Biografía de Rubén Darío Rubén Darío. (Metapa, República de Nicaragua, 18 de enero de 1867 - León, República de Nicaragua, 6 de febrero de 1916). Poeta, periodista y diplomático, está considerado como el máximo representante del modernismo literario en lengua española. Su nombre completo es Félix Rubén García Sarmiento. Su familia paterna era conocida como los Daríos, y por ello adopta apellidarse Darío. Cursa estudios elementales en León (Nicaragua). De formación humanística, es un lector y escritor precoz. En sus poemas juveniles, publicados en un periódico local, se muestra muy independiente y progresista, defendiendo la libertad, la justicia y la democracia. Con 14 años empieza su actividad periodística en varios periódicos nicaragüenses. A los 15 años viaja a El Salvador y es acogido bajo la protección del presidente de la república Rafael Zaldívar a instancias del poeta guatemalteco Joaquín Méndez Bonet, secretario del presidente. En esta época conoce al poeta salvadoreño Francisco Gavidia, gran conocedor de la poesía francesa, bajo cuyos auspicios intentó por primera vez adaptar el verso alejandrino francés a la métrica castellana, rasgo distintivo tanto de la obra de Rubén Darío como de toda la poesía modernista. De vuelta en Nicaragua, en 1883, se afinca en Managua donde colabora con diferentes periódicos, y en 1886, con 19 años, decide trasladarse a Chile, en donde pasa tres años trabajando como periodista y colaborando en diarios y revistas como «La Época» y «La Libertad Electoral» (de Santiago) y «El Heraldo» (de Valparaíso). Aquí conoce a Pedro Balmaceda Toro, escritor e hijo del presidente del gobierno de Chile, quien le introduce en los principales círculos literarios, políticos y sociales del país, y le ayuda a publicar su primer libro de poemas «Abrojos» (1887) animándole a presentarse a varios certámenes literarios. En Chile amplía sus conocimientos literarios con lecturas que influyen mucho en su trayectoria poética como los románticos españoles y los poetas franceses del siglo XIX. En 1888 publica en Valparaíso el poemario «Azul», considerada como el punto de partida del Modernismo. Esta fama le permite obtener el puesto de corresponsal del diario «La Nación» de Buenos Aires. Entre 1889 y 1893 vive en varios países de Centroamérica ejerciendo como periodista mientras sigue escribiendo poemas. En 1892 marcha a Europa, y en Madrid, como miembro de la delegación diplomática de Nicaragua en los actos conmemorativos del Descubrimiento de América, conoce a numerosas personalidades de las letras y la política españolas y en París entra en contacto con los ambientes bohemios de la ciudad. Entre 1893 y 1896 reside en Buenos Aires, y allí publica dos libros cruciales en su obra: «Los raros» y «Prosas profanas y otros poemas», que supuso la consagración definitiva del Modernismo literario en español. El periódico argentino «La Nación» le envía como corresponsal a España en 1896, y sus crónicas terminarían recopilándose en un libro, que apareció en 1901, titulado «España Contemporánea. Crónicas y retratos literarios». En España, el autor despierta la admiración de un grupo de jóvenes poetas defensores del Modernismo como Juan Ramón Jiménez, Ramón María del Valle-Inclán y Jacinto Benavente. En 1902, en París, conoce a un joven poeta español, Antonio Machado, declarado admirador de su obra. En 1903 es nombrado cónsul de Nicaragua en París. En 1905 se desplaza a España como miembro de una comisión nombrada por el gobierno nicaragüense, con el fin de resolver una disputa territorial con Honduras, y ese año publica el tercero de los libros capitales de su obra poética: «Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas», editado por Juan Ramón Jiménez. En 1906 participa, como secretario de la delegación nicaragüense, en la Tercera Conferencia Panamericana que tuvo lugar en Río de Janeiro. Poco después es nombrado ministro residente en Madrid del gobierno nicaragüense de José Santos Zelaya hasta febrero de 1909. Entre 1910 y 1913 pasa por varios países de América Latina y en estos años redacta su autobiografía, que aparece publicada en la revista «Caras y caretas» con el título «La vida de Rubén Darío escrita por él mismo», y la obra «Historia de mis libros», esencial para el conocimiento de su evolución literaria. En 1914 se instala en Barcelona, donde publica su última obra poética de importancia, «Canto a la Argentina y otros poemas». Al estallar la Primera Guerra Mundial viaja a América y, tras una breve estancia en Guatemala, regresa definitivamente a León (Nicaragua), donde fallece. Características de Rubén Darío Las características más resaltantes de la vida de Rubén Darío inician a sus tres años, cuando aprendió a leer en el año de 1870. En 1880 por primera vez salió a la luz en un diario, con su verso Una lágrima. En 1881 se instaló en Managua, en donde trabajó como periodista. En su estadía en Chile Publicó su más famosa obra denominada Azul, ejerció funciones como cónsul de Colombia en Argentina en 1893, donde además trabajó en varios periódicos en dicho país. En 1896 publicó otras obras literarias de gran renombre Los raros y Prosas profanas y otros poemas, dos años después viajó a España en donde funge como corresponsal del diario La Nación. En 1900 se residencia en París, capital de Francia, en donde le fue otorgado el nombramiento de cónsul nicaragüense en 1903. (ver artículo: Osama Bin Laden) En su vida personal, también tenia mucha inestabilidad. Su esposa habia muerto en el año 1893 y ese mismo año contajo nupcias con Rosario Murillo. Estando en Madrid, España comienza una relación amorosa con Francisca Sánchez del Pozo, mientras estaba casado con Rosario. Con Francisca tuvo cuatro hijos, pero sólo uno, Rubén Darío Sánchez, sobrevivió más allá de la infancia. Tuvo una vida llena de excesos, alcohol, encuentros casuales y libertinaje. Por muchos años batalló contra su mayor adicción, el alcoholismo, enfermedad que fue deteriorando su salud tanto física como mental, hasta sus últimos días, cuando cae enfermo de gravedad en 1916 y muere a sus 49 años en su ciudad de origen. Más allá de su vida íntima y de su precoz fallecimiento, es reconocido como el padre del modernismo, fue un gran representante de la literatura hispana. Poemas de Rubén Darío Rubén Darío se formó poéticamente sobre las bases de la poesía francesa, primordialmente en estilo romántico, en espacial las obras de Víctor Hugo. Sin embargo, tiempo después comienza a desarrollar un estilo parnasiano, movimiento literario que surge como reacción contra el romanticismo de Víctor Hugo, el subjetivismo y el realismo literario, representado principalmente por los escritores Théophile Gautier, Leconte de Lisle, Catulle Mendès y José María de Heredia. Victor Hugo Más adelante culmina de formar su estilo poético gracias a otro movimiento surgido del cansancio del realismo, el simbolismo, y desde la admiración que le tenía a los que Darío consideraba, máximos exponentes de dicha corriente: Edgar Allan Poe, Villiers de l’Isle Adam, Léon Bloy, Paul Verlaine, Lautréamont, Eugénio de Castro y José Martí. (ver artículo: William Shakespieare) En homenaje a los mencionados artistas realizó su libro Los raros, publicado en 1896, año en el que editó Prosas profanas, escrito con la misma intención del primero. Cabe destacar que el único autor hispanohablante presente en las obras fue José Martí. El dominio la poética francesa se percibe claramente, en donde el propio Daró exclama que el Modernismo, no es más que aquella poesía y verso en lengua española, refinado mediante la buena poesía y el estilizado verso francés. Aun así, la prosa en lengua española tuvo gran importancia en el contenido y en la formación del género de sus obras. Apartando su primera etapa en el mudo literario, es decir antes de la publicación de Azul, misma en la que sus poemas son deudores de los reconocidos personajes representativos de la poesía española del siglo diecinueve, como lo fue Núñez de Arce y Ramón de Campoamor, además Rubén fue un gran adepto de Gustavo Adolfo Bécquer. La temática española es muy concurrente en sus creaciones, se logra distinguir en Prosas profanas, y se hace aún más notorio luego de su primer regreso a España en el año de 1899. Realzando el ambiente e historia de lo español, plasma en sus escritos constantemente personajes y elementos de otras épocas anteriores, pues él consideraba que el aspecto político y artístico habías decaído en gran medida, opinión que compartía con la denominada generación del 98 española. En relación a esta preocupación realizó «Letanía de nuestro señor Don Quijote», poema que se encuentra en Cantos de vida y esperanza, publicado el 1905, exaltando aquel ideal que no correspondía con la realidad de Don Quijote. (ver artículo: Francisco Franco) Es debido mencionar que dentro de los artística por los que Darío sentía grandes admiraciones, y que pertenecían a lenguas anglosajonas están, Emerson, Poe y Whitman, los tres nativos de Estados Unidos. La obra literaria con la que oficialmente nace el modernismo hispano fue Azul publicada en 1888, en esta escribe una serie de relatos utilizando los recursos literarios para transformarlos en poemas, los cuales presentan variación en la métrica lo que causa curiosidad en la crítica. Aquí ya demuestra sus preocupaciones y disgusto con la clase burguesa, como ejemplo se encuentra El rey burgués. Dos años más tarde realizó la segunda edición de Azul, añadiendo más textos, incluyendo una variedad de sonetos en alejandrino. La publicación de su obra poética Prosas profanas y otros poemas, instaura definitiva y plenamente la corriente del modernismo, aglomeración de varios escritos poéticos en las que se nota el elemento erótico, el cual cobró mayor relevancia, a su vez la temática esotérica adquiere más presencia, como se ve reflejado en el extenso poema llamado “Coloquio de los centauros” A través de una tendencia de mayor intimidad y reflexión, en comparación con todas sus obras, se encuentra la publicación de Cantos de vida y esperanza en 1905, a la misma vez que mantiene las características y temas que han conformado su identidad literaria correspondiente al modernismo. A su vez Rubén Darío tuvo una faceta menos conocida, la de peta social y cívico, en algunas ocasiones eran peticiones y en otras por complacer sus gustos, realizó poemas para resaltar las hazañas heroicas y situaciones nacionales, donde también realizó críticas y denuncias de los padecimientos de los social y lo político, por lo que aparece en su obra la nombrada poesía cívica, con ejemplos como “A Roosevelt», donde plasma la confianza en el poder de sobrevivencia de la cultura latinoamericana ante el imperialismo estadunidense, época en la que gobernaba el entonces presidente de EEUU Theodore Roosevelt. En otro escrito se encuentra “Los cisnes”, el cual pertenece al mismo libro Cantos de vida y esperanza, Darío muestra su inquietante opinión sobre el porvenir de la cultura hispanoamericana en relación al dominio de la cultura norteamericana, una tendencia que se fortalece en El canto errante y Canto a la Argentina y otros poemas, publicado en 1907 y 1914 respectivamente. La inclinación a lo íntimo se demuestra, en Poema del otoño y otros poemas, en donde se contempla la sencillez de la narrativa. Muchas de las obras de Rubén Darío fueron recopilados de manera póstuma, muchos de sis poemas fueron publicados solamente en periódicos y diarios. Alguno de estos escritos formas parte fundamental del desarrollo poético del célebre personaje, como ejemplo se encuentra Los motivos del lobo encontrado en 1913, transcurridos 3 años desde su fallecimiento, en el Mundial Magazine, en el que se denota su período de madurez y está fundamentado en el capítulo once de las Florecillas de San Francisco. (ver artículo: Herotodo) Rubén Darío y el Modernismo En gran medida Rubén Darío es considerado como el padre y creador del modernismo hispano, lo que es cierto a modo general, sin embargo ya para la época en la que salió a la luz su gran obra el libro Azul,1888, escrito del cual se considera fue el inicio de dicha movimiento literario, existían en el mundo de las letras hispánicas autores como José Santos Chocano, José Martí, Salvador Díaz Mirón, Manuel Gutiérrez Nájera, entre otros, que ya habían realizado incursiones de manera tímida en el modernismo. Aun así, es imposible negar que Rubén Darío sea el representante de mayor influencia de la poesía modernista, y el que obtuvo mayor reconocimiento, mientras estaba vivo y posterior a su muerte. Se legado ha sido honrado por numerosos artistas de las letras, tanto en Europa como en el continente americano. Cabe resaltar que ha influido de manera permanente en el proceder de la poesía de lengua española, debido a su originalidad e innovación en la creación de estilos emblemáticos del modernismo, ejemplo de ello es el adaptar la métrica española del alejandrino francés. Asimismo, se le reconoce por ser el primer modernista, que conjugó elementos innovadores del movimiento mediante una poesía coherente. El propio poeta tenía claro este hecho, como se demuestra en el “Prefacio” perteneciente a Cantos de vida y esperanza, donde se refiere a su responsabilidad por haber iniciado un movimiento libertario en América, a pesar que en las “Palabras liminares” escrita en Prosas profanas había declarado que su poesía no debía marcarles el camino a las otras. Muchos artistas se vieron influenciados por las obras darianas, el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera creó la Revista Azul, que evidentemente se muestra como un reconocimiento a Darío. En el continente europeo, específicamente España, se funda una agrupación de escritores de tendencia modernista, inspirados por las obras de Darío, de dicho grupo salió Antonio Machado, Ramón del Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez, entre otros destacados del medio. A su vez causó especial radicación en poetas de lengua española en varios países suramericanos, en donde la literatura forma parte escencial de la cultura, como es el caso cubano, chileno, peruano y argentino. (ver artículo: Julio César) Rubén Darío Azul Se considera el primer libro modernista de Darío, está integrado por poemas y cuentos en forma de prosa y poesía, fue publicado por primera vez en 1888 y se considera una de las obras de mayor importancia del escritor nicaragüense. Condensa atractivos poemas de Darío mientras estaba residenciado en Chile. El título del libre, viene a raíz dela interpretación que tenía del color azul, el cual representaba el color de los sueños, el tono que tiene lo artístico, lo heleno, lo heroico, lo épico, color del mar y del firmamento.