Subido por CESIA MARIAH ANDONAIRE RAMIREZ

ARTICULO DE OPINION-III

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA
ARTÍCULO DE OPINIÓN
PERSPECTIVAS DE GÉNERO EN EL ÀREA
LABORAL
AUTOR(ES):
Andonaire Ramirez, Cesia Mariah
ASESOR(S)(ES):
Dra. Aldave Herrera, Teresita del Pilar
LINEA DE INVESTIGACIÓN:
Desarrollo Organizacional
CIUDAD DE TRUJILLO-PERÚ
2023
I.
INTRODUCCIÓN
Una perspectiva de género en los espacios de trabajo es una
herramienta
fundamental
para
hacer
visibles
las
relaciones
diferenciales y discriminatorias, así como la incorporación de prácticas
tendientes a la construcción y promoción de la igualdad de
oportunidades y trato digno hacia todas las personas.
Estas diferencias pueden ser, tanto biológicas, como las que
conciernen a los roles que desempeñan, los trabajos que realizan, los
salarios que reciben, el poder que detentan, las responsabilidades que
asumen o las expectativas que presentan, entre otras. Al estudiar los
patrones diferenciales sobre cómo enferman mujeres y hombres en el
ámbito laboral, hay que tener en cuenta las diferencias a través de la
implantación de la perspectiva de género. No hacerlo tiene como
consecuencia que se subestimen e incluso descuiden los riesgos
reales, especialmente para la salud de las mujeres considerando, a su
vez, riesgos específicos derivados de particularidades del género
femenino como la maternidad, la lactancia, etc. La gran incorporación
de las mujeres al mercado laboral ha provocado cambios sociales y
laborales importantes que obligan a introducir la perspectiva de género
en el análisis de las relaciones laborales.
Es importante mencionar que, el Perú es el cuarto país en América
Latina con la mayor brecha de género en el mercado laboral, según el
estudio Perspectiva Global de la Mujer 2020 sobre igualdad de género.
La perspectiva de género debe integrarse en las políticas nacionales
de salud y seguridad en el trabajo para asegurar que durante todo el
ciclo de gestión del riesgo se protege al conjunto de la población
trabajadora.
II.
OPINIÓN
La igualdad entre mujeres y hombres no es solo una cuestión de
diversidad y justicia social, sino que es también una condición previa
para lograr los objetivos en materia de crecimiento sostenible, empleo,
competitividad y cohesión social (OSALAN, 2010).
Esto se debe, principalmente, a que la división sexual de trabajo según
la cual los varones se dedican mayoritariamente al trabajo productivo
y las mujeres al trabajo reproductivo (tareas domésticas y de
cuidados), no ha visto grandes alteraciones a pesar de la
incorporación de las mujeres al ámbito de la producción, lo que trajo
aparejado aquello que se denomina como la “doble presencia” que
produce en las mujeres un mayor desgaste físico y psíquico.
Incorporar la perspectiva de género en la prevención es aceptar que
el trabajo no es neutral, que se encuentra atravesado por inequidades
que afectan de manera negativa a quienes participan del mundo del
trabajo.
Como también es importante mencionar los derechos humanos. Estos
derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser
reconocidos y garantizados por el estado. Podemos entender como
derechos humanos laborales, todo lo que, a hombres y mujeres
dependientes del trabajo asalariado, posibilita el reconocimiento y
ejercicio de la dignidad humana, permitiéndoles alcanzar el bienestar
material, desarrollarse como individuos y como organización, en
condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y en
igualdad de oportunidades. La igualdad se entiende, como la
capacidad de toda persona para disfrutar de derechos, así como para
contraer obligaciones, con las limitaciones que la propia ley señala en
forma específica. En este sentido el ordenamiento jurídico reconoce y
garantiza, para hombres y mujeres por igual, el ejercicio de facultades
y cumplimiento de obligaciones independientemente del sexo, genero,
edad, estado civil, raza, creencia religiosa o condición social.
La igualdad en el trabajo o igualdad laboral debe entenderse como la
práctica de las mismas condiciones de trabajo, para todos los
trabajadores, hombres y mujeres, menores y mayores, sin importar el
sexo, el estado civil, su origen étnico o su raza, la clase social a la cual
pertenezcan ni la religión que profesen o su ideología política.
(Kurczyn Villalobos, 2001, pg. 14).
Es responsabilidad de todas las empresas garantizar la seguridad, y
la salud de los y las trabajadoras. Poniendo en marcha acciones
específicas que impulsen y favorezcan la eliminación de cualquier
forma de discriminación en el ejercicio de los derechos laborales de
hombres y mujeres.
III.
ARGUMENTACIÓN
Según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (2020)
¿POR QUÉ EL GÉNERO ES UN ELEMENTO IMPORTANTE EN LA
SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO?
Mujeres y hombres desempeñan a menudo diferentes papeles en función
de las expectativas que socialmente se han creado en torno a su sexo, lo
que ha dado lugar a la división sexual del trabajo y la segregación laboral.
Esta distribución de género de tareas y responsabilidades tiene diferentes
impactos en la salud. Por ello, una acción preventiva eficaz en materia de
riesgos laborales debe identificar las implicaciones diferentes para
mujeres y hombres según la exposición a los riesgos y la interacción con
las condiciones de vida, y establecer estrategias de prevención concretas
que incorporen las necesidades de las mujeres teniendo en cuenta las
situaciones de desigualdad y discriminación presentes en el ámbito
laboral y en la vida en general.
CULTURA DE LA PREVENCIÓN Y PERSPECTIVA DE GÉNERO
Promocionar la salud en el trabajo la prevención de riesgos laborales es
una acción que se concreta en las empresas, lugares y centros de trabajo
y requiere para ello de un compromiso y voluntad de todos los agentes
implicados. Este compromiso de las trabajadoras y los trabajadores y de
los empleadores requiere que el “valor salud y preservación de la vida”
sea un valor central compartido, y que los gobiernos promocionen tal valor
a través de:
● una política nacional (con un marco legal y un presupuesto propios)
● un sistema de seguridad y salud en el trabajo (con un cuerpo
técnico/profesional y sistemas de control e inspección)
● un programa nacional (adaptado al tejido productivo y la tipología
de empresas y lugares de trabajo)
● una cultura nacional de prevención.
El conocimiento sobre los riesgos y las medidas preventivas se ha
desarrollado principalmente en sectores masculinizados y presenta
deficiencias con relación a las mujeres. Por ello, la cultura de la prevención
requiere revisar la atención que se presta a la diferente situación de
mujeres y hombres en el trabajo, los prejuicios y estereotipos sobre el
trabajo de las mujeres y la interacción entre el trabajo no remunerado y
remunerado, que condiciona el impacto en la salud.
Según el Instituto Valencia de Seguretati Salut en el Treball (2023):
BENEFICIOS DE LA GESTIÓN PREVENTIVA CON PERSPECTIVA DE
GÉNERO EN LA EMPRESA:
Los beneficios de una gestión preventiva en la empresa que tenga en
cuenta la perspectiva de género son:
● Aumento de la eficacia de las acciones preventivas, ya que permite
sacar a la luz riesgos hasta ahora invisibles para la empresa e
intervenir sobre ellos.
● Mejorar la cultura preventiva de la organización transmitiendo a
todas las personas que la salud es un valor fundamental en el
funcionamiento de la empresa y que las diferencias de género se
pueden gestionar.
● Asegurarse y responsabilizarse de que todas las personas gozan
de un buen estado de salud favorece al sistema productivo, ya que
se aprovecha todo el potencial de los recursos humanos
disponibles.
● La mejora del bienestar, la satisfacción en el trabajo y la calidad de
vida de las personas que trabajan en la empresa supone, además,
un impulso que permitirá mejorar la captación y retención del
talento.
● Apostar por una gestión de la salud que incluye y tiene en cuenta
aquellas cuestiones que afectan de forma especial a un grupo
concreto de personas, en este caso las mujeres, deja claro el
compromiso de la empresa con el cumplimiento de su
responsabilidad social con los retos y con su empeño por llevar a
cabo el trabajo de forma ética y responsable.
IV.
CONLCUSIÓN
● El Perú es el cuarto país en América Latina con la mayor brecha
de género en el mercado laboral.
● Introducir la perspectiva de género en la relación salud-trabajo es
de
suma
importancia
para
comenzar
a
reconocer
las
desigualdades que hay entre hombres y mujeres en el mundo del
trabajo.
● La gran incorporación de las mujeres al mercado laboral ha
provocado cambios sociales y laborales importantes que obligan a
introducir la perspectiva de género en el análisis de las relaciones
laborales.
● Es responsabilidad de las empresas garantizar la seguridad y la
salud de los y las trabajadoras. Poniendo en marcha acciones
específicas que impulsen y favorezcan la eliminación de cualquier
forma de discriminación en el ejercicio de los derechos laborales
de hombres y mujeres.
● El Convenio de la OIT núm.155 sobre salud y seguridad en el
trabajo marca las pautas de cómo debe organizarse la prevención
en las empresas y lugares de trabajo.
● La cultura de la prevención requiere revisar la atención que se
presta a la diferente situación de mujeres y hombres en el trabajo,
los prejuicios y estereotipos sobre el trabajo de las mujeres y la
interacción entre el trabajo no remunerado y remunerado, que
condiciona el impacto en la salud.
● Las trabajadoras y los trabajadores deben cooperar y poner en
marcha las medidas preventivas en la realización de sus tareas; y
la representación sindical debe canalizar la comunicación y la
negociación para mejorar la actividad preventiva.
● El Reglamento de los Servicios de Prevención reconoce la
psicosociología como una disciplina preventiva y plantea la
existencia obligatoria de personas expertas en esta especialidad
en los servicios de prevención, con el fin de desarrollar
adecuadamente la actividad preventiva.
● Beneficios de la gestión preventiva con perspectiva de género en
la empresa: aumento de la eficacia de las acciones preventivas,
mejorar la cultura preventiva de la organización, asegurarse y
responsabilizarse de que todas las personas gozan de un buen
estado de salud favorece, la mejora del bienestar, la satisfacción
en el trabajo y la calidad de vida de las personas.
REFERENCIAS:
González, M. (2011). Salud laboral y género: Apuntes para la incorporación
de la perspectiva de género en el ámbito de la prevención de riesgos
laborales. Medicina y Seguridad del Trabajo, 57(Supl. 1), 89114. https://dx.doi.org/10.4321/S0465-546X2011000500007
INEI. (2020). Perú: Brechas de Género 2020 Avances hacia la igualdad de
mujeres
y
hombres.
https://www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitale
s/Est/Lib1801/libro.pdf
Instituto Valencia de Seguretati Salut en el Treball. (2023). Perspectiva de
género y prevención de riesgos laborales [en línea]. Burjassot:
INVASSAT,
2023.
29
p.
https://invassat.gva.es/documents/161660384/172887249/MCV230102+Perspectiva+de+g%C3%A9nero+y+prevenci%C3%B3n+de+
riesgos+laborales.pdf/fa6c26e5-f111-7af1-436b9296ed119cb4?t=1676982832210.
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. (2020). Perspectiva de
género
en
la
prevención
de
riesgos
laborales.
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/riesgos_genero.pdf
OSALAN, (2010). La Perspectiva De Género En La Prevención De Riesgos
Laborales.
Universitat
Politecnica
de
Catalunya.
https://www.osalan.euskadi.eus/s94osa0055/es/contenidos/informaci
on/info2011_perspectivagenero/es_informe/adjuntos/Perspectiva_Ge
nero_InfOsalan.pdf
OIT. (2011). Salud y Seguridad en el Trabajo desde la perspectiva de
género. http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/2396.pdf
OIT. (2010). La perspectiva de género en salud y seguridad en el trabajo.
https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---americas/---ro-lima/--sro-san_jose/documents/publication/wcms_227395.pdf
Kurczyn , P. (2001). Derechos de las mujeres trabajadoras. Cámara de
diputados-UNAM.
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