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Informe de coyuntura social 2021-2022

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2
La información para la elaboración de este estudio se concluyó de recopilar el
12 de octubre de 2022
Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social
FUSADES
Una publicación del Departamento de Estudios Sociales • DES
Informe anual 2021-2022
Prohibida la reproducción total o parcial de este informe,
sin previa autorización de FUSADES.
Antiguo Cuscatlán, El Salvador, Centroamérica
ISSN 2218-6859
5
Índice general
Pág
Presentación
Resumen ejecutivo
i
iii
Situación social en breve
1
Generación de oportunidades económicas y sociales
1
Funcionamiento de las instituciones
8
Vínculos sociales y valores
11
Conclusiones
12
Referencias
13
Accesibilidad de salvadoreños a servicios públicos de empleo
Empleo digno como requisito esencial para una buena calidad de vida
17
18
Servicios públicos de empleo en El Salvador
20
Intermediación laboral y orientación laboral
22
Migración laboral
25
Reflexiones en torno al acceso a SPE
26
Orientaciones de política pública
28
Referencias
30
La educación a dos años de pandemia en El Salvador: resultados
y expectativas a futuro
Fortalecer la educación como un bien público para promover y sostener el
bienestar social
Continuidad educativa y calidad de los aprendizajes a dos años de
pandemia en El Salvador
El problema de la educación salvadoreña comparado con otros países
de la región
La respuesta a la emergencia: un vistazo a las medidas adoptadas
Cambios en la cobertura y el acceso a la educación hasta el bachillerato
Consecuencias en la calidad de los aprendizajes
La educación de cara al futuro: ¿cuál es el plan?
Conclusiones y algunas recomendaciones
Referencias
Anexos
35
36
38
38
38
41
47
52
54
56
59
64
Anexo 1. Indicadores
Anexo 2. Glosario de indicadores
6
Índice de gráficas
Pág
Gráfica 1. Porcentaje de personas en situación de pobreza monetaria por área
Gráfica 2. Porcentaje de personas en situación de pobreza monetaria extrema
Gráfica 3. Porcentaje de personas en situación de inseguridad alimentaria por
área
Gráfica 4. Porcentaje de hogares receptores de remesas
Gráfica 5. Desempeño del país en gobernabilidad y democracia
Gráfica 6. Promedio anual de trabajadores formales
Gráfica 7. Personas colocadas a través de Intermediación Laboral (IL) y atendidas con Orientación Laboral (OL)
Gráfica 8. Escolaridad promedio de la población de 6 años o más 2012-2021
Gráfica 9. Tasas netas de asistencia nacionales por quintil de ingreso
(porcentajes)
Gráfica 10. Porcentaje de estudiantes desertores por nivel educativo
Gráfica 11. Pruebas diagnósticas 2021: porcentaje de aciertos por materia
y grado
2
3
4
7
9
19
23
41
45
46
49
Índice de cuadros
Cuadro 1. Bolsas de empleo del Ministerio de Trabajo disponibles en el
territorio nacional
Cuadro 2. Escolaridad promedio de la población de 6 años o más por quintil de
ingreso
Cuadro 3. Evolución de la matrícula por sector, zona y sexo
Cuadro 4. Resultados esperados del Plan Sectorial de Educación al 2030
24
42
43
53
Índice de ilustraciones
Ilustración 1. Hogares con acceso a servicios básicos
Ilustración 2. Indicadores de empleo y condiciones laborales
7
3
6
Presentación
El Informe de Coyuntura Social del Departamento de Estudios Sociales (DES) permite conocer los problemas sociales que han afectado a la población durante el
último año y generan opinión sobre el nivel de bienestar. Asimismo, muestra la
evidencia (indicadores) existente para dar cuenta de la situación social que estos
problemas reflejan, cómo han evolucionado las políticas y programas públicos, y
cuáles son las valoraciones de diferentes actores sociales acerca de la dinámica
social.
El informe está basado en el seguimiento de la coyuntura mensual, especialmente
en las áreas de pobreza, educación y las políticas sociales en general, mediante
una metodología diseñada para registrar y clasificar, dentro de categorías de análisis, las noticias de los medios de comunicación y fuentes fidedignas de información nacionales e internacionales. La selección de problemas sociales, con mayor
presencia en la opinión pública, que se abordan en cada informe se realiza con
base en la frecuencia de noticias; y su análisis se combina con la revisión de los
indicadores y la bibliografía disponible.
El Informe de Coyuntura Social 2021-2022, en particular, incorpora el enfoque de
cohesión social, desigualdad y desarrollo de capacidades humanas en el análisis.
Ante la diversidad de áreas por trabajar para mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, resulta necesario generar información clave y robustecer el conocimiento para la toma de decisiones de políticas públicas efectivas que contribuyan
a promover y sostener el bienestar social. En este sentido, en este informe se profundiza en cómo fortalecer la política social para la inserción laboral, y la formación de las habilidades y capacidades humanas con miras al futuro.
i
Resumen ejecutivo
Resumen ejecutivo
La emergencia del coronavirus provocó cambios importantes en la vida de la población salvadoreña y planteó nuevos retos para su desarrollo. Además de las implicaciones que tuvo en el ámbito de salud, fue posible
identificar efectos importantes de la pandemia en la pobreza, el empleo y la educación, siendo particularmente afectados los grupos de población en condición de vulnerabilidad, tales como: las mujeres, los adultos
mayores, la niñez y la adolescencia. Ante esta situación, ha adquirido mayor relevancia el acceso a servicios
públicos, que las personas puedan tener, para poder generar capacidades y contar con oportunidades de
trabajo e ingresos. De esta forma, se estaría contribuyendo a que, en un escenario posterior a la pandemia,
puedan contar al menos con las herramientas y recursos básicos que necesiten para poder autogestionar su
desarrollo.
Por tanto, a dos años de la emergencia causada por el COVID-19, surgen las siguientes interrogantes: ¿cuáles
transformaciones debería suscitar la política pública ante el estado actual de la situación social salvadoreña?,
¿qué tan accesibles son los servicios públicos de empleo para la población de El Salvador?, y ¿cuáles perspectivas a futuro tiene la educación en el país considerando los efectos de la pandemia?
Por una parte, El Salvador ha logrado algunos progresos en aspectos como la pobreza monetaria, la inseguridad alimentaria y el acceso a servicios básicos. No obstante, aún persisten retos por superar en relación con
la erradicación de la pobreza extrema y el mejoramiento de la calidad de los servicios sociales que se prestan
a la población, sin dejar de lado la igualdad de oportunidades para acceder a ellos. También se evidencia una
mayor fragilidad en el Estado de derecho y menos garantías al cumplimiento de derechos fundamentales.
Paralelamente, todavía es necesario realizar esfuerzos adicionales para
incrementar la confianza entre pares y el arraigo hacia los lugares de origen. En este contexto, las políticas
públicas tienen un rol trascendental en la generación de condiciones para mejorar la calidad de vida de las
personas, a través del desarrollo de capacidades que propicien el logro de bienestar sostenible.
Por otra parte, la pandemia del coronavirus provocó impactos negativos en el mercado laboral salvadoreño,
incrementado así las dificultades económicas para el desarrollo de la población. Asimismo, el reciente aumento del costo de la vida constituye un riesgo para el alza de la pobreza, generando mayores presiones para
que las personas decidan buscar oportunidades en el extranjero. Estrategias como los Servicios Públicos de
Empleo (SPE) tienen la capacidad de facilitar el vínculo entre oferta y demanda laboral, de tal manera que los
hogares puedan contar con recursos económicos fundamentales para lograr una buena calidad de vida. Sin
embargo, el acceso a estos servicios, en El Salvador, es a veces limitado por aspectos como la información, los
recursos disponibles y los canales para su provisión. Al respecto, es importante que las políticas públicas tengan en cuenta buenas prácticas que se han identificado con potencial para contribuir a superar los obstáculos
al acceso a Servicios Públicos de Empleo.
iii
En cuanto a educación, la implementación de la estrategia de continuidad educativa pretendía garantizar
el acceso a este derecho, al menos de manera remota, durante la pandemia. A pesar de esto, las estadísticas
revelan un estancamiento en la escolaridad promedio, desaceleración en el crecimiento de la tasa neta de
asistencia nacional, inequidades en la cobertura y acceso a educación, y persistencia de la deserción como un
problema importante. Además, los resultados de pruebas como Conociendo mis Logros y Avanzo refuerzan
la percepción general de que la educación presencial genera mayores niveles de aprendizaje. El país cuenta
con planes vigentes que pretenden mejorar la educación, pero para que sus logros sean sostenibles, aparte de
recursos financieros, se necesitan datos, información y diálogo que permitan lograr el compromiso de diferentes actores a sumar esfuerzos por mejorar el acceso a educación de calidad.
En este informe se hace uso de información disponible para mostrar el estado actual de la situación social del
país, en general, así como de las áreas de empleo y educación, específicamente. Los temas se abordan empleando una perspectiva macro, al mismo tiempo que se ofrecen propuestas para que las políticas públicas
puedan enfrentar los retos identificados en las distintas temáticas. Lo que se pretende es proporcionar elementos que aporten al diseño de estrategias que contribuyan al fortalecimiento de capacidades y el acceso a
oportunidades de desarrollo de la población salvadoreña.
A continuación, se resumen los capítulos incluidos en este documento:
Situación social en breve
El Salvador, en consonancia con el mundo, enfrenta tiempos que demandan ajustes y respuestas integrales que tengan en consideración los desafíos presentes y futuros que atañen a la población. Para
ello, se ha apuntado a la relevancia del trabajo en colaboración entre públicos y privados, así como a
establecer objetivos comunes con base en las situaciones locales. En este escenario, es fundamental
el fortalecimiento de la cohesión social, ya que considera tanto la creación de bienestar en la sociedad, como el funcionamiento de las instituciones para satisfacer las demandas de la población y la
construcción de integración y gestión de la sociedad para fines comunes. Por tanto, permite un desarrollo inclusivo y centrado en la mejora de la calidad de vida de las personas.
Desde el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y a pesar de las repercusiones de la pandemia por COVID-19, los salvadoreños han experimentado avances. Se ha reducido la
pobreza monetaria y la inseguridad alimentaria moderada y severa, con progresos tanto en la ruralidad, como en la urbanidad; a la vez que se han generado leves mejoras en cuanto al acceso a servicios básicos. En 2021, 28 de cada 100 personas se encontraron en situación de pobreza por ingresos,
mientras que 13 de cada 100 afrontaron inseguridad alimentaria y, en ambos casos, los resultados del
área rural difieren de los relacionados a los urbanos en cuatro puntos porcentuales, en detrimento de
los primeros. Sin embargo, siguen siendo tareas pendientes de abordar: la erradicación de la pobreza
extrema, la calidad y equidad de los servicios que recibe la población, y problemas estructurales en
cuanto al mercado laboral salvadoreño, particularmente respecto a las mujeres y los jóvenes.
iv
Resumen ejecutivo
Por otro lado, también se evidencian retos relacionados con la efectividad de las instituciones para
la edificación de un ambiente propicio para el desarrollo. Estadísticas de entidades internacionales
dan cuenta de los desafíos del Estado de derecho y de la necesidad de fortalecer la institucionalidad
democrática y los mecanismos de control. También, se requieren esfuerzos para garantizar la movilización de recursos para la erradicación de la pobreza multidimensional y la generación de capacidades humanas en vías del cumplimiento de objetivos comunes de nación. Si bien el país mostró en
2021 el crecimiento del volumen de la actividad económica, aún se mantienen desafíos en el logro
de mayor competitividad en comparación con otros países y en cuanto al aprovechamiento de la
etapa productiva de los salvadoreños.
En la calidad de los vínculos se aprecian oportunidades de mejora. No existe un involucramiento
activo en elecciones presidenciales o legislativas, y los vínculos con otros y con los lugares de origen
siguen mostrando debilidades: solo 13 de cada 100 salvadoreños manifiestan confiar en otros y la
intención de migrar es levemente superior a un tercio de la población, con 45 de cada 100 jóvenes
indicando considerar vivir en el extranjero.
En las políticas públicas reside el potencial para generar condiciones que atiendan los espacios de
mejora para que los salvadoreños experimenten mayor calidad de vida. Al respecto, se apuntan dilemas por resolver en cuanto a la creación de respuestas que sean integrales, sostenibles, con consideración de largo plazo y que aprovechen las oportunidades de colaboración interinstitucional, tanto
dentro del Estado, como con privados. Por tanto, se renuevan recomendaciones para la construcción
de una protección social efectiva, que posibilite el desarrollo de capacidades para el goce de bienestar presente y futuro.
Accesibilidad de salvadoreños a servicios públicos de empleo
La situación económica es una de las principales barreras identificadas por los salvadoreños para
su desarrollo. En este sentido, contar con un trabajo digno es esencial, ya que esto permite que las
personas cuenten con fuentes de ingresos que pueden utilizar para mejorar su calidad de vida. Sin
embargo, no todos tienen acceso a oportunidades con las cuales puedan generar, al menos, recursos
económicos básicos: en promedio entre 2015 y 2019, alrededor del 6.7% de la población económicamente activa (PEA) salvadoreña estaba desempleada. Aparte de eso, aún más que la desocupación,
es la falta de un empleo digno la que representa un desafío para la población. Por ejemplo, en el
mismo período, más de dos tercios de los trabajadores estaban en empleos informales y alrededor
del 40%, en promedio, de los ocupados en el área urbana estaban subempleados. Más recientemente, como consecuencia de la pandemia de coronavirus, la situación laboral de algunos empeoró,
pues, además de la reducción de oportunidades de trabajo, la emergencia provocó un crecimiento
del sector informal y disminución en la calidad del empleo en el país.
v
Por otra parte, entre 2021 y 2022, se ha experimentado un proceso acelerado de inflación, impulsado sobre todo por el incremento de precios de los alimentos. Esta situación disminuye el poder de
compra de la población y presiona el alza de la pobreza, lo cual solo puede contrarrestarse a través
de empleo e ingresos. Sin embargo, cuando hay dificultades de acceso a recursos necesarios para
poder llevar a cabo un proyecto de vida en el país de origen, algunas personas optan por buscar
oportunidades en el extranjero. Es por esto que, de todas las causas de migración, son los factores
económicos los que tienen una mayor preponderancia en la decisión de emigrar de los salvadoreños.
Ante lo fundamental que es contar con recursos económicos para alcanzar una buena calidad de
vida, evitar caer en pobreza y no recurrir a la migración irregular, es clave el apoyo que el Estado pueda brindar para vincular exitosamente a las personas con ofertas de trabajo formales. En este sentido,
los SPE son una estrategia que puede contribuir a disminuir la brecha entre oportunidades de trabajo
y quienes las buscan. La función de estos es planificar y ejecutar políticas del mercado de trabajo que:
ayuden a las personas a encontrar empleo y que las empresas cubran vacantes, faciliten ajustes del
mercado laboral y que amortigüen el impacto de transiciones económicas.
En El Salvador, desde el gobierno central, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) presta
SPE como la intermediación laboral, la orientación laboral y la migración laboral. De forma similar,
algunos gobiernos locales también ayudan a la población en acciones para buscar y conseguir un
empleo. A pesar de esto, es posible identificar elementos que, si su disponibilidad es insuficiente,
constituyen barreras para el acceso de la población a SPE, tales como: la información sobre la oferta
de servicios, los recursos para su implementación, y los canales a través de los cuales son provistos.
Algunas orientaciones y buenas prácticas para superar estos obstáculos desde las políticas públicas
incluyen: promover sinergias entre niveles de gobierno, implementar estrategias multicanal para
proveer SPE, identificar aquellos medios que son más adecuados para atender a determinados grupos poblacionales y trabajar en asocio con entidades no gubernamentales.
La educación a dos años de pandemia en El Salvador: resultados y
expectativas a futuro
Para contrarrestar los efectos de la pandemia en la educación, en El Salvador se implementó la estrategia de continuidad educativa. Las medidas adoptadas para afrontar el cierre de escuelas lograron
mantener el sistema escolar funcionando, mitigando los efectos de la pandemia mayormente en la
cobertura. En esa medida, se observa un estancamiento en la escolaridad promedio de la población
de 6 años o más en apenas 7 años de estudio; y, una tendencia hacia la desaceleración en el crecimiento de la tasa neta de asistencia nacional. Esta última apenas creció de 69.16% en 2019 a 69.98%
en 2021. Además, prevalecen las inequidades en la cobertura y el acceso a la escuela, en detrimento
de la población de la zona rural, los estudiantes de bajos ingresos y los hombres. De hecho, en 2020,
la deserción continuó siendo un problema importante, especialmente en la educación media. El porcentaje de estudiantes que abandonó la escuela en este nivel educativo fue relativamente mayor en
el sector público (10.5%) que en el privado (3.7%), en la zona urbana (9.1%) comparada con la rural
(8.4%) y en el sexo masculino (11.3%) en relación con el femenino (6.7%). Si bien es cierto que es
vi
Resumen ejecutivo
bueno seguir apuntalando la educación de las mujeres, valdría la pena explorar qué está pasando
con la permanencia de los hombres en la educación secundaria. Garantizar el derecho a la educación
para todos, demanda mejorar la provisión de servicios educativos y responder con la misma eficacia
a las necesidades diferenciadas de formación, superando las barreras de acceso que puedan enfrentar los estudiantes según el lugar donde residen, su nivel socioeconómico y su sexo.
La baja calidad de los aprendizajes se mantiene y posiblemente se haya profundizado durante la
pandemia. La prueba Conociendo mis Logros de 2021 constata el deterioro en el aprendizaje acumulado a lo largo de los años de estudio. Las pruebas Avanzo de 2020 y 2021, en contraste, demuestran
que el nivel de logro global de más de la mitad de los estudiantes que completan el segundo año de
bachillerato se mantiene en el nivel básico o intermedio. Los resultados de ambas pruebas también
refuerzan la existencia de niveles de depresión y ansiedad que ameritan atención en cierto grupo de
estudiantes, principalmente de tercer ciclo y bachillerato. A través de la evidencia disponible, también se comprueban las dificultades para recibir clases en línea que experimentaron muchos estudiantes, al no tener acceso a dispositivos con conectividad a Internet. Además, aunque se hicieron los
mejores esfuerzos para garantizar la educación, al menos, de manera remota, la percepción general
es que la educación presencial es mejor para asegurar los aprendizajes.
Mejorar la educación ha sido y continúa siendo una prioridad urgente, por lo cual contar con un
plan que apunte en esa dirección es sumamente valioso. El Salvador posee tres planes de educación
elaborados por la actual administración de gobierno que tienen esa orientación: el Plan Estratégico
Institucional 2019-2024 (PEI), el plan Mi Nueva Escuela y el Plan Sectorial de Educación 2022-2030
(PSE). Este último es el que pareciera tener mayor peso técnico, considerando su nivel de desarrollo,
su visión de largo plazo y su articulación con los otros dos planes. Es importante dar a conocer el contenido del PSE y explicar su vinculación con el PEI y, especialmente, el plan Mi Nueva Escuela, considerado uno de los principales proyectos estratégicos de la actual administración de gobierno. El país
tiene la oportunidad de ejecutar el PSE completamente en los próximos años. Sin embargo, para
lograr su sostenibilidad se necesitan no solo recursos financieros, sino también otros complementos
importantes. Entre ellos se destaca el compromiso de todos los actores y la generación de datos e
información que permitan aportar al diseño e implementación de las políticas y los programas que
se requieran, dándoles el respectivo seguimiento. También se requiere establecer un diálogo serio y
amplio sobre cómo sumar a los esfuerzos para mejorar el acceso a una educación de calidad, a partir
de la visión, los objetivos y las acciones del PSE. La expectativa a futuro es haber implementado con
éxito el proceso de reforma integral de la educación que durante la pandemia ha sido anunciado.
El Informe de Coyuntura Social 2021-2022 se enfoca en el acceso de la población a servicios sociales y ofrece
algunas propuestas para que el Estado pueda contrarrestar los desafíos que dificultan que las personas puedan beneficiarse de tales apoyos. Dichas propuestas resultan a partir del análisis sobre el estado de la situación social del país, la provisión de servicios públicos de empleo y la capacidad de acceso de las personas a
estos, así como la situación de la educación salvadoreña, posterior a la pandemia, y sus expectativas a futuro.
vii
Se espera que los aportes aquí brindados sirvan de insumo para enriquecer el diálogo informado y técnico sobre los problemas que más afectan a la población y cómo contribuir a mejorar la calidad de vida. Estos análisis
también podrían ser útiles en el diseño de políticas públicas y programas que promuevan el desarrollo de capacidades y el acceso equitativo de los salvadoreños a oportunidades económicas y sociales, en un contexto
posterior a la emergencia provocada por el coronavirus.
viii
Situación social en breve
Para encaminar la actuación de los gobiernos, en conjunto con privados, se requiere el
establecimiento de objetivos comunes y el
conocimiento de la situación local.
El mundo atraviesa tiempos de profunda incertidumbre y retrocesos en materia social (UNDP, 2022;
UNDP y OPHI, 2022; Social Progress Imperative,
2022). En este contexto, han surgido recomendaciones que señalan la necesidad de ajustes y respuestas variadas de política pública con miras en el
largo plazo (Banco Mundial, 2022a); incluyendo la
creación de capacidades en el sistema público, la incorporación de aprendizajes y medidas preventivas,
además de ampliar el espacio para la coordinación
y cooperación (Banco Mundial, 2020). Sin embargo,
la data social evidencia que las privaciones de las
personas se traslapan de forma diferenciada entre
las regiones y países (UNDP y OPHI, 2022). Por tanto, para encaminar la actuación de los gobiernos,
en conjunto con privados, se requiere el establecimiento de objetivos comunes y el conocimiento de
la situación local.
que multidimensional. En este sentido, se evalúan
los avances y retos pendientes en torno al desarrollo de cohesión social en el país, ya que incorpora
la medida en que se avanza en la construcción de
bienestar en la sociedad, así como el grado de integración y gestión entre los miembros para este
fin (FUSADES, 2018a). Por tanto, se utilizan como
marco de análisis las tres dimensiones que nutren a
la cohesión social: 1) la generación de oportunidades económicas y sociales, 2) la legitimidad de las
instituciones regidas por un Estado de derecho y 3)
la construcción de vínculos sociales y valores compartidos (FUSADES, 2018a). Para el estudio de estos
pilares se retoman los indicadores sociales disponibles en el anexo 1 de este informe, que han sido
agrupados bajo este marco, y se complementa con
otras fuentes de acceso público. Si bien se retoma la
información más reciente, en algunos casos se dispone de data previa a 2021. Finalmente, en aquellos
casos que la información disponible lo permite, se
relaciona con el cumplimiento de los ODS.
Respecto al primero de estos aspectos, es de interés
nacional e internacional el logro de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS). El país, junto con la comunidad internacional, suscribieron el compromiso
de materializar avances para 2030, creando para
ello agendas nacionales con acciones priorizadas
para el logro del desarrollo y la creación de oportunidades. En el caso salvadoreño, se han definido
metas e indicadores nacionales, y se han realizado
revisiones de avance por parte de la Secretaría Técnica y de Planificación de la Presidencia (SETEPLAN)
y el Consejo Nacional para el Desarrollo Sostenible
(CNDS). Sus respectivos informes exponen que los
esfuerzos deben ser mayores en diversos ámbitos
(SETEPLAN, 2019; CNDS, 2022). No obstante, un
desarrollo económico y social que sea inclusivo y
centrado en mejorar la calidad de vida de las personas, se asocia con la calidad de la institucionalidad
democrática del país, así como con el grado de
cohesión social del mismo (FUSADES, 2018a).
Este capítulo pretende robustecer el conocimiento
sobre la situación social salvadoreña desde un enfo-
1. Generación de oportunidades
económicas y sociales
En esta dimensión, se constata el grado en que los
esfuerzos de una sociedad son traducidos en ganancias en el bienestar de sus integrantes, así como
el grado en que garantizan derechos básicos, igualdad de oportunidades e inclusión social (FUSADES,
2018a, pp. 13, 14 y 26). Como consecuencia, se estudia el acceso a servicios sociales y de protección
ante riesgos, al igual que las oportunidades disponibles para generar ingresos o de movilizarse. Se
destaca que en este informe se ampliará acerca del
empleo y educación en los siguientes capítulos, por
lo que su desarrollo en este apartado se hará desde
una perspectiva macro.
1
Situación social en breve
Además, la brecha de población en situación de
pobreza monetaria por área se ha acortado. Hasta
2015, al comparar el área rural y urbana, la primera superaba a la segunda en siete puntos, mientras
que en 2021 ha descendido a cuatro puntos: 30 de
cada 100 personas viven en condición de pobreza
en la ruralidad, mientras que en la urbanidad son
26 de cada 100. Este acortamiento se ha generado
en medio de avances y retrocesos en el periodo, y
puede asociarse con mejoras en ambas áreas, particularmente previo al inicio de la pandemia; pero en
2021 se observa un escenario similar al de 2019. En
consecuencia, se ha pausado el cierre de esta
brecha.
Pobreza por ingresos
El país había experimentado una disminución constante de población y hogares en situación de pobreza monetaria en los años previos al inicio de
la pandemia por COVID-19. Entre 2015 y 2019 los
hogares que no contaban con los recursos suficientes para cubrir el doble de una canasta básica alimentaria habían descendido, pasando de 35 a 23
de cada 100 (véanse indicadores en anexo 1). Así
también, en términos de personas, se descendió
de 41 a 27 de cada 100 (véase gráfica 1). Sin embargo, en 2020, tras los efectos socioeconómicos de la
pandemia, la pobreza incrementó, principalmente
por el aumento de la pobreza extrema (FUSADES,
2021, pp. 4 y 13). En 2021, de acuerdo con los datos
de la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC, 2022), el 24.6% de los hogares y el 27.8%
de la población se encuentra en situación de pobreza monetaria, lo que significa un 6% y 3% menos
que el año previo, respectivamente. No obstante, al
comparar con 2019, ni a escala nacional, ni por área
geográfica, se evidencia una mejora en este indicador. Es decir que, en 2021 disminuyeron los niveles
de pobreza monetaria, pero aún no se alcanzan los
resultados de 2019.
Un desafío pendiente es el compromiso adquirido
en razón del ODS 1 (erradicación de la pobreza),
principalmente en cuanto al abordaje de la pobreza
extrema. De acuerdo con el Banco Mundial (2020),
la pandemia por COVID-9, los conflictos armados y
el cambio climático han revertido los avances en la
erradicación de la pobreza en el mundo, pero también están creando nuevos perfiles de pobres y se
prevé que los últimos dos continúen empujando a
mayores cantidades de personas a esta condición.
En El Salvador, tras el inicio de la pandemia, el porcentaje de la población en situación de pobreza
extrema creció un 60% (véase gráfica 2). Por tanto,
de acuerdo con la información de DIGESTYC (2022),
aunque se experimentó una reducción de 0.3 puntos porcentuales entre 2020 y 2021, 8 de cada 100
personas aún se encuentran en esta condición. Esta
prevalencia de la pobreza extrema corresponde a
una proporción intermedia a la observada en 20162017 y, de acuerdo con la misma fuente, implica que
12 de cada 100 niños se encontraron en situación de
precariedad, con diferencias entre lo urbano (10 de
cada 100) y lo rural (14 de cada 100). Esta realidad,
refuerza la necesidad de atender la problemática,
para prevenir que se desarrollen bajo restricciones
presupuestarias que pongan en riesgo su vida presente y futura.
Gráfica 1. Porcentaje de personas en
situación de pobreza monetaria por área
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC.
2
Gráfica 2. Porcentaje de personas en
situación de pobreza monetaria extrema
A pesar de las mejoras, aún persisten brechas entre la población urbana y rural (véase anexo 1), así
como desafíos en la calidad de los servicios. En
2015, las disparidades en cuanto al acceso eran del
20% para el agua por cañería, del 7% para la electricidad y del 6% para los servicios sanitarios. Desde
entonces, se ha marcado una tendencia decreciente en el acortamiento de estas diferencias, con tres
excepciones ligadas al inicio de la pandemia por
COVID-19: en 2020 respecto al acceso a agua por
cañería y a electricidad, y en 2021 respecto a los servicios sanitarios. Con todo, persiste una brecha de
16 puntos porcentuales entre el acceso a agua por
cañerías de los rurales (80%) y de los urbanos (96%).
Además, el 21% de los hogares no disponen de este
servicio en su vivienda, porcentaje que se mantiene desde 2017 (FUSADES, 2018b). De acuerdo con
los compromisos internacionales, estas brechas debiesen cerrarse para 2030 (CNDS, 2022, pp. 58-63).
Así también, a 2022 se reflejan avances modestos
en la satisfacción de la población con la calidad del
agua y en la proporción de quienes acceden a saneamiento con altos estándares. En el país, el 74%
de la población se encuentra satisfecha con el agua
de su área de residencia, mientras que el 63% tiene
acceso a tipos de baños mejorados (Social Progress
Imperative, 2022).
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC.
Acceso a servicios sociales básicos
Al explorar las variaciones en cuanto al acceso a
infraestructura básica en el país se observan lentos avances en los últimos años (véase anexo 1). En
2015, más del 95% de hogares contaban ya con acceso a electricidad y a servicios sanitarios, mientras
que 87 de cada 100 accedían a agua por cañería. En
los años siguientes, los primeros dos servicios han
incrementado pausadamente hasta abarcar al 98%
y 99% de la población, respectivamente (véase ilustración 1). El acceso a agua, en cambio, ha presentado un comportamiento menos estable, con retrocesos en 2017 y 2020. A 2021, nueve de cada diez
hogares salvadoreños acceden a fuentes de agua
por medio de cañería.
Salud y nutrición
La cobertura de seguros médicos es escasa en el
país y presenta retos por abordar. En 2019, los datos de DIGESTYC indican que el país obtuvo el mayor porcentaje histórico de población cubierta por
algún seguro médico -ya sea público, con aportes
individuales, o privado-, superando solo levemente
un cuarto de los salvadoreños (25.3%). En el periodo
previo a este máximo los cambios fueron pequeños,
Ilustración 1. Hogares con acceso a
servicios básicos
90.0%
Agua por cañería
97.9%
Electricidad
98.8%
Servicio sanitario
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC
sobre 2021.
3
Situación social en breve
esta situación, y la menor brecha entre las áreas
geográficas (diferencia de 4 puntos porcentuales).
Además, de acuerdo con los datos del índice de progreso social de 2011 a 2022 (Social Progress Imperative, 2022), la prevalencia de la desnutrición en la
población, y los riesgos de retraso del crecimiento
en niños y de una dieta baja en frutas y vegetales
también han descendido a los menores valores históricos, representando el 8.5% de la población, así
como riesgos de 9.6 y 58.2, respectivamente. Por
tanto, aun a pesar de los efectos de la pandemia por
COVID-19, son plausibles los avances logrados y demuestran espacios de mejora para el logro de dietas
suficientes y balanceadas.
marcando un rango de variación de casi 2 puntos
porcentuales. En el periodo posterior, con el inicio
de la pandemia por COVID-19, se han experimentado leves retrocesos y en 2021 la población cubierta
fue el 24.6%. Además de esta baja cobertura, existe
una brecha estructural entre la población urbana
(31.9%) y la rural (12.8%), y se acrecentó entre 2020
y 2021 debido, principalmente, a que descendió el
porcentaje de personas del área rural con seguro
médico. En el país, aquellos individuos que no están
cubiertos por seguros médicos, públicos o privados,
pueden recurrir a la red pública del Ministerio de Salud (MINSAL). No obstante, con base en los datos de
Social Progress Imperative (2022) relacionados con
esta temática, en El Salvador la cobertura de los servicios básicos de salud puntúa con 69 de 100 máximos, mientras que el acceso a cuidados de salud de
calidad se cataloga como desigual (puntuación de
1.13, donde igualitario equivale a cuatro y desigual
a cero) y solo el 55% de la población indica satisfacción con la disponibilidad de estos. Por tanto, existe
posibilidad de mejora en términos de la oferta de
cuidados de salud para la garantía de este derecho
sin dejar a nadie atrás.
Son plausibles los avances logrados y demuestran espacios de mejora para el logro
de dietas suficientes y balanceadas.
Gráfica 3. Porcentaje de personas en
situación de inseguridad alimentaria
por área
En cuanto a aspectos de nutrición se evidencian
avances hacia el cumplimiento de la meta 2.1 del
ODS 2: “Hambre cero” (véase SETEPLAN, 2019, p.
67). A partir de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) de 2016, El Salvador incorporó
preguntas para medir la inseguridad alimentaria de
acuerdo con la Escala Latinoamericana y Caribeña
de Seguridad Alimentaria (ELCSA). Con estos parámetros, se han registrado disminuciones en el predominio de la inseguridad catalogada como moderada y severa, con una única excepción en 2020
(ver gráfica 3). En 2021 este indicador presentó los
niveles más bajos, con 13 de cada 100 personas en
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC.
4
De forma análoga, hasta 2020 la mortalidad infantil
y las inscripciones de embarazos en mujeres de 10
a 19 han tenido descensos decrecientes. Los dos indicadores mostraban en ese año los resultados más
bajos en la historia del país (véase anexo 1). Si bien la
meta 3.2 del ODS 3 (Salud y bienestar) ya había sido
superada (SETEPLAN, 2019, p. 67; FUSADES, 2018b,
p.3), es positivo que el indicador de mortalidad infantil continúe en descenso. A su vez, el descenso
en la fecundidad entre adolescentes contribuye al
cumplimiento de la meta 3.7. Por otro lado, la mortalidad materna ha presentado un descenso de 2.7
muertes por cada 100,000 nacidos vivos entre 2011
y 2022, pero ha evidenciado leves aumentos desde
2018 (Social Progress Imperative, 2022).
igualitario equivale a cuatro y desigual a cero) (Social Progress Imperative, 2022).
La tasa neta de asistencia de parvularia a educación
media presenta un leve aumento en los últimos
años, pero no una tendencia positiva claramente
definida. Cálculos propios con datos de DIGESTYC
indican que la tasa promedio de crecimiento anual
entre 2015 y 2019 fue de 0.5%, que, además de ser
baja, presentó alta variabilidad: en dos años no
consecutivos se experimentó decrecimiento, mientras que en otros dos existió incrementos de más
de un punto porcentual. Así también, entre 2019 y
2021 el porcentaje de la población en edad escolar, cursando el nivel que le corresponde, se amplió
menos de un punto porcentual. En suma, desde el
establecimiento de los ODS en 2015, este indicador
ha aumentado un 3.3% y, a 2021, 7 de cada 10 niños y jóvenes en edades de asistir de parvularia a
educación media estudian en su nivel respectivo.
En este aspecto, existen diferencias tanto por sexo
como por área, siendo mayores las proporciones de
urbanos (8 puntos más que los rurales) y mujeres
(2 puntos más que los hombres) quienes efectivamente están en el sistema educativo. Si bien la
diferencia por área ha estado reduciéndose en los
últimos años, la relacionada al sexo ha tenido un
comportamiento más variado, ampliándose desde
2019.
Educación
En 2021, la prevalencia del analfabetismo en el país
y la escolaridad promedio de la población tienen
valores similares a los de 2019. Los datos de DIGESTYC (2022) indican que 10 de cada 100 salvadoreños
de 10 años y más no saben leer ni escribir. Sin embargo, en el área rural incrementa la proporción de
personas en esta condición a 15 de cada 100, por lo
que se diferencia del área urbana en más de 8 puntos porcentuales. Para este aspecto, aunque aún es
un área por trabajar, se han presentado mejoras en
los últimos años y se han acercado los valores rurales de la tasa de analfabetismo a los urbanos. A su
vez, el número de años de estudio aprobados por
la población de 6 años y más es de 7.1 (DIGESTYC,
2022). En este indicador educativo también existe
un diferencial a favor de los urbanos, que logran 2.6
años más de escolaridad que sus pares rurales (véase anexo 1). En este caso, también se ha acortado la
distancia entre ambas zonas, aunque a una velocidad menor. Sin embargo, se valora el acceso a una
educación de calidad como altamente cercano a un
escenario desigual, donde no está garantizado para
todos, ni les permite el ejercicio de sus derechos
básicos como adultos (puntuación de 0.73, donde
Empleo y condiciones laborales
En 2021 se recuperó el nivel de ocupación de la población económicamente activa. Las personas que
han sido absorbidas por la fuerza laboral representan el mismo porcentaje que previo al inicio de la
pandemia por COVID-19 (véase ilustración 2). Esto
implica que, a diferencia de la crisis económica anterior (2008-2009), y a pesar de que los efectos en
2020 fueron más pronunciados, con mayores repercusiones para las mujeres, la recuperación ha
5
Situación social en breve
ocurrido en un tiempo menor (Oliva Cepeda, 2022).
Además, se han reducido las brechas en la tasa
de ocupación por área y sexo, representando casi
igualdad entre sí.
Los jóvenes que no reportan actividad laboral, ni
encontrarse educando, han incrementado y evidencian brechas significativas por área y sexo. En 2021,
tres de cada 10 jóvenes indicaron no buscar trabajo
o estudiar, pero si se evalúa por sexo se encuentra
que cuatro de cada 10 mujeres entran en esta categoría, cuando entre los hombres la relación es solo
de uno a 10. Es decir, que la brecha entre ellos es
de más de 25 puntos porcentuales, algo que ha variado poco, incluso desde antes del establecimiento
de los ODS. Esto, además, concuerda con las tendencias de país que indican que las proporciones
de mujeres fuera de la fuerza laboral se mantienen
casi invariables debido al trabajo de cuidados no remunerados que realizan dentro del hogar, una actividad que acrecentó los requerimientos de tiempo en el periodo del confinamiento (Oliva Cepeda,
2022). Además, también existen diferencias entre la
población urbana y rural, en detrimento de los rurales (nueve puntos de diferencia).
Sin embargo, han incrementado quienes se encuentran en subempleo y persisten bajos niveles
de cobertura de seguridad social. Por segundo año
consecutivo, los ocupados urbanos que desempeñan labores que no cumplen con las características
de un empleo formal han aumentado. En 2021, los
subempleados representaron el segundo porcentaje histórico más alto que ha registrado el país (véase
anexo 1). Adicional, afecta más a las mujeres (46.9%)
que a los hombres (40.0%). Por otro lado, se reportó un leve crecimiento de la población cubierta por
seguridad social, recuperándose el descenso en
2020, pero representa solo a 3 de cada 10 personas
en la fuerza laboral y la cobertura es superior entre
los urbanos con 18 puntos más que los rurales. En
consecuencia, hay amplios desafíos por mejorar las
condiciones laborales en las que se encuentran inmersos los salvadoreños.
Expectativas socioeconómicas
Desde la población, las perspectivas del ingreso familiar y de si mejorará su situación económica presentan tendencias contrastantes. Por un lado, de
acuerdo con los datos de Latinobarómetro, entre
2015 y 2020 se presentó un periodo de incremento,
con máximo en 2017, seguido de un descenso respecto a la satisfacción con el ingreso percibido por
la persona y el que recibe su familia, en conjunto.
No obstante, la opinión de los hombres mejoró levemente en 2020, por lo que el descenso global está
más relacionado con la disminución de perspectivas positivas entre las mujeres. Por otro lado, desde
2016 ha aumentado la proporción de personas que
consideran que su situación económica, individual
y familiar, será mejor en el próximo año. Si bien en
cuanto a las expectativas futuras, los hombres y
mujeres muestran opiniones similares (6 de cada 10
opinando positivamente), existen diferencias
Ilustración 2. Indicadores de empleo
y condiciones laborales
Ocupación
93.7%
de la PEA
Subempleo
43.2%
de ocupados urbanos
Seguridad social
28.5%
de la PEA
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC
sobre 2021.
6
Gráfica 4. Porcentaje de hogares
receptores de remesas
respecto a la satisfacción actual: entre los hombres
5 de cada 10 expresan que les permite cubrir satisfactoriamente sus necesidades, mientras que entre
las mujeres se reduce a 4 de cada 10. Por tanto, se
encuentran diferencias por sexo al considerar los ingresos presentes, pero los salvadoreños muestran,
principalmente, expectativas positivas ante el futuro. Además, encuestas de opinión reflejan crecientes preocupaciones por las temáticas económicas,
con más de la mitad de la población catalogándolo
en 2022 como el principal problema que enfrenta el
país (Delgado et al., 2022; IUDOP, 2022).
Migración y remesas
Los hogares con familiares en el extranjero, los que
reciben remesas y los montos de estas han incrementado. De los hogares salvadoreños, 15 de cada
100 indican tener a algún familiar residiendo en el
exterior, con diferencias entre las áreas geográficas:
19 de cada 100 entre los rurales y 13 de cada 100 entre los urbanos. Una brecha similar existe entre los
hogares que reciben remesas, con 29 de cada 100
en el área rural y 24 de cada 100 en el área urbana.
Ambos indicadores han sobrepasado sus valores
prepandémicos, pero se evidencia una tendencia
de crecimiento en la recepción de remesas desde
2018 (véase gráfica 4). Además, para este indicador
se ha acortado la brecha por área, principalmente
debido al aumento entre los hogares urbanos. Pese
a aún no igualar los valores de 2018 y 2019, el monto medio de remesas mensuales por hogar también
ha mostrado recuperación (ver anexo 1).
Fuente: Elaboración propia con datos de DIGESTYC.
Seguridad ciudadana
De acuerdo con las fuentes oficiales, el país ha registrado mejoras en cuanto a la seguridad de sus
habitantes. De 2015 a 2020, los delitos que atentan
contra la vida de las personas, incluidas las extorsiones, mostraron disminuciones. De ellos, la tasa de
homicidios y la cantidad de desapariciones son las
que más han descendido, llegando a representar el
19% y 29% de los valores de 2015, mientras que las
extorsiones y privaciones de libertad equivalen al
60% de las estadísticas de ese año. Si bien en este
punto de comparación ha sido el año más violento
en la historia contemporánea del país en términos
de pérdidas de vidas, la tasa de homicidios a 2020
es la más baja entre los registros (véase anexo 1).
De las desapariciones, en 2021 se evidenció un incremento, lo que contrasta con la tendencia decreciente que había presentado hasta 2020, mientras
que las extorsiones y privaciones de libertad han
mostrado comportamientos más variables, pero
con tendencia general al descenso. Con todo, en
7
Situación social en breve
Calidad de la democracia y del
Estado de derecho
2020 se contabilizaron 1,341 homicidios y 879 privaciones de libertad, y en 2021 se registraron 1,715
extorsiones y 641 desapariciones. A pesar de estos
avances, hasta junio de 2022 las encuestas de opinión reflejaban que más de un tercio de la población consideraba la violencia e inseguridad como el
problema más grave que enfrenta el país (Delgado
et al., 2022; IUDOP, 2022), algo que coincide con la
media desde 2021. No obstante, en septiembre de
2022, el Instituto Universitario de Opinión Pública
(IUDOP) refleja que solo 2 de cada 10 catalogan este
aspecto como el principal problema, un resultado
similar al de finales de 2020 y que coincide con mayores preocupaciones por la economía.
El Salvador experimenta desafíos en cuanto al Estado de derecho y el funcionamiento de las instituciones. El Banco Mundial mide cómo se desempeñan
las naciones, desde la percepción de los mismos
ciudadanos, mediante los Indicadores de Gobernabilidad (Worldwide Governance Indicators). De 2015
a 2021, el país ha retrocedido en puntuación y ranking, en los seis aspectos considerados, presentando los mayores retrocesos en cuanto a la calidad regulatoria, el Estado de derecho, y la voz y rendición
de cuentas (véase gráfica 5a). De igual manera, el
Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA, por sus siglas en inglés) evalúa el funcionamiento de los países mediante cinco atributos, de los cuales presenta puntuaciones
por país para cuatro de ellos (véase gráfica 5b). En
el mismo periodo mencionado, el país muestra un
avance en cuanto a la representatividad del gobierno, pero detrimentos en los demás aspectos, siendo
la más amplia en cuanto a los derechos fundamentales. Un escenario similar se ilustra desde el índice
de progreso social, en el que los componentes de
derechos personales, y de libertad y elección han
descendido 15 y cinco puntos de 100 posibles entre
2015 y 2022 (Social Progress Imperative, 2022).
Por otro lado, los datos del índice de progreso social
muestran mejoras más modestas. El componente
de seguridad personal, medido en una escala de
0 (extremo negativo) a 100 (extremo positivo), ha
aumentado poco más de cuatro puntos entre 2015
y 2022 (Social Progress Imperative, 2022). De los indicadores que le integran, los mayores cambios se
reflejan en cuanto a la violencia interpersonal y el
robo de dinero, que han experimentado reducciones en las estadísticas de más del 50%.
2. Funcionamiento de las
instituciones
En este apartado se explora la legitimidad de las instituciones del Estado, el mercado y la familia. Estas
influyen en la capacidad de la sociedad para mantenerse unida y en el logro y sostenibilidad de su
bienestar (FUSADES, 2018a, pp. 12-14). Por tanto, se
explora su desempeño y cuánto permiten el desarrollo económico y social de los salvadoreños.
8
Gráfica 5. Desempeño del país en gobernabilidad y democracia
Nota: El atributo de “Compromiso participativo” no tiene valor agregado por país.
Fuente: Elaboración propia con base en Banco Mundial (2022) e IDEA (2021).
El Banco Mundial cataloga el primero de estos aspectos como débil, una clasificación que mantiene
desde hace varios años (FUSADES, 2018b, p. 6). IDEA
(2021), por su parte, considera al país con un régimen democrático, pero con un desempeño bajo.
Los resultados expuestos advierten desafíos y necesidades de mejora en cuanto al Estado de derecho y
en relación al fortalecimiento de la institucionalidad
democrática.
valor de 2015, y era solo un par de puntos superior
al porcentaje de 2020. Por tanto, según consta en
la segunda revisión voluntaria del progreso de implementación de los ODS (CNDS, 2022, p. 29), aún
se requieren esfuerzos para acelerar los logros y garantizar movilización de recursos para poner fin a la
pobreza en todas sus dimensiones.
En cuanto a los ramos de educación y salud se registran incrementos de inversión respecto al PIB.
Comparado a 2015, se ha aumentado la primera
en 0.67 y la segunda en un punto, llegando hasta
el 4.6% y 3.5% del PIB, respectivamente. Aunque
estos montos también son superiores a las medias
históricas, y a sus respectivos intervalos de confianza, aún presentan retos para el logro de los ODS. En
cuanto a educación, se ha ampliado, en total, menos de un punto porcentual en la década y se desconoce si estas alzas han estado ligadas a inversiones de impacto en la calidad educativa. En cuanto
a salud, la Organización Panamericana de la Salud
(OPS) recomienda invertir, al menos, el 6% del PIB
Financiamiento público para el
desarrollo
El financiamiento del área social (sin incluir el monto de pensiones) muestra un comportamiento variable desde 2015. Al contrastar con el tamaño de
la economía, hasta 2017 se evidenció un leve descenso, pero incrementó hasta representar el 10.1%
del PIB en 2020 (véase anexo 1). Si bien, en 2021 se
redujo en 0.3 puntos, sigue siendo mayor que el
promedio histórico, que ronda el 8%. No obstante,
representaba menos de la mitad del gasto del gobierno, se había reducido en comparación con el
9
Situación social en breve
en este ramo, con un 30% de ese porcentaje dirigido a atención primaria (OPS, 2017, p. 35; OPS, mayo
de 2022; OPS, 2022). Respecto al último punto se
advierte que, de acuerdo con los informes de gestión financiera del Estado, hasta 2019 se destinaba
más del 30% de la erogación en salud para atención
primaria, pero el peso de este ha disminuido en
2020 y 2021, y la proyección de gasto para 2022 y
lo destinado en la propuesta para 2023 continúa la
tendencia de descenso.
ción con el resto. Debido a la COVID-19, se dispone
de resultados de la versión 2019-2020 en el primero
de ellos, y de 2020 en cuanto al segundo, pero ambos incorporan información prepandémica. Al compararse con el resto de naciones evaluadas, entre
2015 y 2019, El Salvador había evidenciado avances
y retrocesos en ambos ámbitos, ya que su posición
en el ranking no ha presentado una tendencia clara de mejora o empeoramiento (véase anexo 1). De
ambas, el desempeño más variable lo había experimentado el segundo de estos índices, con movimientos de hasta 23 posiciones entre un año y otro.
Con todo, los últimos datos disponibles ubicaban
al país en la posición 103 de 141 naciones respecto
a su productividad, mientras que en la posición 91
de 190 respecto a las regulaciones que favorecen
o restringen la actividad empresarial. Estos resultados indican que existían mayores retos respecto
al primer aspecto, que inclusive colocaban a El Salvador por detrás de sus vecinos centroamericanos
más cercanos -Honduras ocupaba la posición 101 y
Guatemala la 98-, cuando en el segundo aspecto les
superaba -posiciones 133 y 96-, respectivamente.
Economía y clima de negocios
Respecto al desempeño económico del país, el volumen de la actividad comercial se ha elevado. En
2021, el Banco Central de Reserva de El Salvador
(BCR, s.f.) estima un crecimiento de más del 10% del
producto interno bruto, mostrando los incrementos
más altos en cuanto a las actividades de recreación,
las mismas áreas que presentaron los mayores retrocesos durante 2020. Desde 2014, año que sirve
como parámetro de referencia para la nueva serie
encadenada del índice de volumen, el rubro que
más ha aumentado es el de actividades de servicios varias (más de 80%), que desde 2020 incorpora
actividades de los hogares como empleadores. Les
siguen a ellas las de servicios administrativos y de
apoyo, así como las de atención de la salud humana
y de asistencia social, que han crecido en más del
30%, con el mayor impulso entre 2020 y 2021.
Composición familiar
La estructura de las familias salvadoreñas ha mostrado cambios en las últimas décadas y se han acercado los tamaños medios de los hogares en los distintos grupos poblacionales. En los años noventa, 3
de cada 10 hogares estaban bajo la jefatura de una
mujer y tenían en promedio entre 4 y 5 miembros,
con los tamaños más grandes en el área rural o en
situación de pobreza. Con el transcurso de los años,
se están acercando a los 3 miembros en promedio,
cerrando la brecha por área, y han incrementado a
4 de cada 10 los hogares en los que la jefatura la
ejerce una mujer. No obstante, hasta 2021, los datos
de DIGESTYC reflejan una media de 4 miembros en
los hogares en situación de pobreza por ingresos.
Además, los indicadores internacionales relacionados con el clima de negocios en el país mostraban,
previo a la pandemia, un comportamiento errático.
Por un lado, el Foro Económico Mundial (FEM) ha
evaluado anualmente la competitividad de los países, mientras que el Banco Mundial ha enfocado sus
esfuerzos en la facilidad para realizar negocios. En
ambos casos, se emiten puntuaciones en un índice
y ranking que permite comparar los progresos de
las naciones y cómo se desempeñan en compara-
10
3. Vínculos sociales y valores
Estos cambios en la estructura de la población han
modificado la relación de dependencia que se observa en el país y las prioridades de política pública
requeridas. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), (2020, p.
168), este indicador expresa una aproximación de
cuántas personas inactivas deberían ser solventadas económicamente por las que participan en la
fuerza laboral. En los años noventa, de acuerdo con
los datos de DIGESTYC, los menores de 15 años y
los mayores de 65 y más (población teóricamente
dependiente) representaban un poco más de tres
cuartos del resto de la población. Es decir que, por
cada 100 personas económicamente activas, en
esa década se estimaban 78 que dependían de los
ingresos familiares, o del soporte gubernamental,
para la satisfacción de sus necesidades. En 2021,
en cambio, esta relación ha descendido a casi un
medio, con diferencias de 7 puntos en cuanto a las
áreas geográficas. Por tanto, se estimarían 50 dependientes por cada 100 personas activas, y en la
zona rural es levemente superior la proporción de
personas que requieren de apoyo económico. Estos
resultados implican que, en términos comparativos,
en la actualidad hay mayor urgencia por medidas
de política pública en relación con el empleo y emprendimiento, para lograr que las personas en edad
de trabajar puedan generar ingresos en esta etapa
de su vida. Sin embargo, debe considerarse que la
población avanzará hacia la ancianidad, por lo que
serán necesarias también políticas en función de
este periodo de vida, como atención de salud para
adultos mayores, seguridad económica, protección
social u otras (CEPAL, 2009, p. 14). Al respecto, se
destaca que, mientras que la población ha aumentado un 22% en las últimas tres décadas, los adultos
de 65 o más crecieron poco más de un 128%.
En cuanto al tercer pilar de la cohesión social, se explora a continuación la calidad de los vínculos entre
las personas y los grupos, evaluando el sentido de
pertenencia, solidaridad y unión respecto a un proyecto común (FUSADES, 2018a, pp. 13-14 y 25-26).
Cooperación e involucramiento por
parte de la sociedad civil
La participación electoral de los salvadoreños se
muestra en niveles con amplias posibilidades de
mejora. Desde que hay elecciones libres, tras los
Acuerdos de Paz, la mayor participación se ha registrado en una elección presidencial, en 2004 con
el 67.4% del padrón electoral. De estas, en 2019 se
registró la más baja participación desde inicio de
siglo, con el 51.9% del padrón asistiendo a ejercer
su derecho constitucional al sufragio. En cuanto a
las elecciones legislativas, en 2021 se incrementó la
participación, con lo cual una de cada dos personas
habilitadas votó; pero desde 2006, máximo registrado, es la tercera menor participación en estos procesos democráticos.
En otros aspectos de este componente se observa
que la confianza interpersonal mejoró levemente,
pero sigue siendo baja en el país. En 2020, 16 de
cada 100 hombres indicaron que pueden confiar en
la mayoría de las personas, mientras que entre las
mujeres se encuentra a 13 de cada 100 expresando
esta confianza en otros. Si bien ambos valores son
superiores a los de 2018, representan poca fiabilidad en los demás, y son valores inferiores a los de la
última década.
11
Situación social en breve
Además, en los salvadoreños se continúa evidenciando deseos de emigrar. En 2020, similar a los resultados promedio entre 2015 y 2018, 34 de cada
100 salvadoreños mostraban intención de migrar,
pero este interés aumenta a 45 de cada 100 entre
los jóvenes. Si bien la consideración de vivir en otro
país ha sido históricamente superior en este grupo poblacional, en 2020 se experimentó el mayor
porcentaje de jóvenes que mostraron interés de
emigrar y, con ello, se marca también la mayor diferencia respecto a los resultados nacionales (véase
anexo 1). Por otro lado, continúan existiendo diferencias relacionadas con el sexo de los salvadoreños, siendo más los hombres con intenciones de vivir en el extranjero, pero esta brecha se ha acortado
en los años recientes. Al respecto, se ha apuntado
ya que la propensión a migrar se incrementa cuando los vínculos con el lugar de origen no son fuertes
(Flores, 2022), por lo que estas expresiones de la intención de dejar el país son señales de bajo arraigo
en los territorios.
con probabilidad de alimentarse inadecuadamente,
o sin acceso al recurso hídrico o saneamiento con
un estándar de calidad. También existen progresos
en los ámbitos de salud y educación, principalmente respecto al primero de estos; pero persisten áreas
de mejora en términos de igualdad y calidad. Por
otro lado, si bien la economía se ha recuperado en
cuanto a ocupación, persisten desafíos estructurales, ligados a la inactividad y la informalidad, que
afectan más a la población rural, joven o femenina.
A su vez, la población expresa insatisfacción con sus
ingresos actuales, mientras tienen perspectivas positivas respecto al futuro y se perciben señales de
mayor seguridad.
Adicionalmente, prevalecen desafíos en cuanto a
los componentes de institucionalidad y vínculos
compartidos, ambos también necesarios para la organización y gestión en función de la producción
de bienestar social (FUSADES, 2018a). Informes internacionales advierten que existen desafíos en el
Estado de derecho, mientras que aún se requieren
mayores esfuerzos para movilizar recursos en áreas
de desarrollo social, como salud y educación. Del
lado de la población, existe bajo involucramiento
de la sociedad en comicios electorales, una escasa
confianza en otros e intensiones de emigrar del país.
4. Conclusiones
En este capítulo se han evaluado los avances y retos,
tanto coyunturales como estructurales, en materia
social. Por su multidimensionalidad e interrelación
con el desarrollo de capacidades, se exploraron los
resultados de indicadores relacionados con las tres
dimensiones que nutren a la cohesión social en el
ámbito nacional. En consecuencia, se han presentado hallazgos que esbozan progresos en materia
social, pero también áreas que ameritan particular
atención, con diferencias en cuanto a las características de la población.
En consecuencia, el país presenta una diversidad de
áreas por trabajar para mejorar la calidad de vida de
los salvadoreños. Aunque han existido progresos en
este camino, se mantienen problemáticas de fondo
y se ha debilitado el pilar de las instituciones y su
funcionamiento. Estas condiciones pueden suponer
retrasos para el logro de avances de mayor alcance
o dificultades para la colaboración entre públicos y
privados. Por tanto, se obstaculiza el potencial de
acción en el largo plazo, así como retomar las recomendaciones nacionales e internacionales en función de un El Salvador con más oportunidades para
todos.
Las oportunidades para el desarrollo de capacidades
evidencian un escenario de mejoras variadas, pero
problemáticas de raíz pendientes de abordar. Han
existido avances en términos de pobreza monetaria, pero aún hay personas en condiciones precarias,
12
En este escenario, un papel fundamental para la superación de los desafíos reside en el potencial de
las políticas públicas. Por definición, estas debiesen
estar orientadas a solventar asuntos de carácter público (Lahera, 2004) y, entre ellas, la política social
debiese posibilitar el desarrollo de las capacidades
para el goce de bienestar presente y futuro, por lo
cual debe anticiparse a potenciales riesgos o problemáticas (FUSADES, 2016). En consecuencia, la
política social es relevante para la reacción ante situaciones de emergencia, ya que permite la gestión
en conjunto con otras políticas para mitigar impactos negativos, así como articular medidas de corto,
mediano y largo plazo en atención a los grupos con
vulnerabilidad en una sociedad (Cuéllar-Marchelli
et al., 2020). Sin embargo, debido a que se carecía de un sistema de protección social fuerte, para
muchas familias la pandemia por COVID-19 generó
una encrucijada entre la atención de la salud o la
estabilidad económica (FUSADES, 2021).
nada entre las instituciones públicas; v) resultados
de corto plazo versus beneficios de mediano-largo
plazo, lo que se refleja en la voluntad de la continuidad de esfuerzos con efectos futuros; y vi) inversión
de corto plazo versus sostenibilidad de la inversión,
lo que requiere el establecimiento de objetivos a lo
largo del tiempo en vía de la consecución del bienestar social. Aunque hay ciertos avances en cuanto
a la gestión de la política social, se han identificado
también oportunidades de mejora claras respecto
a la capacidad técnica del país, la planificación estratégica, la transparencia y rendición de cuentas,
la colaboración interinstitucional para lograr una
protección social en función de las necesidades de
los salvadoreños y en cuanto a la implementación
de las medidas (Cuéllar-Marchelli et al., 2020). Por
tanto, para la mejora de la calidad de vida de los
salvadoreños se requiere atender sus necesidades,
presentes y futuras, y esto es posible mediante la
mejora de la calidad de políticas públicas para que
estas permitan la construcción de una protección
social efectiva y sostenible.
En este escenario, un papel fundamental
para la superación de los desafíos reside en
el potencial de las políticas públicas.
Referencias
Banco Mundial (2020). Poverty and Shared Prosperity 2020: Reversals of Fortune. Washington, DC:
Banco Mundial. Obtenido de http://hdl.handle.net/10986/34496
Por tanto, líneas de acción viables se encaminan
al fortalecimiento y mejora de las políticas sociales, tanto en función de un diseño, como de una
implementación, integral y sostenible. En este aspecto, FUSADES (2016) ha señalado que es necesario resolver los dilemas de i) universalismo versus
focalización, creando un balance entre respuestas
sectoriales y asistenciales; ii) asistencia versus autogestión, lo que supone avanzar de una mitigación
de vulnerabilidades a la creación de capacidades
humanas para su desarrollo; iii) seguridad social
contributiva versus no contributiva, que se traduce
en no reducir la política social a la segunda de estas;
iv) política social integral versus segmentada, que
implica atender las problemáticas de forma coordi-
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Accesibilidad de Salvadoreños
a servicios públicos de empleo
La situación económica es una de las principales
barreras identificadas por los salvadoreños para su
desarrollo. Una encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas
(UCA), revela que, a finales de 2021, 43.2% de las
personas consideraba que aspectos como la pobreza, el alto costo de la vida y el desempleo constituían los principales problemas que enfrentaba el
país (IUDOP, 2022). En este sentido, contar con una
oportunidad de trabajo digno, que ofrezca las condiciones y recursos necesarios para mejorar la calidad de vida, es esencial. No obstante, factores como
la disponibilidad de oportunidades económicas
y las características de quienes buscan emplearse
provocan que no siempre sea fácil la coincidencia
entre oferta y demanda laboral. Ante esto, el Estado
ofrece Servicios Públicos de Empleo (SPE) como un
medio para facilitar ese encuentro y lograr la ocupación de un mayor porcentaje de la población. De
manera que, debido a su relevancia, es en este tipo
de política pública que se centra el análisis del presente capítulo.
abordaje de fuentes primarias se hizo con la finalidad de tener una mejor comprensión de la temática
estudiada, a través de la aproximación a las diferentes perspectivas de estas otras personas, quienes de
alguna manera se relacionan con el objeto de estudio.
Los hallazgos y el análisis han sido organizados en
tres secciones. La primera, aborda la importancia
de contar con un empleo digno para mejorar la calidad de vida de las personas y poder desarrollarse
en el lugar de origen. Al mismo tiempo, se plantea
cómo elementos coyunturales, como la emergencia
del coronavirus y los procesos inflacionarios experimentados recientemente, provocan que tener
acceso a una fuente de ingresos laborales sea una
necesidad aún más apremiante para la población
en la actualidad. La segunda sección, se enfoca en
los SPE, explicando en qué consisten y describiendo las características específicas de tres de ellos que
son ofrecidos en el país: la intermediación laboral,
la orientación laboral y la migración laboral. Luego,
a partir de la revisión de los SPE salvadoreños expuestos, se hacen reflexiones sobre el acceso de la
población a estos servicios, procurando identificar
posibles obstáculos que lo dificulten y proveyendo,
finalmente, algunas ideas para que puedan ser superados desde las políticas públicas.
Se han establecido los siguientes objetivos para el
desarrollo de este estudio: explorar el acceso de los
salvadoreños a SPE, identificar posibles barreras y
ofrecer propuestas para su abordaje. Los insumos
principales que han sido utilizados provienen de
fuentes secundarias de información. Pese a ello, en
el proceso de elaboración de este capítulo, también
se desarrollaron tres consultas directas con actores
relevantes para la temática desarrollada: personal
de una Bolsa de Empleo Municipal, equipo de un
programa de asistencia técnica para servicios de
empleo y tres jóvenes en búsqueda de trabajo. Este
17
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
Empleo digno como requisito esencial
para una buena calidad de vida
Realizar trabajos remunerados permite que las personas cuenten con fuentes de ingresos que pueden
utilizar para mejorar su calidad de vida. De acuerdo
con la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
desde el punto de vista de los trabajadores, los ingresos laborales representan una medida de su
poder adquisitivo y una aproximación a su nivel de
vida (OIT, 2022a). Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a oportunidades de trabajo con
las que puedan generar, al menos, una cantidad básica de recursos económicos. Tomando como referencia los indicadores del anexo 1 de este informe,
se evidencia que, según el promedio, entre 2015 y
2019, alrededor del 6.7% de la población económicamente activa (PEA) salvadoreña se encontraba en
desempleo.
Las estadísticas oficiales del Instituto Salvadoreño
del Seguro Social (ISSS) revelan que, entre febrero y
junio de 2020, se perdieron un total de 71,785 empleos formales (ISSS, 2021). Además de la reducción
de oportunidades de trabajo, la consecuencia de
esto fue un crecimiento del sector informal y una
disminución en la calidad del empleo en el país
(FUSADES, 2021). Los indicadores del anexo 1 de
este informe evidencian que, entre 2019 y 2020: la
proporción de la PEA desempleada pasó de 6.34%
a 6.89%, los ocupados urbanos con subempleo aumentaron de 37.4% a 39.6% y la PEA con seguridad
social bajó de 28.5% a 28.1%. Adicionalmente, algunas actividades económicas fueron más afectadas
que otras por las restricciones establecidas durante la pandemia para contener los contagios. Tal fue
el caso del comercio, los hoteles y los restaurantes;
áreas de trabajo donde suelen concentrarse grupos
vulnerables de la población, como las mujeres y los
jóvenes (Flores, 2020).
En El Salvador, aún más que la desocupación, es
la falta de un empleo digno, que garantice condiciones mínimas para el desarrollo, la que representa un desafío para la población. Por ejemplo, en el
mismo período de referencia, entre 2015 y 2019,
más de dos tercios de los trabajadores estaban en
empleos informales al ser menos del 30% de la PEA
la que contaba con beneficios de seguridad social.
Asimismo, alrededor del 40%, en promedio, de los
ocupados en el área urbana estaban en condición
de subempleo. Esto significa que, cerca de la mitad
de ellos, estaban percibiendo salarios inferiores al
mínimo establecido o estaban trabajando, involuntariamente, menos de 40 horas a la semana
(DIGESTYC, 2021).
Las pérdidas de empleo e ingresos causadas por el
coronavirus, provocaron que la tendencia a la baja
que la pobreza monetaria había mantenido en años
recientes, en El Salvador, se revirtiera en el 20201
(FUSADES, 2021). Aunque el promedio anual de
empleos formales en el sector público continuó creciendo constantemente, entre 2019 y 2021, a los del
sector privado les tomó dos años volver a alcanzar
niveles similares a los que estaban vigentes previo a
la pandemia (ver gráfica 6).
Los efectos de la emergencia provocada por el COVID-19 en el mercado de trabajo, deterioraron aún
más la situación laboral de algunos salvadoreños.
1
De acuerdo a datos de DIGESTYC (citados en FUSADES, 2021), entre 2010
y 2019, la población en pobreza por ingresos había disminuido de 42.5% a
26.8%, pero esta subió a 28.7% en 2020.
18
Gráfica 6: Promedio anual de trabajadores formales
1,000,000
864,753
900,000
884,828
841,709
800,000
694,389
700,000
697,462
663,605
600,000
500,000
400,000
300,000
200,000
187,366
178,104
170,364
100,000
0
2019
2020
Sector público
Sector privado
2021
General
Fuente: Elaboración propia con base en datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).
Por otra parte, entre 2021 y 2022, se ha experimentado un proceso acelerado de inflación. En 18 meses, la variación del indice de Precios al Consumidor
(IPC) ha presentado una tendencia marcada al alza,
pasando de 0.3% en enero de 2021 a 7.8% en junio
de 2022 (Argumedo et al., 2022; FUSADES, 2022). Según FUSADES (2022), estos han sido los valores más
altos observados desde agosto de 2011 y, aunque
todos los componentes de este indicador han sufrido incrementos, son los precios de los alimentos
los que han tenido aumentos más importantes, desde julio de 2021. En consecuencia, la misma fuente
(FUSADES, 2022), a partir de una Encuesta de Percepción de Consumidores, revela que el 36% de las
personas que fueron consultadas en mayo de 2022,
consideraba que la situación económica de su familia había empeorado en el último año. Al aumento
de precios han contribuido factores tales como la
invasión de Rusia a Ucrania, el cierre de puertos ante
el rebrote de la variante Ómicron del COVID-19, el
encarecimiento de materias primas y del combustible, entre otros (Argumedo et al., 2022).
La inflación disminuye el poder de compra de la
población y presiona el alza de la pobreza, lo cual
solo puede contrarrestarse a través de empleo e
ingresos (FUSADES, 2022). Sin embargo, cuando
hay dificultades de acceso a recursos necesarios
para poder llevar a cabo un proyecto de vida en el
país de origen, algunas personas optan por buscar
oportunidades en el extranjero. Es por este motivo
que, de todos los aspectos que constituyen causas
de migración, son los factores económicos los que
tienen una mayor preponderancia en la decisión de
emigrar de los salvadoreños (Argueta et al., 2018;
Abuelafia et al., 2019; Rivas, 2019). Según información publicada por la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM), entre enero de 2019 y
abril de 2022, cerca de seis de cada diez migrantes
que retornaron a El Salvador expresaban haber in-
19
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
tentado abandonar el país debido a su situación
económica (OIM, 2020; OIM, 2021; OIM, 2022a; OIM,
2022b).
base sólida para su proceso de desarrollo. Los impactos negativos causados por la emergencia del
COVID-19 en el mercado laboral hacen más difícil
que todos los salvadoreños, que buscan integrarse
a la vida económica del país, logren conseguir empleos dignos por sí mismos. En este sentido, se vuelve clave el apoyo que el Estado pueda brindar para
vincular exitosamente a las personas con ofertas de
trabajo formales.
En 2021, FUSADES tuvo la oportunidad de encuestar a 200 migrantes retornados de tres puntos del
país2 (Flores, 2022): a) Soyapango y alrededores, b)
Jiquilisco y Usulután, y c) los municipios de Tejutla,
La Reina, Nueva Concepción, La Palma y San Ignacio.
Cerca del 80% de estas personas habían intentado
irse del país por razones como la falta de empleo, los
bajos niveles de ingresos y las dificultades de acceso
a alimentos. Dos de cada tres expresaron que sí trabajaban antes de migrar, pero solo el 28.1% percibía
ingresos laborales superiores a los US$300 mensuales. De manera general, 62.5% de los encuestados
consideraba que incluso si se sumaba el ingreso de
todos los miembros del hogar, este no era suficiente
para cubrir todas sus necesidades. Además, en una
escala donde cero representaba la peor vida posible
y diez la mejor, cuatro de cada cinco asignaban un
puntaje menor o igual a cinco a la calidad de vida
que tenían antes de salir del país. Así, los hallazgos
de estas encuestas, también constatan que los factores económicos constituyen uno de los principales motivos por los que algunos salvadoreños optan
por migrar para poder desarrollarse.
Servicios públicos de empleo en
El Salvador
Anteriormente, FUSADES (2017) ha estimado que,
en promedio, 54,500 salvadoreños ingresan a la
fuerza laboral cada año a buscar trabajo por primera vez. No obstante, el país no se ha caracterizado
por tener un ritmo de generación de empleos formales suficiente para poder absorber la totalidad
de estas personas, tanto antes como después de la
emergencia por el coronavirus (Argumedo y Oliva,
2017; FUSADES, 2018; FUSADES, 2022). Además, a
los que buscan trabajo por primera vez se suman
todos aquellos que, aunque ya se encontraban ocupados, pierden su empleo y necesitan conseguir
uno nuevo. Esta situación representa un riesgo, ya
que mantenerse mucho tiempo en estado de desempleo da origen a otras problemáticas sociales
como la pobreza y la migración irregular.
Por tanto, es posible identificar lo fundamental que
es contar con recursos económicos como un medio
para alcanzar una buena calidad de vida y no caer
en pobreza. Esta necesidad se vuelve aún más imperante ante el reciente proceso inflacionario que se
ha experimentado y que ha incrementado el costo
de insumos esenciales para vivir, como los alimentos. En consecuencia, el acceso a oportunidades de
trabajo para generar ingresos también se convierte
en un elemento indispensable para la población,
pero no cualquier tipo de empleo, sino uno que garantice condiciones suficientes para constituir una
Una estrategia que tiene la capacidad para contribuir a disminuir la brecha entre oportunidades de
trabajo y quienes las buscan, la constituyen los servicios de empleo. Según la OIT (2012), estos buscan
equilibrar la oferta y demanda de empleo, por lo
que son cruciales para el buen funcionamiento del
mercado laboral. La misma fuente (OIT, 2012) afirma
que dichos servicios pueden ser provistos por los
gobiernos, siendo el Ministerio de Trabajo la entidad pública usualmente designada, y por agencias
de empleo privadas.
2
Esta actividad se realizó en el marco del proyecto “Vulnerabilidad de las personas migrantes retornadas frente al COVID-19: Retos y respuestas desde lo
local en el norte de Centroamérica”, financiado por el Centro Internacional de
Investigaciones para el Desarrollo (IDRC, por sus siglas en inglés) de Canadá.
20
En El Salvador, desde el gobierno central, el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) presta SPE,
a través del Departamento Nacional de Empleo, en
ocasiones en apoyo con otras instituciones, como
el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional
(INSAFORP) y la Comisión Nacional de la Micro y
Pequeña Empresa (CONAMYPE) (MTPS y GIZ, 2016).
De forma similar, algunos gobiernos locales también ayudan a la población en acciones para buscar
y conseguir un empleo, como es el caso de las alcaldías municipales de Sacacoyo, San Martín y Santa
Cruz Michapa, en cuyas páginas web y en su portal
de transparencia especifican prestar este tipo de
servicios. El Estado salvadoreño brinda estos servicios3 por su responsabilidad de garantizar el derecho al trabajo de la población, aspectos abordados
en los artículos 2 y 37 de la Constitución (GOES,
1983). Asimismo, en 1995 (OIT, 2022b), el país ratificó el Convenio 88 de la OIT relativo a la organización
del servicio del empleo, cuyo objetivo es que todo
miembro de la Organización Internacional del Trabajo, mantenga o garantice el mantenimiento de un
servicio público y gratuito del empleo, creando para
tal efecto un Sistema Nacional de Oficinas del Empleo
(GOES, 1995). Sin embargo, de las cinco funciones
de los SPE que han sido descritas, las prestaciones
por desempleo son las únicas que no existen en el
caso salvadoreño (BID et al., 2015; Pacheco, 2022).
Los SPE ayudan a que los trabajadores
encuentren empleo y que las empresas
cubran vacantes, facilitan ajustes del
mercado laboral y amortiguan el impacto de transiciones económicas.
El presente análisis está enfocado en los Servicios
Públicos de Empleo (SPE). La función de estos es
planificar y ejecutar políticas del mercado de trabajo que: ayuden a que los trabajadores encuentren
empleo y que las empresas cubran vacantes, faciliten ajustes del mercado laboral, amortigüen el impacto de transiciones económicas (OIT, 2012; BID et
al., 2015). De acuerdo con el BID, et al. (2015), los SPE
regularmente cumplen con las siguientes
funciones:
a) Intermediación laboral, por medio de la divulgación pública de oportunidades de trabajo, para facilitar el encuentro entre oferta y demanda.
b) Suministro de información sobre el mercado laboral, a través de la recopilación de datos sobre vacantes disponibles y potenciales postulantes.
c) Ajuste del mercado laboral, mediante la aplicación de políticas destinadas a acoplar la oferta y
demanda de trabajo.
En este capítulo se revisarán tres SPE provistos en
El Salvador: la intermediación laboral, la orientación
laboral y la migración laboral. Los dos primeros fueron seleccionados por ser de los que mayor cantidad de información, respecto a su implementación
y número de personas beneficiadas a través de
ellos, fue posible encontrar ya publicada. En cuanto
al tercero, se decidió abordarlo en este capítulo
d) Administración de prestaciones por desempleo,
que pretenden apoyar los ingresos de las personas
en esta situación.
e) Gestión de migración laboral, por medio de la
coordinación de la movilidad, entre fronteras geográficas, de perso nas que quieren utilizar y desarrollar sus habilidades en nuevos entornos de trabajo.
3
Portal de Transparencia de la Alcaldía Municipal de Santa Cruz Michapa:
https://www.transparencia.gob.sv/institutions/alc-santa-cruz-michapa/services/9596
Sitio web de la Alcaldía Municipal de San Martín: https://www.sanmartin.gob.
sv/CPanel/#team
Sitio web de la Alcaldía Municipal de Sacacoyo: https://sacacoyo.gob.sv/index.php/bolsa-de-empleo-alcaldia-municipal-de-sacacoyo/
21
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
por el nivel de relevancia que tiene en las políticas
de empleo vigentes. No obstante, se aclara que estas no son las únicas iniciativas que el Estado está
promoviendo actualmente para proveer SPE. Además, es importante hacer hincapié en que estos servicios pueden contribuir a reducir la brecha entre
oferta y demanda de trabajo, pero no son capaces
de resolver completamente este problema por sí
mismos. Esto, debido a que la inserción exitosa de
las personas al mercado laboral, también depende
de sus características personales y de las oportunidades de trabajo efectivamente disponibles. Por lo
que, los SPE necesitan ir acompañados de estrategias estatales relacionadas con el fortalecimiento
de la empleabilidad4 de los salvadoreños y a la generación de incentivos para crear nuevas fuentes
de empleo digno.
presentar, al menos, su Documento Único de Identidad (DUI) y hoja de vida actualizada (MTPS, s.f.a.;
MTPS y GIZ, 2016; MTPS, 2020a). Otras maneras para
ser registrados en la base de datos del Ministerio,
son el llenado y entrega del formulario de inscripción de demandantes de empleo en los kioscos
móviles informativos y ferias de empleo, o completando la versión digital del formulario colocado en
el sitio web www.renacempleo.gob.sv (MTPS y GIZ,
2016). En cualquiera de los casos, la información
que se registra de las personas interesadas incluye
los datos personales y de contacto, su formación
académica, sus conocimientos y habilidades, así
como el tipo de puesto de trabajo que busca y su
experiencia laboral previa (MTPS y GIZ, 2016).
En algunas ocasiones, quienes buscan empleo a través de los SPE, reciben además orientación laboral
como un apoyo adicional. De acuerdo con el MTPS
(s.f.b.), esta orientación consiste en brindar asesoría
e información sobre técnicas y estrategias que son
efectivas para buscar un trabajo. Al mismo tiempo,
incluye la exploración de aquellos aspectos personales, sociales y laborales que pueden ser determinantes al momento de conseguir y mantenerse
en un puesto de trabajo (MTPS, s.f.b.; MTPS y GIZ,
2016). En el Manual Operativo de los Servicios Públicos de Empleo (MTPS y GIZ, 2016) se indica que es
en el momento cuando una persona acude al MTPS
a solicitar apoyo en la búsqueda de empleo, que se
determina si requeriría también de orientación laboral. Por ejemplo, si se trata de la primera vez que
está buscando trabajo o si es alguien que no cuenta
con una hoja de vida.
Intermediación laboral y orientación
laboral
Promover el encuentro entre oferta y demanda de
empleo, a través de la intermediación laboral, es
una de las funciones básicas de los SPE. Según se
establece en el Manual Operativo de los Servicios
Públicos de Empleo (MTPS y GIZ, 2016), el Ministerio de Trabajo entiende a la intermediación laboral
como un grupo de actividades, planificadas y organizadas sistemáticamente, que permiten acercar a
las personas que buscan trabajo y las empresas que
ofrecen este tipo de oportunidades. El resultado esperado de estas acciones es el establecimiento de
relaciones contractuales, entre ambos tipos de actores, que satisfagan sus respectivas necesidades.
En la misma fuente (MTPS y GIZ, 2016) se especifica que quienes deseen recibir este servicio pueden
acercarse al MTPS para inscribirse como demandantes de empleo. Para hacer esto, las personas deben
La orientación laboral puede ser impartida de manera grupal o individual. En la primera modalidad,
se explica cuáles son los servicios que brinda el
MTPS, además de que se orienta sobre cómo elaborar una hoja de vida y cómo tener un desempeño
exitoso durante una entrevista de trabajo (MTPS y
GIZ, 2016). La segunda se brinda en aquellos casos
4
La empleabilidad se refiere a las competencias y cualificaciones transferibles
que refuerzan la capacidad de las personas para aprovechar las oportunidades
de educación y de formación que se les presenten con miras a encontrar y conservar un trabajo decente (OIT, s.f.).
22
que pueden requerir una atención más personalizada y acorde con el perfil de quien esté buscando
empleo; por ejemplo, población en situación de
vulnerabilidad, como las mujeres y los jóvenes, o
que ha estado desempleada por mucho tiempo. En
una orientación laboral individual se desarrolla el
mismo contenido que en las grupales. Sin embargo,
los servicios del MTPS se explican con mayor detalle
para identificar los que mejor respondan a las necesidades de la persona atendida, la hoja de vida
es elaborada o revisada in situ, y se presta especial
atención y asesoría sobre aspectos como la presen-
tación personal, el lenguaje verbal y corporal, y el
manejo de emociones (MTPS y GIZ, 2016).
Cuando el demandante de empleo ha recibido
orientación laboral, si aplica, y se ha inscrito en la
base de datos del MTPS, pasa a ser considerado en
los procesos de vinculación con oportunidades de
empleo que esta institución tiene registradas5 . Una
vez se identifican personas que cumplen con los
perfiles solicitados por los empleadores, estas son
remitidas por el Ministerio a las empresas para que
puedan entrevistarlos y decidir si contratarlas o no
(MTPS y GIZ, 2016).
Gráfica 7: Personas colocadas a través de Intermediación Laboral (IL) y atendidas con
Orientación Laboral (OL)
100,000
86,622
90,000
IL
80,000
OL
70,000
60,481
60,000
50,000
57,746
58,021
40,000
35,415
30,000
18,062
20,000
10,000
0
17,222
17,266
16,442
6,164
Jun 2016 - May 2017
Jun 2017 - May 2018
Jun 2018 - May 2019
Jun 2019 - May 2020
Jun 2020 - May 2021
Nota: Por ser el documento más reciente con estadísticas de ese período, los datos de personas colocadas, entre junio de 2016
y mayo de 2019, fueron retomados del informe de labores del MTPS correspondiente a junio de 2018 – mayo de 2019.
FUENTE: Elaboración propia con base en datos publicados en memorias de labores del MTPS.
5
Para captar las necesidades de personal, los gestores de empleo del MTPS
realizan visitas presenciales a las empresas o se contactan telefónicamente
con estas (MTPS y GIZ, 2016). Los empleadores también pueden ponerse en
contacto directo con la oficina del Ministerio de Trabajo más cercana para hacer uso de la intermediación laboral (MTPS, s.f.a.).
23
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
En la gráfica 7, se muestran datos oficiales, incluidos
en las memorias de labores del MTPS, sobre personas colocadas en puestos de trabajo, a través de la
intermediación laboral, y atendidas con servicios de
orientación laboral, en años recientes. En promedio,
17,248 personas obtuvieron empleo con apoyo de
los SPE, entre junio de 2016 y mayo de 2020. No
obstante, este número se redujo cerca del 65%, entre junio de 2020 y mayo de 2021, posiblemente influenciado por los efectos negativos de la pandemia
de COVID-19. Por su parte, con orientación laboral
se han logrado beneficiar a cerca de 60 mil personas
anualmente, excepto entre junio de 2018 y mayo
de 2019 cuando esta cantidad superó los 80 mil. El
coronavirus también provocó cambios en este servicio, entre junio de 2020 y mayo de 2021, pues el
cierre económico obligó a adoptar una estrategia
virtual para seguir brindándolo (MTPS, 2021).
La intermediación laboral y la orientación laboral,
entre otros SPE, es brindada por el MTPS en oficinas
o “Bolsas de Empleo” que tiene ubicadas en los 14
departamentos del país (ver cuadro 1). Adicionalmente, algunos gobiernos locales también prestan
este tipo de servicios por medio de ventanillas a cargo de personal de las municipalidades. Ejemplos de
estas son las ya mencionadas alcaldías municipales
de Sacacoyo, San Martín y Santa Cruz Michapa. Sin
embargo, durante el desarrollo de este análisis no
fue posible encontrar información sobre cuántas
iniciativas de este tipo se encuentran funcionando
actualmente o su ubicación precisa en el territorio
nacional. A pesar de esto, el Manual Operativo de
los Servicios Públicos de Empleo (MTPS y GIZ, 2016)
afirma que, como parte de su estrategia de territorialización de servicios y de articulación interinstitucional, el MTPS monitorea y se coordina con estas
entidades para apoyar los esfuerzos realizados para
acercar SPE a la población.
Cuadro 1. Bolsas de empleo del Ministerio de Trabajo disponibles en el
territorio nacional
Fuente: Elaboración propia con base en información provista por la Unidad de Acceso a la Información Pública del
MTPS (2022a), MTPS (2022b), MTPS (s.f.a.) y MTPS (s.f.b.).
24
Migración laboral
RREE, 2020). El objetivo original era, a partir de 2020,
conceder mil visas de trabajo temporal para que
salvadoreños pudieran laborar en la nación norteamericana; sin embargo, la pandemia de COVID-19
obligó a detener el programa (MTPS, 2020b).
La gestión de visas de trabajo temporal en el extranjero ha sido planteada como un componente
novedoso dentro de la estrategia actual del MTPS
(2020b). El anuncio de que el Gobierno de El Salvador (GOES) y Estados Unidos (EE. UU.) estaban trabajando juntos para planificar esta iniciativa fue de
conocimiento público desde mediados de 2019 (De
La Fuente, 2019). Por medio de esta, el MTPS prestaría servicios de reclutamiento de personal a empresas de otros países que requieran trabajadores
salvadoreños y que ofrezcan adecuadas condiciones
laborales (MTPS, 2020b).
En el ámbito nacional, otra institución importante en los procesos de migración laboral ha sido el
Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE). En
febrero de 2020, esta institución y la embajada de
Estados Unidos firmaron un acuerdo para establecer programas de trabajadores temporales agrícolas y no agrícolas (RREE, 2020). En 2021, se estableció también un convenio con el MTPS (RREE, 2021;
Martínez, 2021) para facilitar la coordinación entre
ambas entidades y definir que a través de la red Diplomática y Consular de Cancillería se realizaría la
gestión empresarial, así como la asistencia y monitoreo in situ de personas trabajadoras (RREE, 2021).
A partir de ese mismo año, la responsabilidad del
programa de visas de empleo temporal para EE. UU.
pasa del MTPS al MRREE (Villeda, 2022a). No obstante, el primero de estos Ministerios continúa promoviendo migración laboral a otros países, como
Canadá e incluso naciones europeas (Alemán, 2022;
Villeda, 2022a; Aguilar, 2022).
Para conocer los requisitos y aplicar al programa,
el Ministerio pondría a disposición de la población
una plataforma digital (De La Fuente, 2019; Campos, 2019). Cuando esta estuvo disponible, en octubre de 2019 (MTPS, 2020b), la prensa escrita reportó que, solo en el primer día, alrededor de diez mil
personas visitaron el sitio, provocando que colapsara (Orellana, 2019a). A inicios de noviembre de ese
mismo año, el Ministro de Trabajo declaró que ya
se habían recibido alrededor de 44 mil solicitudes
en la plataforma, de las cuales solo cerca de 5,800
cumplían con los criterios necesarios para ir a trabajar a Estados Unidos (Orellana, 2019b). De acuerdo
con el MTPS (2020b), un total de 51,600 personas
habían sido registradas, durante el último trimestre
de 2019, para aplicar a esta iniciativa.
Por medio del programa de movilidad laboral, administrado por el MRREE, es posible tramitar visas
para trabajar temporalmente en EE. UU. en las siguientes áreas (RREE, 2022): agricultura, ganadería,
pesca, hostelería, paisajismo y jardinería, construcción, limpieza. Asimismo, los requisitos para poder
optar a estos beneficios son (RREE, 2022): ser mayor de 18 años, no tener antecedentes penales ni
de migración irregular, poseer un buen estado de
salud y condición física, contar con experiencia laboral previa en el área del empleo solicitado, demostrar arraigo en el país. Según el Ministerio de
RREE (2022), para poder aplicar, las personas inte-
En coordinación con la embajada de Estados Unidos
y los empleadores extranjeros, se organizó un plan
piloto en el que partieron, el 19 de diciembre de
2019, los primeros 50 connacionales hacia Misisipi
a realizar actividades agrícolas (MTPS, 2020b; RREE,
2020). El 3 de marzo de 2020, este grupo de personas volvió al país, siendo considerada como positiva la experiencia por parte del GOES (MTPS, 2020b;
25
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
en declaraciones realizadas en medios de comunicación entre junio y agosto de 2022, el MTPS ha manifestado que se han enviado alrededor de 43 contingentes a EE.UU., que equivalen a más de tres mil
trabajadores, mientras que a Canadá se han enviado nueve contingentes, que corresponden a más de
250 salvadoreños (Villeda, 2022b; Aguilar, 2022). Por
su parte, la Embajada de Estados Unidos en El Salvador anunció, en septiembre de 2022, que 1,224
trabajos temporales habían sido entregados entre
octubre de 2020 y septiembre de 2021 y 4,221 entre
octubre de 2021 y agosto de 2022 (Portillo, 2022; Villeda, 2022c). En cuanto al envío de compatriotas a
trabajar a Europa, el MTPS espera que este proceso
inicie en 2022 (Aguilar, 2022).
resadas deben estar atentas a las convocatorias que
esta institución realiza para cada puesto específico;
por ejemplo, a través de prensa escrita (“Cancillería
anuncia oportunidades”, 2022), y proveer datos personales que servirán para evaluar la solicitud. Si esta
es aprobada, el perfil se envía a la empresa en EE.
UU. para que decida si es seleccionado; de ser así, el
MRREE acompaña el proceso de gestión de la visa
americana, para el cual el aplicante deberá cancelar
US$190.00 que solo son reembolsables si la visa es
aprobada y hasta que el trabajador ya esté en EE.
UU. Para viajar a dicho país, es el empleador quien
reserva el vuelo y define la fecha de salida, mientras
que el personal del MRREE brinda asistencia durante el proceso de salida (RREE, 2022).
Reflexiones en torno al acceso a SPE
Por otra parte, los requisitos para participar en
el programa de migración laboral del MTPS son
(MTPS, 2020c): ser salvadoreño en edad productiva,
con arraigo familiar en El Salvador, tener condición
y salud física óptima, sin antecedentes policiales o
penales, sin violaciones de inmigración anteriores,
poseer pasaporte vigente y con firme compromiso
de regresar al país. Este Ministerio tiene disponible
el sitio https://migracionlaboral.mtps.gob.sv/, donde
es posible registrar los datos personales para aplicar
al programa (MTPS, 2020c; Villeda, 2022b). De forma similar al proceso de intermediación laboral con
empresas nacionales, el MTPS evalúa los perfiles de
las personas interesadas y remite propuestas de ternas a las empresas extranjeras para que seleccionen
a quiénes contratar y así proceder con las gestiones
migratorias (Villeda, 2022a).
Los objetivos planteados para este capítulo son
explorar el acceso de los salvadoreños a Servicios
Públicos de Empleo, identificar posibles barreras y
ofrecer propuestas para su abordaje. Esto, a partir
del estudio de datos e información disponible al público sobre tres tipos de SPE: intermediación laboral,
orientación laboral y migración laboral; así como de
una revisión de bibliografía producida previamente
y consultas directas con algunos actores relevantes
a la temática estudiada. A partir de este ejercicio, se
ha argumentado que contar con un empleo digno,
que represente una fuente de ingresos estable, es
fundamental para que las personas puedan mejorar su calidad de vida, eviten caer en pobreza o
tengan que recurrir a la migración irregular para
buscar oportunidades de desarrollo. Esto es particularmente relevante en el contexto actual del país,
en el que los efectos negativos de la pandemia de
COVID-19, en la actividad económica, y los recientes
procesos inflacionarios plantean retos importantes
al progreso y prosperidad de las personas. El Estado
salvadoreño brinda SPE como una manera de
Para la elaboración de este análisis, se solicitó al
MTPS y al MRREE datos sobre la cantidad de beneficiarios de los programas de migración laboral y
movilidad laboral, respectivamente. Sin embargo,
ambas instituciones denegaron la información por
estar catalogada como reservada. A pesar de esto,
26
contribuir al encuentro entre empleadores y buscadores de empleo. No obstante, es posible identificar
algunos elementos que dificultan el acceso de la
población a estos servicios y, por tanto, al beneficio
que podrían obtener de ellos.
Por ejemplo, a pesar de que los SPE son provistos
a través de esfuerzos del GOES y, en algunos casos,
municipalidades, una encuesta reciente de Plan International Deutschland (2021, p. 29) encontró que
jóvenes de cinco departamentos6 consideran que
es el último de estos dos niveles de gobierno el que
tiene una mayor responsabilidad para proveerles
empleo. De manera similar, por medio de las consultas realizadas directamente a jóvenes, durante
el proceso de preparación de este análisis, se supo
que están más al tanto y han recurrido más al apoyo
que las alcaldías brindan, para buscar y conseguir
un trabajo, que al de las bolsas de empleo del MTPS.
No obstante, el alcance de los gobiernos locales
está sujeto a los recursos humanos y económicos
limitados con los que cuentan, aparte que la sostenibilidad de sus iniciativas puede ser fuertemente
amenazada por cambios en los liderazgos de estas instituciones (Creative Associates International,
2020).
Entre junio de 2016 y mayo de 2020, un
promedio de 17,248 personas fueron
colocadas en oportunidades de trabajo,
anualmente, a través de la intermediación laboral
Las cifras reflejadas en las memorias de labores del
MTPS muestran que cada año, en promedio, 17,248
personas fueron colocadas en alguna oportunidad
de trabajo, entre junio de 2016 y mayo de 2020, a
través de la intermediación laboral. Si se tiene en
cuenta la estimación de que 54,500 personas ingresan a la fuerza laboral, anualmente, para buscar su
primer empleo (FUSADES, 2017), solo uno de cada
tres de ellos estaría logrando conseguir trabajo a
través de los SPE. Esto sin considerar a quienes, aunque estuvieran ocupados con anterioridad, perdieron su fuente de ingresos laborales y precisan de
una nueva. Por su parte, la orientación laboral logró
beneficiar alrededor de 60 mil personas anualmente, previo a la emergencia del coronavirus que obligó a adoptar nuevas modalidades de atención.
Otro elemento que puede estar obstaculizando
el acceso a los SPE son los canales a través de los
cuales están disponibles. Por ejemplo, el sitio web
www.renacempleo.gob.sv es destacado como una
de las alternativas para que quienes buscan un trabajo puedan registrarse en las bases de datos del
MTPS. A pesar de esto, mientras se preparaba este
capítulo, entre junio y septiembre de 2022, dicha
plataforma se encontraba fuera de servicio. Esto
deja únicamente disponible la opción de solicitar
de manera presencial el apoyo de intermediación
laboral. Pero si las personas no están en condiciones para movilizarse hasta una bolsa de empleo, o
no cuentan con suficiente información para saber a
cuál lugar acercarse, se vuelve más difícil que puedan recurrir a los SPE.
Que la cantidad de personas que acceden y son beneficiadas a través de los SPE no sea mayor, puede
estar dificultado por diversos factores. En el número
de colocados, por ejemplo, puede tener influencia
el insuficiente ritmo de generación de oportunidades de empleo en el país (Argumedo y Oliva, 2017;
FUSADES, 2018; FUSADES, 2022). Sin embargo, también podría estar incidiendo la información que la
población tenga sobre la oferta de servicios, pues
si esta no se conoce tampoco será aprovechada.
6
Sonsonate, Santa Ana, San Salvador, La Libertad y Chalatenango (Plan International Deutschland, 2021).
27
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
En lo que respecta a la migración laboral, es una variante de los SPE que ha adquirido mayor relevancia
en años recientes, en El Salvador, principalmente
con apoyo del Gobierno de los Estados Unidos. Sin
embargo, por sus características, no es un tipo de
servicio al que cualquier persona pueda tener acceso. Aparte de los requisitos generales que todo
interesado en aplicar a este programa debe cumplir, como contar con los recursos para financiar el
trámite de visa y poseer experiencia laboral previa,
existen otras condiciones específicas solicitadas por
los empleadores extranjeros que deben ser satisfechas. Por ejemplo, en agosto de 2022, a través de
la prensa escrita, cancillería anunció oportunidades
de trabajo temporal en EE. UU. que pedían niveles
avanzados de inglés y capacidad para levantar al
menos 35 libras de peso (“Cancillería anuncia oportunidades”, 2022), particularidades que no son comunes a todos los individuos en busca de empleo.
En este sentido, las exigencias de las empresas que
ofrecen trabajo en otros países son determinantes
al momento de definir quiénes tendrán acceso a
programas de migración laboral. Por este motivo,
en abril de 2021, esta iniciativa fue incluso cuestionada por no contar con mujeres entre sus beneficiadas (Ramírez, 2021).
Promover la relación y coordinación entre gobierno
central y local para proveer los SPE, puede contribuir a superar algunos de los obstáculos al acceso
que han sido encontrados. Además de facilitar el
acercamiento de este tipo de servicios a la población, fomentar esta sinergia permitiría establecer
estrategias de comunicación conjunta con las que
se multiplicarían los medios para informar a las
personas sobre cómo obtener apoyo para buscar y
conseguir un empleo. Al mismo tiempo, la calidad
y el alcance de las iniciativas municipales, que muchas veces está limitada por su disponibilidad de recursos humanos y financieros (Creative Associates
International, 2020), podrían verse incrementadas
a través del trabajo conjunto con el MTPS. Asimismo, se ha registrado experiencia previa de que el
establecimiento de sinergias entre esfuerzos locales y nacionales también disminuye la propensión
de los primeros a depender de liderazgos temporales (Creative Associates International, 2020). Otro
avance positivo que podría lograrse con esto es la
definición de estrategias conjuntas, entre ambos
niveles de gobierno, para atraer inversión privada a
las localidades y generar nuevas oportunidades de
empleo.
Sobre los canales para proveer los SPE, BID et al.
(2015) mencionan que el uso de recursos tecnológicos, como el internet, suele considerarse como una
manera de aumentar la eficiencia en la prestación
de estos servicios. Sin embargo, mientras se preparaba este análisis fue posible constatar que estas
herramientas pueden no estar siempre disponibles,
como en el caso del sitio web www.renacempleo.
gob.sv. Adicionalmente, BID et al. (2015) señalan
que la capacidad para utilizar adecuadamente servicios en línea depende del acceso de la población
a internet y su habilidad en el uso de herramientas
informáticas. Por esta razón, las estrategias multicanal se consideran una buena práctica para ofrecer
Orientaciones de política pública
Teniendo en cuenta el análisis aquí planteado, es
posible identificar al menos tres elementos que, si
su disponibilidad es insuficiente, pueden constituir
barreras para el acceso de la población salvadoreña
a los SPE como la intermediación y la orientación
laboral: la información sobre la oferta de servicios,
los recursos para su implementación, y los canales a través de los cuales son provistos. Ante estos,
se ofrecen algunas ideas que pretenden servir de
orientación para el abordaje de tales obstáculos,
desde las políticas públicas.
28
los SPE (BID et al., 2015): usar múltiples canales de
servicios sin que sean gestionados de manera separada, sino que, interconectándolos en un solo
proceso, de manera tal que se perfeccionen entre sí
a través de sus diversas capacidades de responder
de forma más adecuada a distintas tareas. La misma
fuente (BID et al., 2015) recomienda que, paralelamente, se aplique una estrategia con la que se mida
el uso que las personas hacen de los distintos canales. Con ello sería posible contar con información
que permita alinear mejor los SPE a las necesidades
de los usuarios.
agencias de contratación, empleadores, sindicatos
u organizaciones de la sociedad civil. Además de
fortalecer los sistemas de monitoreo, establecer estas relaciones contribuiría a ampliar la capacidad de
la red consular de identificar una mayor cantidad y
diversidad de oportunidades de trabajo a las que la
población en el país podría aplicar.
Finalmente, se hace hincapié en la importancia de
complementar los SPE con otras políticas que promuevan la generación de nuevas oportunidades de
empleo formales y la mejora de la empleabilidad de
la población. Esto implica promover condiciones
adecuadas para el establecimiento de nuevas inversiones, tanto públicas como privadas, así como
impulsar estrategias educativas y de formación que
incrementen las capacidades de las personas. Tales
elementos son particularmente relevantes en el
marco de la coyuntura actual, en el que las dificultades de acceso a oportunidades de trabajo, las secuelas de la emergencia del coronavirus y los procesos inflacionarios plantean retos significativos para
la calidad de vida de los salvadoreños.
Por su parte, Walsh (2020) identifica buenas prácticas relacionadas con canales y medios utilizados
para proveer apoyo, para buscar y conseguir empleo, a determinados grupos poblacionales. Por
ejemplo, en el caso de personas que viven en áreas
remotas o rurales, destaca el uso de unidades móviles y la asistencia telefónica como forma de superar
la falta de acceso a internet o herramientas tecnológicas. También hace referencia al uso de aplicaciones en celulares para brindar atención a aquellos
que poseen conocimientos informáticos básicos o
limitados. Para beneficiar a quienes tienen alguna
discapacidad visual, cita la experiencia de los SPE de
España, donde se provee información por medio de
audios a estas personas.
En cuanto a la migración laboral, las oportunidades
de trabajo disponibles y sus requisitos específicos
desempeñan un papel determinante en el acceso a
este tipo de SPE. La gestión de estos empleos, así
como las actividades de monitoreo, son responsabilidad de la red Diplomática y Consular de Cancillería
(RREE, 2021). No obstante, Chaves y Aragón (2021)
destacan que la mayoría de oficinas consulares se
enfrentan a limitaciones de recurso humano. Ante
esto, los mismos autores (Chaves y Aragón, 2021)
resaltan como una buena práctica el trabajo en asociación con entidades no gubernamentales, como
29
Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
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Accesibilidad de Salvadoreños a servicios públicos de empleo
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34
La educación a dos años de pandemia en El Salvador:
resultados y expectativas a futuro
Más de dos años han pasado desde que inició la
pandemia por COVID-19 y relativamente poco se
conoce acerca de la magnitud de sus efectos en la
educación en El Salvador. Para evitar los contagios,
los centros educativos permanecieron cerrados del
11 de marzo de 2020 al 6 de abril de 2021, cuando
se autorizó su apertura gradual. Durante el cierre, la
formación se llevó a cabo a través de distintas modalidades remotas, tales como: educación virtual o
en línea, uso de guías de trabajo, y programas de
radio y televisión. En 2022, las actividades educativas se han mantenido bajo la modalidad semipresencial, opcional y multimodal para todos los niveles educativos, desde la educación inicial hasta la
superior, tanto del sector público como del privado
(MINEDUCYT, 2022a). Es decir, muchos estudiantes
han podido continuar su formación bajo un esquema híbrido, combinando sesiones presenciales y
virtuales, a través del uso de medios tecnológicos.
acentuado, afectando así el desarrollo de capacidades humanas que son vitales para vivir, convivir con
los demás e insertarse con éxito al mundo laboral y
la sociedad.
Es importante no solo reconocer que los
esfuerzos para mantener la educación
a flote han sido loables, sino también
advertir la necesidad de conocer los resultados para mejorar las expectativas a
futuro
En estas circunstancias tan especiales, es importante no solo reconocer que los esfuerzos para mantener la educación a flote han sido loables y únicos,
sino también advertir la necesidad de conocer los
resultados. Esto último, con el propósito de mejorar
las expectativas a futuro de los servicios educativos,
sobre todo si son públicos, sobre su capacidad de
respuesta ante las exigencias del entorno. En esa
línea, el objetivo de este análisis es conocer el estado de la provisión de servicios de educación tras
dos años de pandemia, identificando los avances,
desafíos y factores que determinan su evolución a
futuro. El análisis parte del principio de que la educación desempeña un rol preponderante en la consecución del bienestar social, en tanto que es un
derecho humano que transforma vidas y promueve
el desarrollo sostenible en la medida que es universal, inclusiva y de buena calidad desde los primeros
años de vida (UNESCO, 2017). Posteriormente, con
base en la información disponible, se presentan las
principales medidas educativas adoptadas durante
la emergencia sanitaria. También se examinan los
cambios en la cobertura, el acceso a la formación
y la calidad de los aprendizajes desde la educación
inicial hasta la educación media (alta secundaria),
Frente a esta emergencia sanitaria, asegurar el derecho a la educación para todos no ha sido fácil, considerando las vulnerabilidades del sistema educativo
(Cuéllar-Marchelli, 2021a). No todos los docentes y
estudiantes han tenido las mismas oportunidades
de acceso a recursos tecnológicos o la capacidad
para adaptarse a la educación remota. El riesgo de
deserción y bajo rendimiento académico ha sido
mayor para los estudiantes de hogares que se encontraban en situación de pobreza, sufrían problemas de inseguridad alimentaria y/o malestar emocional (estrés o ansiedad). Además, la complejidad
de la crisis generada por el COVID-19 puso a prueba
las capacidades institucionales del sistema educativo, poniendo en evidencia las áreas que deberían
fortalecerse a fin de enfrentar futuras situaciones
adversas con mayor eficacia y rapidez. En consecuencia, se prevé que las brechas relacionadas con
los servicios educativos preexistentes se hayan
35
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
destacando sus implicaciones en el desarrollo de
las capacidades humanas y el bienestar de las personas. Seguidamente se describen y comentan los
alcances y retos que enfrentan los planes vigentes
que buscan transformar la educación de cara al
futuro. Al final, se presentan las conclusiones y se
recomiendan algunas líneas estratégicas de acción
orientadas a sumar e inspirar la transformación educativa que está en ciernes.
Transformar la educación y fortalecer
su rol en la construcción de sociedades
cohesionadas y sostenibles debería ser
una prioridad de la política social
En este contexto que avizora el deterioro del bienestar social, transformar la educación y fortalecer su
rol en la construcción de sociedades cohesionadas
y sostenibles, debería ser una prioridad de la política social. Al respecto, FUSADES (2016) señala que
la política social debe ser integral y orientada a lograr el goce de derechos, garantizar un nivel básico
de bienestar, potenciar las capacidades humanas y
promover el empleo. En este marco, la educación
debe ser considerada un pilar estratégico de la política social, en tanto es un medio para que las personas puedan desde sus primeros años de vida desarrollar sus habilidades para adaptarse, participar
en la sociedad, trabajar, convivir pacíficamente y
transformar positivamente su entorno.
Fortalecer la educación como un bien
público para promover y sostener el
bienestar social
Un informe del Banco Mundial (2022) señala que
en América Latina y el Caribe la pandemia por COVID-19 ha provocado una de las crisis educativas
más graves en su historia. Esta región, conocida
por ser una de las más desiguales en términos de
ingresos y acceso a oportunidades, experimentó
uno de los cierres de escuelas más largos, afectando a cerca de 170 millones de estudiantes. Muchos
de ellos sufrieron serias limitaciones para aprender
bajo distintos esquemas de educación a distancia.
En consecuencia, el mismo informe prevé que las
pérdidas de aprendizaje sean altas y más graves
para los primeros grados y la población en condición socioeconómica más baja; y, además, estima
que el desempeño en lectoescritura y matemática
de los estudiantes de primaria sea equivalente al de
hace más de una década. Esta pérdida de aprendizajes implicaría una disminución de cerca del 12%
en los ingresos a lo largo de la vida de un estudiante. Considerando que cuando inició la pandemia, en
América Latina y el Caribe ya había una crisis educativa y de aprendizaje, al final lo que ha ocurrido
es un agravamiento de los problemas ya existentes
para ampliar la cobertura y las oportunidades de acceso a una educación de calidad (UNESCO, CEPAL y
UNICEF, 2022; Banco Mundial, 2022). Expresado de
otro modo, la pandemia por COVID-19 ha acentuado los rezagos educativos precedentes, poniendo
en jaque tanto el futuro de una generación como
el desarrollo inclusivo y sostenible de los países de
la región.
La educación no solo es un medio indispensable
para el desarrollo humano, sino también contribuye con la construcción de sociedades cohesionadas
(FUSADES, 2017). Esto significa que los sistemas
educativos son capaces de influir en las tres dimensiones de nutren a la cohesión social: la formación
de vínculos sociales y valores compartidos, la definición de las normas formales (leyes) e informales que
determinan las relaciones sociales, y la generación
de oportunidades económicas y sociales para mejorar la calidad de vida a través del acceso a empleo
formal y servicios sociales. Sobre esto último, cabe
destacar que, a mayor igualdad de oportunidades
de acceso a la educación en un mundo en donde
las credenciales académicas influyen en el acceso a
empleos de calidad, mayor será la movilidad social y
la reducción de las brechas sociales. Por todo lo anterior, para contrarrestar los efectos negativos de la
pandemia en la formación de valores y capacidades
humanas (cognitivas y no cognitivas) y la promo-
36
ción de la igualdad de oportunidades económicas y
sociales es perentorio mejorar la cobertura, el acceso y la calidad de la educación.
En El Salvador, al igual que en otros países, la pandemia no solo ha afectado negativamente la educación, sino también ha creado la oportunidad de replantearla pensando en el futuro (Cuéllar-Marchelli,
2021a). Es cierto que tanto las instituciones del
sector público como el privado han hecho grandes
esfuerzos para garantizar la continuidad educativa
y los aprendizajes; y que los docentes, padres de
familia y estudiantes también han hecho lo posible
por adaptarse a la educación remota.
El cumplimiento de las metas de educación de la
Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) estarán en riesgo a menos que los países de América Latina y el Caribe asuman el compromiso de transformar sus sistemas educativos. En
esta línea, UNESCO (2021a) afirma que la crisis educativa ocasionada por la pandemia sumada al deterioro de los valores democráticos y los efectos del
cambio climático en el planeta, son suficientes razones para impulsar un nuevo contrato social por la
educación. Este debería estar sustentado en asegurar el derecho a una educación de calidad a lo largo
de la vida; y, a su vez, fortalecer la educación como
un bien público, en tanto esta contribuye a mejorar el nivel de bienestar de la sociedad. Por tanto,
avanzar en esta dirección requiere evaluar y aprender las lecciones del presente, para luego repensar
y afinar las prioridades, la forma de organización
y la asignación de recursos para la educación, con
base en una visión compartida acerca de su rol en el
desarrollo de las personas y las sociedades. Realizar
estas tareas requiere no solo voluntad política y diálogo entre distintos actores sociales, sino también
financiamiento, conocimiento y evidencia útil para
el diseño de planes, políticas y programas educativos que sean efectivos y sostenibles.
Sin embargo, desde antes de la pandemia, ya se
advertían problemas de inequidad en el acceso a la
educación y un nivel de logro escolar relativamente insuficiente. Por tanto, las expectativas de éxito
de las medidas adoptadas en el sistema educativo
para enfrentar la emergencia sanitaria estaban sujetas a las condiciones en que este se encontraba
antes de la crisis. Actualmente, conocer la magnitud y el alcance de los efectos de la pandemia en
la educación es de vital importancia. Esto permitiría
revisar la eficacia de las medidas adoptadas y aportaría lecciones útiles para el diseño e implementación de políticas públicas orientadas a transformar
el sistema educativo, resolviendo los problemas de
cobertura, acceso y calidad de la educación que ya
eran notorios desde antes de la pandemia. Conocer
cuál es el estado de la educación en la actualidad
también permite generar un diálogo informado y
argumentar por qué la educación debe ser considerada un bien público para promover y sostener el
bienestar social en el país.
En El Salvador, al igual que en otros países, la pandemia no solo ha afectado negativamente la educación, sino también
ha creado la oportunidad de replantearla
pensando en el futuro
37
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
Continuidad educativa y calidad de los
aprendizajes a dos años de pandemia
en El Salvador
otras limitaciones institucionales estrecharon la posibilidad de que todos los estudiantes tuvieran igual
acceso a la formación. De allí que, según los cálculos
del Banco Mundial (op. cit. pág. 46), de 2020 a 2021,
en la región de Latinoamérica y el Caribe, la desconexión con la escuela, medida en términos de falta de participación de los estudiantes que seguían
matriculados7 aumentó de 15% a 23%. En el caso de
El Salvador, la falta de participación creció de 10%
a 17% durante ese período. Es decir, que en 2021
se estima que 1 de cada 5 estudiantes inscritos en
un centro educativo, no dedicó parte de su tiempo
para aprender.
En esta sección se examinan los cambios en materia
de cobertura, acceso y calidad de la educación tras
dos años de pandemia. Con base en la información
disponible, este análisis primero ubica el problema
de la educación salvadoreña comparado con el de
otros países de Latinoamérica y el Caribe. Posteriormente, haciendo una mirada retrospectiva, intenta
dilucidar si la educación del país ha experimentado
algunos avances, un estancamiento o una profundización de los problemas de cobertura, acceso y
calidad de la educación que ya existían antes de la
crisis sanitaria.
Según las proyecciones del Banco Mundial (op. cit.
pág. 74) en el país los años de escolaridad ajustados
por aprendizaje podría caer 1.2 años en un escenario intermedio, suponiendo una reapertura parcial
de las escuelas del 25%. Aunque la desconexión de
los estudiantes salvadoreños con la escuela fue relativamente más baja que la del promedio regional,
esta deja entrever la existencia de dificultades en el
país para garantizar la continuidad educativa y los
aprendizajes, pese a las medidas adoptadas para
ese fin.
El problema de la educación salvadoreña
comparado con otros países de la región
El Salvador experimentó uno de los cierres de escuelas más prolongados y la desconexión con las
actividades pedagógicas de quienes no abandonaron la escuela fue relativamente menor que la correspondiente a la de otros países de América Latina
y el Caribe. Según las estimaciones del Banco Mundial (2022), de marzo de 2020 a marzo de 2022, las
escuelas de la región mantuvieron un cierre completo o parcial de 58 semanas en promedio, lo cual
equivale a más de un año completo de enseñanza.
El Salvador es uno de los siete países de la región
donde sus escuelas permanecieron cerradas más de
tres cuartas partes del total de semanas de clase durante ese período, según el calendario académico,
sin incluir recesos. Y, junto con Guatemala, Honduras y Panamá, El Salvador es uno de los diez países
de la región que reportan una mayor duración e intensidad del cierre escolar. La mayoría de los países
recurrió a la educación a distancia para mantener
la continuidad educativa. Sin embargo, las restricciones en el acceso a Internet de los hogares, más
La respuesta a la emergencia: un
vistazo a las medidas adoptadas
Para enfrentar el impacto de COVID-19 en la educación, el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) implementó la estrategia de continuidad educativa. Esta se ordenó en cuatro ejes,
implicó intervenciones en seis ámbitos de acción y
se implementó en cuatro fases (MINEDUCYT, 2020).
7
La falta de participación se refiere a si el estudiante participó en alguna actividad pedagógica en el hogar en la última semana del ciclo escolar, según
los resultados de las Encuestas Telefónicas de Alta Frecuencia aplicadas por
el Banco Mundial. Este indicador no mide la calidad de la participación o del
trabajo realizado.
38
Los ejes de la estrategia son los siguientes: 1) prevenir e informar para cuidar la salud de toda la comunidad educativa y el personal técnico; 2) asegurar el desarrollo de los aprendizajes el contexto de
la emergencia nacional; 3) impulsar la transición
acelerada hacia la digitalización de la educación,
poniendo las tecnologías al servicio de los aprendizajes; y, 4) promover la inclusión y la diversidad
pedagógica para aumentar la equidad en el acceso a la formación y superar la brecha tecnológica.
La operativización de la estrategia se llevó a cabo
concentrando esfuerzos en los siguientes ámbitos
de acción: 1) priorización curricular y diseño de materiales impresos y audiovisuales; 2) capacitación
en el uso de Google Classroom; 3) habilitación de
diversas plataformas para la continuidad educativa
(televisión, radio, micrositio, plataforma web y guías
impresas); 4) dotación de equipo tecnológico y conectividad a Internet para docentes y estudiantes;
5) atención psicosocial para la comunidad educativa; y 6) permanencia y adaptación del programa de
alimentación escolar priorizando a las familias más
pobres. La ejecución de los distintos procesos para
la continuidad educativa se desarrolló de manera
gradual. En la primera fase el objetivo fue la contención de la emergencia. En la segunda, los esfuerzos
se concentraron en lograr la integración de diversas
plataformas para la formación. La tercera fase consistió en avanzar el proceso de digitalización educativa; y, la cuarta fase, en diseñar e implementar el
plan de retorno a la escuela.
El alcance de la estrategia de continuidad educativa
dependió de varios factores asociados con la provisión y el acceso a la educación remota. Por el lado de
la provisión de servicios educativos, la eficacia de su
implementación dependió de las capacidades institucionales y la disponibilidad de recursos del MINEDUCYT (2021a). Citado de otro modo, la estrategia
estuvo en función de la disponibilidad y logística
utilizada para proveer materiales educativos (impresos y digitales), paquetes de alimentos a familias
de estudiantes del Programa de Alimentación y Salud Escolar (PASE) y dispositivos con acceso a Internet a estudiantes y docentes. También dependió de
la capacidad del sistema informático para ofrecer
capacitaciones a docentes en servicio mediante el
uso de Google Classroom, y de la rápida adquisición
y distribución de computadoras (tabletas o laptops)
con conectividad a Internet para todos los estudiantes y docentes del sistema público, lo cual ha implicado la ejecución de, al menos, US$450 millones en
uno o dos años8. Desde la perspectiva de los docentes, el reto ha sido adaptar y conducir procesos de
educación a distancia con los recursos disponibles
y sin tener alguna experiencia previa en esta forma
de enseñar (Cuéllar-Marchelli, 2021b).
El alcance de la estrategia de continuidad
educativa dependió de varios factores
asociados con la provisión y el acceso a la
educación remota
8
Este es el monto revelado por la Presidencia de la República que cubre, al
menos, la dotación de computadoras (LPG, 23 de febrero de 2021). A la fecha
se desconoce la cantidad de equipos comprados y distribuidos a través del
programa Enlaces con la Educación, así como su costo, dado que al segundo semestre de 2022 esta información mantiene un plazo de reserva de siete
años desde febrero de 2021 (GOES, 2022).
39
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
Por el lado del acceso a la educación remota, en
contraste, los factores que han limitado el alcance
de la estrategia de continuidad educativa se refieren a las desigualdades existentes en la disponibilidad de recursos tecnológicos para aprender de
parte de muchos niños y jóvenes al momento del
cierre de las escuelas. Según estimaciones, a partir
de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples
(EHPM) de 2019 (Cuéllar-Marchelli, 2021b), en el país
solamente el 13.7% de los hogares con estudiantes
menores de 18 años tenían acceso a celular, computadora e Internet, siendo este porcentaje menor
en el área rural (1.6%) y en los hogares en situación
de pobreza (3.3%). Además, del total de estudiantes
de 10 años y más que utilizaban Internet antes de la
pandemia, solo el 61.6% pertenecía al sector público mientras que en el sector privado este porcentaje alcanzaba el 92.4%. Adicionalmente, aun cuando
muchos estudiantes han sido beneficiados con la
entrega de computadoras, esta medida posiblemente no ha sido suficiente para garantizar mejores
niveles de logro académico ni la permanencia de
todos ellos en la escuela. De hecho, existe suficiente
evidencia para afirmar que las iniciativas enfocadas
en simplemente expandir el acceso a computadoras e Internet, por lo general, no influyen en los resultados académicos, y, es incierto su efecto en la
reducción de las inequidades en el acceso a la educación (J-PAL, 2019).
Pese a los factores condicionantes antes mencionados, la implementación de la estrategia de continuidad educativa implicó un gran esfuerzo de coordinación institucional y logró mantener el sistema
escolar funcionando. Un estudio del MINEDUCYT
(2021a) para determinar la efectividad en términos
de cobertura y alcance de dicha estrategia, constata que esta contó con el apoyo de la comunidad
educativa. Entre sus principales logros se destaca la
capacidad de los directores, docentes, estudiantes y
padres de familia para mantener los canales de comunicación y trasladar orientaciones sobre el trabajo a desarrollar en una situación adversa. También
fue oportuno que más del 80% de docentes y directores tuvieran acceso a Internet desde sus hogares,
lo cual facilitó la formación en Google Classroom
y recibir las orientaciones pertinentes relacionadas con su trabajo. Pero, ¿cuáles son los resultados
educativos observados después de dos años de implementación de la estrategia de continuidad educativa? Seguidamente, con el apoyo de algunos indicadores disponibles, se examinan los cambios en
la cobertura, el acceso a la educación y el logro de
aprendizajes tras dos años de pandemia.
La implementación de la estrategia de
continuidad educativa implicó un gran
esfuerzo de coordinación institucional y
logró mantener el sistema escolar funcionando
40
Cambios en la cobertura y el acceso a la
educación hasta el bachillerato
En los años recientes ha cambiado la tendencia hacia al aumento de la escolaridad promedio observada antes de la crisis sanitaria, indicando un estancamiento en su crecimiento. Como se muestra en la
gráfica 8, de 2012 a 2019 la escolaridad promedio
del total de la población de seis años o más aumentó de 6.4 a 7.1 años; pero, tras dos años de pandemia, este indicador se ha mantenido en 7.1 años. De
2019 a 2021, al examinar este mismo indicador por
zona, también se advierten pequeñas variaciones
en los años de escolaridad promedio a favor de la
población rural. Este resultado es positivo en tanto
muestra una leve disminución en la brecha de años
promedio de estudios aprobados de las personas
que viven en el área urbana comparadas con sus pares en el área rural, pasando de 2.9 a 2.6 puntos porcentuales en ese período. No obstante, prevalecen
las inequidades en cobertura educativa por zona.
Gráfica 8. Escolaridad promedio de la población de 6 años o más 2012-2021
Nota: Se mide en años de estudio aprobados en un año determinado (eje vertical)
Fuente: Cálculos propios con base en EHPM, varios años.
41
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
La evidencia disponible también revela la existencia
a lo largo del tiempo de otras inequidades en materia de cobertura educativa, medidas por los años de
escolaridad promedio. Al observar las variaciones
de este indicador por quintil de ingreso en los últimos diez años, se advierte que el bajo nivel educativo sigue siendo más marcado en la población con
bajos ingresos.
activa (PEA) ha sido mayor que la de los hombres e
incluso ha aumentado en los últimos dos años. Según estimaciones a partir de la EHPM, los años de
estudio aprobados de las mujeres en edad de trabajar, que trabajaban o estaban buscando empleo aumentó de 8.1 a 8.8 años de 2012 a 2019, y, en 2021
alcanzó los 9 años. La escolaridad promedio de los
hombres, en contraste, aumentó de 7.7 a 8.4 años
de 2012 a 2019, y desde entonces se ha mantenido
igual.
En el cuadro 2 se observa que, en promedio, la población en los tres primeros quintiles de ingreso
sigue teniendo un nivel de escolaridad promedio
igual o por debajo del equivalente a la educación
primaria (6 años de estudio aprobados). De allí que,
las inequidades en materia de cobertura educativa
se han mantenido prácticamente iguales aun durante la crisis sanitaria. Cabe señalar que, comparando con los valores reportados antes de la pandemia,
al menos, actualmente las disparidades en la escolaridad promedio por quintil de ingreso parecieran
no haberse acentuado en detrimento de la población que pertenece al nivel socioeconómico más
bajo. Sin embargo, desde años antes que iniciara la
pandemia, la escolaridad promedio de las mujeres
que forman parte de la población económicamente
Este dato es positivo en el sentido que, en términos
generales, a partir de este indicador no se evidencia
un retroceso en los esfuerzos para aumentar la escolaridad de las mujeres. Pero, desde la perspectiva
de lograr la paridad de género en la educación, este
indicador podría estar alertando posibles cambios
en la demografía de la población o dificultades para
garantizar, por igual, el derecho a la educación. En
relación con esto último, es posible que los servicios educativos no logren responder con la misma
eficacia a las demandas diferenciadas de formación,
ni puedan superar las barreras de acceso a esta que
puedan enfrentar hombres y mujeres, según su condición socioeconómica y cultural.
Cuadro 2: Escolaridad promedio de la población de 6 años o más por quintil de ingreso
Nota: La escolaridad promedio se mide en años de estudio aprobados, y los quintiles se calcularon con el ingreso
familiar del hogar.
Fuente: Cálculos propios con base en EHPM, varios años.
42
En lo que respecta a la evolución de la matrícula, la
evidencia muestra que en los últimos dos años esta
ha mantenido la misma tendencia hacia la baja observada desde antes de la pandemia. Este comportamiento está correlacionado con las proyecciones
de decrecimiento de la población en edad de estudiar (0 a 19 años) debido a una reducción en las tasas de natalidad (DIGESTYC, 2021).
Esto coincide con la drástica caída en la matrícula
del sector privado de 2020 a 2021 (-23.7%). Adicionalmente, es interesante que la disminución en el
número de estudiantes en el sistema escolar ha ocurrido en todos los niveles educativos, excepto en la
educación inicial, cuya población ha crecido todos
los años hasta alcanzar 25,588 estudiantes en 2021.
No obstante, este número es relativamente bajo, en
relación con el total de la población en edad para
estudiar ese nivel. De acuerdo con las estadísticas
del MINEDUCYT, en 2021, apenas cuatro o menos
de cada 100 niños en edad de recibir educación inicial, se encontraban matriculados en un centro educativo público o privado.
Según el cuadro 3, de 2014 a 2021, la matrícula total
ha disminuido de 1.6 a 1.2 millones de estudiantes.
Este patrón en la evolución de la matrícula se repite
de igual manera en el sector público y el privado, la
zona urbana y rural, y en hombres y mujeres. Vale la
pena hacer notar que la proporción de estudiantes
en el sector público, la cual se había mantenido en
85% de 2014 a 2019, aumentó a 87% en 2021.
Cuadro 3. Evolución de la matrícula por sector, zona y sexo
Fuente: MINEDUCYT.
43
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
Las tasas netas de asistencia han continuado creciendo, pero no igual ni con la
misma celeridad en todos los niveles
educativos
Si bien es cierto que la matrícula ha tendido a disminuir año con año, las tasas netas de asistencia
han continuado creciendo, pero no igual ni con la
misma celeridad en todos los niveles educativos. Según estimaciones a partir de los datos de la EHPM, la
tasa neta de asistencia nacional aumentó de 67.27%
a 69.16% de 2012 a 2019, y, los años siguientes, aumentó unas cuantas décimas hasta alcanzar un valor de 69.98% en 2021; es decir, se ha mantenido
casi igual. Al observar los cambios en este indicador
por nivel educativo en el anexo 1 de este informe,
se distingue que de 2019 a 2021 el porcentaje de
niños en edad de estudiar la parvularia que estaba
matriculado en un centro educativo disminuyó de
60.58% a 55.53%.
En contraste, en 2021, la tasa neta de asistencia en
primaria se ha mantenido casi igual a la de 2019
(91%); y, aunque, tanto en tercer ciclo (66.89%)
como en educación media (44.15%) es ligeramente
mayor a la de ese año, esta es menor a la reportada
para ambos niveles en 2020 (72.02% en tercer ciclo
y 46.58% en educación media). Cabe señalar, que
ambas tasas siguen estando por debajo de los niveles deseables. Esto hace evidente el estancamiento
en que se encuentra la educación, a la luz del compromiso internacional de lograr que todos los niños
completen la enseñanza primaria y secundaria de
aquí al 2030, según la meta 4 de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible.
En cuanto a la equidad en el acceso, los datos revelan variaciones interesantes en los patrones de asistencia antes y durante la pandemia, según el nivel
de ingreso de las personas en edad de estudiar, la
zona donde residen y su sexo. La gráfica 9 muestra
que, en términos generales, las desigualdades en el
acceso a la escuela según el nivel de ingreso familiar
de los hogares se mantienen iguales; es decir, a menores ingresos, menor es la probabilidad de permanecer en la escuela. Sin embargo, las tasas netas de
asistencia nacionales por quintil de ingreso de 2019
a 2021 han aumentado levemente para todos los
quintiles, excepto el de menores ingresos.
En esos mismos años, este indicador también creció en la zona rural, aunque muy poco, pasando
de 64.50% a 65.58%. En contraste, la tasa neta de
asistencia urbana creció todavía menos, de 72.7% a
73.16%, reduciéndose la brecha con su equivalente en la zona rural, aunque esta sigue siendo importante. Al revisar los cambios en los patrones de
asistencia por sexo, llama la atención que mientras
la tasa neta de asistencia de las mujeres aumentó
de 69.27% a 71.20% de 2019 a 2020, la de los hombres disminuyó ligeramente de 69.06% a 68.81%.
En general, los pequeños avances en la equidad en
el acceso a la educación se mantienen demasiado
tenues. Por consiguiente, prevalece la necesidad de
reforzar las medidas orientadas a aumentar la asistencia y la permanencia de los estudiantes que viven
en situación de pobreza, en el área rural y en zonas
urbanas precarias. Además, si bien es cierto que es
valioso continuar apuntalando la educación de las
mujeres, valdría la pena explorar qué está pasando
con la permanencia de los hombres en la escuela.
44
Gráfica 9. Tasas netas de asistencia nacionales por quintil de ingreso
(Porcentajes)
Nota: Los quintiles se calcularon con el ingreso familiar del hogar.
Fuente: Cálculos propios con base en la EHPM, varios años.
La deserción escolar ha sido y sigue siendo un problema importante, sobre todo en la educación secundaria. Como se visualiza en la gráfica 10, desde
antes de la pandemia9, la deserción en los niveles de
parvularia y básica (primer y segundo ciclo) ha tendido a reducirse, incluso durante el primer año de
pandemia . En la educación media (bachillerato), en
cambio, la deserción ha mostrado una tendencia al
alza desde 2017, alcanzando en 2020 un valor muy
cercano al de hace seis años. Según los datos del MINEDUCYT, en términos absolutos, en 2020 desertaron cerca de 15,734 estudiantes de bachillerato, un
número muy cercano al total de desertores de educación parvularia y básica (15,787). Un estudio de
USAID (2022, p.27) incluso sostiene que la tasa total
de deserción, o bien la proporción de estudiantes
matriculados en 2020 que no continuó estudiando
el bachillerato en 2021, ajustando por repetición,
fue de 14%, un valor superior en 2.5 puntos porcentuales al estimado para el periodo anterior (20192020). El MINEDUCYT también reporta que, en 2020,
el porcentaje de estudiantes de media que abandonaron las aulas fue relativamente mayor en el sector
público (10.5%) que en el privado (3.7%), en la zona
urbana (9.1%) comparada con la rural (8.4%), y del
sexo masculino (11.3%) en relación con el femenino
(6.7%). Además, al comparar las causas de retiro del
total de desertores antes y durante el primer año de
pandemia, se reportan diferencias interesantes.
9
El indicador utilizado es el porcentaje de estudiantes desertores, el cual se
define como la cantidad de estudiantes matriculados en un nivel educativo
que abandonan el centro escolar durante un año, expresado como porcentaje
de la matrícula inicial de ese año.
45
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
En 2019 las principales razones para dejar las aulas
reportadas por los estudiantes a los docentes fueron: el cambio de domicilio (24.1%), abandonar el
país (18.5%) o irse a otra escuela (13.1%). En cambio,
en 2020, estas fueron: el bajo rendimiento académico (31.2%), otras causas no especificadas (26.5%) y
el cambio de domicilio (12.1%). Cabe destacar que
el bajo rendimiento fue la principal causa de retiro
de los estudiantes desertores de centros educativos
públicos (31.2%), y del área urbana (33.7%), y la segunda más importante en el área rural (23.9%) después de otras causas no especificadas (25.3%).
Al considerar el sexo del estudiante, el bajo rendimiento académico también fue la principal razón
para dejar los estudios tanto para los hombres
como para las mujeres (31%). En cambio, en el sector privado, las causas de retiro más mencionadas
por quienes dejaron de estudiar en 2020 fueron:
otras causas no especificadas (28.8%), las dificultades económicas (27.9%) y los padres no quieren que
asista (13.4%).
Gráfica 10. Porcentaje de estudiantes desertores por nivel educativo
Fuente: MINEDUCYT.
46
necesitan acciones concretas para prevenir la deserción tanto de las mujeres como de los hombres en
riesgo de abandonar la secundaria, distinguiendo
los factores similares y diferentes que les afectan.
El aumento en la deserción en la educación media en el primer año de pandemia
es preocupante y requiere un análisis más
profundo para orientar el diseño de políticas y programas de atención
La evaluación de los aprendizajes a través
de pruebas estandarizadas fue parte de la
estrategia de continuidad educativa
Sin duda, el aumento en la deserción en la educación
media en el primer año de pandemia es preocupante y requiere un análisis más profundo para orientar
el diseño de políticas y programas de atención. Con
la información disponible, es imposible conocer la
magnitud y alcance real de la deserción desde que
inició la pandemia a la fecha, a fin de determinar las
medidas más adecuadas para contrarrestarla. No
obstante, los datos a 2020 sugieren que, en la educación media, una mejora significativa en la calidad
y la pertinencia de la formación podría favorecer la
asistencia y retención escolar en el sector público,
tanto en el área urbana como rural.
Consecuencias en la calidad de los
aprendizajes
La evaluación de los aprendizajes a través de pruebas estandarizadas fue parte de la estrategia de
continuidad educativa, de modo que, durante la
pandemia, se han aplicado dos tipos de pruebas.
La primera es Conociendo mis Logros, una prueba
diagnóstica aplicada en modalidad presencial o virtual desde 2021 a estudiantes de tercer grado hasta
segundo año de bachillerato (MINEDUCYT, 2021b).
Esta evalúa los conocimientos y habilidades de los
estudiantes en las asignaturas de Lenguaje y Literatura, Estudios Sociales, Ciencias Naturales y Matemática. Su objetivo es analizar información sobre el
grado de logro de los indicadores priorizados en el
proceso de continuidad educativa a fin de apoyar
los procesos educativos en el aula. La evaluación
también incluyó un instrumento para medir el estado socioemocional de los estudiantes de cuarto
grado a primer año de bachillerato. En 2021, de
5,561 centros educativos, solamente 64.5% participaron en esta prueba, 3,028 públicos y 617 privados. En todos los centros privados y en el 93% de
los públicos la aplicación fue en línea. De un total
de 522,201 estudiantes, el 98% realizó la prueba en
línea y el resto en formato impreso.
Adicionalmente, la evidencia reitera la necesidad
de contrarrestar la deserción de los hombres sobre
todo en la educación secundaria, el nivel en donde
ellos se encuentran con mayor desventaja que las
mujeres. De acuerdo con UNESCO (2022), esta situación también ocurre en otras regiones en el mundo
y ha dejado de ser una preocupación exclusiva de
los países con altos ingresos. En años recientes, muchos países con un nivel de ingreso bajo o medio
han experimentado retrocesos en las brechas de
género y un mayor rezago educativo de los niños
con respecto a las niñas, especialmente en la educación media (alta secundaria). Por consiguiente, aun
cuando muchas niñas continúan enfrentando serias
dificultades para entrar y permanecer en la escuela,
muchos niños también necesitan ser apoyados. Se
47
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
cir, no son útiles para determinar si el rendimiento
académico de los estudiantes durante la pandemia
ha avanzado o retrocedido.
La segunda prueba es Avanzo dirigida a estudiantes
de segundo año de bachillerato, la cual sustituyó en
2020 a la Prueba de Aprendizajes y Aptitudes para
Estudiantes (PAES) que había estado vigente desde
1997 (MINEDUCYT, 2021c). Avanzo se aplica en línea
y evalúa las habilidades, destrezas y competencias
establecidas como prioridades en el currículo nacional vigente. Entre las competencias evaluadas en el
área cognitiva se encuentran: lingüística, matemática, social y ciudadana, y científica. También incluye
un instrumento para medir el estado socioemocional de los estudiantes.
A continuación, se resumen los resultados principales de las dos pruebas aplicadas durante la pandemia y se reflexiona acerca de sus implicaciones en la
calidad de los aprendizajes en este contexto.
Las pruebas diagnósticas muestran no
solo resultados superiores para el sector
privado comparado con el público, sino
también el deterioro general en el aprendizaje acumulado a lo largo de los años de
estudio
En 2020, el primer año de pandemia, participaron
71,657 estudiantes, 77.5% del sector público y 22.5%
del privado. De ese total, 52.31% eran mujeres y
47.69% hombres. En 2021, de 64,641 participantes,
el 71.1% perteneció al sector público y el 28.9% al
privado. Llama la atención que en el segundo año
de pandemia participaron 9,574 estudiantes menos
del sector público y 2,558 más del sector privado, lo
cual es consistente con el incremento en la deserción en la educación media. La información divulgada por el MINEDUCYT (2021c) no aclara cuántas mujeres y hombres tomaron la prueba este año, pero si
las estadísticas de deserción se mantienen por sexo,
es posible que también en 2021 más mujeres que
hombres hayan tomado la prueba.
Las pruebas diagnósticas muestran no solo resultados superiores para el sector privado comparado
con el público, sino también el deterioro general en
el aprendizaje acumulado a lo largo de los años de
estudio.
En términos generales, los mejores resultados se
obtuvieron en sociales y ciencias, las materias en
donde todos los estudiantes obtuvieron un mayor
porcentaje de aciertos. No obstante, los resultados
del sector privado fueron superiores a los del sector
público. 65.4% comparado con 57% en sociales, y
67.1% comparado con 60% en ciencias. Esto se repite también en matemática, donde el porcentaje de
aciertos de los estudiantes fue: 59.5% en el sector
privado y 55.8% en el público; mientras que en lenguaje este fue de 55.4% y 48.6%, respectivamente.
Sin embargo, lo que más preocupa, es que independientemente del sector, a medida que avanzan los
grados, el porcentaje de aciertos de los estudiantes
disminuye en todas las asignaturas.
Es importante señalar que tanto Conociendo mis
logros como Avanzo son dos pruebas nuevas e incomparables con otras similares que las anteceden.
Los instrumentos y procesos que se utilizan para su
implementación no son equiparables con los correspondientes a ninguna prueba estandarizada aplicada en años previos, sea esta la PAES o las llamadas
“Paesitas”, estas últimas se aplicaron a estudiantes
de tercero, sexto y noveno grado de 2003 a 2014.
Por tanto, sus resultados únicamente permiten conocer cuál ha sido el rendimiento académico de los
estudiantes en el momento de su aplicación; es de-
48
A manera de ilustración, la gráfica 11 muestra los
porcentajes de aciertos nacionales por grado para
matemática y lenguaje. El porcentaje de aciertos
comienza siendo relativamente alto en tercer grado, sobre todo en matemática (84%) comparado
con lenguaje (64.1%); pero disminuye gradualmente hasta llegar al 40% para ambas asignaturas en el
segundo año de bachillerato. Además, el mayor deterioro se observa en matemática, donde el porcentaje de aciertos se reduce a la mitad en el último año
de estudios evaluado. Al examinar las debilidades
en matemática mostradas por los estudiantes de di-
ferentes grados (MINEDUCYT, 2021b), se advierten
problemas para enseñar y aprender, fundamentos
básicos que les permitan avanzar hacia conocimientos avanzados. Por ejemplo, si el estudiante no domina la suma y resta, tiene problemas para aprender
a multiplicar y dividir. En lenguaje, las principales
debilidades mostradas por los estudiantes están
asociadas con la comprensión lectora. Desde realizar procesos de inferencia en textos literarios y no
literarios en tercer grado, hasta interpretar y deducir
información implícita a partir de un texto en
bachillerato.
Gráfica 11. Pruebas diagnósticas 2021: porcentaje de aciertos por materia y grado
Fuente: MINEDUCYT (2021b).
49
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
Las pruebas diagnósticas también reportan otros
resultados interesantes relacionados con la calidad
de los aprendizajes. En cuanto a la evolución del estado socioemocional de los estudiantes, las pruebas
diagnósticas mostraron la presencia de depresión y
ansiedad en cierto grupo de estudiantes. Según el
informe de resultados del MINEDUCYT (2021b), el
84% de los estudiantes presentó síntomas de depresión y ansiedad en un nivel normal. Sin embargo
15.6% mostró señales de requerir alguna atención
especializada, dado el impacto que estos síntomas
tienen en el aprendizaje.
utilizar nuevas herramientas y pedagogías para la
enseñanza, pero el éxito de la formación a través de
distintas modalidades depende de varios factores,
tales como: las capacidades de los docentes para
conducir procesos de educación remota y el acceso
equitativo a computadoras, conectividad a Internet
y libros de textos. No obstante, dicho estudio también menciona que, pese a los esfuerzos para mantener la continuidad educativa de manera remota,
la mayoría de los estudiantes, padres de familia y
docentes prefieren las clases presenciales.
Los resultados de AVANZO revelan que el
puntaje global de la mayoría de los estudiantes se mantiene en el nivel básico o
intermedio
El porcentaje de estudiantes con sintomatología límite y notable de depresión y ansiedad, o bien que
requiere atención, fue mayor entre el octavo y primer año de bachillerato, y en las mujeres comparadas con los hombres. Adicionalmente, el 58.5% de
los estudiantes que respondieron la prueba afirmó
que recibir clases en línea era difícil. Esto coincide
con los resultados de los estudios de USAID (2022)
y MINEDUCYT (2021a), los cuales encontraron que
muchos estudiantes enfrentaban dificultades para
tener acceso a dispositivos con Internet que les
permitiera recibir clases y enviar tareas. Según estos mismos estudios, los recursos más importantes
y utilizados por los docentes, estudiantes y padres
de familia fueron las guías de trabajo y los libros de
matemática del programa ESMATE. Sobre el efecto
de los libros de matemática en los aprendizajes en
la educación básica, las evaluaciones de impacto
de Mariyama (2022) y Mariyama y Kurosaki (2022)
revelan que esta medida es positiva, pero su efecto
en la reducción de disparidades en los aprendizajes
depende mayormente de otras acciones complementarias, tales como: el acceso de los docentes a
programas para mejorar sus prácticas pedagógicas
y de evaluación de los aprendizajes, y la entrega de
libros de trabajo para los estudiantes. El estudio de
USAID (op. cit.) señala que la educación remota ha
ampliado las oportunidades de los maestros para
Los resultados de AVANZO revelan que el puntaje
global de la mayoría de los estudiantes se mantiene
en el nivel básico o intermedio; y, además, refuerza
la existencia de otros problemas relacionados con
la calidad de los aprendizajes (MINEDUCYT, 2021d).
En 2020 y 2021, el 82.1% y el 72.7% de los estudiantes, respectivamente, alcanzó el nivel básico o intermedio. En este último, se ubicaron 60.6% de los
estudiantes en 2020 y 57.9% en 2021. Pero, llama la
atención que, en 2021, la proporción de estudiantes
en el nivel avanzado (o superior) aumentó 9.4 puntos porcentuales, alcanzando un valor de 27.3%. Es
probable que este incremento se deba a una mayor
participación de estudiantes del sector privado en
la prueba. Esto se infiere considerando que, en 2020
MINEDUCYT (2021c, pág. 13) reportó que la proporción de estudiantes del sector privado que alcanzó
el nivel superior (41.45%) cuadriplicó el porcentaje
equivalente en el sector público (9.26%). Además,
de un total de 11,816 estudiantes ubicados en este
nivel, el 56.5% fue del sector privado.
50
En 2021, el 65.6% de los estudiantes percibió que
era difícil o muy difícil recibir clases en línea, pese
a que el 87.1% de los estudiantes de segundo año
de bachillerato reportó que el dispositivo electrónico que tenía para estudiar era el adecuado. No
obstante, solo el 65.5% evaluó positivamente la
conexión a Internet. En cuanto a los niveles de depresión presentes en esta población estudiantil, se
encontró que el porcentaje de estudiantes con sintomatología límite o notable, aumentó de 13.5%
en 2020 a 19.6% en 2021. Además, al preguntarles
cuáles eran sus prioridades al finalizar sus estudios,
llama la atención que el porcentaje de estudiantes
que espera seguir estudiando disminuyó de 84.2%
en 2020 a 71.2% en 2021; y, el porcentaje que respondió que comenzaría a trabajar aumentó de 9.9%
a 19% en esos mismos años.
Un aspecto relevante fue la decisión del
Gobierno de El Salvador y el MINEDUCYT
de convertir la crisis experimentada en la
educación por causa de la pandemia en
una oportunidad para su transformación
La baja calidad de la educación sigue siendo un problema importante que atender, el cual se ha vuelto
más evidente durante la pandemia. Según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) realizado en 2019 por UNESCO (2021b), aun cuando El
Salvador, comparado con otros países de Centroamérica, se ubicó en el segundo lugar (después de
Costa Rica) con un nivel de logro en matemática y
lectura por encima del mínimo esperado, los resultados en la región fueron muy bajos.
En general, a partir de la prueba AVANZO se comprueba que los procesos educativos continuaron
durante la pandemia y que el nivel de logro se mantuvo similar en los dos últimos años. Además, para
muchos estudiantes contar con dispositivos electrónicos no fue suficiente para mejorar sus aprendizajes, y, al parecer, no hubo incentivos adicionales
que aumentaran su deseo de continuar estudiando
al finalizar el bachillerato.
De hecho, desde antes de la pandemia, ya existía
un porcentaje relativamente alto de estudiantes
de tercero y sexto grado que no alcanzaban el nivel de competencias mínimo, tanto en matemática
como en lectura (UNESCO, 2021c).Por ejemplo, en
tercer grado, el 43.6% y 49.9% de los estudiantes se
encontraba en el nivel más bajo en lectura y matemática, respectivamente. Esto significa que su capacidad para comprender textos es literal y tienen
problemas para completar operaciones numéricas
simples. Por consiguiente, si durante la pandemia
los problemas de aprendizaje que ya existían se profundizaron, lo más probable es que el desempeño
académico haya empeorado. Consecuentemente, la
insistencia en transformar la educación y comprometerse con mejorar su calidad sigue siendo válida
y apremiante.
La baja calidad de la educación sigue siendo un problema importante que atender,
el cual se ha vuelto más evidente durante
la pandemia
51
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
La educación de cara al futuro: ¿cuál es
el plan?
En el marco de la estrategia de continuidad educativa, un aspecto relevante fue la decisión del Gobierno de El Salvador y el MINEDUCYT de convertir la
crisis experimentada en la educación por causa de
la pandemia en una oportunidad para su transformación. Al respecto, actualmente existen tres planes de educación orientados en esa dirección: 1) el
Plan Estratégico Institucional 2019-2024 (PEI) o Plan
Torogoz, elaborado por el MINEDUCYT (2021e); 2)
el Plan de Reforma Integral Mi Nueva Escuela, que
es una iniciativa impulsada por la Presidencia de la
República como uno de sus proyectos estratégicos;
y 3) el Plan Sectorial de Educación 2022-2030 (PSE),
elaborado en el marco del proyecto de la Alianza
Mundial para la Educación (AME), en consonancia
con las metas en educación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Es importante señalar que el PSE también se vincula
con el plan Mi Nueva Escuela (MINEDUCYT, 2022b).
Este último, tiene seis pilares: infraestructura, primera infancia, tecnología, formación docente, currículo
renovado, y salud y nutrición. Y, además, sus acciones principales son nueve: 1) intervención inmediata en la infraestructura escolar y construcción de
ambientes escolares; 2) ampliación de la cobertura
y profundización de la política Crecer Juntos; 3) tecnología educativa, conectividad, educación para la
innovación y fortalecimiento de la oferta en las áreas
técnicas y tecnológicas; 4) diálogo abierto y permanente con el magisterio; 5) fortalecimiento y consolidación del vínculo con la comunidad educativa y
la presencia territorial del MINEDUCYT; 6) reforma
curricular integral y un nuevo modelo pedagógico;
7) aprobación e implementación de la política de
desarrollo profesional docente; 8) nueva legislación;
y, 9) participación y liderazgo de los estudiantes. Todas estas acciones contribuyen al logro de los seis
resultados esperados al 2030 del PSE (cuadro 4).
El PSE considera las mismas prioridades del PEI; y,
quizá sea el más completo y detallado de todos los
planes que han sido publicados y hechos públicos.
Este coincide con las seis prioridades del PEI (MINED, 2022, pág. 12; y MINEDUCYT, 2021e), las cuales
son las siguientes: 1) aprendizajes de calidad y significativos a lo largo del ciclo de vida, con pedagogía
y currículo pertinente e inclusivo; 2) profesionalización docente para la dignificación del magisterio
al servicio de los aprendizajes; 3) ciencia, tecnología e innovación para impactar positivamente a los
sectores educativo, productivo y académico; 4) infraestructura educativa con estándares de calidad y
seguridad que favorezca los procesos de enseñanza-aprendizaje en ambientes escolares sostenibles;
5) una escuela que favorezca la educación para la
convivencia, la inclusión y la diversidad; y, 6) una
institución transformada que responde a las necesidades del territorio educativo.
52
Cuadro 4. Resultados esperados del Plan Sectorial de Educación al 2030
Fuente: MINED, 2022, págs. 81-82
Adicionalmente, el PSE no solo cuantifica los costos de las acciones a ejecutar al 2030, sino también
define las capacidades institucionales que deben
fortalecerse y un sistema de indicadores para el monitoreo y evaluación de los avances. La ejecución
del plan de acción al 2030 requiere una inversión
de US$3,883.1 millones, y, se estima que el 92.2%
se financiaría con fondos públicos. La prioridad referida a lograr “aprendizajes de calidad y significativos a lo largo del ciclo de vida” es la que requerirá
mayor financiamiento externo (US$255.4 millones)
seguida de la “profesionalización docente” (US$36.1
millones) y la implementación de medidas para promover “la educación para la convivencia y la inclusión” (US$11.8 millones). La ejecución de este plan
no solo requiere que todas las direcciones del MINEDUCYT estén alineadas y articuladas en función de
los objetivos y acciones establecidas, sino también
define los roles y funciones de cada dirección y unidad técnica involucrada, más los arreglos operativos
necesarios. Finalmente, el plan incluye los riesgos
de implementación más un sistema de monitoreo
y seguimiento para medir el grado de avance e implementación de los proyectos, programas e indicadores de producto establecidos para cada año.
El PSE se vincula con el PEI y Mi Nueva Escuela; y, considerando su nivel de detalle
y alcance, es el plan de transformación
educativa con mayor peso técnico pero el
menos conocido públicamente
53
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
Conclusiones y algunas
recomendaciones
EL PSE se vincula con el PEI y Mi Nueva Escuela; y
considerando su nivel de detalle y alcance, es el
plan de transformación educativa con mayor peso
técnico pero el menos conocido públicamente. Al
revisarlo, surgen muchas preguntas sobre cómo se
operativizará. Por ejemplo, ¿cuál es el plan para recuperar los aprendizajes perdidos durante la pandemia y cómo este se ajustará con la transformación
curricular prevista?, ¿cómo se ampliará el acceso y
se mejorará la calidad de la educación superior en
sus diferentes tipos: universitaria, especializada, técnica y tecnológica?, ¿cómo se visualiza la autonomía
de la gestión escolar y cuánto se promoverá?, ¿cuál
es el plan específico de digitalización educativa?,
¿cómo se garantizará la implementación efectiva de
mantenimiento de infraestructura escolar a lo largo
del tiempo?, ¿cómo se entenderá y fortalecerá la
gobernanza escolar? ¿cuál será la participación del
sector empresarial y otras organizaciones del sector privado en el mejoramiento de la educación?,
y ¿cómo se ajustará la política fiscal para asegurar
la sostenibilidad financiera del plan? Independientemente de estas u otras inquietudes que puedan
surgir, la verdad es que lograr su completa implementación en los próximos años constituye una
oportunidad invaluable para el país.
En los últimos dos años, la pandemia por COVID-19
ha profundizado los rezagos educativos en la región
de América Latina y el Caribe, poniendo en vilo el
bienestar social, el desarrollo y el futuro de muchos
niños y jóvenes.
Esta situación ha puesto en riesgo el compromiso
internacional de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030. Para contrarrestar los efectos de la pandemia en la educación, en El Salvador
se implementó la estrategia de continuidad educativa, y su desarrollo dependió de las capacidades
institucionales y las condiciones preexistentes en
las que se encontraba el sistema educativo.
Con base en la información disponible, el presente
análisis ha intentado determinar los efectos de la crisis sanitaria en la cobertura, el acceso y la calidad de
la educación salvadoreña. Y, a partir de allí, reflexiona acerca de las oportunidades que existen actualmente para transformar la educación, destacando
sus principales desafíos y expectativas a futuro.
Las medidas adoptadas para afrontar el
cierre de escuelas lograron mantener el
sistema escolar funcionando, mitigando
los efectos de la pandemia mayormente
en la cobertura
Asimismo, en la medida que transformar la educación sea considerada una responsabilidad social
compartida, mayor será la posibilidad de garantizar la voluntad política y los recursos necesarios
para impulsar y sostener en el tiempo los esfuerzos
orientados en esa dirección (FUSADES, 2018).
Al respecto, se concluye que las medidas adoptadas
para afrontar el cierre de escuelas lograron mantener el sistema escolar funcionando, mitigando los
efectos de la pandemia, mayormente en la cobertura. En esa medida, se observa un estancamiento
en la escolaridad promedio y una tendencia hacia la
desaceleración en el crecimiento de la tasa neta de
asistencia.
54
Además, prevalecen las inequidades en la cobertura y el acceso a la escuela, en detrimento de la
población de la zona rural, los estudiantes de bajos
ingresos y los hombres. Por consiguiente, prevalece
la necesidad de reforzar las medidas orientadas a
aumentar la asistencia y la permanencia de los estudiantes que se encuentran en alguna situación de
desventaja. Si bien es cierto que es bueno continuar
apuntalando la educación de las mujeres, valdría la
pena explorar qué está pasando con la permanencia de los hombres en la escuela.
completan el segundo año de bachillerato se mantiene en el nivel básico o intermedio. Los resultados
de ambas pruebas también refuerzan la existencia
de niveles de depresión y ansiedad que ameritan
atención en cierto grupo de estudiantes, principalmente de tercer ciclo y bachillerato. Además, a través de la evidencia disponible se comprueban
las dificultades para recibir clases en línea que experimentaron muchos estudiantes, al no tener acceso
a dispositivos con conectividad a Internet. Y, aunque, se hicieron los mejores esfuerzos para garantizar la educación, al menos, de manera remota, la
percepción general es que la educación presencial
es mejor.
De hecho, la deserción escolar continúa siendo un
problema importante, especialmente en la educación media, en el sector público, en la zona urbana y
en el sexo masculino.
La expectativa a futuro es haber implementado con éxito el proceso de reforma
integral de la educación que durante la
pandemia ha sido anunciado
Para garantizar el derecho a la educación para todos, es perentorio mejorar la provisión de servicios
educativos, de tal manera que puedan responder
con la misma eficacia a las necesidades diferenciadas de formación de distintos grupos de población,
superando las barreras de acceso que puedan enfrentar los estudiantes según el lugar donde residen, su nivel socioeconómico y su sexo. Los avances en la educación de las mujeres son importantes,
pero muchos hombres jóvenes también necesitan
ser apoyados para completar sus estudios.
Es obvio que mejorar la educación ha sido y continúa siendo una prioridad urgente, por lo cual contar
con un plan que apunte en esa dirección es sumamente valioso. El Salvador tiene tres planes de educación elaborados por la actual administración de
gobierno que están orientados en esa dirección: el
PEI, el plan Mi Nueva Escuela y el PSE.
Por su nivel de desarrollo técnico, su temporalidad
de largo plazo y la forma como los tres se articulan,
pareciera que el PSE es el que tiene más peso. Es importante dar a conocer el contenido e importancia
del PSE y explicar su vinculación con el PEI y el plan
Mi Nueva Escuela.
La baja calidad de los aprendizajes se
mantiene y posiblemente se haya profundizado durante la pandemia.
La baja calidad de los aprendizajes se mantiene y
posiblemente se haya profundizado durante la pandemia. La prueba Conociendo mis Logros de 2021
constata el deterioro en el aprendizaje acumulado a
lo largo de los años de estudio. Las pruebas Avanzo
de 2020 y 2021, en contraste, demuestra que el nivel
de logro global de la mayoría de los estudiantes que
El país tiene la oportunidad de ejecutarlo completamente en los próximos años, independientemente
de cuál sea la administración de gobierno. Sin embargo, para lograr su sostenibilidad se necesitan no
solo recursos financieros, sino también el compro-
55
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
miso de todos los actores. Es vital contar con datos
e información, para que desde donde corresponda
se pueda aportar al diseño e implementación de las
políticas y los programas que se requieran, dándoles el respectivo seguimiento. También se requiere
establecer un diálogo serio y amplio sobre cómo
sumar a los esfuerzos para mejorar el acceso a una
educación de calidad, a partir de la visión, los objetivos y las acciones del PSE. Transformar la educación
es una tarea de largo aliento imposible de sostener
sin el apoyo de la comunidad educativa, el sector
productivo, la academia, la sociedad civil y la cooperación internacional. La expectativa a futuro es haber implementado con éxito el proceso de reforma
integral de la educación que durante la pandemia
ha sido anunciado.
FUSADES (2018). Educación. Progresando en el nuevo milenio, elementos para un plan de desarrollo.
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Págs. 52-59.
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para el Desarrollo Económico y Social, Antiguo
Cuscatlán, La Libertad.
FUSADES (2016). El potencial de la política social
para desarrollar las capacidades de los salvadoreños y promover el bienestar. Informe de Coyuntura Social 2015-2016. Departamento de Estudios Sociales, Fundación Salvadoreña para el
Desarrollo Económico y Social, Antiguo Cuscatlán, La Libertad.
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for the better? Evidence Review. Poverty Action
Lab. Disponible en: https://www.povertyactionlab.org/publication/will-technology-transform-education-better
Cuéllar-Marchelli, H. (2021b). Cerrar la brecha digital
en educación: ¿qué debemos mirar más allá de la
entrega de computadoras? Nota de Política Pública No. 11. Departamento de Estudios Sociales,
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el doble en computadoras. Nación. La Prensa Gráfica. Disponible en: laprensagrafica.com
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Salvador.
56
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2019-2024. Ministerio de Educación, Ciencia y
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Escuela y la Planificación Institucional. Dirección
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y Tecnología, Gobierno de El Salvador.
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la educación en América Latina y el Caribe. Informe regional de monitoreo ODS4 Educación 2030.
Publicado por la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en Francia y la oficina de UNESCO en Chile; el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
(UNICEF) en Panamá y la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Chile
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de la emergencia nacional por COVID19”, dirigido
a directores (as), docentes y familias, El Salvador
– año 2020. Dirección de Planificación. Gerencia
de Monitoreo y Gestión de la Calidad. Departamento de Gestión de la Calidad, Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología, Gobierno de El
Salvador.
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United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, France, Paris.
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Dirección Nacional de Evaluación Educativa, Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, Gobierno de El Salvador.
UNESCO (2021a) Reimagining our future together:
A new social contract for education. Report from
the International Commission on the Futures of
Education. United Nations, Scientific and Cultural
Organization, Paris, France.
57
La educación a dos años de pandemia en el salvador:resultados y expectativas a futuro
UNESCO (2021b). Los aprendizajes fundamentales
en América Latina y el Caribe. Evaluación de logros de los estudiantes. Estudio regional comparativo y explicativo (ERCE 2019). Resumen ejecutivo. Organización de las Naciones Unidas para la
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France.
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and learning initiative. Education rapid assessment. Final report. Prepared independently by
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Explicativo (ERCE 2019). Reporte nacional de resultados. El Salvador, Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa. Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura, UNESCO, Santiago, Chile.
58
Anexo 1. Indicadores
1. Oportunidades económicas y sociales
Pobreza y distribución de ingresos
Infraestructura y servicios sociales básicos
Salud y nutrición
59
Anexo1- Indicadores
Educación
Empleo y seguridad social
Expectativas socioeconómicas
60
Migración y remesas
Seguridad ciudadana
61
Anexo1- Indicadores
2. Funcionamiento de las instituciones
Calidad de la democracia y del Estado de derecho
Financiamiento público
Economía y clima de negocios
Familia
62
3. Vínculos sociales y valores
3. VÍNCULOS SOCIALES Y VALORES
Apoyo a la democracia y confianza en las instituciones
Apoyo a la democracia y confianza en las instituciones
Indicador
Apoyo a la democracia
Mujeres
Hombres
Satisfacción con la democracia
Mujeres
Hombres
Confianza en el Gobierno
Mujeres
Hombres
Confianza en el Congreso
Mujeres
Hombres
Confianza en el Poder Judicial
Mujeres
Hombres
Confianza en los partidos políticos
Mujeres
Hombres
Confianza en la Policía
Mujeres
Hombres
Confianza en la Fuerza Armada
Mujeres
Hombres
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
67.6
68.3
66.8
60.1
54.5
66.4
65.5
64.3
66.9
42.4
40.3
44.8
37.3
35.9
38.8
38.1
36.7
39.7
34.7
34.4
34.9
62.3
58.8
66.4
58.8
57.5
60.2
43.1
41.7
44.7
56.7
55.9
57.5
24.8
23.9
25.8
22.0
21.0
23.1
16.1
16.0
16.1
30.2
30.3
30.1
54.1
54.2
53.9
54.4
51.4
57.8
35.4
33.6
37.4
50.7
50.2
51.2
37.7
37.0
38.4
30.9
31.4
30.5
27.3
25.5
29.3
33.8
34.7
32.7
55.2
51.1
59.8
#N/A
#N/A
#N/A
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48.7
48.1
49.3
36.0
33.3
39.1
41.6
39.3
44.3
26.3
24.7
28.1
23.8
21.9
25.9
19.4
18.8
20.1
38.9
37.5
40.4
61.4
57.6
65.7
#N/A
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#N/A
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41.4
38.4
44.8
28.9
27.5
30.5
19.1
19.9
18.3
15.0
15.6
14.4
15.7
16.4
15.0
13.4
12.6
14.3
27.4
27.4
27.5
41.6
39.3
44.2
36.1
31.5
41.3
23.0
20.9
25.3
15.8
13.7
18.2
17.1
16.3
18.1
18.2
15.4
21.3
8.5
8.0
9.0
30.1
29.0
31.5
37.6
34.4
41.2
35.5
33.1
38.1
14.7
13.9
15.5
12.7
11.1
14.5
18.7
18.6
18.8
22.2
18.6
26.1
7.6
6.1
9.2
26.5
23.2
30.2
35.2
31.0
39.9
27.7
23.8
32.4
11.2
10.4
12.2
10.3
8.2
12.9
10.1
9.3
11.1
13.9
11.5
16.9
6.0
4.4
8.0
22.4
20.2
25.1
26.5
22.5
31.3
#N/A
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46.1
40.6
52.9
45.8
44.7
47.1
70.9
68.2
74.2
11.6
10.7
12.7
29.7
29.5
30.0
10.0
10.9
8.9
57.3
52.4
63.3
64.7
60.2
70.2
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Tendencia
Cooperación e involucramiento por parte de la sociedad civil
Cooperación e involucramiento por parte de la sociedad civil
Indicador
Participación electoral
Elecciones legislativas
Elecciones presidenciales
Confianza interpersonal
Mujeres
Hombres
Interés en migrar del país
Mujeres
Hombres
Jóvenes
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
2021
54.1
62.9
28.2
27.4
29.1
24.7
23.4
26.2
27.9
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25.5
23.7
27.5
18.1
15.2
21.3
19.0
#N/A
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28.0
28.6
27.2
28.5
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51.9
#N/A
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20.5
19.7
21.4
25.7
22.6
29.3
30.0
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60.9
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47.8
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17.2
14.9
19.8
33.2
30.8
35.9
38.6
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13.2
11.6
15.1
36.4
33.0
40.3
41.4
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16.6
17.9
15.1
32.3
30.9
33.8
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45.6
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12.5
10.7
14.7
37.4
37.6
37.1
44.5
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51.9
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13.1
10.4
16.4
34.3
33.3
35.6
44.7
50.3
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#N/A
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#N/A
* El Foro Económico Mundial modificó su estructura, por lo que deja de ser comparable con los informes anteriores desde 2018. En 2020, no fue posible obtener el índice de competitividad
debido a falta de información y a la necesidad de profundizar sobre cómo recuperar la economía después de los impactos del COVID-19.
Nota: Los espacios con color gris corresponden a datos no disponibles.
Fuente: Elaboración propia con base en estadísticas oficiales (anexo 2).
63
Tendencia
Anexo2- Glosario de indicadores
Anexo 2. Glosario de Indicadores
1. Oportunidades económicas y sociales
Pobreza y distribución de ingresos
Porcentaje de hogares en situación de pobreza
Definición
Fuente
Indicador de pobreza monetaria, la cual se clasifica en extrema y relativa; y como parámetro se emplea el valor de la canasta básica
alimentaria (CBA):
- Pobreza extrema: hogares cuyos ingresos son menores que el costo de la CBA.
- Pobreza relativa: hogares cuyos ingresos son mayores que el costo de la CBA, pero son
menores que el costo de la canasta ampliada (CA, dos veces el valor de la CBA).
- CBA: productos considerados básicos en la dieta, en cantidades suficientes para cubrir
adecuadamente las necesidades energéticas y proteicas del individuo promedio.
Es la razón entre hogares en situación de pobreza y el número total de hogares del país en
un año determinado. Equivale a la proporción de hogares, según área geográfica, que no
alcanza a cubrir los productos básicos de su dieta y la proporción que cubre la CBA pero
no la CA.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Porcentaje de la población en situación de pobreza
Definición
Razón entre personas en situación de pobreza y la población total en un año determinado.
Equivale al porcentaje de la población, según área geográfica y sexo, que no alcanza a
cubrir los productos básicos de su dieta y al porcentaje que cubre la CBA pero no la CA.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
PIB per cápita mensual
Definición
Fuente
Notas
El Producto Interno Bruto (PIB) es una medida del flujo total de bienes y servicios producidos por la economía del país, en un año determinado; se obtiene al valuar la producción
de bienes y servicios a precios de mercado, excluyendo los bienes intermedios utilizados
en el proceso de producción. El PIB per cápita es la estimación de la distribución del PIB
entre el total de la población, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos del Banco Central de Reserva y DIGESTYC, EHPM, correspondiente a cada año
Las cifras del PIB han sido actualizadas utilizando la nueva serie encadenada (con referencia al año 2014) a precios corrientes en millones de dólares. Las cifras de 2020 son preliminares y las de 2021 son estimadas por suma de trimestres.
Índice de desigualdad de GINI per cápita
Definición
Fuente
Distribución del ingreso per cápita medida por el coeficiente de GINI, el cual está
basado en la curva de Lorenz. Cero representa igualdad perfecta, y uno, desigualdad perfecta.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a cada año, utilizando el paquete ainequal de STATA.
64
Infraestructura y servicios sociales básicos
Porcentaje de hogares con acceso a agua por cañería
Definición
Razón entre hogares con acceso a agua por cañería y el número total de hogares en un
año determinado. Indica la proporción de hogares del país, según área geográfica, que tienen acceso a agua por cañería dentro y fuera de la vivienda, tubería por poliducto en buen
estado, tiene, pero no le cae por más de un mes (se incluye a partir del año 2011), cañería
del vecino, pila, chorro público o cantarera, chorro común y acarreo de cañería del vecino.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Porcentaje de hogares con acceso a electricidad
Definición
Fuente
Razón entre hogares con acceso a electricidad y el número total de hogares en un año
determinado. Indica la proporción de hogares del país, según área geográfica, que tienen
conexión eléctrica propia o del vecino.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Porcentaje de hogares con acceso a servicio sanitario
Definición
Fuente
Razón entre hogares con acceso a servicio sanitario y el número total de hogares en un
año determinado. Indica la proporción de hogares del país, según área geográfica, que
tienen acceso y tenencia de un servicio sanitario propio o mediante un familiar o amigo.
Incluye acceso a inodoro con conexión a alcantarillado, inodoro privado o común a fosa
séptica, letrina privada o común, letrina abonera privada o común, y letrina solar privada
o común.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Salud y nutrición
Porcentaje de la población con acceso a seguro médico
Definición
Fuente
Razón entre personas con acceso a seguro médico y la población total en un año determinado.
Equivale al porcentaje de la población, según área geográfica y sexo, que tiene seguro
médico: ISSS (cotizante, beneficiario o retirado), ISBM, IPSFA, seguro individual o colectivo,
u otro.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Prevalencia de desnutrición (porcentaje de la población)
Definición
Fuente
Notas
Proporción de la población total que probablemente no consuma las calorías suficientes
para cubrir adecuadamente las necesidades energéticas de una actividad física normal.
FAO, recuperado de: https://www.fao.org/faostat/en/#data/FS
Se registra un promedio de tres años para reducir el impacto de errores de estimación.
65
Anexo2- Glosario de indicadores
Tasa de mortalidad materna (por cada 100,000 nacidos vivos)
Definición
Muerte de mujeres durante el embarazo y parto por cada 100,000 nacidos vivos en un año
determinado.
Fuente
Banco Mundial, recuperado de: http://datos.bancomundial.org/indicador/SH.STA.MMRT?locations=SV
Notas
Los datos son estimados, por OMS, UNICEF, UNFPA y Banco Mundial, según un modelo de
regresión que usa información sobre fertilidad, asistentes para el parto y prevalencia del
VIH.
Tasa de mortalidad infantil, menores de 5 años (por cada 1,000 nacidos vivos)
Definición
Fuente
Muerte de niños menores de cinco años por cada mil nacidos vivos en un año determinado. Se refiere a la probabilidad por cada mil niños que un recién nacido muera antes de
cumplir cinco años de edad.
Banco Mundial, recuperado de: http://data.worldbank.org/indicator/SH.DYN.MORT
Prevalencia de inscripciones por embarazo (por cada 1,000 niñas y adolescentes)
Definición
Fuente
Notas
Razón entre el número de mujeres inscritas en atención prenatal en los establecimientos
del MINSAL y el número total de mujeres, por rangos de edad, por cada mil niñas y adolescentes.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de:
- MINSAL, Base interactiva de datos 1999-2008
- MINSAL, Sistema de morbimortalidad en línea (SIMMOW) 2009-2018
- DIGESTYC, Estimaciones y Proyecciones Nacionales de Población 1950-2050 (revisión
2010)
- DIGESTYC, Estimaciones y Proyecciones de Población. Nacional 2005-2050 (revisión
2014).
Los datos de 2021 son preliminares, de enero a septiembre de 2021.
66
Educación
Tasa neta de asistencia por nivel educativo
Definición
Proporción de la población en edad para cursar los diferentes niveles educativos que se
encuentra escolarizada en cada nivel, en un año determinado.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Tasa de analfabetismo (población de 10 años y más)
Definición
Fuente
Razón entre el número de analfabetos de 10 años y más y la población del mismo rango
de edad en un año determinado. Indica la proporción de dicho grupo poblacional que no
sabe leer ni escribir, según área geográfica y sexo.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año
Escolaridad promedio (población de 6 años y más)
Definición
Fuente
Número de años de estudio aprobados por la población de 6 años y más en un año determinado, según área geográfica y sexo.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Deserción por nivel educativo (porcentaje de estudiantes)
Definición
Fuente
Nota
Proporción de alumnos matriculados que se retiran de la escuela sin terminar los estudios
exigidos del ciclo escolar en el año que se matriculó, en un año determinado.
Ministerio de Educación, cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y Respuesta, y data disponible en boletines y tableros estadísticos.
- La deserción se ha calculado con base en el método intraanual, lo que significa que el
dato obtenido representa el porcentaje de estudiantes que no finalizaron el año escolar.
- Un signo negativo debe interpretarse como un incremento en la matrícula según el valor
absoluto del porcentaje indicado.
- A partir de 2010, se brinda atención en el nivel de educación inicial; por lo tanto, no se
dispone de datos para años previos.
- En 2014, no se consideraron 26 centros educativos, debido a que no presentaron los formularios del censo de matrícula final.
- En 2016, no se consideraron 3 centros educativos, debido a que no presentaron censo
de matrícula final.
67
Anexo2- Glosario de indicadores
Empleo y seguridad social
Desempleo (porcentaje de la PEA)
Definición
Fuente
Relación que mide el volumen de desempleo o desocupados de la PEA en un año determinado, representando el porcentaje de la fuerza laboral que no es absorbida por el sistema
económico, según área geográfica y sexo.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Subempleo (porcentaje de ocupados urbanos)
Definición
Fuente
Proporción de ocupados urbanos que tiene dificultad para trabajar un número determinado de horas semanales y para obtener una retribución que alcance al menos el salario
mínimo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Porcentaje de la PEA con seguridad social
Definición
Fuente
Razón entre trabajadores con seguridad social y la PEA. Equivale a la proporción de la PEA,
según sexo, que está cubierta por un sistema de seguridad social, público o privado, en
un año determinado: ISSS, ISBM, IPSFA, AFP, INPEP, o algún sistema colectivo o individual.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año
Porcentaje de la población de 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja (jóvenes NINI)
Definición
Fuente
Proporción de la población de 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja, según área geográfica y sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Expectativas socioeconómicas
Satisfacción con el ingreso percibido y el total del ingreso familiar
Definición
Proporción de la población encuestada que señala que el total del ingreso familiar le permite cubrir satisfactoriamente sus necesidades, según sexo, en un año determinado.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Notas
Se suma la población que respondió “les alcanza bien, pueden ahorrar” y la que indicó “les
alcanza justo, sin grandes dificultades”.
Percepción de mejora de la situación económica individual y de la familia
Definición
Fuente
Notas
Proporción de la población encuestada que cree que la situación económica personal será
mejor en los próximos doce meses, según sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Se suma la población que respondió “mucho mejor” y la que indicó “poco mejor”.
68
Migración y remesas
Porcentaje de hogares receptores de remesas
Definición
Proporción de los hogares del país que reciben remesa, según área geográfica y tipo de
pobreza, en un año determinado.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Porcentaje de la población que reside en hogares receptores de remesas
Definición
Proporción de la población del país que reside en hogares que reciben remesa, según área
geográfica, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Fuente
Remesas mensual por hogar (US$)
Monto en dólares correspondiente a la remesa mensual recibida por hogar, según área
geográfica, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Definición
Fuente
Porcentaje de la población con algún familiar residiendo en el extranjero
Definición
Fuente
Proporción de la población del país que tiene algún familiar residiendo en el extranjero,
según área geográfica, tipo de pobreza y sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Salvadoreños retornados
Definición
Fuente
Cantidad de salvadoreños retornados vía terrestre y aérea en un año determinado.
Dirección General de Migración y Extranjería, cifras proporcionadas a través de la Oficina
de Información y Respuesta.
Migración y remesas
Tasa anual de homicidios por cada 100,000 habitantes
Definición
Homicidios por cada 100,000 habitantes en un año determinado.
Fuente
Policía Nacional Civil (PNC), cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y
Respuesta.
Homicidios
Definición
Fuente
Cantidad de homicidios denunciados a la PNC en un año determinado
Policía Nacional Civil, cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y
Respuesta.
Extorsiones
Definición
Fuente
Cantidad de extorsiones denunciadas a la PNC en un año determinado.
Policía Nacional Civil, cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y
Respuesta.
69
Anexo2- Glosario de indicadores
Desapariciones
Definición
Cantidad de desapariciones denunciadas a la PNC en un año determinado.
Fuente
Policía Nacional Civil, cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y
Respuesta.
Privaciones de libertad
Definición
Fuente
Cantidad de privaciones de libertad denunciadas a la PNC en un año determinado.
Policía Nacional Civil, cifras proporcionadas a través de la Oficina de Información y
Respuesta.
2. Funcionamiento de las instituciones
Calidad de la democracia y del Estado de derecho
Voz y rendición de cuentas
Definición
Fuente
Notas
Refleja las percepciones sobre el respeto y ejercicio de derechos humanos y políticos y
de libertades civiles de los individuos. Considera la participación de los ciudadanos en la
selección de los gobernantes y la libertad de expresión, de asociación y de prensa.
Banco Mundial, Indicadores de Gobernabilidad, recuperado de: http://info.worldbank.
org/governance/wgi/index.aspx#home
Este indicador se presenta como:
- Puntuación: la escala refleja el rendimiento de gobernabilidad, de -2.5 como una débil
gobernabilidad a 2.5 como una fuerte
- Percentil: se refiere a la posición de El Salvador con respecto a los demás países a escala
mundial, lo que significa que, en esta dimensión, El Salvador está en una mejor situación
que el porcentaje de países que evidencia el indicador.
Efectividad gubernamental
Definición
Fuente
Notas
Refleja las percepciones sobre la calidad de los servicios públicos y su grado de independencia en cuanto a presiones políticas (incluye la competencia de burocracia), sobre la
calidad e implementación de políticas públicas, y sobre la calidad del compromiso del
gobierno.
Banco Mundial, Indicadores de Gobernabilidad, recuperado de:
http://info.worldbank.org/governance/wgi/index.aspx#home
Este indicador se presenta como:
- Puntuación: la escala refleja el rendimiento de gobernabilidad, de -2.5 como una débil
gobernabilidad a 2.5 como una fuerte
- Percentil: se refiere a la posición de El Salvador con respecto a los demás países a escala
mundial, lo que significa que, en esta dimensión, El Salvador está en una mejor situación
que el porcentaje de países que evidencia el indicador.
70
Estado de derecho
Definición
Refleja las percepciones sobre el grado en el que los funcionarios tienen confianza en las
normas de la sociedad y las cumplen (calidad de cumplimiento de los contratos, derechos
de propiedad, impartición de justicia en los tribunales y calidad de la policía), y sobre la
incidencia del crimen y la violencia.
Banco Mundial, Indicadores de Gobernabilidad, recuperado de: http://info.worldbank.
org/governance/wgi/index.aspx#home
Este indicador se presenta como:
- Puntuación: la escala refleja el rendimiento de gobernabilidad, de -2.5 como una débil
gobernabilidad a 2.5 como una fuerte
- Percentil: se refiere a la posición de El Salvador con respecto a los demás países a escala
mundial, lo que significa que, en esta dimensión, El Salvador está en una mejor situación
que el porcentaje de países que evidencia el indicador.
Fuente
Notas
Control de la corrupción
Definición
Refleja las percepciones sobre el grado en el cual el poder público es ejercido para obtener ganancias privadas, incluyendo formas pequeñas y grandes de corrupción, así como
también sobre la captura del Estado por élites e intereses privados.
Banco Mundial, Indicadores de Gobernabilidad, recuperado de: http://info.worldbank.
org/governance/wgi/index.aspx#home
Este indicador se presenta como:
- Puntuación: la escala refleja el rendimiento de gobernabilidad, de -2.5 como una débil
gobernabilidad a 2.5 como una fuerte
- Percentil: se refiere a la posición de El Salvador con respecto a los demás países a escala
mundial, lo que significa que, en esta dimensión, El Salvador está en una mejor situación
que el porcentaje de países que evidencia el indicador.
Fuente
Notas
Financiamiento público
Presupuesto ejecutado en el área social como porcentaje del gasto público
total (esfuerzo fiscal)
Definición
Fuente
Razón entre el presupuesto ejecutado en desarrollo social (sin incluir pensiones) y el presupuesto público total, en un año determinado (en millones US$). Indica la proporción del
gasto público total que se gasta en desarrollo social.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos del Ministerio de Hacienda.
Presupuesto ejecutado en el área social como porcentaje del PIB (esfuerzo nacional)
Definición
Fuente
Razón entre el presupuesto ejecutado en desarrollo social (sin incluir pensiones) y el PIB
en un año determinado (en millones US$). Indica la proporción del PIB que se gasta en
desarrollo social.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos del BCR y Ministerio de Hacienda.
71
Anexo2- Glosario de indicadores
Presupuesto ejecutado en educación como porcentaje del PIB
Definición
Fuente
Razón entre el presupuesto ejecutado en educación y el PIB en un año determinado (en
millones de US$). Indica la proporción del PIB que se gasta en educación.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos del BCR y Ministerio de Hacienda.
Presupuesto ejecutado en salud como porcentaje del PIB
Definición
Fuente
Razón entre el presupuesto ejecutado en salud y el PIB en un año determinado (en millones US$). Indica la proporción del PIB que se gasta en salud.
Cálculos elaborados por DES, FUSADES, con datos del BCR y Ministerio de Hacienda.
Razón entre la deuda total del SPNF y lo ejecutado en el área social (sin incluir pensiones)
Definición
Fuente
Notas
Razón entre la deuda total del Sector Público No Financiero (SPNF) y el presupuesto ejecutado en desarrollo social (sin incluir pensiones), en un año determinado (en millones de
US$). Indica cuántas veces se podría gastar lo ejecutado en desarrollo social con lo que se
acumula en la deuda pública.
Cálculos elaborados por DES y DEC de FUSADES, con datos del BCR y Ministerio de
Hacienda.
Deuda equivale a la deuda total del SPNF (SPNF+BCR+FOP). La deuda pública que corresponde al Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP) se registra en el sector público
financiero.
Economía y clima de negocios
Crecimiento del PIB
Definición
Fuente
Notas
Es el crecimiento del PIB en un año determinado con respecto al año anterior. El PIB es una
medida de flujo total de bienes y servicios producidos por la economía del país, en un año
determinado; se obtiene al valuar la producción de bienes y servicios a precios de mercado, excluyendo los bienes intermedios utilizados en el proceso de producción.
Banco Central de Reserva
Se calcula el crecimiento del índice de volumen utilizando la nueva serie encadenada (con
referencia a 2014). Es la diferencia entre el valor t y el del año anterior t-1, dividido por t-1.
72
Competitividad de la economía salvadoreña
Definición
El Índice Global de Competitividad mide las instituciones, las políticas y los factores que
determinan el nivel de productividad de un país. El índice es el promedio ponderado de
los distintos componentes, cada uno midiendo un aspecto diferente de la competitividad.
Hasta 2017 contempló doce pilares de la competitividad: 1) instituciones, 2) infraestructura, 3) entorno macroeconómico, 4) salud y educación primaria, 5) educación superior
y capacitación, 6) eficiencia del mercado de bienes, 7) eficiencia del mercado laboral, 8)
desarrollo del mercado financiero, 9) disponibilidad tecnológica, 10) tamaño del mercado,
11) sofisticación de negocios y 12) innovación.
En 2018, el Foro Económico Mundial modificó su estructura a fin de responder a desafíos
del cambio tecnológico y la cuarta revolución industrial. Desde ese año, el índice presenta indicadores distintos a los años precedentes, por lo que deja de ser comparable con
los informes anteriores. Ahora comprende los siguientes 12 pilares: 1) instituciones, 2) infraestructura, 3) adopción de TIC, 4) estabilidad macroeconómica, 5) salud, 6) educación
y habilidades, 7) mercado de productos, 8) mercado de trabajo, 9) sistema financiero, 10)
tamaño de mercado, 11) dinamismo de negocios y 12) capacidad de innovación. Estos se
agrupan en 4 categorías: entorno habilitante, capital humano, mercados, y, ecosistemas e
innovación.
Fuente
Foro Económico Mundial, Índice Global de Competitividad, correspondiente a cada año
Notas
Este indicador se presenta como:
- Puntuación hasta 2017: mide rangos de 0 (más bajo posible) a 7 (más alto),
- Puntuación desde 2018: mide rangos de 0 (más bajo posible) a 100 (más alto),
- Ranking: ocupación de El Salvador sobre la base de las naciones evaluadas.
Facilidad para hacer negocios
Definición
Fuente
Notas
Doing Business mide las regulaciones que favorecen o restringen la actividad empresarial.
Evalúa el impacto de 10 clases de regulaciones en el ciclo de vida de una empresa: 1)
apertura de una empresa, 2) manejo de permisos de construcción, 3) obtención de electricidad, 4) registro de propiedades, 5) obtención de crédito, 6) protección de los inversionistas minoritarios, 7) pago de impuestos, 8) comercio transfronterizo, 9) cumplimiento de
contratos y 10) resolución de insolvencia.
Banco Mundial, Doing Business, correspondiente a cada año
Este indicador se presenta como:
- Puntuación: mide rangos de 0 (más bajo posible) a 100 (más alto), los cuales son
ajustados anualmente
- Ranking: ocupación de El Salvador, comparado con las demás economías evaluadas.
73
Anexo2- Glosario de indicadores
Familia
Personas por hogar
Definición
Es el promedio de personas que viven en un hogar, en un año determinado.
Fuente
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Tasa de dependencia potencial
Definición
Fuente
Se refiere a la población en edades “teóricamente” inactivas, establecida como los menores de 15 años y los de 65 años y más, con respecto a la población en edades “teóricamente” activas, es decir, el grupo etario de 15 a 64 años de edad.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES, con datos de DIGESTYC, EHPM correspondiente a
cada año.
Mujeres jefes de hogar (porcentaje de hogares)
Definición
Fuente
Es la proporción del total de hogares en los cuales los jefes de hogar son mujeres, en un
año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos de DIGESTYC, publicación de la EHPM
correspondiente a cada año.
3. Vínculos sociales y valores
Apoyo a la democracia y confianza en las instituciones
Apoyo a la democracia
Definición
Fuente
Proporción de la población encuestada que está de acuerdo con la frase “La democracia es
preferible a cualquier otra forma de gobierno”, según sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Satisfacción con la democracia
Definición
Fuente
Notas
Proporción de la población encuestada que está satisfecha con el funcionamiento de la
democracia, según sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Se suma la población que respondió “muy satisfecha” y la que indicó “más bien satisfecha”.
Confianza en las instituciones
Definición
Fuente
Notas
Proporción de la población encuestada que tiene confianza en distintas instituciones, según sexo, en un año determinado: gobierno, congreso, poder judicial, partidos políticos,
policía, y fuerzas armadas.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Se suma la población que respondió “mucha” y la que indicó “algo”.
74
Cooperación e involucramiento por parte de la sociedad civil
Participación electoral
Definición
Fuente
Razón entre el total de votos y el padrón electoral en un año determinado. Equivale a la
proporción del padrón electoral que votó en las elecciones legislativas y presidenciales.
Cálculos elaborados por DEP/FUSADES con datos del Tribunal Supremo Electoral.
Confianza interpersonal
Definición
Fuente
Proporción de la población encuestada que piensa que se puede confiar en la mayoría de
personas, según sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
Interés de migrar del país
Definición
Fuente
Proporción de la población encuestada que ha pensado en la posibilidad concreta de ir a
vivir a otro país, según sexo, en un año determinado.
Cálculos elaborados por DES/FUSADES con datos del Latinobarómetro, correspondiente
a cada año.
75
76
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS SOCIALES • DES
Coordinadora de Comisión
Elena María de Alfaro
Directora
Helga Cuéllar-Marchelli
Investigadores
Alejandro Flores
Kriscia Hernández
Personal de apoyo
Ana Deysi de Ramírez
Editora de publicaciones
Yolanda Cabrera de González
Diagramador de publicaciones
Gerardo Alonso Castro Matamoros
Agradecimientos
Se aprecian los valiosos aportes de los miembros de la comisión asesora del Departamento de
Estudios Sociales, los cuales enriquecieron los análisis y propuestas de política pública expuestos
en este informe.
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