LARA JUÁREZ LUIS ÁNGEL 10/04/2019 CAPÍTULO XIX: CAPITALISMO El capitalismo ha sido el sistema económico predominante en el mundo contemporáneo, teniendo sus principales antecedentes en el mundo occidental. Con el paso del tiempo este ha cambiado significativamente, aunque la constante siempre ha sido el predominio del capital. Según el autor este puede “presentársenos tanto como un bien o un conjunto de bienes, empleados para producir ganancias, como una suma de dinero que, como sabemos, siempre puede emplearse para comprar bienes”1. Es decir, el sistema capitalista funciona a través de los intercambios de bienes y servicios, para poder adquirir ganancia o un sueldo, para subsistir. En comparación con las demás escuelas, teorías o doctrinas, el capitalismo como sistema económico, mediante el capital no “permiten satisfacer directamente alguna necesidad2”. Pues con el capital se adquieren o venden los bienes o servicios, para producir algún producto que sea de necesario para satisfacer las necesidades del hombre. Entonces se puede decir que el capital y el intercambio de los bienes y servicios, solo constituyen los medios por lo cuales se puede llegar a satisfacer una necesidad. El capitalismo, a través del tiempo ha desarrollado una serie de instituciones, que ha determinado el rumbo del su funcionamiento, por lo cual se torna necesario, comprender cada una de ellas. La primera es la propiedad privada, la cual hace referencia a la plena libertad que tiene una persona física y moral para ser dueño de un bien, así como sacarles el provecho necesario en el mercado. La segunda es la libre iniciativa, en la cual se puede realizar cualquier activada económica, ajustándose siempre a lo que indica la ley. La tercera es la división de trabajo, es decir la colocación de un individuo en un puesto de trabajo según sus aptitudes, con el fin de producir algo, en conjunto. La cuarta institución es la moneda, es decir la Gómez Granillo, M. (2005). Breve historia de las doctrinas económicas. México: Editorial Esfinge Pág. 213 2 Ídem 11 representación de un valor para la adquisición de un bien o servicio. Por último, se encuentra el mercado, que es medio donde se unen compradores como vendedores para la realización de los intercambios de bienes y servicios. En un principio, se comenzaron a dar ciertas practicas monopólicas, es decir la existencia de “un único vendedor pueden ser una, dos o unas cuantas personas, físicas o morales que se dedican a la venta de una mercancía3”. Es decir, no se concebía la idea de competitividad para la oferta de mercancías, por lo que estas no siempre se ajustaban a las necesidades de los individuos, sino a las del capitalista. Otra característica del sistema capitalista fue el imperialismo cuando “aumenta la tendencia a buscar nuevos mercados para su producción industrial y nuevos territorios para asegurar la provisión de materias primas de sus grandes industrias”4. Es decir, el sistema capitalista está a favor de la expansión de los mercados, a nivel internacional, pues se sabe que de esta manera se pueden obtener cosas que se necesitan, así como vender lo que sobra. Así mismo, los países capitalistas buscan expandir sus territorios en busca de lugares fértiles que les proporcionen las materias primas, para transformarlas en sus industrias en mercancías, para obtener ganancias, o capital. Bibliografía: Gómez Granillo, M. (2005). Breve historia de las doctrinas económicas. México: Editorial Esfinge Gómez Granillo, M. (2005). Breve historia de las doctrinas económicas. México: Editorial Esfinge Pág. 217 4 Ibidem pág. 221 33