el objetivo del correísmo es restaurar el capitalismo en el siglo XXI, y no construir el socialismo del siglo XXI, ni mucho menos el Sumak Kawsay, que es lo que vamos a demostrar en este ensayo Dice Rafael Correa que su propósito es “acabar con la pobreza”, algo que lo es también para la derecha y el capitalismo mundial13, pues están conscientes de que necesitan de más trabajadores calificados y de consumidores compulsivos para reproducir el capital. Es decir, al propio capitalismo le interesa que disminuya o se elimine la pobreza, pero lo que no se plantea el capitalismo ni Correa, es que se acabe con la dependencia personal y la verticalidad del sistema (piramidalismo), que es lo que le sostiene en última instancia No se trata de crear más riqueza para que por la ley del embudo le llegue algo al pueblo, sino de cambiar las relaciones de propiedad, pero ante todo y principalmente las relaciones paradigmáticas y de conciencia biocéntrica, que es en última instancia el dilema de hoy en día: la continuidad del statu quo (capitalismo extractivista) o la prolongación de la vida (indianismo vitalista), de ahí dos modelos y propósitos de vivir y de existir. Es decir, un cambio estructural para que los recursos y la dirección social pasen de manos privadas a manos comunitarias y una pequeña parte a las estatales, y, por otro lado, que las relaciones con la naturaleza y la Sociedad pasen de una visión explotadora de la naturaleza –y por ende de los seres humanos– a una relación homeostática de convivencia integral. Pues, no es posible que haya explotación de la naturaleza sin explotación del ser humano, el sistema de explotación es uno solo y se mueve en diferentes formas y mecanismos, por todas las aristas constitutivas del sistema-mundo civilizatorio. Solo pretender eliminar la explotación del ser humano y no de la naturaleza, es el eufemismo para auto engañarse y no querer terminar definitivamente con la explotación y el sistema que le sostiene (gatopardismo). Es decir, los pobres no serán menos pobres con una acción comunitaria de redistribución de la riqueza, sino porque han mejorado los ingresos de todos, ricos y pobres. Pero en última instancia siguen existiendo unos y otros, pues no es posible que todos sean ricos, por lo que, lo único que se consigue con estos cambios de timón es que el sistema original siga intacto y aún más renovado Esto no significa que estemos de acuerdo en acentuar la pobreza –como plantearía otra izquierda extremista– para acentuar las contradicciones que conllevarían a un cambio violento, pero tampoco en que hay que satisfacer algunas necesidades para dejar de lado el proyecto de fondo, que es lo que está haciendo la revolución gatoparda de restauración del capitalismo por parte del correísmo.