Subido por LORENA MOIX

BIOETICA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

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DERECHOS HUMANOS Y BIOÉTICA
BIOETICA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS
La acelerada evolución la tecnología al servicio de las “ciencias de la vida” hace suponer un mundo más
accesible, en la medida que la regulación de dichas prácticas por los estados involucrados en la
implementación de un código de ética ponga a raya otros intereses ajenos a la consideración del bien
común.
Siete años han pasado de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de
la UNESCO. Otros tantos desde que se comenzó a hablar sobre los conflictos morales
relacionados con las fronteras del desarrollo biotecnocientífico. Pero lo interesante de su
promulgación en 2005 radica en el tratamiento de una agenda más abarcativa para incluir
cuestiones sanitarias, sociales y ambientales.
El mérito de tal construcción colectiva se asemeja en mucho a las discusiones filosóficas de
Michael Focault respecto al cuidado de sí y de los otros: El individuo, como sujeto de sus
propias acciones en corresponsabilidad con el otro y con respecto al mundo. Como
mencionaran Luis Fernando Giraldo y Conrado Giraldo Zuluaga, “El cuidado de sí expresa una
actitud consigo mismo, pero también con los otros, con los otros y con el mundo. Es, por un
lado, una forma de vigilancia sobre lo que uno piensa, sobre el pensamiento y, a la vez, designa
un determinado modo de actuar mediante el cual uno se transforma al hacerse cargo el otro”1.
En efecto, la búsqueda, la protección y la defensa del interés personal en lo que respecta
las tecnologías de la vida, encuentran un marco regulador que la UNESCO destaca cuando se
dice “consciente de que los seres humanos forman parte integrante de la biosfera y de que
desempeñan un importante papel en la protección del prójimo y de otras formas de vida, en
particular los animales (…)”2.
Reconociendo además, “que la salud no depende únicamente de los progresos de la
investigación científica y tecnológica sino también de factores psicosociales y culturales”.
Términos como “diversidad cultural”, “derechos humanos”, “dimensión espiritual”,
“sensibilidad moral”, “equidad” y “justicia”, ponen de relieve los aspectos claves que dan vida
a esta Declaración y cuyo alcance no subestima aquello que desborda ampliamente la práctica
médica.
Bioética y Coronavirus en Argentina
Dicho esto, cabe desarrollar algunos conceptos que prevalecieron a partir de 2019 cuando
el mundo se sumió a la Pandemia por el Sars CoV 2, y en este sentido, las determinaciones
asumidas por el Estado Argentino, cuyo desempeño deberán ser valorados en retrospectiva.
El 26 de junio de 2020 el Ministerio de Salud Argentino creó el “COMITÉ DE ÉTICA Y
DERECHOS HUMANOS EN PANDEMIA COVID19” a través de la Resolución 1117/2020. Misma
que reconocía la emergencia de salud pública de alcance internacional declarada por la OMS, y
1
Garcés Giraldo, L. y Giraldo Zuluaga, C. “El cuidado de sí y de los otros en Foucault, principio orientador
para la construcción de una bioética del cuidado”.
2
UNESCO, “Declaración universal sobre Bioética y Derechos Humanos”, 2005.
en consecuencia, su “misión de salvaguardar al máximo posible la vida y la salud de la
población argentina”, asumiendo posiciones cuyos dilemas éticos “requieren del
acompañamiento de la bioética para guiar las decisiones sanitarias tomadas bajo estrictas
evidencias científicas”.
En sus considerandos, la Resolución se ampara en las Declaraciones de la ORGANIZACION
PANAMERICANA DE LA SALUD (CSP28.R18 – 2012) de la de la cual Argentina es Estado
Miembro y que compromete al MINISTERIO DE SALUD para impulsar la bioética e integrar la
ética en la salud pública.
Como asesor consultivo, es interesante volver a los alcances del COMITÉ y su influencia en
las decisiones políticas que determinaron y determinan en la actualidad las formas de asumir
esta crisis sanitaria por el pueblo argentino.
En este sentido, el informe del Comité en Julio de 2020 toma en cuenta la Declaración de
los Derechos Humanos como marco normativo, a partir del cual impera “trazar los ejes
esenciales que optimicen el cuidado de la salud poblacional, tales como garantizar la
distribución equitativa y el acceso igualitario a los servicios del cuidado de la salud y de la
atención de la enfermedad”, con especial mirada hacia los denominados “grupos vulnerables”.
La consideración de una ética clínica al servicio de la salud se hizo más evidente en la
primera Ola de Coronavirus, reconociendo que la implicancia de una ética aplicada se hacía
imprescindible para dar respuesta a “posibles tratamientos o vacunas aún inexistentes;
tratamientos preventivos , preexposición y posexposición para quienes están en la primera
línea de atención a la salud; diagnósticos confiables para monitorear la evolución de la
epidemia en la población; conocimiento básico de cómo funciona el SARS-CoV-2 en el
organismo humano”3.
Las pretensiones, que sin duda incidieron en el ámbito político, también tomaron su
distancia en el quehacer cotidiano. Volviendo al texto de Giraldo en “Discusiones Filosóficas”,
no es sorprendente reconocer determinadas asimetrías en tanto “la bioética tiene
implicaciones políticas, pero son ámbitos distintos (…) La bioética debe abordar los dilemas
éticos de justicia y mostrar y denunciar los problemas, y sugerir posibles soluciones justas,
basadas en el respeto al ser humano y su dignidad, también como ser social”4.
La reflexión de cuán cerca o lejos está la política con respecto de la ética del cuidado de sí y
de los otros, debiera ser fundamental en tiempos donde la salud viene siendo un factor crítico
y determinante no sólo en la agenda del Estado Argentino. Dicho esto, sirva como parámetro
el concepto de “solidaridad, entendida como el cuidado del otro, partiendo del más fuerte
hacia el más débil (…) tan necesario para garantizar la supervivencia de la especie en este
momento histórico”5, y que debiera formar parte de todo ejercicio político comprometido en
la Defensa de los Derechos Humanos.
3
Informe del Comité de ética y derechos humanos al Ministerio de Salud de la Nación, julio 2020.
Garcés Giraldo, L. y Giraldo Zuluaga, C. Idem.
5
Garcés Giraldo, L. y Giraldo Zuluaga, C. Idem.
4
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