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Caminos naturales de España

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Caminos Naturales de España
Caminos
Naturales
Madrid 2011
Dirección del proyecto: Secretaría General del Medio Rural. Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural
Elaboración y coordinación: Dirección Técnica del Programa de Caminos Naturales
MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y MEDIO RURAL Y MARINO
Secretaria General Técnica: Alicia Camacho García. Subdirector General de Información al ciudadano, Documentación y
Publicaciones: José Abellán Gómez. Director del Centro de Publicaciones: Cristina García Fernández. Jefa del Servicio de Producción y
Edición: M.ª Dolores López Hernández
Edita:
© Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino
Secretaría General Técnica
Centro de Publicaciones
Distribución y venta:
Paseo de la Infanta Isabel, 1
Teléfono: 91 347 55 41
Fax: 91 347 57 22
Plaza San Juan de la Cruz, s/n
Teléfono: 91 597 61 87
Fax: 91 597 61 86
Diseño del interior, maquetación, tratamiento digital de imagen, cartografía y coordinación técnica: PRAMES
Impresión y encuadernación: AGSM
Tienda virtual: www.marm.es
e-mail: [email protected]
NIPO: 770-11-349-2
ISBN: 978-84-491-1137-2
Depósito Legal: AB-467-2011
Catálogo General de publicaciones oficiales:
http://publicacionesoficiales.boe.es/ (servicios en línea/oficina virtual/Publicaciones)
Datos técnicos: Formato: alto 30 cm, ancho 24 cm. Caja de texto: 20,8 x 19 cm. Composición: dos columnas. Tipografía: Garamond Regular, Itálica y versal; de
tamaño 11 p y Helvética NH55 y NH56. Encuadernación: Cosido en hilo. Papel: Interior en ecológico estucado semimate de 150 gr; Cubierta en cartoné forrado con
geltex y sobrecubierta en papel ecológico brillo plastificado de 170 gr.
El certificado FSC (Forest Stewardship Council) asegura que la fibra virgen utilizada en la fabricación de este papel procede de masas certificadas con las máximas
garantías de una gestión forestal social y ambientalmente responsable y de otras fuentes controladas. Consumiendo papel FSC promovemos la conservación de
los bosques del planeta y su uso responsable.
Caminos Naturales de España
Caminos Naturales de España
Índice
Introducción
pág.
— 8 —
11
Caminos Naturales. De los montes y las montañas
pág.
19
Caminos Naturales. De los oficios y las tradiciones
pág.
81
Caminos Naturales. De las vías y los antiguos trenes
pág.
137
Caminos Naturales. Del agua
pág.
217
Caminos Naturales. Grandes rutas
El Observatorio,
los caminos y
los autores
pág.
pág.
257
— 9 —
311
— 10 —
Caminos Naturales de España
Introducción
Jesús Casas Grande
Director General de Desarrollo Sostenible del Medio Rural
Este libro habla de caminos, de los llamados Caminos Naturales. En esencia, antiguas rutas perdidas que tratamos hoy de
recuperar en la memoria y en el territorio para volver a poner en servicio como una contribución activa a esa necesaria, imprescindible diría, vinculación de las gentes con los territorios, de los paisajes con los paisanajes.
Son nuestros Caminos Naturales que, sin ambición y sin pri-
llo sostenible en el medio rural por sus efectos positivos so-
sa, ya discurren por toda la geografía española, atesoran una
bre los aspectos económicos, sociales y ambientales. No solo
amplia serie de cualidades, naturales, paisajísticas, históricas
nos estamos reencontrando con los caminos que tronzaron
y culturales, y tratan de dar respuesta a la demanda, cons-
los que nos precedieron, estamos señalando nuevos usos que
tructiva e integrada, de una sociedad cada vez más solícita en
pueden ayudar a hacer económicamente viable los espacios
recuperar contacto directo con la naturaleza, practicar el arte
que se atraviesan.
de caminar y hacer deporte, y relacionarse con otras gentes
en otros espacios. Se incluye aquí, obviamente, tanto el sen-
Por eso, después de ya casi dos décadas de labor callada y dis-
derismo como el ciclismo, las rutas a caballo o los itinerarios
creta, de trenzar uniones entre todas nuestras Comunidades
naturales y culturales.
Autónomas, hemos pensado que había llegado la hora de materializar esta labor con un libro como este. Un libro que pre-
Esto ha sido una labor de décadas que ya empieza a cristali-
tende plasmar, desde la visión global y la síntesis de conjunto,
zar en miles de kilómetros acondicionados y dispuestos, y en
la realidad, el uso y las posibilidades de los caminos naturales
cientos de miles de usuarios convencidos. Una labor realiza-
en España. Para ello, se ha contado con la colaboración de un
da por todas las diferentes administraciones públicas, por la
nutrido número de conocedores, apasionados, y especialistas
sociedad civil, las instituciones, y los propios ciudadanos. Y
en el arte de andar caminos y dibujar horizontes, y con ellos, al
en particular una labor impulsada desde el Ministerio de Me-
final, hemos compuesto una heterogénea mezcolanza donde,
dio Ambiente, y Medio Rural y Marino. Y todo ello porque,
desde luego, si no está todo lo que puede estar, y eso siempre
además de la recuperación de infraestructuras de transporte
será así, todo lo que está, es.
hoy día obsoletas, más allá de su importancia en épocas pasadas, se permite la promoción, valorización y conocimiento
Invito al lector a sumergirse en la palabra, a avanzar más allá de
de estos caminos entre la población. Su ejecución y puesta en
las ilustraciones, y a recorrer, como si de un camino se tratase,
uso la entendemos como una contribución activa al desarro-
sus cinco grandes apartados que, lejos de la relación territorial,
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en la página anterior
Camino Natural de la Sierra de Alcaraz. Albacete. Castilla-La Mancha
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— 12 —
Caminos Naturales de España
abarcan a agrupar lecturas y pasos entre sensaciones, horizon-
agua» recogen una pequeña búsqueda de ausencias y presencias
tes, y motivos.
sobre diversas experiencias ligadas a nuestros ríos y a lo que el
deambular en sus márgenes provoca en el circunstancial viajero.
Así, en los «Caminos Naturales. De los montes y las montañas»,
hemos agrupado artículos y reflexiones que tratan de acercar al
Por último, los «Caminos Naturales. Grandes rutas» nos aproxi-
lector al medio físico por el que discurren los Caminos Natu-
ma a los senderos de gran recorrido que atraviesan diferentes
rales, a la búsqueda de argumentos para encontrar razones que
territorios, paisajes, hábitats y ecosistemas, en esa intención
justifiquen su necesidad.
indisimulada de construir una red territorial que, desde una
perspectiva modesta y callada, vertebre espacio, cree identi-
«Caminos Naturales. De los oficios y tradiciones» nos retrotrae a
dad, y adelante proyecto de vida en común.
otros tiempos, y nos pone delante de los ojos esas viejas formas
y esas eternas maneras. Nuestros Caminos Naturales son, en
Cerramos todo ello con una referencia al «Observatorio de Ca-
esencia, un recorrido a la busca, y un reencuentro con las pre-
minos Naturales e Itinerarios no Motorizados de España». El ob-
téritas esencias, con nuestras tradiciones, usos y costumbres.
jetivo principal de esta plataforma, concebida como un lugar
de encuentro en donde todos los actores de esta construcción
«Caminos Naturales. De las vías y los antiguos trenes» son una
puedan tener su espacio, es la promoción, valorización, cono-
concesión a una intención pretérita, como fue la de recupe-
cimiento y divulgación de este tipo de infraestructuras, dentro
rar los viejos trazados de hierro hoy en desuso y que, en gran
y fuera del territorio nacional. Y porque no puede ser de otra
parte, conforman un patrimonio cultural de ingeniería civil
forma, está concebido como una entidad plural y abierta, en
esencial para entender la transformación española. Estos ca-
donde estarán representadas todas las administraciones com-
minos no motorizados sobre antiguas plataformas ferroviarias,
petentes (Administración General del Estado, Autonómica y
las conocidas «vías verdes», nos aproximan a la actividad pro-
Local), así como federaciones, promotores (ayuntamientos,
ductiva de entonces, nos enfrentan con los esfuerzos de una
diputaciones, asociaciones, consorcios, consejos comarcales,
tecnología incipiente para revolver problemas, y vuelven a dar
mancomunidades, etc.) y empresas de consultoría y cons-
un sentido, esta vez recreativo, a recorridos singulares trazados,
tructoras. Aspiramos además a crear un instrumento técnico
muchas veces en contra de una pretendida lógica, por lo más
especializado con funciones de consulta, asesoramiento e in-
fragoso de nuestras serranías.
formación, que pretende ser una plataforma tecnológica de
conocimiento y divulgación. El tiempo irá madurando, poco
Las orillas de los ríos, afluentes y arroyos, los caminos del agua,
a poco, esta voluntad que solo será posible si realmente todos
son por esencia y sensación los más naturales de los senderos
los actores mantienen su compromiso y su ilusión.
que existen. Son los lugares requeridos, los recordados y los
tamizados. A la búsqueda de su deambular el hombre ha cons-
Finalmente, y aunque no hemos pretendido escribir una guía,
truido puentes, ha suavizado riberas, ha recuperado arboledas
en el libro se contiene también una relación de los principales
y ha esbozado regatos y márgenes. Los «Caminos Naturales. Del
Caminos Naturales en España.
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en la página anterior
Señalética de Caminos Naturales. Camino Natural del Ebro
— 13 —
...
Viaducto en el Camino Natural de
la Campiña (Córdoba, Andalucía) a
su paso por el término municipal de
La Carlota
...
Camino Natural de Rota
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Caminos Naturales de España
Como dijo alguien, los caminos son los libros que se leen con los
de mantener el vínculo con los espacios naturales, y de asegu-
pies. Este es un libro para ojear a posteriori, a resultas de una
rar que todo lo que nos ha traído hasta aquí, y todo lo que se
larga caminata y de un profundo reencuentro con lo mejor
ha conservado, nos siga guiando… Solo falta desear horizontes
y lo más granado de nuestro patrimonio natural. Desde esa
lejanos, y buenos pasos.
perspectiva se anima a su lectura, una lectura que no pretende
tener, y no somos opacos en esa pretensión, otra intención que
crear aliados en esta justa causa de construir territorios rurales,
...
Sant Joan. Camino Natural de Son Juny. Mallorca. Islas Baleares
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Caminos Naturales de España
...
El Camino Natural de la Hoya de Huesca (Aragón) discurre a la vista de los espectaculares mallos de Riglos
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
De los montes y las montañas
...
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Santuario de Covadonga. Camino Natural de Muñigo-Covadonga. Principado
de Asturias
Este lugar expresa como muy pocos la unión de la montaña y lo sagrado, de
la historia y el mito
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Caminos Naturales de España
Pensamientos, caminos y montañas
Fernando Garrido Velasco
Guía de alta montaña. Aragón Aventura
Siempre me ha gustado andar por los caminos en la naturaleza y, más aún, si es en el terreno abrupto de la montaña. Los caminos empiezan en un lugar y llevan a otro. A veces se enlaza uno con otro en una línea sin fin. El fin lo pone cada caminante.
Esa es una suerte que tengo, pues el senderismo me gusta tanto
Antiguamente la gente andaba no como actividad lúdica o de-
como las otras modalidades de los deportes de montaña. Ten-
portiva, era la manera de ir de un sitio a otro. Era lo que había.
go esa doble vertiente de los caminos de «las zonas bajas» y de
Actualmente ya no es necesario caminar. No es necesario en
«las zonas altas» en donde apenas hay caminos, algunas veces
nuestra sociedad moderna, pero lo sigue siendo en muchas
senderos y otras, simplemente, no hay nada, solo una ruta teó-
zonas del mundo menos desarrolladas. En países como Nepal
rica que te debe llevar a un objetivo.
la mayoría de los pueblos están unidos por caminos, no por
carreteras. Es como si el tiempo se hubiera detenido. Andar
Andar por un camino, más o menos señalizado, es un placer.
es necesario. Ellos no se van el fin de semana de excursión, ni
La sensación de saber que vas bien es relajante. El ir encon-
suben montañas como retos personales. No lo necesitan pues
trando marcas, señales, incluso hitos de piedra te tranquiliza.
es su día a día.
Además es divertido el juego de saber dónde estás. Seguir un
mapa o una descripción e ir encontrando (descubriendo) los
El andar por esos países es una experiencia inolvidable. Siem-
diferentes lugares es muy gratificante. Para mí incluso las nue-
pre digo a mis amigos que no deben morirse sin haber tenido
vas tecnologías vía satélite me ayudan en este descubrimiento-
esa experiencia. Se combina el deporte de caminar entre las
entretenimiento personal y les pronostico mucho futuro.
montañas más altas del mundo con el descubrimiento de esas
culturas y pueblos. Es doblemente enriquecedor. El contacto
El senderismo es la actividad deportiva más saludable que exis-
con esa gente te aporta mucho. Es como volver a nuestro pasa-
te. Apenas tiene peligros y se puede practicar (casi) toda la
do y nos da mucho en qué pensar.
vida, a mayor o menor ritmo, con mayor o menor longitud y
desnivel. El contacto con la naturaleza y el aire libre es sano.
Una vez estuve andando casi un año sin parar… Atravesamos
Muchas veces pienso que debería promocionarse mucho más
toda la cadena del Himalaya a lo largo, de punta a punta, des-
a todos los niveles, incluso como un tema de salud pública a
de el pequeño país de Bhután, Sikkim, todo Nepal, todo el
nivel general. Cualquier cosa que anime a la gente a andar, a
norte de la India para acabar en la última gran montaña de
salir, es bueno.
la cadena: el Nanga Parbat en Pakistán. Fue un empacho de
...
en la página anterior
Teide. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias
El Camino Natural de Anaga-Chasna recorre ambientes naturales muy
contrastados de la isla de Santa Cruz de Tenerife y se interna en el Parque
Nacional del Teide
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Caminos Naturales de España
caminos, de diferentes culturas, religiones, entrando en regio-
Vivo en un lugar privilegiado. La ciudad de Jaca, en el Pirineo
nes desconocidas en donde nunca habían visto a un hombre
aragonés, es mi ciudad. También tengo suerte en este sentido.
blanco. Fuimos empalmando los caminos a veces sin saber bien
Aquí viví de pequeño y aquí hemos formado una familia. Del
a dónde nos llevaban. Podíamos haber continuado hasta haber
mismo centro salen caminos en todas direcciones y, en pocos
llegado a España… ¿Tres años? La imaginación no tiene fin.
minutos, estamos en plena naturaleza. Incluso el famoso Camino de Santiago pasa por nuestra ciudad. Tenemos montaña
En esos lugares no necesitan recuperar-promocionar los cami-
y tenemos plano. Estamos entre los altos Pirineos, que nos se-
nos. Los utilizan a diario. Nuestra sociedad moderna necesita
paran de Francia, y las sierras exteriores que discurren paralelas.
sus viejas rutas. No podemos perderlas. Es nuestra historia.
Rodeados de naturaleza. Me conozco los caminos que recorro
Tenemos que hacer un esfuerzo para volver a tener los caminos
a diario, pero siempre hay uno nuevo por descubrir. Ahora es
en condiciones y crear nuevos donde no los había, siempre
época de setas. Este año no ha sido bueno. Estoy aprendiendo
pensando en la utilidad que les vamos a dar. Deportiva, lúdi-
poco a poco. Es una de las muchas actividades que nos ofrece
ca, cultural. Tenemos que pensar en las ventajas que pueden
la naturaleza. Además... ¡después están muy ricas!
dar a una zona (atraer un turismo sano y alternativo) y a toda
nuestra sociedad. Es importante no olvidarnos de que después
La montaña, la naturaleza, es el escenario en donde, cada uno,
de hacer o restaurar un camino hay que mantenerlo. Tiene que
juega a lo que quiere. Hay pocas normas. Solo el cuidarla. La
haber un responsable (administración…) que lo mantenga en
labor de protección de los parques (nacionales, naturales, etc.)
el tiempo, señalizaciones, puentes, vegetación, pues si no la
y de las otras figuras de protección es vital. Combinada, natu-
naturaleza va haciendo su trabajo y acaba desapareciendo.
ralmente, con el desarrollo de los pueblos que la habitan. Es
invertir a largo (medio) plazo. Tenemos que controlarnos y no
Hay otra labor pendiente de «educación» de la sociedad hacia
quemar la gallina.
la naturaleza, y en especial hacia los caminos. Es el terreno
ideal para enseñar a los jóvenes el cuidado de lo natural. Tam-
Hace 30 años hice, con mi mejor amigo, la travesía de los Piri-
bién tienen que aprender a caminar, a dosificarse, orientarse,
neos, del mar Mediterráneo al Cantábrico. Otra vez la sensación
ser autosuficientes en todos los sentidos, saber solucionar los
de integrarse completamente con la montaña. En esas ocasiones
problemas fuera del mundo habitado. Es la mejor escuela.
la vida es sencilla. No hay dinero, ni papeles. Todo se vuelve básico: dónde encontrar comida, un techo para pasar la noche, por
Cada vez hay más información. A veces demasiada, sobre
la derecha o por la izquierda, que no me vaya a más la rozadura
todo, actualmente, con Internet. Está claro que es positivo,
del pie… Ya sé que eso no es la realidad de nuestro día a día,
pero tenemos que ser muy selectivos y saber encontrar lo más
pero es bonito. Siempre me ha gustado esa sensación. Si solo es
fiable y práctico entre tal cantidad de datos existentes. Incluso
un día también se siente, pero menos. Es el «aquí y ahora».
hablando de libros y mapas en los últimos años se ha multiplicado impresionantemente la cantidad de publicaciones. Hay
Solo necesitamos un calzado apropiado para caminar. Una mo-
que mirar mucho y saber encontrar lo bueno entre tanta paja.
chila ligera será bienvenida. Algo de beber y de comer, y algo
...
en la página anterior
Águila imperial ibérica (Aquila adalberti)
Caminos Naturales como el del Tajo o el del Guadiana atraviesan los
encinares donde todavía habita esta amenazada rapaz, un endemismo de la
fauna ibérica
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Caminos Naturales de España
de abrigo. A partir de aquí cada uno ya se puede complicar
Los caminos y senderos de la montaña «amiga» (zonas llanas,
lo que quiera. ¿Qué otro deporte necesita tan poco material?
baja y media montaña) dan siempre la bienvenida a todos
¿Qué otra actividad necesita unas «instalaciones» más ecoló-
los que quieran utilizarlos. Puede ser un paso intermedio para
gicas y sostenibles? Siento dejarme llevar por mi pasión, pero
después adentrarse en las zonas más altas de las cumbres ne-
si con estas palabras llegase a animar a alguien a iniciarse en el
vadas, pero no siempre tiene que ser así. Las altas cumbres (la
arte de caminar por la naturaleza será bienvenido.
montaña inhóspita, dura, en donde no hay vegetación ni vida)
es otro mundo, solo para un grupo más reducido de huma-
Los países desarrollados han descubierto que la (pequeña)
nos. No es para toda la gente. Es difícil de explicar pues hay
inversión en mantener vivos los caminos es básica para las re-
peligros, se sufre, se respira mal, pero… ¿por qué volvemos?
giones rurales. Hay ciertos países, que podemos tomar como
Algo tendrá… ¿El juego de los retos? ¿La superación frente a
ejemplo a seguir, que tienen una red de senderos, catalogados
las dificultades?
y cuidados, impresionante. Promocionan a todos los niveles
(clubes, colegios, medios de comunicación, profesionales) la
El ascender a lo más alto siempre me ha atraído.
actividad senderista. Nuestro país va por buen camino. Las
redes de senderos de Pequeño y Gran Recorrido discurren
El andar por los caminos bajos siempre me ha gustado.
por toda España y Europa y cada vez es más fácil distinguir
los caminos «oficiales» y cuidados de los que no lo están.
Ojalá pueda hacer ambas cosas durante muchos años más.
...
Vista desde la boca sur del túnel de Vielha de los picos o Tucas de Mulleres, Toro de Mulleres y Turó de Tres Puntes.
Camino Natural del Port de Vielha. Lleida. Cataluña
...
en la página anterior
Lobo ibérico (Canis lupus subsp.
signatus)
Icono de la vida salvaje en la
península, el lobo habita en los
bosques y montañas que cruzan
Caminos Naturales como los de Las
Merindades, Cordillera Cantábrica,
Sierra de la Demanda, Hayedos y
robledales de Riaza o La Senda del
Pastoreo, entre otros
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Caminos Naturales de España
Caminos naturales. Caminos con guion
Dioni Serrano
Redactor jefe de la revista Grandes Espacios. Editorial Desnivel
«Un país se conquista con la suela de los zapatos, no con las ruedas del automóvil».
William Faulkner
En la editorial en la que trabajo publicamos un diario digital con información de rabiosa actualidad de todo tipo de deportes de montaña. Conéctense y podrán enterarse de las últimas noticias en el mundo del alpinismo extremo y de la escalada.
Encontrarán también noticias relacionadas con el excursionismo y con todas esas otras prácticas que llenan el cajón de sastre
llamado turismo activo, turismo de aventura o turismo alternativo. Y más noticias de alpinismo y más noticias de escalada. Yo
me ocupo de esas otras noticias que no son de alpinismo ni de escalada. Todos los días le propongo al director que coloque mi
noticia en el mejor lugar de la «página», en el vértice superior izquierdo de la home, a dos columnas y con foto. Él siempre me
hace esta pregunta: «¿Crees que merece ese puesto?». Y yo siempre le contesto con otra pregunta tramposa: «¿Qué es objetivamente más importante (y le pongo un tonillo sarcástico a ‘objetivamente’), una escalada que sí, que es una proeza deportiva,
pero que sólo repetirán media docena de alpinistas, o el millón y medio de euros que se han gastado en preparar un camino
que disfrutarán miles de ciudadanos?». Mi noticia casi siempre va a parar a una columna literalmente «aplastada» en medio
de la página sobre la que pende, como una advertencia divina, la palabra «Excursionismo». ¡El senderismo es poco mediático!
Lo recuerdo bien. En 1997, la palabra «senderismo» aparecía
tros cambiamos «determinado» por «señalizado» obtendremos
subrayada con una línea roja en la pantalla del pecé. El correc-
una definición muy cercana a lo que todo el mundo entiende
tor automático la consideraba incorrecta porque, sencillamen-
hoy por senderismo.
te, no existía, al menos oficialmente. Lo recuerdo bien porque
es el año en el que salió a la calle la revista Grandes Espacios, y
¿Todo el mundo? ¿No será esto del senderismo una invención
yo con ella. La palabra no existía, pero miles de españoles ya la
de las editoriales y de los fabricantes para vender más revistas
practicaban... aunque muchos no lo sabían. Tres años después
y más botas? No, no lo es. La verdad es que el senderismo es
el «ismo» entró en una nueva edición del Diccionario de la
hoy por hoy una actividad muy popular con implicaciones so-
Real Academia de la Lengua Española –la vigésimo octava–
ciales, educativas y, por supuesto, económicas. No lo digo yo,
como «Actividad deportiva que consiste en recorrer senderos
lo dice un informe de Turespaña sobre turismo de montaña
campestres». Los «senderos campestres» van a ser sustituidos en
que situaba al senderismo en el primer lugar entre las activi-
la próxima edición por «itinerarios determinados»; y si noso-
dades preferidas del turista que elige una zona rural para sus
...
en la página anterior
Puente de Nocito en el Camino Natural de la Hoya de Huesca. Aragón
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Caminos Naturales de España
vacaciones. Y lo más sorprendente es que se ha puesto en ca-
en valor» el patrimonio, y la horrorosa expresión obtuvo tan-
beza en muy poco tiempo. ¿Cómo se ha producido este rápido
to éxito que hoy se puede leer y oír en cualquier lugar y por
y fabuloso sprint?
cualquier motivo. El senderismo conseguía así asiento en los
planes municipales y comarcales, como un método a tener en
Hará un par de años que Antonio Turmo, director del comité
cuenta para atraer divisas, bien directamente del bolsillo de los
de senderos de la Federación Española de Deportes de Mon-
visitantes, bien por la vía subvenciones, casi siempre europeas.
taña y Escalada, y como tal, un entendido en la materia, me
resumía la evolución del senderismo en nuestro país desde que
La tercera y última fase convive en el tiempo con la anterior.
empezó a tener cierta importancia –lo que ocurrió mediada la
Se caracteriza por la participación de promotores públicos de
década de los años setenta del pasado siglo con la introducción
gran calado. El salto al ruedo de estos primeros espadas es la
en España de los senderos al estilo francés– hasta este momen-
confirmación de que el senderismo ha alcanzado su mayoría de
to. Turmo me habló de tres fases. En la primera, clubes y aso-
edad. El objetivo de estas intervenciones ya no es sólo facilitar
ciaciones excursionistas de toda España (sobre todo en aquellas
una actividad saludable y educativa y mantener el uso de cami-
regiones con más tradición como Cataluña y el País Vasco),
nos en peligro de extinción tratándolo como un elemento más
por iniciativa propia y sin ayuda oficial, «abrieron» muchos
del patrimonio cultural (¿exagerado? Nuestros vecinos franceses
kilómetros de senderos, entendidos éstos en el sentido que le
consideran a sus senderos parte de su patrimonio cultural y na-
damos hoy al término; es decir, un itinerario pedestre marcado
tural al mismo nivel que la torre Eiffel y el Parque Nacional de
para evitar despistes a los caminantes. Eran senderos hechos
los Pirineos, y la sigla gr, de Grand Route, tiene incluso una en-
por y para montañeros, personas expertas capaces de hacer
trada en el diccionario Larousse). Por encima de todo, se busca
frente a ciertas dificultades físicas o técnicas. La comodidad o
favorecer la economía del medio en el que se interviene sacando
la seguridad no ocupaban el primer lugar entre sus preocupa-
provecho de que cada día hay más turistas con ganas de desgas-
ciones. Lo importante era «pintar» muchos kilómetros.
tar «la suela de los zapatos».
La segunda fase da comienzo al popularizarse entre los espa-
Sería un bonito trabajo recopilar todos los proyectos pilotados
ñoles los deportes de montaña y otras actividades al aire libre,
por superpromotores; los que funcionan y los fallidos, sobre
como consecuencia de la bonanza económica y de una que-
todo los fallidos, que hay mucho plan que languidece sin pena
rencia por lo natural. Más o menos por entonces se acuñó
ni gloria. No podían terminar de otro modo; era su sino. Sus
el concepto de turismo rural como oposición al turismo tra-
autores erraron al pensar que bastaba con ampliar un sendero,
dicional, el del sol y playa. A los turistas ya no nos bastaba
tapar los baches e instalar barandillas y postes de diseño para
con una pintoresca casa de campo y una buena pitanza para
hacer camino. O eso, o es que sólo necesitaban justificar una
sentirnos a gusto; preguntábamos por lugares a donde ir cami-
partida presupuestaria. Otras experiencias, por fortuna, gozan
nando. Así que muchos alcaldes dijeron, «¡Arreglemos la fuen-
de una relativa buena salud y siguen adelante, un poco ren-
te medieval!»; «¡Encalemos la vieja ermita!»; «¡Limpiemos los
queantes, eso sí, porque corren malos tiempos para la lírica. Y
caminos!». A alguien se le ocurrió decir que aquello era «poner
luego están los Caminos Naturales.
...
en la página anterior
Pena Corneira. Ourense. Galicia
El Camino Natural de Carballeda de Avia alcanza este peñón granítico en uno
de los espacios naturales gallegos más excepcionales, el Monumento Natural
Pena Corneira
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...
Plantación de Aloe vera en la isla de Fuerteventura. Islas Canarias
Esta isla es una de las últimas incorporaciones a la red de Caminos Naturales
...
Vista desde el mirador de San
Quílez en el Camino Natural de
la Sierra de San Quílez. Huesca.
Aragón
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Caminos Naturales de España
A pesar de que Caminos Naturales echó a andar en 1993, yo
ral entre Cáceres y Badajoz, y para allá que marchamos. Con
no me enteré de su existencia hasta mucho más tarde, bien
Badajoz a la vista nos cruzamos con un coche que venía de
entrado el siglo veintiuno. Confieso que me costó no poco
frente por la misma pista por la que pedaleábamos. Al llegar a
averiguar en qué consistía ese tal programa. Entre tanto sen-
nuestra altura el conductor paró el coche, abrió la ventanilla
dero de pequeño y gran recorrido, entre tanta vía verde, entre
y nos saludó risueñamente. Se interesó por lo que estábamos
tanta ruta que si de don Quijote, que si de Carlos V, que si
haciendo y al saberlo aún se mostró más expresivo. Había
del Cid, no sabía muy bien dónde colocar a los Caminos Na-
colocado los postes de aquel tramo y se alegró al encontrase
turales. Y tampoco terminaba de encajarme eso de que todo
con «alguien» en el camino. Aquello me hizo pensar que otro
un ministerio –entonces el de Obras Públicas– se dedicara a
alguien tendría que tomarse muy en serio el trabajo de llevar
ir arreglando trochas cuando lo suyo era construir autopistas y
los Caminos Naturales a las escuelas e institutos; a los clubes
puentes colgantes. Pero sus objetivos –mantener el uso público
de vías de comunicación abandonadas; ofrecer servicios turísticos alternativos; facilitar el acceso a una experiencia deportiva,
educativa y natural; y favorecer el desarrollo de las zonas rurales– me gustaban; me parecían irreprochables, de modo que
no sólo presté atención a las noticias; también fui a conocerlos
personalmente.
deportivos; a las casas de cultura; a la radio y a la televisión; a
la prensa, especializada o no; a las ferias de turismo en definitiva: descubrirlos e invitar a conocerlos, porque sin caminantes no hay camino.
El devenir ha ido convirtiendo a Caminos Naturales en un
gran paraguas donde encuentran refugio muchos proyectos
Me gusta caminar, pero más me gusta viajar en bicicleta. Creo
que el cicloturismo es la última posibilidad que tenemos las
personas de a pie para experimentar la aventura de viajar, incluso en nuestra propia tierra; y los Caminos Naturales, sobre
todo los de largo recorrido como el del Ebro, o el del Duero,
que de otro modo no verían la luz. Como contribuyente, no
me molesta; al contrario. ¿Zonas oscuras? Por supuesto que
las habrá. Seguro que se podría ser más eficiente en la gestión (siempre se puede); o que se podría economizar gastos; o
conseguir que las administraciones involucradas se tomaran
son una oferta que no puedo rechazar. Encima de mi bicicleta
más en serio el mantenimiento y la promoción. Con todo
he conocido varios Caminos Naturales, y la experiencia, con
lo que queda por mejorar, me agrada saber que hay algo y
sus más y sus menos, siempre ha resultado satisfactoria para mí
alguien, público y con posibles, que se trabaja la idea de abrir
y para mis compañeros (no me cuesta encontrar compañía para
caminos «con guion» (y quiero decir no artificiales sino con
estos viajes. Mis amigos piensan que tengo información privi-
sustancia) por los que por unas horas, un día o una semana
legiada y confían en mi elección). Pero también regreso con
podemos dar un corte de manga a la rutina, los agobios y las
un sordo y triste runrún porque nunca coincidimos con otros
prisas mientras descubrimos nuestro país como recetaba el
viajeros. Es como si nadie excepto nosotros los conociéramos.
escritor de Mississippi.
Contaré una anécdota. Al final del pasado invierno tuve noticias de que se habían concluido las obras del camino natu-
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Caminos Naturales de España
El valor añadido de la naturaleza
Joaquín Fernández
Periodista ambiental
Un estudio publicado a finales de 2011 por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (marm) estima que,
en un plazo de cinco años, podrían crearse en el medio rural español entre 250.000 y 500.000 empleos. A propósito de estas
cifras alguien planteaba la necesidad de que en estos momentos de dificultades se hiciera visible la aportación de la biodiversidad, por simplificarlo de algún modo, a la salida de la crisis económica. Lo expresaba con un ejemplo contundente que puede
herir ciertas sensibilidades: «Hasta ahora hemos puesto dinero para salvar al oso pardo, pero ha llegado el momento de que el
oso pardo empiece a darnos dinero». Y quien dice el oso dice el quebrantahuesos, los paisajes en general, los espacios protegidos en particular, o los caminos naturales en su diferente variedad. Por fortuna son muchas las opciones disponibles, aunque
todas ellas deben manejarse con mesura, y más en estos tiempos de escepticismo cínico que han sustituido los entusiasmos
conservacionistas de los pasados ochenta y noventa.
Ese medio millón de nuevos puestos de trabajo que pudieran
(1869-1941), más conocido como el marqués de Villaviciosa,
crearse en el ámbito rural ya se han alcanzado sobradamente en
impulsó la ley de parques nacionales y luego la declaración
la categoría de empleo verde que todavía es ajena a muchas es-
de los dos primeros (la Montaña de Covadonga y Ordesa)
tadísticas oficiales. Según las cifras manejadas por la Fundación
se encontró con no pocas reticencias en los pueblos del en-
Biodiversidad y el Observatorio de la Sostenibilidad, en España
torno (más en Asturias que en Aragón) que trató de supe-
hemos alcanzado los 510.000 empleos en el sector de la econo-
rar apelando a los beneficios económicos. En 1934 escribía
mía verde. ¿Es la misma cosa el medio rural, la biodiversidad y
en el periódico La Voz de Asturias: «Dentro de poco en la
el empleo verde? Todavía no lo es, pero las confluencias parecen
playa de Gijón, se verán autobuses y más autobuses con es-
inevitables, y en esa línea apunta la pac (Política Agrícola Co-
tos letreros: Al Mirador de Ordiales, unos; a la Majada de
mún) que empezaremos a debatir a fondo a partir de 2013. De
Arios, otros (…). Si el Estado o la Providencia no hacen los
hecho, algunos conceptos considerados en las tablas de cifras de
caminos necesarios, formaremos una Sociedad para que los
empleo verde tienen que ver directamente con el medio rural y
haga y explote. Tan convencidos estamos de lo que aquellos
la biodiversidad, como es la gestión de zonas forestales, la agri-
paisajes valen. Y hemos visto algunos».
cultura y ganadería ecológicas o la gestión de espacios naturales.
Claro que había visto algunos paisajes, de los mejores, porTodo se ha agrandado y complicado pero las ideas esenciales
que el marqués viajó mucho por Europa, para escalar sus
vienen de lejos. Cuando Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós
montañas sobre todo, e incluso visitó los dos primeros
...
en la página anterior
Embalse de Utxesa. Camino Natural del Río Segre y el pantano de Utxesa.
Lleida. Cataluña
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...
El Camino Natural de Sarón-La Penilla (Cantabria) se asoma al río Pisueña
...
Viaducto del ferrocarril en el Camino
Natural de Las Merindades. Burgos.
Castilla y León
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Caminos Naturales de España
parques nacionales de eeuu antes de comenzar en nuestro
Algo se está haciendo en tal sentido, aunque no siempre se tra-
país su campaña proteccionista. Pedro Pidal decía que los
te de entornos rurales de naturaleza privilegiada. Los caminos
parques son una fuente de riqueza porque atraían al turismo,
que bordean el río Nalón (Asturias) a su paso por la cuenca
«a caravanas de curiosos peregrinos que profesan la santa re-
minera del mismo nombre (de Langreo a Pola de Laviana) son
ligión de la Naturaleza». En los primeros años ni siquiera es-
utilizados a diario por cientos de personas, al igual que ocurre
taba contemplada en los presupuestos del Estado una partida
en la cuenca cercana del Caudal, entre Mieres y Pola de Lena.
para los parques, pero las inversiones principales, que a veces
Los propios usuarios se refieren irónicamente a estos caminos
pagaba de su propio bolsillo, iban destinadas a la construc-
como las rutas del colesterol, porque, en efecto, el paseo ha
ción de caminos que facilitaran el acceso de los turistas y de
adquirido hoy una dimensión sanitaria de primer orden. Estos
cualquier mortal.
caminos han integrado en parte las grandes escombreras de
estériles de carbón que, quienes pasamos por allí la infancia,
O sea, en la primera mitad del siglo xx se construyeron cami-
considerábamos tan montañas como las de verdad que estaban
nos para llegar a determinados espacios naturales del mismo
un poco más allá plagadas de castaños y helechos.
modo que unos siglos antes se habían hecho a mayor escala
para facilitar el tránsito del ganado y de los ganaderos (lo que
Caminos rurales, senderos de ribera, caminos de sirga, vías
ahora llamamos vías pecuarias) de una punta a otra del país.
pecuarias, vías verdes, etc. constituyen hoy un patrimonio
Y desde el siglo xix se hicieron numerosos trazados de ferro-
de primer orden que merece la pena conservar y divulgar por
carril (vías verdes) que con el paso del tiempo han quedado
sus valores culturales, estéticos, sentimentales y, por supues-
en desuso y hoy sirven para disfrute de miles de ciudadanos.
to, también económicos. De nuestra inteligencia depende
Entre unas cosas y otras hemos ido acumulando un patrimo-
que contribuyan a sacarnos del sopor en el que nos encon-
nio de caminos, de caminos naturales de variada categoría
tramos con la ayuda de algunos desalmados. En los últimos
y encanto, que constituyen una riqueza de primer orden. El
años hemos sido capaces de generar prestigio, atractivo y valor
propio marm ha publicado una guía que lleva varias ediciones
añadido en torno a expresiones genéricas, que finalmente se
y en su página web ha incluido un portal sobre el Programa
han constituido en marcas, tales como las de mundo rural,
de Caminos Naturales.
productos ecológicos, turismo rural, turismo de montaña, o
vías pecuarias, cuya campaña de recuperación fue decisiva para
¿Caminos Naturales para qué? La profesora de Geografía de la
alcanzar la buena imagen de la que hoy disfrutan todos los
Universidad Autónoma de Madrid, Josefina Gómez Mendoza,
caminos naturales.
me decía no hace mucho en una entrevista que era urgente
recuperar los caminos rurales e incluso «hacer algunos nuevos sin caer en desmesuras». Si nos fijamos, dice, «casi todos
los caminos antiguos tienen escala humana, son paseables». Y
concluye con entusiasmo: «Hay que recuperar la dimensión
paseística».
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Caminos Naturales de España
Caminar por montes y
montañas de nuestros espacios protegidos
Javier Sánchez Gutiérrez
Director Conservador del Parque Nacional de Sierra Nevada
Bienaventurado aquel
que por sendas escondidas
en los campos se entretiene
y en los montes se retira
Guillén de Castro
El rastro de la historia del hombre está en los caminos. A través de ellos recibimos información de antiguas civilizaciones
y culturas recientes. En ellos quedan grabados los usos de la tierra, las técnicas constructivas, las costumbres arraigadas y los
viajes más legendarios. Los caminos nos hablan de rutas de caballerías, de la trashumancia ganadera, de creencias religiosas,
del manejo del agua, de las formas de cultivar la tierra, de valles comunicados por elevados collados, de bosques impenetrables. En ciertos casos fueron creados por mandato de reyes o por orden de gobiernos, algunos por compañías explotadoras de
recursos, otros por la iniciativa de sencillos ganaderos o agricultores. En todos ellos nos reencontramos con el testimonio del
pasado. Y si los caminos tienen historia, también poseen un futuro, que está por escribir.
Caminos para reencontrarse con el pasado y
A principios del siglo xxi coexisten en nuestro país modelos
para mirar al futuro
contrapuestos en la dinámica de los caminos naturales, pero
con similares consecuencias. Por una parte, el modelo deri-
Al igual que los paisajes sobre los que se asientan, los caminos
vado del declive de muchas zonas del mundo rural y de unas
están en continua evolución. Los tiempos cambian y los paisa-
formas de vida que se difuminan con el despoblamiento y la
jes mudan con ellos. Sobre caminos y paisajes la atenta mirada
falta de relevo generacional. Una dinámica que conduce lenta-
del hombre puede extraer consecuencias. Podemos, pues, pre-
mente a un decaimiento en el acervo cultural que a nivel de los
guntarnos por el futuro de los caminos y, por supuesto, tratar
caminos se traduce en una lastimosa decrepitud.
de intervenir en su evolución. Del equilibrio o desequilibrio
de las componentes abandono y cambio deriva la vitalidad y la
De otra parte, el uso inadecuado de nuestra enorme capacidad
dinámica del camino.
de transformar la naturaleza, que ha provocado, en determinados
...
en la página anterior
Camino Natural de la Sierra. Cádiz. Andalucía
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lugares, daños irreparables sobre caminos tradicionales en aras
cal persistente en el tiempo. Las estrategias de gestión del uso
de una supuesta innovación que todo lo destruye a su paso.
público y de atención a visitantes juegan un papel esencial en
Traumáticos cambios en los usos del suelo o nuevas infraes-
el cumplimiento de estos objetivos y, dentro de ellas, el trata-
tructuras viarias han destruido viejas sendas cuando, o bien
miento de la red de caminos presenta facetas de gran interés.
el planteamiento general de la obra no tenía sentido, o estas
Una correcta planificación del uso y conservación de esta red
sendas podrían haberse mantenido con un diseño diferente de
garantiza consecuencias beneficiosas en todos los ámbitos se-
partida y un mayor conocimiento de su valor.
ñalados, por lo que su trascendencia es significativa para el
buen gobierno del territorio.
Afortunadamente, hay otros criterios aplicables y otras formas
de actuar. En muchas comarcas se abre paso una apuesta sensa-
Si la práctica del senderismo es una demanda creciente de buena
ta determinada por consideraciones patrimoniales y por nuevas
parte de nuestra sociedad, que ve colmada de esta forma su as-
demandas de turismo de naturaleza que han traído consigo una
piración de acercamiento a la naturaleza, los espacios protegidos
reactivación del cuidado de los caminos tradicionales e incluso
tienen bajo su responsabilidad y compromiso la obligación de
el trazado esmerado de nuevas veredas. Un emergente fenó-
organizar equipamientos y servicios que satisfagan plenamente
meno social vinculado al senderismo se consolida en el medio
este anhelo de forma compatible con otros objetivos de gestión.
natural, en el que los espacios protegidos marcan la pauta.
Para llevar a cabo esta tarea es fundamental la consideración de
Espacios protegidos y caminos naturales
diversos factores de diseño y ordenación de la red de senderos.
Perspectiva geográfica, diversidad de destinatarios, fragilidad del
En nuestros días, y después de casi 140 años de historia mundial
medio, posibilidades interpretativas, equipamientos comple-
de los espacios protegidos, existe un acuerdo generalizado a la
mentarios, seguridad, uso compartido y vinculación con muni-
hora de determinar el fin último de estas áreas. En un planeta
cipios son algunos factores esenciales en la toma de decisiones.
amenazado por el cambio global y la crisis de la biodiversidad
y con una superficie natural cada vez más transformada, el fin
La perspectiva geográfica ha de tener en cuenta tanto las ca-
último de los espacios protegidos es el de constituir reservorios
racterísticas paisajísticas de las diversas zonas del espacio pro-
de diversidad biológica y geológica, capaces de proporcionar,
tegido, como su conexión con los territorios aledaños. La
a la vez, bienes y servicios beneficiosos para el funcionamiento
amplitud de perfiles de senderistas y montañeros, determina
de la biosfera y para el bienestar de las sociedades.
la necesidad de atender desde exigencias familiares a pretensiones más deportivas y de aventura, para lo cual entran en
Aunque en este mundo cambiante los espacios naturales pro-
juego elementos como la longitud, el desnivel y la facilidad de
tegidos abordan complejos desafíos, podemos sintetizar los
orientación y de desplazamiento. Conocer con precisión la lo-
objetivos que caracterizan su acción en proteger la diversidad
calización y la dinámica de los ecosistemas más frágiles es fun-
biológica y geológica; facilitar el conocimiento, el ocio y el
damental para que los trazados eviten interferencias negativas
disfrute de la naturaleza; y contribuir a un desarrollo comar-
con los mismos. Las posibilidades didácticas e interpretativas
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Caminos Naturales de España
de la fisiografía, la geomorfología, las formaciones vegetales y
como una realidad acorde en lo funcional y en lo estético con
la fauna silvestre sirven para enriquecer la experiencia del ca-
las exigencias del paisaje en el que se sumerge.
minante, como ya advertía el gran geólogo y montañero del siglo xix Casiano de Prado: «¡Que escuela, …para el que quiera
Salvo en puntuales zonas de reserva, la práctica del senderismo
estudiar, no en las aulas, sino con el gran libro de la naturaleza
no sólo es compatible con las pautas de conservación de los es-
abierto delante de los ojos!».
pacios protegidos, sino que se considera una actividad acorde
con el tipo de uso recreativo y deportivo que se facilita en los
Además, la sinergia con los equipamientos de uso público
mismos. Sin embargo, esa armonía a la que se aspira plantea
existentes y su puesta en valor resulta crucial en una red ló-
compromisos. Supone alcanzar un delicado equilibrio para
gica de itinerarios. De este modo, centros de visitantes, aulas
que la integración entre la infraestructura camino, con todo
de naturaleza, jardines botánicos, observatorios de fauna, re-
lo que conlleva, y medio natural sea verdaderamente satisfac-
fugios y miradores juegan un papel relevante. El posible uso
toria. Si bien este equilibrio tiene balances diferentes según
compartido, senderista, ciclista y ecuestre, siempre requiere de
la zona del espacio protegido en la que nos encontremos, no
atención y evaluación. En todos los casos los itinerarios que se
debe llegarse nunca a la sobrecarga de elementos artificiales
consideren oficiales han de tener muy en cuenta criterios de
que desvirtúen el carácter natural del entorno. El criterio es
seguridad para garantizar una práctica saludable. Por último,
aplicable a aspectos tales como la señalización, el firme, las
facilitar vínculos adecuados con los núcleos de población del
obras de drenaje o las estructuras de estabilización. En todos
espacio proporcionará, además de apoyo logístico, atractivos
estos elementos, el diseño general, los materiales empleados,
históricos y culturales que incrementarán la satisfacción del
las texturas y las tonalidades se deben acomodar al terreno y
visitante y, a su vez, reportarán beneficios para los habitantes
no protagonizar el terreno por encima de los valores propios
derivados de la prestación de servicios.
de éste. Es una cuestión de actitud.
En conjunto, una red de senderos satisfactoria puede aportar
En cualquier caso, el tratamiento que reciben áreas perimetra-
rutas naturales, ofertas de ocio y deporte, recorridos etnográ-
les y próximas a entornos antropizados puede ser muy diferen-
ficos, patrimonio cultural, productos ecoturísticos y recursos
te del que se lleve a cabo en áreas más recónditas y con ma-
educativos. De esta manera los caminos se convierten en un
yor integridad natural. En las primeras puede admitirse una
ejemplo palpable de cómo los espacios protegidos son fuen-
configuración con cierto peso de componentes artificiales que
tes inestimables de servicios que contribuyen decisivamente al
faciliten un uso más generalizado y mayor grado de asistencia
bienestar de nuestra sociedad.
y conducción. En las segundas el tratamiento ha de ser necesariamente liviano, dando paso a una relación con el entorno sin
Si como decía el gran pensador y ecólogo Aldo Leopold, «la
interposición, sin disipar el dominio de lo natural.
conservación es un estado de armonía entre los hombres y la
tierra», una buena red de senderos, puede erigirse en una ex-
La consecución de un modelo armonioso de senderismo exi-
traordinaria expresión de armonía. Para ello ha de presentarse
ge de una mayor atención de los órganos de gestión, pero
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...
Paisaje desde el Camino Natural de la Vía Verde de la Subbética. Córdoba. Andalucía
...
Camino Natural de GuadixAlmendricos. Almería. Andalucía
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Caminos Naturales de España
también de un mejor nivel de concienciación de los caminan-
go o contemplación. En ocasiones encierran la sugerencia de
tes, cuya implicación efectiva ha de plasmarse en un compro-
paisajes grandiosos y libres. A veces permiten conectar con el
miso de buenas prácticas no sólo para favorecer la conserva-
sentimiento de la naturaleza más indómita. Pero sea cual fuere
ción de su patrimonio ecocultural, sino también por el necesa-
la percepción dominante, siempre concitan la admiración y la
rio respeto a otros usuarios.
suma de emociones.
No obstante, a veces, en lugares muy conocidos y demanda-
Todos los tonos de verde, todas las texturas de la tierra, todos
dos, infraestructuras y número de visitantes pueden provocar
los reflejos de la nieve, todas las formas de las nubes se presen-
presiones puntuales intensas, con fenómenos de degradación
tan en los caminos naturales. Igual hospitalidad conceden al
ambiental y riesgo de reducción del atractivo propio del pai-
viento, a la bruma, a la luz de la tarde o las claras del amanecer.
saje y de la calidad de la visita. En unos momentos en los
Caminos humildes para dar grandeza a la naturaleza, para sen-
que la población del planeta ha crecido exponencialmente, la
tirse infinitamente pequeños.
capacidad de comunicación es inimaginable y los medios de
transporte dominan la tierra, se desarrollan algunos conflictos
Recorrer esos caminos llega a marcar la vida y el pensamiento.
cuya solución es compleja. La salida a estas situaciones requie-
Para quien lo hace con la mente dispuesta y los sentidos abier-
re, necesariamente, de un esfuerzo colectivo en el que la mo-
tos, puede tener consecuencias trascendentales, dando lugar a
deración, el civismo y la diversificación de la oferta de senderos
que el caminante sea un hombre distinto al regresar. Lo expre-
juegan papeles relevantes.
sa magistralmente Eduardo Martínez de Pisón, «comenzar por
el sentimiento de una tarde en el bosque y transformar luego
La vivencia de los caminos
las sensaciones en ideas».
…vi unas cosas que no puede
Cuando el yo no está aislado, la frágil y diminuta figura del
ni sabe repetir quien de allí baja.
caminante se hace paisaje. Su significado es el de las suaves
colinas y los picos escarpados; los valles apacibles y los desfila-
Dante Alighieri
deros que sobrecogen; los desiertos de piedra y la frondosidad
de los sotos; el estruendo de las cascadas y los silencios de la
Nuestros caminos naturales por montes y montañas llaman a
alta montaña. Así da sentido a su vida, a esa existencia que no
muchas personas diferentes y hablan con miles de voces distin-
es otra que la que vive en ese momento y que llena su cuerpo
tas. A unos les ofrecen aventura y desafío. A otros inspiración
y serena su espíritu.
artística, aprendizaje ambiental o aprovechamiento de recursos. Muchos encuentran momentos de ocio, amistad, sosie-
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Caminos Naturales de España
Los caminos naturales en España
Juan Ruiz de la Torre
César López Leiva
Catedrático Emérito de Botánica. Universidad Politécnica de Madrid
Profesor de Botánica. Universidad Politécnica de Madrid
Los caminos más naturales son muy antiguos y sirvieron desde épocas remotas para desplazamientos humanos, por individuos o por grupos, hasta muy nutridos, como algunos desde los que se deducen por indicadores de estudio científico de
restos, hasta los que fueron transmitidos por relatos tradicionales, fatalmente deformados con el tiempo. Así, los tramos de
entradas y salidas en las grandes montañas periféricas, con el Pirineo (véanse como ejemplos el Somport o Ibañeta) y las que
rodean el borde peninsular, sobre todo en la Cordillera Cantábrica y las sierras del litoral mediterráneo, desde las catalanas y
valencianas hasta las béticas.
Las noticias históricas, escasas, nos hablan de la llegada de
cobre, hierro, la existencia de estaño y la ubicación en relativa
comerciantes levantinos, fenicios y griegos, a los que acom-
proximidad a las Casitérides, luego islas Británicas.
pañaban judíos, pronto establecidos en Ibería o Sfarad y que
contribuyeron al conocimiento de nuestra península y el ar-
Debe aludirse a la deforestación y sustitución de la vegetación
chipiélago balear por toda la Oikuméne, como hubiese podido
natural en el entorno de focos culturales antiguos y en los cam-
ocurrir con el de las Canarias, de donde los fenicios obtenían
pos y valles fértiles, pronto dedicados a la agricultura. España,
la «sangre de drago» (Dracaena draco) y, sobre todo, los mu-
en todas sus regiones, presenta flora riquísima y vegetación de
rex de las islas orientales (hoy Lanzarote y Fuerteventura), que
enorme diversidad. En Canarias llegamos a máximos natura-
contribuían a la tinción de la «púrpura de Tiro», de color rojo
les. En península y Baleares la riqueza y la diversidad se deben
amapola, por lo que tiempo después los romanos conocieron a
mayoritariamente a la conservación de porcentajes muy gran-
esas islas como Purpurarias.
des de plantas leñosas y herbáceas bajas o rastreras, que dan
mayoría de cubiertas propias de fases juveniles o degradadas de
Los comerciantes, primero fijados en el litoral, irían pasando
la vegetación. En suma, y según estima el gran ecólogo del pai-
en parte al interior por caminos naturales, interregionales o
saje profesor Zev Naveh, de Haifa, la vegetación mediterránea
comarcales. Las noticias datables como más antiguas, acerca
que hoy vemos se ha desarrollado y conservado con presencia
de nuestra península, parece que anteriores a las menciones
constante de factores como la cabra y el fuego, ancestralmente
de Heródoto, son las contenidas en la Biblia, libros de los
manejados por el hombre.
Reyes y de las Crónicas, donde se designa como Tarshish, con
igual raíz que el griego Tartessos. El esplendor tartésico debió
La llegada y fijación de los romanos establece la red de cal-
basarse en la riqueza minera, dada la abundancia de plata,
zadas, mayoritariamente trazadas por caminos naturales, con
...
en la página anterior
Haya (Fagus sylvatica)
Son varios los Caminos Naturales que atraviesan hermosos hayedos de
influencia atlántica: La Senda del Pastoreo, Sierra de la Demanda, Cordillera
Cantábrica, Hayedos y robledales de Riaza, etc.
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Caminos Naturales de España
tramos montañosos y/o forestales, como los ejemplos del
En la España cristiana de los reinos del norte e introducién-
Puerto del Pico o el Monte Irago-Cruz de Ferro y otros que
dose en la península desde el resto de Europa, por pasos na-
pese a su naturalidad cayeron en desuso trocados por otros
turales en la barrera pirenaica, se establecen distintos caminos
caminos desfavorables, como el abandono de la calzada de
hacia Compostela, atravesando montañas, valles y páramos.
Calatrava para pasar de Castilla a Andalucía por Despeña-
De ellos, cobra más importancia el llamado Camino Francés,
perros. Las calzadas, su preparación y su misma existencia
que, entrando en España por tierras navarras, dirigía a los pe-
dieron lugar a desforestaciones de tramos de montaña, por
regrinos por una sucesión de territorios –riojanos, burgaleses,
aprovechamiento de recursos y, hasta hoy, o presentan cu-
palentinos, leoneses, gallegos–. Los montes proporcionarían
bierta muy transformada o tienen entornos muy aclarados.
refugio, lugares de descanso y de abastecimiento de agua, fru-
En contrapartida, la difusión deliberada de algunas especies
tos y plantas comestibles por otras partes aéreas, raíces, tu-
principales de interés forestal, como castaños (Castanea sa-
bérculos, bulbos y especies medicinales; sería fundamental el
tiva) en el norte y olmos o negrillos (Ulmus minor) y noga-
conocimiento del relieve y de parajes como pasos de montaña,
les (Juglans regia) en las vegas de la España mediterránea,
gargantas fluviales y los peligros y amenazas de las plantas ve-
se apoyaría en las rutas marcadas por caminos naturales. La
nenosas –sobre todo, las parecidas a otras inocuas–, la fauna
sistematización y extensión de la agricultura también dio lu-
silvestre o los asaltos de bandoleros y otros expoliadores, como
gar al uso y apertura de caminos de diferentes categorías, aún
en el paso por los caminos de los montes de Oca (Burgos). Asi-
subsistentes.
mismo, destacaron personas de espiritualidad altruista como
los santos Domingo de la Calzada y Juan de Ortega, que faci-
Entre los caminos naturales que conservaron uso constante en
litaron y fomentaron la adecuación de los caminos para el paso
las épocas comentadas, se hallan los de los rasos de las mesetas,
de peregrinos.
que comparten con los de montaña el atravesar tramos forestales, cambiantes con las épocas de activo aprovechamiento y
La victoria de los cristianos en las Navas de Tolosa también
aclaramiento, incluso cultivo y de abandono y progresión de
tiene relación con los caminos naturales. Un ganadero, cono-
las cubiertas vegetales. En estas regiones, los caminos natura-
cedor del terreno a gran escala, indicó a los cristianos el ven-
les conducían hacia las vastas extensiones de arbolado medi-
tajoso itinerario por la antigua calzada romana, que dio a los
terráneo esclerófilo, aclarado para el aprovechamiento de los
cristianos ocasión de literalmente caer sobre el campamento
pastos. En tiempos imperiales consta que se llevaban a Roma
del sultán almohade. Muy parecida había sido, anteriormente,
productos del cerdo ibérico, estimados como se merecen; es
la reconquista de la ciudad de Cuenca con intervención de un
de suponer, por tanto, que datarán al menos de esa época los
ganadero al que se asigna igual nombre que al de las Navas.
adehesados tan extendidos en nuestros montes, y que, aparte
de las comunes encina (Quercus ilex), alcornoque (Q. suber) y
El modelo ganadero de la trashumancia, con el traslado
robles (Q. faginea y Q. pyrenaica), llegan a tener como especie
de las mestas y rebaños para el aprovechamiento estacio-
alta el arce de Montpellier (Acer monspessulanum) en montes
nal óptimo de los pastos, seguía caminos naturales, aún hoy
próximos a Morella (Castellón).
existentes, como cañadas, cordeles y otras vías derivadas, que
...
en la página anterior
Laurisilva en el Camino Natural Por los senderos tradicionales del El Hierro o
GR 131
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atravesaban pastos y matorrales en tierras comunales, quedan-
En los años sesenta del pasado siglo se vuelve la atención a la
do expresamente fuera de este uso algunos reductos de arbola-
conservación de la naturaleza y nace el ecologismo, que viene a
do reservados (las dehesas y rades de la Castilla Vieja), fuente
ser popularización de la ecología y utilización política de la crí-
de leñas y maderas para las poblaciones, aparte de las huertas,
tica de los adversarios con menores aportaciones positivas. Ese
prados de siega, viñedos y majuelos y cultivos de cereal. En
será el inicio de la promoción de caminos y vías para amantes
regiones fronterizas entre los reinos cristianos y los musulma-
del senderismo, como los grandes recorridos (gr) que enlazan
nes, aun en época de conflictos bélicos, se respetaban mutua-
con el resto de Europa y otras sendas de montaña, creadas ex-
mente los traslados de ganados desde cada una de las zonas,
presamente o aprovechando básicamente el entramado de vere-
pues, entre otros aspectos, los valles que recibían los rebaños
das de ganado y otras vías forestales.
en invierno, dedicados a cultivos de período corto, quedaban
beneficiados con el abono suplementario del estiércol, mientras
Caminos particulares insertos en paisaje y toponimia
que en las montañas se garantizaba la conservación de tascas y
pastos de óptima calidad durante el verano, estación de sequía
Vamos a comentar unos pocos ejemplos de inserción en la cul-
y agostamiento en los campos y zonas bajas. Ejemplo de redes
tura, tradición, costumbres y toponimia de algunos caminos
de trashumancia y de respeto entre foráneos y aun enemigos es
naturales que tuvieron o conservan uso que podríamos llamar
el del Pirineo aragonés alternando con el valle medio del Ebro
social u oficial.
y el Somontano.
Caminos de saca de «árboles», como los que se practicaron en
Se pueden señalar los intervalos de contiendas dinásticas y so-
la serranía de Segura para llevar los troncos de pinos especiales
ciales, reorganizaciones, desgobierno, invasión francesa, gue-
(salgareños limpios de 30 m o más), que iban a Cartagena,
rrillas y, finalmente, pronunciamientos y cambios de régimen
destinados a «arbolar» los cascos de barcos de guerra que luego
y legislaciones básicas. En todos estos períodos se prosigue
terminarían de construirse en San Fernando.
usando los caminos naturales y, finalmente, hay un desarrollo progresivo de los artificiales, carreteras, ferrocarriles hasta
En los siglos del Barroco, los penados a galeras por la Chanci-
autovías y autopistas; en los montes, vías de saca y pistas fo-
llería de Granada iban a ser reunidos en un lugar de la cabe-
restales o caminos rurales en las grandes regiones agrícolas.
cera del río Andarax hasta petición de remeros desde la base
Los buenos conocedores de caminos y pasos proporcionarían
de Cartagena. Atravesaban, en cadenas o cordel, la divisoria
valiosa información para el movimiento y el trasvase discreto
de Sierra Nevada por el puerto de Vacares, donde perdían de
o clandestino de grupos y personas, así como para la locali-
vista sus paisajes conocidos y se encaminaban a una vida corta
zación de lugares para esconderse o emboscarse, como en las
y durísima, por lo que las gentes de la comarca del alto Genil
guerras civiles. En distintas épocas, se utilizarían para activida-
llamaron al camino del puerto «Cuesta del Calvario».
des delictivas como el contrabando y el bandolerismo (Sierra
Morena, Campo de Gibraltar con la Serranía de Ronda y el
Desde tiempos prehistóricos se ha venerado a potencias celes-
Pirineo –Andorra–).
tes o a la memoria de personas reconocidas como excepcional-
— 46 —
Caminos Naturales de España
mente buenas, en lugares singulares, por su ubicación topo-
En los períodos de cauce seco, la rambla constituye un au-
gráfica o valor del paisaje, construyéndose ermitas, rabat, horm
téntico «camino natural» apto para vehículos, que incluso ha
o imerabitin, centros de reunión en romerías y celebraciones,
merecido el nombre irónico de «rambla automovilista». Esto
incluso con reservas de monte periférico y/o tumbas de los ve-
se puede comprobar desde las costas orientales de Málaga y las
nerados. A través del tiempo, con nuevas agregaciones, han lle-
de Granada y Almería hasta las valencianas y aun catalanas.
gado las ermitas y santuarios conmemorativos hasta nuestros
días, con caminos transitados en especial en las épocas más
En los fragmentados mosaicos de paisaje de la España verde,
idóneas (en Andalucía, en las primaveras). Se podrían men-
con poblamiento muy disperso, se establece una tupida red
cionar centenares de ejemplos, siendo suficiente recordar unos
de caminos (en Galicia, corredoiras y corgos) que atraviesan los
pocos, como El Rocío, Valvanera, Vallivana, Leyre, San Millán
distintos tipos de piezas de vegetación (bosques y fragas, sotos,
de la Cogolla, Lluc, La Balma, Pineta, Lomos de Orios, etc.
prados, cultivos), por lo general discurriendo por los llanos y
pasos naturales entre colinas o elevaciones y flanqueados por
Un tipo especial de torrentes bien representado en la Espa-
muros de piedra para la separación de propiedades y confina-
ña mediterránea es la rambla, vocablo que, en árabe significa
miento del ganado o bien setos inermes o espinosos, a veces
arena o arenal. La rambla ofrece habitualmente un lecho de
por hileras de árboles caducifolios (sebes asturianas). En las re-
depósitos grandes o medianos, incluyendo arenas, con redu-
giones de transición hacia la España mediterránea, es frecuente
cidos caudales sobrantes pronto desaparecidos, hasta que una
también que el trazado de caminos venga realzado por setos,
súbita crecida trae grandes olas de agua saturada de arrastres,
aquí de especies subesclerófilas que aparecen también en las
hay nuevos depósitos y vuelve a quedar el cauce en seco.
orlas de los bosques más densos.
...
Los pinares bordean los cultivos y se asoman al mar en Sa Vall. Camí de
Cavalls. Menorca. Islas Baleares
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La Ribeira Sacra
Naturaleza y tradición en armonía
Galicia
Romi del Río Bonafonte
Historiadora del arte y gestora cultural
La Ribeira Sacra constituye la divisoria natural entre las
provincias de Ourense y Lugo. Se articula en torno a los ríos
Miño y Sil, cuyos profundos valles excavados en la roca granítica de la penillanura le confieren un aspecto montañoso
y propician unas particularidades climáticas que conforman
un espacio rico en paisajes y ecosistemas. En estos parajes
de singular belleza se asentaron a lo largo de la Edad Media
eremitas y monjes, poblándolos de monasterios e iglesias y
extendiendo los cultivos que contribuyeron decisivamente a
configurar su paisaje.
— 48 —
Caminos Naturales de España
La naturaleza agreste convive con espacios intensamente hu-
de Santa Cristina. En la plaza con el monumento a O Barqui-
manizados. Fuertes pendientes rocosas salpicadas de matorra-
lleiro, se siguen las marcas del pr g-98 para tomar el desvío a
les alternan con sorprendentes laderas trabajadas en bancales
Fondodevila, aldea en la que se han recuperado un horno y
para el cultivo de la vid. Bosques de especies atlánticas como
un secadero de castañas. Luego el camino asciende bordeado
el roble y el abedul se mezclan con sotos de castaños y cohabi-
por los muros de piedra de pequeñas parcelas de castaños de
tan en las zonas más resguardadas con especies mediterráneas
gran porte, testimonio de las explotaciones impulsadas por los
como el alcornoque y el madroño. Y antiguas zonas de cultivo,
monasterios. El de Santa Cristina cedió las tierras a los campe-
hoy cubiertas de matorral y pinos, dan paso a pastos ganade-
sinos a partir del siglo xii, a cambio de una renta.
ros y pequeños campos de labor que, en torno a las aldeas, se
Se llega a la carretera para tomar el desvío a Os Torgás o Balco-
alternan con robles y castaños.
nes de Madrid, dos miradores de vértigo sobre el cañón del Sil.
Uno de los espacios más diversos y espectaculares de la Ribeira
Sorprende descubrir súbitamente las laderas precipitándose en
Sacra es el cañón del Sil (Lugar de Importancia Comunitaria),
una pendiente de más de 400 m sobre las aguas aquietadas y
que abarca los últimos 25 kilómetros del río antes de su desem-
elevadas por el embalse de Santo Estevo. Enfrente, ya en tierras
bocadura en el Miño. El Camino Natural de la Ribeira Sacra, a
luguesas, se ve el santuario de Cadeiras. El absoluto silencio
través de varias rutas, recorre la amplia diversidad de paisajes y
acrecienta la grandiosidad del paisaje.
los principales elementos culturales y naturales de este espacio,
El camino bordea un área recreativa (kilómetro 2) y va si-
mostrando las perspectivas más atractivas del cañón.
guiendo las ondulaciones del terreno con cortas pero notables
pendientes. Es un tramo más abierto, donde el matorral se
Parada do Sil-Monasterio de Santa Cristina
extiende entre pinos y robles, que se espesan en las vaguadas
La ruta, de apenas 8 kilómetros, discurre por la penillanura
y ceden terreno a los tojos y al brezo en las zonas altas. Desde
que ocupa la mitad norte del municipio de Parada do Sil. Esta
la aldea de Portela (kilómetro 4), una pista asfaltada asciende
zona, con una altitud media de 600 m, se precipita brusca-
hasta la ermita de San Antonio, flanqueada por un pinar de
mente hacia el cauce del Sil, ceñida por uno de sus más acusa-
repoblación, robles y castaños.
dos meandros. Este itinerario proporciona espectaculares vistas sobre la zona más agreste del cañón del Sil, recorriendo un
Desde aquí, se continúa por carretera hasta el final de la ruta.
amplio muestrario de paisajes y poblaciones con interesantes
Los márgenes son amplios, lo que permite caminar cómoda-
ejemplos de arquitectura tradicional, hasta llegar al monaste-
mente sin pisar el asfalto. Entre robles y castaños se llega a
rio de Santa Cristina, uno de los más importantes de la Ribeira
Castro, pequeña aldea con algunas construcciones de interés.
Sacra en la Edad Media, muy próximo al río.
A la salida merece la pena acceder al camping para disfrutar
de la espectacular panorámica sobre el cañón del Sil desde el
Se parte de Parada do Sil, localidad en la que sobresalen su
mirador allí instalado. La carretera cruza el trazado del Camino
iglesia barroca y la casa rectoral que perteneció al monasterio
Real Os Peares-Santa Cristina y desciende en fuerte pendiente,
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...
Tramo del Camino Natural hacia
Paradela
...
Ermita Virxe do Monte
En el Camino Natural de la Ribeira Sacra, las ermitas y los santuarios surgen
como un elemento más de la naturaleza de estos montes y bosques
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Caminos Naturales de España
ofreciendo unas preciosas vistas sobre el río y el bosque de cas-
Se continúa en suave ascenso por un interesante paisaje. Gran-
taños centenarios que rodea Santa Cristina. El monasterio es
des rocas de granito moldeadas por el viento se alzan entre
un destacado exponente del románico rural gallego, objeto de
pastizales conquistados por retamas, zarzamoras y helechos,
una ejemplar restauración.
con ejemplares de pinos, robles y abedules. La pista se une al
trazado del pr g-72 y se cruza la carretera (km 8) para ascender
Alto do Couso-Estación de Santo Estevo
hasta la ermita de la Virxe do Monte, sobrio edificio barroco
rodeado por robles y un pinar que dan sombra a un área re-
Esta ruta recorre los distintos paisajes de la penillanura, as-
creativa. Desde aquí se domina una amplia panorámica.
cendiendo a la ermita de la Virxe do Monte (930 m), visitando pequeñas poblaciones donde se pueden ver las formas de
La pista avanza junto a un parque eólico. La vegetación es esca-
vida y las construcciones tradicionales de la Galicia interior y
sa; solo algunos pinos y abedules se destacan entre el matorral de
descendiendo al imponente monasterio de Santo Estevo para
tojo, brezo y retama. Tras cruzar el trazado del pr g-71 ya se adi-
concluir junto a la desembocadura del río Cabe en el Sil, en un
vina en el horizonte la proximidad del cañón del Sil. Helechos
paraje de extraordinaria belleza natural.
y grandes tojos alternan con robles, acompañando el descenso
Se parte de Alto do Couso (761 m), un cruce de caminos en la
carretera ou-536. Allí, se toma la pequeña carretera que conduce a As Meiroás. El primer tramo discurre entre robles, castaños y helechos, para luego dar paso a una zona más abierta,
con matorral salpicado de robles, abedules, tojos y algunos pinos jóvenes. (A la altura del kilómetro 3, se deja a la derecha el
punto de inicio de la Ruta As Meiroás-Melón Baixo.)
a la aldea de Casares y coincidiendo con un tramo del pr g-71.
La ruta sigue por la carretera hasta tomar una pista de grava
que desciende a Pombar, localidad que conserva varios hórreos
y construcciones tradicionales. Cruzando la carretera (ou-508)
y coincidiendo de nuevo con el pr g-71, el camino avanza entre campos de labor, robles y castaños. Al poco surge el desvío
a la fortaleza de Penedos do Castro, antiguo castro que estuvo
La carretera se adentra en un frondoso robledal y poco más
ocupado desde el siglo vi a. c. hasta los siglos xiv-xv d. c. Las
adelante se toma el camino que asciende entre prados, robles
vistas sobre el valle del Sil y el monasterio de Santo Estevo
y castaños, hasta Melón Baixo. Esta población conserva, sin
desde los restos del castro son espectaculares.
apenas transformaciones, las características propias de la arquitectura tradicional de la zona, conformando un conjunto
El camino desciende hacia Santo Estevo en acusada pendiente.
de interés, con edificios de grandes bloques de granito y puer-
Atraviesa un frondoso robledal con algunos abedules, mientras
tas de madera, y viviendas con balconadas, acceso en alto por
van ganando presencia los castaños, uniendo sus ramas para
medio de escaleras de piedra y espacios secundarios en planta
abovedar el camino, flanqueado por muretes de piedra tapi-
baja. En la plaza hay varios hórreos. Desde aquí, se toma un
zados de musgo. Al entrar en la localidad de Santo Estevo de
camino que pasa por Melón Alto para luego atravesar un ro-
Ribas de Sil se ven dos caserones con los escudos de Santo Es-
bledal hasta llegar a una ancha pista de grava, donde se deja a
tevo. Descendiendo las empinadas callejas se desemboca ante
la izquierda el inicio de la Ruta de Arcos.
el soberbio conjunto del monasterio de Santo Estevo.
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Caminos Naturales de España
El monasterio, hito de la Ribeira Sacra, fue uno de los más
campos de labor y prados ganaderos entre robles, abedules y
relevantes de Galicia. La actual construcción es una suma de
castaños. El camino comunica las aldeas de As Meiroás, donde
estilos y épocas, reflejo de sus momentos de mayor esplendor.
se ven varios hórreos y construcciones tradicionales, algunas
La iglesia es románica, de finales del siglo xii, con cubierta del
bastante reformadas; Casanova y Melón Baixo.
xvi. El monasterio cuenta con tres claustros: el de los Obispos, con piso bajo románico y el alto, gótico tardío; los otros
Ruta de Arcos
dos claustros son renacentistas. Las fachadas de la iglesia y del
monasterio son barrocas. Actualmente, tras una completa res-
Esta breve ruta permite disfrutar de un agradable paseo por
tauración, es parador nacional de turismo. (A la izquierda de
un frondoso robledal, siguiendo un antiguo camino de piedra
la plaza, parte la Ruta de San Xoán de Cachón.)
en el que se pueden apreciar las huellas dejadas por los carros
que transitaban esta zona. El camino desciende hasta la aldea
El último tramo de la ruta desciende a través de un bosque de
de Arcos y, entre robles y prados ganaderos, llega a la carretera.
robles y castaños mezclados con especies mediterráneas como
el alcornoque y el madroño, ofreciendo hermosas vistas sobre
Ruta de San Xoán de Cachón
el cañón del Sil. Al llegar a la carretera se bordea el cauce del
río (hay que poner especial atención, pues no hay arcén) y se
Recorre la ladera que baja desde el monasterio de Santo Estevo
cruza el Puente do Sil para, ya en tierras de Lugo, bajar a la
hasta el río. Descendiendo entre castaños, se adentra luego en
estación de San Estevo, situada junto a la desembocadura del
un bosque en el que conviven robles, castaños, alcornoques
río Cabe (lic) en el Sil.
y madroños. Un desvío conduce a las ruinas de la ermita de
San Xoán, quizá origen del monasterio de Santo Estevo. La
Ruta As Meiroás-Melón Baixo
acusada pendiente, acondicionada con escaleras, ofrece unas
inmejorables vistas sobre las laderas del cañón del Sil, cubiertas
A 3 kilómetros de Alto do Couso se toma el desvío a As Mei-
de exuberante vegetación.
roás. La ruta, sin grandes desniveles, atraviesa frondosos robledales que, en las zonas próximas a las localidades, dan paso a
...
en la página anterior
Vista del monasterio de Santo Estevo desde Penedos do Castro
La enorme cantidad de antiguos caminos que confluyen tanto en este
monasterio como en el de Santa Cristina dan idea de su importancia
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Caminos Naturales de España
...
Vista del cañón del Sil desde el mirador A Pena da Cividade
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Cordillera Cantábrica
Gran Recorrido 109: «Asturias Interior»
Principado de Asturias
Antonio Alba Moratilla
Escritor y montañero
Asturias es conocida desde hace años como «Paraíso Natural». Esta denominación es fruto de la magia que tiene esta
tierra, su clima suave, el encanto de su naturaleza, el paisaje
abrupto de profundos valles cubiertos de espesa vegetación,
las altas cimas que elevan los sueños de sus habitantes hacia
el cielo, la profundidad de las minas donde entierran sus pesares, y los bosques por donde sus gentes han ido dejando
huella de su paso a través de los tiempos.
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Caminos Naturales de España
Este Camino Natural atraviesa Asturias de este a oeste a media
En el oriente, la ruta se adentra en bosques dominados por
altura, entre las abruptas cimas de la cordillera y el mar Cantá-
carvallos, en el centro por castaños, bosques de ribera, pastos
brico, por un recorrido que tan pronto nos sitúa en los albores
de montaña, y en el occidente, por robledales y hayedos.
del cielo, donde el espíritu se nos eleva siguiendo el vuelo de
las águilas y los buitres, y otras donde podemos apreciar cómo
Se inicia el itinerario en Panes, a los pies de los Picos de
el paso del hombre a través del tiempo ha dejado sus huellas
Europa, y entre estos y el mar recorre de este a oeste la cara
desde los albores de la humanidad.
sur de la sierra del Cuera, un macizo montañoso que se sitúa
apenas a cuatro kilómetros del litoral. Es en este tramo don-
También entraremos en contacto con los habitantes de un
de se encuentran asentamientos humanos que pertenecen
mundo rural, donde las costumbres y labores tradicionales
a la época paleolítica, y se reúne gran parte de los vestigios
del campo siguen marcando los modos de vida en numero-
prehistóricos hallados en numerosas cuevas y simas, apare-
sas casonas y aldeas. Podremos contemplar cómo obtienen el
ciendo las primeras huellas de los habitantes de este territo-
fruto de la tierra para poder vivir y, quizás, también conocer
rio en cavidades con pinturas rupestres como La Covaciella,
historias de otros tiempos, que ellos han escuchado a sus an-
El Bosque y Los Canes y la de Loja en el Mazo; donde sobre-
tepasados, en las que podremos apreciar muchos de los nom-
salió la actividad metalúrgica en torno al 2000 a. c.; donde
bres que tienen los diferentes lugares de paso que emanan de
hay vestigios de asentamientos romanos en los castros de
hechos acaecidos o que indican una situación determinada.
Abándemes y Alles.
El Camino Natural de la Cordillera Cantábrica se inicia en
El paisaje es el correspondiente a una zona eminentemente
los límites con la Comunidad Autónoma de Cantabria, a ori-
ganadera y agrícola, salpicada por grandes manchas de bos-
llas del río Deva; hasta llegar a las proximidades de Galicia,
ques que cubren las laderas de las montañas. Todo esto con-
atraviesa a su paso espectaculares paisajes, desde las cumbres
forma un paisaje donde aparecen los caseríos, con sus casas
y los pastos en las brañas de la alta montaña hasta los exten-
blasonadas. Pasaremos junto a caminos utilizados por los ro-
sos prados y pastizales que alfombran los numerosos valles
manos, como la senda de Caoro o la calzada romana de Pie-
que vertebran la región. De esta forma, el Camino Natural
drahita; contemplaremos la montaña mítica de la escalada en
recorre gran parte de los espacios naturales protegidos más
España, el pico Urriello o Naranjo de Bulnes, en el corazón
singulares de Asturias, como el Parque Nacional y Reserva
de los Picos de Europa, cuya visión nos acompañará durante
de la Biosfera de los Picos de Europa, el Parque Natural y
gran parte de algunas de las primeras etapas; en el lento cami-
Reserva de la Biosfera de Redes, el Paisaje Protegido de las
nar hacia el occidente, llegaremos a Cangas de Onís, primera
Cuencas Mineras, el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa,
sede del reino de Asturias.
el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Somiedo, el Parque Natural y Reserva de la Biosfera de Fuentes del Narcea,
Es a partir de Cangas de Onís donde la ruta discurre plácida-
Degaña e Ibias y, en el occidente asturiano, la Reserva de la
mente cerca de los ríos Sella y Piloña, alimentados por peque-
Biosfera Oscos-Eo.
ños afluentes de poco caudal y corto recorrido, que configuran
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...
El Puentón. Cangas de Onís
Arqueado sobre el río Sella,
el conocido como Puentón o
puente romano, pese a ser una
construcción del siglo XIV, es uno
de los emblemas de Asturias
...
Prado en el Camino Natural
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Caminos Naturales de España
pequeños valles y desfiladeros de gran belleza natural, donde
Se continúa por el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa; en-
las caserías llaman poderosamente la atención. Las viviendas,
frente, el macizo de las Ubiñas. En su discurrir en busca del
con paredes de piedra invadidas por musgos y enredaderas,
río Trubia se pasa por hermosos hayedos totalmente tapizados
están provistas de bonitos corredores de madera.
de arándanos, con pequeñas manchas de pastos salpicadas de
acebos. Cruzaremos por brezales en las zonas altas que, si están
Luego el camino se adentra en los recónditos montes de la
floridos, configuran un paisaje encantador.
sierra del Sellón, donde encontraremos el pueblo de Espinaredo, con el mayor y mejor conjunto de hórreos de Asturias,
Ya en el río Trubia, el Camino Natural comparte recorrido
que da paso al antiguo camino del Sellón, que unía Castilla
con la Senda del Oso, una pista para caminantes y cicloturistas
con Villaviciosa. Atravesaremos después la sierra de Peñama-
realizada sobre la antigua caja de un ferrocarril minero. Podre-
yor, cubierta de extensas manchas boscosas, en busca del río
mos contemplar a las osas Paca y Tola en semilibertad, y afron-
Nalón en los valles mineros, donde veremos los restos que
tar el recorrido por el «Camín Real de Cueiro a Villanueva»,
esta actividad ha dejado y el afán de sus habitantes por recu-
que transita por el Paisaje Protegido del Pico Caldoveiro y los
perar su historia a través de las múltiples rehabilitaciones del
Puertos de Marabio, donde podremos caminar por inmensos
patrimonio industrial, que en muchos casos se encuentra en
pastos de montaña en los que el ganado de la zona pasa el
medio de una frondosa naturaleza y de un excepcional paisaje
verano y otoño, antesala de la tierra del oro, en Belmonte, a
de montaña.
donde llegaremos por el «Camín Real de la Mesa», transitado
por Jovellanos.
Es en esta parte del recorrido donde se encuentran las mayores
dificultades, al tener que atravesar todas las sierras que parten
Pasaremos junto al pueblo de Begega, con restos de las an-
de la cordillera y que mueren en la planicie central asturiana.
tiguas explotaciones mineras romanas, cuyo complejo consta
El Camino Natural se dirige hacia el río Negro a través del
de un centro metalúrgico, un pequeño castro romano relacio-
Cordal de Coto Beyo, asentamiento de la antigua explotación
nado con la minería, al contrario de otros del territorio que
minera de carbón a cielo abierto y hoy en día reconvertida en
son agroganaderos, y tres núcleos de explotación minera, hoy
un inmenso pastizal.
en día cubiertos por una exuberante vegetación. Así como los
nuevos sistemas de explotación de este preciado mineral en la
Pasa por los puertos del Rasón, a los pies de la calzada romana
mina a cielo abierto, muy próxima al pueblo de Begega, donde
de la Carisa, punto más elevado de este Camino Natural y des-
podemos contemplar la casa solariega de los Begega-Flórez.
de donde se tiene una excepcional vista de la zona central asturiana, para encaminarnos a Campomanes, punto de encuentro
A partir de aquí el Camino Natural se interna en la zona más
de las dos vías de acceso a Castilla, los valles del Huerna y Pa-
desconocida de Asturias, que reúne un encanto especial, zona
jares. En este entorno se encuentra la iglesia de Santa Cristina
eminentemente montañosa, de abrupta y aislada orografía que
de Lena, joya del prerrománico asturiano y Patrimonio de la
le confiere una acusada personalidad. Los valles, con ríos de
Humanidad.
aguas de verde cristal, se suceden encajonados entre montañas,
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...
Localidad de Pomar
...
Tramo del Camino Natural
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Caminos Naturales de España
con bellos rincones escasamente alterados y donde aún puede
de gran riqueza arqueológica. Siendo a partir del siglo iv a.
apreciarse la naturaleza en su estado más puro. Se pasa por
c. cuando aparecen los rasgos más característicos del hábitat
Tuña, pueblo de grandes y bellos palacios, cuna del general
castreño, fosos, murallas, cabañas de uso simple y de uso co-
Riego, antesala de la parte más ganadera de Asturias y de anti-
munitario, y que fue abandonado en el siglo ii d. c. después
guos territorios de los condes Piñolo Jiménez y Aldonza Mu-
de un fuerte terremoto.
ñoz, quienes construyeron en 1032 el monasterio de San Juan
Bautista en Corias, llamado el Escorial asturiano, que entre
A partir de aquí, el Camino Natural se adentra en los Os-
los siglos xii y xiii alcanzó su máximo esplendor, llegando a
cos, comarca lejana y en otra época abandonada donde aún se
poseer tierras en la mayor parte del occidente de Asturias y en
conservan los antiguos modos de vida, con una arquitectura
cuya capilla podremos admirar un magnífico Cristo crucifica-
reflejo de la tierra e imbuida de los recursos del valle. Las
do del siglo xii. Desde Corias se camina en busca de Besullo,
casas y cuadras son oscuras y herméticas, con tejados de piza-
cuna del ilustre escritor Alejandro Casona, donde veremos los
rra, mimetizadas con el entorno, perfectamente adaptadas al
restos de la casa de los siete balcones inmortalizada en su obra
medio, en concordancia con el terreno y el clima, basadas en
del mismo nombre.
el principio de la economía constructiva, el sentido común y
el ingenio funcional que responde adecuadamente a las nece-
Es la última parte del Camino Natural, la más solitaria y re-
sidades del mundo rural, con sus hórreos, paneras, cabazos,
cóndita. Se adentra éste en el frondosísimo pinar de Pomar de
cabanones, pajares, palomares, cobertizos, etc.
las Montañas, antesala del «valle del oro» (Valledor), donde
volvemos a encontrar numerosos restos auríferos romanos.
Este Camino Natural pasa por lugares sagrados, donde el si-
Pasamos luego por Grandas de Salime, con su museo etno-
lencio del entorno solo se rompe por el silbar del viento, el
gráfico, que rememora la vida hasta la mitad del siglo pasado,
palpitar de los árboles, los cantos de los gallos silvestres, el au-
con sus costumbres y utensilios que nos dan una perfecta idea
llido del lobo, el rugir del oso, el bramido del venado, y el
de cómo se vivía en aquella época. Por último, el Camino
calor del terreno que nos transportan, nada más cerrar los ojos,
Natural pasa junto a un número importante de yacimientos
a tiempos remotos, mundos mágicos insospechados donde la
rupestres, y es en Grandas de Salime donde se encuentra uno
imaginación nos recrea lugares encantados en los que reina la
de los conjuntos arqueológicos más interesantes de cuantos
evocación.
en esta región han sido tradicionalmente asignados a la Edad
del Bronce, el Chao de San Martín, en la localidad de Castro,
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Caminos Naturales de España
...
Paisaje pastoril de los Picos de Europa
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La Palma. gr 131 o El Bastón
Crónicas de una isla viva
Islas Canarias
Daniel Martín Gómez
Escritor y periodista
Difuminado por la borrosa lente de nuestra existencia, todo
relieve aparenta una falsa inmutabilidad. Ninguna cordillera,
por imponente que sea, ha estado ahí desde el inicio de los
tiempos. Ningún río, por caudaloso que parezca, ha fluido
siempre. Ningún valle, sin importar su extensión o su profundidad, podrá escapar al destino de ser algún día colmatado. Solo nuestra efímera vida, un destello entre eones, nos
impide contemplar esa eterna lucha entre la creación y el
caos, que comenzó mucho antes de que estuviéramos aquí y
terminará mucho después de que nos hayamos ido. Este sobrecogedor Camino Natural, permanentemente encaramado
al precipicio, nos ayuda a cambiar de escala temporal, extendiendo la mirada hacia el pasado y hacia el futuro.
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Caminos Naturales de España
Pocos lugares resultan tan adecuados para rastrear las huellas
tales, su cultura sigue muy presente en cada rincón de esta
de esta batalla geológica como las islas volcánicas. De Hawái
ruta. Así, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, la
a Pascua y de las Kuriles a Nueva Zelanda, miles de estas pirá-
empuñadura del Bastón, es una magnífica depresión erosiva
mides de basalto despuntan sobre la superficie de los océanos.
de 8 kilómetros de diámetro, pero también el antiguo cantón
Algunas son tan inmensas como Islandia o Japón. Otras lucen
aborigen de Aceró («lugar fuerte»). Su jefe Tanausú se negó a
como insignificantes motas de polvo sobre el mapa. Pero todas
rendirlo, por lo que solo con su captura a traición pudo cul-
comparten con el ser humano un ciclo vital finito: nacimiento,
minar la conquista de la isla. Contemplando desde lo alto este
crecimiento, madurez y muerte. Surgieron del mar y al mar
agreste laberinto de barrancos, no sorprende la renuncia de los
volverán.
conquistadores a tomarlo por la fuerza.
Aceptado el símil, podríamos decir que Canarias, único ar-
Superado el techo del camino, que es también el de la isla
chipiélago volcánico de nuestro país, reúne islas de todas las
(Roque de los Muchachos, 2.423 metros), el recorrido vira
edades. Venerables ancianas como Lanzarote y Fuerteventura,
hacia el sur y acompaña el trazado de la cordillera de Cumbre
con más de veinte millones de años de antigüedad, que ya han
Nueva. Este es el territorio de los cabreros de cumbre, que
iniciado su etapa de desmantelamiento. Bebés inquietos como
heredaron la maña aborigen del salto del pastor. Ya en el si-
El Hierro, de solo un millón, que apenas han tenido tiempo
glo xvi, el sacerdote portugués Gaspar Frutuoso la describía
de nacer. Y adolescentes en pleno estirón, como La Palma, que
así: «Colocan una lanza a lo largo de su cuerpo y aunque
es la isla que nos ocupa.
la altura sea de tres lanzas se arrojan al vacío y llegan a ponerse en el suelo con tanta facilidad que parecen pájaros».
El Camino Natural gr 131, conocido como Ruta del Bastón
Hoy puede parecer una extravagancia, pero al contemplar
por su forma sobre el mapa, contempla toda la historia geo-
estas monumentales paredes de 1.500 metros no tardaremos
lógica de la isla en sus algo más de 80 kilómetros. El norte,
en comprender que la descrita era la única forma segura de
por el que discurre en su primera mitad, es la Paleopalma,
transitar por ellas. Aunque la trashumancia de cumbre que
la isla antigua, la que primero emergió del Atlántico. El sur,
le daba sentido ha desaparecido, el salto se mantiene en la
protagonista de su último tercio, la Neopalma, la isla nueva, la
actualidad como deporte tradicional.
que ha crecido con asombrosa rapidez en solo 400.000 años.
En este punto del recorrido, La Caldera parece un costillar
Desde el Puerto de Tazacorte, en la abrigada costa occidental,
abierto al poniente. En su corazón late Idafe, el roque sagra-
el sendero arranca transversal, trepando sobre el risco de El
do de los benahoaritas, que vivían en permanente temor a su
Time, que en la lengua de los benahoaritas quiere decir «lu-
caída. En los extremos de la caja torácica, una sucesión de ci-
gar alto». Este pueblo beréber, probablemente nativo de Ma-
mas de más de 2.000 metros: Fuente Nueva, Morro Negro,
rruecos, habitaba La Palma hasta su ocupación en 1492 por
Piedrallana, pico de la Nieve. Es un terreno duro, descarnado,
las tropas del gaditano Alonso Fernández de Lugo. Aunque
refractario a la vegetación. Y sin embargo el andar es apacible
han pasado cinco siglos y los benahoaritas ya no existen como
y el espectáculo grandioso.
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Caminos Naturales de España
Olivia Stone, viajera inglesa del siglo xix, se encontró con que
marcial disciplina: a la izquierda, el perenne verde brillante del
las nubes le arruinaban la vista. A pesar de ello, escribió con
fayal-brezal; a la derecha, el tono seco y azulado característico
evidente entusiasmo: «Las cumbres que rodean la muralla de
del pinar canario.
La Caldera son apenas visibles, formando un semicírculo que
por fuera y por dentro rebosa con un mar níveo. El efecto de
La clave de esta abrupta separación reside en lo que los locales
estas siluetas dentadas contra las suaves nubes es muy llamativo.
llaman la brisa y los meteorólogos el alisio. Es el mismo régi-
Solo donde aquellas tocan el risco puede distinguirse un mo-
men de vientos que llevó a Cristóbal Colón hasta las Antillas,
vimiento breve y difuminado, que suaviza los bordes como en
tras sendas escalas en La Gomera y Gran Canaria, y que los
un estarcido». Yacimientos arqueológicos como el de La Erita y
británicos bautizaron muy apropiadamente como «vientos del
numerosos refugios pastoriles enriquecen el paisaje humano en
comercio» (trade winds). Sin su fresca y benéfica influencia,
este tramo a primera vista inhóspito. Tan íntima es la relación
Canarias dejaría de ser la tierra de la eterna primavera para
entre ambos que con frecuencia comparten el mismo espacio,
convertirse en el equivalente insular del desierto del Sáhara,
sucesivamente reutilizado durante siglos.
con el que comparte latitud. En un día clásico de brisa, disfrutaremos de un agraciado espectáculo natural: las nubes remon-
El semicírculo al que alude Stone se cierra en el refugio de la
tando la silueta de Cumbre Nueva y deshaciéndose en jirones
Punta de los Roques, donde el camino toma un rumbo neta-
bajo el sol del oeste. Bajo sus rayos resalta la silueta del volcán
mente meridional y comienza el recorrido por el fuste recto del
de Tacande, primera erupción en la isla de la que se conservan
Bastón. Llevamos ya algunas horas con la textura áspera de la
testimonios escritos. El fraile andaluz Juan de Abreu y Galindo
alta montaña en la boca y las piernas aconsejan un descanso.
relata cómo en el siglo xv esta montaña de nombre aborigen
Muchos eligen pasar aquí la primera noche, puesto que para
(«piedra quemada») estalló, se vació y quedó tal cual la vemos,
disfrutar del sendero completo hay que invertir no menos de
«como un reloj de arena que va pasando la hora».
dos jornadas completas. Desperezarse mirando al naciente, con
Abora (el sol, dios supremo de los benahoaritas) emergiendo
Tacande es también la primera de las múltiples erupciones a
tras el Teide y la Caldera de Taburiente a nuestros pies es garan-
las que saluda el Camino. De hecho, a partir del Refugio del
tía de un recuerdo imborrable y el principal argumento a favor.
Pilar transitamos oficialmente por la celebérrima Ruta de los
Volcanes, joya de una Red Insular de Senderos que abarca más
Poco después comienza el abrupto descenso que nos llevará
de 1.000 kilómetros. A ojos del caminante, el espinazo sur de
hasta la Hilera de la Cumbre. Así se llama esta frontera climá-
la isla se presenta como un gran tejado a dos aguas, cuyo tra-
tica, biológica e incluso cultural que separa las vertientes de
vesaño central corona una docena de cráteres. Es lo que los
barlovento y sotavento. En todo el archipiélago es una línea
geólogos llaman Dorsal de Cumbre Vieja, una de las más ac-
muy marcada, porque simplificando diremos que en ella di-
tivas del planeta.
vergen la comarca húmeda de la seca y las nubes del sol. Sin
embargo, en ningún otro lugar de la región se hace tan patente
La isla ha visto abrirse la tierra seis veces en otros tantos siglos,
este contorno invisible, que hasta la vegetación respeta con
con nuestra ruta de testigo privilegiado. En primer lugar, nos
...
en la página anterior
Observatorio astrofísico del Roque de los Muchachos
Los 2.423 m de altitud del Roque de los Muchachos, la máxima cumbre de
La Palma, elevados por encima del manto de nubes y ante un cielo claro y
estrellado, fueron determinantes en su elección para acoger un observatorio
astrofísico. Inaugurado en 1985, pertenece, junto al del Teide, al Instituto de
Astrofísica de Canarias y es una referencia internacional
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Caminos Naturales de España
asomamos al cráter de Hoyo Negro, tercera boca del volcán
buenos inviernos para que los pinos reverdezcan y las marcas
de San Juan (1949). El 12 de julio de ese año, el explosivo
del fuego se esfumen como si nunca hubieran existido.
encuentro entre un pequeño acuífero subterráneo y la bolsa
de magma que luchaba por salir a la superficie provocó un
Los Canarios (750 habitantes) es la principal zona urbana del
socavón de varias decenas de metros y una columna de humo
municipio de Fuencaliente. El nombre de la localidad se rela-
de tres kilómetros de altura. Poco más adelante, topamos con
ciona con un famoso manantial de aguas termales, de milagro-
el llamativo campo de lavas del Duraznero, último aliento
sas propiedades contra la sífilis y las enfermedades de la piel.
de la misma erupción. Lo que hoy vemos como una maciza
Peregrinos de toda Europa acudían a tomar sus aguas hasta
plataforma de escorias fue en su momento un infernal caldero
que el 10 de noviembre de 1677 fue sepultado por la erupción
de piedra fundida a más de 1.000 grados centígrados. Tras
del San Antonio. Desde entonces fueron incontables los pro-
coronar Las Deseadas (1.949 m) el sendero inicia un pausado
yectos para rescatarlo, pero durante más de tres siglos ninguno
descenso hacia el núcleo de Los Canarios, pero antes pasa-
de ellos resultaría exitoso. En octubre de 2005 volvió a fluir de
remos todavía junto a las erupciones de El Charco (1712) y
nuevo gracias a una galería excavada junto a la playa de Echen-
Tigalate (1646).
tive, para alegría de los fuencalenteros.
A medida que descendemos, el pino canario reclama de nuevo
El último tramo del sendero coincide con las coladas del Te-
el protagonismo del paisaje. La escasez de agua y de buenos
neguía (1971), hasta el momento la ultima erupción en suelo
suelos impide el crecimiento de especies competidoras, pero la
español. Al contemplar su silueta, teñida de carmín por los
razón de su aplastante dominio hay que buscarla en una parti-
minerales férricos, resulta difícil asimilar que hace solo 40 años
cular adaptación evolutiva: cientos de miles de años de convi-
esa montaña no existía. Y sin embargo ahí está, rotunda y de-
vencia con los volcanes lo han hecho resistente a los incendios.
safiante, esperando su próxima metamorfosis.
Se da la circunstancia de que en agosto de 2009 el mayor de la
última década asoló este tramo de bosque. Pero bastan cuatro
...
en la página anterior
Ruta de los Volcanes
El Camino Natural de la Palma
GR 131, también conocido como
«El Bastón», surgió, en buena
medida, de la unión de dos rutas
espectaculares: la de los Volcanes y
la de la Crestería
...
Parque Nacional de la Caldera de
Taburiente
El Parque Nacional es, sin duda, el
gran hito paisajístico de
este Camino Natural
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Caminos Naturales de España
...
Faro de Fuencaliente
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Somontano de Barbastro
La personalidad de la sierra de Guara
Aragón
Modesto Pascau Canales
Gerente de prames
La comarca del Somontano de Barbastro se sitúa en la
mitad oriental de la provincia de Huesca. Son tierras dominadas por el perfil abrupto de la sierra de Guara, al norte,
un territorio intrincado y emocionante. Desde estas estribaciones prepirenaicas surge hacia el sur un piedemonte alomado, que comunica la montaña con los llanos de la
depresión del Ebro y que es, propiamente, un somontano.
Este es un paisaje suave en el que se suceden carrascales
–nombre que habitualmente se emplea en Aragón para referirse a los encinares–, campos de cereal, huertas y viñedos,
salpicado de pueblos y de una ciudad con solera, Barbastro.
La capital vive un constante trasiego comercial y es uno de
los referentes de la cultura aragonesa, con eventos a lo largo
de todo el año. Sede del obispado de Barbastro-Monzón, la
catedral de Santa María de la Asunción es un magnífico edificio del siglo xvi, cuya visita ha de completarse con la del
museo diocesano.
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Caminos Naturales de España
La importancia paisajística, geológica y medioambiental de
Nació con los objetivos de añadir más reclamos turísticos a la
la parte más montañosa es tal que goza desde 1990 de la pro-
comarca y de favorecer la conservación de los espacios natu-
tección del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Gua-
rales y del legado cultural que en ellos pervive. En su diseño
ra. Son cimas dominadas por el tozal de Guara (2.077 m) y
hay tres etapas claramente señaladas que suman un total de
ríos que han tallado gargantas espectaculares, como las del Vero,
55 kilómetros, entre Alquézar y el Salto de Bierge. La correcta
el río que vertebra la comarca. Es también presencia dominan-
señalización, el buen estado de conservación de la ruta y las
te de la roca y los bosques mediterráneos que sobrevuelan las
numerosas infraestructuras que facilitan ciertas zonas de paso
grandes rapaces: quebrantahuesos, buitres leonados, boletas (ali-
y el descanso en diversas áreas hacen del Camino Natural del
moches) y águilas reales. Las aportaciones histórico-artísticas y
Somontano de Barbastro un itinerario atractivo y seguro.
antropológicas no son menores, pues este territorio acumula
huellas de comunidades humanas desde hace, al menos, 20.000
La primera etapa dibuja un bucle que une los pueblos de Al-
años. Las pinturas paleolíticas de la cueva de la Fuente del Tru-
quézar, Asque y Colungo. El primero de ellos es uno de los
cho y las postpaleolíticas (levantinas y esquemáticas) que deco-
más bellos y armónicos de Aragón. Su urbanismo medieval
ran numerosos abrigos rocosos están declaradas Patrimonio de la
tiene como razón de ser el castillo que mandó construir el mo-
Humanidad y son el núcleo fundamental del Parque Cultural del
narca aragonés Sancho Ramírez en el siglo xi, en sustitución
Río Vero, espacio que al reunir esas dos manifestaciones artísticas
de la fortaleza musulmana que dio nombre al lugar: al Qsar. La
de la Prehistoria se convierte en un lugar único en el mundo.
colegiata que en el siglo xvi ocupó sus muros es una cita obligada para los amantes del arte (románico, gótico, renacentista,
El paisaje humanizado y una homogénea arquitectura popular,
barroco…). Desde aquí, una parte del itinerario aprovecha el
expresiones de una sociedad tradicional cercana en el tiempo;
trazado del gr 1.1 (Alquézar-Asque), sendero de Gran Recorri-
un patrimonio mueble e inmueble de gran calidad, donde la
do que introduce al caminante en un mundo de conglomera-
Edad Media adquiere un protagonismo especial; y una pro-
do y carrascales, atravesado por el río Vero y barrancos como
ducción vitivinícola de reconocido prestigio, amparada en la
el de las Gargantas, entre Asque y Colungo. Estos cauces per-
Denominación de Origen Somontano, añaden sus atractivos
miten conocer unas de las construcciones más carismáticas del
a dichos espacios. Naturaleza, historia, leyendas, tradiciones,
Somontano, sus puentes medievales. Los de Fuendebaños y
arte, sosiego, fiestas, enoturismo, gastronomía y excepcionales
Villacantal, sobre el río Vero, y el del Diablo, sobre el barranco
posibilidades de prácticas deportivas, de sobra conocidas por
de las Gargantas, señalan el paso de los caminos tradicionales
barranquistas, senderistas, escaladores, montañeros y ciclistas,
sobre los que hoy discurre este Camino Natural.
componen una oferta turística amplia y cuidada, y en constante
actualización por parte de los técnicos, hosteleros y empresa-
Son también abundantes las pinturas rupestres localizadas en las
rios, en general, de la comarca.
proximidades (Fuente del Trucho, Arpán, los grupos de Mallata
I y II). Conviene visitar el Centro de Interpretación del Arte
El Camino Natural del Somontano de Barbastro recorre este
Rupestre de Colungo para conocer todo este conjunto patri-
territorio y visita algunos de sus escenarios más emblemáticos.
monial y para concertar alguna visita guiada a estos santuarios
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Caminos Naturales de España
prehistóricos. Desde el Camino Natural también se puede to-
Isuala, afluente del Alcanadre. De un modo similar al Vero o
mar la senda que lleva hasta el covacho de Arpán, cuyo ciervo
al Flumen, más al oeste, estos cursos fluviales, montañosos,
es una de las representaciones más hermosas del arte levantino
mediterráneos y enérgicos, son los responsables de esa singular
en la península. También conviene saber de la miel de Asque
personalidad geológica y paisajística que transmite la sierra de
y del aguardiente de Colungo y, una vez aquí, acercarse hasta
Guara. Los procesos kársticos que genera el agua en contacto
la milenaria olivera de Nadal, en perfecto estado de conserva-
con la caliza han definido un territorio quebrado por barran-
ción y cuyo tronco aloja una pequeña cabaña. Esta primera
cos y cañones vertiginosos, y animado por formas erosivas fas-
etapa del Camino Natural cuenta con sendas áreas recreativas
cinantes y evocadoras. Ejemplo de ello son el propio cañón al
en las balsas de Basacol, que desde antaño abastecen de agua a
que se asoma el camino, más conocido como los Oscuros de
Alquézar, y en la ermita de San Gregorio, ya próxima a esa mis-
Balcez, la formación llamada Las Palomeras, una caprichosa
ma localidad, desde donde se puede acceder a un observatorio
«bandada» esculpida por el agua en la roca, o las «marmitas de
acondicionado junto a un comedero de aves necrófagas.
Gigante» que se pueden contemplar en el entorno del Tranco
de las Olas, el paraje por donde se cruza el río Balcez/Isuala.
La siguiente etapa comienza en Alquézar y vuelve a pasar por
Son relieves que han estimulado la imaginación de los habi-
la ermita de San Gregorio para dirigirse al oeste, en busca de
tantes de estas tierras desde antiguo, dándoles una dimensión
Radiquero. De esta población típicamente somontanesa y nu-
mítica y legendaria. No en vano el puente de las Bruixas cruza
trida de viejos linajes altoaragoneses, son famosos los quesos y
un barranco previo al propio Balcez.
la carrasca de Cazcarra, que ha sombreado fiestas, bodas y banquetes. Toda esta parte del recorrido atraviesa campos de ce-
La cobertura vegetal que acompaña al caminante en todo
real, olivares y fajas de almendros, acompañados de encinares
este tramo es un bosque mediterráneo de carrascas, quejigos
y quejigares autóctonos. La finalidad del camino es internarse
y pinos, característico y bien desarrollado, al que se suman
en la sierra de Guara a través de la cabañera de Sevil, integrada
rodales de madroñal que, al llegar el otoño, avivan esta masa
en la red de vías trashumantes que comunicaban el Pirineo
forestal con sus encendidos colores. A su lado, el camino
con el valle del Ebro. El enlace se realiza cerca de las ruinas de
cruza el Balcez y, poco a poco, abandona su cauce, en ascenso,
la ermita de Santa Águeda, un lugar desde donde deleitarse
hacia el collado de las Almunias, en donde un área recreativa
del camino realizado y por hacer. Este avanza por una zona
permite tomar un respiro antes de acometer la última subida
despoblada, en la que salen al encuentro construcciones pasto-
hasta el pequeño pueblo de Las Almunias de Rodellar.
riles y donde quedan las señales de antiguos asentamientos de
origen medieval (ermita de la Virgen de las Viñas, despoblado
La tercera etapa tiene un protagonista principal: el río Alca-
de Las Casas, castillo de los Santos), lugares que bien merecen
nadre. Se cruza poco antes de alcanzar el núcleo de Pedruel.
desviarse del trazado principal.
Entonces todavía discurre por un valle abierto, pero pronto las
laderas se estrechan y las aguas se precipitan en el tramo de la
Los miradores se suceden ante la proximidad del barranco de
Peonera, uno de los estrechos-fetiche para los aficionados al
Balcez, nombre que recibe este impresionante tramo del río
descenso de barrancos. La vista de la boca de esta angostura
...
en la página anterior
Alquézar
Aupada sobre el último tramo del cañón del Vero, la villa de Alquézar ofrece
numerosas alternativas a los amantes de la naturaleza y los deportes de
aventura. Su belleza, de evocaciones medievales, atrapa a todo tipo de
públicos
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...
Vistas desde la cabañera de Sevil
En tiempos pasados, los montes de
Sevil soportaron importantes cargas
ganaderas, pero en los últimos
decenios el progresivo abandono
de esta actividad ha permitido su
recolonización por un bosque de
encina y quejigo, al que se suman
el pino carrasco, fruto de distintas
repoblaciones
...
Huevo de Morrano
El enclave conocido como el Huevo de Morrano sobresale entre la masa forestal que se extiende en las laderas de la zona, y por las cuales avanza el Camino
Natural. El singular aspecto de este impresionante saliente rocoso es fruto de la erosión y sirve de zona de anidamiento para una colonia de buitres
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Caminos Naturales de España
es inolvidable. Ante la imposibilidad de internarse en ella, el
Quedará visitar Bierge, sobre todo, las pinturas románico-gó-
Camino Natural asciende por la montaña, buscando los pa-
ticas de la ermita de San Fructuoso. Descansar y rememorar el
sos tradicionales, a la vera del bosque y bajo majestuosas for-
trayecto. Y para quienes hayan quedado atrapados por el he-
maciones, como el Huevo de Morrano, un enhiesto pitón de
chizo de estas montañas, enlazar con el Camino Natural de la
conglomerado que sirve de refugio a buitres y otras rapaces.
Hoya de Huesca, que sigue recorriendo la cara sur de la sierra,
Guara exige al caminante, pero recompensa una y otra vez con
o volver tras sus pasos. Guara y el Somontano son espléndidos
cada una de sus estampas. El otro extremo del cañón surge
e inabarcables.
junto al área de Fuente Tamara, un lugar muy frecuentado por
los barranquistas. Un bonito rincón cercano es la fuente del
Puntillo, donde el agua salta entre pequeñas cascadas y pozas.
Aguas abajo, el Alcanadre se remansa en el azud que provoca el
hermoso Salto de Bierge. Hasta aquí, el río y el monte.
...
Salto de Bierge
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Caminos Naturales de España
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Pintura rupestre del Covacho de Arpán
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
De los oficios y las tradiciones
...
en la página anterior
Castillo-ermita de San Sebastián. Castejón de Monegros. Huesca. Aragón
A los pies de esta atalaya se extienden, hipnóticos, los secanos monegrinos
y, a su espalda, un Camino Natural que expresa la particular relación de unas
gentes con el agua en un territorio siempre sediento
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Caminos Naturales de España
Caminos de regreso
José María Pérez Peridis
Jaime Nuño González
Arquitecto y humorista gráfico
Arqueólogo
Al parecer siempre tendemos a pensar a lo grande: tratar de hacer grandes descubrimientos, levantar enormes edificios, cultivar parcelas cada vez más extensas, construir vehículos veloces como la luz (porque lo de veloces como el viento se superó hace
ya muchos años), inventar artefactos o sistemas de inmediato fervor mundial o acumular riquezas cada vez más sorprendentes.
También en cuestión de caminos –eso que ahora llamamos vías de comunicación– existe la misma sintonía grandilocuente: más
lejos, más firme, más seguro, más rápido; hay que recorrer grandes rutas y hacerlo a toda velocidad.
Pero sobre caminos es obvio que hay muchas diferencias entre
peligros ya lejanos, que se conservan sólo en viejos libros o en
el pasado y la actualidad: en su construcción, trazado, recorri-
la imaginación del moderno caminante. Unos fueron caminos
do, utilidad, aunque sin duda la mayor de todas es la forma
locales, abiertos a golpe de pico y pala, de pie y pezuña, para
de transitarlo. La rueda, el vehículo mecánico y la velocidad
llegar a campos que cultivar, bosque que explotar o minas que
aíslan del entorno y el camino casi desaparece para ser una
horadar, sendas comidas por el olvido; otros se plantearon con
línea sutil entre el punto de partida y el de destino. El sendero
destinos remotos, rutas naturales recorridas por rebaños y re-
viejo, hecho a pie, en mula o en carro, era un trayecto de ida
cuas desde la noche de los tiempos, asentadas en los mapas por
y vuelta, en el que fluían las mercancías –muchas veces vi-
el paso de los siglos y por privilegios reales, veredas arrasadas
vas–, pero también eso que llamamos conocimiento, donde se
por la ambición.
encontraban romeros, pícaros, soldados, gitanos de carromato, curas de aldea o paseantes de domingo por la tarde, pero
Los Caminos Naturales son caminos de regreso, de vuelta a un
también segadores, arrieros, pastores trashumantes, músicos
tiempo menos vertiginoso, más aferrado a la tierra. Transitando
de cordel, afiladores, buhoneros y trabajadores varios de otros
por cualquiera de estas propuestas, el paisaje nos saca del presen-
tantos oficios para el recuerdo. Eran caminos vivos y amenos,
te y el recorrido se convierte en un viaje en el tiempo, cuando
endulzados por moras y frambuesas, por los cantos de los via-
el viajero sabía leer en el viento, en las nubes o en las estrellas,
jeros y por la lejana copla del labrador que se ayudaba así en su
sabía interpretar la vegetación, el color de la tierra, las huellas de
tarea, animados por el trantrán de los carros y por los saludos
los animales o el vuelo de las aves, porque todo eso era necesario
cordiales; pero podían ser igualmente rutas peligrosas, expues-
para andar por esos caminos de Dios. Es un regreso a pueblos
tas al acecho de las alimañas y de los bandoleros, sometidos a la
recónditos, con sus edificios surgidos de la propia tierra, mimé-
imprevisión de una ventisca o de una niebla cerrada. Placeres y
ticos y callados, lugares donde se conserva la memoria, el acento
...
en la página anterior
Camino Natural del Interior. San Rosendo. Tramo Porto-Quintela a Celanova.
Ourense. Galicia
Este templo es un excepcional ejemplo del arte visigodo que, junto a otras
escuelas, precedió el surgimiento del Románico y acentuó su singularidad en
los reinos hispánicos
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Caminos Naturales de España
viejo y el aire limpio, donde los pliegues del terreno son pliegues
viaje, o encinas bellamente adehesadas por una ancestral dedi-
del tiempo y de la historia, todos ellos casi inexplorados. Sitios
cación ganadera, árboles y maderas que son hoy, sobre todo,
donde se esconden castillos desamparados, factorías laneras, to-
un grato gesto de la naturaleza pero que hasta hace bien poco
rres para vigilar el acecho de piratas, ermitas que albergan aún
eran despensa para hombres y animales, almacén de materia
rescoldos del fervor popular, monasterios que buscaron el retiro
constructiva y lumbre para el hogar familiar, elementos tan
del mundo, milenarios sepulcros, acueductos subterráneos, igle-
básicos para vivir que las propias comunidades velaban por
sias que son también atalayas, enigmáticas pinturas y grabados
su conservación de una manera lógica, natural y eficiente, sin
de quienes hace muchos siglos labraron su huella para nosotros.
necesidad de disposiciones legales proteccionistas, porque la
necesidad y el sentido común son la mejor ley.
Es un encuentro con paisajes que han sobrevivido a la destrucción salvaje, pero son a la vez paisajes de supervivencia,
Se nos antoja ahora que éstos –casi todos– son paisajes ama-
en los que el hombre ha encontrado unos escuetos recursos
bles, y verdaderamente lo son, pero en cada tapia de cercado,
que ha sabido rentabilizar, en los que se manifiesta claramente
en cada cabaña, en cada campanario que se divisa en el hori-
la habilidad para usar el material autóctono, casi siempre po-
zonte se adivina el esfuerzo de unas gentes que se enfrentaron
bre, duro, arisco, pero que ha dominado a base de voluntad,
a una naturaleza difícil, hostil muchas veces y que con habi-
haciendo de la necesidad virtud. A lo largo de estos senderos
lidad y perseverancia supieron adaptarla a sus necesidades
aflora el granito, la pizarra, la caliza, pero también el barro
y conservarla para nosotros. Cualquiera de estas rutas pro-
que se transforma en adobe o ladrillo, materias básicas para
puestas discurre por un mundo rural profundo, abandonado
levantar desde simples cabañas que han constituido hasta hace
por quienes marcharon para buscar mejores oportunidades,
poco el hogar de humildísimas familias, a enormes fortalezas,
incluso casi olvidado, lo que en cierta medida ha contribui-
de casonas hidalgas que lucen aún en sus fachadas los emble-
do a su conservación. Recorrer con sosiego estos senderos es
mas de glorias lejanas, a puentes grandes y pequeños, sólidos o
una oportunidad para volver a nuestras raíces, regresar a un
maltrechos, levantados para superar la servidumbre estacional
mundo que tiene miles de años de historia y que apenas hace
de los vados y salvar esas fronteras naturales que en muchas
sólo medio siglo se esfumó, casi de repente, dejando pue-
ocasiones eran los ríos.
blos, personas y campos aparentemente fuera de sitio, fuera
del tiempo. Es una oportunidad para valorar el ingenio de
Andar por estas veredas es también abandonar el asfalto que
quienes abrieron pozos para regar en terrenos casi desérticos
ennegrece casi todos nuestros caminos y regresar a la natu-
y además instalaron artilugios para sacar el agua con facili-
raleza, a los trazados que se hicieron para ir andando. Desde
dad, de quienes supieron aprovechar la energía del agua y
los robledales atlánticos a los últimos olmos desafiantes en los
del viento para moler grano o para trabajar los paños, en un
confines de Menorca, el viajero puede disfrutar igualmente de
ciclo de transformación de materias primas, verdaderamente
la sombra de castaños, acebuches, alcornoques, avellanos, o
complejo y laborioso cuyos mayores réditos fueron extran-
de fresnos, sauces y chopos en las riberas de los ríos, incluso
jeros. Muchos de estos caminos coinciden parcialmente con
de alguna palmera que rememora el retorno de algún largo
grandes rutas ovinas que trasladaban los rebaños de norte a
...
en la página anterior
En Berniego (Principado de Asturias), junto al Camino Natural de la Senda del
Oso, encontramos magníficos ejemplos de arquitectura popular, como este
hórreo
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Caminos Naturales de España
sur estacionalmente, esas cañadas que llegaban a tener 75 m
También con tradiciones de fuentes santificadas, donde luego
de anchura y cuyo recorrido estaba salpicado de fuentes para
se levantaron ermitas, de recuerdos de rogativas para implorar
abrevar, puentes para vadear, descansaderos donde reposar,
la lluvia benefactora y que, milagrosamente, solía llegar; con
corrales para pernoctar y esquilar, factorías para transformar
santuarios que se erigieron con esfuerzo y fe confiando en el
la lana, batanes para elaborar el tejido y cargaderos donde
Paraíso, siempre el Paraíso. Es la ocasión de escuchar entre los
llenar los carros de fardos para, como siempre, echarse al ca-
árboles o en el llano desértico, entre los peñascos o las dunas,
mino buscando el puerto más cercano, rumbo a Flandes o
los mil sonidos de la naturaleza, de estar atento a lo que ocu-
a Inglaterra, aunque para regresar más tarde convertidos en
rre junto a las viejas piedras, entre las ruinas arqueológicas o
costosos e inaccesibles trajes.
entre obsoletas pero aún orgullosas atalayas y percibir el escurridizo movimiento de los animales salvajes, el sonido de los
Y es igualmente una oportunidad para encontrarnos con la
últimos campanos, el relincho de arcaicos caballos o el canto
vieja espiritualidad, con los ritos prehistóricos que enterraban
de mil aves, quizás como trasunto de lenguas ya perdidas, de
en dólmenes o en cuevas, en estructuras dignas de cíclopes,
voces antiguas que un día poblaron estos caminos. Sin duda
junto al mar, en alturas despejadas o en medio de bosques,
toda esa vida ahí sigue, casi inmutable, pero sólo si somos
sin que todavía lleguemos a saber el porqué de cada lugar.
capaces de soñar.
...
...
en la página anterior
Iglesia de San Esteban de Segovia. Castilla y León
La ciudad es el punto de arranque del Camino Natural del Eresma
Portada del Juicio. Catedral de Tudela. Navarra
Tudela, en los Caminos Naturales del Ebro y del Tarazonica, ofrece uno de los
más bellos muestrarios de la escultura románica peninsular en su catedral,
tanto en su claustro como en su espectacular portada del Juicio Final, ya
influida por una corriente cisterciense que anunciaba la llegada del arte gótico
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Caminos Naturales de España
Por el Oeste español
Los caminos de la trashumancia
Julio Llamazares
Escritor
Las viejas luchas entre agricultores y ganaderos que alimentaron tantas películas del Oeste americano se repitieron durante
siglos en el Oeste español, un territorio menos conocido mas no por ello menos apasionante. El olvido y abandono en los que
esa larga franja fronteriza que recorre el país de norte a sur, paralela a la raya portuguesa, ha permanecido siempre son causa
de la pervivencia de unos paisajes prácticamente inviolados y de numerosos restos arquitectónicos, históricos y etnográficos
sin parangón en otras regiones. El Oeste español, aún en pleno siglo xxi, sigue siendo un territorio de leyenda.
Precisamente dos comarcas legendarias, la ensoñadora y
bajo las fabulosas peñas que dominan la comarca donde, según
remota Babia que acogiera los retiros de los reyes medievales
la leyenda, nació el caballo del Cid y donde continúan naciendo
leoneses (y que por transposición terminó nombrando el
dos de los más bellos ríos de la Península Ibérica: el Sil y el Luna.
estado de ensimismamiento) y la bravía Sierra Morena, con
sus bandoleros célebres, son los dos puntos de esa región que
Desde Babia, los rebaños y, con ellos, los pastores –la mayoría
Manuel Rodríguez Pascual, un profesor y veterinario experto
nacidos en las aldeas babianas, tan bucólicas como sus
en la trashumancia, sobre la que ha publicado varios estudios,
praderías– descendían hacia el sur con los primeros fríos del
y el fotógrafo Fernando Fernández eligieron como punto de
otoño en dirección a la bimilenaria ciudad de Astorga, donde
partida y de llegada de un viaje a pie que fructificaría en libro
arranca propiamente la cañada de la Plata o la Vizana (el primer
y que servirá de guía a este artículo: De Babia a Sierra Morena.
nombre lo toma de la calzada romana que unía Astorga con
Un viaje ancestral por la Cañada Real de la Vizana o de la Plata
Mérida, las dos grandes ciudades del Oeste en aquel tiempo,
y otras vías pecuarias; un largo y hermoso título que anticipa
y el segundo del puente que, más abajo de La Bañeza, cruza
un no menos sugerente viaje.
las aguas del río Orbigo y, casi a continuación, la frontera que
separa las provincias de León y de Zamora). Tanto en Astorga
El viaje de Manuel Rodríguez Pascual y Fernando Fernández
como en La Bañeza, así como en los diversos pueblos que la
comienza, pues, en la Babia leonesa, allí donde durante varios
calzada ha enhebrado como un rosario de cuentas en su camino
siglos recalaron miles de ovejas huyendo de los calores de
hacia el sur, el viajero hará bien en detenerse para admirar sus
Extremadura y Andalucía, a donde regresarían con el otoño.
muchos tesoros históricos y arqueológicos, tanto más cuanto
Aún lo siguen haciendo, aunque ya pocos, y por eso en el verano
se están recuperando últimamente, especialmente en el caso
todavía es posible admirar la bucólica estampa de los rebaños
de Astorga, y las huellas de la antigua trashumancia: cordeles,
pastando en las praderías de los puertos de altura montañeses
vados, embarcaderos, lavaderos de lana, sesteaderos… Hasta
...
en la página anterior
Teatro romano de Mérida. Badajoz. Extremadura
En la monumental ciudad de Mérida se cruzan la vía de la Plata y el Camino
Natural del Guadiana
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Puente medieval de las Merinas sobre el río Voltoya
...
Panorámica de la ciudad de Ávila
La milenaria ciudad se sitúa en uno
de los extremos del Camino Natural
de Campo Azálvaro, trazado sobre
uno de los tramos de la cañada real
Soriana Occidental
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Caminos Naturales de España
una vía de tren, la que hasta hace algunos años transportó
A Extremadura la calzada llega cruzando el puerto de Béjar,
los rebaños desde aquí hasta Extremadura, como una sombra
que es el punto de inflexión de la meseta en esa zona, y
herrumbrosa, le hablará de un esplendor hoy decaído, pero
enseguida se desliza hacia Plasencia, la capital del norte de
que continúa teniendo un cierto halo de épica.
Extremadura. Es su tramo más abrupto, pero también y a la
vez, en el que mejor conservada está, con los miliarios originales
Por Zamora el viaje sigue, ahora cruzando páramos cerealistas y
jalonándola en algún punto y hasta con un arco de triunfo, el
hojas de monte bajo en los que pequeños pueblos, junto a ruinas
de la desaparecida ciudad romana de Cáparra, enmarcándola
de monasterios y campos en abandono, guardan memoria de
todavía. Plasencia, por su parte, añade a tanta riqueza histórica
una época mejor, no sólo para los trashumantes. La ciudad, por
sus dos catedrales juntas, la románica y la gótica, y un casco
su parte, ve pasar la calzada y la cañada por su lado sin despertar
antiguo merecedor de una parada de un día entero.
de ese sueño místico en el que la sumergieron tantas batallas
perdidas, tanto murmullo del Duero y tanta iglesia románica.
La siguiente es en Trujillo. La cuna de Pizarro y Orellana,
Justo todo lo contrario que le pasa a Salamanca, a sesenta
dos de los grandes conquistadores de América, sigue siendo
kilómetros de allí, donde la vida sigue su curso animada por su
una de las ciudades más bellas de Extremadura y la mejor
Universidad y por el mucho turismo que la visita. Lo que no
conservada junto con Cáceres. Mérida, en cambio, no está tan
obsta para que continúe alentando su viejo espíritu ganadero,
bien conservada, pero sus importantes restos arqueológicos,
reflejado todavía en los miles de cabezas de vacuno que pueblan
junto con su condición de final o inicio de la vía romana de
su extenso campo –el célebre Campo Charro– y en el continuo
la Plata, constituye otra parada obligatoria, si bien la Vizana
ir y venir de rebaños de ovejas por los caminos.
sigue, atravesando el río Guadiana y las inmensas tierras de
Badajoz (Almendralejo, Villafranca de los Barros, Zafra…)
De Salamanca, la calzada de la Plata o la Vizana sube hacia
hasta las mismas faldas de Sierra Morena, ya en la frontera de
Béjar, donde se encuentra el paso hacia Extremadura. La
Andalucía. Allí, en la mítica y remota Encomienda de León,
ciudad debe a la vía su nacimiento y su prosperidad histórica,
una tierra repoblada y defendida en la Edad Media por la
pero la calzada le debe a ella su pervivencia hasta nuestros
Orden de Santiago, cumplían viaje los rebaños y allí pasaban
días. No en vano durante siglos las fábricas de paños bejaranas
el invierno entre dehesas de encinas y alcornocales, a la sombra
alentaron el negocio de la lana en la región y no en vano
de los pueblos y los fieros castillos fronterizos (Segura de León,
la Mesta fue la culpable de que la vieja calzada romana se
Calera, Montemolín…) que tantas hordas vieron pasar, pero
conservara. Hoy, la industria textil de Béjar es ya un recuerdo,
que ahora se arruinan en el olvido. El mismo olvido que la
pero de su esplendor antiguo, así como del de la ciudad, dan fe
cañada Vizana sufre y, con ella, todas las vías pecuarias que
los arruinados edificios que jalonan el río Cuerpo de Hombre
durante varios siglos fueron las venas que dieron vida a todo
(¡qué bello nombre para un regato!) y los grandes monumentos
el Oeste español, por no decir a nuestra geografía entera, y que
que continúan desafiando al tiempo: desde la Plaza Mayor o
hoy desaparecen sepultadas por la hierba y la incuria general.
el palacio-jardín de los Duques de Béjar a la cercana plaza de
Ojalá libros como el de Manuel Rodríguez Pascual y Fernando
toros del Castañar, construida entera en granito y, al decir de
Fernández y la curiosidad de otros viajeros como ellos sirvan
los bejaranos, la más antigua de España.
para recuperarlas.
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Caminos Naturales de España
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Monumento Natural de Los Barruecos. Camino Natural del corredor Cáceres-Badajoz. Extremadura
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Caminos Naturales de España
La cañada real de la Vera de la Sierra
Julio Vías
Escritor y naturalista
Estamos a mediados de octubre. En las majadas de Arcones, al pie de la cumbre de la Berrocosa, los pastizales están resecos
por el sol inclemente de un verano contumaz y sin lluvias que parece que quiere alargarse hasta bien entrado el otoño. Más
abajo, donde las laderas se tienden confundiéndose ya con la llanura inmensa, la ancha cañada se pierde hacia poniente,
siguiendo todo el pie de la sierra en dirección a Segovia y al Campo Azálvaro. Antaño, en un otoño tan seco como este, los
pastores de tierra de Sepúlveda que majadeaban aquí sus rebaños habrían pasado estas primeras noches de frío mirando al
cielo junto al calor de las hogueras, en un intento de vislumbrar el más débil halo en la luna que anunciaría un cambio en el
tiempo que todos los años marcaba el ritmo de su existencia. Antes del día de San Miguel algunos habrían partido ya, atravesando el puerto de Somosierra en dirección al valle de Alcudia. Los pocos que quedaran estarían preparando la impedimenta
y los avíos para marchar, temerosos de unas lluvias que harían aún más duro su viaje por la cañada, esta vez hacia tierras de
Ávila, Salamanca y Extremadura. Con su partida «a extremos» las sierras quedarían vacías, como cantó en sus versos Juan de
Contreras, marqués de Lozoya a comienzos del siglo xx:
La noche es ya larga, va cayendo octubre,
las cimas de Arcones, que la escarcha cubre
en llamas están.
Relumbran hogueras en la noche oscura
¡los últimos fuegos! Hacia Extremadura
los pastores van…
La cañada real Soriana Occidental, más conocida en estas tierras
a mediados del siglo xviii, por ella marchaban hacia Extremadura
segovianas como cañada de la Vera de la Sierra, recorre cerca de
centenares de miles de cabezas de ganado merino, una gigantesca
setecientos kilómetros entre Aldehuela de Calatañazor (Soria) y
migración que afectaba no sólo a los rebaños de las tierras sego-
Valverde de Leganés (Badajoz), y es la única entre las grandes
vianas situadas entre Riaza y El Espinar, sino también a los pro-
cañadas reales españolas que cruza en diagonal la península, si-
cedentes de tierras sorianas, burgalesas y riojanas que marchaban
guiendo una casi constante dirección nordeste-suroeste en su re-
a extremos desde sus agostaderos de las sierras de Cameros, Neila
corrido. En los tiempos de mayor esplendor de la trashumancia,
y la Demanda.
...
en la página anterior
Brezales en el itinerario hacia el Alto del Parrejón. Camino Natural de los
Hayedos y robledales de Riaza. Segovia. Castilla y León
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Ruinas del rancho de Santillana, el
más importante de los esquileos de
la Vera de la Sierra
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Cañada de Vera de la Sierra a su paso por Revenga. Segovia
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Caminos Naturales de España
En este reseco día de octubre, contemplando la ancha cañada
tijera, ya que no se les permitía detener su frenético y agotador
que se pierde a lo lejos entre tapias de piedra, no nos cuesta
trabajo ni siquiera los domingos.
mucho esfuerzo imaginar el espectáculo de aquel gran éxodo
otoñal: una interminable sucesión de rebaños formados por
Además de este patrimonio monumental, otro mucho menos
miles de ovejas merinas, que marchaban precedidas por los
visible jalona todo el recorrido de la cañada, o se sitúa en lugares
mayorales con sus yeguas, los pastores con sus burros hateros
mucho más apartados pero dependientes igualmente de este im-
y el mansero, que iba a cargo de los carneros mansos que ha-
portante corredor ecológico. Son los abrevaderos, descansade-
cían sonar sus grandes zumbos, los grandes cencerros de tono
ros, fuentes, tinadas, puentes, vados, majadas, chozos y apriscos,
grave que contrastaba con el agudo tintineo de las esquilas de
que constituyen parajes de gran valor cultural y paisajístico.
las cabras, todo ello mezclado, entre grandes nubes de polvo,
con los gritos de los rabadanes y el ensordecedor estrépito del
A lo largo de la cañada van partiendo hacia el mediodía y ha-
balido de miles de ovejas. Cerraban el cortejo un zagal y los
cia el norte un sinfín de vías pecuarias secundarias, utilizadas
mastines, que vigilaban el rebaño y guardaban a las ovejas re-
para acceder a las majadas de la sierra o a las tierras llanas de
zagadas del ataque de los lobos.
la provincia. Algunas de ellas se han incorporado al proyecto
del Camino Natural de la Vertiente Segoviana de la Sierra de
Un recorrido actual por esta gran vía pecuaria a lo largo de
Guadarrama, como la llamada cañada de Alconadilla, la ca-
los casi cien kilómetros que median entre Riaza y El Espinar
ñada real de Burgos o la cañada real de Orejana, por las que
no sólo nos permite recrear esta frenética actividad migratoria
los rebaños se dirigían a villas importantes como Maderuelo,
de antaño, sino también admirar el rico patrimonio histórico
Sepúlveda o Pedraza.
relacionado con la cañada, además de los espléndidos paisajes
del entorno.
El paisaje es otro de los grandes valores de este Camino Natural. Los robledales de Riaza, los sabinares de Sigueruelo y
Hoy sólo quedan ruinas de los casi cuarenta ranchos o casas
Arcones, los eriales calizos de tierra de Pedraza, las dehesas con
de esquileo que llegaron a funcionar a lo largo de la cañada
robles y acebos de Prádena, los sotos de fresnos rodeados por
de la Vera de la Sierra, donde todos los años se esquilaba a
tapias de piedra de Navafría y Sotosalbos, los majadales entre
las ovejas a su llegada a tierras segovianas, allá por últimos de
encinares adehesados de Revenga, todos presididos por el per-
mayo. El más importante de todos ellos fue el de Santillana, en
fil omnipresente de las cumbres de los montes Carpetanos y la
Revenga, pero hubo otros muchos, como el de Pellejeros, que
Mujer Muerta, en conjunto constituyen uno de los entornos
pertenecía al monasterio de El Paular, los de Torrecaballeros,
culturalmente más valorados de España. Unos paisajes que son
Sonsoto y Palazuelos, los de El Espinar, Cabanillas y Ortigo-
producto de la secular actividad ganadera y agrícola del hombre
sa del Monte... De todos ellos sólo uno, el de Cabanillas del
y que curiosamente hoy evolucionan en sentido contrario al de
Monte, se conserva hoy como si el tiempo no hubiera pasado
antaño, al haberse reducido al mínimo el pastoreo de ovino y
por él. En su gran nave central, presidida por una hermosa ca-
prácticamente desaparecer los cultivos. Es la sorpresa que nos
pilla barroca, los esquiladores escuchaban la misa sin soltar la
depara la fuerza vital de la naturaleza, que en su invisible pero
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Robledales y embalse de Riaza
...
Hato de ovejas en Gallegos
(Segovia), al pie del puerto de la
Linera, hasta donde asciende un
cordel ganadero desde la cañada de
la Vera de la Sierra
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Caminos Naturales de España
constante dinámica tiene caminos de ida y vuelta cuando la ac-
La reciente creación de un parque natural que abarca toda
tividad transformadora del hombre lo permite. Así, podemos
la vertiente segoviana de la sierra, en el que queda integrada
ver cómo los sabinares que bordean la cañada se recuperan
gran parte de la cañada, supone un paso importante para su
lentamente, convirtiéndose los viejos secanos adehesados en
protección, que esperamos se consagre definitivamente con el
el bosque denso primitivo; o cómo los robledales carboneados
proyectado Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de
durante siglos y los jóvenes pinares de repoblación se trans-
Guadarrama.
forman poco a poco en bosques maduros. Y una paradoja: al
mismo tiempo que se reduce a su mínimo histórico la cabaña
ovina, principal protagonista de nuestra historia y verdadera
responsable de la formación de estos paisajes, su viejo enemigo, el lobo, ha regresado para quedarse y hoy vuelve a merodear a lo largo de la abandonada cañada entre las densas matas
de roble y las viejas sabinas centenarias.
...
Nevada en la sierra de Guadarrama. Segovia. Castilla y León
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Caminos Naturales de España
Tradiciones en el camino
Julio Grande
Director de Sepinum
«¿Turismo? ¿Excursionismo? Mejor emigración por el tiempo, tiempo atrás, a través de recuerdos».
(Miguel de Unamuno)
Nuestra acelerada vida actual, entre twitts, viajes en ave, globalización, la presión del móvil y apresurados emparedados en
áreas de servicio, puede hacernos caer en el error de que somos los inventores de la dinámica permanente frente a una sociedad
antigua, fija, estática y pasiva. Craso error de modernocentrismo.
La sociedad tradicional era un mundo en continuo movimien-
y peor estado, lo que no era obstáculo para soportar el intenso
to. Los caminos eran testigos del permanente deambular de
tráfico al que eran sometidos. Releer El Quijote con ojos cami-
una legión de personajes que, en un incesante ir de aquí para
neros nos dará una idea de cuánto y cómo era de variado lo que
allá, buscaban en el desplazamiento una forma de vida y tra-
uno se podía encontrar por esas rutas, no muy diferente a lo
bajo. Canteros especializados, arrieros y carreteros que trans-
que podríamos haber descubierto todavía no hace tantos años.
portaban las más variadas mercancías, tejeros y campaneros,
estudiantes y sopistas, pícaros y bandoleros, soldados y frailes,
Si debemos destacar en primer lugar un oficio vinculado con
pastores trashumantes y esquiladores, contrabandistas, ven-
el camino, éste tendrá que ser necesariamente el de ventero, el
dimiadores y mieleros, constructores de trillos, responsables
único estático en este escenario de marcha. Espacio impres-
de servicios postales o funcionarios. Un sinfín de oficios que
cindible para asistir al viajero en sus agotadores recorridos, su
buscaban su sustento en una actividad semoviente que iba allí
papel ha sido tan imprescindible como pésima su reputación.
donde era demandada o que, simplemente, tenía su sentido en
Ford en su famoso libro de viajes nos comenta, no sin cierta
el camino en sí.
socarronería, lo genuinamente español de estos alojamientos que parecen más preparados para acomodar bestias que
Para ello nuestra piel de toro disponía de una red caminera tra-
viajeros: «Los animales están perfectamente acondicionados:
dicional hoy en gran parte convertida en equipamiento de ocio
frescos y cómodos establos, amplios pesebres, pienso y agua
y recreo, pero que durante siglos estructuró la infraestructura
abundantes, en una palabra, todas las comodidades necesarias
imprescindible para este importante flujo de personas y ani-
para el ganado se pueden encontrar; pero las personas, ya es
males. Viales complicados y duros para hombres y bestias, en-
otra cosa. Puede decirse que les ocurre todo lo contrario y que,
démicamente deficientes y polvorientos, con mala reputación
si necesitan algo, lo deben llevar de afuera».
...
en la página anterior
Vendimiadores españoles. Litografía de Gorse. Museo Pirenaico de Lourdes
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Vendimia. La Rioja
...
Rebaño de ovejas en el Camino
Natural del Carrilet I. Girona.
Cataluña
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Caminos Naturales de España
El ventero tiene fama de especulador y estafador. Precios abu-
campos. Actividad milenaria, la granjería trashumante ha
sivos y servicios mínimos son la queja habitual de los viajeros
modelado paisaje y paisanaje. La cría de ganado merino, fun-
que se ven necesariamente obligados a utilizar sus servicios.
damental para la economía durante siglos, dio origen a un
La picaresca les mueve siempre a arañar algunos reales a sus
modelo cultural singular con sus leyes, organizaciones gre-
clientes, cuando no a asociarse con la delincuencia caminera
miales como la Mesta, las casas de ganaderos de Aragón o, en
para aligerar la bolsa de los transeúntes. La vida cotidiana del
tiempos más recientes, la Asociación de Ganaderos del Reino
ventero «que parece debía ser monótona y sedentaria es por
que todavía sobrevive, a estructuras jerarquizadas particula-
lo contrario, variada y activa, en los ratos de ocio se ocupa
res, a una gastronomía peculiar, a ritos y devociones propias,
de aguar el vino, en poner algunos granos de pimienta en
en fin, a una forma de vida singular forjada a ritmo de zumbo
los frascos de aguardiente, en picar carne de alguna caballería
y cencerro por cañadas y cordeles.
muerta, ó en adobar alguna albarda».
El calendario marcaba también el movimiento de personas
Y otro oficio caminero por excelencia era el de los arrieros
para desarrollar labores estacionales. Cuadrillas de esquila-
y carreteros. Como otras muchas de estas actividades semo-
dores abandonaban sus localidades de origen para pelar a las
vientes, su origen se relaciona con una comarca o región
ovejas con los primeros calores, desplazándose en ocasiones a
concreta, vinculando como firma de calidad profesional el
localidades próximas, en otras realizando grandes recorridos.
terruño natal. Así, decir arriero era casi tanto como decir
Todavía hoy se conserva este movimiento de esquiladores,
maragato; en Los españoles vistos por sí mismos será maragato
gran parte de ellos procedentes de la Europa del Este, que cada
el título que haga referencia al oficio de la arriería. Eran los
temporada desarrollan este trabajo especializado.
arrieros gente en general bien acomodada, así nos lo recuerda el conocido romance del arriero de Bembibre, del que se
Una de las actividades que más tránsitos provocaba era la sie-
conservan numerosas versiones: «Buen zapato, buena media,
ga. Y entre los segadores, destacaban los gallegos. Buscando
buena bolsa con dinero». A diferencia de venteros y posa-
complementar sus exiguas rentas, partían hacia Castilla y An-
deros, el arriero gozará de fama de honrado a carta cabal,
dalucía a emplearse en la recogida del cereal no sin antes haber
trabajador incansable pero sin agobio, buen conocedor de
finalizado la siembra del maíz, producción fundamental en
caminos y comarcas y siempre dispuesto a manejar sus recuas
su supervivencia. Un desplazamiento que solía comenzar en
para atender cualquier servicio. El mal estado de la caminería
mayo y finalizaba, tras el duro trabajo, cuatro o cinco meses
hispánica haría que el transporte en mulas jugara un papel
después. Pequeños grupos que a pie se encaminaban al sur en
fundamental en el comercio peninsular, por encima del uso
busca de jornal y sustento, luchando por unos cuartos y ali-
del carro y la galera, hasta épocas muy recientes.
viando el gasto en casa durante su ausencia. El trabajo en la
viña provocaba igualmente migraciones interiores, tanto para
Buscando el mejor pasto en cada época del año, el pastor
la vendimia como para cavar y podar las cepas; contingentes
trashumante será también, lo es todavía aunque ahora casi
de vascos, gallegos y cántabros se adentrarían en tierras de La
como elemento testimonial, viandante habitual de nuestros
Rioja, Castilla, Andalucía y Portugal.
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Caminos Naturales de España
También con la primavera emprenderían la marcha los cante-
Los segovianos recorrieron la península vendiendo sus famo-
ros, gallegos y cántabros, especialmente de Trasmiera, que al-
sos trillos. Cantalejo fue la localidad que más destacó en este
canzarían renombrado prestigio desde la Edad Media. Algunos
oficio que todavía en la década de los 50 del pasado siglo era
permanecían larguísimas temporadas fuera de su tierra, otros
la ocupación principal de su población. No serían los únicos
retornaban para pasar el invierno en sus hogares. No sería el
fabricantes de aperos que se desplazarían.
único oficio relacionado con la construcción que provocaría
migraciones estacionales. Era frecuente el desplazamiento de
Y, sin duda, no podríamos dejar de mencionar un oficio en-
tejeros que, también aprovechando las bonanzas climáticas, se
tre mítico y literario, que se vincularía de forma inseparable a
arrimaban a los pueblos para fabricar in situ las imprescindi-
nuestros caminos: los bandoleros. Con vida montaraz, la sierra
bles piezas de barro para los tejados. En ocasiones en hornos ya
como casa, la faca como símbolo y el arrojo como consejero,
existentes, en otras con improvisados crisoles construidos para
los bandoleros han sido temidos e idolatrados por igual.
la ocasión, los artesanos abastecían la demanda local para, una
vez satisfecha, encaminarse a otra localidad. Fama alcanzaron
La lista de oficios echados al camino sería interminable. Un
los tejeros de Ribadesella. Ocupación especializada que nece-
mundo tradicional hoy en gran parte desaparecido, pero vivo
sitaba experiencia y habilidad, desarrollada normalmente en
todavía en la memoria y en el territorio. Porque buena parte
condiciones de miseria y explotación.
del hacer de estas gentes que durante centurias marcharon por
nuestros viales está todavía presente, y podremos distinguir ca-
Y los campaneros que hasta no hace mucho fabricaban a pie
ñadas y ventas y tejares y posadas y campos de cereal y viñedos
de las iglesias las piezas de bronce que ordenarían la vida de
y ranchos de esquileo y campanarios y un sinfín de detalles que
la localidad, marcando los tiempos y lanzando avisos a una
esconden una historia de vida y una parte de nuestra tradición.
sociedad que se regulaba mediante sus tañidos. De nuevo un
Porque no debemos olvidar que en el espacio podemos seguir
trabajo altamente especializado en el que, en lugar de trasla-
leyendo el tiempo.
dar el producto, se optaba por mover al artesano allá donde
hiciera falta.
...
en la página anterior
El contrabandista español. Litografía anónima que reproduce una pintura de
Gararni. Museo Pirenaico de Lourdes
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Caminos Naturales de España
Cañadas de paso y pasto.
Senderos de paso y posta
José Manuel Mangas Navas
Jefe del Servicio de Bienes y Patrimonio Forestal. Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino
Durante siglos, primero en régimen de privilegio, y más tarde en régimen de libertad, los ganaderos trashumantes han
transitado con sus rebaños por las rutas pastoriles que enlazan pastizales de agostada e invernada, imprimiendo uno de los
grandes capítulos de la historia económica de España, cuyos renglones, ayer en letras mayúsculas, hoy se escriben con trazos
minúsculos y algo torcidos.
Pero, ya fuera con apoyo prepotente o simplemente reglado, el
la como puede la Asociación General de Ganaderos, y de cuya
desplazamiento estacional de los ganados gozó casi siempre de
mano reciben la consideración legal que de suyo les correspon-
carácter excluyente, un atributo que se apoyaba en el hecho in-
día –bienes de dominio público–, conforme con lo dispuesto
cuestionado de que los caminos cañariegos no eran considera-
en el Real Decreto de 1892 que reorganiza la citada Asociación.
dos como vías de mero tránsito, sino como vías de paso y pasto.
Lejana, pues, la patria postcolonial y doliente del 98, emblema de una generación literaria que escribe su dolor (Unamuno,
Con todo, dicha exclusividad perdió su razón de ser cuando al-
«Me duele España») y que apela al lema «Escuela y despensa» (J.
gunos tramos viarios, o la totalidad de los mismos, dejaron de
Costa) para superar la crisis: la primera para instruir y concien-
prestar servicio a los trashumantes, o lo prestaban casi a modo
ciar –Fiesta del Árbol (1904)–, y la segunda para saciar el hambre
testimonial, admitiéndose con ello la posibilidad de abrir di-
mediante la puesta en práctica de reformas agro-sociales que, si
chas vías a otros usos y de adscribirlas a determinados fines.
se instrumentan desde el poder, no deben poner en riesgo los
diferentes intereses en juego, a menudo contrapuestos.
La apertura de las vías pecuarias a los usos recreativos y de
esparcimiento responde a una demanda social, pero ésta, y
Por entonces, irredentas las Españas, la litoral (V. Blasco Ibá-
la respuesta institucional, se han ido gestando y concretando
ñez: Cañas y barro, 1902) y la interior (A. Machado: Campos
lentamente durante muchos años, al compás de un desarrollo
de Castilla, 1912), los intereses agrícolas se van imponiendo a
distorsionado y tardío.
los que defiende la Asociación General de Ganaderos, por más
que en 1917 se reafirme ésta en su doble carácter: oficial en lo
Lejos queda ya la España decadente de finales del siglo xix, mar-
referente a las vías pecuarias y particular en lo que atañe a la re-
cadamente rural, desforestada y polvorienta, sobre cuyo solar
presentación de sus agremiados. Asumiendo dicha correlación
se dibuja una malla perceptible de caminos pastoriles que tute-
de fuerzas, y su corolario en punto a roturaciones arbitrarias,
...
en la página anterior
Representación de un pastor con su rebaño en un capitel románico de la
colegiata de Alquézar. Camino Natural del Somontano de Barbastro. Huesca.
Aragón
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el Real Decreto de 1924, sobre clasificación y deslinde de vías
Pero el aislacionismo del quinquenio siguiente obliga, ahora
pecuarias, consolida un dualismo largamente gestado entre las
por razones de supervivencia política, a afianzar la autarquía
que resultan necesarias –cuya gestión se encomienda a la cita-
económica, que propicia el estraperlo, y a emprender algunas
da Asociación– y las que en todo o en parte no lo son, cuyos
actuaciones de corte agro-reformista, que no frenan el desa-
terrenos se declaran vendibles. No se contemplan otros posi-
rraigo rural (J. A. Nieves Conde, Surcos, 1951) ni disuaden el
bles usos o destinos para los itinerarios ganaderos, ni siquiera
intrusismo viario. Pendiente de su cartilla de racionamiento,
las plantaciones lineales, a semejanza de como se propone en
y necesitada de olvido, la gente común alivia sus pesares en
las márgenes de algunas carreteras, como la de Madrid-Toledo,
la fugacidad de los días festivos, de casa al casino (C. J. Cela:
cuyo proyecto «atiende a la ornamentación forestal de la ca-
La colmena, 1951), mientras que el esparcimiento campestre de
rretera, muy transitada por el turismo y de horizonte y paisaje
algunos, entre cazador y pescador, apenas rebasa la socampana
nada gratos, y a la creación entre ambas capitales de bosquetes,
de su vecindad.
tan necesarios para el esparcimiento y recreo de la población»
(Real Decreto de 15-2-1929).
Ya en otro contexto de mayor apertura, la Administración
Central, consciente de la mengua de la actividad trashumante,
La novedosa Administración republicana recupera las faculta-
hace un guiño al expansionismo recreativo de la capital del
des cedidas a la citada Asociación General de Ganaderos en ma-
Estado. Así pues, «encontrándose los terrenos que ocupan las
teria de vías pecuarias, que, aún quedando excluidas de la Ley
veredas de ganado de la provincia de Madrid desprovistos de
de Bases para la Reforma Agraria (1932), era dable pensar en su
arbolado en los tramos en que las mismas lindan con las ca-
postrera incorporación al banco de tierras para el asentamiento
rreteras nacionales, y siendo necesario para el debido ornato
de campesinos, sin perjuicio de la granjería. La contienda civil
de los accesos de la capital de España, y para atender a las ne-
quebró éstas y otras expectativas, cubriendo España de destruc-
cesidades de que sus habitantes disfruten en las proximidades
ción y miseria (M. Hernández: Nanas de la cebolla, 1939).
de las carreteras, de lugares de descanso suficientemente arbolados», se dicta el Decreto de 9 de octubre de 1951, por el que
En un contexto de penuria y represión, y por razón de mera
«se encomienda al Patrimonio Forestal del Estado, de acuerdo
supervivencia material, el nuevo orden establecido hizo de la
con la Dirección General de Ganadería, la repoblación. Que
economía un modelo de maridaje entre intervencionismo y
deberá satisfacer a las condiciones especiales que impone su
tradición, que, en una primera fase, retrotrae la problemática
actual destino, de los terrenos ocupados por las Vías Pecuarias
general, y la agraria en particular, a la situación y planteamien-
de la provincia de Madrid, en los sitios en que las mismas se
tos de muchos años atrás. En ese contexto de estrecheces, y de
hallen en los linderos o en las proximidades de las carreteras
aquietamiento forzoso, se dicta un Decreto en 1944 por el que
nacionales». Existe constancia de que, en su cumplimiento,
se aprueba el Reglamento de vías pecuarias, de corte continuis-
se emprendieron algunas actuaciones durante los años 1952
ta, una reedición actualizada del que se publicó veinte años
y siguientes, como la repoblación de casi 120 ha de terreno
antes. Y poco más. Como en casi todo, casi nada (C. Laforet:
del «Cordel de Valladolid», en su colindancia con la Carretera
Nada, 1945).
Nacional n-vi, tramo comprendido entre los municipios de
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Caminos Naturales de España
Las Rozas y Guadarrama (¿casualidad?). Pero los madrileños,
parte de ellas, dando lugar a difíciles problemas de manteni-
aún no sobrados de urbe, persisten en la práctica de su modes-
miento y conservación ante la frecuencia de las ocupaciones
to excursionismo fluvial (Sánchez Ferlosio: El Jarama, 1955).
abusivas que se vienen produciendo. Esta falta de actualidad
Y es que, en general, y en aquella década, la España interior,
en la utilización de las vías pecuarias coincide con las nuevas
interiorizada, provinciana (J. A. Bardem, Calle mayor, 1956),
necesidades de áreas verdes y espacios arbolados, tanto por el
suspensa ante la radio, absorta por el cine, y ávida de estoque
aspecto social de servir de esparcimiento y recreo a las masas
y de balón, encuentra su solaz campero entre ribazos (M. De-
ciudadanas como desde el punto de vista ecológico para con-
libes: Diario de un cazador, 1955) y en las riberas de sus ríos y
trarrestar los crecientes efectos de la contaminación atmosfé-
arroyos (C. Martín Gaite: Entre visillos, 1958), lejos, muy lejos
rica. Podría parecer oportuno, en consecuencia, el cambio en
todavía de la brisa marina.
la utilización de estos terrenos de su función primitiva a la
de satisfacer nuevas necesidades, con lo que contribuirían de
Superada la larga etapa autárquica, y concluido el trienio de
una manera importante a la mejora de la calidad de vida de la
estabilización económica, España se adentra por la senda del
comunidad nacional. Sin embargo, la estructura lineal de las
crecimiento económico en casi todos sus sectores producti-
vías pecuarias imposibilita, en la mayor parte de los casos, una
vos, incluido el agrario. La cabaña lanar trashumante se fija
actuación directa de transformación con vistas a estos nuevos
en 1.370.000 cabezas en 1962, pero su desplazamiento ya no
objetivos, lo que hace pensar que el procedimiento más indi-
se efectúa solo ni principalmente a pie, sino en ferrocarril y en
cado para conseguir las finalidades pretendidas sea mediante
camión, y el menor tránsito ganadero relega las vías pecuarias
el trámite de previa enajenación, con el destino específico de
a una suerte de postración que favorece un intrusismo genera-
los fondos resultantes para dichas finalidades. Naturalmente
lizado. De ahí que una década más tarde, en pleno desarrollis-
esta medida, aunque de carácter general, no excluye la posi-
mo, y en el seno del Ministerio de Agricultura, se constituya
bilidad de que algunas vías pecuarias, o parte de ellas, presten
un grupo de trabajo para redactar un borrador de Proyecto
todavía su función en relación con la ganadería, para lo cual se
de Ley sobre desamortización de vías pecuarias, sucesivamente
ha considerado que, previa la información correspondiente, se
reconducido: Proyecto de Ley de ordenación de vías pecuarias
establezcan situaciones de excepción en cuanto a su enajena-
y caminos ganaderos, Anteproyecto de Ley de vías pecuarias y
ción, que estarán en vigor mientras subsisten las causas que las
zonas verdes y, casi al fin, Proyecto de Ley sobre vías pecuarias
determinaron. Ello conduce a la necesidad de fijar de una ma-
y espacios verdes, que el Gobierno remite a las Cortes en 1973.
nera precisa el régimen legal de las vías pecuarias que quedan
Los objetivos de este Proyecto de Ley quedan palmariamente
subsistentes, superando las diferencias que en determinados
expuestos en su preámbulo, donde se manifiesta que «la fun-
aspectos ha venido presentando su regulación actual».
ción de las vías pecuarias, de la mayor importancia en épocas
pasadas, ha quedado muy reducida en la actualidad a conse-
Tal como se advirtió en su momento, la creación de áreas ver-
cuencia de la evolución de los sistemas de explotación de la
des y demás no era sino un simple señuelo para sacar adelante
ganadería, fenómeno agudizado en forma notable en los últi-
un texto legal de tipo liquidacionista. De ahí que, modifica-
mos años, que ha determinado el abandono funcional de gran
do en su tramitación parlamentaria, dicho texto derivara en la
— 109 —
...
Trashumancia de reses bravas. Montes Universales. Teruel. Aragón
En la sierra de Albarracín, cerca del nacimiento del río Tajo y del Camino Natural que sigue su curso, la ganadería de Vicente Mora continúa trashumando con sus
reses bravas hacia tierras sorianas y andaluzas
...
El castillo de la Puebla de Alcocer
(Badajoz), en el Camino Natural del
Guadiana, vigilaba la cañada real
Leonesa Oriental
— 110 —
Caminos Naturales de España
promulgada Ley de Vías Pecuarias de 1974, mejor vertebrada
cuyo censo total se estima en 600.000 ovejas y 40.000 vacas
pero empañada por su matriz de origen. Vale decir, un hito le-
(icona: Cuadernos de la trashumancia, 1992-1996). Por su par-
gal más, y de más fuste, que los Decretos precedentes de 1924
te, la población urbana, de vuelta del desarrollismo anterior,
y 1944, pero con mayor impronta enajenadora. Dilatando el
demanda usos y prácticas más respetuosos con la naturaleza,
estrecho margen del tránsito ganadero, y consciente de la me-
y pide abrir las vías pecuarias al uso recreativo. De ahí la ne-
canización agrícola, la ley amplia las posibilidades de uso a las
cesidad de promulgar una nueva Ley básica sobre la materia.
comunicaciones agrarias. Pero nada más. En tanto, el modelo
social consumista, que fomenta el uso del automóvil y la pri-
Nace así la Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias, en
vatización de los montes y las costas, entra en contradicción
cuyo preámbulo se manifiesta que «la red de vías pecuarias
con la reivindicación social de la naturaleza, que se desenvuel-
sigue prestando un servicio a la cabaña ganadera nacional que
ve entre la práctica de las actividades tradicionales de la caza
se explota en régimen extensivo, con favorables repercusiones
y de la pesca y las demandas del naciente ecologismo, que
para el aprovechamiento de recursos pastables infrautilizados;
entonces se ve reforzado por la imagen televisiva (Rodríguez
para la preservación de razas autóctonas; también han de ser
de la Fuente).
consideradas las vías pecuarias como auténticos ‘corredores
ecológicos’, esenciales para la migración, la distribución geo-
El reglamento de aplicación de la Ley de Vías Pecuarias es
gráfica y el intercambio genético de las especies silvestres. Fi-
coetáneo con la promulgación de la Constitución de 1978,
nalmente, y atendiendo a una demanda social creciente, las
cuya impronta federalizante implica la redistribución de fun-
vías pecuarias pueden constituir un instrumento favorecedor
ciones entre la Administración General del Estado y las fla-
del contacto del hombre con la Naturaleza y de la ordenación
mantes Comunidades Autónomas. Ello conlleva un proceso
del entorno medioambiental». En su consecuencia, ya en el
de traspasos (1980-1985) y de reajustes administrativos –incre-
articulado, dice la Ley que «se consideran usos complementa-
mentados por la incorporación de España a la Unión Europea
rios de las vías pecuarias el paseo, la práctica del senderismo,
(1987)–, que, de suyo, facilitan el intrusismo y la usurpación
la cabalgada y otras formas de desplazamiento deportivo sobre
de terrenos viarios, ahora mayoritariamente de carácter urba-
vehículos no motorizados siempre que respeten la prioridad
nístico, y, por tanto, más lesivos. Con todo, ya en la etapa
del tránsito ganadero». Un broche cultural y social que com-
finisecular, y para sorpresa de muchos, la red de vías pecua-
pleta la visión cromática de un texto conservacionista.
rias (más de 100.000 kilómetros de longitud) sigue siendo
transitada por una parte de la cabaña ganadera trashumante,
— 111 —
La Mirada Circular
Ancares leoneses de Guímara a Balboa
Castilla y León
Javier Rubén Castrosín Prada
Técnico responsable de la parte de «La Mirada Circular»
que fue ejecutada por la Fundación Ciudad de la Energía
La Mirada Circular es una iniciativa de turismo inteligente y sostenible que gira en torno a la comarca de El Bierzo.
La comarca de El Bierzo se halla situada en el sector noroccidental de la provincia de León, es la de mayor extensión
tanto de la provincia como de la Comunidad Autónoma de
Castilla y León, abarcando una superficie de 3.168,49 km2 y
englobando un total de 38 municipios. Además, es la única
comarca de la región castellano-leonesa reconocida como tal,
por la Ley 1/1991 de 14 de marzo aprobada por las Cortes de
Castilla y León.
— 112 —
Caminos Naturales de España
Hablamos de una ruta compuesta por 15 caminos temáticos que,
Camino de los Celtas
a lo largo de 330 kilómetros, recorren todo el perímetro de esta
(de Guímara a Pereda de Ancares)
comarca circular consiguiendo una interrelación entre medio natural y forestal, turismo y cultura. Con más de 10.000 metros de
Desde el siglo i a. c. nuestros antecesores recorrieron estas sen-
desnivel acumulado, atraviesa un total de 20 municipios y pasa
das. Los celtas, pueblo singular y evolucionado, poblaron estos
por más de 50 núcleos de población distribuidos alrededor del
preciosos valles que excava el río Cúa. Su presencia nos dejó
impresionante círculo montañoso comarcal. El diseño de esta
un bello legado de construcciones: sus círculos castreños. Este
ruta se ha basado en el mantenimiento y adecuación de antiguos
antiguo sistema de asentamiento todavía se identifica con al-
caminos y sendas que servían de antiguas vías de comunicación,
gunas poblaciones actuales y con impresionantes yacimientos
hoy en desuso, y totalmente integradas en el medio forestal.
arqueológicos.
Los senderos y caminos que componen La Mirada Circular
Comenzaremos ruta en Guímara, donde se puede visitar la
atraviesan algunos de los parajes más bellos de España. La Mi-
iglesia de San Bartolomé y el conjunto arquitectónico del pue-
rada Circular forma parte de cuatro sistemas montañosos que
blo, dado que conserva un tipo de construcción tradicional que
circundan la comarca de El Bierzo: sierra de Ancares, sierra de
representa el legado del pasado del valle de Fornela. También
la Lastra, montes Aquilianos y sierra de Gistredo. Este carácter
podremos observar las torretas de la antigua línea de baldes
montañoso define un relieve comarcal quebrado, con pendien-
que llevaba el carbón desde las minas de Tormaleo (Asturias)
tes en general elevadas y con cimas superiores a los 2.000 m
hasta Páramo del Sil (León) recorriendo un total de 24 kiló-
desde donde las vistas resultan cuanto menos fascinantes.
metros, parte del patrimonio industrial de estas tierras. Ascenderemos hacia lo que los lugareños conocen como El Cuadro
Se trata de un viaje circular por la historia, la economía y la
y, más adelante, La Pesca, donde nace el río Cúa, lugares que
sociedad de El Bierzo, una comarca mítica, de profundas raíces
hacen referencia a antiguas brañas donde se llevaba el ganado
y marcado carácter. El paseo conduce a los antiguos castros de
en época de estío para aprovechar, de este modo, los pastos de
origen celta, a construcciones tradicionales conocidas como
altura y donde podremos tomar un descanso en alguno de los
pallozas, a la explotación aurífera de Las Médulas, a diversas
refugios que nos cuadran de paso. Merecerá la pena desviarnos
explotaciones de carbón, a los yacimientos de wolframio y,
de la ruta en un cruce que nos encontraremos a continuación
cómo no, al Camino de Santiago, el itinerario cultural y espi-
para poder contemplar unas espectaculares vistas del vecino
ritual más importante de Europa.
Principado de Asturias e incluso ver el mar si tenemos un día
claro. Retomando la senda original, dirigiremos el paso hacia
Vamos a entrar en detalle en la zona de la sierra de Anca-
el valle de Ancares; las vistas serán desde aquí impresionantes,
res leoneses, convertida en Camino Natural por sus grandes
dejando a nuestras espaldas la espectacularidad del relieve del
cualidades paisajísticas, históricas, culturales y naturales aso-
valle de Fornela y abriéndose ante nuestros ojos, imponente,
ciadas. Tres son las etapas que nos permitirán descubrir todo
uno de los valles glaciares más representativos de nuestra co-
este entramado.
munidad, el valle de Ancares.
— 113 —
— 114 —
Caminos Naturales de España
Seguiremos caminando entre bosques llenos de vida, reduc-
sobre unos pilares de piedra que lo protegen de la humedad y
tos de fauna salvaje. Nos observarán desde sus escondrijos
del ataque de los roedores, dado que este se utilizaba a modo
corzos, rebecos, venados y jabalíes; nos acechará desde las
de despensa para los alimentos y el grano cosechado por los
alturas el águila real y, desde lejos, el oso pardo y el urogallo
habitantes de la palloza. Estamos hablando de verdaderos mu-
velarán nuestro caminar. De camino hacia la localidad de
seos de la vida de nuestros antepasados.
Suertes, disfrutaremos de un verdor intenso como se ve en
pocos lugares. Surgen las fuentes a cada paso, desencadenan-
Camino de las Brañas
do pequeñas cascadas que dan, si cabe, más luminosidad al
(de Pereda de Ancares a Campo del Agua)
paisaje y que hacen del camino a Suertes una senda inmersa
Antigua tierra de ganaderos y de pastos estivales. El hombre
en un pequeño paraíso.
aprovechaba las estaciones circulares y se desplazaba a su ritLa localidad de Suertes conserva toda su arquitectura tradicio-
mo: en invierno se refugiaba en el valle y en verano se trasla-
nal, una aldea que permanece prácticamente inalterada, con
daba a las zonas más altas en busca del mejor forraje para su
un antiguo molino que muestra una forma de aprovechamien-
ganado. Estas zonas altas, alzadas o brañas, eran designadas
to de la fuerza del agua. Seguiremos nuestro camino por una
con bellos topónimos. En la actualidad la mayoría se encuen-
senda que discurre entre tierras de cultivo y sotos de castaños,
tra en desuso, pero su visita nos deja las estampas de la vida de
hasta nuestra llegada a la localidad de Pereda de Ancares, don-
esas gentes que supieron vivir las montañas.
de la magnitud y la grandiosidad de muchos de sus castaños
nos dejarán perplejos. Aquí encontraremos una de las cons-
Dejando atrás Pereda de Ancares, subiremos por un valle entre
trucciones tradicionales más importantes de la zona: las pallo-
la espesura de los robles donde no será difícil observar algún
zas, prueba viva del origen celta de estos pueblos bercianos. La
animal de la fauna silvestre que se cruce apresurado en nuestro
característica principal de estas viviendas es la agrupación en
camino. Podremos hacer un alto en el camino para descansar
un solo cuerpo de todas las acciones de la vida cotidiana, apa-
en alguno de los refugios que nos iremos encontrando. El as-
reciendo unida la vivienda, el pajar y el establo. Son viviendas
censo merece la pena, llegaremos a un mirador desde el que
de planta elíptica o rectangular, sin apenas ventanas. Otra de
podremos divisar una de las vistas más espectaculares del valle
las características de este tipo de construcciones es su techo,
glaciar en el que se enmarca la localidad de Burbia. Con la
construido con madera y paja apelmazada, llamado teito. El
retina cargada de paisajes comenzaremos el descenso desde el
interior de la palloza estaba dividido por zonas, una destinada
mirador hasta la localidad de Burbia por una pista realmente
al ganado y otra destinada a la vivienda conocida como lareira,
curiosa, dado que sortea la elevada pendiente mediante una
donde se realizaba la comida y el fuego que calentaba la vivien-
gran cantidad de curvas en herradura, por lo que más común-
da. Cercano a la palloza podemos encontrar en la mayoría de
mente es conocida como «pista de las zetas».
los casos otro tipo de construcción típica: el hórreo, con una
semejanza arquitectónica con la palloza. El hórreo casi siempre
En la localidad de Burbia podemos recorrer sus estrechas ca-
aparece construido en madera con techo de paja y apoyado
llejuelas, muy bien conservadas a pesar del paso del tiempo,
...
en la página anterior
Castaño Fiangueiro en Balboa
— 115 —
...
Valle de Guímara con el Camino Natural en su lecho
...
Palloza
— 116 —
Caminos Naturales de España
con casas de corredores de madera y cubiertas de pizarra tan
cubiertas de centeno protegían del intenso frío invernal a los
características de la arquitectura tradicional. Podremos visitar
pobladores de estas bellas aldeas ancaresas.
alguno de sus molinos que presentan tan buen estado de conservación y, si hace calor, darnos un baño en el río del mismo
Después de la gratificante visita a Campo del Agua, dirigire-
nombre del pueblo en que nos encontramos, con numerosos
mos nuestros pasos hacia Canteixeira por una pista que, como
pozos donde es habitual que la gente se dé un chapuzón en
si de una frontera se tratase, divide la ladera en dos mitades:
verano a pesar de la baja temperatura del agua.
livianos pastos en las zonas bajas y majestuosos bosques de
robles y acebos en las alturas.
Nuestro próximo destino es otro de los núcleos emblemáticos
de nuestra comarca, Campo del Agua. Comenzamos a cami-
Estos territorios recónditos dan cobijo a dos de los animales
nar, a la salida de Burbia, paralelos al río, entre las tierras de
más escurridizos de nuestra fauna; lobos y osos habitan estas
labranza, hasta llegar a un cruce a partir del cual el camino
tierras al igual que lo hacían siglos atrás. Merece la pena dejar
comenzará a ascender entre un espeso bosque de robles y ace-
de lado nuestro camino por un momento para adentrarnos en
bos hasta llegar a Campo del Agua, antigua braña a la que se
el bosque y disfrutar del silencio y la soledad.
trasladaban en verano los ganaderos de la localidad de Aira da
Pedra, para aprovechar, de este modo, los pastos de las alturas
El camino continúa enmarcado entre el bosque y los pastos
de la montaña ancaresa. Campo del Agua está formado única-
con ganado, siempre bajo la atenta mirada del pico Tres Obis-
mente por pallozas, y hasta 1989, cuando ardieron la mayoría
pos, llamado así porque según la tradición se reunían los obis-
de las 22 pallozas que conformaban el núcleo, era uno de los
pos de las tres sedes episcopales limítrofes de Lugo, Astorga y
conjuntos monumentales de arquitectura tradicional mejor
Oviedo en una campa cercana del mismo nombre.
conservados de toda Europa. En la actualidad deshabitada, es
fiel reflejo de la vida cotidiana de nuestros antepasados más
Más adelante, sin desviarnos de la senda, nos encontraremos
cercanos; se conservan las antiguas pallozas o cabañas de teito
con otro cruce; por un lado veremos el pueblo de Tejeira y por
adaptadas al clima de este espacio abierto y alto, que todavía
otro lado, hacia lo más alto de la montaña, podremos encon-
son utilizadas para dar cobijo a los hombres y su ganado, ya
trar una de las fuentes más famosas de la zona, la fuente de los
que algunas de ellas han sido restauradas.
Cinco Caños, localmente conocida por sus cualidades curativas. En este lugar es aconsejable realizar un descanso en otro
Camino de las Pallozas
de los múltiples refugios de la zona, para disfrutar sin prisas de
(de Campo del Agua a Balboa)
las maravillosas vistas y del aire puro de la sierra de Ancares.
Como un antiguo legado celta heredado de nuestros antepasa-
De nuevo en el camino, continuamos por la senda que nos
dos, sorprendentes viviendas circulares centran la atención de
conduce a la localidad de Canteixeira. A lo largo de este reco-
la arquitectura tradicional. Volvemos a hablar de las pallozas,
rrido, podremos disfrutar de otro de los bosques más emble-
antiguas posadas donde convivían hombres y animales. Sus
máticos de nuestra comarca, la Baliña, un robledal con algunos
— 117 —
...
Panorámica del valle de Burbia
...
Bajando hacia el valle
— 118 —
Caminos Naturales de España
ejemplares varias veces centenarios. Con la llegada a Cantei-
tra en el siglo xiv. Perteneció a los condes de Lemos y más
xeira, podremos visitar una de las pallozas mejor conservadas
adelante fue comprado por los Reyes Católicos, para que for-
de la zona, sin olvidarnos del espectacular paseo hasta la fer-
mase parte de la Corona de Castilla. En la actualidad el castillo
venza o cascada de Canteixeira, situada en un marco natural
de Balboa únicamente conserva en pie la torre y algún resto de
de una belleza incomparable, donde el agua salta de forma
sus muros. La iglesia de Santa Marina es una de las joyas arqui-
irremediable desde unos diez metros de altura, para adentrarse
tectónicas de Balboa, data de los siglos xvi y xvii, aunque en
valle abajo y ceder sus aguas al río Valcarce.
ella aparezcan restos del románico, siendo una de las muestras
más relevantes del renacimiento en la comarca de El Bierzo.
Nuestro último objetivo en esta etapa será la localidad de Bal-
Aparece aquí de nuevo la grandiosidad y majestuosidad de los
boa, cuna de infinitud de costumbres celtas, donde las pallozas
castaños que pueblan estas tierras y cómo no destacar la herra-
forman parte del entramado urbano y se han adaptado a la
mienta cultural conocida como la Casa de las Gentes, creada
vida actual, convirtiéndose en cafeterías y restaurantes. Para
a partir del reciclaje de un polideportivo en desuso y que pre-
llegar a Balboa, debemos salir de Canteixeira por una peque-
senta una amplia y permanente colección de tallas de madera,
ña senda entre robles y castaños que nos conducirá a nuestro
además de la sorprendente transformación del espacio.
destino. A modo de vigía, y entre sotos de castaños, domina
todo el pueblo el castillo de Balboa, cuyo origen se encuen-
...
El Cuadro
— 119 —
Valle de Lozoya
Corazón de Guadarrama
Comunidad de Madrid
Domingo Pliego Vega
Escritor y montañero
El valle de Lozoya, junto con el de Valsaín y el del río
Moros, es uno de los valles emblemáticos del Guadarrama,
conocido y transitado desde hace siglos. Ya en la Alta Edad
Media sería repoblado por los quiñoneros segovianos, al traspasar la reconquista la barrera del Guadarrama hacia 1085.
En el siglo xiv, el Libro de la Montería de Alfonso xi describe
catorce monterías de oso y de puerco (jabalí) en tierras de Val
de Loçoya (Libro iii, cap. x), de las que siete tenían lugar en
el mismo valle y otras siete en los valles aledaños. También
en este siglo el Arcipreste de Hita, en el Libro de Buen Amor
(c. 1330), sitúa una de sus aventuras con la serrana vaquera,
la «Chata de Malangosto», en el puerto de Malagosto, una
de las salidas del valle.
— 120 —
Caminos Naturales de España
El paso del Malagosto, comunicación del valle con tierras se-
Cotos y a El Paular, para continuar hacia La Granja cruzando
govianas, quedaría abandonado años después al construirse la
la sierra por el puerto del Reventón.
Granja en la segunda mitad del siglo xviii, trasladándose el
paso al del Reventón, mientras que el remozado camino del
El monasterio de El Paular y el camino de salida del valle hacia
puerto de Navacerrada (1780) sustituía al antiguo del puerto
Lozoyuela serían frecuentados por la gente de la Institución
de la Fuenfría.
Libre de Enseñanza y por los primeros excursionistas del Guadarrama en los años posteriores a aquella excursión.
La quietud y recogimiento del valle resultarían idóneos para
construir el monasterio de El Paular en una de las zonas más
En 1915 se abrió la carretera del puerto de Navacerrada al de
recónditas, a finales del siglo xiv. Los terrenos fueron donados
los Cotos y a Rascafría, que sustituyó al viejo camino del valle
por Juan i a los cartujos hacia 1390, iniciándose las obras, que
por el puerto de El Paular. Y en 1932 se abrió la carretera de
tardarían en completarse varios siglos; el monasterio fue cartujo
Miraflores a Rascafría por el puerto de la Morcuera.
hasta 1954, año en que pasó a usufructo de los benedictinos. En
el viejo molino de papel que perteneció al monasterio, del que
El desarrollo de la guerra civil española de 1936 en torno a
no queda nada, se fabricaría el papel con el que se imprimió la
Madrid tendría parte de sus escenarios en las altas cumbres
primera edición de El Quijote. El propio monasterio, restaurado
que rodean el valle, por un lado el cordal de Peñalara al Ne-
en estos últimos años, ha recuperado sus hermosas sillerías mu-
vero y a los puertos de Navafría y de la Linera; y por el otro,
chos años después de la desamortización de Mendizábal, cuan-
las pequeñas cumbres del cerro de la Cruz y la Cachiporrilla,
do fueron a parar a distintas iglesias de Madrid; también han
que cierran la salida del valle por el este. Por todas estas alturas
podido recuperarse, y reintegrar a su lugar original, cincuenta y
quedan aún abundantes restos de la guerra.
dos cuadros de Vicente Carducho (Vicenzo Carduccio), pintados entre 1626 y 1632, igualmente dispersos tras la exclaustración
Entre los tesoros del valle que no podemos dejar de citar, de
de 1835. En 1876, con Alfonso xii, el monasterio fue declarado
los que aún hoy podemos disfrutar, se encuentran los exten-
Monumento Nacional a pesar de su estado de abandono.
sos pinares de la cabecera del valle, vendidos por el Estado a
D. Andrés Andreu en 1837, tras la desamortización, y por éste
El Correo de la Posta utilizó uno de los pasos de la sierra desde
a la Compañía Belga de los Pinares de El Paular en 1840; el
el valle, el puerto de Cega, hoy día de Navafría, para alcanzar
sabinar de Lozoya, en las laderas meridionales del cerro de la
más directamente las tierras burgalesas desde Madrid.
Cruz, que es el único existente en la Comunidad de Madrid;
los antiguos puentes del Perdón, del Congosto1, Matafrailes,
La célebre excursión con niños de la Institución Libre de Ense-
puente Canto; la lámina de agua del embalse de Pinilla a los
ñanza de 1883, dirigida por Francisco Giner de los Ríos y Ma-
pies de Lozoya; el denominado Bosque Finlandés, que junto
nuel B. Cossío, que tuvo lugar mucho antes de la construcción
al arboreto Giner de los Ríos, inaugurado en julio del 2002,
de la carretera de Navacerrada a Cotos y Rascafría, recorrería
constituye un precioso itinerario de obligado paseo; el yaci-
buena parte del valle, desde las Guarramillas al puerto de los
miento arqueológico de la orilla sur del embalse de Pinilla;
— 121 —
...
Valle de Lozoya
Vista del valle en primavera desde el Camino Natural que lo recorre
...
Puente del Perdón
— 122 —
Caminos Naturales de España
algunas de las iglesias de los pueblos; los centros de educación
bajar a El Paular: el camino del Palero (señalizado hace años
ambiental del Puente del Perdón y de El Cuadrón; la ermita
como gr 10.1); la Ruta Verde 1 del Parque; el viejo camino del
de Santa Ana, la de Nuestra Señora de los Prados en Garganta
Paular, que cruza el río Lozoya por los puentes de los Hoyones
de los Montes; las cascadas del Purgatorio; los viejos potros de
y de la Angostura, llega a La Isla y sigue de allí a El Paular por
herrar; las piscinas naturales de Las Presillas, etc.
la antigua central eléctrica, puente del Aguilón y Las Presillas; incluso por la sillada de Garci Sancho y Cabeza Mediana.
A lo largo de todo el valle existió desde antiguos tiempos un
Pero, en cualquier caso, este tramo no ha sido rehabilitado
viejo camino, que comunicaba Valsaín con el valle por el puer-
como el del resto del valle, aunque se utilicen parte de las pis-
to de los Cotos, el viejo puerto de Lozoya, llegaba al monas-
tas forestales existentes.
terio y continuaba hacia Lozoya, saliendo del valle por el conEn conjunto, el camino del valle de Lozoya consta de los si-
gosto en dirección a Buitrago y Lozoyuela.
guientes tramos:
La construcción de los embalses de Riosequillo en 1958 y de
Pinilla en 1967, las pistas forestales, las carreteras y las ur-
De Cotos a El Paular
banizaciones de los pueblos han ido ocultando buena parte
(tramo no incluido en el camino rehabilitado)
del viejo camino, del que solamente quedan restos de algu-
Puerto de los Cotos-Puente de la Angostura ...........8
km
nos pequeños tramos. Pero en estos últimos años, el esfuerzo
Puente de la Angostura-La Isla................................3,1
km
conjunto del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural
La Isla-El Paular .....................................................5,4
km
y Marino (marm), la Mancomunidad del Valle de Lozoya y
total ................................................................... 16,5
km
2
la Dirección del Parque Natural de Peñalara ha promovido el
reacondicionamiento del Camino Natural del Valle de Lozo-
De El Paular a Lozoya
ya, inaugurado en la primavera del 2010, adecuándolo a los
(el actual Camino Natural del Valle de Lozoya)
nuevos usos actuales, paseo, senderismo, ciclismo, equitación.
El Paular-Rascafría................................................. 2
km
El camino, de dos a tres metros de ancho, fácil de seguir, bien
Rascafría-Oteruelo-Alameda .................................. 4,5
km
señalizado, equipado con numerosas áreas de descanso en y
Alameda-Pinilla ..................................................... 2,6
km
entre los pueblos de paso, discurre desde el Centro de Edu-
Pinilla-Lozoya ....................................................... 5,2
km
cación Ambiental (cea) del Puente del Perdón, en El Paular,
total ................................................................... 14,3
km
hasta Lozoya, sale del propio valle por la presa de Pinilla y el
puente del Congosto y se alarga hasta Garganta de los Montes
De Lozoya a El Cuadrón
y el cea de El Cuadrón, donde finaliza por el momento, con
(el actual Camino Natural del Valle de Lozoya)
ramales que se dirigen a otros puntos de interés del valle.
Desde Lozoya, ya fuera del valle, el camino continúa hacia
Garganta de los Montes y El Cuadrón
El antiguo camino entraba realmente en el valle por el puerto
Lozoya-Presa de Pinilla ..............................................3,2 km
de los Cotos, desde donde hoy día hay varios itinerarios para
Presa de Pinilla-Puente del Congosto......................... 1,8 km
— 123 —
— 124 —
Caminos Naturales de España
Puente del Congosto-Puente de Matafrailes .............. 2,4 km
Las excavaciones arqueológicas del Calvero de la Higuera
Puente Matafrailes-Garganta de los Montes .............. 4,6 km
A 3,5 km de Pinilla, al otro lado del embalse.
Garganta de los Montes-El Cuadrón ............................5 km
total .........................................................................17 km
La ermita de la Fuensanta
A 2 km desde Lozoya.
Desde Garganta de los Montes también se puede ir a El Cuadrón por el camino de abajo (4,2 km), aunque el camino re-
El sabinar de Lozoya
habilitado es el que va por el collado del cerro del Cuadrón.
Poco más de 5 km ida y vuelta desde Lozoya.
En total hay unos 48 kilómetros de camino, de los que 31, del
La ermita Nuestra Señora de los Prados
cea del Puente del Perdón al de El Cuadrón, están actualmen-
Ruta circular de unos 6 km desde Garganta de los Montes.
te acondicionados y equipados.
El área de esparcimiento del embalse de Riosequillo
Una serie de rutas complementarias, que irradian del Camino
A 6 km de El Cuadrón.
Natural y discurren por buenos caminos, ofrecen la posibilidad de
profundizar en el conocimiento del valle de Lozoya y su entorno:
Y los que tengan ánimos pueden subir a la cumbre del Mondalindo desde Garganta de los Montes, al portachuelo de Ca-
Cascadas del Aguilón
nencia y la Cachiporrilla desde Pinilla del Valle, al refugio de
Unos 11 km ida y vuelta desde El Paular.
la Majada del Cojo desde Alameda, a la Cabeza Mediana desde
El Paular e, incluso, a las cumbres más altas de la sierra, Peña-
Mirador de los Robledos
lara y Cabezas de Hierro, o a las lagunas de Peñalara y de los
10 km ida y vuelta desde El Paular.
Pájaros, partiendo del puerto de los Cotos.
Los Navazos
Ruta circular de unos 3,5 km desde Oteruelo.
La ermita de Santa Ana
A unos 3 km de Alameda.
1 El denominado puente Canto en los actuales paneles del Camino Natural
se llamaba antiguamente puente del Congosto. El Libro de la Montería del rey
D. Alfonso XI cita este puente al describir una de las monterías en el Libro III
Cap. X («La garganta que es ençima de la puente del Congosto…»). Nosotros
hemos conocido con el nombre de puente Canto el que hay a la salida del pueblo de Canencia para salvar el arroyo de igual nombre (siglos XIV-XV).
El arroyo de la Saúca
Recorrido circular de unos 8 km desde Alameda.
2 La Mancomunidad del Valle de Lozoya está formada por los municipios de
El Cuadrón, Garganta de los Montes, Rascafría, Pinilla del Valle, Alameda del
Valle y Oteruelo.
Ruta de los Oficios
Ruta circular de unos 5 km desde Pinilla.
...
en la pagina anterior
Iglesia de Alameda del Valle. Dibujo a plumilla. Domingo Pliego
La inspiración artística surge en cada rincón del valle de Lozoya, en una íntima
unión de cultura y naturaleza
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Caminos Naturales de España
...
Embalse de Pinilla
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Camí de Cavalls
Islas Baleares
Pep Ribas Leiva y Blas Guevara Caparrós
Guía de montaña-aventuramallorca.com
Todo camino trasciende su dimensión física para transmutarse en un viaje iniciático hacia una experiencia vital, hacia
la incertidumbre de lo desconocido y hacia el conocimiento
interior de nosotros mismos, pues el Camí de Cavalls no es
una excepción, aunque sea excepcional: es uno de esos caminos que regalan al viajero momentos imborrables.
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Caminos Naturales de España
Menorca es una isla de carácter profundamente marcado por
lo cual hace de Menorca una verdadera isla entre el desenfreno
el influjo del Mediterráneo, por el viento norte de la tramun-
tan asociado a sol y playa que padecen las Baleares: esta es la
tana, y por su especial situación geográfica. Camino e isla es-
última y verdadera isla de la calma.
tán tan íntimamente ligados que no pueden entenderse el uno
sin el otro: el primero porque no podría concebirse en otro
La conservación es un principio que en esta tierra se aplica a
lugar diferente, y aquella porque solo a través de su recorrido
todos los niveles, tanto es así que la proporción de restos ar-
pueden apreciarse todos los matices de su belleza que guarda
queológicos de la cultura talayótica, que se originó en Mallorca
celosamente solo para aquellos que saben mirar.
y Menorca hacia el 2000 a. c., repartidos por toda su geografía
hace de esta isla un museo al aire libre y un monumento a la
La orografía de la isla puede parecer más bien escasa, pero nada
prehistoria de primera magnitud: los talayotes (enormes torres
más alejado de la realidad: Menorca es una sucesión de colinas
de base circular o cuadrada, de uso defensivo o de vigilancia),
y prados, cerros y llanuras, barrancos y cultivos, que desem-
las taulas (enigmático monumento formado por dos enormes
bocan en las calas o los acantilados, salpicando el paisaje de
piedras planas una sobre otra formando una gran «t»), las ne-
múltiples tonalidades, interrumpidas tan solo por paredes de
crópolis (Cala Morell, Cales Coves), los monumentos funera-
piedra, caminos rurales y sinuosas carreteras que las delimitan
rios (naveta des Tudons) y los poblados (Son Catlar, Trepucó,
en una suerte de geometría espontánea multicolor.
Torralba d’en Salord, Torre d’en Galmés, Torretrencada…).
Posiblemente el empeño del hombre en aprovechar todos los
No es casualidad que Menorca sea Reserva de la Biosfera,
recursos a su alcance ha hecho que se conserven hasta nues-
como tampoco lo es lo singular de su paisaje y su paisana-
tros días en un estado de preservación tan excelente, ya que
je, fruto de la perfecta simbiosis entre hombre y naturaleza
los yacimientos eran utilizados como rediles para el ganado.
que mantienen una relación de mutuo respeto: el hombre ha
Menorca atesora un patrimonio histórico, etnológico y natural
moldeado el medio y este ha templado al hombre. El ejemplo
extraordinario, de frágil equilibrio pero de sólida armonía.
más obvio está en la sostenibilidad de su economía, basada
eminentemente en la agricultura, la ganadería y el turismo.
La espectacularidad de la sencillez
Arraigada en sus tradiciones, pero nunca anclada en el pasado ha sabido aunar desarrollo y protección medioambiental
La finalidad del Camí de Cavalls (gr 223) era comunicar las
como su principal seña de identidad: las explotaciones agríco-
diferentes fortificaciones y torres de vigilancia costera que cir-
las localizadas en los llocs –nombre local con el que se designa
cunvalan todo el perímetro de la isla. Su actual trazado se debe
a los predios–, dependen mayoritariamente del ganado vacu-
a la contribución de franceses e ingleses que se disputaron el
no, base del importante sector lechero menorquín, que a su
dominio de la isla en el siglo xviii: son 185 kilómetros reparti-
vez necesita de grandes espacios abiertos para pastar. Hasta el
dos entre los 8 municipios de la isla. Fue durante la domina-
sector turístico ha sido insólitamente domesticado por la isla
ción inglesa cuando el puerto de Maó se fortificó con diferen-
donde se encuentra en excelente equilibrio, sin masificaciones
tes enclaves militares que lo hicieron inexpugnable, como el
ni excesos urbanísticos, pero con una oferta más que notable,
Fort Marlborough, excavado en gran parte en la misma piedra,
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Caminos Naturales de España
que junto con el castillo de Sant Felip y la torre de Stuart
La costa de la Tramuntana
(o d’en Penjat) servía para proteger la entrada de aquel; un
enclave muy codiciado por ser uno de los mejores puertos na-
Siguiendo la ruta señalizada por la herradura, se alcanzan las
turales del Mediterráneo occidental. Al final del puerto encon-
urbanizaciones existentes en el Arenal d’en Castell y en la playa
traremos el inicio del Camí de Cavalls, dirección Cala Mes-
de Son Saura del Nord. Dejando atrás la urbanización de Ses
quida; en esta destaca una imponente torre defensiva del siglo
Salines, la senda continúa hasta Cala Tirant; en las proximida-
xviii, una de las 11 atalayas que erigieron los ingleses por todo
des de este itinerario se levanta la imponente torre de Fornells,
el litoral entre los años 1798 y 1802. A partir de ahora el camino
una de las mayores de Menorca, de forma troncocónica, cons-
discurre bordeando la costa hasta llegar al Parque Natural de
truida en 1801. Desde Cala Tirant podemos visitar el yacimien-
s’Albufera des Grau, la zona húmeda más importante de Me-
to arqueológico de la ciudad romana de Sanisera; en su puerto
norca, una zona de gran valor natural y paisajístico que constituye la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera donde se puede
observar toda la riqueza de su biodiversidad en su máximo
esplendor. El parque está formado por s’Albufera des Grau, la
isla d’en Colom y el cabo de Favàritx, englobando una gran
variedad de ecosistemas: humedales, dunas, comunidades de
litoral, pastos, terrenos agrícolas, zonas boscosas, acantilados
y calas. Cabe destacar la presencia de más de 100 especies de
aves. A continuación, dirección al cabo de Favàritx, podemos
disfrutar de un ecosistema dunar perfectamente conservado,
caminando entre pinos, monte bajo y acebuches hacia la cala
de Sa Torreta, Cala Morella y la espectacular Cala Tortuga. El
cabo de Favàritx está presidido por su solitario faro construido
natural se han hallado restos de cerámica romana y un pecio
sumergido a 60 metros. La ruta transcurre hacia Binimel-là y
Els Alocs por una amplia zona declarada como Lugar de Importancia Comunitaria (lic), y Zona de Especial Protección
para las Aves (zepa) por su gran valor ornitológico, pasando
bajo la falda de La Falconera (206 m); a partir de este tramo de
costa virgen el terreno se vuelve más accidentado y el paisaje
de los acantilados costeros es sobrecogedor, así como la belleza
de las solitarias calas que bordea como Cala Pregonda, Cala
Barril y Cala Calderer; toda esta franja litoral está incluida en la
Reserva Marina del Norte de Menorca. Se divisan los arenales
de la cala del Pilar y Alfurí, donde se concentran una gran cantidad de endemismos botánicos. En Cala Morell se encuentra
una necrópolis de la era talayótica (1500-300 a. c.). El paisaje
en 1922, un desolado lugar azotado por los temporales de la
del tramo que se extiende entre Cala Morell y Punta Nati es
tramuntana; allí se encuentran los materiales geológicos más
muy árido y desértico, lo que demuestra la crudeza de este pa-
antiguos de las Baleares: losas de pizarra negra de hasta 300
raje. El naufragio del paquebote a vapor francés General Chanzy
millones de años. El Camí avanza hacia el Pou d’en Caldes y
en 1910, mientras realizaba la travesía entre Marsella y Argel,
Cala Caldes, cerca de la cual se pueden observar las curiosas
falleciendo todos sus ocupantes, precipitó la construcción del
formaciones de las peñas de Es Capell de Ferro, salpicadas por
faro de Punta Nati que previene a los barcos desde 1913. Desde
líquenes de diferentes tonalidades. El trayecto se aproxima a la
la cala des Corbetar, o Caleta de Sa Cigonya, se aprecia un per-
zona húmeda del Port d’Addaia; allí la vegetación es la típica
fecto puente de roca natural, el Pont d’en Gil. En sus proximi-
de los saladares localizada en las salinas de Mongofra, lugar de
dades se hallan diversas cuevas submarinas, en una de ellas, de
acogida de aves limícolas.
unos 200 metros de longitud y a 12 metros de profundidad, se
...
en la página anterior
Dunas de Son Bou
La formación dunar de Son Bou es una rareza en Menorca. Su vegetación
convive con la de las marismas anejas, que son la segunda zona húmeda en
importancia de la isla
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Marisma de Es Grau. Parc Natural
de s’Albufera des Grau, Illa den
Colom i cap de Favàritx
...
Atardecer desde Ciutadella
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Caminos Naturales de España
encuentran formaciones de estalactitas y estalagmitas, además
ronda entre el 1600 al 1400 a. c. Entre Cala Galdana y Sant
de dos bóvedas de aire a las que es posible emerger.
Tomàs se encuentran los barrancos más representativos de la
isla, como el de Trebalúger, Albranca y Binigaus; en este se
Desde este punto el camino discurre por carretera hasta Ciuta-
encuentran tres de las cuatro cuevas kársticas que existen en
della, antigua capital de la isla. Su casco antiguo es Monumen-
Menorca; una de ellas es la Cova dels Coloms, apodada La
to Histórico-Artístico Nacional; bautizada por los fenicios con
Catedral por las dimensiones de su bóveda. Partiendo desde
el nombre de Jamma y posteriormente emplazada como facto-
Cala Galdana el camino se adentra hacia el interior llegando a
ría comercial en época romana, pasó a ser la tercera población
Sant Tomàs, saliendo a su paso otros barrancos como el de Es
fortificada, junto a las dos ya existentes, Magón (Mahón/Maó)
Bec, ya muy cerca de Son Bou, donde se encuentran los restos
y Sanisera.
de una basílica paleocristiana.
El camino de Migjorn
La senda del aire
El siguiente objetivo es el faro del cabo d’Artrutx, pasando
Más adelante se halla el poblado talayótico más grande de la
junto a las calas de Cala Sandria, Cala Blanca, Cala des Sac
isla: Torre d’en Galmés (62.000 m2), en su día una muralla
des Blat…, pudiendo observar las típicas barracas circulares
defendió todo su perímetro. Pasada cala En Porter la ruta se
de payés o es ponts de bens: construcciones rectangulares ín-
adentra en una zona llana, pero todavía nos espera algún ba-
tegramente construidas con el sistema de piedra en seco para
rranco como el de Es Canutells. Una vez en Binissafúller, las
cobijo del ganado. A partir del cabo d’Artrutx se abre la costa
herraduras de nuestro sendero nos dirigen por un vial coste-
suroccidental en todo su apogeo. Las más hermosas calas de
ro hacia uno de los pueblos encalados más característicos de
la isla se suceden una tras otra entre espectaculares barrancos
Menorca: Binibéquer Vell, un pueblo de pescadores de una
formados por el curso de los torrentes que desembocan en
singular arquitectura, con estrechas y sinuosas calles de trazado
ellas; su interior alberga cuevas naturales, paredes verticales y
laberíntico, que, aunque de factura reciente (1972), reproduce
una exuberante vegetación al amparo de los vientos del nor-
fielmente todos los elementos de la arquitectura tradicional
te. El camino atraviesa la playa de Son Saura, Cala Turqueta,
mediterránea. En nuestra retina se refleja la isla del Aire, frente
Cala Macarelleta y Macarella, hasta llegar a la desembocadu-
a Punta Prima; la senda va costeando hasta ella. La aproxima-
ra del barranco de Algendar, en Cala Galdana, su trazado de
ción hasta la Cala de Sant Esteve transita por una zona costera
10 kilómetros acoge una flora y una fauna muy singular en
muy llana, alcanzando el sur de la bocana del puerto de Maó,
un ecosistema con un microclima específico favorecido por
donde una vez dejados atrás el castillo de Sant Felip y la po-
la surgencia de manantiales, creando un ambiente húmedo y
blación de El Castell, el recorrido llega a su fin, en el mismo
sombrío donde la vegetación se vuelve más densa y frondosa.
punto desde donde partió: el puerto de Maó.
En una cueva existente en su curso, la cueva del Càrritx, se
han encontrado importantes restos arqueológicos: esta fue una
necrópolis durante 600 años; el material hallado más antiguo
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Caminos Naturales de España
...
Cap de Favàritx
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
De las vías y los antiguos trenes
...
en la página anterior
Flamenco común (Phoenicopterus roseus)
El Camino Natural del Litoral (Huelva, Andalucía), que aprovecha el trazado de
un antiguo tren pescadero, ofrece estampas coloridas como la del flamenco
de la fotografía a su paso por el Paraje Natural Marismas de Isla Cristina
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Caminos Naturales de España
Camino de osos
Guillermo Palomero
Presidente de la Fundación Oso Pardo
A los concejos asturianos de Santo Adriano, Proaza, Quirós y Teverga, se los conoce como los Valles del Oso, y el nombre es
un acierto porque en sus bosques frondosos vive en libertad un prometedor núcleo de osos pardos. Los montes de esta comarca tienen una excelente calidad de hábitat y son muy atractivos para los osos. Los hayedos y robledales, que se entremezclan
con encinares y bosquetes de castaño, aportan una surtida cosecha de frutos secos que permiten el engorde otoñal a los osos. Y
los frecuentes afloramientos rocosos, con abundante e impenetrable matorral, garantizan tranquilidad para descansar durante
la jornada y para hibernar en la seguridad de las oseras durante la estación fría. Tampoco faltan el pasto verde para alimentarse
en primavera y los cerezales y arandaneras para atiborrarse de fruta en verano.
En los Valles del Oso hay laderas empinadas y rocosas salpica-
Los montes de esta comarca asturiana siempre tuvieron osos,
das de madroños. En pocos enclaves cantábricos son éstos tan
pero la presión de los furtivos estuvo a punto de acabar con
abundantes. A los osos les gustan los frutos rojizos y globosos
ellos a finales del siglo pasado. De hecho, entre los años 1996 y
del madroño, que los asturianos llaman «borrachinos», pro-
2003 no fue posible constatar la presencia de osas con oseznos.
bablemente para no olvidar que cuando están bien maduros
El veneno, los disparos y las trampas furtivas habían acabado
contienen cierta cantidad de alcohol y que un consumo exce-
con las osas reproductoras que poblaban los Valles del Oso.
sivo puede acarrear dolores de cabeza. A los humanos también
les gustan, y los recogen para elaborar mermeladas y obtener
Por fortuna, en el vecino Parque Natural de Somiedo las co-
aguardientes de buena calidad.
sas iban mucho mejor, y humanos y osos venían cohabitando
sin mayores problemas. Los somedanos han sido pioneros a la
Recuerdo que en un monte de Proaza vi en una ocasión a dos
hora de ver las ventajas asociadas a la presencia del oso y han
jóvenes osos comiendo «borrachinos». Era el día de Reyes y
hecho de este animal un emblema y una marca de calidad de
hacía un frío helador. Iban de un arbolillo a otro y cuando se
su concejo. Como consecuencia, Somiedo, además de recibir
ponían de pie para alcanzar la fruta, me venía a la mente la
reconocimiento y muchos visitantes, recuperaba su población
imagen del escudo de Madrid o la escultura del oso y el ma-
de osos y bombeaba ejemplares a los concejos limítrofes.
droño de la Puerta del Sol... y eso que hay razones para pensar
que Madrid, la villa del oso y el madroño, más bien pudiera ser
Volvieron las hembras a los Valles del Oso y de nuevo en 2004
la villa de la osa y la encina o el almez.
una osa y sus dos oseznos se dejaron ver por los bosques de
...
en la página anterior
Oso pardo (Ursus arctos subsp. arctos)
El Camino Natural de la Senda del Oso (Principado de Asturias) ejemplifica
la transformación de una antigua línea de ferrocarril minero en un itinerario
integrado en la naturaleza, donde todavía es posible la coexistencia del
hombre con especies tan amenazadas en la península Ibérica como el oso
pardo
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Túnel en el Camino Natural de la Senda del Oso. Principado de Asturias
...
Señalética en el Camino Natural de
la Senda del Oso. Principado de
Asturias
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Caminos Naturales de España
Proaza. Desde entonces, los montes de la comarca se han con-
y salpicadas de roquedos y matorrales que no ponen las cosas
solidado como área reproductiva, y en los últimos tiempos es
fáciles. Mientras la media ladera y las zonas altas mantengan la
normal localizar cada año dos o tres osas acompañadas de su
calidad de hábitat y la tranquilidad que tienen hoy día, la Sen-
simpática prole.
da del Oso continuará siendo una idea sostenible y compatible
con la conservación del oso cantábrico.
En los Valles del Oso ya hace tiempo que no persiguen al animal y se valora su imagen positiva. Seguramente el trabajo de
En sus casi 40 kilómetros de recorrido la Senda del Oso tiene
sensibilización y las acciones de conservación emprendidas,
muchos y variados alicientes, tanto naturales, como culturales,
muchas veces de forma coordinada por administraciones, ong
recreativos o gastronómicos. Hay una parada que es obligada:
y otros agentes sociales, han dado sus frutos; pero también es
el cercado donde viven las osas Paca y Tola, los únicos ejem-
seguro que a ese cambio de actitud ha contribuido la Senda del
plares cantábricos que existen en cautividad. Paca y Tola se
Oso, una de esas buenas ideas que acaban siendo determinan-
han convertido en símbolo de la lucha contra el furtivismo –su
tes para el desarrollo sostenible de una comarca.
madre fue abatida por un furtivo de Cangas del Narcea– y en
un emblema de conservación. Desde su régimen de libertad
La Senda del Oso discurre sobre la antigua caja de un ferroca-
vigilada, las dos osas han hecho un impagable y enorme traba-
rril minero que transportaba el carbón y el hierro extraído de
jo de sensibilización de la sociedad. Los niños las adoran y los
las minas de Teverga y Quirós. Sin ser la cuenca minera más
adultos también.
importante de Asturias alimentó durante décadas la economía
y los empleos de la comarca, hasta que el declive de la minería
Su noviazgo con Furaco, un osazo proveniente del parque cán-
en esta zona supuso el cierre de la línea de ferrocarril en 1964.
tabro de Cabárceno, fue todo un bombazo mediático e incluso
Tres décadas después, la vieja vía recobró la actividad pero ya
la primera cópula observada se divulgó con todo lujo de de-
no fue minera sino vía verde.
talles y fue celebrada por la sociedad como un feliz y prometedor acontecimiento. Pero hasta la fecha, las continuadas y
Por donde antes circulaban pequeñas locomotoras arrastrando
vigorosas montas de Furaco no se han traducido en oseznos.
vagonetas cargadas hasta los topes de mineral, ahora caminan
Se ve que la dieta de anchoas y sobaos a la que el gran macho
o pedalean los asturianos y los que vienen de fuera a compro-
fue sometido no era tan infalible como auguraba con humor el
bar lo que es una gran verdad, que Asturias es un paraíso natu-
entonces presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.
ral. Y en torno a los que recorren la Senda del Oso se reanima
En descargo de Furaco, hay que recordar que Paca y Tola aún
la economía y se crean puestos de trabajo.
no habían conocido «varón» y que no son precisamente unas
A los osos no parece inquietarles el trajín humano en el piede-
jovencitas. Nacieron en 1989, por lo que en el momento de es-
monte por donde discurre la senda. El terreno es fragoso y es
cribir estas líneas –noviembre de 2011– estarían cercanas a cum-
improbable que a nadie se le pase por la cabeza abandonar la
plir 23 años, que son muchos años en el mundo de los osos.
seguridad de la senda para trepar por unas laderas pendientes
¡Ojalá nos den una alegría antes de que termine su vida fértil!
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Caminos Naturales de España
Uno de los tramos de la Senda del Oso ha sido puesto en ser-
tes (Cantabria) y en el Parque Natural de Somiedo (Asturias).
vicio por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y
Hay miel, orujo, quesos y otros productos locales que apoyan
Marino como Camino Natural, aportando mejoras en el tra-
su promoción en la poderosa y atractiva imagen del oso.
zado y una mayor promoción. Hay más sendas y caminos de
osos. El sendero de Gran Recorrido (gr) «Por donde camina el
El oso como elemento dinamizador de las áreas rurales, pro-
Oso» en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña
mocionando actividades turísticas sostenibles y la comerciali-
e Ibias (Asturias), o la otra Senda del Oso en el Parque Natural
zación de productos artesanales... ¡qué mejor manera de ga-
de la Montaña Palentina, que suma 12 kilómetros señalizados
narse el favor de los vecinos que conviven con el animal! Y de
entre praderías y bosques maduros de roble y haya. Y tam-
garantizar un futuro con osos.
bién están las «Casas del Oso», como la de Proaza, o las que la
Fundación Oso Pardo tiene en la Montaña Palentina, en Po-
...
...
en la página anterior
Huellas de oso pardo
Camino Natural de la Senda del Oso. Principado de Asturias
Los osos son animales plantígrados, es decir, apoyan toda la planta del pie,
como los humanos, dejando bien marcados los cinco dedos y uñas de cada
pie. Las huellas de los pies anteriores son menores que las de los traseros,
sobre los que puede erguirse a dos patas para ampliar su campo de visión,
para conseguir comida o para hacer frente a una amenaza
En la cornisa cantábrica, el oso se mueve en territorios amplios, tranquilos
y con escasa presencia humana, dominados por bosques de hayedos,
robledales y abedulares, preferentemente, alternos con prados y pastizales,
brezales y piornales, arandaneras y roquedos, entre los 1.100 y 1.800 m de
altitud, por encima de la intensa actividad humana y por debajo de la zona
subalpina
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Caminos Naturales de España
Caminos de la memoria
Soledad Puértolas
Escritora
La memoria está hecha de espacios. Incapaces de retener el tiempo, de reproducir los acontecimientos del pasado o de anticipar lo que nos espera, ni siquiera a corto, cortísimo, plazo, los seres humanos hemos hecho del espacio nuestro principal punto
de referencia. La vida es tiempo, sí, demasiado bien lo sabemos a partir de determinado momento, cuando, con cálculo vago
e instintivo, comprendemos que, como poco, ya hemos vivido la mitad de nuestra vida. Pero resulta algo incómodo, incluso
desalentador, detenerse en estas consideraciones. Por fortuna, nuestra gran aliada, nuestra gran benefactora, la imaginación,
acude sin tardanza, si sabemos convocarla, a rescatarnos de las cadenas temporales. ¿Y qué nos ofrece de forma inmediata?
Espacios, escenarios, tierra y suelo que se pisan, árboles y paredes a nuestro alrededor, cielo y techo sobre nuestras cabezas.
Sin imaginación, la memoria no podría respirar. Sin memo-
deseos. El ancho e inabarcable mundo también es nuestro, es
ria, la imaginación resultaría demasiado etérea, tan ilimitada
de cada uno. Lo compartimos con los demás y lo convertimos
que daría vértigo, probablemente mortal. La memoria traza
en un lugar exclusivamente nuestro, casi secreto. Esta extraña
el camino de la imaginación, le da las oportunas señales, unas
compatibilidad entre lo ajeno y lo propio es, probablemente,
instrucciones tácitas y silenciosas: aquí están las sombras, allá
una de las claves de la experiencia artística, pero está honda-
la luz, aquí, en este rincón, esta mesa o un hombre que pasa
mente anclada en la experiencia de la vida.
de largo, a lo lejos, una nube, una casa en ruinas. Finalmente,
la imaginación lo reordena todo a su gusto, pero allí sigue la
Los caminos son un ejemplo casi insustituible de esta aparen-
mesa, el hombre que pasa, la nube, la casa en ruinas.
te contradicción. El camino pertenece al gran espacio abierto
del mundo exterior, está sobre la tierra inabarcable, traza una
En mi memoria, al espacio interior de los pisos de la infancia
ruta en ella. Pero cuando transitamos por ese camino que
–el de mis padres y el de mis abuelos–, se suma una sucesión de
han hecho otros –muchos otros– el camino se hace nuestro,
espacios al aire libre que me fueron indicando que en el amplio
se convierte en nuestro camino y hace profundamente ver-
e inabarcable mundo exterior hay, también, lugares especiales
daderas las palabras de Antonio Machado: «Se hace camino
para cada uno. Espacios y lugares de todos y, al mismo tiem-
al andar».
po, de nadie, disponibles, abiertos a la intimidad que quiera
apropiarse de ellos. Este es, quizá, uno de esos descubrimien-
Se reproducen en mi cabeza muchos de los caminos por los
tos de los que somos conscientes mucho más tarde. Mientras
que he transitado. Caminos remotos de mi infancia: caminos
se viven, son intuiciones, percepciones, sensaciones, incluso
estrechos, senderos de montaña que seguían la corriente de
...
en la página anterior
Túnel en el Camino Natural de la Sierra próximo a Olvera. Cádiz. Andalucía
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Caminos Naturales de España
riachuelos, caminos misteriosos, umbrosos, que estremecían
El cuerpo se deja llevar, la mente vuela. En ese pueblo que de-
un poco y hacían pensar en peligros sobrenaturales. Excursio-
jamos atrás hubiéramos podido nacer o pasar una parte de la
nes por el Pirineo, que de pronto acaban en lluvia o en una
vida. Esa ciudad en la que no nos detenemos quizá tenía algo
densa niebla y parece que el mundo se acaba ahí, en ese preciso
especial para nosotros. Puede que volvamos a ella alguna vez
momento, en ese lugar inaccesible y perdido.
y nos quedemos unos días. Sobre todo, vemos, vislumbramos,
caminos, innumerables caminos. Y, por un instante, nos ve-
Caminos que se vislumbran desde la ventanilla del tren, que
mos allí, poniendo un pie delante de otro, viendo el tren que
se dejan atrás o se pierden en el horizonte. ¿Cómo habría sido
pasa a lo lejos, con su carga de personas y objetos, yéndose,
recorrerlos? ¿Qué habríamos encontrado? ¿Qué hacen todos
indiferente a nosotros.
esos caminos allí, atravesando los campos, trazando extrañas
Cuando estamos ahí, con los pies sobre la tierra, creemos que el
líneas? ¿Quién los recorrerá?
tren lejano y los coches que pasan por la carretera cercana son
La memoria quisiera alcanzar todos esos puntos, todos esos
nuestra propia constelación, parte del paisaje que estamos cons-
pasos, que fueron trazando los caminos. Las huellas del pasado
truyendo. Somos los reyes, los creadores de ese universo que se
están desperdigadas por ellos, una historia diaria y cotidiana de
va desplegando ante nuestros ojos en cada uno de los pasos que
trayectos, desplazamientos, idas y venidas.
damos. Caminar es un regalo para los sentidos. El cuerpo entero está inmerso en la experiencia de mirar, oler, palpar, gustar,
Innumerables recorridos que han ido quedando sepultados
escuchar. Respira con tanta intensidad, con tanta profundidad,
unos por otros y que, a la vez, sirven de apoyo y de guía a los
que la mente se siente etérea, porque los apoyos de los sentidos
nuevos pasos.
son, a la vez, límites, y ahora todas las fronteras se han borrado.
Y si nuestros pasos se aventuran por uno de esos viejos caminos
Más que ningún otro, el camino de hierro abandonado, fuera
por donde hace tiempo se deslizaron los trenes, la emoción del
de uso, es señal de esas aventuras pasadas que tenían voca-
descubrimiento está impregnada de olores y sabores que ya son
ción de continuidad, de ser muchas veces repetidas. ¡Cuántos
parte de la historia.
itinerarios se hicieron posibles, cuántos trayectos se abrieron
en la tierra, qué maravillosa red de caminos se fue dibujando
Desde hace años, mis días se inician con un paseo. Por fortuna,
sobre la superficie! Caminos poblados de historias personales,
vivo cerca de un parque que linda con un terreno que pare-
caminos que iluminan nuestra historia común. Estas viejas ru-
ce una tierra de nadie, campo, meseta de cardos y arbustos.
tas evocan escenas que vivimos o que nos describieron en la
Alrededores de Madrid. Entre la ciudad y la sierra. Hay un
infancia, viajes lentos y emocionantes envueltos en un vago
momento que cada mañana me sorprende: cuando remonto
olor de carbón, ruidos de máquinas y metales que chirrían,
el cerro del cementerio. Es aquí cuando se produce la desco-
humo, diminutos puntos negros en el aire que, al asomarse
nexión con la casa, con el pueblo, con la ciudad. A los lados
por la ventanilla, se pegaban a la piel. Mirar por la ventanilla:
del sendero de tierra y piedras, los arbustos, ya muy crecidos,
esa es la magia del tren. Se anda, se camina, estando quietos.
albergan un mundo poblado de ruidos, olores y vidas distintas.
...
en la página anterior
Antigua locomotora al comienzo del Camino Natural de La Safor. Valencia.
Comunidad Valenciana
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Caminos Naturales de España
Tengo la impresión de que mis perros viven para este momen-
Cuando estoy en Galicia, el paseo tiene lugar a una hora más
to, pero ahora me doy cuenta de lo mucho que me gusta a
temprana y finaliza en la playa. Allí, el momento de la libera-
mí este paseo, lo mucho que, día tras día, me da. No sé en
ción es casi instantáneo. Nada más cerrar la puerta de la verja,
qué pienso mientras subo la cuesta. Es un pequeño esfuerzo,
mis perros se lanzan hacia la «corredoira» que se abre en el
pero nada desagradable. Puedo hacerlo, se confirma cada ma-
bosque y tuerce luego hacia la carretera. Allí, a la sombra de
ñana. Mis piernas, de momento, responden. Una vez arriba,
robles, pinos, y eucaliptos, piso el sendero bordeado de tojos,
en el sendero que bordea el cementerio, bajo los pinos, sabo-
laureles y helechos. ¡Qué olor, qué humedad en la piel! Me
reo la recompensa. Desde aquí, se ve Madrid, y, desde unos
parece demasiado corta esta «corredoira». Y casi demasiado
pasos más allá, mi propia casa. Veo los tejados de las casas
ancha. Me gusta estar en ella, habitarla. Al evocarla ahora, casi
de las urbanizaciones. De regreso, en el parque, los alumnos
creo estar pisando su lecho donde van a parar hojas secas, se-
del instituto forman grupos alrededor de los bancos. Siempre
millas y frutos. Si miro hacia el cielo, aparece enmarcado por
me pregunto qué hacen aquí a estas horas. En otro banco, los
las altas ramas de los árboles.
jardineros se toman su bocadillo matinal. Mis perros se les
acercan y ellos, que ya saben lo pesados que son, los soportan
Pero, al fin, todos los caminos son el mismo camino, porque so-
de buen humor.
mos nosotros quienes los hacemos siempre nuevos y nuestros.
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en la página anterior
Parque de la Taconera. Pamplona
El pequeño tramo del antiguo tren de Plazaola habilitado como Camino
Natural en Pamplona deja a las puertas del parque de la Taconera, un pulmón
verde en el centro de la capital navarra
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Camino Natural Dos Arrieiros. Ourense. Galicia
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Caminos Naturales de España
De Canfranc a Ojos Negros
Marta Iturralde
Escritora y montañera
Dicen que las vivencias intensas de la niñez jamás se olvidan. Así debió de suceder con mi primera utilización del ferrocarril
que conecta Zaragoza con Canfranc. Era una mocosa cuando me subieron al canfranero en la vieja estación del Norte zaragozana. Junto a nuestro convoy, unos actores ataviados con los uniformes de rayadillo de la guerra de Cuba entonaban el Coro
de Repatriados sobre un vetusto vagón de madera. Semejante partida me impactó tanto como el propio viaje al Pirineo. Desde
entonces, tomar el tren para ir a andar fue una idea recurrente. Un sentimiento que muchos ciudadanos con regusto por el
medio ambiente compartimos.
El tema de los Caminos Naturales me acomodará inicialmente
romana que traspasaba la cordillera por el Somport, después
sobre el canfranero, en busca de antecedentes y de vínculos
trocha jacobea. El senderismo o la bicicleta de montaña dis-
madrugadores. Esta línea abierta en 1928 para unir España con
ponen aquí de uno de sus santuarios, merced a esa ruta de los
Francia a través de Aragón, situó una locomotora en Jaca so-
puertos de Aspa que corre de la mano del ferrocarril. La línea
bre 1892. Desde las postrimerías del siglo xix, dicho tren iba a
aún en servicio apoya unas necesidades lúdicas que práctica-
acercar el Pirineo a las gentes de las Tierras Llanas, ayudando
mente nacieron y se desarrollaron bajo su mecenazgo. No iba
en la democratización de los deportes de montaña. Al menos
a ser un caso único: desde 1940, la estación de La Puebla de
desde 1913, existe el testimonio de Luciano Labastida, quien
Valverde se vería inundada por los esquiadores del Javalambre.
animaba a descender en la estación de La Peña y, seguido,
Ambos conforman dos claros ejemplos de simbiosis entre los
marchar durante 7 kilómetros hasta la de Riglos-Concilio. Un
caminos de hierro activos y el deporte. Mas, ¿qué esperar de
temprano predecesor de las después llamadas vías verdes.
esos corredores férreos que expiran?
A partir de 1928, el canfranero favorecería las visitas a las cum-
Desde la muga norte, saltaremos hasta el extremo sur de
bres de la alta vega del río Aragón, las incursiones hacia los va-
Aragón, en pos de los vestigios del llamado ferrocarril de Ojos
lles cercanos, el esquí precoz en Candanchú… Desde los años
Negros-Sagunto. Este trazado minero de unos 204 kilóme-
treinta, los escaladores transitaron junto al vial férreo esos 5
tros de longitud, se creó para transportar hierro desde la ci-
kilómetros que conectaban la estación de Riglos-Concilio con
tada localidad turolense hasta el puerto valenciano. Una vía
el pie de los Mallos. En tiempos recientes, nuestro infatigable
estrecha que permanecería en servicio entre 1907 y 1972: ce-
tren ha apadrinado otras actividades en su recorrido entre Los
rrado el yacimiento, los raíles comenzaron a desmontarse en
Arañones y Jaca: un viaje de 22 kilómetros que sigue la calzada
1978. La desolación se instaló a lo largo de un itinerario donde
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Camino Natural de Ojos Negros. Teruel. Aragón
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Caminos Naturales de España
predominaba el dinamismo y el vigor. El añejo camino férreo
La resurrección de este trayecto desahuciado no deja de pare-
pasaba al universo onírico por cuenta de la falta de rentabili-
cer un milagro moderno. Dicha transformación ha sido posi-
dad en la extracción de mineral.
ble por cuenta del reciente cambio de hábitos en la sociedad:
más concretamente, la revalorización de las posibilidades lú-
Con la llegada del tercer milenio, la línea de la extinta
dicas y el deseo de retorno a los escenarios campestres. Sobre
Compañía Minera de Sierra Menera recuperó su vitalidad
el Camino Natural de Ojos Negros se dan cita quienes año-
perdida. Diversos fragmentos de esa ruta que antaño surcaran
ran cuando todo discurría a velocidad razonable, con el rit-
las vagonetas con el hierro de Teruel hacia el Mediterráneo,
mo complaciente de las máquinas de vapor. La ciudadanía del
volvieron a transitarse a pie o en bicicleta. Tal sería el caso
nuevo milenio requiere horizontes extensos y espacios lo más
del denominado Camino Natural de Ojos Negros. En la ac-
intactos posible. Así se explica que esta ruta creada por el inge-
tualidad, su trazo no contempla el trajín de los convoyes con
nio humano se haya trocado en vial de expansión. Un reciclaje
mineral, sino el de los amantes de las vivencias al aire libre. El
que logra adeptos con cada añada: los apeaderos abandonados,
antiguo ferrocarril de Ojos Negros-Sagunto ha retornado del
hoy constituyen merenderos que dan abasto a las noveles exi-
mundo de los recuerdos. Desde Santa Eulalia del Campo hacia
gencias y que rezuman actividad. El corredor antaño surcado
el puerto de Escandón, la savia circula de nuevo por esa arteria
por las traviesas, predica el regreso a un mundo rural y sosega-
concebida por la industria humana. Sus locomotoras se fueron
do, para recrearse en esos parajes sobrios que se consideraban
para siempre, pero los decorados siguen mostrándose igual de
casi perdidos.
sugerentes: el cambio ha afectado únicamente a los usuarios.
Merece la pena aparcar por unas horas el discurrir crispado
Para este segundo período de servicio, el ahora Camino
de nuestra existencia para sumergirse en un periplo que atisba
Natural de Ojos Negros ofrece infraestructuras a cuantos sien-
el ambiente de los inicios del siglo xx. Apenas cuesta esfuer-
ten la necesidad de practicar actividades en plena campiña.
zo revivir las emociones de esas cuadrillas de trabajadores que
Unos 49 kilómetros han sido adecuados mediante asfalto y
tanto sudor vertieron para montar el ferrocarril minero. Sobre
gravilla para servir las inclinaciones más pedestres o ciclistas.
el surco que éste deja impreso en el horizonte, aún persiste la
Sus partidarios visitan esta suerte de estadio ecológico con ob-
huella de canteros, barreneros e ingenieros. Su obra nunca de-
jetivos parejos: ensamblar las llanuras infinitas del Jiloca con
jará de evocar una epopeya a la vieja usanza. Las galerías, tajos
el corazón del Sistema Ibérico gracias al esfuerzo personal. Un
en el terreno y viaductos contribuyen para que permanezca
viaje fantástico a través de tierras casi siempre tintadas en rojo.
el aroma de otros tiempos, en contraste con la indumentaria,
El feliz resultado es uno de los caminos naturales del tren más
tan técnica como multicolor, de buena parte de sus actuales
atractivos del catálogo hispano. Argumentos no le faltan: bue-
transeúntes.
nos firmes y cuidada señalización, barandillas, bancos, fuentes
y áreas de descanso, amén de esas facilidades que aportan los
Existen en Aragón otras muestras del maridaje entre los tre-
tendidos, casi en paralelo, ya de la línea de renfe, ya de la
nes retirados y el deporte. Apuntando hacia el Sistema Ibérico
autovía Mudéjar.
zaragozano, una vía tendida entre Tudela y Tarazona sirvió
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Camino Natural de Ojos Negros a su paso por tierras de Cella. Teruel. Aragón
El antiguo tren que transportaba el mineral de hierro desde las minas de
Ojos Negros hasta Sagunto cortaba las planicies del valle del Jiloca antes de
atravesar los páramos turolenses y enfilar hacia el Mediterráneo
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Caminos Naturales de España
desde 1885 hasta 1972 a todos cuantos deseaban aproximarse al
las chispas de las locomotoras devastaran bosques y cosechas.
Moncayo. Hoy, el trazado del Tarazonica conforma otro cami-
El turismo verde le debe mucho a las veteranas vías férreas. Sin
no natural de 22,5 kilómetros. Una situación similar a la de ese
embargo, ¿solo los nostálgicos nos aferraremos a sus caminos
ferrocarril del Bajo Aragón que debía conectar La Puebla de
naturales ? ¿Únicamente unos pocos vamos a sentir esa llamada
Híjar con Tortosa, en activo entre 1941 y 1973. Actualmente, el
del universo romántico que queda fuera de las rutas de gran
denominado Camino Natural de la Val de Zafán ofrece como
celeridad? No lo creo. Cada día existe una mayor información
itinerario de expansión sus 52,1 kilómetros entre Alcañiz y la
sobre las posibilidades lúdicas que obsequian tanto las líneas
estación de Arnés-Lledó. El éxito entre el público ha ampliado
aún en servicio como las que, desprovistas del herraje, ahora se
el terreno de juego.
dedican por completo al turismo activo. Por suerte, los entusiastas de los paisajes excepcionales saben bien lo que quieren.
Mi afecto por las actividades deportivas al amparo del tren
me lleva a meditar sobre su futuro. Cuando se marcha o se
pedalea por donde antes hubo rieles, resulta irónico recordar
ciertos debates de mediados del siglo xix, cuando se temía que
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Viaducto sobre el río Algás, a su paso por la localidad de Lledó, en el Camino
Natural de la Val de Zafán. Teruel. Aragón
Antigua estación de Cascante (Navarra) en el Camino Natural del Tarazonica
que discurre entre tierras aragonesas (Tarazona) y navarras (Tudela) sobre el
trazado de una vía férrea que estuvo en activo hasta 1972
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Caminos Naturales de España
Caminos naturales por las Villuercas
Una continuación del Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana
Santiago Hernández Fernández
Presidente del Patronato del Parque Nacional de Monfragüe
El proyecto del ferrocarril Villanueva de la Serena-Talavera de la Reina fue aprobado en 1926, comenzando las obras del
tramo Villanueva de la Serena-Logrosán en 1928 y los de Logrosán-Puerto de San Vicente y de Puerto de San Vicente-Calera
en 1930. El tramo Villanueva de la Serena-Logrosán estaba prácticamente terminado en 1956, cuando el Ministerio de Obras
Públicas lo entregó a renfe. El tramo Logrosán-Guadalupe también se realizó en más de un 80%, mientras que el tercero se
paralizaba en 1941, para no reanudarse nunca. El proyecto de la línea fue definitivamente cancelado por el decreto 4129/64,
de 17 de diciembre de 1964.
Esta línea ferroviaria tenía una longitud total de 168 km, 115
relieves apalachenses de Cañamero, Villuercas, la Palomera
km por Extremadura y el resto en la provincia de Toledo, la
y Altamira, ofreciendo maravillosas perspectivas desde via-
mayor parte de ellos en la comarca cacereña de Las Villuercas.
ductos, puentes y puntos altos del paisaje, que permiten dis-
Hoy constituye parte de un hermoso Camino Natural, o ruta
frutar de excelentes vistas panorámicas con amplias cuencas
verde.
visuales.
En el recorrido extremeño tenía las siguientes estaciones, más
Los farallones que delimitan los estrechos y largos valles mues-
o menos cerca de los pueblos que les dan nombre: Villanueva
tran pendientes pronunciadas en las que el equilibrio, entre la
de la Serena, Rena, Madrigalejo, Zorita, Logrosán, Cañamero,
formación del suelo y los procesos erosivos, siempre es preca-
Berzocana, Guadalupe y Alía. Desde aquí se dirigía al límite
rio. Grandes pedreras, o pedrizas, cubren sus laderas, formadas
de la provincia, para salvar el puerto de San Vicente (807 m),
por cuarcitas fragmentadas por las oscilaciones térmicas dia-
después de cruzar el arroyo Guadarranque. En este artículo
rias, prestas a iniciar el descenso cuando el fuego o las fuertes
nos referimos básicamente a la zona de Villuercas comprendi-
lluvias rompan su inestable equilibrio. Cuando la vegetación
da entre Logrosán y Guadalupe.
logra colonizarlas, arbustos y árboles sujetan las pedreras, restableciendo nuevamente una tregua que favorece la formación
Como todas las rutas verdes que discurren por el trazado de
del suelo. Aunque como en todo ecosistema el equilibrio es
un ferrocarril, es ancha, muy cómoda, con pendientes sua-
dinámico, a largo plazo, la erosión continuará arrastrando
ves, curvas amplias y un trazado independiente de la topo-
piedras ladera abajo, rebajando el terreno y el bosque segui-
grafía del territorio. Esto nos permite atravesar sin esfuerzo
rá creciendo en los nuevos horizontes mientras estos cíclicos
los fuertes relieves de las sierras cuarcíticas que coronan los
equilibrios persistan.
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Jabalí (Sus scrofa)
Mamífero ubicuo y común de la fauna ibérica. Sus gruñidos se reparten por
toda la península. Su fuerte piel cubierta de gruesas y largas cerdas le permite
desenvolverse con soltura en las zonas de monte más enmarañadas
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Dehesa extremeña con ganadería de reses bravas en las proximidades del Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana, que aprovecha otro tramo de la
antigua vía férrea Villanueva de la Serena-Talavera de la Reina
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Viaducto del Guadalupejo.
Guadalupe. Cáceres. Extremadura
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Caminos Naturales de España
«La comarca atesora el mejor relieve apalachense de la Pe-
gresa al norte, a la ex-102, para continuar al sur de ella y pos-
nínsula Ibérica confirmado mediante la ordenación alterna y
teriormente cruzarla a unos 3 km antes de llegar a Guadalupe.
paralela de anticlinales y sinclinales cuyos cordeles cuarcíticos
terminan por superar los 1.600 metros, dejando entre sí va-
Llegamos a Guadalupe sobre el espectacular viaducto ferrovia-
lles largos y estrechos ocupados por pizarras. Estas unidades
rio del río Guadalupejo que, elegante, estilizado y haciendo
ordenadas de este a oeste son: sierra de Altamira (anticlinal),
honor a su carácter de viaducto, salva eficazmente la difícil
sinclinal del río Guadarranque (verdadero Despeñaperros de
topografía de la zona asumiendo estrictamente las exigencias
Extremadura), anticlinal de la sierra del Hospital del Obispo,
impuestas por la inflexibilidad del trazado ferroviario, saltando
sinclinal del río Jaligüela (río que viene de una cumbre), an-
de arco en arco sobre el río Guadalupejo, mostrando la mayor
ticlinal de Guadalupe, sinclinal del Guadalupejo, etc.» Según
indiferencia frente a tan insignificante río. El viaducto enlaza
afirma D. Cipriano Juárez Sánchez-Rubio (Universidad de
con un pequeño túnel para llegar a la explanada de la estación
Alicante) en el v Congreso de Historia Ferroviaria de Palma
de la hermosa, y querida por todos los extremeños, «puebla»
(14-16 octubre 2009).
de Guadalupe.
El valor ambiental y geológico de esta comarca es impresio-
El proyecto del viaducto se debe al ingeniero de caminos Juan
nante y ha sido ampliamente reconocido. El 17 de septiembre
Ignacio Moreno de Mesa, que lo concibió de hormigón arma-
de 2011, ha sido declarado el Geoparque Villuercas-Ibores-Ja-
do con cuatro bóvedas de directrices parabólicas, que soportan
ra, por la Mesa de la Red Mundial de Geoparques Naciona-
el tablero mediante arcos menores sobre montantes que alige-
les en la x Conferencia de Geoparques Europeos, por su rico
ran los tímpanos, y siete arcos menores a modo de pontones
patrimonio geológico y su estrategia de desarrollo sostenible.
laterales (tres a un lado y cuatro al otro). Las luces mayores
son de 40 m y su longitud de 283 m. Las pilas que sustentan
La zona tenía ya la calificación de Zona de Especial Protec-
la estructura son de sección en cruz, reduciéndose esta progre-
ción para las Aves (zepa) desde el año 2000. También cuenta
sivamente con la altura, alcanzando los 50 m en las centrales.
con varias formaciones arbóreas declaradas singulares por la
Junta de Extremadura en el año 2004, como la «Lorera de la
La ruta es muy bonita, ofreciendo paisajes de gran belleza, sal-
Trucha», el «Castaño del Abuelo», el «Roble de la Nava» o los
teados de bosques maduros de Quercus, refrescantes y com-
«Castaños del Calabazas».
plejos sotos fluviales en los ríos Ruecas, en el entorno de Cañamero, el Silvadillo, después de Puerto Llano (836 m), y el
Desde Madrigalejo, el camino natural sigue siempre sobre la
Guadalupejo, a la entrada de Guadalupe, que muestran una
ruta del abandonado ferrocarril, se acerca a Logrosán para ro-
elevada biodiversidad, faunística y botánica, al tiempo que nos
dearlo por el norte. Mantiene su ruta cercana a la carretera co-
ofrecen acogedores paisajes.
marcal ex-102 de Logrosán a Guadalupe, evitando Cañamero,
famoso por su vino, para describir un amplio círculo siguiendo
El recorrido por la vía verde debe realizarse con paradas en
el trazado marcado por el río Ruecas. Salvado el obstáculo re-
Cañamero, para visitar su entorno serrano al sureste y las
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Jara pringosa (Cistus ladanifer)
Los montes del interior de la
Península Ibérica tienen en las jaras
una sus señas de identidad, que
en el caso de la jara pringosa está
íntimamente ligada a suelos silíceos
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Ciervo común (Cervus elaphus)
A comienzos del otoño, la berrea del ciervo se convierte en un espectáculo natural en el Parque Nacional de Monfragüe. Cáceres. Extremadura
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Caminos Naturales de España
excelentes vistas desde él sobre el río Ruecas; el puerto de Ber-
Son abundantes el laurel (Laurus nobilis), orégano (Origanum
zocana (1.061 m), el valle superior del Ruecas y la divisoria
vulgare), tomillo (Thymus vulgaris), menta (Mentha piperita),
entre el Ruecas y el Santa Lucía, todos ellos en la carretera local
poleo (Mentha pulegium), cantueso (Lavandula stoechas), ro-
de Cañamero a Navezuelas; así como el pueblo y los centena-
mero (Rosmarinus officinalis), albahaca (Ocimun basilicum),
rios alcornocales de Berzocana.
brezo (Erica sp.), majuelo (Crataegus monogyna), escaramujo
(Rosa canina), durillo (Viburnum tinus), madroño (Arbutus
Del mismo modo, es obligado hacer una parada, sin prisas,
unedo), lentisco (Pistacea lentisco), teucrio (Teucrium fruticans),
en Guadalupe para visitar el pueblo, el monasterio y el pico
zarzamora (Rubus ulmifolius), labiérnago (Phillyrea latifolia) y
de Las Villuercas (1.600 m), al que se accede desde la carretera
cientos de especies herbáceas, que son un verdadero regalo
de montaña que parte de la comarcal ex-118 Guadalupe-Na-
para el visitante.
valmoral de la Mata en la ermita del Humilladero, a la salida
de Guadalupe, en la divisoria de cuenca entre el Guadalupejo
Pero debemos destacar el raro loro o lorera (Prunus lusitanica)
y el Viejas. Guadalupe es un verdadero tesoro, religioso, cul-
que, según indica el investigador Ramón Santiago Beltrán «es
tural, histórico, arquitectónico, artesanal y social, que alberga
una especie que ya estaba presente como tal en la Era Ter-
a la patrona de Extremadura y de la Hispanidad: la Virgen de
ciaria», y los «trampales» de las pedrizas por la presencia de
Guadalupe.
pequeñas plantas carnívoras, que suplen con estas proteínas la
falta de nutrientes del suelo.
El pico de Villuercas está en la divisoria de las cuencas del
Tajo y del Guadiana. De él parten los ríos Berzocana, Santa
Finalmente, es imprescindible llevar siempre colgados unos
Lucía, Viejas e Ibor, hacia el Tajo por el norte; mientras que
prismáticos, pues es fácil ver más de un centenar de especies
hacia la cuenca del Guadiana, al sur, nacen los ríos Ruecas,
de aves entre los arbustos, los árboles, los sotos fluviales, los
Cubilar, Silvadillos, Guadalupejo y Guadarranque. Son los
roquedos o los limpios cielos de la comarca de las Villuercas.
responsables de introducir entre los bosques de encinas y ma
droños, robles y castaños unos espléndidos sotos fluviales.
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Andoain-Leitzaran
El «Tren-txiki»
País Vasco
Urdin Elortza Letamendi
Periodista especializado en senderismo
Gipuzkoa es un territorio de grandes contrastes. Una gran
parte de la sociedad tiene una percepción de la realidad territorial un tanto distorsionada, debido a que percibe su entorno desde la cota 0, esto es, desde la perspectiva de los grandes centros urbanos e industriales. Pero la realidad indica
que solo un 6% del territorio guipuzcoano está urbanizado
frente a un 20% de zonas peri-urbanas y entornos rurales y
finalmente un abrumador 74% de bosques y montañas. Situada entre la costa cantábrica y las montañas de la divisoria
peninsular con el continente, y con la cordillera pirenaica al
noroeste, Gipuzkoa posee una ubicación geográfica singular.
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Caminos Naturales de España
Por lo tanto no es misión complicada para el paseante inquieto
explotado durante muchos años. Durante siglos se ha hecho
perderse por extensos bosques repletos de tesoros naturales y
un aprovechamiento intensivo de la fuerza del río y sus peque-
vestigios históricos que nos trasladan a épocas pasadas, en las
ños afluentes: ferrerías para trabajar el mineral de hierro desde
que el hombre vivía casi exclusivamente de explotar los recur-
tiempos medievales, molinos harineros durante muchos siglos
sos de la naturaleza.
o centrales hidroeléctricas, más recientemente. Se han localizado y catalogado, al menos, 22 ferrerías en el río Leitzaran y su
Nuestra provincia tiene declarados cuatro parques natura-
valle. Siete de ellas se encontraban en territorio navarro, mien-
les: Aizkorri-Aratz, Aiako Harria, Pagoeta y Aralar, donde la
tras que las quince restantes pertenecían a Gipuzkoa. Otros re-
posibilidad de perderse por naturaleza virgen es aún mayor.
cursos naturales del valle que el hombre ha sabido aprovechar
También existen tres biotopos protegidos: el de la marisma de
son el pastoreo, el carbón vegetal, la madera y, por supuesto,
Iñurritza, los acantilados costeros de Deba a Zumaia y el del
los minerales que afloraban en las rocas del valle. Durante las
valle de Leitzaran. Es este último biotopo el que podremos
primeras épocas se obtenía la materia prima para las ferrerías,
disfrutar y conocer si nos adentramos a recorrer la Vía Verde
extrayendo el mineral próximo a la superficie, siendo los traba-
del Plazaola.
jos a cielo abierto o por medio de galerías poco profundas. Sin
embargo, a partir de finales del xix comienza una explotación
más moderna, que consistía en la extracción del carbonato,
La vía verde en el verde valle de Leitzaran
presente en partes más profundas de los yacimientos.
Es sin lugar a dudas el valle de Leitzaran uno de estos rincones
mágicos de nuestra geografía, donde poder evadirse y alejarse
Como culminación de esas actividades mineras, a principios
del asfalto y los ruidos de los núcleos urbanos. Cuando habla-
del siglo xx se construyó un ferrocarril minero que recorría
mos del Leitzaran nos referimos al río que, tras nacer en el no-
todo el valle y cambió su fisonomía: el «Plazaola» o «Tren-
roeste de Navarra, pasa rápidamente a Gipuzkoa, para unirse
txiki», es decir, «el Trenecillo». Pocos años más tarde esta lí-
al Oria en Andoain y desembocar en el Cantábrico unos ki-
nea se prolongó en ambos sentidos, dejando de ser exclusiva-
lómetros más adelante en la playa de Orio. Leitzaran significa
mente minera y uniendo Iruña-Pamplona con Donostia-San
etimológicamente valle de Leitza, la población Navarra que se
Sebastián. Tenía 84 kilómetros y servicio de viajeros entre las
halla en la cabecera del río. El topónimo, por tanto, denomina
dos capitales. A lo largo de cuatro décadas funcionó incan-
adecuadamente tanto a la corriente fluvial como a su entorno.
sable hasta que, en 1953, se vio seriamente afectado por unas
A pesar de su origen navarro, el valle de Leitzaran se extiende
inundaciones.
principalmente por Gipuzkoa, ya que es en esta provincia por
Hoy en día el antiguo trazado del tren del Plazaola constituye
donde transcurre la mayor parte del recorrido del río.
la denominada Vía Verde del Plazaola. La vía verde guipuzSiempre ha sido una zona poco habitada, sin grandes núcleos
coana mide 22 kilómetros, pero desde la misma solo se apre-
de población pese a lo cual la actividad del hombre ha deja-
cia una pequeña parte del valle. Este paraje muy adecuado
do huellas patentes. El agua ha sido el recurso natural más
para la bicicleta, pero también apto para un cómodo paseo
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Caminos Naturales de España
a pie, guarda restos antiguos de ocupación humana: monu-
del río Leitzaran, justifica con creces el esfuerzo que exige esta
mentos prehistóricos, pastoreo, carboneras, minas, ferrerías,
sencilla ruta. Sus aguas se entretienen formando meandros,
molinos, etc.
pequeños rápidos y presas a lo largo de varios de kilómetros en
los que no existe núcleo habitado alguno. El bajo desnivel que
Pero, sin lugar a dudas, la riqueza natural es el principal valor
presenta esta vía favorece que sean numerosas las familias que
del valle. Aunque en el siglo xvii la zona estuviera poblada
optan por realizar esta excursión en bici o a pie.
de robles, hayas y castaños, hoy en día la mayoría de la parte
guipuzcoana se encuentra cubierta por bosques de coníferas,
Aunque la mayoría del recorrido está sin acondicionar, es fá-
por lo general de pino insignis (Pinus radiata), hasta los 400-
cilmente transitable. La única dificultad es la oscuridad de los
500 m. Se trata de repoblaciones hechas a finales de los años
túneles, que obliga a llevar linterna para realizar la ruta sin pro-
cincuenta del pasado siglo en unos montes casi totalmente de-
blemas. La vía tiene dispuestos unos mojones kilométricos en
forestados. A pesar de que ahora abundan los pinares, poco a
ambos sentidos de marcha, y los túneles tienen su pavimento
poco van cediendo paulatinamente el paso a las plantaciones
de cemento en buenas condiciones. El tráfico está restringido,
de frondosas: robles, abedules, castaños, hayas, y en menor
pero pueden circular vehículos autorizados por lo que en oca-
medida fresnos, olmos, avellanos, etc. La vegetación de ribera
siones habrá que convivir con camiones madereros o cruzarse
está formada por alisedas, con una comunidad florística aso-
con el viejo Land Rover de algún casero de la zona. Por este
ciada, en la que se encuentran especies raras en Gipuzkoa, en-
motivo, aunque periódicamente se repasa el firme, éste se de-
tre las que destaca la endémica Soldanella villosa.
teriora con rapidez y hay numerosos baches.
Es quizá esta aliseda, que forma una galería bordeando el cauce
A lo largo del recorrido el visitante encontrará numerosos
del río, el aspecto natural más espectacular del valle. Es una
rincones con encanto que nos hablan de tiempos pasados, de
de las de mayor tamaño de Gipuzkoa y su buen estado de
cuando la gente del valle trabajaba en el bosque, encauzaban el
conservación fue una de las razones de peso para que en 1995
agua o picaban la piedra para ganarse la vida. Rincones como
el valle fuera declarado biotopo protegido. Antiguamente las
el puente de Unanibi, conocido popularmente como «puente
riberas de los ríos se encontraban flanqueadas por este tipo de
de las Brujas», uno de los más fotografiados de Gipuzkoa, o
bosque, pero los encauzamientos y otras infraestructuras han
bien el paisaje de Inturia, bonita presa construida a base de
hecho desaparecer muchas de ellas en nuestro territorio.
gradas. Mención especial merece la ferrería de Ameraun, auténtico núcleo neurálgico de la vía, y su espectacular acueduc-
La Vía Verde del Plazaola y su entorno
to que con ocho ojos de piedra cruza el valle. En este enclave
nos reciben los andenes del antiguo apeadero, debajo de la vía,
Desde la localidad de Andoain, situada a 15 kilómetros de Do-
la central hidroeléctrica, y un poco más allá los restos de la
nostia, parte el itinerario de 22 kilómetros que discurre por el
antigua ferrería, en la que sorprende el frontón adosado a ella.
antiguo trazado del ferrocarril hasta alcanzar la vieja estación
A un kilómetro del linde entre los dos territorios encontrare-
de Plazaola. El entorno, que se cierra en paralelo a las aguas
mos las minas de Bizkotx, origen del ferrocarril de Plazaola;
...
en la página anterior
Río Leitzaran con el dosel arbóreo que acompaña sus orillas
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Caminos Naturales de España
era desde aquí de donde cargaban gran parte del mineral que
Senderismo, escalada y pesca
se transportaba hasta el puerto de Pasajes. Diques, canales y
molinos nos indican en este tramo la explotación del río por
El senderismo es una actividad tradicional en el valle, bien sea
el hombre. Al final del recorrido nos encontramos con la esta-
por el mismo trazado del antiguo ferrocarril, por las cumbres
ción y ferrería de Plazaola, una de las mejor conservadas hasta
y collados de las divisorias de aguas, o por los numerosos ca-
hace poco. De las numerosas que funcionaban en la zona, ac-
minos y pistas forestales que recorren las laderas del valle. Son
tualmente es posible determinar con certeza el emplazamiento
muy interesantes los paseos, como el pr-gi 118 que transcurren
de quince de ellas; doce conservan algún rastro que confirma
junto a alguno de los canales de las centrales hidroeléctricas
su existencia, desde la presencia de escorias en algunas hasta
del valle.
los restos de buena parte de la fábrica en otras.
También es posible escalar en el valle de Leitzaran. La sencilla
Pero para conocer el valle de Leitzaran en profundidad el re-
pero interesante escuela de escalada de Amasaola está situada
corrido de la vía verde resulta un tanto escaso. Son muchos los
en unas paredes de roca en la cara sur de un estribo que baja
secretos que esconde el valle si nos adentramos en él. Cami-
desde la cima Argain y se accede desde la propia vía verde. El
nando por las cimas y collados que bordean el Leitzaran, nos
nombre de esta zona se toma de la cercana ferrería de Amasao-
encontraremos con numerosos vestigios de antiguos poblado-
la, ubicada justo en la orilla opuesta del río.
res de estas alturas. Sus habitantes nos dejaron testimonios de
su presencia: son los dólmenes, los túmulos y los crómlech.
La calidad de las aguas del Leitzaran hace que en estos ríos se
practique habitualmente la pesca deportiva. Hay dos cotos de
Quizá son los crómlech los elementos más interesantes ya que
pesca tradicional, más uno de pesca sin muerte y otro inten-
solo aparecen en la parte nordeste de Gipuzkoa. Los crómlech
sivo. Todas las zonas que no son cotos de pesca se rigen por la
son círculos delimitados por piedras clavadas en el suelo que
Ley de Pesca Fluvial. Están vedadas para todo tipo de pesca la
se asocian a la Edad del Hierro. El número y tamaño de las
regata de Santolas en su totalidad y la regata Ubaran desde su
piedras y el diámetro del círculo son muy variables. Uno de
nacimiento hasta el puente del Plazaola.
los más pintorescos es el crómlech y menhir de Eteneta I, justo
debajo de la cima de Adarra.
...
en la página anterior
Puente de Unanibi o «puente de las Brujas» sobre el río Leitzaran
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...
Túnel en el Camino Natural
...
Crómlech y menhir de Eteneta I
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Caminos Naturales de España
...
Prado de siega en el valle de
Leitzaran
Todavía es posible encontrar
algunas estampas que retrotraen
a la vida tradicional en un pasado
cercano
...
Caserío de Ameraun en el valle de Leitzaran
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El Plazaola
Del camino de hierro a la vía natural
Navarra
Juan Mari Feliu Dord
Montañero, escritor y vocal de la fedme
La antigua vía de ferrocarril del Plazaola dejó de existir a
causa de unas catastróficas inundaciones en el año 1953, tras
cuarenta años de vida del entonces ya pintoresco trenecillo.
Fue el día 19 de enero de 1914 cuando se inauguró esta línea
de transporte, utilizando la vía construida por la Compañía
Minera Guipuzcoana, que desde 1904 realizaba el transporte
de mineral de hierro de las minas de Bikotx, situadas en el paraje de Plazaola, hasta la localidad guipuzcoana de Andoain.
— 170 —
Caminos Naturales de España
Durante cuatro décadas el tren del Plazaola unió las capi-
Este recorrido que pasa por pequeños túneles y puentes, con
tales de Gipuzkoa y Navarra por medio de sus 84 kilóme-
elementos didácticos sobre las labores del campo a lo largo de
tros. En este tren de carbón viajaron toda una generación
la primera parte del itinerario, es accesible a todos los públicos
de habitantes de los pueblos de unos valles, siempre verdes,
y cualquier edad. El paisaje cobra un especial cromatismo en
asentados en las dos vertientes de la divisoria de aguas de
otoño cuando la variada vegetación autóctona se combina con
los mares Cantábrico y Mediterráneo. Aquellas emociones
los prados y helechales, con los robles, castaños, hayas, alise-
de los viajeros al encontrarse ante nuevas formas de des-
das, abedules y diferentes especies de coníferas. Se puede hacer
plazarse entre abultados equipajes y cestas con gallinas se
caminando, con silleta de niños, en silla de ruedas, en bicicleta
han convertido en otras sensaciones emotivas para las ac-
y a caballo. El único límite de uso de esta vía verde está en el
tuales generaciones. No se tratará de viajes para comerciar
uso del motor. Para ellos está la vía rápida de la a-15, paralela
o visitar a los familiares de un pueblo a otro sino realizar
al trazado del Plazaola.
una actividad lúdica y deportiva suave, y los viajeros con
botas no llevarán los maletones de madera de antaño sino
Actualmente se puede realizar un simpático recorrido desde
mochilas.
el centro de interpretación de la antigua estación del Plazaola
de Lekunberri. El paseo se inicia hacia el norte, paralelo y por
Una parte importante, casi 44 kilómetros, ha sido o está
encima del pueblo. Antes de dejar Lekunberri, podemos optar
siendo recuperada como ruta de actividades de ocio. La
por coger a la derecha unas escaleras de madera que suben ha-
primera vía rehabilitada para estos nuevos usos de la red de
cia la Peña, pequeño parque lúdico con magníficas vistas sobre
ferrocarriles navarros fue precisamente la del Plazaola, por
las Malloas de Aralar, o bien descender al pueblo para recorrer
iniciativa de varios ayuntamientos de la zona impulsados
el casco antiguo, donde entre hermosas casonas solariegas de
por el de Lekunberri. Desde los años noventa se han ido
los siglos xviii y xix, con fachadas blasonadas, se encuentra
rehabilitando o conservando estaciones a modo de centros
la iglesia de San Juan, del siglo xiii, con restos de su origen
de interpretación y oficinas de turismo. En este primer
románico. De regreso a la plataforma de la vía natural conti-
tramo entre Lekunberri y el túnel de Uitzi, se ha creado
nuaremos disfrutando del paisaje orientado sobre el apretado
una red de senderos añadida, especialmente centrada en la
caserío de Lekunberri y con la altiva muralla de la sierra de
sierra de Aralar.
Aralar-Malloas como telón de fondo.
Caminando por la antigua plataforma del Plazaola encon-
Tras haber pasado el túnel de Bartolo, una vez hayamos dejado
traremos la memoria de aquel tren de vapor que consumía
a la izquierda la autovía que sube en dirección a Pagozelai, en-
cinco toneladas de carbón en cada trayecto y que dejaba per-
traremos en el encajonado barranco de Larrain, una vez sobre-
didos de hollín a los viajeros; el tiempo contenido, el de la
pasado un estrecho paso abierto entre rocas. Esta será la última
construcción y el de la destrucción, el tiempo de los labe-
pendiente que tenía que superar el Plazaola, antes de pasar el
rintos de una sinuosa geografía, el de los mitos y del futuro
gran túnel de 2,7 kilómetros que atraviesa la divisoria de aguas
pueden sentirse a lo largo de esta vía natural.
principal. Pronto, la plataforma del Plazaola se hermanará con
— 171 —
...
Estación de Lekunberri-Uitzi
Restaurada en 1998, en la
actualidad aloja la oficina de turismo
de Lekunberri y la del Consorcio
Turístico Plazaola, entidad gestora
del tramo navarro de esta vía verde
...
Castaño (Castanea sativa)
Este árbol, originario de Asia Menor, los Balcanes y el Cáusaco, pero perfectamente naturalizado por toda Europa, se
mezcla con otras caducifolias en el Camino Natural del Plazaola conformando tupidos y hermosos bosques mixtos
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Caminos Naturales de España
la carretera de Uitzi en un rellano donde se encuentra la an-
No en vano en Aralar se iniciaron los primeros esquiadores de la
tigua estación del tren, situada poco antes de la entrada del
mano de varios ingenieros nórdicos que trabajaron a principios
citado túnel, inaugurado en mayo de 2011.
del pasado siglo en las papeleras de Tolosa. Lekunberri dispone
de alojamientos de todo tipo, casas rurales, camping, polidepor-
Desde la boca norte del túnel la plataforma del Plazaola se
tivo y piscinas cubiertas, centros culturales, parques recreativos,
encuentra en buenas condiciones hasta alcanzar la localidad
sidrería y restaurantes.
de Leitza, en la estación recientemente rehabilitada, tras un
total de 22 kilómetros desde Lekunberri. En algunos tramos
De regreso a Lekunberri, en el casco antiguo, además de la igle-
cercanos a Leitza hay previstas obras de acondicionamiento
sia de San Juan (siglo xiv) y casonas como la de Mitxausenea,
de túneles, puentes y la propia plataforma. Para la travesía del
en la parte más cercana a la regata de Arrakieta se encuentra el
túnel se aconseja llevar alguna linterna para ver y ser vistos
caserío más antiguo, con bellos y cuidados rincones. Muchas de
pero, sobre todo, para el caso de posibles averías en el sistema
las casonas ostentan en sus fachadas escudos barrocos que dan
de sensores de luz del que está dotado el túnel.
carácter de hidalguía a sus moradores. La mayoría de los edificios pertenecen a los siglos xviii y xix; las hay más antiguas,
como la casa Alkatenea, tardogótica del siglo xvi. Cercano y
Además podemos ver
junto a la carretera se levanta el convento neogótico de las ClaFinalizado el recorrido en la boca del túnel de Uitzi se puede
risas, edificado en 1888. En la misma carretera y no lejos de allí
visitar la ermita de Santa Engracia, situada a media hora por
se encuentra la ermita del Pilar.
una pista que se adentra en el barranco de Goikozuloa, bordeada de robles, castaños y hayas. Con una distancia parecida
Desde Lekunberri, además de una variada oferta de senderos
se puede llegar al pueblo de Uitzi, con un apretado caserío que
homologados para los que deseen descubrir caminando, en bici
se divide en dos núcleos, el situado en un altozano en torno
o a caballo la riqueza natural del entorno y el patrimonio arqui-
a la iglesia y el que se asienta en la parte baja, al pie del puer-
tectónico histórico del valle de Larraun, podemos visitar en la
to del mismo nombre. Veremos hermosas casonas solariegas
sierra de Aralar el emblemático santuario de San Miguel. Rodea-
del siglo xviii, algunas con heráldica barroca en la fachada,
do de un aura de leyenda, en un lugar plagado de dólmenes que
y otras más recientes de buen porte. Destacan casa Juanenea,
testimonian la presencia de un primitivo pastoreo en Aralar, este
Osambelena, Martiperena y Orixenea. La iglesia del siglo xviii
santuario famoso desde la cristiandad medieval conserva el fron-
presenta un curioso conjunto con la casa parroquial adjunta.
tal de altar más importante de la esmaltaría europea (siglo xii).
Lekunberri se encuentra en el corazón del valle de Larraun, con
La sierra de Aralar ofrece al visitante numerosas opciones para
14 pueblos dispersos, algunos de ellos asentados en la vertiente
el paseo, gracias a una nutrida red de senderos señalizados que
cantábrica. Al encontrarse en la puerta que da acceso a la carre-
llevan a espigadas cumbres con amplios miradores. En contras-
tera que se adentra en la sierra de Aralar, ha sido desde princi-
te con el blanco de las rocas calizas que convierten a esta sie-
pios del siglo xx un centro de turismo de verano y de invierno.
rra en un gigantesco queso de «grouyère», los extensos prados
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Caminos Naturales de España
donde pacen caballos y multitud de ovejas, fuente de los afa-
media en el interior, se pueden ver en el centro de interpreta-
mados quesos de Aralar, y los extensos bosques de hayedo son
ción, a la entrada de la cavidad, audiovisuales y una exposición.
otros de los grandes focos de excursiones en esta gran sierra.
La visita a la antigua ferrería de Betelu es otra de las recomenApenas a cinco kilómetros de Lekunberri se encuentra el na-
dadas en las cercanías de la vía verde del Plazaola. Para ello
cedero del río Larraun, denominado el Guadiana navarro. Un
hay que salvar el cercano cordal de la divisoria de aguas de los
bonito itinerario nos llevará, en un circuito circular que se ini-
mares Cantábrico y Mediterráneo y bajar el puerto de Azpiroz
cia en Iribas, a conocer el más curioso de los fenómenos hidro-
hasta alcanzar las orillas del naciente río Araxes. Sin entrar en
geológicos de la sierra de Aralar. Simas, sumideros y cavidades
la localidad de Betelu, a la altura de la planta embotelladora de
forman parte del itinerario al nacedero de Aitzerreta, donde
Aguas de Betelu se inicia la senda de Goikola. Está acondicio-
surge de las entrañas de la sierra el poderoso manantial que da
nada para todas las edades y discurre siguiendo el cauce del río
origen al río Larraun.
aguas arriba por terreno llano. La visita puede ser completada
con un paseo por los pintorescos pueblos del valle de Araitz,
La cueva de Mendukilo, en la cercana localidad de Astiz, ofrece
asentados en las faldas de las Malloas-Aralar.
a los visitantes los encantos del mundo subterráneo. Equipada
con pasarelas flotantes, iluminación escénica y sistemas multi-
...
en la página anterior
Nacedero del río Larraun
El nacedero de este afluente del Arakil es un bonito paraje a poco más de una
hora de camino desde la localidad de Iribas
...
Túnel de Bartolo
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Caminos Naturales de España
...
San Miguel de Aralar, frente al perfil calizo del monte San Donato
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Camino del Oja
El corazón de La Rioja
La Rioja
Carmen Bengoechea
Filóloga y senderista
El ferrocarril Haro-Ezcaray se comenzó a pergeñar en
1891, sin embargo no sería hasta 1916 cuando los primeros
vagones circularan por su trazado. Aunque el fin que motivó
su construcción fue el sacar el mineral de hierro de Ezcaray,
serían verduras, frutos y vino los productos del valle del Oja
que se aprovecharían de su existencia. La línea estaría en servicio hasta enero de 1964, momento en el que suspendieron
los servicios por ruina financiera de la compañía.
— 178 —
Caminos Naturales de España
Hoy una parte del trazado de este tendido se ha adaptado
pocos metros desviarnos por un camino que discurre entre
como vía verde. Quedan ya lejanos los tiempos de locomoto-
perales. Ya estamos sobre el trazado, el camino será hasta su
ra, hollín, pitidos y traqueteos. En la actualidad se han visto
finalización muy sencillo de seguir. A unos metros a nues-
sustituidos por pedaladas, trote de caballos y pisar de botas
tra derecha encontramos enseguida una ermita románica con
en un nuevo deambular de viajeros ávidos de paisaje y natu-
una gran espadaña, la ermita de Ajugarte, único resto visible
raleza.
de lo que en otro tiempo fue un pequeño poblado.
Nuestro recorrido comienza en Casalarreina, residencia du-
Nosotros continuamos el camino ahora entre viñedos. El tra-
rante siglos de los condestables de Castilla, localidad que debe
zado de la antigua vía aprovecha la llanura para continuar
su nombre según nos cuenta la tradición al hecho de que la rei-
recto y casi sin desnivel. El buen estado del firme hace que
na Juana residiera en ella durante un tiempo. El puente sobre
el recorrido sea ideal para bicicletas y excursiones familiares
el Oja nos servirá de salida. El actual data del siglo xix y fue
y, aunque no hay mucha señalización, seguir la ruta es tarea
construido por iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos
sencilla a pesar de que tendremos que superar algunos ca-
del País de la Rioja Castellana a fin de mejorar las comunica-
minos agrícolas y carreteras secundarias que nos abordarán
ciones terrestres para permitir un más fácil transporte de los
perpendicularmente.
vinos hacia los mercados del norte.
Poco a poco el viñedo irá cediendo el espacio a cultivos de
Junto al puente descubriremos una descomunal plaza y, al fon-
cereal y patata característicos de la llanura calceatense. A lo
do, el monasterio de la Piedad, edificio cuya fábrica comenza-
lejos empezaremos a divisar una construcción que, a modo de
ría a principios del siglo xvi. Su visita merece que retrasemos
faro, nos servirá de referencia: la torre exenta de la catedral de
un poco nuestra marcha y admiremos esta excelente obra. Si
Santo Domingo de la Calzada. Su forma se irá perfilando cada
nos urge iniciar camino podremos conformarnos con la con-
vez más en el horizonte hasta distinguirse nítida y claramente.
templación de la portada-retablo del acceso de la iglesia; si disponemos de más tiempo, es recomendable realizar la visita al
Nosotros proseguiremos cómodamente hasta llegar a las inme-
interior donde sin duda nos sorprenderá la magnífica traza y
diaciones de Santo Domingo, ciudad que quedará a nuestra
los volúmenes de la iglesia, la parte interior de la portada pla-
derecha, ya que el camino discurre tangencialmente a la mis-
gada de alegorías clásicas, el claustro y el resto de dependencias
ma. Sin embargo es imprescindible que hagamos un descanso
que, a lo largo de los siglos, han ido configurando este monas-
y dediquemos un tiempo a perdernos por este centro funda-
terio inaugurado nada menos que por un Papa, Adriano iv.
mental del Camino de Santiago. Porque nos encontramos en
lo más genuino del Camino Francés.
Muchos son los detalles de la localidad que podrían llamar
nuestra atención, pero necesitamos emprender la marcha, por
La presencia del santo caminero se respira por todos los rinco-
lo que nos encaminamos en dirección Logroño hasta, casi a
nes de la villa. No sólo fue fundador de la misma, sino que su
las afueras del pueblo, tomar la carretera de Zarratón y a los
vida, su relación con las peregrinaciones jacobeas o sus fiestas
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Caminos Naturales de España
nos ponen de manifiesto cómo es imposible entender esta ciu-
El camino continúa en línea recta paralelo al río por el este,
dad sin aproximarse a su relación con el patrón de los ingenie-
con poco desnivel aunque ahora notaremos algo más la ligera
ros de caminos, patronazgo bien merecido por su empeño en
pendiente de la ruta. A la salida de Santo Domingo nos segui-
la construcción de calzadas.
rán acompañando a ambos lados tierras de labor. También podremos descubrir algunos edificios del antiguo ferrocarril que
Decir Santo Domingo de la Calzada es decir peregrinación a
no nos costará reconocer por su característica traza. De nuevo
Compostela. El santo marcó la ruta, construyó puentes, taló
algunos caminos y alguna carretera local cruzarán nuestro sen-
con su hoz mágica encinas de un solo golpe para ensanchar ve-
dero, aunque nosotros seguiremos hacia el sur sin desviarnos,
redas y atendió a peregrinos. La catedral que conserva sus restos
ayudados por las balizas del gr que nos acompañan desde que
y cuya construcción se inicia en el siglo xii, poco después del
dejamos Santo Domingo.
fallecimiento del santo, es visita irrenunciable. En su interior,
además del mausoleo del santo, joya de la imaginería funeraria
Al fondo aparece ya la sierra y empezamos a descubrir en la
medieval española, descubriremos infinidad de elementos de
distancia el bosque mixto tan característico de la cuenca alta
gran interés artístico: la escultura de la cabecera, el retablo de
del Oja. La vegetación va cambiando; sin darnos cuenta ha-
Forment, las tablas que representan escenas de la vida y mila-
bremos dejado atrás las tierras de labor y a las márgenes del
gros de Domingo, el coro.
camino el bosque va ganando presencia. El fin del recorrido
se encuentra próximo; tras avanzar por una trinchera excavada
Pero sin duda lo que más llamará nuestra atención es la presen-
para la línea férrea llegaremos a una amplia zona de descanso
cia de un gallo y una gallina vivos que nos sorprenden con sus
donde podremos descubrir los restos de una antigua calera que
espontáneos cacareos. Su presencia es un recuerdo al milagro
nos rememora tiempos todavía no muy lejanos en los que la
más famoso del santo y, probablemente, de toda la tradición
cal era elemento imprescindible en la construcción.
jacobea. Cualquiera os contará la curiosa historia. La torre barroca se yergue imponente junto a la catedral, si nuestras pier-
Un poco más adelante encontramos a nuestra izquierda, bien
nas lo permiten podemos subir al campanario desde donde
señalizado, un camino que nos conduce a la ermita de la Vir-
podremos contemplar una excelente vista de nuestro camino
gen de Allende, patrona de Ezcaray. Tras este cruce nos topa-
y de toda la comarca. Tampoco se puede omitir la visita al pa-
mos con una hermosa alameda, de esas que, desgraciadamen-
rador nacional, antiguo hospital de peregrinos donde el santo
te, se han ido perdiendo en nuestros caminos y carreteras. Por
confortaba a los caminantes.
este túnel arbolado llegaremos a la antigua estación de Ezcaray
donde acababa la línea férrea y donde finaliza nuestro trayecto.
Pero es hora de continuar, nos encontramos aproximadamente a la mitad del recorrido. Retomamos el camino que
Pero antes de emprender regreso debemos visitar la localidad,
ahora coincide también con un sendero de Gran Recorrido
uno de los núcleos turísticos más importantes de la región. Los
(gr), por lo que su señalización nos acompañará ya hasta
soportales de sus calles albergan una excelente oferta gastronó-
nuestro destino.
mica, tanto de restauración como de tapeo, lo que sin duda
...
en la página anterior
Llamador. Ezcaray. La Rioja
Ezcaray es uno de los jalones más importantes del Camino Natural del Río
Oja, una localidad que reúne un notable conjunto de arquitectura civil y
religiosa, envuelto en las montañas riojanas más visitadas
— 181 —
...
Camino Natural del Río Oja
...
Interior del templo del monasterio de la Piedad de Casalarreina, del siglo XVI, uno de los ejemplos señeros del gótico tardío en La Rioja
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Caminos Naturales de España
contribuirá a hacernos disfrutar más si cabe del singular casco
Nuestro viaje ha terminado, sólo queda el regreso tras haber
urbano y de los todavía numerosos testimonios arquitectóni-
vivido una experiencia que, desde el disfrute de la naturaleza,
cos de interés que se conservan. Y, si nos queda tiempo, acer-
nos ha permitido también descubrir un bello patrimonio cul-
carnos a visitar la fábrica de mantas que perpetúa la tradición
tural. Y si no hiciste el recorrido en otoño, no quedará más
de la fabricación de paños que en esta localidad experimentó
remedio que volver para poder disfrutar del simpar mosaico de
un notable desarrollo a partir del siglo xviii, cuando todavía
colores con los que la naturaleza nos regala cada año.
los rebaños trashumantes eran los protagonistas principales de
la vida en todo el territorio.
...
Río Oja a su paso por Ezcaray
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Caminos Naturales de España
...
Plaza de Santo Domingo de la Calzada
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Maigmó
Excursionismo levantino por
nuestro patrimonio industrial
Comunidad Valenciana
Rafael Cebrián Gimeno
Escritor y montañero
La revolución industrial modificó las estructuras de producción y el tejido social. La máquina y las innovaciones tecnológicas centraron los procesos productivos, entre ellos el
ferrocarril como factor imprescindible de salida de productos
manufacturados a los mercados y el aprovisionamiento de
materias primas. Alcoi, ciudad pionera en la historia económica de España, situada en el corazón de una accidentada y
mal comunicada comarca, emprende un ambicioso proyecto ferroviario de vía estrecha, dentro del Plan Guadalhorce
de Ferrocarriles en la dictadura de Primo de Rivera. En 1926
se inicia la construcción de una línea entre Alcoi y Alicante, de vía ancha por su mayor capacidad, con una longitud
aproximada de 66 kilómetros, un reto para la ingeniería del
momento por las dificultades orográficas que retrasaron la
obra hasta 1932, año en que la infraestructura fue terminada a
falta solamente de las vías y la construcción de estaciones. La
Guerra Civil paralizó el proyecto y, terminada la contienda,
los escasos recursos estatales se dirigieron prioritariamente a
la reparación de líneas en activo dañadas por la guerra y de
inmediato rendimiento. En los años 60, con el desarrollo industrial y el cambio estratégico en los transportes dirigido a la
automoción, se desestimó la continuidad, considerada como
antieconómica. La reconversión del abandonado tendido en
vía verde, con una visión social de uso para el ciudadano, da
vida y valora el mundo del ferrocarril integrado en el paisaje,
siguiendo su huella, con una forma diferente de excursionismo. El tramo Agost-Maigmó es el mejor conservado.
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Caminos Naturales de España
El Camino Natural del Maigmó se tiende sobre un irregular
del Cid (1.152 m), memoria toponímica de las andanzas del
territorio de bajas tierras y cerros surcados por pedregosos
legendario guerrero castellano por estas tierras meridionales.
barrancos, entre las montañas interiores y el mar, cruzando
En su vertiente opuesta presenta una espectacular muela en
coloristas y cambiantes paisajes. Una atractiva ruta jalonada
forma de yunque, referente de las comarcas que vertebra el
por impresionantes infraestructuras ferroviarias, trincheras, 6
Vinalopó.
túneles, 2 viaductos, terraplenes…, recorriendo, paso a paso,
la memoria y la valoración de un mundo abierto y revolu-
Los rasgos determinantes de nuestro camino ya se muestran al
cionado por los ferrocarriles, un ejemplo, en sus silenciosas
inicio: tierras rojizas, montículos, lomas, campos entre las aspe-
y abandonadas instalaciones, de las dificultades que el relieve
rezas del territorio y, al fondo, al norte, como un telón todavía
imponía a la ingeniería del momento. Este patrimonio indus-
lejano, la sierra del Maigmó encadenada en la perspectiva con
trial, conservado en excelentes condiciones, integrado en el
la del Cid y destacada por su cumbre señera. Más cercana y
paisaje natural y adaptado para el uso del ciudadano, es una
pegada a la población de Agost, vemos la sierra del Castellar
forma de excursionismo y de relación humana con el medio
(700 m), prolongada hacia el norte por la Ventós (800 m) flan-
físico. Caminamos hacia las sierras del Cid y del Maigmó en
queando a la población. En el paisaje agrícola predominan los
un seductor horizonte, dejando a nuestras espaldas el mar y
viñedos, uvas de mesa embolsadas, con denominación de ori-
las huertas litorales de Alicante, para adentrarnos en la aridez
gen Vinalopó.
de un medio donde el verde sobre las blancas y rojizas tonalidades es la conquista esforzada del hombre con sus cultivos.
A los 4,8 kilómetros se llega al área de descanso y aparcamien-
Un Camino Natural de nula dificultad, accesible incluso con
to situados a 250 metros de Agost. Este municipio, a 18 kiló-
niños, por su desnivel desestimable y excelente señalización
metros de Alicante, perteneciente a la comarca de l´Alacantí
que desvanece toda duda o extravío, aun con niebla. Tiene
y a una altura sobre el nivel del mar de 332 metros, se sitúa en
una longitud de unos 22 kilómetros y para el paso de dos
un territorio de transición, entre la llanura litoral alicantina y
túneles, donde la oscuridad es completa, se hace necesario
la barrera orográfica de separación con las comarcas interiores.
llevar linterna.
Cruzan el territorio barrancos que, con su caudal esporádico,
conforman la rambla de Les Ovelles que atraviesa el término
El punto de partida es el apeadero de Agost, a 4 km al sur de la
de oeste a este. Sus orígenes son anteriores a la dominación
población por la carretera cv 826, espacio para aparcar junto
musulmana, tal como atestigua el hallazgo de un toro y dos
al abandonado edificio-estación. Agost también puede ser un
esfinges ibéricas, una de las cuales está en Francia y la otra en
buen punto de inicio, en un área de descanso de la vía verde,
el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. También cuenta
con aparcamiento, situado a unos 250 metros de la población.
con vestigios romanos, perteneció al territorio de Aurariola
(Orihuela) o de Tudmir y en la época islámica es cuando la
Junto al apeadero, un panel y un primer tramo paralelo al
población se desarrolla y nace a la historia. Tras la conquista
ferrocarril electrificado Alicante-Madrid. Campos junto a la
cristiana formó parte de la Corona de Castilla hasta 1304, que
vía y, al frente hacia poniente, aparece la majestuosa sierra
pasó a la Corona de Aragón.
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...
Viñedos de la Denominación de Origen Uva de Mesa Embolsada Vinalopó, en
las cercanías de Agost
...
Camino Natural del Maigmó
El Maigmó es la cumbre del fondo
de la fotografía
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Caminos Naturales de España
Agost es sinónimo de tradición y notable desarrollo alfarero,
sierras, donde la activa morfología del terreno fue el serio
una centenaria actividad propiciada por la abundancia en su
obstáculo del trazado del ferrocarril, resuelto con trinche-
entorno de arcillas de excelente calidad, materia prima para
ras, túneles y terraplenes. Hay grandes balsas de recogida de
la fabricación de cerámica, blanca y porosa que dio fama a
agua de lluvia para los campos. Ganamos altura y perspectiva
los botijos por sus propiedades refrescantes, tradición que se
sobre el amplio y desigual territorio tendido hasta el mar.
remonta a la época musulmana y que los artesanos de Agost
Sobre la luminosa línea de la costa, un aislado promonto-
supieron mantener, comercializándolos en toda España.
rio nos da la situación de Alicante, el abrupto cabezo rocoso
Como homenaje y conservación de este patrimonio cultural,
donde se yergue el castillo de Santa Bárbara que fortificaron
el Ayuntamiento de Agost fundó un excelente Museo de Al-
iberos, romanos y musulmanes. Ruta arriba, dominante en
farería ubicado en un antiguo alfar que estuvo activo hasta el
el inmediato horizonte, la mola agreste del Maigmó con su
año 1975, dotado con fondos, donaciones, vasijas, fotografías
escarpada cumbre caliza.
y documentación recogida de la tradición oral, además de un
centro de estudio, investigación y divulgación. De este ances-
En esta zona más desierta, lejos del pueblo y sus cultivos,
tral componente artesano y de los arcaicos hornos morunos,
la más viva naturaleza gana presencia según nos adentramos
se pasó a los modernos hornos totalmente mecanizados y a
en el silencio de un paisaje que descubrimos paso a paso.
la fabricación de materiales de construcción y cerámica, que
Todavía el rastro de los austeros secanos es la memoria de
constituyen la principal riqueza local, junto a la uva de mesa,
un ayer no muy lejano, testimonio del hombre enfrentado
distinguida con la denominación de origen.
al medio y a la ingratitud de una tierra sedienta. Aumentan
los barrancos, cicatrices profundas perpendiculares al eje de
Después de la población, la presencia humana junto a la ruta
las crestas, vaciadas por la violencia de las aguas esporádicas,
se distribuye en casas dispersas, cada vez más distanciadas.
mostrando la huella de su génesis y la permanente evolución
de sus formas.
Desde Agost, el relieve cambia, más activo que en el tramo
anterior, y, al frente, las montañas se adueñan del horizonte.
Al poco, entre los kilómetros 12,550 y 15, se suceden el pri-
Pasamos cruces de pistas y carreteras, frecuentes por la proxi-
mer túnel y el viaducto del Vidre, de 150 metros; una gran
midad a la población, que se van distanciando y perdiendo
balsa y un área de descanso; y el viaducto Puente del Salt o
frecuencia. Pasos debidamente señalizados.
del Fontanar, de 200 m. Son dos impresionantes y aéreos
puentes, respectivamente, sobre la rambla del Vidre y la Zar-
A partir del km 8 el camino se encaja en una trinchera y,
za, las estructuras más importantes de trazado. La vegetación
poco más adelante, la vía se eleva sobre una amplia y abierta
esteparia carente de arbolado empieza a perder su dominio
rambla donde se ven los bancales, restos de la agricultura
y una creciente humedad ambiental da lugar a la aparición
abandonada por su escasa rentabilidad. La ruta gana interés
del pino carrasco, muy resistente ante las duras condiciones
progresivamente, después de que la amplia curva del trazado,
ambientales. Viejos campos en media luna transversales a las
buscando el relieve más suave, discurre paralela al eje de las
vaguadas para recoger la escorrentía muestran el permanente
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Caminos Naturales de España
intento del campesino en capturar las aguas salvajes. La me-
selección natural y especies perfectamente adaptadas, todo lo
jora del paisaje proporciona un final de excursión más grato,
cual nos lleva, paradójicamente y como respuesta a la adversi-
con la luminosa coloración de las margas, arcillas y yesos,
dad climática, a una riqueza botánica de valiosos endemismos.
rocas muy blandas y erosionables, compartiendo la geoes-
Al llegar al ámbito de las montañas, cambia el paisaje vegetal
tructura con la caliza que podemos ver en las crestas y pro-
por una mayor humedad, con los más densos pinares alicanti-
montorios rocosos de los cercanos montes. En un último tra-
nos tapizando la sierra del Maigmó. La influencia de la barrera
mo, desde el kilómetro 15-16, se suceden trincheras y cinco
montañosa de transición geográfica se deja sentir también en
túneles, entre ellos dos de los más largos, 250 y 500 metros,
el clima comarcal, por el efecto de pantalla que detiene los
donde la oscuridad llega a ser total.
vientos fríos y húmedos, propiciando la bondad de un clima,
reclamo privilegiado de un turismo de sol y playa del litoral
alicantino, «la Casa de la Primavera», mientras que en el Maig-
El marco físico
mó, la nieve aparece y se mantiene durante algunos días de
Dos unidades del relieve destacan por su marcado contraste
todos los inviernos.
en el recorrido: la barrera orográfica de las sierras del Cid
y del Maigmó, de 1.152 y 1.296 metros de altitud respecti-
El paisaje agrario es una consecuencia del clima como condi-
vamente, configurando la frontera natural con las comarcas
cionante de la productividad agraria. En estas tierras heridas
interiores, y el dilatado plano inclinado iniciado al pie de las
por el implacable sol, se dan cita todos los agravantes, suelos
montañas, decreciendo en altura hasta terminar en el mar,
pobres y escasez de agua, pese a lo cual, el hombre de estos
salpicado de elevaciones, pequeñas sierras y promontorios,
lares, con el paciente y secular trabajo, fatiga y sudor, ha lo-
surcados por la tortuosa cicatriz de barrancos y ramblas. Sin
grado frutos de la tierra ingrata. En la actualidad es visible el
ningún curso fluvial permanente, la circulación hídrica, es-
retroceso de los cultivos tradicionales del secano, olivos, al-
porádica y torrencial, recorre cauces modelados por la acción
mendros y algarrobos, a la vez que el regadío ha crecido de
erosiva del agua sobre el predominio de materiales blandos
forma espectacular, con la gran superficie colonizada por el
fácilmente solubles: margas, arcillas y yesos, que presentan
viñedo. El notable esfuerzo campesino y de inversión, con el
variadas formas de erosión profunda, cárcavas y morfología
agua de lluvia recogida en balsas, las cuidadas viñas y el deli-
de vaciado, que llenan con su color y el singular atractivo de
cado estuchado protector de las uvas de mesa, ha creado una
sus caprichosas formas la arquitectura natural de los secos y
importante fuente de riqueza.
pedregosos caminos del agua.
Desde el inicio del recorrido nos acompaña la visión en el hoLas severas condiciones climáticas en un paisaje de gran aridez
rizonte de la sierra del Maigmó, con su aislada y sobresaliente
y el contenido de sales en los suelos, unido a la escasa pluvio-
cima de 1.296 metros. También se ve recortada en la distancia,
sidad, condicionan las formas de vida con la práctica ausencia
desde el promontorio del castillo de Santa Bárbara de Alicante.
de arbolado y el dominio de la vegetación esteparia. Vegetación
El Maigmó es una bella y emblemática montaña, con la fuer-
que se esfuerza por sobrevivir, creando mecanismos de defensa,
za de un símbolo y referente en el paisaje, bautizada por los
...
en la página anterior
Viaducto del Vidre
Esta obra de ingeniería es uno de los hitos de la antigua vía férrea,
reconvertida en un Camino Natural de marcado carácter mediterráneo
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Caminos Naturales de España
alicantinos como el Balcón de Alicante. Muy cerca de la cum-
El Maigmó es Paraje Natural, pero por su calidad paisajística
bre, una amplia terraza natural es mirador privilegiado sobre
y medioambiental merece ser parque natural, figura de mayor
un amplio paisaje hasta las orillas mediterráneas, una compo-
rango, reivindicada por gran número de sociedades culturales
sición de horizontes y sensaciones integradas en la percepción
y ecológicas.
cultural e histórica de la mediterraneidad. Tapizado por extensos pinares, los más frondosos de Alicante, su verdor es como
un oasis de contrastes, un símbolo de la dualidad de las tierras
valencianas de montañas y mar. La sierra y el escalón entre
las comarcas interiores y las litorales definen la zona de tran
sición entre el paisaje serrano y el ámbito terrestre marítimo.
...
en la página anterior
Maigmó
Sus 1.296 m de altitud son
suficientes para atrapar jirones de
nubes e, incluso, la nieve
...
Níspola (Coenonimpha pamphillus)
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La vía verde hacia el
noroeste de Murcia
Región de Murcia
Manuel Águila Guillén
Ecoespuña
Lázaro Giménez Martínez
Natursport
Aún recuerdo cuando en el año 1999 decidimos realizar una
publicación sobre la antigua vía ferroviaria abandonada entre la ciudad de Murcia y Caravaca de la Cruz, de la cual se
acababa de inaugurar un tramo desde el medio recorrido, en
tierras de Mula, entre bancales, y la ciudad de destino del ferrocarril. Para nosotros supuso un reto, ya que había que explorar todo el tramo de inicio no rehabilitado, entre Murcia
y Baños de Mula, por un recorrido que había sufrido desde
el abandono de la actividad comercial, olvido y apropiación
indebida de su paso original. Creímos que una publicación
sobre todo el trayecto del antiguo ferrocarril podría provocar
con el tiempo su completa recuperación, y así ha sido.
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Caminos Naturales de España
En la actualidad están finalizando las obras de adecuación y
Justificando su baja rentabilidad económica, esta línea se clau-
puesta en uso como Camino Natural del recorrido completo
suró en febrero de 1971, aunque el tren había dejado de prestar
entre el campus universitario de Murcia (en Espinardo) y Ca-
el servicio de viajeros en 1969 y continuó circulando hasta 1971
ravaca de la Cruz, y relatamos los principales valores patrimo-
sólo con mercancía para dar servicio a las empresas de la zona
niales de todo el trayecto, pues sabemos que pronto estará útil
industrial de Espinardo y a unos silos de cemento que había
para el usuario que lo desee.
junto a la estación de La Ribera de Molina. Oficialmente se justificó esta decisión en el bajo rendimiento económico, aunque
El apogeo del ferrocarril en Europa y en España a finales del
a nivel popular se hablaba en la comarca de otros intereses de
siglo xix y principios del xx tuvo su reflejo en la Región de
particulares en el emergente transporte por carretera, tanto de
Murcia con el interés de las autoridades de la época por pro-
mercancías como de pasajeros.
mover los ferrocarriles secundarios (de corto recorrido) o de
vía estrecha. En el ámbito de los ferrocarriles secundarios se
El recuerdo que tenemos de aquellos primeros días de explora-
enmarca el de Caravaca-Murcia, que sólo alcanzaba un recorri-
ción del recorrido de la vieja vía del tren nos sugiere contar esas
do de 78 kilómetros, y que estaría destinado a unir la comarca
impresiones cuando íbamos caminando a lo largo de todos los
de Noroeste con el centro de la provincia formando un tercer
lugares por donde transcurre. Para ello es necesario partir de la
eje que completaba el valle del Guadalentín y el valle del río
«Redonda», gran plaza circular de Murcia donde se encuentra
Segura. La verdad es que el primer proyecto lo que pretendía
la antigua estación de Zaraiche, bello edificio de época cons-
era unir Fortuna y Caravaca, creando un ramal Mula-Murcia.
truido con la calidad de toda la infraestructura ferroviaria de
estos años de esplendor del ferrocarril. Desde aquí tenemos
Tenemos noticia de que en 1919 el ingeniero Juan de la Cierva
que olvidar intentar seguir el trazado del tren, ya que una gran
y Codorníu realizó un proyecto de ferrocarril secundario de
avenida urbana y un desarrollo urbanístico anejo a Espinardo
Mula a Alcantarilla y de Mula a Murcia, pasando por Albu-
se ha tragado todo el itinerario. Tan sólo volvemos a encontrar
deite y Campos del Río. Este político murciano de la época
la vía como surgente del asfalto en las proximidades del cam-
tenía gran influencia social en la comarca de Mula y era evi-
pus universitario de Espinardo, donde tiene todos sus compo-
dente su interés por la búsqueda de otras fuentes de riqueza a
nentes: pórfido, traviesas, raíles, clavos, construcciones… Es
través de nuevas vías de comunicación para la zona, la cual era
aquí donde empieza el recorrido preparado y señalizado de la
considerada por él muy abandonada en este sentido, a pesar
Vía Verde del Noroeste de la Región de Murcia.
de su riqueza agrícola y ganadera. Su propuesta comprendía
el paso del ferrocarril desde Mula por Albudeite, Campos del
Desde este lugar hasta La Ribera de Molina la vía atravie-
Río, Los Rodeos, Alguazas, Molina de Segura y Espinardo,
sa unos bonitos montes dominados por el cabezo del Aire,
hasta Murcia.
por donde discurre en sentido perpendicular la vereda real
de los Valencianos, llegando al núcleo urbano por el primer
El proyecto definitivo, tras varias modificaciones, fue el conoci-
túnel del trayecto. Antes de estar rehabilitado como Camino
do como Caravaca-Murcia, y se inauguró el 29 de mayo de 1933.
Natural era una experiencia curiosa caminar sobre los raíles,
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Caminos Naturales de España
con una natural preocupación sin ninguna base real por si
Mientras que el eje vertebrador de este primer tramo era el
aparece de pronto la locomotora soplando el chorro de humo
río Segura y su huerta, el segundo, el más largo, tiene un
al cielo azul.
claro referente en el río Mula. Desde el pueblo de Alguazas
el trayecto se orienta hacia el oeste, haciéndonos atravesar
Al salir de La Ribera de Molina vemos las primeras viejas cons-
uno de los paisajes más áridos de la región, transición ha-
trucciones compuestas por apeadero, almacenes y otras que
cia la gran masa forestal del noroeste murciano. Hasta las
existen en cada una de las localidades que han sabido con-
proximidades de Campos del Río, un conjunto de colinas de
servar este rico patrimonio arquitectónico, que no todos los
laderas suaves van a definir estos primeros paisajes. Pronto se
ayuntamientos han tenido ese buen criterio. Acompañamos la
asciende desde los 90 metros de altitud sobre el nivel del mar
rica vega del río Segura hasta llegar a Molina de Segura, junto a
de Alguazas hasta los 140 de Los Graos. El amarillo de las
la ermita de la Consolación y viendo el río muy cerca. En este
margas es el color característico, con algunos cambios hacia
lugar desapareció una de las últimas barcazas que permitían
ocres o marrones por las margocalizas y areniscas. Sólo la pre-
cruzar el río. El paisaje de huerta nos embute para llevarnos
sencia de algunos afloramientos calizos en las inmediaciones
a cruzar el río Segura por el único puente de hierro de la vía
de la estación de Los Rodeos y, sobre todo, la abundancia de
verde, el cual ha estado más de 30 años sólo con el hierro, ya
gravas y arenas en los depósitos fluviales del río Mula van a
que las tablas han sido consumidas por el tiempo. Daba vérti-
modificar la estructura del paisaje. Los meandros, que de-
go pasar sobre las vigas con el agua bajo nuestros pies. La fértil
jamos atrás en el río Segura, el río Mula los reproduce con
vega nos acompaña hasta Alguazas, donde cruzamos bajo la vía
tantos o más recovecos y, si en el primero se les conocía como
férrea en uso que enlaza Madrid con Cartagena.
«rincones», las gentes del segundo les llaman «rodeos». Es
en ellos donde se instala buena parte de los regadíos de este
Desde esta villa, justo antes y en paralelo al afluente río Mula
tramo, mientras que fuera del río, secanos y regadíos alternan
partimos hacia el noroeste de la región para atravesar increíbles
los suaves relieves con algunos matorrales mediterráneos de
campos de un valor ambiental inigualable, las «tierras malas»
pequeño o mediano porte.
(los badlands anglosajones). De estos casi 21 kilómetros de la
primera etapa, que hemos ascendido desde la vega baja hasta
Es en Alguazas donde se une otro recorrido de gran interés
la vega media, hemos ido por uno de los corredores naturales
turístico y cultural, el Camino del Apóstol, el principal de los
más característicos. Comienza todo en la inmensa llanura de
caminos de la Vera Cruz en la Región de Murcia. Enlaza Car-
inundación que es la Huerta de Murcia, donde los limos de
tagena con Caravaca pasando por Murcia. Este Camino viene
origen sedimentario, depositados durante miles de años de
de la capital por la mota del río Segura y cruza el sitio moli-
historia, han dado fertilidad a estas tierras. A la par que la
nense de El Paraje para seguir por la vía verde.
extensa llanura de inundación está principalmente ocupada
por cultivos de regadío, a pesar de la creciente colonización
Desde Campos del Río (176 m) hasta Mula (310 m) el paisaje
urbanística, el resto de la ruta ofrece interesantes elementos
incluye nuevos elementos. Sobre todo la muela de Albudeite,
naturales.
con su relieve en cuesta y su impresionante glacis en la cara
...
en la página anterior
Túnel en el Camino Natural Vía Verde del Noroeste
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...
Tramo estepario en el Camino Natural
...
Señalización en el Camino Natural
Vía Verde del Noroeste
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Caminos Naturales de España
este; el barranco del Moro y, muy especialmente, la rambla
da por algún colectivo local), instalado principalmente sobre
de Perea, con sus grandes depósitos aluviales de los márgenes,
los suelos margosos y arenosos del sur de la ciudad, pronto nos
marcan hitos en el relieve y en la vegetación bastante llamati-
hacen enfilar hacia los relieves calizos y, a veces arcillosos, de
vos. La atractiva visión del cerro del Castillo de la Puebla de
las inmediaciones de El Niño de Mula (Ermita del Niño de
Mula o la de la cercana sierra de Ricote son claros referentes
Balate, como también se conoce).
orográficos de este tramo de la ruta. Regadíos con cítricos, secanos con almendros y algunas manchas de matorral se rom-
Los cuatro túneles de este tramo de la ruta van dejando entre-
pen transversalmente por la vegetación ribereña que, camino
ver los pinares de pino carrasco y matorrales de media mon-
del río Mula o a través del propio río, cuando lo atravesamos
taña, acompañados de un atractivo rosario de especies típicas
más arriba de la Puebla, cruza bajo nuestro viejo paso de ferro-
de bosque de galería (olmos, álamos, sauces, baladres, juncos,
carril. En los 27 kilómetros de este segundo tramo hemos atra-
etc.), especialmente cuando nuestro itinerario cruza por últi-
vesado algunas de las mejores zonas de campeo de importantes
ma vez su cauce después del bonito paraje de La Luz. Allí el
rapaces como gavilán, cernícalo, ratonero común, mochuelo
apeadero, al pie del Rodero, con restos de arte rupestre, será
o autillo, y puede no resultar raro toparse con algún zorro,
un interesante lugar de descanso. Estamos a 500 metros de
conejo o erizo común. Una parada observadora sobre los her-
altitud y el paisaje, aún montañés, abre las puertas a una vasta
mosos puentes que atraviesan los cauces que hemos citado nos
extensión de viñedos que, hasta cerca de Bullas, tierra de vinos
mostrarán un conjunto de fauna silvestre donde córvidos, pa-
y con una gran carga patrimonial e histórica, acompañarán el
lomas, golondrinas y vencejos serán nuestros primeros actores.
resto del recorrido. Un lento pero progresivo ascenso por una
La presencia del agua en el cauce del río Mula o en la rambla
orografía de suaves relieves nos llevará hasta Bullas (625 m), no
de Perea crea extraordinarios ambientes para favorecer la pre-
sin antes ofrecernos un nuevo recorrido por ambientes huerta-
sencia de especies ribereñas.
nos que, como ya sucediera en las inmediaciones de Mula, incorporan a su arbolado nuevas especies como el albaricoquero,
Si entre Alguazas y Mula pudimos contemplar algunos de
siendo una alegría para el cuerpo en la época donde el fruto se
los paisajes más contrastados por la aridez que les circunda,
muestra en todo su esplendor.
a partir de la monumental Mula, dominio histórico del marquesado de los Vélez, el frescor de su huerta y las primeras
Entramos en la etapa más montañosa y, sin embargo, de
incursiones en los ambientes de montaña con la travesía de la
menores desniveles del recorrido. La altiplanicie que nos ha
muela de Don Evaristo (643 m) incorporan nuevos ingredien-
acompañado desde antes de nuestra llegada a Bullas, donde
tes a la vía verde. Estamos en el tramo de mayor desnivel, 330
también el desarrollo urbanístico nos obliga a abandonar el
metros, e incluso de mayor carácter aventurero por los puentes
trazado original para pasar por un excelente equipamiento de
y, sobre todo, túneles que se atraviesan. Los acusados quiebros
turismo de interior, pronto se convierte en montaña. Nos va-
que nuestro trazado realiza por la huerta de Mula para salvar el
mos a mantener por los 500 metros con algunos descensos que
desarrollo urbano, donde ha desaparecido la histórica estación
el paisaje pronto va a presentar para circunvalar Cehegín, otro
ferroviaria y el trazado original (cuestión esta última contesta-
pueblo con un gran protagonismo histórico en la comarca.
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Caminos Naturales de España
Tras rodear el cerro de Carrascalejo (677 m), la vía verde se
Sin embargo, ambos ríos, especialmente el primero, constitu-
adentra en las estribaciones norte de la sierra de Burete. Pronto
yen dos hitos naturales de gran valor. Su vegetación ribereña,
el pinar de carrasco, con un variado sotobosque de especies
mejor conservada en el Quípar como delatan sus tarayales, es
características, va a ser nuestro continuo compañero, salpicado
ideal refugio de numerosas especies silvestres, especialmente
a veces con algunas zonas de cultivo de media montaña como
de pequeños mamíferos o numerosas aves. Encajada entre los
las de las inmediaciones de la sierra de la Huerta. Las margas,
matorrales de los roquedos de la Peñarrubia (805 m) y el pre-
areniscas y conglomerados, que formaban esa zona de transi-
cioso casco antiguo de Cehegín, la vía verde, paralela a la vere-
ción entre los secanos de Bullas y la sierra de Burete, se tornan
da real de Moratalla y al canal del Taibilla, atraviesa el quinto y
ahora en calizas más o menos compactas y el bosque medite-
último de sus túneles para aprovechar el valle del Argos como
rráneo de pinar tiene aquí una clara expresión. Es buena zona
vía natural de penetración hacia la Ciudad Santa de Carava-
de mamíferos como el jabalí, zorro o tejón, y nada desdeñada
ca de la Cruz y por extensión, el inmenso noroeste forestal.
por rapaces forestales, tanto diurnas como nocturnas. El paisa-
Aunque los últimos kilómetros de ruta alternan el atractivo
je se abre cuando la vía verde entra en el paraje del Escobar y el
Argos con las abundantes canteras de mármol de los relieves
regadío es su principal exponente. Entramos ahora en las huer-
más rocosos, es el final de nuestro recorrido la puerta a la zona
tas del río Quípar primero, junto al yacimiento arqueológico
más montañosa de la Región de Murcia.
tardo romano y visigodo de Begastri, y del río Argos después,
más allá de Cehegín.
...
en la página anterior
Flor de una alcaparra (Capparis spinosa), planta muy común en todo el
recorrido
...
Viaducto próximo a la pedanía de El Escobar
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La Vía Verde del Aceite
Andalucía
Roberto Aybar León
Geógrafo. Diputación Provincial de Jaén
La Vía Verde del Aceite, después de cumplir diez años desde
su adecuación funcional, es hoy en día –y pese a su juventud– uno de los pulmones con mayor aceptación ciudadana
de la capital jiennense y su área metropolitana. Y hablo de
adecuación porque este corredor, consagrado ya a la práctica
del senderismo y el cicloturismo en contacto directo con la
naturaleza, se sustenta en los restos de un ferrocarril clausurado el siglo pasado: la línea Jaén-Campo Real.
— 202 —
Caminos Naturales de España
El 2 de julio de 1969 renfe publicó un estudio sobre esta in-
cisamente, ese fue el nombre escogido por la Diputación Pro-
fraestructura ferroviaria en el que, por razones técnicas y co-
vincial de Jaén, que la gestiona y promociona, para denominar
merciales, se planteaba la supresión del servicio de transporte
a la segunda vía verde que se acondicionaba en la comunidad
tanto de viajeros como de mercancías, así como su desmante-
autónoma andaluza con cargo al Programa de Caminos Natu-
lamiento progresivo, que concluyó definitivamente en 1985.
rales del Ministerio.
No fue hasta 1995, al amparo del Programa de Caminos Naturales del Ministerio, cuando las administraciones al unísono
La Vía Verde del Aceite entró en servicio en 2001 auxiliada
reconocieron las excelentes posibilidades de recuperación del
por un potente plan de promoción y divulgación que recibió
viejo ferrocarril como vía verde, ganando para el uso y disfrute
el premio Vías Verdes de egwa (European Greenways Associa-
públicos una infraestructura obsoleta y postergada al recuerdo.
tion) a la excelencia en 2003, y que sirvió para sensibilizar a la
población local sobre un nuevo equipamiento recreativo y de
Construido entre 1882 y 1893 por la Compañía de Ferrocarriles
ocio bautizado como «vía verde», términos lingüísticos de los
Andaluces, bajo la dirección del ingeniero Carlos Alexandre, la
que antes de esa fecha, así combinados, nadie de los contornos
vieja línea férrea, hoy adaptada para su uso lúdico-recreativo,
había oído hablar. Las obras de adecuación, que se prolonga-
ofrece a los visitantes una sucesión de viaductos de hierro (nue-
ron a lo largo de dos años, fueron financiadas íntegramente
ve en total), auténticas obras de ingeniería industrial de finales
por la Administración General del Estado de acuerdo con el
del siglo xix diseñadas por el estudio de ingeniería Daydé y
proyecto técnico-constructivo redactado por la Fundación de
Pillé, de Creil (Francia), al estilo del imperante Gustave Eiffel,
los Ferrocarriles Españoles.
y que están suplicando a gritos su protección como bienes de
interés cultural. También se suceden pasarelas metálicas –hasta
Actualmente, el corredor jiennense es un equipamiento recrea-
cuatro– de nueva planta y moderno diseño, que sirven para va-
tivo y deportivo valorado por todos, que en las ciudades de ma-
dear las intersecciones de la vía verde con autovías y carreteras
yor tamaño, como Jaén, Torredonjimeno o Martos, soporta dia-
del entorno, reafirmando de esta manera la continuidad del
riamente el recorrido de cientos de ciclistas y senderistas locales
trazado con garantías de seguridad y accesibilidad universales,
de todas las edades y condiciones sociales. Pero también, la vía
lo que a la postre la hace ideal para el libre desplazamiento de
verde es un recurso turístico vinculado directamente al turismo
personas con discapacidad.
activo, es decir, a la práctica de actividades deportivas o de otro
tipo en contacto con la naturaleza, y al turismo de interior por
El ferrocarril Jaén-Campo Real perteneció a la línea Linares-
la presencia, en las localidades que cruza, de un rico y varia-
Puente Genil, la cual se dedicó a lo largo de buena parte del
do patrimonio histórico, especialmente en la capital, Martos
siglo xx al transporte hasta el puerto de Málaga de metales
y Alcaudete. Su magnífica señalización circulatoria y turística,
extraídos de la cuenca minera de Linares-La Carolina, pero
la asequible pendiente del recorrido (en torno al 3%), su com-
principalmente de las grandes producciones del aceite que se
pleto equipamiento (con diez áreas de descanso perfectamente
molturaba año tras año en las comarcas olivareras del entorno,
dotadas) y el altísimo nivel de seguridad vial han contribuido
por lo que fue llamado popularmente «tren del Aceite». Pre-
al éxito de esta iniciativa.
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Caminos Naturales de España
Las posibilidades de experimentar vivencias para recordar son
dajoz, que hace de frontera natural con la vecina provincia
muchas. Desde la visita ineludible a Jaén para dejarse impre-
de Córdoba. En estos últimos treinta kilómetros, el paisaje se
sionar por su catedral renacentista del siglo xvi o los baños
torna más natural y a la vez abrupto, mayormente en el río
árabes (siglo xi), hasta un viaje al pasado que nos retrotrae a
Víboras, lugar en el que se halla un imponente viaducto de
la época medieval transitando por los hitos de la Ruta de los
225 metros de longitud y 70 metros de altura. Diez kilóme-
Castillos y las Batallas: las fortalezas de Santa Catalina (Jaén)
tros antes habremos cruzado el arroyo Salado mediante otro
y de Alcaudete o los restos del castillo del Berrueco (Torredel-
excepcional puente de más de 200 metros. Es el momento
campo). Pasando por la observación de aves desde el mirador
de disfrutar sin límites del típico bosque mediterráneo que
de la Reserva Natural de Laguna Honda, en pleno trazado de
mezcla matorral y pastizal con coníferas de repoblación y en-
la vía verde, o los ascensos en bicicleta de montaña hasta el
cinares poco densos.
pico Jabalcuz o la sierra de Ahillos.
Los vestigios del viejo ferrocarril están presentes en todo el
La Vía Verde del Aceite discurre, ascendente, a lo largo de sus
recorrido y continuamente nos topamos con referencias a su
primeros veinticuatro kilómetros, hasta Martos, en medio del
pasado: las estaciones de Torredelcampo, Torredonjimeno y
mar de olivos que define el paisaje típico de la campiña jien-
Martos, las casas guardagujas y guardabarreras, alguna toda-
nense. No es raro ver, correteando entre las hileras de estos
vía habitada por ferroviarios, pontones, túneles (que dispo-
míticos árboles, conejos o perdices, acompañados por el re-
nen de iluminación artificial), almacenes, depósitos de agua,
voloteo de zorzales, tórtolas, jilgueros o petirrojos. Se trata,
traviesas de madera, raíles..., y hasta una cantera de balasto
de hecho, del tramo más antropizado del recorrido, donde es
llamada «La Muela», a pie de vía, de donde obtenían mate-
más notable la intervención humana: un polígono industrial
rial de reposición para el lecho de las traviesas. Precisamente,
en Torredelcampo, los cascos urbanos de Torredonjimeno y
junto a la cantera se alza el viaducto de hierro del río Víboras,
Martos, fincas cultivadas, balsas de riego, alguna industria.
escenario natural en reiteradas ocasiones de anuncios publicitarios y realities de televisión. Desde aquí se divisa, aparte
El primer atractivo turístico que ofrece el recorrido, nada más
de los imponentes tajos del río, un coqueto puente medieval,
abandonar la capital, es la Ruta arqueológica de los Torreo-
construido mediante sillería de piedra y restaurado muy acer-
nes, un itinerario de 32 kilómetros por el término municipal
tadamente por el Ayuntamiento de Alcaudete. Hablo de El
de Torredelcampo, perfectamente señalizado y acondicionado
Pontón, ejemplo de la arquitectura civil de la época, que sal-
para ser practicado en bicicleta, que exhorta a visitar los restos
vaba el curso del río Víboras de una vereda real que comunica
de siete fortificaciones medievales repartidas por otras tantas
Martos con Alcaudete.
atalayas que se alzan entre el mar de olivos.
Las Estaciones de Vado-Jaén y Alcaudete, erigidas en mitad
A partir de Martos, ciudad donde recomiendo acudir a alguna
del campo, son de visita obligada y plausibles ejemplos de
de sus almazaras para adquirir in situ aceite de oliva virgen
los esfuerzos por conservarlas y recuperarlas para dar servi-
extra, el corredor desciende suavemente en busca del río Gua-
cio completo a los usuarios. Lugares idóneos para hacer una
...
en la página anterior
Olivos
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...
El Pontón visto desde el Camino Natural
...
Aceituna de la variedad picual o
marteña
Oliva típica jienense que debe uno
de sus nombres principales a su
forma elipsoidal, terminada en un
piquito, y el otro, a la ciudad de
Martos
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Caminos Naturales de España
parada en el camino, cuentan con mesas y bancos de ma-
El ultimo tramo de la Vía Verde del Aceite, que conduce hasta
dera, papeleras, pérgolas, aparcabicis, árboles de sombra,
el límite provincial entre profundos barrancos que son salva-
fuentes de agua potable, iluminación nocturna, paneles de
dos a través de nuevos viaductos férreos, pasa inexorablemente
localización e información turística, parking de vehículos y,
por la Reserva Natural de Laguna Honda, un espacio natural
todo ello, sin barreras arquitectónicas que obstaculicen el
protegido de origen endorreico y muy salino que reúne, en sus
desplazamiento de personas con movilidad reducida. Ade-
65 hectáreas de extensión, una interesante muestra de avifauna
más, junto al apeadero de Alcaudete se ubican –para hacer
acuática así como de vegetación palustre. Podemos ver, sin ba-
parada y fonda– los apartamentos turísticos rurales Vía Verde
jarnos de la bici y dependiendo del mes en que nos encontremos
del Aceite y el restaurante-mesón rural La Bodega Andaluza,
al tratarse de aves migratorias, ánades reales, fochas comunes,
inaugurados ambos en 2007.
pollas de agua, garzas o las malvasías, unos llamativos patos buceadores de brillante pico azul.
En este punto podemos optar por desplazarnos, por una
carretera asfaltada de poco tráfico, hasta el castillo calatra-
Los últimos kilómetros del recorrido avanzan paralelos a la
vo de Alcaudete, a seis kilómetros de la vieja estación; allí
orilla oriental del embalse de Vadomojón buscando el viaduc-
giraremos una visita guiada al centro de interpretación de
to del río Guadajoz, de 200 metros de longitud, que cruza una
la Orden Calatrava, donde conoceremos todos sus avatares,
de las colas del pantano y cuyos pilares se encuentran parcial-
desde cuando fuera alcázar musulmán hasta su conversión
mente sumergidos en sus aguas. Pero nuestra ruta no termi-
en palacio renacentista, pasando por fortaleza calatrava en el
na aquí, ya que continúa sin interrupción por la provincia de
siglo xiii. En esta histórica ciudad, y como segunda opción,
Córdoba otros tantos kilómetros: la Vía Verde de la Subbética,
podremos tomar el camino de Fuente Amuña para recorrer
contribuyendo ambas –y muchas más– a tejer la red española
en bici la sierra de Ahillos, cuya altitud máxima alcanza los
de vías verdes y Caminos Naturales.
1.450 metros, y desembocar, tras visitar Las Casillas de Martos y recrearnos con las vistas del embalse del Víboras, de
nuevo en la vía verde.
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...
Campos olivareros
...
Olivar en primavera
...
en la página siguiente
Viaducto sobre el río Víboras
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Caminos Naturales de España
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Vía Verde de La Jara
Castilla-La Mancha
Pepe Ynat y Fernando Giraldo
Geógrafos y montañeros
—Me parece que me he equivocado. Me he traído las mallas largas y creo que voy a pasar bastante calor.
Estamos en un día gris de comienzos del otoño y Carlos
Bravo se apresta a recorrer por segunda vez en lo que va de
año la Vía Verde de La Jara. En esta ocasión le acompañan
otros dos ciclistas que nunca han realizado este recorrido
aunque, al igual que Carlos, llevan años sobre sus bicicletas
de montaña.
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Caminos Naturales de España
Su plan es recorrer esta vía verde que comienza en la estación
malla ferroviaria que uniera las principales líneas radiales, en
de Calera y Chozas, donde han dejado su furgoneta, para reco-
este caso enlazando el valle del Tajo con el del Guadiana. Estas
rrer los 52 kilómetros que hay hasta llegar a la de Santa Quite-
obras dieron ocupación a numerosos campesinos que durante
ria. Allí darán media vuelta y regresarán para volver a montar
un tiempo contaron con otros ingresos, en unos años marca-
en la furgoneta y regresar a casa.
dos por una terrible precariedad laboral. La crisis económica,
las políticas de la II República, con otras prioridades sociales,
—Os recomiendo cargar con lo mínimo, casi nada de comida, pues
y la Guerra Civil frenaron las obras que se retomaron en los
os tengo una sorpresa, pero sí agua. ¡Ah, y una linterna frontal por
años 50. En este periodo se tienden los raíles entre Logrosán y
lo menos! Uno de los túneles es bastante largo y, aunque se vea la
Villanueva de la Serena, en Badajoz, pero a partir de los años
salida, agobia un poco recorrerlo sin ver el suelo.
60 el proyecto perdió bríos y razones, por lo que la obra quedó
abandonada.
Un silbido y de inmediato pasa por su lado, como una exhalación, un tren de pasajeros de la línea de Extremadura. En esta
La vegetación, las inclemencias del tiempo y algún desaprensi-
estación no paran los trenes, salvo que con cierta anticipación
vo que se apropió de tramos e instalaciones a modo de establo,
así se solicite. Por eso Carlos y sus amigos han venido en su
acabaron por apuntillar la obra hasta que en los años 90 el
furgoneta.
Programa Caminos Naturales lo incluye entre sus prioridades.
Se plantea la recuperación de los tramos inicial y final de todo
Después de un rato de preparativos se ponen en marcha si-
el trayecto de forma que se acondicionan los recorridos de
guiendo un ancho camino que, durante unos metros, discurre
Villanueva de la Serena a Logrosán (Vía Verde del Guadiana
en paralelo a las vías del ferrocarril para, muy pronto, cruzar
y las Villuercas) y de Calera y Chozas a Santa Quiteria (Vía
la carretera de Talavera de la Reina, pasar bajo un puente y
Verde de La Jara). Para enlazar ambos itinerarios y dentro del
seguir a lo largo de una acequia que resulta ser el canal Bajo
Programa Caminos Naturales, se ha proyectado un precioso
del Alberche.
recorrido denominado Camino Natural de las Villuercas que a
lo largo de 6 etapas enlaza esta estación de Santa Quiteria con
Van a recorrer un tramo del trazado realizado para la construc-
Logrosán, pasando por Guadalupe.
ción de una línea férrea entre Talavera de la Reina, en Toledo,
y Villanueva de la Serena, en Badajoz. Esta línea se planificó a
—Ya me había olvidado de que pasábamos por un par de fuentes,
comienzos del siglo xx, al calor de las ideas regeneracionistas.
por eso os dije que cargarais agua, pero, bueno, solo han sido tres
En 1926 la dictadura de Primo de Rivera le dio el respaldarazo
o cuatro kilómetros.
definitivo. El proyecto inicial se planteó con varios objetivos,
como fueron los de dar salida a las producciones de fosfori-
En efecto, a los pocos kilómetros del inicio hay un par de fuen-
ta de Logrosán, en Cáceres, enlazar Madrid con Guadalupe
tes, a la derecha de la ruta, y otras tantas en un par de estacio-
para facilitar el camino a los numerosos peregrinos que allí
nes del recorrido, pero ocasionalmente pueden estar secas y
acuden para orar ante su Virgen y también para articular una
entonces el problema sería serio.
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Caminos Naturales de España
La parada en la fuente es el momento que Carlos aprovecha
aparecen las primeras casas del pueblo pero el grupo prefiere
para anunciarles los próximos cambios en el paisaje:
seguir adelante, pasando por su abandonada estación. Pronto
salen de la zona de tierras de labor para entrar en un terreno
—No sé si la velocidad con la que habéis arrancado os ha per-
más alomado, poblado por encinares adehesados y retamas. El
mitido ver que pasábamos a lo largo de campos de cultivo, por
guía les avisa de un nuevo cambio:
tierras bastante llanas, pero, después de pasar por la estación de
Silos y de dejar a la izquierda un gran huerto solar, esto va a
—Por aquí volveremos a parar. Estamos en una zona granítica y
cambiar. Y mucho.
nos encontraremos con alguna formación curiosa de bolos y piedras caballeras, y hay que hacer más fotos.
En efecto, les está anticipando que en el kilómetro 10 van a
entrar en una finca (El Arco) atravesada por la vía verde. Se
Y no solamente esto. Coincidiendo con la mitad del recorrido,
trata de una densa mancha forestal de monte mediterráneo
las jaras hacen acto de presencia, formando pareja con otro
bien conservado que finaliza al cruzar el embalse de Azután
cambio litológico que condiciona la morfología del paisaje. A
por un espectacular viaducto sobre el río Tajo. Tanto la finca
lo largo de todo el recorrido de la vía las paredes de las trinche-
como el área del embalse son reservas naturales por la riqueza
ras excavadas a base de explosivos y pico y pala se convierten en
de su fauna. Entre las encinas y retamas es muy fácil contem-
un mural natural para la observación de las rocas que modelan
plar la silueta de ciervos, gamos y corzos y, en menor medida,
el paisaje. Desde las formaciones de raña, compuestas por un
conejos y jabalís. El embalse facilita la presencia de cormora-
engrudo de cantos y arcillas, hasta las paredes lisas de pizarra,
nes, grullas, garzas y cigüeñas y por encima de todos ellos la
pasando por las zonas graníticas, la vía verde se convierte en
majestuosa águila real.
un museo al aire libre de las diferentes etapas geológicas y climáticas que han esculpido esta región de la Península Ibérica.
Si la velocidad de avance del grupo ya se redujo al atravesar este
bello enclave, más aún lo va a ser al llegar al Tajo y sobrevolar-
Nuestros ciclistas aprovechan una de las numerosas paradas
lo pasando por el mencionado viaducto de Azután. Carlos se
para sacar sus linternas, ya que, si hasta ahora los túneles no
adelanta a sus compañeros para desviarse a la derecha y parar.
eran muy largos, por la zona hay uno que sí lo es y algo de luz
no viene mal.
—En alguna parte he leído que lo más interesante de este puente
es que en su época marcó un hito al ser construido con hormigón
Y la vista se les va de un lado al otro del paisaje. Vegetación
y, además, estar en curva. Venga, poneros para una foto que segui-
riparia a lo largo de los cauces de los arroyos pero sobre todo
mos. Ya estamos cerca de Aldeanueva de Barbarroya, único pueblo
extensos jarales, alguna explotación ganadera y estrechos va-
por el que pasamos.
lles excavados por el río Huso son la diana de sus cámaras
de fotos. Mejor conocedor del terreno, Carlos les hará apre-
El calor se empieza a notar y más aquí que la cuesta se acentúa, se
ciar la presencia de alguna higuera en las trincheras, sauces y
pasa entre altas trincheras y el paisaje se hace más árido. Enseguida
fresnos en las zonas con más humedad y, por los alrededores,
...
en la página anterior
Viaducto de Azután, sobre el río Tajo
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...
Río Tajo desde el Camino Natural de Vía Verde de La Jara
...
Un gamo común (Dama dama) entre
el encinar adehesado, sorprendido
desde el Camino Natural
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Caminos Naturales de España
algunas manchas de encinar y de pinos de repoblación. Hasta
—Parad justo aquí, pide Carlos al llegar a los restos de la estación
que pasado el kilómetro 38 se vuelve a parar:
de La Cervilla. La atmósfera ha quedado limpia y transparente
y os pregunto, ¿cuál es el pico más alto que se ve allí lejos, a la
—Este de aquí abajo es el río Frío, dice Carlos señalando hacia
derecha, en la cresta del fondo? Pues se trata del Almanzor, el más
su izquierda. Y esos restos de edificaciones de allí enfrente son las
elevado del Sistema Central, en la sierra de Gredos y a unos 80
de un viejo molino harinero hidráulico. Por cierto, la sorpresa de
kilómetros en línea recta.
la que os avisé viene a continuación, pero ya os la descubro para
que no andemos perdiendo el tiempo. Ya lo haremos en el regreso.
Siguen fotografiando amplios meandros del río Huso y ruinas
de alquerías y molinos hidráulicos. Se encuentran en mitad
La sorpresa es que ahí mismo, en la estación de Campillo-
de la nada, alejados de cualquier carretera y lugar habitado
Sevilleja, se puede comer en un bar-restaurante instalado en
y rodeados por un silencio de plomo solo roto por el silbido
sendos vagones de ferrocarril. El lugar también cuenta con
del viento que acentúa más aún la sensación de soledad y de
mesas al aire libre y bajo techo, así como con aseos y du-
belleza imponente, dura, sobrecogedora. Les falta muy poco
chas. Pero todavía no es el momento para detenerse. Su ruta
para llegar al final del recorrido. Más trincheras, algún túnel y
prosigue, como siempre, en dirección sur y en suave pero
alguna rampa hasta alcanzar la estación de Santa Quiteria, a 9
continuo ascenso.
kilómetros del pueblo de Puerto de San Vicente.
Tras dejar otro túnel, pronto aparece el embalse de San Vicen-
Las instalaciones de la abandonada estación se componen de
te, en mitad de un paisaje más desolado. Suelos muy pobres
oficinas, muelle de carga y viviendas, pero sobre todo destaca el
que apenas soportan agricultura, poblados por jaras, cantueso,
túnel, el largo túnel siempre inundado que, si las obras se hubie-
alguna encina y algún pino lo rodean. La subsistencia la apor-
ran proseguido, habría abierto las puertas hacia Extremadura.
ta alguna explotación ganadera pero, sobre todo, la actividad
Pero su recorrido finaliza aquí. Se oye a Carlos Bravo exclamar:
cinegética, muy intensa los fines de semana entre octubre y
febrero. Conejos, liebres, perdices, venados, zorros y jabalís
—¡Y ahora viene lo mejor de toda la ruta! Nos vamos a dejar
son las piezas más comunes. Tampoco debemos olvidar el
caer durante más de 50 kilómetros sin dar un solo pedaleo, con-
aprovechamiento apícola. Y al fondo, de frente y cerrando el
templando bien lo que antes solo nuestros cogotes veían. ¡Primera
horizonte, la sierra de Altamira, en el límite con Extremadura.
parada en el vagón-bar!
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
Del agua
...
en la página anterior
La corriente arrastra las hojas secas de los robles en el Camino Natural del
Río Barbantiño. Ourense. Galicia
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Caminos Naturales de España
El camino del agua
Eduardo Martínez de Pisón
Geógrafo y montañero
Hace más de cien años Alain escribía que, en esos viajes de moda que consisten en correr alocadamente para ver muchos sitios
en poco tiempo, todas las cosas se parecen, todas la montañas, todas las ciudades, todos los campos, todos los ríos son iguales.
En cambio, en el modo de viajar reposado, que consiste en recrearse en las cosas, un mismo río será distinto a cada recodo, en
cada piedra, en cada orilla o rizo del agua, en un paisaje que se ha vuelto inagotable.
Incluso, el caminante que sigue su ruta sin un provecho ma-
se convierte en vida y ésta se constituye con los bosques, las
terial predeterminado puede ir escuchando las voces de los
cascadas y las cumbres con las que te estás regalando. Te reen-
lugares y avanzar como quien recibe una doctrina dictada por
cuentras con la cadencia de los sucesos naturales, participas en
los paisajes. El caminar es así un proceso de comprensión.
ellos como perteneciente a la tierra, y las experiencias se van
Cada roca, cada árbol, cada ribera te dice su personalidad, y
sumando en cada revuelta de la senda.
la naturaleza entera va enlazando, al compás del camino que
sigue la línea del agua, sus notas componiendo la música de
El camino se vuelve vida porque ésta transcurre físicamente
una sinfonía sin límite. La melodía de las cosas te transmite
por él y porque estimula tu vida interior con sus elementos,
su serenidad, su belleza, su enseñanza y su virtud. Porque
depura tus sentidos hacia sus incitaciones, de modo que son
buscas, en el ritmo de las cosas, en el silencio de las cosas,
las hojas de los árboles entre las que pasas, las pendientes que
lo que éstas tienen y no otras. Te vas insertando en la misma
subes, el aroma –por ejemplo– del boj que te rodea, el arroyo
armonía, en el lenguaje, en la disposición, en la partitura de
que atraviesas, la huella abierta en la loma por las pisadas de
los elementos que componen el lugar y ponen en marcha sus
todos los que te precedieron, quienes van pautando tus senti-
mecanismos.
dos y concediendo su ritmo, similar al de la hierba que crece,
al vivir en la cadencia del escenario.
El viajero sensible va absorbiendo lo que los sitios son y respetando cómo son los lugares por ellos mismos, y el viajero inte-
El caminante se hace así parte integrante del paisaje que le ro-
ligente va descifrando sus rostros con el ánimo abierto, atento
dea. Eres parte de la orilla del río que estás siguiendo y avanzas
a las solicitaciones de lo que encuentra, dispuesto a un diálogo
en su mismo ritmo, su mismo sentido, su mismo espíritu y tu
con lo que le rodea. Todo el paisaje se hace así experiencia, se
mirada encuentra no sólo tu paso más allá sino confundido con
vuelve tanto externo como interno, todo el viaje a su través
el del claro, la sombra, la brisa, el puente con los que te vas
...
en la página anterior
Río Nalón. Principado de Asturias
El río Nalón, inmerso en un bosque de ribera muy desarrollado, formado
principalmente por alisos, chopos y fresnos, es el hilo conductor del Camino
Natural del mismo nombre, que va de Fuso de la Reina a Tuñón
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Caminos Naturales de España
confundiendo. Y tus pensamientos descubren nuevas profundi-
Plantas de los sotos, labrantíos, poblaciones, vados, puentes,
dades en la experiencia directa de la tierra.
comunicaciones.
Caminar por la naturaleza es, de este modo, no sólo conocerla
Y ocurre, incluso, que cuando el caminante atraviesa el de-
y vivirla sino también participar en un modelo cultural, por-
sierto es el agua inexistente su obsesión constante y el pozo
que no eres el único en haber sentido el gozo del camino, sino
escondido la pauta de la supervivencia. El mito de los paraí-
que con él participas en filosofías y estéticas que te han prece-
sos perdidos anida en la fuente que manó y ahora está seca.
dido y que te están esperando como complemento en las bi-
Todas las aguas ordenan la superficie del mundo y guardan
bliotecas. El paisaje es decisivo cuando adoptas esta modalidad
historias de trabajo y de descanso. El caminante junto al
de vida. Y su soledad aparente no es en realidad tal, porque te
curso del agua ve constantemente, por tanto, reflejada en él
acompañan en todos los recodos todos los integrantes de la
su imagen.
naturaleza. Quien ha tenido ese camino bajo sus pies no podrá
Caminar junto al agua es, pues, un estilo del viaje real y del
sino intentar repetirlo.
interior. Seguir los ríos es volver a escuchar voces de siempre
El camino que sigue el agua te convoca a profundidades ma-
constantemente renovadas. Pero los ríos no son sólo un sis-
yores. El curso del agua sigue por sí mismo su camino propio
tema hidrográfico, una cuestión de fontanería geográfica, los
y tú le acompañas. En tu memoria resuenan versos antiguos
ríos son sobre todo paisajes. Pero no olvidemos que el paisa-
que te hablan de la vida y de la muerte, de la decepción por
je está compuesto tanto por sus formas naturales e históricas
lo mundano. Los brillos del agua te recuerdan a los escritores
como por sus contenidos culturales que dan significados y va-
que decían que los ríos cuentan historias y miran, mientras pa-
lores a esas formas. Y en ese mundo de la cultura hay infinitas
san, a los hombres que van quedando en sus orillas. El camino
referencias al agua, por un lado como elemento vital y por
junto al río es el gran símbolo del transcurrir de la existencia y
otro como clave de la relación de la vida con la tierra. Los ríos
su línea no sólo se alarga en el mapa sino en el sentido mismo
son los ejes que han ordenado el mundo de los seres vivos y,
de la vida.
entre ellos, de los hombres, en redes que han potenciado la supervivencia, la circulación y la civilización. Incluso en cuencas
El río que va del manantial, signo del nacer, a la desemboca-
que han organizado las regiones. El agua es objeto de vene-
dura, señal de extinción, atraviesa sus paisajes como escenas
ración desde la fuente sagrada a la purificación del bautismo
sucesivas de una vida que a su vez es como un viaje por es-
pasando por el diluvio, la mitología está llena de referencias al
pacios, tiempos y materias. Y acaso es más, el ciclo completo
agua que corre y la utilidad requiere apelar al agua que sirve
desde el vapor de agua, la gota de lluvia, el arroyo, el canal, los
en mil aprovechamientos, captaciones, conducciones, límites,
ríos que se unen y funden, hasta el océano y de nuevo la nube,
reglamentaciones, usos, pozos, galerías, norias, aljibes, presas,
es metáfora de sí mismo para el hombre que lo contempla y
canales, acueductos, sistemas de riego y de abastecimiento, de
sigue. Todo el universo ha estado implicado en el proceso, só-
modo que quien sigue un río sigue un rastro de civilización,
lidos, líquidos, vapores, tierra, mar, cielo, sin reposo ni olvido.
de intereses y de cultura. Además, por tanto, hay ríos propios
...
en la página anterior
Girona (Cataluña), con sus casas colgadas sobre el río Oña, es el punto
de encuentro de los Caminos Naturales Carrilet I y II, dos itinerarios que
aúnan el trazado ferroviario de vía estrecha que iba desde Olot hasta el mar
Mediterráneo
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...
El río Guadalquivir, en las
inmediaciones de Sevilla, acompaña
al paseante del Camino Natural de
Itálica
...
Zapatero acuático (Guerris lacustris)
En un pequeño remanso del río Catoira (Galicia) los zapateros se deslizan sobre el agua gracias a las bolsas de aire que sus dos pares de patas traseras forman
sobre la superficie. Ahí los atrapa la mirada del paseante, como quien contempla el reflejo de un cielo estrellado en un estanque. Este insecto se deja ver entre
abril y noviembre, un periodo en el que el Camino Natural de las Rutas ecológicas del río Catoira se muestra exultante: envoltura vegetal, viejos molinos, prados y
viñedos, pequeños puentes y el limpio fluir del agua
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Caminos Naturales de España
de la religión, de la literatura, de la pintura, de la ciencia, de
regajos, etc. Y en sus márgenes, los sotos, arboledas, huertas,
la técnica, de la economía y de la política. Para un caminante
jardines, poblaciones y también cicatrices de graveras, azudes,
que sabe ver, todo esto emana del río.
presas. Los ríos del caminante son sus orillas, sus aguas y sus
riberas, sus saucedas, alisedas, tarayales, choperas, olmedas,
El camino del agua entre nosotros no es sólo el de los grandes
avellanedas y fresnedas. Son su historia, es decir, no tuberías
ríos, sino también el de ramblas, barrancos, arroyos, regatos,
abstractas sino verdaderos ríos. El camino del agua es, ami-
torrentes, cauces secos, embalses, y, como recogían autores con
gos, nada menos que una de las rutas sencillas y hondas de la
sabiduría fluvial, hilas de agua, cárcavas, malpaíses, galachos,
sabiduría.
yasas, alcabenes, rieras, ramblas, ramblazos, ramblizos, torrenteras, vaguadas, cañadas, barrancos, quebradas, gargantas,
angosturas, foces, riberas, clamores, vales, regatos, regachos,
...
Camino Natural del Sifón de Albelda. Huesca. Aragón
Este Camino Natural evidencia la transformación agrícola que se produjo
en estas tierras de secular secano tras la construcción del canal de Aragón
y Cataluña a comienzos del siglo XX, una obra asociada al pensamiento
regeneracionista de Joaquín Costa
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Caminos Naturales de España
Los insondables caminos del agua que
recorren el mundo
Rosa Regàs
Escritora
En el año 1993, durante mi primer viaje a Siria, tuve la oportunidad de visitar los Altos del Golán, una franja de tierra de unos
1.800 kilómetros de los cuales 1.200 separan Israel de Siria, cuya amplitud oscila entre los 300 metros y los 14 kilómetros y que
se extiende desde la frontera con el Líbano, al norte, hasta la de Jordania, al sur. Es una zona de una gran variedad orográfica,
donde se suceden altitudes de 2.800 metros, como la del monte Hermón, hasta los 212 metros por debajo del nivel del mar del
lago Tiberíades, y muy rica en manantiales, torrentes y ríos de aguas abundantes que desembocan en los ríos Jordán y Yarmuk.
Fue Israel quien le conquistó la tierra a Siria en 1967 y desde entonces los dos países viven separados por esta franja vallada y
controlada por las Fuerzas de las Naciones Unidas para la Observación de la Separación (fnuos), mientras Israel, para justificar
el incumplimiento de las distintas resoluciones que le impusieron las Naciones Unidas, invoca pretextos de estrategia política
y militar. Pero lo que no dice es que en los Altos del Golán nacen buena parte de los afluentes del río Jordán, de fluir permanente y estable, y con escaso estiaje, formando un largo camino de agua que se abre paso entre los resquicios de inmensas
estructuras pétreas como gigantescos monumentos naturales en cuyos acantilados anidan decenas de buitres, o corre el agua
cristalina entre hallazgos arqueológicos que datan de tiempos prehistóricos. Un camino que lleva, como tantas veces, la vida a
los pueblos, aunque les convierta en enemigos, porque cada cual considera suya la vía de riqueza que sólo la fuerza y la constancia del movimiento del agua es capaz de construir y mantener. De ese camino de agua proviene el 15% del abastecimiento
de Israel y de ahí su interés por conservarlo, aunque sea protegiéndolo como un prisionero cercado entre vallas a lo largo de
varios kilómetros, dividiendo familias, poblaciones, instituciones, montes, campos y olivares. Y culturas.
Caminos de agua que tan bien conocen los comentaristas en
rra arrastrando los minerales y los sedimentos que conforman
conflictos bélicos; son ellos los que nos dicen cómo a partir de
los cauces y los deltas, reducidos a veces a caminos naturales de
ahora las guerras ya no serán tanto por el oro, las especias o el
agua que viven en la imaginación de los pueblos cuyas cultu-
petróleo que han marcado nuestro camino bélico durante la
ras se asentaron hace siglos en terrenos hoy áridos, verdaderos
historia, sino por el agua.
secarrales, como las poblaciones massai, que están obligadas
–mujeres, hombres, niños y ancianos– a recorrer cada día, con
Pero no todos los caminos llevan a la separación, a la guerra.
cántaros o toscos recipientes de madera gastada por los años
Siguiendo el curso de una historia que vive en la mente de los
sobre la cabeza, decenas de millas en busca de un agua impres-
hombres y mujeres que habitan un territorio, se encuentran los
cindible para su mantenimiento. Y caminan sin descanso como
caminos naturales del agua que cubren, o que cubrieron, la tie-
si guiados por el instinto de su propia historia fueran capaces
...
en la página anterior
El embalse de Lanuza a los pies de peña Foratata. Huesca. Aragón
En el valle de Tena, el agudo perfil la peña Foratata anuncia cumbres
pirenaicas más altas, mientras acompaña al paseante. Camino Natural del
Embalse de Lanuza
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Caminos Naturales de España
de traducir el ansia por obtenerla y la necesidad de alcanzarla
no sólo por el agua podemos llegar a la guerra y dejar a pueblos
en ese rastreo cotidiano de un mapa oculto de los caminos na-
enteros en la miseria, sino también que con conocimientos y
turales que en tiempos remotos formó el movimiento del agua
solidaridad es posible trabajar para reconstruir los caminos na-
en su constante deambular por los desiertos de hoy.
turales que el agua fue dibujando con sabiduría en la tierra y recuperar una insondable red que alcance a todas las poblaciones.
Es evidente que un país no puede prosperar si no dispone de
agua potable, porque sin ella sus miembros están expuestos
Conocer los caminos naturales del agua es conocer la forma
a terribles infecciones y enfermedades que elevan la mortan-
en que cada territorio la recibe, conocer la intensidad de las
dad infantil y disminuyen la esperanza de vida al nacer de sus
lluvias, la salobridad de los lagos, su evaporación, la naturaleza
ciudadanos, que son su fuerza de trabajo. Pero también lo es
de la tierra y la historia geológica de sus cauces y sus torren-
que, siguiendo las calzadas que desde que el mundo es mundo
teras en los distintos y arcanos recorridos del ciclo constante
el agua ha abierto en la tierra, paralelas a veces al camino que
de lluvias que forman caminos que desembocan en el mar.
crearon los hombres para transportar sus mercancías o mover-
Reconstruir esos caminos quiere decir igualmente imaginar
se ellos mismos en busca de otra ubicación, se podrían recons-
otros nuevos, como la construcción de presas donde conservar
truir las vías que en un tiempo no tan remoto llevaron el agua
y redirigir las fuentes de agua, o canales donde desaguar lluvias
a los núcleos de población y de futura civilización.
y ríos, pero siempre respetando el camino que entre peñas y
desniveles encontraron los propios ríos que son la esencia de la
Casi 20 años después de mi viaje a Siria sigue sin resolverse la
sabiduría de la naturaleza. No nacen del respeto a los caminos
situación del camino natural de los Altos del Golán, y seguimos
del agua esos mastodónticos trasvases de un río a otro que
asistiendo a sequías que desertizan países enteros, como el nues-
no tienen otra ventaja que suministrar agua a multitudina-
tro, aunque el peligro no sea inminente, pero también lo es que
rias urbanizaciones turísticas o justificar unas obras faraónicas
la sociedad comienza a ser consciente de que una de las causas
para enriquecer a los promotores, pero ningún beneficio para
de que millones de seres vivan en las terribles condiciones de
la población autóctona, ni para el medioambiente, ni para el
insalubridad que les sume en la enfermedad y la muerte es que
propio río cuyo caudal se debilita y se va agotando la riqueza
no tienen acceso al agua potable. Ya no podemos decir que no
que arrastra, que apenas logra sedimentarse en las riberas y en
conocemos la grave situación en que se encuentran gran canti-
los deltas, debilitando y a veces anulando todo el proceso de
dad de países del mundo menos desarrollado, ni cabe ignorar
fertilización de los márgenes y tierras donde se desarrollarían
las ingentes dificultades a las que tienen que hacer frente todos
especies animales y vegetales y recogería el poso que van dejan-
los días para conseguir míseras cantidades de agua que nosotros
do los minerales que acumulan los ríos en su recorrido, desde
desperdiciamos a cada momento y los peligros a que están ex-
su nacimiento hasta el mar, como una parte importante del
puestos por carecer de este bien que debería que ser un derecho
ciclo del agua. Sólo un ignorante puede defender que el agua
inalienable, y por tanto una prioridad en los servicios sociales
del río que se vierte en el mar se pierde. La mano del hombre
que los gobiernos tienen la obligación de procurar a sus ciu-
puede ser funesta, pero también puede ser fundamental para
dadanos: el derecho al agua. Y comprendemos finalmente que
la recuperación de los caminos naturales.
...
en la página anterior
Camino Natural del Riu, a orillas del Segre, en la ciudad de Lleida. Cataluña
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Caminos Naturales de España
Nada hay más hermoso ni más eficaz para el respetuoso dis-
añadir la defensa de la recuperación de los caminos naturales
frute del paisaje que la red de canales que cubre Francia, por
del agua, como forma eficaz e inocua de reconstruir una pre-
ejemplo, vías de transporte de agua y al mismo tiempo vías
ciosa red de suministro a todos los niveles. Tomar conciencia
navegables de una extrema eficacia y comodidad. Es ejemplar
del valor de agua que tanto desperdiciamos, de la injusticia
asistir a la reconversión de esos canales y de las «peniches»,
que supone poseer y tirar lo que los demás ni siquiera alcanzan
que antaño transportaban el trigo desde las praderas junto al
a vislumbrar, de que el caudal de agua que poseemos es finito
Mediterráneo hasta los valles fértiles del Atlántico utilizando el
y que cuanto más desperdiciemos más pobres de ella dejamos
canal del Midí, y de vuelta cargaban las cubas de vino de Bur-
a los que la necesitan hoy y en el futuro, es un ejercicio indis-
deos y las transportaban a la costa mediterránea, convertidos
pensable para iniciar una vida más solidaria en la que nuestro
hoy en placenteros viajes turísticos que han permitido conser-
comportamiento alcance a ayudar a los desheredados de la tie-
var esas bellísimas vías de agua, con sus laterales caminos de
rra. Porque sólo del conocimiento puede partir una actividad
sirga, sombreadas por gigantescos plátanos que dan sombra
fecunda, no de la imposición ni de la autoridad por eficaz que
a los silenciosos y jamás precipitados navegantes. Las formas
sea. Y el conocimiento sólo nace del debate y del diálogo.
de recuperar los caminos son infinitas y dependen de nuestra
imaginación y de nuestra sabiduría.
Un diálogo del agua que incluya el conocimiento y recuperación de los caminos de agua es pues un paso necesario hacia una
Tal vez a la incipiente toma de conciencia de la sociedad so-
solidaridad que se sustenta en la justicia, y que se dirige hacia
bre la importancia del agua en nuestra vida, incluso a niveles
un mundo en el que todos los seres humanos con los mismos
domésticos, que parte de una solidaridad tan útil a la hora de
derechos y la misma dignidad han de gozar de los beneficios del
proveer de agua a los pueblos que carecen de ella, deberíamos
agua, es decir, de la fuente de vida, de la vida misma.
...
Camino Natural de Pedro Saputo. Huesca. Aragón
El héroe popular creado por el escritor Braulio Foz (1791-1865) es el hilo conductor de este Camino Natural que
discurre paralelo al canal de Monegros y la acequia de la Violada, dos arterias que llevan agua a uno de los territorios
aragoneses más secos
...
en la página anterior
Yacimiento greco-romano de
Ampurias. Girona. Cataluña
El Camino Natural del Río Manol
ofrece la oportunidad de visitar
la antigua colonia griega y, más
tarde, ciudad romana. También de
unir un río, el Manol, y un mar, el
Mediterráneo
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Caminos Naturales de España
Carmela y el río
José Giménez Corbatón
Escritor
Era naturalmente bueno, brusco y extravagante. No creía en Dios ni en la ciencia; casi no creía en la vida. «Vamos como sonámbulos»,
solía decir. Para él, todo se reducía a un inmenso espectáculo, absurdo siempre, maravilloso a veces, en el que se sentía incluido sin saber
cómo, ni por qué, ni para qué. La vida no era más que eso, y estar vivo, reflejarla como los ríos el paisaje, pero sin ese temblor íntimo del
agua que quiebra blandamente la gracia de los chopos, la serenidad de los montes...
José Ramón Arana: El cura de Almuniaced
Una pasión sólo puede ser atenuada, matizada, aplacada, por otra de naturaleza parecida. Y al cabo suele descubrirse que la
nueva es idéntica, la misma, a la que en apariencia ha sido subyugada. Apenas añade nada nuevo. O eso parece.
La sustitución se reduce pues a una quimera. En el principio.
Más choperas. El cauce del río descendía, se ensanchaba. El
Pese a ello, Carmela, a la misma hora de siempre, cruzó el
desfiladero de rochas se abría. El dictador había anunciado
umbral de la casa, rodeó el portalón de las máquinas y caminó
un pantano que, leguas más abajo, anegaría bancales, huertas,
encima de la cárcava por donde se escupía el agua que, después
masadas. Pero el dictador había muerto hacía poco más de un
año en una ciudad lejana que se llamaba París.
de remover las turbinas, volvía al río del que nacía.
—Dios, a veces, es justo –le había dicho su padre, antes de
Enfiló la senda que había recorrido durante años. Ocho años.
morirse él a su vez pocas semanas después que el dictador.
Caminó por encima de las choperas que pespunteaban el río
Aquel año todo volvía a venir torcido. María, su madre, bas-
en aquel tramo. Subió la pequeña pendiente que después se
tante tenía con la barahúnda de críos –Carmela era de los
desplomaba sobre la cascada del Latonar. Miró el viejo olivo
mayores–. Y, entre ellos, una ciega. Nadie sabía por qué había
cuya hendidura tantas veces la había cobijado, pero esta vez no
nacido así, los ojos bien abiertos a la oscuridad. Dos hijos ma-
se detuvo. Tenía prisa. Trepó hasta el Salto de la Zorra sin detenerse a medir el abismo. Cruzó entre las grandes piedras que
muchos años atrás –siglos, le había dicho un día su padre– se
yores trabajaban en la central. Otro arrastraba madera. Una
hija, en Barcelona, vivía con un estibador del puerto. No traía
nada pero tampoco gastaba. Pero quedaban la ciega, Carmela
y la pequeña María. Carmela tenía catorce años, los acababa
habían desprendido sepultando –cuentan– un buen puñado
de cumplir. Doña Paula, la maestra, lo había dejado claro: no
de ovejas, y hasta al pastor mismo.
podía seguir asistiendo a la escuela. Carmela había llorado
—Nunca los encontraron. Ni rastro alguno.
hasta convencerla durante dos o tres semanas para que no le
...
en la página anterior
Camino Natural del Río Guadalaviar. Teruel. Aragón
El Camino Natural del Río Guadalaviar introduce al caminante en un lecho
encajado, agreste y tupido, semejante, en ciertos aspectos, a los cortados
que labra el también turolense río Guadalope, protagonista del relato de José
Giménez Corbatón
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Caminos Naturales de España
cerrara la puerta. No le había dicho nada a su madre el día
Ahora seguía la senda del río desde arriba, mirando el río abajo, y desde abajo, mirando, hacia arriba, la senda. Los albores
anterior.
Salía de las choperas, dejaba a un lado el río y seguía el cami-
de la vida eran el río y la senda. Pensaba en cuántas vidas antes
no que dejaba a un lado el barrio de La Algecira. Poco después
que la suya habían hollado la misma senda, habían gozado el
entró en el pueblo, como venía haciendo cada mañana desde
temblor íntimo del agua que quiebra blandamente la gracia de
hacía ocho años.
los chopos, la serenidad de los montes en cuya mitad discurría y
Delante de la escuela estaba el poyo de los Sarmientos. Se
se retorcía la senda. Oía, lejos, los clamores de la nueva era. Ya
sentó, puso la cartera en las rodillas y cruzó los brazos. Olió la
no emprendía el camino sola. Pastoreaba a su hermana ciega.
recién estrenada primavera. Doña Paula apenas la miró. Movió
Con el buen tiempo, la descalzaba y dejaba que paseara por el
la cabeza y cerró la puerta detrás del último niño. Nadie le
agua fresca que bañaba las orillas de la rambla. La niña se ale-
había dirigido la palabra.
jaba poco. Se agachaba, cogía piedras blancas que no veía pero
Podía oír los murmullos de la clase.
acariciaba con sus dedos muy finos. A veces las acompañaba
—Quiero ser maestra, doña Paula.
también María, pero era muy pequeña y distraía la atención de
—Quiero ser maestra, madre.
Carmela, siempre pendiente de Charo.
Las dos la habían mirado con la misma tristeza.
—Charo, vuelve, no entres tanto.
Se acercaba la hora del recreo. Carmela hurgó en la cartera
—Quiero mojarme las piernas.
y sacó la rebanada de pan untada con aceite y sal y el trozo
—Pues date agua con las manos.
de queso. Se puso de pie, dio unos pasos hasta la plaza y,
—¿Cuándo iremos por la senda? Quiero oler el río desde
mientras comía, bebió dos veces agua de la fuente. Algunas
arriba.
mujeres la miraban desde las ventanas. Oyó los pasos de un
Así descubrió Carmela que el río abajo, la senda arriba, dibu-
mulo que subía de las huertas, con el amo tras los pasos.
jaban los mismos albores en su hermana ciega que en ella, que
La dueña de la tienda barría la entrada y fue la única en
lo veía todo con los ojos.
Un día oyeron juntas los clamores de la nueva era.
hablarle:
—Vuelve a casa y ayuda a tu madre, Carmela, que buena
—Me ha dicho el alcalde que ahora podré ser maestra.
—Y a mí que iré a un colegio para los que no ven, como yo.
falta le hace.
La chica no contestó. Regresó al poyo de los Sarmientos. En-
Río abajo, río arriba, el agua dibujaba estelas en las piernas de
tonces vinieron tres hombres, el nuevo alcalde y dos más que
Charo, reflejaba destellos de plata en las rodillas de Carmela,
sólo conocía de vista. Traían una bandera nueva. Quitaron la
que no levantaba más arriba su falda. El correteo de los niños
que siempre había estado en la escuela y pusieron la suya, que
en la escuela, que había quedado tan atrás, parecía redivivo
tenía una franja morada.
entre los zigzagueantes dibujos de los peces. Las truchas, mo-
—El rey se fue hace unos días, Carmela. ¿Qué haces ahí? –le
teadas de oro y de sangre, dominaban las aguas más profundas
y frías. Las madrillas escardaban el cauce de limo en bancos
preguntó el alcalde.
—Estoy almorzando.
nerviosos, masivos, abriéndose paso en laberintos que siempre
—Todo va a ir mejor, chiquilla.
abocaban al mismo punto de partida. Los barbos, heridos de
...
en la página anterior
Camino Natural del Río Guadalaviar. Teruel. Aragón
Guadalope y Guadalaviar son hidrónimos de etimología árabe; el primero
significa «río del lobo» y el segundo, «río blanco»
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Caminos Naturales de España
gris plateado, espeso, parecían observarlo todo con el zaheri-
aire, aguanta, aguanta. Quiere oír la voz profunda, cadenciosa,
miento de los excluidos.
del espíritu del agua.
Abajo, muy abajo, más allá del agua hacia la honda superficie
—¡Mujer! –la han llamado.
—¡Ven aquí, mujer! ¡Espera! –le han gritado.
del cauce, Charo acertó a oír la voz profunda del torrente.
La seguían con la vieja bandera que han vuelto a colgar de la
—¿Qué dices? –le preguntaba su hermana.
fachada de la escuela.
—Nada.
—¿Nada?
—¡Ven, mujer, saluda o...!
—El espíritu del agua.
Se queda quieta, flota, extiende los brazos, abre las piernas, y
Lejos, en el patio de la escuela, el estallido de las risas acunaba
la sombra de Carmela, sentada en el poyo de los Sarmientos, y
el silencio sin luz de su hermana, aferrada a su brazo, inundada
los peces acuden a su lado, abren sus bocas pequeñas, la acarician. Oscila. Gira. La voz, al fin.
Una pasión sólo puede ser atenuada, matizada, aplacada, por
otra de naturaleza parecida. Y al cabo suele descubrirse que
del júbilo de los peces.
la nueva es idéntica, la misma, a la que en apariencia ha sido
Carmela sobrepasa La Algecira. Sigue el camino presurosa,
subyugada. Apenas añade nada nuevo. O eso parece.
ni siquiera vuelve los ojos hacia el barrio. No quiere ver nada.
La sustitución es una quimera. En el principio.
Lo ha visto todo. Así lo cree. Así lo creerá ya siempre. Recorre
—Esa quimera vale la pena –se oye decir, Carmela, inerte
la senda que cruza la primera chopera. Otra primavera. Antes
en la superficie del agua. La senda, arriba, quieta también, la
de subir el Salto de la Zorra, después de pasar las piedras des-
espera.
prendidas, se acerca a la rambla del río donde su hermana oía
El hombre de la maquinilla la ha mirado, triste.
el trepidar de la vida. Camina, descalza, hasta la poza donde
—No sé cuántas llevo hoy –le ha dicho.
en verano se bañaba, antes de que cayera la noche, envuelta
Y le ha regalado una chocolatina.
en los ojos muertos de su hermana. Se quita la ropa, como
Se la dará a su hermana Charo, que paseará las yemas de sus
entonces. Entra en el agua. Lo hace despacio, y el frío asciende
dedos por ella antes de llevarla a la boca. La olerá antes de
por su cuerpo como un rubor esencial. Pasa las palmas de las
saborearla.
manos por los muslos, por el vello que disimula su sexo, por el
vientre, por los pechos. Se quiere lavar los dardos clavados de
Carmela se seca al sol último de la tarde. Un sol que no puede
dañar su cabeza rapada.
los soldados, las heridas de unos ojos vivos que la desnudan,
atravesándola, perforándola, ensuciándola. A sus risas prefiere
el silencio sonoro de los peces. Se sumerge entera, retiene el
...
en la página anterior
Nutria (Lutra lutra)
Como un auténtico «espíritu del agua», este mustélido acuático adquiere un
protagonismo especial en Caminos Naturales que discurren al lado de cauces
de montaña como los de Sort y la Vall d’Àssua y de l’Aigua, ambos en la
provincia de Lleida (Cataluña) o el de la Sierra, en la de Cádiz (Andalucía)
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Valle de Toranzo
Abrazado por el río Pas
Cantabria
Mar Ramírez
Escritora
Es el Pas un río con fuerte identidad dentro de la geografía
cántabra. Con sus aguas limpias anima a los salmones a remontarlo cada año para desovar. Además de mantener viva
una cultura, la pasiega, de arcaicas raíces ganaderas. Cuando alcanza el valle de Toranzo enfila su curso bajo de forma tranquila y dejándose abrazar por la vegetación ribereña.
Fluye bañando prados de siega mientras la garza real espera
a algún pez confiado y el cormorán grande seca sus alas al sol
de la tarde.
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Caminos Naturales de España
El sabor autóctono de la tradicional vida rural ganadera cánta-
las impuestas plantaciones de eucaliptos. Sin por ello perder de
bra se ha mantenido en los ribazos del río Pas como en pocos
vista los perfiles de montaña de la cabecera del valle, aunque ya
valles norteños. Su cuenca, además de gozar de una extensión
ponen un lejano marco pintado de forma idílica en la vertical
de las mayores de Cantabria, posee un paisaje de extensas pra-
con los aterciopelados tonos verdes de sus praderías delimitadas
derías que alcanza hasta lo más alto de la montaña. Allí donde
con muros de piedra seca y losas de arenisca. Así recibe el valle
la desnuda roca caliza ya no deja medrar más que al viento
de Toranzo al río que le da la vida.
y a la nieve, sobrevuela el alimoche y las chovas imponen su
Los caminos rurales recortados por muretes de piedra y setos vi-
ruidoso reino.
vos de avellano, rosal silvestre y majuelo unen prados y huertas,
La vaca autóctona, la pasiega o rojina, criada para la produc-
pueblos y pequeñas cabañas pastoriles ubicadas ladera arriba.
ción de leche, pinta con el color rojizo encendido de su pelaje
Se erigen sencillos pero como el baluarte de una cultura rural
el verde predominante. A la vez que se erige como la protago-
sencilla, que no obstante está salpicada de un rico patrimonio
nista esencial de la cultura ganadera pasiega.
arquitectónico civil, y todo ello sin perder de vista al Pas.
Tres valles bañados por los ríos Pas, Pisueña y Miera definen
Por ello nada mejor que echar pie en su orilla sombreada de
su territorio que, por aislado secularmente, ha mantenido viva
fresnos, alisos, sauces y chopos para descubrir a paso senderista
una cultura pastoril de autosuficiencia que gira en torno a la
o con el ritmo de la pedalada la imagen más bucólica de dicho
vaca. Aunque en tiempos recientes razas importadas, como la
tramo fluvial. Además de disfrutar de la singularidad del paseo
frisona, le hayan ganado el terreno a la vaca pasiega que, no
junto a un río que, día a día, recupera sus características más
obstante, está mejor adaptada a las agrestes laderas de los valles
naturales; a pesar de que la canalización en algunos de sus tra-
altos de estos ríos.
mos le ha hecho perder parte de su encanto al natural.
Después de tanto rigor montaraz es cuando el río Pas se dispo-
No obstante el Pas es considerado el río salmonero por exce-
ne a surcar su curso medio, enfilando definitivamente la direc-
lencia. Y los cotos de la cercana localidad de Puente Viesgo, los
ción norte que le llevará hasta su desembocadura en la ría de
más afamados y por ello disputados cada año para lograr que el
Mogro, escoltando su entrega marítima la bellísima formación
sedal introducido por derecho capture alguno del centenar de
dunar de Liencres. Después de haber recogido las aguas que
salmones autorizados en este cauce de buenas condiciones am-
bajan de los puertos del Escudo y la Magdalena, atraviesa el
bientales. Tanto es así que los salmones atlánticos lo remontan
valle de Toranzo.
hasta el pueblo de la Vega del Pas para desovar, después de un
viaje épico que a algunos machos les llega a costar la vida.
Su paisaje es un mimado entorno de prados llanos de siega,
campiña que trepa suavemente por los montes, separadores de
El tratarse de un territorio entre el mar y la montaña, ya que
los valles vecinos del Besaya y del Pisueña, y retazos de robleda-
la costa cantábrica se encuentra apenas a 40 kilómetros, resulta
les o cajigales originarios que disputan la fertilidad de la tierra a
aún más pintoresco que sus pueblos hayan conservado su esencia
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Caminos Naturales de España
rural basada en la actividad ganadera. Por ello no es extraño
Tras contemplar su cauce en toda su magnitud, puesto que
que en el camino nos encontremos a algún vecino guiando a
hay que atravesarlo por un largo puente, se camina junto a
sus vacas con su larga vara y con las tradicionales albarcas o
prados donde vacas y algunas ovejas pastan con la tranquili-
calzado rústico de una sola pieza de madera. Es similar a un
dad de saberse en terreno conocido, intercalados con huertas
zueco pero basado en tarugos que elevan a su portador sobre
cuidadas con sabias manos y maizales empeñados en buscar
el terreno encharcado y a la vez lo protegen de la suciedad de
el cielo. De este modo la tranquila carretera local alcanza el
las cuadras.
pueblo de Vejoris, solar de la familia del escritor Francisco de
Quevedo. En su encanto sencillo de casas populares contrasta
Buscando el inicio de uno de los dos tramos de este Camino
el de aquellas viviendas distinguidas por blasones solariegos de
Natural se alcanza el pueblo de Ontaneda, donde la magnífica
linajes de nobleza montañesa, como los Obregón y los Esca-
arquitectura de su iglesia de San Juan Bautista de finales del
lante. Sobre el puñado de casas que componen el núcleo rural
xix adorna el entorno rural del pueblo.
sobresale su iglesia del siglo xvi que poseyó un excepcional
retablo de esmalte realizado en Limoges, hoy expuesto en el
Se llega también al comienzo de un delicioso itinerario gastro-
Museo Diocesano.
nómico, el de los sobaos y las quesadas elaborados con la leche
de las vacas pasiegas. Su alta proporción de materia grasa es el
Esos mismos linajes del valle jugaron un papel esencial en el
fundamento de derivados como la mantequilla y productos de
siglo xv, al defender su valle del empeño de Juan Fernández
fama y sabor capaces de levantar pasiones como la quesada y
de Manrique, conde de Castañeda, en sus intentos de sumar
el sobao pasiegos. Aunque no menos amantes incondicionales
a su señorío terrenos de los valles del Pas y el Pisueña. Duran-
suscita el sabor suave y la cremosidad de los quesucos de nata
te los dos siglos posteriores fueron numerosos los conflictos
elaborados con leche tan nutritiva.
que mantuvieron, alimentados por enfrentamientos belicosos,
hasta que Toranzo, en el año 1661, volvió a jurisdicción real
Con el paladar de estos típicos dulces aún en la boca, el río
y pasó a llamarse Real Valle de Toranzo. Aunque los señores
Pas sorprende con otra de sus singularidades, la de las aguas
de Castañeda mantuvieron derecho en el cobro de impuestos
termales; ya que en el pueblo de Alceda se halla uno de sus
sobre el comercio en el valle hasta finales del siglo siguiente.
manantiales más preciados por las propiedades de sus aguas
minero-medicinales sulfurosas conocidas desde antiguo, que
El sendero continúa hacia San Martín de Toranzo, cuya torre
manan a una temperatura de 26,87º c. Son un placer para los
de la iglesia se divisa en la distancia gracias a su piedra de sille-
amantes de la salud por el agua que disponen en el balneario de
ría vista y en cuyo interior se conservan interesantes retablos
Alceda, un enclave ideal para su disfrute. Junto al encanto del
barrocos.
decimonónico balneario rehabilitado a comienzos de siglo, se
inicia ruta. Siguiendo para ello el perímetro de la extensa finca
Al salir de San Martín el camino vuelve a cruzar el río por un
de frondosos árboles centenarios convertida en parque que se
vistoso puente de hierro y madera para, retomando la orilla
extiende lindando con la orilla del río Pas.
izquierda del Pas, regresar hasta Ontaneda y Alceda.
...
en la página anterior
Río Pas
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Caminos Naturales de España
Es entonces momento de perderse entre la rica historia que la
a cuya izquierda parte, entre nogales y avellanos, una empina-
arquitectura civil de este último, declarado Conjunto Históri-
da senda que desciende hasta la orilla del Pas. La belleza bu-
co Monumental por su extraordinario patrimonio de casonas
cólica del paisaje rural es compañera de camino, pasando por
y palacios blasonados, esconde.
pueblos como Corvera de Toranzo que, aparte de varias casas
de indianos, conserva la casa palacio de los Díaz de Villegas; y
Así la casona de los Ruiz Bustamante exhibe la sobriedad mon-
también discurre junto al barrio de Cillero.
tañesa no sin por ello destacar su portal escoltado por una arcada triple, adosado a una robusta torre. El escudo de Ceballos
Aunque se camina por el municipio de Corvera de Toranzo,
distingue la casona con destacada torre de esta noble familia
la capitalidad, no obstante, la posee San Vicente de Toranzo.
cuya construcción, como la anterior, se remonta al siglo xvii.
Prueba de ello es su impresionante arquitectura civil, como la
torre de Agüero, de sillería y con tres plantas y arco de medio
Se dice que el palacio de Mercadal estuvo repleto de muebles
punto en su entrada; o el palacio de la Sierra, de finales del
lujosos aunque de ellos nada queda. Solo el imponente escudo
xviii, de magnífico estilo barroco.
barroco de piedra con las armas de los Bustamante, quienes
mandaron construirla, habla de su lejano esplendor.
El segundo Camino Natural del valle del Toranzo llega a su fin
regresando hasta Prases.
Frente a ella la torre de los Rueda exhibe una robusta hechura
de sillería. Mientras que al lado del río se levanta la casona de
Pero al río Pas le queda todavía mucha andadura e historia que
Mora, cuya sencillez contrasta con su elaborado escudo y los
regar. Para ello baste llegar hasta la próxima localidad de Puen-
dos arcos del acceso principal.
te Viesgo, afamada por sus aguas termales, conocidas desde
tiempos romanos, o por el extraordinario conjunto de cavida-
Santiurde de Toranzo invita a un paseo por sus calles para de-
des que esconde bajo su cerro del Castillo. Un laberinto subte-
leitarse con las bonitas casas populares de balconadas corridas
rráneo que encierra el conjunto de arte rupestre del Paleolítico
orientadas al sur o solanas cubiertas de flores.
Inferior –150.000 años– más sobresaliente de Cantabria. Ese
mismo río Pas que a la altura de esta localidad recibe por la
Desde aquí merece la pena subir al pueblo de Acereda por con-
derecha las aguas de su principal afluente, el Pisueña, después
templar una panorámica excepcional del valle. Así como por
de atravesar los valles de Carriedo y Cayón, es el que debieron
disfrutar con los elementos románicos originarios de su iglesia
contemplar aquellas gentes de la prehistoria.
de la Asunción, como las ventanas, puertas y ábside.
Para continuar con el segundo tramo del Camino Natural del
valle hay que llegar hasta la iglesia de Santa María, en Prases,
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en la página anterior
Vejoris
Aunque nacido en Madrid, Quevedo tenía sus raíces en pleno valle del Pas: su
padre, Pedro Gómez de Quevedo, era oriundo de Vejoris y su abuelo materno
de San Vicente de Toranzo
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Caminos Naturales de España
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Prados pasiegos
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Camí de l’Aigua
Cataluña
Mercè Aniz i Montes
Directora Conservadora del Parque Nacional de
Aigüestortes i Estany de Sant Maurici
El Camino Natural de l’Aigua discurre entre los municipios
de Pont de Suert y La Vall de Boí, dos ayuntamientos que,
junto con el de Vilaller, conforman la comarca de la Alta
Ribagorza, situada en la parte más occidental de los Pirineos
catalanes y en el límite con la comunidad de Aragón, a partir
del que se extiende la comarca hermana de La Ribagorza.
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Caminos Naturales de España
La Vall de Boí es una de las puertas del Parque Nacional de
tera l-500 que recorre el fondo de valle, o podemos acercarnos
Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. El parque nacional es
a los pueblos por los caminos empedrados de las variantes.
una explosión de agua, con más de 450 lagos o ibones que le
dan un carácter singular, derivado de la acción erosiva de los
El itinerario comienza junto a la confluencia del río Viu (o río
glaciares del Cuaternario, que excavaron los característicos va-
de Malpàs) y la Noguera Ribargorzana, en una zona donde se
lles escalonados de perfil en U. En las zonas de rellano de estos
observan las diferencias de nivel de agua en la cola del embalse
escalones es donde el agua serpentea y se desliza suavemente
de Escales, en la carretera n-260. Cuando sus aguas están bajas,
para formar las aigüestortes, aguas retorcidas, que dan nombre
éstas permiten ver los restos del monasterio de Lavaix, cenobio
al parque. La Noguera de Tor, incluida en Red Natura 2000,
de origen eremítico que se menciona como un nuevo asenta-
y el propio parque nacional, dentro de la lista de humedales
miento, con el nombre de Vilanova, en el año 848, no apare-
de importancia internacional, convenio Ramsar, nos dan idea
ciendo con el actual hasta el siglo x. El lugar estaba en esta épo-
del relevante patrimonio natural que nos han transmitido las
ca especialmente protegido por los condes de Pallars y, por su
generaciones precedentes. Nada mejor que seguir el Camino
situación, fue motivo de disputas con el condado de Ribagorza.
del Agua y, como hilo conductor, los aprovechamientos de esta
misma para descubrir la historia de estas gentes ribereñas y,
A la entrada de Pont de Suert nos encontramos con el Cen-
también, el fluir libre e inquieto de esas mismas aguas, en unos
tro de Fauna Autóctona, antigua piscifactoría construida por
valles plagados de memoria y rincones apacibles.
enher para compensar los impactos producidos por el aprovechamiento hidroeléctrico en toda la cuenca. Ha cambiado su
El camino discurre desde la zona de aparcamiento y área re-
vocación inicial para ser el centro de recuperación de la nutria,
creativa de la Fuente de la Mena hasta el balneario de Caldes
dirigido a proyectos de reintroducción de la especie, de la que
de Boí. Con una longitud de 28 kilómetros, es practicable
podemos detectar su presencia a través de los excrementos que
durante todo el año, teniendo en cuenta que el tramo final
deja sobre las rocas que sobresalen de las aguas y de los res-
puede encontrarse cubierto de nieve durante el periodo in-
tos de sus comilonas primaverales en las aguas de Aigüestortes.
vernal, pues a pesar de alcanzar una cota relativamente baja
Actualmente también participa en el proyecto de recuperación
(1.470 m) aparece rodeado de murallones graníticos de más
de las poblaciones de visón europeo. Parte de las instalaciones
de 3.000 m, como los picos de Comaloformo (3.033 m) y
pueden ser visitadas y en ellas podemos observar a estas especies
Besiberri (3.015 m). Es importante no olvidar los prismáticos
tan ligadas a los cursos de agua, junto con otras más comunes
durante el recorrido, ya que se pueden visualizar, lanzándose
como cangrejos, ranas, patos, etc.
desde los riscos o sobrevolándolos, aves como el quebrantahuesos, el buitre leonado, el águila real, el busardo ratonero...
El Pont de Suert es la capital de la comarca, sede de los prin-
La duración del recorrido varía entre 7 y 8 horas, dependiendo
cipales servicios y donde se perciben los cambios derivados de
de las condiciones físicas de cada uno, pero se puede realizar
las emigraciones que produjeron las construcciones hidroeléc-
por tramos, escogiendo cualquiera de las 7 etapas en que está
tricas y el consiguiente abandono de los pueblos de media la-
definido, según la accesibilidad de cada una de ellas a la carre-
dera. Con una iglesia moderna, en la que se aplicaron de forma
— 245 —
— 246 —
Caminos Naturales de España
original y decorativa los logros arquitectónicos del hormigón
miento internacional. Seguramente, la iglesia más conocida sea
de los años cincuenta del siglo pasado, en la localidad sobre-
la de Sant Climent de Taüll, la primera en ser declarada mo-
vive la cofradía de San Sebastián, fundada después de unas
numento histórico artístico, pero cada una de ellas posee algún
pestes que diezmaron la población en el siglo xv, además de
elemento que la personaliza.
contar con un importante museo de arte sacro y con la Escuela
Tras cruzar el puente rojo sobre la Noguera de Tor, debajo de
Catalana de Deportes de Montaña.
la presa, y después, la palanca colgante, llegamos a la zona de
Al alejarnos de la capital, recorremos un pequeño tramo de la
Els Arenals de Barruera, zona de recogida de los finos limos
ruta trashumante que nacía en la comarca aragonesa de La Litera
dejados por la erosión que han originado un sustrato idóneo
y que recibía a los pastores con sus rebaños de ovejas en su via-
para el desarrollo de las salencas, formaciones de sauces arbus-
je hacia los pastos de verano de la Val d’Aran. Como ellos, nos
tivos que sirven de descanso a las aves migratorias. Levantando
adentramos en el valle de la Noguera de Tor, donde podemos
la vista, podemos observar sobre las rocas, desafiante al equi-
realizar el primer descanso en la ermita del Remei, después de
librio, la iglesia de Santa María de Cardet, la única con una
pasar por el pueblo abandonado de Castilló de Tor.
cripta subterránea. Cardet debe su nombre a la carlina (Carlina acaulis), el cardo que se coloca en las casas para protegerlas
La ruta desciende a continuación hacia el embalse de Llesp; el
de las brujas y de los rayos, y que podemos encontrar sobre las
primero que se construyó para apoyar a las obras de regulación
puertas de todas ellas.
de la cuenca de la Noguera Ribagorzana, en este caso, para abastecer de agua a la central hidroeléctrica de Pont de Suert. A la al-
Los prados de siega, limitados por muros de piedra seca y setos
tura del pueblo de Coll, observamos los típicos prados de ribera,
vivos, en los que destaca la típica figura en forma de candelabro
rodeados de chopos y álamos, dejando a nuestra espalda los bos-
de los fresnos, podados durante generaciones, representan el
ques de roble y pino silvestres. A la entrada de dicha población,
paisaje creado por la actividad ganadera. Al poco, descubrimos
descubrimos la primera iglesia románica del valle, la iglesia de la
el campanario de Santa Eulalia de Erill la Vall, un símbolo de la
Asunción, con unos sorprendentes sillares de piedra, los mejor
comarca. Esta iglesia no tenía pinturas sino un Descendimiento
tallados de toda la zona.
formado por diversas tallas de madera, obra del llamado Maestro de Erill. El pueblo recibe el nombre de la familia de los Erill,
El conjunto de las ocho iglesias románicas del valle y la ermita
de origen teutón, que dominaron el valle en la Edad Media.
de Sant Quirc de Durro forman parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por la Unesco en el año 2000.
Las iglesias románicas están orientadas hacia el este y han que-
Sus características formales de la escuela lombarda, con frisos
dado perfectamente alineados los campanarios de Sant Cli-
de arquillos ciegos y esbeltas torres, sus excepcionales pinturas
ment de Taüll, Sant Joan de Boí y Santa Eulalia de Erill. Apar-
murales, todo un hito del arte románico, y el hecho de haber
te de vigilar los movimientos de personas en el fondo del valle,
llegado a nuestros días con los mismos usos para los que fueron
han dado origen a multitud de leyendas populares basadas en
diseñados estos edificios religiosos han facilitado su reconoci-
los amoríos de esos tres personajes.
...
en la página anterior
La torre campanario de la iglesia parroquial de Erill la Vall es un símbolo en la
comarca
— 247 —
...
Vista de Erill la Vall, a la derecha,
y de Boí, a la izquierda, desde el
mirador de la Santeta
...
Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Lleida. Cataluña
El Camino Natural de l’Aigua, en la Vall de Boí, es la antesala de este parque nacional pirenaico
— 248 —
Caminos Naturales de España
Seguimos el camino hasta llegar a un mirador desde donde po-
coger el camino que nos llevará al balneario de Caldes. La ve-
demos observar los tres núcleos y asomarnos al pico del Aut,
getación cambia, comenzando a darnos sombra los abetos, las
donde, desde el collado y por el Port de Gelada, se pasa a la vall
hayas y los túneles de boj, con numerosos laberintos abiertos
de Barrabés. Al llegar al pueblo de Boí encontramos la iglesia
por los jabalís. A mitad de camino y en el margen opuesto, nos
de Sant Joan, la única en la que durante su rehabilitación se han
encontraremos con la confluencia del barranco de Sant Nico-
recuperado parte de los revocos y las pinturas interiores y exte-
lau, donde se encuentra la subterránea central hidroeléctrica
riores que, en origen, servían a modo de cómic para explicar los
de la Farga y la pista de entrada al parque nacional por la zona
textos sagrados a los fieles. Sin duda, cuando fueron erigidas en
de Aigüestortes.
los siglos xi y xii, estas iglesias no presentaban el aspecto actual.
En ésta, además, el campanario es una construcción del siglo
Las aguas de Caldes de Boí se llevan usando de forma terapéuti-
xix que sustituye al primitivo, derruido a causa de un incendio.
ca, al menos, desde el siglo i a. c., por parte de los romanos, incluido Julio César en su travesía de los Pirineos para reponerse
Las iglesias se levantaban con rocas de la zona y el entorno del
de unas heridas. La presencia romana se ha constatado por los
ábside de la iglesia de Sant Joan presenta todas las rocas que
vestigios arqueológicos de unas termas, las monedas encontra-
caracterizan al parque nacional. Junto a la iglesia encontra-
das durante las construcciones de las presas, que se pueden ver
mos las rocas aborregadas, culminadas recientemente con la
en la iglesia de Santa Eulalia de Erill, y los restos de collares y
imagen de un pastor y que formaban parte de la muralla; las
abalorios de vidrio hallados en el camino del Portarro de Espot.
pizarras negras del Silúrico en los tejados; los travertinos son
utilizados en la decoración de los arcos y, en los sobrios muros,
Las aguas, consideradas mineromedicinales, brotan de un total
la corneana, el cuarzo, el pórfido, la caliza y la granodiorita,
de 37 fuentes, récord guinness de los balnearios. La temperatura
que los dotan de cierta policromía.
de cada una de las fuentes es diferente, oscilando entre 24 y 56º c.
Se utilizan con finalidad terapéutica para tratar enfermedades
Todos los núcleos han conservado su estructura medieval, con las
cutáneas y de las vías respiratorias, así como el reumatismo y
iglesias a las afueras, rodeadas por unos cementerios ajardinados
para paliar los dolores de la artritis.
que han sido utilizados durante generaciones. La única puerta
de la muralla de Boí que se conserva es el Cobert de Quelet, que
Si todos estos rincones están llenos de agua saltarina, ésta es
da acceso al casco antiguo y a la Casa de Simamet, centro de
además una tierra de fuego. Todos los pueblos tienen en co-
información y administrativo del parque. El edificio rehabilitado
mún la fiesta de las fallas que se celebraba originariamente la
conserva su aspecto exterior, pero interiormente es funcional y
noche de San Juan, solsticio de verano, que unía las tradicio-
uno de los pocos lugares donde se puede apreciar la potencia de
nes paganas con las fiestas religiosas. Se inicia la bajada del
la muralla que rodeaba el núcleo.
fuego al pueblo desde el «faro», hoguera que se enciende justo
antes de la puesta de sol, desde donde parte una «serpiente»
Abandonando el pueblo de Boí por el camino de la antigua
hasta la plaza, donde el fuego purificador quemará nuestros
ermita de Sant Pere, nos dirigimos al Pont de la Dolça para
deseos para el año próximo.
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Río Rivera de Acebo
Extremadura
Manuel Coronado Gil
Montañero y escritor
Nada más entrar en sierra de Gata, el viajero descubre que
sus sentidos se agudizan, los aromas y los colores cambian
y hasta el tacto se impregna con el pringue de la jara. Aquí
el agua, con el paso del tiempo, ha erosionado la roca, horadándola y creando profundos valles poblados, en su parte
alta, por extensos pinares y pastizales y en su parte más baja
por robles melojos, abedules y acebos. De este árbol toma
el nombre la población desde donde parte el conjunto de
sendas que componen el Camino Natural del Río Rivera de
Acebo. Viejos caminos empedrados nos ayudarán a recorrer
estos siete itinerarios jalonados por rocas de naturaleza silícea entre las que destaca la pizarra, además de esquistos y
granito. Las cumbres que conforman la comarca son, en gran
parte, alomadas a causa de la erosión. El Jálama es el punto
más elevado de la sierra y desde sus 1.487 m es posible contrastar el perfil montañoso del norte de Extremadura con la
altiplanicie de la meseta salmantina. Por el este, la sierra de
los Ángeles sirve de frontera con la comarca de Las Hurdes,
mientras que al oeste se puede divisar Portugal.
— 250 —
Caminos Naturales de España
El clima general de la zona se caracteriza por unos veranos
de la Senda del Embalse del Prado de las Monjas. Seguiremos
secos y cálidos e inviernos moderados, con heladas ocasiona-
por la denominada pista del Molino, para tomar enseguida
les. Las precipitaciones son relativamente elevadas (1.000 mm
un camino en suave ascenso, con suelos de pizarra y cuarcita
anuales), abundantes entre octubre y febrero. Éstas se ven fa-
y entre vegetación de monte bajo y pinos en repoblación. En
vorecidas por la influencia atlántica y por la orientación de las
las zonas bajas y protegidas también se pueden ver algunos
sierras, ya que retienen los vientos cargados de humedad que
olivares. Llegamos a una bifurcación en donde, hacia la dere-
vienen del oeste.
cha, seguiremos por la Senda del Mirador de la Ventosa, una
senda muy empinada que asciende por un lomo entre algunos
El Camino Natural de la Rivera de Acebo –también llamado
pinos antiguos y pinos resineros repoblados no hace mucho
río Jevelo– es un grupo de rutas promovidas por el Ministerio
tiempo y donde quizá podamos ver hoyos excavados por los
de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino que se han rea-
jabalís. Al llegar al mirador situado en el cerro de la Ventosa
lizado en el norte de Extremadura y que tienen como punto de
nos veremos recompensados de la dura subida por unas vistas
inicio la localidad de Acebo. Para recorrer este trazado y disfru-
espléndidas del Jálama, del embalse del Prado de las Monjas
tar plenamente de lo que el lugar nos aporta necesitaremos al
y del Rivera de Acebo. Descendemos por el mismo camino
menos un par de días entre los que nos repartiremos las siete
y retomamos, hacia la derecha, por la pista que finaliza en el
rutas de que consta.
dique del embalse.
El primer día saldremos de Acebo siguiendo la carretera del
Aquí encontramos un nuevo panel que nos indica la dirección
puerto de Perales. Enseguida llegamos a la zona de recreo con
de la ruta de los Puentecitos de la cascada de la Cervigona.
aparcamientos y aseos desde donde parten las rutas. La primera,
la Senda de las Piscinas, comienza aquí, en la piscina natural de
Junto a una caseta, parte el camino que bordea el embalse por
la Carreciá. Poco antes de llegar al puente que cruza el río, segui-
su margen derecha, entre helechos, retamas y moreras y una
remos hacia la izquierda, donde junto al panel de inicio comien-
gran riqueza de flora arbustiva. Al final del embalse cruzamos
za el camino que asciende por la margen derecha de la rivera.
su cola por un puente y ascendemos suavemente, rodeados de
El camino, entre pinos y helechos y con bastante sombra, nos
alisos, brezos, pinos resineros y encinas, mientras el valle se
llevará hasta las siguientes dos piscinas naturales acondicionadas
estrecha. Tras una revuelta aparece en el alto, por la izquierda,
para el baño, en el área recreativa del Jevero, donde disponemos
la cascada de la Cervigona, y en poco tiempo llegamos a la «Fá-
de un bar-restaurante. Estamos en la zepa (Zona de Especial
brica de la Luz», que a pesar de estar en ruinas, aún conserva
Protección para las Aves) Sierra de Gata y Sierra de las Pilas.
algún destartalado cuadro eléctrico y los restos de la dinamo
que generaba la electricidad gracias al agua que bajaba por la
Cruzamos el puente de madera que separa las dos piscinas para
tubería que aún perdura.
ascender por una senda con bastante desnivel, afortunadamente amortiguado por unos escalones. El camino penetra en
Volvemos a Acebo para descansar de nuestro paseo y degustar
un manto de helechos y pronto aparece el panel informativo
su gastronomía: unas setas y una caldereta extremeña que se
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— 252 —
Caminos Naturales de España
puede hacer de cabrito o de cordero, aunque también es típica
ligero ascenso nos lleva hasta el panel de inicio de la Senda del
la chanfaina, guiso hecho con las vísceras del cordero. Con el
Puerto de Castilla Sur que finaliza en el collado de la Ventosa.
café, unas perrunillas y una copita de orujo de miel, igualmen-
Vamos a caminar por una tradicional vía de comunicación que
te de la zona.
permitía cruzar hasta Castilla y que en algún tramo aún conserva su losado original así como las rodadas dejadas por los carros.
Para realizar la digestión, un suave paseo por una localidad que
aún conserva casas típicas construidas con sillares de cantería,
Ascendemos dejando algún viñedo por nuestra derecha. Aun-
calles con rincones típicos y con fuentes naturales. Diferentes
que por la zona no se ven explotaciones vinícolas, en Acebo sí
escudos en las fachadas hablan del origen nobiliario de sus cons-
que existen varias pequeñas bodegas. Grandes rocas colocadas
tructores. El edificio más importante es la iglesia de Nuestra
expresamente en mitad del camino cortan el paso a todo tipo
Señora de los Ángeles, un edificio del siglo xvi con influencias
de vehículos, no así a los caminantes que quieran recorrer estos
gótica, mudéjar y renacentista, construido por canteros galle-
parajes, y que pueden ver a la derecha el Teso Porras (1.030 m),
gos que vinieron expresamente para ello. En su interior destaca
muy alomado y cubierto por vegetación de monte bajo.
el retablo del altar mayor. Una curiosidad importante la encontramos en sus calles, donde las mujeres, arrimadas en corros a
Poco a poco el terreno va cambiando, aparecen zonas con pi-
sus viviendas, realizan sus encajes de bolillos a la vista de todos,
zarras; sus lascas sueltas provocan un suave soniquete a nuestro
costumbre que igualmente proviene de Galicia, traída por las
paso. El camino casi se pierde entre la maleza y el terreno se
mujeres de los canteros. También podemos encontrarnos con
hace más empinado. En suave zigzag llegamos hasta el collado
algunas fachadas antiguas adornadas con unas «cabezas celtas»
de la Ventosa, cruce de sendas, desde donde se puede volver al
así como con una tumba antropomorfa en el exterior de la igle-
mirador de la Ventosa situado a 300 m a la izquierda. De frente
sia, junto a la Torrita (barrio judío). Entre sus habitantes hay
y en fuerte descenso encontramos la Senda del Arroyo de la Jara
más de 300 apodos y casi nadie se llama por su nombre de pila.
del Rey, que nos llevaría hasta el dique del embalse del Prado de
las Monjas. Si continuamos por la derecha seguiríamos la Sen-
Continuamos al día siguiente nuestro recorrido por el Cami-
da del Puerto de Castilla Norte o del Mirador de la Cervigona.
no Natural del Río Rivera de Acebo y para ello volvemos de
nuevo hasta la zona de aparcamiento en la primera de las pis-
Optamos por esta última opción y seguimos la Senda del Puer-
cinas. Cruzamos el puente y un poco más adelante giramos a
to. El camino continua a media ladera bordeando el Teso de
la izquierda para seguir por una amplia pista de arena graníti-
Santa María (989 m), disfrutando de las vistas del valle ori-
ca flanqueada por muros de piedra y que esta vez sube por la
ginado por el arroyo de la Jara del Rey y del embalse donde
margen izquierda de la ribera. En nuestro camino, aunque la
desemboca. El camino se encuentra acondicionado con made-
desforestación es importante, encontramos algunos algarrobos,
ra y roca prensada, sobre todo en zonas donde la erosión ha
castaños y madroños que esperan el otoño para regalarnos sus
maltratado la senda. Poco antes del final de la subida entramos
maravillosos frutos. Después de cruzar el arroyo del Arraguijo
en un pinar donde la sombra y la brisa del viento nos calman
hay que estar atentos para tomar un desvío a la derecha que en
del sol, en un camino muy expuesto en casi todo su recorrido.
...
en la página anterior
Fuente de Caños
— 253 —
...
Piscina natural de la Carreciá, en el comienzo de las rutas
...
Embalse del Prado de las Monjas
desde el mirador de la Ventosa,
adonde lleva otra de las sendas del
Camino Natural
— 254 —
Caminos Naturales de España
Llegamos al alto, límite provincial y autonómico. Una amplia
zado durante siglos por hombres y bestias. El Jálama se en-
pista, que sirve de cortafuegos, separa la comunidad extreme-
cuentra vigilante ante cualquier movimiento y para mantener
ña de la castellano-leonesa. Continuamos por ella, ya por te-
el ecosistema intacto. Algún meloncillo se cruza en nuestro
rreno menos inclinado, gozando de amplias vistas a un lado y
recorrido mientras que algunos buitres dibujan círculos en el
a otro del camino, hasta alcanzar un desvío hacia la izquierda
cielo. El verde intenso que predomina en la sierra, a veces está
que nos lleva hasta el mirador. Debemos de estar atentos para
roto por el rosáceo del brezo que crece en los parajes más altos.
no pasarnos de largo. Tomamos un carril que desciende unos
Conforme descendemos, la retama y la jara van cobrando pre-
500 m y que nos lleva hasta el mirador de la Cervigona desde
sencia en el paisaje.
donde podemos ver la cascada de su mismo nombre, con 65
metros de caída, la «Fábrica de la Luz» y el Rivera de Acebo, el
Decimos adiós a L’Acebu como lo denominan los del lugar,
Jálama y, al fondo y a la izquierda, la localidad de Acebo.
aunque volveremos para las fiestas dedicadas a San Sebastián
o para disfrutar de la romería dedicada a la Virgen de la He-
Volvemos hacia atrás. La soledad es nuestra compañera de via-
rradura. También el 15 de agosto se celebra la fiesta en honor a
je. Volvemos a descender el antiguo camino de Castilla utili-
Nuestra Señora de los Ángeles.
...
Tramo del Rivera de Acebo, previo al embalse del Prado de las Monjas
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— 256 —
Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
Grandes rutas
...
en la página anterior
Ermita de San Saturio, a orillas del Duero. Soria. Castilla y León
Desde Tudela (Navarra) a Soria (Castilla y León), El Camino Natural del Agua
Soriano-Camino Antonino une los ríos Ebro y Duero y también los respectivos
Caminos Naturales que discurren junto a sus orillas
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Caminos Naturales de España
Los caminos de Amadís de Gaula
Luis Alberto de Cuenca
Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo (cchs, csic)
Vaya por delante que los caminos que más me interesan conducen, todos ellos, a la literatura, entendida ésta en su acepción
más amplia y más sencilla, como corpus de historias y personajes que, inspirándose en la vida, describen círculos concéntricos
en su torno y no llegan jamás a confundirse con ella. La literatura nos sirve para explicar el mundo con un margen de error
mucho menor que el de la ciencia, y para conocernos a nosotros mismos con más profundidad y menos crueldad que la que
nos ofrece el psicoanálisis. La literatura es, en el fondo, como el Camino de Santiago: un viaje en busca de respuestas al finis
terrae donde todo termina, donde no existe otro más allá que un mare tenebrosum habitado por criaturas lovecraftianas. Los
peregrinos que se encaminaban a Compostela desde todos los rincones de la Europa cristiana traían en sus modestos equipajes, o acaso sólo dentro de su alma –pero, eso sí, a flor de labio–, sus cantares de gesta, sus leyendas, sus cuentos populares,
sus poemas y sus canciones. Su literatura, en una palabra. Viajar es compartir historias. Los primeros caminos rumbo al conocimiento se trazaron de noche, alrededor de las hogueras tribales, cuando el chamán narraba los mitos etiológicos que desentrañaban el misterio del universo. Así se iba haciendo ruta al caminar por un haz de relatos que revelaban el sentido, tantas
veces confuso y laberíntico, de la existencia humana. Me ceñiré a continuación a un camino literario concreto, el que conduce
al Amadís de Gaula (Zaragoza, 1508), el más hermoso de los viejos y nobles libros de caballerías españoles del siglo xvi.
Los caminos del Amadís de Gaula son los caminos de la fan-
imaginarios, y sólo admiten cartografías imaginarias, al estilo
tasía, los del país de Nunca Jamás, donde hay Ínsulas Firmes
de las trazadas por J. R. R. Tolkien para la Tierra Media de sus
con un Arco de Leales Amadores que pueden trasponer los
hobbits, elfos y orcos, o por Robert E. Howard en los mapas
amantes fieles y está vedado a los amantes desleales, y Gaulas
que acompañan al cimerio Conan por los caminos, infestados
caprichosas que nada tienen que ver con su Galia originaria, y
de monstruos, chicas imponentes y maléficos hechiceros, de la
Orientes y Occidentes que no se ubican en la casilla geográfica
mítica Era Hiboria.
de la realidad, y todo tipo de no-lugares. Resulta fascinante, a
este respecto, que de Las sergas de Esplandián, el quinto libro
Como en las ediciones al uso del Amadís no proliferan esos
del Amadís, surgieran los topónimos que luego dieron nombre
mapas imaginarios, sería conveniente afanarse en el diseño
a algunos lugares de América tan señeros como California, que
cartográfico de los desplazamientos del protagonista y sus
es en las Sergas una isla de amazonas gobernada por la reina
adláteres a lo largo de la saga, para convencernos de una vez
Calafia (a la que dedicó, por cierto, una novela el gran Vicen-
para siempre de que sus viajes saben a la tinta empleada por
te Blasco Ibáñez). Pero los caminos del Amadís de Gaula son
su creador, Garci Rodríguez de Montalvo, y no entienden de
...
en la página anterior
Catedral de Nuestra Señora de la Huerta, en Tarazona. Zaragoza. Aragón
En el itinerario del Camino Natural del Agua Soriano-Camino Antonino, la
ciudad de Tarazona se erige en el referente histórico-artístico de las tierras del
Moncayo
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...
Olvera (Cádiz) a los pies de su castillo. Camino Natural de la Sierra
...
Segovia escruta la unión de los
ríos Clamores y Eresma. El Camino
Natural toma el nombre de este
último río
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Caminos Naturales de España
la polvareda real de los caminos verdaderos. Leí Amadís de
lanja, Mabilia… Y hasta los malos fechos perpetrados por el
Gaula cuando tenía doce años de edad en la precaria edición
hechicero Arcaláus o las merlinescas profecías de Urganda la
de Felicidad Buendía (Libros de caballerías españoles, Madrid,
Desconocida. Con aquellas fotos dentro de aquel volumen ro-
Aguilar), hoy rara en el mercado. Hubo dos ediciones de ese
tulado Libros de caballerías españoles yo ya podía imaginar tran-
libro, la princeps de 1954 y una segunda edición de 1960; la que
quilo cuanto Montalvo me contaba, porque había encontrado
yo manejé fue la de 1960. Fue un regalo de cumpleaños que
me hizo mi abuela materna, María de la Presentación, que sin
duda trataba de convertirme con su lectura en un caballero
andante, desazonada al ver que no se daban en mi persona los
mimbres necesarios para hacer de mí un hombre de provecho.
Todavía conservo la dedicatoria autógrafa que me puso en el
una geografía adecuada –y real– para los fantásticos episodios
que el Amadís desplegaba antes mis ojos deslumbrados.
No puedo comparar Amadís de Gaula, y su primera continuación Las sergas de Esplandián, con ningún otro libro de caballe-
libro con una caligrafía delicadísima, digna de lo que era: una
rías, pues me parece muy superior a todos los demás, incluido
señora muy bien educada, nacida en los años ochenta del siglo
–y en esto me aparto de la communis opinio cervantina y con-
xix, en plena restauración alfonsina.
temporánea– Tirant lo Blanch. En el volumen de Aguilar figuraban, junto al Amadís, el Cifar y el Tirant. No me produjeron
El hecho es que la inmersión en el Amadís supuso para mí una
ni la mitad de emoción que la novela de Montalvo, y eso que
experiencia lectora extraordinariamente grata, hasta el punto
en el Tirant había escenas escabrosas que nunca están de más
de que, cincuenta años después, recuerdo con detalle las mil y
para un lector adolescente… El Amadís fue para mí una biblia,
una frenéticas circunstancias que concurrían en la novela y que
un catecismo, un libro sagrado. Lo he leído después (en la
yo transmutaba, imitando a Don Quijote, en circunstancias
edición de Place en cuatro volúmenes auspiciada por el csic) y
propias e intransferibles. Recuerdo que en un viaje a La Granja
con mis padres y mi hermana María Jesús, mientras devorábamos una apetitosa merienda en los pinares de Valsaín, decidí
que el paisaje que nos rodeaba bien podría haber servido de
marco geográfico a los lances caballerescos referidos en el Amadís, de forma que hice algunas fotografías en blanco y negro
me ha seguido emocionando, tanto o más que la primera vez.
Yo creo que es porque sus caminos vienen de más allá y llevan
a ninguna parte. Porque su geografía no es de este mundo (a
pesar de mi pretensión infantil de aprehenderla en aquellas
lejanas fotografías). Porque sus rutas –como los hombres, al
–el color se me antojaba menos «heroico»– y, una vez revela-
decir de Próspero en The Tempest de Shakespeare– están he-
das, las encarté en la edición de Aguilar, para ambientar las
chas de la misma materia con la que se fabrican los sueños.
gestas de mis caballeros favoritos: Amadís, Galaor, Agrajes…
Y también, cómo no, los pasos de terciopelo de las preciosas
damas que justifican la existencia de sus galanes: Oriana, Brio-
— 261 —
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Caminos Naturales de España
...
Yacimiento de Numancia. Soria. Castilla y León. Camino Natural del Agua Soriano-Camino Antonino
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Caminos Naturales de España
Caminos: conocer para proteger
Luis Atienza Serna
Presidente de Red Eléctrica de España
Los caminos han hecho a las personas. La cultura, en lo que tiene de puesta en común de conocimientos y de experiencias, es
posible gracias a los caminos, a la comunicación, al intercambio. Nuestra manera de vivir se articula en torno a los caminos.
El mundo, según la imagen de Borges, es El jardín de senderos que se bifurcan y es, sin duda, una imagen precisa, como lo es
todo en la quirúrgica poesía del maestro Borges. Los caminos como metáfora comodín son insuperables, precisamente porque
son mucho más que una metáfora, son nosotros mismos. El recorrido eléctrico del pensamiento por los axones neuronales,
el reguero de estrellas, el hilo argumental de la novela, las cinco líneas del pentagrama, la circulación de la sangre, los vados,
collados, pasos, veredas, puertos, senderos, vías… eso somos nosotros.
De aquellos caminos naturales recorridos hace 50.000 años
no, buscarse y encontrarse, otra vez con el poeta, mientras
por humanos nómadas que trataban de ser personas sedenta-
Yo, solo, por las quiebras del pedregal subía, / buscando los recodos
rias a los Caminos Naturales de hoy hay un trecho magnífico
de sombra, lentamente.
que encierra el resumen de lo que hemos sido y probablemente
el secreto de lo que seremos. De la tierra aplastada por pies
Que un camino, el de Santiago, se haya convertido en atrac-
descalzos a la tierra que pisan las botas de montaña, pasando
ción turística europea de primera magnitud es, sin duda, re-
por las losas de las calzadas romanas y las sandalias, los cami-
velador. Es la muestra palmaria de que estamos en el camino,
nos de sirga de las caballerías remontando la cosecha río arriba,
no en el origen ni en el destino, en el camino. Y es una buena
la grava, el ripio y el asfalto, lo que somos se lo debemos al
señal el que en una sociedad de tecnología y de consumo, en la
camino, patria de los poetas.
que pareciera que hay que obtener todo pronto y sin esfuerzo,
haya esa silenciosa reivindicación del paso a paso, de la bota y
Y hoy, 10.000 años después de las primeras semillas y tras
el cayado, del reposo y la fatiga.
haber asentado los rebaños y las familias, volvemos al camino por el gusto –quizá por la necesidad– de sentir el cami-
Y es que el camino permite ver, pensar, sentir, disfrutar al rit-
no bajo los pies. Ya hemos ido y hemos vuelto muchas ve-
mo que nos es propio. Como ha dicho García Márquez repe-
ces, tantas que hemos dejado de ver el camino. Se nos ha-
tidas veces, al viajar en avión de un lado al otro del océano se
bía olvidado, como nos dijo el poeta que soñaba caminos
debe esperar unos días hasta que el alma llega. En el camino
en la tarde, que llegar es solo una parte del viaje, que lo
andado, sin embargo, viajamos de una pieza, todo el yo al mis-
importante es hacer el camino, ser uno mismo en el cami-
mo tiempo viendo y pensando (también viendo y pensando
...
en la página anterior
Balsa en Valdealgorfa. Camino Natural de la Val de Zafán. Teruel. Aragón
La antigua línea férrea que desde el Bajo Aragón turolense se dirigía hacia
Tortosa se reparte entre los Caminos Naturales de la Val de Zafán, de la Terra
Alta y del Baix Ebre
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...
Azud de Xerta, en el Ebro. Camino Natural del Baix Ebre. Tarragona. Cataluña
...
Viaducto sobre el río Algás (Lledó).
Camino Natural de la Val de Zafán.
Teruel. Aragón
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Caminos Naturales de España
con los pies y las tripas), sintiendo y disfrutando el camino
ñeras, carreradas, cordones, cuerdas, galianas, veredas, coladas
y su entorno. Porque el camino, claro, es mucho más que el
o cabañiles, todas están animadas por el mismo propósito, ir
camino: es el paisaje. Hasta el último monte del horizonte per-
yendo, transportarse uno mismo y los rebaños de sur a norte
tenece al camino, como al camino pertenece el aire, el árbol, el
y de norte a sur buscando siempre el pasto, el resguardo; bus-
puente y el río, la lejana carretera y el pico nevado, la historia,
cando, claro, la vida.
las piedras, las riberas y las águilas que nos ven desde lo alto.
Ahora estoy ocupado en otros caminos, los eléctricos que haCada uno transita sus caminos. Los metafóricos y los reales,
cen posible el inverosímil equilibro entre la bombilla y la cen-
los de la vida, el amor o la fortuna y los de su infancia, al fin al
tral. Quizá desde esta atalaya eléctrica se percibe como desde
cabo, como dijo Rilke, la única patria. Los míos son caminos
pocos lugares la importancia de los caminos, de la red robusta
de sierras castellanas de hayedos y encinares, de riscos, viejos
y mallada que permite asegurar el suministro eléctrico, impres-
olmos y nidos de pájaros. Son caminos de fruta y caminos
cindible en nuestra sociedad de la información. Hoy no sería-
de agua. Fueron, también, caminos de escape y de aventura,
mos como somos sin batidoras, teléfonos, bisturíes eléctricos,
como ahora son caminos de regreso. Caminos hacia el mar, ha-
ordenadores, neveras, aire acondicionado ni internet, la patria
cia el conocimiento, hacia el mundo más allá de las montañas,
virtual de los electrones.
de la familia, de la seguridad.
Pero no me olvido de la tierra, la hierba, los árboles de la cuneQuien ha vivido ha caminado. Por su lugar, por el mundo,
ta y el horizonte. Hoy, a pie o en bicicleta, recorro nuevamente
por los libros, con mayor o menor fortuna, de ida y de vuelta.
los caminos de mi infancia y disfruto del placer del camino
Yo he caminado. Y camino. Por eso, siempre que he tenido
como estrenándolo cada vez. Porque el camino es también eso,
oportunidad en mis responsabilidades he propiciado caminos
el placer del recuerdo y el placer de lo nuevo, de lo sabido y de
y, entre mis orgullos más profundos y más íntimos, está el ha-
la sorpresa detrás de cada curva conocida.
ber promovido como ministro la aprobación de la Ley de Vías
Pecuarias, una ley para proteger un territorio, y un patrimonio
Y así caminaremos hasta que no podamos con nuestros huesos
común, que supone una superficie cercana al uno por cien-
porque, parafraseando a Pessoa, que recogía la cita de los nave-
to del total nacional, unas 450.000 hectáreas. Unos caminos
gantes griegos, vivir no es necesario, caminar sí. Y, así, al final,
largos, muy largos, de 125.000 kilómetros; para hacernos una
con Nicolás Guillén, podremos decir: Iba yo por un camino
idea del tamaño, bueno será recordar que los caminos de hie-
cuando con la muerte di. / –¡Amigo! –gritó la muerte, / pero no le
rro, los de ferrocarril, tienen 15.000 kilómetros y los eléctricos,
respondí, / pero no le respondí; / miré no más a la muerte, / pero
las redes de alta tensión, suman 40.000.
no le respondí.
Tuve, como digo, la oportunidad en 1995 de poner mi granito
de arena en la protección de una enorme red pública que debe
ser conservada y mimada. Se llamen veredas de carne, caba-
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Caminos Naturales de España
...
Els Ports vistos desde el Camino Natural de la Terra Alta
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
y protección de la biodiversidad
Miguel Castroviejo Bolívar
Consejero de Medio Ambiente de la Representación Permanente de España ante la Unión Europea
Los Caminos Naturales deben ser particularmente buenos para mi salud, pues siempre me evocan sensaciones y sentimientos muy positivos y placenteros vividos a través de actividades como pasear, disfrutar del paisaje, aprender de nuestra historia y
cultura, deambular y jugar con los niños, hacer deporte y tantos otros parecidos. Tanto que, mientras pienso en esto, estoy ya
empezando a organizar una próxima escapada familiar y con amigos a un nuevo camino natural. Probablemente otra mucha
gente experimente recuerdos y emociones similares cuando de Caminos Naturales se trata. No obstante estas vías de comunicación cumplen además otras muchas funciones también de gran importancia para el ser humano, aunque algunas de ellas
tal vez sean menos visibles a primera vista. Voy ahora a referirme a una de ellas en concreto que es de capital importancia para
nuestra calidad de vida e incluso para la supervivencia de la especie humana: me refiero al papel de los Caminos Naturales en
la conservación de la biodiversidad.
En términos generales podríamos recordar que la biodiversi-
A día de hoy se acepta comúnmente que hay alrededor de
dad abarca a todos los seres vivientes de la Tierra, así como los
un millón y medio de especies ya descritas por la ciencia y a
ecosistemas y las relaciones existentes entre unos y otros. Es
partir de este número se hacen cálculos sobre cuántas especies
decir, expresado en términos coloquiales, la biodiversidad cu-
puede haber en total, pues muchas de ellas son hoy todavía
bre todos los aspectos de la vida que posibilitan la existencia de
desconocidas. Las estimaciones científicas dan rangos que van
los seres vivos en la Tierra, incluido evidentemente el hombre.
de los tres a los cien millones de especies, si bien parece que
los valores más aceptados están entre los diez y los quince
Para hacernos una idea del tamaño de esto que llamamos bio-
millones de especies. Por elevados que puedan parecer estos
diversidad y de los riesgos a los que se enfrenta, podemos fi-
números, más elevado es aún el ritmo de desaparición de estas
jarnos simplemente en alguno de sus componentes, como por
especies, de pérdida de biodiversidad, que se ha convertido en
ejemplo las especies de seres vivos que hay en la Tierra. El nú-
alarmante.
mero de especies es el mejor proxy disponible para conocer la
magnitud de nuestra biodiversidad, aunque en realidad, tam-
Se considera que la tasa normal, casi podríamos decir natural,
poco conocemos con exactitud cuántas especies de seres vivos
de extinciones (pues del mismo modo que se forman especies
distintas existen. No obstante, tenemos datos y estimaciones
nuevas, también se extinguen las existentes) es del orden de
aproximados.
una especie extinta por cada millón de especies vivas y por
...
en la página anterior
Crestas calizas verticales que se hunden en el río Canaletas. Camino Natural
de la Terra Alta. Tarragona. Cataluña
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...
Ojo de Guareña
...
Coves de Benifallet
Los Caminos Naturales no solo recorren parajes emblemáticos de nuestra geografía, sino que sugieren la visita de otros muchos al situarse en sus cercanías.
Es el caso del Monumento Natural de Ojo de Guareña (arriba), en Burgos, próximo al Camino Natural de Las Merindades, uno de los 10 complejos cársticos
mayores del mundo; y de las cuevas de Benifallet (abajo), en Tarragona, otra maravilla geológica al lado del Camino Natural del Baix Ebre
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Caminos Naturales de España
año. La tasa de desaparición de especies actual estimada es del
Las consecuencias de esta situación son francamente serias
orden de una especie perdida por cada mil especies existentes
desde cualquiera que sea el punto de vista desde el que se ana-
y por año. Esto es, la extinción va al menos mil veces más de-
lice. No se trata tan solo de proteger la biodiversidad por las
prisa que el ritmo de extinción que pudiéramos llamar natural.
muy justificadas razones estéticas o éticas que dominaron en
Esta cifra nos da una idea de lo inaceptable del camino en el
el romanticismo y durante todo el siglo xx. A ellas, se han
que el ser humano se ha precipitado.
unido ahora también otras muy importantes razones de orden
económico derivadas de los múltiples y vitales servicios que la
En la historia de la Tierra ya ha habido extinciones masi-
biodiversidad presta al ser humano. De hecho la calidad de la
vas. La de los dinosaurios es la más conocida de las cinco
vida tal y como la conocemos hoy y nuestra supervivencia de-
identificadas. En algunas de ellas, como en la del Pérmico-
penden absolutamente de los servicios que nos provee la bio-
Triásico, de hace 251 millones de años, se estima que la su-
diversidad. Y como las realidades materiales ayudan siempre
pervivencia podría haber sido tan solo del 10% de las espe-
mucho a entender los conceptos, vamos a ver algún ejemplo
cies vivientes antes de iniciarse. Lo que ocurre es que estas
concreto de lo que estamos diciendo.
desapariciones parece que han tenido lugar en plazos que se
miden en millones de años. Aquí estamos hablando tal vez
Pensemos en algunos animales que a primera vista pueden ser
de plazos que podrían ir mucho más rápido. Por cierto, que
un tanto insignificantes, cuando no molestos, como muchos
el ser humano, como especie, puede ir también en alguna de
abejorros y otros insectos. Y pensemos en uno de los servicios
esas extinciones que se nos viene encima.
que nos dan: la polinización. Para poder producir frutos y semillas, prácticamente todas nuestras cosechas, o sea, nuestra
Las causas de esta acelerada merma de la biodiversidad
producción alimentaria, depende de la polinización, es decir
son múltiples y bien conocidas. Entre ellas podemos citar
de los insectos ¿Alguien puede imaginar qué legiones de seres
la pérdida, degradación y fragmentación de los hábitats, la
humanos harían falta para polinizar todas las flores que dan
contaminación y el cambio climático, la construcción de
lugar a nuestras cosechas? Se trata de un servicio colosal que la
infraestructuras y la urbanización descontroladas, la pesca
biodiversidad nos da gratuitamente. Se ha estimado que en el
abusiva, el creciente y no sostenible uso de los recursos, in-
año 2005 el valor económico total de la polinización superaba
cluida el agua, etc. Algunas cifras pueden darnos una idea
los 153.000 millones de euros. Para dar una cifra más mane-
más gráfica de lo que hablamos. A escala global, entre el
jable podemos ver que mientras una colonia de abejas puede
12 y el 55% de ciertos animales y plantas están en peligro
polinizar alrededor de tres millones de flores en un día, hacen
de extinción en el mundo. Si nos fijamos solo en España,
falta más de veinte personas para polinizar un pequeño huerto
bastan dos indicadores para ver por dónde vamos: el núme-
de manzanas. En Costa Rica los científicos han comproba-
ro de vertebrados amenazados ha aumentado recientemente
do que tener bosquetes de vegetación natural en medio de las
un 5% en tan solo quince años (hasta llegar al 31% en el año
plantaciones de café aumenta el rendimiento de sus cosechas
2001) y más de un tercio de la costa mediterránea española
en más de un 20%, debido a la acción de los polinizadores
está ya urbanizada.
forestales. Y sin embargo, al mismo tiempo que se sabe esto, la
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Camino Natural Ruta dels Molins
d’Aigua, en Lucena del Cid.
Castellón. Comunidad Valenciana
...
Camino Natural del Guadiana
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Caminos Naturales de España
contaminación, los pesticidas y otras causas están provocando
No se puede decir sin embargo que la sociedad no haya puesto
una alarmante disminución de las poblaciones de abejas en
en marcha diversas iniciativas para intentar parar la pérdida
Europa, lo que a su vez está provocando también una reduc-
de biodiversidad, aunque los resultados obtenidos muestran
ción considerable en las cosechas.
que son todavía rotundamente insuficientes. Por mencionar
algunos de ellos, pensemos, a escala global, en el Convenio
Otro buen ejemplo del valor de la biodiversidad es la salud.
de la Diversidad Biológica o, a escala europea, en las distintas
Gran parte de las medicinas y de los remedios que utilizamos
directivas ambientales así como en los objetivos y estrategia
para nuestras enfermedades vienen de las plantas. Es ya clásico
en materia de biodiversidad o aún, a escala nacional, regional
el ejemplo de la aspirina, el fármaco más vendido del mundo y
y local, en toda nuestra legislación y en las diversas acciones,
del que se producen unas 50.000 toneladas al año, cuyo prin-
medidas y proyectos ejecutados. Todo ello es todavía insufi-
cipio activo proviene del sauce blanco y que simplemente no
ciente, lo que refuerza la urgencia y la necesidad de continuar
existiría si esta especie se hubiese extinguido antes de descubrir
aumentando los esfuerzos de protección en todos los ámbitos.
sus propiedades hace más de 150 años. Otro caso más reciente
es el de la vinca de Madagascar, planta de la que se extraen
Los Caminos Naturales juegan también aquí un papel muy
sustancias para la lucha contra la leucemia. Esta planta estaba
importante que se manifiesta en una doble vertiente. Por un
al borde de la extinción en su área de origen en Magdagascar.
lado, como estructuras naturales lineales que son, atraviesan
Para darnos cuenta de la importancia de su descubrimiento, los
distintos hábitats y ecosistemas, los interconectan, y facilitan el
científicos del teeb (The Economics of Ecosystems and Biodi-
refugio y desplazamiento de los seres vivos entre unos y otros,
versity) nos recuerdan que de los 392 niños con leucemia o lin-
potenciando las capacidades de unos y otros. Favorecen pues
foma que hay hoy en Londres, únicamente habrían sobrevivido
directa y claramente la conservación y mejora de la biodiver-
127 en el año 1970, mientras que esta cifra se elevaría hoy a 312
sidad. Algo imprescindible frente a la continua fragmentación
gracias a la vinblastina y vincristina procedentes de esta vinca.
de hábitats. Por otro lado, son una plataforma inmejorable
para la concienciación y sensibilización ciudadana con respec-
En otra esfera, podemos también recordar los más de 500 mi-
to a los beneficios que nos aporta la biodiversidad. Profundizar
llones de personas que para su subsistencia dependen de los
en este doble papel de los Caminos Naturales aportaría otro
corales (pesca, turismo, protección costera, etc.), hoy en franca
beneficio tangible en un ámbito en el que la humanidad tiene
y evidente regresión. En fin, se pueden encontrar todos los
una gran necesidad de acción.
ejemplos que se quiera sobre la vital importancia que la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas tienen para la supervivencia de la humanidad. Los riesgos a los que el hombre
se enfrenta si no consigue frenar este declive son pues graves.
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Caminos Naturales de España
Caminos con vida
Miguel Urbiola Antón
Mónica Ruiz Ascacíbar
Director General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja
Coordinadora y redactora de la revista Páginas de Información Ambiental
Una raída fotografía color sepia, guardada con mimo entre las páginas de un álbum familiar, muestra a una pareja cogida
de la mano. Ella, aprendiz en la fábrica de mantas de Ortigosa. Él, zagal en la vecina localidad de El Rasillo de Cameros. La
casualidad quiso que se conocieran en una romería y, desde entonces, sus vidas giraron en torno a un camino.
Cada atardecer, al terminar la faena, él tomaba el empedrado
carruaje, los caminos han hecho posibles romances, negocios,
sendero que separaba sus pueblos. Sin importar el frío o el
incluso guerras. La subsistencia diaria de generaciones enteras
calor sus albarcas fueron amoldándose a cada piedra y a cada
dependió de este contacto íntimo con ríos y riberas, con bos-
desnivel de un camino que fue testigo del devenir de sus vidas.
ques, matorrales y pastos.
Inconscientemente, acabó formando parte del paisaje de estos
montes del Camero Nuevo. Su retina repasó mil y una veces
En las últimas décadas, sin embargo, la mayoría de estos ca-
la silueta de cimas y lomas; interiorizó los tempos del bosque,
minos se fueron desvaneciendo, como el color de esas viejas
adivinando cuándo florecerían las prímulas o cuándo comen-
fotografías. Conforme la ciudad le ganaba inexorablemente
zarían a amarillear los hayedos; los cantos de las aves foresta-
protagonismo al medio rural, la gente se alejaba más de los
les acompañaron parte de sus pensamientos callados; incluso,
caminos, de los montes y, con ello, de los espacios naturales
aprendió a distinguir el sonido de las hojas de encinas, robles,
que atraviesan. Pero ahora la sociedad ha querido retomar su
pinos y hayas al ser mecidas por el viento.
relación con la naturaleza, su cultura y su historia.
El tiempo pasó y el muchacho, convertido ya en curtido ma-
La administración medioambiental riojana lleva varios años
yoral, emprendió los primeros viajes a extremos. Y sus pasos
trabajando en la recuperación y el acondicionamiento de vie-
se encaminaron a nuevas sendas. Cada año, a primeros de oc-
jos y nuevos caminos, aprovechando el tirón del turismo rural
tubre, su mujer veía su figura perderse al final de las cañadas
y el auge del senderismo, de la bicicleta de montaña y de todas
que lo llevarían hasta el sur, los mismos caminos que visitaría a
las actividades recreativas y de ocio que nos acercan a la natu-
diario, al llegar la primavera, esperando su regreso…
raleza. Una idea clave ha presidido esta apuesta por los caminos naturales: poner a disposición de la sociedad una red de
Como ellos, decenas de familias se han fraguado en las idas y
senderos capaz de satisfacer las ansias andariegas de cualquier
venidas por los cientos de caminos naturales que vertebran el
caminante. Itinerarios para recorrer en soledad, para disfrutar
territorio riojano. A pie en muchas ocasiones, a caballo o en
en compañía y para empezar a despertar en los más pequeños
...
en la página anterior
Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) en Autol. Camino Natural del Río Cidacos.
La Rioja
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...
La Reserva Natural de los Sotos
de Alfaro es uno de los espacios
protegidos más emblemáticos por
los que pasa el Camino Natural del
Ebro
...
Ortigosa de Cameros
Esta hermosa localidad riojana es un hito de la ruta Vía Romana del Iregua y también del GR 190 Altos Valles Ibéricos, un sendero de Gran Recorrido que transita
por los cursos altos del mismo Iregua, del Oja y del Cidacos. Los dos últimos acompañan el trazado de sendos Caminos Naturales
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Caminos Naturales de España
el cariño por el medio ambiente; senderos para los amantes
Los dos senderos de Gran Recorrido que discurren íntegros
de emociones fuertes e itinerarios accesibles para las personas
por territorio riojano constituyen el mejor ejemplo de estas
con movilidad más limitada. Todos encuentran en La Rioja
grandes rutas que nos acercan a la naturaleza más virgen e in-
su ruta.
tacta, pero con la tranquilidad de transitar por vías señalizadas
y seguras. El gr 93 Sierras de La Rioja atraviesa de este a oeste
Y es que, pese a su reducida superficie, el territorio riojano
toda la media montaña riojana recorriendo sus siete valles y
ofrece a los aficionados al senderismo un sinfín de posibilida-
decenas de pueblos, todos ellos cargados de historia como vi-
des. Una situación afortunada, a medio camino entre la Espa-
llas de realengo, señoríos y solares nobiliarios. Los senderistas
ña atlántica y la mediterránea, y la variabilidad de su relieve
más entrenados cuentan también desde el pasado 2010 con el
hacen de ésta una tierra de contrastes donde tan sólo decenas
gr 190 Altos Valles Ibéricos, un gratificante encuentro con las
de kilómetros separan las gélidas cumbres del San Lorenzo de
alturas de los valles del Oja, Najerilla e Iregua que permite al
los paisajes esteparios de La Rioja Baja, o las fértiles vegas del
caminante penetrar en las montañas más elevadas de La Rioja
valle del Ebro.
y coronar sus principales cimas. En el capítulo de los grandes
recorridos no podemos olvidar la milenaria vía romana del
En este variopinto y colorido lienzo hemos ido dibujando una
Iregua, heredera de parte de la ruta que pudieron usar hace
red de senderos que supera en la actualidad el medio millar
dos mil años las poblaciones romanas para comunicar Vareia
de kilómetros y en la que conviven grandes rutas, senderos
con Numancia y que hoy es una invitación a conocer nuestro
de longitud variable que enlazan pueblos o parajes de interés,
pasado a pie, a caballo o en bicicleta.
y pequeños paseos que nos ayudan a conocer algunos de los
Junto a ellos, uno de los logros de los que la administración
rincones con encanto que esconde la geografía riojana.
medioambiental riojana se siente más orgullosa es la puesta en
Estremecerse ante la majestuosidad de una cima nevada, me-
marcha de un heterogéneo grupo de senderos, menos exigen-
cer nuestros sentidos al compás del agua transparente de los
tes pero no por ello menos atractivos, que cada fin de semana
arroyos, descubrir ermitas abandonadas y aldeas en las que
consigue poner en marcha a miles de caminantes. Aquí estarían
perece haberse detenido el tiempo… son sólo algunas de las
las vías verdes del Oja, del Cidacos y de Préjano, esos caminos
sensaciones que esperan al caminante en cualquiera de las
por los que antaño discurrían modestas locomotoras de carbón
grandes rutas que atraviesan de este a oeste, de norte a sur el
y que ahora se han convertido en agradables senderos de suaves
suelo riojano. Recorridos pensados para hacer sin prisa, etapa a
pendientes y amplias curvas; la red de senderos del Parque Na-
etapa, empapándose de la esencia de una tierra, como hicieran
tural de la Sierra de Cebollera y la Reserva Natural de los Sotos
nuestros antepasados y que son, además, una forma de atraer
del Ebro en Alfaro, los dos espacios naturales protegidos más
caminantes de todas las nacionalidades y regiones a nuestros
emblemáticos del territorio riojano; los senderos de San Millán
pueblos y a los negocios que los mantienen vivos, esperanza-
de la Cogolla, que nos acercan a los orígenes de nuestra lengua;
dos por las posibilidades que pone a su alcance esta forma de
senderos autoguiados para «perderse», folleto en mano, por ca-
viajar y hacer turismo.
lles y plazas, sotos, riberas, bosques o majadas…
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...
Peñas de Arnedillo. Camino Natural
del Río Cidacos. La Rioja
...
Pasarela peatonal que cruza el río Cidacos para visitar el santuario de Nuestra Señora de Vico. Arnedo. La Rioja
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Caminos Naturales de España
Mantener en perfecto estado esta amplia y variada maraña de
las claves de nuestro pasado, y en la voluntad de redescubrirlo
caminos exige una cuidada planificación de los itinerarios y su
a cada paso, de volver a valorarlo, y de protegerlo, el futuro del
señalización, una constante labor de mantenimiento y un im-
medio natural y de muchos de nuestros pueblos.
portante esfuerzo de difusión mediante libros, revistas, folletos
y, cada vez más, nuestra página web, donde se pueden descar-
No es la meta lo que vale, sino disfrutar del camino y aprender
gar, incluso, los tracks en gps de casi todas nuestras rutas.
de él todo lo que esté dispuesto a ofrecernos. Por eso, La Rioja
diseña, gestiona y mantiene sus senderos como lo que son:
Hoy ya nadie duda de que el senderismo es una herramienta
escenarios a la espera de actores, espacios para el aprendizaje,
clave de sensibilización y concienciación ambiental y eso, en
para el deporte, para la diversión. Caminos en los que, de nue-
una región con más de dos tercios de su territorio incluidos en
vo, se gestan historias y se forman vidas.
la Red Natura 2000, es argumento más que suficiente. Aunque
no el único. En los montes y en el medio rural están también
...
Zona de Puente Ra, en Villoslada de Cameros
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Caminos Naturales de España
...
En el Camino Natural del Río Cidacos (La Rioja), la población de Quel ha desaparecido bajo las nubes, sobre las que descuella su castillo
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El camino del Ebro
Cantabria, Castilla y León, País Vasco,
La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña
Juan Manuel Arnal Lizarraga
Confederación Hidrográfica del Ebro
Tener la suerte de poder unir la profesión y la diversión es
un privilegio. Yo he tenido esa suerte, como niño zaragozano
que nació cerca de la ribera del Ebro, nadó, pescó y remó en
sus aguas, para más tarde desarrollar casi toda la vida profesional en la confederación hidrográfica que gestiona su cuenca y añadir la satisfacción de haber participado en la aventura
colectiva de poner en marcha este Camino Natural. Parece
una osadía pretender haber redescubierto este camino de las
riberas del Hiberus flumen romano, transitado y navegado
durante más de dos milenios, puerta de civilizaciones y lugar
de confrontaciones, cauce de vida de los hombres y de la
naturaleza, en donde se une la veneración al mito del Padre
Ebro con sus leyendas y la realidad de domeñar (o al menos
intentarlo) sus aguas.
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Caminos Naturales de España
Esta vía atraviesa directamente siete de las nueve comunidades
río fue línea de frontera, pero también entrada de caminantes
autónomas que conforman el territorio de la cuenca del Ebro:
hacia Santiago, como lo atestigua el portal del Romeu, paso
Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra,
de entrada de los peregrinos a la ciudad, que arribaban por la
Aragón y Cataluña. Las otras dos comunidades, Castilla-La
antigua ruta de navegación costera desde Amposta. Sobre el
Mancha y la Comunidad Valenciana también conectan con el
puente metálico tortosí, vemos el extraño monumento situado
camino indirectamente, mediante los cauces de los afluentes
en el centro de las aguas, recordatorio de que también fue un
en las cabeceras de los ríos Jalón y Guadalope, respectivamen-
río de sangre en la batalla del Ebro. En la cercana población de
te. En su día, la colaboración entre la Federación Española de
Xerta, un azulejo con marcas y fechas adosado a la puerta de
Deportes de Montaña y Escalada, las administraciones auto-
su iglesia nos indica la altura de las numerosas riadas históricas
nómicas y locales, la Confederación Hidrográfica del Ebro y
desde 1617. El camino discurre por las Terres de l´Ebre entre
el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino
mandarinos y naranjos por una antigua vía de ferrocarril, en la
supuso recuperar y mantener la continuidad de los más de no-
que también confluye el Camino Natural del Baix Ebre, hasta
vecientos kilómetros de su trazado.
que, una vez pasados los congostos que abren el paso del cauce
por las cordilleras Costero Catalanas hacia el mar, el valle se
Si se me permite, recorreremos el río Ebro en estas breves lí-
abre bajo la protección del castillo templario de Miravet. En
neas, señalando los hitos y parajes del trayecto que más me
esta población nos encontramos con uno de los en otro tiempo
fascinan o motivan, en la creencia de que al lector o caminante
abundantes pasos de barca en toda la ribera, que la comunica
le ayudarán a descubrir conmigo esa magia que impregna sus
con la vecina Rasquera, sita en la otra orilla.
orillas. Para ello comenzaré desde su desembocadura para remontar en busca de sus fuentes. En el delta, a escasos metros
Entre vides y frutales, el vapor humeante de la imponente
del mar, el camino discurre entre arrozales y su escasa altura
chimenea de la central nuclear de Ascó nos indica que el río
sobre las aguas hace que en primavera, con el caudal alto y
también es fuente de energía. La misma energía que se vuel-
los arrozales encharcados, más que andar sobre la tierra firme
ve hidráulica al entrar en tierras aragonesas con los embalses
nos cree la ilusión de navegar, al tener a la par y a la altura
de Ribarroja y Mequinenza, cuya construcción en los años 60
de la vista las embarcaciones que lo surcan y, a los pies, las
supuso la inundación de los antiguos pueblos de Fayón y Me-
aves acuáticas que se alimentan en los arrozales. Pasando por el
quinenza, con el sacrificio de un modo de vida y rica histo-
minimalista puerto pesquero fluvial de Deltebre, se piensa en
ria de unos, para generar riqueza y seguridad de otros muchos
las miles de avenidas que durante siglos han conformado esta
aguas abajo. En la localidad de la nueva Mequinenza y bajo
llanura deltaica, sus lagunas y bocas; con un poco de suerte,
su imponente castillo, rememoramos la antigua navegación
nos sobrevolarán los rosados flamencos que se refugian en la
de los llaüts, embarcaciones de madera cargadas de carbón, y
cercana laguna de El Garxal.
con ellas, la vida de los hombres y mujeres de la ribera, vida
sobriamente reflejada en la novela Camí de sirga del escritor
Continuando hasta Tortosa, bella ciudad situada a los pies de
Jesús Moncada. Las aguas del embalse nos acompañan durante
la fortificación musulmana de la Zuda, su castillo indica que el
decenas de kilómetros de este «mar dulce» rodeado de montes
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Caminos Naturales de España
de pinares y matorral donde abundan los ciervos, corzos y ja-
Los frondosos sotos y los campos de labor nos acompañan
balíes; sobre sus aguas es habitual la presencia de pescadores
hasta la muga con Navarra, flanqueada la margen izquierda
deportivos de varios países que se afanan en capturar a «los
del río por los altos cortados de blanquecino yeso que caen
monstruos acuáticos», los grandes siluros de varias decenas de
sobre el río y, en la derecha, por la poderosa silueta del Mon-
kilos introducidos ilegalmente en la década de los 70.
cayo, que con sus más de 2.300 m domina todo el valle. Ya
en Navarra, el azud de Pignatelli, en el hermoso paraje de El
Atravesamos una zona del valle del Ebro que, por sus carac-
Bocal, en Fontellas, es el nacimiento del Canal Imperial de
terísticas climáticas, nos traslada a zonas desérticas, sólo ferti-
Aragón, vestigio vivo del intento ilustrado e inacabado de unir
lizadas con las aguas elevadas del río, como vemos en la anti-
el Ebro medio con el Mediterráneo mediante la navegación, y
gua noria del monasterio cisterciense de Rueda, en Escatrón.
hoy en día solamente con uso para regadío y abastecimiento.
Caminando por las motas de defensa que protegen campos y
El palacio de Carlos V, sobre los vestigios del primer azud, y
poblaciones, ya cerca de Zaragoza, seremos conscientes de la
la antigua posada del poblado decimonónico nos rememoran
fuerza del río y viendo sus meandros abandonados, los gala-
esa navegación que mediante tiro de caballerías remontaba las
chos, también nos percataremos de su capacidad de generar
embarcaciones desde Zaragoza.
vida; los carrizales, tamarices, mimbreras y otras plantas de
ribera amparan a las aves, mamíferos y reptiles. En los bajíos
Nuevamente cruzamos otro buen puente de piedra en Tudela,
donde el agua «ríe», las siluetas de numerosas cigüeñas, garzas
de diecisiete arcos. Atravesando su feraz huerta continuamos
y garcetas se destacan sobre el verde fondo, dedicadas a la pesca
entre sotos y meandros por el amplio valle. Aquí, de nuevo,
con sus picos al paso de barbos, carpas, alburnos y madrillas.
confluye el trazado de otro Camino Natural que, aprovechando el trazado de una antigua línea ferroviaria, nos acerca a las
Ya estamos en Zaragoza, mi querida ciudad, en su puente de
faldas del Moncayo por la ribera del río Queiles, para unir al
Piedra y, viendo sus tajamares, se aprecian en sus piedras cali-
Ebro con el Duero por el Camino Natural del Agua Soriano-
zas los vestigios de las grandes avenidas que lo han destruido
Camino Antonino. En la cercana Castejón y en la desembo-
en varias ocasiones, como se refleja en el cuadro, conservado
cadura del río Aragón, el dicho popular «Arga, Ega y Aragón
en el Prado, de Juan Bautista Martínez del Mazo, en donde se
hacen al Ebro varón» nos habla de los fuertes caudales que
plasma el puente destruido en la riada de 1643. De pequeño y
aportan estos ríos, dando al Ebro gran parte de su poder. Por
sobrecogido, pude presenciar la avenida de enero de 1961 que
sus aguas descendían las almadías formadas con los troncos
inundó decenas de miles de hectáreas, con el desalojo de al-
de los montes pirenaicos, como sucedía también en los ríos
gunas poblaciones en toda la ribera. Esta riada, con un caudal
aragoneses del Gállego y Cinca –aquí se denominaban navatas
de más de 4.000 metros cúbicos por segundo, contrasta con
a estas efímeras plataformas de troncos–. No sólo se descendía
los menos de 30 que discurren bajo el puente en los estiajes;
su cauce sino que también se remontaba, en algún caso para el
en esos días la fuerza de las aguas formó el hoy espacio natural
saqueo; en el año 859 una incursión normanda (o vikinga, si
protegido del galacho de Juslibol, meandro abandonado por el
se prefiere), remontando el Ebro desde Tortosa, luego el Ara-
río que atravesaremos en nuestro caminar.
gón y su afluente el Arga, llegó hasta Pamplona, atacando la
...
en la página anterior
Delta del Ebro. Tarragona. Cataluña
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...
Cencellada invernal en los sotos del Ebro en Tudela. Navarra
...
El Ebro a su paso por tierras de
San Asensio. La Rioja
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Caminos Naturales de España
población y secuestrando a su monarca. Como se ve, el río y
Volvemos a entrar en el País Vasco. Por la margen izquierda
su camino siguen hablándonos de historia, mientras contem-
llegamos a Fontecha con su recia torre del Conde de Ordaz.
plamos la riqueza natural de las riberas, que en muchos de
El río, otra vez, es represado para producción hidroeléctrica.
estos tramos navarros son espacios naturales protegidos de la
Entre los saltos y presas, destaca el embalse de Sobrón, situado
europea Red Natura 2000.
en el espectacular congosto formado al atravesar los montes
Obarenes, con sus masas calizas colgadas sobre la lámina de
Entramos en La Rioja, en Calahorra, la prerromana Calagurris
agua. Dejando atrás la vieja central nuclear de Santa María
Nasica, de rica historia y leyendas tal como lo recoge el escri-
de Garoña, que refrigera sus instalaciones con las aguas del
tor, periodista y amigo José Ramón Marcuello en su obra de
embalse, nos adentramos por el valle de Tobalina; el espacio
interesante lectura Mitos, leyendas y tradiciones del Ebro. Aquí,
es más abierto y las villas y lugares de estas tierras castellanas
también podremos remontar el río Cidacos por su Camino
están colmadas de casas solariegas y blasonadas fachadas. Ya
Natural y, ya en Logroño, otro puente de piedra; en este caso
en Frías cruzamos el impresionante puente fortificado, bajo la
es vía principal de paso del Camino de Santiago, que desde
vigilante silueta de la torre del castillo enrocado sobre la villa.
los puertos pirenaicos de Roncesvalles, en Navarra, o desde
Nuevamente, otro paso, el contundente puente medieval de
el aragonés de Somport confluyen en el cruce del río Arga en
Pesquera de Ebro, nos conduce a las hoces del Alto Ebro y
la navarra Puente la Reina. Continuamos por la vega riojana
del río Rudrón, con espectaculares parajes de escarpados ro-
y llegamos al espectacular meandro en la base del escarpe de
quedos, sobrevolados por los buitres leonados y alimoches. Es
la localidad de Briones, circundados de un paisaje alomado y
obligado detenerse en Orbaneja del Castillo y disfrutar de este
cuajado de vides. Atravesando las denominadas Conchas de
lugar de extraña belleza con su caserío colgado bajo la roca.
Haro, farallones calizos que el río rasga, para adentrarnos brevemente en Álava. El paisaje cambia nuevamente a un verde
Entramos en Cantabria por el valle de Valderredible. En San
más intenso, ya que el clima más húmedo permite una cober-
Martín de Elines el camino pasa a la vera de su colegiata del
tera de frondosas sobre la sierra de Cantabria. Es aquí donde
siglo xii, de reducido tamaño pero de hermosa factura y de
nuestro camino confluye con otra ruta histórica que desde
interesante historia. El caminante, abrumado por la belleza del
Irún, por el Camino de Santiago Vasco del Interior o Ruta de
paisaje y la sucesión de poblaciones con recias casonas bien
Bayona, era y es recorrido por caminantes hasta su entronque
conservadas y numerosos monumentos civiles y religiosos,
con la ruta jacobea principal en Santo Domingo de la Calzada.
también puede disfrutar de la diversión que, en estos tramos,
supone la práctica del descenso de embarcaciones de deportes
La burgalesa Miranda de Ebro nos recibe con la pequeña lagu-
de aventura que permite la morfología del cauce y los desem-
na endorreica de Bayas, en cuyo carrizal se refugian las anáti-
balses de la cercana presa de cabecera.
das, batidas por los aguiluchos laguneros. El puente de Carlos
III nos lleva al casco antiguo y a la Picota, lugar que domina la
Llegamos al embalse del Ebro, situado en las inmediaciones
ciudad y, como su nombre indica, punto de ajusticiamiento y
de Reinosa; su construcción conllevó el tributo de parte de los
escarnio de la justicia medieval.
habitantes del valle, que vieron inundadas sus casas y campos.
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Caminos Naturales de España
Con él, se garantiza la irrigación de más de 100.000 hectáreas,
do las aguas primeras del Ebro determinado origen, pues todas
mediante las tomas directas del río de los canales de Lodosa,
ellas provienen de los ventisqueros y filtraciones de montaña,
Tauste, Imperial y del Delta, así como de otras acequias meno-
he creído que debía colocarse el origen de dicho río donde el
res y elevaciones, sin olvidar que aún hoy se suministra el agua
Hijar empieza a llevar este nombre, que como se ha dicho, es
de abastecimiento a varios cientos de miles de habitantes ribe-
en el puente de Riaño».
reños. La lámina de agua es contorneada por el suave relieve de
las orillas del embalse, en un abierto valle con verdes pastizales
Pero el camino se ha terminado, es el kilómetro 0 o el 930 de
donde pacen vacas y caballos, con el fondo, al noroeste, de la
nuestra ruta, en este frondoso paraje en donde manan las aguas
sierra de Peñalabra con el Pico Tres Mares de 2.195 m de altitud
bajo las rocas de sus orillas, lugar muy visitado por un laico pe-
y su estación de esquí del Alto Campoo.
regrinar, el caminante descansa y se reconforta o se inicia en
la aventura. El Ebro y su camino nos esperan para disfrutar de
Una vez atravesada la ciudad de Reinosa, y en sus cercanías,
sus paisajes, historia y gentes. Su curso es tan rico que, en todo
al fin llegamos a las fuentes del Ebro: Fontibre, la Fons Hiberi,
su recorrido o en parte de sus tramos, nos sorprenderá. Espero
nacimiento querido y convencional del río, ya que como des-
que estas someras pinceladas de mis «paisajes preferidos» les
cribió en 1863 el ingeniero Pedro Antonio de Mesa en su Re-
animen a recorrer este hermoso Camino Natural.
conocimiento hidrológico del valle del Ebro, el verdadero origen
está en las estribaciones de Peñalabra: «(…) así que, no tenien-
...
Meandros del Ebro en su curso medio
...
en la página anterior
Nacimiento del río Ebro. Fontibre.
Cantabria
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Caminos Naturales de España
...
Orbaneja del Castillo. Burgos. Castilla y León. Camino Natural del Ebro
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El río Tajo
Corriente de gentes junto al camino del agua
Aragón, Castilla-La Mancha,
Comunidad de Madrid y Extremadura
Ángel Vela Laína
Director Conservador del Parque Natural Alto Tajo
El río Tajo comienza su discurrir en Fuente García, Teruel,
en el núcleo del Sistema Ibérico meridional y aquí, no podría ser de otra manera, comienza a fluir también el Camino
Natural del Tajo, señalizado y homologado como sendero de
Gran Recorrido gr-113. Desde aquí y durante más de 1.095
kilómetros, siguiendo el Camino Natural, una corriente de
personas acompaña al agua en su caminar empapándose de
Tajo, mezclándose el río con su pasado y sus esperanzas, formando una corriente compleja que irá atravesando alguno de
los enclaves mejor conservados de la Península Ibérica, zonas
donde siglos de historia se reflejan en las aguas tranquilas del
Tajo y otras donde el gran Tajo ha sido domesticado despojándole de su lado más salvaje. Te invitamos a convertirte en
una gota más que recorre el camino del agua, que camina (o
pedalea) uniéndose a una corriente cuyo único objetivo es
tan inexplicable e inabarcable como el mar…
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Caminos Naturales de España
… todas las gotas, las que empapan las copas de pinos y sa-
peregrinos y una de las mejores poblaciones europeas de
binas, las que salpican el rocoso suelo para más tarde colarse
alimoche para ubicar sus nidos.
por sus fisuras. Las gotas que horadan simas, cuevas y torrentes subterráneos, las que construyen estalactitas y colapsan
La buena calidad de las aguas de los cursos fluviales del Alto
cavidades para más tarde manar por manantiales adornados
Tajo y la humedad que el río proporciona a sus márgenes
de toba. La gotas que escurren por las empinadas laderas,
permite la aparición tanto de espesos bosques de ribera
primero solas, más adelante formando hilillos que más aba-
como de valiosas comunidades de vegetación acuática que
jo se encajarán en vallejos y arroyadas, ramblas y barrancos
se mecen en su lecho pedregoso. En estos auténticos vergeles
tapizados de pino y boj, para más adelante formar pequeños
acuáticos encuentran su hábitat ideal truchas, bogas, barbos
arroyos, más adelante, ríos, más adelante, Tajo. El Tajo es
y cachuelos, que se alimentan de numerosos invertebrados
todas esas gotas y las que vendrán.
acuáticos. Entre ellos, destaca la presencia del escaso cangrejo
de río autóctono, que en pocos años ha pasado de generar
El Tajo y sus afluentes, en su juventud, son la parte visible
importantes ingresos para la zona, gracias a su pesca, a ser
de un enorme sistema que se alimenta de agua de lluvia y de
considerado una especie amenazada.
deshielo a través de un sistema cárstico de dolinas y sumideros y que, tras recorrer una compleja red de simas, cuevas y
Los bosques de ribera acompañan los cursos fluviales del
torrentes subterráneos, vuelve a manar para formar los arro-
Alto Tajo formando estrechas bandas que se extienden pocos
yos y ríos.
metros más allá del cauce fluvial. En estos bosques y en sus
zonas de contacto con el agua encuentran refugio y alimento
Nacido con timidez, de las entrañas del Sistema Ibérico,
caballitos del diablo, libélulas y una infinidad de insectos.
en unos húmedos pastizales que ocupan el fondo de una
Éstos, a su vez, son el alimento de aves como mitos, peti-
gran dolina salpicada de pinos silvestres y sabinas rastre-
rrojos, mosquiteros, mientras que nutrias, mirlos acuáticos y
ras. Transcurre en sus primeros tramos como un torrente
lavanderas consiguen su alimento sumergiéndose en las frías
más, bajo la indiferente mirada de alguna de las últimas
aguas del río.
ganaderías trashumantes de Europa. Poco tardará el río en
mostrar la cara más agreste de su recorrido por la penínsu-
Poco antes de que el Tajo atraviese el airoso puente medieval
la, a los pocos metros de entrar a dividir las provincias de
de Trillo, el Alto Tajo se convierte en el «Tajo de la Alcarria».
Guadalajara y Cuenca y, ya dentro del Parque Natural del
El característico relieve alcarreño, esa sucesión de muelas y
Alto Tajo, discurre brioso por un espectacular cañón fluvial
cerros testigos tapizados por extensos quejigares y pintores-
que le acompañará durante todo su recorrido por este espa-
cos valles agrícolas son atravesados por un Tajo menos brioso
cio protegido. Durante todo este trayecto el río va perma-
pero más caudaloso. Bajo la sombra de las Tetas de Viana el
nentemente flanqueado por espectaculares hoces y cañones
río comienza a ser domesticado: una sucesión de embalses,
calizos que determinarán un abrupto paisaje aprovechado
Entrepeñas, Bolarque y Almoguera, que restan naturalidad
por águilas reales y perdiceras, buitres leonados, halcones
pero no belleza al curso fluvial; sotos y carrizales de quietas
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Caminos Naturales de España
aguas son hogar y cuartel de invernada de numerosas aves
tilos en sus tramos altos y sauces y álamos en sus tramos bajos,
acuáticas y espejo donde se reflejan los paredones calizos de
acompañan al Tajo desde su nacimiento hasta su desemboca-
la sierra de Altomira.
dura. Estos sotos quedan como elocuentes testigos de un río
con un pasado más salvaje y unos pobladores más respetuosos.
El río entra en Madrid, buscando desesperadamente la sombra
de los jardines y sotos de Aranjuez. Este conjunto histórico ar-
Dejando atrás Talavera de la Reina y Oropesa, y cuando parece
tístico, lugar de descanso de la dinastía borbónica desde el siglo
que el río no va a aguantar más la tantas veces agresiva mano
xviii, vuelve su mirada al río para regar sus huertas y frondosos
del hombre, el Tajo vuelve a tomar aire con la entrada en Mon-
jardines y para alimentar sus fuentes. Tras este oasis de natura-
fragüe, ya en Extremadura. Aquí, como si fuese un perezoso y
leza ordenada, continua el Tajo su transcurrir por yermos cerros
domado animal consciente de su fuerza y su instinto, parece
yesosos, hogar de modestas pero especializadas plantas gipsí-
sacudirse de gran parte de sus agresiones para recuperar su an-
colas. En esta zona, el Tajo atraviesa alguno de los parajes con
tigua exhuberancia.
mayores densidades de caza menor, la abundancia de perdices,
liebres y conejos han hecho de estos ásperos paisajes cazaderos
El Tajo extremeño tiene como puntos álgidos el Parque Na-
de reyes y de grandes rapaces.
cional de Monfragüe, primero, y más tarde, el Parque Natural
del Tajo Internacional, que enmarca el lento y ancho discurrir
Llegamos a Toledo, una acumulación de historia que parece
de la corriente con un soberbio paisaje de dehesas extremeñas.
haber sido depositada allí por el mismo río a través de los siglos,
Vastos encinares más o menos adehesados y espesas manchas
como una gran montaña de sedimentos históricos: romanos,
de monte mediterráneo de madroños, durillos, alcornoques y
sefardíes, visigodos, musulmanes, cristianos... Su resultado,
quejigos dan cobijo a numerosas especies de mamíferos, como
uno de los conjuntos culturales más interesantes y diversos de
ciervos, gamos, meloncillos y algunos de los últimos linces ibé-
Europa. Tras dibujar una poderosa curva que abraza a la ciudad
ricos. Las copas de corpudas encinas y alcornoques que des-
imperial, el Tajo transcurre por un infinito valle agrario donde
tacan en las manchas de bosque mediterráneo y los roquedos
distintos cultivos aprovechan sus aguas, y una sucesión de em-
que despuntan son elegidas para nidificar por águilas imperia-
balses terminan de remansar una corriente en la que la huella
les, buitres negros y cigüeñas negras, además de otras muchas
del hombre se va notando más y más, y no siempre es una
grandes rapaces como águilas culebreras y calzadas, azores o
mano respetuosa… Mientras, en sus limosas aguas, los barbos
elanios azules, que hacen de este territorio uno de los luga-
tantean con sus bigotes el lecho en busca de alimento; en la
res más espectaculares de la naturaleza salvaje europea. Así, el
orilla, los frondosos sotos de añosos sauces y álamos a menudo
Tajo, recordando su proverbial generosidad para generar vida
son las únicas formaciones arbóreas de las inmediaciones y son
a su alrededor, deja de llamarse Tajo para denominarse Tejo
vitales para la fauna que encuentra en ellos refugio y alimento.
al entrar en Portugal. Este río adulto y que tantos paisajes ha
Estas formaciones son de gran importancia como corredores
reflejado su cauce discurre perezoso hasta su desembocadura
ecológicos dando una continuidad vegetal al río, ya que, aun-
en Lisboa, lamiendo siglos de historia, bajo la atenta mirada de
que varían las especies que las componen, abedules, fresnos y
bandadas de flamencos que pueblan su estuario.
...
en la página anterior
Río Tajo y Peña Colorada en el Parque Natural del Alto Tajo
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...
Salto de Poveda. Alto Tajo
...
Son muchos los puntos de su recorrido, sobre todo, en el Alto Tajo, donde el río hace honor a su nombre, excavando en la tierra profundos cortes para buscar
una salida, lejana, hacia el Atlántico
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Caminos Naturales de España
El río Tajo, con su recorrido de más de mil kilómetros, supe-
sos espacios protegidos en España y Portugal y sufre severos
ra un desnivel de casi 1.700 metros, alberga una apabullante
impactos producidos por el hombre. Las ciudades y sus habi-
diversidad natural y patrimonial, en sus riberas hunden raíces
tantes lo veneran y lo degradan. El río Tajo y el camino que lo
especies de árboles tan distintas como abedules y alcornoques,
acompaña a pocos metros son un torrente de paisajes, historia,
en sus aguas se alimentan desde el mirlo acuático hasta los
diversidad y contradicciones, ingredientes imprescindibles de
flamencos y su corriente ha labrado cañones y valles cuya va-
cualquier gran viaje.
riedad de aves y de plantas es mayor que la de muchos países
europeos; divide la Península Ibérica en dos mitades iguales
y opuestas, divide Castillas y refleja castillos. Riega numero-
...
La ciudad de Toledo abrazada por el Tajo
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Caminos Naturales de España
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Río Tajo desde el Salto del gitano. Parque Nacional de Monfragüe. Cáceres. Extremadura
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La Senda del Pastoreo
Una incursión por la apasionante
cultura pastoril de nuestros antepasados
en el anillo de las Tierras Altas
País Vasco, Navarra y Castilla y León
María Elena Gómez Chico
Jefa del Servicio de Medio Ambiente y
Biodiversidad de la Diputación Foral de Álava
Rodeando la gran Llanada alavesa, y adentrándose en las
vecinas tierras de Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra, se eleva una
corona de montañas que atesora una extraordinaria naturaleza y unos armoniosos paisajes que sus pobladores han sabido
conservar a lo largo de los siglos. Si a vista de pájaro pudiéramos dominar en su integridad el entorno por el que transcurre esta gran ruta, guiados por las grandes rapaces que surcan
sus cielos, no dejaría de asombrarnos el territorio a explorar.
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Caminos Naturales de España
Frondosos bosques, prados de altura, farallones y cortados,
la rodea. Un 65% de su trazado discurre por espacios natura-
árboles centenarios, cuevas, arroyos cristalinos... caracterizan
les protegidos: parques naturales, zonas de especial protección
estas hermosas áreas de montaña que forman parte funda-
para las aves, humedales, paisajes singulares y sobresalientes,
mental del acervo cultural, histórico y patrimonial de sus ha-
en una sorprendente sucesión que paso a paso nos lleva a des-
bitantes. El vínculo de éstos con sus Tierras Altas, no sólo se
cubrir múltiples ambientes; desde el mundo genuinamente
ha forjado por los valores patrimoniales que guardan y por los
atlántico con sus formaciones vegetales asociadas (hayedos,
recursos naturales que desde tiempos inmemoriales sus pobla-
robledales, prados húmedos…) hasta los típicamente medi-
dores han sabido aprovechar, sino que va más allá y se nutre
terráneos (encinares, espinares y enebrales), pasando por los
de vínculos y lazos históricos, religiosos e identitarios.
peculiares mosaicos de transición.
El trazado de la Senda recorre el anillo de montañas que se si-
Pero es particularmente el legado etnográfico y cultural, que
túa en la parte centro-meridional del País Vasco, junto con sus
el ancestral manejo pastoril de estas tierras ha contribuido a
conexiones naturales hacia Burgos (valle de Losa) y Navarra
crear, el que aporta el sello de identidad de la ruta. La Sen-
(sierras de Urbasa y Aralar). Se trata de un espacio realmente
da es una invitación al conocimiento de la legendaria cultura
singular del norte de la península, derivado del excelente esta-
pastoril de nuestros antepasados, a no dejar en el olvido los
do de conservación de su medio natural y de la entidad y gran
extensos conocimientos acumulados por muchas generacio-
diversidad de sus paisajes.
nes que han vivido respetando y conservando su entorno, con
una sabiduría y una ética en el uso de la tierra y sus recursos
«El umbral vasco», como se denomina a esta zona de transi-
olvidadas en demasiadas ocasiones por nuestra sociedad ac-
ción por su estratégica situación biogeográfica, ha sido iden-
tual. Y no sólo es un homenaje al pasado, sino que revela
tificado como eslabón clave para posibilitar la conectividad
cómo aún en la actualidad estas prácticas perduran y se pro-
biológica de los ecosistemas de montaña europeos dentro de
yectan a futuro, como lo atestigua la Escuela de Pastoreo de
la conocida iniciativa del Gran Corredor de Montaña Cantá-
Arantzazu (Artzain Eskola) por donde pasa nuestro itinerario,
brico-Pirineos-Alpes, auspiciada por el Consejo de Europa y
un referente mundial en la capacitación y proyección social
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
de la figura del pastoreo.
La iniciativa aboga por la conservación y puesta en valor de
este entorno montano, nexo de unión entre cordilleras, y de
Podremos disfrutar también de la arquitectura propia del ma-
su valioso patrimonio natural e inmaterial asociado. La Senda
nejo pastoril como las majadas (pequeños poblados de pasto-
del Pastoreo juega un papel trascendental en ello al abrir este
res), las txabolas o txaulas (unidad doméstica tradicional), las
territorio, de una forma respetuosa, al conocimiento y disfru-
mangas para recogida del ganado y tratamientos sanitarios,
te públicos.
las loberas para captura de lobos y los muros erigidos al modo
tradicional, de piedra seca y con diferentes formas de cons-
Uno de los aspectos más destacados de la Senda es la imbrica-
trucción, como se aprecia al comparar los del valle de Losa
ción de su trazado con la red natural e histórico-cultural que
con los de Iruña de Oca, Arkamo o Urbasa.
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Caminos Naturales de España
Especial atractivo otorga también a la ruta su inestimable
El gr-282, como así se ha catalogado la ruta por la Federación
patrimonio arqueológico. Desde la magia de los dólmenes,
Española de Deportes de Montaña y Escalada, es una travesía
menhires y túmulos, auténticos vigías del pasado, como los
que no ofrece especiales dificultades ni exige altos niveles de
conjuntos megalíticos que encontraremos en las sierras de
preparación, pero sí requiere unas condiciones físicas mínimas
Urbasa-Andía y Aralar o aquellos otros elementos aislados
por la longitud de sus etapas y desniveles puntuales en cier-
que nos sorprenderán a lo largo de nuestro periplo, como el
tos tramos. El trazado diverso y repleto de alicientes permite
menhir de Arlobi en Arraba, hasta las antiquísimas calzadas
su disfrute por todos los públicos, incluso para aquéllos que
como la de San Adrián en la ruta del Camino de Santiago,
buscan retos más deportivos, complementando la andada con
en las cercanías del famoso paso esculpido en la roca en la
la ascensión a las cimas más cercanas. Cumbres emblemáticas
muga que separa Álava con Gipuzkoa, o la calzada medieval
de nuestra geografía como el Aizkorri, el Aratz, Pagogan, San
de Bernoa que constituyó un importante paso de comunica-
Donato, Pico Ballo, Cruceta o Gorbeia, entre otras muchas,
ción entre la Sakana Navarra y Gipuzkoa.
pueden complementar la travesía. También es posible enlazar
en distintos puntos de la ruta con otros Caminos Naturales
La Senda del Pastoreo se configura como un sendero de Gran
e itinerarios montañeros de interés como el gr-1 «Sendero
Recorrido de 484 kilómetros de longitud que, en itinerario
Histórico», el gr-25 «Vuelta a la Llanada a pie de Monte», el
circular, discurre por tierras alavesas a lo largo de casi la mi-
gr-38 «Ruta del Vino y del Pescado» y la Vía Verde del anti-
tad de su trazado (210 km), guipuzcoanas (67 km), vizcaínas
guo ferrocarril Vasco-Navarro.
(41 km), burgalesas (70 km) y navarras (96 km). La ruta se
divide en 19 etapas y tres variantes, lo que permite diversificar
La Senda paso a paso
la marcha y garantiza el alojamiento y servicios en los inicios
y finales de etapa, además de los existentes en otras poblacio-
La primera etapa se inicia en el santuario de Arantzazu,
nes intermedias.
un lugar con una marcada significación espiritual dentro
del País Vasco. Desde un primer momento la ruta se in-
Su trazado discurre por vías rurales, sendas de montaña y an-
terna en el Parque Natural de Aizkorri-Aratz, mostrando
tiguos caminos carretiles, veredas y coladas utilizadas desde
toda la biodiversidad de este espacio. El recorrido discurre
antiguo para el tránsito del ganado. No en vano los recorridos
bajo las sierras de Elgea y Urkilla atravesando la ladera nor-
que nos ha traído el pastoreo hasta nuestros días unían las
te, esculpida por profusos barrancos, hasta alcanzar los ra-
zonas altas de los pastos de montaña con los núcleos de pobla-
sos pastoriles de Degurixa, en la parte alta, donde los pas-
ción y fondos de valle donde el ganado pasaba parte del año.
tores trashumantes del valle de Leintz han subido con sus
La Senda en este sentido nos abre las puertas a pueblos recón-
rebaños desde tiempos inmemoriales, como así lo atestiguan
ditos con sus valiosos legados etnográficos y arquitectónicos,
los túmulos y dólmenes todavía presentes.
pueblos amurallados, casas palaciegas, torreones y puentes entre otros elementos de interés, en simbiosis con el excepcional
El embalse de Urrúnaga, humedal protegido y refugio de aves
entorno que les rodea.
acuáticas, marca un contraste con el paisaje boscoso hasta
...
en la página anterior
Salto del Nervión en el límite de las provincias de Burgos y Álava
En estos impresionantes farallones de caliza se forma el salto de agua que da
lugar al río Nervión
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...
Calzada de San Adrián
La Senda del Pastoreo nos introduce en las atractivas rutas de la trashumancia, transcurriendo en muchos tramos por
antiguas vías pecuarias y atravesando diferentes zonas tradicionales de pastoreo (Mancomunidad de Enirio-Aralar,
Comunidad de pastos de Gibijo y Sierra Salvada, Parzonería de Entzia, sierra de Arkamo...), regidas muchas de ellas
por instituciones y sistemas de gestión con orígenes muy antiguos
...
Crómlech de Mendiluce en las
campas de Legaire. Sierra de Entzia
El legado megalítico está presente
en numerosos puntos de la ruta
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Caminos Naturales de España
ahora dominante, tras el cual el caminante alcanza el Parque
el cañón de Delika. Más adelante adentrándonos en el Monu-
Natural de Urkiola. Primer espacio protegido declarado en la
mento Natural del Monte Santiago, nos sorprenderá la varie-
Comunidad vasca, representa un imponente macizo monta-
dad de sus formaciones vegetales, hayedos, encinares y queji-
ñoso, en el que destacan los relieves abruptos e impresionantes
gales, entre otros, en un paisaje con personalidad propia donde
roquedos.
destaca particularmente su especie insignia, el lobo ibérico.
El recorrido nos dirige ahora al Parque Natural del Gorbeia,
El itinerario entra a continuación en Orduña por la cumbre
bajo la cima del mismo nombre. Considerado por muchos
del Txarlazo hasta acceder al entorno de Kobata, el asenta-
como uno de los entornos más bellos del País Vasco, sus es-
miento pastoril más antiguo y numeroso de Sierra Salvada;
carpados cantiles, sus atormentadas formaciones de caliza en
salpicado de txabolas, su encuentro nos hace rememorar las
los rasos de altura, sus ocultos bosques de galería y, particular-
tradicionales formas de vida de estas tierras.
mente, sus espesas frondas de roble, haya, marojo y castaño
son los rasgos que más caracterizan estos excepcionales paisa-
Atravesando el valle de Losa se alcanza el Parque Natural de
jes. La gran diversidad y extensión de sus formaciones vegeta-
Valderejo, un singular valle cercado por empinadas laderas
les han hecho posible la excelente adaptación del ciervo que,
boscosas que culminan en altivos cantiles rocosos e irregu-
reintroducido en el parque hace décadas, constituye hoy día su
lares planicies kársticas. Este espacio, situado en el extremo
especie emblemática.
más occidental de Álava, se encuentra hoy día prácticamente
despoblado. Dos de sus antiguos núcleos de población fueron
Las densas masas boscosas se van difuminando progresivamen-
abandonados hace tiempo. Su memoria perdura no obstante
te dejando paso a escarpes y roquedos según se asciende por
en este hermoso rincón, donde la huella de sus habitantes se
Sierra Salvada o Gorobel. Frontera entre el mundo atlántico y
entremezcla con una naturaleza esplendorosa.
el mediterráneo, en los altos son frecuentes los lapiaces, simas
y dolinas, además de las curiosas formaciones en aguja de sus
El sombrío desfiladero del río Purón nos conduce ahora entre
crestas y puntos culminantes como el pico del Fraile. Nume-
saltos de agua y estrechos senderos al interior del Parque Na-
rosas aves rupícolas encuentran cobijo en estos cortados donde
tural de los Montes Obarenes, en territorio burgalés nueva-
es frecuente ver al halcón peregrino, al alimoche y al buitre
mente. Area estratégica de transición y extremo meridional de
leonado, entre otras, y en donde se trabaja para el retorno del
la cordillera Cantábrica, constituye un enclave de gran interés
mítico quebrantahuesos, icono de la conservación de las mon-
geológico y geomorfológico jugando un papel fundamental
tañas del norte de la península.
en la conservación de numerosas especies amenazadas del
norte de la península como el gato montés, el águila real o el
La ruta nos acerca ahora a los cortados en uno de sus puntos
águila perdicera.
de mayor majestuosidad ya en el límite con Burgos, el salto
del Nervión, espectacular caída de doscientos veinte metros de
Entre densos encinares atravesamos la sierra de Arkamo, cobi-
altura, donde el agua desciende hasta el valle de Arrastaria por
jo de las pequeñas localidades del pasillo de Lacozmonte hasta
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...
Amanecer en las Tierras Altas. Pico de Aizkorri en el macizo Aizkorri-Arazt
...
Prados de altura del Parque Natural
de Aizkorri-Aratz
Los rebaños de oveja latxa se
cruzan muchas veces en el periplo
de la Senda
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Caminos Naturales de España
el desfiladero de Techa, donde abraza a la sierra de Badaya, a la
camente en impresionantes quebrados calizos y espesas fron-
que dan carácter sus extensas altiplanicies y solitarios paisajes
das de bosque mixto hacia los fondos de valle de la Llanada
de encina y piedra caliza.
alavesa y la Barranca navarra. La antiquísima tradición pastoril
ha modelado el paisaje de estos contornos creando extensas
Saltando los meandros que dibuja el río Zadorra nos acerca-
zonas de pastizal como la de los rasos de Zezama y Legaire.
mos a los montes de Vitoria, sorprendente telón de fondo de
la capital alavesa. En lucha por convertirse en parque natural,
Saliendo de Urbasa, el camino desciende al valle del río Arakil,
estos montes constituyen el freno de los vientos del norte, di-
a la sombra de la imponente cumbre de San Donato, y se diri-
bujando la frontera natural que separa los umbríos bosques
ge a la ladera sur de la sierra de Aralar, entrando en el corazón
de hayas y los densos robledales que pueblan sus laderas norte
del parque natural compartido entre el Goierri guipuzcoano y
de los soleados carrascales del sur, en la línea divisoria con el
el occidente navarro. Su superficie forma un paisaje rocoso y
Condado de Treviño.
caótico de lapiaces, valles ciegos, colinas y multitud de simas
y cuevas que alternan con prados siempre verdes y hayedos de
El corredor montano nos acerca luego en su recorrido al Par-
color cambiante al ritmo de cada estación. Aralar guarda gran
que Natural de Izki, extensa área que acoge a uno de los ro-
número de vestigios de pastores y cazadores prehistóricos, más
bledales de roble marojo mejor conservados del sur de Europa.
de sesenta muestras distintas configuran uno de los más im-
Sus escarpes rocosos, sus profundos barrancos, sus escondidas
portantes emplazamientos dolménicos conocidos.
lagunas y su patrimonio arqueológico dan vida a este esplénSin duda, un sinfín de experiencias nos aguardarán en este
dido paisaje natural.
Camino Natural que nos sumergirá en la magia, naturaleza e
Reanudando el camino, éste nos conduce a las sierras de En-
historia de unos paisajes realmente excepcionales de nuestra
tzia e Iturrieta, y a su prolongación natural en tierras navarras,
geografía.
al Parque Natural de las Sierras de Urbasa y Andía. Extensas altiplanicies, dominadas por mágicos hayedos, descienden brus-
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Caminos Naturales de España
Caminos Naturales
El Observatorio,
los caminos y los autores
...
en la página anterior
Barranco del Infierno. Camino Natural de Anaga-Chasna. Santa Cruz de
Tenerife. Islas Canarias
Este Camino Natural adentra en el Parque Nacional del Teide
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Caminos Naturales de España
Observatorio de Caminos Naturales e
Itinerarios no Motorizados de España
María Ángeles Soria Sánchez
Directora del Programa de Caminos Naturales
En el año 1993 nace el Programa de Caminos Naturales dentro del entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y
Medio Ambiente. Desde ese año, y en el ámbito competencial de los sucesivos ministerios de Medio Ambiente, ha puesto
en servicio más de noventa caminos, casi siete mil kilómetros de itinerarios que cruzan toda la geografía nacional y con una
inversión acumulada de ciento veintiocho millones de euros. Actualmente están en marcha nuevas obras que próximamente
permitirán que los kilómetros lleguen a ocho mil.
Si bien la actividad senderista estaba presente en nuestro país
el desarrollo. Sus nuevos usos, vinculados al transporte y al
desde hace años, prueba de lo cual eran los clubes de monta-
tránsito no motorizado, como el senderismo, el ciclismo, la
ña y las federaciones de montaña y de senderos, no es menos
equitación o el simple paseo sosegado, permiten el contacto
cierto que es al inicio de la década de los años noventa cuando
con la naturaleza y el acercamiento del medio urbano al medio
la búsqueda y el contacto con la naturaleza empiezan a genera-
rural a través de estas actividades lúdicas y deportivas.
lizarse constituyendo una actividad vinculada al medio rural.
Más allá de los espacios naturales, pioneros en la regulación
Se descubre su papel en la diversificación de la oferta turística
de los usos, la práctica del senderismo se extiende por todo
de los lugares rurales, su potencial de creación de puestos de
el territorio peninsular e insular, trascendiendo el ámbito de
trabajo vinculados a los servicios de las actividades que discu-
determinadas regiones en las que se ha practicado de manera
rren por ellos. Pasan, asimismo, a ser en muchos lugares ele-
habitual.
mentos de salud e incluso de descubrimiento de los paisajes y
entornos de las poblaciones rurales que también los disfrutan.
Si en un principio el Programa recibió el nombre de Tejido
Verde o Vías Verdes, por utilizar las abandonadas plataformas
Mientras en la sociedad crecía la demanda de itinerarios no
de ferrocarril, rápidamente y dado su éxito y aceptación, am-
motorizados, las administraciones públicas territoriales incre-
plió su ámbito y su importancia económica para integrar las
mentaban sus esfuerzos para dar respuesta a esa demanda. El
actuaciones de construcción de caminos no motorizados que
Camino de Santiago dejó de ser el único itinerario conocido
se apoyaban en otras infraestructuras en desuso, en caminos
para adquirir nombre otras grandes rutas.
públicos, en canales, en caminos de sirga, en sendas y en vías
históricas pecuarias. Todos ellos, renovados, volvían a tomar
La evolución del Programa llevó a una nueva denominación,
nueva vida, tras haber sido abandonados y dejados atrás por
Programa de Caminos Naturales e Itinerarios no Motorizados
...
en la página anterior
Puente sobre el río Berrón, cerca de la localidad alavesa de Antoñana.
Camino Natural del Ferrocarril Vasco-Navarro
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de España, a la vez que buscaba el mallado de una red que
Por primera vez dentro del Programa de Desarrollo Rural
estaba siendo completada por las diferentes administraciones
Sostenible, al amparo de la Ley de Desarrollo Sostenible del
territoriales en el ámbito de sus competencias.
Medio Rural, se incluyen como propias de la Administración
General del Estado las actuaciones en Caminos Naturales,
El Programa hasta ese momento se había basado en itinerarios
siendo este programa uno de los que mayor demanda ha teni-
de corto recorrido, promovidos por administraciones locales
do dentro de los Planes de Zona.
básicamente. A partir de ese momento busca incorporar otros
ámbitos de actuación: el regional, el autonómico y el nacional,
El Programa de Caminos Naturales o de Itinerarios Naturales
abriéndose asimismo a la colaboración de todas las administra-
a lo largo de este espacio de tiempo se ha consolidado, y la
ciones concernidas (o relacionadas).
cartera de proyectos para ejecución abarca un periodo que iría
más allá de los cinco años, en el supuesto de que el horizonte
Así, mediante convenios con las comunidades autónomas o
presupuestario fuera el actual.
por la propia promoción del Ministerio, nace el Camino Natural del Ebro, el del Duero, el del Guadiana y el del Tajo, el
Pero mientras el Programa ha desarrollado su malla, el res-
Camino Natural Antonino o del Agua Soriano, los Caminos
to de las administraciones ha desplegado igualmente la suya.
Naturales del Somontano y la Hoya, la red de itinerarios en
El resultado es que cruza nuestro territorio toda una red de
Galicia y Asturias, los caminos de gran recorrido en las Islas
itinerarios municipales, comarcales, autonómicos, en espacios
Canarias o el precioso Camì de Cavalls en Menorca. Largas lí-
naturales, en parques naturales y nacionales, grandes y peque-
neas ferroviarias en desuso, como la Santander-Mediterráneo,
ños recorridos, senderos locales, vías de bicicleta de paseo, de
la Vía Verde del Aceite, la Senda del Oso, la de Alcañiz-Tortosa
bicicleta de montaña y caminos históricos. El esfuerzo en pro-
o la de Talavera de la Reina a Villanueva de la Serena, vuelven
mover itinerarios para el disfrute de la población a la vez que
a estructurar nuestros paisajes.
se intenta potenciar el turismo es muy importante, pero gran
parte de ese mismo esfuerzo se pierde al salir al exterior de una
Aparecen en este intervalo la primera y la segunda Guía de los
forma dispersa y disgregada.
Caminos Naturales de España y se desarrolla la página web de
Caminos Naturales en la que sus usuarios pueden encontrar
Entendemos que el siguiente paso del Programa de Caminos
mapas, información escrita y digital para los navegadores y dis-
Naturales debe ser posibilitar la existencia de una plataforma
positivos GPS. Si bien se exige de los promotores para los que
común en la que estén presentes todos los actores que intervie-
el Programa construye los caminos la publicidad de los itine-
nen en la ejecución de itinerarios naturales. La creación de un
rarios construidos, para que a través de la misma consigan un
Observatorio de Caminos Naturales y de Itinerarios Naturales
incremento de la demanda turística, el Ministerio pasa a rea-
no Motorizados, como foro plural, en el que los diferentes
lizar un esfuerzo económico importante en colaborar con esa
actores sean públicos o representantes de asociaciones privadas
promoción, estando presente en foros, revistas y actuaciones
estén presentes, se hace necesaria. Es por ello que desde el Mi-
turísticas vinculadas al desarrollo sostenible del medio rural.
nisterio se ha desarrollado la primera fase de una plataforma
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Caminos Naturales de España
tecnológica que sirva de base y elemento de sustento del Ob-
• Antiguos canales de riego y canales de riego en servicio en
servatorio y sus foros de trabajo.
los cuales el senderismo puede ser un uso compatible con la
conservación de la infraestructura.
Su concepción se hace desde el establecimiento de convenios
con las administraciones y las asociaciones de ámbito nacional,
• Caminos públicos con una legislación protectora escasa-
poniendo a disposición de las mismas tanto un foro de discu-
mente llevada a cabo en la práctica, que hace que muchos
sión, debate y de solución de problemas técnicos como una
de ellos sean ocupados, dando lugar a importantes pérdidas
plataforma tecnológica.
de patrimonios públicos.
El senderismo, el ciclismo y, en general, el uso recreativo del
• Sendas forestales bajo la tutela de la administración fo-
medio rural y, dentro de él, de los Itinerarios Naturales no Mo-
restal.
torizados están creciendo. Es tarea de todos determinar cómo
hemos de potenciar o diseñar esos itinerarios, y contribuir a
su promoción para que constituyan uno de los elementos del
desarrollo sostenible del medio rural, que atraiga el turismo a
las zonas rurales de una forma compatible con la conservación
del medio natural.
La diversidad del lado del diseño y ejecución de estos itinerarios puede ser igualmente contemplada dentro del Observatorio. La anchura de nuestros caminos y senderos para posibilitar los usos senderista o ciclista minimizando la alteración del
medio, pero permitiendo el uso de la maquinaria disponible
En este foro deberían tratarse las especiales características de
las infraestructuras:
en construcción. La tipología de los firmes a utilizar. Los requisitos de diseño para pasarelas u otras obras de paso, que en
ocasiones imponen pautas de diseño y construcción incom-
• Plataformas ferroviarias obsoletas o innecesarias para el
tráfico ferroviario, en manos de entes públicos a los que la
legislación les ha atribuido su defensa patrimonial, pero que
patibles con la conservación del medio natural en el que se
localizan. La accesibilidad de los itinerarios para personas con
discapacidad. Los elementos de seguridad y de señalización
el uso como vías verdes contribuye a la defensa del dominio.
que se deben utilizar.
• Vías pecuarias, claro patrimonio público, con usos agra-
El senderista, o el ciclista, ha de tener una información clara
rios compatibles con los usos senderistas o ciclistas que pue-
y de continuidad más allá del bosque de señales en el que en
den ser un elemento adicional en su defensa frente a las
algunos casos estamos convirtiendo nuestros itinerarios. Por
temidas ocupaciones.
ello, debería ser un objetivo de este Observatorio conseguir un
patrón de señalización común en los itinerarios que permitie-
• Usos recreativos y senderistas compatibles con los domi-
ra utilizar el mismo código de señales en todos los caminos,
nios públicos o servidumbres públicas en los dominios ma-
integrando los caracteres distintivos de los entes que los han
rítimo e hidráulico.
promovido o las características de los caminos.
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Caminos Naturales de España
Junto a estos foros de debate interno, no es menos importante
El Observatorio podría trabajar en la elaboración o aplicación
el papel que el Observatorio ha de tener hacia el exterior, hacia
de sistemas de certificación que garantizaran a los usuarios de
los usuarios de los Itinerarios Naturales.
los itinerarios la calidad y seguridad de los mismos y los servicios turísticos disponibles.
La integración de las diversas y dispersas páginas webs con las
que los actores de los itinerarios salimos al exterior se hace
La Dirección General de Desarrollo Sostenible del Medio Ru-
imprescindible en un mundo tecnológico que fácilmente per-
ral ha dado el paso en la creación de este Observatorio, con la
mite esa unión. El usuario nacional o extranjero tiene clara
convicción de que con ello se establece un lugar de encuentro
dificultad en acceder a todos los Itinerarios Naturales, y por
de experiencias y de conocimiento de los planes y actuaciones
eso mismo a los servicios turísticos que se han desarrollado
de cada una de las administraciones, que permita unir siner-
para ellos. Para ello se hace imprescindible la existencia de una
gias tanto en el ámbito de la construcción como de la pro-
única página web en la que se puedan encontrar todos los iti-
moción de nuestros itinerarios. El Ministerio se ha ofrecido
nerarios existentes en cualquier ámbito territorial de búsqueda
como coordinador y facilitador y ha prestado el impulso y los
o, por el contrario, los recorridos que a través de itinerarios
recursos iniciales para su puesta en marcha. La primera fase del
no motorizados se pueden hacer entre dos puntos, y con ellos
Observatorio está ya en marcha. Ahora depende de la acogida
todos los servicios turísticos disponibles.
de las administraciones y asociaciones.
La presencia agregada como Observatorio en foros y ferias in
ternacionales sectoriales acrecentaría la potencia turística.
...
Página web del Observatorio de
Caminos Naturales e Itinerarios no
Motorizados
...
en la página anterior
Camino Natural de Ojos Negros.
Teruel. Aragón
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Caminos Naturales de España
Algunos Caminos Naturales de España
I.1 Rutas ecológicas del Río Catoira. Pontevedra. Galicia
Viejos molinos de agua y bosques de ribera
Este Camino Natural permite al viajero descubrir, a través de dos cortos itinerarios de en torno a 3 km, una comarca de Pontevedra en la que el
agua se ha constituido desde antaño como el elemento más esencial de su paisaje, como bien demuestran los abundantes molinos que aparecen en
las orillas de sus ríos, en ocasiones ocultos entre una frondosa vegetación.
I.2 Sendas en Abalo. Pontevedra. Galicia
Cuatro rutas de monte para perderse frente al mar
Este tranquilo trazado ofrece al viajero la posibilidad de conocer la esencia del paisaje gallego: cauces tranquilos de aguas limpias donde no resulten
raros los centenarios molinos, suaves praderas junto al agua y frondosas robledas o eucaliptales, que esconden promontorios naturales abiertos sobre
el horizonte del mar y la ría.
I.3 Dos Arrieiros. Ourense. Galicia
Sendas que se entrecruzan bajo los robles
El trazado de este Camino Natural aprovecha alguna de las muchas sendas que atraviesan el paisaje de una comarca sembrada de riachuelos ocultos
entre robles centenarios y frondosos bosques de ribera, que acogen una extraordinaria biodiversidad. Son apenas 10 km entre Fonteantiga, municipio del concejo de Carballino, y O Varón y sus inmediaciones.
I.4 La Ribeira Sacra. Lugo. Galicia
Por tierras de vino y oración
Posiblemente, el topónimo «Ribeira Sacra» por el que se conoce esta zona sea debido a la gran cantidad de edificios religiosos que conserva. De todos ellos pueden visitarse 18 monasterios, entre los que destacan el de Santa Cristina y el de San Estevo de Ribas de Sil, reconvertido éste en Parador
de Turismo. Son algo más de 30 km repartidos en dos rutas, a las que se suman pequeñas variantes por una tierra de vinos, cultura y naturaleza.
I.5 Río Nalón (Fuso a Tuñón). Principado de Asturias
Ermitas románicas y tejos milenarios
Esta ruta de 15,6 km une la vía verde que enlaza Fuso de la Reina y el Parque de Invierno de Oviedo con la Senda del Oso, que comienza en Tuñón
y continúa atravesando praderíos, castañares y bosques de ribera por las orillas de los ríos Nalón y Trubia.
I.6 La Senda del Oso. Principado de Asturias
Un paseo por el corazón del bosque
Este Camino Natural peatonal y cicloturista del Concejo de Quirós aprovecha el antiguo trazado del ferrocarril minero que unió Trubia y Santa
Marina. Son 10,2 km de recorrido por una zona de excepcional belleza paisajística, que acoge buena parte de las especies de fauna asturiana más
amenazada, como el oso, la nutria o el águila real, y ofrece al viajero el rico patrimonio cultural de su arquitectura, tradiciones y gastronomía.
I.7 Muñigo-Covadonga. Principado de Asturias
La cuna del Parque Nacional de los Picos de Europa
Corto, pero intenso, este Camino Natural de 1,6 km acerca hasta el epicentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, nacido el 22 de julio de
1918, cuando se declara el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. A partir de 1995, el decano de los parques nacionales españoles cambió
su nombre por el actual y amplió su superficie a 64.660 ha, en las que se funden la historia, el mito y la belleza hecha montaña.
I.8 Mirada Circular: Ancares leoneses de Guímara a Balboa. León. Castilla y León
Por tierras de osos y pallozas
La sierra de Ancares está situada al noroeste de la provincia de León, dentro de la comarca del Bierzo, un territorio natural excepcional, reconocido
como Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera por la unesco, cuyos valles cubiertos por robles y castaños centenarios aún acogen los
últimos urogallos de esta zona y la presencia ocasional del oso pardo. Por ella discurre este Camino Natural de 70,3 km.
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I.9 Cacabelos-Quilós. León. Castilla y León
Presencia romana entre vides
La hoya berciana acogió un buen número de asentamientos romanos que ya por entonces degustarían los vinos que todavía producen estas tierras,
hoy bajo la Denominación de Origen Bierzo, como seguramente disfrutarían de un paisaje ahora atravesado por el conocido como ramal francés
del Camino de Santiago y el Camino Natural de la Mirada Circular, a los que esta ruta de 4,3 km servirá de enlace.
I.10 Esla. León. Castilla y León
Maíz y girasoles en un paisaje poblado desde el Neolítico
La villa de Valencia de Don Juan, al sur de la provincia de León, punto de origen de esta ruta de 11,5 km, tiene sus orígenes en un asentamiento
vacceo emplazado en el lugar que hoy ocupan las ruinas del castillo. Este municipio, también conocido como Coyanza, recibió su nombre actual
en honor al primer duque de la villa, el infante Don Juan de Castilla, hijo de Alfonso X.
I.11 Villaescusa. Cantabria
Por prados entre la fauna salvaje y el mar
Villaescusa es un municipio cántabro situado en el arco sur de la bahía de Santander e integrado en la comarca homónima. Desde el Parque de la
Naturaleza de Cabárceno, entrando por Obregón, este Camino Natural de 7,4 km atraviesa prados, pequeños bosques de robles, arces, fresnos,
castaños y madroños y se adentra en la localidad de Astillero, para asomarse al mar.
I.12 Sarón-La Penilla. Cantabria
Un oasis natural en el centro de Cantabria
Entre las sierras de Caballar y de la Matanza se sitúa el valle de Cayón, donde el río Pisueña se une al Pas en un entorno de robles, avellanos, espineras, hayas, acebos, campos de cultivo y grandes prados de pastos ganaderos. Son 3,3 km constantemente salpicados por el alboroto de las muchas
especies de aves que pueblan el valle.
I.13 Valle de Toranzo. Cantabria
Brezos y avellanos en un valle abierto al futuro
Corvera de Toranzo es un municipio de la Comunidad Autónoma de Cantabria situado en la cuenca del Pas, en el valle de Toranzo, comarca de
Pas-Miera, también denominada Valles Pasiegos, que limita al norte con Puente Viesgo; al sur con Luena; al este con Santiurde de Toranzo y al
oeste con Arenas de Iguña, Anievas y San Felices de Buelma. Son algo más de 15 km de Camino Natural dividido en dos atractivas y relajantes rutas.
I.14 Las Merindades. Burgos. Castilla y León
Entre el paisaje mediterráneo y los prados cantábricos
Las Merindades es una comarca burgalesa que ocupa el tercio norte de la provincia de Burgo, limitando al oeste y noroeste con Cantabria y al
noreste y este con el País Vasco. Este Camino Natural de 6,8 km discurre en buena parte por una antigua vía de tren y al pie de impresionantes
farallones rocosos, entre Santelices y el túnel de La Egaña, el más largo de España, aunque nunca llegó a entrar en servicio.
I.15 Sierra de la Demanda. Burgos. Castilla y León
Por tierras de robles y lobos
La proximidad de esta zona a la Cordillera Cantábrica hace que esta sierra sea excepcionalmente húmeda, lo que favorece la presencia de grandes masas forestales de robles y hayas, en las que encuentran cobijo muchas especies animales de nuestra geografía, entre ellas, el lobo ibérico, cuyo aullido
se puede escuchar esporádicamente en los valles y cresterías de la zona. Los 52,4 km del Camino Natural siguen el trazado de un antiguo tren minero.
I.16 Río Barbantiño. Ourense. Galicia
La cultura del agua
El río Barbantiño, al norte de la provincia de Ourense, es el protagonista de un circuito fluvial de algo más de 10 km que recorre un entorno natural
de gran belleza, salpicado por pequeños puentes y pasarelas, donde la presencia de viejos molinos da fe de la importancia de los ríos gallegos para
la economía local.
I.17 Del Interior. San Rosendo. Tramo Porto-Quintela a Celanova. Ourense. Galicia
Un paseo por la historia de Galicia
La ruta de San Rosendo desde Quintela de Leirado hasta Ourense forma parte de la recuperación de 225 km de vías peatonales que comunican Porto-Quintela (Bande) y Foz (Lugo). Con el nombre de San Rosendo, el santo que se conoce como defensor y pacificador de Galicia, en ella podemos
descubrir magníficos ejemplos del patrimonio religioso como el templo visigodo de Santa Comba, la iglesia de Bande o el monasterio de Celanova.
I.18 Del Interior. San Rosendo. Tramo Celanova a Ourense. Ourense. Galicia
Entre paisajes profundamente humanizados
A lo largo de esta ruta podremos conocer la Galicia rural y la riqueza paisajística de esta zona de la provincia de Ourense. Caminamos a través de
bosques de frondosas, formados por abedules, robles y castaños. Recorremos ríos y regatos con infinitas muestras etnográficas que ejemplifican el
uso del agua, como molinos, «caneiros» y puentes; y pueblos con construcciones típicas, los hórreos, importantes para la economía rural gallega.
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Caminos Naturales de España
I.19 Carballeda de Avia. Ourense. Galicia
Un sendero por la sierra de Pena Corneira
El Camino Natural de Carballeda, de 18,3 km, se adentra en la sierra orensana de Pena Corneira. Este monumento natural es uno de los espacios
naturales protegidos más extensos de Galicia, surtido de grandes bolos graníticos y de viejos molinos restaurados, y situado dentro de la comarca
de O Ribeiro, una zona rural de extraordinaria belleza donde el cultivo de la vid en los fértiles valles confiere una personalidad propia al paisaje.
I.20 Cordillera Cantábrica. Asturias interior. Principado de Asturias
Asturias de un extremo a otro
El Camino Natural de la Cordillera Cantábrica atraviesa el interior de Asturias de extremo a extremo, por un recorrido que sorprende al caminante
con rincones naturales de belleza extraordinaria en comarcas montañosas espectaculares, y lo acerca a un mundo rural donde las costumbres y
labores tradicionales del campo siguen marcando los modos de vida. Son varios los enclaves protegidos que se atraviesan en sus 606 km.
I.21 Duero. Castilla y León
Riqueza paisajística y usos del agua
A lo largo de 752 km, el Camino Natural del Duero atraviesa las provincias de Soria, Burgos, Valladolid, Zamora y Salamanca, desde el nacimiento
del río en las Fuentes del Duero hasta el puerto fluvial de Vega Terrón. El trazado recorre tres parques naturales: Sierra de Urbión, Riberas de Castronuño-Vega del Duero y Los Arribes del Duero, mientras permite al viajero profundizar en las actividades humanas relacionadas con este curso fluvial.
I.22 Paisaje Agrario Sayagués. Zamora. Castilla y León
Belleza tradicional y natural
Son 14,5 km entre la ermita de la Virgen de Gracia (situada en el límite de los términos municipales de Bermillo y Almeida de Sayago) y el pueblo de
Escuadro, pasando por el de Almeida y la ermita de Santa Bárbara. Aúna los principales puntos de interés natural, cultural, histórico e hidrológico
de la zona y ofrece un magnífico muestrario de la arquitectura tradicional sayaguesa, como son las fuentes de piedra y los pontones.
II.1 Atxuriaga a Gallarta. Bizkaia. País Vasco
Por la cuna de la minería vasca
La comarca de las Encartaciones, Enkarterriak si se quiere pronunciar en euskera, tierra ya citada por Plinio hace dos mil años por su riqueza en
hierro y otros minerales, se encuentra enclavada en la franja sur de la provincia de Vizcaya, limitando con Cantabria, Castilla y León y Álava.
13,8 km recorren este antiguo trazado ferroviario.
II.2 Plazaola. Tramo Andoain-Leitzaran. Gipuzkoa. País Vasco
Senderismo rural con encanto
Andoain es una tranquila población vasca, situada a medio camino de San Sebastián/Donostia y Tolosa, municipios que se la disputaron antes de
convertirse en villa en el siglo XVII. Su entorno combina caseríos y pequeñas industrias, siendo una excelente base de operaciones para los amantes
del senderismo. Este recorrido circular de 2,2 km, aprovecha un antiguo trazado ferroviario, con túneles incluidos, y parte del Camino de Santiago.
II.3 Plazaola. Tramo Lekumberri-Plazaola. Navarra
Túneles con nombre propio en un paisaje siempre verde
Como en muchas otras zonas españolas, las viejas líneas férreas se han recuperado para uso público, atravesando paisajes naturales de gran belleza,
a lo que en este trazado se suma la posibilidad de atravesar, entre otros, el túnel más largo de España, el de Uitzi, que mide 2.700 m. Es el hito más
significativo de este Camino Natural de 21,3 km.
II.4 Ferrocarril Vasco-Navarro. País Vasco y Navarra
Por tierras de bosques y fértiles cultivos
La montaña alavesa y la comarca navarra de Tierra Estella son dos territorios vecinos de escasa población y escarpadas sierras; los bosques transitan
entre las influencias mediterránea y atlántica y los numerosos cortados calizos son refugio seguro para las grandes rapaces. Los 35 km de este Camino
Natural reaprovechan el antiguo trazado del conocido como «Trenico» o «Cangrejero», que hasta 1967 unió Estella con Vitoria y Bergara.
II.5 Plazaola-Trinitarios. Navarra
Un agradable paseo con aires festivos
La antigua vía férrea destinada al transporte de mineral de hierro desde Plazaola, en el valle navarro de Leitzaran, hasta la localidad guipuzcoana de
Andoain fue ampliado como tren de pasajeros que cubría la línea San Sebastián-Pamplona. Desmantelada a finales de la década de 1950, la plataforma viaria fue reconvertida en espacio público peatonal en 2000, en este caso, 1 km de Camino Natural en las inmediaciones de la capital navarra.
II.6 Tarazonica. Navarra y Aragón
Un tranquilo paseo entre huertas
La antigua vía de ferrocarril que hasta 1972, a través de la vega del río Queiles, comunicaba Tarazona y Tudela, dos de las poblaciones más importantes del valle del Ebro, se ha convertido actualmente en un suave sendero de 21,5 km que sigue uniendo como entonces estos municipios históricos,
que durante siglos fueron ejemplo de una inteligente y fértil convivencia entre sus pobladores árabes, judíos y cristianos.
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II.7 Río Oja. La Rioja
Una ruta sin sed
El río Oja nace en la sierra de la Demanda. En dirección noreste, en busca del Tirón para desembocar en el Ebro, atraviesa uno de los parajes
más bellos y monumentales de La Rioja, un fértil territorio surcado por otros ríos paralelos, aunque solo él tiene el honor de dar nombre a esta
comunidad autónoma, al contraer su etimología en una palabra de fama universal: Rioja. Los 26,6 km de este Camino Natural siguen su curso.
II.8 Río Cidacos. La Rioja
Un paisaje labrado por el agua
El río Cidacos es un afluente de la margen derecha del río Ebro que nace en la sierra soriana de Montes Claros. Los 37,7 km de este Camino Natural recorren su tramo final, una fértil y productiva vega entre Arnedillo y Calahorra, y atraviesan la Reserva de la Biosfera de los Valles del Leza,
Jubera, Cidacos y Alhama, declarada en 2003, donde destacados cortados rocosos y cañones fluviales alternan con tradicionales cultivos en terraza.
II.9 Embalse de Lanuza. Huesca. Aragón
Músicas del mundo y aguas de deshielo
Este paseo por el corazón del Pirineo aragonés ofrece la monumentalidad de sus valles, su extraordinaria biodiversidad, sus tradiciones milenarias y
una gastronomía única, así como la posibilidad de practicar deportes de aventura y montaña todo el año. La longitud de la ruta es de 3 km y discurre
entre Sallent de Gállego y la presa del embalse de Lanuza, cuyas orillas acogen cada verano el festival de música Pirineos Sur.
II.10 Pedro Saputo. Huesca. Aragón
Entre dos aguas
El antiguo castillo musulmán de Almudévar, cuyas ruinas se adosan a la ermita de la Virgen de la Corona, es el punto de partida de esta ruta de 26
km que transcurre paralela al canal de Monegros y a la acequia de la Violada. Estas construcciones, que abastecen la zona con aguas procedentes de los
ríos Gállego y Cinca, tienen su origen en el Plan de Riegos del Alto Aragón, que desde finales del siglo xix procuró la mejora económica de esta zona.
II.11 La Sierra de San Quílez. Huesca. Aragón
Leyendas de lluvias milagrosas en un paisaje de cultivos
El Camino Natural de la Sierra de San Quílez, en Binéfar, es un itinerario que actúa como eje de comunicación entre los puntos de interés más destacados de las tierras oscenses de La Litera, al tiempo que invita al viajero a descubrir la rica biodiversidad de esta comarca agrícola. Encinas, almendros, regadíos, olivos y el canal de Aragón y Cataluña acompañan este discurrir de 7,3 km, dominado por el mirador de la ermita de San Quílez.
II.12 Sifón de Albelda. Huesca. Aragón
Un recorrido para celebrar un siglo de ingeniería
La puesta en marcha del canal de Aragón y Cataluña en 1909 produjo un cambio fundamental en las labores agrícolas de esta zona, pues hasta
entonces sus cultivos eran esencialmente de secano. A esta función, los 10 km de este Camino Natural suman un uso recreativo que permite contemplar una de las mejores realizaciones de ingeniería de principios del siglo xx.
II.13 Castejón de Monegros. Huesca. Aragón
Acueductos subterráneos al amparo de la sierra
Este Camino Natural, que transcurre por las cercanías del pueblo del que toma su nombre, atraviesa un paisaje dominado por la cercana sierra
de Alcubierre, en donde todavía está viva la paciente labor de todos sus antiguos moradores, empeñados en la difícil tarea de cultivar estas áridas
tierras. Por ello, los dos pequeños recorridos que lo componen están protagonizados por sendas fuentes, ejemplos de la mejor ingeniería popular.
II.14 Port de Vielha. Lleida. Cataluña
Una senda por el corazón del Pirineo catalán
Los 12,1 km del Camino Natural del Port de Vielha, retoman un viejo paso natural empleado desde antaño como vía de comunicación entre las
comarcas de Arán y La Ribagorza. Este paso natural, sustituido por el actual túnel y marcado con las señales del gr 211.5 es recorrido cada 22 de
mayo en la tradicional romería de Santa Quiteria, festejando así la retirada de las últimas nieves que permiten atravesar el puerto.
II.15 Camí de l’Aigua. Lleida. Cataluña
La ruta del románico
Al amparo de las cimas que superan los 3.000 m, y cerca del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, uno de los primeros territorios protegidos del territorio español, esta ruta de 27,9 km propone un viaje hacia atrás en el tiempo, visitando las mejores muestras del románico
catalán.
II.16 Camí del Riu. Lleida. Cataluña
Dos rutas a la orilla del agua
El río Segre guía estos dos posibles recorridos desde el parque periurbano de la Mitjana, en Lleida: uno, en dirección norte, hasta la ermita de
Butsènit y otro, hacia el sur, hasta la confluencia entre la Sèquia de Torres y el canal de Serós. Son dos tranquilos paseos entre bosques de ribera,
atravesando las zonas húmedas más importantes de la comarca.
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Caminos Naturales de España
II.17 Río Segre y el pantano de Utxesa. Lleida. Cataluña
Humedales y aves migratorias
La empresa Riegos y Fuerzas del Ebro, perteneciente a fecsa y conocida como «La Canadiense», inició a principios del siglo xx las obras del canal
de Seròs. Junto con el embalse de Utxesa, que actuaba como depósito de regulación, el fin del proyecto era producir energía eléctrica y regar cultivos de secano. El Camino Natural, de 12,6 km, recupera el antiguo camino de vigilancia de fecsa desde Torres de Segre hasta el citado embalse.
II.18 La Sèquia. Barcelona. Cataluña
Una acequia en el corazón de Cataluña
Según cuentan las crónicas, en el siglo xiv toda la comarca del Bages sufrió una devastadora sequía que obligó a sus habitantes a reclamar una mejor
distribución del agua para evitar en el futuro problemas de abastecimiento. La solución llegó en 1383, cuando finalizó la construcción de La Sèquia, un
canal de casi 26 km que desde hace más de 600 años lleva las aguas del Llobregat desde Balsareny a Manresa. Este Camino Natural discurre a su vera.
II.19 El Ferro. Girona. Cataluña
Por tierras de forja
Este Camino Natural de 13,7 km, que toma su nombre de las labores de forja que durante siglos han dado fama a la comarca del Ripollés, aprovecha
en la mayor parte de su recorrido, paralelo al río Ter, el antiguo trazado del tren minero que hasta finales de la década de 1960 transportaba el carbón
de las minas de Ogassa y pasajeros hasta Sant Joan de les Abadesses.
II.20 Carrilet I. Girona. Cataluña
Entre volcanes dormidos
Un ferrocarril de vía estrecha unió las localidades de Olot y Girona durante casi un siglo, hasta su desmantelamiento en 1969. En sus 54 km de
longitud, atravesaba tres comarcas y doce pueblos, y recorría los valles de los ríos Fluvià, Brugent y Ter, facilitando el intercambio y las relaciones
entre las tierras del interior de la provincia. El Camino Natural alarga su recorrido poco más de 5 km para llegar hasta la ciudad de Girona.
II.21 Carrilet II. Girona. Cataluña
Un suave paseo hasta el mar
El Camino Natural del Carrilet II atraviesa las comarcas del Gironès y del Baix Empordà, descendiendo suavemente por donde circulara el tren de
vía estrecha, conocido popularmente como el «Feliuet», que unió Girona con Sant Feliu de Guíxols hasta su clausura a finales de la década de 1960.
Desde Girona hasta el mar Mediterráneo son 39,3 km de hermoso paisaje gerundés.
II.22 Río Manol. Girona. Cataluña
Un recorrido por la historia
La comarca del l’Alt Empordá ha sido tradicionalmente una importante vía de comercio y comunicación con Europa, pero esa misma situación ha
sembrado su historia con constantes amenazas de invasiones y guerras. Los 3,2 km de este Camino Natural recorren este rico pasado, pues en su geografía se alternan más de un centenar de megalitos, los yacimientos grecorromanos de Ampúries y Roses y numerosas iglesias románicas y góticas.
II.23 Río Guadalaviar. Teruel. Aragón
Pasando bajo las buitreras
Esta agradable ruta de 4,1 km recorre el cañón del río Guadalaviar, una zona donde no resulta rara la presencia del águila real, el alimoche y el
buitre leonado, entre la presa del Arquillo y el barrio de San Blas de Teruel, un trazado cuya ampliación está previsto que alcance la unión de los
río Guadalaviar y Alfambra, en la capital turolense.
II.24 Ojos Negros. Teruel. Aragón
Por tierras del Cid
Las laderas abiertas del amplio valle del Jiloca son de arenisca, arcilla o tablas calizas, y albergan una biodiversidad propia del hábitat estepario,
por lo que no resultará difícil al viajero encontrar, entre los espartales, alcaravanes, alondras y sisones. Este Camino Natural de 49 km recupera el
trazado del tren minero de Ojos Negros, que transportaba el mineral de hierro extraído en las minas de dicha localidad hasta Sagunto.
II.25 Val de Zafán. Teruel. Aragón
Por tierras de tambores
Tres Caminos Naturales discurren por la antigua línea férrea de la Val de Zafán. El primero, el de Val de Zafán (52,1 km), atraviesa los mismos paisajes turolenses que marcaron la infancia de Buñuel, duras tierras en donde, cada Semana Santa, resuenan los ecos de las tamborradas más famosas
de la península.
II.26 Terra Alta. Tarragona. Cataluña
Paseo entre barrancos y cañones
El camino de la Val de Zafán enlaza con el de la Terra Alta (22,6 km), en el que 20 túneles y 5 viaductos permiten adentrarse por los profundos
cañones y escarpadas laderas de esta abrupta comarca tarraconense, de inmensa belleza paisajística, fuente de inspiración del joven Pablo Picasso y
escenario de la batalla del Ebro, durante la Guerra Civil.
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II.27 Baix Ebre. Tarragona. Cataluña
El intenso camino hacia el Mediterráneo
Finalmente, el Camino Natural del Baix Ebre (25,3 km) vuelve a llanear en su acercamiento al mar. El recorrido transcurre por paisajes diversos,
entre huertos, infraestructuras hidráulicas, poblaciones y algunas zonas agrestes, hasta alcanzar su colofón en Tortosa, donde 2.000 años de historia
aguardan al viajero.
II.28 Ebro. Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña
La ruta del agua
Desde tiempos remotos el valle del río Ebro ha sido lugar de asentamiento humano. A lo largo de los siglos este enclave de singular interés fue
ocupado por numerosas civilizaciones, motivo por el cual a lo largo de su curso pueden encontrarse numerosos vestigios de su vasto pasado cultural.
1.280 km siguen su curso desde Reinosa a Tortosa, a lo largo de una gran variedad de paisajes, ecosistemas y poblaciones.
II.29 Somontano de Barbastro. Huesca. Aragón
Una ruta espectacular por la sierra de Guara
La comarca oscense del Somontano de Barbastro es uno de los destinos más turísticos de Aragón. Rico en patrimonio cultural y natural, ofrece la
oportunidad de disfrutar de paisajes privilegiados y de practicar una gran variedad de deportes, desde la pesca o la hípica a la escalada o el descenso
de cañones en la sierra de Guara. Por ella discurren los casi 52 km de este Camino Natural.
II.30 Sort i la Vall d’Àssua. Lleida. Cataluña
Entre el valle y la montaña leridana
Lejos del ruido de las grandes ciudades y de las zonas más pobladas, los 51,3 km de este Camino Natural nos adentran en los rincones de la comarca
leridana del Pallars Sobirà, un área de montaña salpicada por pintorescos pueblos de singulares iglesias y castillos medievales, que perviven en plena
naturaleza esparcidos por los distintos valles que confluyen hasta el río Noguera Pallaresa, su principal eje de comunicación.
II.31 De la Muga. Girona. Cataluña
De los Pirineos al Mediterráneo
El curso del río la Muga guía esta ruta a través de distintos espacios naturales de la provincia de Girona, entre los Pirineos y el mar Mediterráneo.
Son 40,5 km que nos acercan a la vida de la comarca del Alt Empordà y su estrecha vinculación con el río, en un territorio fronterizo donde se
unen cultura y biodiversidad.
II.32 L’Anell Verd. Barcelona. Cataluña
El entorno natural del área metropolitana de Barcelona
Uniendo los términos municipales de Sant Boi de Llobregat, Santa Coloma de Cervelló y Sant Climent de Llobregat, el recorrido atraviesa diferentes paisajes fluviales, agrícolas y forestales. A lo largo de 17,9 km se aprecian parajes naturales de gran valor y zonas de gran riqueza arquitectónica
como la Colonia Güell o la ermita de Sant Ramón, desde donde se contemplan unas panorámicas inigualables.
II.33 La Senda del Pastoreo. País Vasco, Navarra y Castilla y León
Simbiosis del hombre y su entorno natural
Ruta que atraviesa diversas zonas –inscritas en las provincias de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia, Navarra y Burgos– en las que la actividad pastoril ha
tomado parte en la definición y aspecto del paisaje cultural, armónicamente antropizado. Este sendero, que recorre más de 400 km, transcurre en
su mayor parte por espacios de interés natural.
II.34 Galdames-Sopuerta. Bizkaia. País Vasco
El tren minero de las Encartaciones
La actuación comprende, principalmente, la recuperación del antiguo trazado del ferrocarril minero que unía San Pedro de Galdames, El Castaño
y La Baluga, en Sopuerta. Tiene una longitud de 6,8 km y enlaza con el Camino Natural de Atxuriaga a Gallarta, ampliando la oportunidad de
conocer el corazón de la minería vasca.
II.35 Hoya de Huesca. Huesca. Aragón
Sierras oscenses cargadas de historia
Partiendo desde Bierge, en la vecina comarca de Somontano de Barbastro, este Camino Natural vertebra la zona norte de la Hoya de Huesca, al
tiempo que favorece la comunicación con las redes de senderos de territorios vecinos. La sierra de Guara, el Salto de Roldán, las sierras de Gratal,
Caballera y Loarre, así como los términos de Riglos, Murillo y Agüero son algunos de sus hitos más singulares.
II.36 Les Mines. Ribera de Urgellet. Lleida. Cataluña
Una visita a la Cataluña minera
Los 24,3 km de este Camino Natural transcurren por tierras del municipio ilerdense de Ribera de Urgellet, en la comarca del Alto Urgell, por el
entorno de una antigua explotación minera, y posibilitan conectar esta zona con los núcleos urbanos de Pla de Sant Tirs, Adrall y Arfa, además de
la central hidroeléctrica donde está prevista la instalación de un ecomuseo en un edificio que será rehabilitado para tal fin.
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Caminos Naturales de España
II.37 Muntanyes de Prades. Tarragona. Cataluña
Por las sierras de la Cordillera Prelitoral Catalana
Sus 35,8 km discurren por el entorno del municipio tarraconense de Prades, recorriendo parajes de gran atractivo forestal, geológico y cultural. Está
previsto que en un futuro una varios núcleos urbanos y distintos elementos de interés histórico-cultural, pues se pretende conectar esta red con
otros municipios de su alrededor, como Capafonts, Vilanova de Prades, La Febró y Mont-ral.
II.38 Río Glorieta. Tarragona. Cataluña
Usos tradicionales del agua
Este Camino Natural, de 10,2 km y que atraviesa los términos municipales de Alcover y Mont-ral, discurre por el valle del río Glorieta para descubrir numerosas infraestructuras relacionadas con los usos tradicionales del agua, que configuran un complejo hidráulico catalogado como patrimonio local de carácter histórico. Diversos caminos vecinales unen entre sí molinos, acequias, fuentes y captaciones de agua.
III.1 La Safor. Valencia. Comunidad Valenciana
Hacia las fallas de Gandía entre acequias y naranjos
El Camino Natural de La Safor se asienta sobre el antiguo trazado del ferrocarril Carcaixent-Dénia, considerado como el tren de vía estrecha más
antiguo de la península por comenzarse en 1864, época en la que el tranvía que cumplía servicio en aquel primer tramo funcionaba con tracción
animal. Hoy, 6,5 km de aquel vial se han convertido en un carril bici y sendero peatonal entre las localidades de Gandía y Oliva.
III.2 Maigmó. Alicante. Comunidad Valenciana
La ruta de los alfares
Durante la década de 1920, con objeto de dar salida a la importante producción industrial de la ciudad de Alcoy por el puerto de Alicante, comenzó
la construcción de una línea ferroviaria, cuyo trazado aprovecha ahora este Camino Natural. Las obras, que comenzaron durante la dictadura del
General Primo de Rivera, nunca finalizaron a causa de la Guerra Civil. Ahora son 21,2 km a lo largo de túneles y viaductos.
III.3 Vía Verde del Noroeste. Región de Murcia
Aguas milagrosas y romerías populares
Pese a su pequeño tamaño, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia presenta una gran variedad de paisajes, muchos de los cuales atraviesa
este recorrido, desde ramblas y paisajes lunares hasta frondosos pinares, pasando por las huertas más famosas de la península, a lo que se suma un
rico patrimonio cultural. Esta ruta de 80,8 km es, por tanto, imprescindible para conocer la comarca del Noroeste de esta región.
III.4 Dénia. Alicante. Comunidad Valenciana
Entre frutales y palmeras
Este evocador Camino Natural se asienta sobre la vía de ferrocarril Carcaixent-Dénia. El trayecto de vía estrecha, en desuso desde 1974, funcionó
en sus orígenes con tracción animal, existiendo cuadras de caballos situadas en sitios estratégicos para ser cambiados. Durante los casi 6 km de su
recorrido se puede apreciar un interesante paisaje agrícola en el que el cultivo de cítricos es protagonista.
III.5 Ruta dels Molins d’Aigua. Castellón. Comunidad Valenciana
Molinos en la montaña mediterránea
Este Camino Natural discurre por el término municipal de la localidad castellonense de Lucena del Cid, conocida como la «Perla de la Montaña».
Sus 11 km de longitud transcurren a lo largo del río también llamado Lucena, donde el visitante puede descubrir varios molinos antiguos que aprovechaban la fuerza motriz de sus aguas y las plácidas badinas donde aquellas se remansan, en plena montaña media de la comarca de l’Alcalatén.
IV.1 Camino Son Juny. Mallorca. Islas Baleares
Caminando entre olivos milenarios
Sant Joan es un municipio de origen musulmán y tradición agrícola de unos 1.900 habitantes, perteneciente a la comarca conocida como el Pla de
Mallorca o Llanura de Mallorca, ubicada en el centro de la isla, a una altitud de unos 150 m sobre el nivel del mar. El medio kilómetro que separa
la localidad de Sant Joan y el santuario de Nuestra Señora de la Consolación discurre entre muros de piedra seca y cultivos.
IV.2 Camí de Cavalls. Menorca. Islas Baleares
A caballo entre fortines
El nombre de este Camino Natural testimonia el protagonismo del caballo menorquín, un ejemplar autóctono de color negro, estilizado y no muy
alto, cuya presencia es frecuente durante todo el recorrido. Caballos y fortalezas dejan su impronta en el Camí de Cavalls, un trazado de 186 km
que nos traslada a los siglos xviii y xix, cuando el movimiento de tropas y pertrechos en trance de armas era habitual por esta ruta.
V.1 Vía Verde del Guadiana. Huelva. Andalucía
El antiguo esplendor minero
Este recorrido de 16,6 km sigue los pasos del viejo tren minero que durante casi un siglo unió la mina de las Herrerías con el Puerto de La Laja.
El trayecto permitió que lugares como la mina La Isabel hicieran de España el primer productor mundial de manganeso a finales del siglo xix, así
como un importante productor internacional de cobre y azufre.
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V.2 Litoral. Huelva. Andalucía
Donde nidifican los flamencos
Ruta paralela a la costa que une, a lo largo de 48,7 km, Huelva con Ayamonte y aprovecha la antigua línea de ferrocarril trazada para el transporte
de pescado desde Isla Cristina y Lepe hacia Madrid, así como de minerales desde El Andévalo hasta la costa. El tren pescadero llegó a tener una
importancia estratégica para el abastecimiento alimenticio de Castilla en los difíciles años de la posguerra.
V.3 Los Molinos del Agua. Huelva. Andalucía
Un día de campo en la campiña
A través de la provincia de Huelva, este corredor discurre por el trazado del antiguo ferrocarril que unía las minas de Buitrón con el embarcadero que
la empresa minera poseía en San Juan del Puerto, donde se encuentra uno de los extremos de la ruta de 34 km. Olivares, alcornocales, pinares y otras
masas arbóreas, además de cultivos, acompañan al viajero, que también podrá acercarse hasta el importante conjunto dolménico de Los Gabrieles.
V.4 Itálica. Sevilla. Andalucía
Una ruta sembrada de ruinas y tesoros
El tren que unía Aznalcollar con San Juan de Aznalfarache, el trazado ferroviario más oriental de todos los que se construyeron en la Faja Pirítica
de suroeste ibérico, sirvió para transportar el mineral desde las minas de la zona hasta el muelle de «Los Gordales», en el río Guadalquivir, pasando
por la localidad de Santiponce, donde se encuentran los restos de la ciudad romana de Itálica, que da nombre a este Camino Natural de 2 km.
V.5 Campiña. Córdoba y Sevilla. Andalucía
Sol entre olivares
Esta ruta de 54,2 km recorre parte del antiguo trazado ferroviario Córdoba-Marchena, que dejó de funcionar en la década de 1970, atravesando
campos de girasoles y cultivos cerealistas entre olivares, que adquieren especial belleza en primavera, cuando contrastan sus colores en las distintas
parcelas que cubren este llano paisaje.
V.6 La Sierra. Cádiz. Andalucía
En territorio de la nutria
Este recorrido atraviesa los 29 túneles excavados en el corazón de la sierra gaditana para el trazado ferroviario que pretendía unir Jerez de la Frontera
y Almargen, y que la Guerra Civil impidió finalizar. El más largo de esos túneles, ubicado al final de la ruta, mide casi 500 m. Pueblos blancos,
olivares, reses bravas, la Reserva Natural Peñón de Zaframagón, megalitos y ríos santuario de la nutria salpican una ruta de 35,5 km.
V.7 Rota. Cádiz. Andalucía
Rumbo a la playa
El proyecto del trazado ferroviario entre Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda podría ser uno de los primeros de España, pues la concesión de permiso para su construcción es de 1830. Aunque también se utilizó para el transporte de personas, la principal función de este tren fue el
transporte de una valiosa mercancía: el vino de Jerez, especialmente hacia Inglaterra. Los 7,5 km de este Camino Natural llevan de Rota al mar.
V.8 Vía Verde de la Subbética. Córdoba. Andalucía
Lagunas, cañones y cuevas entre olivares
Este recorrido de 57,3 km se sirve del antiguo trazado del «tren del Aceite» que, comenzando en Jaén, atravesaba parte de esta provincia y de la de
Córdoba para terminar en Málaga. El tren, que permitía dar salida a los productos típicos de la zona, sobre todo al aceite de oliva, discurría por el
mismo paisaje que todavía se conserva, dominado en todo momento por los olivares, a los que se suman espacios protegidos de gran valor.
V.9-V.11 Vía Verde del Aceite. Jaén. Andalucía
Por un mar de olivos
En la provincia de Jaén, esta ruta discurre por parte del antiguo trazado del tren que daba salida por el puerto de Málaga a los productos de esta
provincia y de Córdoba, en especial el aceite de oliva, razón por la cual este ferrocarril era conocido popularmente como «tren del Aceite». Además
de extensos olivares, el Camino natural de 54,2 km visita varias reservas naturales.
V.10 Guadix-Almendricos. Almería. Andalucía
Entre minas y jamones
A caballo entre la sierra de Filabres y el valle del río Almanzora, el agradable clima de Serón, con aire fresco serrano durante el invierno y suaves
temperaturas en verano, resulta idóneo para curar el jamón serrano que ha dado fama a esta población. Además de ese atractivo gastronómico, en
los 12,4 km del Camino Natural destacan los restos del antiguo trazado ferroviario por el que se transportaba mineral de hierro.
V.12 Vía Verde del Guadalimar. Jaén. Andalucía
Minería, olivares, historia y naturaleza
Con una longitud de 15,5 km, discurre por tierras de Linares y Begíjar. Ofrece vistas de gran interés paisajístico, sobre las lomas cubiertas de olivares,
los frondosos sotos del río Guadalimar o la vega del Guadiana, y permite conocer numerosos testigos de patrimonio industrial y minero, sumados
a las propias infraestructuras de la antigua vía del tren, y los restos de la ciudad ibero-romana de Cástulo.
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Caminos Naturales de España
VI.1 Hayedos y Robledales de Riaza. Segovia. Castilla y León
Por la sierra de Ayllón
Siete senderos circulares componen un recorrido que transcurre, en su mayor parte, por pistas forestales entre robledales, a media montaña. Territorio frondoso y sujeto a las inclemencias atmosféricas, es posible desorientarse en él, por lo que es aconsejable llevar un buen mapa topográfico.
Ermitas, pueblos de arquitectura roja y negra y las mejores vistas de la sierra de Ayllón acompañan el devenir y suman su atractivo al bosque.
VI.2 Campo Azálvaro. Ávila. Castilla y León
Una cañada hacia el páramo
La localidad amurallada de Ávila, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue durante el Medievo una de las principales ciudades de Castilla gracias
al comercio y a la industria textil que se desarrolló en torno a la lana. En esa época, miles de cabezas de ovejas merinas atravesaban sus murallas
siguiendo el trazado de numerosas vías pecuarias. El Camino Natural, de 13,9 km, aprovecha parte de la importante cañada real Soriana Occidental.
VI.3 Valle de Lozoya. Comunidad de Madrid
Cinco trayectos por tierras serranas
Este Camino Natural de 31,7 km se compone de cinco itinerarios o rutas complementarias, que ofrecen al viajero la posibilidad de acercarse a
conocer la vertiente sur del Guadarrama, un valle salpicado de ermitas ocultas entre pinares centenarios, que cuenta con la presencia constante del
río Lozoya, y una rica biodiversidad en la que destacan especies tan amenazadas como el águila imperial o la mariposa nocturna Graellsia isabelae.
VI.4 Río Rivera de Acebo. Cáceres. Extremadura
Siete sendas entre dos aguas
El recorrido por tierras cacereñas consta de siete sendas que toman como inicio el área recreativa denominada «El Jevero» o bien están conectadas
con las que de allí parten. Este punto, situado a 2 km de Acebo, ofrece al viajero sus piscinas naturales del río Rivera de Acebo, en las que se puede
disfrutar de un baño al inicio o al final del paseo.
VI.5 Corredor Cáceres-Badajoz. Badajoz y Cáceres. Extremadura
Charcas, encinas y granito
El Camino Natural del Corredor Cáceres-Badajoz describe un trayecto de 176,3 km, comenzando al sur del casco urbano de Cáceres hasta finalizar
al oeste de Valverde de Leganés, aproximadamente a 30 km al sur de la ciudad de Badajoz. Su trazado aprovecha las antiguas vías ganaderas.
VI.6 Vía Verde Vegas del Guadiana. Badajoz y Cáceres. Extremadura
Por las dehesas de las grullas
Este recorrido inaugurado en 2007, que une Villanueva de la Serena (Badajoz) con Logrosán (Cáceres) sigue un antiguo camino ferroviario proyectado para comunicar esta zona con Talavera de la Reina, cuyas obras se abandonaron definitivamente al inicio de la Guerra Civil. Su trazado, de
57,2 km, ofrece al viajero, además de la belleza de su paisaje, la posibilidad de acercarse a la mayor área de invernada de las grullas en la península.
VI.7 Vía Verde de La Jara. Toledo. Castilla-La Mancha
El paisaje amarillo
Este camino de 51 km recorre la línea férrea que unía Calera y Chozas con Santa Quiteria, que nunca llegó a funcionar. Proyectada en la época de
Alfonso XIII, surgió para comunicar el centro peninsular con Extremadura, creando una línea que acortara la distancia entre Madrid y Badajoz,
para lo que se diseñó un trazado entre Talavera de la Reina (Toledo) y Villanueva de la Serena (Badajoz). Las obras se abandonaron definitivamente
en 1962.
VI.8 Villacañas a Quintanar de la Orden. Toledo. Castilla-La Mancha
Humedales entre viñas y olivos
En plena Mancha toledana se inauguró a principios del siglo xx la línea férrea que unía Villacañas y Quintanar de la Orden (26 km). La llegada de
este tren, conocido como «el Trenillo», favoreció el abandono paulatino de los cultivos cerealistas, escasamente rentables en la zona, y abrió paso a
la producción vitivinícola que todavía se mantiene, contribuyendo a la mejora socioeconómica de toda la comarca.
VI.9 Canal de María Cristina y sus ramales. Albacete. Castilla-La Mancha
Junto al agua más tranquila
Los cinco ramales de este Camino Natural coinciden con el trazado de los canales más importantes de esta gran obra de ingeniería. Comenzada en
1804 para desaguar hacia el Júcar las aguas encharcadas que rodeaban Albacete, permitió habilitar nuevas tierras agrícolas y mejoró las condiciones
sanitarias de la población. En la actualidad ha perdido prácticamente su función debido al descenso del nivel freático, salvo en la ciudad de Albacete.
VI.10 Sierra de Alcaraz. Albacete. Castilla-La Mancha
Lagunas y frutos silvestres
Este Camino Natural, de 57,3 km, utiliza el trazado de la línea del ferrocarril Baeza-Utiel, que formó parte de una red viaria continua que pretendía
unir Andalucía con Francia a través del Levante español. El gran proyecto ferroviario comenzó su construcción en el año 1927 y se abandonó treinta
años después, sin que ningún tren llegase a circular por ella. Cultivos, túneles, sabinas e importantes humedales salen al paso.
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VI.11 Camino del Agua Soriano. Camino Antonino. Navarra, Aragón y Castilla y León
Conectando el Ebro con el Duero
Desde Tudela a Soria, entre los dos grandes ríos del norte peninsular, el Ebro y el Duero, este Camino Natural aprovecha parte del trazado de la Vía
xxvii del Itinerario Antonino, que iba de Augustobriga a Numancia, para unir el Camino Natural del Ebro, gr 99, y el Camino Natural del Duero.
Un recorrido histórico de 113,5 km que nos lleva desde la cultura de los celtíberos a la romana y a la medieval, bajo la atenta mirada del Moncayo.
VI.12 Eresma. Segovia. Castilla y León
Del piedemonte de Guadarrama a las campiñas de cereal
Este Camino Natural, instalado entre el piedemonte de la sierra de Guadarrama y las campiñas cerealistas de la cuenca del Duero, atraviesa durante
algo más de 13 km zonas con vegetación de ribera y de repoblación y un encinar protegido. Desde las lastras donde se sitúa la ciudad de Segovia, la
ruta desciende por las laderas y el fondo de valle del río Eresma, hasta alcanzar sus amplias vegas, donde se ubica Hontanares de Eresma.
VI.13 Las Villuercas. Extremadura y Castilla-la Mancha
Por las serranías de la meseta sur
Recorre la comarca de Las Villuercas y discurre por los términos municipales de Logrosán, Cañamero, Guadalupe y Alía, en la provincia de Cáceres, y
de Puerto de San Vicente, en la de Toledo. Con su creación se podrá enlazar el Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana (Cáceres, Extremadura)
y el de Vía Verde de La Jara (Toledo, Castilla-La Mancha), sumando de esta manera unos 185 km de gran intensidad paisajística.
VI.14 Guadiana. Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía
Guadiana, misterioso y diverso
Con sus 818 km el río Guadiana es el segundo en longitud de la Península Ibérica. Nace en las lagunas de Ruidera, entre Albacete y Ciudad Real,
desaparece y reaparece en los Ojos del Guadiana, atraviesa Badajoz, se adentra en Portugal y recorre Huelva de norte a sur hasta desembocar en el
Atlántico. Este Camino Natural lo recorre en 44 etapas, separadas por el tramo portugués.
VI.15 Tajo. Aragón, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y Extremadura
Un largo camino hacia el poniente
El Camino Natural del Tajo traza un itinerario plural y diverso, de más de 1.000 kilómetros, hacia el Atlántico, en el extremo oeste de la Península
Ibérica. Desde los Montes Universales, lugar donde nace el río en la sierra de Albarracín, el recorrido atraviesa las provincias de Teruel, Cuenca,
Guadalajara, Madrid, Toledo y, por último, Cáceres. Aquí finaliza el camino, pero el Tejo continúa su periplo portugués hasta la propia Lisboa.
VII.1 La Palma. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias
Por tierras guanches benahoritas y por «El Bastón»
Dos grandes recorridos componen el Camino Natural de la Palma: el gr 130 y el gr 131. El primero, de 159 km, se basa en los antiguos caminos de
comunicación entre poblados, el denominado Camino Real de la Costa o de Medianías. El segundo, de 86,9 km, surge de la unión de la Ruta de
los Volcanes y de la Ruta de la Crestería, que recorre la cresta del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
VII.2 Anaga-Chasna. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias
La explosión de la naturaleza tinerfeña
El Camino Natural de Anaga-Chasna o gr 131, de 85,7 km, es una ruta que atraviesa los espacios forestales y las cumbres de la isla de Tenerife para
el deleite del viajero, quien durante el camino tendrá el privilegio de admirar los grandes contrastes del paisaje tinerfeño, desde la exuberancia de la
vegetación hasta las caprichosas formaciones volcánicas, coronadas por el imponente pico del Teide, de 3.718 m, el más alto de España.
VII.3 Por los senderos tradicionales de El Hierro. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias
El camino como legado cultural
Por una parte, el Sendero Circular de El Hierro, de 104 kilómetros, discurre a lo largo de sus 15 etapas por los denominados «caminos tradicionales»
de la isla, entre bosques, cultivos y barrancos, a los que se suman miradores, zonas volcánicas y sabinares. Por otra, los 42 km del sendero gr 131
atraviesan el centro de la isla, y coinciden en su etapa principal con el Camino de la Virgen, antigua columna vertebral de la isla.
VII.4 Fuerteventura. Las Palmas. Islas Canarias
Tesoros naturales en un entorno volcánico
Entre Isla de Lobos y Punta de Jandía, el gr 131 recorre 153 km marcados por la intensa diversidad natural de Fuerteventura, declarada en su totalidad como Reserva de la Biosfera por la unesco en 2009. A este trayecto le acompañan 14 senderos de Pequeño Recorrido (97 km en conjunto)
que transitan, entre otros muchos parajes, por el cono volcánico de Tindaya.
— 328 —
Caminos Naturales de España
Los autores del libro
Textos
• Fernando Garrido Velasco | Pensamientos, caminos y montañas
(pág. 21)
Es uno de los nombres propios del alpinismo español, especializado en los desafíos en solitario, en invierno y ligero de equipaje. En su
haber tiene el récord mundial de permanencia en altura (dos meses en solitario en la cima del Aconcagua, 6.959 m), la primera ascensión mundial en solitario y en invierno a un ochomil (Cho-Oyu, 8.201 m) y el haber recorrido a pie los 5.000 km del Himalaya, habiendo
coronado cimas por todo el mundo.
• Dioni Serrano | Caminos naturales. Caminos con guion
(pág. 27)
Redactor jefe de la revista Grandes Espacios desde sus inicios en 1995 dentro del grupo editorial Desnivel. En esta labor confluyen
su formación periodística y su experiencia como montañero, escalador, esquiador, cicloturista y viajero. Es autor de numerosos reportajes y artículos sobre estos temas y ha colaborado en varios libros. También se le puede seguir a diario en la publicación digital
Desnivel.com.
• Joaquín Fernández | El valor añadido de la naturaleza
(pág. 33)
Referencia del periodismo ambiental en España desde hace más de dos décadas, su labor vinculada a Radio Nacional de España
(RNE) ha sido distinguida con premios nacionales e internacionales. Fundador y primer presidente de la Asociación de Periodistas de
Información Ambiental, es colaborador habitual en diversas publicaciones periódicas y ha escrito una docena de libros en los que trenza
medio ambiente y periodismo.
• Javier Sánchez Gutiérrez | Caminar por montes y montañas de nuestros espacios protegidos
(pág. 37)
Director-conservador del Parque Natural y Parque Nacional de Sierra Nevada, este Ingeniero de Montes comenzó su andadura en la
gestión de espacios naturales protegidos a la temprana edad de 27 años, con la dirección del gaditano Parque de los Alcornocales. En
España es, por tanto, uno de los profesionales más experimentados en temas de conservación medioambiental.
• Juan Ruiz de la Torre y César López Leiva | Los caminos naturales en España
(pág. 43)
Estos reputados Ingenieros de Montes –Catedrático Emérito y Profesor de Botánica de la UPM, respectivamente– suman experiencia
y juventud. Juan Ruiz de la Torre, gran conocedor de la vegetación española, escribió Flora Mayor y dirigió el Mapa Forestal de España
1:200.000. César López Leiva también ha dirigido trabajos cartográficos e investiga en Fitogeografía y Etnobotánica. Son coautores de
La cubierta vegetal en el Camino de Santiago.
• Romi del Río Bonafonte | La Ribeira Sacra
(pág. 48)
Historiadora del arte y técnico cultural, fue directora de Colecciones de la editorial PRAMES entre 2003 y 2006, periodo en el que centró
su trabajo en la publicación de guías turístico-culturales y naturales que abarcaban todo el territorio aragonés, además de desarrollar
una labor de gestión cultural como fundadora de la empresa Tarabidar. En la actualidad colabora en distintos proyectos de carácter
patrimonial.
• Antonio Alba Moratilla | Cordillera Cantábrica
(pág. 56)
Montañero, amante de la naturaleza, director de espacios protegidos de Asturias, es uno de los mayores divulgadores de los espacios
naturales del Principado de Asturias, siendo sus libros Por donde camina el oso, GR 109 Asturias Interior, 100 Pequeños Recorridos por
Asturias (I y II) o su participación en los Mapas excursionistas Picos de Europa 1:25.000, entre otras publicaciones, una referencia para
la práctica del senderismo en Asturias.
• Daniel Martín Gómez | La Palma. gr 131 o El Bastón
(pág. 64)
Es periodista y guía de turismo. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en medios impresos de Canarias, como Diario
de Avisos y La Voz de La Palma, así como en cabeceras digitales de carácter insular y regional. Especializado en temas de naturaleza
y ocio activo, sus colaboraciones se han extendido a publicaciones como Escapada y Grandes Espacios. Es además co-autor del libro
La Palma y sus caminos: 30 rutas escogidas.
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• Modesto Pascau Canales | Somontano de Barbastro
(pág. 72)
Gerente de PRAMES, S. A., empresa aragonesa que lleva más de dos décadas dedicada al estudio, creación, diseño, equipamiento y
promoción de infraestructuras y actividades que se realizan, fundamentalmente, en entornos naturales de ámbito nacional, como fue
el caso del Camino Natural del Ebro. En todas estas actuaciones ha invertido su experiencia de montañero y su amplio conocimiento
del territorio.
• José María Pérez Peridis y Jaime Nuño González | Caminos de regreso
(pág. 83)
Peridis, arquitecto y humorista gráfico, ha impulsado diferentes proyectos encaminados al estudio, la conservación y la recuperación
del patrimonio monumental, como la Fundación de Santa María la Real-Centro de Estudios del Románico, en Aguilar de Campoo. Director y presentador de la serie Las claves del Románico, es codirector de la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica, cuyo
coordinador general es el arqueólogo Jaime Nuño.
• Julio Llamazares | Por el Oeste español
(pág. 89)
Escritor de marcada personalidad poética, nació en una aldea leonesa, Vegamián, que vería desaparecer bajo un embalse. Su segunda
novela, La lluvia amarilla, supuso su consolidación literaria. También ha cultivado con éxito la poesía (premio Jorge Guillén en 1982 por
Memoria de la nieve), el ensayo, el artículo periodístico, la literatura de viaje y el guion cinematográfico, como Luna de lobos, su primera
novela, o Flores de otro mundo.
• Julio Vías | La cañada real de la Vera de la Sierra
(pág. 95)
Es naturalista y escritor, autor de dos libros sobre la sierra de Guadarrama y numerosos artículos periodísticos sobre medio ambiente.
Ha participado como conductor en una serie televisiva sobre naturaleza, y actualmente trabaja como profesor de historia en centros
culturales del Ayuntamiento de Madrid. Es vocal en la Junta Rectora del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadarrama, declarado
en 2010 por la Junta de Castilla y León.
• Julio Grande | Tradiciones en el camino
(pág. 101)
Director de la empresa Sepinum, empresa especializada en desarrollo turístico y gestión del patrimonio en el medio rural y las pequeñas
ciudades. Es presidente de la Fundación Espacios XXI, encaminada al desarrollo sostenible de los espacios naturales de nuestro país,
y uno de los máximos especialistas europeos en trashumancia, habiendo trabajado en diversos proyectos internacionales.
• José Manuel Mangas Navas | Cañadas de paso y pasto. Senderos de paso y posta
(pág. 107)
Ingeniero agrónomo, Jefe del Servicio de Bienes y Patrimonio Forestal del MARM, es especialista en la evolución de la propiedad y del
régimen de explotación de la tierra en España, particularmente de los patrimonios de titularidad pública o colectiva. Sus numerosas
publicaciones son una referencia en temas de régimen comunal, montes de utilidad pública, montes vecinales y de socios, colonización
agrícola y vías pecuarias.
• Javier Rubén Castrosín Prada | La Mirada Circular
(pág. 112)
Técnico responsable de la parte de La Mirada Circular financiada por la Fundación Ciudad de la Energía, un proyecto de turismo sostenible e inteligente de la comarca leonesa de El Bierzo, que también ha contado con financiación del MARM y en el que colaboran el
Consejo Comarcal de El Bierzo y la Fundación General de la Universidad de León. La sierra de los Ancares, Las Médulas o el Camino
de Santiago son hitos principales de la ruta circular.
• Domingo Pliego Vega | Valle de Lozoya
(pág. 120)
Ligado a diversos clubes de montaña desde que era estudiante de Ingeniería Industrial, se ocupó de los senderos GR dentro de la
Federación Española de Montaña, pasando a asesor de Senderismo y Protección de la Montaña de la nueva Federación Española de
Deportes de Montaña y Escalada hasta 1998. Son muy numerosas sus publicaciones sobre senderismo y cicloturismo de montaña,
siendo un gran conocedor de las sierras de Ayllón y Guadarrama.
• Pep Ribas Leiva y Blas Guevara Caparrós | Camí de Cavalls
(pág. 128)
Autores de Mallorca: una isla de contrastes. 20 excursiones y ascensiones, una de las guías de senderismo de la isla de Mallorca más
completas que se ha editado. Pep Ribas desarrolla su experiencia trabajando en el Consell de Mallorca como guarda de refugio de la
ruta GR 221. Blas Guevara es diseñador gráfico e ilustrador, y un apasionado de la naturaleza y el senderismo.
• Guillermo Palomero | Camino de osos
(pág. 139)
Presidente de la Fundación Oso Pardo y asesor del MARM en la conservación del plantígrado. La fundación se constituyó en 1992
como ONG para contribuir al estudio y conservación de una de las especies más amenazadas de la fauna ibérica. Para ello, sus proyectos también se encaminan a preservar su hábitat natural y a lograr la convivencia de esta especie con el entorno humanizado en el
que se desenvuelve.
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Caminos Naturales de España
• Soledad Puértolas | Caminos de la memoria
(pág. 145)
Académica de la Lengua y miembro del Patronato del Instituto Cervantes y de la Biblioteca Nacional, la escritora de origen zaragozano
es una de las voces más personales de nuestra literatura. Empezó a darse a conocer con El bandido doblemente armado (Premio Sésamo, 1979). Sus últimos títulos son Historia de un abrigo, Cielo nocturno y Compañeras de Viaje.
• Marta Iturralde | De Canfranc a Ojos Negros
(pág. 151)
Montañera y escritora, ambas facetas se trenzan en las narraciones noveladas que componen Mujeres y montañas. Nacimiento del
pirineísmo femenino, en Mitología del Balaitús, otra de sus producciones dentro de la literatura de viajes, o en la novela Lágrimas de
la Maladeta, escrita junto a Alberto Martínez Embid. En todas estas obras, así como en otros muchos trabajos y colaboraciones, los
Pirineos se erigen en las montañas de referencia.
• Santiago Hernández Fernández | Caminos naturales por las Villuercas
(pág. 157)
Doctor Ingeniero de Caminos, catedrático de Proyectos e Ingeniería Ambiental (Politécnica de Cáceres), presidente del Consejo Económico y Social de Extremadura y del Patronato del Parque Nacional de Monfragüe, Premio Nacional de Medio Ambiente 1995, presidente
de la Comisión de Medio Ambiente del Consejo Europeo de Ingenieros Civiles (2001-2006) y Medalla de Honor del Colegio Nacional de
Ingenieros de Caminos.
• Urdin Elortza Letamendi | Andoain-Leitzaran
(pág. 162)
Periodista, fotógrafo, montañero y técnico de senderos por la Federación Guipuzcoana de Montaña, está especializado en senderismo y naturaleza, siendo autor de numerosas publicaciones y colaboraciones, entre las que cabe destacar la topoguía GR 280 Uribe.
Bizkaia, si bien su trabajo periodístico abarca también otros ámbitos de carácter cultural.
• Juan Mari Feliu Dord | El Plazaola
(pág. 170)
Histórico del montañismo y la espeleología en Navarra, tiene en su haber veinticinco guías senderistas y la dirección de la revista Caminar. En esta dilatada trayectoria, citar su participación en el Equipo Punta, que logró el récord mundial de profundidad en la sima de San
Martín (1966), y en la Expedición Vasco-Navarra a los Andes del Perú, que coronó la cumbre más alta que quedaba virgen en América
y otras dos más (1967).
• Carmen Bengoechea | Camino del Oja
(pág. 178)
Filóloga de formación, desarrolla su labor profesional dentro de la empresa Sepinum, especializada en el desarrollo de proyectos de
gestión del patrimonio y de desarrollo turístico, orientada fundamentalmente al medio rural y las pequeñas ciudades, siendo en la actualidad gerente del Plan de Dinamización «Haro, patrimonio del vino». Es, por ello, una de las voces más autorizadas sobre temas de
patrimonio y turismo en La Rioja.
• Rafael Cebrián Gimeno | Maigmó
(pág. 186)
Escritor y montañero, conocedor de la geografía valenciana que ha divulgado en numerosas publicaciones. Exprofesor de la Escuela
Nacional de Alta Montaña. Guía de montaña. Miembro del Centro Excursionista de Valencia; de la Asociación de Periodistas y Escritores
de Turismo; de l´Institut Valencià d´Excursionisme i Natura; de la Sociedad Geográfica Española; de la Real Sociedad Económica de
Amigos del País y de la Sociedad de Amigos de los Castillos.
• Manuel Águila Guillén y Lázaro Giménez Martínez | La vía verde hacia el noroeste de Murcia
(pág. 194)
El primero es miembro de Ecoespuña, empresa dedicada a la prestación de servicios de educación, interpretación y gestión del patrimonio natural y cultural y a la comercialización y la práctica de un turismo sostenible. El segundo es Presidente de Natursport, entidad
sin ánimo de lucro para la Promoción Sostenible de Actividades en la Naturaleza en la Región de Murcia, promotora de numerosas
publicaciones y de programas de turismo en la naturaleza.
• Roberto Aybar León | La Vía Verde del Aceite
(pág. 202)
Geógrafo y técnico del área de Turismo y Desarrollo Local Sostenible de la Diputación de Jaén, es socio fundador de la Asociación
Olearum, dedicada a promocionar la cultura y el patrimonio del aceite de oliva, siendo coordinador de iniciativas amparadas por la
Unión Europea dirigidas a fomentar el oleoturismo en un ámbito interregional. Es responsable de promoción de la Vía Verde del Aceite
y coautor de varias publicaciones acerca de su Jaén natal.
• Pepe Ynat y Fernando Giraldo | Vía Verde de La Jara
(pág. 210)
Geógrafos. El primero de ellos, miembro de la Escuela de Alta Montaña, Técnico de Senderos y con una dilatada trayectoria en medios
de comunicación, es autor de diversas topoguías y textos de interpretación del paisaje. El segundo, vinculado profesionalmente a la
montaña, ha sido profesor de esquí y es consultor en turismo, sistemas de información geográfica y desarrollo local, siendo autor de
diversas guías senderistas y patrimoniales.
— 331 —
• Eduardo Martínez de Pisón | El camino del agua
(pág. 219)
Geógrafo y montañero, se formó con el maestro de la Geografía española, Manuel de Terán, siendo en la actualidad catedrático emérito
de Geografía Física de la Universidad Autónoma de Madrid. Vallisoletano de origen, es un enamorado de las montañas, que ha recorrido
por todo el mundo, y la voz más autorizada para hablar de paisaje. Entre sus galardones se puede citar el Premio Nacional de Medio
Ambiente (1991). A todo ello suma su faceta de escritor.
• Rosa Regàs | Los insondables caminos del agua que recorren el mundo
(pág. 225)
Con una infancia marcada por el exilio a Francia y su regreso a la España franquista, estudió Filosofía en la Universidad de Barcelona,
trabajó en la mítica Editorial Seix Barral y en su propio proyecto editorial, La Gaya Ciencia, hasta iniciar una exitosa carrera literaria
con títulos como Azul (Premio Nadal 1994), Luna lunera (Ciutat de Barcelona 1999) o La canción de Dorotea (Planeta 2001). Dirigió la
Biblioteca Nacional de 2004 a 2007.
• José Giménez Corbatón | Carmela y el río
(pág. 231)
La geografía literaria de este escritor remite a un quebrado paisaje turolense, atravesado por el río Guadalope, y a su ciudad natal,
Zaragoza. Su narrativa es un reflejo lírico y descarnado, a la vez, de una sociedad crepuscular y un tiempo pautado por la Guerra Civil
y el franquismo, tal y como recogen El fragor del agua, Tampoco esta vez dirán nada, La fábrica de huesos y Voces al alba, piezas imprescindibles de la narrativa aragonesa actual.
• Mar Ramírez | Valle de Toranzo
(pág. 236)
Experimentada escritora de guías turísticas y senderistas que abarcan numerosos territorios de la geografía española, desde Cantabria y Galicia a las islas Canarias, desde el Pirineo a las sierras andaluzas, en las que aporta una interpretación ecológica gracias a su
formación de bióloga, especializada en medio ambiente. Colabora con las principales revistas y diarios de tirada nacional vinculados
al turismo y los viajes en la naturaleza.
• Mercè Aniz i Montes | Camí de l’Aigua
(pág. 244)
Directora-conservadora del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici desde hace 20 años, Ingeniera de Montes con
una larga experiencia en ordenación forestal y desarrollo sostenible, desarrollada en diversas comarcas catalanas, y autora de numerosas publicaciones y artículos de divulgación. Entre sus logros más queridos al frente del parque nacional, está el Premio ONCE por la
accesibilidad a personas con discapacidad.
• Manuel Coronado Gil | Río Rivera de Acebo
(pág. 250)
Técnico de senderos por la Federación Extremeña de Montaña y Escalada y miembro del club senderista Camino de la Plata, colabora
en la organización de diversos eventos que tratan de extender esa práctica deportiva y, a la vez, difundir el conocimiento del trazado
viario romano y ayudar a su conservación. Junto con Pepe Ynat es coautor, entre otras colaboraciones, de la topoguía Red de Senderos
del Sistema Central. GR 10, GR 12.
• Luis Alberto de Cuenca | Los caminos de Amadís de Gaula
(pág. 259)
Filólogo, traductor, ensayista y poeta, es miembro de la Real Academia de la Historia, fue director de la Biblioteca Nacional y Secretario
de Estado de Cultura. Premio de la Crítica por La caja de plata (1985) y Premio Nacional de Traducción por el Cantar de Valtario (1989),
su poesía funde lo libresco y la cotidianidad, la elegancia y la ironía, el clasicismo y la cultura pop: de ahí sus colaboraciones como
letrista musical.
• Luis Atienza Serna | Caminos: conocer para proteger
(pág. 265)
Economista, licenciado por la Universidad de Deusto, donde también ha dado clase, fue ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación
entre 1994 y 1996. En la actualidad preside Red Eléctrica de España. Ha sido secretario general de Estructuras Agrarias y vicepresidente del Icona y secretario general de Energía, del Ministerio de Industria y Energía. Fue el primer presidente de la Fundación Doñana 21.
Camina, es ciclista y viticultor.
• Miguel Castroviejo Bolívar | Caminos Naturales y protección de la biodiversidad
(pág. 271)
Doctor Ingeniero de Montes, es Consejero coordinador de Medio Ambiente de la Representación Permanente de España ante la Unión
Europea. Miembro de la Comisión Mundial sobre Áreas Protegidas de la IUCN, ocupó diversas responsabilidades en el sistema español
de parques nacionales, siendo director-conservador del Parque Nacional del Teide y responsable del Instituto para la Conservación de
la Naturaleza en las Islas Canarias. Es premio nacional de publicaciones sobre parques nacionales Pedro Pidal.
• Miguel Urbiola Antón y Mónica Ruiz Ascacíbar | Caminos con vida
(pág. 277)
Respectivamente, Director General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja y coordinadora y redactora de la revista Páginas de Información Ambiental, una publicación editada por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de La Rioja
que trata todo tipo de temas ambientales, desde las actuaciones para la conservación y la correcta gestión de los recursos naturales
a programas de desarrollo sostenible.
— 332 —
Caminos Naturales de España
• Juan Manuel Arnal Lizarraga | El camino del Ebro
(pág. 284)
Su dilatada trayectoria profesional dentro de la Confederación Hidrográfica del Ebro hace de él uno de los mejores conocedores del río
y su cuenca, tanto de sus parajes como de la relación que las poblaciones tienen con sus aguas, así como de la fauna y flora asociadas
y, sobre todo, de su dinámica fluvial. En su etapa como Jefe de Gabinete del Presidente de la CHE participó de modo directo en el
proyecto del Camino Natural del Ebro.
• Ángel Vela Laína | El río Tajo
(pág. 294)
Director-conservador del Parque Natural del Alto Tajo, puesto desde el que ha participado en diversas publicaciones, bien como autor
o bien como coordinador, acerca del propio parque, su patrimonio geológico o su flora más amenazada y protegida.
• María Elena Gómez Chico | La Senda del Pastoreo
(pág. 302)
Como Jefa del Servicio de Medio Ambiente y Biodiversidad de la Diputación Foral de Álava, es la responsable de la supervisión técnica. Doctora Ingeniera de Montes, ha desarrollado su trayectoria profesional en la Diputación Foral de Álava desde hace más de veinte
años como Jefa del Servicio de Medio Ambiente y Biodiversidad. Ha llevado a cabo numerosos proyectos de restauración ambiental
en espacios degradados y hábitats sensibles, como el Plan de Itinerarios Verdes de Álava, habiendo planificado, impulsado y dirigido
la redacción del proyecto del Camino Natural de la Senda del Pastoreo.
• María Ángeles Soria Sánchez | Observatorio de Caminos Naturales e
Itinerarios no Motorizados de España
(pág. 313)
Perteneciente al Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado, Economista y máster en Gestión de Proyectos Públicos por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en la Administración General del Estado y es la directora
del Programa de Caminos Naturales, habiendo impulsado el diseño y la traza de Caminos Naturales de gran recorrido, que servirán para
articular una malla de rutas no motorizadas en todo el territorio español.
Fotografía
• Ferrán Aguilar: 102 (abajo), 248 (abajo), 268-269, 272 (abajo), 310
• Antonio Alba Moratilla: 58 (abajo), 60 (arriba y abajo)
• Archivo marm: 14 (abajo) 34 (abajo), 40 (arriba y abajo), 50 (arriba), 116 (abajo), 118 (abajo), 122 (abajo), 140
(arriba y abajo), 143, 149, 182 (arriba), 196, 198 (arriba y abajo), 201, 206 (arriba), 260 (abajo), 270, 274 (arriba)
• Archivo Prames: Carlos Arbex: 248 (arriba) - Marta Ferrer: 25 – Julio Foster: 106 - Fernando Lampre: 76
(abajo) - Javier Melero: 16-17, 30 (abajo), 32, 223, 226, 229, 258 – Roberto Regueiro: 66, 68, 70-71, 130, 134-135,
155, 312 - Javier Romeo: 26, 74, 76 (arriba), 77, 78-79, 80, 224, 266 (arriba), 291 – David Saz: 246
• Mikel Arrázola: 306 (arriba), 308 (abajo)
• Antonio Bascón «Sevi»: 10, 14 (arriba), 36, 88, 90 (abajo), 110 (arriba), 144, 146, 150, 152, 154, 158 (arriba), 220,
222 (arriba), 228, 230, 232, 260 (arriba), 264, 266 (abajo), 299, 316
• Eduardo Blanco Mendizábal: 12, 18, 84, 87, 148, 183, 256, 272 (arriba), 276, 278 (arriba), 282-283, 286, 288
(arriba y abajo), 290, 292-293
• Rafael Cebrián Gimeno: 188 (arriba y abajo), 190, 192
• Manuel Coronado: 252, 254 (arriba y abajo)
• Diputación de Jaén: 209
— 333 —
• Urdin Elortza Letamendi: 164, 166, 168 (arriba y abajo), 169 (arriba y abajo)
• Juan Mari Feliu Dord: 172 (arriba), 174, 175, 176-177
• Esteban Fernández Cobián: 50 (abajo), 52, 54-55
• David Santiago García: 3, 296, 298 (arriba y abajo), 300-301
• Lázaro Giménez Martínez: 200
• Julio Grande-Archivo Sepinum: 180, 182 (abajo), 184-185
• Santiago Hernández Fernández: 158 (abajo), 160 (arriba)
• La Mirada Circular: 114, 116 (arriba), 118 (arriba), 119
• Rafael López-Monné: 102 (arriba)
• Daniel Martín Gómez: 69
• Javier Melero: 262-263
• Juan Carlos Muñoz: 20, 22, 24, 30 (arriba), 34 (arriba), 42, 44, 58 (arriba), 62-63, 92-93, 136, 138, 142, 156, 160
(abajo), 172 (abajo), 204, 206 (abajo), 208 (arriba y abajo), 216, 218, 222 (abajo), 234, 238, 240, 242-243
• Carmen Nasarre y Miguel A. Santibáñez: 86, 90 (arriba), 94, 260 (abajo)
• Quintas Fotógrafos: 304, 306 (abajo), 308 (arriba)
• Pep Ribas Leiva: 15
• Eduardo Ruiz Baltanás: 278 (abajo), 280 (arriba y abajo), 281
• Alicia Vanrell: 47, 132 (arriba y abajo)
• Rosa Vega Alonso: 28, 82
• Julio Vías: 96 (arriba y abajo), 98 (abajo)
• Juan Carlos Vicente: 98 (arriba), 99, 122 (arriba), 126-127, 193
• Pepe Ynat: 110 (abajo), 212, 214 (arriba y abajo), 255, 274 (abajo)
— 334 —
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