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Ensayo Filo Xenacoelomorpha

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Universidad de San Carlos de Guatemala
Facultad de Ciencia Químicas y Farmacia
Escuela de Biología
Departamento de Zoología, Vida Silvestre y Conservación
Zoología de Invertebrados I
Diego Alejandro Bautista Orozco
201804379
Subfilo Xenoturbellida: seis representantes descritos existentes.
En el ensayo de tipo formal que se presenta a continuación se busca introducir al
lector al subfilo Xenoturbellida y sus representantes. Además, se enfoca en resaltar la
importancia de la actualización constante de información, que está relacionada de
manera directa con el avance de la tecnología. Ya que, al momento de responder la
pregunta: ¿​X. bocki y ​X. westbladi son los únicos representantes del subfilo
Xenoturbella? nos damos cuenta que la información presentanda en el libro de
Brusca ​et al., ​(2016) ​«I​ nvetebrates​», que consiste en la base de nuestros estudios, está
desactualizada. Además, para el desarrollo del ensayo se tomó una linealidad
deductiva, ya que se presenta en primera parte una sección general del subfilo y
adentrándonos poco a poco a información específica, tanto de la historia como de los
representantes que posee. También, de los procesos y métodos que se utilizaron para
la descripción de las nuevas especies y cómo estas se emparentaron, por filogenia,
unas con otras.
El filo Xenacoleomorpha tiene una historia filogenética fascinante. Todo empezó con
los acoelos y los nemertodematidos que estaban relacionados directamente con el filo
Platyhelminthes, los gusanos planos (Brusca, Moore y Shuster, 2016). Pero con la
evolución de la tecnología, el aumento exponencial del conocimiento y, por supuesto,
múltiples análisis filogenéticos se concluyó en que ellos debían pertenecer a una
nueva clasificación (Wallberg, Galletti, Ahmadzadeh y Jondelius, 2007). Dicha
clasificación, obtuvo el nombre de Acoelomorpha (Wallberg ​et al., ​2007).
Todo eso se unió al descubrimiento de otro género de gusanos marinos pequeños, los
Xenoturbellida (Brusca ​et al., ​2016), y se concluyó que estaban emparentados con
Acoelomorpha (Brusca ​et al., ​2016). Creando así, el filo Xenacoelomorpha, que
comprende la unión de Acoela, Nemertodermatida y Xenoturbellida (Cannon,
Vellutini, Smith, Ronquist, Jondelius y Hejnol, 2016).
En resúmen, Xenacoelomorpha es un grupo de gusanos marinos bilaterales
simétricos, que carecen de varios rasgos comunes que poseen otros organismos
bilaterales como ano, nefridios y un sistema circulatorio (Cannon ​et al., ​2016). A su
vez, Brusca ​et al. ​(2016) expresa: “en este momento el filo contiene aproximadamente
400 especies, dos de las cuales se encuentran en el subfilo Xenoturbellida y 398 en el
subfilo Acoelomorpha”. Al enunciar la frase “en este momento el filo contiene
aproximadamente 400 especies[...]” Brusca ​et al. ​(2016) acertó. Ya que con nueva
información recabada y especímenes colectados, se determinó la existencia de cinco
nuevas especies dentro del subfilo Xenoturbellida (Rouse, Wilson, Carvajal y
Vrijenhoek, 2016). Además, la unión de dos especies que se creían distintas, cuando
en realidad eran una sola (Rouse ​et al., ​2016). Dando al final, un recuento total de seis
especies descritas hasta ahora para el subfilo Xenaturbellida.
El subfilo Xenoturbellida. ​El subfilo Xenoturbellida se divide en un único género:
Xenoturbella ​(Gee, 2016). Dicho subfilo presenta una ciertas características como:
simples gusanos planos sin cerebro, ni ano, ni gónadas y sin sistema excretor que
pase a través de intestinos (Gee, 2016). Además, son gusanos que habitan en agujeros
dentro de la arena de las líneas costeras o más profundo, en el litoral (Brusca ​et al.,
2016). Pero sobre todo, son especialistas en comer moluscos (Gee, 2016). Ésto último,
es un dato esencial para comprender cómo fue que los investigadores se toparon con
cuatro de las cinco nuevas especies.
Por otra parte, si hablamos de las características morfológicas. Se sabe que los
integrantes del género ​Xenoturbella ​son gusanos delicados, ciliados y poseen un plan
corporal muy simple (Brusca ​et al., ​2016). A su vez, son fácilmente reconocidos por
medio de sus distintivos surcos (Brusca ​et al., 2016), tal y como se puede observar en
el anexo 1. Estos surcos están distribuidos a lo largo y ancho del cuerpo.
Dividiéndolos a lo ancho por medio surco anillar y a lo largo por los surcos
horizontales (Brusca ​et al., ​2016). En el anexo 1 se puede observar a detalle el surco
anillar, que divide el cuerpo en dos partes, a lo ancho. A razón de todos los surcos y el
plan corporal peculiar que poseen estos gusanos se derivó su nombre. ​Xenoturbella,
“un raro turbelario” (Brusca ​et al. 2​ 016).
¿Las primeras dos especies del género ​Xenoturbella​?.​ ​Las primeras dos especies del
género ​Xenoturbella consistían en ​Xenoturbella bocki ​y ​X. westbladi ​(Brusca ​et al., ​2016).
La historia de las dos primeras especies comienzan en Suecia con el especialista en
Platyhelminthes, Sixten Bock, en 1915 Bock recolectó a lo largo de la Estación
Marina de Kristineberg un espécimen que denominó como “raro gusano plano”
(Brusca ​et al., ​2016). Nunca identificó la muestra, pero Einar Westblad, quién era otra
especialista en Platyhelminthes, lo hizo (Brusca ​et al., 2016). Llegó el año de 1949 y
Westblad describió el espécimen original de la nueva especie denominada
Xenoturbella bocki (Brusca ​et al., ​2016), el epíteto específico recibió el nombre por el
primer colector de la especie, Sixten Bock. La apariencia peculiar de esas criaturas
empezó a causar controversia y dio origen a un nuevo problema, ¿dónde
clasificarlos? (Gee, 2016).
Pasaron los años y en 1999 se describió una segunda especie del género, llamada
Xenoturbella westbladi, en memoria de Einar Westblad (Brusca ​et al., ​2016). Pero
existía una situación un tanto peculiar con las dos especies descritas. Se cuestionaba
si éstas en verdad poseían diferencias que las acomodaran como especies distintas
(Brusca ​et al., 2016). En otras palabras, se creía que en realidad las dos eran la misma
especie. Ya que los individuos poseían diferencias sutiles, lo que es normal.
Propongamos un ejemplo, comparemos dos individuos de la misma especie, ​Homo
sapiens​, uno vive a orillas del mar báltico en Estocolmo, Suecia y el otro en la costas
del Golfo de México, en Veracruz. Son dos ejemplares de la misma especie, pero que
difieren morfológicamente mucho uno del otro, es normal, las condiciones en donde
habitan son distintas, las formas de vida son distintas, comparten un mismo
antepasado. Pero el pasar del tiempo y las condiciones, ayudaron para que existieran
esos cambios. En conclusión, ¡no todos los individuos de una misma especie son
idénticos!
Las indagaciones y dudas no quedaron sólo con las diferencias morfológicas. Por lo
que, investigaciones recientes analizando el haplotipo de ambas especies,
trabajándolos con ​Cytochrome c oxidase subunit I (​COX1). Se determinó por medio de
las secuencias recabadas que ​Xenoturbella bocki ​y ​X. westbladi son la misma especie.
Ahora bien, COX1 es uno de los marcadores más populares y utilizados para la
sistemática molecular (Souza, Marchesin y Itoyama, 2016). Con el cual, los
fragmentos de los genes recabados por el marcador son utilizados para inferir
filogenias (Souza ​et al., 2​ 016).
Regresando al tema, se comprende ahora en adelante que ​X. westbladi ​no existe como
clasificación taxonómica, sino como un sinónimo de ​X. bocki ​(Nakano, Miyazawa,
Maeno, Shiroishi, Kakui, Koyanagi, Kanda, Satoh, Omori y Kohtsuka, 2017).
El descubrimiento de las nuevas cinco especies.
Todas las especies descubiertas, tanto las recolectadas en las profundidades del
Océano Pacífico del Este (en las costas de Estados Unidos y México) como las del
Oeste (en las costas de Japón), fueron comparadas a través de COX1 para determinar
la relación de éstas con ​X. bocki y así concluir con el descubrimiento de nuevos
individuos del género X
​ enoturbella​.
Primero, encontramos a las descubiertas en las costas de Estados Unidos y México
(véase Anexo No. 2) siendo: ​X. churro, X. hollandorum, X. monstrosa ​y ​X. profunda
(Rouse ​et al., ​2016)​. ​Luego, en las costas de Japón (véase Anexo No. 3) se descubrió ​X.
japonica (​ Nakano ​et al., ​2017)​.
En resumidas cuentas, todos los holotipos fueron recolectados y fotografiados por
vehículos operados remotamente (ROV por sus siglas en inglés) (Rouse ​et al., ​2016).
Ya que varios de ellos, como fue el caso de ​X. profunda, que fue hallado a una
profundidad de 3,700 metros (Rouse ​et al., ​2016), lo que hacía imposible la inmersión
de una persona, ya que el cuerpo humano no resiste más de 86 metros de profundidad
antes de sufrir apnea (Periodista digital, 2017). Y todos los demás, a profundidades
mayores de 550 metros de profundidad (Rouse ​et al., ​2016; Nakano e​ t al., ​2017).
Además, con los datos obtenidos de la profundidad en que se recolectaron los
ejemplares y las pruebas basadas en la comparación de las secuencias de ADN
mitocondrial a través de COX1, se logró realizar un árbol filogenético con todas las
especies descritas, por el momento, del subfilo Xenoturbellida (Nakano ​et al., ​2017).
Posicionando a ​X. bocki, X. hollandorum ​y ​X. japonica como especies de poca
profundidad, y a ​X. churro, X. monstrosa ​y ​X. profunda ​como especies de gran
profundidad (Nakano ​et al., 2​ 017). Tal y como se muestra en el Anexo No. 4.
Por último, la mayoría de los holotipos se recolectaron cerca de fuentes de alimento.
Como fue el caso de ​X. monstrosa​, ​X. churro ​y ​X. profunda​, ya que en todos lo
anteriores se hallaron trazas de ADN mitocondrial de bivalvos en los tejidos de la
boca de los gusanos (Rouse ​et al., ​2016). Como ​Archivesica diagonalis​, que se encontró
en ​X. monstrosa.​, también de ​Calyptogena pacifica ​en el caso de ​X. churro ​y ​A. gigas en
X. profunda ​(Rouse ​et al., ​2016). Estos datos demostraron una característica antes
propuesta: los integrantes de Xenoturbellida se especializan en alimentarse de
bilvalvos (Brusca e​ t al., ​2016).
Conclusión.
Al presentar una respuesta a la pregunta introductoria de este ensayo, “​¿​X. bocki y ​X.
westbladi son los únicos representantes del subfilo Xenoturbella?” se concluye que no
son los únicos representantes, más bien son un solo organismo. Además, se
descubrieron cinco nuevas especies (por el momento) y todo esto gracias, en su
mayoría, al desarrollo de la tecnología. ​Ya que con mejoras tecnológicas como la
creación ROVs para la recolección de los ejemplares y la toma preliminar de datos de
los mismos, y el perfeccionamiento de algunos procesos como en las pruebas para la
creación de árboles filogenéticos con COX1. Dando así, como trabajo final un ensayo
en el que el lector se ubica en la historia de la formación del subfilo, los avances de
éste y su edificación final (hasta el momento).
Referencias
Brusca, R. C., Moore, W. y Shuster, S. M. (2016). ​Invertebrates. ​3a. edición. Estados
Unidos: Sinauer Associates, Inc.
Cannon, J. T., Vellutini, B. C., Smith, J., Ronquist, F., Jondelius, U. y Hejnol, A.
(2016). Xenacoelomorpha is the sister group to Nephrozoa. ​Nature. ​530(7588),
89 - 93.
Gee, H. (2016). A home for X
​ enoturbella. Nature. ​530(7588), 43 - 43.
Nakano, H., Miyazawa, H., Maeno, A., Shiroishi, T., Kakui, K., Koyanagi, R., Kanda,
M., Satoh, N., Omori, A. y Kohtsuka, H. (2017). A new species of ​Xenoturbella
from the western Pacific Ocean and the evolution of ​Xenoturbella. BMC
Evolutionary Biology. 1​ 7(245).
Periodista Digital. (2017). ​Salud: los 9 límites que no soporta el cuerpo humano.
Recuperado
el
9
de
noviembre
de
2019,
de:
https://www.periodistadigital.com/ciencia/salud/nutricion/20170424/9-limites-s
oporta-cuerpo-humano-noticia-689400854582/​.
Rouse, G. W., Wilson, N. G., Carvajal, J. I. y Vrijenhoek, R. C. (2016). New deep-sea
species of ​Xenoturbella ​and the position of Xenacoelomorpha. ​Nature.
530(7588), 94 - 97.
Wallberg, A., Galletti, M. C., Ahmadzadeh, A. y Jondelius, U. (2007). Dismissal of
Acoelomorpha: Acoela and Nemertodermatida are separate early bilaterian
clades. ​Zoologica Scripta. ​36(5), 509 - 523.
Anexos.
Anexo No. 1:​ Surcos y plan corporal de X
​ enoturbella.
Fuente:​ Rouse ​et al., ​2016.
Anexo No. 2:​ Distribución de los holotipos recolectados en América.
Fuente:​ elaboración propia con datos recuperados de Rouse e​ t al., ​2016.
Anexo No. 3:​ Recoleta de X
​ . japonica​ en Japón.
Fuente:​ elaboración propia con datos recuperados de Nakano e​ t al., ​2017.
Anexo
No.
4:
Árbol
filogenético
de
Xenoturbellida.
Fuente:​ modificado de Rouse ​et al., ​2016 con información de Nakano​ et al., 2​ 017.
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