Subido por John Rodríguez Saavedra

Lento Completa Septiembre 2017

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#54 · ¿QUÉ ES LA RED ATLAS?
LA HISTORIA DEL GRUPO DE THINK TANKS QUE PROVEE DE IDEAS A LA NUEVA
DERECHA LATINOAMERICANA TEATRO FILMADO UNA PLATAFORMA
ARGENTINA PARA TODO EL MUNDO CRÓNICA VERDE EL DÍA QUE
SETIEMBRE 2017 AÑO V • URUGUAY $ 220 - $ 185 PARA SUSCRIPTORES DE
LENTO 2017 #53 | CHAPITA BOLD GRIS 80
9 7 7 2 3 0 1 0 5 8 0 0 4
• ARGENTINA $ 120 • OTROS PAÍSES US$ 9
LAS FARMACIAS VENDIERON MARIHUANA EN URUGUAY
LENTO 2017 #53 | CHAPITA BOLD GRIS 80
JG LAGOS
Minorías silenciosas
L
a nota de tapa de este número es nuestra versión de un artículo publicado
por la revista estadounidense The Intercept. Su autor, Lee Fang, muestra
cómo la red de think tanks conocida como The Atlas Network se expandió
silenciosamente por América Latina y cómo, en los últimos años, consiguió influir en las medidas adoptadas por varios gobiernos de países en los que el progresismo fue desplazado del poder. La nota también da cuenta de la clase de
ideas que promueve la Red Atlas: privatizaciones de servicios públicos, reducción del Estado, desregulación de la actividad económica. Desde aquí, cuesta
diferenciar ese conjunto de lo que hemos conocido como neoliberalismo; sin
embargo, en el norte se lo suele identificar con el libertarianism, un término de
traducción compleja. Fang sitúa el contexto político e intelectual que posibilitó ese empuje particular del capitalismo extremo en Gran Bretaña y Estados
Unidos.
También conviene saber que la Red Atlas toma su nombre de Atlas Shrugged
(La rebelión de Atlas), una novela publicada en 1957 por la escritora Ayn Rand.
Emigrada de Rusia tras la Revolución de Octubre, Rand consideraba al socialismo el peor de los males; su creencia en el individualismo radical como única
forma de progreso, que plasmó en diversos ensayos y obras de ficción, fue una
de las fuentes del libertarianism anglosajón. En Atlas Shrugged, Rand imaginó
un mundo en que los emprendedores, hartos de la burocracia que obstaculiza
sus avances creativos, deciden hacer una huelga universal, que en pocos días
detiene al mundo y posibilita la llegada de un nuevo orden libertarian. Una revolución discreta, pongamos, como varias de las que habla Fang en su artículo.
La revista de este mes también trata de otros trabajosos cambios sosegados: el proceso de paz en Colombia y la puesta en marcha del sistema de venta
de marihuana en las farmacias de Uruguay en julio de este año. Los dos enfrentan desafíos. Las FARC depusieron las armas, pero su integración a la sociedad
civil será compleja, como demostró el resultado del plebiscito de 2016, en el
que los colombianos se negaron a refrendar las negociaciones entre el gobierno
y los grupos armados. Por su parte, mientras damos los últimos toques a este
número, el sistema uruguayo de regulación de la producción, distribución y comercialización de cannabis se ve amenazado por la normativa bancaria internacional, que se empeña en tratar como narcotráfico a un mecanismo totalmente
legal y avalado por el Estado. En ambos casos, el de Colombia y el de Uruguay, la
región tiene la oportunidad de ser pionera en el mejor de los sentidos.
Si me permiten dos recomendaciones más, no dejen de leer el cuento del
brasileño Paulo Pappen, al que tradujimos por primera vez al español, ni de visitar “nuestra” exposición de Diane Arbus.
Ya seguiremos con otras revoluciones, como corresponde en octubre, es decir, el próximo mes.
ENTRADA
ENTRADA
MT | 1
SECRETO DE UN SECRETO
FOTO CLAUDIO REYES (AFP)
Durante agosto en Chile se
reavivó el debate sobre el
matrimonio igualitario y la
interrupción voluntaria del
embarazo. Activistas en pro
de la legalización del aborto
se reunieron frente a la sede
del Tribunal Constitucional
de Santiago, luego de que el
organismo chileno aprobara
una medida para aliviar su
estricta prohibición mediante la despenalización en
ciertos casos.
LENTO 2017 #54 | ENTRADA
“Si esto queda
trancado se va
a trancar todo
el Parlamento”
José Mujica, EX PRESIDENTE
AHORA SENADOR
El 19 de agosto, Mujica compareció enojado ante los medios: las
farmacias que comercializan marihuana quedarían fuera del sistema bancario, debido a que disposiciones financieras internacionales impiden las transacciones asociadas al narcotráfico (y a pesar
de que no deberían aplicarse al caso uruguayo). La ley 19.972, que
regulariza la producción y comercialización de cannabis recreativo, aprobada en 2014, fue una de las banderas del gobierno de José
Mujica, quien acusó al equipo económico de no haber previsto una
dificultad de carácter formal. Hasta el cierre de esta edición se trabajaba para encontrar una solución creativa al problema.
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LENTO ES UNA PUBLICACIÓN DE LA DIARIA SA.
APARECE EL PRIMER SÁBADO DE CADA MES.
TAPA
Director y redactor responsable
José Gabriel Lagos (Soriano 774)
Editor de Fotografía
Sandro Pereyra
Editora de Pamento
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Corrección
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DIRECCIÓN DE ARTE
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Las tipografías: T-Star (Michael Mischler) y
Chronicle (Hoefler & Co.)
Diseño original
Ramiro Alonso, Florencia Lista, Lucía Stagnaro
Ilustración de RAMIRO ALONSO para la
nota “Esfera de influencia” (página 34).
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Gerencia
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Publicidad
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Atención al cliente
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De lunes a viernes de 9.00 a 17.00
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Depósito legal No 371371
Escriben, fotografían E ilustran
en este número
Andrés Alberto, Jorge Alfonso, Raúl Arboleda
(AFP), Nelson Barceló, Daniel Carranza, Andrés
D'Avenia, Nicolás Dovat, Felipe Echeverría, Lee
Fang, Fernández de Palleja, Denisse Ferré,
Rodrigo Guerra, Sergio Langer, Rosario Lázaro,
Tatiana Mesa, Cristian Moreira, Pablo Nogueira,
Paulo H Pappen, Nicolás Peruzzo, María José Pita,
Diego Recoba, John Rodríguez Saavedra, Gustavo
Sala, Rodolfo Santullo, Dani Scharf, Gabriel Serra,
Ana Valdés, Alejandro Vázquez
Registro de publicaciones en el Ministerio
de Educación y Cultura - Tomo: XVI Fojas: 99
ISSN: 2301-0584
Edición de 4000 ejemplares
(3.675 para suscriptores,
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LENTO 2017 #54 | ENTRADA
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8 CRÓNICA
48 TURISMO
¡Están hablando del faso!
Un secreto entre cerros
JORGE ALFONSO | DANI SCHARF
DIEGO RECOBA | PABLO NOGUEIRA
El día que las farmacias uruguayas
Un rincón de Tacuarembó para
empezaron a vender marihuana
encontrar belleza y tranquilidad,
visto desde adentro.
Valle Edén.
22 REGIÓN
54 HUMOR
Las FARC dejaron las armas
Vos sabés
JOHN RODRÍGUEZ SAAVEDRA |
GUSTAVO SALA
PAMENTO
RAÚL ARBOLEDA (AFP)
El proceso de paz colombiano sigue
adelante, a pesar del resultado del
referéndum de 2016.
34 INVESTIGACIÓN
55 FICCIÓN
56 La rebelión de la pizza
PAULO H PAPPEN | MARÍA JOSÉ PITA
Traducido por primera vez al
español, el brasileño trae una
Esfera de influencia: cómo los
distopía sólo aparentemente
libertarians estadounidenses
humorística.
están reinventando la política de
América Latina
76 Diskettes: Capítulo 4
LEE FANG | RAMIRO ALONSO
NICOLÁS PERUZZO | GABRIEL SERRA
La red de think tanks que propició
No era fácil ser un emprendedor
la caída de Dilma Rousseff copó
informático en el Uruguay de los
el gabinete de Mauricio Macri y
años 80.
se expande por la región. Una
investigación de The Intercept.
85 HUMOR
La dura vida
ANDRÉS ALBERTO
86 PORTADILLA Candace Rose
Rardon boceta el mundo e invita
a sumar dibujos
88 ARTE Raros y rarezas retratados
por Diane Arbus en el MALBA | Un
proyecto sobre inmigración
96 ARTE | LETRAS Pedro Juan
Gutiérrez, y unos cuantos
escritores más, vienen al Filba
| Torpedo, un gángster mayor y
mañoso, vuelve a las calles
99 ESCENA Teatrix, una plataforma
por suscripción para ver teatro
con varias cámaras
102 MENÚ Comidas nómades: un
paseo escandinavo
104 TECNO Nuevos dominios:
comunicaciones encriptadas y
otra edición de los Google Glass
105 RUIDO It Might Get Loud: Una de
guitarras
106 PANTALLA Tres proyectos
revelados en el DocMontevideo
110 RUTAS Guillermo Abril, periodista
ganador del World Press Photo
112 SALIDA
Diccionario de poesía
FERNÁNDEZ DE PALLEJA | ALEJANDRO
VÁZQUEZ
ENTRADA 4 | 5
Los llamados "supremacistas blancos" —diversos grupos de extrema derecha— ocuparon buena parte de la agenda
mediática a partir del 12 de agosto, cuando confrontaron con manifestantes antifascistas en la ciudad estadounidense de
Charlottesville, donde se debatía si dejar en pie una estatua del general Robert E Lee, comandante de las fuerzas esclavistas
del sur durante la guerra civil de ese país. El presidente, Donald Trump, trató a los incidentes, que dejaron a una mujer muerta,
como un enfrentamiento entre bandos análogos, y esa incapacidad para condenar a los grupos racistas prolongó la polémica.
LENTO 2017 #54 | ENTRADA
TEXTO JORGE ALFONSO ILUSTRACIÓN DANI SCHARF
¡ESTÁN HABLANDO
DEL FASO!
Hace casi diez años, Porrovideo, una colección de cuentos cannábicos,
convirtió a Jorge Alfonso en una figura de referencia para hablar
distendidamente sobre un tema prohibido. Ahora Alfonso nos cuenta cómo
vivió el día en que la marihuana pasó a venderse en las farmacias uruguayas.
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
1
9 de julio de 2017. Por fin llegó el gran día.
Hoy podré comprar mi marihuana en una
farmacia de manera absolutamente legal.
Ha sido un largo camino para que se cumpliera la ley y comenzara la venta del ya famoso
“porro estatal”. He esperado ansiosamente
durante cuatro años, mientras que escuchaba todo tipo de especulaciones y disparates al
respecto. He tolerado retrasos ( justificados
y no tanto). He oído opiniones de todo tipo
de personas (informadas o no, consumidores
diarios y gente que en su vida fumó un porrito). He escuchado a los optimistas, a los pesimistas, a los indiferentes. Yo me encontraba
entre los pesimistas. Pensé que la puesta en
marcha de la ley se prolongaría indefinidamente debido a la ignorancia de buena parte
de nuestra sociedad respecto de la marihuana y a la opinión contraria de un presidente
que “heredó” la ley del gobierno anterior y
que obviamente nunca vio con buenos ojos el
asunto. “Al presidente le haría falta fumarse
uno”, dije en mi primera entrevista televisiva
en el canal estatal cuando mi libro Porrovideo
salió a la venta. Y sigo pensando lo mismo. Al
presidente le hace falta fumarse uno.
El que diga que los uruguayos somos por
naturaleza desconfiados, opinólogos y quejosos acierta tres veces. Y yo, como la mayoría
de los uruguayos, me oponía (y me sigo oponiendo) a cualquier tipo de registro para los
consumidores. ¿Por qué mejor no registran a
los alcohólicos o a los que se automedican?,
repetía continuamente en las conversaciones
con amigos. Y varios de estos amigos también me confesaban su desconfianza respecto
del registro. Alguno afirmó que nunca se iba
a registrar porque le parecía ridículo y hasta
peligroso que el Estado tuviera sus datos y
supiera que consume y qué sustancia consume. ¿Acaso hay que registrarse para comprar
una botella de whisky en el supermercado,
una caja de cigarrillos en el kiosco? ¿Qué va a
hacer el Estado con esos datos sobre los consumidores que nos registramos para acceder
a la compra en farmacias? Sí, amantes de las
conspiraciones también hay muchos. No importa que se les asegure que la información
personal no será divulgada o que el farmacéutico no tendrá acceso a los datos del comprador. La gente siempre desconfiará del Estado.
Y hace bien en desconfiar. La historia está
llena de ejemplos.
En fin, aunque no me gustaba para nada
el tema del registro, acepté esa imposición.
¿Por qué? Porque los beneficios de adquirir
la marihuana estatal son incontables si se los
compara con la imprevisible experiencia de
comprar en el mercado negro. Hasta el momento yo siempre consumí marihuana de esa
fuente. Si bien desde hace bastante tiempo
en cualquier reunión en Montevideo abundan los ricos cogollos (y a uno hasta le daría
vergüenza sacar un apestoso fasito paraguayo ante gente que se jacta de su cosecha de
exóticas y potentes variedades), no fue así al
principio. Es bueno recordarlo, porque mi
país sufre una amnesia histórica que en ningún modo proviene de los posibles efectos de
la marihuana.
Yo he fumado todo tipo de porquerías. He
comprado cosas que apenas si tenían un leve
destello de eso que buscaba. He sido estafado por las “bocas” y también por conocidos
o “amigos” que me vendieron cantidades
mucho menores a las acordadas. Todo eso se
acabará. Claro, para los nostálgicos acostumbrados al riesgo de conseguir marihuana en el
mercado negro, también se perderá esa “fascinación” de la ilegalidad. Se perderá eso de ir
a una boca (al menos buscando cannabis), las
expectativas, las tensas esperas, las transas, el
riesgo, el desvergonzado robo con el peso. Se
perderá todo eso, sí. Y no lo extrañaré.
Hace unos años me mudé a Solymar. El
terreno de mi casa es bastante grande y más
de uno me sigue preguntando por qué no
planto cannabis. Sí, es cierto, puedo registrarme para plantar. Y terreno no me falta.
Tengo además un bello jardín al que dedico
buena parte de la tarde. Soy vegetariano, hago
compost y me encantan las plantas. Me gusta
cuidarlas y mantenerlas, podarlas, abonarlas,
verlas retribuir mis esfuerzos con su crecimiento y floración. Sin duda lo disfruto mucho. A veces me pregunto dónde está el escritor de 20 años que era yo, ese que se burlaba
de los ancianos que “dedican todo su tiempo
al reino vegetal”. Poco a poco ese escéptico
muchacho se transformó en este hombre de
40 años que pasa horas agachado juntando
yuyos en el pasto que él mismo hizo crecer
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 8 | 9
donde antes sólo había arena, bajo los árboles que él y su esposa plantaron con esfuerzo y con amor. “¡Plantá faso, pelotudo!”, me
sigue diciendo alguno. Es que los cultivadores de marihuana son gente muy orgullosa de
su trabajo. Y tienen motivos para serlo. Una
gran parte de ellos ya cultivaba marihuana
desde largo tiempo atrás, mucho antes de que
fuera legal. Algunos están tan identificados
con el tema del autocultivo que hablan con la
devoción propia de un militante o un religioso convencido de que tiene la verdad y debe
difundirla. Muchas veces sacan el tema en
cualquier conversación para así poder contarte de las bondades de plantar lo que fumás.
¿Por qué entonces no cultivo marihuana? Por el simple hecho de que NO ME
INTERESA HACERLO. No quiero que algo
tan importante para mí como el disfrute de
esta planta que acompaña mi vida desde hace
tanto tiempo dependa de mis esfuerzos como
cultivador, de las condiciones climáticas, de
repeler el ataque de insectos. Tampoco quiero vivir pendiente de que alguien me robe y
luego venda esa maravillosa planta que llevó
tanto esfuerzo y ya casi estaba lista para su
cosecha. Por otra parte (y esto lo he repetido hasta el cansancio y lo seguiré repitiendo
a los fanáticos del autocultivo): ¿acaso si me
gusta el vino debo hacerme vinicultor? ¿Si
me gusta el whisky deberé fabricar un alambique? ¿Debo plantar y moler mi propio café,
cultivar yo mismo la yerba para el mate? ¡No!
¡No me interesa, no jodan!
Revisando la lista de farmacias habilitadas compruebo que las dos de Canelones
quedan muy lejos y me decido por una en
Malvín Norte. Las farmacias... Todo un tema
el de las farmacias... Las primeras que se
ofrecieron a vender la marihuana estatal
fueron las farmacias. Recuerdo que una importante cadena mostró interés en ello. Pero
no. Justo ahora, cuando llega el gran día, uno
se encuentra con apenas 16 habilitadas para
los 19 departamentos de este bendito país.
¡Asustadizas farmacias! Exigieron incluso
la instalación de un “botón de pánico” para
contrarrestar su miedo irracional. ¿Miedo
a qué? ¿A ver aparecer en lontananza temibles hordas de rastas armados hasta los
dientes para robar el suave porrito estatal?
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
¡Es increíble! Más pienso en esto y más me
enojo. Llegué a escuchar declaraciones de
un farmacéutico diciendo que él “nunca
vendería drogas”. ¿¿¿NUNCA VENDERÍAS
DROGAS?? ¿¿¿Y QUÉ ESTUVISTE
VENDIENDO HASTA AHORA??? Y si es por
el miedo a los robos… ¡Las farmacias tienen
a la venta perfumes de 6.000 pesos y psicofármacos de todo tipo que darían mucho dinero en el mercado negro! ¿Es que no se dan
cuenta? Evidentemente no. Y ahora, a causa
de sus ridículos miedos y prejuicios, yo deberé ir a una farmacia muy lejos de mi casa
y seguramente hacer cola y esperar. Esperar
como en el mercado negro. Y quién sabe si
llegaré a tiempo antes de que se agoten las
existencias. Y todo por el miedo. Siempre el
miedo entorpeciendo avances y mejoras que
no pueden seguir postergándose. En este
caso, el miedo injustificado de unos comerciantes sin visión (siquiera económica) e ignorantes (como la mayoría de mis conciudadanos) sobre los efectos de la marihuana.
Salgo en el auto. Hace menos de un año
que tengo la licencia de conducir y todavía
manejo a la defensiva. Soy un tipo cuidadoso, precavido y tranquilo. Siempre lo he sido
y siempre lo seré. Porque para actuar estúpidamente no hace falta drogarse. Nunca hizo
falta. Y por cierto, yo jamás bebo alcohol ni
fumo marihuana cuando manejo. Falopero sí,
pero no idiota.
Mientras avanzo por la carretera rumbo a la farmacia, voy recordando algunos
momentos de mi historia de dos décadas
con la marihuana. Probé mi primer porro a
los 20 años. La mayor parte de este tiempo
consumí la triste marihuana “paraguaya”,
de calidad muy variable pero generalmente bastante mala. He ido a bocas temibles en
lugares muy peligrosos, y en muchos casos
he consumido todo tipo de basura pensando
que adquiría marihuana. Las “palancas” de
diez pesos, las de 20, esas bolsitas de nailon
ínfimas, rellenas de un polvillo verdoso producto de una licuadora que podría contener cualquier cosa. Recuerdo esos fasos con
olor a orín, o llenos de hongos, o mezclados
con todo tipo de sustancias desconocidas.
No más de eso. Y no más poner en riesgo mi
seguridad, exponerme a ser robado o a pasar
un mal momento. No, no extrañaré esa época. Los tiempos cambiaron y fue para bien.
¿Quién hubiera imaginado esto hace apenas
diez años? Cuando yo tenía 30 me reunía con
unos amigos algo mayores que yo que ni siquiera se animaban a fumar por la calle. ¿Se
habrán registrado para comprar en las farmacias? Algunos sí, otros no.
Recuerdo el día que me registré en El
Correo. Llegué bastante temprano. “¿Soy el
primero?”, pregunté. “Vino un muchacho antes, pero no tenía constancia de domicilio, así
que sos el primero”, respondió la empleada.
El proceso fue sencillo. Presenté mi cédula,
una factura de UTE, y respondí unas pocas
preguntas acerca de mis estudios, edad, etcétera. Luego fui poniendo uno a uno los diez
dedos de mi mano en el sensor. Ahí empezaron los problemas. Por momentos la computadora de El Correo no reconocía el escáner,
o se trancaba. Se repitió el proceso. Volví a
poner mis dedos uno a uno. Volvieron a aparecer errores de software. Detrás de mí había
ya un par de personas haciendo cola para
enviar correspondencia. “¿Podés esperar un
poco mientras llamamos para solucionar el
problema? Así atendemos a otras personas”.
“Claro. Hace cuatro años que estoy esperando esto. ¿Cómo me va a molestar esperar
unos minutos más?”. La empleada sonrió y yo
me quedé cerca de la ventanilla. Los clientes
fueron atendidos y luego volvimos a hacer
todo el proceso desde el inicio. Por fin lo
logramos. La empleada me devolvió mi cédula y mi factura de UTE y me dio dos tickets
similares que variaban sólo en algunos errores de impresión. Leí “Usted se ha registrado como persona adquirente bajo la ley Nº
19.172. Por consultas sobre uso problemático
de drogas, llame al 23091020 o al *1020 desde cualquier celular (atención gratuita las 24
hs). Por más información: www.infocannabis.
gub.uy. Regular es ser responsable”.
Llegué a la farmacia unos minutos pasadas
las diez de la mañana. Había tres personas
haciendo cola frente al mostrador. “¿Ustedes
están acá para lo que yo creo?”, pregunté prudentemente y con una sonrisa. Me devolvieron la sonrisa y afirmaron con un gesto. Me
coloqué en el último lugar de la fila. Por fin
llegó mi turno. Pasé un dedo por el escáner y
luego otro, pero no fueron detectados. “Igual
que cuando me registré”, pensé. “Sería increíble que justo ahora no lograra comprar por
errores de software o de un pequeño escáner”. Pero cuando pasé el tercer dedo el sistema aceptó que yo estaba registrado como
comprador. Había llegado el gran momento.
Sería la primera vez en mi vida que compraba marihuana legalmente. De acuerdo a la
información que había leído, sabía que me iba
a encontrar con dos variedades de cannabis a
las que nombraron Alfa I y Beta I. La primera de ellas es un híbrido con predominancia
índica con 2% de THC y 7% de CBD. Beta I es
un híbrido con predominancia sativa con 2%
de THC y 6% de CBD.
Yo había ido con la idea de comprar una
variedad de cada una para probarlas y luego decidir cuál continuaría consumiendo.
Por eso ya tenía preparada mi respuesta
para cuando me preguntaran de cuál quería: “Deme una de cada una, por favor”. Pero
mi decepción fue grande cuando el dueño de
la farmacia (un hombre que atendió a todos
siempre con la mejor buena onda y también
fue el único que concedió entrevistas) me explicó que sólo había traído de la primera variedad “para probar”, aunque me aseguró que
pronto encargaría de la otra.
“Así que me voy a tener que llevar la
más suave”, pensé. Recordé la información
que había leído recientemente en la prensa. Según la presidenta de la Sociedad de
Endocannabinología, los componentes del
cannabis legal no tendrían efectos psicoactivos. Yo no creía esto. Me parecía ridículo que
una vez legalizada la venta y luego de tanto
que se habló y discutió el tema nos terminaran entregando un placebo. Bueno, ya lo comprobaría yo mismo.
Pagué los 188 pesos y salí con el coqueto paquete blanco y azul de apertura ziploc.
“¡Más vale que esto pegue!”, pensé mientras
regresaba al auto. La empleada de la farmacia me ofreció una bolsita de nailon para
guardar el preciado tesoro pero yo rehusé. En primer lugar, porque trato de evitar
las bolsas para ayudar al medio ambiente y,
en segundo lugar, porque ya no había nada
que ocultar. Luego de tantos años de miedo,
hoy podía ir por la calle con un paquete de
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 10 | 11
marihuana en la mano sin temor a las consecuencias. Recordé la época en que podías tener graves problemas si un policía te detenía
con un par de porros encima. Todo eso había
pasado ya, como también pasó la inquisición
y la estigmatización de los consumidores (o
eso creí, aunque luego algunos uruguayos
en Facebook me demostraran lo contrario).
Pero ya hablaré de eso más adelante.
Mientras manejaba hasta casa comprendí
la fragilidad de la ley. ¿Qué pasaría si chocaba el auto y de pronto aparecía una foto
mía con la bolsita de marihuana estatal en el
asiento del pasajero? A nadie le habría importado que aún no la hubiera consumido. A
los inquisidores, a los ignorantes y a los prejuiciosos cualquier motivo les basta y sobra
para encender la hoguera.
En el camino eludí a un señor bastante mayor conduciendo mientras miraba su
celular. Más adelante observé a otro auto
adelantar vehículos a una velocidad que no
podía ser menor a los 100 kilómetros por
hora en una zona donde la máxima era 60.
“Y seguramente estos son los normales, los
que no se drogan”, pensé. Yo no, yo ya nunca
podré ser visto como uno de ellos. Mi libro
Porrovideo me convirtió en 2008 en uno de
los obvios marihuaneros uruguayos. Parte
de lo bueno de la experiencia (exceptuando
ese pequeño costo que aún sigo pagando) es
que me dejó libre de la obligación de cuidar
una buena reputación que ya no tengo ni me
interesa tener.
Al llegar a casa me sorprendo cuando mi
esposa (que no fuma) me felicita. ¿La ocasión amerita una felicitación? Quizás sí.
Estamos viviendo un momento histórico
que sólo podremos valorar en su justa medida cuando hayan pasado los años. Recién ahí
uniremos esta bolita al rosario de tempranos
avances que tan orgullosos nos ponen cuando informamos de ellos a los extranjeros,
cuando les contamos de un país innovador
y a la vanguardia, cuando nos ufanamos de
todas esas tempranas conquistas, de las ocho
horas de trabajo, el voto femenino, el divorcio por la sola voluntad de la mujer, la regulación del alcohol, la prostitución y el juego,
mejoras tan importantes y tan cuestionadas en su momento. Y ni hablar de todos los
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
avances que hemos visto en estos años, más
allá de nuestras simpatías o antipatías por
este gobierno y los dos anteriores. Sí, estamos viviendo un día histórico y ya lo entenderemos cuando lo recordemos en un futuro
no muy lejano. O quizá no. Ya dije antes que
no confío demasiado en la memoria de mis
compatriotas. Me ha decepcionado enormemente en varias ocasiones.
Bueno, llegó la hora de la verdad. Abro
la bolsa y me encuentro con unos cogollos muy lindos y con un aroma penetrante
y riquísimo. Dejo escapar un suspiro. “Sí,
esto tiene que pegar”. En este caso, “pegar”
significa “hacer efecto” (vale aclararlo para
los despistados). Tomé mi pipa y la limpié
cuidadosamente de todo resto de cogollos
provenientes del mercado negro. Fumo en
pipa hace años. La pipa te permite ir consumiendo lentamente y a tu ritmo, y tiene la
ventaja de que se apaga si uno deja de pitar.
Ideal para esos amigos que se quedan filosofando con el porro en la mano y desperdician buena parte.
Toqué uno de los cogollos y el ánimo se
me fue al piso. Tenía una consistencia crujiente. Sí, su aroma era excelente y su color
el de los mejores cogollos que yo compraba ilegalmente. Pero esa textura crujiente…
Recordé los rumores de que la marihuana
estatal había estado almacenada demasiado
tiempo y pensé lo peor. Desmorrugué uno
de los cogollos y coloqué parte de él en mi
pequeña pipa. Fumé unas pitadas y comprobé que el sabor era exquisito y que no me
hacía toser. Unos minutos después, sentí los
conocidos efectos en mi organismo y una
sonrisa brotó de mis labios. Luego se transformó en risa y en felicidad. “¿Y?”, preguntó
mi esposa. “¡Pega! ¡Pega!”, respondí. Y sin
duda era mejor que esos porros paraguayos
de las épocas oscuras. Claro, no me pareció tan bueno como los cogollos que ahora
todo el mundo tiene desde que se legalizaron el cultivo y los clubes cannábicos. Pero
era bueno. Y pegaba. Adiós al mercado negro
para mí. Adiós a fumar basura. Adiós a meterme en las bocas en busca de marihuana.
Adiós a ser estafado con la cantidad. Adiós a
tantas cosas… la mayoría fácilmente olvidables. ¡Aleluya!
Facebook
Se me ocurrió entonces sacar una foto a la
bolsa y a los cogollos estatales y subirla a
Facebook contando mi experiencia de “catación” a mis amigos de la red social. No pensaba en otro objetivo que ese. Escribí unas pocas
líneas apresuradamente comentando que el
sabor era rico aunque un poco suave para mi
gusto y que pronto probaría la segunda variedad a ver qué tal. También expresé mi disconformidad con el registro de consumidores
(“¿Por qué mejor no se registra a los alcohólicos o a los adictos a antidepresivos o ansiolíticos de este país?”, escribí), aunque valoré
la regulación como un paso muy importante.
Hablé de lo bueno de no tener que recurrir a
una boca, de saber lo que estamos consumiendo y su peso exacto. Elogié el hecho de no darle
más dinero al narcotráfico y me reí un poco de
la actitud mojigata y temerosa de la mayoría de
las farmacias. Insistí en que el efecto de la marihuana estatal me pareció suave, pero sí, existía. La marihuana estatal “pega”. Y puse algo
más, una breve referencia a que los cogollos
estaban algo secos (quizá debido a las constantes demoras en la puesta en marcha de la ley).
Y no mucho más.
No pretendí asentar una opinión categórica
sobre un tema con tantas aristas, pero sí expresar mi sentir como consumidor. Nunca pensé
que mi humilde post pudiera volverse viral.
Y durante algunos momentos en los días siguientes lo lamenté. Rápidamente los “me gusta”, “me encanta” y demás fueron aumentando
hasta niveles que yo jamás había visto en mi
muro. Eso fue hace seis días y en el momento
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 12 | 13
en que escribo esto tengo 1.639 “me gusta” y
reacciones, centenares de comentarios de todo
tipo, e incluso mi publicación fue compartida
942 veces. Debo haber tenido al menos 300
solicitudes de amistad. Y siguen llegando. Por
supuesto, muchos de los comentarios son positivos y muestran contento por el gran avance
que significa la regulación. Otros son de personas que preguntan sobre los mecanismos
para acceder al cannabis, sus costos, o el muy
frecuente “¿pega?” y demás.
También empezaron a llegarme mensajes de personas que no estaban en mi grupo
de amigos. La mayoría de estos mensajes me
consultaban respecto de cómo acceder a la marihuana de venta en farmacias. Constaté todo
tipo de bolazos e ideas absurdas. A todos les
respondí con lo que sabía.
Luego empezaron a aparecer “los otros”.
Los ignorantes furiosos que salían de la nada
a hacer gala de dicha ignorancia y de su mala
puntuación y ortografía. Con paciencia, e
ignorando hasta donde me era posible la
tosca escritura de muchos de ellos, procedí
a responderles uno por uno. Cuando me di
cuenta, llevaba horas y horas sentado frente
a la computadora enfrentándome a todo tipo
de reacciones de gente que ni siquiera era
mi amiga (ni en Facebook ni en la vida real),
gente que estaba más que dispuesta a discutir y mostrar a las claras su profundo desconocimiento del tema.
Hay centenares de comentarios en mi publicación. Entre ellos, insultos de todo tipo y
talante. Incluso tuve que bloquear a algunos
personajes violentos cuyo temperamento les
impedía discutir civilizadamente. Por suerte
sólo fueron dos o tres casos.
Citaré algunos de los comentarios positivos y negativos más jugosos. Y los agruparé por
temas. Aclaro que no tuve más remedio que
resumirlos y corregirlos a casi todos. Porque en
eso sí coinciden muchos de los defensores y de
los detractores de la marihuana: se expresan de
forma casi ininteligible, desconociendo las mínimas reglas de puntuación y la ortografía más
básica. A título de ejemplo, uno de los detractores escribió “habren”. Aunque exagerado, algo
de razón tenía el que comentó “A mí me preocupa más el índice de analfabetos que hay en
Uruguay. Cada uno es feliz a su manera!!!”.
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
No les toques sus benditas pastillas
Apareció una cantidad asombrosa de comentarios de gente muy ofendida por haberme atrevido a comparar la marihuana
con los antidepresivos y los ansiolíticos.
Tuve que aclarar que obviamente me refería a quienes los consumen sin receta, automedicándose. Es obvio que ni yo ni nadie puede juzgar al que los consume para
combatir un problema de salud y además
lo hace porque su médico se lo prescribió.
Tuve que aclararlo muchas veces. “Fumá
todo el porro que quieras” parecían decir
“pero no te metas con nuestras pastillitas
porque rompo todo”. Algunos (no sé en
qué mundo viven) ignoraban que existiera un mercado ilegal de psicofármacos y
gente que se automedicara con ellos o que
estas drogas crearan dependencia. Parece
increíble, pero no tenían ni idea. Por supuesto, pronto fueron ilustrados por estos
y otros comentarios:
“Si habrá gente adicta con recetas truchas o de farmacias que tanto se niegan
a vender marihuana pero te venden
psicofármacos sin receta”.
“Los fármacos (en su mayoría) crean
dependencia en el individuo. Los
que niegan esto, que cambien de
psiquiatra”.
“Por algo hay tantos suicidios con
barbitúricos...”.
“Soy depresiva y consumí años de mi
vida pastillas que me dejaban en malas
condiciones porque me dormía o me
babeaba de tan dopada que estaba!!!
Ahora dejé hace un año esas mierdas
por pitadas de marihuana y gracias a
eso vivo una vida normal, ya no ando
llorando por nada por los rincones dependiendo de una pastilla que me deja
como una idiota... Vivo mi vida feliz.
Aguante la marihuana”.
“Los antidepresivos, ansiolíticos, benzodiazepinas está comprobado 100%
que generan adicción, bipolaridad, etc.
Hay programas de desintoxicación
como para drogadictos para estas cosas. Te lo digo porque lo vivo en carne
propia con mi madre que es adicta a las
benzodiazepinas!”.
“El aceprax, la oxicodona y otros son
medicamentos altamente adictivos que
si te cortan la receta y vos sos adicto
OBVIO que los vas a conseguir de una
forma u otra. Hay gente que toma aceprax recreativamente, como si fuese
cannabis, así que no sé de qué hablás.
Yo estoy diagnosticada con trastorno
de ansiedad y me mandaron aceprax,
no lo tomo porque es peligroso, pero
sin embargo lo recetan como si nada”.
“Hoy en día sin receta se consigue
cualquier droga”.
“Un montón de comprimidos con ansiolíticos altamente adictivos se venden sin receta, te mandan tomar medio
gramo al principio o un gramo y luego
elevar la dosis por una gastritis nerviosa, ¿de qué estamos hablando?”.
"NO MADRUGAN PARA IR A
LABURAR PERO PARA COMPRAR
UN PORRO HACEN FILA. QUÉ
LINDO PAÍS".
Mi respuesta fue “Eso no lo sabés. No
dormimos juntos por suerte”.
Otras respuestas:
“Y vos qué sabes si no laburan? Y si laburan de noche? Comprate una vida y
dejá de mirar la de los demás”.
“Comentario de amargo y fantasma.
Mucha gente fuma y labura… pero bueno, estos moralistas de Facebook…”.
“Yo fumo y por suerte laburo en la
construcción y estudio en una facultad, pero allá la gente de mente cerrada que se cree que por fumar sos un
vago o un delincuente”.
“Me encanta cómo sólo por ir a comprar faso los tachan de ‘ni-ni’. Además
no está de sobra decir que a todos estos
iluminados les encanta deleitarse con
alcohol a un punto no muy sano, pero
no es faso entonces está todo perfecto”.
“Yo no fumo pero tampoco eso me
daría derecho de opinar sobre la vida
de personas que sí lo hacen, gente de
mente cerrada como ese comentario
son los que arruinan al país”.
La señorita de la ruleta rusa
Luego apareció una señora queriendo
saber cuál era el uso de esta marihuana (“pregunto porque no sé”, escribió).
Cuando le expliqué que dicho uso era recreativo, lo comparó con jugar a la ruleta rusa… ¡A la ruleta rusa, nada menos! Sí,
parece que lo estuviera inventando pero
no. Hasta ese punto llega la ignorancia de
algunos compatriotas.
Fuimos varios los que respondimos rápido y claro frente a esa boludez e instamos a la
señora a que se informara más antes de opinar esas ligerezas.
La señora se defendió como pudo: “Sres,
tengo más información de lo que ustedes
creen. Conozco del tema, tengo un libro sobre los beneficios del cannabis…”.
No tardaron en llegar las respuestas:
“Primero pregunta porque no sabe, pero
después dice que tiene mucha información y conoce del tema, tiene un libro y
no sé qué”.
“Yo no fumo, fumé hace unos años y fue
lindo. No me hice adicta y no me mató.
Conozco mucha gente que estudia y trabaja y fuma así como quien es médico y
fuma o se toma una copa. Cada cual hace
de su culo un candelabro, morir vamos a
morir todos, nadie queda para semilla”.
“La marihuana no es lo complicado, los
complicado son las cabecitas cerradas
y prejuiciosas que hacen de todo un
puto escándalo”.
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 14 | 15
“Por dios, qué ignorante.... Habla sin
fundamentos. Yo quiero saber de una
persona que haya muerto por fumar
porro”.
Yo le respondí a la señora siguiendo su “razonamiento”: “¿En ese libro se compara
a la marihuana con jugar a la ruleta rusa?
Porque si es así soy un tipo de suerte: llevo
más de 20 años jugando a la ruleta rusa y
todavía estoy vivo”.
Evidentemente la señora se sintió abrumada por tantos comentarios negativos,
pero igual trató de salir de forma elegante:
“Jajajajajaja dejá, dejá, déjenla por ahí, es
una pena todo esto y no da para este tipo
de conversación, les deseo suerte a todos y
perdón si ofendo con mi forma de pensar y
mi ignorancia, jaja…”.
Entre otros, la señora de la ruleta rusa fue
despedida con estos comentarios:
“Fumate uno y te sacás la duda. Un libro
el pegue no te lo mostró. Antes de juzgar,
probá por lo menos. Hipócrita”.
“Por fumar marihuana no soy ignorante,
mafiosa ni mala persona. Entonces sería
bueno meterse cada uno en sus vidas y dejar en paz a los que no somos como tú. Es
eso simplemente. Somos diferentes!!!”.
“Hay un montón de gente que no consume pero no rompe las pelotas”.
Los cultivadores fanáticos
Como ya dije antes, los cultivadores siempre
insisten en que todos debemos cultivar. Y
ni hablar de los que hasta ahora vendían ilegalmente su excedente y no están para nada
contentos con la venta en farmacias a un
precio mucho menor al suyo.
Entre otros, recibí estos comentarios:
“Registrate y plantá, no seas papelonero,
y ahí vas a ver lo que es PEGUE...”.
“¿Por qué no te juntás unas semillitas y
las plantás en tu casa? Ahí si vas a fumar
algo más rico y sano”.
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
De inmediato aparecieron comentarios
respondiendo:
“Hay gente que no puede cultivar, sea
por espacio, tiempo o porque simplemente se le cae un huevo”.
“Peor es lo que te venden en una boca
que andá a saber de qué país viene y qué
le meten dentro para agrandarlo”.
“Los reyes del autocultivo… Si tan bien
te va cultivando y tan malo es comprar
al Estado, regalanos unos cogollitos vos,
que ya plantás y las tenés todas claras. El
paso que se dio en Uruguay es enorme,
gigante, no tratemos de opacarlo porque
a algunos se les termina el negocio de
vender el 25 más caro que la farmacia”.
“Es como decirle a la gente que son pelotudos por ir a una verdulería a comprar
tomates y no cultivar... Cada cual elige su
manera de consumir...”.
“¿Por qué en vez de comprar vino o cerveza no los fabricás vos?”.
El militar y el aurinegro
Entre los comentarios agresivos apareció
uno absolutamente desinformado y prejuicioso (qué raro) de un tipo que luego se
reveló como un militar que había ido a una
misión en el Congo.
Arrancó con un “Qué manga de faloperos…
Vamos en picada”. Le respondí: “Ah, pero seguramente con tus comentarios tan informados y constructivos levantaremos”. En líneas
generales, me insultó varias veces y mostró su
ignorancia con una rabia incontenible. Utilizó
los términos “falopaje” y “desperdicios” para
referirse a los consumidores de marihuana.
“Jorgito, ya te habrás fumado un sake”, dijo
más adelante. Me causó bastante gracia. Fui
rebatiendo uno a uno sus comentarios ignorantes, pero no se detuvo:
“Ta, si vos decís que está bien fumar por
20 años dale no más, pero no publiques
festejando tu hazaña porque no para todos es ejemplo a seguir… Buenas tardes”.
A lo que le respondí: “Bueno, hablo por
mí, sin duda, pero estoy casado, pago impuestos, mantengo un negocio propio, he
escrito cuatro libros y tengo 30 premios literarios, así que modestamente no me ha ido
mal. Imaginate lo que sería si no hubiera fumado. Rey del mundo mundial, quizá”.
Pero lo más gracioso del asunto es que
cuando este hombre reveló que era militar
y yo le conté que había sido militar durante cinco años y mi padre durante 36, quedó
helado. “Eso sí que amerita aplaudir”, dijo
enseguida. “Ahora estamos hablando el
mismo idioma”.
Revisé su Facebook y supe su rango
(cabo). En adelante, le respondí cada comentario con “mire, mi cabo, tal cosa y tal
otra”. Inmediatamente bajó los humos y
finalmente terminó llamándome “barra”,
término del ámbito castrense para referirse
a los compañeros de la milicia. Esto me dio
mucho que pensar. Para el que no consume
e ignora todo acerca de la marihuana, el que
fuma es “el drogo”, el equivocado, el elemento discordante que debe ser convencido o destruido. En definitiva, “el otro”. Pero
cuando vemos que “el otro” es como uno,
que el otro comparte algún tipo de vínculo
con nosotros, que es un integrante de nuestra manada, entonces la agresividad queda
reducida o desaparece. “El otro” soy yo. “El
otro” somos todos. Algún día lo entenderemos y aprenderemos a respetarnos.
Otro de los agresivos también bajó un
cambio cuando se enteró de que este escritor falopero y una muchacha que me ayudó a
discutirle sus incoherencias compartíamos
su afición por Peñarol. Igualmente, cayó en
todos los tópicos de la ignorancia que yo ya
había rebatido en comentarios anteriores:
“la marihuana crea adicción” y “estados alucinógenos”, por ejemplo. Ni siquiera sabía
que los menores tienen vedado el acceso a la
marihuana por cualquiera de las vías legales. En sus creencias el término “droga” no
se aplicaba al alcohol ni al mate ni al café ni
a otras tantas cosas de acceso cotidiano. Se
limitó a plantear el tema en términos de “correcto” o “incorrecto”. Entré a su Facebook
y encontré una foto suya con una botella
de cerveza en la mano. “Mirá”, le dije tras
poner la foto en un comentario, “acá te estás drogando”. Obviamente, se resistió todo
lo que pudo. No, no, el alcohol está bien, los
drogadictos son ustedes… Esa fue su postura. Luego, utilizó el recurso de banalizar mis
comentarios diciendo cosas como “Jorge
Alfonso ya debe estar drogado”. Siempre es
más fácil desvalorizar al adversario que rebatir sus opiniones.
“Porque lamentablemente conozco gente que no puede vivir sin su porrito diario”,
dijo. Le respondí: “Y yo conozco alguno que
no puede dejar el dulce de leche. ¿Qué hacemos? ¿Lo prohibimos?”.
Sus opiniones sobre el cigarrillo (que
confesó haber consumido durante un tiempo) y el alcohol estaban impregnadas de
enorme violencia:
“A mí no me gusta que un borracho me
rompa las pelotas en la calle y no poder cagarlo a trompadas porque está borracho”.
Pese a todo, se atrevió a decir: “Así como
ustedes llevan la bandera de libertad... y de
Uruguay natural... yo llevo la de convivencia
en sociedad y antidrogas...”.
Finalmente, me cansó y por lo visto cansó
a todos, porque sus últimos comentarios no
tuvieron ninguna respuesta.
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 16 | 17
El veterano “bienintencionado”
Entró a la cancha pisando fuerte: “Cada
uno tiene derecho a matarse como quiere.
Lo lamentable es que los efectos de las drogas salpican a los que los rodean sin que los
consumidores lo noten, justamente porque
el efecto que produce es alucinógeno. VEN
LO QUE NO EXISTE y viven una vida totalmente desconectada de la realidad…”.
Cuando varios saltaron a decirle que no
tenía idea de lo que hablaba, respondió:
“Tengo mucho más de lo que te podés imaginar, pero MUCHO. Un abrazo”.
Luego vinieron otros comentarios suyos
en los que se notaba que veía a los consumidores de marihuana como a una especie
de yonkis descerebrados y maliciosos. Le
dije: “Con todo respeto, parece que te refirieras a la cocaína o a alguna droga dura, no
al cannabis. ¿No estarás metiendo todo en
una misma bolsa?”.
Él: “No, amigo, la tengo muy clara, pegan
menos o pegan más pero todas pegan, es
para pensar y reaccionar o padecer y hacer
padecer sin darnos cuenta”. Y así siguió
tratando de demostrar sin prueba alguna
que conocía del tema. A una chica que lo
contrarió le dijo: “Cuando quieras nos juntamos a tomar un café y lo hablamos, sólo
de esta forma te darás cuenta de que estás
en pañales al lado mío”.
El veterano no distinguía entre drogas duras o blandas. Pero tampoco estaba dispuesto a dar el brazo a torcer. “NO NOS VAMOS
A ENTENDER JAMÁS”, dijo. La chica a la
que invitó a tomar un café le respondió lo siguiente: “A ver, Fulano, para entendernos: si
tu postura es filosófica, capaz que puedo discrepar pero respetar. Pero si tu argumento
es pseudocientífico, como pareció serlo, entonces el respeto ni siquiera entra como concepto, porque si una premisa es falsa, es falsa
y punto, y no tiene nada que ver el respeto
que pueda tenerle a quien la emita. Los datos empíricos son ciertos o falsos, no pueden
medirse en respetables o no respetables. Son
cosas distintas. Vos me llamaste enferma por
fumar marihuana. Científicamente, no tenés
fundamento. Filosóficamente, en mi opinión, tampoco tenés fundamento, pero tenés
derecho a pensar lo que quieras, así como
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
yo tengo derecho a pensar que una postura así no me merece respeto. Más o menos
es eso. Declino la invitación a tomar un café
para rebatir prejuicios. Es agotador, como
querer ablandar rocas con razonamientos, y
yo también estoy demasiado vieja para eso.
De todos modos, gracias por la invitación.
Abandono este intercambio acá porque ya
no le veo sentido. Saludos”.
El veterano pareció calmarse, pero
pronto volvió a las andadas con otra persona: “Fulanita, cuando usted va yo ya estoy
de vuelta. Disfrute de la vida a su manera.
Un abrazo”.
Apareció por fin un usuario de Facebook
apoyando los dichos del veterano: “El control del narcotráfico es una excusa, no es
necesario arruinar personas y familias para
disminuir los narcos, que se pongan a laburar en el Ministerio del Interior para eso”.
Mi respuesta: “¿Quién dice que se arruinan personas y familias por la marihuana?
Eso es ridículo. Se arruinan por la pasta
base, por la cocaína, por el alcohol y por
los fármacos sin receta. Y ya hay datos importantes sobre el dinero que se les está
quitando a los narcos con la regulación. Te
asombrarías al ver las cifras. Saludos”.
Finalmente, me despedí del veterano elogiando al menos su forma de hablar
(bastante respetuosa, a diferencia de muchos). Hasta me cayó simpático, aunque el
pobre no supiera de qué estaba hablando.
Interesantes comentarios de tópicos
diversos
“Ya hay más farmacias interesadas,
aparentemente. Se ve que la moral se
termina donde arranca el billete”.
“Pudren con el temita. Compren y ocúpense de algo importante. Hambre en
el mundo. Desigualdad social. Niños
maltratados, abusados. Alguna cosa
realmente relevante. En fin!!”.
A esta le respondí que no tenía idea de qué
“nos ocupamos” y que si tanto le preocupaban esos flagelos sociales que se dedicara
entonces a salvar al mundo y dejara de perder el tiempo con nosotros.
Los que saben de lo que hablan
“El aceite medicinal sí es positivo y es
bueno hacerlo... Cantidad de gente tendría una calidad de vida mejor con la
marihuana que con pastillas”.
“Todo el mundo ha puesto el grito en el
cielo, como hicieron cuando se legalizó el
aborto. Los ignorantes creen que como
es legal todo el mundo va a consumirla,
como también que todas las mujeres iban
a abortar porque era legal. LEGAL!!! Se
entiende lo que quiere decir? Que la podés comprar y consumir sin el temor de
que te encuentren en una ‘boca’ comprando ‘cualquier porquería’. Si todos los gobiernos del mundo dejaran la hipocresía
y el lucro y legalizaran las drogas, TODAS,
no habría más matanzas entre bandas
y gente inocente y no se gastaría tanto
dinero en el ‘falso combate al narcotráfico’, porque en realidad este ‘negocio’ deja
inmensas ganancias a los involucrados.
HIPOCRESIA!!!!!!!”.
“Me pareció genial tu publicación!!! Y
te cuento que jamás he probado siquiera tabaco, con eso te digo todo!!!
Tres hijos de 18, 20 y 23 años y con
mi misma filosofía de vida, disfrutar
de vivir a pleno y vivir y dejar vivir!!!
Muy de acuerdo con la legalización!!!
Felicitaciones x tu publicación!!!”.
“… no consumo marihuana, es más, no
me gusta ni su aroma. En ocasiones
bebo alcohol y sé que es muchísimo
más mierda que la marihuana. Todo en
exceso es malo. Mi hermano consume
marihuana y detesto que vaya a lugares
peligrosos a buscar el bendito porro. Yo
veo perfecto todo, la venta, el control,
me parece fenomenal...”.
“Tengo una tía de 92 años que compra y
se hace té con el cannabis. Ella no tiene
dolor gracias al té porque lo toma como
uso medicinal. Va muy muy bien”.
“Nunca nadie murió por fumar marihuana!! Tiene demasiadas propiedades
medicinales para muchos tipos de problemas diferentes!!! (Entre ellos ayuda
a controlar las convulsiones)”.
“Apoyo totalmente las ventas. Las drogas que consumimos a diario en las
comidas tienen más químicos que un
cogollo o porro…”.
“Cuánta gente opinando e intercambiando puntos de vista y cuánta agresión y divague. El que no entienda lo
que es la reducción del daño y la finalidad de ese tipo de política que lea un
poco antes de hablar de qué legalizar y
qué no. Lean y busquen qué sucede en
otras partes del mundo, vean si prohibiendo se obtienen mejores resultados
que regulando la venta por organismos
que controlen eso”.
“Decirle a alguien que es un adicto por
fumar marihuana de manera recreativa es igual de ridículo que decirle a
alguien que es alcohólico porque toma
cerveza en las salidas de fin de semana. Ni alguien que bebe socialmente es
alcohólico ni alguien que fuma marihuana recreativamente es un adicto a
las drogas. Las adicciones son algo muy
serio y jorobado como para tirar fruta
podrida”.
“Yo soy consumidora de marihuana. A
veces fumo seguido, a veces fumo poco
y a veces ni fumo. Fumo porque me
gusta!!!! Fumo porque me da alegría!!
(Fumo porque sigo siendo consciente). Aunque esté fumada, pienso a veces más y converso conmigo misma.
A veces fumo también para no pensar
tanto. Y quiero acotar algo: no sé si lo
que hago estará bien, pero yo me siento
bien. En lo personal a mí la marihuana
me ayudó a dejar un montón de pastillas que me mandaban los psiquiatras
hdmp!!, que no sólo me dañaban físicamente sino que mentalmente mucho más (y toda esa mierda es legal),
y te arruina y te destruye, jamás te
saca la depresión, sólo te la aumenta.
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 18 | 19
Entonces creo que hablar desde la ignorancia o lo no vivido es al pedooooo.
Cada doctor con su librito, dejen de inventar que uno se hace adicto a la marihuana, eso es una vil mentira, que produce alucinaciones una ridiculez, que
arruina familia, trabajo o relaciones la
farsa más grande del show!!! Respeto el
que no se droga pero no puedo leer tanta pelotudez sin fundamentos”.
“Si vas a comprarle a un narco, lo más
probable es que venga mezclada con
otras sustancias que nada que ver, tipo
amoníaco u otras cosas para reducir el
olor. Lo mismo pasa con otras drogas
más duras, que cortan con yeso, con resina para dentistas, con levamisol, que
es un veneno hipertóxico. Se trata de
este modo de que cualquier consumidor sepa lo que está consumiendo...”.
LENTO 2017 #54 | CRÓNICA
Conclusiones
Como en otros avances recientes, la regulación
de la venta de marihuana es sólo la punta del
iceberg. Alguno me preguntó por qué la defiendo tanto. La defiendo tanto porque este asunto
es mucho más amplio, y no refiere sólo a la marihuana sino fundamentalmente a la libertad
individual y a nuestra libre elección respecto de lo que hacemos o dejamos de hacer con
nuestro cuerpo.
Quien compre en la farmacia o en las otras
dos vías de acceso sabrá lo que está consumiendo. No tendrá que ir a una boca y hacer
peligrar su integridad ni exponerse al ofrecimiento de otras drogas mucho más nocivas
(cocaína, pasta base, etcétera). No le dará dinero al narcotráfico. Accederá a un producto
de calidad, con las mejores medidas de salubridad y con el peso justo. Por si esto fuera poco,
el costo de cada bolsa de cinco gramos en una
farmacia es de 188 pesos, contra los 500 o más
que alcanza en el mercado negro.
Al día de hoy (26/07/2017) hay 6.949 cultivadores registrados, 63 clubes cannábicos y
7.343 personas registradas como adquirentes
en las farmacias. Pero hay muchos más consumidores que estos. Porque la marihuana es
como el mate: se comparte. Es parte de lo que
nos hace humanos: compartir lo que nos gusta. Muchos no se registrarán, pero seguirán
consumiendo. Recuerdo el comentario de uno
de mis contactos en su Facebook: “Me asombra ver la cantidad de personas que fumetearon conmigo y ahora son todas unas señoras
y señores de Caretalandia”. Allá ellos. Quien
quiera fumar, fumará como sea. Las políticas
prohibicionistas nunca han funcionado y nunca funcionarán. Basta observar los miserables
resultados obtenidos hasta el momento. Basta
estudiar la “ley seca”, el caso de Colombia o las
miles de muertes en México.
Para esos que todavía piensan en términos
de prohibición, cabría preguntarles si debemos
prohibir los libros de química debido a los idiotas que utilizan ese conocimiento para hacer
bombas, o si debemos prohibir la religión porque un desgraciado decide inmolarse y matar
inocentes. Quizá también deberíamos prohibir
el café, el té, el mate. ¡Quisiera saber qué harían los uruguayos si un buen día algún incauto
decide prohibirles tomar mate! Pero no nos
quedemos ahí, prohibamos también esas películas que pueden provocar ideas raras, prohibamos los libros, prohibamos el pensamiento
crítico e independiente, prohibamos el azúcar,
la sal, las tortafritas y las frituras, ni qué hablar
del tabaco, el alcohol y hasta el dulce de leche…
No, no es necesario. Como sociedad y como
adultos queremos salir por fin del jardín de
infantes. Entendamos de una vez que la marihuana no provoca adicción física ni sobredosis, que no te mata, que no te hace “alucinar”,
que los consumidores trabajamos, aportamos, festejamos los goles de Uruguay, tenemos familias y amigos y somos miembros
productivos de esta sociedad pacata y que por
momentos parece pensar con una cabeza del
siglo XIX. Poco a poco van cayendo las caretas.
Claro, comienzan a aparecer los detractores,
los desinformados e ignorantes. Pareciera que
a algunos les molesta lo “explícito” del acceso a la marihuana en las farmacias. El razonamiento del burro que cree que por tener los
ojos vendados la realidad desaparece. Siempre
existirán los que prefieren la mentira, el vano
intento de tapar el sol con un dedo. Como los
que en su momento tampoco eran favorables a
regularizar la prostitución, el alcohol, el aborto
y tantas otras cosas.
Sí, por supuesto que es mucho lo que se
puede mejorar de esta ley. Los turistas mayores de edad deberían también poder acceder a
la marihuana. La marihuana medicinal es un
paso impostergable. ¿Y por qué no pensar también en las aplicaciones comerciales del cáñamo en la industria?
La cantidad de THC es demasiado baja
para mi gusto, sí. Una española comentó que la
misma marihuana que aquí se vende para uso
recreativo en su país se vende para uso medicinal. Pero bueno, se dice que pronto llegarán
dos variedades con mayor THC. Debemos recordar que estos son los primeros pasos de una
reforma única en el mundo, y que si bien no
está demás apuntar a lo que se debe mejorar,
también es bueno reconocer este gran logro y
valorarlo. Trece toneladas de marihuana desaparecerán del mercado negro (casi 17 millones
de dólares perderá el narcotráfico). Esa noticia
tendría que bastar para alegrarnos.
Con el tiempo, nos acostumbraremos
a todo esto y dejaremos de hacer tanto
escándalo. Las farmacias reacias irán sumándose. Los cultivadores, apasionados por su
trabajo, seguirán cultivando. Y los clubes de
cannabis (por el momento caros y difíciles de
encontrar por la prohibición a la publicidad,
o con la cuota máxima de usuarios cubierta)
también seguirán existiendo para satisfacer a
consumidores exigentes que buscan otras variedades de la planta.
Uruguay ha dado un paso muy importante.
Somos el pingüino audaz. ¿Conocen la historia? Un montón de pingüinos están encima de
un iceberg. Los pingüinos tienen hambre, pero
también mucho miedo a los predadores. Sin
embargo, siempre (para beneficio de sí mismo
y de los demás) algún pingüino será el primero
en lanzarse al agua. Cuando este pingüino demuestre que no hay nada que temer, entonces
los ojos de todos los pingüinos del mundo que
nos observan descubrirán que los verdaderos
enemigos a vencer son el miedo y la ignorancia. Me guardo todos los comentarios positivos
que recibí por mis breves líneas en Facebook.
Y respecto de los otros, los que en reiteradas
ocasiones me insultaron de todas las formas
posibles, bueno, coincido en lo que dijo otro
consumidor de marihuana tras leerlos:
“La gente está peor que uno, jaja”.
¡ESTÁN HABLANDO DEL FASO! 20 | 21
lento 2017 #54 | ReGiÓn
tExtO John RodRíGuez Sa avedRa FOtOS Raúl aRboleda (aFP)
LAS FARC DEJARON
LAS ARMAS
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 22 | 23
El 27 de junio, las Fuerzas
Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC)
empezaron el proceso
para dejar de existir
como grupo guerrillero
e iniciaron su
reincorporación a la
civilidad. Tras 50 años,
se dedicarán a la vida
pública como partido
político. La ceremonia
principal de abandono
definitivo de las armas, en
la localidad de Mesetas,
fue televisada y asistieron
a ella los principales
representantes de las
FARC, el presidente
colombiano, Juan Manuel
Santos, y miembros de
la Organización de las
Naciones Unidas, entre
otros. Así como en otros
lugares, al sur del país,
en la ciudad de Pasto,
capital del departamento
de Nariño, uno de los más
golpeados por la violencia
del conflicto armado,
también se hizo una
ceremonia. El periodista
John Rodríguez Saavedra
estuvo en ese día histórico.
lento 2017 #54 | ReGiÓn
3.27 pm
La pequeña plaza de la Catedral en la esquina de la calle 17 con carrera 26 está casi
vacía. La lluvia obligó a aplazar la ceremonia que estaba programada para las tres de
la tarde. De repente, milagrosamente, el sol
se asoma, tímido. Son casi las cuatro y cinco
personas alistan el equipo de sonido en la tarima. Otras dos adornan con globos y moños
blancos la parte baja del tablado y amarran
una pancarta con la frase: “Bienvenidos:
FARC-EP cumplen en dejación de armas.
Desde hoy y para siempre nuestra única
arma será la palabra”.
Los transeúntes que van pasando empiezan a quedarse. Francisco Marín, integrante del Movimiento Nacional de Víctimas de
Crímenes de Estado (Movice), junto con
otras personas, tiende un cordel entre dos
postes de los faroles de la plaza y poco a poco
entre todos empiezan a colgar fotografías
de víctimas del conflicto colombiano. Todas
tienen como título “Galería de la Memoria
Nariño”. Son fotos pixeladas, en sepia, gastadas de tanto rodar por plazas, galerías y
cuanto sitio es permitido para dar a conocer
sus casos, y para denunciarlos. En sentido oriente occidente, el recorrido muestra
este orden: Karen Tatiana Chanchi (15 de
agosto de 1993-20 de julio de 2004); Marco
Antonio Nasner (31 de octubre de 197514 de octubre de 2002); Fabián Ceballos
Vega (18 de julio de 1974-3 de noviembre de
2000. Asesinado de 22 impactos de arma
de fuego por paramilitares en una calle de
Ipiales, Nariño); Libardo Eraso Tovar; Mario
Londoño (Masacre de Guaitarilla 2004);
Germán Alfredo Delgado Ordóñez (19632000); Ubeimar Serafín Oviedo; Hildegard
María Feldmann (4 de abril de 1936-9 de setiembre de 1990. Asesinada); Juan Bautista
Ceballos Rosero (5 de febrero de 1939-29
de marzo de 2002. Pensionado de la Policía,
hombre dedicado a la familia y al trabajo
en el transporte público. Líder y ciudadano ejemplar. Asesinado el 29 de marzo por
paramilitares con la complicidad de la sección segunda del Batallón Boyacá); Willian
de la Cruz; Jairo Villota (Asesinado en 2002
por paramilitares en Túquerres, Nariño.
Padre de dos hijas); Lucrecia Evangelina
las cosas. Lo que se viene para nosotros es
un reto. Celebro la dejación de las armas por
parte de las FARC porque eso significa que
va a haber menos niños huérfanos, menos
esposas viudas y muchas personas podrán
retornar a sus hogares”, dice Martha.
Fue madre hace 13 años y el día que sintió
que tenía a un ser en su vientre supo como
nunca que tenía que luchar por un país diferente, para que sus hijas no tengan que
pasar lo que ella tuvo que pasar: ver morir a
su padre, a su madre y a su hermano, quedar
huérfana y enfrentar todos los sufrimientos
que eso acarrea.
A sus hijas, María Ángel, de 13 años, y
Sara, de 11, Martha les dice que la utopía
existe, que cuando se lucha, cuando se ama,
cuando se es tolerante, todo es posible. Les
cuenta que en el país ha habido mucha gue3.38 pm
Martha Ceballos, me dicen. Ella es una de
rra, mucha violencia y muchas víctimas,
las víctimas. La busco entre la gente y la enpero también mucha esperanza. Les insiste
en que la paz no se va a lograr de la noche
cuentro. Viste camiseta blanca, pantalón de
a la mañana porque la paz también es el
jean azul y botas negras de cuero. Va de un
agua, las oportunidades, la salud, la educalado a otro con una bandera blanca ayudando a organizar lo que falta para que el evención, que entendiendo que el otro piensa
to empiece. Martha nació en Pasto, pero a
diferente y que por eso no es tu enemigo se
sus diez años se fue a vivir al municipio de
puede avanzar.
También les habla de su abuelo asesinaGuachucal, en el departamento de Nariño,
en límites con Ecuador. Allí vivía con su pado, les dice que era un hombre que amaba la
tierra, que era un campesino, que fue un exdre, su madre y su hermano, en una finca.
celente padre y que lo que más le enseñó fue
Todo en su vida de campo era maravilloso,
a ser solidaria. Se siente orgullosa de haber
hasta que el bloque Libertadores del Sur de
las Autodefensas Unidas de Colombia, el
nacido en ese hogar y quiere que sus hijas
grupo paramilitar, asesinó en la ciudad de
tengan esa misma idea.
Ipiales a su padre, a su madre y a su hermaMartha creció entre papas y vacas, y reno. Ahora es parte también del Movice, como cuerda cómo su padre amaba la tierra y a
muchos de los asistentes.
sus trabajadores, cómo la labraba, cómo se
“Lastimosamente, así como a tantos colevantaba a las cinco de la mañana todos los
lombianos, esta guerra me arrebató a mi ma- días, feliz para ir a sus cultivos. Por otra pardre, a mi padre y a mi hermano, todo mi pro- te, recuerda que su hermano era un gran deyecto familiar. Y fuimos desplazados. Desde
portista, un chico soñador, y como ella dice,
el día que supe que asesinaron a mi papá y
un niño grande, consentido.
tiempo después de todo lo que hemos tenido
Cree en un real Estado de Derecho, en
que pasar como familia, me he comprometi- la justicia social, en su importancia y lo
do por la construcción y la lucha por un país fundamental que es para que la paz —más
allá del proceso de paz— pueda ser posidiferente. Yo creo que nos merecemos otro
destino. Este país merece otra oportunidad.
ble. Está convencida de que si los gobiernos
No podemos seguir ante un Estado inviable
tienen en cuenta a los niños de La Guajira,
en todos los sentidos. Soy una convencida
de Barbacoas y de todos los lugares de
y enamorada de la fuerza que tenemos los
Colombia y les dan las garantías de exiscolombianos y la verraquera para enfrentar
tencia ese día se levantarán las banderas
Melo; José Ordóñez Guerra (Masacre de
Guatarilla. 2004); Héctor Julián Patiño (30
de junio de 1976-11 de setiembre de 2002);
Argemiro Guzmán; Daniel Enrique Chanchi;
Digna Aramita Chanchi; Gerardo Estrada
Yampuezán; Felipe Landazury (Asesinado
el 23 de junio de 2008); Andrés Paz; Jhon
Demar Trujillo; Alexander Antonio Chanchi.
A las tres y veinte minutos, ya la plaza
está casi llena. Un grupo de mujeres se encarga de diseñar en el centro del lugar una
especie de mandala. Lo construyen con semillas de maíz que han pintado de diferentes colores, pétalos de rosas y polvos de tiza.
En la mitad ponen cuatro velas: una grande,
blanca, otra verde, otra roja y otra amarilla,
y las encienden.
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 24 | 25
botas café. Él es Javier Guzmán, nacido en la
ciudad de Pasto, ex guerrillero de las FARC.
Durante los 24 años de militancia en esa guerrilla fue segundo comandante del Frente 29
que operaba en la cordillera occidental y la
costa Pacífica desde el sur del departamento
del Cauca hasta el puerto de Tumaco.
“Este acontecimiento es muy importante porque estamos agotando una etapa
de nuestra lucha y estamos iniciando otra.
Estamos diciendo que desde ahora nuestra
3.54 pm
única arma va a ser la palabra. Como combaEn la tarima suena música cubana, en vivo.
tiente le puedo contar que vivimos las viciCanciones de Los Van Van, de Buena Vista
situdes del conflicto, nuestra trashumancia
Social Club, interpretadas por una pareja de en las montañas. Vivimos de primera mano
jóvenes de no más de 23 años, mientras otros el conflicto en toda su intensidad. Ahora, las
líderes, hombres y mujeres, empiezan a arexpectativas son muchas. Esperamos que el
pueblo colombiano entienda que este promar otro mandala en el extremo oriental de
ceso es para el pueblo colombiano, que no
la plaza. Es un mandala redondo y también
lo hacen con pétalos de rosas y polvos de tiza. es para las FARC. Que el pueblo colombiaEn el centro ubican un par de botas de cauno entienda que la paz es un derecho fundamental que tenemos todos los colombianos
cho de las que se usan para andar en el campo y dentro de ellas ponen claveles amarillos y no sólo nuestro proceso. Estamos invitando también al pueblo nariñense y a todo el
y blancos.
país y a la comunidad internacional a que
Un grupo de asistentes rodea a un homrodeen también el proceso con el Ejército de
bre de sombrero, gafas de lentes color café
claro, chaqueta negra de cuero, camisa azul y Liberación Nacional (ELN), para que la paz
para decir que se ha logrado. Pero también
es consciente de que para avanzar más y
más hay que hacer otras cosas urgentes, por
ejemplo: desmontar al paramilitarismo en el
país y proteger a los líderes sociales que están siendo asesinados.
La paz es posible, grita Martha, a mí, a todos, al cielo, y se va con su bandera blanca a
seguir colaborando para que el evento se realice de la mejor manera.
lento 2017 #54 | ReGiÓn
sea completa en este país, para que podamos
enrumbarnos en construir y reconstruir una
sociedad más justa tan necesaria para que
podamos vivir en paz”, dice Javier.
Pero, aunque él es optimista por lo que
está pasando en Colombia con el acuerdo,
también tiene miedos. Sabe que el Estado ha
sido muy lento en tomar medidas que puedan protegerlos. Menciona como ejemplo los
casos de los líderes sociales asesinados en
Colombia. Según él, en lo que va del proceso
de conversaciones van casi 150 líderes sociales asesinados, además de algunos combatientes de esa guerrilla, que ya en la civilidad
también han sido asesinados. Eso le deja muchas incertidumbres y sinsabores.
A pesar de esa situación, confía en la
fuerza movilizadora del pueblo que, según
dice, va a defender el proceso. Por otro lado,
se siente bien con la acogida que han tenido
por parte de la gente de Pasto. Recuerda que
una mujer, allí en la plaza, se le acercó y le
dio un dulce, y lo toma como un gesto simbólico importante.
Antes de ingresar a la guerrilla de las
FARC, Javier fue estudiante y trabajador. Dice que trabajó en la administración
pública del departamento de Nariño. Está
convencido de que seguirá en la lucha, por
otros medios, y se pondrá a disposición para
lo que el partido político de las FARC lo ponga a hacer y así seguir trabajando por sus
sueños y por las propuestas que le tienen al
pueblo colombiano para cambiar la sociedad.
Hasta el momento, Javier no se ha podido reencontrar plenamente con su familia,
aunque sí ha tenido unos pocos encuentros,
esos que la guerra le impidió por mucho
tiempo. El mensaje que le envía a la comunidad internacional es que los integrantes
de las FARC están comprometidos, que a
partir del 27 de junio su única arma va a ser
la palabra. Y le hace un llamado al Estado colombiano: el gobierno debe asumir el papel
que le corresponde, que las fuerzas militares
deben asumir los territorios que han dejado
porque, según él, todavía no ha sido capaz de
hacerlo. Dice que las regiones que ellos han
abandonado se han llenado de bandas paramilitares, de delincuencia y, que si el gobierno no se hace cargo de esas zonas, la paz puede estar en riesgo.
En el poco tiempo que le quedaba libre como insurgente, Javier también leía
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 26 | 27
literatura latinoamericana: Gabriel García
Márquez, Ernesto Sábato, Mario Vargas
Llosa, Mario Benedetti, Pablo Neruda. Y literatura colombiana concretamente: William
Ospina, Evelio José Rosero.
Tras su ausencia larga de la ciudad de Pasto
Javier nota cambios en lo urbanístico. Dice
que ve ahora a la ciudad más ordenada, más
aseada. La última vez que estuvo en Pasto, antes del 27 de junio de 2107, fue en 1999.
4.09 pm
La animadora desde la tarima hace un llamado: “Vamos a elevar los globos blancos en
nombre de la paz, porque la paz sí es posible
en Colombia. La paz dejó de ser un sueño
para ser una realidad”. Y los asistentes elevan los globos, entre aplausos y consignas.
Me acerco a Francisco Marín, el mismo
que al principio de la tarde ayudó a colgar
en el cordel entre dos faroles de la plaza las
fotos de las víctimas, y hablamos. Como representante del Movice, dice que para ellos
el acontecimiento es importante porque
“cesa la horrible noche”, citando una frase del himno nacional de Colombia, que el
cierre de esta etapa del conflicto armado del
país, debe estar anclado a la exigibilidad del
derecho a la verdad, a la memoria histórica,
la justicia y ante todo a la reparación y a las
garantías de no repetición.
“Que las estructuras estatales reconozcan la responsabilidad en el conflicto, que
se garantice justicia en los casos en los que
el Estado ha participado directa e indirectamente en el conflicto colombiano.
Nosotros participamos en la actividad del
día de hoy en la medida en que entendemos
que el cierre del conflicto va a permitir el
camino para buscar la verdad y eso permita
la reconciliación de los colombianos. Paz,
como derecho síntesis más importante de
la sociedad, pero acompañado al máximo
de verdad, pero no la verdad oficial, sino la
verdad de la memoria histórica de los pueblos y comunidades que han sido víctimas
invisibilizadas, desde el real acceso de verdad, justicia y reparación de las víctimas
del paramilitarismo, de la ley de justicia y
paz, pero también los crímenes de Estado”,
dice Francisco.
lento 2017 #54 | ReGiÓn
A Francisco y a su organización les preocupan los crímenes de lesa humanidad, sistemáticos y generalizados, además de los “falsos
positivos” (ejecuciones extrajudiciales contra
civiles por parte de las fuerzas militares), la
desaparición forzada, los móviles políticos para
desintegrar y desarticular los ejercicios sociales y populares en distintas regiones del país.
Para el Movice, lo del 27 de junio es un
paso importante, porque quieren que pare
el derramamiento de sangre y que se abra la
posibilidad de que organizaciones como la de
ellos puedan ser protagonistas en la búsqueda de la verdad.
4.17 pm
El dueto interpreta en la tarima la canción
“Ámame”, de Los Maraqueros. El frío empieza a llegar con fuerza, pero la gente permanece en la plaza, hablando, como alargando
el evento, como si quisieran que no se acabe
nunca, y antes de que llegue el momento de
las despedidas le pido a Yuliana Sucre que
me permita hablar con ella. Nos alejamos un
poco de la tarima para librarnos del ruido.
Ella es otra integrante de las FARC, también
nariñense. Hace parte de la comisión de relacionamiento a nivel nacional y también de
la dirección de la zona veredal transitoria de
normalización de Tumaco.
Ella quiere decirle al gobierno colombiano y a todo el pueblo que las FARC han cumplido con su palabra. Además, que la deposición de las armas no significa la desaparición
de las FARC, que continúan con su lucha y
que desde la fecha inician una nueva lucha.
Yuliana lleva 15 años en el grupo guerrillero.
“Mis expectativas son seguir en esta lucha,
porque, igual, las FARC no nos vamos a acabar sino que pasamos a ser un movimiento político legal y ahí es donde nos vamos a
mantener y luchar unidos con todo el pueblo
colombiano. Tengo mucha expectativa y
quiero mirar a ver qué pasa. La gente tiene
mucha confianza en nosotros, pero también
es importante decir que el gobierno no ha
cumplido como corresponde la implementación de los acuerdos. Son muchas las cosas
en las que el gobierno nacional ha incumplido, por ejemplo, el tema de la seguridad.
Durante estos diálogos se han incrementado
las bandas criminales. En Tumaco, son prácticamente diez grupos que están al servicio
de las bandas criminales y nos preocupa la
desaparición de muchas personas de las organizaciones sociales a nivel nacional. Por
otra parte, la construcción de las zonas veredales, porque en los acuerdos estaba estipulado que el 30 de enero ya nosotros pasábamos a la zona veredal, pero llegamos en esa
fecha y eso sólo estaba la mera tierra. No
había ninguna construcción. Hubo mucho
atraso en ese sentido. Quizás tuvo que ver
con eso el tema de las contrataciones y que a
la zona veredal no llegaron los recursos que
debían llegar”, dice Yuliana.
Yuliana celebra, al igual que muchos de
sus compañeros de las FARC, la cercanía que
ha podido tener con su familia. Antes de los
acuerdos tenía temor del seguimiento que el
gobierno les hacía y se le hacía difícil saludar a los suyos. Ahora ya no tiene ese temor.
Su familia la ha visitado en la zona veredal
y ya lo ve como algo normal. No ha podido
volver a su casa en la población de Cumbal.
Dice que cuando lo pueda hacer lo va a hacer, con todo y las ideas que aprendió en las
FARC, que si su familia no tiene la suficiente
claridad de lo que significa el proceso de paz,
se los va a decir y los va a convocar a seguir
luchando unidos.
También hace un llamado a la comunidad internacional para que sigan de cerca el
proceso, que se conviertan en veedores, para
que el próximo año, cuando haya cambio de
gobierno, los acuerdos se mantengan. Ahora
quiere empezar a trabajar directamente con
las comunidades. A los jóvenes, hombres y
mujeres, les dice que este proceso es el futuro de ellos, que las FARC ya lo firmaron, pero
que quienes se van a beneficiar son los jóvenes. Por eso les hace un llamado para que
se comprometan con los acuerdos, para que
crean en su palabra.
Al lado de Yuliana está Marcus Martínez,
oriundo del departamento del Tolima. Con
una chaqueta gris y una camiseta negra estampada con la cara del Che Guevara, me
saluda amablemente y se presenta como
guerrillero de la zona veredal de tránsito y
normalización Aldemar Galán del Alto de
la Paloma. Tiene 20 años, y lleva cuatro en
las FARC. Es de las últimas generaciones del
Frente 29. “Fui uno de los que decidió empuñar un arma y alzarse contra las políticas
opresoras del gobierno colombiano y luchar
por la construcción de paz desde la insurrección armada. Existía la necesidad de lucha
por los cambios sociales en nuestro país,
para que haya cambios en las estructuras
políticas, económicas y militares. Me siento
muy orgulloso de decir que soy de las FARC”,
dice Marcus.
Marcus asegura que con este acto reafirman su compromiso con la participación y la
reincorporación a la vida política, económica y social del país. Está en desacuerdo con
los medios de comunicación que se refieren
a las FARC como una organización narcoterrorista y contra toda la satanización que se
hace de ellos. Por eso está convencido de su
reafirmación en la voluntad de hacer paz. “Si
el pueblo colombiano les temía a las FARC
por las armas, de ahora en adelante nuestra
única arma será la palabra. Así que pueden
estar tranquilos”, dice.
Soto Elías Meléndez está sentado al pie
de la tarima con su chaleco verde. Él hace
parte de la Mesa Departamental de Víctimas
y de la Mesa del municipio de Taminango
(Nariño). “Para nosotros como víctimas,
este acontecimiento es de gran importancia, porque sabemos que con la dejación de
las armas ya pasamos a un segundo plano
en el que se supone que no va a haber más
ataques y en algo se calma toda esta tragedia
que ha tenido el departamento de Nariño y
la nación”, dice. Soto Elías es víctima de desplazamiento forzado. En 2005 fue obligado
a salir del municipio de Policarpa (Nariño).
Entonces, se fue hasta la ciudad de Popayán
y después volvió a su territorio para tratar
de mejorar su vida una vez que se calmó un
poco la situación. Y en eso sigue, hasta ahora. Según él, el gobierno colombiano no se
ha comprometido seriamente con las víctimas. No lo dice sólo por su caso, sino también por muchos otros a nivel departamental a los que no se les ha solucionado nada.
Se supone que las víctimas tienen que estar
reparadas hasta 2021, según la ley 1448,
pero Soto Elías no cree que hasta esa fecha
vayan a estarlo en su totalidad. “Aquí en este
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 28 | 29
evento hay muchas víctimas de crímenes de
Estado y ellos están en la misma situación,
desprotegidos”, dice. A él lo desplazaron las
FARC, pero con la llegada del proceso, Soto
Elías se ha encontrado con guerrilleros y se
han reconciliado.
En la actualidad, el departamento de
Nariño cuenta aproximadamente con
409.000 víctimas, según cifras que maneja
la Mesa Departamental, entre víctimas de la
guerrilla, los paramilitares, el Estado y otros
grupos armados ilegales.
4.22 pm
Un hombre en la tarima llama a Felipe
Artigas, otro de los representantes de las
FARC, para que suba y se dirija a la gente
que se ha reunido en la plaza. “Con ese mismo ánimo y con esa misma emoción, vamos
a saludar a Felipe. Él es uno de los delegados
de las zonas veredales que se asentaron aquí
lento 2017 #54 | ReGiÓn
en territorio nariñense. Felipe, buenas tardes, bienvenida la paz, bienvenida la palabra”, le dice.
El animador le pasa el micrófono a Felipe
y él saluda: “Buenas tardes y muchas gracias
por la invitación. Es un honor para nosotros
estar aquí en esta plaza compartiendo con
el pueblo nariñense, con el pueblo pastuso. Hemos querido traerles un saludo y un
mensaje de reconciliación a todo el pueblo
colombiano”. Luego saca una hojas tamaño
carta, las abre y lee: “San Juan de Pasto, 27
de junio de 2017. Si ayudo a una sola persona
a tener esperanza, no habré vivido en vano:
Martin Luther King. Reciban, todos y todas,
un sincero y fraternal abrazo como saludo
de parte de las FARC-EP. Saludamos desde
esta plaza al pueblo nariñense, y en general
al pueblo colombiano. Les decimos hoy que
estamos cumpliendo con los compromisos
adquiridos, que hacemos honor a la palabra
Sobre las fotos
En la Zona de
Estandarización
transicional Jaime Pardo
Leal (Colinas, departamento
de Guaviare), que se
está convirtiendo en un
asentamiento permanente,
los integrantes de las
FARC han comenzado la
adaptación a su nueva
situación: construyen
viviendas y hacen deporte,
entre otras actividades
propias de la vida civil.
empeñada. Pueden estar seguros de que no
ahorraremos esfuerzos para construir junto
con ustedes ese sueño de una Colombia en
paz. Saludamos a todos los hombres y mujeres que se encuentran privados de su libertad en todas las cárceles del territorio nacional, a todos los prisioneros políticos y en
especial al colectivo Alfonso Cano de la cárcel Sagrado Corazón de Jesús de San Juan de
Pasto, que en este momento se encuentran
adelantando una jornada de protesta pacífica ante el incumplimiento de lo acordado
para la construcción de la paz. Si bien hoy
nos embarga un conjunto de sentimientos al
saber que se fueron las armas y entramos en
una nueva etapa de confrontación política
en la que apuntamos a las garantías y al cumplimiento de lo pactado, también sentimos
que el conjunto del pueblo colombiano debe
envolver este proceso para seguir avanzando
en este largo camino del fortalecimiento de
la democracia. Debemos rodear lo acordado
y desde aquí invitar a todos y todas a que se
unan a esta noble causa, la causa que inició
Manuel (Marulanda Vélez, fundador de las
FARC), con un grupo de campesinos en los
años 60 y que hoy, después de 53 años históricos de lucha en busca de la materialización
de la paz, por fin vemos la luz al final del túnel. Pero para que esa luz no se apague, necesitamos de todo el apoyo del pueblo colombiano, porque a pesar de que la gran mayoría
de ciudadanos le apostamos a la paz, aún
persisten unos pocos enemigos que quieren
sabotear lo acordado. A esos, hoy les decimos
que las FARC-EP estamos cumpliendo. No
les vamos a dar ese gusto de seguir matándonos entre pobres. No queremos seguir
con esta guerra fratricida. No queremos que
nuestras mujeres, hijas, madres, hermanas y
esposas, sigan pariendo hijos para la guerra.
Las circunstancias han cambiado. Entonces,
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 30 | 31
se hace necesario cambiar el método. Ya no
habrá más disparos, pero sí ráfagas de ideas,
bombazos de pensamiento, emboscadas a la
corrupción y asaltos al corazón de los colombianos con el más puro y sincero sentimiento que inspira a los revolucionarios a dejarlo
todo para luchar por una causa justa en beneficio de la mayoría explotada y marginada.
Ahora somos las FARC-EP quienes tenemos
que pugnar por el cumplimiento estricto de
todo lo acordado por parte del Estado, que
ha dado suficientes muestras de su abandono y corre el riesgo de mostrarse como
fallido ante la comunidad internacional.
Además, que las posiciones retardatarias de
algunos enemigos de los acuerdos preocupados por las investigaciones y responsabilidades que se derivan de la puesta en práctica de la jurisdicción especial para la paz y
en general del sistema integral de verdad,
justicia, reparación y no repetición, los lleva
a concebir las más sorprendentes invenciones. Por eso, invitamos a este sector para
que se integre a respaldar estos acuerdos.
Aprovechamos este momento para saludar y
brindar nuestra solidaridad a los diálogos de
la mesa en Quito entre el Estado colombiano
y nuestros hermanos del ELN con el objetivo de pensar en una reconciliación total
del pueblo colombiano. Finalmente, desde
esta plaza, queremos invitar a las administraciones municipales, a la gobernación [de
Nariño] y al pueblo en general a solidarizarse con el proceso, a empoderarse de esta
causa que es la causa de todos los colombianos, y a la comunidad internacional, para
abrir las puertas de la reconciliación entre
todos. Al gobierno colombiano, en cabeza
del presidente Juan Manuel Santos, le exigimos la implementación inmediata de lo
pactado en pro de la construcción de la paz
con justicia social porque desde hoy y para
siempre nuestra única arma será la palabra.
Por una Colombia sin guerra, sin odio, implementación de los acuerdos ya: FARC-EP.
Muchas gracias”.
Aplausos.
Luis Eduardo Montoya Cardona, patrullero de la Policía Nacional, escucha el discurso y camina un poco. Luego me dice que
para él, como servidor público, es un acto
lento 2017 #54 | ReGiÓn
muy merecido, muy meritorio, ya que ellos
se vieron afectados por el conflicto armado,
que son de los más beneficiados porque, después de los acuerdos, la Policía puede estar
más tranquila. Me dice que antes los policías
tenían que estar escondidos en las estaciones
y no podían salir a ningún lado porque eran
blanco de los grupos armados ilegales. “Para
que haya verdadera paz, hay que perdonar de
corazón. La verdad, es complicado ver a los
que antes fueron tus enemigos ya dejando
las armas, pero hay que pensar en Colombia
y entender que también son seres humanos
que se merecen una segunda oportunidad y
que hay que convivir con ellos”, me dice. A
sus dos hijos Luis Eduardo les dice que les
espera un futuro mejor porque no van a vivir
en un país en guerra.
5.46 pm
Policías, ex guerrilleros y asistentes al evento se toman fotografías juntos, abrazados.
En la tarima ya no suena nada. Se acaba el
evento y se acaba la tarde.
El delegado de las Naciones Unidas, Jean
Arnault, había hablado esta mañana en la
ceremonia principal, en Mesetas (Meta).
Dijo que era un privilegio compartir la verificación del acuerdo de cese al fuego y
hostilidades bilateral y definitivo y de dejación de armas, realizado por las Naciones
Unidas en Colombia desde el 26 de setiembre de 2016, en cumplimiento del mandato
del Consejo de Seguridad en su resolución
2261. Confirmó que el cese al fuego ha sido
respetado por las dos partes. “Hoy, con pleno conocimiento del mecanismo tripartito,
debemos decir a las Naciones Unidas que
recoja las enseñanzas de la experiencia de
Colombia para aplicarlas en otras partes
del mundo. Concluimos que hoy en día, en
el momento en que culmina el proceso de
entrega de armas individual, el cese al fuego bilateral entre el Estado y las FARC-EP,
los esfuerzos de cooperación de los últimos
nueve meses no deben disminuir. Los méritos de la observación tripartita recomiendan que el mecanismo continúe operando
durante los próximos meses a fin de atender
cualquier acontecimiento que vulnere la
confianza en la paz”, dijo.
En la ceremonia también intervino
Rodrigo Londoño Echeverri, líder de las
FARC. “Este día no termina la existencia
de las FARC. En realidad, a lo que ponemos
fin es a nuestro alzamiento armado de 53
años, pues seguiremos existiendo como un
movimiento de carácter legal y democrático que desarrollará su accionar ideológico,
político, organizativo y propagandístico por
vías exclusivamente legales, sin armas y pacíficamente… ¡Adiós a las armas! ¡Adiós a la
guerra! ¡Bienvenida la paz!”, dijo.
Días después, la Corporación Clínica
Universidad Cooperativa de Colombia emite el parte médico número uno a las cuatro
de la tarde del 2 de julio de 2017 en el que
informa a la opinión pública que ese día,
a las 08.02, ingresó a su servicio de urgencias el señor Rodrigo Londoño Echeverri,
de 59 años de edad, por un cuadro clínico de
aproximadamente cinco horas de evolución
consistente en disartria ligera (alteración
del habla), y monoparesia leve de miembro
superior izquierdo (disminución de la fuerza muscular).
Allí, un equipo interdisciplinario, constituido por un internista, un neurólogo, un
intensivista y un cardiólogo, le realiza la
atención médica inmediata con un diagnóstico de accidente cerebral isquémico
transitorio. “A esta hora, su evolución ha
sido satisfactoria con una mejoría del 90%.
El paciente continuará bajo observación
médica de manera preventiva en la unidad de cuidado crítico”, dice el informe.
Finalmente, Rodrigo Londoño fue trasladado a Cuba para ser atendido por médicos de
ese país.
El presidente de la República, Juan
Manuel Santos, también intervino en el
acto en Mesetas (Meta); dijo: “Estemos
a la altura de la paz que hemos logrado.
Estemos a la altura de los sueños de nuestros hijos que hoy nos miran con ojos de
esperanza. Estemos a la altura de la historia. No dejemos perder este momento ni
este logro que es de todos los colombianos.
Somos un solo pueblo. Somos una sola nación. ¡Y que viva la paz”.
Mientras tanto, en distintas cárceles del
país, guerrilleros de las FARC presos han
iniciado una huelga de hambre para exigir
el cumplimiento de las amnistías y sus traslados a las zonas de concentración. Algunos
de ellos, incluso se han cosido los labios
como forma de protesta. El negociador de
las FARC, Jesús Santrich, se ha sumado
también a la protesta.
Algunos sectores de la oposición al
gobierno de Juan Manuel Santos siguen
cuestionando el proceso. Senadores como
Alfredo Rangel del partido político Centro
Democrático han dicho que no se puede hablar de una dejación total de las armas por
parte de las FARC porque todavía faltan entregar las 900 caletas que poseen; además,
Rangel ha hecho saber su descontento por
la falta de información sobre los milicianos
de las FARC que operaban en las ciudades
y de quienes, según el senador, aún no se ha
dicho nada.
Lo cierto es que las FARC entregaron
hasta hoy 7.132 armas individuales.
Según cifras del Centro de Recursos para
el Análisis de Conflictos (Cerac), el proceso de paz le ha ahorrado a Colombia 1.500
muertos. Por su parte, el Centro Nacional
de Memoria Histórica registra que desde 1958 hasta 2012 el conflicto armado ha
causado la muerte a 218.094 personas, de la
cuales el 19% (40.787) corresponden a combatientes y el 81% (177.307) a civiles.
La Unidad de Víctimas señala que hay 12
crímenes prevalentes en las denuncias por
el conflicto armado colombiano: desplazamiento forzado, homicidio, mutilaciones
por minas, secuestro, tortura, reclutamiento de menores, despojo de tierras, agresión
sexual, amenazas y atentados, desaparición
forzada y robo de bienes.
El ELN, otro de los grupos guerrilleros
con los que el gobierno colombiano adelanta conversaciones para iniciar un proceso de paz, ha dado a conocer desde Quito
(Ecuador), por intermedio de su negociador
Pablo Beltrán, que aprovechando la visita
del papa Francisco a Colombia, decretará el
cese de las hostilidades y del fuego.
LAS FARC DEJARON LAS ARMAS 32 | 33
texto lee Fang ilustración ramiro alonso
t r a d u c i d o p o r L e n t o b a j o a u t o r i z a c i ó n d e t h e i n t e r c e p t t h e i n t e r c e p t. c o m
Esfera de influencia:
Cómo los libertarians
estadounidenses están
reinventando la política
de América Latina
No es fácil traducir "libertarian”: en nuestra tradición,
“libertario” refiere a un anarquista de izquierda, mientras
que para los anglosajones alude a un individualista extremo
que busca la desregulación total del mercado. Desde el sur,
pocas cosas separan a un “libertarista” de un neoliberal. El
periodista estadounidense Lee Fang se propuso averiguar sobre
la conexión entre una red de fundaciones libertaristas —la Atlas
Network— y el empuje de la derecha en América Latina.
lento 2017 #54 | investigación
esfera de influencia 34 | 35
P
ara Alejandro Chafuen, la reunión celebrada esta primavera en The Brick
Hotel de Buenos Aires fue una mezcla
de regreso a casa y festejo triunfal. Chafuen, un
argentino-estadounidense alto y flaco, había
dedicado su vida adulta a desacreditar los movimientos sociales y los gobiernos de izquierda en América del Sur y América Central, y a
impulsar, en su lugar, una versión businessfriendly del libertarismo.
Por décadas, fue un trabajo solitario, pero ya
no. Chafuen estaba rodeado de amigos durante el Foro Para la Libertad en Latinoamérica
2017. El encuentro internacional de activistas del libertarismo tenía el apoyo de la Atlas
Economic Research Foundation (Fundación
Atlas para la Investigación Económica), una
organización sin fines de lucro dedicada a formar liderazgos, que ahora se conoce simplemente como Atlas Network, o Red Atlas, y que
desde 1991 es dirigida por Chafuen. En el hotel
Brick, Chafuen se deleitaba al recordar triunfos recientes; su trabajo de años había empezado a dar frutos, gracias a la coyuntura política
y económica, pero también gracias a la red de
activistas que él venía cultivando desde hacía
mucho tiempo.
Durante la última década, los gobiernos de
izquierda usaron dinero para “comprar votos,
para redistribuir”, aseguró al ser entrevistado
Chafuen, cómodamente instalado en el lobby.
Pero la caída de los precios de las commodities, sumado a los escándalos por corrupción,
fueron la oportunidad para que los grupos de
la Red Atlas entraran en acción. “Hubo una
apertura, una crisis, una demanda de cambio,
y nosotros teníamos personas preparadas para
impulsar ciertas políticas”, observó Chafuen,
parafraseando a Milton Friedman. “Y en nuestro caso, lo que buscamos son soluciones privadas a los problemas públicos”.
Chafuen señaló la cantidad de dirigentes
asociados a Altas que ahora están en el candelero: ministros del gobierno conservador
de Mauricio Macri en Argentina, senadores
en Bolivia y los líderes del Movimiento Brasil
Libre, que terminó con la presidencia de Dilma
Rousseff. Allí, la red sembrada por Chafuen cobró vida ante sus propios ojos.
“Estuve en las manifestaciones callejeras
de Brasil. De pronto, me doy cuenta de que un
lento 2017 #54 | investigación
muchacho que había conocido de adolescente
ahora estaba en la caja de un camión dirigiendo las protestas. ¡Una locura!”, dijo Chafuen,
emocionado. No menos emocionados parecían
los simpatizantes de Atlas que se cruzaban con
Chafuen en Buenos Aires. Intermitentemente
lo paraban activistas de diversos países para
felicitarlo mientras se desplazaba por el hotel. Para muchos, Chafuen, desde su posición
en Atlas, ha sido un mentor, un patrocinador
financiero y un faro que los guió hacia nuevos
modelos políticos.
H
ay un giro a la derecha en la política
latinoamericana. Durante gran parte del siglo XXI, los gobiernos de izquierda
se impusieron en casi toda la región —desde
los Kirchner en Argentina hasta el reformista agrario Manuel Zelaya en Honduras— e
impulsaron programas de abatimiento de la
pobreza y nacionalización de las empresas, al
tiempo que desafiaban la hegemonía estadounidense en el hemisferio.
En los últimos años, sin embargo, muchos
líderes de izquierda cayeron, a veces de manera espectacular. A Zelaya los militares golpistas se lo llevaron en piyama de la residencia
presidencial. En Argentina, un megaempresario se hizo con el poder y Cristina Fernández
de Kirchner es acusada por corrupción. Y en
Brasil, el Partido de los Trabajadores, tras un
creciente escándalo por corrupción y protestas masivas, fue barrido del gobierno por medio de un impeachment por cargos de malversación presupuestal.
Este cambio podría parecer consecuencia
de un reequilibrio regional en el que se imponen las fuerzas económicas. Y sin embargo, la
Atlas Network es omnipresente, como el hilo
que conecta todos los acontecimientos políticos clave.
Todavía no se ha contado toda la historia de
la Red Atlas y su profundo impacto en la ideología y el poder político. Pero con archivos de
sus negocios y registros de tres continentes,
sumados a entrevistas con líderes libertaristas de todo el hemisferio, se puede mostrar el
alcance de su influencia a lo largo del tiempo.
Esta red de libertaristas, que ha reformulado los equilibrios de poder en país tras país,
también ha funcionado como un apéndice discreto de la política exterior estadounidense. Los
think tanks asociados a Atlas reciben un financiamiento, también discreto, del Departamento
de Estado y de la National Endowment for
Democracy (Fundación Nacional para la
Democracia, NED por su sigla en inglés), un brazo esencial del “poder blando” estadounidense.
Aunque hay investigaciones recientes sobre
el rol de ciertos multimillonarios conservadores, como los hermanos Koch, en la difusión de
una versión business-friendly del pensamiento
libertarista, la Atlas Network, que recibe fondos de fundaciones de los Koch, se ha dedicado a
replicar en los países en desarrollo los métodos
creados en el hemisferio norte. La red de Atlas
es expansiva y hoy tiene vínculos con 450 think
tanks de todo el mundo. Según Atlas, sólo en 2016
los apoyos económicos a sus asociados fueron de
cinco millones de dólares.
A lo largo de los años, Atlas y las fundaciones
asociadas a ella han otorgado cientos de subvenciones a think tanks conservadores y partidarios del libre mercado en Latinoamérica,
incluyendo la red de libertaristas que apoyó al Movimiento Brasil Libre y organizaciones detrás de una embestida libertarista en
Argentina, como la Fundación Pensar, el think
tank de Atlas que se fusionó con el PRO, el partido político creado por Mauricio Macri. Los
líderes del Movimiento Brasil Libre y el fundador de la Fundación Eléutera, un influyente
think tank neoliberal que surgió luego del golpe
en Honduras, recibieron financiamiento de
Atlas y son parte de la generación de dirigentes
políticos formados en los seminarios de Atlas.
La Atlas Network abarca decenas de think
tanks en toda la región, incluyendo destacados
grupos que apoyan a las fuerzas de derecha en
Venezuela y en la campaña de Sebastián Piñera,
el candidato de centroderecha que lidera las
encuestas para las presidenciales chilenas de
este año.
E
n ningún lugar el método de Atlas se desarrolló mejor que en una nueva red brasileña de
think tanks pro libre mercado. Son institutos que
trabajaron juntos para fomentar el descontento
con las políticas socialistas, y mientras algunos se
concentraban en los centros académicos, otros se
La Red Atlas en la región
· Fundación Pensar era un think
tank afiliado a Atlas en Buenos
Aires, que fue incorporado al PRO,
el partido político de Mauricio
Macri, quien se convirtió en presidente de Argentina en 2015.
Funcionarios de Pensar y de la
Fundación Libertad, otro think
tank respaldado por Atlas en
Argentina, fueron elegidos para altos cargos en el gobierno de Macri.
· Fundación eléutera en San Pedro
Sula, Honduras, fue fundada después del golpe que derrocó al
presidente de izquierda Manuel
Zelaya. El líder del think tank,
Guillermo Peña Panting, fue becario en la Fundación John Locke, un
think tank libertarista basado en
el Estado en Carolina del Norte, y
ha asistido a seminarios de capacitación de Atlas durante años. El
actual gobierno de Honduras se ha
apoyado en Eléutera para asistencia a políticas, como establecer las
primeras ZEDE (zonas de empleo y
desarrollo económico), un proyecto
controvertido para que los líderes
de las empresas manejen las ciudades separados de los sistemas
legales y políticos.
· instituto millenium es un think
tank de promoción de la Atlas
Net ork en Río de Janeiro que
organiza conferencias y eventos
para promover soluciones de libre
mercado en Brasil. El grupo, fundado en 200 , recibe apoyo financiero de varias grandes corporaciones
activas en Brasil: Bank of America,
Merrill Lynch, Grupo RBS, Gerdau
y el AmCham-Brasil, un grupo comercial de empresas americanas.
Instituto Millenium estuvo particularmente activo en promover las
manifestaciones callejeras contra
Dilma Rousseff.
esfera de influencia 36 | 37
dedicaron a entrenar activistas y a alimentar
una guerra constante en los medios contra las
ideas de izquierda.
El año pasado, el esfuerzo por dirigir el
descontento únicamente hacia la izquierda le
dio sus frutos a la derecha. Los millenials del
Movimiento Brasil Libre, muchos de ellos con
formación en organización política adquirida
en Estados Unidos, dirigieron un movimiento
masivo para enfocar la indignación popular en
un vasto escándalo de corrupción contra Dilma
Rousseff. La Operación Lava Jato todavía está
en proceso y su sistema de sobornos implica a dirigentes de todos los partidos políticos
grandes, incluyendo a los de derecha y centroderecha. Sin embargo, con mucha habilidad en
el manejo de los medios, el Movimiento Brasil
Libre se las arregló para dirigir la indignación
principalmente hacia la presidenta, y así exigir
su salida y el fin de las políticas de justicia social del Partido de los Trabajadores.
Las protestas —que para algunos son comparables a las del Tea Party estadounidense,
especialmente si se tiene en cuenta el discreto apoyo que les dieron los conglomerados
industriales locales y una novedosa red de
lento 2017 #54 | investigación
simpatizantes de la conspiración compuesta
por voceros de extrema derecha— terminaron con 13 años de gobierno del Partido de los
Trabajadores y sacaron a Dilma del poder vía
impeachment en 2016.
El escenario en el que surgió el Movimiento
Brasil Libre es nuevo en el país. Hace diez
años, los think tanks libertaristas serían a lo
sumo tres, dice Helio Beltrão, un ex ejecutivo de fondos de inversión que ahora dirige el
Instituto Mises, una organización sin fines de
lucro bautizada en homenaje al filósofo libertarista Ludwig von Mises. Hoy, con el apoyo de
Atlas, los institutos libertaristas son más de 30
y todos cooperan entre sí y con grupos como
Estudiantes por la Libertad y el Movimiento
Brasil Libre.
“Es como un cuadro de fútbol. La defensa son los académicos. Los delanteros son los
políticos. Ya hicimos varios goles”, apunta
en referencia al impeachment contra Dilma.
El mediocampo, agrega, son los “muchachos
de la cultura” que forman la opinión pública.
Beltrão explica que la red de think tanks quiere privatizar el correo de Brasil, que para él
es la “presa fácil” que podría iniciar una gran
ola de reformas pro libre mercado. Varios de los
partidos conservadores de Brasil se acercaron a
los militantes libertaristas cuando estos demostraron que podían movilizar a cientos de miles de
personas en las protestas contra Dilma, aunque
todavía no hayan adoptado los presupuestos de
la “economía de la oferta” (la teoría que sostiene
que se debe promover la provisión de bienes).
Fernando Schüler, académico y columnista
asociado al Instituto Millenium, otro think tank
brasileño, lo explica desde otro ángulo. “Brasil
tiene 17.000 sindicatos pagados con dineros públicos. Un día de salario va para los sindicatos,
completamente controlados por la izquierda”,
dice. La única manera de revertir la tendencia
socialista fue ser más hábil que ellos. “Con la tecnología la gente podía participar por sí misma,
organizar manifestaciones públicas con bajos costos, usando redes, WhatsApp, Facebook,
YouTube”, agrega para explicar cómo los libertaristas dirigieron las protestas contra los líderes
de la izquierda.
Estos grupos anti Dilma habían creado un
torrente diario de videos de YouTube en los
que parodiaban al gobierno del Partido de los
Trabajadores, junto a un tablero interactivo en el
que alentaban a los ciudadanos a que presionaran a los parlamentarios a votar el impeachment.
Schüler deja claro que tanto el Movimiento Brasil
Libre como su propio think tank reciben apoyo
financiero de industriales y comerciantes locales,
pero el movimiento ha tenido éxito en parte porque no se lo identifica con los partidos políticos
existentes, a los que la opinión pública ve con
recelo. Para él, la única manera de reformar radicalmente la sociedad y dar vuelta el sentimiento
popular sobre el Estado de bienestar era librar
una guerra cultural permanente contra los intelectuales y los medios de izquierda.
Uno de los fundadores del Instituto
Millenium, el bloguero Rodrigo Constantino, polarizó la política brasileña con su retórica ultramilitante. Constantino, que ha sido llamado el
“Breitbart brasileño” por sus ideas conspirativas
y sus ácidos comentarios derechistas, encabeza
otro think tank de Atlas: el Instituto Liberal. Para
él, cada movimiento de la izquierda es un intento
velado de subvertir la democracia, desde el uso
del color rojo en el logo de la Copa del Mundo
hasta el programa Bolsa Família, que brindaba
ayuda a los más desposeídos.
· instituto liberal en Río de Janeiro
fue fundado en 1983 por el fallecido Donald Ste art Jr., un magnate de la construcción y activista
libertarista, que hizo su fortuna en
parte por medio de contratos obtenidos mediante la USAID durante la dictadura militar en Brasil. El
Instituto estaba entre las primeras
organizaciones asociadas a la Atlas
Net ork en Latinoamérica. Estaba
financiado parcialmente por medio
del Centro para la Empresa Privada
Internacional de la NED. El grupo patrocinó a una variedad de expertos
provocadores de derecha, como
Rodrigo Constantino, conocido
como el “Breitbart de Brasil”.
· cedice libertad en Caracas,
Venezuela, provee apoyo a figuras conservadoras de la oposición,
como María Corina Machado, una
líder de las protestas antigobierno contra el presidente Nicolás
Maduro. El director de Cedice firmó
el controvertido “decreto Carmona”,
apoyando al breve golpe militar
contra Hugo Chávez en 2002. Cedice
es un think tank de Atlas, que también ha recibido apoyo financiero
del gobierno de Estados Unidos, por
medio del Centro para la Empresa
Privada Internacional de la NED.
· centro para la empresa Privada
internacional (CIPE) es una organización sin fines de lucro afiliada
a la NED, una fundación respaldada por el gobierno, diseñada para
avanzar en los objetivos en política
exterior, por medio de apoyo a organizaciones políticas en el mundo
en desarrollo. CIPE fue establecida por la Fundación de la Cámara
de Comercio de Estados Unidos, la
organización de lobby de empresas
más grande del país. Sin embargo,
9
de la financiación del grupo
viene del Departamento de Estado y
de la USAID. CIPE jugó un papel clave
esfera de influencia 38 | 39
A Constantino se le atribuye haber popularizado la idea de que los que apoyan al
Partido de los Trabajadores son “liberales de
limusina”, hipócritas pudientes que acuden
al socialismo para demostrar su superioridad
moral al mismo tiempo que desprecian a la
clase trabajadora que dicen representar.
La “breitbarización” del discurso público es una de las tantas formas en que la Red
Atlas ha venido influyendo sutilmente en el
debate político.
“Es un Estado muy paternalista. Es una
locura. Hay mucho control estatal y ese es el
desafío a largo plazo”, dice Schüler, y agrega que, a pesar de las recientes victorias, los
libertaristas tienen mucho camino para recorrer. Su modelo a seguir es el de Margaret
Thatcher, que tuvo el apoyo de una red de
think tanks libertaristas para impulsar reformas impopulares. “El sistema de pensiones es absurdo. Hay que privatizar toda
la educación”, recita Schüler como parte de
una letanía de cambios que realizaría, desde
desfinanciar a los sindicatos hasta abolir el
voto obligatorio.
La única manera de hacerlo posible, agrega, sería crear una red de organizaciones sin
fines de lucro que libraran batallas separadas pero con los mismos objetivos libertaristas. El modelo existente —la constelación de
think tanks de derecha en Washington DC,
que recibe poderosos apoyos— es el único camino posible para Brasil, afirma Schüler.
Atlas está haciendo exactamente eso.
Financia nuevos think tanks, brinda cursos
de organización política y relaciones públicas, apoya eventos de trabajo en red en todo
el mundo y, en los últimos años, ha dirigido
recursos extra a incitar a los libertaristas a
que influencien a la opinión pública por medio de redes sociales y videos online.
Con una competencia anual, la Red Atlas
premia la producción de videos virales que
promuevan la economía de libre mercado y
ridiculicen las propuestas asociadas al Estado
de bienestar. Entre quienes dan conferencias
para Atlas, está James O’Keefe, el provocador famoso por haber aguijoneado a varios
integrantes del Partido Demócrata estadounidense con sus cámaras ocultas. También
fueron parte de las sesiones de entrenamiento
lento 2017 #54 | investigación
de Atlas los productores de un grupo de
Wisconsin que trabajó en videos que desacreditaban las protestas de los maestros contra la
ley antisindical del gobernador Scott Walker.
E
ntre otras hazañas recientes, Atlas ha
estado presente en la nación latinoamericana actualmente más afectada por una
crisis política y humanitaria: Venezuela.
Los registros de la escritora y activista Eva
Golinger (obtenidos por medio del Freedom
of Information Act, la ley estadounidense de
libre acceso a la información) y las filtraciones de la ex soldado Chelsea Manning revelan los sofisticados esfuerzos realizados por
el gobierno estadounidense para utilizar los
think tanks de Atlas en una larga campaña de
desestabilización contra el líder venezolano
Hugo Chávez.
Ya en 1998, Cedice Libertad, el principal think tank de Atlas en Caracas, recibía financiamiento continuo del Center for
International Private Enterprise (Centro
para la Empresa Privada Internacional).
En una carta de otorgamiento de fondos, la
NED lista que la ayuda a Cedice está dirigida a “un cambio de gobierno”. El director de
Cedice estaba entre los firmantes del “decreto Carmona”, que apoyaba al breve golpe
militar contra Hugo Chávez en 2002. Un
cable de 2006 revela la estrategia del embajador de Estados Unidos, William Brownfield,
para financiar organizaciones políticas en
Venezuela: “1) Fortalecer las instituciones
democráticas, 2) Infiltrar la base política de
Chávez, 3) Dividir al chavismo, 4) Proteger
los negocios estadounidenses y 5) Aislar internacionalmente a Chávez”.
En la actual crisis venezolana, Cedice
promueve las protestas contra el presidente
Nicolás Maduro, sucesor de Chávez. Cedice
tiene vínculos estrechos con la opositora
María Corina Machado, una de las cabezas
de las masivas marchas antigubernamentales que han tenido lugar en los últimos meses. Machado ha reconocido públicamente
el trabajo de Atlas; en un video enviado al
grupo en 2014 aparece diciendo: “Gracias a
la Atlas Network, a todos los luchadores por
la libertad”.
E
n el Foro de la Libertad en Latinoamérica
de Buenos Aires, los jóvenes líderes zumbaban por todas partes mientras compartían
ideas sobre cómo derrotar al socialismo en cada
frente, desde debates en los campus universitarios hasta movilizar un país entero en favor del
impeachment.
“Emprendedores” de think tanks peruanos,
dominicanos y hondureños competían en un formato basado en el reality show Shark Tank, en el
que los encargados de start-ups deben convencer
a un panel de inversores despiadados. En lugar
de buscar inversiones, estos líderes presentaban ideas de marketing político, en un concurso
que premiaba al ganador con 5.000 dólares. En
otra sesión, se debatían estrategias para conseguir que la industria apoye reformas económicas.
En una tercera habitación, operadores políticos
debatían sobre qué argumentos podrían emplear
los “amantes de la libertad” para responder al
crecimiento mundial del populismo, y para “redirigir el sentimiento de injusticia de muchos”
hacia fines de libre mercado.
Un joven dirigente del Centro para la
Apertura y el Desarrollo de América Latina
(CADAL), un think tank de Buenos Aires, presentó un proyecto para rankear a cada provincia
argentina en un “índice de libertad económica”,
elaborado con base en el nivel de impuestos y
trabas legales como criterio para generar entusiasmo hacia reformas pro libre mercado. Su
idea se basa en estrategias similares utilizadas
en Estados Unidos, como el “Índice de Libertad
Económica” de la Heritage Foundation, que compara a los países tomando en cuenta las políticas
impositivas y las barreras regulatorias a la creación de negocios.
Tradicionalmente, los think tanks se conciben como institutos independientes que se crean
para desarrollar soluciones no convencionales.
En cambio, el modelo de Atlas se enfoca menos
en producir propuestas genuinamente innovadoras que en establecer organizaciones políticas
que tengan la credibilidad de instituciones académicas, para que así sean una herramienta efectiva
en la batalla por mentes y almas.
Las propuestas libremercadistas —como quitarles impuestos a los ricos, achicar el Estado, privatizar empresas públicas, liberalizar el comercio y limitar el poder de los sindicatos— siempre
se enfrentaron con un problema de percepción.
en financiar las alianzas de los
think tanks de Atlas a nivel mundial. Chafuen ha destacado a CIPE
como una fuente central de la red
de fuerza de las think tanks.
· centro interdisciplinario de Ética
y economía Personalista en Río de
Janeiro es un think tank religioso de Atlas que desarrolla argumentos teológicos para políticas
libertaristas y pro empresas. El
centro está basado en el Instituto
Acton, un think tank de Estados
Unidos, financiado parcialmente por la secretaria de Educación,
Betsy DeVos. El Consejo Editorial
del centro incluye a Alejandro
Chafuen y al abogado Ives Gandra
da Silva Martins, que preparó el
dictamen jurídico para avanzar en
el impeachment de Dilma Rousseff,
y recientemente, ha argumentado
en contra del impeachment de su
sucesor, Michel Temer.
esfera de influencia 40 | 41
Sus defensores se dieron cuenta de que los votantes tienden a verlas como un vehículo para
favorecer a la clase alta. Por eso, reetiquetar el
libertarismo económico como una ideología
del bien común requirió complejas estrategias
de persuasión pública.
El modelo de Atlas que ahora se disemina
por toda América Latina se basa en un método perfeccionado durante décadas de lucha en
Estados Unidos y Reino Unido, en la que los
libertaristas se esforzaron por contener la marea favorable al Estado de bienestar que se dio
tras las Segunda Guerra Mundial.
Antony Fisher, emprendedor británico y
fundador de la Atlas Network, fue pionero en
esa tarea de vender la economía libertarista al gran público. La dirección era clara: su
misión era “tapizar el mundo con think tanks
pro libre mercado”.
Fisher tomó sus ideas de Friedrich Hayek,
el padre del pensamiento moderno sobre el
gobierno mínimo. En 1946, después de leer
la versión de Camino de servidumbre, la obra
seminal de Hayek, publicada en Selecciones
del Reader’s Digest, Fisher procuró conocer al
economista austríaco en persona. Según su colaborador cercano John Blundell, Fisher le sugirió a Hayek que ingresara a la política. Hayek
rechazó la propuesta, porque consideraba que
la mejor forma de cambiar la sociedad era de
abajo hacia arriba.
Al mismo tiempo, en Estados Unidos, otro
ideólogo del libre mercado, Leonard Read,
consideraba ideas similares tras haber liderado a la Cámara de Comercio de Los Ángeles
en su enfrentamiento con organizaciones de
trabajadores. Para contrarrestar el crecimiento del Estado de bienestar, era necesaria una
respuesta más elaborada para compartir los
debates populares sobre la dirección a la que
debía apuntar la sociedad sin exponer los vínculos con los intereses empresariales. Fue muy
estimulante para Fisher la visita a la organización sin fines de lucro que había montado Read
en Nueva York, la Foundation for Economic
Education (Fundación para la Educación
Económica, FEE), creada para apoyar y promover las ideas de los intelectuales pro libre
mercado. Allí, el economista libertarista FA
Harper aconsejó a Fisher sobre cómo crear su
propia organización en Reino Unido.
lento 2017 #54 | investigación
Durante el viaje, Fisher también fue con
Harper a la Universidad de Cornell para conocer los últimos avances en la industria de
cría de animales, y se maravilló ante la visión
de 15.000 pollos alojados en un solo edificio.
Fisher tomó nota de la innovación y la puso en
práctica en Reino Unido. Su fábrica, Buxted
Chickens, prosperó rápidamente y Fisher amasó una buena fortuna. Parte de las ganancias
fueron a parar al otro objetivo que había nacido
durante su visita a Nueva York: en 1955, fundó
el Institute of Economic Affairs (Instituto de
Asuntos Económicos).
El Instituto ayudó a dar a conocer a un conjunto de economistas asociados con las ideas
de Hayek. Fue un lugar donde expresarse contra el creciente Estado de bienestar británico, vinculando a periodistas con académicos
pro libre mercado y diseminando sus opiniones regularmente en columnas de opinión,
entrevistas radiales y conferencias. El grueso
del financiamiento provenía del mundo de los
negocios; entre sus contribuyentes anuales
estaban grandes industriales y gigantes bancarios, como British Petroleum y Barclays. De
acuerdo a Making Thatcher’s Britain, de los
historiadores Ben Jackson y Robert Saunders,
un magnate naviero observó que, dado que las
universidades daban munición a los sindicatos,
el Instituto era el armero de los empresarios.
La recesión e inflación de la década de 1970
sacudió los cimientos de la sociedad británica y los políticos conservadores se vieron cada
vez más atraídos por el Institute of Economic
Affairs para que los proveyera de un proyecto
alternativo. El Instituto los satisfizo con resúmenes temáticos accesibles y temas de debate
que los políticos podían emplear para llevar los
conceptos de libre mercado al gran público. La
Atlas Network proclama orgullosamente que el
Instituto “sentó las bases intelectuales para lo
que luego fue la revolución de Thatcher en los
años 80”. Personal del Instituto hizo discursos para Thatcher, alimentó su campaña con
artículos sobre políticas en temas tan variados
como los sindicatos de trabajadores y el control
de precios, y elaboró respuestas para sus críticos en los medios masivos. En una carta dirigida a Fisher tras su triunfo en 1979, Thatcher
escribió que el Instituto había creado “el clima
de opinión que hizo la victoria posible”.
“No hay duda de que ha habido un enorme avance en Gran Bretaña. El Institute of
Economic Affairs, que Antony Fisher estableció, hizo una enorme diferencia”, dijo Milton
Friedman. “Hizo posible a Margaret Thatcher.
No su elección como primera ministra, sino
que hizo posibles las políticas que ella pudo
implementar. Y lo mismo en este país: el pensamiento que se desarrolló en este sentido
hizo posible a Ronald Reagan y las políticas
que logró imponer”.
El Instituto había cerrado el círculo. Hayek
montó un exclusivo grupo de economistas pro
libre mercado llamado Mont Pelerin Society.
Uno de sus miembros, Ed Feulner, ayudó a fundar la Heritage Foundation, el think tank conservador de Washington, tomando como inspiración el trabajo del Instituto. Otro miembro de
Mont Pelerin, Ed Crane, fundó el Cato Institute,
el más destacado grupo de reflexión libertarista
de Estados Unidos.
E
n 1981, Fisher, que se había mudado a San
Francisco, se dispuso a desarrollar la Atlas
Economic Research Foundation a instancias
de Hayek. Fisher utilizó su éxito del Instituto
para llegar a donantes corporativos que podrían
ayudarlo a establecer una serie de grupos de
reflexión más pequeños, a veces regionales, en
Nueva York, Canadá, California y Texas, entre
otros lugares. Sin embargo, con Atlas, la escala
de su proyecto de think tanks de libre mercado
ahora sería global: una organización sin fines
de lucro dedicada a continuar la tarea de tender
cabezas de playa libertaristas en todos los países
del mundo. “Cuantos más institutos se establezcan en todo el mundo”, declaró Fisher, “mayor
será la oportunidad de abordar diversos problemas que reclaman solución”.
Fisher comenzó a recaudar fondos, exponiendo sus ideas ante donantes corporativos
con la ayuda de cartas de recomendación de
Hayek, Thatcher y Friedman, que incluían una
llamada urgente a ayudar en la reproducción del
éxito del Institute of Economic Affairs a través
de Atlas. Hayek decía que su modelo “debería
ser usado para crear institutos similares en todo
el mundo” y que “sería dinero bien gastado si se
pudieran reunir grandes sumas para financiar
un esfuerzo coordinado”.
La propuesta se envió a una lista de ejecutivos de alto nivel y pronto el dinero de arcas
corporativas empezó a llegar a Atlas. Grandes
donantes del Partido Republicano, como
Richard Mellon Scaife, y de compañías como
Pfizer, Procter & Gamble y Shell, aportaron a la
causa. Su influencia, sin embargo, tendría que
permanecer encubierta para que el proyecto
funcionara, sostenía Fisher. “Para influir en la
opinión pública, es necesario evitar cualquier
sugerencia de interés particular o intención de
adoctrinar”, señaló en una propuesta que delineaba el propósito de Atlas. Fisher agregó que
el éxito del Institute of Economic Affairs se había basado en la percepción de que era académico e imparcial.
Atlas creció rápidamente. Hacia 1985, la Red
contaba con 27 instituciones en 17 países, incluyendo organizaciones sin fines de lucro en Italia,
México, Australia y Perú.
El momento no podría haber sido mejor: la
expansión internacional de Atlas se produjo
exactamente cuando la administración Reagan
redoblaba su apuesta a una política exterior
agresiva para vencer a los gobiernos extranjeros
de izquierda.
Mientras que en público Atlas declaraba que
no recibía fondos del gobierno (Fisher desestimaba la ayuda externa por considerarla sólo
otro “soborno” utilizado para distorsionar las
fuerzas del mercado), los registros muestran
que la Red trabajó discretamente para sumar al
gobierno estadounidense a su creciente lista de
socios internacionales.
En una carta de 1982 de la Agencia
Internacional de Comunicación, una pequeña
oficina del gobierno federal dedicada a promover los intereses estadounidenses en el extranjero, un burócrata de la Oficina de Programas del
Sector Privado le respondió a Fisher, que había
hecho una consulta sobre la forma de obtener
subvenciones federales. El burócrata escribió
que se le prohibía dar “directamente a organizaciones extranjeras”, pero que podría ser copatrocinador de “conferencias o intercambios con
organizaciones”, realizadas por grupos como
Atlas, y alentó a Fisher a mandar una propuesta.
La carta, enviada un año después de que se fundara Atlas, fue la primera señal de que la Red se
convertiría en un socio secreto de los intereses
de la política exterior de Estados Unidos.
esfera de influencia 42 | 43
Memos y otros registros de Fisher muestran que, para 1986, Atlas había ayudado a
programar reuniones con ejecutivos de negocios para dirigir fondos estadounidenses hacia su red de think tanks. En un caso, un funcionario de la Agencia de los Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional (USAID, por
su sigla en inglés), la principal herramienta
de ayuda en el extranjero del gobierno federal, recomendó que el gerente de la filial de
Coca-Cola en Panamá trabajara con Atlas
para crear un grupo de reflexión basado en el
Institute of Economic Affairs británico. Los
socios de Atlas también obtuvieron fondos de
las arcas de la NED, una organización sin ánimo de lucro fundada en 1983, financiada en
gran parte por el Departamento de Estado y
por la USAID para crear instituciones políticas favorables a Estados Unidos en el mundo
en vías de desarrollo.
M
ientras llovían los fondos de corporaciones y del gobierno de Estados
Unidos derramándose, Atlas tuvo otro
golpe de suerte en 1985 con la llegada de
lento 2017 #54 | investigación
Alejandro Chafuen. Linda Whetstone, hija
de Fisher, recordó en un homenaje cómo, en
1985, un joven Chafuen, que entonces vivía
en Oakland, se había presentado a la oficina
de Atlas en San Francisco “dispuesto a trabajar por nada”.
Chafuen, nacido en Buenos Aires, se había
criado en la que describía como “una familia
antiperonista”. Eran ricos y, aunque creció en
una época turbulenta, Chafuen vivió una vida
de relativo privilegio. Pasó su adolescencia jugando al tenis y soñaba con convertirse en un
deportista profesional.
Chafuen atribuye su trayectoria ideológica
juvenil a su apetito por devorar textos libertaristas, desde Ayn Rand hasta los folletos publicados por el FEE, el grupo de Leonard Read
que originalmente había inspirado a Fisher.
Tras sus estudios en el Grove City College,
una universidad de humanidades cristiana
y profundamente conservadora situada en
Pensilvania, en la que fue presidente del club
estudiantil libertarista, Chafuen regresó a su
país de origen. Los militares habían tomado el
poder, con la excusa de responder a la amenaza de los revolucionarios comunistas. Miles
de estudiantes y activistas serían torturados y
asesinados por la represión contra los militantes de izquierda tras el golpe de Estado.
Chafuen recuerda esos tiempos bajo una luz
bastante positiva. Luego escribiría que el ejército había sido obligado a actuar para evitar que
el comunismo “tomara el país”. En el ambiente
académico, mientras seguía una carrera docente, Chafuen se encontró con “totalitarios de todos los estilos”. Después del golpe militar, escribió que notaba cómo sus profesores se volvían
“más suaves”, a pesar de sus diferencias con él.
El libertarismo también encontró buena recepción en otros países latinoamericanos bajo
dictaduras militares. A Chile, después de que
los militares barrieron al gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende, acudieron velozmente los economistas de la Sociedad
Mont Pelerin y prepararon el escenario para
realizar grandes reformas neoliberales, como
la privatización de la industria y del sistema de
pensiones del país. En toda la región, bajo la mirada vigilante de los líderes militares de derecha
que habían tomado el poder, se fueron arraigando las políticas económicas libertaristas.
Por su parte, el fervor ideológico de Chafuen
era evidente ya en 1979, cuando publicó un ensayo para la FEE titulado “Guerra sin Fin”. Allí
comparaba al terror de izquierda con el clan
Manson y a su fuerza con la de “las guerrillas de
Medio Oriente, África y Sudamérica”. Se precisaba, escribió, que las “fuerzas de la libertad
individual y la propiedad privada” respondieran
a los ataques.
Su entusiasmo no pasó desapercibido. En
1980, cuando tenía 26 años, Chafuen fue invitado a convertirse en el miembro más joven
de la Sociedad Mont Pelerin. Viajó a Stanford,
lo que le brindó la oportunidad de contactar
directamente a Read, Hayek y otros libertaristas importantes. En cinco años, Chafuen
se casó con una estadounidense y pasó a residir en Oakland. Comenzó a vincularse con
miembros de Mont Pelerin de la zona de San
Francisco, como Fisher.
Según las actas de la junta directiva de Atlas,
ese año Fisher dijo a sus colegas que había hecho un pago de 500 dólares como obsequio de
Navidad para Chafuen, y que esperaba contratar
a tiempo completo al joven economista para que
desarrollara think tanks de Atlas en América
las Filiales uruguayas
· centro de economía, sociedad y
empresa (ESE). La misión del ESE se
basa en generar ideas para influenciar emprendedores y tomadores
de decisiones, que logren desarrollar consenso y compromiso entre
estos miembros clave de la sociedad, para alcanzar el desarrollo
del país junto con más igualdad de
oportunidades. El centro es parte de la Escuela de Negocios de la
Universidad de Montevideo (UM) y el
contacto se puede realizar con el
profesor Ignacio Munyo.
· centro de estudios de la realidad
económica y social (CERES). La misión del CERES es generar y discutir en torno a la agenda de políticas
públicas que son capaces de promover el desarrollo económico y social en América Latina, a través de
la investigación independiente y el
análisis innovador. Es un centro de
investigación independiente y sin
fines de lucro. El consejo directivo
incluye al director de el observador,
Ricardo Peirano, al gerente de
OCA, Horacio Hughes, al presidente de oung & Rubicam, Álvaro
Moré, y al referente de McDonald s
Uruguay entre 1991 y 2002, Rodolfo
Openheimer.
· centro de estudios para el
Desarrollo (CED). La misión del CED
es estudiar la realidad política,
económica y social de Uruguay a
partir de estudios académicos de
excelencia que apoyen los valores
de libertad de manera científica y
cuantificable para, efectivamente,
influenciar en las decisiones de las
políticas públicas. Su objetivo es
liderar Uruguay a través del impacto
de sus investigaciones, que permita llevar a cabo las reformas necesarias para alcanzar un camino de
crecimiento económico y desarrollo humano que se pueda sustentar
esfera de influencia 44 | 45
Latina. Al año siguiente, Chafuen organizó la
primera cumbre de think tanks latinoamericanos de Atlas en Jamaica.
Gigantes corporativos, como
ExxonMobil y MasterCard, eran donantes de Atlas. Pero el grupo también atrajo a figuras destacadas en el libertarismo,
como las fundaciones asociadas al inversor
hafuen comprendió bien el modelo Atlas John Templeton y los millonarios hermanos Charles y David Koch, que prodigaron
y trabajó con esmero para expandir la
regularmente con contribuciones a Atlas y
red. Ayudó a montar think tanks en África y
Europa, pero sobre todo concentró sus essus afiliados.
Las proezas recaudatorias de Chafuen se
fuerzos en América Latina. Mientras que describía cómo atraer donantes, Chafuen señaló extendieron al creciente número de funen una conferencia que estos no pueden apa- daciones conservadoras adineradas que
recer como quienes pagan por las encuestas
comenzaban a florecer en Estados Unidos.
de opinión pública, porque les quitarían creFue miembro fundador de Donors Trust,
dibilidad. “Pfizer Inc. no patrocinaría encues- un fondo hermético y orientado por donantas sobre temas de salud ni Exxon pagaría por tes que ha repartido más de 400 millones
encuestas sobre temas ambientales”, dijo. En de dólares entre organizaciones libertacambio, think tanks libertaristas, como los de ristas, incluidos miembros de la Red Atlas.
la Red Atlas, no sólo podían presentar las mis- También es administrador de la Fundación
Chase, de Virginia, que fue fundada por un
mas encuestas con mayor credibilidad sino
miembro de la Sociedad Mont Pelerin y que
hacerlo de manera que obtuvieran cobertura
igualmente envía dinero en efectivo a los
en los medios locales.
think tanks de Atlas.
“A los periodistas los atrae lo novedoso y
El gobierno estadounidense también
fácil de transmitir”, dijo Chafuen. A la prensa
no le interesa mucho citar a los filósofos liber- fue otro manantial de dinero. Inicialmente,
taristas, sostuvo, pero si un grupo de expertos la NED encontró obstáculos para estableelabora una encuesta, prestan atención. “Y los cer en el exterior organizaciones sin fines
donantes también lo ven”, agregó.
de lucro amigables con Estados Unidos.
En 1991, tres años después de la muerte
Durante una conferencia conjunta con
de Fisher, Chafuen tomó el timón de Atlas y
Chafuen, Gerardo Bongiovanni, presidentuvo la oportunidad de hablar con autoridad te de la Fundación Libertad, un think tank
a los donantes sobre el trabajo de la orgade Atlas en Rosario, Argentina, señaló que
nización. Rápidamente comenzó a sumar
entre 1985 y 1987 el Centro para la Empresa
patrocinadores empresariales para impulsar Privada Internacional (asociado a la NED)
objetivos orientados a las grandes compañías distribuyó un millón de dólares como capia través de la red. Philip Morris contribuyó
tal inicial para crear varios think tanks. Sin
regularmente con Atlas, incluyendo una doembargo, quienes recibieron estas subvennación de 50.000 dólares en 1994, que salió a ciones fracasaron rápidamente por falta de
formación de gestión, dijo Bongiovanni.
la luz años más tarde durante un juicio. Los
registros muestran que el gigante del tabaco
Atlas, en cambio, logró convertir el dinevio a Atlas como un aliado para trabajar en
ro de los contribuyentes estadounidenses
pleitos internacionales.
que le llegaba mediante la NED y el Centro
para la Empresa Privada Internacional
en una importante fuente de financiación
para su creciente red. Las herramientas de
n Chile, sin embargo, un grupo de periofinanciación proporcionaron dinero para
distas descubrió que los think tanks resimpulsar think tanks de Atlas en Europa del
paldados por Atlas discretamente habían heEste, tras la caída de la Unión Soviética y,
cho lobby contra la regulación del tabaco sin
más tarde, para promover los intereses esrevelar su financiamiento por parte de compañías tabacaleras, en una estrategia calcada
tadounidenses en Medio Oriente. Entre los
de la de think tanks de todo el mundo.
beneficiarios del efectivo del Centro para la
C
E
lento 2017 #54 | investigación
Empresa Privada Internacional se encuentra
Cedice Libertad, el think tank al que agradeció la dirigente opositora venezolana María
Corina Machado.
E
n The Brick Hotel de Buenos Aires,
Chafuen reflexionó sobre las últimas tres
décadas. Dijo que Fisher “estaría complacido y
no creería cuánto creció nuestra red” y señaló que tal vez el fundador de Atlas no hubiera
esperado un nivel de compromiso político tan
alto como el que tiene el grupo.
Chafuen se encendió con la asunción de
Donald Trump a la presidencia de Estados
Unidos y elogió sus elecciones para el gabinete. ¿Y por qué no? La administración de Trump
está repleta de ex alumnos de grupos vinculados a Atlas y de amigos de la Red. Sebastian
Gorka, el islamófobo asesor de contraterrorismo de Trump, dirigió un think tank de Atlas en
Hungría. El vicepresidente Mike Pence ha asistido a un evento de Atlas y habló muy bien del
grupo. La secretaria de Educación Betsy DeVos
y Chafuen fueron muy cercanos cuando eran
dirigentes del Acton Institute, un think tank de
Michigan que elabora argumentos religiosos a favor de las políticas libertaristas, y que ahora tiene
una filial en Brasil, el Centro Interdisciplinario
de Ética y Economía Personalista.
Tal vez la figura más apreciada de Chafuen
en la administración Trump, sin embargo, sea
Judy Shelton, economista y miembro destacada de la Atlas Network. Después de la victoria
de Trump, Shelton pasó a dirigir la NED. Había
sido consejera de la campaña de Trump y del
grupo de transición. Chafuen sonrió al hablar del asunto: “Ahí tienes a la gente de Atlas
presidiendo la Fundación Nacional para la
Democracia”, dijo.
Antes de finalizar la entrevista, Chafuen
indicó que hay más por venir: más think tanks,
más esfuerzos para derrocar gobiernos de izquierda y más acólitos y egresados de Atlas en
los más altos niveles de gobierno en todo el
mundo. “El trabajo está en marcha”, dijo.
Más tarde, Chafuen apareció en la gala del
Foro de la Libertad en América Latina. Junto
con un panel de expertos de Atlas, discutió la
necesidad de acelerar los movimientos de oposición libertarista en Ecuador y Venezuela.
en el tiempo. Su director ejecutivo
es el economista Hernán Bonilla y
el director del diario el país, Martín
Aguirre, forma parte del Consejo
Académico Nacional.
· centro para la apertura y el
Desarrollo de américa latina
(CADAL). La misión del CADAL es fortalecer la democracia y el Estado
de derecho. También implementar
políticas públicas que favorezcan
el desarrollo de la economía, la sociedad y el progreso institucional,
junto con la integración regional y
la apertura del comercio mundial.
Además, apunta a promover los derechos humanos en todo el mundo. Para cumplir con su misión, el
CADAL produce publicaciones y material audiovisual, organiza eventos,
formula peticiones a gobiernos y
organismos, apoya a activistas democráticos y organizaciones de la
sociedad civil, implementa campañas públicas y capacita a jóvenes
estudiantes y graduados universitarios. El CADAL está presidido por
el periodista Gabriel Salvia, quien
además lidera el Comité Ejecutivo
de esta organización. El Consejo
Académico incluye al politólogo
Adolfo Garcé, y al abogado y sociólogo Romeo Pérez Antón.
traducción: José gabriel lagos y magdalena sagarra.
investigación adicional: rodrigo guerra.
esfera de influencia 46 | 47
lento 2017 #54 | turismo
texto Diego recoba fotos Pablo nogueira
Un secreto
entre cerros
Cuando se habla de turismo en Tacuarembó,
quizás las primeras localidades que entren en
la conversación sean San Gregorio de Polanco,
el balneario Iporá o la capital departamental,
donde en marzo se celebra la Fiesta de la Patria
Gaucha. Sin embargo, el gardeliano Valle
Edén es uno de los lugares más bellos
del departamento, y está a sólo 23
kilómetros de la ciudad de
Tacuarembó.
Puente colgante sobre el arroyo Jabonería.
Un secreto entre cerros 48 | 49
Al fondo se ve el piano que perteneció al coronel escayola. Museo carlos Gardel.
N
o tiene playas hermosas, ni aguas
termales, ni siquiera ríos caudalosos
para pescar y nadar, y mucho menos
una movida nocturna intensa. Pero difícilmente haya en Uruguay un lugar que pueda
ofrecer tanta tranquilidad como Valle Edén.
Es muy fácil llegar a este pueblo de un
centenar de habitantes. Desde Tacuarembó
se hacen 23 kilómetros por ruta 26, rumbo a
Paysandú. Un cartel indica el ingreso y enseguida queda claro que se está entrando a otro
lugar; un pueblo de casas desperdigadas, que
a simple vista parece deshabitado y que en
realidad ofrece un tipo de soledad y silencio
que dista mucho de generar aburrimiento
o depresión. Los cerros que rodean el valle
brindan un marco espectacular y contribuyen a reforzar esa sensación de estar a salvo,
de estar en otro lugar.
En lo que vendría a ser su centro se encuentra la posada Valle Edén, un viejo almacén de ramos generales transformado en sitio
lento 2017 #54 | turismo
de alojamiento y restaurante, que además
alberga el Museo de los Oficios, donde pueden
apreciarse objetos y máquinas en desuso, muchas de los primeros años del siglo XX, la misma época de la que data la construcción.
En el restaurante la propuesta gira en
torno a las pastas y a la cocina con carnes
como el jabalí o el cordero. Las estrellas son
el estofado de jabalí y el pan casero que hace
Alejandro, y que se ofrece en todas las comidas recién horneado. El sabor a comida de
hogar, la atención de Alejandro y el entorno
son altamente recomendables. Últimamente
llegan turistas europeos, ya que la posada fue
recomendada en sitios en internet.
Uno de los atractivos cercanos son las
marmitas, que la erosión provocada por el
agua generó, resultando en cuevas circulares donde se acumula el agua de la crecida y hay formaciones rocosas redondeadas.
Otro lugar para visitar, yendo hacia el lado
de Tambores, es el llamado Pozo Hondo, una
caída de agua de varios metros de altura.
Hasta ahora, el camino a ambos lugares no
está señalizado, por lo que conviene informarse bien antes de salir. También hay que
tener en cuenta que en los dos casos se deben atravesar cursos de agua que muchas veces están crecidos y dificultan el paso de los
vehículos. Sin embargo, los dos paseos valen
la pena por sí mismos: camino a las marmitas se puede apreciar una panorámica del
lugar y para ir a Pozo Hondo se puede atravesar un monte nativo espectacular.
Frente a la posada se encuentra el Museo
Carlos Gardel. Funciona desde 1999 en una
vieja pulpería ubicada al lado de la estación
de tren, donde el cantante habría parado en
más de una ocasión. La propuesta gira en
torno a la polémica de su procedencia, conteniendo variadas pruebas de que efectivamente nació en Tacuarembó. Más allá de las
fotos y los objetos pertenecientes a Gardel,
son muy interesantes los archivos de prensa relacionados con su muerte, acontecida
en un accidente de aviación en Medellín en
1935, y parte de las pocas entrevistas que el
cantante dio, sabiendo que no era muy afín a
hablar con la prensa. El precio es accesible y
la propuesta es interesante no sólo para los
fanáticos de esta figura.
Bajando la escalera de la vieja pulpería, se
encuentra la antigua estación de tren. Muy
similar a otras esparcidas por parajes recónditos a lo largo y ancho del país, la diferencia
su estado de conservación. Después de todo,
es lo que dio nacimiento al pueblo, que fue
fundado a partir de la llegada del tren. La estación ya no recibe pasajeros, porque la línea
Rivera-Montevideo funciona sólo para transporte de carga, pero hay excepciones: Semana
de Turismo y la Fiesta de la Patria Gaucha. En
todo caso, siempre es posible recorrer los alrededores de la estación, algunos vagones viejos, el tanque de agua y hasta asar algo en los
parrilleros que hay a un costado, desde donde
se puede escuchar el ruido del arroyo dada la
cercanía del agua y el silencio reinante.
estofado de jabalí de la posada Valle edén.
Un secreto entre cerros 50 | 51
Cerca de ahí, yendo por la vía y entrando en un camino que tampoco está señalizado, se puede acceder a la Cueva de los
Chivos, una entrada de roca con una caída
de agua, que tiene mucha belleza natural y
es un paseo cercano.
Sobre el arroyo Jabonería se encuentra el
camping municipal, que cuenta con un predio
amplio y bien cuidado, y que tiene muy buenos precios. Y fuera de temporada, es decir,
desde Semana de Turismo hasta diciembre,
es gratuito. Es una alternativa de alojamiento a la posada, que quizás resulte conveniente para quienes elijan tener unas vacaciones
más económicas.
Cerca de Valle Edén está el pueblo de
Laureles, que cuenta a pocos metros de su
estación de tren con el único túnel ferroviario del país, en perfecto estado. También
está el espacio de huerta comunitaria Tierra
Viva, que permite que quienes quieran alojarse ahí puedan hacerlo a cambio de trabajo en la huerta, un viejo cerro cementerio
Monte nativo sobre el arroyo Jabonería.
lento 2017 #54 | turismo
ubicado a pocos kilómetros de la entrada a
Valle Edén. Y, por supuesto, está también
la estancia Santa Blanca, que perteneció al
coronel Carlos Escayola, supuesto padre de
Carlos Gardel. Allí habría nacido el cantante.
El acceso a esta estancia no es seguro, porque es propiedad privada.
Si el objetivo es tranquilidad y contacto con
la naturaleza, Valle Edén es ideal. Lo único que
se escucha es el sonido de los pájaros, el viento y el agua cayendo por las piedras, y la vista
sólo ve cerros verdes, montes y arroyos. Las
pocas personas que uno se encuentra son muy
amables y dispuestas a ayudar ante la falta de
información y señalización. Si se toman en
cuenta algunas precauciones, como informarse del estado de los caminos y cruces de agua
—el paso principal, en donde se ubica un antiguo puente colgante de gran atractivo, atraviesa el arroyo Jabonería, y cuando hay crecida
los autos deben quedar del lado de afuera del
pueblo—, la experiencia no va a traer únicamente placer y descanso.
Vieja estación de trenes.
coordenadas
Valle edén queda en el kilómetro
208 de la ruta 26, departamento de
tacuarembó. Desde la terminal de
tacuarembó salen cuatro servicios diarios de ómnibus, y el boleto
cuesta 58 pesos. el alojamiento en
la posada ronda los 2.400 por noche, el camping entre diciembre y
semana de turismo cuesta 50 pesos
por día por persona (el resto del año
es gratuito). en el restaurante de la
posada los platos están entre 300 y
450 pesos, una botella de vino entre 240 y 790 y el desayuno completo 250. Hay una policlínica que
atiende dos veces por semana, una
escuela rural, una jefatura de policía. también están el almacén de
Almada y una tienda de artesanías.
La entrada al Museo carlos Gardel es
de 25 pesos y está abierto de jueves
a domingo de 10.00 a 17.00.
Un secreto entre cerros 52 | 53
lento 2017 #54 | HUMoR
FICCIÓN
l a ReBeliÓN de l a piZZ a PAuLo H PAPPEN + mARíA josé PItA
diskettes: capítulo 4 NICoL ás PERuZZo + gABRIEL sERRA
LA REBELIÓN DE LA
FICCIÓN
PIZZA MT
54 | 55
tExto Paulo H PaPPeN ILustRACIÓN María josé PITa
tRADuCCIÓN rosarIo l ázaro
LA REBELIÓN
DE LA PIZZA
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 56 | 57
Capítulo del principio
Entonces, cuando ya nadie tenía esperanza de que un día finalmente legalizaran las drogas, decidieron prohibir también la pizza.
Pusieron el mejor invento de la humanidad en la misma lista
de la marihuana de la cocaína del crack de los cigarros y del pegamento, y de un momento a otro cualquier pancito con salsa y
queso por arriba pasó a ser altamente sospechoso. A quien agarraban haciendo, comiendo o con pizza en el bolsillo, lo condenaban a
cadena perpetua, además de las palizas.
De un día para otro, noventa y siete por ciento de la población
italiana terminó en cana. Como no había suficientes cárceles para
toda esa gente, tuvieron que alquilar celdas de cárcel en Holanda,
el único país del mundo que no entró en la ola de prohibición y,
por lo tanto, el único lugar del mundo con lugares libres en el sistema carcelario.
En Ámsterdam, rápidamente nació un Distrito Amarillo, donde
(con plata) vos podías comerte una pizza sin miedo de ser feliz.
La resistencia en Brasil no fue una de las más grandes, pero
lo suficiente como para que yo me sintiera convocado a la lucha.
Puse manos en la masa apenas salió el decreto y les dije a unos
amigos para comer una pizza en casa. Cada uno llevó un poco de
queso y tomate, y también la noticia de que, en los supermercados,
parecía el apocalipsis: todo el mundo llenaba los carritos con cosas
para ponerle a la pizza. Porque, aunque no lo crean, todo el mundo pensaba que iba a poder hacer pizza por lo menos en su propia
casa, escondido. Pero ya esa primera noche la policía se llevó a una
banda de gente en cana, después de invadir residencias donde el
olor a albahaca era muy fuerte.
En casa no pasó nada horrible, al revés, estábamos animados.
Los que estaban ahí: Augustavo, Flamínea y Lasagna.
Parecen nombres falsos, pero no. Pasa que siempre elegí a mis
amigos por el nombre.
—¿Cómo te llamás?
—Pedro.
—Disculpá, entonces no puedo ser tu amigo.
Flamínea medio que tenía ese nombre normal, pero es que alguien tiene que ser normal en este mundo, ¿no?
Aquella noche, pensamos en cambiarnos de nombre. Bien
como guerrilleros, seudónimos simbólicos para reforzar la resistencia y complicarles la vida a los canas. Pero es muy difícil elegir
un nombre, no sé si vos ya trataste. Siempre suena medio ridículo: Augustavo, por ejemplo, pensó en llamarse Ajo y óleo. Sólo que
él es paralero (paraguayo de padre, brasilero de madre) y no sabe
pronunciar la “j”. Entonces dice: ashoioleo, ashoioleo. Algo así. No
funciona: imaginate que estás tratando de hablar en serio, los canas
arriba, y el pibe dice en el wokitoki “acá ashoioleo alerta roja cambio”. Te empezás a mear de risa y los canas te cagan por estar feliz.
Flamínea quería llamarse Focaccia, porque hacía unas focaccias bien buenas. Pero hablando en serio: ¿hay mejor nombre que
Flamínea para una guerrillera? Rosa Luxemburgo, Espertirina
Martins, Olga Benario y Flamínea. Perdoná, no le sé el apellido.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
Lasagna ya tenía nombre de comida y era muy difícil pensar en
ella con otro sabor. Digamos, Napolitana. No combina. Napolitana
tiene que ser morocha por lo menos. Si fuera una insurrección
contra la prohibición de la pasta, andá a saber, ahí podíamos pensar en bautizarla Arrabiata, creo que le iba a quedar bien. Y para
mí, secretamente, el nombre de Lasagna era Capricciosa desde
mucho antes del golpe. Pero ella fue la primera en decir:
—Cambiar nombres es detalle, yo no toy pa perder tiempo.
Quienes quieran, ¡que se vengan! Quienes no, que se las pelen.
Decidimos entonces que nada estaba decidido. Éramos una organización plural, horizontal, cada cual por sí y todo el mundo unido.
—Pero me parece que por lo menos un nombre para el colectivo
me parece que es válido —dijo Flamínea.
Y argumentó que eso podría ser motivante para el movimiento
global de resistencia. Si supieran que una tal Flamínea Focaccia
estaba en contra de la prohibición de la pizza allá en el sur de
Brasil, tal vez no fuera gran cosa, ¡pero imaginate la simbología de
un Colectivo Unificado por la Legalización de la Pizza! Algo amplio e impactante.
Hicimos una tempestad de cerebro, como la definió Augustavo,
y así surgieron nombres como Movimiento Pizza Libre, Partido
Pizzero, Alianza Pizzera Nacional y Ocupa Pizzería (o el potencialmente polémico Ocupizza, sobre todo cuando lo pronunciaba
Augustavo, y la zeta sonaba casi como una te). Lo único que no logramos armar fue un acróstico con las letras P I Z Z A, tipo: Pizza
Independiente... Esas dos zetas ahí nos mataban la creatividad.
Mientras el nombre ideal no aparecía, nos enchastrábamos con
la mozzarella de búfala, tal vez la última pizza de mozzarella de
búfala que comeríamos en la vida.
El nombre del colectivo podía ser “Amigos de la pizza”, sugerí.
O solamente “Pizza”, bien minimalista.
—¿Sin acróshtico? —preguntó Augustavo, decepcionado.
Entonces Lasagna prendió un cigarro para demostrar que ella
estaba en esta vida de subversión hacía mucho tiempo y por favor
no perdamos tiempo con boludeces.
Pero bien que nuestro lema podía ser “Que todo acabe en pizza”1, traté de nuevo, apelando al lado débil de mis amigos, que eran
los chistes malos.
El único que se rio fue Augustavo. Señal de que la situación
era más grave de lo imaginado (o de que él era mi único amigo
de verdad).
—Gente, me parece que no podemos perder el foco —dijo
Flamínea—. Cuáles son las pautas: me parece que libertad de hacer, comer y pensar en pizza, ok. ¿Y cuál es nuestra estrategia?
¿Lucha pacífica? ¿Lucha armada?
1. Expresión que indica que todo termina sin que pase nada. Al parecer, fue invención
de un periodista deportivo en los 60, pero pasó a la historia cuando una diputada la
usó en una comisión de investigación contra Fernando Collor, cuando exhortó a que
la investigación “no acabe en pizza” (Collor decía que un dinero sobrante que tenía
era por un préstamo hecho en… uruguay).
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 58 | 59
—Primero tenemos que tratar de falar con el enemigo —ponderó Augustavo.
Lasagna prendió otro cigarro.
Yo voto por ocupar una pizzería abandonada, dije.
Y había una en la esquina y todo, la Pizzería Mangiare. Si
íbamos enseguida, capaz que todavía había alguna rúcula fresca, algún palmito en conserva, algún salmón —era una pizzería
gourmet, ninguno de nosotros había entrado nunca ahí, ¡vamos
muchachada, es nuestra oportunidad!—.
—Esperá, me parece que tenemos que pensarlo mejor —dijo
Flamínea, la socialdemócrata—. ¿Vamos primero a hacer un acto
en el centro? Me parece que es una buena manera de conocer gente, y después ocupamos la pizzería.
Si vamos ya, sí, dije, calculando que, si la manifestación duraba
alrededor de dos horas, todavía llegaríamos a tiempo de encontrar
hongos frescos en la pizzería abandonada de la esquina.
No había terminado de hablar todavía y Lasagna ya estaba
prendiendo un cigarro y Augustavo se llenaba los bolsillos con las
últimas porciones de pizza de mozzarella de búfala.
Flamínea me miró como diciendo —bueno, yo vi eso en sus
ojos, pero puede haber pensado algo totalmente diferente (y que
ella me corrija si me equivoco)—, me miró diciendo “me parece
que finalmente tenemos un sentido pa vivir”. Y yo le toqué el hombro como quien dice —de eso sí estoy seguro—, yo le dije con mi
gesto “vistecomoes, compañera”, y fui a ponerme ropa linda pensando que podría ser la última ropa de mi vida.
Pero cuando iba a cambiarme, lo pensé mejor: después de haber hecho pizza, estaba todo lleno de harina y con manchas de salsa en la camisa, en la bermuda y hasta en las chinelas. La perfecta
farda del pizzero libertario.
Capítulo de la manifestación
Flamínea organizó la manifestación en el camino, mientras
caminábamos hacia la plaza del centro. Llamó a un montón de
personas conocidas que, según ella, serían excelentes refuerzos
para la revolución.
Augustavo se acercó y me dijo:
—Bo, vos escribiste nuestros nombresh y la policía nos puede
agarrar en cualquier momento. Presentate vos también pa caer
preso con nosotrosh.
Me pareció justo, entonces ahí tienen: mi nombre es Último.
Imaginate si ahora me puedo dar el lujo de andar con personas
con nombres normales.
Fue elección de mi nonna, que ya estaba bien viejita cuando mi
madre quedó embarazada y dijo:
—Questo è l’ultimo.
El último bebé que la nonna iba a ver, pobre, se murió poco después de que nací. Yo en realidad era el primer hijo de mi madre, pero
entre el Primero y el Último, la decisión recayó sobre el segundo por
razones de esdrujulosofía. La hipótesis de bautizarme como Daniel,
Paulo, Maicon o incluso Josinelson no se le pasó por la cabeza a nadie.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
A Augustavo le pareció interesante la historia y decidió contar
la suya:
—Mi padre prefería Augusto y mi madre Gustavo.
Democráticos.
A Flamínea le gustó el juego y quiso participar:
—Me parece que todo el mundo tendría que tener derecho a
elegir su propio nombre. Imaginate: hasta los dieciocho años tenías cualquier nombre, andá a saber, un sobrenombre —¿no es así
ya?—. Yo era la Mana, hasta irme de casa todo el mundo me decía
Mana. Mis hermanos mis amigos hasta en la escuela las maestras.
Me parece que nos transformamos en nuestro nombre cuando nos
vamos de nuestra casa, entonces me parece que sería justo que
cada uno lo eligiera cuando se va de la casa.
Y Lasagna:
—Ah, es una tan linda idea, se puede llegar a aplicar. Debemos
cambiar esta aldea, antes que estemos pa internar.
Hablando de cambiar el mundo (y ya que Lasagna prefirió no
contar la historia de su nombre, que supongo que está relacionado
a que a la madre y al padre les gustaba mucho la lasagna), estábamos caminando hacia eso, o sea, a cambiar el mundo. A veces pasábamos frente a una pizzería abandonada, algunas ya ocupadas por
ratones y cucarachas, lo que me daba una puntada en el estómago
(aquellos tomates secos que nos esperaban) y una paranoia bastante desagradable: yo en cierta manera hinchaba para que nadie
fuera a la manifestación y pudiéramos empezar ya la guerrilla.
¡¿Si aquella noche la ciudad estaba más vacía de lo normal?!
No sé. En el momento ni se me ocurrió esa pregunta, si no se la
podría haber hecho a la banda. Creo que no estaba muy diferente. Sobre todo, en nuestra ciudad: aquella isla que un día se
llamó Destierro y después Florianópolis y al final Jesusópolis,
en el estado que un día fue Santa Catarina y después pasó a ser
Llagas de Cristo. Era el tradicional retrato urbano brasilero:
personas tratando de dormir en el piso mientras otras trataban de correr, tanto correr por ejercicio, como correr para que
no te asalten, correr para que no te violen y para que nadie te
converse. Lámparas, muchas lámparas terriblemente blancas,
tan blancas que me arrepentí de haberme olvidado de los lentes
de sol. Las luces se reflejaban en las fachadas espejadas de los
edificios y también en las paredes —¡blancas!— de los edificios
que no eran espejados. Dicen que hace muchos años las calles
tenían luces más suaves, luces amarillentas, y que los edificios
podían estar pintados de colores vivos, rojo azul verde anaranjado, imaginate, incluso anaranjado. Y parece que en aquella
época la gente iba de noche a establecimientos en las veredas
que se denominaban “bares”, y servían alcohol y a veces música.
Pero eso fue bastante antes de la Resurrección Evangélica, que
salvó a nuestro país de la dictadura gaysista de los vegetarianos
Jesús va a volver e implementar autos voladores, esa esperanza
era muy funcional en aquella época. No sé si ustedes estudiaron un poco de historia. Lo recomiendo. Es una buena forma de
prever el futuro.
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 60 | 61
A medida que nos acercábamos al centro, aparecían algunas
personas que también iban a la manifestación. Algunas eran fáciles de reconocer, porque estaban con ropas enharinadas y manchadas de salsa, como yo. Entonces nos mirábamos así, medio satisfechos y medio con vergüenza por haber tenido la misma idea.
Y la policía. Cuanto más cerca del centro estábamos, aparecían
más y más canas. Por ahora, sólo observaban.
Se empezaron a formar pequeños grupos que desembocaron
en un grupo más grande. No sé cuántas personas estaban en aquel
primer acto —la sensación era de doscientos cuarenta millones,
pero en el fondo eran unas cincuenta y tres—. Estaba bien ya.
Calculé que cincuenta y tres personas tapaban la pizzería de la esquina y que íbamos a tener que ocupar otras pizzerías de la ciudad.
Flamínea, que conocía a varias personas reunidas ahí, empezó
enseguida a “organizar el acto”. A ese vocabulario lo conocí aquella noche: acto, pauta, deconstruir, demanda, articulación, cuestión de orden, lugar de habla, lo que te mueve y lo que te conmueve. Términos antiguos que los gurises traían de vuelta al ruedo
porque, según constaba, algunas cosas todavía no habían sido solucionadas por las rebeliones anteriores. Lo que te mueve y lo que
te conmueve es mi preferido: descubrir qué me conmovía y movía
se volvió una pregunta existencial, la pregunta más importante
de todas: al fin de cuentas, ¿quién era yo y de dónde venía y cuál
era mi sabor de pizza preferido? Y creo que todo el mundo estaba
pensando más o menos lo mismo en aquella época. Y tal vez todo
el mundo todavía esté pensando en esas cosas, porque decime la
verdad: ¿existe respuesta final a las cuestiones existenciales? ¿Y
por qué tendría que haber una respuesta final? El embole es salir a
ganar plata en vez de poder quedarse en una buena pensando en lo
que importa.
Calma, tengo que respirar. Estoy escribiendo muy rápido que
hasta me duelen los dátiles ya.
Ni siquiera habían empezado los discursos cuando llegó la policía en masa. Llegaron en camión y todo, en ómnibus, a caballo, en
helicóptero, unos seis canas por cada manifestante de chinelas y
bermuda. Casi que en el susto, entonces, empezaron los discursos,
primero a grito pelado pero enseguida alguien muy proactivo apareció con un megáfono. Y Flamínea fue una de las primeras:
—Buenas noches, compañeras y compañeros. Me parece que
todo el mundo sabe muy claramente...
—Claramente no —corrigió alguien de la multitud.
—Es verdad —dijo otra persona—. ¿Por qué no “oscuramente”? Evidentemente, nítidamente, obviamente... —Eran sugerencias para sustituir el “claramente” y todo lo que hiciera
mención a la idea de que “claro” es algo bueno mientras “oscuro” sería algo malo.
—Es verdad, disculpen. —Flamínea retomó—. Me parece que,
evidentemente, todo el mundo acá no está de acuerdo con esa ley
absurda de prohibir la pizza. La pizza era nuestro último refugio,
el único placer que le quedaba a mucha gente desde que el conservadurismo dominó el mundo.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
Mientras ella hablaba, las personas iban poniendo sus nombres
en la lista para hablar también. Calculé... No íbamos a salir de ahí
tan temprano. La solución era inscribirme para hablar yo mismo y
proponer ir ya al dalequeestarde.
Todo eso si la policía no terminaba la reunión antes, porque
Flamínea ni siquiera había terminado la introducción de su discurso y ya había un policía que pedía que terminara la payasada.
—¡Esto es democrático! —dijo una gurisa con un gorrito de pizzera.
La policía dijo algo que nadie entendió, pero que quería decir:
“Váyanse antes de que los caguemos a palos”. Y ahí todo el mundo
empezó a gritar “resistencia, resistencia”, mientras los canas tiraban las primeras bombas de gas. Entonces empezó la locura, bombas y balas de goma que miraban nucas y ojos. Vi por lo menos a
tres personas que quedaron ciegas en el momento y alrededor de
dieciséis que tropezaron. A esos que caían enseguida los cagaban
a palos y los arrastraban al furgón. De repente, era como si todo el
mundo tuviera salsa de tomate en la cara y en la ropa y hasta los
charcos en el piso eran de salsa de tomate.
A los que agarraban los condenaban como satánicos terroristas
y punto final. Por ahora, a los “pizzeros” les daban cadena perpetua
básica, pero dentro de poco, poco, suponíamos que la pena de muerte iba a dejar de ser exclusiva para los gays y entonces los terroristas
iban a entrar al principio de la lista para el asesinato del estado.
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 62 | 63
Recién pude correr cuando logré asegurarme de que Lasagna
también corría conmigo. No tendría gracia seguir en libertad si a
ella se la llevaran presa. Eso no es amor, pensé, eso es egoísmo, a
no ser que el amor sea una cosa egoísta. Amor, yo qué sé, eso era
calentura y celos. Imaginarme lo que harían con ella en la cárcel me ponía sangreenelojo y yo corría pensando esas boludeces.
Recién me di cuenta de que había perdido las chinelas cuando estaba cerca de la Pizzería Mangiare.
Estaban conmigo: Lasagna, que se tiró en la vereda toda sin
aire y prendió un cigarro, una persona de turbante y uñas largas,
con un vestido de colores y que llevaba los tacos en la mano, una
mina de afro y borcegos, otras personas que no pude ver bien porque cuando paré la sangreenelojo se concentró aun más. Cuando
volví a ver bien, noté que Augustavo venía caminando, sudado
pero sereno, y calculé que teníamos un número razonable para
ocupar la pizzería.
Capítulo en que ocupamos la Pizzería Mangiare
La rúcula y la albahaca estaban podridas (temperatura media de
42 grados, viste cómo es), pero las conservas de palmitos y tomates secos todavía estaban bien.
Ninguno de nosotros tenía mucha experiencia en ocupar edificios abandonados, pero no había ningún misterio alrededor de
eso: bastaba con que cada uno se responsabilizara por limpiar lo
que ensució. Mear sentado ayuda bastante en ese aspecto, y vale
tanto para los flacos como para las minas. Además, la ventaja de
ser una insurrección por la legalización de la pizza favorecía la
presencia, en la ocupación, de personas con cierto sentido culinario. O sea, ahí había varias personas capaces de cocinar: yo,
por ejemplo, ni esperé que decidieran eso en asamblea: enseguida me puse a hacer unas margheritas para calmar los nervios
pospaliza policial.
La gente iba llegando: cuando las margheritas estuvieron listas debíamos de ser unas treinta y siete personas en la pizzería.
Primero comimos, precioso, todo el mundo parecía entender
que no iba a dar para repetir el plato. Entonces cayó Flamínea
con aquella gurisa de gorrito de pizzera y propusieron armar
comisiones: una comisión de infraestructura (encargada de la
limpieza y de la comida), una comisión de seguridad (encargada
de formar barricadas y estructurar una defensa de territorio),
una comisión de articulación (encargada de hacer contactos con
otros grupos de la resistencia, fortalecer las bases y buscar la
instrumentación legal para que no fuéramos inmediatamente
encuadrados en la ley antiterrorismo —y fue esa comisión la que
me enseñó a usar este vocabulario—), una comisión de comunicación (encargada de crear una imagen positiva para tratar
de convencer a las personas en general de que éramos gente de
bien) y por último una comisión de arte (encargada de organizar
situaciones culturales porque nadie aguanta andar cagándose
de miedo de que venga la policía —hay que tocar una guitarrita y
bailar de vez en cuando—).
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
Yo no quedé en ninguna comisión porque quería estar en todas.
Esperé que todo el mundo eligiera la suya e informé que yo sería
un líbero, alguien que juega en todas las posiciones, conforme la
necesidad del colectivo. Nadie se quejó. Lo bueno de estar un poco
acá y un poco allá es que terminó por servirme para ver un poco de
todo y poder contar la historia de modo más completo.
Lasagna quedó en la comisión de seguridad, decisión medio tácita, porque en vez de participar en la asamblea, se quedó fumando puchos en la puerta. Augustavo quedó en la comisión de comunicación, porque, además de hablar español (lo que nos permitiría
intercambiar información con el resto del mundo y —nota del autor— también aquí se ve la importancia de la presente traducción
uruguaya), era uno de los únicos ahí que todavía creía en el diálogo
por encima de todo. Y Flamínea quedó en la comisión de articulación, evidentemente.
Ya en aquella primera asamblea, algunas personas empezaron
a destacarse. La mina de afro y borcegos, que se llamaba Jezebel,
nos explicó la importancia de que todo el mundo descartara sus
aparatos electrónicos, para impedir que la policía escuchara fácilmente nuestras conversaciones y, sobre todo, para evitar que nos
filmaran ahí adentro. Entonces hicimos una fila para arrancar los
chips de todo el mundo con aquellos preciosos cuchillos afilados
que encontramos en la cocina. Después otra fila para coser los
agujeros que todo el mundo tenía en la frente. También tuvimos
que sacar todas las cámaras de la pared, porque era una pizzería
gourmet y estaba decorada medio retro: cámaras, computadoras,
celulares, había hasta dos televisores, verdaderas rarezas. Al día
siguiente, vendimos todo eso en un anticuario, lo que nos rindió
una buena plata para comprar tierra y muditas de albahaca en el
mercado ilegal.
A propósito, ya que hablamos de mercado ilegal, al lado de la
marihuana, cocaína, cerveza, velas siete días, revistas porno y cigarros, ya vendían los ingredientes de la pizza e incluso pizzas listas
en las bocas de tráfico. Era muy triste ver a aquellos gurisitos de
seis siete años ofreciendo tomate en los callejones de la periferia.
Pero en breve encontrarían a Jesús y serían arriados por los
pastores para participar en las nuevas tropas del gran Ejército de
la Salvación.
Otra persona que se destacó desde el primer día fue aquella que
usaba turbante, vestido y tacos: René, que difundió la idea del mimito, fundamental para que pudiéramos relajarnos y dormir. No
todo el mundo, obviamente. Alguien tenía que quedarse despierto
toda la noche para cuidar las puertas: la de adelante y la de atrás.
No era mi caso, pero convengamos: en treinta y seis personas sería
muy normal que a por lo menos once les pareciera bien pasar la
madrugada despiertas. Por primera vez en la vida de mucha gente,
había oportunidad de elegir.
Bueno, como la pizzería tenía dos pisos, la parte de arriba era el
dormitorio principal, colectivazo. Al día siguiente arreglaríamos
un espacio para posibilitar intimidades, pero la primera noche fue
eso: todo el mundo acostado con la cabeza en la barriga del otro
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 64 | 65
como si fuera una almohada. Y cada uno haciendo mimitos en la
cabeza que le correspondía. Yo me acosté sobre la barriga de un
tipo que roncaba (su barriga, no él). Y mi barriga le sirvió de almohada a ella:
—¡Vos sos tan flaquito, Último! Tu barriga es poco lecho. ¡Pa un
guerrillero tan útil, engordar es un derecho!
¡Útil! ¡Ella dijo que yo era útil!
De ahora en más es un capítulo único hasta el final
Pero no vayas a pensar que no nos bañábamos. En la pizzería había
hasta un vestuario, gente, con dos duchas y una pileta. Entonces
también daba para lavar ropa. En el depósito había unos delantales de mozo, que empezamos a usar como vestimenta ocasional, cuando la ropa normal estaba sucia o secándose, por ejemplo.
Obvio que siempre había alguien con el culo para afuera de acá
para allá. Pero enseguida te acostumbrás.
El culo que yo más quería ver era el de Lasagna, y lo logré (y a
ese culo yo trataba de no acostumbrarme, sino de verlo siempre
como la primera vez). Fue simple. Una tarde de aquellas, estaba
solo en la puerta del fondo y apareció ella. Ahí pude decirle aquello que venía ensayando hacía mucho tiempo: Lasagna, ¿querés
conmigo?
En realidad, mi texto iba a ser “Lasagna, dejame ser tu parmesano”, pero enseguida pensé que ella seguro había escuchado ese
piropo mil ochocientas cuarenta y una veces, y que tal vez fuera
sexista, seguro. Entonces lo simplifiqué. Y ella respondió:
—Fa, más bien, quiero ya, vamos. A pedir cuartito voy. ¿O pa
después lo dejamos? Por mí, re tranquila estoy.
No, pa después no soy bobote, le dije raudo a la loca. Antes de
que el mundo explote, yo quiero ya besar tu boca.
Y estuvo bien bueno.
Sé todos los detalles, pero no los revelo porque ustedes no tienen nada que ver con eso.
El cuartito era un apéndice del vestuario, con una ventanita
de vitrales que dejaba una luz azul espectáculo entrar y posarse,
ay qué cursi, sobre nuestros cuerpos. Lo único prohibido ahí era
ir solo. Las necesidades (pichí caca masturbación) tenían que hacerse en los baños. Bastaba con avisar: “Voy a hacer un pichicito”
o “Voy a bajarme una manito” y punto, nadie te iba a jorobar. A no
ser que quisieran ayudarte, sí, ahí se iban al cuartito y pimba.
Era la primera vez que muchas de las personas ahí estaban viviendo en un lugar donde los prejuicios más idiotas no se sostenían. Entonces, si los primeros días todavía algunos se impresionaban al ver un hombre masajeando los pies de una mujer, a una
trans compartiendo una porción de pizza con un seminarista o a
una mujer sácandole los granos de la espalda a otra, eso se fue aliviando rápidamente con el tiempo.
A veces, yo miraba hacia el costado y unos estaban jugando al
dominó, otros estaban en el taller de mimitos de René y encima
otros leían. Porque nosotros leíamos, ¿qué te pensás? Podíamos
hacer una antología y todo con los libros que circulaban por ahí:
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
A nuestros amigos, del Comité invisible
El alquimista, de Paulo Coelho
Viejas recetas para jóvenes emprendedores, de Andrea Martini y
Sandra Smith
Las doce maravillas del mundo cristiano, del pastor Romualdo
Historia de la infamia, de Borges, que no sabe si fue una sola persona
o si fueron varias personas las que lo escribieron y que llegaron hasta
nosotros con ese nombre “Borges”
Cuarto de despejo, de Maria Carolina de Jesus
Cuestión de orden - Diario de una ocupación, de Andrezera Moreira
Cómo estar en dos lugares al mismo tiempo, de Yoko Hiroshi (traducción de Juliana Lopes dos Santos Neves Couto)
Ese de cómo estar en dos lugares al mismo tiempo era el que yo más
quería leer y llegué a darle una hojeada en el baño un par de veces. Pero
la verdad es que no lograba concentrarme. Era como que había dos mil
cuatrocientas doce cosas pasando al mismo tiempo, lástima que tengo
pereza de contar todo lo que vi y viví. Más que estar en dos lugares al
mismo tiempo, yo necesitaba aprender a estar en cuatrocientos mil
trescientos noventa y dos. Eran cosas que tal vez no fueran racionalizables así como así. La gente de performance de la comisión de arte también tenía esa visión: la inteligencia del cuerpo, la memoria del cuerpo,
nada simple de poner en palabras. La idea es bailar, hacer performance,
o quién sabe, caminar —y a partir de la manera en que las piernas se levanten del piso y se tornen pasos se va a notar la historia de todo lo que
vi y viví—. Mírenme caminar, acérquense. Pero eso no es excusa para
no escribir, sólo que no vale la pena perder tiempo tratando de escribir
lo que no sé en palabras pero sé con los ojos.
;)
Mi día pasaba entre la cocina y la seguridad de la puerta del fondo.
La tensión más grande no era ni siquiera la posibilidad de que viniera la
policía, sino de que viniera el Ejército de la Salvación.
—¿Usted acepta la palabra del Señor? —decían.
No daba ni para responder, si no era de nunca acabar.
—No acepto a ningún señor. —Siempre respondía alguien.
—Usted sabe que existe un único camino pa la salvación, ¿verdad?
—¡El camino de la calle! Rajá, loco.
Era todo lo que los Soldados de Cristo querían.
—Calma, hermano, vinimos en la paz...
—Entonces váyanse en la paz también.
—... y usted ya se puso grosero, incluso enfrente de costillas…
—¡Costilla la reconcha! —gritaba Ester.
—Este lugar necesita una descarga. Vamos a volver mañana con
una orden de exorcismo.
Y volvían en serio, siempre con esa cháchara de querer arrastrar
a sus iglesias por lo menos a las “costillas”, y entonces nosotros nos
trancábamos adentro hasta que se cansaban de rezar ahí afuera y se
iban. Pero la gente de la comisión de arte empezó a ayudar en la seguridad: había un tipo que se llamaba Josías que hacía una performance de poseído capaz de asustar y hacer correr hasta a los pastores con más experiencia.
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 66 | 67
Evitábamos al máximo entrar en conflicto físico contra el
Ejército de la Salvación. Sólo reaccionaríamos si ellos atacaran
primero. Pero todo indicaba que, en breve, terminaríamos tomando una actitud más fuerte. A René, por ejemplo, la teníamos
que agarrar para que no saliera tirándoles patadas voladoras a los
Soldados de Cristo.
No teníamos una rutina exactamente, pero cito acá algunas cosas que pasaban en la ocupación.
Además de las reuniones básicas para organizarnos la vida ahí
adentro, siempre teníamos que hacer pizza, cuidar la huertita y
limpiar el espacio. Al mismo tiempo, siempre había algún taller: el
arte del mimito era el más solicitado, pero había talleres de guitarra, pandero, astrología y, obvio, de culinaria. Además, charlábamos bastante sobre política, al fin de cuentas estábamos haciendo
un intensivo de eso.
A veces, me sorprendía a mí mismo en charlas así:
—¿Por qué tiene que durar pa siempre, bo? ¿Por qué tiene que
ser pa todo el mundo? A algunos les gusta de brócoli y a otros con
borde relleno, ¿y cuál es?
—Y a otros la de brócolis CON borde relleno.
—Exacto, ¿y entonces?
—Y a otros les gusta la de choclo.
Otro debate en la ocupación era aquel sobre las organizaciones
políticas. Es que, ahí adentro, había tanto personas independientes
como personas militantes de movimientos sociales (por ejemplo,
el Movimiento Negro y también los movimientos contra la discriminación y criminalización de las personas gays, lesbianas, trans y
mucho más), y había también gente afiliada a partidos políticos (el
Partido Comunista, por ejemplo, que yo ni sabía que existía todavía)
y personas relacionadas a las religiones católica, luterana, islámica,
hebraica, espírita, umbanda, quimbanda y candomblé.
Esa variedad generaba un poco de desconfianza entre nosotros,
a veces porque algunas personas temían que ciertas organizaciones (sobre todo las relacionadas a partidos electorales) trataran
de que el movimiento de resistencia a la prohibición de la pizza
se volviera un arma para disputar elecciones y destronar a los del
movimiento carismático que estaban en el gobierno. A personas
como Flamínea, por ejemplo, que (me enteré en la ocupación) era
militante de una organización ligada a un partido, las empezaron
a escuchar siempre con recelo. Cuando ella decía algo como “me
parece que tenemos que enfocarnos en nuestra pauta”, era imposible no pensar que estaba en contacto con personas que veían en
esa movilización popular contra la pizza una oportunidad de volver a gobernar Brasil. Entonces, cuando Flamínea decía “me parece que tenemos que hacer una nueva manifestación en la calle, pa
llamar la atención de los medios”, siempre había alguien dispuesto
a retrucar:
—Ok pero siempre y cuando no haya ningún político profesional meta regla en el megáfono. Y ya que logramos reunir a tanta
gente ahora, ¿por qué no reivindicar algo más que la legalización
de la pizza y nada más?
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
—Pero loco, me parece —respondía Flamínea—. Fue por la
pizza que se reunió la gente. Me parece que si ponés otras pautas, el movimiento se va a dispersar.
—Bo, ¿y cuál es si el movimiento se dispersa? Parece que eso
no tá bueno pa tu partido en las prósimas elesiones.
Entonces la gurisa que usaba el gorrito de pizzera, Ester, trataba de mostrar el término medio:
—¡Gente, cálmensen! ¡Sin las organizaciones políticas no íbamos a haber juntado gente pa ocupar ninguna pizzería! ¡¡Y sin la
pasión de los anarquistas seguro no teníamos ideas tan güenas!!
—“Pasión de los anarquistas” —decía Jezebel, hundiendo las
manos en su afro—. Lo de siempre: los anarquistas tienen pasión, los comunistas tienen razón, entonces vamos a escuchar la
voz de la razón, amiguitos…
—¡Yo no soy comunista! —respondía Ester—. ¡Yo soy
socialista!
—Dios mío —suspiraba un católico presente.
Yo me divertía mucho con esas discusiones y me sentía representado principalmente por las personas que creían que
reivindicar la legalización de la pizza era poco. Para mí era una
cuestión de vida o muerte y ya sentía necesidad de tomar una
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 68 | 69
actitud más incisiva. Hasta porque nos estaba llegando información: además de nuestra ocupación en la Pizzería Mangiare,
habían ocupado también la Pizzería Sole Mio en nuestra ciudad,
y en toda la República Evangélica del Brasil eran más de cien
mil once pizzerías ocupadas. En contrapartida, además de las
ya banales noticias de gente presa por fumar un cigarro, tomar
cerveza, ver una película pirata o ver pornografía, ahora nos enterábamos de gente que había sido no sólo presa sino asesinada
por haber comido una porción de pizza.
Una práctica de tortura era coser la boca de un “pizzero” y
dejarlo morir de hambre. A menos que, evidentemente, se convirtiera de inmediato al Poder del Señor.
Nos llegaban noticias extranjeras también, anunciando que los Estados Santos de América amenazaban con invadir Marruecos, donde los rebeldes a favor de la pizza habían
realizado un atentado con hombres bomba. En la República
Maradoniana de Argentina, la Santa Iglesia de Maradona estaba
usando estrategias de entrenamiento futbolístico para castigar comedores de pizza, condenándolos a correr en canchas de
fútbol y a hacer abdominales hasta perder el peso conquistado
por la ingestión de pizzas. En Italia, con casi toda la población
en la cárcel, parece que todo estaba transformándose en un gran
resort en el que servían hamburguesas para turistas antipizza y
finalmente iban a poner en práctica el proyecto de implosionar
el Coliseo para hacer un estacionamiento.
Se podía separar a las personas en algunos grupos: los que
estábamos en una guerra mundial, los que creían que lo importante era fortalecer las bases para sacar a los del movimiento
carismático del poder y los que estaban ahí nada más que para
comer pizza.
—Yo toy acá por mis amigos —ponderó Augustavo.
Y Lasagna:
—Yo por mí todo quiero: comer pizza libremente, un gobierno diferente y también un mundo nuevo.
—Me parece que tenemos que mantener el foco —decía siempre Flamínea, hasta que un día yo tomé coraje y le dije, a solas:
Flami, me parece que usás mucho el “me parece”. Si algún día
sos candidata a edil, o a algo parecido, va a pegar mal.
Ella cerró los ojos y abrió la boca como si la hubiera ofendido,
pero pensó rápido y dijo:
—Me parece que vos… Es verdad, tenés razón. Los electores
enseguida se dan cuenta de esos vicios de lengua. Voy a llamarte, perdón, voy a llamarlo pa que usted sea mi asesor de prensa,
¿qué tal?
Los primeros que desertaron fueron los que eran de alguna
religión cristiana: los católicos y los luteranos.
—Nuestra lucha es contra el capitalismo, que se volvió la teología universal de los hombres; vamos a seguir en otro lado.
Hubo quien dijo:
—Todo bien, ándate, nadie tá acá obligado.
Y Jezebel completó:
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
—Pero a ver si aprenden a no usar “hombres” en el sentido de
personas, ¿ta?
Pero había también romances leves que nacían ahí adentro:
—¿Vamo a hacer una asamblea pa deliberar cuándo vas a ocupar mi corazón?
—No quiero ocupar tu corazón, nah. Pero el resto de tu cuerpo…
El tiempo pasa de una forma distinta dentro de un lugar ocupado, ya sea una pizzería, una escuela, una iglesia o un cuerpito. Cada
día era como una semana y cada semana era como un mes. Un mes
era como un año. Era lógico que los ánimos oscilaran y fue necesario crear una comisión de salud (idea de René) para tratar sobre
todo la psicología de las personas. Hubo por lo menos una vez que
salí de la ocupación y me fui a un lugar absolutamente perdido
para estar solo en silencio sin ver a nadie y principalmente para
que no me vieran. Porque nadie aguanta estar todo el tiempo expuesto a las miradas del mundo, aunque sean miradas amigables.
Es como dormir. Desaparecer es como dormir después de estar
muchas horas despierto. Ahí de vez en cuando veía a alguien llorando, fuera de los momentos de picar cebolla. Yo mismo lloraba
de emoción, cuando alguien se ponía a tocar la guitarra en el medio de la tarde o cuando dos personas empezaban un repente (una
payada, como decía Augustavo).
Como esta:
CANTOR 1
La mozzarella ya sea de búfala
O también de vaca, cero problema
Y el brócoli, ¡que nos da pura gula!
Con la pizza el luchar vale la pena.
CANTOR 2
Sobre el combate yo les aconsejo
Que se coman las pizzas ajo y óleo
Esa jedata pica hasta el espejo
Y se termina ya este charloteo.
CANTOR 1
¡Epa! Ya que hablamos de lucha armada
Sé la receta pa esta gurisada
Pepino, choclo y carne acebollada
Con huevo está perfecto pa granada.
CANTOR 2
¿Por qué no ampliar ahora nuestra lucha
adoptando las causas animales?
Búfala y vaca no tienen la culpa
De nosotros seres irracionales.
Como pueden ver, en aquella época era común que las personas
comieran vaca pollo pescado caballo chancho. Era un asunto delicado porque: 1) era difícil imaginar pizza sin queso, y 2) los alimentos
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 70 | 71
más baratos eran esos mismos, hechos con restos de vaca, restos de
pollo, restos de perro y por ahí va la cosa. Ya había empezado a escasear el número de vegetales y frutas, porque las plantaciones de soja y
maíz eran las prioridades mundiales.
—¿De qué sirve no comer carne si al ser vegano bancás los latifundios de soja que destruyeron la Amazonia?
—Pajarito, ¡estamos en contra de la soja también! Existen alternativas, es necesario descentralizar la producción de alimentos y variar
lo que se planta.
René también tenía su opinión:
—pamícomerbichosescomocomergente.elesquemadeexplotacióanimalesmuyparecidoalesquemadeexplotaciónhumana.deloshumanosquierodecir.ustedesmeentienden.
Lo peor es que no todo el mundo entendía.
—No está claro.
—¡CLARO NO! —interrumpíamos en coro—. Evidente, nítido,
patente...
—Gente, me parece que no podemos perder el foco —decía adivinen quién.
—¡Pero todo eso es el foco! —respondía alguien por mí.
Pizzas para los que no comían carne ni derivados de animales: marinara, que llevaba salsa de tomate y ajito frito por arriba, pizza con
queso de mandioca, pizza de verduras y usá la creatividad.
Pero era un hecho: enseguida de que se acabó la carne ahí adentro,
hicimos una votación para decidir si íbamos a buscar más o no, y la
mayoría votó que no.
Eso provocó una nueva desbandada: se fueron unas nueve personas. Otras se quedaron y, clandestinamente, trajeron chorizo, lo que
generó un gran debate no sólo cuestionando el carnismo vs. veganismo/vegetarianismo sino cuestionando la actitud de pasar por arriba
de una decisión colectiva.
Al final de cuentas, ¿era o no era justo poder comer lo que querías?
¿No estaríamos nosotros siendo represores también al prohibir que
los carnívoros comieran animales muertos? Por otra parte, ¿cómo
convivir en un espacio tan chico con gente que se sentaba al lado tuyo
masticando un trozo grasiento de un ser criado atado y al cual se inyectaron hormonas para que se hinchara rápido y fuera posible descuartizarlo y venderlo por un precio cuatrocientas doce veces más
alto que lo que se gasta en la producción de mil mandiocas?
Hicimos una nueva votación y decidimos que, de nuevo, no se podía traer carne a la ocupación. Y obvio que algunas personas siguieron trayendo.
Ah, ¡y la ineludible polémica del orégano! Había un tipo particularmente caliente con eso:
—¿Por qué se debe esparcirle orégano a todo? En lo personal,
consideraba indigno, en el período anterior a la prohibición, ir a una
pizzería y que sirvieran aquellas pizzas todas idénticas, cubiertas de
orégano. No importaba si comías carne o no: todas eran pizzas de
orégano. En consecuencia, pasábamos una semana eructando orégano. Mi pauta principal no es relativa a la legalización de la pizza.
Antes, prefiero liberar a la pizza del orégano que la oprime.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
En la ocupación, entonces, decidimos en asamblea que cada
uno le pondría orégano a gusto. Y a quien le gustara que la pizza fuera al horno con orégano, debía solicitarlo con anticipación.
Pero así y todo era para lío, y más de una vez el tipito que odiaba el
orégano terminó sin querer con un pedazo lleno de orégano en las
manos (no sé cómo se llamaba, pero le decíamos Orégano).
Es evidente que las personas cometían otras subversiones además de comer pizza. Una era el tabaco y la marihuana, otra era el
vino y la cerveza. Para muchos, era imposible concebir una comida
que no empezara con un porro y una cerveza, pasara por una pizza
con vino y terminara con un cigarro (por no hablar del chocolate).
Lasagna, por ejemplo, amenazaba con irse cuando alguien decía
que fumar cigarros no hacía más que aumentar el riesgo de que
nos incriminaran. Y remataba:
—Vas a ser incriminado, viste, hagas lo que hagas. Lo importante es estar al piste, y no mandarse cagadas.
¿Y por qué la policía no atacaba?
Debían de estar esperando que nos cansáramos. O que hiciéramos alguna cagada.
—¡Como fumar en la ventana!
Sí, Ester, tal vez fumar en la ventana o en las puertas fuera algo
parecido a una provocación innecesaria. La vecindad sabía que
la pizzería estaba ocupada (algunas personas, que pedían no ser
identificadas, incluso iban de vez en cuando hasta ahí a comer
unas pizzas con nosotros) y ciertamente la mayoría no estaba a favor de nuestra rebeldía, pero no pasaba nada grave. La impresión
era que podíamos pasar el resto de la vida ahí sin grandes problemas, viviendo de donaciones, o saliendo a laburar, como hacían
algunos, o quién sabe, entrar al tráfico de pizza, yo qué sé, pero al
mismo tiempo estaba también la impresión de que la policía podía
venir y matar a todo el mundo de repente.
No faltaban las paranoias. A medida que algunas personas se
fueron (de las treinta y ocho iniciales quedaban unas quince a
fin de mes), ciertas teorías se fueron fortaleciendo. Una decía
que la policía no nos atacaba porque estaba esperando que entráramos en conflicto con el Ejército de la Salvación, y a partir
de ahí, los pastores resolverían el problema con nosotros. Otra
teoría decía que la policía no nos atacaba porque en realidad no
era necesario: nos estaban monitoreando con microdrones, las
computadoras anotaban todo y, cuando fuera el momento, iban a
accionar una bomba para explotar el lugar. Esa teoría se relacionaba directamente con la de la heladera: en los países más ricos
los electrodomésticos hacía muchos años que funcionaban como
aparatos de monitoreo de personas, filmaban, grababan y se accionaban automáticamente para matarlas cuando jorobaban
mucho. Entonces, ¿por qué eso no podría pasar ahí en la pizzería
también? Que nuestra heladera y nuestro horno fueran medio
retro no significaba nada.
Esa teoría asustó a bastante gente y hubo quien no quiso entrar más a la cocina después de saber eso. Hicimos una votación:
¿los electrodomésticos se quedaban o no? Ganó el “se quedan”,
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 72 | 73
obviamente, porque sin heladera horno y cocina no tenía ni el
más mínimo sentido quedarnos en aquella pizzería.
Pero la teoría más fuerte se desprendía de un hecho real,
que Augustavo había traído de su contacto con la ocupación de
México. En la Ciudad de Jesús (antigua Ciudad de México), trescientas siete personas habían muerto en una pizzería ocupada
después de comer algo envenenado. El miedo de que eso nos pasara se unía a la sospecha de que hubiera un infiltrado entre nosotros. ¿Un policía? ¿Un pastor? ¿Un hamburgués? ¿Un policía pastor hamburgués?
Lo cierto es que, después de que empezamos a hablar medio
que en serio sobre la existencia de infiltrados, cayó la luz.
Lo suficiente como para aumentar paranoias, pero también fue
importante para que pensáramos en irnos y para que tuviéramos
otras estrategias.
A Flamínea le parecía que el primer paso era una manifestación nacional masiva.
Alguien, no puedo decir quién, propuso ir a las armas.
Augustavo quería conversar con los tipos de la luz y, si no diera
resultado, tratar de reactivarnos él mismo la electricidad.
Yo voté por seguir ahí, aprender a hacer fuego con palitos,
construir un horno de barro e incrementar la huerta para no
necesitar heladera. Transformar la ocupación en una verdadera comuna.
Pero Lasagna y la mayoría de la gente apoyaron la idea de la
manifestación antes que nada.
Y allá fuimos a pie hacia el centro, preparándonos para que
la policía nos despachara de nuevo. Pero llegamos y había por lo
menos seiscientas cuatro mil personas. Había incluso un auto con
altoparlantes y helicópteros que, en vez de tirar bombas, tiraban
banderitas de Brasil con los mensajes “Ocupa Pizzería”, “Pizza
Para Todos” y “Vení a la Pizzería”. Y había hasta familias con viejos y niños y carteles que decían “Quiero Mi Pizza de Mickey”.
La policía también estaba presente, pero mirando y sacándose fotos con los fans. Y los periodistas hacían transmisiones en
vivo, enalteciendo la fuerza de movilización del pueblo brasilero.
En el auto con altoparlantes, el líder del sindicato de dueños de
pizzerías afirmó que era cuestión de minutos para que cayera la
ley y todo volviera a la normalidad gracias a la sangre de Jesús que
tiene poder. Al final, llamó a la líder de la ocupación en la Pizzería
Mangiare, que hizo un discurso más o menos así:
—Me parece que, al margen de que la ley caiga o no enseguida,
esta noche, este acto lleno de gente ya es una victoria.
Yo miraba a la gente de la ocupación y Ester decía que ¡sí! con
la cabeza, Lasagna y Orégano fumaban algo (orégano no, seguro), Josías hacía una performance de pastor exorcizando el demonio de alguien, Jezebel debía de estar tirándole piedras a un
banco y René respiraba para no salir dándoles voladoras a los
Soldados de Cristo.
—¿Es impresión mía o hay algo raro? —dijo Augustavo.
Obvio que había.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
En realidad, tendríamos que habernos considerado contemplados por aquella multitud. Cuando salió la noticia de que la pizza
había vuelto a estar legalizada en todo el mundo, tendríamos que
haber festejado, ¿no? Entonces, ¿por qué esa sensación de que en
el fondo habíamos perdido? Nuestras demandas habían sido contempladas, habíamos recibido el apoyo de la mayoría de la población, habíamos hecho que el sistema volviera atrás en un decreto…
Y ahora, ¿qué se hace?
Yo voto por ocupar un bar, le dije a Augustavo, en vistas de que
Lasagna estaba entretenida con Orégano y Flamínea se iba a comer una pizza con la gente del sindicato de los dueños de pizzerías. Dije de ocupar un bar porque nadie sabía qué era un bar.
Pero dicen que, antiguamente, cuando las personas no sabían
qué pensar de la vida, se iban al bar.
Le mostré lo que tenía escrito a Augustavo y me dijo:
—Me parece interesanchi ese esercício de escribir como si estuvieras en el futuro. Pero, loco, ¿no te importa el rieshgo de que
las personas se ofendan? Como Flamínea, y yo no sé si me gustou
la imashen que vos me creaste. No sé, ¿no consideraschi la idea de
hacer un diario? Después con más calma podés crear literatura a
parchir de eso.
Uhm… me quedé pensando. Pero no se puede pensar mucho
porque ahora es la hora de la asamblea, y vamos a decidir si todas
las pizzas van a ser con masa integral o si también vamos a usar
harina refinada.
LA REBELIÓN DE LA PIZZA 74 | 75
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
DIskEttEs: CAPítuLo 4 76 | 77
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
DIskEttEs: CAPítuLo 4 78 | 79
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
DIskEttEs: CAPítuLo 4 80 | 81
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
DIskEttEs: CAPítuLo 4 82 | 83
Paulo Pappen es de Caxias do Sul, en Rio Grande do
Sul, y “La rebelión de la pizza” es su primer texto
traducido al español. También escribe crónicas , y tiene
una novela imperdible, en que la crónica se mezcla
con el humor, la escritura académica, la lingüística y
hasta aventuras demenciales por los pampas. Ojalá que
alguien se anime a traducir ese Estudo de Causo. En el
cuento que aquí publicamos los límites de la ficción son
imprecisos: una distopía terriblemente familiar, una
prohibición deplorable, un observador mordaz.
Los jóvenes informáticos de esta entrega de Diskettes
hacen una pausa laboral y van a un recital de Jaime Roos.
Son los 80 uruguayos.
leNTo 2017 #54 | FICCIÓN
HUMOR 84 | 85
lento 2017 #54 | pamento
88
arte
96
arte/letras
99
escena
102
menú
104
tecno
105
ruido
106
pantalla
110
rutas
Para la estadounidense Candace
Rose Rardon, bocetar los lugares
que visita es la forma más efectiva de conectar con el presente. “En 2011 tuve una idea: por
primera vez, decidí llevar un libro
de croquis y acuarelas conmigo
en mi siguiente viaje de Londres
a Portugal. Inmediatamente me
sentí como una viajera diferente”. El año pasado, su noviazgo
con un uruguayo al que conoció en una residencia de artistas
en Noruega la trajo al sur. Y en
2017 decidió llevar su afición a
otro nivel, convocando a todos
los trashumantes a sumar sus
impresiones al emprendimiento
colectivo The Moment Catchers
Project. Cada uno con su libreta
de apuntes y su mirada personal,
tomándose el tiempo de conocer
diferentes destinos —que puede
ser incluso la ciudad natal—, deteniéndose a dibujar, prestándose al diálogo pasajero, a la curiosidad por los detalles, a “darles
forma a los viajes”, dice Candace,
de un modo que para ella fija los
recuerdos más vívidamente. El
desafío mensual es subir el resultado a Instagram, identificarlo
como #momentcatchers y arrobarlo @candacerardon.
pamento 86 | 87
Niño bajando
el cordón de la
vereda, ciudad de
Nueva York, 195758. Impresión en
gelatina de plata.
Colección de
Jeffrey Fraenkel y
Alan Mark. © The
estate of Diane
Arbus, LLC. Todos
los derechos
reservados.
Primera exPosición del museo metroPolitano de nueva York en sudamérica
TexTo denisse Ferré FoToS diane arbus
Hermosos
perdedores
Una muestra de la fotógrafa estadounidense Diane Arbus llegó al
Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y es
visitada en promedio por 1.700 personas al día.
lento 2017 #54 | arte
Niño con campera
con capucha
apuntando un
arma, ciudad de
Nueva York, 1957.
D
iane Arbus fue una neoyorquina de ley.
La primera casa en la que vivió estaba
en plena Quinta Avenida, donde lujosas
mansiones y algunas de las tiendas más exclusivas adornan las veredas. En los años de bonanza
económica fue catalogada como “la calle más
cara del mundo”, alternando su título con avenidas de Tokio, París y Londres. Arbus se crió en
una caja de cristal con algodones brillantes.
Antes de casarse con Allan Arbus y tomar
su apellido, fue Diane Nemerov. Nació en 1923
en una familia judía adinerada, poseedora de
grandes tiendas dedicadas a las pieles, pero
Diane no optó por el camino de la comodidad,
los abrigos pomposos y la sofisticación del centro de Manhattan.
Se acercó al mundo de la fotografía de la
mano de su esposo, el fotógrafo Allan Arbus
(1918-2015), al que conoció a los 14 años y con
el que se casó en 1941, a pesar de las quejas de
su familia, y tuvieron dos hijas: Doon y Amy.
Él fue quien le regaló su primera cámara, una
Graflex. Allan fue su puente. La empresa en la
que Diane era directora de arte y Allan fotógrafo trabajaba para revistas de moda como
Esquire, Vogue y Harper’s Bazaar. Arbus se
hartó de ese universo y logró liberarse. Fue así
que comenzó una exploración que continuaría
hasta su suicidio en 1971. Dejó atrás a las espléndidas modelos y emprendió una recorrida
por los rincones abandonados: circos, manicomios, morgues, y comenzó a tomar clases
arte 88 | 89
con varios profesionales, entre ellos, Lisette
Model (1901-1983), quien se transformaría en
su mentora.
“Lo que más me gusta es ir donde nunca he estado”, diría Arbus años más tarde. El
combustible de su trabajo era la curiosidad, el
interés por conocer a las personas y sus historias. Se movía de una forma casi periodística.
Visitaba a sus retratados, en algunos casos durante varios años, para tener toda la información necesaria antes de disparar y mostrar en
una foto la esencia, lo que vale la pena contar.
El sueño americano de los raros
En 1964 el Museo de Arte Moderno (MOMA)
de Manhattan le compró algunas de sus fotografías, y en 1967 el mismo museo inauguró la exposición New Documents, con
obras de Garry Winogrand (1928-1984), Lee
Friedlander (1934) y Arbus, que transgredió
por completo lo que se conocía hasta entonces como fotografía documental clásica.
“Para hablar de la obra de Diane, hay que
ubicarla en la época. Creo que lo significativo de su obra tiene una relación directa con
el momento en que la produce y en la ruptura que podría significar en el contexto de
lo que venía siendo la fotografía documental”, explica el fotógrafo argentino Alberto
Goldenstein, encargado de realizar, en el
marco de la exposición de Arbus en Buenos
Aires, el curso “Ciudad y fotografía”.
Los 60 fueron el mundo Mad Men, una
época marcada por la Guerra Fría, protestas
contra la guerra de Vietnam, el movimiento
hippie, las pastillas anticonceptivas, el asesinato de John F Kennedy, Marilyn Monroe,
la creación de bandas como The Beatles, The
Rolling Stones, The Doors, el surgimiento
de la segunda ola del feminismo, el racismo.
Pero Arbus miró hacia donde terminaban
los brillos del sueño americano y empezaba
el resto. Sus fotografías reflejan una ternura sórdida, exponen la soledad de distintos habitantes de la ciudad, la tranquilidad
de quienes ya no tienen nada que perder.
Caminó por circos, manicomios, comunidades nudistas, buscando aquellas personas
que no siguieran lo que las reglas sociales
calificaban como normal. Lograba captar el
costado o el momento más freak de quienes
lento 2017 #54 | arte
se creían los más normales. “Creo realmente que hay cosas que nadie puede ver si yo no
las fotografío”, escribió.
“Es un momento en el que una artista
como Arbus produce una obra completamente marginal. Es un momento histórico en el que la fotografía casi no tenía lugar
en el mercado del arte en Estados Unidos,
ni tampoco en el resto del mundo, salvo en
Europa, así que ella muestra, al igual que
algunos artistas de su generación, como
Robert Frank, el lado B de la sociedad estadounidense, el costado más esquivado y
menos observado. Estamos hablando de los
años 50 y 60, la época del sueño americano
en su máxima expresión, en la posguerra”,
cuenta Goldenstein. Piensa que Arbus no
hace lo que venían haciendo los documentalistas hasta ese momento, más relacionado
con una crítica a las condiciones del mundo,
debido a que no opta por un juicio de valor.
“Ella se planta como una observadora cruda
y lo que hace es simplemente ponerse a mirar el mundo y que el mundo la mire a ella, y
de alguna manera documenta ese fenómeno,
ese encuentro, y deja al espectador el campo abierto para su propia emoción. En un
sentido me parece que la obra de Diane es
emocional y a la vez cruda, sin ser parte de
los parámetros de la fotografía documental
hasta ese momento”, explica Goldenstein.
“Diane Arbus es una de las fotógrafas más
influyentes del siglo XX. Proviene de una
tradición heredada de fotografía documental, pero lo que la hace única es que trabaja de manera íntima con sus retratados. Lo
que ella hizo diferente de Cartier-Bresson,
Brassaï, Robert Frank, o cualquiera de los
fotógrafos de esa generación, es que no se
escondía, mostraba su cámara, se dejaba
ver. Las fotos de Diane Arbus involucran al
espectador, funcionan porque nos incluyen.
Otros fotógrafos no necesariamente quieren
conocer a quienes retratan. Quieren mirar
pero no dejarse ver. En cambio, Arbus entabla una relación, genera una conexión con
las personas”, comenta Agustín Pérez Rubio,
director artístico del MALBA.
Dos de las características más recurrentes
en sus fotos son, en primer lugar, que sus retratados miran fijamente a quien los mira y,
en segundo lugar, el uso del flash de relleno (usar el flash de día para atenuar o rellenar las sombras provocadas por otras
fuentes de luz). Si bien Arbus es conocida por retratar a personas marginales o
freaks, a los que el resto de la sociedad
no se animaba a mirar a los ojos, también
retrató cosas que por sí mismas no tenían
ninguna rareza, si no que la rareza se la
daba su mirada. Un día Arbus le estuvo
girando alrededor a un niño rubio en un
parque con su cámara buscando durante
un buen rato la imagen que quería, hasta
que el niño se hartó y le dijo: “¡Saca ya
la foto!”. Y se transformó en su icónico
“Niño con granada en la mano en Central
Park”, que tiene un tinte de desquicio
en su expresión, pero si se ven las otras
fotos de ese encuentro, se ve al niño más
“normal” del mundo. También retrató
al escritor argentino Jorge Luis Borges,
con sus ojos de pez inflados, a la escritora
francesa Nathalie Sarraute y al escritor
Norman Mailer, quien sentenció que “entregar una cámara a Diane Arbus es como
darle una granada a un bebé”.
“No acomodo a mis modelos, me acomodo a mí para fotografiarlos”, decía Arbus.
Lo mismo sucede con su fotografía del castillo de Disney, al que le roba su parte de
ensueño y del que devela un lado más pesadillesco. Ella conseguía captar lo excéntrico
de la ciudad y sus habitantes, igualándolos
así con hombres con agujas clavadas en la
cara, personas recluidas en centros de salud mental, drag queens, strippers, enanos
en sus camas o travestis en sus camarines,
diciendo de alguna forma “Ok, pero miren
que igual todos somos raros”.
Una de las más grandes críticas de
la obra de Diane Arbus fue la ensayista
Susan Sontag, quien en Sobre la fotografía dice que “su obra es reactiva contra
el decoro, contra lo aprobado. Era su
manera de decir a la mierda con Vogue,
a la mierda con la moda, a la mierda con
lo bonito [...] el interés de Arbus en los
monstruos expresa un deseo de violar su
propia inocencia, de socavar su sensación
de privilegio, de aliviar su frustración por
sentirse segura”.
nueva York en 100 fotos
en julio de 2016 el Museo Metropolitano de
Nueva York (Met) inauguró la exposición
Diane Arbus: en el principio (1956-1962),
compuesta por más de 100 fotos, la mayoría
desconocidas, realizadas en sus primeros
años como fotógrafa con rollos de 35 mm.
“El desarrollo fue muy fluido y en diálogo
con las diferentes personas involucradas.
en especial con Jeff L Rosenheim, curador
en jefe de Fotografía del Met y custodio del
Archivo Arbus, quien estuvo acompañado
de Karan Rinaldo. Con el curador decidimos
que en Buenos Aires haríamos el mismo diseño museográfico y el resultado es excepcional”, explicó Agustín Pérez Rubio, por el
MALBA. La llegada del Met a Buenos Aires es
histórica, debido a que es la primera exposición organizada por el gran museo neoyorquino en América del Sur. “esta exposición,
aunque parezca compleja, al haber sido con
el Met fue todo lo contrario, ya que tratamos
con profesionales de primer nivel. Además,
al venir de dos museos únicamente y con
obras pequeñas, el trabajo fue mucho más
simple que con muestras como la de México
Moderno que estamos produciendo para
noviembre junto a Munal [Museo Nacional
de Arte mexicano], que incluye obras de 20
colecciones (públicas y privadas) en distintas locaciones, muchas de las cuales son
incluso patrimoniales”, contó Pérez Rubio.
Si bien no se trata de fotografías de
gran tamaño, algo que aporta mística a
esta exposición es que todas las fotos,
salvo diez, fueron reveladas e impresas por
la artista. en 1970 Arbus comenzó a trabajar en lo que después se transformaría en
un tesoro. Se trataba de un portfolio exclusivo llamado Una caja de diez fotografías y
está compuesto por fotos tomadas entre
1962 y 1970, entre las que se encuentran
algunas de las más emblemáticas de su
carrera. La que se expone en el MALBA es
parte de una edición póstuma de 50 juegos
realizada a partir de los negativos originales. el día de la inauguración llegaron al
museo palermitano 2.000 personas y desde
entonces es visitada por un promedio de
1.700 personas por día. La muestra permanecerá allí hasta el 9 de octubre.
arte 90 | 91
Stripper con el
pecho desnudo
sentada en su
camarín, Atlantic
City, Nueva Jersey
1961.
“Arbus no fotografía lo bizarro o lo extraño,
Arbus es bizarra, todas sus fotografías son un
espejo de sí misma. Me parece que la máxima
freak es la fotógrafa”, concluye Goldenstein.
“Freaks ha sido lo que más he fotografiado.
Fue una de las primeras cosas que fotografié y ha sido terriblemente motivador para mí.
Simplemente, solía adorarlos. Aún adoro a algunos de ellos. Con esto no quiero decir que sean
mis mejores amigos. Ellos me han hecho sentir
una mezcla de vergüenza, temor y asombro.
Existe una especie de leyenda acerca de los/
as freaks. Como esa persona que en un cuento
de hadas te detiene y te exige que resuelvas un
acertijo. La mayoría de la gente se pasa su vida
temiendo pasar por una experiencia traumática.
lento 2017 #54 | arte
Los freaks nacieron con sus traumas. Ellos ya
han pasado su prueba. Son aristócratas”, dijo
Arbus. “Fotografiado por Diane Arbus, cualquiera es monstruoso”, escribió Sontag.
“Me parece muy válido y útil ver la obra de
Arbus en el contexto de la sobredosis de imágenes y de fotografías de hoy, porque creo que
sus retratos lo que hacen es volver a poner en
juego la experiencia del fotógrafo por sobre el
narcisismo de la imagen. El fotógrafo que hace
una foto bella, novedosa o impactante y que de
alguna manera intenta incidir en el gusto de los
demás”, expresa Goldenstein. “Lo que vemos
en la obra de Arbus es a un fotógrafo en plena
acción y me parece que es el único sentido que
puede tener hoy hacer fotografía, porque todo
Hombre con
sombrero, traje de
baño, zoquetes
y zapatos, Coney
Island, Nueva
York, 1960.
el mundo hace fotos y a todo el mundo le salen
bien. El único sentido que puede marcar una
diferencia es una experiencia personal, una
vivencia que le dé un sentido extra a la producción de imágenes”.
Éramos unos niños
Mientras que la mayoría de los niños esperaba
que sus padres les leyeran una historia antes
de dormir, cada vez que iba camino a su cama,
Steven Shaimberg miraba una foto colgada en
su escalera en la que se veía a un gigante de dos
metros y medio de altura y 180 kilos de peso
junto a sus padres. Esta imagen se transformaría años después en una fotografía icónica de Arbus: “Gigante judío”. En 2006, este
estadounidense, sobrino de un gran amigo de
Arbus, decidió contar una historia inspirada en
la vida de la fotógrafa, Fur (Retrato de una pasión, por estos lados), en la que Nicole Kidman
interpreta a Arbus en sus primeros pasos profesionales, a Ty Burrell (conocido por interpretar desde 2009 hasta la fecha a Phill Dunphy en
la serie Modern Family) como Allan Arbus, y a
Robert Downey Jr. como el vecino del matrimonio, con el que tiene un romance enrevesado que la insta a hacer sus primeros retratos.
La película está ambientada en 1958, el año en
que Arbus dejó de estar a la sombra de su esposo
para concentrarse en su propio trabajo, y alterna la realidad y la ficción alejándose de las tradicionales películas biográficas. Para hacerla,
arte 92 | 93
Jack Dracula
en un bar,
Nueva Londres,
Connecticut,
1961.
el director neoyorquino se inspiró en la vitoreada biografía escrita por la periodista californiana Patricia Bosworth.
Los adioses
El 27 de julio de 1971 fue su amigo Marvin
Israel quien al entrar en su apartamento la encontró sin vida en la bañera con las muñecas
desbordadas. Arbus, para asegurarse, también
había ingerido una enorme cantidad de pastillas. La vida de la diosa de los freaks terminó a
sus 48 años en donde nace la Quinta Avenida,
en su apartamento del barrio Greenwich
Village, custodiado al oeste por el Río Hudson y
al este por la calle Broadway.
Arbus fue amiga de Richard Avedon, quien
expresó varias veces admiración por el trabajo
lento 2017 #54 | arte
de la fotógrafa, e incluso fue uno de los compradores de las 12 cajas de diez fotografías en
las que aquella trabajó al final de su vida. “Me
he sentido como un accidente automovilístico
espiritual”, dijo Arbus, y fue precisa. Su funeral fue muy íntimo; sólo acudió su familia más
cercana y algunos amigos. La leyenda dice que
Avedon, reconocido fotógrafo de moda y celebridades, susurró en la ceremonia: “¡Cómo
me gustaría ser un artista como Diane!”. A lo
que el escritor Frederick Eberstadt sentenció:
“No, no te gustaría”.
Las fotos están impresas en gelatina de plata y pertenecen a
The Metropolitan Museum of Art. © The estate of Diane Arbus,
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Cuarto Filba
Montevideo
ConvoCatoria
De idas y vueltas
U
na versión contemporánea de un cuadro icónico, El juramento
de los 33 orientales, de Juan Manuel Blanes, en versión fotográfica, motiva la convocatoria El embarque, un proyecto del fotógrafo Diego Vidart, que indaga en los movimientos migratorios. “La
propuesta es crear una obra que muestre, no un desembarque, sino
un embarque. Una fotografía, no en la playa de la Agraciada, sino en
la playa de estacionamiento del viejo Aeropuerto de Carrasco. Una
imagen, no de importantes figuras políticas del momento, sino de
ciudadanos anónimos cuyas historias, por la distancia temporal y
territorial, se han ido perdiendo”, fundamenta el autor. El proceso
de creación es participativo, ya que se invita a presentar historias y
se seleccionarán de ahí a los 33 orientales para integrar la pieza final.
Se crearán dos versiones: una virtual, que se irá construyendo en la
página web del proyecto, y una física, que será expuesta a fines de noviembre en el Centro Cultural de España.
Durante su práctica profesional, Vidart se viene preguntando sobre
el concepto de la fotografía prefotográfica. Cuestiona, por ejemplo, si es
posible hoy crear una foto documental de un acontecimiento ocurrido
previo al surgimiento de la fotografía. A esto suma una segunda línea de
reflexión: ¿qué valor y qué uso tiene una imagen de estas características? El embarque promete ser, al igual que la obra de Blanes, una pieza
de gran formato, de idénticas dimensiones. “Se trabajará a lo largo del
proceso de creación de la pieza, buscando cada una de las historias,
creando retratos individuales, que luego se incorporarán a la obra final.
También se creará un impreso que recoja las distintas historias de los
33 orientales contemporáneos”, adelanta.
Vidart tiene razones personales para esta iniciativa, como uruguayo nacido en Francia. “Formé parte del grupo de familias exiliadas en
Venezuela, y emigré a Europa durante la crisis económica de comienzos de este siglo. Mi historia, como la de tantos de mi generación, está
fuertemente marcada por la emigración. Siento que mi Uruguay se
constituye de esas partidas y retornos, y desde esa perspectiva se plantea la versión contemporánea de la obra”.
lento 2017 #54 | arte · letras
dieGo vidart
Por fuerza
u
na línea temática marca la próxima
edición del festival de
literatura Filba, nacido en buenos aires con
vocación regional. Sobre
la consigna “tiempos
violentos” irá el encuentro que se desarrollará
del 22 al 24 de setiembre
en Montevideo, llenando
de visitantes los auditorios del Centro Cultural de
españa, la Sala Zitarrosa,
la librería escaramuza y el
Museo nacional de artes
Visuales. Entre las figuras
destacadas que acerca la
programación, está Jean
echenoz, una de las voces más importantes de
la narrativa francesa contemporánea, reconocido
con el premio Goncourt.
también será posible escuchar al cubano Pedro
Juan Gutiérrez, el crudo
autor de la Trilogía sucia
de La Habana, que aquí
entablará una conversación distendida con su
colega Hugo Fontana.
talleres de dibujos para
adultos y de narrativa,
lecturas uno a uno, cruces epistolares, conferencias, una feria de
editores independientes
y conciertos completan
una grilla que los lectores
no querrán perderse.
35 años no son nada texto rodolfo santullo
Incorregible
El mítico personaje de historieta Luca Torpedo
Torelli regresa, más viejo pero con las mismas mañas,
de la mano de su creador. El guionista español
—aunque nacido en Francia— Enrique Sánchez Abulí
es acompañado en esta ocasión por uno de los mejores
dibujantes del mundo: el argentino Eduardo Risso.
letras 96 | 97
¿
Qué decir de Luca Torpedo Torelli a
esta altura que no se haya dicho antes?
Ícono absoluto de la historieta universal, la creación de Enrique Sánchez Abulí
y Jordi Bernet es un prodigio absoluto de
humor negro, malalechismo, novela negra,
novela de gángsters y muchas, muchas cosas
más. (No faltará algún purista que recuerde
que las primeras dos historietas las dibujó
Alex Toth pero, en rigor, Torpedo es cuando
lo dibujaba Bernet, o al menos era así hasta
ahora, con el ingreso del gran Eduardo Risso
al personaje). Imperdible toda su lectura
—imprescindible para ello el tomo integral
que reúne la obra entera, editado un par de
años atrás—; varias son las historias que se
destacan en los muchos años de andadura
del personaje, siendo, en mi elección, la genial “Un solo de trompeta” la mejor de todas.
A poco más de 18 años de su última aparición, regresa ahora con Torpedo 1972, un
reencuentro con el personaje, que está más
viejo pero con las mismas mañas. En castellano es editado por Panini Comics.
“¿Sabes aquello de ‘genio y figura hasta la
sepultura’? Eso quiere decir que el tiempo
ha pasado, pero Torpedo se resiste a creerlo. Se siente como cuando joven. Cree que
puede hacer lo mismo Y lo intenta, aunque
a veces sólo queda en intento”. Describe así
Sánchez Abulí el regreso de su mayor creación. “Volver a Torpedo es algo así como
volver a empezar. Es la historieta que más ha
llamado la atención en mi carrera”. El guionista reflexiona sobre cómo tanto él como
su personaje han transcurrido estos últimos
años: “Soy el mismo Sánchez Abulí, pero con
más años, con bastantes más años, y por tanto más cerca del Torpedo viejo”.
Y esta nueva aventura reencuentra a
Torpedo, bordeando los 70 años, involucrado en un lío ocasionado por un reportero y
su novia, que acaba manchado de sangre
—entre otras cosas—, gracias a la participación de tres mafiosos con ganas de venganza
y un Torpedo viejo y gruñón que no ha perdido las ganas de empuñar su pistola. Y este
libro —breve, si se considera que son sólo 64
páginas— suma al que será recién el tercer
dibujante en darle carnadura. “Trabajar en
el personaje es un desafío”, admite Risso.
lento 2017 #54 | letras
“El libro ya está terminado y, siendo honesto, creo que puedo mejorar si tenemos oportunidad de un segundo, porque
no me termina de gustar el producto final
hecho por mí. Traté de no pensar nunca
en la labor de los anteriores dibujantes al
sentarme a dibujar. De lo contrario, sería
agobiante”.
Risso es actualmente uno de los reyes
en la producción mainstream de historietas. El cordobés —dibujante, entre muchas
otras, de la afamada serie criminal 100
Balas, con el guionista Brian Azzarello—
acaba de recibir un reconocimiento en
la San Diego ComiCon por su aporte a la
industria —en el mismo evento en el que
ganó a lo largo de los años cuatro premios
Eisner, el equivalente al Oscar de la historieta— y asume que a la hora de trabajar se adapta a cualquiera de los mercados
posibles. “No hago diferencias entre el
mercado europeo y el estadounidense a no
ser que el editor así lo requiera; nunca me
sucedió esto último. En el caso de Torpedo,
el personaje debía sufrir el paso del tiempo porque ya estaba creado y era mi deber
mantener sus rasgos característicos”.
Y el paso del tiempo es, sin dudas, lo que
abre la puerta de cierta incertidumbre.
La incorrección política que es carne de
todas las historias de Torpedo ya causaba resquemor en una década bastante más
permisiva como fue la de los 80 y es de esperar que en estos tiempos, bastante más
pendientes de lo políticamente correcto,
llame —negativamente— la atención. Ante
este posible choque con las nuevas generaciones, reflexiona el equipo creativo actual. “En verdad, no creo que lo analicen
por ese lado y, de última, como Torpedo
siempre está rompiendo reglas, pienso que
les puede resultar hasta simpático”, dice
Risso y le resta importancia. Sánchez Abulí
va incluso a más, en su tradicional estilo:
“Torpedo es políticamente incorrecto y lo
seguirá siendo hasta el último estertor. No
va a cambiar y le importa un rábano lo que
puedan pensar las nuevas generaciones. A
mí, por supuesto, sí me importa, pero no
puedo obligar a cambiar a Torpedo. Eso es
tarea imposible”.
l a expansión de teatrix,
el teatro con primeros pl anos
texto macarena l angleib
Dramaturgia
en HD
Una plataforma argentina
ofrece un catálogo
de más de 50 obras
recientes “de Broadway
a calle Corrientes” por
suscripción, más un archivo
gratuito del teatro que la
vieja televisión proponía.
diFuSiÓn
M
irta Romay, hija del “zar de la televisión argentina”, no tiene sólo portación de apellido. Lleva el gen de la
producción, ese que hace casi tres años la impulsó a desarrollar Teatrix, una oferta de teatro filmado al que pueden acceder suscriptores
de cualquier origen a un costo de diez dólares.
La plataforma traduce al lenguaje audiovisual
exitosas propuestas de escenario, acercando a
públicos lejanos montajes con permanencia en
cartel. Los más escépticos deberían chequear
la calidad de estas realizaciones antes de abroquelarse en la idea de que no es teatro. Romay
responde que Teatrix no pretende serlo.
¿Cómo llevan la comparación con Netflix?
Digamos que sirve a los efectos de que un
usuario de Netflix puede rápidamente decodificar de qué se trata Teatrix, una plataforma
que se paga una vez por mes, que te debitan de
la tarjeta. Después tiene grandes diferencias:
la primera es que no estamos en Silicon Valley.
La otra, importante, es que la industria del
cine tiene muchísimos años, con lo cual hay
una producción fílmica que hace que Netflix
tenga un catálogo grande. El teatro filmado
tiene otro recorrido. Cuando la televisión comenzó a funcionar en Argentina teníamos un
teatro que se filmaba con los elementos de ese
momento. Hoy permiten hacer una producción mucho más interesante, con una puesta
de varias cámaras, posproducción de audio y
sonido, se puede analizar más el texto y la dramaturgia. Antes se filmaba de una manera en
la que se pretendía respetar el hecho teatral, y
nosotros no. Ingresamos con cámaras a tomar
primeros planos, expresiones, recorremos esa
historia, y además hay algunas cosas que hacemos estrictamente para que se parezca más a
una película. Por ejemplo, inserts para darle
una presencia mayor a una escena.
¿En qué casos los aplican?
Un ejemplo paradigmático fue La Nona, de
Tito Cossa. El director planteó 12 apagones,
y el apagón en televisión es malísimo, pero la
obra nos permitía construir microescenitas de
los personajes reproduciendo lo típico de cada
uno: al padre de familia haciendo las cuentas, a
la nona robándose la comida. Eso nos permitió, por un lado, eliminar esos apagones, por
otro, darle un ritmo que no tenía y fortalecer el
escena 98 | 99
concepto. En cambio, puedo contar justamen- escenario, dónde están las escenas más fuerte la inversa, de una obra de una vertiginosidad tes y los posibles planos que requeriría.
enorme, Pieza plástica, en la que el apagón es
un descanso. Ahí no hay que tocarlo.
¿El rodaje se hace durante una función
ordinaria?
Todo esto implica que el montajista origi- Es una función siempre con público, porque el
actor lo necesita. Incluso, diría más, el público,
nal esté de acuerdo.
De alguna manera se está aplicando una mira- más la cámara es un estimulante maravilloso. Tenemos una pareja de dirección: Karina
da, que es muy discutida entre nosotros. Y si
Kracoff es la montajista y Osvaldo Ponce es el
bien son pocos los directores que participan
en la definición de planos, son muy pocos los
director de fotografía, vienen del palo del cine.
que se quedan afuera de la edición. Para amAcá no hay ninguna receta porque cada obra
te exige repensar.
bas partes, es de mucha riqueza, porque leen
su obra desde otro ángulo, y colaboran en la
¿Cuáles fueron las más desafiantes?
comprensión de qué es lo que se quiso decir.
Las primeras, porque estábamos constru¿Hay resistencia desde el gremio?
yendo el lenguaje. La omisión de la familia
La mirada apocalíptica de “vas a matar al
Coleman, de Claudio Tolcachir, exigió sieteatro” es muy fundamentalista y a dos años
te cámaras. Por ejemplo, con Pieza plástica,
y medio de que salimos prácticamente se va
que es una obra alemana, con dirección de
diluyendo. Vos no vas a ver algo de lo que no
Luciano Cáceres, muy vertiginosa, una pueshayas tenido una experiencia cercana, aunque ta transgresora, que además trabaja con el
no sea la misma. Y Teatrix está colaborando
audiovisual, entonces era audiovisual sobre
para que el teatro esté en la agenda de todos.
audiovisual, tuvimos que pensar bastante.
Una obra también desafiante fue El principio
¿Se repite mucho el argumento “no
de Arquímedes. El problema fue que estaba
corta entradas”?
planteada en un espacio rectangular, con los
No va tanto por ahí sino por el purismo de
espectadores en los costados, y cuando la fil“esto no es teatro”. Esa cosa más del profesor, mo, lo hago en el Teatro Apolo, un escenario
del actor. Por supuesto que no somos teatro ni a la italiana. En el San Martín les hacía sentir
pretendemos serlo. Pero es un contenido de
a los que estaban allí que se les daba vuelta
dramaturgia muy interesante para que partitodo el escenario, pero las que cambiaban eran
cipe en el mundo digital. Muchos productores sólo las puertas. Entonces hubo que editarbuscan que les filmemos la obra por un tema
la de manera que reprodujera ese cambio de
de archivo, de visibilidad de sus actores, del
perspectiva.
director, a manera de gran vidriera. Cuando
arranqué con esto, como es otra industria, no
¿De cuánto es el catálogo actualmente?
tenía por qué pegarme al cine. Construí este
Estamos en 55 obras. Los derechos son remodelo, en el que tienen que ser derechos glo- novables automáticamente. En algunas son
bales, y es para darle sustentabilidad.
de cinco años, en otras de diez. Aparte hay un
archivo gratuito, que tiene programas, unita¿Cómo llegan a la propuesta de filmar?
rios, que están vinculados a la vieja televisión,
como Alta comedia. Hay unas cuantas piezas
Cuando algo nos gusta mucho y vemos que el
público le ha dado su bendición, nos acercaque filmamos que siguen en cartel sin ningún
problema. Evidentemente, es otro público: del
mos al productor. A veces tiene una relación
interior nuestro, del conurbano bonaerense.
activa con el elenco, otras veces deja que podamos “venderles” la idea a los actores y com- Hemos descubierto que hay mucha gente que
prometerlos. Después se inicia un proceso de llega a Teatrix desde las escuelas de teatro.
entender la obra y más tarde entra el equipo
¿El pago es con el grupo teatral?
técnico a filmar con una cámara. Vamos probando, viendo cómo es el recorrido dentro del En esa ingeniería legal se hicieron acuerdos
lento 2017 #54 | escena
con SAGAI, la organización que administra
los derechos de reproducción de imagen, que
no todos los países tienen. Con ellos hicimos
un acuerdo para que los actores de todas las
obras puedan cobrar, con Argentores hicimos otro por el autor, y con el productor y
con el director hacemos un acuerdo privado.
Todos se llevan su porcentaje, muy marginal,
porque se necesita un crecimiento mayor.
Luego me convocaron para un proyecto, con
el mismo sistema, en Guayaquil. Para ese
momento, la televisión había cambiado, el
gran público ya estaba distribuido en distintas plataformas. Desarrollé una plataforma
educativa que todavía está vigente. Y ese fue
un primer escalón de Teatrix, porque empiezo a conocer cómo funcionan estos sitios,
cómo es la adquisición de clientes.
¿El porcentaje es por visionado, como si
fueran a bordereaux?
Es así, tratamos de ser justos. Tenemos un
modelo que acordamos con las organizaciones y que aplicamos a todas las obras. Acá
el que elige es el espectador, y el que se va a
llevar más obviamente va ser aquel cuya obra
se vea más.
Y sobre adaptación de un formato a otro.
La transposición de contenidos más difícil es
la del libro a la televisión, como hice desde el
primer día en Formar; el teatro es más fácil,
es darle profundidad, subrayar cosas. Si bien
la plataforma educativa venía a consolidar un
momento de mi trabajo, también es verdad
que con un busto parlante alcanza y sobra, y
con el material editorial había construido casi
¿Qué charlas mantuvieron en Uruguay? un oficio; pero alguien tenía que comercialiTodavía es muy incipiente. Hemos tenido dis- zarlo y me di cuenta de que eso no me gustaba.
tintas respuestas, algunos más entusiasmaEntonces empecé con Teatrix, y no abandono
dos, otros creo que no entienden la posibilidad la idea de volver a llegar, por otro camino, a las
de que el teatro uruguayo, que es muy bueno,
escuelas. El teatro tiene mucho para dar, para
que los docentes mejoren su espesura cultural
participe en esta plataforma. Es interesany de riqueza de vínculos y un montón de cosas
te el mercado global, ya sea por consumo, ya
que hoy se necesitan para vivir. Puede ser una
sea por visibilidad. Además, ustedes tienen
autores que están creciendo. Me interesan los herramienta dinámica y poderosa para acermontajes locales, Barro Negro y Rescatate,
car a los pibes a otras historias.
obras de muchos años en cartel. Y tienen
referentes importantes: me han hablado de
¿Fuiste siempre espectadora de teatro?
Santiago Sanguinetti, de su humor negro.
No, mi vínculo con el teatro era el que mi viejo nos daba. Él era un productor muy obseSos hija de Alejandro Romay, el “zar de la sivo y muy apasionado, así que las obras que
televisión”, ¿qué te enseñó del medio?
hacía las veíamos quinientas veces, particiEn realidad tomé una carrera muy distinpábamos en los ensayos, era el mundo que se
vivía en mi casa. Pero en teatro nunca trabata a la de mi familia. Primero me metí en
psicología, trabajé en hospitales públicos y
jé con él, sí en la tele, y le tengo mucho respeprivados 15 años, y después hice un paso por to a la producción teatral, me parece dificilísima, no me atrevo.
canal 9, donde le tomé el gustito a lo audiovisual. En ese momento, 1989-90, hicimos
¿Cómo pesa su legado?
A cara limpia, un programa de debate con
Fernando Bravo por el que recibimos un pre- Lo que pasa es que viví al lado de un hacedor,
con una mirada particular. Papá fue para la
mio. También uno muy divertido que se llaArgentina quien puso en marcha la industria
mó Diosas o demonios. Después pasé al área
de nuevos proyectos, hacíamos pilotos, y eso del espectáculo. Llegó a tener varios teatros
funcionando, con el canal de televisión con
me enseñó sobre la aceptación de la idea y
una producción totalmente nacional, de la
cómo llevarla adelante. Más tarde desarroque era un absoluto defensor. A él se lo veía
llamos un proyecto, que también estuvo en
Uruguay, que se llamó Formar e introdujo las muy activo, construyendo cosas nuevas, y sunuevas tecnologías en educación a distancia. pongo que no puedo escapar de ese estilo.
escena 100 | 101
Comidas nómades texto ana Valdés ilustración tatiana mesa
Despensa
escandinava
D
espués de unos días en la ciudad de
Estocolmo, salimos con una amiga a
recorrer el campo. El campo sueco
no es como el nuestro; acá muchas generaciones de campesinos han cultivado la tierra y construido casas, casi todas pintadas
de rojo, con pigmento que se sacaba de las
minas de cobre de la ciudad de Falun y que
hicieron famosa a Suecia en la Edad Media.
Es un pueblo de gente paciente que ha
trabajado la tierra en situaciones climáticas muy adversas, con fríos de menos 30
grados y casi sin caminos. En todas las casas nos invitan con café sin azúcar (siempre ha sido muy caro importarla) y con pan
recién horneado. Acá los invitados son muy
importantes, ya que los vecinos viven muy
lejos. Casi nadie cultiva verduras; estamos
muy al norte y lo único que crece bien son
las papas y las raíces, los tubérculos, que
han cambiado la demografía del país. Las
papas salvaron a Suecia, dicen los expertos.
Sin ellas, generaciones enteras se hubieran
muerto de hambre.
El famoso grupo Abba puso en escena
una epopeya nacional escrita por Wilhelm
Moberg sobre los millones de suecos que
emigraron a Estados Unidos a finales del
siglo XIX. La obra, Kristina de Duvemala,
cuenta la vida de unos granjeros que dejan
su país natal y se instalan en el campo estadounidense, que necesitaba mano de obra
y pobladores.
L
a comida escandinava hace furor
hoy y restaurantes como Noma, en
Dinamarca, y Fäviken, en Suecia, tienen
lento 2017 #54 | menú
listas de espera de meses; son sitios para
pocos invitados. El danés René Redzepi,
hijo de un macedonio y de una danesa, es
un cocinero sin educación formal que, antes de sorprender con Noma, se entrenó en
diferentes restaurantes, incluido El Bulli.
Su filosofía es simple: trabaja con hierbas y legumbres cultivadas a poca distancia. Al principio, se iba al bosque horas
enteras a recoger pastos comestibles y
hongos. Uno de sus platos mas emblemáticos —que tuve oportunidad de probar hace
muchos años— era un huevo que llegaba a
la mesa en un nido de paja y pasto y que el
invitado se cocinaba allí mismo en una pequeña sartén. Langostinos vivos y hormigas con gusto a naranja son también parte
del menú.
Noma, que fue uno de los restaurantes
más caros y exclusivos del mundo, es ahora
una cooperativa en la que todos los que trabajan tienen una parte. Ali Sonko, que vino
de Gambia y trabajó 14 años lavando platos,
es hoy uno de los dueños. Ali tiene 12 hijos
y quiere poner en Gambia un restaurante
como Noma.
El restaurante está cerrado ahora y busca nuevos locales. René Redzepi dice que
no quiere a sus 39 años convertirse en un
restaurador sólo para ricos y famosos.
El sueco Magnus Nilsson, que ha conquistado dos estrellas Michelin, presenta en su menú ingredientes locales, corazón de alce crudo marinado en vinagre y
caracú de alce que él mismo extrae de un
hueso enfrente de los únicos 12 comensales
que caben en el local. Ahora acaba de abrir
en Estocolmo un restaurante de comida
rápida en donde reinterpreta el pancho y lo
hace una comida gourmet.
En nuestras latitudes sólo el chef Martín
Lavecchia, de Foc, se atreve a innovar en
esa dirección y pronto va a presentar verduras escandinavas como el apionabo, que
con su sabor y su aspecto de papa llena de
nudos es uno de los tubérculos más tradicionales de la comida de esa región. Se lo
cocina entero al horno con queso de cabra
o se lo hierve para hacer un puré mezclado
con papas.
El campo escandinavo se ha convertido
en la despensa gourmet del mundo y de acá
salen ejemplos osados e innovadores. Lo
crudo y lo cocido se mezclan. El antropólogo Claude Levi Strauss, quien constató que
lo que nos diferencia de los animales es que
cocinamos los alimentos, se debe revolver
en su tumba.
menú 102 | 103
TEXTO daniel carranza
Nuevos dominios
Se anda diciendo
Se empieza a
escuchar
Ya nadie dice
Puertas traseras para comunicaciones encriptadas
Por un lado, Estados Unidos, Australia y Reino Unido presionan a legislar
para forzar a empresas tecnológicas a poner “puertas traseras” que les
permitan acceder a contenido, aun encriptado (ej. WhatsApp). Por otro,
la Unión Europea prepara legislación para prohibir estas prácticas.
Splinternet Voces de todo tipo advierten lo pésimo de la idea de obligar a geEn la medinerar esas vulnerabilidades, ya que es casi infantil creer que
da en que los
sólo los gobiernos serían capaces de explotarlas.
gobiernos y las
grandes empreGoogle Glass (enterprise edition)
sas de internet meten
Su lanzamiento como experimento, unos años
mano en la web para deatrás, lo llevó de ser visto como una panacea al
tectar, prevenir o intervenir
odio profundo por riesgos de privacidad. Volvió
por temas desde terrorismo
en un rol menos tecno utópico y realmente
hasta actos de odio, se va perútil. Se está utilizando en fábricas como
diendo la idea de una red neutral y
asistente de realidad aumentada para
unificada. Más allá de si cada intertareas de montaje. Miro un tornillo, el
vención es positiva, se transita hacia
sistema lo identifica y me apunta
una web “astillada” (splintered), como lo
al agujero en el que va, además
que sucede en China, donde el acceso está
de darme instrucciones sobre
severamente filtrado para servicios del exterior
cómo lo debo colocar. De
y no todo el tráfico puede ingresar al país.
yapa, le puedo hacer preguntas por mandos de voz
Solid
sin dejar de hacer la tarea.
En respuesta al ítem anterior, así como al enorme control centralizado de empresas como no hay autos
Facebook, Google y Twitter, se comenzó
verdaderamente autónomos
a desarrollar Solid (Social Linked Data), El Audi A8 2018, presentado en
que permite impulsar aplicaciones
Barcelona este año, será el primer veweb descentralizadas, mediante
hículo de producción masiva con autonoestándares, formatos y vocabu- mía Nivel 3, que significa que no requiere de
larios. En un futuro próximo
intervención humana de ningún tipo, en tanto
permitiría que tengamos
la situación se mantenga dentro de determinados
las ventajas de una apli- parámetros (en este caso, ir a menos de 60 km/h).
cación global como
Facebook o Google
itcoin unificado
Drive, pero cuyo
Luego de años de discusiones sobre si la criptomoneda
control y daoriginal debía mantenerse incambiada o aumentar la alocatos estén
ción máxima de transacciones aceptadas a la vez, finalmente
distribui- se dividió en dos. Bitcoin Cash nació para resolver ese problema
dos.
y para felicidad de distintos actores del ecosistema. Por ahora no
fue muy traumático ni para su hermana original, ni para el resto del
mercado, y Bitcoin Cash alcanzó una cotización que la coloca entre las
primeras tres criptomonedas.
lento 2017 #53 | tecno
IT MIGHT GET LOUD TEXTO nelSon Barceló
El instrumento
C
on la premisa de reunir a tres notables
guitarristas de distintas generaciones
y con un estilo identificable, el realizador Davis Guggenheim convocó a Jimmy Page,
de Led Zeppelin, a The Edge (Dave Howell
Evans), de U2, y a Jack White, que tras The
White Stripes lleva una carrera solista que en
breve sumará un tercer disco, aparte de otros
proyectos como The Raconteurs y The Dead
Weather. Ellos protagonizan el documental
It Might Get Loud que, más allá de la consigna
inicial, la mayor parte del tiempo transcurre
con cada uno de los músicos brindando testimonio por separado.
Page destaca cómo The Edge superpone
efectos y lo define como un “arquitecto de
sonidos”, situación que se constata en varios
pasajes del documental, como cuando muestra que toca en una playa frente a unas islas
que lo inspiran por los ecos largos y retardados que le devuelve ese espacio. Esos testimonios a veces funcionan como contrapunto,
cuando pasamos del guitarrista de U2 asegurando que “los efectos de sonido impulsan la
música hacia adelante” a Jack White que declara: “La tecnología es una gran destructora
de la emoción y la verdad”. Quizás los que
manejan estilos distantes sean White y Page
respecto de The Edge, que trabaja más desde
el sonido que puede sacarle a su instrumento
a través de 15 pedales de distorsión conectados a sus amplificadores. En ese sentido, Page
y White (más allá de su lado bluegrass) tienden a ser más estridentes que el tercero.
El documental no revela sólo diferencias
entre ellos sino algunas semejanzas, como el
lugar que le brindan a la improvisación cuando suben al escenario. Mientras que The Edge
cuenta que cuando toca en un show se inspira en los lugares donde se encuentra, White
recuerda que en sus recitales con los White
Stripes subían al escenario sin saber con qué
tema arrancar y lo resolvían en el momento.
Otra coincidencia es que desde la primera escena de esta producción muestran el
vínculo afectivo con la guitarra que les llevó a
diseñar su propio instrumento. White lo hizo
con trozos de madera, clavos, una pequeña botella de vidrio, cuerda y un sensor conectado
al amplificador. Los fans de estos artistas también encontrarán aquí el modo en que compusieron algunas de sus canciones más reconocidas: entonces Page toca “Ramble On”,
muestra las instalaciones de Headley Grange
y cómo se benefició el sonido de Zeppelin
cuando grabaron la batería de “When The
Levee Breaks”, merced a la resonancia que adquiría gracias a la altura del techo.
Un punto alto son las imágenes de archivo en las que aparece el guitarrista de Led
Zeppelin en un programa de televisión siendo un adolescente, cuando se presentaba
como James Page y decía que quería hacer
investigación biológica. En el caso de White,
no existen mayores registros de su juventud,
pero el realizador se las ingenia para hablar
de sus orígenes conjugando el testimonio del
guitarrista con animaciones. También recuerda que eran diez hermanos y que White
tenía una habitación de dos por dos donde
había instalado una suerte de estudio con
dos baterías, un amplificador, una grabadora
de carrete y una cantidad de cachivaches. A
raíz de eso tuvo que sacar la cama y dormía
sobre un pedazo de polifón en un rincón junto a la puerta.
El desarrollo del documental deja con
ganas de disfrutar más tiempo del encuentro entre los músicos. Aun así, y más allá de
los años que pasaron desde su estreno (que
fue en 2009), es bienvenido su visionado en
épocas en las que muchos vuelven a tomarse
el tiempo necesario para apreciar la música
en vinilos y se habla del easy listening en plan
tendencia. Quienes estén seducidos por esas
experiencias, encontrarán en este trabajo el
placer de escuchar a expertos desmantelar el
sonido en palabras.
https://vimeo.com/74587704
rUido 104 | 105
Sexualidad, violencia y política como temaS recurrenteS
TexTo andréS d’avenia
Llamale
DocMontevideo
Hacer visible una problemática que la sociedad niega,
buscar la identidad propia en un contexto adverso,
pueden sonar a intenciones ambiciosas. Sin embargo, se
trata de las motivaciones sinceras para hacer películas,
que un grupo de documentalistas latinoamericanos
expuso con vistas a 2018.
C
on el objetivo de estimular la producción de documentales en
Latinoamérica, DocMontevideo reúne
anualmente desde 2009 a realizadores y
diversos actores del sector audiovisual.
Entre sus actividades centrales, se encuentra el Pitching Documental, un espacio en
el que 12 directores y productores presentan su próxima película ante decision
makers, personas interesadas en participar
en la producción. Los proyectos se encuentran en distintas etapas de desarrollo
(algunos aún no han sido filmados, otros
ya terminaron su rodaje y los hay también
en la fase final de montaje) y durante la semana previa a la presentación (el pitching)
los realizadores participan en instancias
de formación, que este año estuvieron a
lento 2017 #54 | pantalla
cargo de la catalana Marta Andreu y de la
mexicana Lucila Moctezuma.
La instancia se ha transformado en un
momento en el que puede observarse por
dónde van las sensibilidades, preocupaciones e intereses de las nuevas generaciones
de documentalistas en América Latina, si
se tiene en cuenta la mayoría de realizadores treintañeros que están haciendo su primer largometraje.
Este año los proyectos dieron cuenta de la
violencia cotidiana en el continente, de la necesidad de problematizar las narraciones de la
historia reciente en la región, del uso de la primera persona que trasciende el microrrelato
y construye la historia universal, y del infinito
arco temático que tienen las cuestiones vinculadas a la sexualidad y los géneros.
Rodaje de Miserere. VeRónica Tello
T
al vez si se piensa en originalidad temática,
el proyecto argentino Miserere se destaca. No es casualidad que su director, Francisco
Ríos, afirme: “Cuando me encontré con el
tema y empecé a investigar, mi única referencia podía ser [Néstor] Perlongher, en un estudio lejano y aplicado a San Pablo”. Se refiere a
una realidad que vio un día cualquiera dentro
de su rutina habitual. “Yo vivía en el barrio
porteño de Once. Cruzaba la plaza Miserere
varias veces al día, como miles de personas,
para tomar el tren. Después de hacerlo durante seis años, un día me di cuenta de que siempre había un flaco, ahí, parado, que me miraba
y que me sonreía. Hasta ese momento no me
había percatado de su existencia. Me acerqué
a él y le pregunté qué estaba haciendo: me dijo
que ‘trabajando’. Me costó mucho comprender qué significaba ese ‘trabajando’. Durante
los seis años en los cuales pasé a diario por ahí,
no lo había visto a él, ni a ninguno de los otros
hombres trabajadores sexuales de la plaza.
Habían sido invisibles para mí, como lo son
para la mayoría de la gente”.
Durante cinco años Ríos se dedicó a conocer sus rutinas, sus problemas, sus dilemas y las
formas que tienen de socializar. Sistematizó su
método de investigación, y buscó cómo estudiar el tema y comprenderlo desde los propios
trabajadores sexuales. Filmó con cinco de ellos
una película que transita un día en Miserere.
“Ellos se están representando a sí mismos, soy
consciente y fue acordado”, aclara el realizador,
que se encuentra en etapa de montaje; el estreno está previsto para este año.
“A partir de esa representación, se rompe
la barrera de silencio que hay sobre el trabajo sexual masculino, que funciona de forma
muy distinta” al trabajo sexual de mujeres
cisgénero o de personas trans. “Desde todos
los campos, la sociedad calla sobre este tema
y sobre los problemas propios que tiene esta
población”, subrayó el director.
Ríos señala el carácter callejero del trabajo: la exposición al consumo problemático de drogas, a la violencia de permanecer allí, a las enfermedades de transmisión
sexual y, sobre todo, a una muerte temprana. “Mueren muy jóvenes. Luego de conocerlos, encontré que viven una tragedia
invisible, en una situación de mucha y muy
profunda soledad”. ¿Por qué? Puede ser
una forma más que tenemos de rechazar y
disimular las problemáticas de género que
nos atraviesan y nos golpean, acepta Ríos
como una posible respuesta.
“Así como el patriarcado los salva, de alguna manera también los condena”, acota.
“Ellos —y por ende la película— son muy
fálicos. Esto es explícito porque es lo que
venden. Pero además es la manera que encuentran de poder imponerse en esta sociedad” y enfrentar el ser de la calle, de niveles
socioeconómicos inferiores o de venir del
interior argentino.
En momentos en que en Argentina la
trata de mujeres y los feminicidios dan
cuenta de una emergencia social pensar en
estas otras dimensiones del trabajo sexual
puede contribuir al debate.
pantalla 106 | 107
Comala.
“L
a figura del macho está enaltecida,
siempre ha estado presente y ya es
parte de nosotros. Está grabada en todos”.
Estas palabras ya no pertenecen a Ríos, sino
a uno de sus compañeros en DocMontevideo,
el realizador mexicano Gian Cassini. “Creo
que el machismo tiene en México una de sus
cunas. En la época del cine de oro ser macho
era el valor: el ranchero era el protagonista,
era el dueño de las propiedades y era quien
si su antagonista no hacía lo que él quería,
sacaba la pistola para que el público gritara
‘¡Bravo, bravo, ese es un buen personaje!’”.
Con algunos de estos elementos se encontró reflexionando Cassini cuando rodaba
su primer largometraje, Comala, que prevé
terminar de montar en marzo para estrenar
en 2018, comentó caminando por la Peatonal
Bacacay, horas después de presentar su proyecto en el Teatro Solís.
Cassini decidió emprender un viaje y filmarlo: quería reencontrarse con su familia
paterna y con su historia. El distanciamiento de su abuela y de sus mediohermanos
había ocurrido siete años antes, cuando
decidió alejarse de ellos al enterarse de que
su padre, siendo sicario, había sido asesinado. Nuevamente la violencia y ser varón
hoy se hacían presentes en el pitching de
DocMontevideo.
“Mi película parte de la relación de dos
personajes opuestos: mi padre ausente,
lento 2017 #54 | pantalla
un fallido sicario, y yo, un profesor abiertamente homosexual”. Comala acompaña
al director en su recorrido por Tijuana y
Sinaloa, y pone al espectador en contacto
con su “disfuncional familia”: un hermano
que luego de ocho años en prisión trata de
reincorporarse a la sociedad, los mediohermanos —uno ya murió este año de igual
forma que su padre— y un abuelo agresivo
y amante de las armas.
A través de ellos la audiencia identificará los patrones que los conducen contra su voluntad, una herencia basada en el
abandono. “Es así que en la microhistoria
familiar podremos encontrar e identificar la violencia que vemos día a día en los
medios de comunicación, y que afectan a
nuestro país”, concluyó Cassini al presentar su documental.
La recurrencia de las temáticas LGBT
en la producción audiovisual latinoamericana actual es para Cassini una necesidad
de tematizar, “porque el cine es un retrato y es una ventana a las realidades que
estamos viviendo. Es imprescindible que
hablemos de estas historias, para ser conscientes. Es la forma de generar empatía
y reconocimiento de los derechos que se
nos siguen negando. Por eso es importante. No creo que sea la temática del momento como si fuese una moda que luego
va a desaparecer”.
“N
uestra película es necesaria en el
Brasil de hoy porque es el país que
más personas trans mata en el mundo”. Con
esta afirmación, la directora y productora
brasileña Paula Gomes pareciera darle la razón a su colega mexicano acerca de la pertinencia de las películas con temáticas LGBT.
En su caso, se refería a Sam, un documental
que codirige junto a Haroldo Borges y que
realizan con el grupo Plano 3 Filmes, un colectivo que el año pasado estrenó Jonás y el
circo sin carpa y que desde 2012 participa en
las diversas actividades de DocMontevideo.
El protagonista de la película, Samuel, tiene 14 años, y como la mayoría de los adolescentes, va a la escuela, coquetea, se enfrenta
a sus padres, escribe y dibuja. Sin embargo,
hace más de un año sintió que las cosas no
iban bien. Empezó a asumirse como un chico
transgénero y ahora quiere ser reconocido
como varón, a pesar de tener física y biológicamente un cuerpo de mujer. La película lo
acompañará en esta lucha mientras cruza la
frontera de la adolescencia.
El proyecto de Gomes y Borges se encuentra en etapa de desarrollo y estiman empezar a filmar antes de fin de año, de forma
de retratar a Sam en los meses previos a comenzar el tratamiento psicológico y hormonal que le permitirá hacer todos los cambios
que tanto desea. Este es precisamente uno
de los diferenciales de la propuesta: “No nos
interesan tanto los cambios físicos sino saber qué le pasa, qué siente, qué piensa mientras espera. Trascender el cambio físico nos
permite hablar de otros temas”.
Un día antes del pitching, Samuel llamó a
Paula por Whatsapp: quería saber qué era lo
que hacían en Montevideo. Luego de explicarle la importancia de la presentación, él
respondió: “Mira, cuando le cuentes a esa
gente que soy un chico trans, diles que también soy más que eso”.
“Esta película mirará la corta distancia
entre Sam y sus miedos, Sam y su soledad,
Sam y su vulnerabilidad. Sentimientos que
en realidad nos atraviesan a todos siempre
que nos ponemos frente a nuestros propios sueños”, decía Gomes ante los decision makers, a la mañana siguiente de hablar con Sam.
audiovisual acorralado
en los últimos meses, los cambios políticos
en varios países de latinoamérica han afectado los estímulos a la cultura en general y a
la industria cinematográfica en particular. En
Brasil “estábamos viviendo el mejor momento
de la producción audiovisual, hasta que llegó
el golpe y los estímulos federales cayeron”,
afirmó Paula Gomes en referencia a la asunción de Michel Temer como presidente de
la República hace un año. no es casualidad
que entre sus primeras medidas de gobierno se contara la eliminación del Ministerio
de cultura. Hasta ese entonces, Brasil venía
mejorando la financiación de la producción,
aunque “por supuesto que aún teníamos el
problema de la distribución, que es algo más
fuerte: la tele produce todo lo que emite y los
cines son gringos”. De todas formas, Plano 3
Filmes tiene la ventaja de trabajar en Bahía, un
estado que “hoy igual tiene bastantes incentivos” y donde hay mucha gente filmando cine y
series de televisión gracias a las políticas para
el desarrollo de proyectos. “ahora estamos en
un momento de interrogantes; no sabemos
bien qué va a pasar con el cine y con todo lo
que habíamos conquistado”, agregó Gomes.
lo mismo sucede en argentina, según
Francisco Ríos: “el panorama hoy no es positivo, la verdad que el futuro pinta difícil y estamos ante la incertidumbre; todo puede pasar”.
en abril el gobierno de Mauricio Macri removió a las autoridades del instituto nacional de
cine y artes audiovisuales (incaa) de forma
imprevista e inconsulta con el sector. la medida despertó protestas que paradójicamente
unieron en un mismo frente a los representantes de la industria y a los realizadores independientes, a aquellos identificados con el
kirchnerismo y a quienes apoyaron a Macri en
su carrera electoral. “las políticas que se han
tomado hasta el momento no son buenas para
el cine en general ni para el documental en
particular”. como en la mayoría de los países
latinoamericanos, la exhibición sigue siendo
uno de los principales problemas, a pesar de
lo que venía avanzando argentina. “la producción de documentales está siendo corrida de
las salas y quedando relegada sólo a odeón (la
plataforma de VoD gestionada por el estado) o
a la televisión”, advirtió Ríos.
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TEXTO nicol ás Dovat
InTErvEnCIón Felipe echeverría
Sin experiencia en cine y con el apuro propio de
quien vive de la información, el español Guillermo
Abril, licenciado en Derecho y Economía, además
de tener un máster en periodismo, realizó grandes apuestas en los últimos años y los resultados están a la vista. Fue ganador del World Press
Photo 2015 en calidad de guionista por un video
multimedia sobre los inmigrantes en Europa.
Estuvo nominado a los Premios Goya 2017 —junto
con Álvaro Corcuera— por el corto documental
The Resurrection Club, que trata sobre la pena de
muerte en Estados Unidos, y es autor de la novela
gráfica La grieta, en la que despliega nuevos enfoques sobre la inmigración.
Su travesía comenzó con plata de su bolsillo
y terminó con el apoyo de organizaciones como
Amnistía Internacional. Este periodista de El País
de Madrid llegó invitado por el Centro Cultural
de España para brindar talleres sobre reportajes y, en los tiempos libres, se dedicó a pedalear
por Montevideo. Mientras procesa todo lo que le
sucede, posa su mirada en África. Ahí, dice, hay
historias que esperan ser contadas para entender por qué cerca de 500.000 personas intentan
ingresar a diario al continente europeo, donde
“algo está fallando”.
lento 2017 #54 | rutas
× ¿Qué es un reportaje? Me ha tocado
explicarlo varias veces, porque aquí se
confunde con las entrevistas. Son historias humanas con un principio, un nudo y
un desenlace, contadas en profundidad
y que tratan de llevar al lector a lugares
donde los personajes han tenido acceso.
× ¿existen las historias sin humanos? Hay
historias magníficas sobre tigres que
rodean Hollywood: unos quieren conservarlos y otros no. Pero aparecen personas. Hay un documental de la BBC de
una serpiente persiguiendo a un lagarto,
que fue viral. La imagen espectacular del
lagarto que huye la filtramos con la emoción y los valores que se proyectan. Ahí
consigues una gran historia también.
× ¿se producen cosas cortas porque estamos en un constante hipervínculo? Todo
el mundo dice que se lee menos, pero
yo creo que se lee más que nunca. Hay
más información, un chorreo constante
que llega por distintos medios. Se sigue
consultando la prensa escrita en la cafetería o en el bar, también en internet.
Los picos de audiencia de El País digital
coinciden con la llegada a la oficina, justo antes de comer, después de comer y
después el gran mogollón cuando se
despierta América Latina. En el teléfono es constante y Twitter es información en estado puro. Es cierto que
la lectura es más superficial y por
eso se necesita otra más reposada.
cambia la vida. En febrero de 2014
conseguimos acceso a un barco de
la marina italiana que estaba patrullando el Mediterráneo, producto de
un naufragio de 300 personas. ver el
primer bebé que sacan de la patera,
con el llanto, que parece un grito
ronco de la Tierra quejándose, es
algo que te conmueve. En 2015 hay
un millón de personas que huyen de
Siria, Afganistán, Irak. Todo ese río de
gente entrando en Europa; se cierra
el acceso en Hungría y empiezan a
entrar por Croacia. ver ese drama en
las fronteras es terrible.
estadounidenses condenados a
muerte que lograron demostrar su
inocencia. Estos tuvieron suerte. El
verdadero autor del crimen fue un
policía, pero recogieron a otro porque pasaba por allí. El corto es una
historia de lucha por la justicia y la
amistad, después de pasar por ese
infierno. Con el estrés postraumático, quedaron en libertad y cada uno
fue sobreviviendo como pudo. Años
después, se fueron juntando en una
asociación que se dedica en un país
polarizado como Estados Unidos a
convencer a la gente cara a cara de
acabar con la pena de muerte.
× por qué gastar 20 minutos en leer
si en ese tiempo puedo saber todo
lo que pasa en el mundo. Detrás del
libro La grieta hay una obsesión,
contar algo que normalmente vemos
de forma fragmentada: los refugiados. Este drama diario que nos llega
por noticias: “2.000 personas rescatadas, 27 personas mueren”. Y de
pronto decidimos hacer, a partir de
× ¿cómo la ves de acá a unos años?
los reportajes publicados en El País,
De momento siguen llegando. El año × ¿estuvieron con las personas sentenciadas? Los acompañamos en
una historia con principio y final. En
pasado eran cerca de un millón de
cinco viajes a Estados Unidos y el redos horas alguien abre un libro, que
personas, o un número salvaje similar. Hay estudios que hablan de que
portaje llevó seis años. Conseguimos
tiene el estilo fragmentado porque está hecho en novela gráfica, y
Europa se tiene que dar cuenta de
sacarlo adelante en 26 minutos. Hay
puede entender el mundo con sus
que es una población envejecida,
que meterse en todos los fregados
causas y consecuencias. Si tienes
mientras que África tiene una tasa
que puedas como periodista. Yo estaba freelance, y con un compañero
un montón de tuits te falta hilar esos
de natalidad mayor. Desde luego no
decidimos ir con dinero de nuespuntos, porque una noticia se supuedes poner vallas gigantes. Tendrás que pensar en un mejor reparto.
perpone a la otra y se parece a estos
tro bolsillo. Al poco tiempo, salió un
¿Por qué las inversiones tienen calugares arqueológicos que están en
nuevo viaje, conseguimos que un
pacidad de cruzar las fronteras y no
la Antigua Siria, un cúmulo de civiliproductor de California pusiera dizaciones que conforman un monte y
nero, hicimos un trailer, le interelas personas? La metáfora que utiliya no se sabe quién vive ahí.
só a una productora. Así es el cine,
zan, sobre todo los mandos policiaparece. El gran apoyo fue Amnistía
les, es el mar: puedes poner barreras
× ¿cómo fue el impacto de esa novela
Internacional, a último momento.
pero van a entrar por otro lado.
r fica Una persona me dijo que
× ué tal estu o la fiesta de los Go a
estuvo a punto de dejarlo todo para × ¿hay un antes y un después de estos viajes por europa? En tres años
Se celebra en un hotel a las afueras
irse a ayudar a los refugiados. Muchas de las preguntas que nos hade trabajo el gran cambio que perde Madrid; es como para hacer un
cíamos eran incluso absurdas: ¿tiene
cibí es mi posición sobre Europa,
documental. La mayoría de los actores y actrices se alquilan una haalgo que ver la guerra entre Ucrania
porque todos los valores que decía
y rusia con lo que sucede en Siria?,
defender los estaba incumplienbitación y se convierte en la locura.
do. Cuando Europa siempre ha sido
¿tiene algo que ver la presencia rusa
“Hay una fiesta en tal habitación”,
tierra de refugiados. Las fronteras
se comienza a rumorear. Por un lado,
en Siria con la llegada de refugiados?
volvieron a surgir por los recelos
está la fiesta de los ganadores, hay
Es un libro de preguntas, sobre todo,
entre países y volvió a surgir el naotra de los perdedores. vienen los
que ha tenido buenos comentarios.
cionalismo, esa cosa tribal que ha
críticos que se quieren dejar ver, a
acabado con reino Unido fuera de la
× Junto a carlos spottorno y otros
algunos les hacen caso. Esa noche
Unión Europea. Trump es un reflejo
colegas realizaron el corto multiquedó abierta la puerta de un cuarto,
media A las puertas de Europa. ¿Qué
de ese mundo tribal.
uno de los empleados del hotel se
momentos fueron bisagra en el enllevó unas joyas. Hubo unos días de
tendimiento del fenómeno migrato- × también cruzaste el atlántico para
misterio hasta que el hombre devolvió lo robado y no pasó más nada.
trabajar en un corto sobre cuatro
rio? El viaje en sí ha sido algo que te
rutas 110 | 111
texto fernández de palleja ilustración alejandro vá zquez
piel
padre
transparente pétalo de seda,
prado luminoso que oscurece
al sol, estrellas de café
con leche, ruta sin accidentes,
justamente ondulada, territorio
que conquista al caminante,
brazos sutiles, espalda,
mármol frescamente tibio,
ni ayer ni mañana,
nieve tórrida que hubieran
escrito cervantes, lope,
Quevedo y Góngora,
hay que tocarla para saber
que existe y no es sólo
literatura.
De mi padre heredé el peinado,
la forma de agarrar el mate,
Defensor y la brújula de fierro
para el camino,
él, por su parte, recibió
un legado de melancolía,
de rías, de campo, un Peñarol
del cuarenta y nueve
que me llegó, nos hemos ido
pasando las palabras
y los silencios, mi abuelo
cruzó el atlántico para comer,
mi padre la dictadura
y yo estoy a la orilla
de algo que desconozco
lento 2017 #54 | diccionario de poesía
o tal vez estoy cruzando
muerto de miedo o de miopía,
no sé si soy de acá,
si soy emigrante o lo seré,
me paralizo cuando juegan
Peñarol y Defensor,
y tampoco sé
si seré padre.
pose
un lago quieto
sacándose una foto
se inquieta, posa.
LENTO 2017 #53 | CHAPITA BOLD GRIS 80
LENTO 2017 #53 | CHAPITA BOLD GRIS 80
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