La mundialización: antecedente histórico de la globalización. El termino de globalización se presentó por los últimos 20 años como el momento por el cual atraviesa la sociedad capitalista a nivel mundial, y cuya se centra en: 1. La apropiación por parte del capital de una porción significativamente más alta de la tasa de ganancia en el proceso de producción. 2. El cambio sustancial en el patrón de intervención estatal. 3. La acelerada internacionalización de los procesos económicos. La globalización es un término polisémico, lo cual significa que no tiene un solo concepto, sino que es construido desde distintas perspectivas y puede variar su significado. Rasgo distintivo del sistema capitalista: la propiedad privada de los medios de producción y la presencia de trabajo asalariado formalmente libre, de lo que resulta una sociedad estructurada básicamente en dos clases. De tal modo que el mismo se convierte en un sistema conformado, los cuales se diferencian por el lugar que ocupan en un sistema históricamente definido de producción social, por su relación con los medios de producción, por su organización social del trabajo, que en el capitalismo lo constituyen la burguesía y el proletariado. MUNDIALIZACION: Fenómeno de internacionalización de las relaciones económicas presente desde los momentos de formación del sist. Capitalista y que constituye un rasgo característico del sistema. GLOBALIZACION: Nueva etapa del capitalismo iniciada en las últimas dos décadas. Es solo posible dentro de un sistema mundial cuya estructura es el modo de acumulación dominante (capitalismo). Mundialización y transición hacia el capitalismo. Immanuel Wallerstein este autor defina a la “economía mundo” como una entidad económica que esta encima de las unidades políticas. Esta misma se apoyó en prácticas capitalistas modernas que le permitieron la consolidación y expansión sin necesidad de una estructura política unificada. Los estados nacionales toman el rol fundamental en el proceso de expansión comercial, ayudaron a crear condiciones internas necesarias, para luego lanzarse a una expansión económica fuera de sus fronteras. Produjo una valorización del espacio a escala mundial a partir de las necesidades del capital comercial y en concordancia con el interés mercantilista favorable a la acumulación de metales preciosos, fuente de riqueza del estado. Maurice Dobb, marca la etapa de la revolución industrial como el paso del feudalismo al capitalismo, se reemplazan las formas artesanales de producción a las formas industriales. La producción feudal entra en crisis y llega a su fin. La revolución industrial (Inglaterra, XVIII) Antes de este proceso ya venían creciendo las relaciones entre al capital y los trabajadores, y se terminaron de definir en el mismo. La sociedad estaba estructurada dependiendo de sus vínculos de producción conformada por características de una sociedad capitalista, tales como; la estructuración de una sociedad en clases a partir de su vínculo con los medios de producción, la acumulación de capital en poder de la clase propietaria, el proceso de urbanización como consecuencia de la desvinculación de los campesinos con la tierra, la concentración de la producción en fábricas, el avance científico-técnico aplicado a la producción y a los medios de transporte. Estado nacional y liberalismo. El sistema capitalista y los estados nacionales fueron moldeados por el ideal del liberalismo, creada por Adam Smith y David Ricardo. Ellos eliminaron las trabas a la actividad productiva y comercial capitalista, las cuales eran un requisito para la nueva sociedad industrial. Estas favorecieron a las actividades económicas de la burguesía al tiempo que eliminaron los gremios medievales y la servidumbre feudal. Se destacaba por su libertad económica, la igualdad jurídica y la soberanía política en el pueblo (como grandes logros del capitalismo) la burguesía se vio obligada a reclamar la protección frente a la competencia de empresas extranjeras, puesto que querían terminar con los privilegios de la nobleza. La revolución inglesa y francesa permitieron la posibilidad de la burguesía en el poder político. La división internacional del trabajo. La extraordinaria expansión de la industria siderúrgica, sumada al surgimiento de nuevas industrias que por primera vez unieron ciencia y producción, el descubrimiento de nuevas fuentes de energía o formas de transmisión energética profundizaron el proceso de industrialización. Las potencias europeas, en particular Gran Bretaña, paulatinamente abandonaron la producción de alimentos y materias primas para concentrarse en la producción industrial. Los demás países (con excepción de Estados Unidos y Japón) se integraron a la economía mundial con la función abastecer de materias primas y alimentos a los países industrializados. Muchos países, en especial los latinoamericanos, adecuaron sus estructuras productivas y generaron el marco jurídico necesario para su inserción en el mercado mundial. Como consecuencia se desarrollaron los medios de transporte y comunicación (el barco a vapor, el telégrafo y el ferrocarril), de manera que “la extensión geográfica de la economía capitalista se pudo multiplicar a medida que aumentaba la intensidad de sus transacciones comerciales. Todo el mundo se convirtió en parte de esta economía”. La crisis de 1873 y la recuperación. En 1870 se produce una nueva crisis debido a que la producción crecía a mayor ritmo que el mercado de consumo para sus productos, lo cual provocó la caída estrepitosa de los precios de los productos industriales y arrastro a los precios de la agricultura, creando una situación de emigración masiva. Los países industrializados comenzaron a abandonar las prácticas de la libre competencia que el liberalismo sostenía. Como respuesta a la crisis se empezaron a ampliar procesos de concentración económica y la racionalización empresarial. consistió en que las empresas adoptaron, por un lado, un sistema de administración gerencial y por otro, aplicaron la llamada “gestión científica de la producción”. Como consecuencia se eliminó la libre competencia que tanto había defendido la teoría liberal. De este momento en adelante fueron los asalariados quienes se encargaron de dirigir la producción y la distribución. El taylorismo propuso como objetivo reducir los costos, aplicando la gestión científica de producción, la cual tenía como finalidad que los trabajadores aumentaran su ritmo y su eficiencia, logrando esto con la descomposición del proceso de fabricación en múltiples y sucesivas etapas, cada una a cargo de un obrero, el cual destruía las bases del mismo oficio. Imperialismo: último cuarto del siglo XIX. Adquirió dos formas; una la colonización, que consistió en la conquista militar de sociedades a las que sometieron política y económicamente, práctica que fue abandonada a mediados del siglo XX; y otra caracterizada por una forma de dominación consistente en el ejercicio de la presión económica sobre estados que mantienen su independencia política, con gobiernos que responden a los intereses de burguesías locales, beneficiadas con la inserción subordinada en la economía mundial. Posibilito la ampliación del mercado, y para garantizar el aprovisionamiento de materias primas baratas. Fue contenida por la idea de la filosofía positiva y la interpretación del darwinismo que concebía el ideal de la superioridad racial de los pueblos europeos. En América latina (1860-1890) culminó el proceso de organización de los nuevos estados nacionales que adecuaban las estructuras productivas para convertirse en exportadores de materias primas. Cumplieron el papel de zonas colonizadas, pero aun así experimentaron un importante crecimiento como país, lastimosamente dejando sus economías atadas a las necesidades del mercado mundial. Las migraciones internas hacia los centros urbanos en los países industrializados y la emigración europea hacia los otros continentes constituyeron un proceso significativo para las sociedades que las vivieron, cuya importancia trascendió a la economía. A fines del siglo XIX la recuperación económica hizo olvidar la crisis. El movimiento obrero y los partidos socialistas contaron con un considerable aumento en el número de adeptos. La emigración favoreció la internacionalización de las ideologías obreras. Capitalismo y mundialización en crisis. La mundialización de la economía y el auge de la concepción liberal fueron dos elementos constitutivos del desarrollo del capitalismo, pero trajo como consecuencia un punto de inflexión en la historia en general y de la mundialización en particular: la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. La gran guerra y revolución rusa (1914-1918) La economía de los países involucrados fue puesta al servicio del conflicto. Los recursos humanos y materiales de las naciones fueron subordinados a la producción militar. La producción, el transporte y la mano de obra quedaron supeditados al abastecimiento de los ejércitos. Tanto el movimiento de capitales como el comercio mundial se vio afectado gravemente. La economía europea estaba devastada luego de la gran guerra. Con la revolución rusa llego el primer movimiento socialista exitoso, los bolcheviques, bajo el poder de Lenin, buscaban reformar la economía a través de una serie de reformas paulatinas con el fin de sacar adelante el país. La nacionalización de los bancos, los ferrocarriles, la flota mercante y el rechazo al pago de la deuda externa fueron algunas de las medidas tomadas por el nuevo régimen. El gobierno respondió con la nacionalización de las industrias y se decretó la obligación de los campesinos de otorgar todo el excedente de cereales. La Nueva Política Económica (NEP) impulsó un singular sistema de economía mixta en el cual se combinaron elementos capitalistas y socialistas. En 1924 puso en puesta dos debates: el político, el cual implicó no sólo su sucesión, sino también qué modelo de revolución y de esquema de poder. Y el económico, se centró alrededor de cuál era el camino a seguir para lograr el desarrollo industrial, consistió en priorizar la industria pesada, mediante la planificación estatal. Ese mismo plano político se estableció la unión de repúblicas socialistas soviéticos, el cual se convirtió en un modelo de industrialización exitoso, alternativo al propuesto por el capitalismo. La economía post guerra. Toda Europa estuvo agitada por los conflictos sociales que descandeno la situación económica, pero ya a mediados de la mitad de la década de los 20 se abría camino a la prosperidad. El país más crítico fue Alemania, cuyo atravesó una crisis caracterizada por la pérdida del valor de la moneda, la hiperinflación y la desocupación. Estados unidos junto con la posesión de grandes reservas de oro, le permitió fortalecer su moneda de tal manera que pudo desplazar a la libra esterlina en el comercio internacional. América Latina vivió la competencia entre las empresas norteamericanas y las inglesas y sus gobiernos estuvieron acosados. El mercado norteamericano fue impulsado por la guerra a generar avances tecnológicos para incluirlos en la producción industrial. La “gestión científica” fue perfeccionada por Ford, al organizar la cadena de montaje con la incorporación de la cinta sin fin. La mecanización de los movimientos físicos del trabajador tendió a eliminar los que fueran inútiles, dando fin al “tiempo de trabajo muerto”, logrando que la producción se estandarizó, eliminó el trabajo especializado y redujeron los costos por producto. A fines de la década de los 20 empezaron a aparecer signos de una posible crisis, ya que la producción agrícola, la construcción pública y privada se frenaron. Lo mismo ocurrió con los salarios y, por lo tanto, con el consumo. En conclusión, la mundialización de la economía hacía que cualquier dificultad presentada en los centros del capitalismo avanzado, tuviera sus repercusiones en todo el sistema. La gran crisis. Hay un gran debate alrededor del por qué se generó esta crisis. Algunos estipulan que la crisis fue el resultado de la superproducción y, otros, que ven en la especulación en el mercado de valores el inicio de la catástrofe. Para poner en contexto ambas partes: El derrumbe de la bolsa de Nueva York en 1929 desencadenó un efecto dominó que arrastró a los bancos, las industrias y en general a todos los sectores económicos. Como consecuencia arrastró al endeble sistema bancario. Las industrias quebraron y los precios de los productos agrarios cayeron. Todos estos hechos tuvieron una fuerte repercusión en los estados europeos, provocando una crisis financiera internacional. La mundialización en crisis. Luego de la crisis se resquebrajó el sistema de relaciones económicas internacionales. El flujo entre los países industrializados frenó de capitales hacia los países de la periferia. La caída del precio de los productos primarios provocó el deterioro de los términos del intercambio, que afectó seriamente a las economías primario-exportadoras de la periferia, los países respondieron con la disminución de sus importaciones de productos industrializados. Los países centrales seguían sosteniendo la antigua división internacional del trabajo. Para equilibrarse comercialmente, debieron reducir sus importaciones de productos manufacturados y para ello tomaron medidas proteccionistas, que dio inicio un proceso de industrialización. La crisis golpeó también a la sociedad y el desempleo rural provocó las migraciones hacia los centros urbanos. Liberalismo o intervencionismo. Keynes advirtió la necesidad de la intervención del mercado, como medio de evitar las crisis y asegurar un crecimiento capaz de ser sostenido a largo plazo. Presento a la teoría de la mano clásica como la única de regular el mercado. En la década de los 30, varios países, pero mayormente EEUU comenzó una abierta intervención del estado, en los asuntos económicos. El nuevo sistema financiero consistía en subvencionar a los productores agrícolas, reactivar a la industria a través de incentivar el mercado interno contraído por la desocupación, fomentar el empleo mediante la obra pública y crear seguros de desempleo y de jubilación. El estado asumió el rol de mediador, al intentar regular la relación entre trabajadores y empresarios. Estas medidas anticiparon el estado del bienestar. Los 30’ significaron la caída del liberalismo tanto en su aspecto económico como político, así demostrando el fracaso de las democracias liberales. Al sumar el miedo al avance de las ideas socialistas por parte de las clases propietarias y el miedo a la proletarización de los sectores medios, podemos entender, en parte, el surgimiento del fascismo y del nazismo. La segunda guerra mundial. El surgimiento de los regímenes autoritarios en Alemania, Italia y Japón, y en las características de la ideología nazi y fascista que combinaron un exacerbado nacionalismo, con el anticomunismo y la crítica a las democracias liberales. Desencadeno una guerra económica. La guerra planteó la necesidad de lograr la máxima eficiencia de los recursos, orientados en su mayoría, a sostener la producción relacionada con el conflicto. La mundialización de la economía empeoró su ya delicada situación. Las exportaciones industriales hacia los países periféricos disminuyeron considerablemente, al igual que las inversiones. El aceleramiento del proceso de descolonización será una de las consecuencias de la guerra, una de las nuevas características más nuevas del nuevo orden mundial. Los años dorados. La crisis tuvo su epicentro en el núcleo mismo del sistema y como, rápidamente, sus efectos se hicieron sentir en la totalidad del mundo capitalista. La reformulación del concepto de libertad de mercado se extendió a las relaciones económicas internacionales. La relación entre estado y mercado se convirtió en el dilema, al que todos los países tuvieron que dar respuesta. El estado capitalista cumplió con su rol de mediador de las relaciones sociales al imponerse en los acuerdos logrados entre los representantes de las organizaciones obreras y de las agrupaciones empresariales y en el mantenimiento de la paz social. La recuperación. El objetivo no era solamente económico, había que evitar que se repitieran las condiciones generadas como consecuencia de la primera posguerra, que sirvieron de caldo de cultivo para la segunda. Tomaron una serie de medidas con el fin de reorientar el sistema y evitar una nueva crisis. El estado de bienestar y el fordismo. La actividad estatal estuvo tan imbricada en la economía, que ya se hizo difícil distinguir qué le pertenecía a cada esfera. Ugo Pipitone plantea entre las razones que llevaron a los estados a intervenir a las siguientes: 1. Las decisiones de las empresas afectaban a la sociedad en su totalidad. El accionar del estado aseguraba “coherencia interna” a una sociedad cada vez más compleja. 2. La conformación del movimiento obrero y de partidos políticos con capacidad de impulsar proyectos en defensa de sus propios intereses llevaron al estado a actuar con el objetivo de reciclar dentro del sistema político la presión obrera, de reprimirla, de cooptarla. 3. Las grandes crisis (1873 y 1929) pusieron en peligro la estabilidad de las relaciones sociales y de poder; el estado intervino como último recurso de unidad. 4. Con la intensificación del comercio, de las finanzas y de las actividades productivas en el exterior, se confirma que el desarrollo de un país depende de la solidez de sus negocios; la iniciativa estatal se convirtió en un estímulo y apoyo a las “compañías de bandera”. 5. Las guerras mundiales demostraron que el rol de potencia mundial de un país dependía de la fortaleza de su aparato productivo. La teoría keynesiana fue el sustento de todas estas transformaciones y su autor participó directamente en la toma de decisiones. La actividad financiera del estado no se limitó a la regulación del mercado de cambio y al control sobre las divisas y la moneda. La producción en masa salió de las fábricas y su destino fue un mercado interno en crecimiento y uno internacional que se fue recomponiendo luego del sacudón sufrido en los años treinta. El modelo de producción fordista garantizó el cumplimento de estos objetivos. es un régimen de acumulación intensiva, basado en la existencia de un ‘círculo virtuoso’ que vinculaba aumentos de productividad a crecimientos del salario. El estado cumplió un rol de suma importancia. En síntesis, su función fue fomentar la reactivación de la economía a través de lograr un aumento de la demanda. Con su política el estado se volvió redistribucioncita, El estado se puso por encima del mercado para asegurar su funcionamiento. El sistema mundial. Como estados unidos de principal potencia mundial, sentaron nuevas bases de un nuevo orden económico. Con el objetivo de supervisar el funcionamiento del sistema monetario y de otorgar préstamos a los países que tuvieran dificultades financieras se creó el Fondo Monetario Internacional. La descolonización incrementó el número de países que formaban parte de la periferia del mundo capitalista y los países del Tercer Mundo atravesaron por un período de cierto progreso. A medios de los 60’ se inicia un proceso por el cual los países del tercer mundo no sólo comienzan a fabricar para sus mercados internos, sino que exportan a los países desarrollados. Una nueva crisis. La guerra fría conllevo muchos gatos para EEUU. Los mismos, comenzó a producir liquidez financiera, para cubrir el déficit en la balanza de pagos. Los países europeos comenzaron a acaparar dólares. En 1971 se suspendió la convertibilidad del dólar. El desprestigio internacional y la crítica nacional a la política de los Estados Unidos, en la guerra de Vietnam, los movimientos estudiantiles y los reclamos obreros, en Europa y en el Tercer Mundo, dieron marco a la crisis. A la caída del dólar se le sumo también la crisis del petróleo. El proceso inflacionario sufrió un considerable aumento. Los países se vieron obligados a ahorrar y a buscar nuevas fuentes de energía. Se produjo una considerable transferencia de recursos hacia los países productores de petróleo y, en gran parte, fueron ingresados en los circuitos financieros. Las tasas de crecimiento del PBI aminoraron su ritmo. El aumento del desempleo tomó un rumbo insospechado en los años del auge del fordismo. El capital se volvió ingobernable debido al inicio del proceso de transnacionalización y su consecuente autonomización. Con la caída de la tasa de ganancia en la producción industrial, los capitales viraron hacia un mercado financiero supranacional. El trabajo se volvió ingobernable, ya que el poder alcanzado por la clase trabajadora en las negociaciones con el capital y sus exigencias retrasó la reconversión tecnológica debido al alto costo que implicaría realizarla dentro del marco legal del estado benefactor. Contener la inflación, cuidar las cuentas fiscales, reducir el gasto público, para lograrlas era necesario reducir el espacio de negociación que los trabajadores tenían dentro del esquema fordista, al mismo tiempo que disminuir sus expectativas. Se habla de un nuevo modelo pos-fordista o neo-fordista. El capitalismo salió otra vez airoso de la crisis. La solución la encontró en una nueva etapa, en la que la mundialización del capital dio un paso cualitativo que la transformó en globalización. Joachim Hirsch: Entre concepto y fetiche. El autor plantea que son muy variadas las formas en que el fenómeno no es interpretado. Algunos toman la globalización como una promesa de un mundo mejor y más político y otros lo vinculan con la idea de un caos global Si vemos a la globalización en la conciencia de la vida cotidiana podemos ver que se ha creado cierto fetiche de la misma. Es decir, la palabra es usada sin ser entendida y describe algo así como un poder oculto que agita al mundo, que determina toda nuestra vida y que nos domina cada vez más. Toda idea de una sociedad mundial pacifica es desmentida por todas las experiencias. ¿Qué se entiende por “globalización” y cuáles son sus dimensiones? 1. En lo técnico, se relaciona sobre todo con la implantación de nuevas tecnologías. 2. En lo político se habla de globalización, relacionándola con la finalización de la “guerra fría” y de la división del mundo en dos bloques enemigos derivada de la misma. 3. En lo ideológico-cultural, puede entenderse la globalización como la universalización de determinados modelos de valor. 4. En lo económico, el concepto hace referencia a la liberación del tráfico de mercancías, servicios, dinero y capitales. El capital ciertamente se ha extendido más allá de las fronteras. ¿Qué hay de nuevo en la globalización actual y cuáles son sus causas? La globalización es un proceso económico. El capitalismo en el presente siglo es como una sucesión de crisis estructurales. Empezó con la revolución rusa en los 30’, la cual desencadeno una crisis económica mundial puesto a sus movimientos revolucionarios. Como solución se planteó implementar un modo de acumulación y regulación que se distinguía fundamentalmente del anterior, conocido como el fordismo, así creando las condiciones para un mejoramiento estructural de la rentabilidad del capital en escala mundial. Características del capitalismo fordista: 1. Era una estrategia de acumulación que descansaba en una producción taylorista en masa con una fuerte expansión del trabajo asalariado a expensas de la producción tradicional. 2. Impuso un modelo de consumo masivo. 3. El consumo de la clase trabajadora pasaría a ser él mismo parte del proceso de reproducción del capital. 4. Forma de regulación política y social que se caracterizaba por un alto grado de dirección económica. 5. Expansión paulatina del Estado de bienestar. 6. Sistema global. Por primera vez en la historia del capitalismo parecía realizable la unión de un creciente ingreso masivo con una enorme ganancia del capital. El fordismo de las dos décadas siguientes a la segunda Guerra Mundial parecía una “Edad de Oro” del capitalismo, la cual no duro mucho tiempo, ya que en los 70’ hubo una nueva crisis económica mundial. Al no poder elevar a voluntad las ganancias del capital, se volvió a estancar el proceso de acumulación y crecimiento, La forma de regulación del Estado de bienestar se orientaba cada vez más hacia un conflicto de intereses por las ganancias del capital, creando la crisis del fordismo, y así terminando con ellas. Con todo esto dicho podríamos decir que; globalización”: la decisiva estrategia del capital como solución a la crisis del fordismo; es decir, que la liberalización radical del tránsito de mercancías, servicios, dinero y capital debe ser la condición previa de la renovada racionalización sistemática del proceso de trabajo en la producción capitalista, y ello, a la vez, está vinculado con la destrucción del compromiso fordista de clases y de sus bases institucionales. Es una sociedad de clases se basa en la explotación del trabajo vivo. Al mismo tiempo, sin embargo, se trata de una forma completamente nueva de capitalismo, con relaciones de clases radicalmente modificadas, con un nuevo significado de política y un papel completamente distinto del Estado. Unidad y fragmentación del mundo. La globalización significa también una creciente fragmentación económica, social y política. 1. Pluralización del centro capitalista. El centro capitalista tiene la forma de una “tríada”, es decir, de polos diversos, entretejidos por una competencia intensificada. Compiten entre sí. 2. Amplia diferenciación de la periferia capitalista. Consecuencia de la implantación de la política neoliberal y de las rupturas sociales que genera, se desarrollan condiciones de vida tercermundistas también dentro de las metrópolis capitalistas. 3. Conducen a crecientes desigualdades internacionales, mayores diferencias de riquezas que nunca. 4. La esperanza de que la globalización condujera a una paulatina desaparición de los Estados nacionales ha recibido una fuerte decepción, nunca ha existido una instancia política capaz de negociar y legitimar de manera democrática un orden social mundial. 5. La actual sociedad mundial se caracterice de hecho por una creciente cantidad de guerras y de guerras civiles. La creencia de que con la globalización se ha abierto una nueva época de democracia, de bienestar, de paz y de humanidad, queda refutada por el claro crecimiento del nacionalismo, el racismo y el chauvinismo de bienestar. La globalización capitalista de ninguna manera es un proyecto exitoso y completo, sino un desarrollo disputado y conflictivo cuya salida no está asegurada.