Subido por José María Madrona Moreno

Diseño inteligente

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0. Durante siglos, LOS FILÓSOFOS contemplaron el mundo como resultado de un DESIGNIO o plan
1. Con Darwin se da un giro radical. En 1859, DARWIN publica El origen de las especies: Toda la vida es producto de fuerzas naturales sin dirección alguna: tiempo + azar + selección natural
Mecanismo de la SELECCIÓN NATURAL (a partir de la observación de los pinzones de las Galápagos): las diferencias en los tamaños y formas de sus picos son el resultado directo de la selección natural. El pico largo confiere una
ventaja funcional de cara a la supervivencia, cuando el medio se hace extremo. Con el paso del tiempo, esos picos
son los que prevalecen en las sucesivas generaciones
Selección natural: variaciones físicas ventajosas heredadas por generaciones sucesivas. Con el paso del tiempo, resultan organismos diferentes, sin ninguna dirección inteligente. La naturaleza opera como los criadores de palomas
habían venido haciendo.
La selección natural explica, para Darwin, la apariencia de designio sin un diseñador, convirtiéndose en un diseñador sustituto, sin necesidad de apelar a una causa inteligente.
2. A pesar de la amplia aceptación del darwinismo, un creciente número de investigadores está cuestionando aspectos claves de la teoría.
P. ej., la investigación por parte de BEHE de sistemas biológicos complejos que parecen desafiar la explicación por
la selección natural.
Parte de los crecientes descubrimientos, a partir de la segunda mitad del XIX, sobre LA CÉLULA —apenas conocida
por Darwin—, repleta de MÁQUINAS MOLECULARES.
La selección natural parece a Behe, en los años 90, incapaz de explicar la construcción de dichas máquinas, como
se ilustra con el ejemplo del flagelo bacteriano, que no se presenta como un ensamblaje de piezas al azar.
Explicación: una característica de las máquinas moleculares denominada por Behe COMPLEJIDAD IRREDUCIBLE,
se requiere una conjunción de piezas para constituir un sistema (máquina) que solo es funcional a partir de la presencia simultánea de todas ellas, como se ilustra con el ejemplo de una ratonera. ¿Cómo se puede construir gradualmente un sistema cuando no hay función hasta que se tienen todas las piezas en su sitio, cuando cada cambio
—según Darwin— ha de producir alguna clase de ventaja?
3. Pero la constitución de nuevas formas a partir de otras ya existentes es solo el primer problema que se plantea
en biología. Un segundo: cómo se originó la vida por primera vez (la primera célula viva) a partir de la materia no
viviente (compuestos químicos simples) en las aguas primordiales de la primitiva Tierra, no fue apenas tocado por
Darwin. Lo haría OPARIN en los años 20 y 30, con lo que llamó EVOLUCIÓN QUÍMICA: Moléculas químicas mayores se organizarían a sí mismas a partir de otras menos complejas por variaciones al azar y la selección natural,
hasta constituir la primera célula primitiva.
Empezó a buscarse el mecanismo explicativo. Destaca en ello KENYON, que trató de empezar por explicar la formación de los ladrillos mismos del edificio de la vida: las grandes y complejas moléculas llamadas PROTEÍNAS,
que constituyen, por ejemplo, cada una de las piezas de un motor flagelar bacteriano.
Pero las proteínas están constituidas, a su vez, por 20 tipos diferentes de unas unidades químicas más pequeñas
(comparables a las letras del alfabeto): los aminoácidos, enlazados en largas cadenas. Es la disposición de las posibles secuencias de las aminoácidos la que determina que se construyan cadenas proteínicas con significado, capaces
de doblarse tridimensionalmente para forma una proteína con una función determinada. La arquitectura de la formación está preprogramada por el orden de los aminoácidos, su secuencia en la cadena. Si la secuencia es incorrecta, se forma una cadena inútil, que no se formará para constituir una proteína, siendo destruida dentro de la célula:
la función del todo depende de la disposición precisa de las partes individuales.
Pero, ¿qué es lo que produce el secuenciado preciso de los aminoácidos, que da lugar a las formas y funciones específicas de las proteínas?
Kenyon proponía que eran las mismas propiedades químicas de los aminoácidos las que los hacían atraerse entre sí
para formas las largas cadenas que darían lugar a las proteinas, los componentes más importantes de la célula. La
vida estaba predestinada nada más que por la química: Predestinación bioquímica, un bestsellar sobre la teoría de
la evolución química.
A partir del contraargumento de un alumno, Kenyon empezó a encontrar debilidades en su teoría: ¿cómo se pudieron ensamblar las primeras proteínas sin la ayuda de instrucciones genéticas? En las células vivientes, las cadenas
de aminoácidos no se forman directamente por atracción entre sus aminoácidos componentes. Es otra gran molécula celular la que almacena instrucciones para secuenciar las proteínas: ADN.
Pronto empezó a dudar de que las proteínas pudieran autoensamblarse sin ADN, que contiene, en forma de compuestos químicos, las instrucciones necesarias para ensamblar aminoácidos para obtener proteínas, el conjunto de
información más compacto y detallado del universo conocido.
Kenyon tenía dos opciones:
- Explicar la procedencia de estas instrucciones genéticas de ensamblaje
- Explicar cómo surgieron las proteínas directamente de los aminoácidos sin ADN en los océanos primordiales
No pudo explicar ni lo uno ni lo otro.
Y negó la posibilidad de un origen EVOLUTIVO QUÍMICO para ni la más simple de las células. Y se volvió al concepto de un DESIGNIO INTELIGENTE de la vida.
4.
Siguen ahora detalles revelados por la ciencia posterior que llevan la marca del designio inteligente, en una
animación por computador (20’14”), que hace a Kenyon admirarse de un aparato, tan finamente ajustado, que lleva
el sello de un diseño y producción inteligentes: la formación de proteínas en la célula viva. Para él, en el campo de
la genética molecular es donde se obtiene la evidencia más convincente de designio en la Tierra.
5. En un comentario a un texto de Crick, se postula que la ciencia no debería prejuzgar lo que es verdad. La teoría
evolutiva excluye artificialmente un tipo de causa antes incluso de que la evidencia haya tenido la posibilidad de
hablar: la inteligencia. En parte, debido a la obra de Darwin, los científicos aceptaron una definición de ciencia que
excluye en designio como explicación: NATURALISMO METODOLÓGICO.
Sin embargo, constantemente deducimos la presencia de inteligencia. Es parte de nuestro razonamiento reconocer
los efectos de la inteligencia.
Sobre el ejemplo de unos jeroglíficos egipcios o las figuras de la isla de Pascua, se declara la dificultad para atribuir
determinados efectos a agentes naturales.
Se pasa a investigar la estructura de las inferencias en base a las cuales sacamos la conclusión de un agente inteligente, los rasgos que nos permiten reconocer la inteligencia. Para ello, se parte del libro de W. DEMBSKI La inferencia del designio, identificando los rasgos específicos de los artefactos que nos llevan a reconocer una actividad
inteligente previa: IMPROBABILIDAD y ESPECIFICACIÓN. Toma las estatuas de los montes de Dakota como ejemplo
de objeto sumamente improbable que presenta un diseño reconocible independiente.
Los criterios de Dembski para la detección del designio son esencialmente equivalentes a INFORMACIÓN.
La posibilidad de detección de información en transmisiones electromagnéticas ha posibilitado una posible búsqueda de inteligencia fuera de nuestro planeta, como han hecho astrónomos del programa SETI, intentando descubrir
pautas llenas de información en señales de radio. Por ejemplo, una civilización extraterrestre podría haberse querido comunicar mediante el lenguaje de las matemáticas, por ejemplo mediante la pauta reconocible de una serie de
números primos. Esto no sería resultado del azar, pues presentaría improbabilidad y una pauta, una que esté ahí objetivamente.
Pues bien, en el núcleo de la célula viva han descubierto los científicos una inmensa información. El ADN es un
prodigioso almacén de información, que además transmite de una forma sumamente eficiente. Como los programas
de Bill Gates, para las que él emplea ingenieros en computación.
6. De dónde procede esta información lo ha estado estudiando S. MEYER. Elabora un argumento para inferir designio a partir de la información celular, remitiendo a lo que en las ciencia tradicionalmente se ha llamado INFERENCIA HACIA LA MEJOR EXPLICACIÓN.
En su misma línea, los pensadores de Pajaro Dunes han ido elaborado lo que se denomina como teoría del DESIGNIO INTELIGENTE. Según ella, las causas inteligentes son reales, dejan evidencia de su existencia. Y una ciencia sana es la que busca la verdad y deja que la evidencia hable por sí misma, a partir de una observación de los hechos.
La conclusión de Behe de un designio inteligente para el flagelo bacteriano es generalizable a las máquinas biológicas y el universo en general, que una inteligencia suprema ha querido que sea comprendido.
El designio inteligente ha suscitado un intenso debate acerca del origen de la vida en la Tierra y, para un creciente
número de científicos, representa un paradigma capaz de redefinir los fundamentos del pensamiento científico.
En el siglo XIX, los científicos consideraban dos entidades fundamentales: materia y energía. En el XXI tenemos
una tercera que la ciencia ha tenido que reconocer: la INFORMACIÓN. Con la biología de la era de la información
crece la sospecha de que en la molécula de ADN estamos viendo realmente un artefacto de la inteligencia, solo explicable como producto de un designio inteligente.
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