Subido por daniela moreno

Mediaciones del Aprendizaje a partir de la Neuroeducación.

Anuncio
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
MEDIACIONES DEL APRENDIZAJE A PARTIR DE LA NEUROEDUCACIÓN
La importancia del juego para el aprendizaje.
Actualmente en nuestra sociedad el uso de la tecnología está desplazando y
haciendo a un lado los entornos divertidos y ambientes educativos más amenos con
los que pueden contar los niños debido a que ya no “quieren jugar”; por lo tanto, es
importante incitarlos a que jueguen porque es significativo en la manera de aprender
y desarrollar la creatividad. Mediante el juego, los niños aprenden a conocer la
realidad que hay a su alrededor, debido a que prueban ideas, hacen preguntas y
encuentran respuestas; así como también, descubren relaciones de causa y efecto
pudiendo vincular los diferentes fenómenos al mundo de experiencias.
Es importante mencionar que el juego comienza desde muy temprana edad,
empezando por lo que practica la madre con el bebé cuando ella lo alimenta; “El
bebé succiona del pecho y si aparta la fuente de leche, el bebé succionará más
vigorosamente, agitará los dedos de sus manos o de sus pies y les trasmitirá el
mensaje de que desea que le vuelvan a dar leche”. (Schwartz, 2000).
Es así como a través del desarrollo se van construyendo diferentes mecanismos
que le enseñan al niño a jugar, teniendo en cuenta que en este proceso se va
adquiriendo más control sobre su entorno, va desarrollando la noción que tiene de
sí mismo, adquiriendo confianza y una visión de sí mismo como un sólido
fundamento a partir del cual podrá explorar y conocer lo que se encuentra en su
entorno, provocando nuevas experiencias cada vez más enriquecedoras.
A través del tiempo el juego se ha convertido en una herramienta imprescindible
para el desarrollo emocional, físico, social y cognoscitivo. Los psicólogos Engelman,
Eckeerman y Rhaingold, Singer y Winnicott reconocen que la realización de las
actividades lúdicas genera estímulos que favorecen el aprendizaje, por el
acercamiento desinhibido a las realidades y por la interacción entre ellas. Las
actividades lúdicas poseen propiedades reforzantes intrínsecas que no necesitan
vigorizarse de asociaciones con otras fortalezas primarias; además, a través de
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
ellas se moldea la conducta por la serie de reforzamientos diferenciales que se
proporcionan. También procuran un ambiente de regocijo para los procesos
intelectuales y emocionales que se dan en los espacios escolares de los niños, por
la oportunidad de expresión creativa que parte de su “YO” libre y espontáneo
logrando un original e innovador sentido de vida. “Una actitud libre sólo se consigue
cuando el individuo juega o se deja llevar espontáneamente de su imaginación. Las
actividades lúdicas son un recurso para hacer la vida algo más alegre y digna de
ser disfrutada, por lo que su ejercicio es vital en la experiencia de vida y todo hombre
que se diga verdaderamente humano”. (Díaz Vega, 2002).
El niño es un ser único, pero a la vez es un ser social. Su cerebro tiene una gran
responsabilidad como dinamizador del comportamiento social, por lo que puede ser
transformado por los estímulos que recibe; si éstos son de orden lúdico, en el
cerebro se desencadenan diversos neurotransmisores (encefálicas, endorfinas), los
cuales reducen las tensiones y producen tranquilidad y bienestar. Los
neurotrasnmisores permiten que los niños disfruten su vida de manera más plena,
dejando el campo abierto a la imaginación y a la creatividad, las cuales son
elementos básicos que han de desarrollarse mediante las acciones lúdicas.
Con las actividades lúdicas, el cerebro descansa, porque se halla sumergido en un
estado de distensión o neutralidad, en el que las excitaciones e inhibiciones del
sistema nervioso están en sintonía y sincronía con el momento de creación. De esta
forma, la lúdica es un proceso de distensión neuronal que invita al goce, al placer,
a la felicidad, al sueño, a la incertidumbre y a la creación.
En las acciones lúdicas el cerebro produce dopamina, que actúa sobre el sistema
nervioso originando una alta motivación física, en donde los músculos reaccionan
automáticamente al impulso lúdico, de una forma natural e instintiva, fortaleciendo
la memoria corporal y muscular del individuo. De esta forma la sustancia permite
repetir con eficiencia y precisión todo tipo de movimientos ligados a las actividades
propias de la lúdica. Asimismo, se activan la serotonina, sustancia que reduce la
ansiedad y regula el estado de ánimo de quien participa en la actividad lúdica; y la
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
acetilcolina, que favorece los estados de atención, aprendizaje y memoria,
fundamentales para la plasticidad cerebral.
Cuando la información entra al cerebro lo hace por medio de las vías sensoriales, a
su vez esta información es recibida a través del gusto, el tacto, el gusto, sonido,
vista y olfato estimulando las neuronas y provocando una sinapsis neuronal. De
igual forma, esta información se transporta, procesa, integra y almacena como
referencia presente y futura; y a través de las experiencias repetitivas se refuerzan
las redes neuronales y es cuando el cerebro aprende y cambia a través de las
experiencias. Es así como en el juego intervienen procesos de atención,
imaginación y organización.
Además, el filósofo Herbert Spencer afirma que deben brindarse espacios donde
los niños tengan tiempo para las actividades lúdicas, y que del disfrute de ellas
provienen las diferentes formas artísticas. Para Karl Groos, otro filósofo, la función
de toda forma lúdica es ejercitar y desarrollar las capacidades necesarias para
enfrentar con éxito las circunstancias futuras; cuanto más flexibles e inteligentes
sean, tanto más serán los reforzamientos que se hagan a través de la lúdica (Díaz
Vega, 2002).
Teniendo en cuenta lo anterior, se hace necesario crear nuevos espacios donde los
niños, en una forma lúdica y creativa, crezcan en los aspectos emocional,
intelectual, social y académico, mediante diferentes tipos de actividades. Por lo cual,
es necesario cultivar la imaginación, esto es, la facultad soberana y la forma más
alta del desarrollo intelectual a través de las diferentes etapas de la vida. La
imaginación es fuente de progreso a nivel individual, social, intelectual y emocional,
y si se da la oportunidad de estimularla en la infancia, se potencializará mejor hacia
el futuro, las posibilidades de realización serán mayores y su compromiso social
será eficiente.
Finalmente, el juego nace espontáneamente, proporciona un enorme placer al niño,
permite ampliar el conocimiento que éste tiene del mundo social; también influye
como mediador para mantener activa la mente y estimular las capacidades
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
cognitivas, permitiendo un mejor desarrollo de los procesos imaginativos,
exploratorios, sociales, creativos y de aprendizaje.
Arte y Cerebro.
Las unidades básicas de nuestro sistema nervioso son las neuronas. Éstas tienen
la capacidad de comunicarse con precisión y rapidez. La información se transmite
de una neurona a otra a través de impulsos nerviosos (eléctricos) que posibilitan la
liberación de neurotransmisores (sustancias químicas). La conexión entre una
neurona y otra se denomina sinapsis, y a través de varias sinapsis, se forman redes
neuronales.
Cada vez que percibimos, experimentamos o aprendemos algo nuevo, se forma o
se modifica una red neuronal en nuestro cerebro. Ahora mismo, mientras lee estas
palabras, una cascada de sus células cerebrales están descargándose, con el fin
de que pueda entender lo que está leyendo, formando una nueva red neuronal,
inédita hasta el momento, o ampliando una red ya existente, si conocía del tema.
Y, si decidimos no sólo leer estos párrafos, sino también memorizarlos, se produciría
otro fenómeno: la red crecería aún más porque, cada vez que releyera el texto para
memorizarlo, células que originalmente no tenían nada que ver entre sí se irían
incorporando a la red creada al comenzar la lectura. Una red neuronal es un sistema
de neuronas unidas por un circuito específico. Esta red es algo así como una hoja
de ruta, que se cumplirá cuando algún estímulo la active. Y lo más interesante es
que puede construirse, modificarse, eliminarse o potenciarse.
Estos procesos son posibles gracias a la neuroplasticidad cerebral: nuestro cerebro
se modifica constantemente debido a su interacción con el medio y con nuestro
mundo interior, creando y ampliando nuevas redes neuronales (neuroplasticidad
positiva) y "desarmando" aquellas que no utiliza (neuroplasticidad negativa).
El hombre es el único ser que tiene la capacidad para lograr una neuroplasticidad
autodirigida, o sea, de ser artífice responsable y consciente de aquellas redes
(pensamientos y creencias) que quiere conservar y modificar, y de aquellas de las
que se quiere deshacer. En estos últimos veinte años, se ha descubierto y
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
comprendido más el funcionamiento del cerebro que en toda la historia de la
humanidad.
Tenido en cuenta lo anterior, se pueden establecer diferentes formas para que el
cerebro genere redes neuronales diariamente, una de ellas es el anclaje, el cual se
define como un proceso mediante el cual, ante la presencia de un estímulo de
cualquier tipo, se activa un estado interno. Este proceso se desarrolla a partir de la
vivencia de una experiencia recordada o construida en forma consciente o
inconsciente. Es una herramienta que usamos las personas en forma natural y que,
en el aprendizaje, es de suma importancia. Es fundamental usarlo en el aula. Por
ejemplo, un tono de voz, un aroma, un sabor, una imagen, una textura pueden
convertirse en un anda funcional (cuando lo evocamos, se genera un estado interno
positivo) o disfuncional (cuando lo evocamos se genera un estado interno negativo).
El proceso de anclaje es una manera efectiva para consolidar y transferir
experiencias aprendidas. Robert Dilts da un ejemplo de esto en la siguiente
experiencia. Se hizo una investigación con estudiantes. Todos los estudiantes
aprendieron una parte de la tarea en un aula. Luego, se dividió la clase en dos
grupos y se colocó a la mitad de los estudiantes en un aula diferente y a la otra
mitad se la mantuvo en el aula donde aprendieron. Después, los examinaron. A los
que estaban en el mismo salón donde habían aprendido el material, les fue mejor
en los exámenes que a los estudiantes que habían sido trasladados hacia un aula
diferente. Probablemente esto sucedió porque hubo pistas ambientales que se
asociaron con el material que habían estado aprendiendo.
Es así como a través de estos procesos, actualmente se vienen usando diferentes
estrategias para generar aprendizajes nuevos, uno de éstos es el arte.
En la antigua Grecia uno podía encontrarse con elementos del arte (de acuerdo con
el ideal de educación KALOKAGATHIA, lo perfectamente bello y bueno). Aristóteles
creía que el teatro servía a la catarsis: liberaba de una sensación de miedo y
compasión. Según Freud, el psicoanálisis desempeñó un papel de este tipo al
revelar las experiencias pasadas y eliminar la tensión emocional que las
acompañaba.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
Por lo tanto, el arte es una fuente de placer y de la producción de endorfinas,
creando situaciones propicias para aliviar la tensión y liberar las emociones; es así
como se incluyen elementos del arte y creación en el proceso de enseñanza.
Actualmente, el arte tiene la ventaja significativa de estimular la sensibilidad,
creando un clima de tensión emocional necesaria para el correcto desarrollo de
cada proceso de aprendizaje, y así aprender nuevos comportamientos, actitudes y
roles sociales. Además, tiene el valor de la técnica de proyección, en el cual las
personas incorporan las emociones que experimentan (el miedo, la ansiedad, la
depresión) en los estados de ánimo, creados por la música, y las transmiten en
forma de imágenes, recuerdos y asociaciones. Utilizar el dibujo como el método de
proyección, la oportunidad de conocer mejor a sí mismo y transmitir las propias
experiencias internas: como una forma de desarrollar intereses, creatividad e
imaginación.
El arte se usa para:
•
Prevenir conductas negativas, canalizar las emociones, dirigir las acciones y
apoyar el desarrollo adecuado de la personalidad.
•
Admite la introducción de cambios positivos en todas las esferas de la
personalidad.
•
Proporciona alivio y crea las condiciones para el descanso y la relajación,
apoya la revitalización de la fuerza y la energía de la vida.
•
Proporciona la oportunidad de autodiscurso a través del arte, de creación
propia.
•
Enriquece la personalidad en términos de valores mentales y contenido
emocional.
El uso del arte genera mayor nivel de sensibilidad, concentración, creatividad,
autoestima y confianza en sí mismo, estimula la imaginación, mayor nivel de
sensibilidad, mayor, satisfacción con los efectos logrados, el desarrollo corporal.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
Movimiento y cerebro.
El comportamiento motor del niño es requerido por unos estímulos específicos, los
reflejos, algunos de ellos de naturaleza vegetativa y que van a asegurar su
supervivencia (succión, deglución) y otros, de naturaleza sensorio-motriz (reflejo de
coger, de enderezamiento, de marcha automática, de moro) que se manifiestan a
través de estimulaciones adecuadas. Otros comportamientos aparecen y se repiten,
idénticos a sí mismos: los movimientos estereotipados y repetitivos (soltar objetos,
frotar las manos o los pies entre sí o balancearse). Pero los cambios son mucho
más impresionantes con la aparición y modificación de la motricidad voluntaria,
conforme se va corticalizando el control motor, es decir, la corteza motora cerebral
sustituye a las estructuras subcorticales que permiten la planificación, la
programación, la ejecución y el control de las acciones motrices, Rigal (2006).
Esta evolución rápida del control de la motricidad voluntaria del niño depende de la
transformación de sus estructuras nerviosas, sensoriales y motrices que, aunque ya
están presentes en el momento de nacer, aún no han adquirido su funcionalidad
plena. Para que esto se produzca, tiene que evolucionar a través de la maduración
de los centros y vías nerviosas con la mielinización de las vías y el reforzamiento de
las sinapsis en los centros. De este modo aumentará la velocidad de
desplazamiento de los impulsos nerviosos y mejorará el tratamiento de la
información.
El desarrollo motor del niño que comienza ya en el seno materno, se produce desde
la aparición de los primeros reflejos primitivos hasta el desarrollo de la motricidad
voluntaria. Al nacer, el niño abandona un entorno protector y blando para entrar en
un mundo repleto de una cantidad abrumadora de estímulos sensoriales, aunque
en un principio no puede interpretar las sensaciones que le rodean. Ahora deberá
participar en el acto de alimentarse por sí mismo, debe respirar por sí mismo y
empezará a buscar la satisfacción de sus propias necesidades.
La inhibición de estos reflejos primarios, que son aquellos movimientos que se
producen de forma automática para asegurar la supervivencia del bebé en sus
primeras semanas de vida y que tienen lugar sin implicación cortical (desde el tronco
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
del encéfalo), es el resultado del correcto desarrollo del sistema nervioso y darán
paso, poco a poco, a los reflejos posturales y a la motricidad voluntaria. Estos
reflejos posturales aparecen después del nacimiento y se desarrollan hasta los tres
años y medio aproximadamente. El dominio de las habilidades motoras y un buen
control postural son producto de un sistema integrado de reflejos, (Goddard, 2005;
Goddard, 2012; Sousa, 2014).
Durante los últimos años, el área de investigación del aprendizaje y el control motor
se ha convertido en un campo estrechamente relacionado con el procesamiento de
la información en la neurociencia. Numerosos autores establecen una estrecha y
clara relación entre el desarrollo perceptivomotriz y el desarrollo del sistema
nervioso, considerando la motricidad y la percepción como bases fundamentales
del neurodesarrollo, especialmente durante los primeros años de vida.
De este modo, podemos definir la neuromotricidad como el análisis de los aspectos
neurológicos que intervienen en el desarrollo de un movimiento, su programación,
su control y la adquisición de los modelos de ejecución de este, (Ayres, 2008; Ferré
y Aribua, 2008; Ferré y Ferré, 2013; Goddard, 2005; Rigal, 2006; Zelaznik, 2014).
Según vamos siendo capaces de autogobernar las actividades motrices voluntarias,
los niveles corticales superiores implicados en otros procesos de aprendizaje que
pueden estar, o no, relacionados con esas actividades motrices pueden ser
empleados en dichos procesos. Cuánto más automática sea la manera en la que se
producen las actividades motrices intencionales o coordinadas mayores
posibilidades existirán para el desarrollo del conocimiento.
En un principio, el aprendizaje y la actividad motriz aparecen sólo en términos de
logro potencial, aunque se puede decir que nuestras primeras experiencias de
aprendizaje se dan en el dominio de la coordinación motriz. En el comienzo de la
vida la actividad motriz se anticipa a la acción mental, después ambos aspectos
coinciden y finalmente la acción motriz es subordinada por la acción mental.
“Donde hay vida hay movimiento. La vida no existe sin él. El movimiento
humano comienza antes del nacimiento y continúa hasta el final de la vida.
Avanza desde una actividad refleja que se realiza al azar, controlada
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
subcorticalmente, hacia patrones cada vez más complejos que se coordinan
en los centros nerviosos superiores. En la infancia se adquieren patrones
manipulativos y locomotores sencillos, a los que se van incorporando multitud
de Habilidades Básicas. Bruner (1973) describe cómo se produce la expansión
de habilidades (andar, que es un conjunto de acciones con una compleja
estructura consecutiva, pronto se vuelve tan automático que se integra
fácilmente en diversas acciones de orden superior). Los niños combinan
habilidades sencillas para formar patrones cada vez más específicos y
complejos”. (Wickstrom, 1990, 15).
La educación psicomotriz influye en el desarrollo del niño de una manera global
(factores motores, cognitivos y socioafectivos). En este sentido, el desarrollo físico,
que se va produciendo a través del movimiento, tiene una gran importancia en la
actividad cerebral y constituye la base de todas las habilidades posteriores
emocionales, sociales e intelectuales. (De Jager, 2010; Ortiz, 2009).
El movimiento y sus funciones.
Rigal (2006), define el movimiento como cambio de posición o de lugar efectuado
por un cuerpo o por una de sus partes. Desplazamiento de piezas óseas a
continuación de una articulación, por contracción muscular. Tiene características
cinéticas (fuerza) y cinemáticas (velocidad, aceleración, dirección, amplitud).
Según Jager (2010), el desarrollo comienza, se alimenta y progresa con el
movimiento que nutre cuerpo y mente, que mejora logros, que corrige fallos. La
naturaleza utiliza la necesidad de movimiento para el desarrollo del niño y, cuando
este se ha desarrollado, es capaz de controlar la necesidad de moverse. ¿Para qué
necesita el niño moverse?:
•
Para desarrollarse.
•
Para aprender.
•
Para entender.
•
Para mejorar sus movimientos.
•
Para controlarse y controlar sus impulsos y desasosiegos.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
El movimiento es energía, es aprendizaje, es vida; y hay movimientos que ayudan
a aprender. Es importante hacer referencia a las diferentes funciones del
movimiento para descubrir la interrelación entre lo motor, lo cognitivo y lo afectivo.
En este sentido, s sus posibilidades más relevantes son:
•
Posibilidad de conocimiento de sí mismo y del entorno.
•
Organización de las percepciones.
•
Mejora de la capacidad anatómica y funcional del organismo.
•
Posibilidad de relación y/o sociabilización.
Movimiento y aprendizaje.
Ciertos autores establecen una clara relación entre el movimiento y el aprendizaje.
Algunos movimientos simples son controlados desde zonas subcorticales, pero
aquellos movimientos de mayor complejidad, como andar o correr, activan las áreas
motrices de la corteza. Las mismas áreas corticales que están implicadas en el
movimiento, también intervienen en determinados aprendizajes, de tal manera que,
si el desarrollo motriz se produce de una manera adecuada, con la consiguiente
automatización de los movimientos, estas áreas corticales quedarán libres para otro
tipo de aprendizajes como por ejemplo el de la lectura. En este sentido, aspectos
fundamentales para el aprendizaje de la lectura, la coordinación óculo-motriz y
óculo-manual, la percepción y la estructuración espacial y temporal, entre otra,
(Jensen, 2008; Martín-Lobo, 2003; Rigal, 2006).
Existen divesos estudios que muestran la relación directa entre el movimiento y el
aprendizaje: Peter Strick, del Veteran Affairs Medical Center of Syracuse, Nueva
York, estableció otro vínculo, trazando una vía de vuelta desde el cerebelo a zonas
del cerebro implicadas en la memoria, la atención y la percepción espacial.
Sorprendentemente, la parte del cerebro que procesa el movimiento es la misma
que procesa el aprendizaje.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
Herramientas Tecnológicas para la Educación.
1. Integración curricular de las TIC- instrumentos que apoya a los
estudiantes en la construcción de conocimiento.
Las Tecnologías de Información y Comunicación – TIC, en la actualidad inciden
notablemente en los sistemas educativos del mundo entero (Braslvsky, 2002),
puesto que se han convertido en una cultura donde se aprende y se desaprende,
lo cual hace que el ser humano y las nuevas generaciones estén en un constante
proceso de adaptación, porque a medida que la información es transmitida se
retroalimenta y se modifica los conceptos o perspectivas de la comunidad que
participan.
En este sentido, la educación debe ajustarse a los cambios de la sociedad y
evolucionar en cada uno de los momentos del mundo personal, social y profesional.
En tanto, Albero (2002), define las TIC como el sistema de herramientas complejas
que ofrece una amplia gama de posibilidades comunicativas que se potencializan
en lo
educativo mediante los procesos de metacognición, los cuales se ven
reflejados en el desarrollo del saber, contribuyen con los procesos de innovación.
De acuerdo a lo anterior, permite la participación de las instituciones educativas en
varios espacios del mundo real y tecnológico.
En consecuencia, el relacionar estas herramientas tecnológicas al currículo que
se desarrolla en las diferentes aulas de clases, brinda la posibilidad a los estudiantes
para estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y exige que los docentes
implementen prácticas novedosas, que requieren cambios en la nueva forma de
enseñar y aprender.
Por lo tanto, estas ayudas favorecerán a las tecnologías, porque encaminan al
estudiante y al maestro adentrarse a los paradigmas que hacen cada vez más
que la información les llegue a los sujetos de la educación con prontitud. La
educación de hoy exige un maestro que este a tono con dinámicas de clase más
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
activas, que abandonen lo tradicional y le dé cabida a las prácticas pedagógicas,
para que los estudiantes formen parte activa del asunto. (Torrego, 2012, citado
en Azorín Abellán, 2015).
Es por esto, que la transformación de los ambientes de aprendizaje, permite
cambios de los nuevos escenarios, con una flexibilidad e interacción que genera en
las aulas gran motivación dentro del aprendizaje. (García, Basilotta & López, 2014,
citados en Azorín Abellán, 2015). Es por esto, por lo que la participación de toda la
comunidad educativa apunta al mejoramiento del sistema y por ende del uso de
herramientas tecnológicas, mediante estructuras bien definidas que integren
estudiantes, padres de familia, docentes y directivos institucionales para el
desarrollo de proyectos educativos buscando que se maneje muy bien la
descentralización y la participación total.
2. Las Plataformas Virtuales.
Es importante destacar que hay numerosas plataformas virtuales, las cuales
tienen la característica de ser un software diseñado para ayudar a padres de
familias, estudiantes y maestros. Esta posibilidad de plataformas orienta la manera
de cómo crear, diseñar y evaluar programas académicos que fortifican la calidad
educativa y los entornos virtuales de aprendizajes (Lara, 2004). Es decir, toda
plataforma educativa virtual, informa y explica cómo se debe cargar contenidos a
través del trabajo colaborativo y en busca de la optimización de los recursos para
dar cumplimento a los propósito o competencias de formación.
Toda plataforma con fines educativos tienen estructura modulares que hace
posible su adaptación a la realidad de lo programas curriculares, planteados por el
ministerio de educación Nacional (MEN). Por lo tanto, las instituciones educativas
deben responder a las necesidades que tienen y apuntarle a la investigación desde
las TIC, como único hecho transformador de la realidad educativa (Lara, 2004). En
este sentido, estas instituciones deben darle prioridad a los proyectos educativos
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
institucionales desde el área de gestión administrativa, académica, financiera y
comunitaria. Para que de esta manera se puedan mejorar los aprendizajes con la
utilidad de las plataformas virtuales.
3. Ambientes de Aprendizajes Integrando Herramientas Tecnológicas
De un modo más amplio podríamos definir el ambiente como un todo de objetos,
olores, formas, colores, sonidos y personas que habitan y se relacionan en un
determinado marco físico que lo contiene todo y, al mismo tiempo, es contenido por
todos estos elementos que laten dentro de él como si tuviesen vida (Forneiro, 2018).
Es por eso, que decimos que el ambiente «habla», nos transmite sensaciones, nos
evoca recuerdos, nos da seguridad o nos inquieta, pero nunca nos deja indiferentes.
En el contexto educativo los ambientes de aprendizajes se refieren a la
integración de nuevas tecnologías de comunicación e información, a los avances en
el desarrollo de la planificación y el diseño instruccional, a los aportes dentro de lo
cognitivo y a los enfoques pedagógicos modernos. Aunque debe estar sujeto a la
disposición que tenga el aprendiz en un contexto real o natural, además de una
buena actitud al enfrentar ambientes virtuales (Páez, 1999). En este marco, se debe
evidenciar prácticas profesionales que enlacen la cognición, el contexto, la
educación y el mundo virtual.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
Referencias Bibliográficas
Acosta, J. Z., Quiroz, L. A., & Rueda, M. L. (2018). Estilos de aprendizaje,
estrategias de aprendizaje y su relación con el uso de las TIC en estudiantes de
educación secundaria. Journal of Learning Styles, 11(21).
Albero, C., (2002). El impacto de las nuevas tecnologías en la educación superior:
un enfoque sociológico. Boletín de la Red Estatal de Docencia Universitaria, 2(3).
Braslvsky, C. (2002). Aprender para el futuro: tendencias mundiales y procesos de
cambio en la educación. Madrid: Santillana.
Camargo Romero, M., Ruiz Martínez, E., Abello Urueta, R., Hernández Sarmiento,
S., Arévalo Reslen, N., & Ospino Bustamante, O. (2018). Implementación de las
herramientas tecnológicas como estrategia pedagógica.
Diaz, J. (2002). El juego y el juguete en el desarrollo del niño. México: Editorial
Trillas.
Ferré, J. y Aribau E. (2008). El desarrollo neurofuncional del niño y sus trastornos.
Visión, aprendizaje y otras funciones cognitivas. Barcelona: Lebón.
Ferré, J. y Ferré, M. (2013). Neuro-psico-pedagogía infantil. Bases neurofuncionales
del aprendizaje cognitivo y emocional. Barcelona: Lebón.
Forneiro, M. L. I. (2008). Observación y evaluación del ambiente de aprendizaje en
educación infantil: dimensiones y variables a considerar. Revista Iberoamericana de
educación, 47(3), 49-70.
Goodard, S. (2005). Reflejos, aprendizaje y comportamiento. Una ventana abierta
para entender la mente y el comportamiento de los niños. Barcelona: Vida
Kinesiológica.
López, N & Palacios, E.
Noviembre 15 de 2019.
Jensen, E. (2008). Cerebro y aprendizaje. Competencias e implicaciones
educativas. Narcea Ediciones
Lara, L. H., & Villarreal, J. L. (2004). La realidad aumentada: una tecnología en
espera de usuarios. Revista Digital Universitaria, 10, 200000010-3884839004.
Pradas, S. (2017). La Neurotecnología Educativa. Claves del uso de la tecnología
en el proceso de aprendizaje. ReiDoCrea, 6(2), 40-47.
Rigal, R. (2006). Educación motriz y educación psicomotriz en Preescolar y
Primaria. Barcelona: Inde.
Schwartz, S & Heller, J. (2000). El lenguaje de los juguetes. Editorial Trillas. México.
Descargar