Lo que hace mucho tiempo atrás, y a lo largo de la historia era cultura en las calles, hace poco fue visto, en pocas palabras, como un acto de delincuencia, como lo es el relato de el joven Jesús Espicasa, quien fue multado por compartir sus escritos en espacio público usando una máquina antigua. Se da a entender que se debería tener mucha más consideración y valor para con los escritores y más aún con los jóvenes ya que no es muy común, en la actualidad, que la poesía sea de gran interés en ellos.