JUAN Y MARIA Juan y María son una pareja casada que ha experimentado dificultades en su relación durante los últimos meses. Han notado un aumento en las discusiones frecuentes y la falta de comunicación efectiva. Han decidido buscar terapia de pareja para abordar sus problemas y mejorar su relación. Juan y María se conocieron hace seis años en la universidad y comenzaron a salir poco después. Se casaron hace tres años y hasta hace unos meses su relación era estable y satisfactoria. Sin embargo, han experimentado una serie de cambios estresantes recientemente, como problemas laborales y dificultades financieras. Estos desafíos han creado tensiones en su relación, lo que ha llevado a un deterioro en la comunicación y una disminución en la intimidad emocional y física. Además, ambos han notado un aumento en los patrones de comportamiento negativo, como críticas constantes, evitación de conversaciones difíciles y falta de apoyo emocional. Ambos desean abordar estos problemas y recuperar la conexión y la armonía que tenían antes. Juan y María tienen expectativas realistas sobre el proceso de terapia de pareja. Esperan que la terapia les brinde un espacio seguro y confidencial para explorar sus problemas de relación. Esperan recibir orientación y apoyo del terapeuta para desarrollar habilidades de comunicación y resolución de problemas. También esperan que la terapia les ayude a reconstruir la confianza y la intimidad en su relación, y a desarrollar una mayor comprensión y empatía el uno hacia el otro. Los problemas en la relación comenzaron aproximadamente hace seis meses. Durante este período, ambos experimentaron un aumento en el estrés y las presiones externas, como problemas laborales y dificultades financieras. Estos factores externos desencadenaron conflictos y tensiones en la relación, lo que llevó a discusiones frecuentes y una disminución en la comunicación efectiva. Además, ambos comenzaron a experimentar sentimientos de frustración y descontento con la relación. Juan se sintió menospreciado y criticado constantemente por María, mientras que María se sintió ignorada y no apoyada emocionalmente por Juan. Estas dinámicas negativas contribuyeron a una creciente brecha emocional entre ellos y aumentaron la sensación de insatisfacción en la relación. A medida que pasó el tiempo, los problemas en la relación de Juan y María se intensificaron. Las discusiones se volvieron más frecuentes y acaloradas, y la comunicación se volvió cada vez más negativa y poco saludable. Ambos se encontraban atrapados en un ciclo destructivo de críticas, reproches y evitación, lo que dificultaba la resolución de conflictos y el restablecimiento de la armonía en su relación. La intimidad emocional y física también se vio afectada. Ambos experimentaron una disminución en la conexión emocional y la satisfacción íntima. La falta de apoyo y comprensión mutua aumentó el sentimiento de soledad y la sensación de no ser valorados en la relación. A pesar de los problemas actuales, Juan y María reconocen ciertos aspectos positivos en su relación que han actuado como mantenedores a lo largo del tiempo. Ambos comparten intereses y pasatiempos similares, lo que les ha permitido disfrutar de momentos agradables juntos. Además, han construido una historia compartida y han pasado por momentos difíciles juntos, lo que crea un sentido de compromiso y apego emocional. Ambos también reconocen la importancia de su relación y desean trabajar en ella para superar los desafíos actuales. Aunque han estado experimentando dificultades, todavía hay un deseo mutuo de resolver los problemas y mejorar la relación. Los dos miembros de la pareja tienden a evitar enfrentar problemas y conversaciones difíciles. En lugar de abordar los conflictos de manera directa y constructiva, optan por evitarlos, lo que contribuye a la acumulación de resentimientos y tensiones no resueltas. Juan tiende a reaccionar a las críticas de manera defensiva y a veces se vuelve agresivo verbalmente. Esto dificulta la comunicación efectiva y puede aumentar la escalada de conflictos en la relación. María tiende a evitar confrontaciones directas y a reprimir sus emociones. Esto puede generar un acumulamiento de resentimientos y dificultar la expresión de sus necesidades y deseos en la relación. La pareja tiene una historia compartida significativa, han pasado por momentos difíciles juntos y han construido una base sólida en su relación. Esta historia compartida puede servir como un recurso para fortalecer su conexión y recordar los momentos felices que han experimentado.