Subido por Sergio Benitez

Introducción a la Sagrada Escritura

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Trabajo práctico Unidad 1
Introducción a la sagrada escritura
1 - La tarea de comprender e interpretar la Palabra de Dios debe partir
necesariamente de la idea de que esa comunicación se hace en lenguaje humano, llega
a nosotros en forma humana es decir con inspiración divina y redacción a cargo de
hombres situados en un momento histórico determinado de la historia, con una
formación y con una vivencia propia de su tiempo.
Es interesante poder comprender que la palabra ya sea la palabra expresada
oralmente o la escrita tiene básicamente funciones. Es decir que sirve para algo, tiene
un sentido su existencia. Las funciones de la palabra humana que ha sido adoptada por
Dios para poder comunicarse con los hombres básicamente son la función informativa
también llamada objetiva o denotativa y que es aquella que describe aquella, la que
ofrece un sentido exacto para todos los que entienden el significado de la palabra decir
más allá de qué persona lo diga o en qué lugar aparezca escrita la palabra está
expresando o está describiendo exactamente lo que todos pueden entender. Por ello
esto es especialmente importante aplicarlo al lenguaje científico, al lenguaje histórico,
al lenguaje didáctico, a la información ya que es la manera de describir hechos,
personas, lugares o fenómenos naturales y científicos. Por lo tanto, esta función
informativa de la palabra es la que está al alcance de prácticamente todos.
Pero la palabra no se queda solamente en la descripción, no solamente es lo que
se ve, no solamente es lo que podemos ver sin involucrar nada del espíritu del alma sin
involucrar la interioridad de la persona por eso la palabra sirve también para expresar.
Es la función expresiva de la palabra es lo que muestra la subjetividad de la persona la
que revela la interioridad de cada uno, la intimidad más grande puede expresar la
interioridad intelectual, la interioridad emocional e interioridad espiritual no
comunicamos algo, sino que nos comunicamos nosotros, nuestra propia persona es una
auto revelación y la Palabra de Dios viene revelarnos a Él mismo, viene revelarnos su
existencia, viene a revelarnos su Amor. Por eso en la Biblia vamos a encontrar tantos
sentimientos humanos como sentimientos divinos.
Y así como hasta ahora hemos podido ver que la palabra muestra el exterior o
las características centrales de las cosas y también revela lo que hay dentro tanto del
corazón de Dios como el corazón de los hombres también tenemos que reconocer que
la palabra sirve como vínculo entre esas dos interioridades por eso la función
comunicativa en la cual la palabra provoca algo, una respuesta, una acción, un
sentimiento. La palabra provoca en la otra persona o la adhesión a una idea, en este
caso puede decirse que se argumenta una idea o bien qué se convence de ciertos valores
de la comunidad de la persona o conduce a enamorarse, se invita al afecto, se apela a
la libertad de la otra persona por eso la función comunicativa podría decirse que es la
que esencialmente está en la Palabra de Dios.
Personalmente considero que al poder describir a Dios como Amor (cfr. 1 Juan
4,8) Dios es Amor y el amor básicamente tiene un lenguaje comunicativo sino no es
amor. Por eso en este llamado tanto de Dios hacia los hombres o el clamor de los
hombres hacia Dios tenemos primordialmente a la palabra con la función
comunicativa. No es solamente información ni es sólo expresión unilateral, es
comunicación. En ese marco es que debe también comprenderse e interpretarse la
palabra no como una palabra hermética que ahí termina sino con una palabra abierta a
la adhesión y a la relación, es decir abierta la comunicación entre Dios y los hombres.
2 - La Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II es una guía para
comprender la profundidad de la Sagrada Escritura, la importancia para todos los
hombres y es así que la teología debe apoyarse en la Palabra de Dios.
Concretamente en el punto 24 de la Constitución Dei Verbum se señala que las
Sagradas Escrituras contienen la Palabra de Dios y por ser inspiradas son en verdad
Palabra de Dios. Si bien son comunicadas con lenguaje humano, la inspiración es
inspiración divina y esto nos lleva a comprender que el estudio de la Sagrada Escritura
tiene que ser como el alma de la sagrada teología y todo toda la acción de la Iglesia
catequesis, la instrucción previa a cada Sacramento, la interpretación de la sagrada
escritura en la lectio divina por ejemplo tiene que estar sin duda basada en la palabra
de Dios y es la sagrada escritura la que dinamiza todo ese accionar de la iglesia.
3 – Hoja siguiente
Constitución Dogmática
Dei Verbum
18 de noviembre de 1965
Como objetivo se propone exponer la
doctrina auténtica sobre la divina revelación
y sobre su transmisión para que todo el
mundo oyendo crea el anuncio de la
salvación, creyendo espere y esperando ame.
Capítulo 1 La Revelación
en sí misma
Capítulo 2 – La
transmisión de
la Revelación
Divina
Capítulo 3 Inspiración divina
de la Sagrada
Escritura y su
interpretación
Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a conocer el
misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de
Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se
hacen consortes de la naturaleza divina. En consecuencia, por esta
revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por
su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo
y recibirlos en su compañía
Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación
de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a
todas las generaciones. Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la
revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos
los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio,
prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia
boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las
costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en
la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían
recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían
aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles
y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron
el mensaje de la salvación.
•
Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y
manifiestan en la Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del
Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por
santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento
con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu
Santo, tienen a Dios como autor y como tales se le han entregado a la
misma Iglesia. Pero en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió
a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de
forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como
verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería.
•
Reglas para interpretar la Sagrada Escritura. Tomar en cuenta
los géneros literarios utilizados y la Tradición viva de toda la Iglesia y
la analogía de la fe.
Capítulo 4 –
El Antiguo
Testamento
•
Dios amantísimo, buscando y preparando solícitamente la
salvación de todo el género humano, con singular favor se eligió un
pueblo, a quien confió sus promesas. Hecho, pues, el pacto con
Abraham y con el pueblo de Israel por medio de Moisés, de tal forma se
reveló con palabras y con obras a su pueblo elegido como el único Dios
verdadero y vivo, que Israel experimentó cuáles eran los caminos de
Dios con los hombres, y, hablando el mismo Dios por los Profetas, los
entendió más hondamente y con más claridad de día en día, y los
difundió ampliamente entre las gentes. La economía, pues, de la
salvación preanunciada, narrada y explicada por los autores sagrados, se
conserva como verdadera palabra de Dios en los libros del Antiguo
Testamento; por lo cual estos libros inspirados por Dios conservan un
valor perenne: "Pues todo cuanto está escrito, para nuestra enseñanza,
fue escrito, a fin de que por la paciencia y por la consolación de las
Escrituras estemos firmes en la esperanza" (Rom. 15,4).
•
Capítulo 5 –
El Nuevo
Testamento
Capítulo 6 –
La Sagrada
Escritura en la vida
de la Iglesia
La palabra divina que es poder de Dios para la salvación de
todo el que cree, se presenta y manifiesta su vigor de manera especial
en los escritos del Nuevo Testamento. Pues al llegar la plenitud de los
tiempos el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y
de verdad. Cristo instauró el Reino de Dios en la tierra, manifestó a su
Padre y a Sí mismo con obras y palabras y completó su obra con la
muerte, resurrección y gloriosa ascensión, y con la misión del Espíritu
Santo. Levantado de la tierra, atrae a todos a Sí mismo, El, el único que
tiene palabras de vida eterna. pero este misterio no fue descubierto a
otras generaciones, como es revelado ahora a sus santos Apóstoles y
Profetas en el Espíritu Santo, para que predicaran el Evangelio,
suscitaran la fe en Jesús, Cristo y Señor, y congregaran la Iglesia. De
todo lo cual los escritos del Nuevo Testamento son un testimonio
perenne y divino.
•
La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al
igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa
y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios
como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Sagrada Liturgia.
Siempre las ha considerado y considera, juntamente con la Sagrada
Tradición, como la regla suprema de su fe, puesto que, inspiradas por
Dios y escritas de una vez para siempre, comunican inmutablemente
la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la voz del Espíritu Santo
en las palabras de los Profetas y de los Apóstoles.
•
Es necesario, por consiguiente, que toda la predicación
eclesiástica, como la misma religión cristiana, se nutra de la Sagrada
Escritura, y se rija por ella. Porque en los sagrados libros el Padre que
está en los cielos se dirige con amor a sus hijos y habla con ellos; y es
tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad,
apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos,
alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual.
4 - Verbum domini es una exhortación Apostólica postsinodal de Benedicto 16
sobre la Palabra de Dios en la vida y la misión de la iglesia fue presentada el 30 de
septiembre de 2010. Tiene su origen en el sínodo de los obispos del año 2008 que trató
justamente sobre la sagrada escritura. Además de una introducción y una conclusión
Verbum domini cuenta con tres partes principales: Palabra de Dios, Verbum Dei
Verbum in ekklesia o sea Palabra en la Iglesia y la Palabra en el Mundo de manera que
podemos descubrir que esas funciones de la palabra están siendo totalmente
consideradas desde la palabra de Dios como palabra revelada a los hombres en la vida
de la iglesia y en la vida del mundo.
Las líneas fundamentales de esta exhortación nos sirven para revalorizar la
palabra divina en la vida de la iglesia, fuente de constante renovación y lo que tiene
como un objetivo es que la palabra de Dios sea cada vez más el corazón de toda la
actividad eclesial. Es decir que al profundizar nuevamente sobre el tema de la palabra
de Dios no solamente se verifique la puesta en práctica de las indicaciones del Concilio
sino se busque hacer frente a los nuevos desafíos de la actualidad que se plantean para
los creyentes. Esta exhortación también nos hace redescubrir el tema de dar por
descontado que en la vida cotidiana Dios nos habla y nos responda a nuestras
cuestiones. Señala Verbum domini “con esta exhortación apostólica postsinodal deseo
-dice Benedicto XVI- que los resultados del sínodo influyen eficazmente en la vida de
la Iglesia, en la relación personal con las sagradas escrituras, en su interpretación, en
la liturgia y en la catequesis y también en la investigación científica de la palabra de
Dios para que la Biblia no quede solamente como una palabra del pasado sino como
algo vivo y actual”.
5. Mi ambiente habitual de pastoral es el de la Renovación Carismática Católica.
En este movimiento, uno de los aspectos más destacados y qué más me llama la
atención de quienes se acercan a ella es que la Palabra de Dios es una parte central de
la espiritualidad. Entonces es muy común el consultar la palabra de Dios, el revalorizar
la palabra de Dios en la oración y el de que forme parte central de la predicación en
los seminarios de vida, por ejemplo. Por eso creo que uno de los aspectos muy
beneficiosos que ha tenido el nacimiento de la Renovación Carismática Católica en la
Iglesia es justamente el de oír la voz del Concilio Vaticano segundo en su Constitución
dogmática Dei Verbum y ponerlo como una parte central es decir el de poder tener una
relación personal con Dios a través de su palabra escrita. Por lo tanto, creo que sí existe
un lugar realmente destacado en la espiritualidad de las personas con las cuales yo
comparto el ambiente pastoral habitual, una relación muy profunda con la Palabra de
Dios. Es habitual que cada persona tenga su propia Biblia y que la lleve a sus
momentos de oración. Eso me parece que es algo realmente importante y destacado.
Olivio Sergio Benitez
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