Subido por Melissa Guzmán

Tarea 3

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Melissa Guzmán Arriaga
Matrícula: 001095181.
Resumen tema 3: Atención-concentración; sueño-vigilia.
El despertar y el nivel de conciencia se encuentran controlados por el sistema de formación reticular. La
información sensitiva transmitida por las vías ascendentes pasa a través del sistema reticular, lo cual es
factor para determinar si una persona dormida despierta o no. Se cree que los diferentes grados de vigilia
dependen del grado de actividad de la formación reticular. La acetilcolina desempeña un papel
fundamental en la excitación de la corteza cerebral cuando las sensaciones dolorosas aumentan la
actividad de formación reticular.
Los procesos psicológicos no deben ser considerados como una función directa de lugares específicos en
el cerebro, sino como sistemas de zonas funcionales complejas que trabajan en conjunto. Por ejemplo, el
producto del trabajo del Sistema Activador Reticular ascendente (S.A.R.A) es conocido como reflejo de
orientación. Dicho reflejo es resultado de una serie de reacciones vasculares, motoras, de alerta (aumento
en ritmo cardiaco y respiración).
El ciclo sueño-vigilia es el principal de los ciclos circadianos. Estos ciclos son generados desde un núcleo
del hipotálamo anterior, el núcleo supraquiasmático, el cual es la base del llamado “reloj biológico”. Los
ciclos circadianos están condicionados por factores internos (temperatura, hormonas,etc.) y por factores
externos (luz, ruido, ambiente, etc.). Los cicladores externos están habitualmente sincronizados con la
luz-oscuridad a través del tracto retino hipotalámico que conecta la retina con el núcleo supraquiasmático
del hipotálamo.
La importancia del ciclo circadiano en la aparición sueño-vigilia radica en la privación del sueño. La
aparición del sueño no solo depende de la carga del sueño sino también del ritmo circadiano que induce
cambios periódicos en el nivel de atención y vigilancia. El sueño se define como un estado modificado de
la conciencia, sin embargo, la persona que duerme no está inconsciente.
La reducción de las vías aferentes sensitivas y la fatiga facilita el sueño, es decir, esto implica una reducción
en la actividad reticular. Se desconoce si esta actividad menor es un fenómeno pasivo o si la formación
reticular es inhibida activamente. Los ensueños o conciencia onírica son la analogía de los trastornos de
conciencia. En el ensueño ocurre una desconexión del mundo que lo rodea.
Se define como atención a la capacidad de seleccionar la información sensorial y dirigir los procesos
mentales. Ésta desempeña un papel fundamental en diferentes aspectos de la vida del ser humano, tal es
así que han sido múltiples los esfuerzos para estudiarla y delimitar su estatus entre los procesos
cognitivos. Dentro de sus principales características se encuentran la orientación seleccionadora y la
concentración.
La concentración es el aumento de la atención en un espacio de tiempo determinado. La atención puede
sufrir oscilaciones debido a: estrés, diversas emociones o trastornos de la conciencia. Ésta tiene anatomía
y fisiología.
En 1929 Hans Berger descubrió cuatro ondas cerebrales básicas en los humanos, éstas son: Nivel beta,
nivel alfa, nivel theta y nivel delta. El nivel beta se caracteriza porque las ondas cerebrales entre 15 a 30
Hertz, lo cual significa que nos encontramos en estado de alerta, aquí se producen las llamadas sinapsis
del pensamiento y existe una intensa actividad mental originada en la corteza frontal. El nivel alfa se
caracteriza por la disminución de la actividad entre 8 y 15 Hertz y permite el estado de somnolencia y
párpados pesados, lo que facilita que el cerebro descanse, tenga mayor imaginación y permite la
introducción al inconsciente. Por otro lado, en el nivel theta la intensidad eléctrica se encuentra entre 7 y
4 Hertz, aquí existe una orden desde el encéfalo para provocar el cambio de moléculas químicas y la
pérdida de anhídrido carbónico y la sustitución por oxígeno. Finalmente en el nivel delta el sueño más
profundo, permite el descanso, esto debido a la liberación de dióxido de carbono y su sustitución por
oxígeno. La frecuencia va de 4 a 0.5 Hertz.
Las ondas cerebrales, se pueden detectar mediante el electroencefalograma, que registra la actividad
eléctrica por medio de electrodos situados en la cabeza. La encefalografía (EEG) mide los potenciales
eléctricos en el cerebro y sus variaciones en el tiempo. La actividad eléctrica se presenta en forma de
ondas denominadas alfa, gama, theta y delta, las cuales se identifican por su frecuencia.
El uso de la encefalografía ha permitido detectar que una pregunta verbal provoca más ondas alfa en el
hemisferio izquierdo del cerebro, mientras que cuando silbamos una melodía se produce más actividad
alfa en el hemisferio derecho. Esta diferencia de ondas permite la asimetría en el cerebro. Anomalías en
estas ondas pueden ser la causa de problemas como: Epilepsia, tumores, etc.
Referencia:
Universidad insurgentes (2023). Psicología fisiológica. Páginas: 38-47.
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