16 de febrero de 2022 León, Guanajuato, México. Estimado Arquitecto Xavier Juárez: El motivo de esta carta es dar contestación a la pregunta: “¿Por qué quieres estudiar arquitectura?” Por lo tanto, expondré mis motivos en el siguiente texto. Mis habilidades, pasatiempos y preferencias se resumen en la arquitectura; el arte, las matemáticas, la resolución de problemas y lograr decisiones óptimas son las cosas que más disfruto. Recuerdo cuando vi por primera vez la Ópera de Sídney, solo podía pensar en: “¿Cómo lograron plantear eso?” Imaginar que toda una obra arquitectónica puede ser de mi autoría, me motiva y me hace pensar en todo lo que mi mente puede crear. A la temprana edad de seis años ya tenía la convicción de querer estudiar esta licenciatura, a lo largo de los años, mis intereses me lo confirmaron. Una de mis primeras pasiones fue el dibujo, me esmeraba bastante en ello y luego sentí que tenía talento suficiente para desarrollarlo, luego comencé a imaginar cómo sería la casa donde viviría cuando tuviera la posibilidad de diseñarla yo misma. Entonces ya no dudaba ni un poco lo que quería hacer cuando creciera. Muchos tienen su propia definición de arquitectura, como tal no creo que ninguna sea completamente verdadera y al mismo tiempo no puedo decidir si son incorrectas. Lo anterior me lleva a pensar que solo un arquitecto puede decidir lo que es o no arquitectura y yo tengo la convicción de averiguarlo, por lo tanto, debo ser arquitecta. Lo funcional y lo estético intersectan en muchas obras arquitectónicas. Crear proyectos que resulten bellos y que sean producto de la imaginación y la creatividad y que a su vez se integre al contexto en que se encuentre además de ser funcional, definitivamente me parece un reto que quiero cumplir a lo largo de los años. Más que por lograr metas tangibles y objetivas, sé que estudiar esta carrera me hará muy feliz. Cuando algo te interesa genuinamente, profundizar no es una obligación sino una libertad y mi percepción de estudiar arquitectura se refleja en la libertad de hacerlo. Cuando te dedicas a lo que te hace feliz, obtienes mejores resultados y tu aportación a la sociedad es mucho mayor que si lo haces de forma obligada. Lo anterior mencionado también es algo sumamente importante. Lo que aportas a la sociedad debe ser para mejorarla y no para perjudicarla y la manera óptima de lograrlo es decidir hacerlo de manera autónoma y sin presión de los demás. Para terminar de exponer mis motivos, los englobaré en tres razones generales; La primera es la pasión que siento por la arquitectura y su estudio, la segunda se traduce en aportar mi grano de arena en este mundo y la tercera es conclusión de las dos anteriores; vivir y no subsistir, siempre haciendo lo que me hace feliz. Atentamente, Paola Fernanda Ayala León