Subido por Aníbal Arturo Ruiz Armijo

01 El Proceso Civil - Panorámica general desde la perspectiva de la prueba - Ruiz Armijo

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El Proceso Civil:
Panorámica general desde la
perspectiva de la prueba
Aníbal A. Ruiz Armijo
SUMARIO
¿Cómo se prepara una demanda?
La demanda previo a su formulación
Formulación de la teoría fáctica
La proposición de la prueba
La admisión de la prueba
La evacuación de la prueba
La valoración de la prueba
La motivación fáctica del fallo
La motivación jurídica del fallo
Revisión de la motivación fáctica en casación
¿CÓMO SE PREPARA
UNA DEMANDA?
Todo proceso contencioso
inicia con la presentación
de una «demanda
escrita», que reúna «al
menos» los requisitos del
art. 420 CPC.
Art. 420 CPC
Todo proceso judicial comenzará con demanda escrita,
que expresará al menos:
5) Los hechos en que se funde la petición, expuestos
numeradamente en forma precisa, en orden y con
claridad;
7) La pretensión que se formula, determinando clara y
concretamente lo que se pide. [...];
8) La proposición de los medios de prueba [...]
deberán, indicando separadamente qué hechos
pretende demostrar con los mismos;
De modo que la presentación
de un escrito de demanda
(libelo) en debida forma, es
una condición sine qua non
de la válida conformación de
la relación jurídica procesal.
Esto faculta al Juez para —
incluso de oficio— rechazar
ad portas el ejercicio de la
acción cuyo vehículo procesal
no cumpla las formalidades
correspondientes.
Pero el hecho de que el escrito de
demanda reúna las formalidades
indispensables y sea por tanto
admitido a trámite,
no implica
que el mismo sea apto para cumplir
exitosamente con su misión de ser el
vehículo de la pretensión.
Para el abogado experimentado,
y aun para aquel que sin serlo
tanto conoce la redacción y la
forma de los escritos judiciales,
la pregunta
«¿cómo se prepara una
demanda?»
puede parecer infantil.
No lo es, pero tampoco es un misterio
enmarañado.
En cualquier caso el tema es complejo,
a lo que se agrega la falta de
formación en este aspecto: los textos
sobre Derecho Procesal no orientan en
esto, porque presuponen una serie de
conocimientos previos.
Los manuales no establecen la
estructura de la demanda, ni
enuncian pormenorizadamente
todas las demás disposiciones
que juegan y se agregan a la
enunciación básica del Código
Procesal.
Los manuales tampoco
explican la técnica procesal ni
la táctica procesal, de la cual
la demanda es un elemento
esencial, y dan por supuesto
que el abogado, conoce paso
a paso el camino a seguir.
Tampoco los modelos orientan en
la cuestión, porque al referirse a
casos concretos, por sus
particularidades de su estilo y por
la forma de planteo personal, no
son muy fáciles de comprender, ni
de trasladar a otros casos
concretos.
Para empezar, se presupone
que sabe redactar.
Esto es un error, porque al
estudiante de Derecho no se
le enseña redacción, y menos
la redacción especial que
tiene el proceso.
LA DEMANDA
PREVIO A SU
FORMULACIÓN
La demanda —y su
contestación— no se construye
sentándose a escribir.
No se trata de obras de ficción,
sino que se refieren a eventos
reales sobre los que de previo
debemos tomar conocimiento.
La construcción de la
demanda comienza
mucho antes de
empezar a redactar el
primer borrador.
Llega un cliente y nos
expone su problema.
¿Conocemos del
tema?
El hecho de que a
primera vista el caso sea
una cuestión confusa es
normal, y no debe
alarmarse por ello.
«Un abogado recién recibido, que ha estudiado
bien todas las materias, recibe a su primer
cliente. A solicitud del novel profesional, aquél
empieza a narrar sus cuitas: narra una historia
que a éste le suena heterogénea y confusa; un
borbollón de hechos. Lo que el cliente le
cuenta no entra en ninguno de los casilleros
[donde tiene las instituciones y conceptos
jurídicos estudiados]».
GENARO CARRIÓ,
Como Estudiar Y Como Argumentar Un Caso,
p. 20
Se supone sabemos Derecho,
pero la tendencia a la
especialización puede hacer que
hayamos olvidado áreas del
conocimiento jurídico a las que
no nos dedicamos
habitualmente.
No obstante, algunas de ellas
estarán fácilmente dentro de
nuestro ámbito de
comprensión, no bien
refresquemos un poco la
memoria.
Igual puede ocurrirle a quien
domine el tema, pues debe
profundizar la cuestión a través de la
doctrina y la jurisprudencia, y en
razón de que es lógico que a
personas de mayor experiencia se
les presenten casos más complejos.
El cliente nos expondrá (a
su manera) el caso, de lo
cual tomaremos notas por
cualquier medio
que consideremos
adecuado.
Finalizado esto, debe
completarse la
información sobre los
hechos mediante
preguntas bien dirigidas.
Esta es una de las
cuestiones más difíciles
de realizar para el
abogado, porque
¿qué tenemos que
preguntar?
Es aconsejable que las preguntas
tiendan a completar la secuencia de
los hechos presentados, de modo tal
que la ocurrencia del suceso se vea
clara, es decir que la presentación, las
relaciones luego ocurridas y la
conclusión del mismo permitan
entender con claridad qué es lo que ha
sucedido.
Por el momento, no preocuparse
por el Derecho y las instituciones
jurídicas:
Hay que concentrarse en los
hechos.
Si no se tienen claros los hechos,
muy poco podremos hacer.
Una vez terminada esta fase, deberá
preguntar al eventual cliente sobre
las pruebas que tiene en su poder, o
de otras que conozca.
En este supuesto, debe guiarse por
los medios de prueba previstos el
Código Procesal Civil.
Aclarar qué
pruebas documentales
tiene en su poder el cliente, las
que tiene en poder el que va a
ser demandado, y las que tienen
terceros [particulares, o
instituciones oficiales o
privadas].
También inquirir sobre los
testigos que pudiera haber de
los hechos, y sobre la
intervención de profesionales
durante la relación jurídica
(contadores, médicos,
ingenieros, etc.).
La prueba de interrogatorio de
parte la preparará el abogado.
Los peritos serán pedidos
oportunamente según las
necesidades del caso, y su
preparación también correrá por
cuenta del abogado.
Ahora será el momento
en que debemos
presentarnos frente al
cliente realmente como
ABOGADO.
No debe decir que
«estudiará el caso» y
luego le contestará,
porque el cliente supone
[aunque suponga mal] que
el abogado todo lo sabe.
Se abstendrá también
de adelantar opiniones,
salvo que conozca
perfectamente de la
cuestión planteada.
Si decide tomar el caso, estimará
inicialmente la probabilidad de éxito
[alta-media-baja],
y se la comunicará brevemente al
cliente, recomendándole que vaya
reuniendo los elementos
probatorios que se hallan en su
poder.
Nunca debe garantizarse el éxito del
pleito
Por el momento usted conoce poco de la
cuestión y ha oído tan solo la primera
campanada: el proceso tiene variantes
imprevistas cuyo desarrollo puede frustrar
las mejores actuaciones.
Además, debe tenerse presente que
defendiendo a la otra parte va a estar un
abogado.
Por otro lado conviene
examinar el
conflicto subyacente
y plantear la
estrategia jurídica
y la
táctica procesal.
Habrá que preguntarse si debe
promoverse un proceso
inmediatamente, o incluso si es
conveniente hacerlo.
Tal vez haya otros caminos más
convenientes (mediación,
conciliación, arbitraje).
FORMULACIÓN DE
LA TEORÍA FÁCTICA
En el escrito de la demanda, el
actor deberá formular una serie
de hechos constitutivos.
Estos son los supuestos fácticos
de las normas jurídicas de las
que depende la existencia de
los derechos subjetivos que
alega tener.
Esos hechos constitutivos
se refieren a las
condiciones específicas de
existencia de la relación
jurídica sustantiva que
fundamenta la pretensión
del actor.
EJEMPLO 1:
El actor pide se condene al demandado
al pago del precio de una compraventa.
Los
hechos
constitutivos
de
la
pretensión son las condiciones indicadas
en los arts. 2530, 2540 C.: acuerdo
entre vendedor y comprador respecto
del precio y la cosa.
Art. 2530 C.: «La compra y venta es un
contrato por el cual una de las partes
transfiere a otra el dominio de bienes
determinados por un precio cierto».
Art. 2540 C.: «La venta se perfeccionará
entre comprador y vendedor, y será obligatoria
para ambos, si se hubieren convenido en el
bien objeto del contrato y en el precio, aunque
ni el uno ni el otro se hayan entregado».
EJEMPLO 2:
El actor pide la reivindicación de un
inmueble y que se condene al demandado a
la restitución de la posesión sobre el mismo.
Los hechos constitutivos de la pretensión
son las condiciones indicadas en los arts.
1434, 1451 C.: Dominio del actor; posesión
actual del demandado; despojo contra el
reivindicante.
Art. 1434 párr. 1º C.: «La acción de
reivindicación nace del dominio que cada uno
tiene de bienes singularmente determinados, y
en virtud de ella, el propietario que ha perdido
la posesión natural, lo reclama y lo reivindica,
contra aquel que los tenga en su poder».
Art. 1451 C.: «Si el bien fuere inmueble
compete la acción [de reivindicación] contra el
actual poseedor que la hubo por despojo
contra el reivindicante».
EJEMPLO 3:
El actor pretende que se condene al
demandado al pago de indemnización por
los daños y los perjuicios derivados de un
accidente de tránsito.
Los hechos constitutivos de la pretensión
son las condiciones indicadas en el art. 2509
C.:
ocurrencia
del
evento
dañoso;
emergencia del daño; culpa del demandado;
cuantía de los daños y/o de los perjuicios.
Art. 2509 C.: «Todo aquel que
por dolo, falta, negligencia o
imprudencia o por un hecho
malicioso causa a otro un daño
material o moral, está obligado a
repararlo
junto
con
los
perjuicios».
Frente a los hechos
constitutivos aducidos
por el actor, el
demandado puede
tomar diversas posturas
defensivas.
1
Oponiéndose a la pretensión
del actor sin llegar a articular
verdaderas excepciones
materiales.
a)
Negando la existencia de los
hechos alegados por el actor,
volviéndolos controvertidos y
necesitados de prueba:
El debate se tornará fáctico.
b)
Admitiendo la existencia de los
hechos alegados por el actor,
pero discrepando acerca del
derecho aplicable a ellos:
El debate se torna jurídico.
No son verdaderas excepciones
materiales porque, aunque el
demandado pide desestimar la
pretensión del actor, lo hace de
manera negativa, sin aducir
positivamente hechos distintos
de los alegados por el actor.
En estas circunstancias,
el debate se dará
exclusivamente en el
marco fáctico
propuesto por el actor.
2
Oponiendo a la
pretensión del actor,
verdaderas excepciones
materiales
La verdadera excepción
material se funda en hechos
distintos de los alegados por
el actor en la demanda, y que
son el supuesto fáctico de
normas jurídicas distintas de
las invocadas por el actor.
Pero estos hechos deben
mantenerse dentro de la
misma relación jurídica
alegada por el actor, sin
suscitar un
nuevo objeto procesal.
Es decir que el
demandado se limita a
pedir la desestimación
de la pretensión,
sin pedir nada positivo
frente el actor.
Si los hechos alegados por el
demandado constituyen la
causa petendi de una
pretensión, entonces ya no se
trata de una simple defensa,
sino de una reconvención o
contrademanda.
Así como los hechos constitutivos
alegados por el actor dependen de la
relación jurídica sustantiva, y estas
son innumerables, los hechos a
alegar por el demandado en su
defensa dependen también de esa
relación jurídica sustantiva e
igualmente son innumerables.
Sin embargo, puede hacerse una
clasificación de los hechos a alegar por el
demandado como fundamento de sus
excepciones materiales:
a) Hechos impeditivos del derecho subjetivo
del actor.
b) Hechos extintivos del derecho subjetivo
del actor.
c) Hechos excluyentes del derecho subjetivo
del actor.
Hechos impeditivos
Los que imposibilitan el nacimiento
de la relación jurídica cuya
existencia alega el actor
[vicios del consentimiento; falta de
causa; simulación; falsedad; plazo
o condición suspensivos].
Ejemplo de hecho impeditivo:
El demandado se opone a la pretensión de
pago del actor, admitiendo que el contrato se
realizó, pero que en él no concurrió verdadero
consentimiento, pues la compraventa fue
absolutamente simulada.
Los hechos impeditivos serán los indicados en
el art. 2221 C.: celebración aparente del acto.
Art. 2221 C.: «La simulación
es absoluta cuando se celebra
un acto jurídico que nada
tiene de real...»
Hechos extintivos
Los que evitan que la relación jurídica que el
actor reclama perdure en el tiempo.
La relación jurídica existió, y durante su
existencia desplegó sus efectos normales, pero
posteriormente dejó de existir y de surtir sus
efectos
[cumplimiento (pago); novación; remisión;
renuncia].
Ejemplo de hecho extintivo:
El demandado se opone a la pretensión de
pago del actor, aduciendo la extinción de la
obligación por su cumplimiento, pues ya
entregó el precio de la compraventa, conforme
lo pactado.
Los hechos extintivos son los indicados en los
arts. 2006 y 2007 C.: Cumplimiento total y
conformidad con lo pactado [cantidad, modo,
lugar, tiempo, etc.].
Art. 2006 C.: «No se entenderá pagada
una deuda sino cuando completamente
se hubiere entregado el bien o hecho la
prestación
en
que
la
obligación
consistía».
Art. 2007 C.: «El pago se hará bajo
todos los respectos en conformidad al
tenor de la obligación...»
Hechos excluyentes
Los que fundamentan un contraderecho del demandado, que
permite descartar el derecho
subjetivo alegado por el actor
[prescripción, beneficio de
excusión, caducidad, pacto de no
pedir].
Ejemplo de hecho excluyente
El demandado se opone a la pretensión de
pago del actor, admitiendo que en el
pasado debió el precio, pero el derecho de
cobrar esa deuda prescribió porque el
acreedor dejó transcurrir más de diez años
sin cobrarla.
Los hechos excluyentes serán los indicados
en el art. 906 C.: el lapso de diez años.
Art. 906 C.: «El ejercicio del
derecho de acción se prescribe
por diez años. Esta regla admite
las excepciones que prescriben los
artículos siguientes, y las demás
establecidas expresamente por la
ley».
EN RESUMEN
LITERATURA CLÁSICA
74
Alegando hechos
constitutivos, el actor
afirma la existencia del
derecho subjetivo
sustantivo que reclama
frente el demandado.
Alegando hechos
impeditivos, el demandado
afirma que, aunque
existieron los hechos
constitutivos alegados, el
derecho subjetivo reclamado
por el actor no llegó a nacer.
Alegando hechos extintivos,
el demandado reconoce que
el derecho subjetivo del
actor existió en el pasado,
pero afirma que ya no existe
en el momento del actual
proceso.
Alegando hechos excluyentes, el
demandado acepta que los hechos
constitutivos del derecho subjetivo
del actor existieron, pero afirma la
existencia de otros hechos distintos
[supuestos fácticos de normas
distintas de las invocadas por el
actor] que permiten descartar los
efectos de aquellos.
El actor tiene la carga de alegar y
probar los hechos constitutivos del
derecho subjetivo sustantivo que
reclama [pretensión], de tal forma
que si no los alega, esa circunstancia
faculta al juez rechazar las pruebas
propuestas, y para desestimar la
demanda.
Pero así como el actor debe alegar los
hechos constitutivos de su derecho
subjetivo sustantivo, el demandado
debe invocar los hechos excluyentes de
ese derecho, que únicamente pueden
ser estimados por el órgano judicial si
han sido alegados expresamente como
tales en la contestación de la demanda y
probados en el proceso.
En cambio, los hechos
impeditivos y los hechos
extintivos no conforman la
pretensión ni la excluyen, y
para ser estimados por el
órgano judicial no es preciso
distinguir cuál de las partes los
alega, siempre y cuando hayan
sido probados en el proceso.
EJEMPLO
De la propia demanda por el pago del precio de la compraventa
se infiere:
a) que el contrato es absolutamente simulado [hecho impeditivo:
falta de causa (arts. 2201.1º y 2447.3º C.)], y
b) que han transcurrido mucho más de diez años sin que el
acreedor requiriera de pago al deudor [hecho excluyente:
prescripción (art. 874 C.)].
El primer supuesto puede ser estimado por el juez si resulta
probado, aunque el demandado no lo haya alegado en la
contestación a la demanda, pues el contrato es nulo por falta de
causa (art. 2204 C.).
El segundo supuesto sólo puede ser estimado por el juez si el
demandado lo ha alegado expresamente (art. 874-876 C.).
LA PROPOSICIÓN
DE LA PRUEBA
No basta con alegar la
existencia de los hechos
constitutivos de la pretensión
(por el actor), o la de los
hechos impeditivos, extintivos o
excluyentes de ella (por el
demandado), art. 240 CPC.
Art. 240 párrs. 1º y 2º CPC
«Corresponde a la parte actora y la parte
demandada reconviniente, la carga de probar
la certeza de los hechos constitutivos de su
demanda o de su reconvención.
»Incumbe a la parte demandada y la parte
actora reconvenida, la carga de probar los
hechos, que conforme a las normas que les
sean aplicables, impidan, extingan o excluyan
la eficacia jurídica de los hechos a que se
refiere el párrafo anterior».
Para cada uno de esos hechos
la parte debe proponer la
correspondiente prueba o
conjunto de pruebas,
observando lo confusamente
dispuesto en el art. 236 CPC
sobre la licitud, utilidad
pertinencia, necesidad y
formalidad de la prueba.
Art. 236 CPC
«La prueba debe de ser
lícita, pertinente, útil
y
necesaria. La prueba será
admitida siempre y cuando:
«1) Se obtenga y origine
sin vulnerar los derechos
fundamentales y garantías
procesales [...]»
«2)
Cumpla
con
los
requisitos
específicos
referidos a la proposición y
admisión de cada medio
probatorio, establecidos en
este Código»
«3)
Sea
pertinente
y
procedente. Son pertinentes
las pruebas que guarden
relación con el objeto del
proceso y procedentes las
pruebas necesarias; y
«4) Sea útil. Serán pruebas útiles
aquellas
que
razonablemente
contribuyan a esclarecer los hechos
controvertidos».
El numeral 1) se refiere al
requisito de licitud de la
prueba, pero se queda corto:
es lícita toda actuación que
no sea contraria a la ley
(imperativa), a la moral y al
orden público (art. 2437 C.).
El numeral 2) establece un
requisito adicional a los
cuatro indicados al inicio del
artículo 236 CPC: el de la
formalidad de la prueba;
aunque en el párrafo 2º del
art. 237 CPC se le confunda
con la cuestión de la ilicitud.
Art. 237 párr. 2º CPC
«También se considerará prueba
ilícita, la que no cumpla en su
proposición y admisión con los
requisitos exigidos en el numeral 2),
del artículo anterior».
El numeral 3) nos habla del
requisito de procedencia de
la prueba, pero se limita a
establecer que es procedente
la prueba necesaria, con lo
que incurre en el vicio de
definición circular o petición
de principio.
El numeral 4) nos dice que prueba
útil es que la que razonablemente
contribuya a esclarecer los hechos
controvertidos.
Pero esta es una definición de la
prueba necesaria (o «procedente»),
no de la prueba útil.
Es prueba útil (o idónea) la
legalmente apta para probar una
determinada clase de hecho.
Contrario sensu, es prueba inútil
(o inidónea) la legalmente inapta
para probar una determinada
clase de hecho.
Art. 2374 párr. 1º C.
«Los
documentos
públicos
hacen prueba, aun contra
tercero, del hecho que motiva
su otorgamiento y de la fecha
de éste».
Art. 2374 párr. 2º C.
«También
harán
prueba
[los
documentos públicos] contra los
contratantes y sus causahabientes,
en cuanto a las declaraciones que
en ellos hubieren hecho los
primeros».
Art. 2375 C.
«Las escrituras hechas para modificar o anular
otra escritura anterior entre los mismos
interesados, solo producirán efecto contra
terceros, cuando el contenido de aquellas
hubiere sido anotado en el registro público
competente, o al margen de la escritura matriz
y del testimonio en cuya virtud hubiere
procedido el tercero».
Art. 2376 C.
«También puede modificarse el contenido de
un instrumento público o quedar sin efecto
alguno, por un contra instrumento privado,
pero el contra instrumento privado no tendrá
ningún efecto contra los sucesores a título
singular, si su contenido no estuviere anotado
al margen de la escritura matriz y en el
testimonio con la cual hubiere obrado el
tercero».
Art. 2392 C.:
«El documento privado no es prueba
contra el que lo escribió y firmó, si
siempre ha permanecido en su
poder».
Art. 2423 párr. 1º C.
«Toda convención o acto jurídico cuyo objeto
tenga un valor mayor de la suma en
córdobas equivalente a doscientos dólares
de los Estados Unidos de América, deberá
constar en documento público o privado, no
siendo en tal caso admisible la prueba
testimonial».
Art. 2424 C.
«Cuando un acto jurídico se haga constar en
un documento público o privado, no se recibirá
prueba alguna de testigos contra o fuera de lo
contenido en el documento ni sobre lo que se
pueda alegar que se dijo antes, al tiempo o
después de su redacción, aun cuando se
tratare de una suma menor de la suma en
córdobas equivalente a doscientos dólares de
los Estados Unidos de América».
LA ADMISIÓN DE
LA PRUEBA
Contestada la demanda, o
transcurridos los plazos
correspondientes, en el plazo de 5
días se convoca a las partes a la
audiencia inicial, la cual deberá
celebrarse en un plazo no mayor de
20 días contados desde la
convocatoria judicial (art. 438 CPC).
Son finalidades de la audiencia inicial (art.
441 CPC)
1. Obtener un acuerdo entre las partes.
2. Sanear los defectos procesales alegados.
3. Fijar con precisión la pretensión, la oposición y
los temas del debate [art. 452 CPC].
4. Ratificar la nómina de medios de prueba,
admitir la prueba de que intentan valerse las
partes en la audiencia probatoria [arts. 456-457
CPC].
5. Señalar fecha y hora para la audiencia
probatoria.
Se pedirá a las partes que
ratifiquen las pruebas ofrecidas en
la demanda o contestación; ellas
argumentarán sobre cada uno de
los hechos en que existen
discrepancias, y sobre las pruebas
de las que intentará valerse en la
audiencia probatoria.
El juez en el acto, previa
calificación, resolverá
por auto sobre la
admisión o rechazo de
cada una de las pruebas
ofrecidas.
Al realizar esta actividad, el
Juez puede cometer dos clases
de errores:
-Admitir prueba que debió
rechazar.
-Rechazar prueba que debió
admitir.
En el primer caso, el
Juez admite prueba que
debió rechazar por ser
ilícita, inútil,
impertinente o
innecesaria.
En el segundo caso el
Juez rechaza prueba que
debió admitir por reunir
los requisitos de licitud,
utilidad, pertinencia y
necesidad.
LA EVACUACIÓN DE
LA PRUEBA
Es necesariamente oral y pública.
Inicia en la fecha, día y hora
señalada, con la lectura del acta
de la audiencia inicial en que se
fijó el objeto del proceso, los
hechos controvertidos y las
pruebas admitidas.
Las pruebas se practican
en la audiencia pública,
salvo excepciones legales,
en cuyo caso tomará las
medidas necesarios para
su documentación.
Las pruebas se practicarán
en forma concentrada, salvo
que resulte imposible por la
naturaleza del medio
probatorio, y siempre con la
presencia del juez.
Se permite que cada parte
solicite la práctica de la prueba
que hubiere propuesto del
modo que mejor le convenga a
sus intereses, si no perjudica el
desarrollo de la audiencia o se
menoscaba la intervención de
parte contraria.
Practicada la prueba y al final de la
audiencia probatoria, en forma clara y
concisa las partes harán sus alegatos finales
orales [arts. 467-468 CPC] sobre:
a) Hechos alegados.
b) Fundamentos de Derecho alegados;
b) Hechos admitidos.
c) Hechos controvertidos.
d) Hechos probados, o no probados.
e) Resultados de las pruebas practicadas.
LA VALORACIÓN
DE LA PRUEBA
Art. 251 párr. 1º CPC
«La valoración de la prueba en el proceso
civil, deberá ser motivada de manera clara,
precisa y razonada en la sentencia,
atendiendo siempre a las reglas de la sana
crítica, del conocimiento y criterio humano,
así como de acuerdo a las normas que
rigen el razonamiento lógico».
Art. 251 párr. 2º CPC
La valoración de la prueba se hará de
manera conjunta, señalando cada uno de
los medios de prueba, mediante los cuales
se dieren por probados cada uno de los
hechos de manera clara y terminante, que
constituyen el fundamento de la sentencia
[fallo], bajo sanción de nulidad absoluta.
Art. 198 párr. 3º CPC
«En los antecedentes de hecho, se consignarán
con la claridad y la concisión posible y en
párrafos
separados
y
numerados,
las
pretensiones de las partes o interesados, los
hechos en que las funden, que hayan sido
alegados oportunamente y tengan relación con
las cuestiones que deban resolverse, las
pruebas que se hubiesen propuesto y
practicado y los hechos probados, en su caso».
Aquí el Juez puede incurrir en
errores derivados del
quebrantamiento del criterio
racional, de las reglas de la
experiencia humana o del
razonamiento lógico; o en error
de hecho o error de derecho en
la valoración de la prueba.
El error de hecho en la valoración
de la prueba consiste en que el
Juez comete yerros materiales
evidentes al apreciar la prueba:
Lee en un documento lo que éste
no dice, o no lee lo que sí dice;
atribuye a un testigo lo que éste no
ha dicho, o no le atribuye lo que si
dijo, etc.
El error de derecho en la valoración
de la prueba consiste en que el
Juez otorga a la prueba una fuerza
que legalmente no tiene, o es
distinto del que le atribuye, o
resuelve con base a una prueba
inútil, o valora la producida sin los
requisitos legales, es decir, se trata
de un error jurídico.
También puede incurrir
en el error de hacer un
rechazo implícito de una
prueba admitida y
evacuada, al omitir
valorarla.
LA MOTIVACIÓN
FÁCTICA DEL
FALLO
Con base en los hechos dados por probados (o
no probados) al valorar las pruebas evacuadas,
el Juez debe proceder a levantar la «estructura
fáctica» del asunto a él sometido: es decir,
debe darle sentido al conjunto de los hechos
alegados, probados y relevantes para fundar
las pretensiones o las excepciones materiales
esgrimidas por las partes.
A esta actividad intelectual se le denomina en
la ley y en la doctrina «motivación fáctica».
Art. 201 párr. 1º CPC
«Las
sentencias
se
motivarán
expresando los razonamientos fácticos y
jurídicos que conducen a la apreciación
y valoración de las pruebas [¿?], así
como a la aplicación e interpretación del
Derecho».
Art. 201 párr. 1º CPC
«La motivación deberá incidir en los
distintos elementos fácticos y jurídicos del
proceso, considerados individualmente y en
conjunto, ajustándose siempre a las reglas
de la lógica y la razón».
La motivación fáctica
puede ser inexistente
(de forma total o ser
tan solo aparente), ser
insuficiente, ser
irracional o ser ilógica.
LA MOTIVACIÓN
JURÍDICA DEL
FALLO
Verificada por el Juez la actividad de
valoración de la prueba y la subsiguiente
construcción de la estructura fáctica,
procederá a elegir las normas jurídicas que
a su criterio son las aplicables a esa
estructura fáctica.
A esta actividad intelectual del Juez se le
denomina subsumisión, y constituye la
base de denominada «motivación jurídica».
La subsumisión es una
operación lógica que consiste
en determinar que un
hecho jurídico
reproduce la hipótesis
contenida en una
norma general.
Art. 199 párr. 2º CPC
«La autoridad judicial sin apartarse de la causa
de pedir, los supuestos de hecho y
fundamentos de derecho alegados en cada
caso particular, resolverá conforme a las
normas jurídicas pertinentes o aplicables al
caso, aunque no hayan sido acertadamente
citadas o alegadas por las partes».
Art. 200 CPC
«Cuando al tiempo de dictar sentencia la autoridad
judicial
considere
dudosos
algunos
hechos
relevantes para la decisión, desestimarán las
pretensiones de la parte actora o de la parte
reconviniente, o de la parte demandada o
reconvenida, según corresponda a uno u otro la
carga de probar los hechos que permanezcan
inciertos y que fundamenten las pretensiones, con
arreglo a lo dispuesto en este Código para la
distribución de la carga probatoria».
Al realizar la motivación
jurídica el Juez puede
incurrir en infracción
directa o en infracción
indirecta de la ley.
La infracción directa de la ley ocurre
cuando el juzgador comete un error
iuris in iudicando que lo lleva a
1) violar (de forma expresa o tácita),
2) interpretar erróneamente, o
3) aplicar indebidamente,
una norma jurídica sustantiva.
La infracción indirecta de la ley
ocurre cuando juzgador yerra al
valorar las pruebas y establecer la
estructura fáctica (error facti in
iudicando), y como consecuencia
comete un error iuris in iudicando,
infringiendo una norma jurídica
sustantiva.
El vicio en la valoración de
la prueba o en la
motivación (fáctica o
jurídica) debe
trascender al fallo
para que valga la pena
atacarlo en apelación.
Decisum, Ratio Decidendi y Obiter Dictum
-Decisum: parte resolutiva de la sentencia, el fallo
propiamente dicho, lo que se decide en el caso
concreto.
-Ratio decidendi: razones de la parte considerativa
de la sentencia que constituyen la regla
determinante del sentido del fallo y de su contenido
específico.
-Obiter dictum: «lo que se dice de paso» en la
sentencia, esto es, «aquello que no está
inescindiblemente ligado con la decisión».
REVISIÓN DE LA
MOTIVACIÓN
FÁCTICA EN
CASACIÓN
En la primera parte del art. 566
CPC se prohíbe tajantemente
«revisar» en casación los hechos
dados por acreditados en la
sentencia de instancia (estructura
fáctica), o «revisar» la valoración
de las pruebas contenida en ella.
Pero a continuación se faculta al
recurrente para «solicitar en
casación el control de la motivación
fáctica de la sentencia, para revisar
su existencia, suficiencia,
racionalidad y carácter lógico,
siempre que éste fuera determinante
para un fallo en sentido diferente».
Este no es un motivo autónomo de
casación, sino que necesariamente debe
plantearse bajo el motivo del párrafo 2º
numeral 3) del art. 562 CPC, en concreto
por el sub-motivo de infracción de normas
procesales reguladoras del contenido de la
sentencia, y encasillando como normas
violadas las disposiciones de los arts. 201
y 251 CPC.
Lo que se alegará en casación es que en la
sentencia de alzada:
-hay carencia de motivación fáctica (por no existir, o
por existir sólo de modo aparente);
-La motivación fáctica existe, pero es insuficiente;
-La motivación fáctica existe, pero en ella se
quebranta el criterio racional;
-La motivación fáctica existe, pero en ella se
quebrantan las reglas de la lógica;
explicando de que manera esta defectuosa
motivación fáctica ha trascendido al fallo (error facti
in iudicando).
El art. 575 num. 4 CPC dispone que, si
se estima el recurso por defectuosa
motivación fáctica, en el fallo de
casación se ordene el reenvío al
órgano de 2da instancia para que en el
plazo de 15 días dicte nueva sentencia
de alzada, la que podrá ser objeto a su
vez de nuevo recurso de casación.
En el caso de estimarse el recurso de
casación por defectuosa motivación
jurídica (fundado en el párrafo 3º del
art. 562 CPC, error iuris in
iudicando), no hay reenvío, sino que
la Sala de Casación dictará un nuevo
fallo sobre el fondo (art. 575 num. 5)
CPC)
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