Subido por Raul Fernandez

Los ciegos y el elefante

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Los ciegos y el elefante es una parábola con origen en la India, desde donde alcanzó una difusión notable. Ha sido utilizada para ilustrar la incapacidad del hombre para conocer la totalidad de la realidad. En distintos momentos se ha usado para expresar la relatividad, la opacidad o la naturaleza inexpresable de la verdad, el comportamiento de los expertos en campos donde hay un déficit o falta de acceso a la información, la necesidad de comunicación, y el respeto por perspectivas diferentes.
elefantes
Es una parábola que ha penetrado diversas tradiciones religiosas y es parte del acervo jainista, budista, sufi e hindú. El relato es muy conocido en Europa y América. En el siglo XIX el poeta John Godfrey Saxe creó su propia versión con forma de poema. Desde entonces, el relato ha sido publicado en numerosos libros para adultos y niños, recibiendo numerosas interpretaciones.
La historia
En las distintas versiones de la historia, un grupo de hombres ciegos (u hombres en la oscuridad) tocan el cuerpo de un elefante para comprender como es. Cada uno de ellos toca una parte distinta, pero solo una parte, tal como su lateral o su trompa. Luego ellos comparan sus observaciones y se dan cuenta que no coinciden en nada.
Los relatos se diferencian básicamente en como se describen las partes del cuerpo del elefante, cuán violento se vuelve el conflicto y cómo es que (si se logra) se resuelve el conflicto entre los hombres y sus perspectivas.
Jainismo
Una versión jainista de la historia dice que se le pidió a seis ciegos que determinaran como era un elefante palpando diferentes partes del cuerpo del animal. El hombre que tocó la pata dijo que el elefante era como un pilar; el que tocó su cola dijo que el elefante era una cuerda; el que tocó su trompa dijo que era como la rama de un árbol; el que tocó la oreja dijo que era como un abanico; el que tocó su panza dijo que era como una pared; y el que tocó el colmillo dijo que el elefante era como un tubo sólido.
Un rey les explicó:
«Todos ustedes están en lo cierto. La razón por la que cada uno de ustedes esta diciendo diferentes cosas es que cada uno de ustedes tocó una parte diferente del elefante. Por lo tanto el elefante tiene todas las características que mencionaron.»
Esto resuelve el conflicto, y es usado para ilustrar el principio de vivir en armonía con personas que tienen un sistema de creencias diferente, y que la verdad puede ser dicha de diferentes maneras (en las creencias jainistas se dice que hay siete versiones). Esto es conocido como el Syadvada, Anekantavada, o la teoría de las múltiples predicciones.
Budismo
Dos veces usó Buda la parábola de los ciegos confundidos. En el Canki Sutta describe una fila de ciegos que están tomados uno del otro como un ejemplo de aquellos que siguen un texto antiguo que ha pasado de generación en generación, tal como el caso de los Evangelios cristianos (Mateo 15.14) haciendo referencia a que los ciegos guían a los ciegos. En el Udana utiliza la parábola del elefante para describir las luchas sectarias. Un rey reúne a varios ciegos de su capital en su palacio, los pone en presencia de un elefante y les pide que lo describan.
«Luego que cada uno de los ciegos hubo palpado una sección del elefante, el rey se dirigió a cada uno de ellos y le preguntó: ‘Dime, has visto al elefante? Cuéntame, que tipo de cosa es un elefante?»
Los hombres le expresan que el elefante es como una vasija (el ciego que examina la cabeza del elefante), una cesta de trillar (oreja), una reja de arado (colmillo), un arado (trompa), un granero (cuerpo), una columna (pata), un muro de argamasa (lomo), una herramienta de albañil (cola) o un cepillo (punta de la cola). » Los hombres no se pueden poner de acuerdo entre ellos y comienzan a discutir sobre la pregunta «a que se parece ?», y el rey se divierte sobremanera con su pelea. El Buda finaliza la historia de los ciegos comparándolos con predicadores y estudiosos que son ciegos e ignorantes y tienen sus propios puntos de vista: «Muy similares son estos predicadores y estudiosos que sostienen sus diversos puntos de vista mientras se encuentran ciegos y no perciben lo que les rodea…. En su ignorancia ellos son peleadores y discutidores por naturaleza, cada uno de ellos sosteniendo una idea distinta de la realidad.» Luego Buda recita el siguiente verso:
O como se aferran y discuten, algunos que sostienen
Ser honorables predicadores y monjes!
Para, discutir, cada uno se aferra a su punto de vista.
Este tipo de hombres solo ven un lado de las cosas.
Musulmán Sufi
El poeta persa sufi Sanai de Gazni (ciudad) (en Afganistán) presenta esta historia de enseñanza en su El jardín cercado de la Verdad.
Rumi, el poeta persa del siglo XIII, y maestro de sufismo, incluyó en su Masnavi. En su relato, «El elefante en la oscuridad», algunos hindúes trajeron un elefante para exhibirlo en un cuarto oscuro. Un grupo de personas tocaba y sentía el elefante en la oscuridad y dependiendo de donde lo tocaban, creían que el elefante era un caño de agua (trompa), un abanico (oreja), un pilar (pata), y un trono (la parte posterior). Rumi usa esta historia como un ejemplo de las percepciones del individuo:
El ojo sensual es justo como la palma de la mano. La palma no tiene el medio para cubrir la totalidad de la bestia.
Rumi no presenta una resolución al conflicto en su versión, pero dice:
El ojo de Mar es una cosa y la espuma otra. Deja que la espuma vaya, y contempla con el ojo del Mar. Día y noche manchas de espuma son arrojadas del mar: oh maravilloso! Tu observas la espuma pero no el mar. Somos como botes flotando juntos; tus ojos son oscuros, todavía estamos en agua clara.
Rumi termina su poema diciendo «si cada uno tuviera una vela y fueran juntos las diferencias desaparecerian.»
Hindú
Ramakrishna Paramahamsa usó la parábola para desalentar el dogmatismo:
«Un grupo de ciegos se acercaron a un elefante. Alguien les dijo que este era un elefante. Un ciego preguntó ¿como es el elefante? y ellos comenzaron a tocar su cuerpo. Uno dijo: ´Es como un pilar.´ Este ciego solo había tocado su pierna. Otro hombre dijo ´Es como una cesta descascarillada.´ Esta persona había tocado sus orejas. De manera análoga, los que tocaron su trompa o su panza decian diferentes cosas. De el mismo modo, el que ha visto a Dios de un modo particular limita a Dios a ese modo de ver y piensa que no hay otro modo de ver a Dios.»
John Godfrey Saxe
Una de las versiones más famosas del siglo XIX fue el poema «El ciego y el elelfante» por John Godfrey Saxe (1816–1887).
El poema comienza:
Había seis hombres de Indostan
Muy propensos a aprender,
Quienes fueron a ver el elefante
(A pesar de que todos ellos eran ciegos),
Para que cada uno de ellos por observación
Pudieran saciar sus intelectos
Ellos concluyen que el elefante es como una pared, una vívora, una lanza, un árbol, un abanico o una soga dependiendo de donde tocaban. Ellos debaten acaloradamente pero sin llegar a la violencia. Pero en la versión de Saxe, el conflicto nunca se resuelve.
Moral:
A menudo en las guerras teológicas,
Los disputantes, pienso,
Encarrilados en la total ignorancia
De lo que los otros decían,
Y hablaban sobre el elefante
Que ninguno de ellos había visto!
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