Trabajo práctico Unidad 1 Introducción a la sagrada escritura 1 - La tarea de comprender e interpretar la Palabra de Dios debe partir necesariamente de la idea de que esa comunicación se hace en lenguaje humano, llega a nosotros en forma humana es decir con inspiración divina y redacción a cargo de hombres situados en un momento histórico determinado de la historia, con una formación y con una vivencia propia de su tiempo. Es interesante poder comprender que la palabra ya sea la palabra expresada oralmente o la escrita tiene básicamente funciones. Es decir que sirve para algo, tiene un sentido su existencia. Las funciones de la palabra humana que ha sido adoptada por Dios para poder comunicarse con los hombres básicamente son la función informativa también llamada objetiva o denotativa y que es aquella que describe aquella, la que ofrece un sentido exacto para todos los que entienden el significado de la palabra decir más allá de qué persona lo diga o en qué lugar aparezca escrita la palabra está expresando o está describiendo exactamente lo que todos pueden entender. Por ello esto es especialmente importante aplicarlo al lenguaje científico, al lenguaje histórico, al lenguaje didáctico, a la información ya que es la manera de describir hechos, personas, lugares o fenómenos naturales y científicos. Por lo tanto, esta función informativa de la palabra es la que está al alcance de prácticamente todos. Pero la palabra no se queda solamente en la descripción, no solamente es lo que se ve, no solamente es lo que podemos ver sin involucrar nada del espíritu del alma sin involucrar la interioridad de la persona por eso la palabra sirve también para expresar. Es la función expresiva de la palabra es lo que muestra la subjetividad de la persona la que revela la interioridad de cada uno, la intimidad más grande puede expresar la interioridad intelectual, la interioridad emocional e interioridad espiritual no comunicamos algo, sino que nos comunicamos nosotros, nuestra propia persona es una auto revelación y la Palabra de Dios viene revelarnos a Él mismo, viene revelarnos su existencia, viene a revelarnos su Amor. Por eso en la Biblia vamos a encontrar tantos sentimientos humanos como sentimientos divinos. Y así como hasta ahora hemos podido ver que la palabra muestra el exterior o las características centrales de las cosas y también revela lo que hay dentro tanto del corazón de Dios como el corazón de los hombres también tenemos que reconocer que la palabra sirve como vínculo entre esas dos interioridades por eso la función comunicativa en la cual la palabra provoca algo, una respuesta, una acción, un sentimiento. La palabra provoca en la otra persona o la adhesión a una idea, en este caso puede decirse que se argumenta una idea o bien qué se convence de ciertos valores de la comunidad de la persona o conduce a enamorarse, se invita al afecto, se apela a la libertad de la otra persona por eso la función comunicativa podría decirse que es la que esencialmente está en la Palabra de Dios. Personalmente considero que al poder describir a Dios como Amor (cfr. 1 Juan 4,8) Dios es Amor y el amor básicamente tiene un lenguaje comunicativo sino no es amor. Por eso en este llamado tanto de Dios hacia los hombres o el clamor de los hombres hacia Dios tenemos primordialmente a la palabra con la función comunicativa. No es solamente información ni es sólo expresión unilateral, es comunicación. En ese marco es que debe también comprenderse e interpretarse la palabra no como una palabra hermética que ahí termina sino con una palabra abierta a la adhesión y a la relación, es decir abierta la comunicación entre Dios y los hombres. 2 - La Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II es una guía para comprender la profundidad de la Sagrada Escritura, la importancia para todos los hombres y es así que la teología debe apoyarse en la Palabra de Dios. Concretamente en el punto 24 de la Constitución Dei Verbum se señala que las Sagradas Escrituras contienen la Palabra de Dios y por ser inspiradas son en verdad Palabra de Dios. Si bien son comunicadas con lenguaje humano, la inspiración es inspiración divina y esto nos lleva a comprender que el estudio de la Sagrada Escritura tiene que ser como el alma de la sagrada teología y todo toda la acción de la Iglesia catequesis, la instrucción previa a cada Sacramento, la interpretación de la sagrada escritura en la lectio divina por ejemplo tiene que estar sin duda basada en la palabra de Dios y es la sagrada escritura la que dinamiza todo ese accionar de la iglesia. 3 – Hoja siguiente Constitución Dogmática Dei Verbum 18 de noviembre de 1965 Como objetivo se propone exponer la doctrina auténtica sobre la divina revelación y sobre su transmisión para que todo el mundo oyendo crea el anuncio de la salvación, creyendo espere y esperando ame. Capítulo 1 La Revelación en sí misma Capítulo 2 – La transmisión de la Revelación Divina Capítulo 3 Inspiración divina de la Sagrada Escritura y su interpretación Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina. En consecuencia, por esta revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron el mensaje de la salvación. • Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería. • Reglas para interpretar la Sagrada Escritura. Tomar en cuenta los géneros literarios utilizados y la Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe. Capítulo 4 – El Antiguo Testamento • Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un pueblo, a quien confió sus promesas. Hecho, pues, el pacto con Abraham y con el pueblo de Israel por medio de Moisés, de tal forma se reveló con palabras y con obras a su pueblo elegido como el único Dios verdadero y vivo, que Israel experimentó cuáles eran los caminos de Dios con los hombres, y, hablando el mismo Dios por los Profetas, los entendió más hondamente y con más claridad de día en día, y los difundió ampliamente entre las gentes. La economía, pues, de la salvación preanunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un valor perenne: "Pues todo cuanto está escrito, para nuestra enseñanza, fue escrito, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las Escrituras estemos firmes en la esperanza" (Rom. 15,4). • Capítulo 5 – El Nuevo Testamento Capítulo 6 – La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia La palabra divina que es poder de Dios para la salvación de todo el que cree, se presenta y manifiesta su vigor de manera especial en los escritos del Nuevo Testamento. Pues al llegar la plenitud de los tiempos el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad. Cristo instauró el Reino de Dios en la tierra, manifestó a su Padre y a Sí mismo con obras y palabras y completó su obra con la muerte, resurrección y gloriosa ascensión, y con la misión del Espíritu Santo. Levantado de la tierra, atrae a todos a Sí mismo, El, el único que tiene palabras de vida eterna. pero este misterio no fue descubierto a otras generaciones, como es revelado ahora a sus santos Apóstoles y Profetas en el Espíritu Santo, para que predicaran el Evangelio, suscitaran la fe en Jesús, Cristo y Señor, y congregaran la Iglesia. De todo lo cual los escritos del Nuevo Testamento son un testimonio perenne y divino. • La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Sagrada Liturgia. Siempre las ha considerado y considera, juntamente con la Sagrada Tradición, como la regla suprema de su fe, puesto que, inspiradas por Dios y escritas de una vez para siempre, comunican inmutablemente la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la voz del Espíritu Santo en las palabras de los Profetas y de los Apóstoles. • Es necesario, por consiguiente, que toda la predicación eclesiástica, como la misma religión cristiana, se nutra de la Sagrada Escritura, y se rija por ella. Porque en los sagrados libros el Padre que está en los cielos se dirige con amor a sus hijos y habla con ellos; y es tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual. 4 - Verbum domini es una exhortación Apostólica postsinodal de Benedicto 16 sobre la Palabra de Dios en la vida y la misión de la iglesia fue presentada el 30 de septiembre de 2010. Tiene su origen en el sínodo de los obispos del año 2008 que trató justamente sobre la sagrada escritura. Además de una introducción y una conclusión Verbum domini cuenta con tres partes principales: Palabra de Dios, Verbum Dei Verbum in ekklesia o sea Palabra en la Iglesia y la Palabra en el Mundo de manera que podemos descubrir que esas funciones de la palabra están siendo totalmente consideradas desde la palabra de Dios como palabra revelada a los hombres en la vida de la iglesia y en la vida del mundo. Las líneas fundamentales de esta exhortación nos sirven para revalorizar la palabra divina en la vida de la iglesia, fuente de constante renovación y lo que tiene como un objetivo es que la palabra de Dios sea cada vez más el corazón de toda la actividad eclesial. Es decir que al profundizar nuevamente sobre el tema de la palabra de Dios no solamente se verifique la puesta en práctica de las indicaciones del Concilio sino se busque hacer frente a los nuevos desafíos de la actualidad que se plantean para los creyentes. Esta exhortación también nos hace redescubrir el tema de dar por descontado que en la vida cotidiana Dios nos habla y nos responda a nuestras cuestiones. Señala Verbum domini “con esta exhortación apostólica postsinodal deseo -dice Benedicto XVI- que los resultados del sínodo influyen eficazmente en la vida de la Iglesia, en la relación personal con las sagradas escrituras, en su interpretación, en la liturgia y en la catequesis y también en la investigación científica de la palabra de Dios para que la Biblia no quede solamente como una palabra del pasado sino como algo vivo y actual”. 5. Mi ambiente habitual de pastoral es el de la Renovación Carismática Católica. En este movimiento, uno de los aspectos más destacados y qué más me llama la atención de quienes se acercan a ella es que la Palabra de Dios es una parte central de la espiritualidad. Entonces es muy común el consultar la palabra de Dios, el revalorizar la palabra de Dios en la oración y el de que forme parte central de la predicación en los seminarios de vida, por ejemplo. Por eso creo que uno de los aspectos muy beneficiosos que ha tenido el nacimiento de la Renovación Carismática Católica en la Iglesia es justamente el de oír la voz del Concilio Vaticano segundo en su Constitución dogmática Dei Verbum y ponerlo como una parte central es decir el de poder tener una relación personal con Dios a través de su palabra escrita. Por lo tanto, creo que sí existe un lugar realmente destacado en la espiritualidad de las personas con las cuales yo comparto el ambiente pastoral habitual, una relación muy profunda con la Palabra de Dios. Es habitual que cada persona tenga su propia Biblia y que la lleve a sus momentos de oración. Eso me parece que es algo realmente importante y destacado. Olivio Sergio Benitez