas y faciliten su establecimiento en nuevos mercados, no eligiendo sectores ganadores. El objetivo es que industrias en las que España puede tener ventaja comparativa emerjan o amplíen su dimensión y contribuyan a reducir la dependencia respecto del mercado europeo, ampliando además su cuota exportadora en mercados emergentes (especialmente Latinoamérica, donde nuestra cuota de mercado es menor de lo que cabría esperar) Reducción de las cotizaciones sociales que actúan como un impuesto que deteriora la competitividad de las empresas exportadoras frente a sus competidores. Capital humano adecuado y un buen aprovechamiento del mismo. Es necesario realizar un esfuerzo de formación para la internacionalización, más allá de cursos de posgrado, para preparar a especialistas en exportación. 4- Especial referencia a la empresa turística en España Actualmente, y según el informe de 2013 de la Organización Mundial del Turismo, España es el tercer país del mundo en número de turistas extranjeros, con más de 60 millones de turistas anuales, sólo superado por Francia y Estados Unidos y con respecto a los ingresos del sector por países, España es la segunda nación del mundo, sólo superada por Estados Unidos. El turismo representa alrededor del 11% del PIB del país. La creciente necesidad de consumo de servicios turísticos, ha provocado el nacimiento de un sector gigantesco en las economías modernas y a una profesionalización de la dirección de las empresas del sector. Es por ello, por lo que resulta de gran interés el análisis de los factores que determinan la competitividad de este tipo de empresas. La competitividad internacional de una empresa turística es el efecto conjunto del atractivo del entorno general o país en que se localice, las presiones ocasionadas por la estructura del mercado, las ventajas que conceda la ubicación en un cierto destino turístico y el acierto en configurar una estrategia y una cartera de recursos y capacidades estratégicamente valiosos. En cuanto a los aspectos internos de la empresa, cabe destacar la importancia de la similitud estratégica y del efecto empresa. Las empresas con estrategias organizativas más centradas en la innovación obtienen una mejor posición competitiva que las que presentan estrategias defensoras o simplemente no han definido su estrategia. En el caso concreto de España, la mayor capacidad explicativa de la posición competitiva de la empresa turística española se encuentra en su stock de activos intangibles: capacidades innovadoras y tecnológicas, marketing, directivos, recursos humanos y cultura organizativa. Éstos garantizan su competitividad internacional. 5- Perspectivas de futuro 5.1 Coyuntura Económica Nacional En el caso de España, el informe de proyecciones de la economía española del año 2014, elaborado por el Banco de España, establece las siguientes previsiones en relación a la economía española: PIB: Crecimiento de un 1,2% en el año 2014 y de un 1,7% en el 2015. La demanda interna tomará progresivamente el relevo del sector exterior como la principal fuente de contribución al crecimiento del PIB, alentada por la mejora de la confianza y una cierta relajación adicional de las condiciones financieras. Inflación: Se espera que la inflación, medida por el deflactor del consumo privado, prosiga experimentando crecimientos muy modestos, aunque positivos y ligeramente ascendentes a lo largo del horizonte de proyección, dadas la contenida recuperación del consumo privado y la ralentización de los descensos de los costes del factor trabajo. Balanza comercial: Se estima que las exportaciones del conjunto de bienes y servicios crecerán un 5,1% en el presente ejercicio, dos décimas más que en 2013, y se acelerarán hasta el 6,1% en 2015. En lo que respecta a las importaciones, se espera que, tras registrar un avance del 0,4% en 2013, las importaciones repunten hasta el 3% en 2014 y el 4,4% en 2015. Empleo: Se espera que el empleo del conjunto de la economía aumente un 0,4 % en 2014 y un 0,9 % adicional en 2015, dando lugar a un crecimiento de la productividad del 0,8 % en ambos años. Se espera que, para un crecimiento dado del producto, aumente la intensidad del proceso de creación de empleo. La desaceleración resultante de la productividad aparente del trabajo no interrumpirá la senda descendente de los costes laborales unitarios, dada la esperada continuidad de la moderación salarial. A pesar de este descenso de costes laborales, la tasa de paro seguirá por encima del 20% en cualquier horizonte previsible. 5.2 Coyuntura Económica Mundial En el caso de la economía mundial, los informes publicados en 2014 por parte del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, establecen las siguientes previsiones en relación a la economía mundial: La economía internacional muestra señales de recuperación este año impulsada por la mejoría de las economías de ingresos altos. También se está consolidando el crecimiento de los países en desarrollo, gracias en parte a la recuperación de las economías avanzadas y al aún sólido crecimiento de China, si bien ahora algo más moderado. Se espera que la expansión del PIB mundial se consolide en 3,2% para el año 2014, estabilizándose en 3,4% y 3,5% en 2015 y 2016, respetivamente. Gran parte de la aceleración inicial reflejaría un mayor crecimiento en las economías de ingresos altos. Se espera que el crecimiento en los países en desarrollo, aunque más lento de lo esperado, sea de 5,3% en 2014, 5,5% en 2015 y 5,7% en 2016. En el caso de los países de ingresos altos, el freno al crecimiento que representan las políticas inciertas y la consolidación fiscal se aflojará y ayudará a impulsar el crecimiento económico en un 2,2% en 2014, para luego estabilizarse en 2,4% tanto en 2015 como en 2016. Entre estas economías, la recuperación está más avanzada en Estados Unidos. Las proyecciones indican que la economía de Estados Unidos se ampliará en 2,8% en 2014 afirmándose en 2,9% y 3,0% en 2015 y 2016, respectivamente. Tras dos años de contracción, se prevé que el crecimiento en la zona del euro será de 1,1% en 2014 y de 1,4% y 1,5% en 2015 y 2016, respectivamente. 6- Conclusión La empresa española, a pesar de hallarse en una posición competitiva débil respecto de la empresa de su entorno, ha sabido adaptarse a una demanda interna débil en los últimos años, y muchas de ellas han sabido reorientar su modelo de negocio al aumentar considerablemente su posición en los mercados internacionales, lo que les ha permitido seguir creciendo. Sin embargo, todavía quedan varios asuntos pendientes que mejorar en la política económica del país para que se produzca una verdadera mejora de la competitividad de la empresa española que acabe con nuestras carencias tradicionales. En ese sentido, es preciso atender a diversos factores de competitividad y buscar la equiparación con Europa. Estos factores serían, entre otros, una mayor facilidad para obtener financiación, una mayor inversión en I+D o un cambio estructural hacia un modelo de desarrollo más productivo. 7- Bibliografía Factores de Competitividad: 1. Retrato de las Pymes 2014, Subdirección General de Apoyo a las PYME; Ministerio de Industria, Energía y Turismo 2. Instituto Nacional de Estadística (http://www.ine.es/) 3. Informe de la Comisión de Expertos Para la Reforma del Sistema Tributario Español (Informe Lagares) (http://www.abc.es/gestordocumental/uploads/economia/fe007a24af859ec8ce79 0387ba6b7755.pdf) 4. Camisón Zornoza, César y Forés, Beatriz (2011), “La competitividad de la empresa turística española: Efectos empresa, entorno y destino”, Papeles de Economía Española, Número 128, páginas 238 – 254. 5. Fundación BBVA (2012) Crecimiento y competitividad, motores y frenos de la economía española 6. Informe de perspectivas de futuro del Banco de España del año 2014 (http://www.bde.es/f/webbde/SES/Secciones/Publicaciones/InformesBoletinesRe vistas/BoletinEconomico/14/Mar/Fich/be1403-proy.pdf) 7. http://www.bde.es/webbde/es/estadis/infoest/e0806.pdf 8. Informe de Perspectivas de Futuro del Banco Mundial del año 2014 (http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2014/01/14/developingeconomies-need-robust-blueprints-to-sustain-growth) 9. Informe del Fondo Monetario Internacional del Año 2014 (http://www.imf.org/external/spanish/pubs/ft/weo/2014/01/pdf/texts.pdf) 10. http://espanol.doingbusiness.org/~/media/GIAWB/Doing%20Business/Documents /Annual-Reports/Foreign/DB14-minibook-spanish.pdf 11. http://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2013/04/21/espana-lideraeuropa-caida-credito-empresas/0003_201304SM21P4997.htm 12. http://javiersevillano.es/deuda-privada.htm