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AJEDREZ INSOLITO, Mario Tallarico

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(Reprocesado con Scan Tailor el 17-12-2016)
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Mario Tallarico
Editorial La Casa del Ajedrez
41
91 521 2008 Fax 91 531 3880
Madrid
28004
Email: [email protected]
Dirección Internet: http://www.lacasadelajedrez.com
Calle San Marcos,
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Dirección editorial: Andrés Tijman Marcus
Consejero editorial: Daniel Elguezabal Varela
Corrección: Sofía Montero Oria de Rueda
Diseño de portada: Claudia Tijman
1.S.B.N.:
978-84-92517-64-0
M-15859-2015
Depósito Legal:
Impresión: Impresos y Revistas SA
Impreso en España - Printed in Spain
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transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por
registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.
Sumario
Dedicatorias y agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Prólogo de Miguel Illescas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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5
Galería de horror magistral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Abandonos insólitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Compitiendo con los grandes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
De Torrente a Sherlock Holmes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Egolatría aj edrecística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El problema de las dos damas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿Tablas?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Entre tinieblas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
¿Son fiables los libros de ajedrez?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Petrosian: un tigre de la cumbre. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Vera Menchik y su club de fans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ajedrez etílico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ajedrez, ¿un deporte de riesgo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El humor en el ajedrez. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cinco historias para ser contadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1 Alekhine contra la Wehrmacht. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2 Primera partida con un extraterrestre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3 Lluvia de balas sobre un tablero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4 La retirada de Napoleón 1 de Moscú . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5 Entrevista con el vampiro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gotemburgo 1 95 5 : una tragedia argentina en tres actos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Perfidio Trebeijo, confesiones de un tramposo profesional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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Dedicatorias
Un libro que se precie de insól ito debe tener un comienzo digno de tal condición y así va a ser el
inicio de este. No me limitaré a dedicárselo, como suele ser habitual, a una o dos personas, sino
que serán muchos los destinatarios de esta dedicatoria.
Primeramente, a mi madre Clara Tallarico y a Claudia Mansur.
Al club de ajedrez de Chantada, empezando por el GM Alejandro Hoffman, José Miguel
Goteras Vázquez y Camilo José Rodríguez. Al GM Dragan Paunovic, Tomás Alonso, Martín
Boado, Pedro Guitián y a los dos reservas de luj o del equipo de División de Honor: los Grandes
Maestros Aleksa Strikovic y David Lariño, Y a más gente de esta maravi llosa localidad luguesa:
Enrique Rojo, Anxo Boán, Ricardo García Vigo, Rafael Moure, Alba Mirás y a su Amis Roberto,
José Luis Pardo . . . entre muchos otros.
A la Escuela Inte rnacional de Ajedrez Kasparo v Marcote, que coordiné durante nueve años, a
su presidente de entonces y de ahora: Javier Marcote y a su director actual, el maestro Manuel
Outerelo.
También mi dedicatoria va dirigida a otra gente querida, aunque, (lamentablemente para mí),
dispersas en la geografia y en el tiempo, pero que están presentes en mi pensamiento y en mi
cariño : Fiorella y Estefanía Tallarico, Fernando Martín Blanco, Carmen Fernández-Rentero,
Carlos Lozano, María Isabel Pardo, Dragan Vukotic, Martín Madina, Carlos Polo Obregón y a su
hijo, el GM Carlos Obregón, David Hoffman, doctor Roberto Hoffman, Victoria Vic ky Ruiz, M I
Antonio Frois, Daniel Pomarico, y a m i recordado Julio Lorenzo (in memoriam)
Agradecimientos
En primer lugar, mi agradecimiento es para el Gran Maestro y amigo M iguel Illescas por dos
razones principales : por su amable prólogo y por animarme a incluir en este libro algunos de mis
artículos (ampliados y actualizados), publicados en su día en Peón de Rey. También quiero agra­
decer el excelente trabaj o del equipo de esta gran revista de ajedrez que hace que escribir en sus
páginas resulte una exp eriencia muy agradable.
A la gente de La Casa del Ajedrez, especialmente a Sofia Montero por su minuciosa labor de
corrección y al maestro Daniel Elguezabal por su gran trabajo en la revisión técnica y sus
interesantes observaciones sobre algunas de las historias de este libro.
Y a Andrés Tij man, como siempre, por su magnífica labor editorial.
Prólogo
A partir de cierta edad, encuentro que uno de los mayores placeres intelectuales que podemos
gozar es tener la suerte de que alguien o algo sea capaz de sorprendernos de forma creativa, y ese
es el mayor elogio que puede hacerse de esta obra.
Mario Tallarico nos presenta en este l ibro una magnífica colección de algunas de las mejores
anécdotas -muchas de ellas poco conocidas- que a lo largo de la historia nos ha brindado el rey
de los j uegos, el ajedrez. Para conseguirlo, el autor ha debido desempolvar revistas y libros anti­
guos, consultar las hemerotecas, cruzar datos y recomponer los preciados fragmentos en un gran
lienzo de brillante acabado, para que el lector solo tenga que ocuparse de disfrutar.
La recopilación -y reconstrucción- de todas estas historias tiene un gran valor intrínseco.
Pero además, el autor aplica un enfoque ameno y nos regala una generosa dosis de sentido del
humor, todo ello manteniendo un grado suficiente de rigor histórico. Así, el lector obtiene un
doble premio: recrearse y aprender, todo en uno.
Si contar cuentos es un arte -y debería serlo- entonces y sin género de duda, el amigo Mario
Tallarico es un artista.
Miguel Illescas
l. Galería del horror magistral
Errores monumentales en la práctica profesional
"Los errores están ahí, en el tablero, esperando a ser cometidos "
Dr. Savielly Tartakower
La idea que tiene el común de los aficionados sobre los titulados, y más si se anteponen a sus
nombres las siglas de GM (Gran Maestro), es que son como máquinas de j ugar al ajedrez, que
conocen perfectamente la teoría de las aperturas, que j uegan de forma magistral todas las fases de
una partida y que son incapaces de cometer un error.
Si bien hay mucho de verdad en estas presunciones, éstas están muy lejos de la realidad, en
especial las referidas a los errores. Los grandes ajedrecistas también incurren en fallos, pero, a di­
ferencia de los aficionados, los cometen en menor cantidad y, habitualmente, no son tan eviden­
tes como los de aquellos.
"El ajedrez subsiste gracias a los errores que se cometen j ugándolo", dijo en cierta ocasión el
gran jugador polaco Xavielly Tartakower. Y con mucha razón: si no existieran los errores todas
las partidas terminarían en empate y el ajedrez moriría de aburrimiento.
Y no solo los aficionados y Grandes Maestros, también los genios incurren en fallos, aunque
en una proporción ínfima en relación con el resto de los mortales.
En una entrevista del año 1987 el Gran Maestro ucraniano Semion Palatnik (1950- ) comen­
taba que había analizado el match por el Campeonato del Mundo de 1972, que tuvo lugar en
Reikiavik (Islandia) entre Robert Fischer y Boris Spassky, y que en las 21 partidas del encuentro,
había contabilizado ¡ solo 6 errores de Fischer!
Pero estamos hablando del que para muchos es el más grande ajedrecista de la historia. Así y
todo, Bobby también será uno de los invitados a nuestra galería del horror magistral.
6
AJEDREZ INSÓLITO
Partida 1: el gran combinador inmortalizado
Empezamos la andadura por esta galería del horror con dos de las grandes figuras de los
comienzos de la historia moderna del ajedrez: el maestro polaco Johannes Zukertort (1842- 1 88 8),
considerado en su día Campeón del Mundo no oficial, y el gran combinador por excelencia: el
maestro alemán Karl Ernst Adolf Anderssen ( 1 818-1879), que nos legara dos de las partidas más
bellas y reproducidas de nuestro j uego : la llamada Inmortal contra el maestro estoniano Lionel
Kieseritzky (1806-1853), j ugada en Londres en 1851, en la que Anderssen sacrificó dama y dos
torres y la conocida como Siempre Viva (e ver green en inglés) contra uno de sus estudiantes, el
alemán Jean Dufresne ( 1 829-1893), de 1852.
Johannes Hermano Zukertort - Adolf Anderssen
Breslau 1865
1.e4 e5 2.lbt3 lbc6 3 ..ib5 lbge7
Planteando la Variante Cozio , ideada por el ajedrecista italiano Cario Cozio (1715-1780)
contra la apertura española, cuya idea principal es evitar el doblado de peones que se produce tras
la captura del alfil "español" en "c6 " .
4.c3 d 6 5.d4 .id7 6.0-0 lbg6 7.lbg5 h6 8.lbxf7?
El sacrificio parece prometedor, pero fracasa ante una buena defensa. El caballo debía volver:
8.tt:J f3 .
8 . . . ©xf7 9 ..ic4+ ©e7??
La j ugada correcta era 9 . . . © e8, para responder a 10.'.W h5 con 10 ... 'Wf6, con ventaja negra.
10.'!WhS '!We8??
Con la doble intención de defender su caballo y de preparar una retirada para su rey vía "d8 " ,
pero e s u n gravísimo error que propicia e l fi n inmediato d e la partida. Debía j ugarse 10 . . . l.W c8 y a
11 . l.W xg6, .ie8. Al gran táctico se le escapó el motivo combinatorio de Zukertort:
1 1.'!WgS+! !
También servía por supuesto, 11 . .ig5+ hxg5 1 2 . '!Wxg5++.
8
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7
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a
b
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d
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g
h
1
La partida finalizó con 1 l . . .hxg5 12 . .i g5++.
GALER Í A DEL HORROR M AGISTRAL
7
Partida 2: una miniatura para Lasker
Incluso los grandes campeones de todos los tiempos son humanos y tienen como todos sus malos
días. Solo así se entiende esta partida jugada por el Gran Maestro alemán Emanuel Lasker (18681941 ), el campeón mundial más longevo de todos : 1894-1921, nada menos que 27 años como
monarca absoluto del aj edrez.
Su vencedor fue el maestro inglés Horatio Caro (1862-1920) que por sus aportes, junto con
los de Marcus Kann, pervive en el nombre de una de las defensas más populares : la Caro Kann.
Horatio Caro - Emanuel Lasker
Berlín 18 90
1 . liJt3 dS 2.d4 i.fS
La salida de este alfil en variantes del Gambito de Dama es siempre problemático. Si no se
moviliza con precisión, la debilidad de las casillas blancas del flanco de dama que deja tras de sí
puede tener consecuencias trágicas.
3.c4 c6 4.Wfb3
Las blancas comienzan a incrementar su presión en el flanco de dama.
4 . . . W/c8
No es la mejor casilla para la dama. Era un poco mejor entregar un peón por medio de
4 . . . W/ b6 5.cxd5 cxd5 6. Wf xd5 e6 7 . Wf b3 Wi'xb3 8 .axb3 tt:l c6, y el primer jugador quedaría con
peón de más, pero doblado y aislado .
5.cxdS cxdS 6.llJc3 e6 7.i.f4 a6?
Las negras debilitan aún más su flanco de dama, y las blancas lo aprovechan de inmediato :
8.llJ a4! 'f!.a7? 9. liJb6 Wfd8 1 0.i.xb8!
a
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m -·-4a\?j 8
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�808� 2
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a
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h
Con buen criterio, Caro cambia la "mejor" pieza de las negras, aunque aún no estuviera
desarrollada y que sería importante para la defensa.
10 WfxbS 1 1 . W/a4+ <ll e 7 1 2. 'f!.c l ! gS
Buscando un refugio en el flanco rey, pero la posición es muy precaria ya.
13.llJeS! liJh6 14.llJcS+
Y las negras abandonan. No pueden evitar la pérdida de importante material.
.••
8
AJEDREZ INS ÓLITO
Partida 3: catástrofe en ocho j ugadas en Montecarlo
Torneo de Montecarlo, 1 902 . Están por enfrentarse el j oven maestro estadounidense Frank
Marshall ( 1 877- 1 944) y el veterano gran campeón ruso M ijail Chigorin ( 1 850- 1 908). El nervio­
sismo del primero es evidente. Más tarde confesaría que estaba muy preocupado por el resultado
de esa partida. Chigorin no estaba pasando por su mej or momento, pero había llegado a estar
entre los cinco mejores del mundo de su tiempo. Su influencia ajedrecística fue tan grande que
llegó ser considerado el fundador de la escuela rusa de ajedrez. ¿Quién hubiese dicho a Marshall
que derrotaría a Chigorin en solo ocho j ugadas?
Frank James Marshall - Mihail Chigorin
Montecarlo 1902
1.d4 dS 2.c4 .!Llc6 3 .!Llc3 dxc4 4.dS .!Lias s.Af4 Ad7 6.e4 e6 7.dxe6 fxe6??
La jugada correcta era, naturalmente, 7 . . . Axe6.
8.�hS+
•
a
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h
Y el gran Chigorin abandonó. Luego de 8 . . . g6 9. �xa5, quedaría con pieza de menos a cam­
bio de nada.
Uno de las principales aportaciones de Chigorin a la teoría de aperturas es la defensa que
lleva su nombre y que acaba de plantear. La idea principal es un activo juego de piezas contra el
centro de las blancas, en especial contra el peón de "d4". Esta estrategia se aprecia mejor en una
de las línea principal, 1 .d4 d5 2.c4 tt'l c6 3 . cxd5 �xd5 , en donde las negras establecen su dama en
"d5 " y están dispuestas a entregar sus alfiles por los caballos de "c3 " y "f3", combinado con un
oportuno movimiento e5 , con la idea de mantener a su dama en tal posición e incrementar su
presión sobre las casillas centrales. Uno de los principales cultores de esta defensa es el Gran
Maestro ruso Alexander Morozévich. También la ha empleado alguna vez Carlsen.
El vencedor de la partida, Frank Marshall, es toda una referencia en la historia del ajedrez:
campeón sempiterno de Estados Unidos ( 1 909- 1 935). Fue uno de los cinco primeros Grandes
Maestros de la historia, una distinción honorífica otorgada por el zar Nicolás 11 de Rusia a los
finalistas del gran torneo de San Petersburgo de 1 9 1 4. Marshall llegó incluso a disputar el título
de Campeón del Mundo en 1 907 contra Emanuel Lasker, aunque fue barrido por el alemán por
-8, = 7, + 0.
GALERÍ A DEL HORROR MAGISTRA L
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Partida 4: un gran sólido deshecho en 13 j ugadas
Uno de los grandes jugadores de finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX fue el maestro
húngaro Geza Maróczy ( 1 870- 1 95 1 ). Su estilo de juego era de carácter marcadamente posicional,
más predispuesto a defenderse que a atacar. Su apellido se asocia con uno de los sistemas más
sólidos de las blancas contra el Dragón Acelerado de la Siciliana: 1 .e4 c5 2. tt'lf3 g6 3 . d4 cxd4
4.ll'l xd4 i g7 5 .c4. La variante Marózcy busca controlar el centro a través de peones blancos en
"e4" y "c4" para así condicionar a las negras a una lenta lucha posicional. Por eso llama mucho la
atención que perdiera en tan solo 1 3 jugadas en el torneo de Ostende (Bélgica) de 1 905. Su
vencedor fue el maestro vienés Georg M arco ( 1 863 - 1 923).
Georg Marco - Geza Maroczy
Ostende 1905
1 .e4 c5 2.¿¿¡o e6 3.d4 cxd4 4. ¿¿¡xd4 a6 5.ie3
Son más habituales 5 . tt'l c3 y 5 .Í1. d3 .
5 . . . ¿¿¡f6 6. ¿¿¡d2 d5 7.e5 ¿¿¡fd7 8.f4 ¿¿¡c6 9.c3
La apertura adoptó un esquema más propio de la defensa Francesa, variante del A vanee que
de una Siciliana abierta. Pero el control de "d4" es mej or en esta línea para las blancas que en una
Defensa Francesa estándar.
9 . . . g5??
La idea es correcta: atacar la base de peones con el objetivo de debilitar el de "e5 " . Pero esta
jugada falla en este momento por motivos tácticos. Debía j ugarse, por ejemplo, 9. Wf b6, y podría
seguir 1 0. Wf c2 tt'l xd4 l l .cxd4 ib4, con partida aún j ugable. Al movimiento de Maróczy siguió . . .
10.¿¿¡xe6! !
Explotando l a debilidad creada en l a diagonal "h5-e8 " .
1 0 fxe6
Si el caballo no se come, la ventaja material de las blancas será decisiva. La entrada del
caballo en "c7" con j aque ganando la torre no podrá ser evitada por la atacada dama negra. Si
1 0.Wfas tt'l b3 .
1 1 .Wfh5+ rtle7 1 2.f5 ¿¿¡f6 13.ic5+
Maróczy abandona. La desventaj a material es mucha tras 1 3...rtl d7 1 4.Wff?+ ie7 1 5 .exf6.
•••
10
AJED REZ INS ÓL ITO
Partida 5: una lección de desarrollo para Tartakower
La siguiente partida tiene como víctima a uno de los ajedrecistas más ingeniosos de todos los
tiempos: el Gran Maestro francés de origen polaco Savielly Tartakower ( 1 887- 1 956). Fue sin
duda uno de los más grandes periodistas y j ugadores que tuvo el ajedrez. Por dedicarle tanto
tiempo a la prensa, no llegó a lo más alto como aj edrecista, como afirmaría su amigo Capablanca.
Su memoria perdura en un sistema de defensa que lleva su nombre: variante Tartakower contra el
Gambito de Gama. Fue el padrino de la llamada Apertura Catalana que presentó en sociedad en
la Exposición Universal de Barcelona de 1 929 (sistema blanco combinando d4, c4 y g3).
El vencedor de la partida fue el Gran Maestro checo Richard Reti ( 1 889- 1 929). En otra par­
tida (que actuará en la parte perdedora) veremos más datos de este gran jugador.
Richard Reti - Savielly Tartakower
Viena 19 10
1.e4 c 6 2.d4 d 5 3.ltJc3 dxe4 4.ltJ xe4 ltJf6 5.Y!Yd3 e5?
Abrir la posición con negras con desventaj a de desarrollo en la j ugada 5, entregando un peón
y regalando tiempos cuando intente recuperarlo, no debe ser la mejor forma de jugar la apertura.
Era mej or 5 . . . ltJ xe4 seguido de 6 . . . ltJ d7 y 7 . . . ltJ f6, recuperando algún tiempo atacando la dama.
6.dxe5 Y!Ya5+ 7.J.d2 Y!Yxe5 8.0-0-0 ltJ xe4??
8
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Tartakower ni se olió la diabólica trampa que astutamente le tendió Reti. Era mej or 8 . . . ie7,
preparando el enroque. Podría seguir 9. ltJ xf6+ Y!Y xf6 1 0. ltJ f3 0-0 1 I. ig5 Y!Y e6 1 2. � b l , con
ventaja blanca dado su mej or desarrollo.
Tampoco servía 8 ... W xe4 por la evidente clavada 9.�e 1 .
9.Wd8+ ! ! �xd8 to.i.g5+!
Jaque doble descubierto mortal. Quizás Tartakower solo haya visto la otra j ugada descubierta
1 0.ia5+??, que no l levaba a nada luego de 1 0 . . . � e8.
10 ... �c7 1 1.i.d8++
Para algunos autores, ésta es la miniatura más famosa de todos los tiempos. Aunque hay que
aclarar que no fue una partida de torneo, sino un encuentro informal, j ugado entre ambos aje­
drecistas con una pequeña apuesta de por medio.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRAL
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a
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Partida 6: ceguera doble en San Sebastián 19 12
Resulta increíble que dos de los maestros más fuertes del primer tercio del siglo XX no hayan
visto un jaque mate en dos jugadas. Esto fue lo que les ocurrió a los grandes j ugadores Akiba
Rubinstein ( 1 882- 1 96 1 ) y Aaron Nimzovich ( 1 886- 1 935) en el torneo que tuvo lugar en la capital
donostiarra en 1 9 1 2.
Akiba Rubinstein - Aaron Nimzovich
San Sebastián 19 12
Juegan las negras. L a amenaza blanca e s 26.Y!f xf7 + y 2 7 . Y!f xf8 ++. Nimzovich j uega. . .
25 . . . J.cS??
Evitando el mate señalado, aunque permitiendo otro: 26. Y!ff7+ 27.Y!f xg7++. Pero Rubinstein
tampoco vio este jaque mate y j ugó:
26.J.d4??
La partida terminó con victoria de las blancas en la j ugada 40.
12
AJEDREZ INS Ó LITO
Partida 7: atrapada en el centro
Richard Reti ( 1 889- 1 929) nacido en Pezinok (actual Eslovaquia), es considerado por muchos
como el aj edrecista más completo de la historia: uno de los principales impulsores del movimien­
to llamado hipermodernismo (que promulgaba, entre otras cuestiones la preferencia de aperturas
de flanco en contra de la clásica ocupación del centro por peones), gran compositor de estudios, e
impulsor de una apertura que lleva su nombre, I. ltJ f3 . También fue un grandísimo jugador.
Derrotó a Capablanca en 1 924 en Nueva York usando su propia apertura y terminando con una
racha de ocho años del cubano sin perder una partida. Pero nadie es perfecto. En el siguiente
j uego lo veremos perder en solo 1 0 j ugadas contra el maestro austríaco Josef Emil Krejzick
( 1 885 - 1 957).
Josef Krejzick - Richard Reti
Praga 1922
1.d4 dS 2.c4 tll f6? !
Reti fi e l a sus principios hipermodernistas.
3.tll c3
Era mejor 3 cxd5 ltJ xd5 4 e4, con un sólido centro blanco.
3 eS? 4.dxe5 tll g4 5.tll t3
También era buena 5 . Wf xd5 Wf xd5 6.cxd5 , y no se ve la compensación por el peón de menos.
5 J.b4 6.J.d2? !
Era mejor 6 h 3 , s i 6 . . . d4 7.a3 J.e7 8 . tll x d5 tll h6 9. J.xh6 gxh6 1 0. Wf xd4, con gran ventaja
6 . . . Wfe7??
Debía j ugar 6 . . . d4.
7.tll x d5 J.xd2+ 8.Wfxd2 WfcS
La posición negra está absolutamente perdida. Sólo le queda abandonar o amenazar mate en
una, por si las moscas. . .
9.e3 0-0??
Ya da casi lo mismo, pero ahora Reti pierde también su dama:
10.b4
. •.
• ..
a
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e
d
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f
g
h
La dama se ve atrapada en el centro del tablero. La única retirada en la que no es cazada
directamente, 1 0. . . Wf c6, no sirve porque sería capturada luego de I I . ltJ e7+.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRAL
13
Partida 8: Rubinstein tropieza dos veces con la misma piedra
Uno de los j ugadores más fuertes anteriores a la Primera Guerra Mundial fue Akiba Rubinstein.
Su palmarés anterior a la Gran Guerra es espectacular. Era sin duda el candidato mej or pre­
parado para enfrentarse al Campeón M undial Emanuel Lasker, que siempre prefería rivales de
menor entidad a la hora de poner en j uego su título.
Resulta sorprendente que un Gran Maestro de la fuerza de Rubinstein caiga en una trampa en
la apertura, y más cuando es un motivo táctico que ya se había producido en otras muchas
partidas anteriores. Pero lo realmente insólito es que incurra dos veces en el mismo error táctico.
La primera vez fue en 1 928 contra Max Euwe y la segunda en 1 930 contra Alexander Ale­
khine.
Primer tropiezo de Akiba
Max Euwe
-
Akiba Rubinstein
Bad Kissingen 1 928
1.�t3 d5 2.c4 e6 3.d4 � f6 4.i.g5 � bd7 5.e3 i.e7 6.�c3 0-0 7.�cl c6 8.i.d3 a6 9.cxd5 exd5
1 0.0-0 �e8 1 1 .Yfb3 h6 1 2.i.f4 � h5??
a
b
e
d
e
f
1
g
Y Rubinstein cae en la trampa. Deseoso de quedarse con la pareja de alfiles no ve la fuerte
respuesta blanca:
13.� xd5!
Y el caballo no puede tomarse porque seguiría 1 4. i.c7, cazando a la dama negra. El Gran
Maestro polaco no tiene más remedio que resignarse a quedar con peón de menos a cambio de
nada.
13 ... � xf4 14.�xf4 i.d6 1 5.�e2
Las blancas se impusieron en la j ugada 5 5 .
Estos dos ajedrecistas s e enfrentaron cinco veces entre sí, con u n resultado final igualado: dos
victorias para cada uno y un empate. Esta fue la última partida definida entre ambos, puesto que
la siguiente que j ugaron fue en el torneo de Karlsbad de 1 929, y terminó en tablas tras 3 1 j ugadas.
14
AJEDREZ INS Ó LITO
Partida 9: segunda caída de Rubinstein
Alexander Alekhine - Akiba Rubinstein
San Remo 1930
1.d4 d S 2.lt:\t3 lt:\f6 3.c4 e 6 4.i.gS lt:lbd7 5.e3 i.e7 6.lt:\c3 0-0 7.gcl ges 8.°1Wc2 a6 9.cxdS exdS
10.i.d3 c6 1 1 .0-0 lt:\e4 12.i.f4 fS??
a
b
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h
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xm.a-xm • � 8
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b
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h
Rubinstein vuelve a pasar por alto el mismo castigo:
13. lt:\xdS! i.d6
De nuevo, no servía 1 3 . . . cxdS por 1 4. i.c7, con ventaja material decisiva.
14.i.xd6 lt:lxd6 1 5.lt:\f4
Alekhine terminó venciendo en la j ugada 46.
Cierta vez le preguntaron al Gran Maestro Bent Larsen qué es lo que más le llamaba la
atención del gran j ugador polaco Akiba Rubinstein, y contestó riendo : "Su j ubilación temprana" .
Es cierto que la vida competitiva de Rubinstein fue relativamente corta en términos ajedrecís­
ticos : 29 años, de 1 903 a 1 932. Sus mejores años ajedrecísticos fueron los anteriores a la Primera
Guerra Mundial, en especial el período entre 1 909 y 1 9 1 2 .
En éste último año consiguió nada menos q ue cinco primeros p uestos en grandes torneos: San
Sebastián, Bad Pystian, Wroclaw, Varsovia y Vilna. Pero lamentablemente, sufrió problemas de
carácter mental (esquizofrenia) que lo llevaron a abandonar la competición en 1 932. Siempre ha
sido un j ugador excéntrico, de una timidez extrema. Solía levantarse cuando su rival pensaba su
jugada para no molestarlo. Milan Vidmar ( 1 885- 1 962) contaba que en una posición mala para él
le propone en son de broma a Rubinstein dejar la partida en tablas. É ste tenía un gran respeto por
el profesor esloveno y no se animó a decirle directamente que no. En su lugar le propuso que los
expertos evaluaran la posición, y si éstos decidían que la partida era de tablas, pues sería tablas.
Su fuerza ajedrecística era tal, que el Gran Maestro checo (luego ruso) Salo Flhor ( 1 908- 1 983)
reconocía "honestamente, solo en mis encuentros con Alekhine pude percibir una fuerza tan
vehemente como en la partida contra Rubinstein". Y agrega: " En algunos movimientos de
Rubinstein tuve la sensación de haber recibido un martillazo en la cabeza" 1•
1 Salo Flohr: En recuerdo al gran Rubinstein revista Ajedrez 64, nº 12, pág. 235, 1 980, (tomado a su vez de Schach­
Echo, nº 23/24, 1 979).
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRAL
15
Partida 10: miniatura en un Torneo de Naciones
La siguiente partida tiene como protagonista involuntario al que posteriormente sería un campeón
británico : Robert Forbes Combe ( 1 9 1 2- 1 952), que en El Torneo de las Naciones de 1 933
(Folkestone) perdió en solo 4 jugadas.
Su vencedor fue el maestro letón Wolfgang Hazenfuss ( 1 900- 1 944), que disfrutó de todo el
día libre luego de tan solo cuatro jugadas.
Robert Forbes Combe - Wolfgang Hazenfuss
Folkestone 1933
l .d4 c5 2.c4 cxd4 3.� f'3 e5 4.�xe5??
4
Wfa5+
Las blancas abandonaron.
Pocos comentarios más se pueden hacer de esta partida.
•••
Partida 1 1: solo de peones
La víctima de la siguiente partida es el Gran Maestro Reuben Fine ( 1 9 1 4- 1 993), uno de los
ajedrecistas más fuertes del mundo durante las décadas de los años 30 y 40. Ganó, j unto con Paul
Keres, uno de los torneos míticos de la historia: A VRO 1 93 8 (Holanda), por delante de figuras de
la talla de Alekhine, Euwe, Capablanca, B otwinnik y Reshevsky . . . nada menos. Finalizada la
Segunda Guerra Mundial abandonó el ajedrez para dedicarse al estudio del psicoanálisis, ciencia
en la que se doctoró.
Escribió numerosos libros, tanto de ajedrez como de psicología.
La partida que veremos a continuación tiene una particularidad: las blancas ganaron mo­
viendo solamente sus peones.
La víctima fue el estadounidense Harry Borochow ( 1 898- 1 993).
Esta partida se jugó en la final del Campeonato de Estados Unidos de 1 932, y aunque Bo­
rochow era un aficionado fuerte, seguramente fue subestimado por un j oven Reuben Fine de 1 8
años que se mostró aj edrecísticamente muy provocador.
16
AJEDREZ INS Ó LITO
Harry Borochow
-
Reuben Fine
Pasadena 1932
l.e4 tllf6 2. es tilds 3.d4 tllc 6??
Las negras alientan el avance de los peones blancos confiando en poder contraatacarlos y des­
truirlos, pero no tendrán tiempo para llevar a cabo esta idea. Era mej or 3 . . . d6, atacando de inme­
diato el centro blanco.
4. c4 tllb 6 5.d5 tllx e5 6.c5 tllb c4 7.f4
Era más fuerte 7.'!W d4, obteniendo ventaja material sin ningún tipo de complicaciones. Así y
todo, Fine decide abandonar al considerar que no tiene nada a cambio de su caballo de menos.
Algunas fuentes hacen seguir el j uego unos movimientos más. Como 7 . . . e6 8 .'!W d4 °!W h4+ (era
mejor 8 . . . d6) 9. g3 °!W h6 1 0. tll c3 exd5 l 1 .fxe5 , etc.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRAL
17
Partida 12: un enroque reglamentario y decisivo
La partida siguiente se disputó en el Campeonato de Bélgica de 1 934 y tuvo como víctima a
Alberic O'Kelly ( 1 9 1 1 - 1 980), futuro Gran Maestro y Campeón M undial de ajedrez por corres­
pondencia ( 1 959- 1 962).
Otto Feuer - Alberic O'Kelly de G alway
Campeonato de Bélgica 1934
1 .e4 e5 2.c!LJf3 c\LJc6 3 .ib5 a6 4 .ia4 d6 5..ixc6+ bxc6 6.d4 f6? !
Sería mejor relajar l a tensión central por medio d e 6 . . . exd4, seguido d e lll f6 , .ie7 y 0-0.
7.c\LJc3 �b8 8.Yfd3 c\LJe7 9 .ie3
Y las blancas tienden una sutil trampa en la que O'Kelly penetra hasta el fondo.
9 �xb2?!
Aunque no es perdedora, inicia un plan que sí lo es.
1 0.dxe5 fxe5 1 1.c\LJxe5 dxe5??
Debía retirarse la torre: 1 1 . . . �b8 .
1 2.Yfxd8+ �xd8 13.0-0-0+!
•
•
•
•••
Las negras abandonaron. Curiosa forma de terminar la partida.
Aquí podríamos hacemos dos preguntas :
1) ¿Pueden las blancas enrocar? Naturalmente que sí. La pieza que pasa por la casilla atacada
de "b l " es la torre y no el rey.
2) ¿Se habría "olvidado" O ' Kelly de que su oponente podía reglamentariamente enrocar? No
lo sabemos, pero sea cual fuere la respuesta, no dej a de ser curioso el siguiente hecho: 40 años
después, en 1 974, el Gran Maestro belga actuó de árbitro principal en la final del torneo de Can­
didatos al Campeonato del Mundo de ajedrez, que tuvo l ugar en Moscú entre Anatoli Karpov y
Víctor Korchnoi . El ganador se enfrentaría al entonces Campeón del Mundo: el norteamericano
Bobby Fischer. Fue en la partida número 2 1 de ese encuentro, cuando un dubitativo Korchnoi se
acerca a la mesa arbitral y le pregunta a O ' Kelly si puede enrocar corto si su torre de "h l " está
atacada. O' Kelly le dice que sí, y Korchnoi enroca quedando con una importante ventaja
material . Karpov abandona solo dos j ugadas después de aquel enroque ganador.
18
AJEDREZ INS Ó LITO
Partida 13: una holandesa para el Doctor Euwe
En la siguiente partida veremos una derrota en tan solo 1 3 j ugadas, y llevando las piezas blancas
a todo un ex Campeón del M undo, años 1 935- 1 937 : el doctor Max Euxe ( 1 90 1 - 1 98 1 ). La partida
tuvo lugar en Hi lversum, Holanda, en 1 947, cuando el famoso profesor era uno de los j ugadores
más fuertes del mundo y serio candidato a reconquistar el título. Su vencedor fue el maestro
holandés Willem Jan M uhring ( 1 9 1 3- 1 999).
Max Euwe
-
Willem Jan
Hilversum 194 7
t .lll f3 f5 2.g3 lll f6 3.ig2 e6 4.0-0 ie7 5.b3 0-0 6.ib2 lll c 6 7.d3 d6 8.c4 We8 9.lll c3 id8
1 0.Wd2 Wh5 1 1 .e4 es
a
b
e
d
e
f
g
h
Ambos j ugadores tienen muy claros sus planes : las blancas actuarán en el centro, y las negras
tienen a todas sus piezas apuntando al flanco de rey del primer j ugador.
12.�ae l ? !
Era mejor 1 2.exf5 , manteniendo abierta la posición, puesto que luego d e la siguiente j ugada
de las negras, las blancas quedarán sin contraj uego y con las manos libres en su ataque.
12 . . . f4! 13.�hl ??
Es la j ugada perdedora. Lo correcto hubiera sido 1 3 . ll'l d5 . Con la j ugada de la partida las
blancas pierden pieza:
13 . . . ig4
y el primer jugador se rinde. No hay forma de defender el caballo de "f3 ", y si se retirara
seguiría 1 4 . . .f3 cazando el alfil. Si se defiende el caballo con la dama llevándola a "di " o "e2",
definiría ll'l d4.
Hay un gesto amable en la práctica aj edrecística, aunque bastante infrecuente, que se da cuan­
do un j ugador emplea una apertura que hace referencia a la nacionalidad de su oponente. Esto lo
hizo algunas veces el Gran Maestro David Bronstein, homenajeando de esta manera a un francés
o a un holandés planteándoles una Defensa Francesa u H olandesa. En la partida que acabamos de
ver, no se dio tal homenaje, porque, a pesar del título, ambos jugadores eran holandeses.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRA L
19
Partida 14: mate ahogado en 6
La siguiente partida ocurrió en 1 950 durante el memorial en honor al maestro polaco Dawid
Przepiorka ( 1 880- 1 940) asesinado por los nazis diez años antes, luego de que su país fuera inva­
dido por las tropas alemanas del Tercer Reich .
El vencedor de la partida, el maestro estonio Paul Keres ( 1 9 1 6- 1 975), no necesita mucha pre­
sentación, es uno de los ajedrecistas más fuertes de la historia. Tiene un palmarés tan impresio­
nante que fue llamado el "campeón sin corona" . Logró vencer a ocho de los nueve campeones
mundiales con los que se enfrentó (entre pasados, presentes y futuros).
Su rival de esta partida es el maestro polaco Edward Arlamowski ( 1 909- 1 979), que a pesar de
lo que nos pueda sugerir su j uego en este encuentro no era ningún pardillo, puesto que en su
carrera ajedrecística llegó a alcanzar una performance de 2.636 (Campeonato polaco de 1 954,
celebrado en Lodz, según Chessmetric).
Paul Keres - Edward Arlamowski
Przepiorka Memorial Szczawno Zdroj 19 50
l .e4 c 6 2.�c3 d S 3.�f3 dxe4 4.� xe4 � f6 5.fi'e2?!
8
4
1
a
e
e
f
g
h
Con su último movimiento, el primer j ugador defiende a su caballo atacado, pero también
proyecta una oculta trampa en la que han caído y siguen cayendo numerosos j ugadores aficio­
nados. El inconveniente de la última j ugada blanca habría que preguntárselo al alfil de "fl ".
5 . . . � bd7?? 6.� d6++
Podemos encontrar esta posición final en unas 40 partidas en las bases de datos, aunque el
orden de j ugadas visto no es el más habitual para plantear esta celada.
La forma más común es: 1 .e4 c6 2.d4 d5 3 . � c3 (o 3 .ll'i d2) 3 . . . dxe4 4. � xe4 ll'i d7. Las negras
quieren jugar 5 . . .ll'i gf6 y recapturar con caballo de "d7" para evitar el doblado de sus peones.
5 .fi' e2 . Las blancas "adivinan" las intenciones de su oponente, y muchos j ugadores de negras,
siguiendo con su plan, movieron: 6 . . . ll'i gf6??, encontrándose con 6.ll'i d6++.
Unas 37 partidas finalizaron así, habiendo sido su víctima más alta un j ugador de 2.285 de
ELO que perdió con otro al que le llevaba poco más de 250 puntos de ELO: 1 932.
Otro orden válido para plantear esta trampa es a través de la apertura de los dos caballos con­
tra la Caro Kann: 1 .e4 c6 2. ll'i c3 d5 3. � f3 dxe4 4. ll'i xe4 ll'i d7 5 .fi' e2, y con un poco de suerte . . .
20
AJEDREZ INS ÓLITO
Partida 15: una dama olvidada en la cumbre
Hablar de Tigran Vartánovich Petrosian {1 929- 1 984) y de David Iónovich Bronstein (I 9242006) es hablar de una parte importante de la historia de nuestro j uego . El primero fue Campeón
del Mundo ( 1 963-1969) y el segundo subcampeón del mundo ( 1 95 1 ).
Como dato curioso de esta partida, celebrada en el Torneo de Candidatos de Amsterdam,
1 956, debemos señalar que estos dos Grandes Maestros se enfrentaron muchísimas veces a lo lar­
go de sus carreras. Sin contar las tablas, el resultado particular favorece a Petrosian por 6 a 2.
Esta fue la primera victoria de Bronstein sobre el armenio. La segunda tuvo lugar en 1 978, 22
años después. Pero para Bronstein esta última fue en realidad el primer triunfo (y único) sobre
Petrosian, porque no consideraba que la victoria que vamos a ver y en la que estaba
estratégicamente perdido tuviera ningún valor para él.
Tigran Petrosian - David Bronstein
Torneo de Candidatos, Amsterdam/Leeuwarden 1956
Las blancas acaban de j ugar:
35.Wd6
Las piezas del primer j ugador dominan todo el tablero. Controlan el centro y el flanco dama,
mientras que los efectivos negros están descoordinados y con la sensación de que su posición se
colapsará en breve. A las negras solo les toca esperar el golpe mortal y lo único que pueden hacer
es mover su única pieza activa.
35 . . . �f5 36.�g5??
Y las negras capturan a la desafortunada dama blanca.
36 . . . �xd6
Dando por concluida la partida
Las blancas abandonaron.
La jugada correcta debía ser 36.W c7, y a 36 ... lll d4, 37.lll g 5, atando también al caballo negro
de "d4" a la defensa de la casilla "e6", con caída inminente de la posición negra.
GALERÍ A DEL HORROR MAGISTRAL
21
Partida 16: simultánea trágica para un ex niño prodigio
No es nada frecuente que un Gran Maestro pierda con un aficionado, y menos aún que reciba
jaque mate en nueve jugadas, aunque esto ocurra en una sesión de simultáneas . Pues esto fue lo
que le sucedió a uno de los grandes de todos los tiempos: el Gran Maestro norteamericano de
origen polaco Samuel Reshevsky, ( 1 9 1 1 - 1 992), un verdadero especialista en exhibiciones de
ajedrez de este tipo. Con solo ocho años comenzó su andadura en esta clase de espectáculos en­
frentándose a la vez a decenas de oponentes experimentados, a los que solía derrotar sin de­
masiados problemas. Con su familia emigró a los Estados Unidos en 1 920 y se contabilizan por
miles las partidas que jugó en simultáneas en este país. La primera causó sensación : fue en la fa­
mosa academia militar de West Point, enfrentándose con solo 9 años a 20 jugadores entre ofi­
ciales y cadetes. El pequeño Sammy ridiculizó a los militares norteamericanos, ganando 1 9 de las
20 partidas y empatando solo una de ellas.
Samuel Herman Reshevsky
-
Z
.
Margolits
Haifa (simultáneas) 19 58
1.d4 tElf6 2.c4 e6 3.tElc3 J.h4 4.e3 c5 5.tElge2 dS 6.J.d2 'IWaS 7.a3 tElc6 8.axb4?
Las blancas han subestimado sin duda a su adversario. Debía haber jugado 8 cxd5 .
8 tElxb4! !
•.•
Con s u última j ugada las negras amenazan dos cosas: l a primera tomar la torre de "al " con su
dama seguido de tll c2+ con gran ventaj a material, y la segunda, que Reshevsky no vio, fue el
mate ahogado que recibió tras :
9.�xa5 tEld3++
Curiosa forma de terminar la partida de uno de los jugadores más fuertes del mundo en esas
fechas y quizás el maestro con más simultáneas de ajedrez a sus espaldas de la historia. Empezó a
dar exhibiciones en Viena en 1 9 1 8, con seis añitos. Se calcula que con nueve años jugó unas
1 .500 partidas en exhibiciones en los Estados Unidos, de las que solo perdió ocho.
Su vida ajedrecística fue muy longeva, y como curiosidad podemos agregar que llegó a en­
frentarse nada menos que a once campeones mundiales (entre presentes, pasados y futuros en el
momento de jugar con ellos), desde Emanuel Lasker hasta Anatoly Karpov.
22
AJEDREZ INS Ó LITO
Partidas 17 y 18: Fischer y Bronstein, dos catástrofes mellizas
Las dos próximas partidas nos revelarán un hecho curioso: dos de los más fuertes Grandes
Maestros históricos, Robert James Fischer ( 1 943-2008) y David Bronstein ( l 924-2006), juegan
con blancas y pierden casi de la misma manera. No podemos hablar de partidas gemelas porque,
aunque comienzan y terminan de la misma manera, trasponen dos j ugadas. Si bien el vencedor de
Bronstein era un titulado internacional, el de Fischer era un j ugador de simultáneas ( ¡ )
Robert James Fischer - Robert Burger
San Francisco (simultáneas) 1964
1 .e4 e5 2.�t3 � c6 3.J.c4 �f6 4.�g5
Las blancas inician el clásico y famoso ataque Fegatello .
4 . . . d5 5.exd5 � d4
Lo más habitual es 5 . . . ltJ a5 6. ib5+ c6 7.dxc6 bxc6, y las negras consiguen compensación por
su peón.
6.c3 b5 7.J.fl � xd5 8.cxd4 Wxg5 9.J.xb5+ c;tid8 1 0.Yft3
Daría la impresión de que la posición de las negras está cogida con pinzas y que se aproxima
al desastre.
10 ... J.b7 1 1 .0-0 exd4 12.Yfxti??
Y la avaricia rompe el saco. No parece una j ugada mala, p uesto que a la vez que gana más
material amenaza dos mates distintos, pero es perdedora. Las blancas deberían consolidar su po­
sición con 1 2 d3, pero los retrocesos de las piezas contrarias son los más difíciles de ver.
1 2 . . . �f6 ! !
a
e
d
e
h
f
8
8
7
7
6
�6
5
5
4
3
2
1
2
d
1
e
g
El caballo vuelve a su casilla "natural" con 4 propósitos ganadores :
•
Defiende el mate blanco en "e8".
Defiende el mate blanco en "d7 " .
• Despej a la diagonal blanca propiciando a la vez jaque mate e n "g2".
Amenaza capturar la dama negra con id5 .
Y las blancas no tienen otra cosa mejor que abandonar la partida.
•
•
GALER Í A DEL HORROR M AGISTRAL
23
David Bronstein - Levente Lengyel
Sarajevo 1971
1 .e4 e5 2.c!lif3 c!lic6 3 ..ic4 c!lif6 4.c!lig5 d 5 5.exd5 c!lid4 6.c3 b 5 7 ..ifl c!lixd5 8.cxd4 Wfxg5
9..ixb5+ i>d8 1 0.0-0 exd4 l l .Wff3 .ib7
Ambas partidas iguales, excepto en la transposición de las jugadas 1 0 y 1 1 .
12.Wfxf7 c!lif6! !
Las blancas abandonaron .
Partida 19: un sueco por el foro
El protagonista de la siguiente miniatura es un maestro internacional poco conocido, el sueco
Manne Joffe ( 1 928- ) que se ganó el derecho a integrar esta galería del horror por perder en solo
cinco jugadas contra el aún menos conocido aj edrecista Lusgin (en todas las fuentes aparece solo
su apellido), en un torneo disputado en Minsk en 1 968. Podría haber perdido con cualquiera,
puesto que la trampa en la que cayó es muy evidente, e incluso aunque su rival no la conociera,
no sería muy difícil que la encontrase sobre el tablero.
Lusgin - Joffe, Manne
Minsk 1968
1 .e4 d6 2.c!lif3 g6 3 ..ic4 c!lid7??
1
a
b
e
d
e
f
g
h
4 .ixf7+! i>xf7 5.c!lig5+
Y el maestro abandona. Su rey tiene tres casillas a su disposición, y en dos de ellas pierde la
dama: 5 ... i> g7 6. c!li e6+, ganando. Y lo mismo ocurriría tras 5 . . . i> e8 6. c!li e6.
Y si el rey se aventurara a 5 . . . i> f6, recibiría j aque mate en dos jugadas tras 6. Wf f3+. Por
ejemplo: si capturara el caballo, 6 . . . i> xg5, luego de 7 .d3+ (o 7.d4 +) 7 . . . i> h4, sigue 8.Wfh3++. Si
6 . . . @ g7, 7 . c!li e6+ i> h6 8.Wfh3++, y por último, tras 6 . . . i> e5 , sigue 7. Wfc3+ i> f4 8 .Wfg3++
Algunos j ugadores han abandonado incluso antes, luego de 4 .ixf7+!, como ocurrió en la
partida Ibragimov (2590) - Zhelnin (2490) en Moscú, 1 998.
.
.
24
AJEDREZ INS ÓLITO
Partida 20: un ex Campeón del Mundo miniatuarizado
En la siguiente partida vemos a todo un ex Campeón del Mundo ( 1 969- 1 972) : el francés de
origen ruso Boris Spassky ( 1 937- ), que podía haber abandonado en el movimiento 1 O contra un
jugador austríaco al que le l levaba nada menos que 350 puntos de ELO.
Harald Lieb - Boris Spassky
Munich 1979
1 .e4 e5 2.�c3
Las blancas plantean la apertura v ienesa.
2 ... � f6 3.i.c4 i.c5 4.d3 � c6 5.f4 d6 6.� a4
Lieb procura sacar de la teoría a su famoso rival, aunque eso implique quedar inferior.
6 ...i.xgl 7.�xgl � g4 8.g3 exf4 9.i.xf4 �xh2??
8
1
a
b
e
d
e
f
g
1
Un grave error del ex Campeón del Mundo difícil de explicar. Podríamos especular con que
pensó que estaba enrocado, porque luego de la siguiente (y muy evidente) jugada blanca su po­
sición es de abandono:
1 0.Whs
Amenazando mate en "f7" y el caballo de "h2" . Aquí S passky pudo haberse resignado sin
ningún cargo de conciencia por su parte, pero continuó hasta la jugada 24.
10 ...Wf6 1 1 .Wxh2 � d4 1 2.�fl i.g4 13.�c3 c6 1 4.©d2 0-0 15.Wh4 Wxh4 16.gxh4 gad8 17.fü'l
b5 1 8.i.b3 a5 1 9.©e3 c5 20.ggl h5 21.i.dS © h7 22.�d l b4 23.c3 �b5 24.©d2
Las negras abandonaron.
Desconocemos los motivos que l levaron a Spassky a continuar una partida perdida desde la
jugada 1 O hasta su abandono en la 24. Perder no es fáci l para nadie, y menos si se trata de un ex
Campeón del Mundo y tu rival es un desconocido jugador al que le l levas cientos de puntos de
ELO de ventaja.
GALERÍ A DEL HORROR MAGISTRAL
25
Partida 2 1: una apertura tocada del ala
La siguiente partida tiene como protagonista a un maestro internacional , el estadounidense de
origen iraní Kamram Shirazi ( 1 952- ), que tenía un ELO de 2.465 puntos cuando se jugó la si­
guiente partida en 1 984 (se podría equiparar hoy en día con un rating un poco superior a los
2.600) en un Campeonato de los Estados Unidos.
Como curiosidad, podemos comentar que Shirazi aparece en la película En busca de Bobby
Fischer interpretándose a sí mismo y que aunque lo presenten en dicho film como Gran Maestro,
nunca alcanzó este título. Su rival es otro M I norteamericano: John Peters ( 1 95 1 - )
.
Kamran G . Shirazi - Jobo Peters
Berkeley 1 984
1.e4 c5 2.b4
Las blancas plantean e l agresivo Gambito d e ala. A cambio del peón lateral, espera un rápido
desarrollo y un fuerte centro.
2 . . . cxb4 3.a3 d5 4.exd5 Wxd5 5.axb4??
Error garrafal en una situación muy conocida por los practicantes de este gambito.
5 . . . Wes+
Con ataque doble al rey y a la torre de "a l " .
Las blancas abandonaron.
Resulta increíble que un jugador de la fuerza de Shirazi tuviera un descuido tan grave que le
llevara a perder una torre por un simple j aque en la j ugada quinta. Sin embargo, el conocer
ciertos detalles de esta competición nos permite llegar a "comprender" las razones psicológicas
de tal error garrafal .
L a partida s e jugó e n la ronda 1 5 d e una final del Campeonato d e l o s Estados Unidos e n l a
que el pobre Shirazi finalizó último, con solo medio punto e n 1 7 juegos : + O, 1 6, l . Cuando se
disputó esta partida, este jugador debía estar muy desmoralizado, con su mente más pendiente de
que finalizara cuanto antes su horroroso torneo que de sus movimientos en estas últimas partidas.
Este mismo error del jugador estadounidense se encuentra en al menos 1 1 partidas de las bases
de datos, aunque en dos de ellas, jugadores de 1 85 7 y de 1 8 1 3 de ELO no vieron el jaque gana­
dor y jugaron respectivamente 5 . . . e5?? y 5 . . . e6??
-
26
AJEDREZ INS Ó LITO
=
Partida 22: No se fíe de los libros, señor Anand
En la siguiente minipartida nos encontramos en la parte perdedora a uno de los ajedrecistas más
fuertes de las últimas décadas y futuro Campeón del Mundo, el GM indio Viswanathan Anand
( 1 969- ).
Ocurrió en el Festival de B iel (Suiza) de 1 988. El maestro asiático se enfrentaba con negras al
Gran Maestro colombiano Alonso Zapata ( 1 958- ), y se decidió a seguir una línea de la Petroff
que había ensayado poco tiempo atrás el Gran Maestro estadounidense Larry Christiansen contra
su homólogo inglés Antony Miles en un torneo de San Francisco (tablas en 20 jugadas) y que
había sido publicada en el Informador Ajedrecístico 44.
Alonso Zapata - Viswanathan Anand
Festival de Biel, julio de 1988
1.e4 eS 2.tlit3 tlif6 3.tlixeS d6 4.tlit3 tlixe4 5.tlic3
Aquí viene la novedad de Christiansen que sigue ingenuamente Anand
5 . . i.fS ??
.
6.�e2
Las negras abandonan.
Las blancas amenazan ganar pieza con 7.d3 . La única forma de defender el caballo es por
medio de 7 . . . � e7, pero luego de 8 . lli d5 la dama se ve obligada a abandonar la columna de rey
con pérdidas decisivas, ya que si 8 . . . �e6, 9. lli xc7+.
Podemos suponer que Anand siguió sin mayores análisis Ja partida Miles - Christiansen con
la idea de igualar rápidamente y repartirse con su rival el punto. Lo curioso es que ninguno de es­
tos dos Grandes Maestros se percatara de la existencia de un movimiento ganador en la jugada
sexta.
La única explicación posible sería que hubieran acordado tablas con anterioridad al inicio de
la partida y que se limitaran a cumplir 20 jugadas antes de firmar el empate. En la citada partida
Miles jugó 6. lli xe4?? y el juego terminó igualándose.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRAL
27
Partida 23: vuelta a casa mortal
Poco se puede decir del Gran Maestro ruso Anatoly Eugenievich Karpov ( 1 956- ) uno de los
más grandes j ugadores de todos los tiempos. Campeón del Mundo de 1 975 a 1 985 y luego de
1 993 a 1 999. En su brillante carrera finalizó primero en más de 1 60 torneos. Pero todos los
ajedrecistas, incluidos los genios como Karpov, pueden tener días malos y verse obligados a
abandonar en solo 1 O jugadas . Esto le ocurrió a Anatoly en el torneo de Wij k aan Zee de 1 993 en
su partida contra el Gran Maestro norteamericano Larry M . Chistiansen ( 1 956- )
,
Larry Mark Christiansen - Anatoly Karpov
Wijk aan Zee 1993
l .d4 tll f6 2.c4 e6 3.tll f3 b6
Karpov plantea una de sus defensas favoritas : la India de Dama.
4.a3.
Jugada popularizada por el Gran Maestro Tigran Petrosian. La idea de esta modesta jugada es
luchar indirectamente por el centro. La casilla "e4" es importante y con su última jugada las blan­
cas impiden al alfil negro situarse en "b4".
4 . . . ia6 5.Wfc2 ib7 6.tll c3 c5 7. e4 cxd4 8.tll xd4 tll c6 9.tll xc6 ixc6 1 0.if4! tll h5
Las negras dificultan el enroque largo del primer j ugador, que dejaría a éste con una muy
cómoda partida.
1 1.ie3 id6??
Probablemente siguiendo el plan iniciado con la buena j ugada anterior. La idea es luchar por
la casilla "f4" o, en todo caso, provocar el debilitamiento de las blancas a través de 1 2.g3 , pero la
siguiente jugada fue un verdadero mazazo para Karpov .
12.Wfdl !
b
a
e
e
d
8
g
f
%í
h
8
Km -·�
7
-·-·-· 7
6
� �6
m.tm•m
5
� - - -� 5
4
-�-�- � 4
3
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2
D - D � WJ 2
1
mii'mii.m: 1
�
�
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y
�
�
a
b
�
e
d
e
f
g
h
Y con dos piezas atacadas y ninguna compensación a la vista, Karpov abandona la partida.
Es esta la derrota más corta de Anatoly Karpov. Solo sufrió otros dos reveses en pocas j u­
gadas, aunque una fuera en una partida de blitz contra Lev Aronian en 2009 en el Campeonato
Mundial de partidas rápidas ( 1 5 j ugadas), y la otra a la ciega en el Melody Amber de 1 998, en la
que se deja la dama en una contra el Gran Maestro Mattew Sadler (0- 1 en 1 3).
28
AJEDREZ INS Ó LITO
Partida 24: mate en una, maestro Vaganian
Es realmente insólito que un Gran Maestro de la fuerza de Rafael Vaganian (Yerevan, Armenia,
1 95 1 - ), con un Elo de 2640 cuando se disputó esta partida) no fuera capaz de ver un mate en una
jugada. Más aún increíble luego de que otro fortísimo Gran Maestro como Anand se "dejara"
comer una pieza. Pero ocurrió, y fue en el Memorial de Mijail Tal que tuvo lugar en Riga en
1 995 . "
Viswanathan Anand
-
Rafael Vaganian
Memorial Tal, Riga 199 5
a
b
e
d
e
f
g
h
8
8
4
3
a
b
e
d
e
f
1
g
Luego de 20. Wi' f3, la ventaj a blanca es evidente, pero no decisiva. Las negras tuvieron que
haber hecho 20 . . . � f8 y esperar las acciones del primer j ugador. Sin embargo, cometieron un
error importante que, como suele ocurrir, fue el preámbulo de otro aún mayor:
20 ... f5?
Permitir que el caballo se instale en "e5 " es casi dar la partida por perdida.
21.�e5
Ahora viene el terrible error que permite el jaque mate en una jugada.
2 1 . . . fxe4?? 22.Wi'xf7++
¿Y la partida más corta entre maestros?
Podría parecer que la partida más corta j ugada entre maestros haya sido la de Combe - Ha­
zenfuss que ya hemos visto y en la que las blancas perdieron en tan solo 4 jugadas. Sin embargo,
ha habido partidas más breves aún. Se han registrado varias como la que veremos a continuación
en las que el primer j ugador ¡ ha abandonado en la j ugada 3 !
Durante mucho tiempo s e consideró que l a partida más corta había sido la Gibaud - Lazard,
París, 1 924 : l .d4 /.L\ f6 2. /.L\ d2 e5 3.dxe5 /.L\ g4 4.h3?? /.L\ e3 ! ! , y las blancas deben abandonar, pues­
to que su dama está atacada y la única forma de evitarlo es recibiendo j aque mate: 5.fxe3 Wi' h4+
6.g3 Wi'xg3++. Cito la partida por la gran definición, pero es más que probable que sea apócrifa,
según indican varias evidencias. Gibaud insistió siempre en que j amás se produjo tal partida.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRA L
29
Partida 25: una miniminiatura
Z. Djordjevic
-
B. Kovacevic
Bela Crkva 1984
1 .d4 lll f6 2.J.g5 c6 3.e3??
a
b
e
d
e
f
g
h
3 %Ya5+
Las blancas abandonaron.
.•.
Aunque parezca increíble, en las bases de datos encontramos varias partidas en las que las
blancas pierden una pieza en la j ugada tres. Incluso todo un Gran Maestro ha incurrido en este
ominoso error: el griego Spyridon Skembris ( 1 958- ) en 2004, aunque hay que aclarar que fue en
una partida de torneo por internet y que el titulado logró salvar medio punto por medio de un
jaque continuo en la j ugada 3 8 .
Efectivamente, no solo muchos jugadores d e blancas no abandonaron cuando s e vieron con
pieza de menos, sino que consiguieron en un par de ocasiones empatar la partida y en otra in­
cluso ganarla.
Un error similar, castigado también por un jaque doble de las blancas, pero si cabe más difícil
de justificar, es el que se produce en la j ugada cuarta de las negras tras la siguiente celada
p lanteada por el primer j ugador: l .e4 c5 2. ltl f3 d6 3 .c3 ltl f6 4.J.e2 lli xe4??, porque después de
5 .%Y a4+, las negras se quedan con un caballo de menos tras 6. %Yxe4.
Pues en este error han caído al menos 1 59 ajedrecistas (incluido un rival de Kasparov en una
simultánea en Praga, 2008) según las bases de datos; la víctima más fuerte que se comió el peón
envenenado fue un j ugador de 2.358 de Elo. Y decíamos que es más difícil de justificar porque
aquí las blancas se dejan un peón y las negras deberían preguntarse si se lo pueden comer o no.
Averiguar si fue por un error de su rival o si se trata verdaderamente de una trampa. Aunque
parezca increíble, 23 j ugadores con negras no solo no abandonaron sino que incluso llegaron a
ganar sus partidas, y 1 2 de los que perdieron su caballo consiguieron salvar medio punto. Los
últimos datos dan la razón a uno de los ingeniosos dichos de Tartakower cuando afirmaba que
"Nadie ha ganado una partida luego de haberla abandonado " .
30
AJEDREZ INS Ó LITO
Partida 26: una hecatombe postal
Parecería imposible que se produjeran derrotas cortas en partidas de aj edrez postal, ya que se
supone que los j ugadores disponen de un cuantioso tiempo antes de realizar sus j ugadas. Sin
embargo, hay un ejemplo de todo un Campeón Británico de la modalidad, Baruch Harold Wood
( 1 909- 1 989) que en un torneo postal se vio obligado a abandonar en la jugada tres llevando las
piezas negras.
N.N. - B.H. Wood
1.e4 b6
Es habitual en el ajedrez por correspondencia adelantar jugadas cuando se considera que la
siguiente j ugada del rival es forzada o irrelevante. Se hace esto para ganar tiempo y ahorrar di­
nero (tiempos anteriores al correo electrónico).
Por lo tanto, Wood pensaba continuar con 2 . . . ib7 a cualquier segunda jugada de las blancas,
especulando, con j usta razón, que su contrario haría alguna jugada "lógica" del tipo 2.d4 2 . ltJ f3 ,
etc. y así s e lo comunica a s u rival . Este vio u n hueco importante e n l a propuesta de las negras y
comunica a su rival sus dos j ugadas :
2.ia6! !
Los signos de admiración s e deben a que l a siguiente jugada de las negras es obligada, dado
que la adelantó por correo .
2 ...ib7??
Jugada anunciada por Wood.
3.ixb7
Las negras abandonan.
a
b
e
d
e
f
h
8
7
6
4
1
Las negras se quedarán con torre limpia de menos luego de 3 . . . ltJ c6 4. ixa8
Lamentablemente, el ajedrez postal (o a la distancia, ya que ahora el cartero ha sido sustituido
por el correo electrónico) ya no es lo que era, principalmente por la acción de los programas de
ajedrez. Aunque, todo sea dicho, un error como el de Wood sería incapaz de evitarse incluso ayu­
dados por el mejor ingenio digital de ajedrez del mundo. El factor humano es decisivo.
GALER Í A DEL HORROR MAGISTRA L
31
Partida 27: un olímpico j aque mate ¡ en tres j ugadas !
Pero la partida más sorprendente j ugada en una competición importante fue la que tuvo lugar en
la reciente Olimpíada de Tromso, Noruega, 20 1 4. En solo tres jugadas finaliza la partida, y por
jaque mate.
Las protagonistas de dicha miniminiatura fueron las j ugadoras Rhoda Masiyavi de Togo y
Akua Kosife Esse, de Zimbaue.
En la literatura ajedrecística un jaque mate como el que se produjo en estas olimpiadas se
conoce como el Jaque Mate del Loco, y es utilizado para enseñar a los principiantes los peligros
de debilitar la posición cercana al rey en los comienzos de la partida.
Si bien ninguna de estas dos j ugadoras es maestra, una partida tan insólita merecía ser in­
cluida en esta galería de los horrores.
Rhoda Masiyazi (Togo) - Akua Kosife Esse (Zimbaue)
4 1 Olimpiada de Ajedrez (Femenino), Tromso 20 14
1 .e4 gS?? 2. d4 f6?? 3.WhS++
32
AJEDREZ INS ÓLITO
2. Ab andonos insólitos
Nadie ha ganado una partida después de abandonarla
Tartakower
El ajedrez, quién lo duda, es una actividad competitiva muy especial. La forma de resolverse las
partidas no tiene comparación con ningún otro deporte conocido. Y no me refiero solo a la posi­
bilidad que tienen los ajedrecistas de acordar tablas en las primeras jugadas de una partida (a me­
nos que las bases del torneo indiquen otra cosa), sino a que uno de los jugadores pueda abando­
nar mucho antes, decenas de j ugadas incluso, de que su rey reciba jaque mate, que es, obviamen­
te, el objetivo último del j uego. A partir de determinado nivel técnico, el abandono no ofrece du­
das, porque se supone que el rival tiene los conocimientos ajedrecísticos suficientes como para
hacer valer la ventaja adquirida. Aunque a veces esta suposición puede ser incorrecta porque quién
podría dudar de que un Gran Maestro no sepa dar, por ejemplo, jaque mate de alfil y caballo con­
tra un rey solitario . Y, sin embargo, hay varios casos documentados de este tipo en partidas lentas
en las que algunos de estos titulados no han sido capaces de ganar dentro del límite de las j ugadas
reglamentarias, como por ejemplo le ocurrió al Gran Maestro Vladimir Epishin contra otro Gran
Maestro: Robert Kempinski y que fue tablas en 1 79 j ugadas, Bundesliga, 200 1 (Alemania).
Pero el tema de este artículo es otro. En estas páginas veremos distintos tipos de rendiciones
en las que el ajedrecista que abandonó habría obtenido la victoria, unas tablas o la posibilidad de
seguir j ugando con cierta ventaja si en lugar de resignarse hubiera continuado con los movi­
mientos correctos. Algunas capitulaciones que veremos tienen incluso carácter surrealista, más
propio de una película de Groucho Marx que de una competición ajedrecística.
Comenzaremos con un ejemplo clásico. Ocurrió en el torneo de Montecarlo de 1 902. Se
enfrentaba el maestro Ignatz Von Popiel ( 1 863- 1 94 1 ), con blancas, al simpático maestro vienés
Georg Marco ( 1 863 - 1 923) que llevaba las piezas negras. Llegaron a la siguiente posición :
a
b
e
d
e
f
g
h
a
b
e
d
e
f
g
h
8
- - 7 � .t.. m .1. m m 7
6 ·- - � 6
5 � ·- -�- 5
4 - -�- � 4
3 � --- -� 3
2 �- -� 2
1 � .i. m : m m <t> 1
8
ABANDONOS INS Ó LITOS
33
Las blancas han j ugado 36.i"l:d 1 , con ganancia inminente de material . Tres piezas blancas
atacan el alfil de "d4", que solo es defendido por la dama y la torre negra. En caso de retirarse el
alfil caerá la torre de "d7".
Marco consideró que iba siendo hora de abandonar, y así se lo hizo saber a su rival .
Sin embargo, ¡ su posición es claramente ganadora! Solo debía j ugar 36 .igl ! !
...
Con doble intención : amenazar mate en "h2" y atacar a l a dama blanca con s u torre de "d7".
Dos ataques imposibles de conj urar.
Alguien dijo una vez que el abandono de Marco en esta partida hizo reír a generaciones de
ajedrecistas. No es para menos.
Los abandonos prematuros ocurren en todos los niveles. Incluso un Gran Maestro tan fuerte
como Salo Flohr ( 1 908- 1 983) fue víctima de ello. Ocurrió en la segunda partida del match que lo
enfrentaba al jugador helvético Henry Grob ( 1 904- 1 974) en Arosa, Suiza, en 1 93 3 . La última
jugada de Grob fue 25 . . . %lfb5, con la amenaza 26 . . . Wffl ++, que parecía decisiva (26. '!We l y
26. '!Wb l evitarían el mate, pero dej arían indefenso el alfil de "d5"), por lo que Flohr decidió dar
por perdido el punto (??).
8
a
34
AJ EDREZ INS Ó LITO
b
e
d
e
f
g
1
Lo que no vio el maestro checo es que si simp lemente jugaba 26. \t> h 1 , el ataque blanco
26 . Wi'fl + podía ser neutralizado con el retroceso del alfil : 27. i.g l . La partida hubiera conti­
nuado y Flohr hubiese quedado con ventaja material . De todas maneras, el match se definió a
favor del maestro checo por un cómodo 4,5 a 1 ,5 .
La siguiente posición s e produjo en el Interzonal de Amsterdam ( 1 964), en l a partida que tuvo
por protagonistas a dos Grandes Maestros: el alemán Klaus Darga ( 1 934- ) y el húngaro Levente
Lengyel ( 1 933- )
. .
a
b
e
d
e
f
g
h
8
4
1
En esta posición, las negras jugaron 41.. J'� 6xe2+, seguro de su victoria, y las blancas
abandonaron pensando que quedaban con pieza de menos. En efecto, ambos jugadores "vieron"
que luego de 42.:!:!xe2 i.xh4+, el rey blanco debía retirarse a la casilla "g2" perdiendo material,
puesto que no podía ir a "e3 " porque sería atacado por la torre de "e6", sin embargo, ¡ ninguno se
percató de que esta pieza ya no se encontraría en el tablero !
Si constatamos que los abandonos prematuros ocurren en partidas lentas entre Grandes
Maestros, podemos imaginarnos lo que sucede en competiciones de ritmo más rápido o en exhi­
biciones de simultáneas. En efecto, ha ocurrido que incluso grandes tácticos no han visto la con­
tinuación ganadora y se han resignado ante sus aficionados rivales. Por ejemplo en la partida en­
tre Carlos Torre y Frank Parker, Nueva York (simultáneas 1 924), se llegó a la siguiente posición :
a
8
b
e
d
-·,
4
1
ABAN DONOS INS ÓLITOS
35
El segundo jugador movió su torre de "f5 " a 29 �cS. Carlos Torre consideró que sería de­
cisivo el jaque de la torre en "c l " y decidió dar por finalizada la partida. Sin embargo, el gran
jugador mexicano tenía una jugada que le hubiera dado el punto en juego de forma inmediata:
30.�d6 ! ! Un elegante movimiento que interpone su torre entre la torre de "d8" y el peón de "d2".
En todas las variantes los peones blancos de "f6" y "g7 " definen la partida a favor del primer
jugador. Pero a veces la suerte está del lado del maestro. Veamos lo que ocurrió en la siguiente
partida entre Car! Ahues contra un aficionado en Berlín, simultáneas, en 1 920:
...
a
b
e
d
e
f
g
h
El maestro Car! Ahues ( 1 886- 1 968) había sacrificado material para llegar a esta posición . El
desenlace parece claro . Amenaza mate en "g7 " , y si 1 . . .gxf6, 2. �g3+ W h8 3 . ixf6++. Tampoco
sirve l . . . Wfe l + 2. W h2 Wfxc3 3 . Wfxc3 . Sin embargo, el aficionado pudo haberse ganado la partida
si hubiese encontrado l . . . Wi'g4 ! ! (no tan obvia). Un movimiento que cumple múltiples funciones :
1 ) Defiende la casilla "g7" del mate.
2) Amenaza asimismo con dar mate a su rival en "g2".
3) Si es capturada la dama por el peón de "h3 , éste cerrará la columna "g" a la torre blanca por
lo que ahora las negras podrá capturar tranquilamente a la osada dama enemiga.
El que sigue es uno de los abandonos más originales registrados en la literatura aj edrecística.
La partida fue j ugada en Australia en 1 983 entre A. Sterzn y R. Lundquist.
36
AJEDREZ INS Ó LITO
Es el tumo de las negras que ofrecen dejar la partida en tablas. Las blancas exigen que hagan
primero su j ugada, como manda el reglamento. El j ugador de negras vuelve a analizar la posición
y encuentra 1. .. '1Wxb2+! ! El conductor de las blancas, viendo que luego de su respuesta obligada,
2. ii xb2, seguiría 2 . . . l:! b3+, con jaque mate tras 3 . ci> a2 (o 3 . ii a l ) l:! a8+ 4 . .ia6 l:! xa6++ decide
abandonar la partida (??) .
Reglamentariamente, las blancas tenían aún la posibi lidad de aceptar las tablas propuestas. Su
insólito abandono pudo deberse a que el j ugador que movía las blancas quedó tan conmocionado
con el sacrificio de dama que se olvidó de que la oferta de tablas seguía aún vigente.
La si guiente historia nos recuerda un duelo de aquellos del lejano oeste americano donde se
encuentran dos pistoleros y compiten para ver quién desenfunda primero su arma. Pero, en este
caso, el más veloz fue el perdedor.
Cuenta Ludek Pachman ( 1 924-2003) en Ajedrez y comunismo que durante la Olimpiada de
Leipzig, en 1 960 (República Democrática Alemana en aquel tiempo), tenía que reanudar una
partida suspendida ante el maestro sueco Erik Lundin ( 1 904- 1 988).
a
b
e
d
e
h
g
f
- - - �8
7
� - - -· 7
6
.t. - - - � 6
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- - - l\ 5
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l\ O - - � 2
1
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�
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�
1
a
�
e
d
e
f
g
h
Lundin llevaba las piezas negras y había dej ado su jugada sellada. Cualquier movimiento que
consolidara su posición (tipo 4 1 . . . '1Wd5 o 4 1 . . . '1Wa4) con intenciones de hacer luego uso de sus
peligrosos peones pasados definiría fácilmente la partida a favor del jugado sueco. Pachman
había analizado profundamente la posición y llegó a la conclusión de que era digna de abandono.
Por lo tanto, se dirige a la sesión de partidas suspendidas con la intención de comunicar su
decisión de abandonar la partida. Cuando ve a Lundin se le acerca para felicitarlo por su victoria.
Pero antes de llegar a darle su mano, ¡ el sueco le adelanta la suya reconociendo su propia derrota!
Luego se vio que la j ugada sellada 42 . . . f3??, había sido tan mala que el mate de Pachman
estaba ahí, a la vista, luego de 43 . � c8 seguido de 44. � h8++
Valga aclarar que Pachman en su libro no ofrece diagramas ni notaciones ajedrecísticas, por
lo que hubo que recurrir a una base de datos para apreciar mejor la anécdota.
A lo largo de este capítulo hemos visto situaciones realmente increíbles en las que varios
j ugadores (y algunos de ellos muy fuertes) han desperdiciado puntos enteros. Sin embargo,
aunque cueste creerlo, estas capitulaciones prematuras no son tan insólitas como nos pueda
parecer, y son muchos los ejemplos que han quedado en el tintero por falta de espacio. Pero, así
y todo, la próxima partida es una gema única, digna de una película de los hermanos Marx : una
situación en la que ambos rivales ¡ dan la partida por perdida a la vez!
La recoge Christian Hesse en su Expediciones al mundo del ajedrez.
ABANDONOS INS Ó LITOS
37
Nos trasladamos a Viena, año 1 923 . Dos j ugadores llegan a la siguiente posición :
Las negras j uegan 1 . . .g5 + y . . ¡ los dos j ugadores abandonan al mismo tiempo ! Las blancas
porque pensaron que recibían jaque mate, y las negras porque se dieron cuenta de que las blancas
podrían darles jaque mate si comían el peón de "g5 " al paso.
No sé qué programa informático uti lizarían los árbitros en 1 923, pero dudo que se les
permitiera asignarle un cero a cada j ugador.
.
38
AJEDREZ INS Ó LITO
3. Compitiendo con los grandes
Contrasta tus dotes analíticas con las de Grandes Maestros y glorias
del ajedrez
Es habitual en los libros y revistas de aj edrez la presentación de numerosos ej ercicios en los que
debes resolver posiciones de partidas, en su gran mayoría con respuestas tácticas, en las que han
intervenido ajedrecistas de muy diversas fuerzas. Sabemos cómo han actuado esos j ugadores, pero
solemos ignorar cuánto tiempo han invertido. También pudiera ocurrir que al tratarse normalmente
de partidas reales, hay ya más de una solución correcta.
En este capítulo te ofreceremos algo poco común : una serie de problemas, estudios o ej ercicios
especiales que tienen una solución única y que sabemos el tiempo que han tardado distintos
Grandes Maestros y figuras históricas del ajedrez en resolverlos.
En cada uno de estos desafíos te presentaremos a los ajedrecistas con los que te enfrentarás, una
pequeña historia relacionada con el reto, el enunciado de la propuesta y el tiempo de que
dispondrás para resolverlo. En el apartado de las soluciones sabrás si tus eventuales rivales han
resuelto o no los desafíos y cuánto tiempo emplearon en ello. ¿Preparado? ¡ Suerte !
COMPITIEN DO CON LOS GRANDES
39
Primer desafío : Paul Morphy y Alexander Alekhine1
a
b
e
d
e
f
g
h
Juegan las blancas y dan j aque mate en 3 jugadas
Antecedentes : este problema le fue presentado a Alexander Alekhine durante el torneo de Gijón
(España) en el año 1 945 .
Se conocía el tiempo que había necesitado Paul Morphy para resolverlo. La diferencia entre
estos dos genios fue enorme.
Dispondrás de una hora.
1 Respeto el nombre dado por Pablo Morán en su libro Agonía de un genio (Alekhine) al autor de este problema, aunque
una autoridad como Edward Winter opina que el nombre del compositor pudo haber sido Dietrich Wassman (1817-1880)
40
AJEDREZ INS Ó LITO
Segu ndo desafío : Wilhelm Steinitz
Sam Loyd, New York Evening Telegram, 1 8 8 5
a
b
e
d
e
f
g
h
a
b
e
d
e
f
g
h
Juegan las blancas y dan mate en 3 j ugadas
Antecedentes: corría el año 1 885 cuando Sam Loyd desafió, apuesta de por medio, a Wilhelm
Steinitz a un reto muy particular. Loyd iba a componer, improvisando, un problema de ajedrez y
Steinitz debía resolverlo en menos tiempo del empleado por el americano en crearlo.
Steinitz aceptó.
Se reunieron y a la hora acordada Loyd se dedicó, cronómetro en marcha, a componer su
problema.
Le llevó 1 0 minutos terminarlo. Posteriormente, declararía que no era muy dificil de resolver,
pero que era optimista con respecto al resultado, porque había que analizar una docena de varian­
tes que podían hacerle retrasar a Steinitz su solución .
El Gran Maestro checo dispondría por lo tanto de menos de 1 O minutos si quería alzarse con la
victoria.
¿Lo conseguiría? 2
Dispondrás del mismo tiempo que Steinitz: 1 O minutos.
2 Alain C. White: Sam loyd and his chess problems, págs. 86 y 87, Dover Publication, 1962, New York.
COMPITIENDO CON LOS GRANDES
41
Tercer desafío : Otra vez Steinitz
Will
H.
Lyon 1 8 86
Antecedentes: de nuevo Wilhelm Steinitz. El problema le fue propuesto al gran jugador checo,
que mientras intentaba solucionarlo preguntó repetidas veces si era correcto su enunciado. Tu
tiempo: en esta ocasión 20 minutos.
42
AJEDREZ INS ÓLITO
Cuarto desafío : José Raúl Capablanca
R.
H.
Reilly 2º Premio Good Companion, Febrero 1 9 1 5
Juegan las blancas y dan jaque mate en 2 jugadas
Antecedentes: a Capablanca le presentaron una docena de problemas de mate en dos movimien­
tos.
Casi todos los resolvió en menos de 1 5 segundos, pero éste resultó ser especial para el Gran
Maestro cubano.
Tu tiempo: 1 5 minutos.
COM P!TlENDO CON LOS GRANDES
43
Quinto desafío: Ludek Pachman y un ingenio electrónico
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Juegan las blancas y dan jaque mate en tres jugadas
Antecedentes: el problema lo publica Ludek Pachman 3 como ejemplo de la superioridad huma­
na sobre los autómatas electrónicos de su época (¡ Qué tiempos aquellos ! Reflexionará nostálgico
algún lector).
Tu tiempo para resolverlo: 1 2 minutos.
3 Ludek Pachman, Estrategia moderna en ajedrez, pág. 286, Ed. Martinez Roca, Colección Escaques, Barcelona, 1 972
44
AJEDREZ INS ÓLITO
Sexto desafío : Robert James Fischer
P. Benko, 1 968
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Juegan las blancas y dan jaque mate en 3 jugadas
Antecedentes: el problema fue compuesto por el Gran Maestro Paul Benko en 1 968. Al
enseñárselo a Bobby Fischer, éste le apostó que podría resolverlo en menos de media hora. Benko
aceptó y Fischer empezó a analizar.
Tu tiempo: 30 minutos, los mismos que Bobby.
COMPITIENDO CON LOS GRANDES
45
Séptimo desafío : Bobby Fischer de nuevo
Posición propuesta por el GM Eduard Gufeld4 a Bobby Fischer
Juegan las blancas y dan j aque mate en 4 jugadas
Antecedentes: ocurrió durante el Torneo Interzonal de Sousse de 1 967. Un grupo de grandes
maestros soviéticos estaba analizando problemas de ajedrez en la playa. Eduard Gufeld sabía que
Fischer llegaría en algún momento y le tenía preparada una pequeña broma. Cuando éste apareció
le puso en el tablero el problema, adelantándole que era muy sencillo y que todos los presentes lo
habían resuelto rápidamente. Iban pasando los segundos y Fischer no encontraba la "fácil" solu­
ción, y los grandes maestros se burlaban del americano:
- ¿Necesitas ayuda, Bobby?
- No, de ninguna manera. Lo resolveré yo mismo.
Tu tiempo: 2 minutos
4 Anécdota contada por Eduard Gufeld en su artículo Fischer, tal como lo conocí, publicado en la desaparecida revista
argentina Ajedrez de Estilo, nº 83/84, año 1 987
46
AJEDREZ INS Ó LITO
Octavo desafío : Mij ail Tal y varios fuertes Grandes Maestros
Gijs Van Breukelen (principio de los años 70)
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Juegan las blancas y ganan
Antecedentes: este estudio hizo correr ríos de tinta en relación con su historia y autoría. Fue
presentado en "sociedad" por el entonces joven Gran Maestro británico Jim Plasket ( 1 960- ) en el
torneo de Súper Grandes Maestros de Bruselas (Bélgica) de 1 987.
Al no revelarse el autor, se especuló mucho sobre la procedencia de esta impresionante
creación.
Una de las historias más logradas, decía que la posición era una a la que había llegado Mijail
Chigorin (el gran ídolo ruso) con blancas contra su gran rival, el maestro alemán Siegbert Tarrasch
y que había sido disputada en el torneo de San Petersburgo en 1 907 y en la que el primero había
abandonado en la situación del diagrama. Pero a un remoto campesino georgiano, admirador de
Chigorin, le pareció que la resignación había sido prematura y dedicó muchos años de su vida a
demostrarlo. Cada vez que salía a trabajar al campo llevaba ese diagrama consigo, lo ponía en el
salpicadero de su tractor (de ahí que muchos conozcan este estudio como el problema del tractor)
y lo analizaba muy atentamente. Luego de tanto esfuerzo encontró una marav illosa maniobra que
permitía a su héroe ganar la partida. La historia contaba que una vez encontrada la solución, el
agricultor la envía a la redacción de la revista rusa de aj edrez de referencia: 64. Pasó un buen
tiempo hasta que su carta fue tomada en serio. Cuando por fin quisieron contactar con el tenaz
campesino, se enteraron que éste había muerto unos pocos días antes.
La realidad, como suele ocurrir a menudo, es mucho más prosaica. El autor de este estudio es el
compositor holandés Gijs Van Breukelen, y lo creó a principios de los años setenta. Nunca se
preocupó por acreditar su autoría. Se limitaba a enseñárselo a sus amigos y comenzó a circular su
obra con el carácter de "anónima" . En 1 990 Breukelen publicó su hermoso estudio en una revista
holandesa: Schakend Nederland.
En el referido gran torneo belga, fuertes Grandes Maestros dedicaron tiempo y esfuerzo a inten­
tar resolverlo.
Tu tiempo: 75 minutos. Si no lo resuelves, puedes dedicarle un tiempo más. No es fácil.
COMPITIENDO CON LOS GRANDES
47
Noveno desafío : Gary Kasp arov y Mij ail Botvinnik
El blanco comienza con l .e4, y la partida termina en la jugada 5 con un
caballo capturando una torre y dando j aque mate.
Antecedentes: corría el año 1 986 y Frederic Friedel ( 1 945- ), cofundador de Chessbase, llevaba
en su coche a Gary Kasparov y Anatoli Karpov en el trayecto desde Zurich hasta Lucerna (ciu­
dades suizas) . Para amenizar el viaje, propone a ambos ajedrecistas el problema de Nunn. Ninguno
de los dos Grandes Maestros pudo resolverlo durante ese tiempo, pero tampoco en los dos días
siguientes.
Al despedirse de Kasparov, Friedel le entrega un sobre sellado con Ja solución del problema
dentro y el enunciado del desafio escrito en la parte exterior. También Je recomienda que Je
devuelva el sobre sin abrir y con Ja solución apuntada.
Tu tiempo : dos días.
¿Estás preparado? No te diré que pongas a andar tu reloj , sino que dejes correr tu calendario.
Si bien impone el tiempo propuesto y Jos nombres de los excampeones del mundo con Jos que
competirás, solo necesitarás para resolverlo conocer las reglas del j uego (naturalmente) y mucha
imaginación. ¡ Suerte !
48
AJEDREZ INS Ó LITO
Décimo desafio :
Grandes Maestros británicos : Matthew Sadler, Michael
Adams, Jonathan Parker y Julian Hodgson
Prueba ideada por el GM inglés Jonathan Levitt ( 1 963- )5
a
b
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e
f
g
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El desafío es simple: partiendo de la posición del diagrama, el caballo debe visitar todas las
casillas del tablero en orden, empezando por la "bl ", casilla que ya ocupa, hasta la "g8 " . Pero debe
evitar el corcel pasar por casillas controladas por la dama y tampoco puede capturar a ésta.
Es decir, que en la primera fila el caballo deberá pasar por: "e l ", "e l ", " fl ", "h l " (no por "al ",
"di " y "g l " , atacadas por la dama), luego "a2", "c2 " , "d2", "g2", "h2", a continuación "a3 " , "b3 ",
" f3 " , etc. hasta terminar su periplo en la casilla "g8 " .
Antecedentes: e l reconocido entrenador y Gran Maestro Jonathan Levitt, especializado e n des­
cubrir y medir talentos ajedrecísticos, propone en su página web este ejercicio ideado por él y que
utiliza para detectar j ugadores con gran potencial.
Tu tiempo: el que tardes en finalizarlo
5
http://wwwjlevitt.dircon.eo.uk/talentsol.htm
COMPITIENDO CON LOS GRANDES
49
Soluciones
Primer desafío : Paul Morphy y Alexander Alekhine
1
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Juegan las blancas y dan jaque mate en 3 jugadas
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Otras alternativas son las siguientes :
a) l . . . � c6 2. W g4 � b7 3 . Wfc8++.
b) l . . .bxa3 2. Wfxa4 � e6 3 . Wf d7++.
e) l . . .b3 2. Wfg4 bxa2 3 . Wf d7++.
2.Wxa4 ©t7 3.We8++
Alekhine tardó unos segundos en resolverlo. Cuando supo que el genio americano había nece­
sitado una hora para encontrar la solución comentó: "Morphy debía estar dormido aquel día".
Segundo desafío : Wilhelm Steinitz
Ver el diagrama siguiente
1.fxe5 g6
A l . . . � g5 , 2.Wt3 g6 3 . Wff4++, y a 1 . . .g5 2. � d5 h3 3 . We4++.
2.Wfl h3
50
AJEDREZ INS ÓLITO
A 2 . . . g5 , 3 . \W f5++.
3.\Wf4++
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Juegan las blancas y dan j aque mate en 3 jugadas
Steinitz resolvió este problema en 5 minutos exactos, la mitad de tiempo requerido para ganar
su apuesta a Sam Loyd.
Tercer desafío : Otra vez Steinitz
Juegan las blancas y dan mate en 3 jugadas
I..ig4 hxg4
A 1 . . . 'iti xg4, 2. tll f6+ 'iti h4 3 . l:! xh5++, y a 1 . . . 'iti h4, 2. tll f6 hxg4 3 . l:! h5++.
2.tll f4+ 'itixf4 3.d3++
Steinitz superó el desafío luego de 20 minutos de inquietos análisis.
COMPITIENDO CON LOS GRANDES. SOLUCIONES
51
Cuarto desafío : José Raúl Capablanca
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Juegan las blancas y dan jaque mate en 2 jugadas
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A 1 . . .�h8, 2. tlJ g3++.
A 1 . . . fü8 , 2. tlJ g3++.
A I . . .ie5 , 2. Wfb l ++.
2.c\lig3++
Capablanca necesitó 1 5 minutos para resolver este problema.
Quinto desafío : Ludek Pachman y un ingenio electrónico
8
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Juegan las blancas y dan jaque mate en tres jugadas
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A 1 .. . 'i!> xf6, 2.g8� (no 2.g8 Wf ?? por ahogado del rey negro) 2 . . . 'i!> e6 3 .�g6++.
2.c8�
De nuevo no se puede 2.c8Wf ?? por ahogado.
52
AJEDREZ INS ÓLITO
2 ... iie6
3.E:c6++
Si lo has resuelto en menos de un minuto has superado al GM Ludek Pachman. Si has
encontrado la solución en menos de 1 2 minutos, lo habrás hecho más rápido que un ingenio
electrónico. Pero debo decirte, muy a mi pesar, que fue en el año 1 956, y, como bien sabemos, los
programas informáticos han progresado mucho desde entonces. Por ejemplo, el programa
comercial de ajedrez Houdini 3 Pro, corriendo en un pe portátil de potencia media/baja (para el
año 20 1 5) con un procesador AMD E2 a una velocidad de 1 ,70 Ghz, ha tardado menos de un
segundo en encontrar la solución .
Sexto desafío : Robert James Fischer
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Juegan las blancas y dan j aque mate en 3 jugadas
1.i.c4 iif6
A 1 . . . ii f5 , 2. W f3+ @ g6 3 . W f7++. A 1 . . . ii e4, 2. W d5++.
2.Wd6+ iig7 3.Wh6++
Y Fischer perdió la apuesta. No resolvió el problema antes de la media hora acordada.
Séptimo desafio : Bobby Fischer de nuevo
Ver el diagrama siguiente
1.Wf5+ g6 2.Wf6 Wb7
2 . . . gxh5 3 . Wxh6++.
3.Wg7+ E:xg7 4.lüf6++
Cuando por fin encontró la solución, la cara de pánico de Bobby se transformó en una de
absoluta felicidad.
Tiempo empleado por Bobby (bajo mucha presión) : unos dos minutos.
COM PITI ENDO CON LOS GRANDES. SOLUCIONES
53
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Juegan las blancas y dan jaque mate en 4 jugadas
Octavo desafío : Mij ail Tal y varios fuertes grandes maestros
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Juegan las blancas y ganan
La situación parece desesperada para las blancas. La ventaja material del segundo j ugador es
abrumadora. La única posibilidad de salvación consiste en coronar su peón de "d7", que falla de
inmediato por el jaque doble del caballo en " fl " .
l.� f6+ <tlg7
El rey tiene vetadas las otras retiradas: no puede bajar a la octava fila (ni I . . . <tl h8 ni I . . . <tl g8)
porque el blanco coronaría con jaque, ni tampoco t ...<tlg6 porque seguiría 2.i.h5+, controlando
el doble de caballo en " fl " .
2.� h5+ <tlg6
El monarca de las negras no puede ir a "f7", porque privaría a su caballo del jaque doble en
caso de que las blancas coronaran.
3.i.c2+!
54
AJEDREZ INS ÓLITO
Las blancas no puede perder ni un tiempo porque si no, las negras j ugarían 3 .ia5 , impidien­
do la promoción del peón de "d7" para siempre aunque, sin embargo el primer jugador tiene otros
planes distintos a la coronación:
3 .. ©xh5 4.d8Wf! ! c!i) fi+ 5.©e6 c!i) xd8+ 6.©f5!
...
.
El rey negro de repente se encuentra en una red de mate, a pesar de que las fuerzas contrarias
dispongan tan solo de un peón y un alfil. El mate más inmediato es 7 . .id l ++. A partir de ahora,
todas las j ugadas negras son obligadas, y no pueden dejar de hacer subpromociones con el objeto
de evitar los distintos mates que va dibujando el alfil blanco.
6 e2 7..ie4 e l c!i) !
Ú nica para evitar e l mate.
8 ..id5! c2 9 ..ic4 c l c!i) ! 1 0..ib5! c!i)c7 11 .ia4
••.
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Situación absolutamente sorprendente.
Un alfi l puede más que los cuatro caballos negros, que desde sus casillas oscuras controlan
numerosos escaques blancos, color en el que paradój icamente le llegará al rey negro el golpe
mortal.
El mate en 3 jugadas es imparable y se iniciará con 1 2 . .i dl .
Tiempo de tus rivales: Mij ail Tal lo resolvió en alrededor de 75 minutos.
Varios Grandes Maestros no fueron capaces de encontrar la solución luego de varias horas de
intentarlo (no es para menos).
COMPITIENDO CON LOS GRANDES. SOLUCIONES
55
Noveno desafío : Gary Kasparov y Mij ail Botivinnik
Juegan las negras y dan jaque mate en 5 movimientos, siendo su última jugada
5 . . . ll'ixh l ++. Las blancas colaboran en la solución.
1 .e4 tüf6 2.0 tüxe4 3.�e2 tü g3 4.�xe7+ �xe7+ 5.'it>f2 tüxhl++
La resolución parece muy simple . . . Una vez que se conoce.
¿Y qué pasó con Kasparov y Botivinnik?
Friedel no volvió a saber del Campeón del Mundo hasta varios meses después, cuando en­
contró en su contestador telefónico varios mensajes de un enfadadísimo Kasparov que le ase­
guraba que el problema era irresoluble y que lo llamara urgentemente por teléfono. Cuando
Friedel se puso en contacto con Gary, éste le contó que los alumnos de la escuela de Botvinnik
habían analizado y buscado la solución durante muchas horas en vano y reclamaban la respuesta
correcta.
Kasparov había perdido el sobre con la respuesta, y ni él ni Botvinnik habían sido capaces de
resolver el enigma. Para ganar tiempo, el campeón les habló a los alumnos sobre la importancia
de la perseverancia en ajedrez y les pidió que le dedicaran un día más.
La cólera de Kasparov se disipó cuando escuchó la solución a un problema que parecía irre­
soluble.
56
AJEDREZ INS Ó LITO
Décimo desafío :
Grandes Maestros británicos : Matthew Sadler, Michael Adams,
Jonathan Parker y Julian Hodgson
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Partiendo de la posición del diagrama, el caballo debe visitar todas las casil las del tablero en
orden, empezando por la "bl " (casilla que ya ocupa) hasta la "g8". Pero debe evitar pasar por
casillas controladas por la dama. Tampoco puede capturarla.
Solución a la primera fila:
t.c!üa3
La primera jugada es única, ya que las otras casillas no están disponibles por la acción de la
dama.
2.c!üc2 3.c!üel 4.c!ü f3 s.c!ü h2 6.c!ün 7.c!üg3 8.c!üe2 9.c!ücl 10.c!üe2 l l .c!ü g3 12.c!üfl 13.c!üh2 14.c!üf3
15.c!üel 16.c!üf3 1 7.c!ü h2 18.c!üfl 1 9.c!üg3 20.c!ü h l .
Y e l caballo acaba de completar l a primera fila. Aún l e quedan siete filas más.
¿Cuánto has tardado en finalizar el recorrido del tablero?
Tus Grandes Maestros rivales lo han resuelto en el siguiente tiempo :
290 segundos
Matthew Sadler:
330 segundos
Michael Adams:
Jonathan Parker:
340 segundos
420 segundos
Julian Hodgson :
Según Jonathan Levitt, si consiguieras resolver este ejercicio en 600 segundos, o menos, esta­
rías revelando un verdadero talento para el ajedrez.
COMPITIENDO CON LOS GRAN DES. SOLUCIONES
57
4. De Torrente a Sherlock Holmes
Deducciones en la escena del crimen. Descubre tus habilidades
detectivescas
"No existe tanto misterio en diez asesinatos como en una partida de ajedrez "
Akiba Rubinstein
Te matricularemos en una escuela especial de detectives y a lo largo del curso tendrás que demos­
trar tu nivel deductivo resolviendo los enigmas que iremos planteando. De acuerdo con tu pun­
uación final te graduarás con uno de los cinco niveles disponibles :
Nivel
Detective asociado
Aciertos
Diploma acompañado de . . .
Básico
José Luis Torrrente
Hasta 3
Un abono del Atlético de Madrid
De 4 a 6
Un zapatófono de última generación
Básico avanzado
Medio
Avanzado
Matrícula de
Honor
Maxwell Smart:
(Super Agente 86)
Teniente Colombo
Jessica Fletcher (Se ha
escrito un crimen)
De 7 a 1 0
De 1 1 a 1 5
Una gabardina con variados restos de
comidas clasificadas por años
Una cesta de "fiambres surtidos"
Varias piezas de queso emmental (¿o era
Sherlock Holmes
De 1 6 a 20
"elemental" el que ofrecía de forma continua
al Dr. Watson?)
Sabemos que esta distribución de detectives por niveles puede ser muy discutida. Cada cual tiene
sus investigadores preferidos y no hay forma objetiva de determinar quién es mejor que quién.
Probablemente, muchos admiradores de Torrente no compartirán el bajo nivel otorgado al perso­
naje creado por Santiago Segura, lo mismo que los del famoso teniente Colombo, que querrían
para éste un nivel más alto en nuestra escuela de detectives, pero debemos admitir que el glamour
de ambos investigadores les resta algo de méritos a la hora de optar a una mejor clasificación.
Pues comencemos a investigar los primeros casos. Para los tres primeros enigmas, seremos
convocados a un harén de la antigua Persia, en donde se han producido ciertos hechos ajedre­
císticos que requieren nuestra ayuda para resolverlos.
58
AJEDREZ INS Ó LITO
Tres mates en un harén
El ingenio de Sam Loyd no solo se refleja en sus grandes composiciones, sino también en las
historias relacionadas con sus creaciones. En este caso, la acción transcurre en la lejana Persia, en
la sala contigua a un harén (ningún hombre podía entrar en esta estancia reservada a las mujeres
del sha, excepto eunucos, o sea, sirvientes sin sus atributos mascul inos), en donde un viejo maes­
tro, de nombre Sassa, enseña aj edrez a los tres hij os de la favorita del rey: Ahmed, Alí y Abbas .
Son tres historias con un problema para resolver en cada una de ellas. En las tres, los jóvenes
llevan piezas blancas y se enfrentan a sendos eunucos. En los tres casos deberemos retroceder
algún movimiento y corregirlo, terminando la partida con jaque mate.
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b
e
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g
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El j ugador de las blancas, Ahmed, acaba de hacer su última j ugada cuando descubre que, de
haber hecho otra, podría haber acabado la partida con jaque mate. ¿Qué jugada hizo Ahmed? y
¿con cuál hubiera dado jaque mate?
Segundo enigma del harem :
a
Sam Loyd, Chess Monthly, Febrero 1 860
b
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g
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DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES
59
En el segundo tablero está el joven Alí, que también j uega apresuradamente, y se da cuenta, de
forma tardía, del jaque mate que dejó pasar por alto. En este caso, habrá también que determinar
la última j ugada de las negras. Como pista, podemos decir que en la posición anterior a la última
jugada blanca, había una pieza de las negras que quitaba a su propio rey una importante casilla de
escape.
Tercer enigma del harem:
Sam Loyd, Chess Monthly, Febrero 1 860
En la tercera partida encontramos al tercer hijo del sha, de nombre Abbas. Lo vemos muy aira­
do, porque se acaba de dar cuenta de que si en lugar de su último movimiento hubiera hecho otro,
podría haber rematado el juego en ese momento por medio de jaque mate.
Cuarto enigma : un rey extraviado en un rincón.
Juegan las negras
¿Cuál fue la última j ugada de las blancas
60
AJEDREZ INS Ó LITO
y
Jan Robert Mortensen, 1 95 6
la anterior de las negras?
Algo realmente misterioso sugiere esta posición. Es el turno de las negras y no se ve a primera
vista cómo pudo haber llegado el rey de las blancas a esa casilla pasando, supuestamente, por la
casilla "a2", atacada por el alfil de las negras.
Quinto enigma: un rey en apuros.
a
b
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Niels H0eg, Shakbladet 1 9 1 6
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Naturalmente, es el turno de juego de las negras, que están en jaque. El desafío consiste en
averiguar cómo se llegó por medio de j ugadas legales a la posición del diagrama, luego de los
dos últimos movimientos blancos y el último negro.
Sexto enigma : ¿un j aque mate indescifrable?
Virgilio Fenoglio (sine die)
El rey negro se encuentra en situación de jaque mate. La cuestión es determinar cómo pudo
llegar el monarca negro a una situación en la que aparentemente tuvo que pasar por casillas
atacadas por piezas blancas. Por lo tanto, habrá que descubrir las últimas dos jugadas blancas y la
última de las negras.
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES
61
Séptimo enigma : tras las filas enemigas . Wilhelm Ropke,
a
b
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f
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Skakbladet 1 924
h
Sin duda, el rey negro es muy osado, ya que lo vemos solo y muy adentrado en territorio ene­
migo. Pero la pregunta que nos hacemos es la siguiente:
¿Quién hizo la última jugada? y ¿cuál fue ésta?
Octavo enigm a : un j aque difícil de explicar.
Vjesnik 1 950
Branko Pavlovic, Sahovski
Evidentemente, la última jugada de las blancas tuvo que haber sido un jaque descubierto desde
"c6", pero ¿cómo pudo l legar el rey blanco a "c7" si la sexta fila está atacada por la torre de "a6"
y ésta no pudo haber llegado a esa casilla por medios legales?
Por lo tanto, debemos determinar: ¿cuál fue el último movimiento de cada jugador?
62
AJEDREZ INS ÓLITO
Noveno enigma : un rey entrometido . Hugo August, Otto Brennert, Thomas R.
Dawson, N iels H0eg, Valerian Onitiu.
Skakbladet 1 924
Doble enigma:
1 ) ¿Quién j ugó por última vez?
2) ¿Cuál fue la última j ugada de las negras?
Décimo enigma : un j aque misterioso
La autoría de este problema se la adj udican dos compositores : Branko Pavlovic, Sahovski
Vjesnik 1 950, y Raymond Smullyan, Manchester Guardian 1 957
La propuesta en este enigma es descubrir cuáles fueron las dos últimas j ugadas blancas y la
última de las negras.
DE TORRENTE A S HERLOCK HOLMES
63
Decimoprimero enigma :
Tibor Orban, Die Schwalbe, 1 976
¿Cómo se puede llegar a la posición del diagrama después del cuarto movimiento de las ne­
gras? Obviamente, las negras colaboran en la solución.
Atención: puedes resolverlo en solo tres j ugadas, lo cual resulta muy sencillo, pero la gran
dificultad del problema expuesto es realizarlo en cuatro j ugadas. S i encuentras las dos, pues me­
jor.
Decimosegundo enigm a :
Géza Schweig, Tükor 1 93 8
8
6
5
4
1
En este caso, hay que llegar a la posición del diagrama después de la cuarta j ugada de las
negras. Las negras colaboran en la solución.
¿Cómo hacerlo?
64
AJEDREZ INS Ó LITO
Decimotercer enigma : Géza
Schweig, Tükür 1 93 8
Mismo autor y mismo desafío
¿Cómo llegar al diagrama luego del cuarto movimiento de las negras?
Las negras colaboran en la solución.
Decimocuarto enigma :
Henrik Juel, Thema Danicum 1 996
¿Cómo llegar a la posición del diagrama luego de la cuarta jugada de las blancas?
Las negras colaboran en la solución.
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES
65
Decimoquinto enigma :
Joost de Heer, Probleemblad 2001
¿Cómo podemos llegar a conseguir la posición del diagrama luego del sexto movimiento de
las negras?
Las negras colaboran en la solución.
Decimosexto enigma : O .
Kalia, (sine die)
Las blancas juegan y deben dar jaque mate en cinco movimientos. La condición que dificulta
la solución es que ejecutora sea la torre blanca de "al " .
Obviamente, las negras colaboran en la solución.
66
AJEDREZ INS Ó L ITO
Decimoséptimo enigm a : Michel Caillaud,
Probleemblad, mayo/junio 1 999
¿Cómo llegar a Ja posición del diagrama después de Ja séptima j ugada de las blancas?
Las negras colaboran en Ja solución.
¿Cómo llegar a Ja anterior posición luego de la séptima j ugada de las blancas?
Las negras colaboran en Ja solución.
DE TOR RENTE A SHERLOCK HOLMES
67
Soluciones
Tres mates en un harén
Primer enigma del harem :
8
Las negras j ugaron 1 ...d5??
mate con : 2.� c3++.
68
AJEDREZ INS Ó LITO
y
las blancas respondieron con 2.exd6?? Hubieran dado jaque
Tercer enigma del harem :
El blanco hubiera terminado la partida con enroque largo: 1 .0-0-0++, en lugar de la jugada
que hizo en la partida: l .l'!a4??
Cuarto enigm a :
a
b
e
d
e
f
g
h
La única forma de que el rey llegara a la casilla "al " pasando por "a2", escaque atacado por el
alfil ubicado en "g8 " , es que hubiera un caballo de las negras situado en la casilla "b3 " , pro­
tegiendo al rey blanco del jaque.
Por lo tanto, es el caballo el que se dirige a la casilla "al " y es capturado por el monarca
blanco.
La solución por lo tanto es I . . . tli b3-a l + 2. � xa l .
Para ver la posición previa, observemos el siguiente diagrama:
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES. SOLUCIONES
69
Quinto enigma :
a
b
e
d
e
f
g
h
- - - �8
� -<iii> - 6 - -�- � 6
5� - - - 5
4 - - - �4
3� - - - 3
2 - - - �2
8
7
7
1 •
a
b
�
e
d
�
e
f
�
g
h
1
Partiendo del siguiente diagrama, se llega a la situación enunciada luego de 1 .d5+ e5 2.dxe6+
70
AJEDREZ INS Ó LITO
Sexto enigma :
La solución evidente parece ser el avance de peón, 1 .b3++ pero, sin embargo, este movi­
miento debemos descartarlo, puesto que el al fil no podría haber llegado a la casilla "al " por me­
dios legales.
Tampoco pudo haber sido avanzar el peón "e", con 1 .e6++, porque habría partido de una
posición ilegal, ya que este peón ya estaría dando jaque desde la casilla "e5" al monarca de las
negras.
Podemos deducir entonces que las blancas tenían un peón en la casilla "d4" y las negras otro
en el escaque "e7", por lo que la posición requerida en el enunciado del problema será la siguien­
te:
Las j ugadas fueron : 1 .d5+ e5 2.dxe6++.
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLM ES. SOLUCIONES
71
Séptimo enigma :
a
b
e
d
e
f
g
h
a
b
e
d
e
f
g
h
• • • �8
7� • • • 7
6 • • • �6
5� • • • 5
4 • • • �4
3� • • • 3
� �2
2 ·�
u��
u �
�
.: � , • • 1
8
Por lógica descartamos que hubieran jugado las negras, ya que su única pieza, el rey, no pudo
haber pasado por una casilla atacada.
Por lo que deducimos que a la última j ugada de las negras habrá correspondido una captura
blanca.
De las blancas descartamos jugadas de peones ya que están en sus casillas originales. La torre
tampoco pudo haber movido por carecer de casillas libres. El caballo no pudo haber llegado
desde "b3 ", puesto que si hubiera habido una pieza negra en "al " no podría haber sido otra que
un caballo, pero como tuvo que haber partido de "b3 " no podía haber habido dos piezas al mismo
tiempo en esa casilla.
Por lo dicho, la última jugada de las blancas fue una captura del rey en la casilla "e 1 ", y para
que este no tuviera que haber estado en jaque, descartamos torre y dama negra. Tampoco pudo
haber capturado un alfil, puesto que esta pieza no podría haber llegado por medios legales.
Por lo tanto, la última j ugada de las negras fue mover un caballo a " e l " (desde "b3 ", "d3 " o
"e2") y que el rey desde "di " lo hubiera capturado.
a
b
e
d
e
f
g
h
� ,.
� � 8
.
�� ,.
7� • • • 7
6 • • • �6
5� • • • 5
4 • • • �4
3� • • • 3
2 ·�
� �2
u �
�
u��
1
l f �- • 1
8
72
AJEDREZ INS Ó LITO
Octavo enigma :
a
8 ••
�
7
e
b
d
•
�
�
e
f
g
h
• �8
•
•
7
6 •• • • � 6
5
�
· · · 5
4 • • • �4
3� • • • 3
2 • • • �2
1 � • • ·� 1
a
b
e
d
e
f
g
h
Podemos deducir que la última jugada fue un jaque descubierto de las blancas, pero ¿cómo
llegó el rey a "c7" pasando por una fila controlada por la torre enemiga? La única posibilidad
sería que un alfil negro se trasladara de "b6" a "c7" (podría ser con o sin captura), y que el rey de
"c6" lo comiera llegando a la posición del diagrama.
a
b
e
d
e
f
g
h
b
e
d
e
f
g
h
8 ••
• • �8
·
· · 7
7
s x m� • • � 6
5
�
· · · 5
4 • • • �4
3 �
• • • 3
2 • • • �2
1 � - • • .i, 1
�
a
.
Y ahora las j ugadas serían 1 . . i c7+ 2. ii xc7++.
Noveno enigm a :
Ver el diagrama siguiente
1 ) La última j ugada fue hecha por las negras, puesto que el único movimiento factible de las
blancas sería ilegal : el rey no podría haber ido a "a l " pasando por "b l ", atacada por dos piezas
negras.
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES. SOLUCIONES
73
a
b
e
d
e
f
g
h
2) Sabiendo que el último movimiento fue hecho por las negras, ahora debemos determinar
cuál fue. No pudo haber sido ni el peón ni la torre, por lo que tuvo que ser el rey moviendo a la
casilla "a3 " .
Pero nuevamente, s i responde a una j ugada blanca, esta tuvo que haber sido llevar una pieza a
la casilla "a3 " .
Descartamos dama y alfil porque e l rey negro hubiera estado e n jaque; también eliminamos la
torre porque no habría podido llegar a esa casilla, ya que hubiera estado dando jaque al rey de las
blancas, así como tampoco pudo ser un peón negro.
Solo nos resta pensar que fue un caballo que pudo haber llegado vía "b5 " , "c4", ó "b 1 " a la ca­
silla "a3 " , con o sin captura de pieza negra.
Por lo tanto, para que el problema tenga una solución válida, la posición ideal sería la siguien­
te:
a
b
e
d
e
f
g
h
8 - - - �8
7� - - - 7
6 - - - �6
� - - 5
5
•
.
4 8-
• �4
.
� :1
: .irt:.·.·
� � �
a
b
e
d
e
f
g
h
El blanco acaba de mover el caballo a "a3 " , y las negras responden capturando el caballo con
el rey.
74
AJEDREZ INS Ó LITO
Décimo enigm a :
a
b
e
d
e
f
g
h
8 - - - �8
7� - - - 7
6 - - - �6
5 � .1. m.t.m m 5
4 .tm m m � 4
ª� m m m ª
2 - - - �2
1
�
a
b
-·- e
d
e
f
g
1
h
Es obvio que la última j ugada del blanco fue un jaque descubierto al rey de "d 1 ". Lo lógico
sería pensar que el rey blanco estaba en "b3 ", se movió a "c3" y dio jaque. Pero esto no es posi­
ble, porque la casilla "b3 " está controlada por dos piezas negras.
Está claro que el rey blanco no puede venir de "b3 " ahora, aunque no signi fique que no pueda
venir de allí.
Podría llegar si acabase de capturar una pieza en la casilla "c3 " . Esto sí es posible si ponemos
un peón blanco en "c2" y un peón negro en "b4", como podemos observar en el diagrama si­
guiente:
El rey sólo está atacado por el alfil, pero las blancas hacen 1 .c4, y ahora nadie le da jaque. Las
negras al responder l . . . bxc3 ( ¡ al paso !), y dejan al rey de las blancas atacado por las dos piezas
negras, y tras 2. \t> xc3 , se l lega a la posición del enunciado.
DE TORRENTE A SH ERLOCK HOLMES. SOLUCION ES
75
Decimoprimer enigma :
En tres movimientos es sumamente sencillo :
1 .e4 c6 2.i.c4 e6 3 . .ixe6 dxe6
Pero el enunciado indica que debe ser en 4 j ugadas,
es la siguiente:
1 .e4 e6 2 .ib5 ®e7! 3 . .ixd7 c6 4 .ie8 ®xe8
•
y
la solución complicada
y
sorprendente
•
Decimosegundo enigm a :
En este caso es difícil imaginar que la torre de "h8" es la que estaba en "a8 " . La solución es la
siguiente:
1 .e4 a5 2.'1Yh5 �a6 3.'1Yxh7 �h6 4.Wxh8 �xh8
76
AJEDREZ INS ÓLITO
Dec i motercer en i gma:
Como en el ejemplo anterior, no es fácil imaginar que el caballo de "g8" es el que estaba en
"b8 " :
t.tLlc3 d 6 2.tLldS tLl d 7 3.tLl xe7 tLldf6 4.tLl xg8 tLlxg8
Decimocuarto enigm a :
Con solo cuatro movimientos, no es sencillo advertir que la dama blanca, que está en su casilla
de origen, ha movido dos veces.
1.e3 d6 2.Y*i'hS i.g4 3.e4 i.dl 4.Y*i'xd l
DE TORRENTE A SHERLOCK HOLMES. SOLUCIONES
77
Decimoquinto enigm a :
La solución a este enigma es realmente complicada:
1.�t3 e5 2.� xe5 V!le7 3.�g6 V!lxe2+ 4. V!lxe2 + �e7 5.V!lxe7 + Axe7 6.� 1'8 Axt8
Decimosexto enigma :
Otra solución sorprendente e s la d e este enigma.
1 .a3 e5 2.�c3 Axa3 3.�e4 At8 4.l!a5 @e7 5.�xe5++
78
AJEDREZ INS Ó L ITO
D ecimoséptimo enigma :
l.b4 h S 2.bS gh6 3.b6 gc6 4.bxc7 gxc2 5.cxb8W �xd2 6.Wd6 gxdl+ 7.Wxd l
Se puede cumplir el enunciado jugando a partir del movimiento tres lo siguiente:
3 gd6 4.bxc7 gxd2 5.cxb8i. gxc2 6.i.bf4 gxcl 7.i.xcl
••.
Decimooctavo enigma :
Este último enigma e s de muy difícil resolución. Veamos:
l.a4 d6 2.aS .ig4 3.a6 i.xe2 4.axb7 i.xdl 5.bxa8W i.g4 6.Wt3 i.c8 7.Wdl
DE TORRENTE A SH ERLOCK HOLM ES. SOLUCIONES
79
5. Egolatría aj edrecística
"Cuando juego con blancas, gano porque llevo blancas.
Cuando juego con negras, gano porque soy Bogoljubow "
Efin Bogoljubow
Torneo de maestros en Nueva York. Antes de su comienzo, uno de los participantes paseaba por
la sala de juego observando cada detal le: iluminación, ventilación, mesas, sillas . . . Los orga­
nizadores lo miraban divertidos, porque no solo habían cumplido todos los requerimientos del
excéntrico maestro, sino que se habían adelantado a otros. Sin embargo, un gesto de disgusto se
reflejaba en el rostro del ajedrecista.
- ¿Algún problema, señor Janowsky?- se atrevió a preguntar uno de los organizadores.
- Sí -respondió el maestro-. Me han privado ustedes de cualquier excusa para cuando pierda
una partida. ¿Cómo voy ahora a poder concentrarme en el juego?
El propio Emanuel Lasker ( 1 868- 1 94 1 ) reconoció una vez que no recordaba haberle ganado
una partida a un rival que estuviese completamente sano.
Uno de los grandes rivales deportivos de Lasker fue el famoso doctor Siegbert Tarrasch
( 1 862- 1 934), que tampoco llevaba bien sus derrotas. Fue superado claramente por el Campeón
del Mundo en un encuentro por el título mundial que tuvo lugar en 1 908 en las ciudades
alemanas de Düsseldorf y Munich por 1 0,5 a 5,5 (+ 3 - 8 5). La excusa que puso Tarrasch para
justificar su derrota es legendaria: decía que le había perjudicado el aire marino . . . ¡y ambas
ciudades alemanas se encuentran a muchos kilómetros del mar, Düseeldorf a 1 60 kms y Munich
más lejos aún. Como curiosidad, el doctor Tarrasch había ganado el año anterior un torneo en
Ostende, situada en el centro de la costa belga.
Lo cierto es que perder no le gusta a nadie, y a nada, y más tratándose de un deporte tan
individual y de carácter mental como es el ajedrez.
Podemos llegar a admitir a alguien que es más fuerte, corre más rápido o salta más lej os que
nosotros, pero que alguien es más fuerte o listo . . . Y esto ocurre en todos los niveles, desde el
escolar que llora tras una derrota, al aficionado o maestro que puede llegar a tirar las piezas del
tablero tras perder, o felicitar de mala manera a su vencedor. E incluso a genios del ajedrez se
avergüenzan de reconocer su derrota delante de su público.
Según cuenta Reuben Fine ( 1 9 1 4- 1 993), esto último fue lo que le pasó al propio Capablanca
( 1 888- 1 942) en La Habana, en 1 9 1 3 . Ordenó al alcalde de la ciudad que mandase desalojar de
espectadores la sala para que éstos no viesen el momento en que abandonaba la partida que lo
enfrentaba a Frank Marshall ( 1 877- 1 944) 1 •
Al menos el genial cubano felicitó a su rival. Hubo ocasiones en las que algunos j ugadores
abandonaron el salón de j uego sin comunicar a su adversario ni al árbitro su intención de dar por
perdida su partida.
=
1
Reuben Fine, Psicología deljugador de ajedrez, Ed. Martínez Roca, (Colección Escaques), pág. 8 1 , Madrid, 1 974.
80
AJEDREZ INS Ó LITO
Seguramente, uno de los casos más famosos en este sentido sea el del maestro alemán Curt
Von Bardeleben ( 1 86 1 - 1 924), que se vio inmortalizado llevando negras por Wilhelm Steinitz
( 1 836- 1 900) en el torneo de Hastings de 1 895.
Luego de la jugada 2 1 de las negras, ... @ e8, llegaron a la siguiente posición :
a
b
e
d
e
a
b
e
d
e
f
g
h
ª .1. m • m•m � ª
7
� ·--- -· 7
6 6
-·�
5 � m•m m 5
4 m m m• � 4
3� m m m 3
2 8n
u •
. n
u8� 2
1� a a �
1
22J'he7+! !
El comienzo de una larga combinación que ganaría con merecimiento el premio de belleza.
22 ... @ f8.
No se puede tomar con dama 22 . . . V/ixe7 por 23 . E: xc8+. Si capturara con el rey: 22 . . . @ xe7,
resultarían ganadoras tanto 23 . E: e l + como 23. V!ib4+. Por ejemplo: 23. E: e l + @ d6 24. Vlib4+ E: c5
25 . 23. E: e6+, ganando. También vencería 23 . V!ib4+ @ e8 24. E: e l + @ d8 25. ltJ e6+.
23JUi+! @g8
La torre no puede ser capturada por la dama por el doble ataque de las piezas blancas a la
casilla "c8" . Las negras solo pueden especular con la debilidad blanca en su primera fila, por lo
que se permiten dejar a su dama "colgada".
24.E:g7+! @h8!
Si 24 ... @ f8, concluiría la partida: 25. ltJ xh7+ @ xg7 26.Vfixd7++
25.E:xh7+!
1
a
b
e
d
e
f
EGOLATRÍ A AJEDREC Í STICA
81
Fue después de esta j ugada cuando Von Bardeleben abandona la sala de juego para no volver
hasta la ronda siguiente.
Al ser evidente que el maestro alemán ya no regresaría, Steinitz demostró a los espectadores
cómo podía haber finalizado la partida:
25 ... <;fzgs 26.gg7+ <;f/hs
Si 26 . . . <;f/ f8, 27. tLl h7+, con ventaja decisiva tras 27 . . <;f/ e8 28. tLi f6+, o desp ués de 27 ... <;f/ xfl
28. Wfxd7+.
27.�h4+ <;f/xg7 28.�h7+ <;f/f8 29.�h8+ <;f/e7 30.�g7+
.
a
e
f
g
h
8
4
1
Y aquí las negras deben decidir si desean recibir jaque mate en dos, tres o cinco movimien­
tos :
1)
2)
3)
30 ... <;f/ d6 3 I . Wfxf6+ � e6 32. �xe6++.
30 . . . <;f/ d8 3 l . � f8+ Wfe8 32. tLi fl+ <;f/ d? 3 3 . Wfd6++.
30 . . . <;f/ e8 3 I .Wf g8+ <;f/ e7 32. � f7+ <;f/ d8 3 3 . Wf f8+ �e8 34. tLl f7+ <;f/ d7 3 5 . Wfd6++.
Magnífica partida de un gran Wilhelm Steinitz que ya había perdido su corona de Campeón
del Mundo ante Emanuel Lasker, pero que hacía honor a uno de los sobrenombres con que era
conocido : el Morphy austriaco.
Incluso un ajedrecista habitualmente tan modesto como Mijail Tal ( 1 936- 1 992), reconoce en
su libro Al ataque, que debería haber abandonado en una partida en la que llevaba negras contra
el Gran Maestro sueco Ulf Andersson ( 1 95 1 - ) en la j ugada 9, pero que no lo hizo porque no
quería aparecer en futuros textos ajedrecísticos como ej emplo de cómo no debían jugarse las
aperturas. Se propuso rendirse cuando llegara al movimiento 20. Luego de alcanzar tal número,
se dispuso a seguir 1 0 j ugadas más. Finalmente, consiguió tablas en el movimiento 38 por medio
de un jaque continuo.
La partida en cuestión fue la segunda del match de entrenamiento que tuvo lugar en Esto­
colmo, Suecia, en 1 976, y que ganaría Tal por 4,5 a 3,5.
t.tLit3 d 5 2.g3 i.g4 3.i.g2 tLid7 4.c4 c6 5.cxd5 cxd5
En los esquemas del Gambito de Dama, las negras tienen que tener mucho cuidado con la
salida de su alfil de "c8 " , porque de no hacerlo podría sufrir el flanco de dama, en especial en los
puntos "d5 " y "b7", como ocurrió en esta partida.
6.tLi c3 tLigf6
Debía jugarse 6 . . . e6.
82
AJEDREZ INS Ó LITO
7.'l&b3 tlics 8.'l&bs+ tlifd7 9.d4
Posición tras la jugada 9 de las blancas :
a
8
b
e
g
e
d
--
%í
h
8
-·7
� .t. -�- .t. - .t. 7
6
- - - �6
5
�V1m 1. m - 5
4
- D m ..t � 4
3
� � mllJD 3
2
80 m
� 8 Di.. � 2
- = m:
,
�
�
1
�
a
b
e
e
d
f
g
h
La situación, dado el nivel de estos dos aj edrecistas, es de abandono. Las blancas no solo se
quedan con peón de más, sino con más espacio, mejor desarrollo y con la iniciativa.
No es extraño que algunos ajedrecistas actúen de forma que a nosotros nos pueda parecer des­
medida. Sus propios contemporáneos les daban títulos que no hacían más que exacerbar su ego.
Por ejemplo: Wilhem Steinitz fue llamado el Morphy austríaco moderno, José Raúl Capa­
blanca, La máquina del ajedrez, Alexander Alekhine ( 1 892- 1 946), El más peligroso jugador ata­
cante de todos los tiempos, David Janowsky (1 868- 1 927), El último jugador romántico.
Steinitz llegó a afirmar que era capaz de ganarle una partida de ajedrez a Dios, incluso
dándole peón y salida de ventaja.
También el gran j ugador austríaco llegó a reconocer que el contaba con una gran ventaja con
respecto a los otros competidores: era el único que no debía enfrentarse a Steinitz.
Durante su reinado, Capablanca ostentó una merecida fama de invencible. Incluso llegó a
pensar que el ajedrez ya no tenía secretos para él, por lo que propuso una variedad nueva de este
j uego. Añadió más casillas (8 x 1 O) y dos piezas nuevas : el "arzobispo", que combinaba los mo­
vimientos de alfil y caballo, y el "canciller" , que podía aunar las j ugadas de la torre y el caballo.
En el año 1 93 5 , Alexander Alekhine se presentó en la frontera polaca como integrante del
equipo francés de ajedrez que participaría en el Torneo de las Naciones (precursor de las actuales
Olimpíadas), que tendría lugar en Varsovia. Al pedírsele la documentación contestó: "Soy
Alexander Alekhine, Campeón del Mundo de ajedrez, no necesito pasaporte". La intervención de
las más altas instancias políticas permitió dejar ingresar en el país al genio indocumentado.
David Janowski ( 1 868- 1 927) nunca estuvo a la altura, ajedrecísticamente hablando, de los
grandes j ugadores de su época, aunque llegó a disputar dos encuentros por el Campeonato del
Mundo contra Lasker ( 1 868- 1 94 1 ). Debemos recordar que en aquellos años, el poseedor del
título lo ponía en j uego cuando y contra quien le apetecía. Se especula que Janowsky fue elegido
por el astuto campeón para evitar al j ugador que podía hacer peligrar su reinado : el gran aj e­
drecista polaco Akiba Rubinstein ( 1 882- 1 96 1 ). En ambos enfrentamientos Janowsky fue des­
trozado por Lasker: en París, ( 1 909) por + 7 - 1 2 y al año siguiente en Berlín por + 8 - O 3 .
A pesar de esas derrotas, s u ego n o se vio muy afectado, puesto que en cierta ocasión le
preguntaron quiénes eran a su criterio los tres mejores j ugadores del mundo, y contestó:
- Solo mencionaré a dos: Lasker y Capablanca. Al tercero no lo nombraré porque soy una
persona muy modesta.
=
=
EGOLATR Í A AJEDREC Í STICA
83
6. El problema de las dos damas
El ajedrez es una hermosa amante a la que volvemos una
y otra vez sin que nos importe las veces que nos rechaza
Bent Larsen
Durante el Campeonato Mundial de 1 972, que enfrentaba en Reykiavik (Islandia) a Robert J.
Fischer y Boris Spassky, Tigran Petrosian se negó a comentar las partidas de este match.
Argumentaba el campeón armenio que él se encontraba en Moscú, muy lejos del escenario de la
lucha, y que no le bastaba con ver las partidas, necesitaba estar presente en el lugar de los hechos.
A primera vista parece exagerada la postura de Petrosian, puesto que es evidente que la
transcripción de una partida nos permite reproducir objetivamente las j ugadas realizadas por dos
ajedrecistas que se hayan enfrentado en cualquier fecha y lugar del mundo. Sin embargo, también
es cierto que la reproducción literal de una partida no nos indica, como es evidente, hechos extra­
ajedrecísticos fundamentales para la comprensión de determinadas j ugadas.
Para el primer ejemplo, debemos trasladamos al año 1 929, a Karlsbad, célebre balneario de
aguas termales de la región de Bohemia, actual República Checa.
El torneo había congregado a una fuerte nómina de participantes, entre los que destacaban los
maestros José Raúl Capablanca, Aarón Nimzovich, Max Euwe, Akiba Rubinstein, Savielly
Tartakower, Rudolph Spielman, Geza Maroczi y Frank Marshall .
José Raúl Capablanca estaba viviendo una apasionada historia de amor con Oiga Chagadieva,
una bellísima rubia de origen caucásico, que acaparaba las atenciones del cubano fuera de las
sesiones de juego.
El torneo fue ganado por Nimzovich con 1 5 puntos. Capablanca finalizó segundo, a medio
punto. La clasificación final podría haber sido diferente si en la partida que lo enfrentó al maestro
alemán Fritz Saemisch no se hubiera producido un hecho extraordinario.
Fritz Saemisch - José Raúl Capablanca
Karlsbad 1 929
1.d4 � f6 2.c4 e6 3.�c3 i.b4 4.a3 i.xc3+ 5.bxc3 d6 6.f3 e5 7.e4 � c6 8.i.e3 b6 9.i.d3
Ver el diagrama siguiente
Mientras Capablanca meditaba su novena j ugada, hizo su aparición en la sala de juego Gloria
Simoni, la esposa del cubano, que acababa de llegar de La Habana para darle una sorpresa
agradable a su marido.
No cabe duda de que la sorpresa que le dio fue monumental, tanto que la visión de su mujer, a
quien creía a miles de kilómetros de distancia, conmocionó tanto a Capablanca, que jugó rápida­
mente:
84
AJEDREZ INS Ó LITO
a
b
e
d
f
e
g
%i
8
h
8
.1 m.t11•m
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V
1
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a
b
e
d
e
f
g
h
9 ....ia6??
La jugada correcta era 9 . . . 0-0, para después empezar a presionar la debilidad blanca de "c4 " .
1 0.Yfa4.
Las negras no tienen forma de evitar la pérdida de una pieza. En la partida optaron por:
10 ....ib7 1 1 .dS Vfd7 12.dxc6 .ixc6
Resignándose a perder su alfil a cambio de un peón.
La posición es de claro abandono, pero Capablanca continuó hasta la j ugada 62. Desconoce­
mos los motivos de tal obstinación en proseguir la partida, pero podríamos imaginar que se
dedicó durante el resto del juego a pensar la manera de solucionar el problema de las "dos
damas" .
Epílogo de l a historia: unos años después, José Raúl hizo u n enroque largo con s u matrimonio,
ya que se separó de Gloria en 1 937 y se casó con Oiga en 1 93 8 .
E l siguiente ejemplo lo encontramos e n e l Torneo Internacional d e Buenos Aires de 1 960.
Veinte jugadores tomaron parte en este gran evento.
Si observamos la clasificación final, veremos que el triunfador fue Victor Korchnoi con 1 3
puntos, los mismos que Samuel Reshevsky, que finalizó segundo por peor desempate. En el
puesto 1 4º encontramos a un desconocido Bobby Fischer con 8,5 puntos, quien j ustificaba su
paupérrima actuación excusándose con la deficiente iluminación de la sala de juego. Se rumo­
reaba que un amor adolescente le impedía concentrarse de forma adecuada.
En la partida que lo enfrentó al maestro alemán Wolfgang Unzicker ( 1 925-2006) se produjo
un hecho completamente inusual .
Ver el diagrama siguiente
Era el turno de Bobby, que meditaba sobre cómo responder a la última j ugada blanca:
1 2. Yfg3 . Probablemente estaba considerando 1 2 . . . e5, con idea de retrasar el ataque contrario que
amenazaba continuar con 1 3 e5 . Por desgracia, el americano j ugaba distraídamente con el peón
"h" en sus dedos. Su rival lo advierte, y reclama al árbitro que obligue Fischer a mover ese peón,
por lo que Bobby j uega entonces : 12 ... hS
Dos signos de interrogación, y con toda j usticia, le otorgan a la j ugada Wade y O 'Connell en
su extenso libro The complete games of Bobby Fisher, pero, dada la situación reglamentaria, solo
dos posibilidades legales tenía a su disposición: la de la partida y 1 2 . . . h6??, que debía ser
descartada, ya que permitiría 1 3 . .ixh6.
EL PROBLEMA DE LAS DOS DAMAS
85
1
e
a
d
e
f
g
h
La partida prosiguió así :
13.e5 dxe5 14.fxe5 � g4 15 . .ixe7 Y!!xe7 16.�e4 Y!!c 7 17.h3 �xe5 18.�f6+ ©h8 19.Y!!g5 �xd3+
20.�xd3 gxf6 21.Y!!x h5+ ©g7 22.Y!!g4+
Las negras abandonaron.
Esta fue una de las derrotas más cortas de Fischer en su brillante carrera profesional, y la úni­
ca victoria del alemán sobre Bobby en sus encuentros personales (cuatro a favor del americano,
tres tablas y este triunfo de Unzicker).
Sin duda, el match más extravagante de todos los disputados hasta el presente (muy difícil de
superar) fue el que enfrentó en la final del Campeonato del Mundo de Ajedrez de 1 978 en Ba­
guío (Filipinas) a Anatoli Karpov y Víctor Korchnoi. Una procesión de personajes y situaciones
surrealistas desfilaron durante toda la competición: parapsicólogos, yoguis indios, yogures
sospechosos, segundos acusados de traición, banderas, himnos, sectas proscritas, psicólogos
camuflados, gafas con cristales de espejo del aspirante para molestar al Campeón, simpatizantes
de Korchnoi distrayendo al parapsicólogo de Karpov con libros del afamado escritor disidente
ruso Alexandr Solschenitzyn . . .
El famoso incidente del yogur ocurrió en la segunda partida d e este match. En u n momento
del medio j uego, un miembro del equipo de Karpov acerca al Campeón Mundial un inocente
yogur. Esto provocó la protesta inmediata de Korchnoi, que argumentó que estaba prohibido
cualquier tipo de comunicación entre el público y los j ugadores durante la sesión de juego.
Al día siguiente, Keene, segundo de Korchnoi, presentó una nota de protesta, medio en broma,
medio en serio, en la que advertía que el color del producto podía indicar a Karpov la táctica a
seguir durante la partida.
Korchnoi tiene un libro poco conocido, pero muy interesante en el que trata numerosos asun­
tos relacionados con este match, que tituló Antiajedrez.
Allí explica el porqué de su proceder en la 5º partida del encuentro, la más larga de las dis­
putadas en Baguío.
Ver el diagrama siguiente
121..icl + ©h7 122 ..id2 ©h8 123 .ic3+ ©h7 1 24 ..ig7
Empate por ahogado.
Los jugadores podían haber acordado las tablas varias jugadas antes. Un alfil y un peón torre
no pueden ganar si el alfil no controla la casilla de coronación y el rey contrario logra ocuparla.
•
86
AJEDREZ INS ÓLITO
a
b
e
d
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f
g
h
8
2
1
a
b
e
d
e
f
g
h
¿Por qué continuó Korchnoi hasta dejar sin movimientos al rey de Karpov? Veamos lo que
nos dice el propio Víctor: "Me permití el gusto de poner al campeón mundial en situación de
ahogado. En primer lugar, en esta instancia no necesitaba ofrecerle tablas. Pero en segundo lugar,
por más normal que sea la situación de ahogado, el que se lo ponga a uno en ella se considera
ligeramente humillante. Es gracioso, ¡pero cierto! De modo que, después de esta partida, Karpov
se sintió groseramente insultado".
Como dato anecdótico, a partir de la novena partida, ambos j ugadores transmitirían las
propuestas de tablas a través del jefe de árbitros, eliminando todo contacto verbal entre ellos.
Y para terminar, propondré a los lectores un problema que hace alusión al título de este ca­
pítulo y que tiene como protagonistas a las dos damas : no vaya alguien a pensar que este libro
tiene un carácter más propio de la prensa rosa que de temas ajedrecísticos. El problema le per­
tenece a David Joseph y fue publicado en la British Chess Magazine en 1 922.
a
b
e
d
e
f
g
h
Juegan las blancas y ganan
Todo parece indicar que las blancas se impondrán sin mayores complicaciones, pero las
negras disponen de algunos recursos defensivos, siendo el más importante el ahogado que se
produciría luego de la lineal l .h8 � a l � 2 . �xal (la solución en la próxima página).
E L PROBLEMA DE LAS DOS DAMAS
87
Solución
Las primeras j ugadas parecen obligadas : l .h8 '1W al 'IW .
Ahora las blancas deben evitar el ahogado que se produciría tras 2. '\Wxal . El plan ganador
consiste en mantener a su dama en la octava fila, amenazando un decisivo jaque descubierto que
conduciría al mate.
Para conseguir tales fines, el primer j ugador efectúa una triangulación que lo lleva a la
victoria y cuyo recorrido completo es : 1 .h8'1W al'IW
2.'1Wg8
Otros movimientos fallan, como por ejemplo: 2. '1We8 '\Wg7 ! , impidiendo la salida del rey de
las blancas de la octava fila con jaque y consiguiendo así el empate.
También fracasa 2.'1W f8 , por 2 . . .'\W a3 , y las blancas deben actuar con cuidado, puesto que aho-
88
AJEDREZ INS ÓLITO
ra las negras amenazan 3 Wf d6+.
2 Wfa2
Las negras siguen especulando con el ahogado que se produciría tras la captura de su dama.
3.Wfe8 Wfa4 4.WfeS+!
Jugada clave.
4 ... �a8 5.Wfh8!
Y las blancas ganan. El segundo jugador no puede evitar ninguno de los dos mates descubier­
tos : 6. � c7++ o 6. � e7++.
...
•••
Ahora perdería 5 . . .Wf a l , porque la captura sería con jaque y ya no habría ahogado.
a
b
e
d
e
f
g
h
También falla 5 . . Wf f4 por 6. Wfa l +, seguido de 7. Wf a7++.
.
EL PROBLEMA DE LAS DOS DAMAS. SOLUCI ÓN
89
7. ¿ Tablas ?
Las existencia de tablas rápidas entre maestros, acordadas incluso antes de comenzar la partida (y
en algunos casos antes del inicio del propio torneo) es una de las cuestiones más preocupantes
para los organizadores de competiciones ajedrecísticas. Y no es una preocupación nueva.
Podríamos remontamos a los torneos de Montecarlo de 1 901 y 1 902 (! !), en donde se ensa­
yaron nuevos criterios en la puntuación de los empates con el objeto de incentivar la lucha. Por
ejemplo: si una partida terminaba en empate, cada uno de los j ugadores recibía Y,. de punto. Lue­
go debían disputar otra partida, y, en caso de una nueva igualdad, ambos contendientes manten­
drían ese cuarto de punto; si se produjera una victoria, la puntuación final sería: % para el gana­
dor y Y,. para el perdedor. Con este curioso sistema de puntuación, el vencedor del torneo de Mon­
tecarlo de 1 902 fue Geza Maroczy, a \4 de ventaja sobre el segundo : Harry Pillsbury. Aplicándose
el sistema actual de Yi punto por partida entablada, el triunfador hubiera sido Pillsbury.
El torneo de los Grandes Maestros de San Petersburgo de 1 9 1 4 fue uno de los más fuertes de
la historia, si tenemos en cuenta la participación de casi todos los mejores jugadores de la época:
Emanuel Lasker, José Raúl Capablanca, Alexander Alekhine, Akiba Rubinstein, Aaron Nimzo­
vich, Frank Marshall . . . Se exigió a los participantes que no acordaran tablas antes de la j ugada
45, excepto en caso de que se produjeran repeticiones de movimientos o situaciones de ahogado.
Es interesante reproducir las partidas de este gran evento y comprobar la aceptación de la
consigna por parte de los grandes jugadores de entonces. Encontraremos numerosos empates
longevos, como también muchas tablas por repetición de jugadas.
Uno de los maestros más sólidos de la historia del ajedrez es sin lugar a duda el gran jugador
armenio Tigran Petrosian. Era muy raro que perdiera una partida, tanto que después de ser
derrotado en las dos primeras rondas del XIX Campeonato de la Unión Soviética (Moscú, 1 95 1 )
frente a Nikolai Kopylov y Lev Aronin, recibió una llamada telefónica y una voz desconocida le
preguntó en armenio:
- ¿Quién le ha dado a usted permiso para perder?
Esto impresionó tanto a Tigran que se hizo el firme propósito de no volver a defraudar a sus
seguidores. Con posterioridad fue preguntado sobre el porqué de sus numerosos empates en el
torneo holandés de Beverwijk, a lo que respondió con humor que quería ampliar sus relaciones
amistosas con los holandeses.
Hoy en día, la forma más habitual de proponer un empate es decirle al oponente: ¿Tablas?
Pero no siempre fue así. A partir de los años veinte del siglo pasado se empezó a utilizar una
forma un tanto rebuscada de sugerir las tablas: ¿Juega usted a ganar? Si el rival decía que sí,
seguían, y si contestaba que no, se dividían el punto. No se quería demostrar un interés excesivo
por dejar la partida en tablas.
El siguiente diálogo se produjo durante una partida entre los Grandes Maestros Miguel Naj dorf ( 1 9 1 0- 1 997) e Isaac Boleslavsky ( 1 9 1 9- 1 977) :
- ¿Juega usted a ganar? - Pregunta Naj dorf.
- No.
- Pues bien, ¡tablas entonces !
90
AJEDREZ INS ÓLITO
Y comienza Najdorf a firmar las planillas dando por finalizado el j uego. Boleslavsky requiere
la presencia del árbitro y le man i fiesta que no está de acuerdo con el empate.
Najdorf perplejo le pregunta a su oponente:
- ¿Pero usted j uega a ganar?
- No.
- ¿Entonces juega a entablar?
- Tampoco.
- ¿J uega a perder? -Pregunta Najdorf, cada vez más confundido.
- No.
- ¿Y entonces para qué j uega?
- Para j ugar.
Boleslavsky era una persona extremadamente tímida, y le resultaba violento reconocer que
j ugaba para ganar.
Algunas veces se han dado soluciones muy expeditivas para demostrar al tenaz adversario
que la posición era de tablas muertas, por más que éste se empeñara en seguir jugando.
El diagrama siguiente corresponde a una partida j ugada entre Neumann y Nimzovich :
a
b
e
d
e
f
g
h
- ¿Tablas?- Propone Neumann.
- No- Contesta Nimzovich.
Y el primero sacrifica su alfil :
1.ixe5! ! dxe5
- ¿Tablas?- Vuelve a preguntar Neumann, aunque esta vez con una sonrisa en los labios.
- No.
Y las negras entregan una segunda pieza:
2.tll xb6 ! ! ixb6
Ver el diagrama siguiente
- ¿Tablas?- Insiste Neumann.
Y Nimzovich no tiene más remedio que aceptar, resignando medio punto a pesar de sus dos
piezas de más. Es imposible penetrar en la posición de las blancas.
En cierto torneo, George Koltanowsky ( 1 903-2000) y Reuben Fine ( 1 9 1 4- 1 993) habían sus­
pendido una partida que tenía indicios de ser tablas: igualdad de peones, alfiles de distinto color. . .
¿TABLAS?
91
a
b
e
d
e
f
g
h
- Esto debe ser tablas- Afirma convencido Koltanowsky.
- No, es victoria teórica para las negras- Respondió Fine.
Koltanowsky, incrédulo, se dirige a Tartakower para pedirle su opinión, y éste, luego de
evaluar la posición, dictamina: " Esto está teóricamente ganado por las negras, porque Fine es
mejor jugador" .
Por supuesto que hay tablas y tablas. No todas deben entrar en la misma categoría. Una cosa
es un empate absolutamente premeditado por ambos jugadores y otra cosa son unas tablas como
las que veremos a continuación.
La partida se disputó en Viena en 1 870, y el desenlace se produjo en la jugada 1 7.
En verdad, los datos a priori no son los más atractivos para interesarnos por ella: jugada en
1 870, tablas, 1 7 j ugadas . . . y, sin embargo, es una de las partidas más excitantes de las que se
hayan j ugado jamás.
Carl Hamppe - Philipp Meitner
Viena 1870
1.e4 es 2.�c3 J.cs 3.�a4
La teoría no estaba muy desarrollada por aquel entonces.
3 ... J.xf2+ 4.Wxf2 Wh4+ s.We3 Wf4+ 6.Wd3 dS
Hay que abrir líneas para que intervengan más piezas en el ataque.
7.Wc3 Wxe4 8.Wb3 � a6 9.a3
Preparando un seguro refugio en "a2" pero las negras se lo impiden de forma expeditiva:
9 Wxa4+! t o.Wxa4 � es+ 1 1 .Wb4 as+ 1 2.Wxcs � e7 ! !
Una j ugada tranquila, defiende e l peón d e "d5 " . Los peones negros centrales y e l de "a5 "
circunscriben a l rey blanco e n una zona de peligro para éste.
13.J.bs+ Wd8 14.J.c6 b6+ l S.WbS � xc6 1 6.Wxc6
Si 1 6. W a4, � d4, con mate inminente.
16...J.b7+!
•..
92
AJEDREZ INS Ó LITO
1 7.'itibS
El alfil es incomestible, puesto que a 1 7. 'iti xb7 seguiría 1 7 . . . 'iti d7, y luego de unos pocos
j aques agónicos de la dama blanca el mate de la torre de "h8" en "b8" es imparable.
17....ia6+
Tablas.
Si el rey blanco intentara huir vía 1 8. 'iti a4, las negras dispondrían de jaque mate en dos j uga­
das comenzando con l 8 . . . .ic4, seguido de l 9 . . . b5++.
¿TABLAS?
93
8. Entre tinieblas
Una de las modalidades aj edrecísticas que provocan mayor admiración entre aficionados y públi­
co en general son las simultáneas de ajedrez.
Observar a un maestro batirse contra decenas de adversarios es un espectáculo realmente ex­
traordinario. Ahora bien, si el maestro se enfrenta a ese mismo número de oponentes pero a la
ciega, es decir, sin ver los tableros en los que se desarrollan las partidas, el prodigio se transforma
en una proeza de carácter casi sobrehumano.
Se cuenta la historia de una señora mayor que quiso presenciar una simultánea a la ciega
brindada por el Gran Maestro alemán Fritz Saemisch ( 1 896- 1 975). La señora se sentó lo más
cerca que pudo del maestro y después de observarlo atentamente durante un buen rato dijo in­
dignada a su vecino:
- ¡ Ese hombre es un tramposo ! Lo he estado observando detenidamente, y estoy segura de
que no es ciego.
Notables ajedrecistas han competido duramente por poseer el récord mundial de partidas
simultáneas a la ciega. Si bien la carrera por la supremacía mundial se centró principalmente en
la primera mitad del siglo XX, hay constancia de partidas jugadas sin ver el tablero desde hace
cientos de años.
Parece que fue Philidor ( 1 726- 1 795) el primero en j ugar contra dos adversarios a la vez, y lo
hizo en varias ocasiones entre 1 783 y 1 795 . Una proeza para la época. En algunos casos incluso
otorgaba a sus rivales la ventaja de un caballo (una pieza menos que recordar, argumentaría algún
escéptico).
En 1 858, en el Café de La Regence de París, Paul Morphy ( 1 837- 1 884) jugó contra ocho ad­
versarios al mismo tiempo, ganó seis partidas, y empató dos, empleando para ello diez horas. Al
día siguiente de la simultánea, Morphy despierta a su secretario, Frederick Milnes Edges, y le
dicta rápidamente todas las j ugadas efectuadas en las ocho partidas, gracias a lo cual se conser­
van hoy.
El maestro alemán Louis Paulsen ( 1 833- 1 89 1 ) j ugó contra diez tableros varias veces en el
Este americano entre los años 1 85 5 y 1 857. El polaco Johannes Zukertort ( 1 842- 1 878) consiguió
en Londres 1 876 estirar el récord a 1 6 partidas simultáneas (+ 1 2, = 3, -1 ).
El maestro americano Harry Nelson Pillsbury ( 1 872- 1 906) desafió en Filadelfia en el año
1 897 a 2 1 oponentes con el resultado final de + 1 4, = 1 , -6. Aumentó en uno la cifra en Moscú en
1 902 (+ 1 7 =4, - 1 ).
Al genial Pillsbury lo de j ugar al ajedrez sin ver los tableros le debía parecer aburrido, por lo
cual, en algunas exhibiciones no sólo j ugaba a la ciega al ajedrez sino también a las damas
mientras echaba una partida al whist (un j uego de naipes que se desarrolla entre cuatro j ugadores,
muy parecido al bridge actual, en el que es necesario concentrarse para memorizar las cartas
salidas y realizar cálculos de probabilidades).
En la partida que veremos a continuación se enfrentó a la ciega a 1 2 ajedrecistas y a cuatro
j ugadores de damas, a la vez que j ugaba al whist. La exhibición tuvo lugar en Toronto en el año
1 899.
94
AJEDREZ INS Ó LITO
Harry Pillsbury
-
NN
.
.
Toronto (simultánea a la ciega) 1899
1.d4 d5 2.llif3 e6 3.e3 llif6 4.i.d3 lli bd7 5.0-0 b6 6.lli bd2 i.d6 7.e4 dxe4 S.lli xe4 i.b7
9.llixd6+ exd6 to.i.f4 i.xf3 1 1 .Y*i'xf3 d5 12.i.d6 ges 13.füel ge6 14.i.a3 a5 15.e4 lli e4
16.exd5 lli g5 1 7.Y*i'g3 ges 1 S.dxe6 lli xe6
a
b
e
d
e
f
g
h
De más está decir que el juego del negro fue muy flojo. Pero el remate, tratándose de una
partida de simultánea a la ciega, es bonito.
1 9.gxe6+ fxe6 20.Wg6+! hxg6 21 .i.xg6++
1
a
b
e
d
e
f
g
h
H ubo que esperar hasta el 6 de agosto de 1 9 1 9 para que alguien destronara a Pillsbury de su
récord, y fue el polifacético Richard Reti ( 1 889- 1 929) en Haarlen (Holanda) con el siguiente
resultado: 24 partidas: + 1 2, 9, -3 .
El húngaro Gyula Breyer ( 1 893- 1 82 1 ) sumó su nombre al palmarés de los mejores el 30 de
=
ENTRE TINIEBLAS
95
enero de 1 92 1 en Kassa (Checoslovaquia). Jugó contra 25 oponentes obteniendo el siguiente
resultado: + 1 5 , =7, -3 . Superó a Reti por solo una partida, y gracias a ello se mantuvo en lo más
alto durante más de tres años.
El 1 7 de abril de 1 924 Alexander Alekhine ( 1 892- 1 946) estableció una nueva marca en Nueva
York al jugar 26 partidas : + 1 6, =5, -5, aunque no satisfecho con su récord, lo bate el 1 de febrero
de 1 925 en París jugando contra 28 ajedrecistas : +22, =3 , -3 .
Se cuenta que Alekhine desarrolló su habilidad para jugar a la ciega durante la primera guerra
mundial. En 1 9 1 6 una herida lo mantenía ingresado en un hospital militar en Tarnapol (Polonia)
en donde fue visitado por un grupo de ajedrecistas con los que jugó una serie de partidas a la
ciega. Una de ellas es de las más conocidas de Alekhine, la que disputó con Von Feldt:
Alexander Alekhine - M.Von Feldt
Odessa (simultánea) 19 16
1 .e4 e 6 2.d4 d S 3.lll c3 ltlf6 4.exdS lll xdS 5.lll e4 fS? 6.ltlgS! /ie7 7.lll 5f3 c 6 8.lll e S
Curioso recorrido del caballo blanco. De las ocho primeras jugadas del primer jugador, cinco
fueron hechas por su corcel de "b 1 ". El circuito no fue malo, puesto que se estableció en la fuerte
casilla "e5 " y provocó una debilidad en "e6".
8...0-0 9.lll gf3 b6 10./id3 /ib7 1 1 .0-0 .!'!e8
Las negras deberían haber j ugado el avance . . . c5, disputando el centro y dándole vida a su
alfi l encerrado.
1 2.c4 lll f6 13./if4 lll bd7 14.Wi'e2 cS?
El negro no vio la fuerte amenaza del blanco. Tendría que haber cambiado su caballo de "d7"
por el de "e5" o jugado tt:l f8 defendiendo la casilla "e6".
1 5.lll f7 ! !
4
1
a
b
e
d
e
f
1
g
No olvidemos que Alekhine j ugaba a la ciega.
1 5 'it>xf7 16.Wfxe6+! 'it>g6
Si 1 6 . . . 'it> xe6, Alekhine terminaría el juego con 1 7. tt:l g5++. Si 1 6 . . . 'it> f8, después de 1 7. tt:l g5 el
mate está muy próximo.
••.
96
AJEDREZ INS Ó LITO
17.g4! .ie4 18.llJ h4++
a
g
f
e
d
e
b
h
- .1 � �8
7
-· 7
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- _ .. _. � 6
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- -·- 5
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y
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y
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1
a
b
e
d
e
f
g
De nuevo Reti llega a lo más alto en Sao Paulo, Brasil, el 7 de febrero de 1 925 : se enfrenta a
29 tableros con el resultado de: +20, = 7, -2.
Sin embargo, cuando Reti regresaba en barco a Europa, muy feliz por saberse el poseedor del
récord mundial de partidas a ciegas, una inesperada noticia le amargó la travesía: su marca había
sido superada por un ajedrecista español, José Juncosa Molins ( 1 887- 1 972), en la ciudad de
Zaragoza. Pero el récord de Juncosa fue efímero, duró hasta que se descubrió toda la verdad:
Juncosa había invitado a 32 jugadores a la simultánea, de los cuales solo se presentaron tres.
Juncosa perdió con uno de ellos, empató con los otros dos y contabilizó a los 29 ausentes como
partidas ganadas. Reti respiró aliviado y conservó su récord hasta que el belga George Kol­
tanowsky ( 1 903-2000) superó en 1 93 1 esa marca midiéndose a 30 adversarios: +20, = 1 O, - O.
Alexander Alekhine aumentó el número de tableros el 16 de Julio de 1 93 3 en Chicago, al
jugar 32 partidas : + 1 9, =9, -4.
Koltanowsky vuelve a lo más alto en Edimburgo (Escocia) el 20 de Septiembre de 1 937
enfrentándose a 34 adversarios : +24, = 1 0, -0.
Un hecho gracioso le ocurrió a Koltanowsky cuando antes de comenzar una simultáneas a la
ciega uno de sus rivales se le acerca y le pregunta tímidamente:
- ¿Tendría algún inconveniente, maestro, si utilizo un tablero pequeño con piezas también
pequeñas en nuestra partida?
El 9 de octubre de 1 943 en la ciudad argentina de Rosario, Miguel Najdorf ( 1 9 1 0- 1 997)
establece una nueva marca mundial de aj edrez a la ciega al j ugar 40 partidas de forma
simultánea. Su resultado fue de +36, = 3, - 1 .
En relación con este récord, Koltanowsky hizo declaraciones en las que dej aba entrever que
Najdorf podía haber recurrido a alguna trampa. Objetó que no hubiera observadores interna­
cionales que avalaran dicho récord. El diario La Gazeta de Sao Paulo (Brasil) se ofreció a pa­
trocinar una nueva exhibición que se celebró en esa ciudad brasileña el 24 de enero de 1 947, con
el resultado de: +39, =4, -2, y esta vez ante representantes de otros países.
El espectáculo duró casi 24 horas. Comenzó el 25 de enero a las 2 1 :00 horas y finalizó el día
26 a las 1 9 :40 horas. Posteriormente, el Maestro húngaro Janos Flesch ( 1 933- 1 983) establece un
nuevo récord mundial en Budapest en el año 1 960. Los rivales de Flesch fueron 52 ajedrecistas :
ganando el maestro 3 1 partidas, entablando 1 8 y perdiendo 3 . También este récord fue obj etado
ENTRE TINIEBLAS
97
puesto que aparentemente en algunos momentos se le permitió al maestro consultar algunas pla­
nillas de aquellas partidas y varios participantes fueron presionados para abandonar después de
pocas jugadas.
El récord actual lo posee un maestro FIDE alemán de nombre Marc Lang ( 1 975- ), que lo
estableció en diciembre de 20 1 1 enfrentándose a 46 oponentes a la ciega. El desafío tuvo lugar en
Sontheim (Baviera, Alemania) . Alcanzar esta proeza le llevó 2 1 horas, en las que desfilaron por
su mente nada menos que 1 .472 piezas desplazándose sobre 2.944 casillas. Realmente sobre­
humano.
Llama la atención que en esta carrera por hacerse con el récord mundial de partidas a la ciega
no figuren j ugadores de la antigua Unión Soviética. La razón puede deberse a que las autoridades
ajedrecísticas de la ex U RSS consideraron la simultánea a la ciega una práctica inútil y que
demandaba un gran gasto de energía. Sospechaban que la insania mental de Morphy y Steinitz
pudo deberse a la afición de estos dos ajedrecistas por esta forma de juego.
Por otra parte, que un gran ajedrecista, factótum del ajedrez ruso, como Mijail Botivinnik se
manifestara en contra del ajedrez a la ciega, influyó mucho seguramente. Eso no quitó para que
eminentes ajedrecistas soviéticos usaran el ajedrez a la ciega como método de entrenamiento,
pero nunca llevando su mente al borde del colapso psicológico, como podría ocurrir cuando se
j uegan numerosas partidas a la vez.
Un problema común que afectó a los maestros que han dado muchos j uegos simultáneos fue
su sueño en los días siguientes a la exhibición. Por ejemplo, el GM checo Vlastimir Hort declaró
que después de una simultánea dada a 20 tableros a la ciega en 1 98 1 fue incapaz de dormir de
forma regular durante un mes. Los mismos problemas de insomnio manifestaron Blackburne,
Koltanowsky, William Winter .. ,
Por su parte, Najdorf declaró que fue incapaz de quedarse dormido en los tres días siguientes
luego de la simultánea que dio en Sao Paulo en 1 947 contra 45 tableros y que duró 24 horas. El
método elegido por el Gran Maestro para conciliar el sueño luego de su gran proeza fue uno muy
casero y altamente eficaz: ver una película muy mala.
98
AJEDREZ INS Ó LITO
9. ¿ Son fiables los libros de aj edrez?
Coefia, pero comprueba
Tigran Vartanovich Petrosián
Inocencio Pardillo acomodaba nerviosamente sus piezas negras. Estaba a punto de comenzar un
abierto importante para el que se había preparado a conciencia. Le había dedicado muchos meses
al estudio de las aperturas que jugaría en este torneo. Las aperturas eran uno de sus puntos
débiles; los otros dos eran el medio juego y el final .
Su rival del día era un j ugador extranjero, que le llevaba varios cientos de puntos de ELO de
ventaja. Al dar comienzo la partida, el maestro inició el juego avanzando su peón de rey :
1.e4
lnocencio había preparado como única respuesta a esta salida la defensa Alekhine, por lo que
hizo . . .
1 ... � f6 2.e5 � d5 3.�c3
"Vaya -pensó Inocencio-, se aparta de las líneas principales que continúan con 3.d4". Re­
cordaba haber leído que las variantes secundarias no les prometían gran cosa a las blancas. H izo
memoria y continuó con :
3 ... � xc3 4.dxc3 d6 5.� t3 dxe5 6.�xd8+ <ilxd8 7.� xe5 <ile8 8.g3
Aquí, I nocencio se concentró un buen rato en la posición. Creía recordar que la línea principal
de esta subvariante seguía con 8 . i.c4 y que 8.g3 daba una cómoda igualdad a las negras.
8 ... � d7 9.� xd7 i.xd7 to.i.g2
Sí, no cabía duda, había llegado a una de las líneas memorizadas en su casa:
a
b
e
d
e
f
g
h
¿SON FIABLES LOS LIBROS DE AJEDREZ?
99
¡ La recordaba perfectamente ! El especialista en la Alekhine recomendaba enroque largo y
proclamaba la igualdad. ¡ Qué fácil le había resultado nivelar la partida contra un maestro ! El
optimismo de Pardillo no tenía límites e hizo lo previsto.
10 ... 0-0-0
A continuación propuso tablas. El maestro paró el reloj . La mano temblorosa de Inocencio se
dirigía al encuentro de la de su oponente para sellar la paz. Pero ante la perplejidad de Pardillo,
su rival gritó: " ¡ Arbitrouuu ! " Como suele ser costumbre, una multitud de curiosos se apiñó
alrededor de la mesa. El árbitro intercambió algunas palabras con el reclamante, examinó las
planillas de ambos jugadores, observó la posición del tablero y le dijo a Pardillo:
- Has cometido una j ugada ilegal .
- ¿Al pedir tablas? - preguntó Inocencio, sin saber aún lo que estaba ocurriendo.
- No, hombre. Has enrocado luego de haber movido tu rey. Aunque después lo hayas llevado
a su posición original, "está prohibido" enrocar. Por esta primera j ugada ilegal se le darán dos
minutos de bonificación a tu rival y tú deberás mover el rey, puesto que lo has tocado.
Inocencio se vio por lo tanto obligado a mover a su monarca a la única casilla posible:
1 0 ... <ii d S
Su oponente se comió el peón.
1 1 .hb7
Y la partida no duró mucho más.
Abochornado, Inocencio volvió a su casa dispuesto a averiguar qué había pasado, estaba con­
vencido de que había seguido la recomendación de un Gran Maestro.
No tardó en encontrar la respuesta. Efectivamente, en el tomo 8 de la prestigiosa Enci­
clopedia de Aperturas de Ajedrez Yugoslava (segunda edición) editada por Sahovski, encontró en
la página 24 la línea principal de su partida, y en la nota 8 1 (página 28) la variante que comen­
zaba con 8 .g3 . Inocencio había seguido la partida Radovic - Guinda del campeonato de Rumanía
del año 1 975 hasta la jugada 1 0. i.g2. La fatídica 1 0 . . . 0-0-0 fue la recomendación del Gran Maes­
tro checo Vlastimil Hort, que aseguraba que con esa jugada las negras obtenían la igualdad (=).
Algunos autores o ciertas obras tienen mala fama en el mundo del ajedrez. Probablemente, los
libros más criticados sean los de Ludek Pachman .
Se cuenta que cuando Bobby Fischer se enteró del encarcelamiento por razones políticas del
Gran Maestro checo, ocurrido en 1 972, su comentario fue: Pachman debería estar preso no por
sus ideas políticas, sino por los libros que escribe.
El propio Pachman se tomaba en broma las críticas que recibía por sus obras ajedrecísticas.
En Ajedrez y comunismo cuenta que en una entrevista que le hicieron le preguntaron cómo había
empezado a j ugar al ajedrez. Respondió que fue gracias a una tía, pero que era una variante de
ajedrez puesto que los caballos iniciaban el j uego en la posición de los alfiles y viceversa. Estaba
presente Paul Keres que con su humor ácido y veloz comentó : "Naturalmente, habrá que tener en
cuenta eso al leer los libros de ajedrez que usted escribe". 1
Las críticas a los libros de Pachman se referían principalmente a los de aperturas, que con­
tenían numerosos errores que fueron corrigiéndose con la l legada de nuevas ediciones. Algunas
de sus obras como Estrategia moderna en ajedrez son excelentes.
Pero ¿son fiables los libros de ajedrez? Capablanca era contundente al respecto. Decía que el
noventa por ciento de las variantes de los libros no valían gran cosa por estar equivocadas o por
partir de una base que el cubano consideraba falsa.
Y precisamente, pudo haber sido Capablanca el j ugador de más alto nivel que menos libros de
ajedrez leyera en su vida. ¿Y cómo se mantenía informado de las novedades o planes de j uego
que tenía que resolver sobre el tablero? Pues tenía sus confidentes.
1
Pachman, Ludek, Ajedrez y comunismo, Ediciones Martínez Roca, pág. 22, 1 974, Barcelona.
1 00 AJEDREZ INS Ó LITO
Cuando el cubano viajaba a Europa intentaba pasar por París y buscaba al maestro Arnold
Aurbach ( 1 885- 1 952), que lo mantenía bien informado en materia ajedrecística, lo mismo que
hacía en Berlín el fuerte aficionado y editor Bernhard Kagan ( 1 866- 1 932), editor de una revista
de aj edrez. Y si no, algunos maestros amigos del cubano lo podían ilustrar sobre una línea en
particular.
Por ejemplo, unas horas antes de la partida Capablanca - Levenfish del torneo de Moscú de
1 935, el cubano almorzaba en el hotel Metropol con el maestro sueco Gideon Sthalberg ( 1 9081 963). Hablaron sobre la partida de Capa de esa tarde. Ambos sabían que Grigory Levenfish
( 1 889- 1 96 1 ), ex Campeón Soviético, era un gran teórico y muy buen conocedor de la Variante
Merano de la Defensa Eslava, y estaban seguros de que la plantearía esa tarde. Por ello, el
maestro sueco lo animó a que jugara una variante por él recomendada contra esa defensa y le
explicó de memoria las claves del juego blanco.
En resumen : Capa ganó cómodamente la partida en 26 jugadas.
Y Levenfish, luego de firmar su rendición, pedía explicaciones : "¿Cómo era posible que las
revistas soviéticas no estuvieran enteradas de los análisis suecos? ¿A qué demonios se empleaba
tanto dinero?" 2 •
El aprecio de muchos Grandes Maestros por la mayoría de los libros editados no difiere
mucho del que sentía el genial cubano.
No hace mucho tiempo cayó en mis manos un libro que en su título prometía alcanzar la
maestría aj edrecística. Uno de los primeros consejos que daba el autor era tomar clases parti­
culares con un titulado. Una recomendación que bien vale la compra de un libro de aj edrez.
Uno de los artículos de Tigran Petrosián recogido en el libro Ajedrez en la cumbre se titula:
Coefza, pero comprueba. En el mismo compartía con sus lectores sus inicios en el estudio de
aperturas a través de la literatura disponible en su tiempo y las catástrofes sufridas por seguir
recomendaciones irresponsables. Su consejo se resume en el título del artículo: hay que confiar
en las recomendaciones de los ajedrecísticas profesionales, pero siempre comprobándolo todo
antes de decidirnos a llevarlo a la práctica.
Uno de los más grandes conocedores de la literatura ajedrecística fue Bobby Fischer. En
muchos de sus viajes el 75% de su equipaje se componía de libros de ajedrez. Las obras publi­
cadas en inglés le parecían escasas, por lo que para ampliar sus lecturas aprendió y perfeccionó
sus conocimientos de los idiomas ruso, servo-croata, alemán y castellano, por ser éstas las len­
guas en las que se hallaba escrita la mayor parte de la literatura ajedrecística. Alguna vez sor­
prendió y venció a un Gran Maestro soviético utilizando una idea dada a pie de página por un
comentarista en una publicación rusa y que su rival desconocía.
Si los libros pueden contener errores más o menos disimulados, los comentarios de "perio­
distas" en medios no especializados pueden llegar a ser grotescos. El fervor vivido en Buenos
Aires en 1 927 con motivo del match entre Capablanca y Alekhine llevó a que todos los pe­
riódicos más o menos importantes de la capital argentina ofrecieran su propia cobertura del en­
cuentro. Así fue como uno de estos "periodistas" escribiera en un medio bonaerense luego de que
se aplazara una partida del match : " El maestro Capablanca suspendió su partida y debe ganar
porque dio mayor cantidad de jaques que el desafiante Alekhine". 3
2
Alles Monasterio, Paulino Match por el título mundial Capablanca - A lekhine, Buenos Aires, 1 92 7, Ed. Sopena Argen­
tina, página 1 5 . Buenos Aires, 1 978.
3 Puiggrós, Guillermo, Brillantes partidas argentinas, Editorial Sopena Argentina, pág. 1 4, Buenos Aires, 1 977.
¿SON FIABLES LOS LIBROS DE AJEDREZ? 1 0 1
1 0. Petrosian : un tigre en la cumbre
"¡Me critican por mi estilo, por mis tablas, por todo me critican ! "
(Tigran Vartanovich Petrosián)
Se cuenta que un ajedrecista se encontraba en el sillón de la consulta de un odontólogo y este,
luego de examinar la boca del paciente, le informó: - Voy a tener que aplicarle anestesia local .
- No hace falta, doctor. Estoy repasando mentalmente una partida de Petrosian, y ya me
invade el sopor. 1
La historia anterior hace referencia al concepto que la mayoría de los aficionados ha tenido y
tienen del juego del noveno campeón del mundo : un estilo maniobrero, retorcido, altamente
posicional sin "nada" de táctica y muy propenso a terminar sus partidas en tablas.
Aunque estas opiniones tienen mucho de verdad, lo cierto es que estamos hablando de uno de
los más grandes j ugadores de la historia del ajedrez, y, con toda seguridad, del ajedrecista más
original de la alta competición.
La vida de Tigran Vartanovich Petrosian tuvo unos comienzos muy difíci les. Nació en
Tbilisis, Georgia (república de la antigua URSS), en el seno de una familia armenia el 1 7 de j unio
de 1 929.
Se interesó por el ajedrez en 1 94 1 , en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuando contaba
doce años. Muchas veces se lamentó por haber comenzado de forma tan tardía a tomarse en serio
este j uego. En 1 944 murieron sus padres, por lo que con solo 1 5 años tuvo que preocuparse por el
bienestar de sus hermanos. No tenía donde vivir y se hizo cargo del trabajo dejado por su padre
en un casino de oficiales, lo que le proporcionó un sitio en el que poder dormir. Uno de sus
primeros libros fue Mi sistema de Aaron Nimzovich. Tanto se identificó con los postulados de
este autor que llevó algunos de sus conceptos hasta cotas nuevas. Mucho más tarde, Anthony
Saidy lo calificaría de "Apóstol de la prevención" y Bobby Fischer llegó a afirmar que Petrosian
era capaz de detectar y alejar el peligro veinte j ugadas antes de que se produjera.
Su genio ajedrecístico se reveló muy pronto y sus buenos resultados no se hicieron esperar.
Recibió innumerables críticas a pesar de su impresionante palmarés: Campeón del Mundo de
1 963 a 1 969. En 1 963 destronó a Mijail Botvinnik y en 1 966 defendió su título frente a Boris
Spassky, la primera vez en 30 años que un campeón defendía su corona. Contra el mismo
Spassky perdería su título en 1 969. Cuatro veces Campeón de la U RSS: 1 959- 1 96 1 - 1 969 (com­
partido con Polugaievsky) y 1 975. Formó parte diez veces consecutivas ( 1 958- 1 978) del equipo
de ajedrez de la U RSS con el que obtuvo nueve medallas de oro y una de plata a nivel grupal y
seis medallas de oro individuales como mej or tablero. Jugó en las Olimpíadas 1 29 partidas con
unos resultados impresionantes : + 78 50 - 1 (en Skopje, 1 972, perdió por tiempo contra el GM
alemán Robert Hübner).
No obstante, y a pesar de sus grandes resultados deportivos, fue, sin duda alguna, el aje­
drecista de alto n ivel más cuestionado de la historia de nuestro j uego. Y Petrosian no fue inmune
=
1
Recogido por Máximo Borrel en
1 02 AJEDREZ INS Ó L ITO
su
divertido libro Ajedrez brillante
a las críticas, hasta el punto de que pensó seriamente en abandonar el aj edrez después de haber
demostrado estar entre los ocho jugadores más fuertes del mundo.
Ocurrió en 1 956, tras el torneo Interzonal de Amsterdam (Holanda). En la publicación El
ajedrez en la URSS que analizaba la actuación de los diez jugadores de dicha competición, se
hizo una valoración de todos los participantes, incluido Pilnik, que finalizó en último lugar, y a
él, que había terminado compartiendo los puestos 3° a 7º, lo habían completamente ignorado,
como si no hubiera jugado el torneo.
Poco después fue visitado por un periodista amigo al que le confesó estar harto de tantas
críticas, y le manifestó sus deseos de abandonar el j uego. Afortunadamente, este lo convenció de
que desistiera de su idea de dejar el ajedrez.
Más tarde, Petrosián respondía a los reproches con frases del tipo: "Me critican porque mi
j uego no es interesante. Sí, podría ser más interesante . . . y perder" .
Pero la fuerza y el potencial de Tigran no pasaron desapercibido para muchos de sus colegas.
El ex Campeón del Mundo Max Euwe, promediando el Interzonal de Amsterdam declaró : "El día
que Petrosián empiece a combinar no habrá quien pueda j ugar con él".
Se le atribuye a Najdorf la siguiente afirmación : "Cuando Mij ail Tal sacrifica una pieza, hay
que comprobar por qué lo hizo, cuando es Kasparov quien la entrega, tienes que comprobarlo y
rendirte, pero cuando es Petrosián el que sacri fica, hay que rendirse de inmediato".
Eso es lo que tuvo que haber hecho Victor Korchnoi en el Interzonal de Estocolmo de 1 962,
cuando en la j ugada 1 5 vio el alfil blanco de Petro capturar su peón de "f7".
8
4
a
b
e
d
e
f
g
h
1
1 5 ... Wxt7 16.Wi'b3+ We8
El Rey no puede buscar refugio en su flanco, puesto que si 1 6 . . . W g7, l 7. tLi e6+ W h6 1 8 . � f3 ,
con ataque decisivo (O ' Kelly).
1 7.tLld5 .id6 18.tLie6 b5 1 9.tLidc7+ We7 20.tLid4! Wf8 21.tLixa8
Ver el diagrama siguiente
Las negras abandonaron.
Si 2 1 . . . Wxa8, 22. YMe6 provocará pérdidas materiales a las negras. El alfil no tiene buenas
casillas, porque si 22 . . ..ie7, 23J � c7, será decisiva. Tampoco serviría 22 . . . '1'b8 23. tll c6 '1' c7
24. tll e7, ganando.
PETROSIAN : UN TIGRE EN LA CUMBRE 1 03
Precisamente fue con Korchnoi con quien mantuvo la rival idad deportiva más áspera de
todas, y no solo sobre el tablero de aj edrez. El encuentro de Candidatos que los enfrentó en 1 977
en 1 1 Ciocco (Italia) fue llamado El match del odio . No solo no se dirigieron una palabra, ni un
solo gesto durante todo el encuentro, sino que los organizadores colocaron debajo de la mesa de
juego una tabla para impedir que se diesen patadas durante las partidas. La animadversión entre
ambos era tanta que Korchnoi puso precio a la "cabeza" de Petrosián. Cuando el maestro
internacional colombiano Ó scar Castro ( 1 953-20 1 5) venció a Tigran en el Interzonal de Biel de
1 976, recibió como recompensa 1 00 dólares de manos de Korchnoi (ya para ese entonces
exiliado de la URSS). Fue una derrota tan inesperada que Tal en su libro Al ataque dice que por
primera vez en su vida, Petrosián había perdido con un rival de categoría inferior.
El propio Bobby Fischer declaró en los años 1 960 y 1 96 1 que el jugador más fuerte del
mundo era Petrosian. No le faltó razón a Fischer: sólo unos pocos años después el armenio se
convirtiría en el noveno Campeón del Mundo. También señaló Bobby el gran hándicap de Tigran :
un exceso de tablas contra jugadores más débiles a los que fácilmente podría vencer. Y también
en esto tenía razón el norteamericano. Pero el genio de Petrosian era fundamentalmente práctico.
¿Para qué gastar energías innecesarias luchando por el primer puesto en un torneo clasificatorio
para el campeonato del mundo, cuando da lo mismo terminar primero que sexto? Durante su
reinado consideraba que el Campeón del Mundo era solo el primus inter pares (primero entre
iguales). Ya no eran los tiempos de José Raul Capablanca, Alexander Alekhine o Emanuel
Lásker, cuando el campeón del ajedrez tenía una gran superioridad sobre sus contemporáneos.
Sin embargo, cuando las condiciones deportivas lo obligaban a vencer, como en los torneos
por equipos, donde cada punto es muy importante, su actitud era otra. Sus porcentajes en las
Olimpíadas fueron espectaculares, nada menos que el 79,80 % de los 1 29 puntos disputados.
Pero el estilo de Tigran nunca fue del todo valorado, incluso por muchos profesionales de
nuestro deporte. Anthony Saidy, en La batalla de las ideas en ajedrez se refirió reiteradas veces a
él como el "antihéroe" . Llega incluso a afirmar que un Gran Maestro abandonó una partida cuan­
do solo tenía un peón débil y no estaba clara aún su derrota, pero estaba cansado de j ugar al gato
y al ratón.
Y hablando de comparaciones, hay un hecho que siempre me ha llamado la atención : la gran
cantidad de animales con los que han sido asociados Petrosián y su estilo. Por ejemplo: cuenta
Albéric O' Kelly en su libro El ajedrez superior de Tigran Petrosián, que cuando conoce a Tigran
en el Interzonal de Budapest (Hungría) de 1 952 lo llama la pantera negra. En una de las partidas
1 04 AJEDREZ INS Ó LITO
del libro, contra el Gran Maestro Ludek Pachman, lo compara con un gavilán. Anthony Saidy ha
dicho que el estilo del armenio es como el de un tigre al acecho, esperando a saltar sobre su
víctima y golpearla, o como una pitón dispuesta a estrujar a su presa hasta la muerte. De hecho,
uno de sus apodos fue "la boa Petrosián" . A este aspecto sofocante de su j uego también hace
alusión el Gran Maestro Larry Evans en la introducción de la partida Petrosian - Fischer,
Interzonal de Portoroz de 1 958 (tablas en 67 j ugadas) en el libro de Bobby Mis 60 mejores
partidas cuando compara el j uego de Tigran en esta partida con "el abrazo del oso". El propio
Fischer al analizar esta partida asegura que a Petrosián le gustaba j ugar al gato y al ratón.
También se ha dicho que su j uego era como el de una anguila, por su facilidad para
escabullirse y envolverte hasta agotarte. Pero quizás, la comparación más ingeniosa se deba a
Boris Spassky, cuando decía que Petrosián era como un erizo : j usto cuando crees que lo tienes
cogido saca sus púas .
Esta variedad de animales seguramente fue inspirada por su propio nombre, Ti gran (el tigre) y
por su estilo de j uego tan particular y dificil de comprender.
También, y por razones obvias, se lo llamó "el muro infranqueable" y "acero Tigran" .
Tigran Petrosián padecía d e graves problemas de audición, lo que l o llevó a utilizar audí­
fonos. Se decía, maliciosamente, que durante las partidas tenía encendido o apagado su aparato
auditivo de acuerdo con sus intenciones de dejar la partida en tablas o de luchar por la victoria.
Supuestamente, su sordera le fue de gran ayuda en su match de Candidatos contra el Gran Maes­
tro alemán Robert H ubner en Sevilla 1 97 1 . El alemán se quejaba de los ruidos que venían de la
calle y que le impedían concentrarse. Luego de la séptima partida, que perdió, (el match iba hasta
ese momento igualado), Hubner abandonó el encuentro, después de que los organizadores se
negaran a cambiar la sala de juego.
Dos de sus principales aportaciones a la teoría de las aperturas llevan el nombre de Petrosián:
Una de las variantes principales del blanco contra la Defensa India de Rey :
1.d4 �f6 2.c4 g6 3.�c3 i.g7 4.e4 d6 5.� t'J 0-0 6.i.e2 e5 7.d5
Y una variante popular contra la defensa India de Dama:
1.d4 �f6 2.c4 e6 3.�t3 b6 4.a3
Su contribución más importante a la estrategia ajedrecística fueron sus sacri ficios de calidad.
Su partida contra el estadounidense Samuel Reshevsky en el torneo de Candidatos de Zurich
(Suiza) en 1 953 es imprescindible para aquellos que quieran aprender este importante recurso
ajedrecístico.
Lamentablemente, el gran armenio no dejó ningún libro escrito. Su obra Ajedrez en la cumbre
es en realidad un compendio de sus artículos y conferencias, excelentes por cierto.
Su muerte fue muy prematura en términos aj edrecísticos, ocurrió en Moscú el 1 3 de agosto de
1 984, debido a un cáncer de estómago, cuando sólo contaba 55 años de edad y aún tenía mucho
que decir y hacer en la cumbre del ajedrez.
PETROSIAN : UN TIGRE EN LA CUMBRE 1 05
1 1 . Vera Menchik y su club de fans
Aventuras y desventuras de la primera gran ajedrecista de la historia
Ciudad checoslovaca de Karlovy Vary, finales de julio de 1 929. Asistimos en el Kurhaus Imperial
Hotel a una tertulia de maestros que pocas horas después van a tomar parte en una de las
competiciones más fuertes de su tiempo, y que será recordada en la historia del ajedrez como
Torneo de Carlsbad (nombre en alemán de Karlovy Vary) 1 929. Este es el cuarto gran torneo
celebrado en Carlsbad. Los anteriores habían tenido lugar en 1 907 (1 º Akiba Rubinstein), 1 9 1 1
{ 1 ° Richard Teichmann) y 1 923 ( 1 º Alexander Alekhine).
La conversación entre los maestros es muy animada. Hablan sobre las condiciones del torneo
y tratan un tema recurrente en reuniones de este tipo : la nómina de participantes. Veintidós
j ugadores tomarán parte en la competición, algunos de los cuales se encuentran entre los más
fuertes del mundo: José Raúl Capablanca, Aaron Nimzovich, Akiba Rubinstein, Rudolf
Spielmann, Max Euwe, Efim Bogoljubow, Frank Marshall, Savielly Tartakower y Milan Vidmar,
entre otros. Hay dos ausencias notables: el Campeón del Mundo Akexander Alekhine y el
excampeón Emanuel Lasker, que había en esos años dejado de lado el ajedrez para dedicarse a
sus actividades académicas y a otros j uegos a los que también era aficionado, como el bridge y el
go. Alekhine participaría de forma indirecta, ya que iba a estar presente y escribiría una serie de
seis artículos para el New York Times.
Hay un nombre que se repite mucho en la charla, y es el de una mujer: Vera Menchik. Algu­
nos participantes se mostraban enérgicamente contrarios a que una fémina participe en la compe­
tición. Fundamentaban su rechazo mediante la supuesta falta de nivel de la jugadora. Pero tam­
bién es cierto que entre algunos maestros había muchísimo miedo ante la posibilidad de ser
derrotados por una mujer.
Uno de los j ugadores más indignados por la participación de Vera era el profesor austríaco
Albert Becker ( 1 896- 1 984). Así y todo, intentó rebajar la tensión del grupo a través del humor
proponiendo la creación de un club virtual que llevaría el nombre de la jugadora rusa. ¿Un cír­
culo de admiradores de la j ugadora? No. Un club de carácter burlesco, en el que entrarían a
formar parte aquellos hombres que perdieran con ella. Los demás tertulianos se mostraron de
acuerdo, y así nació el famoso Club de ajedrez de Vera Menchik.
Pero, ¿quién era esta mujer?
Vera Menchik nació en Moscú (Rusia) el 1 6 de febrero de 1 906, de padre checoslovaco,
Frantisek Menchik, y madre inglesa, Oiga I llingworth. En 1 907 nació su hermana Oiga. El padre
de Vera le enseñó a j ugar al ajedrez cuando ésta tenía 9 años. En 1 92 1 , y a raíz de la Revolución
Bolchevique ( 1 9 1 7), la familia abandona Rusia. El matrimonio se rompe y madre e hij as se
trasladan a vivir a Hastings, I nglaterra, mientras que su padre regresa a Bohemia. En el club de
ajedrez de Hastings toma clases con el j ugador húngaro Géza Maróczy ( 1 870- 1 95 1 ), que influye
en su j uego dotándolo de un marcado estilo posicional.
Miguel Najdorf, que j ugó dos veces con Vera, la recordaba así: " Era una mujer calladita,
inteligente y bonita, aunque algo gordita" .
1 06 AJEDREZ INS ÓLITO
En 1 927 se celebra el primer campeonato del mundo femenino en Londres. Menchik par­
ticipa y apabulla a sus rivales : gana 1 O partidas y sólo cede un empate (+ 1 O - O = 1 ).
A pesar de su gran éxito en el mundial, el torneo de Carlsbad de 1 929 representaba un enorme
desafio para Vera. Iba a necesitar una buena dosis de fortaleza fisica y mental . Sería una
competición larga y dura: jugaría 2 1 partidas contra 2 1 guerreros curtidos en muchas batallas. Se
suponía que todos irían a por ella, porque era a priori la participante más débil. Por otra parte,
serían todos juegos a vida o muerte, ya que las reglas del torneo impedían hacer tablas antes de la
jugada 45 sin el consentimiento de un comité creado al respecto.
Los comienzos de Vera cumplieron las expectativas (y deseos) de la mayoría de los maestros.
Menchik perdió sus primeras dos partidas. Fue derrotada por Frederik Yates y Paul Johner. La
tercera ronda la enfrentó con Albert Becker. Se desconoce si en aquel momento la rusa sabía de
la existencia de su club.
Analizaremos el "formulario" de ingreso del profesor austríaco al famoso círculo y su
aceptación, no sin antes recibir una clase de ajedrez por parte de Menchik.
Menchik, Vera - Becker, Albert
Carlsbad 1 929
1.d4 d5 2.�f'3 �f6 3.c4 c6 4.�c3 e6 5.e3 �e4 6.J.d3 f5 7.� e5 Wb4
Las intenciones agresivas del maestro austríaco se muestran con evidencias. Seguramente
pensaría que se iba a comer a la rusa con kartofen (patatas) al horno. Amenaza mate en una
j ugada.
8.0-0 � d7 9.f4 J.e7 10.J.d2 �xe5 1 1.dxe5 J.c5 12.J.xe4! fxe4 13.Wb3!
Con intenciones de dificultar el desarrollo de las negras, ya que a 1 3 . . . 0-0 seguiría l 4.cxd5, y
éstas no podría retomar con su "mejor" peón 1 4 . . . exd5 por 1 5 . � xe4 ! , ganando material. La otra
captura, 1 4 . . . . cxd5 encerraría su alfil y dejaría las manos libres a las blancas en el flanco dama:
columna "c" y acceso del caballo a "b5 " y también estropearía más aún su estructura de peones.
8
1
a
b
e
d
e
f
g
h
1
13 ...WdS
VERA M EN C H I K Y SU CLUB DE FANS 1 07
El resultado de la apertura ha favorecido claramente a las blancas : tienen tres piezas activas y
su rey enrocado, mientras que las negras sólo han desarrollado su alfil y tienen una dama mal
ubicada. Ahora, el objetivo de las blancas es jugar contra la única pieza activa de su rival, su alfil
de "c5 " .
14.lll a4! !ie7 15.!ib4 b 6 16.!ixe7
Más fuerte era 1 6. tt:l c3 ! 0-0 1 7 .1"\fd 1 , con fuerte presión contra el centro de las negras.
16...YMxe7
Las blancas deben actuar con precisión. No pueden permitir que el centro contrario se vuelva
móvil y que su alfil cobre vida.
1 7.cxdS exdS 18J'facl !ib7 19.lll c3 YMt7 20.YMb4 l!d8 21.füdl !ia8 22.h3 YMe7 23.YMxe7+ <ll xe7
24.b4!
a
b
e
d
e
f
g
h
1
Jugando contra el peón retrasado en "c6", y por extensión contra el alfil de "a8".
2 4 l!d7 25.l!d2 l!hd8 26.lll e2!
El caballo se dirige a su casilla ideal : "d4".
26 l!c8 27.l!dc2 l!dc7 28.lll d4 g6 29.lll b5 l!d7 30.<ll f2 ! !
••.
.••
1 08 AJEDREZ INS Ó LITO
Vera mejora su rey. No hay prisas en ocupar "d6" . Becker podría entregar calidad por peón
(30. lD d6? ! :i:! xd6 ! 3 1 .exd6+ 'iti xd6), y ofrecer una resistencia más larga. 30 ... h6 31 .g4 (con idea
de crear dos peones pasados y muy peligrosos en la quinta fila) 31. .. a6 32.�d4 �dc7. Cuando
por fin las negras amenazan con darles algo de j uego a sus piezas del flanco de dama a través de
33 . . . c5 el golpe les viene por el centro y flanco de rey. 33.f5 g5 34.©g3 J.b7 35.h4 gxh4+
36.©xh4 ©ti 37.©h5 a5 38.bxa5 bxa5 39.�b5 �d7 40.e6+
Y el profesor Becker abandona frente a una señora llamada Vera Menchik.
Esa misma noche, los maestros se reunieron y comenzaron las bromas hacia el atribulado
profesor, con frases del tipo: "Usted no tuvo muchas dificultades para ingresar en el club". Y
como primer miembro que era de la nueva asociación, lo nombraron presidente por tres años.
En las siguientes rondas, Vera pierde de forma consecutiva con Max Euwe, Karel Treybal,
Aaron Nimzovich, José Raúl Capablanca, Hermanis Matisons. A continuación hace tablas con
Ernst Grunfeld, a lo que sigue una derrota ante Frank Marshall . En la ronda siguiente ( 1 1 º) con
otra victoria consigue un nuevo e involuntario socio para su joven club: el alemán Friedrich
Saemisch. Luego hace tablas con Car! Glik.
En este momento, y a falta de 9 rondas, Vera había conseguido ya 3 puntos y, sin ella saberlo,
otro maestro, en este caso no participante sino comentarista del torneo, había prometido que si la
Menchik sumaba más de 3 unidades, él subiría vestido de bailarina al escenario.
Lamentablemente, en las siguientes nueve partidas Vera no sumó ni medio punto más. Perdió
ronda tras ronda frente a: Edgard Colle, Milan Vidmar, Rudolf Spielmann, Géza Maróczy,
Savielly Tartakower, Georg Thomas, Akiba Rubinstein, Efim Bogolj ubov y Esteban Canal .
Alguien respiró muy aliviado cuando la rusa inclinó su rey en la última ronda frente al
maestro peruano Canal. Podemos deducir la identidad de la "bailarina frustrada" , que no era otro
que el fuerte y futuro Gran Maestro austríaco Hans Kmoch ( 1 894- 1 973). Sabemos que fue él
porque en su propia crónica del torneo nos brinda unos datos reveladores : el ajedrecista que
subiría vestido de bailarina es vienés, bautizado como Hans, su apellido comienza con K y
finaliza con ch.
Vera finalizó última (+ 2 - 1 7 2), y a tres puntos del 2 1 º: George Thomas. Pero sus 22 años
de entonces (una edad prometedora en esa época) y algunas partidas superiores luego malo­
gradas, le auguraban un buen futuro ajedrecístico.
Así lo entendió el entonces Campeón del Mundo Alexander Alekhine, que tras disputarse 1 5
rondas, escribió para el New York Times, diciendo que Vera poseía un grandísimo talento para el
ajedrez, y consideraba que con trabajo y más experiencia en torneos podría llegar muy lejos y
pasar de ser una ajedrecista de fuerza media a una figura internacional .
También aseguró que Mechnik como ajedrecista era una absoluta excepción en su sexo. Algo
parecido opinó Capablanca, amigo personal de Vera: " Es la única mujer que juega bien contra los
hombres" .
Por supuesto que los prej uicios contra las mujeres en el ajedrez no son cosas tan del pasado
como pudiera parecer. Bobby Fischer, en declaraciones del año 1 962 al Harper 's Magazine, tuvo
palabras muy descalificadoras contra las mujeres ajedrecistas. Entre otras cosas dijo que todas
jugaban como principiantes y que eran incapaces de concentrarse. Llegó incluso a afirmar que
no había ninguna muj er en el mundo a la que no fuera capaz de vencer, incluso dándole la ventaja
de un caballo.
Mijail Tal también opinó al respecto, y con buen sentido común dijo: "Fischer es Fischer,
¡ pero un caballo es un caballo ! " .
E l propio Bobby s e rió a carcajadas cuando l e comentaron la razón que dio u n excampeón del
mundo, el Gran Maestro ruso Vasily Smyslov, por la que las mujeres no destacaban en el ajedrez:
porque no pueden mantener la boca cerrada durante cuatro horas seguidas.
=
VERA M ENCHIK Y SU CLUB DE FANS 1 09
¿Cuál era la fuerza ajedrecística de Vera?
Según opinión de Pal Benko en Winning with chess psichology ( 1 989), la fuerza aj edrecísti­
ca de Menchik sería la equivalente a la de un Maestro Internacional.
Chessmetrics sitúa a Vera en el año 1 929 en el puesto 52 del mundo, con una fuerza aproxi­
mada a los 2.535 puntos.
Durante los años siguientes a la creación de su club, Menchik fue defendiendo de forma
contundente su título de Campeona del Mundo: Hamburgo ( 1 930), Praga ( 1 93 1 ), Folkestone
( 1 933), Varsovia ( 1 935), Estocolmo (1 937) y Buenos Aires ( 1 939).
Entre las mujeres no tenía la más mínima oposición. Sus enfrentamientos en campeonatos
mundiales femeninos arrojan unos resultados que evidencian una gran supremacía: de 1 02
partidas, ganó 87, empató 1 1 y sólo perdió 4: + 87 1 1 - 4.
La única ajedrecista que le ofreció una cierta resistencia fue la jugadora alemana Sonj a Graf
( 1 908- 1 965) discípula de la leyenda germana Siegbert Tarrasch ( 1 862- 1 934).
A partir de 1 937 Vera adopta un nuevo apellido, Stevenson, y una nueva bandera: la británica.
Se casa con Rufus Henry Stevenson, 28 años mayor que ella, editor suscriptor del British Chess
Magazine y más tarde secretario honorario de la British Chess Federation. En algunas compe­
ticiones participará con el nombre de Vera Menchik Stevenson y en otras como Vera Stevenson.
Luego de Carlsbad, Vera Menchik siguió compitiendo en torneos mixtos con suerte desigual,
pero ampliando de forma constante su número de socios. Su club llegó a albergar a 4 1
ajedrecistas. Entre sus miembros más destacados ocupan un sitio de honor: Max Euwe (Cam­
peón mundial 1 935- 1 937), Samuel Reshevsky, Friedrich Saemisch, Edgar Colle, Sultan Khan,
Frederik Yates, Jacques Mieses, Karel Opocensky, Harry Golombek, Ramón Rey Ardid . . .
D e uno de ellos, e l extraordinario jugador indio Sultan Khan ( 1 905- 1 966), vencido por Vera
en H astings ( 1 93 1 - 1 932), se decía que no se atrevía a volver a su país por temor a las burlas que
recibiría por haber perdido con una mujer.
Euwe fue derrotado dos veces por Menchik. La primera en Hastings ( 1 929- 1 930) causó
revuelo en Holanda. ¡ Todo un candidato al título de Campeón del Mundo vencido por una mujer!
Tras su segunda derrota, también en Hasting ( 1 930- 1 93 1 ), fue nombrado Presidente del club de
forma vitalicia, cargo que llevó dignamente y con buen humor, conducta propia del gran cam­
peón holandés.
Hubo ajedrecistas que quisieron formar parte del cada día más popular club de ajedrez,
aunque no cumplieran los requisitos de acceso, entre ellos Salo Flohr que entabló tres veces con
la gran j ugadora y que consideraba que había hecho suficientes méritos para figurar entre sus
miembros.
Lamentablemente, los últimos años de Vera fueron tristes y duros. Europa vivía su Segunda
Guerra Mundial e Inglaterra padecía ataques brutales, devastadores y diarios de la aviación
alemana. Su marido murió en 1 943 víctima de la guerra. Vera lo seguiría un año después. El 27
de junio de 1 944 se encontraba j unto a su madre y hermana en su casa de Clapham, sur de
Londres, cuando una bomba germana arrasó su vivienda, matándolas a las tres. Sólo contaba 3 8
años.
El mundo del ajedrez le debe mucho a esta gran mujer. Su recuerdo sigue presente a través
del trofeo que en cada olimpíada se le otorga al equipo campeón femenino y que lleva su nombre.
=
1 1 0 AJEDREZ INS Ó LITO
Clasificación final
Jugador
1
2
1 12
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1
Nimzovich
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2
Capablanca
y,
3
Spielmann
o
4
Rubinstein
y,
y,
5
Becker
6
Vidmar
o
7
Euwe
o
8
Bogoljubow
9
Grünfeld
y,
y,
o
10
Canal
11
Matison
o
12
Tartakower
o
13
Maróczy
14
Colle
15
Treybal
16
Slimisch
o
17
Yates
1
18
Johner
19
Marshall
20
Gilg
21
Thomas
y,
y,
22
Menchik
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4
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VERA M ENCH I K Y SU CLUB DE FANS 1 1 1
1 2 . Aj edrez etílico
En cierta oportunidad, alguien comentó en
presencia de Mij ail Tal que por motivos de
salud pública el gobierno soviético estaba
estudiando limitar el consumo de vodka en
su población. La respuesta del mago de
Riga fue inmediata: "¿El estado contra el
vodka? Entonces seré un forajido ".
El maestro entró con paso triunfal en el ruedo, aunque poco después trastabilló y a punto estuvo
de caerse. Acomodó su capote y esperó de la forma más erguida posible al enorme morlaco que
salió a embestirlo y al que evitó con un pase magistral. Ahora lo esperó con una rodilla en el
suelo. La terrible bestia pasó tan cerca de él que casi sintió sus pitones rozándole sus costil las.
Esperaba escuchar los merecidos oles del público, pero en su lugar solo se oyeron las risas de
unos niños y unos shhhh que lo desconcertaron. Se incorporó como pudo y se encontró en medio
de una sala. Era poco después de las 1 O de la mañana y se estaba j ugando la última ronda de un
torneo de ajedrez.
Recordó de pronto que su maestría era ajedrecística y no taurina, y se sentó en una de las pri­
meras mesas. Jugaba con blancas. De ganar podría adj udicarse el torneo, y unas tablas hubieran
significado un buen premio en euros. No pasaron muchos minutos antes de que el maestro
taurino se dejara una pieza, y a pesar de su borrachera, no tardó mucho más en abandonar la par­
tida.
Al menos nuestro buen aj edrecista torero finalizó la partida de forma elegante.
Hay documentados casos en que algunos j ugadores han perdido sus partidas de forma muy
poco ortodoxa.
Ya en 1 889 tenemos a uno de los j ugadores más fuertes del mundo de esa década: el irlandés
James Mason ( 1 849- 1 905), que debía enfrentarse en el torneo de Nueva York con el maestro
estadounidense David Grahan Baird ( 1 854- 1 9 1 3). Antes de la partida, Mason tuvo la im­
prudencia de irse con unos amigos de bares, y fue tanto lo que bebió, que su estado de
embriaguez era evidente cuando entró en la sala de juego. Le propusieron suspender la partida,
pero él quiso disputarla. Llevaba las piezas negras. Luego de 8 j ugadas de una Defensa Francesa
variante del Cambio, el irlandés se sintió tan mal que tuvo que retirarse.
Más bochornosa fue la actuación del Gran Maestro francés (de origen ruso) Vladislav Tka­
chiev ( 1 973- ), que en un torneo en Calcuta, India, en 2009 se quedó dormido por su estado de
ebriedad en la j ugada 1 1 . Los intentos de despertarlo de los organizadores resultaron vanos, por
lo que se esperó a que agotara su hora y media de reflexión en su reloj para decretar la victoria de
1 1 2 AJ EDREZ INS Ó LITO
su asombrado rival : el jugador local Praveen Kumar.
Las referencias al alcohol en el aj edrez son de vieja data. Es nombrado en el tratado de aje­
drez más antiguo que se conserva: Repeticiones de amores y arte de ajedrez, publicado en Sala­
manca en 1 497. Su autor, Luis Ramírez de Lucena ( c. 1 465-c. 1 5 30), aconseja j ugar cuando nues­
tro rival haya comido y bebido abundantemente. Y no agua, precisamente.
Este consejo intentó llevarlo a cabo 450 años después el Gran Maestro Miguel Najdorf ( 1 9 1 01 997) en el lnterzonal de Saltsjobaden (Suecia) en 1 948.
El gran maestro argentino almorzaba con su mujer antes de una partida. En un momento se
acercó a la mesa su rival de ese día, el Gran Maestro sueco Gosta Stoltz ( 1 904- 1 963). Najdorf lo
invita a almorzar, pero Stoltz le dice que más que comer preferiría beber algo.
Sí, claro, -lo anima Naj dorf- tómese lo que quiera, y cuanto quiera.
Los vodkas y las cervezas empezaron a desfilar por la mesa. Ambos maestros estaban cada
vez más animados : Stoltz por el alcohol ingerido y Najdorf porque se esperaba una partida fáci l
esa tarde.
La única molesta con la situación era la mujer de Najdorf que recriminaba en castellano a su
marido: " ¡ Lo estás emborrachando ! " .
U n poco más tarde comienza l a partida. En contra de l o esperado, e l j uego de Stoltz, que
jugaba con blancas, era preciso y contundente.
En la jugada 42 llegan a la siguiente posición:
Gosta Stoltz - Miguel Najdorf
Interzonal de Saltsjobaden 1 948
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Ante la sorpresa del argentino, Stoltz le propone tablas. Najdorf acepta de inmediato y le pre­
gunta:
- ¿Por qué me ofrece dejar en empate la partida? Usted es un maestro y sabe que está mej or.
- Lo sé, pero, ¿cómo voy a ganarle una partida a alguien que me invitó tan amablemente a
beber?
Y agrega: - " Por cierto, Najdorf, debería saber que cuando tomo tantos vodkas soy inven­
cible" .
AJEDREZ ET ÍLICO 1 1 3
Precisamente en Suecia ocurre otra historia relacionada con el alcohol y que tiene por
protagonista al gran campeón norteamericano Frank Marshall ( 1 877- 1 944 ). La recoge Reuben
Fine en A passion for chess. Nos cuenta que Marshall tenía que dar una sesión de simultáneas en
el país nórdico. Antes del comienzo de las partidas, Marshall pidió a la organización algo
estimulante para beber. De forma astuta le acercaron un brebaje que identificó como ponche, una
bebida que conocía bien de Estados Unidos y que sabía que tenía poca gradación alcohólica. Se
tomó alegremente varias copas y empezaron las partidas.
No pasó mucho tiempo antes de que los efectos del alcohol se manifestasen en el maestro.
Más tarde, demasiado tarde, Marshall se enteró de que el grado de alcohol del ponche elaborado
en Suecia era considerablemente más alto que el de su país, similar incluso al del whisky ame­
ricano.
¿Resultado de la sesión? No lo sabemos, pero nos lo podemos imaginar, ya que en palabras de
Fine es "impublicable" .
Quien tuvo problemas muy graves con la bebida fue el gran campeón ruso Alexander Ale­
khine ( 1 892- 1 946). Estos problemas eran conocidos por sus colegas ajedrecistas que, haciendo
un j uego de palabras con su nombre, se referían a él como Aleandwine (cerveza y vino en inglés).
Su adicción se hizo pública en el Campeonato del Mundo de 1 93 5 , que lo enfrentó al campeón
holandés Max Euwe ( 1 90 1 - 1 98 1 ). En una partida del match se presentó trastabi llando a la mesa
de j uego. Euwe, con su proverbial caballerosidad, le propone:
- Si le parece bien, lo dejamos para otro día. A lo que Alekhine responde:
- No, de ninguna manera- trabándosele la lengua en la respuesta.
Alekhine pierde el título, pero lo recupera dos años después contra el mismo rival . Para este
segundo match el ruso-francés se prepara a conciencia y deja el alcohol. Cuando ganó el en­
cuentro la Sociedad contra el Alcoholismo de Holanda le obsequió como premio con una cesta
con botellas de leche, nata y quesos holandeses.
Aunque los problemas con la bebida no desaparecieron del todo. Cuenta Pablo Morán en
Agonía de un genio que en los años cuarenta en varias simultáneas disputadas en España
Alekhine jugaba completamente ebrio. Aun así, obtenía resultados honrosos.
En una partida j ugada en Salamanca en abril de 1 944 contra Pablo Unamuno, llegó a enrocar
con la dama.
El maestro inglés Harry Golombek ( 1 9 1 1 - 1 995), que tuvo trato con Alekhine en los años
treinta, afirmaba que este maestro en estado de embriaguez veía mucho más en un tablero de
ajedrez que la mayoría de los ajedrecistas sobrios.
Era conocida la afición del maestro inglés Joseph Henry Blackburne ( 1 84 1 - 1 925) por el
whisky. Cuenta una anécdota que en una ocasión, mientras j uega unas simultáneas, el campeón
británico iba de mesa en mesa y en una de ellas vio un vaso de whisky "descuidado" por su
dueño. Este estaba abstraído, meditando su j ugada. Blackburne aprovecha para beberse el whisky
de un trago y pasa a la siguiente mesa. Un espectador observa la acción y se la recrimina. La
respuesta del maestro fue antológica: "el vaso estaba ahí, y me lo tomé al paso" .
El maestro alemán Fritz Saemich ( 1 896- 1 975) n o era muy versado en idiomas. Se dice que l a
única palabra i nglesa que conocía era beer (cerveza).
Para finalizar, una anécdota que tuvo como protagonista al Gran Maestro ruso Ratmir
Kholmov ( 1 925- 2006). Se acercó tambaleante a la mesa en la que le tocaba j ugar con negras. Su
rival era nada menos que el entonces Campeón del Mundo Boris Spassky ( 1 937- ).
La partida tuvo este desarrollo:
1 .f4 �c6 2.e4 b6 3.�f3 e5 4.fxe5
1 1 4 AJEDREZ INS ÓLITO
Al llegar a este punto, Kholmov exclamó extrañado:
" ¡ Qué raro ! ¡ Llevo años j ugando la Grünfeld 1 y nunca había quedado tan mal en la apertura! " .
A principios de los sesenta, Kholmov llegó a estar considerado entre los mejores del mundo
(8° según Chessmetrics), pero tuvo problemas derivados de su adicción al alcohol, tantos que fue
suspendido un año por el Comité de Deportes Soviético. Por la misma razón, no se le permitía
salir a competir en Occidente. Las autoridades soviéticas preferían enviarlo a j ugar a países
"amigos" del este europeo y a Cuba.
Precisamente, fue en La Habana, Cuba, en el Memorial de Capablanca de 1 965, donde Khol­
mov j ugó su partida más famosa: su gran victoria sobre Bobby Fischer. Kholmov llevaba piezas
negras y se impuso en 42 jugadas. Este fue el torneo en el que Fischer no pudo viajar a Cuba,
porque el Departamento de Estado norteamericano le negó el visado a la isla. Así y todo, Fischer
pudo participar en este gran torneo a través de un telégrafo que enviaba sus j ugadas (y las reci­
bía) desde una sala del Marshall Chess Club de N ueva York. Se cuenta que el Gran Maestro ruso
jugó la partida contra Fischer desde la barra del bar de la sala de j uego.
1
La Grünfeld es una defensa que plantean las negras contra las jugadas blancas 1 .d4 2.c4 y 3 lll c 3, cuyo desarrollo más
frecuente es: l . . . lt\f6 2 . . . g6 y 3 . . . d5
AJ EDREZ ET Í LICO 1 1 5
1 3 . Aj edrez, ¿un deporte de riesgo ?
"Un ordenador me ganó una vez al ajedrez, pero no fue rival para mí en el
Kick boxing". (Emmo Philips, comediante estadounidense).
La imagen que se tiene del ajedrez es la de un j uego tranqui lo, lento, aburrido, en el que nunca
ocurre nada emocionante dentro o fuera de sus 64 casillas. Manifestaciones como las de Karpov
cuando era Campeón del Mundo, en las que reconocía que sus únicas aficiones, además del
ajedrez, eran la filatel ia y el marxismo, contribuyen a consolidar esa imagen sosa de nuestro
deporte.
También se supone que las personas que practican el ajedrez son gente absolutamente lógica,
que calcula fríamente todos sus movimientos y que jamás pierde los nervios, y mucho más si se
trata de profesionales de este j uego. Como comprobaremos en estas páginas, este supuesto está
muy lejos de la realidad.
Para la primera historia deberemos trasladarnos al London Chess Club, muchos años atrás,
hasta l legar al lejano 1 867. Sentados frente a frente, con un tablero de aj edrez de por medio, te­
nemos a Wilhelm Steinitz ( 1 836- 1 900), futuro Campeón del Mundo, y a su rival, el gran j ugador
inglés Joseph Henry Blackburne ( 1 84 1 - 1 924). Un encuentro que las autoridades policiales de
hoy en día calificación de alto riesgo. Steinitz era conocido por sus malas artes durante las
partidas. Podía hablar, insultar e incluso escupir (sí, como algunos futbolistas galácticos actuales)
con el propósito de molestar y sacar de sus casillas a algunos de sus oponentes. Por si esto fuera
poco, su rival era conocido por su gran afición al alcohol, su comportamiento irascible y por lle­
var un apellido que le ocasionaba más de un problema. Sus colegas a veces se burlaban de él
llamándolo Black Death (muerte negra), cosa que no le hacía ninguna gracia. Jamás podrían ha­
berse enfrentados en un cuadrilátero de boxeo, dada la diferencia de peso y de tamaño entre am­
bos contendientes: Steinitz era musculoso, pero de baja estatura (apenas llegaba el metro y me­
dio), miope, asmático y con problemas al caminar (en una publicación de la época se referían a
él como Quasimodo), y su rival un hombretón de 1 ,83 centímetros de altura y alrededor de 1 1 5
kg. de peso. No se sabe muy bien cómo comenzó la pelea entre ambos. Es muy probable que
Blackbume hiciera un comentario ofensivo hacia su rival y que éste le devolviera el agravio
escupiéndole en medio de la cara (más tarde Steinitz se mostraba orgulloso de esta acción, puesto
que decía que había tenido el coraje de hacérselo a alguien que lo doblaba en tamaño). A esto
sigui ó un certero golpe de Blackburne en un oj o de Steiniz, que quedó ennegrecido.
Algunas versiones indican que Blackburne llegó a arroj ar a Steinitz por la ventana, y que éste
salvó su vida por caer desde un primer piso. Once años después, esta vez en París, ambos juga­
dores volvieron a enfrentarse a puñetazos, y en esta ocasión en la habitación de hotel del propio
Steinitz. Según este mismo afirma en una carta a la International Chess Magazine de noviembre
de 1 889, se encontraba en su habitación cuando fue visitado por Blackburne, que llegaba com­
pletamente borracho (las estancias de ambos eran contiguas). Luego de unas pocas palabras, el
inglés se abalanzó sobre Steinitz y empezó a darle golpes, una docena según éste, y todos con
mucha fuerza dirigidos hacia sus ojos y cara. Afortunadamente, el pequeño campeón consiguió
liberarse de la tremenda paliza y calmar a su furibundo atacante al estrellarle la cabeza contra la
1 1 6 AJEDREZ INS ÓLITO
ventana. En dicha carta, Steinitz afirma que hubo otros ataques físicos de un violento Blackburne
contra otras dos personas, una descrita como enferma en el momento de recibir la agresión, y la
otra de una estatura muy baja, puesto que apenas le llegaba a Steinitz a la altura de sus hombros.
Según el gran ajedrecista, B lackburne jamás se enfrentó a nadie de su mismo tamaño.
Alexander Alekhine no solía perder muchas partidas, pero cuando estas llegaban sus reac­
ciones no eran de las más ejemplares. Después de perder ante el maestro austríaco Rudolf
Spielmann ( 1 883- 1 942) en el torneo de Carlsbad del año 1 923 (0- 1 en 62 j ugadas), subió a su
habitación del lujoso hotel I mperial y destrozó a golpes todos los muebles que pudo. En otra
ocasión, en el torneo de Viena de 1 922, luego de perder contra otro maestro austríaco : Ernst
Franz Grünfeld ( 1 893- 1 962), 0- 1 en 55 movimientos, recogió su rey y lo arrojó con toda su
fuerza hacia el otro extremo de la sala de juego. El improvisado proyectil a punto estuvo de
impactar en la cabeza de un desprevenido árbitro. En esos años, para dar mayor peso a las piezas
de ajedrez se las rellenaba de plomo, por lo que un impacto de ese tipo podía haber desgraciado
al pobre j uez. Para que después se diga que el aj edrez no es un deporte peligroso. Ahora nos
encontramos en el primer Torneo lnterzonal que tuvo lugar en Saltsjoboden, Suecia, en julio de
1 948 . Es la última ronda, y el líder de la competición, David Bronstein ( 1 924-2006) se enfrenta
al maestro polaco Savielly Tartakower ( 1 887-1 956). La partida transcurre de forma tranquila
hasta que luego de 20.l'!ad 1 se llega a la siguiente posición:
Las blancas han sacrificado un peón en la jugada 9 consiguiendo a cambio una cómoda
ventaja: un buen caballo contra un torpe alfil, y las negras sufren de dos parejas de peones
doblados en las columnas "e" y "g" .
Fue en este momento cuando se acerca a l a mesa de los j ugadores un hombre con intenciones
asesinas. Su objetivo era el Gran Maestro David Bronstein. Por fortuna, solo llegó a derribar las
piezas del tablero antes de que fuera reducido por algunos espectadores Más tarde se supo que el
frustrado homicida era un exiliado lituano que quería vengarse de los soviéticos por la
deportación y posterior muerte de su hermana en tierras siberianas. Una vez retirado el agresor
de la sala de juego se reanudaron las partidas.
De más está decir que Bronstein quedó afectado por el ataque, pero se repuso y terminó
ganando la partida, y con ella el torneo. Finalizó con 1 3 ,5 puntos (de 19 posibles), aventajando
al segundo: el maestro húngaro Laszlo Szabo ( 1 9 1 7- 1 998), que finalizó con uno menos: 1 2,5. De
todas formas, hay que decir que los primeros ocho jugadores se clasificaban para el Torneo de
Candidatos, y pasara lo que pasase en esta partida, Bronstein ya tenía su plaza asegurada.
AJEDREZ, ¿UN DEPORTE DE RIESGO? 1 1 7
Para el lector interesado en ver cómo finalizó, reproducimos el resto de la partida:
2 1 . :B:xd8 :B:xd8 22. :B:fl b6 23 . tll t2 :B:d5 24. tll d3 i f6 25. tll b4 :B:b5 26.a4 :B:c5 27.e4 b5 28 .a5 id8
29. :B:al :B:c4 30. � d3 ie7 3 1 . tll a6 :B:a4 32. :B:xa4 bxa4 3 3 . tll b 8 a3 34.bxa3 ixa3 3 5 . tll x c6 ic5
36. � c4 ig l 37. � b5 � f7 38. � a6 � f6 39. tll xa7 � g5 40.g3 i f2 4 1 .c4 � f6 42 . tll c8 ixg3 43.c5,
y las negras abandonaron.
"El ajedrez es un deporte violento", debió pensar unos años más tarde el Gran Maestro Alexei
Suetin ( 1 926-200 1 ) cuando se vio atacado por Rona Petrosian, que llegó a propinarle una
sonora bofetada. Ocurrió en 1 97 1 luego de que su marido, Tigran Petrosian ( 1 929- 1 984), per­
diera contra Bobby Fischer ( 1 943-2008) el encuentro Final de Candidatos que tuvo lugar en
Buenos Aires, por 6, 5 a 2,5 (+5 , =3 , - 1 ). La mujer de Tigran culpaba al entrenador jefe del
equipo de Petrosian de la derrota de su marido.
Fuera de las agresiones físicas y verbales, una de las situaciones más violentas se produce
cuando uno de los j ugadores tira de forma intencionada las piezas del tablero, habitualmente para
indicar de mala manera su pretensión de abandonar la partida. Todos los rivales de Bobby Fischer
coinciden en que el comportamiento del genio americano durante las partidas era exquisito,
aunque sus reacciones ante unos resultados adversos no eran nada recomendables, llegando en
varias ocasiones a derribar las piezas de forma brusca.
Por ejemplo, luego de perder con Ludek Pachman ( 1 924-2003) en el torneo de Mar del Plata
de 1 959 (O - 1 en 56 j ugadas), Bobby se puso de pie, tiró las piezas y salió corriendo de la sala de
juego, como si lo estuviesen persiguiendo, según recuerda el maestro checo en Ajedrez y
comunismo. Exactamente lo mismo volvió a ocurrir el mismo año contra el mismo jugador en un
torneo en Santiago de Chile cuando Fischer demostró su deseo de abandonar, haciendo volar los
trebej os, aunque esta vez sin siquiera firmar la rendición ( 1 O en 40) . Al encontrarse ambos aje­
drecistas al día siguiente, el saludo de Bobby no fue muy cariñoso: "The next time, I 'll kili you",
o sea: la próxima te mataré. La tercera vez que encontramos a Bobby tirando las piezas no fue
por haber perdido, ¡ sino por haber empatado con un Gran Maestro !
Fue al año siguiente, en 1 960, en la Olimpíada de Leipzig contra el maestro argentino Miguel
Najdorf ( 1 9 1 0- 1 997). En el momento en que éste decide aplazar la partida, movimiento 42, su
posición parece de claro abandono: tres peones de menos a cambio de la calidad, mayor libertad
de las piezas contrarias, un peón pasado en "h5" y dos peones pasados y unidos en "b4" y "c3 " .
-
a
b
e
d
e
f
g
h
8
4
a
b
e
d
e
f
g
h
1
Sin embargo, ante la sorpresa de Fischer, Najdorf decide continuar 42 . . . :B:e4. Las negras tienen
que hacer algo contra el peón "h" pasado de su rival . 43. � c2 :B:e3 44. � b3 :B:e4 45.:B:h8 :B:h4
1 1 8 AJEDREZ INS ÓLITO
46.�e8 �xh5 47 . �e7+. Las blancas entregan su peón de "h" para especular con la fuerza de sus
dos peones pasados. 47 . . . ® c8 48. ® c4 �h3, dificultando los movimientos del rey. 49 .b5 �g3 .
a
b
e
d
e
f
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h
a
b
e
d
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h
-·- - m a
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4 -�� m m 4
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3� R
• u 9
2 m m m m2
1� - - - 1
8
Aquí Fischer comete un error importante: 50. tll c 6?? Debía j ugar 50. ® b4 y a 50 . . . �d3 , 5 1 .�e4,
preparando el ataque en el flanco dama. 50 . . . �xf5 5 1 . tll a7+ ® d8 52. tll c6+ ® c8 5 3 . � e4 ® c7, y
la partida queda igualada. 54. tll d4 f ül 5 5 .�e7+ ® b6 56.�d7 �e l 57.�d6+ ® b7 5 8 . tll e2 � g4+
59. tll d4 �g3 .
Al llegar a esta posición, Fischer se da cuenta de que la partida va a ser tablas por obligada
repetición de movimientos. Tira enfurecido las piezas al suelo y abandona de nuevo sin proponer
tablas ni firmar las planillas. Aunque el resultado reglamentario era de abandono del estado­
unidense, el equipo argentino propuso que se dejase la partida en empate. Bobby reconoció el
fair play del conjunto sudamericano y al día siguiente pidió disculpas por su mal comporta­
miento.
Probablemente, una de las agresiones más conocidas haya sido la sufrida por el Gran Maestro
soviético Mijail Tal { l 936- 1 992) antes del comienzo de la Olimpíada de Ajedrez de La Habana,
en 1 966. Hay varias historias sobre el incidente, por lo que conviene fiamos de la contada por
Víctor Korchnoi { l 93 1 - ), testigo presencial de los hechos, en su libro Chess is my life .
La noche anterior al inicio de la Olimpíada, ambos ajedrecistas decidieron salir de "marcha",
con el desconocimiento de las autoridades de la delegación soviética. Llegaron a una discoteca en
la que Tal comienza a bailar con una bella j oven cubana. No pasó mucho tiempo hasta que el
desafortunado Misha recibiera un fuerte botellazo en la cabeza que le provoca una profunda
brecha que lo lleva j unto a Víctor a un hospital de La Habana. Las 43 personas presentes en ese
momento en la discoteca fueron llevadas a la central de la Inteligencia cubana para ser inte­
rrogadas. No tardaron mucho en descubrir al autor del ataque y sus motivos : un joven celoso de
la muchacha que bailaba con el Gran Maestro.
A Tal le dieron varios puntos en una de sus cejas y tardó en recuperarse. Su primera partida en
la Olimpíada llegó en la quinta ronda. Se lo veía usando gafas negras y aún afectado por las
consecuencias del botellazo. Así y todo, consiguió un resultado espectacular, obteniendo nada
menos que 1 2 puntos en 1 3 partidas, alcanzando el mejor resultado de toda la competición.
Hasta aquí lo que nos cuenta Víctor.
El epílogo gracioso de esta historia nos lo ofrece una revista de la época, Destino, que al día
siguiente de los sucesos publica este titular: ¡ 1 1 puntos sin jugar una sola partida!
El doble significado de la palabra punto sirvió para otros titulares ocurrentes del tipo: "Mijail
Tal consiguió 23 puntos en 1 3 partidas, aunque 1 1 de ellos fueron en su cabeza" .
AJEDREZ, ¿UN DEPORTE D E RIESGO? 1 1 9
14. El humor en el aj edrez
Pregunta un periodista al flamante Campeón del Mundo Mijail Tal ( 1 960)
-¿ Cuálfue el secreto de su método de entrenamiento ?
- Mi entrenador me contaba un nuevo chiste antes de
cada partida.
Hace unos años fui invitado por la Universidad de Oviedo a dar una charla en unas jornadas dedi­
cadas al humor. El título de mi intervención fue El ajedrez y su expresión humorística. Gente de
mi entorno, no relacionada con nuestro j uego, al enterarse de la charla me preguntaba qué podía
tener de gracioso algo tan serio y aburrido como el ajedrez. La idea que tenían del ajedrez es la
que se ha transmitido muchas veces de forma humorística a través de imágenes televisivas o de
viñetas en las que dos j ugadores con largas barbas blancas, están sentados inmóviles frente a un
tablero (en algunos casos cubierto de telarañas) durante innumerables horas sin que nunca ocurra
"nada". Hasta que en un momento dado, ¡ por fin ! , uno de los j ugadores amaga con mover una
pieza, la llega incluso a tocar, a levantarla ( ¡ gran emoción !), pero, luego de una nueva reflexión,
vuelve a dejarla en su casilla original.
A alguien se le ocurrió vincular al ajedrez con el colmo del tedio: "Eres más aburrido que una
maratón de ajedrez comentada por José María Carrascal" (refiriéndose al popular periodista tele­
visivo).
Por supuesto que esa imagen está muy lejos de la realidad. Veremos a lo largo de este capítulo
numerosas situaciones risueñas de muy diversa naturaleza relacionadas con el ajedrez. Por razo­
nes obvias de espacio, me limitaré a un pequeño muestrario de tales manifestaciones.
Un rasgo de humor es la inspiración de nuevos nombres derivados de las particularidades de
una persona. Por ejemplo: muchos opinan que la suspensión del maratoniano match que enfren­
taba a Karpov y Kasparov en Moscú ( 1 984- 1 985), por el entonces presidente de la FIDE Floren­
cio Campomanes ( 1 927-20 1 0), favoreció a Karpov, porque a pesar de que estuviera ganando por
5 a 3 en un encuentro pactado a 6 victorias, se encontraba exhausto, al borde de su resistencia
física y psicológica, luego de seis meses de l ucha y 48 partidas j ugadas. Por lo dicho, a Boris
Spassky ( 1 937- ) se le ocurrió "rebautizar" al fi lipino llamándolo Karpomanes.
El ingenio de Boris se aprecia también en la expresión humorística que utilizó para comparar
el desencuentro con su pareja que lo llevó al fracaso de su primer matrimonio, diciendo que su
mujer y él eran como alfiles que iban por casillas de distinto color.
Los contemporáneos de Alexander Alekhine ( 1 892- 1 946) también hicieron bromas con el
apellido del gran campeón ruso. Contaba el Gran Maestro Alexander Kotov ( 1 9 1 3- 1 98 1 ) que
dado su carácter egocéntrico en algunos sitios se referían a él como Alleinich, que significa en
alemán "solo yo" (la pronunciación del apellido de Alekhine en ruso es Aliojin). Por su afición a
la bebida se lo conocía como Aleandwine (cerveza y vino en inglés). Se casó tres o cuatro veces
(los biógrafos no se ponen de acuerdo), tres de ellas con mujeres mayores que él. Su última
esposa fue Grace Wishart, una norteamericana rica, viuda de un alto comisionado francés en
1 20 AJEDREZ INS Ó LITO
Marruecos, que le llevaba a su nuevo marido 1 6 años de edad, aunque testimonios de la época
indican que la di ferencia parecía mucho mayor. En los círculos ajedrecísticos parisinos se
burlaban de este hecho diciendo que Alekhine se había casado con la viuda de Philidor, el gran
aj edrecista francés muerto en 1 795.
Recordaba un ajedrecista argentino, Juan Manuel Rivarola, que se encontraba con Alekhine y
Roberto Grau tomando té en una confitería de Rosario (Argentina) cuando entró al local una
mujer mayor con sus dos jóvenes hijas. Grau miró a Alekhine y le dijo: " ¡ Qué hermoso perfil esa
niña! ¿Verdad?" . Y Alekhine le contestó muy seriamente: "Sí, la señora está muy bien".
Con quien mantenía Alekhine una gran rivalidad, y no sólo deportiva, era con otro ruso
emigrado : el Gran Maestro Efim Bogoljubow ( 1 889- 1 952), personaje al que se le atribuía un
humor negro y algunas veces fuera de lugar. Se enfrentaron dos veces por el título de Campeón
del Mundo : Wiesbaden 1 929 y Baden Baden 1 934, y en ambas ocasiones se impuso Alekhine por
un cómodo margen : 1 5 ,5 - 9,5 y 1 5 ,5 - 1 0,5.
Se cuenta que ninguno de estos j ugadores perdía una sola oportunidad para "meterse" con el
otro. Durante el banquete de clausura de un torneo en el que ambos habían participado, Bogo
hizo un comentario despectivo sobre Alekhine. Este, en forma de réplica, describió un sueño que
había tenido. Contó que se había muerto y que se encontró en las puertas del Cielo. San Pedro le
preguntó cuál era su profesión en la tierra:
- Maestro de ajedrez, y Campeón del Mundo- contestó Alekhine.
- ¿Maestro de ajedrez?- preguntó San Pedro. Lo siento, pero no están permitidos en el Paraíso.
El rechazo entristece al gran ajedrecista, pero, de improviso, ve a su viejo amigo Bogo confor­
tablemente sentado en una nube, intentando entonar una melodía con su harpa. Sorprendido, Ale­
khine le pregunta al santo:
- ¿Qué hace Bogo aquí?, ¿no es acaso un maestro de ajedrez?
- ¡Dios mío ! , ¡No ! É l solo se cree que lo es 1 •
Uno de los torneos más fuertes de la historia fue el que tuvo lugar en la ciudad inglesa de
Notthingam en 1 936. Se dieron cita nada menos que cinco campeones mundiales, entre los anti­
guos, el vigente y futuros monarcas : Emanuel Lasker, José Raúl Capablanca, Alexander Ale­
khine, Max Euwe y Mijail Botvinnik. A pesar de tales participantes, el maestro checo Salo Flohr
( 1 908- 1 983) aseguraba que ganaría los tres primeros premios del torneo. Ante la perplejidad de
sus oyentes se j ustificaba diciendo que cada vez que subía en el ascensor, el botones solía repetir:
"Firstfloor (primero Flohr), Secondfloor, (segundo Flohr), Thirdfloor (tercero Flohr)". A pesar
de los "deseos" del ascensorista, el maestro checo finalizó en la séptima posición, aunque a sólo
1 ,5 puntos del vencedor Mijail Botvinnik ( 1 0 puntos, los mismos que José Raúl Capablanca, pero
con mejor desempate del ruso).
El humor de Flohr también se aprecia en una carta enviada a Alexander Kotov. El checo le
expresaba su ilusión por la vuelta de Alekhine a su Rusia natal, que abandonó en 1 92 1 a causa de
la Revolución bolchevique: "Siempre deseé que pudiese visitar Moscú, pues imaginaba cómo le
aplaudirían sus extraordinarias e insuperables combinaciones, si a mí me aplaudían cuando
aislaba un peón o conservaba la pareja de alfiles".
Una de las anécdotas más repetidas, y a menudo con datos incorrectos, es la protagonizada
por el maestro de origen letón Aaron Nimzovich ( 1 886- 1 935) con el cigarro que uno de sus
adversarios tenía sin encender sobre la mesa. Nimzovich se quejó al respecto, pero le hicieron
notar que estaba apagado, a lo que replicó con uno de sus más conocidos principios ajedrecís­
ticos : "Sí, pero la amenaza es más fuerte que la ejecución".
Lo cierto es que la acción tuvo lugar en el Torneo de Nueva York de 1 927. Nimzovich se
1
Lo cuenta Irving Chmev en The bright side of chess.
EL H U MOR EN EL AJEDREZ 1 2 1
enfrentaba al maestro esloveno Milan Vidmar ( 1 8 85- 1 962). É ste durante la partida encendió un
cigarro. Las reglas del torneo impedían que los jugadores hablaran entre ellos durante las parti­
das, solo podían comunicarse a través de un comité. Por lo tanto, Nimzovich se dirigió a dicho
órgano que dictaminó a su favor. Un miembro del comité se acercó a la mesa para hablar con
Vidmar, que acató de inmediato la decisión y apagó su habano. Pero, poco después, volvió Nim­
zovich a reclamar por la misma razón. Le hicieron notar que el cigarro estaba ya apagado, y su
alegación fue: "Sí, ya lo sé, pero lo mira como si quisiera encenderlo" .
Mark Taimanov ( 1 926- ) ejerció siempre dos profesiones : Gran Maestro de ajedrez y concer­
tista de piano. Tuvo la desgracia, o la fortuna, según se mire, de ser emparejado con Robert Fis­
cher en uno de los encuentros de cuartos de final de candidatos al Campeonato del Mundo de
Ajedrez, que en ese momento poseía Boris Spassky. Les tocó medirse en Vancouver, Canadá, en
mayo de 1 97 1 . Sin ninguna duda, el gran favorito era el americano. Por eso, los amigos del ruso
al despedirlo en el aeropuerto le desearon "que gane el peor" . Mijail Botvinnik, maestro de
Taimanov, luego de ver las primeras partidas del encuentro manifestó : "Le he dado varios conse­
jos a Mark, pero no ha seguido ninguno" . El 6 a O final fue sin duda excesivo, puesto que el so­
viético había tenido buenas posibilidades de puntuar en algunas de las partidas. Así y todo, se
tomó la derrota con resignación, ya que luego de la gran paliza llegó a decir: "Al menos me
queda la música".
También el maestro internacional inglés Robert Wade ( 1 92 1 -2008) asumió con deportividad y
buen humor unos resultados catastróficos que había obtenido en unas simultáneas que disputó en
Moscú en 1 95 1 contra un grupo de jóvenes aficionados. Jugó 30 partidas de las que perdió 20 y
sólo logró empatar 1 0. Luego de la exhibición declaró " S i uno cualquiera de estos pioneros hu­
biera j ugado contra treinta wades, el resultado no sería peor" .
Es que la denominación de origen "Rusia" suponía para su portador un nivel de aj edrez
verdaderamente alto. Quizás por esto, el gran maestro holandés Hans Ree ( 1 944- ) llegó a decir
que cuando estaba en Moscú tenía la impresión de que cualquier conductor de tranvías moscovita
j ugaba al aj edrez mejor que él.
Para algunos la forma fisica es un elemento decisivo en el ajedrez.
Así fue como Woody Allen, el gran director de cine neoyorkino, cierta vez se lamentó porque
no había sido admitido en un equipo de ajedrez por no dar la talla fisica adecuada (mide 1 65 cm
y su peso ronda los 50 kg).
"Soy el j ugador de ajedrez más fuerte del mundo", aseguraba Georg Marco ( 1 863- 1 923). No
lo decía por sus habilidades en el tablero, sino por su gran peso: 1 37 kg. No le faltaba humor a
este maestro. En una determinada ocasión hizo el siguiente análisis de su situación en el tablero:
"La posición de las negras es perfectamente balanceada: es tan débil en el flanco de rey como lo
es en el flanco de dama" .
Juventud, divino tesoro. Así comienza un conocido poema de Rubén Darío, y es lo que tuvo
que pensar Jaques Mieses cuando con "apenas" 84 primaveras derrotó en 1 9 jugadas, y llevando
las piezas negras, al maestro holandés Dirk Van Foreest, de 86 años. Ocurrió en 1 949, en un
torneo de Estocolmo. Al finalizar la partida Mieses declaró: "La j uventud ha triunfado" .
Un poco de humor negro. Se cuenta que la siguiente historia es real y que ocurri ó hace
muchos años durante un torneo de aficionados en un lugar en España.
En el transcurso de una de las rondas de la competición, uno de los j ugadores sufre un ataque
cardíaco. Da la casualidad de que entre los participantes hay un médico que acude rápido en
ayuda de su compañero, aunque solo puede certificar su muerte, y así se lo comunica a los pre­
sentes:
- Lamentablemente, nuestro buen amigo ha muerto.
Como buen ajedrecista que era, el doctor no pudo evitar dejar de mirar la posición del tablero
del fallecido y luego de una breve reflexión dictamina:
1 22 AJEDREZ INS Ó LITO
- De todas formas, estaba perdido.
No se puede hablar de humor en el ajedrez sin nombrar a dos de sus principales cultores:
Mijail Tal ( 1 936- 1 992) y Savielly Tartakower ( 1 887- 1 956).
Tal produjo numerosas frases memorables del tipo: "Hay dos tipos de sacrificios, los correc­
tos y los míos", o "Tuve la fortuna de ser Campeón del Mundo en 1 960, año bisiesto, por lo que
conservé la corona un día más".
También protagonizó anécdotas divertidas. Un admirador le preguntó una vez por qué se lo
veía especialmente concentrado durante el desarrollo de una partida, a lo que Misha le respondió:
"Me preguntaba, simplemente, si hoy había cerrado la llave de gas antes de dejar mi aparta­
mento".
Para Tartakower toda partida tiene tres fases : " En la primera uno espera contar con una venta­
ja; en la segunda uno cree que posee una ventaja; en la tercera uno sabe con seguridad que per­
derá la partida" . También dijo en una ocasión : "Gana la partida el jugador que comete el penúl­
timo error" .
Su comentario sobre una posición en donde los corceles tenían muy poca libertad de movi­
mientos fue: "Algunos caballos no saltan, apenas cojean" .
E L H U MOR E N E L AJEDREZ 1 23
1 5 . Cinco historias para ser contadas
l . Alekhine contra la Wehrmacht
2.
Primera partida con un extraterrestre
3.
Lluvia de balas sobre un tablero
4.
La retirada de Napoleón Bonaparte 1 de Moscú
5.
Entrevista con el Vampiro
l.
Alekhine contra la
O
Wehrmacht
el campeón gana con ambos colores 1
Nos encontramos en el año 1 943, en la ciudad checoslovaca de Praga, en el cuartel general de la
Werhmacht. Treinta y dos oficiales alemanes están preparados para enfrentarse en simultáneas al
campeón del mundo Alexander Alekhine. É ste había pedido permiso a las autoridades germanas
para que le dejaran marchar hacia la península ibérica (España y Portugal, países neutrales
durante la Segunda Guerra Mundial). Las autoridades consintieron en darle un salvoconducto,
pero a cambio debería enfrentarse a su élite militar en una sesión de simultáneas.
Percibimos una gran camaradería que une a los soldados de este ejército hasta entonces
victorioso, que controla militarmente casi toda Europa. La intención de estos oficiales es dar una
lección de estrategia al gran ajedrecista de origen eslavo (una raza que para su gran Fuhrer,
1 Historia basada en una película rusa del año 1 980: Belyy Sneg Rossii (la blanca nieve de Rusia), dirigida por Yuri
Mihailovich Vyshinsky ( 1 923-1 983), y que trata sobre la vida de Alexander Alekhine desde que se proclamara Campeón
del Mundo en Buenos Aires, 1 927, hasta su muerte en Estoril (Portugal), en 1 946. El actor ruso que interpretó al cam­
peón fue Aleksandr Yakovlevich Mikhajlov (1 944- ) . La duración de la película es de 86 minutos y 07 segundos. Uno de
los guionistas de este film fue el gran especialista en Alekhine: Alexander Kotov ( 1 9 1 3- 1 98 1 ). La situación recreada en
este capítulo, ocurre a los 65 minutos y 40 segundos de la película y dura hasta el minuto 74 y 1 0 segundos.
Lamentablemente, no hay una versión subtitulada en castellano de esta interesantísima película.
1 24
AJEDREZ INS Ó LITO
Adolf H itler, eran untermensch, o sea pertenecientes a una categoría subhumana), y regalarle a su
amado líder la victoria colectiva que pensaban alcanzar.
La llegada de Alekhine se hace esperar un poco. Cuando aparece se lo ve agotado, enfermo
(aún convaleciente de escarlatina), y sus primeras palabras causan estupor entre los presentes.
No está en condiciones físicas de caminar durante tanto tiempo entre las mesas, por lo que
propone medirse contra los 32 oficiales a la ciega, es decir, sin ver ninguno de los tableros. El
Campeón explica cómo será la sesión : se numerarán los tableros del 1 al 32, él se sentará de
espaldas a los oficiales, y oralmente irá transmitiendo sus j ugadas y recibiendo las de sus adver­
sarios a través de sus asistentes.
El gran silencio expectante fue poco a poco reemplazado por murmullos y risas de los
incrédulos militares cuando se convencieron de que el Campeón hablaba en serio. Se oye a uno
decir en voz alta: " Esto será más fácil que la conquista de Polonia". Y todos ríen de la ocurrencia,
menos Alekhine, que se sienta y espera el comienzo de la simultáneas. Enciende su primer
cigarrillo, a los que seguirán innumerables otros a lo largo de su exhibición.
A medida que pasaban las horas, uno tras otro el número de oficiales alemanes se iba redu­
ciendo, bien por medio de jaque mate del campeón o porque los militares abandonaban al quedar
con una evidente desventaja material.
Al cabo de unas cinco horas de juego solo quedaba en pie el tablero número 1 , que por
razones protocolarias le correspondía al oficial de más rango de los participantes : un general.
La posición a la que habían llegado es la siguiente:
General alemán
a
b
e
d
e
f
h
g
- - -· � 8
7
7
� - �·6
- - - �6
5
� - mltlmw 5
4
- - - �4
3
� - - 3
�82 8- 8 �
- �2
1
<it>m � m: 1
8
�
�
a
b
e
d
e
f
g
h
Alexander Alekhine
El alto oficial, que no es mal j ugador, considera que su posición está perdida y comunica su
decisión de abandonar. El campeón se levanta y se dirige a la mesa del último sobreviviente.
Ante la sorpresa de todos se coloca las gafas, mira con atención el tablero y le pregunta al militar:
- ¿No le gusta su posición, herr general?
- Por supuesto que no. Su amenaza 1.Wh8++ es imparable.
- No le importará entonces que cambiemos los colores, ¿verdad?
- Por supuesto que no.
Dan vuelta al tablero y ahora el campeón l leva las piezas negras.
- Mi j ugada va a ser 1 ... �h4
CINCO HISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 25
General alemán
Alexander Alekhine
El general se concentra en la situación y captura 2.� xh4, a lo que Alekhine responde con
2 .. .'Bc3, amenazando mate en "b2 " . La única forma de parar tal amenaza parece ser 3.@ct, pero
luego de 3 Wat+ seguiría 4.°Bxhl con ventaja material decisiva. El general vuelve a considerar
que su posición, esta vez con blancas, está perdida y alarga su mano para indicar su derrota.
- ¿Quiere que volvamos a cambiar de colores, señor?
La perplejidad del oficial alemán no tiene límites. Asiente sin mucho entusiasmo, porque ya
no sabe a qué atenerse.
Entonces quedamos en que usted j uega 2 ... Wc3 y mi j ugada va a ser 3.°Bh8+! !
..•
General alemán
El general captura resignado la dama, deseoso de terminar por fin su pesadilla 3.@xh8, a lo
que Alekhine j uega rápidamente 4.�g6+ @g8, rematando su gran partida con s.gh8++
1 26 AJEDREZ INS Ó LITO
General alemán
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Alexander Alekhine
Primera partida con un extraterrestre 2
El hecho extraordinario ocurrió hace ya unos años atrás, para ser más exactos en el mes de j ulio
de 1 995 . Acababa de finalizar mi participación en el Abierto de Mondariz Balneario (Ponte­
vedra), con más penas que glorias, y había decidido quedarme un tiempo más en tierras gallegas.
Dos motivos me llevaron a demorar mi partida: disfrutar de ese paradisíaco lugar y estudiar, con
mucho detenimiento, las partidas que había j ugado en el torneo, principalmente las que había
perdido (la mayoría de las disputadas). Mi trabajo de profesor de ajedrez me había apartado de la
competición deportiva, por lo que iba a aprovechar mis días "extras" en Mondariz para intentar
recuperar algo de mi supuesto nivel anterior.
Los hechos ocurrieron sobre las 1 2 del mediodía. Era un día extremadamente caluroso, el sol
parecía estar muy cerca y no se divisaba ninguna nube en el cielo. Había desayunado, nadado en
la pi scina del hotel y me había dirigido con mi j uego a un lugar apartado del monte, mis partidas
y algunos libros de aperturas con la idea de procurar descubrir los motivos de mis cotidianas de­
rrotas. El lugar que me pareció más apropiado estaba debajo de unos umbrosos árboles, cerca de
un río, cuyo suave rumor me predisponía muy bien para el estudio y la meditación. Llevaría una
hora analizando una de mis partidas cuando de repente fui sorprendido por un fortísimo estruen­
do. Mi primer pensamiento fue que el sonido había sido ocasionado por un trueno. Miré extraña­
do al cielo y no vi nada anormal : el cielo seguía tan azul como antes, y sin ninguna nube a la
vista. Observaba el horizonte cuando fui golpeado por una potentísima luz brillante que me hizo
perder la visión por unos segundos. Poco a poco, mientras recuperaba la vista, iba percibiendo la
figura de un extraño personaje. Mediría alrededor de 1 ,90, cubría su cabeza una enorme escafan-
2
Historia que, con algunas modificaciones, fue escrita por el autor del libro y publicada en el número 24 de Peón de Rey
del año 2003 La narración está basada en un artículo de Y. Dorogov: El primer contacto con un extraterrestre. . ,
publicado hace 40 años en la desaparecida revista argentina Ajedrez, (nº 259, pág. 858-9 Ecl. Sopena Argentina, Buenos
Aires, 1 975). Respetando la trama y el elemento ajedrecístico presente en la historia original, me he permitido modificar
la narración dotándola de elementos humorísticos y situándola en un punto de la geografia española.
.
CINCO HISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 27
dra y un grueso uniforme de color gris tapaba su cuerpo. Lo primero que se me ocurrió fue que
era un buzo que estaría fondeando el río, pero sus palabras iniciales me inquietaron :
- Mi nombre es Markus . No soy de este planeta- percibí un sonido metálico en sus palabras.
- Vengo para entablar comunicación con los habitantes de este mundo.
- ¿Quiere decir que no eres terrícola? - pregunté incrédulo.
- Afirmativo. Mi tierra está a muchos años luz de aquí.
- ¿Y cómo hablas mi idioma?- pregunté con cierta lógica.
- Tengo caja traductora- respondió mientras señalaba con un dedo su pecho, en donde luces
de distintos colores se encendían y apagaban cuando Markus emitía o recibía cualquier sonido.
Por un momento, pasó por mi cabeza la sospecha de que todo era un montaje, y que estaba
siendo el protagonista involuntario de una de las muchas bromas que abundan en los programas
de cámara oculta de la televisión. Sin embargo, dos hechos me llevaron a conjeturar sobre la
posibi lidad de que Markus dijera la verdad: por una parte, yo me había dirigido por mis propios
medios a un lugar completamente apartado y solitario y, por otra, no podía explicarme los
extraños fenómenos aparentemente meteorológicos que habían ocurrido unos minutos atrás. En
verdad, estos hechos me obligaron a tomar muy en serio las palabras del visitante.
M ientras pensaba en todo ello, Markus no dejaba de mirar fijamente el tablero y las piezas de
ajedrez. De pronto me sentí el protagonista de uno de los episodios de Expediente X y pregunté,
bastante ingenuamente, debo reconocerlo, si iba a ser abducido.
- Eso solo ocurre en las películas- me contestó un tanto molesto.
Sin dejar de mirar el tablero y las piezas preguntó qué eran.
- Un j uego, y se llama ajedrez- contesté.
- ¿Y cómo es? - preguntó con interés.
Me sentí emocionado. Iba a ser el primer hombre en enseñar a jugar al ajedrez a un extra­
terrestre. Me imaginaba ya parte de la historia de la humanidad. Veía mi nombre escrito en los
futuros libros de historia del ajedrez y por qué no, en alguna enciclopedia intergaláctica. Por lo
dicho, y con no poco entusiasmo, le enseñé a Markus las reglas del noble j uego. Este atendía con
sumo interés a mis explicaciones y esperó impacientemente a que finalizaran mis enseñanzas
para proponerme entusiasmado: " ¡ Juguemos una partida ! " . Sorteamos colores y me tocó llevar
las piezas blancas.
Después de solo 30 j ugadas, llegamos a una posición sin esperanzas para el pobre Markus.
Autor
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1 28 AJEDREZ INS Ó LITO
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Extraterrestre
Con sencillas combinaciones había conseguido la ventaja material de dos alfiles y dos
caballos. Y no solo esto, había logrado confinar al rey negro en un rincón del tablero.
Luego de una breve meditación, encontré un mate inevitable que se produciría tras 1.©c2
que, aunque permite coronar el peón negro de "h2", no puede evitar 2. i.d4++. Pero Markus,
imperturbable, llevó su peón a "h l " y reclamó un nuevo rey : 1...h l © ¡ ¡ ?? (Disculpadme, pero aún
no sé cómo calificar esta j ugada).
Autor
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Extraterrestre
- ¿Cómo? exclamé incrédulo-. No puedes pedir rey.
- ¿Y por qué no? Tú me has dicho que un peón que llega a la última fila podía transformarse
en cualquier pieza, y yo quiero un rey- dijo con firmeza.
- Pero se puede pedir cualquier pieza menos un rey- repliqué en vano.
- Lo siento, señor profesor -percibí cierta ironía en sus palabras. Si usted no me explicó
correctamente las reglas del j uego, es su problema, no el mío. Y o sacrifiqué mis últimas dos
piezas pensando en esta posibilidad de tablas.
Aprecié no poco ingenio en mi alienígena oponente. Podía dar mate a uno de los reyes, por
ejemplo al de "a l " con 2. i.d4++, pero el otro monarca quedaría ahogado. También podía j ugar
2.a8 \W o incluso 2.a8i., en ambos casos con jaque mate al rey de "h 1 " , pero ahogando al otro de
"al " . ¡ Qué lío ! , pensé.
Estuve a punto de alargar la mano reconociendo el empate, pero me detuve. Sentía que debía
dejar bien en alto el orgullo de los terrícolas. No podía permitir que un recién llegado a nuestro
planeta y luego de una breve clase (muy bien dada, por cierto), pudiera vencer a uno de los más
fervientes aficionados al ajedrez.
Seguí pensando hasta que de repente se me ocurrió una idea fabulosa. A vaneé mi peón de
"a7" hasta la octava fila y anuncié que también pediría rey, pero de color . . . negro: . . . 2.a8© ! ! !
(mi natural modestia me impide colocar más signos de admiración tras esta brillantísima j ugada).
Ver el diagrama siguiente
Observé que de la escafandra de Markus salía un humillo azul que ascendía graciosamente
hacia el cielo.
- ¿Rr.. eey ne . . gro? - Pudo llegar a balbucear. Pepe. . .ro e .. so no se se pupuede.
- ¿Por qué no? Yo te dije que se podía pedir cualquier pieza, del color no hablamos.
CINCO HISTORIAS PARA S E R CONTADAS 1 29
Autor
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Extraterrestre
Resignado a su suerte, Markus j ugó 2 ... mb8 ( ¡ única!). Yo hice tranquilamente 3.h5. Mi ahora
cabizbajo rival respondió con su única j ugada legal posible: 3 ... ma8.
Respiré hondamente. Llené mis pulmones con el vivificante aire del monte gal lego y seguí
avanzando mi peón 4.h6 mb8 5.h7 mas 6.h8�++! ! ! (Vosotros perdonaréis el exceso de sím­
bolos de admiración, pero estaréis de acuerdo conmigo en que dar jaque mate a tres reyes
contrarios a la vez no sucede todos los días).
Markus miró con tristeza a "sus" tres monarcas ej ecutados en tres esquinas del tablero.
Autor
Extraterrestre
Luego se puso de pie. Farfulló algo ininteligible (espero que alguna felicitación por la
brillante demostración de este humilde terrícola), se dirigió con rapidez hacia el bosque, desde
donde unos pocos minutos después ascendió vertiginosamente en dirección al cielo una enorme
bola de fuego, que buscaba de forma inmediata abandonar nuestro planeta.
No sé muy bien por qué, pero estoy seguro de que Markus se aficionó al ajedrez y que se está
entrenando para una futura visita a la tierra.
1 30 AJEDREZ INS ÓLITO
3. Lluvia de balas sobre un tablero
La siguiente es una de las creaciones más famosas del genial compositor de problemas de ajedrez
Sam Loyd, nacido en Filadelfia (EEUU) ( 1 84 1 - 1 9 1 1 ), que la compuso cuando contaba 1 8 años.
Loyd amenizaba sus problemas con historias como la que tuvo como protagonista al gran rey
Carlos X I I de Suecia ( 1 682- 1 7 1 8), que era reconocido como un gran aficionado al ajedrez y que
solía j ugarlo incluso en las situaciones más adversas.
Así fue, nos cuenta Sam Loyd, que el famoso rey se hallaba sitiado por los turcos en su cam­
pamento militar de Bender (actual Moldavia) en el año 1 7 1 3 . El monarca se encontraba j ugando
con el general Christian Albert Grothusen, uno de sus hombres de mayor confianza, cuando
conduciendo las piezas blancas se llegó a la siguiente posición :
Chess Monthly, Marzo 1 8 5 9
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1
Juegan las blancas
Luego de estudiar detenidamente el tablero, Carlos anunció que daría mate en 3 j ugadas,
pero cuando se disponía a ejecutarlo, una bala atravesó la ventana y destrozó el caballo blanco.
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CINCO HISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 3 1
El aplomo del rey sueco contrasta con el nerviosismo de su general, preocupado por lo cerca
de ellos que pasó aquel proyectil .
Uno de los asistentes del monarca s e apresuró a reemplazar e l caballo inutilizado, pero
Carlos, con un gesto, prohibió la entrada de un nuevo corcel y volvió a concentrarse en la
posición. Luego de una breve meditación, aseguró que no haría falta el caballo para el jaque
mate, pero que esta vez necesitaría una j ugada más, por lo que dijo a los presentes que daría
j aque mate en 4 movimientos.
Se disponía a coger la pieza apropiada cuando un segundo proyectil entró en la habitación y
partió el peón de "h2", quedando el tablero con las siguientes piezas :
a
b
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h
Con la mano todavía alzada y con una gran tensión en el ambiente, siguió considerando la
posición y anunció que con las piezas que quedaban en el tablero daría j aque mate, pero esta
vez en 5 jugadas, cosa que finalmente hizo para alivio de todos los presentes.
Epílogo para tan brillante historia: tiempo después se descubrió que si la primera bala turca
hubiera quitado del tablero la torre blanca en lugar del caballo, el rey sueco podría haber dado
j aque mate en 6 jugadas.
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1 32 AJEDREZ INS ÓLITO
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1
El descubridor de este último y sorprendente problema fue el compositor alemán, de origen
báltico, Friedich Amelung ( 1 842- 1 909), que lo publicó en Baltische Schachblatter en 1 900. Con
esta nueva bala que quita del tablero en primer lugar la torre blanca, enunció el mate más largo de
la serie ideada por Loyd.
4. La retirada de Napoleón Bonaparte 1 de Moscú
El ajedrez es un juego sin par, regio e imperial. Napoleón
Son las 3 de la tarde del 1 5 de septiembre de 1 8 1 2 cuando Napoleón Bonaparte ( 1 769- 1 82 1 ),
acompañado por los sones de la Marsellesa y escoltado por su Guardia Imperial, hace su entrada
triunfal en Moscú. Conquistada la capital rusa, considera que la rendición del zar Alejandro 1
( 1 777- 1 825), que había establecido la nueva capital en San Petersburgo, será cuestión de días.
La toma de Moscú fue más simbólica que efectiva, puesto que los rusos habían practicado la
táctica de tierra quemada, es decir, con escasos enfrentamientos bélicos y permitiendo penetrar a
los franceses hasta el corazón del imperio, pero no dej ándoles nada que pudiera serles útil como
alimentos, ropas ni armas. El general Mijail Kutúzov ( 1 745- 1 8 1 5) antes de abandonar Moscú
había ordenado hacer volar los depósitos de suministros y municiones, y el gobernador de la
ciudad libera a los presos de las cárceles para que incendian y saqueen la ciudad. Napoleón se
hace cargo de una ciudad desierta, sin nada aprovechable, y pasan los días y la rendición del zar
no llega, a pesar de las tres embajadas de paz que le había hecho llegar. El tiempo j uega a favor
de los rusos, porque su más poderoso aliado: el General Invierno, está a punto de llegar.
El 1 5 de octubre comienza a nevar, agravándose con el frío los problemas de hambre de los
franceses. Por otra parte, los rusos empiezan a obtener sus primeros éxitos militares.
El 1 6 de octubre Napoleón ordena la retirada de sus hombres de Moscú.
Uno de los testigos de la invasión y posterior retirada napoleónica de su país fue el ajedrecista
ruso Alexander Petrov ( 1 794- 1 867), que le dedicó una de sus composiciones ajedrecísticas más
conocidas destinadas a inmortalizar la epopeya protagonizada por su pueblo contra el invasor
galo. Fue compuesta en 1 824, solo 1 2 años después de los acontecimientos, y lo tituló: La
retirada de Napoleón Bonaparte I de Moscú.
Juegan las blancas y doble enunciado: jaque mate en 7 o en 1 4 j ugadas
(Alexander Petrov, 1 824)
CINCO H ISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 33
El problema tiene un alto contenido simbólico: el rey negro es Napoleón, y la casilla que
ocupa, "b 1 ", es Moscú y el escaque "h8" París.
El rey blanco representa al zar Alejandro 1 , y la dama blanca al general Kutúzov.
Los caballos blancos simbolizan a los soldados rusos más temidos por los franceses : los
cosacos, azote de las tropas galas en su penosa retirada.
La diagonal "h l -a8 " es en esta historia el río Berezina, que tuvo una importancia crucial en la
huida del gran corso, como veremos más adelante.
La resolución de este problema no plantea mayores dificultades : los caballos blancos van em­
pujando al rey negro desde "b l " (Moscú) hasta "h8" (París).
1 .c!ll d 2+ r;l;>a2 2.c!ll c3+ r;l;>a3 3.c!ll d bl+ r;l;>b4 4.c!ll a2+ r;l;>b5 5.c!ll a3+ r;l;>a6
8
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Aquí Petrov intenta ser fiel a los hechos históricos.
Los rusos podrían haber destruido definitivamente al ejército invasor cuando este cruzaba por
el río Berezina (representada por la diagonal "h 1 -a8"), e incluso haber hecho prisionero al mis­
mísimo Napoleón.
Con la j ugada 6. Wa8++ finalizaba la partida.
Pero la negligencia del comandante ruso Pável Chichágov permitió que los franceses pu­
dieran proseguir su retirada.
Los cosacos continúan con su acoso:
6.c!ll b4+ r;l;>a7 7.c!ll b 5+ r;l;>b8 8.c!ll a6+ r;l;>cs 9.� a7+ r;l;>d7 1 0.c!ll b 8+ r;l;>e7 1 1 .c!ll c8+ r;l;>m 12.c!ll d7+
<;f;>gs t3.c!ll e7+ <;f;>hs t4.r;l;>g2++
Ver el diagrama siguiente
El zar Alejandro 1 permite con la siguiente j ugada que su general Kutúzov (desde la casilla
"h l ") dé la estocada mortal al emperador francés.
El balance histórico de la aventura gala fue nefasto: de los 600.000 franceses que cruzaron la
frontera rusa, solo 58.000 lograron volver a su patria.
Napoleón murió en su exilio forzado en la isla de Santa Elena (enclave británico en el Atlán­
tico sur africano) en el año 1 82 1 , tres antes de que Alexander Petrov publicara su simbólico
problema.
1 34 AJEDREZ INS Ó LITO
Hubiera sido interesante saber la opinión de Napoleón sobre la composición de ajedrez que lo
tiene como protagonista. Sabemos que el gran general fue un buen aficionado al ajedrez, que lo
practicaba con frecuencia y que fue un asiduo asistente al famoso parisino Café de la Régence.
También consta que su nivel de j uego era mediocre y que tenía un mal perder. Veía tantas
coincidencias entre la estrategia militar y la ajedrecística que no lograba explicarse por qué era
superado por ajedrecistas que no tenían mucha idea de tácticas militares.
Una apertura recuerda el nombre del Napoleón, aunque no es nada popular debido al desarro­
llo prematuro de la dama: l .e4 e5 2. 1M f3
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1
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Para consuelo del gran general, su apertura fue j ugada y sigue siéndolo por miles de escolares
en todo el mundo que buscan el remate rápido de sus partidas a través de un jaque mate en la
casilla fl
"
".
CINCO HISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 35
3
5. Entrevista con el Vampiro
Ocurrió hace mucho tiempo. Algunos historiadores calculan que hace unos ciento cincuenta años.
En un país exótico y al que era muy difícil llegar de la Europa Central, había un castillo en el que
se practicaban muchos j uegos, entre los que destacaba el aj edrez. A todas horas del día o de la
noche se acercaba numerosa gente a deleitarse con su pasatiempo preferido.
Casi todas las noches acudía al castillo un caballero bastante misterioso que decía llamarse
Vladimir. Se sospechaba que poseía un título nobiliario que podría ser el de Conde o Barón.
Tenía unos hábitos muy curiosos: nunca llegaba antes de que se hubieran ido los últimos rayos
del sol y siempre se retiraba cuando aún no había llegado la primera claridad del día, y no
importaba que estuviera j ugando una muy interesante partida, farfullaba una excusa y a
continuación desaparecía. Era sin ninguna duda también el ajedrecista más fuerte del lugar. Su
rostro pálido e inexpresivo solía provocar respeto a los demás tertulianos. Su juego era agresivo,
y le gustaba, si se me permite la expresión, que corriera sangre por el tablero. Un contertulio un
día quiso halagarlo diciendo que cuando mister Vladimir hincaba sus dientes en la yugular de su
rival, éste podía darse por muerto. Fue ésta la única vez que el supuesto noble perdió la
compostura. Con su mirada penetrante parecía querer asesinar al autor del infeliz comentario.
Lo cierto es que el caballero misterioso, como era conocido en el lugar, no tenía oponentes
de su nivel entre los habituales al castillo. Su fama de gran j ugador había traspasado las fronteras,
y atraído por Ja leyenda de su fuerza ajedrecística, vino desde muy lejos un j ugador joven
llamado Pablo Boi con la intención de medirse con el extraño personaje.
Mucha expectación había suscitado en el lugar la partida que enfrentaría a estos dos
ajedrecistas. Sortearon colores y Pablo obtuvo las piezas blancas para la primera partida. Luego
de unas decenas de j ugadas se llegó a la siguiente posición :
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3 Esta historia es una adaptación que el autor hizo de otra muy conocida que tiene como protagonista al legendario
jugador Pablo Boi, el Siracusano, que, según una leyenda, se enfrentó en una partida de ajedrez al mismo diablo. El autor
del problema es el ajedrecista de Alsalcia Charles Godfrey Gumpel (c. 1 835- 1 92 1 ), quien lo publicó en 1 878 con el título
How the devil was caught (Cómo fue descubierto el diablo). Esta historia solía contarla en clases escolares de ajedrez, por
lo que intenté desproveer al relato de cuestiones religiosas, que podrían ser conflictivas, y lo acerqué a una historia
conocida a través del cine y la televisión, como es la de los vampiros y el mismo conde Drácula.
1 3 6 AJEDREZ INS Ó LITO
Es el turno es de las blancas, que pueden sencillamente tomar la dama negra y quedar con
ventaja material claramente ganadora. Pero Pablo buscaba algo más. Suponía que la expuesta
situación del rey negro podía permitirle terminar la partida de forma más expeditiva y agradable
para el numeroso público que observaba el juego.
Luego de una larga meditación, Pablo vislumbró lo que buscaba: un jaque mate que se
concretaría en la jugada 7, y empezó su combinación :
i .gxg7+
Los espectadores, por su parte, esperaban la rendición inmediata de Vladimir, no porque
vieran el mate, sino porque se daban cuenta que la ventaja material del joven era importante.
Pero, por alguna razón, como si estuviera en trance, el extraño personaje no abandonaba. Veía
algo que los demás presentes, excepto su rival, eran incapaces de ver. Luego de una larga
meditación, el misterioso caballero prosigue:
1 ... <i>f6 2.Y1Yxc6+
Según algunos testigos de esta partida, fue precisamente en este momento cuando Vladimir
lanzó un grito aterrador, cogió rápidamente su bastón y su capa y salió a toda prisa de la sala.
Nunca más se lo volvió a ver.
Pablo Boi anunció al público que luego de una serie de j ugadas forzadas iba a verse en el
tablero algo inquietante:
2 gxc6 3.gxc6+ Y1Jd6 4.�xd6+ cxd6 5.lüc7 d5 6.lü xd5+ <i>e6 7.ge7++
Y el público observó, horrorizado, que las piezas restantes conformaban en el tablero una
Santa Cruz.
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Y todos sabemos por las películas que los vampiros aborrecen los espejos, el ajo . . . y la Cruz,
por supuesto.
CINCO H ISTORIAS PARA SER CONTADAS 1 37
1 6. Gotemburgo 1 955 : una tragedia argentina en
tres actos
Nos encontramos en la ciudad sueca de Gotebemburgo. Corre el año 1 955, y 2 1 de los aje­
drecistas más fuertes del momento se han dado cita para luchar por una de las nueve plazas que
darán acceso al Torneo de Candidatos que tendrá lugar al año siguiente en Amsterdam (Holanda).
De la elite mundial de entonces, no participan los maestros norteamericanos Samuel Re­
shevsky y Larry Evans, que prefirieron j ugar el campeonato de su país, Vassily Smyslov, que
como último aspirante al trono tiene una plaza en el próximo Torneo de Candidatos, y el
Campeón del Mundo, Mijail Botvinnik.
La delegación más grande es, como podría suponerse, la soviética, con seis representantes:
David Bronstein, Paul Keres, Efim Geller, Tigran Petrosian, Boris Spassky y Georgi l livitzky.
La segunda en importancia es la de los argentinos, con cuatro j ugadores : Ó scar Panno, Herman
Pilnik, Miguel Najdorf y Carlos Guimard. En agosto de 20 1 5 se cumplirán 60 años de la cele­
bración de este interzonal que tuvo lugar del 1 5 de agosto al 2 1 de septiembre de 1 95 5 . Solo tres
de sus participantes viven hoy: los Grandes Maestros Boris Spassky (Rusia - Francia, 1 937- )
Arthur Bisguier (USA, 1 929- ) y Ó scar Panno (Argentina, 1 935- ).
Aprovecho para agradecer la colaboración desinteresada del GM Óscar Panno a cuestiones
planteadas por mí en la elaboración de estas páginas, en las que trato las tres famosas partidas
entre soviéticos y argentinos que tuvieron lugar en la ronda 1 4º del Interzonal de Gotemburgo, y
que con mucho gusto citaré.
Una serie de circunstancias hacen que la jornada 1 4 sea muy original. La primera es que
cuatro soviéticos se enfrentaran a cuatro argentinos; la segunda es que los cuatro primeros lle­
varan las piezas blancas : Efin Geller - Ó scar Panno, Boris Spassky - Herman Pilnik, Paul Keres
- Miguel Najdorf y Tigran Petrosian - Carlos Guimard. Pero lo más curioso de todo es que tres
de estas partidas serán iguales hasta la j ugada 1 3º de las negras, con sacrificios incluidos, y dos
de ellas serán idénticas hasta la j ugada 23º de las blancas (!).
Los hechos ocurridos en esta ronda han pasado a ser conocidos en la historia del ajedrez con
el nombre de tragedia argentina.
Para entender mejor lo que ocurrió en la ronda 1 4 debemos retroceder al día anterior a este
encuentro. Es jornada libre, y un entusiasmado Pilnik enseña a sus compañeros una novedad que
asegura pondrá en apuros a los "rusos" .
S e trataba de aprovechar l a circunstancia de que tres de los soviéticos solían abrir con l .e4 (se
descartaba a Petrosian, que muy raramente j ugaba sistemas abiertos llevando las piezas blancas),
y que estaban obteniendo muy buenos resultados contra la llamada defensa Najdorf j ugando:
1 .e4 c5 2.�t3 d6 3.d4 cxd4 4.�xd4 � f6 5.�c3 a6
(Con esta j ugada de peón queda establecida la variante Najdorf, atribuida al Gran Maestro
argentino).
6 ..ig5 e6 7.f4 .ie7 8.�t3.
En esta posición, Pilnik propone un prometedor sacrificio de peón :
1 3 8 AJEDREZ INS Ó LITO
8 h6 9 . .ih4 g5 10.fxg5 tt'lfd7!
...
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h
Una idea similar había empleado el propio Pilnik ese mismo año contra Fridrik Olafsson en
un match de entrenamiento que tuvo lugar en Reykjavik (Islandia), aunque en lugar de 1 O .. tt'l fd7
había ensayado 1 O .. hxg5 .
En ambos casos, la idea es controlar la casilla "e5 " con un caballo negro "inexpugnable", o al
menos así lo parecía. Por otra parte, la novedad propuesta animaba a las blancas a sacrificar un
caballo en "e6" en vistas a un prometedor ataque que según los análisis efectuados estaría des­
tinado al fracaso.
Los jugadores argentinos, j unto con su analista, el maestro Julio Bolbochán, dedicaron la
tarde del día libre a estudiar la variante avalada por Pilnik.
Este insistía en que debían j ugarla todos a la vez para meterle mayor presión a los ajedrecistas
soviéticos, ya que éstos podrían llegar a ponerse nerviosos pensando que se enfrentaban a una
variante muy bien analizada y que deberían refutar sobre el tablero.
A Najdorf le pareció atractiva la idea, pero Panno no lo tenía tan claro: "Efectivamente, yo no
quería jugar la línea porque no estaba adecuadamente chequeada".
"Pero yendo al salón Pilnik me convenció de que debíamos j ugarla todos y así fue" . En el
libro Panno Magistral el maestro reconoce que su idea era responder a l .e4 de Geller con la
defensa Alekhine (1 ... tt'lf6).
Da comienzo la famosa ronda.
No es difícil imaginar la sorpresa de todos los j ugadores (excepto los argentinos, natural­
mente), espectadores y árbitros cuando observan en los tableros murales tres partidas que se de­
sarrollan de forma idéntica:
1.e4 c5 2.tt'lf3 d6 3.d4 cxd4 4.tt'l xd4 tt'lf6 5.tt'lc3 a6 6 .ig5 e6 7.f4 !J.e7 8.Wf3 h6 9 ..ih4 g5
10.fxg5 tt'lfd7!
La partida "guía" resultó ser la Geller - Panno, en la que los movimientos se iban desarro­
llando más deprisa que en las otras dos, puesto que los otros cuatro ajedrecistas estaban pen­
dientes de ella para actuar en consecuencia. Le pregunté al GM Panno si no se le ocurrió espe­
cular con la evolución de los otros dos j uegos. Su respuesta fue: "Una vez que yo acepté el kar­
ma de j ugar la línea sin estar convencido, decidí no especular y fue mi partida con Geller la que
se adelantó a los hechos" . Efectivamente, el primero en sacrificar el caballo fue el Gran Maestro
ucraniano :
ll.tt'lxe6!
.
.
•
GOTEMBURGO 1 95 5 : UNA TRAGEDIA ARGENTINA EN TRES ACTOS 1 39
a
b
e
d
e
f
g
h
"La secuencia de ataque parece bastante natural y tentadora" (Panno). Atentos a este sacrificio,
tanto Keres como Spassky hicieron tiempo para ver cómo continuaba Geller con su ataque.
1 1 ... fxe6 12.�hS+ �f8
Según cuenta Geller en su libro The application of chess theory, en este momento Najdorf lo
interrumpe en sus análisis para decirle, seguramente con ánimo de inquietarlo: " Están ustedes
perdidos. Lo hemos analizado todo". Sin inmutarse, Geller prosigue con una j ugada muy fuerte:
13.J.bS!
4
3
2
1
a
b
e
d
e
f
g
Fue al ver este movimiento cuando Keres y Spassky se atrevieron a imitar a Geller en su sa­
crificio de la j ugada 1 1 . Keres lo hizo 1 5 minutos después del ucraniano, y Spassky media hora
más tarde que éste. La j ugada 1 3º parece la refutación de la idea negra: acelera el enroque ame­
nazando ganar de forma inmediata ( 1 4.0-0+), e impide que las negras se hagan fuertes en "e5 "
con un caballo, ya que el alfil en "b5" controla que el caballo de "b8" no refuerce esa importante
casilla desde "c6" o "d7".
Pero esta j ugada estaba prevista por los argentinos: 1 3 . Ab5 es una jugada natural que Bol­
bochán encontró muy rápido en los análisis del día anterior" . (Panno ).
1 40 AJEDREZ INS ÓLITO
Si bien se estaban siguiendo los estudios previstos, Najdorf y Pilnik iban haciendo tiempo
para ver cómo continuaba la partida de su compatriota. Panno siguió con la línea "casera" :
13 c!l\e5
Inmediatamente después de realizarla, encontró la refutación de su propia jugada: 1 4. ig3 !
antes de que Geller la hiciera en el tablero.
•••
"El secreto de todo este fracaso fue que en los análisis no se vio 1 4. i g3 ! , y que yo encontré
cuando ya estaba metido en la posición". (Panno).
Geller considera 1 4. ig3 ! como la j ugada clave y ganadora. S upone que los análisis argen­
tinos se basaban en 1 4.0-0+ @ g8 1 5 . ig3 hxg5 , y el ataque de las blancas habría fracasado.
Ahora le toca a Panno encontrar una defensa contra la inesperada:
14.ig3 !
La partida continuó:
14 ...ixg5
Advierte Geller que 1 4 . . . @ g8 fracasa debido a la línea 1 5 . ixe5 dxe5 1 6. %Y g6+, mientras que
si 1 4 . . . @ g7, las blancas seguirían con 1 5 . ixe5+ dxe5 1 6.0-0 %Y g8 1 7. ie8, con ataque decisivo
(por ejemplo 1 7 . . . %Yxe8 1 8.gxh6+ @ h7 1 9.fü7+).
15.0-0+ @e7 16.ixe5 %Yb6+ 17.@hl dxe5 18.%Yt7+ @d6 1 9.�adl+ %Yd4
GOTEMBURGO 1 955: UNA TRAGEDIA ARGENTINA EN TRES ACTOS 1 4 1
Si l 9 . . . 'kt> c5 , 20. l:! d5+ exd5 2 1 . Wxd5+ 'kt> b4 22. Wc4+ 'kt> a5 23. Wa4++ (o 23 .b4++) : Geller.
20.l:!xd4+ exd4 21 .eS+ 'kt>cs 22.Wc7+ ltJc6 23 ..ixc6
Las negras abandonaron. Si bxc6, 24. Wa5+, 'kt> c4 25 .b3++ (Geller) .
¿Y qué ocurrió en las otras dos partidas? Cuando Najdorf y Pilnik se dieron cuenta de que
1 3 . . . ltJ e5 había sido refutada por Gel\er con 1 4 . .i g3 , intentaron otro camino :
13 ... 'kt>g7
a
b
e
d
e
4
2
1
"Fischer reivindicó la línea, con un análisis de los ingleses, tres años más tarde en Portoroz
1 958. Fue en una partida decisiva con Gligoric, pero nosotros estábamos muy lejos de todas esas
complicaciones" . (Panno ).
Fischer mej oró sustancialmente la línea con 1 3 ... l:! h7 ! , reforzando la defensa de Ja casilla "f7",
crítica en toda esta variante. La partida fue tablas en 32 j ugadas, pero esa es otra historia.
Volviendo a Najdorf y Pilnik debemos decir que ambas partidas continuaron idénticas hasta
desviarse mínimamente en la j ugada 23 :
14.0-0 ltJeS 1 5 ..ig3 ltJg6 16.gxh6+ :Sxh6 1 7J"Hi+ 'kt>xf7 18.Wxh6 axbS 1 9.:Sfl+ 'kt>e8
20.Wxg6+ 'kt>d7 2 1 J'&ti ltJc6 22.� d5 lha2
1 42 AJEDREZ INS ÓLITO
El caballo no es comestible. Si 22 . . . exd5 , 23. Wfxd6+.
La partida Keres - Najdorf sólo duró unas pocas j ugadas más :
23.h4 Wfh8 24 . .!lJ xe7 .!lJxe7 25.Wf gS
Las negras abandonaron .
La clavada resulta mortal . Si 25 . . . Wfd8, 26. Wfxb5+ rJl c7 27. Wf c5+, con ataque y ventaja ma­
terial decisiva.
La partida Spassky - Pilnik prosiguió:
23.h3 Wfh8 24 .!lJ xe7 .!LJxe7 25.Wfgs �al+ 26.©h2 Wfd8 27.WfxbS+ rJlc7 28.Wfcs+ rJlbS
29 ..ixd6+ @as 30 ..ixe7 �as 31.Wfb4
Las negras abandonaron.
•
a
b
e
d
e
f
g
h
Con un final parecido al que Najdorf no quiso llegar abandonando varias j ugadas atrás.
Hace muchos años en una charla pública le pregunté al GM Carlos Guimard, testigo de ex­
cepción de los hechos, sobre los motivos de la debacle argentina en Gotemburgo. Su respuesta
fue que alguien del equipo se había ido de la lengua sin nombrarlo, pero dando a entender que se
refería a Miguel Najdorf, muy conocido por su verborrea. Panno reconoce esta cual idad de don
Miguel, pero no está de acuerdo: "Si bien Najdorf era muy charlatán, no creo que hubiera
hablado del tema antes de la ronda". La probable razón del desastre, según el propio Panno, pudo
haber sido ésta: "Creo que se pagó un tributo a la improvisación, típicamente latina, aunque tam­
bién es bueno señalar que cuando subíamos al avión, nos poníamos a estudiar las revistas rusas
con un año calendario de antigüedad".
Y qué pasó en la partida Petrosian - Guimard. Como era de esperar, el genio armenio co­
menzó la partida con 1 .c4 y se impuso en 62 j ugadas. Pero una cierta tragedia también le tocó en
suerte al cuarto maestro argentino, no por perder, sino porque durante mucho tiempo Petrosian
consideró su partida con Guimard como la mejor de su vida.
Tigran se impuso de forma espectacular, primero sacrificando calidad y luego dos piezas. Y
ser la parte perdedora de la mejor partida de uno de los grandes j ugadores de la historia tiene algo
de tragedia, al menos para el ego del común de los mortales.
Mirando la clasificación final podemos decir que no les fue mal a los implicados en la lla­
mada tragedia argentina: cinco de estos seis ajedrecistas obtuvieron una de las nueve plazas que
daban acceso al Torneo de Candidatos.
GOTEMBURGO 1 955: UNA TRAGEDIA ARGENTINA EN TRES ACTOS 1 43
Torneo Interzonal de Gotemburgo
Jugador
l
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
1
Bronstein
:;;::�;;
1
1
1 /2
1
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1
1
1
1
1
1
1 5,0
Total
2
Keres
o
h#Zd:
1
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
1
1
1
1 /2
1
1
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1
1 /2
1 12
1
1 3,5
3
Pan no
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1/2
1
1 /2
1
1 /2
1 /2
1
1
1
1 /2
1 /2
1
1/2
1
1
1
1 /2
1 3,0
4
Petrosian
1 /2
1 /2
1 /2
•
o
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1
1
1
1 2,5
5
Geller
o
1 /2
1
1 12
)1
1 /2
1 /2
1 12
1
o
1 /2
1 /2
1 /2
o
1
1 /2
1
1
1
1 12
1
1 2,0
6
Szabo
1 /2
1 /2
o
1 /2
1 /2
Íl0
1 /2
1 12
1 /2
1 /2
1 /2
o
1 /2
1 /2
1
1 /2
1
1
1
1
1
1 2,0
7
Filip
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
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1 12
1 /2
1 12
1 /2
1
1 /2
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1
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1 /2
1 /2
1
1
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1 1 ,0
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1
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1 /2
1
1 /2
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1
1
1 12
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1
1 1 ,0
0
o
1 /2
1 /2
1
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1 /2
1
1 12
1
1 0,5
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
1 0,5
!¡¡:j
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o
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1 /2
1
1 /2
1
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1
9,5
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1
o
9,0
1
1
1
1
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1 /2
9,0
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IM'.!,�,;
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1 /2
1 /2
1
1
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1
1 /2
1 /2
1
8,0
1 12
1
1
8,0
o
5,5
1 12
5,5
8
Spassky
1 /2
o
o
1 /2
1 /2
1 /2
9
Pilnik
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
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1 /2
1 /2
o
••
10
llivittsky
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
o
1 /2
11
Pachman
1 /2
o
o
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
12
Najdorf
1 /2
o
o
1 /2
1 /2
1
1 /2
1
1 /2
1
1 /2
13
Guimard
1 /2
o
o
o
1 /2
1 /2
o
1 /2
1 12
1
1 /2
14
Rabar
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
1
1 /2
1 /2
o
o
1 /2
1 /2
1
1 /2
15
Fuderer
o
o
1/2
1 /2
o
o
1
1 /2
o
1 /2
o
1
o
16
Unzicker
o
o
o
1 /2
1 /2
1 /2
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1 /2
1 /2
o
1 /2
1 /2
1
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1
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1 /2
17
Stahlberg
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1
1 /2
o
o
o
1 /2
o
1 /2
1 /2
1 /2
1 /2
o
1 /2
o
1 /2
18
Bisguier
o
o
o
1 /2
o
o
1 /2
1
1 /2
1 /2
1 /2
o
1 /2
1
o
1 /2
o
il!j
19
M. García
o
1 /2
o
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1 /2
o
1 /2
o
o
1 /2
1
1
o
1 /2
1 /2
1 /2
20
Donner
o
1 /2
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1 /2
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o
1 /2
1 /2
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1
o
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21
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o
o
1 /2
1
o
1
1 /2
o
o
o
1 44 AJEDREZ INS ÓLITO
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1
1
1 /2
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1 7. Perfidio Trebeij o : confesiones de un tramposo
profesional
De cómo lo conocí
La primera vez que vi a Perfidio Trebeijo 1 fue en j unio de 2007, en el comedor del hotel en donde
iba a tener lugar un seminario de árbitros organizado por la Federación Nacional de Ajedrez.
Desayunaba con José Carlos " Planillas" González, cuando uno de los comensales me llamó
mucho la atención. Era muy delgado, tendría unos 50 años y deambulaba ágilmente con su
bandeja entre las mesas del bufete. Su gabardina y sus gafas oscuras reclamaron mi atención . El
Planillas se dio cuenta de mi interés hacia este personaje, y me sonrió mientras esperaba mi
pregunta:
- ¿Y ese quién es?
- Uno de los conferenciantes.
Conocía bastante bien a todos, y esa persona no me sonaba de nada. Mi interlocutor había
llegado antes que yo al hotel, y se habría enterado de cosas que yo desconocía a esas alturas del
día.
Mientras sumergía un cruasán en su café con leche, el Planillas, inclinado sobre su taza me
miraba por encima de sus gafas redondas adivinando mi obligada pregunta.
- ¿Y de qué va a hablar?
- De trampas.- y engulló medio cruasán con evidente placer, deleitándose más con mt
ansiedad que con su bollo.
- ¿De trampas?- Repetí perplejo.
- Sí. Se dice que Perfidio Trebeijo- al pronunciar su nombre bajó sensiblemente el tono de su
voz-, ése es su nombre, es uno de los grandes especialistas en trampas de ajedrez del mundo.
- ¿Y qué hace aquí?- pregunté realmente sorprendido.
- Viene a enseñarnos recursos ilegales de muy diversos tipos, algunos de los cuales empleó él
mismo a lo largo de sus años de timador.
El Planillas apuró su café con leche y me explicó algo que yo me estaba preguntando.
- Fue pillado en un chanchullo que le hubiera valido una suspensión importante por parte de
la Federación de Ajedrez, pero negoció con ella y, a cambio de evitar la sanción, acordó dar
algunos seminarios de este tipo.
Las charlas de Perfidio fueron de las que contaron con más asistentes que ninguna otra, y
también las que se llevaron la mayor cantidad de aplausos. Nos explicó numerosas trampas,
algunas de las cuales sorprendieron a los más veteranos de los árbitros.
1 Y como se suele decir en situaciones como éstas: Perfidio Trebeijo es un personaje de mi invención, por lo que cualquier
parecido con la realidad es simple coincidencia.
PERFIDIO TREBEIJO: CON FESIONES DE UN TRAMPOSO PROFESIONAL 1 45
Como buen timador que se precie, tenía una personalidad encantadora, una sonrisa per­
manente en los labios y una voz envolventemente dulce con un marcado acento gallego.
Luego de la cena, reunidos muchos de los participantes en el pub del hotel, entre las copas
habituales de un sábado noche, Perfidio se volvió más locuaz y respondía a nuestras curiosas
preguntas. Creíamos que su nombre era un alias, puesto que nunca lo habíamos oído anterior­
mente.
- Que sí, hombre, que es mi nombre verdadero. ¿Sabes lo que pasa? Mis padres se cono­
cieron bailando aquel famoso bolero, Perfidia, y se enamoraron de inmediato. Luego decidieron
que cuando tuvieran una niña la llamarían así. Pues nací yo y me pusieron Perfidio. Pero eso sí,
mi padre tuvo que negociar con el cura del pueblo, que se negaba a aceptar que me pusieran este
nombre. A mi padre le costó sus buenos cuartos que finalmente el cura le dijera que sí.
- De casta le viene al galgo- comentó uno de los árbitros, y todos reímos con esta salida, y el
que más la festejó fue el propio Perfidio.
Solo se mostró evasivo cuando le preguntamos si era cierto que había formado parte del
equipo de un aspirante al título de Campeón del Mundo de ajedrez. Se rumoreaba incluso que
para evitar suspicacias su cargo oficial en dicha delegación era la de "experto en seguridad" .
Enseñando l a mej or de sus sonrisas se escaqueó de l a pregunta:
- Disculpadme, pero sobre eso no puedo comentar nada, amigos.
Intercambió su teléfono con todos. Unos años después de aquel seminario, de forma inespe­
rada, recibí una llamada de Perfidio, que me dijo que se había enterado de que estaba escribiendo
un libro sobre temas insólitos de ajedrez y me propuso colaborar contando algunas de sus expe­
riencias. S in mucho pensarlo le dije que sí.
Sin más preámbulos, le cedo la palabra a Perfidio Trebeijo, que tituló su capítulo :
Confesiones de un tramposo profesional
Antes que nada, quiero agradecer a Mario Tallarico la posibilidad que me dio de escribir sobre
una afición que me acompaña desde que era pequeño: hacer trampas en el ajedrez.
En segundo lugar, debo aclarar algo importante: he leído por ahí que la razón por la que
impartí los seminarios fue porque yo era un "tramposo arrepentido" . Pues esto es rotundamente
falso. Yo no me arrepiento de nada. Disfruto con las trampas como el mago con sus trucos en un
escenario. Para mí es un arte que requiere dotes de actor, talento, gracia y mucha sangre fría.
No todos los recursos que explico aquí son estrictamente ilegales, pero sí cuestionables desde
un punto de vista ético. Pero eso sí, quiero dejar bien claro que no animo a nadie a que los
aplique en sus partidas. La revelación de estas trampas tiene un carácter estrictamente infor­
mativo, y las describo no solo con la idea de que las conozcáis, sino para que no seáis víctimas de
ellas.
Son muchísimos los recursos ilegales que se pueden utilizar en una partida, y más hoy en día
con el desarrollo de las aplicaciones informáticas. Os explicaré unas diez trampas, casi todas
experimentadas por mí mismo.
Antes de entrar en tema, me gustaría advertir con algo parecido a lo que figura en las
cajetillas de tabaco: El uso de estas trampas puede poner en riesgo su salud, en especial lafisica.
Lo creas o no, hay mucha gente que tiene un muy "mal perder" .
Voy a calificar a mis trampas en una escala del 1 al 5 . Unas calaveras (de pirata, claro) seña­
larán los grados de dificultad de cada una de ellas:
1 46 AJEDREZ INS Ó LITO
Dificultad baja:
Máxima dificultad:
Un timador en acció n :
Apuntando maneras : un j oven trilero escolar
Nivel de dificultad: -� � É!
�
Todos tenemos nuestro primer amor, y el mío es el problema que os presentaré a conti­
nuación. Tendría unos 1 2 años cuando cayó en mis manos una antigua revista de ajedrez que
hablaba de un truco utilizado por timadores ajedrecistas unos 1 00 años atrás para esquilmar a sus
incautas víctimas. No tardé mucho en empezar a desafiar con él a mis compis del club, y mis
ganancias no llegaron pronto: primero en forma de meriendas, y con el paso del tiempo y a
medida que me hacía mayor, los beneficios se transformaron en monedas y luego en billetes
variados.
Procuraba que las víctimas no tuvieran un gran nivel ajedrecístico, pero algunas veces me
animaba a desafiar a j ugadores fuertes, varios de los cuales terminaron perdiendo sus apuestas.
No diré que he ganado siempre, pero sí que la gran mayoría de las veces me hice con las
apuestas en j uego.
Presentaba esta posición 2 :
a
b
e
d
e
f
g
h
8
4
a
b
e
d
e
f
g
h
1
Y luego enunciaba: j uegan las blancas, ¿cuál es el resultado de la partida?
A continuación les proponía la apuesta.
Luego de examinarse el tablero, la inmensa mayoría apostaba por la victoria del j ugador de
2 Este antiguo problema lo rescata Leonard Barden en 300 rompecabezas de ajedrez, Problemas, pasatiempos y
posiciones para resolver. Ed. Tutor, 2005, Madrid.
PERFIDIO TREBEIJO: CONFESIONES DE UN TRAMPOSO PROFESIONA L 1 47
blancas : el peón de "a6" a punto de coronar anuncia una fácil victoria. No hay forma de dete­
nerlo ni de capturar la pieza que se promocione. Tampoco parece que hubiera posibilidades de
ahogado, dado el escaso material que queda en el tablero. Los que decían que el blanco no
ganaría, intuyendo una trampa, claro, eran invitados a demostrar cómo evitarían las negras su
derrota. Como dije antes, no muchos pudieron encontrar la respuesta correcta.
Y para ti, lector, ¿gana el blanco o el negro logrará empatar la partida?
La solución al final del capítulo.
Mi timo estrella : enroque extralargo y " reglamentario"
Nivel de dificultad:
�U .S
Qué buenos tiempos aquellos en los que me ganaba la vida apostando por la resolución de
problemas de ajedrez, cuidadosamente seleccionados, y solía salir victorioso. Con el que os ense­
ñaré a continuación, recorrí buena parte de España y algunos países limítrofes. Me presentaba en
los clubes y daba a entender a los parroquianos que mi nivel de j uego era muy malo. " Harto" de
tantas palizas les comentaba a los presentes que conocía un problema de jaque mate en tres
jugadas que ninguno de ellos podría resolver. Por razones que luego se verán claras, les decía que
este mismo problema se lo pusieron a Bobby Fischer en Argentina en el año 1 970. Insistía en eso.
Les picaba la curiosidad. Ponía las piezas en el tablero y les enunciaba que las blancas j uegan y
dan j aque mate en tres jugadas 3 . Surgían las apuestas.
a
b
e
d
e
f
g
h
Pasaba lentamente el tiempo y nadie era capaz de resolverlo. En algunas ocasiones, ¡ les per­
mitía usar ordenadores ! Pero eso sí, luego de redoblar las apuestas.
Verles las caras cuando los programas de ajedrez anunciaban jaque mate en 4 j ugadas y que
no lo encontraran en 3, era todo un poema.
Solución al final del capítulo.
3 Tim Krabbé, 1 972
1 48 AJEDREZ INS Ó LITO
Cómo ganar una partida cuando la has perdido por tiempo
Nivel de dificultad :
-�ti
Esta trampa solo es apropiada para aplicarla en partidas de torneo de ritmo rápido o semirrápido.
Con este recurso he ganado numerosas partidas que tendría que haber perdido por excederme
en el tiempo reglamentario.
Supongamos que tenga el reloj a mi izquierda y veo que ha caído mi bandera, con toda la
naturalidad del mundo, cojo el reloj con mi mano diestra, y rápidamente lo llevo a la derecha de
mi tablero y se lo enseño a mi rival diciéndole con firmeza: ¡ Tiempo !
Y claro, él verá que "su" reloj , el que queda en ese momento de su lado señalará que ha caído
la bandera o marcará el "00" de la derrota.
Si lo haces rápido y de forma convincente, te garantiza la ganancia del punto.
La planilla es tu amiga
Nivel de dificultad:
X.XX��
Para esta trampa hay que estar pendientes, de forma disimulada, claro está, de lo que tu rival
apunta en su planilla. Según el reglamento actual. Esta debe estar siempre a la vista, por lo que
ningún jugador puede ocultarla como hacía antes.
El momento para llevar a cabo este bajo recurso, es cuando tu rival se pone de pie y se aleja
del tablero. Mira su planilla, y si se ha equivocado al apuntar su última j ugada, mucho más
habitual de lo que puedas imaginarte, puedes sacar provecho de esta situación. He conseguido
ganar varias partidas así.
Pero eso sí, no más de una vez en el mismo torneo, nunca contra el mismo árbitro, y jamás de
los jamases contra el mismo rival, por supuesto.
Imaginemos que llevamos blancas y hemos llegado a la siguiente posición perdida:
a
b
e
d
e
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Es el turno de las negras, que hacen la j ugada ganadora:
1 .. J!:e6 clavando la dama blanca. En este momento, nuestro adversario se pone de pie, sabiendo
que tiene el punto ganado y que mi abandono es inminente. Y eso es lo que pienso hacer, pero
miro su planilla y observo que apuntó mal. En lugar del movimiento del tablero tiene escrito
I ..J;¡:d6. Sin testigos a la vista, coj o rápidamente mi alfil, retiro la torre contraria y dejo mi pieza
en "d6", escribiendo 2 .ixd6.
Cuando vuelva mi rival y vea que no he abandonado y que falta su torre del tablero, su des­
concierto será absoluto. Tardará en darse cuenta de lo sucedido. Acudirá el árbitro, y no solo será
su palabra contra la mía, sino que él mismo escribió con su puño y letra lo que yo aseguro j ugó
en el tablero.
.
El j aque mate fantasma
Nivel de dificultad:
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Esta es la trampa que menos me gusta y solo la señalo para que la conozcáis. Jamás la he uti­
lizado, porque solo me parece eficaz contra niños y utilizar este tipo de recursos contra ellos no
me parece ético (oye, que los timadores también tenemos nuestros principios).
Solo es válida para partidas rápidas, en la que quede constancia de las j ugadas que realiza­
mos. Y muy importante que no haya testigos en ese momento mirando la partida.
Naturalmente, nuestra posición debe ser perdedora. Si queremos llevar a cabo este recurso
debemos procurar que el rey contrario carezca de mucha movilidad y que algunas de sus casillas
adyacentes estén atacadas por piezas nuestras. Por ejemplo:
La posición es de claro abandono de las negras, pero, sin embargo, ahora viene el timo :
1 llJ d5+, y anunciamos con voz alta y decidida ¡jaque mate !
Por supuesto que no lo es, las blancas pueden capturar al caballo con su lejano alfil: 2 . .ixd5 .
Pero antes de que nuestro rival vea o haga esta j ugada recogemos rápidamente nuestras
piezas, las colocamos en sus casillas de origen y buscamos a un árbitro para que nos apunte la
infame victoria.
...
1 50 AJEDREZ INS ÓLITO
U na Siciliana con prisas
Nivel de dificultad :
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Para la siguiente trampa es importante el ritmo de j uego. Cuanto más rápidas sean las partidas,
más fácil es que nuestro rival caiga en ella.
No es muy complicada de llevar a cabo, pero eso sí, debemos mover de forma veloz y ha­
ciendo uso de una cierta manipulación.
Luego de las habituales j ugadas : l.e4 c5 2.tll t3 d6 (en realidad da lo mismo si las negras
j ugaran 2 . . . e6, 2 . . . tli c6, o 2 . . . a6), debemos mover 3.d3 de forma veloz y con nuestros dedos por
delante de esta pieza, para que no vea nuestro contrincante que nuestro peón queda en la casi lla
"d3 " y no en la habitual "d4". Lo más probable es que el j ugador de las negras al vemos coger
con rapidez el peón de dama toque instintivamente su peón de "c5 " para capturar en "d4", como
ocurre en la gran mayoría de las Defensas Sicilianas. Pero al haber tocado su pieza, el j ugador de
las negras no tendrá más remedio que moverla a 3 ... c4?? y nosotros, claro, la capturaremos,
4.dxc4, quedando con un sano peón de más y una gran ventaja psicológica, puesto que nuestro
adversario quedará tocado luego de haber perdido un peón de una manera tan tonta.
Lo bueno que tiene esta trampa es que si las negras no caen en ella, la partida continúa de
forma normal.
Juega usted muy bien, pero ha perdido
Nivel de dificultad :
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Esta trampa la aprendí de la lectura de un libro del Gran Maestro Pal Benko 4 • No la he llevado
nunca a la práctica porque requiere demasiada cara y quedas "fichado" de inmediato por todos.
Nos cuenta Benko de un titulado norteamericano que cuando participaba en torneos de
partidas semirrápidas de fines de semana y tenía una posición muy mala, alargaba la mano y
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.
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. .
Pal Benko y Burt Hochberg, Wmnmg w1th chess ps1chology, David Me Kay Company, 1 99 1 , Pennsylvama.
PERFIDIO TREBEIJO: CONFESIONES DE UN TRAMPOSO PROFESIONAL 1 5 1
felicitaba a su contrincante. É ste interpretaba el gesto del maestro como de abandono, recogía sus
piezas y abandonaba el tablero. La cuestión es que cuando el aficionado iba a ver contra quién
jugaba la próxima ronda se encontraba con un punto de menos en la clasificación. El jugador
afectado protestaba y el maestro era interrogado por el árbitro sobre esta cuestión, y explicaba lo
sucedido : "yo simplemente lo felicité porque estaba j ugando muy bien, y reconozco que le di la
mano. Pero él a continuación decidió abandonar" .
Según nos cuenta e l propio Benko, este despreciable recurso l e sirvió al titulado solo una vez,
porque cuando intentó repetirlo los árbitros fallaron en su contra.
Como dije antes, hay que tener cuidado con ciertas trampas, porque usar o abusar de ellas
puede ser perj udicial para la salud física, la dental sobre todo.
Internet, primera j ugada
Nivel de dificultad:
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Esta es una pequeña trampa muy fácil de llevar a cabo y que nos puede resultar muy útil. Para
poder aprovecharnos de ella, debernos llevar las piezas negras y la partida debe ser transmitida
por intemet.
La eficacia de este recurso se da sobre todo si nos enfrentarnos con alguien que abre indis­
tintamente con 1.d4 o 1 .e4, aunque a veces también j uega 1.c4 y en el torneo lo has visto j ugar
1 .f4 y 1 .b3 .
Tú tienes una respuesta para cada una de estas aperturas, pero te resulta agobiante repasar
todas las líneas que puedan producirse en la partida.
Si el torneo se j uega en el hotel en el que estás hospedado conectas a la página oficial del
evento, esperas que se vea en tu tablero la j ugada de tu adversario y te centras y repasas la defen­
sa que vayas a j ugar. Si tuvieras que trasladarte al lugar de j uego y no tuvieras mucho tiempo, te
buscas una cafetería cercana y desde tu móvil (tableta o PC) te conectas, miras la primera j ugada
y repasas la línea que vas a emplear contra la apertura de las blancas. Así de simple.
Simultáneas a la ciega a la vista
Nivel de dificultad:
ma.z:
Siempre preferí trabajar solo, pero en cierta ocasión, hace más de treinta años, se me ocurrió una
forma bastante divertida de ganar buena pasta, pero para hacerlo necesitaba a otro aj edrecista de
confianza y de buen nivel. Hablé y llegué a un acuerdo con un fuerte j ugador, joven, y que hoy es
un titulado internacional .
Los hechos sucedieron a princi pios de los años ochenta. Para situamos : no había intemet,
apenas dos canales de televisión (la 1 y la 2), la gente no disponía de los medios ni de las
posibilidades de ocio de nuestros días, la información era lentísima, y todo eso facilitaba mucho
nuestro "trabajo".
Í bamos por pequeñas ciudades anunciando que un Gran Maestro de ajedrez uzbeko, yo,
estaba dispuesto a realizar un número de partidas simultáneas a la ciega en esa localidad.
Los socios de los clubes de ajedrez se organizaban, recaudaban fondos para el maestro (o sea
para mí). De más está decir que los días que pasábamos en esa localidad, a mi secretario e
intérprete (en la ficción), y amigo (en la realidad) y a mí nos hospedaban en el mejor sitio, nos
atiborraban de buenos productos locales y nos trataban como a grandes personalidades.
1 52 AJEDREZ INS Ó LITO
Llegado el día de la simultánea "a la ciega" había una gran expectación en la pequeña ciudad.
Lo habitual era que fuese en día domingo, en horas de la tarde y en la plaza del pueblo, donde
unos veinte aficionados se iban a medir contra todo un Gran Maestro.
Me sentaba de espaldas a los tableros y mi asistente era el encargado de hacer las j ugadas que
yo le dictaba y de transmitirme los movimientos de los oponentes. Nos comunicábamos verbal­
mente en un idioma inventado que se nos antojaba que podía sonar a uzbeko. Solo teníamos
acordado memorizar un mismo nombre para las piezas y las casillas del tablero y algunas pocas
palabras más, todo con el fin de que pareciera coherente lo que nos estábamos diciendo.
Pues sí, lo estarás sospechando, el que en verdad j ugaba contra los ajedrecistas era mi amigo,
y "asistente", que iba mirando los tableros y que supuestamente obedecía mis órdenes. É l j ugaba
de acuerdo con su criterio y solía ganar casi todas las partidas, ya que el nivel de los rivales era
bastante malo. Aunque al final, los aplausos me los llevaba yo, el Gran Maestro uzbeko que
acababa de hacer una proeza sobrehumana.
¿Y por qué elegimos esta nacionalidad e idioma? Habíamos pensando en principio en que mi
personaje fuera ruso, pero podía ocurrir que alguien del sitio tuviera idea de esta lengua y
quisiera practicarla con el Gran Maestro, lo que hubiera significado nuestra ruina. Pero encontrar
a alguien de Uzbekistán o que hablara su idioma . . .
La trampa del Nokia
Nivel de dificultad : .....�
La trampa del Nokia tiene unas particularidades que hacen recomendable utilizarla en muy po­
cos e importantes momentos. Por ejemplo, en la última ronda de una competición, preferiblemen­
te por la mañana, y que en caso de ganar esa partida nos hiciéramos con un importante premio o
que nos permitiera la obtención de alguna norma internacional. Porque la aplicación de este
recurso, aparte de dejamos un poco "pringados", conlleva un evidente gasto económico.
Yo mismo solo la utilicé en un par de ocasiones.
Básicamente, consiste en colocar un móvil en uno de los bolsillos de la chaqueta o mochila de
nuestro rival de tumo y hacerlo sonar para que pierda la partida.
Podría pensarse en un principio que necesitamos un cómplice para que llame a la víctima en
un momento dado del j uego, pero no, hay una forma más sencilla, que programar su reloj des­
pertador para que suene minutos después de comenzada la ronda. De más está decir que con el
volumen más alto que permita el terminal .
Lo de Nokia no significa, naturalmente, que deba ser de esta marca puede ser cualquiera, y
cuanto más barata mejor.
De más está decir que cuando suene el móvil se creará un pequeño revuelo alrededor de tu
mesa. El afectado j urará y perj urará que no es de él ese terminal, pero las pruebas lo incrimi­
narán. ¿Qué hacía entonces en su chaqueta o mochila? Por supuesto que previamente debemos
borrar cualquier dato que hubiera en contactos, llamadas, etcétera.
El punto será tuyo, sin duda, pero las sospechas también caerán sobre ti.
Las dos veces que la utilicé mis rivales reaccionaron de forma muy distinta. En el primer
caso, el afectado por esta trampa lo tomó con humor y dijo unas palabras memorables: "Me la
han j ugado bien. Felicito a quien me la hizo, pero no le perdono que me relacionara con esta
mierda de móvil".
El segundo tuvo una reacción más instintiva. Y mis reflejos me salvaron por poco de un
puñetazo que iba con fuerza dirigido hacia mi mandíbula, pero no de otro que llegó a mi ceja
izquierda. Eso sí, gané el punto en juego y otros más que me dieron de forma gratuita en el hos­
pital comarcal.
PERFIDIO TREBEIJO: CONFESIONES DE UN TRAMPOSO PROFESIONAL 1 53
Soluciones
Apuntando maneras : un joven trilero escolar
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Juegan las blancas, ¿cuál es el resultado de la partida?
El primer movimiento es obligado : 1 .axb7 �e6+ ! ! 2.'it>xe6 (si no la torre va a la octava fila y
las negras ganan). Ahora viene la jugada clave: 2 'it>c6! ! El segundo j ugador amenaza comerse
el peón de "b7", por lo que las blancas se ven obligadas a coronar, pero si promocionan dama:
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¡ Tablas por ahogado ! El mismo resultado que si se pidiese una torre. Y si se promocionase
caballo, luego de 3.'it>b7, las blancas quedarían con material insuficiente para ganar la partida, lo
mismo que si la nueva pieza fuera otro alfil negro.
1 54 AJEDREZ INS Ó LITO
Mi timo estrella: enroque
extra/argo y
"reglamentario "
Juegan las blancas y dan jaque mate en tres jugadas
Naturalmente, muchos de los j ugadores encontraban dos variantes de jaque mate en tres
movimientos: 1 .e7 'kti xf3 2 .e8 :g d4 3 .0-0++, o 1 .e7 gxf3 2.e8 �+ 'kti d3 3 .0-0--0++.
Pero la solución, ni de coña . . .
1.e7 'ktix:f3 2.e8� 'ktig2 3.0-0-0-0++
¡ Sí, enroque vertical con la torre recién coronada!
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Pero, ¿cómo se puede j ustificar esto? Ahora se verá por qué ponía tanto énfasis en la intro­
ducción a este problema en el año en que se lo enseñaron a Fischer ( 1 970). En esas fechas, las
reglas del enroque estaban mal redactadas, y por tal razón fueron cambiadas en 1 972.
En el apartado del enroque, el reglamento v igente en 1 970 decía:
"El enroque es una jugada con el rey y una torre. El rey se mueve en línea recta a la siguiente
casilla del mismo color, reduciendo la distancia entre él y la torre que participa en el enroque.
Entonces la torre se mueve sobre el rey para ocupar la casilla que el rey acaba de cruzar" . . .
Y eso fu e exactamente lo que hicieron e l rey blanco de " e l " y su torre de "e8 " .
PERFIDIO TREBEIJO: CONFESIONES DE UN TRAMPOSO PROFESIONAL. SOLUCIONES 1 55
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