¿CÓMO SABER QUE SOY UN BUEN PROJIMO? Evangelio de Lucas Pastor Hector Perez- galanena IGLESIA BIBLICA BAUTISTA EL CAMINO 10/12/2014 ¿CÓMO SABER QUE SOY UN BUEN PROJIMO? Lucas 10:229-37. INTRODUCCION: Amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos es el resumen de toda la Ley de Dios. Ante la interrogante hecha por el interprete de la Ley de, que debía hacer para heredar la vida eterna, Jesús le guía a estos dos mandamientos. El interprete al ver que ciertamente no estaba cumpliendo dichos mandamientos trata de justificarse escudándose tras una aparente ignorancia en cuanto a quien era su prójimo, como diciendo, “quiero amar a mi prójimo, pero no se quien es” y es entonces cuando Jesús narra la historia del buen samaritano. Al estudiar detenidamente esta historia es posible identificar los elementos que hacen de nosotros un mal o un buen prójimo para nuestros semejantes. Consideremos en primer lugar como es: UN MAL PROJIMO (LUCAS 10:30-32) A. Es indiferente a las necesidades de otros, no le importa si aquel que ocupa de asistencia es o no de los suyos. Note que en los Vv. 30-32 tanto el Sacerdote (Los oficiantes del culto en el templo) como el Levita (los asistentes del templo). Vienen por el mismo camino de Jerusalén a Jericó, probablemente de haber oficiado en el templo, llegan al lugar donde un compatriota suyo, judío, igual que ellos, 2 creyentes del mismo Dios, probablemente miembro de la misma comunidad, a causa de una atraco sufrido en manos de malhechores había quedado: 1) Despojado en el camino (sin ropas ni pertenencia). 2) Herido. 3) Medio muerto (probablemente inconsciente). Aquellos que conocían la ley de Dios a la perfección y que supuestamente como sacerdotes no solo tenían la responsabilidad de ensenarla, sino de vivirlas, llegan al lugar ven al hombre, pues tanto el v.31 como el v.33 hace énfasis en el hecho de que le vieron, y lejos de tener misericordia de el y asistirle inmediatamente, pasan de largo siguiendo su camino. En otras palabras se mostraron indiferentes al dolor ajeno. Si nos tocara comentar y juzgar a estas personas diríamos, que crueles, ¿a caso no tienen corazón? En cambio lo cierto que son muchos los que a diario nos encontramos a distintos tipos de personas maltratadas y agonizantes tirados en el camino de nuestra vida a causa, quizás no de un asalto pero si de los distintos embates y maltratos que la vida y el pecado misma puede darle a algunos y en cambio nosotros como individuos y como iglesia, lejos de buscar la manera de establecer un ministerio o tomar acción a favor de aliviar al perdido, miramos, juzgamos, en ocasiones tenemos compasión, pero terminamos siguiendo de lado, enfocándonos solo en nosotros mismos. ¿Cuáles suelen ser la gente que están tiradas media muertas, despojadas y heridas en nuestro camino hoy a causa del pecado? Las madres solteras, alcohólicos, drogadictos, los inconfesos, los pandilleros, los artistas, los satanistas, los que padecen depresión y muchos mas. Tanto la iglesia como institución, y cada uno de nosotros en particular, como individuos 3 tenemos que tener cuidado de no estar cayendo en la misma indiferencia que el sacerdote y el levita de esta historia, B. Además de la indiferencia. Un mal prójimo suele ser controlado por los miedos y temores en ves de por la fe. Este camino de Jerusalén a Jericó tenia una longitud que oscilaba entre los 28 y 30 kilómetros de largo, era un camino estrecho que bordeaba una zona montañosa llena de cuevas, estas características hacían de este camino un lugar propicio para los malhechores, por lo cual era un camino peligroso. Estos hombres, o sea el sacerdote y el levita, quizás fueron victimas dos tipos de temores que le llevaron a no detenerse y asistir a su compatriota en su necesidad: 1) Los que habían maltratado a este hombre podían estar cerca y asaltarlos a ellos también, por tanto no hay tiempo para detenerse, es mejor seguir de largo. 2) El hombre podía ser un sebo, alguien que fingía estar muerto para que la verdadera presa se detuviera y el resto asaltarle. Y aunque esto que estoy diciendo es especulación, lo cierto es que tiene cierta lógica que lleva a al sacerdote y al levita a actuar de la manera que actuaron, esta suele ser la manera natural en que solemos reaccionar los hombres, aun cuando seamos conocedores de Dios. Los miedos, los temores y la falta de confianza en la protección Divina cuando se procura hacer la obra de Dios nos llevan a no detenernos para mirar la necesidad de otros, los temores, los miedos y los prejuicios toman el control de nuestra vida y nos hacen seguir de largo. Tal actitud es censurable ante Dios, por cuanto el que pierda la vida por causa de Cristo la hallara, la fe sin obras es muerta y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado. Entonces que diferencia en cuanto a pecado había entre lo malhechores que maltratan a este hombre y los que viéndole medio 4 muerto siguen de largo sin importarles si este individuo puede vivir o no, en mi opinión no hay ninguna diferencia entre ellos, sencillamente son dos maneras distas de matar a este hombre, agradeciéndole o dejándole morir. Con mucha frecuencia esos mismos temores nos atacan a nosotros y nos llevan a seguir de largo. Por ejemplo: no nos detenemos para ministrarle a un homosexual porque nos inunda el miedo de que otros al vernos puedan pensar que también somos homosexuales. No le ministramos a alguien que es victima de las pandillas porque tenemos miedo de que la pandilla tome acción contra la iglesia y nos destruya el santuario y nos mate, no nos atrevemos a enfrentar a los traficantes de drogas por miedo a las reacciones que estos individuos puedan tener contra nuestras familia o contra nuestra iglesia. en fin son muchos los ejemplos que podríamos poner, donde el miedo y la falta de fe nos llevan a ver la necesidad de otros y en cambio nos hacen seguir de largo sin tomar acción de ningún tipo a favor de aquel que esta expuesto a perecer. C. Al examinar estos versículos es posible darse cuenta que también un mal prójimo le teme al sacrificio y a las responsabilidades que trae implícita el atender a alguien en su necesidad. Porque servir a alguien implica invertir tiempo y probablemente dinero, también implica sacrificar mi comodidad, bienestar o economía y eso se convierten en elementos tan sagrados que preferimos probablemente dejar que alguien muera de hambre tirado en el piso a causas de sus heridas que no tener que cargar con un desconocido que no se como me va a pagar después. La filosofía del mundo es, ayúdame que yo te ayudare, hoy por ti y mañana por mi, te amo porque me amas, te sirvo porque me sirves, y te amo y te sirvo porque te conozco, pero los mandamientos de Cristo son diferentes, obedecer a Cristo implica amar aunque no me 5 ames, bendecir aunque me maldigas, ser hospedador, dar el pan al hambriento, al huérfano y a la viuda y esto a de hacerse de manera incondicional. Con el único propósito de amar al prójimo, no aprovecharnos de el. Consideremos a continuación los elementos que forman parte de: UN BUEN PROJIMO A. Se interesa por las necesidades de otros. Vive y anda por el camino de la vida con los ojos bien abiertos para tomar acción en caso de necesidad, pues esta consciente de que hay gente que necesita de su amor y asistencia, pero sobre todas las cosas porque sabe que Dios en su palabra le manda a amar a su prójimo como a si mismo. Un buen prójimo ve las necesidades de otros y toma acción. Pero una acción desinteresada, haciendo las cosas como si fueran como para el Señor mismo. Y por ello al tomar acción no mira: Raza. En la historia que acabamos de leer, el hombre que toma acción a favor del judío es un samaritano. A causa de antiguos conflictos políticos – religiosos samaritanos y judíos no se trataban entre si y se veían como enemigos. Pero este samaritano, ve lo que no vio el sacerdote ni el levita (para vergüenza de ellos) ve a un ser humano, maltratado y necesitado de asistencia. Sexo. Pues es capaz de reconocer que tanto hombre como mujeres son amados por Dios y llamados a ser su prójimo. Posición social. Un buen prójimo a la hora de actuar no mide a las personas por lo que tiene o el grado de escolaridad o posición que ostenta, el buen prójimo 6 mira a todos por igual y no hace este tipo de clasificaciones cuando de ayudar se trata. Si es conocido o no. El samaritano no conocía al herido, y en cambio toma acción a favor de el. No hay que conocer a las personas para uno ser un buen prójimo para ellos. B. Un buen prójimo confía en las promesas de Dios y actúa con fe. Porque vive confiado en las manos de su padre Dios. Descansa en todas sus promesas y sabe que mas bienaventurado es dar que recibir. Comprende que los ángeles de Jehová acampan alrededor de los que le temen. Pero sobre todo sabe que los auténticos tesoros en la vida son los que se acumulan en el cielo a través de las buenas obras. Un buen prójimo sabe que fue creado para buenas obras (Efesios 2:10). El samaritano al ver la condición en que había quedado el judío pudo haber dicho, esto es caso perdido, a este no lo salva nadie, en cambio no lo hizo, el hecho montarlo sobre su animal carga, llevarlo a la ciudad, cuidar de el, vendar sus heridas atenderlas con aceite y vino nos hace ver de que este hombre tenia fe en que Dios podía hacer su obra de sanidad en el y sanarle completamente. En otras palabras el confiaba en la mano poderosa de Dios. Me pregunta en es ¿cuándo vemos a alguien en el camino de nuestras vidas agonizando a causa de las consecuencias del pecado en nuestras vidas, creemos que Dios puede cambiar las cosas? La respuesta a esta pregunta es lo que en un final nos va a mover a actuar o no. A desarrollar ministerio o no en la iglesia. No podemos permitir que las circunstancias y las corrientes del mundo actual nos haga coger pánico en el que hacer como cristianos y como iglesias, todo lo contrario siendo que el mundo y sus corrientes están dejando mas y mas 7 personas tiradas en el camino, la iglesia a de levantarse con fe y en el nombre de Jesús quien nos manda a amar a nuestro prójimo crear ministerios que nos permita tomar a estos heridos, curarles, montarles en nuestro animal de carga, ir a la ciudad y cuidar de ellos. Es por eso que: C. Un buen prójimo no le teme al sacrificio. Sino que ve todo gasto como una inversión. Quizás alguno diga, pero bueno ¿y si no se convierten que ganamos? Recordemos que nosotros no hacemos las cosas para ganar otras, sino por amor al Dios que nos manda a amar a su prójimo. La razón por la cual muchas veces no hacemos mas ministerios y servimos mas al prójimo es precisamente por esa filosofía de vida mundana que nos ha convertido en calculadores fríos, filosofía que nos lleva a pensar solo en nosotros. Si al hacer algo por alguien estos no reaccionan de la manera que esperábamos, esa es su responsabilidad con Dios, a quien un día dará cuentas, usted cumpla con la suya y será premiado en los cielos. D. Un buen prójimo asume con responsabilidad la obra que realiza. Y por ello hace todos los arreglos que sean necesarios hacer para invertir de su: Tiempo: El samaritano pese a que era aquel camino un lugar peligroso no le importo detenerse, el se tomo el tiempo para sanarle, llevarle a un lugar seguro y cuidarle. Un buen prójimo sabe apartar y aparta de su tiempo por amor a otros y lo hace de manera incondicional. Recursos propios: El samaritano no le importo hacer uso de sus vienes y de su dinero a favor de alguien que el era desconocido y socialmente un enemigo. Note como lo lleva a un mesón y no solo paga unos días, sino que además promete pagar lo que este perfecto desconocido gaste hasta que este enteramente recuperado. Me pregunto ¿si haríamos lo mismo 8 nosotros? Nunca le de miedo extender su mano para bendecir y ser bendición a aquel que tiene necesidad, con tal acción no perdemos lo nuestros, todo lo contrario nos hacemos mas ricos para con Dios. Servir al prójimo implica romper con nuestras comodidades, este samaritano tuvo que probablemente dejar de hacer lo que tenia bien planificado hacer para cuidar de este desconocido y en cambio no le peso hacerlo. Como hijos de Dios llamados a amar a nuestro prójimo hemos de tener una disposición de tomar acción en pro de aquellos que tienen necesidad de ser amados y ministrados por la iglesia y no podemos tener temor de invertir nuestro dinero, tiempo. Siempre que una iglesia se involucra en un servicio que implique amar a su prójimo, ese cristiano e iglesia serán bendecidos por Dios, porque Dios ama al dador alegre. CONCLUSIONES: Jesucristo quería llevar a este hombre al mismo lugar donde el quiere conducirnos a ti y a mi, y es que en la vida no se trata de adoptar la posición de prójimo de otros, sino procurar ser nosotros mismos el prójimo, un prójimo no que se conduce de palabras sino con acciones. El interprete de la Ley termina reconociendo que quien fue el prójimo del judío fue quien uso de misericordia, y las palabras que a continuación Jesús le dijo, son las mismas que nos dice a usted y a mi hoy, como individuos y como iglesia “ve tu y haz lo mismo” 9