Reformas electorales Las reformas electorales desempeñaron un papel fundamental en el fortalecimiento de la democracia en cualquier país. En el caso de México, a lo largo de su historia reciente ha experimentado una serie de transformaciones en su sistema electoral con el objetivo de garantizar elecciones libres, justas y transparentes. Estas reformas han buscado corregir deficiencias, fomentar la participación ciudadana y fortalecer la confianza en el proceso democrático. En este ensayo, analizaremos algunas de las reformas electorales más relevantes que se han implementado en México y su impacto en la formación de la democracia. En 2014, se llevó a cabo una reforma constitucional que transformó al Instituto Federal Electoral (IFE) en el Instituto Nacional Electoral (INE). Esta reforma buscaba dotar al órgano electoral de mayor autonomía y profesionalización, así como fortalecer su capacidad para organizar elecciones imparciales. El INE, además de organizar los procesos electorales federales, se coordina con los organismos electorales locales para la organización de las elecciones en las entidades federativas. De esta forma, es más fácil para la ciudadanía participar y ejercer su derecho a la elección. El Consejo General del INE está integrado por 11 ciudadanos elegidos por la Cámara de Diputados. Uno de ellos es Consejero Presidente y los 10 restantes como Consejeros Electorales. El INE cuenta con un Servicio Profesional Electoral Nacional (SPEN) para asegurar la imparcialidad y profesionalismo de todos los funcionarios que participan en la organización de elecciones, tanto a nivel federal, como local. El SPEN garantizará que todos sus miembros cuenten con los conocimientos profesionales necesarios. El Consejo General del INE designará a los consejeros de los organismos electorales locales y podrá asumir las funciones que le corresponden a dichos institutos en los casos que la ley prevea. En la actualidad nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador busca bajar los costos del sistema político mexicano, pero la iniciativa tiene varios puntos a favor y en contra que llevaron a cientos de miles de personas a marchar en la Ciudad de México y en más de una treintena de ciudades en el país para oponerse a la propuesta que, según la oposición, es una estrategia para eliminar al Instituto Nacional Electoral (INE), el órgano electoral autónomo del país. La propuesta, que se espera sea votada en la Cámara de Diputados antes de que acabe el año, pretende un ahorro estimado de unos US$ 1.200 millones (24.000 millones de pesos mexicanos) al plantear ajustes en la burocracia electoral y legislativa, así como una disminución en el presupuesto de los partidos políticos. Tras la manifestación nacional, convocada por unas 50 organizaciones civiles, partidos políticos y legisladores de oposición, las dirigencias de los partidos PAN, PRD y PRI dijeron que votarán en contra del proyecto. Este plan, según el mandatario, propone modificaciones a las leyes secundarias y no los 18 artículos de la Constitución como estaba planteado en un principio y que supone negociar con todas las fuerzas políticas para sacarla adelante. Estas modificaciones a la ley no requieren las dos terceras partes de los votos para ser aprobadas (solo mayoría simple). A menos de dos años de la elección presidencial del 2024, López Obrador ha argumentado que esta iniciativa responde a la demanda de los ciudadanos de una política de sencillez y de crear órganos electorales que garanticen comicios legítimos, sin la posibilidad de hacer fraude. Podemos observar que en la actualidad como en el pasado, se busca una mejoría en nuestro sistema, en el cual exista la justicia y se busque el beneficio de los pobladores de México.