Título del trabajo: Importancia del estudio de la historia Estudiante: John Carlos Rodríguez Taboada Curso: Historia de la cultura Carrera y año/ciclo: Ed. Sec. Esp. Filosofía, Psicología y C.C.S.S. – 1° año, Ciclo I I. Tesis: El estudio de la historia es importante ya que como ciencia nos hace descubrir de manera objetiva todos los hechos relevantes que nos han traído a un presente que no es sino consecuencia de dichos hechos y sin el cual no podríamos entenderlo ni comprenderlo realmente con todas las consecuencias positivas que implica, que se desprenden de ello desde las épocas primitivas. II. Argumentación: Desde los albores de la humanidad se ha hecho historia. Y es que, dada la infinita dimensión del tiempo hacia atrás o hacia adelante, donde todo fenómeno y el universo mismo se ha desarrollado inexorablemente, la existencia humana se ha visto sumida en un laberinto sin entrada ni salida aparente, donde la única manera de no perder el hilo de las noches y los días ha sido dejando rastros que le guíen a ver el camino andado y a predecir los que hay por andar. Los rastros que hemos dejado los seres humanos han sido todas las manifestaciones de nuestra consciencia, intelecto o sentimientos, que se han desarrollado a través del tiempo, evolucionando con nosotros mismos. Por eso, es valioso dedicarse a encontrar aquellas huellas de humanidad que se perennizaron por el mismo hecho de ser valiosas en su momento. El pasado no está muerto, vive en cada herencia cultural y ha dado lugar a nuestros conocimientos presentes, y además un vislumbre de los que podríamos llegar a hacer en un fututo, mejorando los aciertos y/o aprendiendo de los errores. Las generaciones de antaño y las venideras fueron y serán respectivamente productos de la cultura de un momento determinado, de un modo de existir que se transmite a través de la educación. Sin registro de lo que fuimos, no habría una memoria colectiva, y por ende ninguna luz de porvenir. Estudiar el pasado nos ayuda a entender el presente, vivimos en un universo de leyes, de causas y efectos. En esa inconmensurable cadena, nuestras posibilidades de ser se traducen en condiciones de evolución, y saber sobre todos los hechos relevantes es la llave hacia el desarrollo. Veamos sino el mismo hecho de cuando se descubrió la agricultura: el hombre primitivo después de andar de un lado para otro, donde no siempre podría encontrar condiciones favorables, un muy buen día se topó con el sitio donde alguna vez comió un fruto y donde arrojó las partes duras de ello, las semillas, y vio que donde alguna vez sólo había tierra, ahora habían nuevos vegetales, repitió el hecho quizás inconscientemente, pero es claro que habrá llegado un punto donde aquel primitivo humano encontró un patrón y lo repitió adrede, entonces se puede pensar que descubrió que echando la semilla en la tierra sale el fruto, y por consecuencia anexa concibió el método de asentarse: ya no era más errante, se convirtió en sedentario y construyó una casa fija, un hogar. Reflexionemos en otro hecho de suma importancia, también con carácter primitivo: cuando descubrimos el fuego. La arqueología ha hecho hallazgos de lo más ancestrales, se han encontrado objetos que los primeros humanos cazadores usaron, algunos fueron hechos de piedra, ellos los tallaban frotándolos con otras piedras para sacarles punta y filo. Ahora, uno quizás de niño ha jugado con piedras, las ha tirado contra otras y podemos haber visto como tras esta acción han salido chispas. Pensando en el primitivo que se dedicaba a friccionar las piedras con el fin de fabricar sus herramientas, podemos suponer que alguna vez le pasó lo mismo, sintió que las piedras estaban calientes, y tal vez si tenía algún material inflamable cerca, de repente este se prendió. Puede que haya visto lo mismo en la caída de un rayo, pero no es sino hasta que lo descubrió por sus propios medios que dominó este elemento y usó sus propiedades para su beneficio después de muchos ensayos y errores, sacando un conocimiento que guardó y transmitió a sus congéneres. Puede decirse que incluso esto le salvó de los tiempos helados, y hasta (¿cómo determinarlo?), aprendió a cocinar la carne y los vegetales, cosa que la ayudó en su metabolismo e inteligencia a lo largo. Teniendo en cuenta estos ejemplos sencillos y muy remotos de nuestra humanidad podemos apreciar la magnitud de esos descubrimientos respecto al desarrollo de la civilización con su forma contemporánea, comprender por qué en la actualidad usamos aún como unas de las principales fuentes de energía los combustibles fósiles, por qué en el mundo de “Los incas” se veneraba al Sol como sagrada divinidad, por qué construimos ciudades, por qué existe agroindustria, por qué cocinamos los alimentos, etcétera, etcétera. Ahora nos toca meditar en qué sigue después de toda esta tradición donde aprendimos a dominar los elementos, la naturaleza, en cuál es el siguiente paso más allá de esta sociedad tecnológica también, si llegaremos a una civilización más elevada donde el manejo de la realidad sea más sutil, viendo el impacto ambiental como gran ejemplo que está teniendo en nuestro presente toda esta herencia que nos viene desde lo más arcaico y primitivo. III. Conclusión Estudiar la historia es importante para entender “el rompecabezas” de la humanidad. Sirve como motivo para buscar los trazos dejados por los ancestros, los restos arqueológicos, como se han logrado los inventos, por ejemplo. Funciona como un mapa que nos ayuda a saber cómo llegamos aquí, y también hacia donde podríamos llegar como raza humana en el mundo y sociedad. Referencias Bembibre, Cecilia. (S/F). Importancia de la Historia. Importancia, una guía de ayuda. www.importancia.org/historia.php Universidades en México. (Julio – 2020). La Importancia de la Historia. Alumnos Online. alumnosonline.com/notas/importancia-historia.html Meneses, Romero. (2012, 8 de octubre). Conceptos e importancia del estudio de la historia. Introducción a la ciencia y a la historia. sites.google.com/site/enp1grupo462/introducción-ala-historia/conceptos-e-importancia-del-estudio-de-la-historia