CINEMA PARADISO SINOPSIS ARGUMENTAL Primera escena se ve una maceta en un balcón con el mar de fondo. El plano se abre y estamos en el balcón de una casa, en la casa de la madre de Salvatore en Sicilia. Su madre le llama por teléfono pero no le encuentra. Su hija está con ella y le dice que no se preocupe que seguro que tiene muchos compromisos y que hace veinte años que no va por allí y que no se acordará. Después de unas imágenes de Roma, un hombre de unos cuarenta años llega a casa por la noche y hay una mujer en su cama que está durmiendo, se despierta al oír llegar al hombre y le dice que le ha llamado su madre, (la que entendemos que es Salvatore). Le dice que ha hablado mucho con ella y que le ha dicho que hace treinta años que no va a verla. También le dice que ha muerto un tal Alfredo y que mañana serán lo funerales. La chica le pregunta quien es Alfredo él no le responde y se queda triste y empieza a recordar. Recuerda cuando era pequeño. Vemos como él era monaguillo de la iglesia y se quedaba dormido. El cura le llamaba Toto. El cura le echa bronca porque se queda dormido y que si no hace sonar la campanilla no sabe seguir con la eucaristía. El cura le dice que tiene mucho trabajo y Toto quiere ir pero el cura no le deja. El cura va a una sala de cine y le dice a Alfredo el maquinista que comience. Alfredo protesta al poner en marcha la proyección diciendo “cuántos cortes hará hoy”. Empieza la película “Verso la vita”. Toto está espiando desde detrás de las cortinas lo que pasa en la sala y en la pantalla. En la película se ve un beso y el cura hace sonar la campanilla indicando que corten la escena. Toto se ríe. Alfredo rechista. El cura disfruta de la película hasta el siguiente beso que hace sonar la campanilla. Al tercer beso la campanilla del cura se enlaza con el sonido de la campana de la iglesia del pueblo. Se ve la plaza del pueblo a pleno sol, con gente. Hay una chica lavándose el pelo en la fuente de la plaza y los mercaderes vendiendo medias, las mujeres cogiendo agua en cubas. Y al final se enseña el cine. Donde están Alfredo y Toto. Alfredo le dice a Toto que no puede ir allí que si se incendia la película se convertirá en un trozo de carbón. Toto mira los cortes que hace Alfredo a las películas y le pregunta a Alfredo si se lo puede quedar. Alfredo le dice que no que tiene que volver a empalmar los trozos cuando devuelvan la película. Entonces Toto le dice, cogiendo un montón de trozos de película que porque no los empalma estos, y Alfredo le dice que porque a veces no encuentra el punto exacto donde unirlos y se quedan allí. Le dice que le regala los trozos si no viene más por allí y que se los guarda él. Toto acepta pero se da cuenta que le ha tomado el pelo y vuelve. Alfredo le echa de forma cariñosa. Toto está en casa mirando fotogramas de películas a la luz de un candil y recitando los diálogos de las películas. Mientras su madre cose y le mira. Su hermanita duerme. Toto saca de una caja fotos de su padre y su madre, y le pregunta a su madre que si ha acabado la guerra porque su padre no ha venido aún. Su madre le dice que volverá. Toto le dice que ya no se acuerda de él y le pregunta dónde está Rusia, le dice que está tan lejos que hacen falta años para ir y años para volver. Toto guarda las fotos y los trozos de película en una lata. Toto va al colegio, se quita el traje de monaguillo, a la vez que se ríe de un niño al ver que su padre le está metiendo bronca porque no quiere ir a clase. La profesora pregunta la lección, la tabla de multiplicar, y el niño no se la sabe, la profesora le coge por las orejas y le pega contra la pizarra. Le pregunta cuánto son 5X5 y el niño responde, “cuarenta” y la profesora le vuelve a pegar mientras los demás niños se ríen. Toto intenta ayudar a su compañero. Le señala un libro en el que hay un dibujo de un árbol de Navidad queriendo decir que la respuesta es 25 como el día de Navidad. La profesora le vuelve a preguntar por última vez cuánto es 5X5 y el niño llamado Borgia le responde “Navidad”. Todos se ríen, la profesora le da con una regla. Toto está en el cine de nuevo mirando como Alfredo guarda los rollos de película, saca otro y lo pone en el proyector. Toto no pierde detalle. Alfredo lo ve y le dice “¡fuera!”. Toto le dice que si ha pagado la entrada puede ver la película. El revisor le engancha del cuello y le hecha. El cine está lleno. Toto corre a sentarse porque la película va a empezar. Las luces se apagan y empieza la película. Es un anuncio de la película de John Ford “La diligencia”. Los niños al ver a los indios hacen el grito indio. Un señor con bigote mira desde el palco a la platea. Mientras un señor entra en el cine gritando “buenas noches a todos”, el revisor (acomodador) le echa bronca, diciéndole que no haga ruido que la película va ha empezar, y él le dice que a él dice que le da igual, que él viene a dormir. El acomodador también vende tabaco. Después del tráiler ponen “La settimana incom” es el noticiario semanal. Los niños silban. Toto, mientras se ve el noticiario semanal que habla del retorno de la vanguardia de los luchadores clandestinos. Los reunidos celebran el Congreso de la Resistencia. El congreso convoca la Asociación de Partisanos, mira la cabeza de león que hay en el cine que es por la boca del león por dónde sale la luz de la proyección y se imagina como ruge. Toto se asusta. Empieza la película “La terra trema” episodio del mare, interpretado por los pescadores sicilianos de Luchino Visconti. La película sale un texto y la gente se queja de que no haya narrador porque no saben leer. Todo el mundo es analfabeto. La película pone una última frase del texto que dice “la lingua italiana non è in Sicilia la lingua dei poveri”. La gente mira atentamente la pelicula en que se habla del duro trabajo por conseguir comida, y que aún así mueren de hambre. Los niños fuman, se pasan el pitillo. En la pelicula sale una pareja, la chica saca la corbata al chico. Todo el mundo está ansioso por ver un beso o algo pero en ese momento del beso la escena está cortada (censurada) y la gente protesta. Toto se ríe. El señor del bigote del palco a los de la platea y le da a uno que protesta. Luego pasan una pelicula de risa de Charles Chaplin donde recibe una paliza de dos boxeadores siendo él el árbitro. La gente se ríe mucho. Toto también. Ya es de noche. Se ve la plaza del pueblo donde un señor está eligiendo a la gente que quiere para trabajar. A uno le rechaza por saber que es comunista. La gente sale del cine. Toto sale del cine y su madre le está esperando, cuando le ve le echa la bronca por haberse gastado el dinero de la leche en el cine. La madre le pega. Alfredo y el acomodador salen en su ayuda y le da las cincuenta liras que se ha gastado haciendo creer que el acomodador las ha encontrado entre las butacas. La madre las acepta. Toto le guiña el ojo a Alfredo. Y Alfredo y el acomodador se van contentos. Suenan las doce de la noche. De pronto un señor al que se le ve con cara de loco empieza a gritar “¡la plaza es mía!”. Y echa a todo el mundo de la plaza. Al día siguiente se ve como Toto y el cura encabezan un entierro de un niño. Acaba el entierro y Toto y el cura vuelven a casa, en el camino se encuentran a Alfredo que va en bici. Toto finge que le duele el pie para que Alfredo le lleve en bici a casa. Alfredo le lleva y van hablando. Toto le pregunta que si conocía mucho a su padre. Alfredo le explica que si que era alto, delgado y con bigote y divertido. Se parecía a Clark Gable. Toto le dice que ya es mayor y que quiere ser amigo de él. Al volver a casa la madre está apagando fuera de casa la lata con los trozos de película y las fotos que se han incendiado y casi se quema su hermanita. Toto llega con Alfredo y le pregunta que qué pasa. La madre le pega y le castiga porque se ha quemado la foto de su padre. Alfredo ve la escena triste y coge el trozo de foto que queda. La madre también le echa la bronca a Alfredo por darle los trozos de película y que solo habla del cine y de Alfredo. Le hace jurar que nunca más le dejará entrar en el cine. Alfredo de da su palabra. La madre le dice a Toto que ojalá estuviese su padre para darle azotes y Toto llorando le responde que papá no volverá que está muerto, su madre le pega y se pone a llorar diciéndole que no es verdad. La gente está en el cine y se acaba de ver la pelicula. Salen del cine empieza la siguiente sesión. Toto está sentado y le pregunta desde su asiento con gestos si puede ir a la cabina. Alfredo le dice que no con la cabeza. Toto se pone triste. Mientras unos niños despiertan de un susto al señor que va al cine a dormir que está roncando. La gente se ríe y el les regaña, “Si no os rompo los cuernos que se pierde mi nombre”. La gente se ríe. Menos Toto que está triste, hasta que ve pasar a la señora Ana, la esposa de Alfredo con la comida de su marido. Toto va corriendo para decirle que ya se la lleva él. Entra en la cabina de Alfredo con la comida, donde está trabajando. Le dice que su mujer le ha dicho que le lleve la comida. Toto le explica que le ha dicho a su madre que él no le había dado los trozos de película, que Alfredo no tenía la culpa. Alfredo le sienta y le explica que él empezó a trabajar de eso a los 10 años y que las máquinas entonces no existían y que él debía hacer girar el proyector mediante una manivela. Le explica que si se cansaba o perdía la velocidad se encendía en llamas la película. Toto le pregunta que por qué no le enseña ahora que es más moderno y no hay tanto peligro. Alfredo le contesta que porque no quiere, ya que en la cabina eres como un esclavo, que acabas hablando con los personajes de las películas. También le dice que se trabaja como una mula y los festivos. Toto le dice que por qué no cambia de trabajo y Alfredo, después de reírse le contesta que porque es tonto, y porque es el único en el pueblo capaz de poner las películas. Toto asiente y dice que no quiere aprender eso. Alfredo va al lavabo y deja solo a Toto con la máquina. Mientras el niño le pregunta si realmente no le gusta lo que hace, mientras se ven fotos de artistas de cine como Búster Keaton, Marlene Dietrich… y le dice que con el tiempo se ha ido acostumbrando, que ve como la gente se ríe y se lo pasa bien, haciéndoles olvidar sus desgracias. Mientras tanto la película se desenfoca y Toto arregla el problema, mientras la gente se queja. Alfredo le ve tocando la máquina, y lo echa de ahí diciéndole que no volviera más, sin darse cuenta de que Toto lo había hecho bien. Toto le insulta al mismo tiempo que en el bar, que están viendo un partido de fútbol, cantan gol. Uno de los del bar grita que le ha tocado la quiniela y se desmaya. La gente se lo lleva a hombros, diciendo que al napolitano le ha tocado la quiniela. Los del palco se quejan de su suerte. Se ve como las mujeres preparan tablas con pintura roja para tintar los pelos. Una señora tejiendo y el loco de la plaza molestando. También se ve un señor rapando la cabeza a sus hijos para evitar los piojos, y desinfectándolos. Los niños gastan bromas al acomodador del cine. Le atan los cordones de los zapatos mientras él está distraído pegando el cartel de una película, y se cae. Se ve a Toto y a todos los niños en un examen. Un señor recita el enunciado del problema. El examen se interrumpe para que entren la gente mayor que hace el examen de básica, entre ellos Alfredo. Éste no sabe resolver un problema y le pide a Toto que le chive la solución. Toto accede con la condición de que le deje ira a la cabina, y le lanza un papel con la solución. Alfredo le enseña a Toto a poner las películas en la máquina, a proyectarlas y a saber parar si que quema la película. Toto ya sabe proyectar las películas el sólo. Las cosas siguen igual, el señor del bigote sigue escupiendo desde el palco a la gente de abajo, el cura sigue censurando las películas, Toto sigue aprendiendo el oficio. Se van proyectando películas “El fantasma de la ópera”. La gente se asusta al ver esta película, y en un momento de susto, un señor de platea y una señora del palco se miran pícaramente coqueteando. Alfredo le pone un cajón para que pueda llegar a cambiar las bobinas. Toto se hace la foto de familia con el traje de comunión, con su madre y su hermana pequeña. Los niños de clase miran fotogramas de Rita Hayworth mientras un niño se despide de los demás porque se va a vivir a Alemania, todos le dan besos menos uno, que no le dice adiós porque su padre le ha dicho que es comunista. Se ve cómo se marcha el niño con su familia, y Toto le pregunta a Alfredo si encontrará trabajo allí. Le contesta “quien sabe, es como una aventura, el camino de la esperanza”. El padre del niño se va a montar en el coche para irse, pero antes grita “país de mierda, hasta siempre”. Entonces se ve al señor que da trabajo en el pueblo y al ver lo que dice le grita que vaya a morderle el culo a Alemania, él y Stalin. Se despide y se va. Toto le dice a Alfredo que qué suerte que Alemania está más cerca que Rusia. Se ven imágenes del cine otra vez, la película va a empezar y los niños van otra vez a molestar al señor que duerme en el cine, le ponen un escarabajo en la boca mientras ronca. Se despierta de pronto y grita “si no os rompo los cuernos” y el público del cine completa “que se pierda mi nombre”. Se ven imágenes de la guerra, en Rusia, y dan una lista de soldados italianos muertos y fotos. Toto ve la foto de su padre y señala el trozo de la película para cortar el fotograma. Se ve como Toto y su madre vuelven a casa después de saber que su padre ha muerto, pero no saben dónde está enterrado. La madre llora y Toto la mira. Mira a su madre como llora y luego un cartel de la película “Lo que el viento se llevó” con Clark Gable besando a Olivia de Havilland y sonríe por un momento. Se ve el cine de nuevo, imágenes de una película de “Toto”, actor cómico italiano de la época. La gente se ríe y se ve como el señor que miraba antes desde la platea a la señora del palco está junto a ella en el palco, cogidos de la mano. Se ve a la gente que hay en el cine como se ríen. El cine está lleno de gente, incluso de pie, y hay un señor haciendo el amor con una señora dentro, mientras ven la película. Una señora dando de mamar a su hija dentro del cine. Todo el mundo se lo pasa bien. Va tanta gente al cine que no cabe nadie más, la gente se trae sillas de casa para poder sentarse dentro, pero no caben todos, y los tienen que dejar fuera. El acomodador les dice que se deben esperar fuera a la próxima sesión. Alfredo hace que se refleje la película en la fachada de una casa de la plaza del pueblo, ante la sorpresa de Toto que felicita a su amigo. La gente corre excitada a ver la película y un señor sale al balcón a ver lo que pasa, y se pone en medio del film. La gente le chilla y él vuelve para dentro, cerrando el portón del balcón enojado. El público se queja a Alfredo de que no oyen la película y Alfredo orienta un altavoz hacia la plaza para que puedan oírla. La gente está feliz. Toto baja a ver la película a la plaza. El cura se da cuenta de que la película se ve en la plaza y le dice al acomodador que cobre la mitad de la entrada a los que están viéndola. La gente no quiere pagar. En ese momento aparece el loco de la plaza gritando “la plaza es mía, así que no hagáis broma o me enfado”, lo que provoca la risa general. Todos ven la película, donde sale el cómico apuntado a la cabeza con una pistola y justo cuando va a dispararse la pistola se quema la película, Alfredo corre a salvarla, pero llega tarde y se quema. El cine se incendia, la gente huye menos Toto, que entra en busca de Alfredo, tapado con una manta. Ésta está en el suelo rodeado de llamas. Lo coge por los pies y lo arrastra escaleras abajo y consigue sacarlo de allí, y pide auxilio. El cura, el dueño y el acomodador están fuera desesperados llorando por Alfredo. Parece muerto. Se vuelve a ver a Toto de mayor, pensando en la cama por un momento. Salen imágenes del cine en llamas. A la mañana siguiente la gente mira el cine totalmente destrozado. El loco de la plaza se ríe mientras todo el mundo está desolado. El cura dice que no hay dinero para reconstruir el cine, pero un señor con abrigo que hay ahí lo escucha, La siguiente imagen es el cartel de neón del “Nuevo Cinema Paradiso”. Es el día de la inauguración está todo el pueblo. Todo esta nuevo. El cura lo bendice. La gente entra y aplaude. El cura y el nuevo propietario hablan de que todavía es un niño, que cómo ha conseguido el permiso para que Toto pueda trabajar. Entonces sale Toto, con su madre, y el cura le dice que haga todo lo que le enseñó el pobre Alfredo. Se ponen tristes, y el propietario les anima. Se ve la escena de la película “Arroz Amargo”, que sale Silvana Mangano bailando y todo el pueblo la mira. El cura sigue el ritmo de la canción con el utensilio para bendecir, la madre de Toto la ve y el cura se avergüenza. Después se ve a Vittorio Gassman seduciendo a Silvana Mangano, el público está entusiasmado porque se ve la espalda desnuda de la protagonista, y él le da un beso en la espalda. Luego le se besan y la gente aplaude. El cura se va indignado diciendo que él no ve películas pornográficas. Se ve al propietario feliz. Toto está en la cabina trabajando. Entonces entra la mujer de Alfredo, con él, con gafas negras. Alfredo está vivo, pero ciego. Toto se pone contento al verle. Le abraza. Alfredo y Toto se quedan solos hablando. Alfredo le dice que no deje la escuela, que este no es su trabajo, y que hará cosas más importantes en un futuro. Alfredo le toca la cara con la mano derecha y le dice que ahora que ha perdido la vista ve más, ve todo lo que no veía antes. Alfredo aparta la mano del rostro de Toto, y este ya es un adolescente. Alfredo le dice que no olvidará que le salvó la vida. Este le dice ahora que la proyección está desenfocada. Toto comprueba que es cierto y sorprendido le pregunta que cómo lo ha conseguido saber. Alfredo ríe y le dice que es demasiado difícil de explicar. Se ve en la pantalla del cine a Brigitte Bardott, desnuda, y seguidamente a los niños en el cine masturbándose. El acomodador les llama la atención. Se ve como en el lavabo del cine hay gente que sale de acostarse con prostitutas, y como otra gente entra. Toto como en la cabina del cine con su madre, mientras trabaja. Se proyecta una película de gángsteres. Un señor con pinta de capo de la mafia está viendo la película y a al ver que disparan desde un coche hacia la cámara, le da un ataque al corazón y se muere. En ese asiento ponen flores. Toto enseña a Alfredo, al propietario y al acomodador como las películas nuevas ya no son inflamables. Se lamentan señalando a Alfredo. Alfredo dice que el progreso siempre llega tarde. Los señores enamorados del palco, ahora tienen un hijo y están sentados en platea. El señor del bigote del palco que escupe a la platea lo vuelve a hacer. Pero esta vez los de abajo le pillan y le tiran cosas y le insultan. La siguiente escena se ve un matadero donde están sacrificando a un ternero, y Toto lo está filmando con una cámara. También filma la estación, y a una chica rubia y de ojos azules. Toto y tres compañeros de clase observan desde una baranda a la chica que filmaba Toto antes. Dicen que es nueva, que es simpática, que su padre es el nuevo director del banco. Hacen broma sobre lo rica que debe ser. Entonces a la chica se le cae un papel y Borgia y Toto corren a recogerlo, los demás les vitorean. Toto le pone la zancadilla a Borgia y llega antes a recoger el papel. Toto se acerca a la chica para dárselos y se presentan .Se llama Helena. Empiezan a hablar pero viene Borgia por detrás y le coge del cuello. Toto está en la cabina con el ojo morado proyectando una película, a la vez que con su proyector pequeño esta proyectando lo que ha grabado. Alfredo esta con él. En la grabación se ve el matadero y como matan al ternero. Toto se lo va contando a Alfredo. Empiezan a salir imágenes de Helena y Toto se calla. Alfredo le pregunta que porque está tan callado. Toto le dice que no se ve nada, pero Alfredo adivina que se trata de una chica. Toto le confiesa que es una chica que vio en la estación y la empieza a describir de tal forma que Alfredo dice ,”el amor es el amor”.Alfredo le dice cosas sobre las chicas de ojos azules como Helena son difíciles etc.. Son frases de una película de John Wayne “El hombre tranquilo”.Los dos se ríen. Toto va a entrar a trabajar, pero ve que pasa por la plaza Helena y corre tras de ella, la saluda y tartamudea al hablar. Le dice que “que día más bonito” y en ese instante suena un trueno de tormenta. Ella se ríe. Ella se tiene que ir y se despiden. Toto se lamenta de lo torpe que ha estado hablando con ella. Alfredo pasea con Toto y le vuelve a decir que las de los ojos azules son las más difíciles, pero Toto no hace más que pensar en ella. Alfredo le dice a Toto que quiere que sea feliz. Alfredo le cuenta una historia a Toto. La historia habla de un rey que celebró una fiesta donde asistieron todas las princesas más bellas que había, y un soldado de la guardia real, se fijo en la hija del rey, y se enamoro de ella. Pero él era solo un soldado. Un día ya no podía más y le dijo que no podría vivir sin ella. La princesa se quedo impresionada por el sentimiento tan fuerte que le dijo al soldado: “Si eres capaz de esperar cien días y cien noches bajo mi balcón, al final seré tuya”. Entonces el soldado fue y espero un día y dos, veinte y no se movía nunca, ni que lloviese, ni nevase. Después de noventa días estaba muy débil y lloraba, no tenía fuerzas. La princesa continuaba observando. Y cuando llego la noche que hacia el número noventa y nueve el soldado se fue. Toto dice:” ¡Qué dices!, Al final”. “Si justo al final, pero no me preguntes el significado porque no lo se”. El propietario del cine discute por teléfono, porque no le dan dos copias para proyectar la película en el pueblo y en el pueblo de al lado. Solo tienen una copia para los dos pueblos. Toto proyecta la película en el Paradiso, todo el mundo llora con esta película, un culebrón de la época. Un señor se la sabe de memoria y dice el dialogo. Acaba la película y Toto recoge el rollo de película, y se la da a Borgia para que la lleve en bicicleta al otro pueblo. Borgia corre en bici, y llega al otro pueblo donde le esperan con otro rollo que tiene que llevar al Paradiso. La gente protesta porque estaba esperando desde hace rato la segunda parte de la película. Borgia vuelve al pueblo rápido, pero no puede más y se para. Toto está nervioso al ver que no llega, la gente se enfada. El propietario también está nervioso. Intenta calmar a la gente. Un señor que está en el cine hace callar a los demás y dice que si en diez minutos no han puesto la película que devuelvan el dinero. Llega la semana santa se ven imágenes de la iglesia. Toto y Alfredo están allí. Toto ve como Helena va a confesarse. El cura sale por un momento del confesionario, entonces Toto le dice a Alfredo que entretenga al cura tanto como pueda. Toto va hacia el cura y le dice que Alfredo le llama. El cura acude a la llamada de Alfredo, y este le dice cosas para entretenerle. Mientras Toto se mete en el confesionario para hablar con Helena. Helena se queda sorprendida. Mientras Alfredo y el cura hablan. Toto declara su amor a Helena, a mitad de declaración una señora mayor le interrumpe por la otra ventana del confesionario, y Toto hace el papel de cura absolviéndole de sus pecados sin escucharla. Helena se ríe. Toto le dice cosas bonitas. Helena le dice que no está enamorada de él, pero Toto le dice que no le importa que esperará a que se enamore. Le dice que todas las noches cuando salga de trabajar estará debajo de su ventana esperando a que abra la ventana. Solo lo hará si esta enamorada. Alfredo deja en paz al cura. Toto cada noche al salir de trabajar espera bajo la ventana de Helena. Pasan los días y los meses, pero ella no abre la ventana. Diluvia, es invierno. Llega fin de año, la ventana se abre por el viento y sale para cerrarla. Todo el mundo celebra el año nuevo, la gente tira las cosas por la ventana, menos Toto que está triste. Toto va al Paradiso y rompe el calendario donde ha estado señalando los días. Está hundido pero de pronto aparece Helena, se miran, se abrazan y se besan. Mientras la gente protesta por que la película no empieza. Toto y Helena están juntos, comen juntos, pasean, celebran cumpleaños, van de excursión en coche. Pero el coche se les para, y el señor que se detiene para auxiliarles resulta ser el padre de Helena que tiene cara de enfado. Helena se avergüenza. Llega el verano y el cine se traslada a la playa. Cine al aire libre en la playa. Hay gente que no paga entrada y ve la película desde las barcas. Toto mientras se esta proyectando la película lee las cartas de Helena que se ha dio a pasar el verano fuera del pueblo. En sus cartas dice que no para de pensar en él. También le da una mala noticia en las cartas, le dice que para octubre se trasladara a vivir a Palermo para la universidad, pero se escapara para verle. Salen imágenes de la película “Ulises” en el cine de la playa. Toto está tumbado triste quejándose de que quiere que el verano se acabe, y en ese instante cae un trueno y empieza a llover. Él sonríe mientras la gente corre a refugiarse. L lluvia le moja el rostro, de repente aparece Helena y le besa. YA ha vuelto después del verano. Mientras se están besando se vuelve a ver por un momento a Salvatore de mayor tumbado en la cama recordando. Después de aquello a Toto le llaman para hacer el servicio militara Roma. Helena le dice que vendrá un día antes de que se vaya para despedirse. Que llegaría en el autobús de las cinco. Toto le espera .El propietario dice que no se preocupe por lo de la mili que le guarda el empleo. l autobús de las cinco llega pero ella no está. Él se va al servicio militar. Intenta comunicarse con Helena desde el cuartel, por carta, por teléfono, pero no consigue saber donde está. Le devuelven las cartas. Acaba el servicio militar y Toto vuelve al pueblo. La plaza está vacía, se siente solo. En el cine está otro hombre trabajando, el coche donde hizo la excursión con Helena se ha convertido en un gallinero. Alfredo está en la cama. No habla con nadie, ni sale a la calle. Toto le lleva al mar y charlan. Toto le cuenta historias de la mili. Alfredo le pregunta si ha vuelto a ver a Helena, y Toto le responde que no, que no sabe donde está. Alfredo le dice que quizás sea mejor así, que cada uno de nosotros tiene una estrella a seguir. Después le dice que se vaya del pueblo. Que la vida no es como la ha visto en el cine, es más difícil. Le dice que vaya a Roma, que es joven que el mundo es suyo, que quiere oír como hablan de él. Toto está solo, pensativo, llora. Ahora vemos a Salvatore de mayor que se levanta, no ha pegado ojo en toda la noche recordando su vida. Esta triste. Sigue recordando, y ahora recuerda el momento de la despedida en la estación. Estaban todos, les dio un abrazo a su madre y a su hermana. Alfredo le dijo que no volviese más, que les olvidase a todos. Que le quería hiciese lo que hiciese. Se monto en el tren y se fue. La imagen siguiente a la del tren, es la de Salvatore mayor volviendo en avión al pueblo que se llama Giancarlo. Va al entierro de Alfredo. Se ve a su madre, mayor, haciendo ganchillo, oye que llega alguien y va rápido a la puerta a ver quien es. Es su hijo Toto. La madre le enseña la casa que está reformada. También le enseña su habitación con todas sus cosas. El las mira con nostalgia. Mira fotos de cine, ve su antiguo proyector, fotos de sus amigos, cuando era pequeño, de Alfredo. Es el entierro, el ataúd de Alfredo va en un coche, todos lo siguen a pie. La mujer de Alfredo le dice a Toto que Alfredo le quería y que le ha dejado unas cosas, que antes de irse pase a verla. Todos se paran. Salvatore mira hacia su izquierda y ahí esta el cine Paradiso casi en ruinas. Seguidamente mira a la gente que le acompaña en el entierro y son todas aquellas personas que daban vida al cine Paradiso: la pareja de enamorados, el acomodador, el propietario, el que roncaba. Salvatore se acerca a saludar al propietario, y le dice que hace seis años que el cine está cerrado, que ya no venía gente y que el ayuntamiento hará un parking en su lugar. Salvatore va a llevar el ataúd de Alfredo. Se celebra el entierro. Después Salvatore va a visitar a la viuda de Alfredo y ella le da una lata de película que le dejo Alfredo para él. También le explica cosas; le dice que nunca quiso que volviera al pueblo y que antes de morir le dijo a su madre que sobre todo que no pensara. Salvatore va al cine en ruinas y pasea por dentro viendo lo que queda de lo que vivió allí. Toda esta en ruinas. Recuerda los silbidos de la gente. Salvatore está en su cuarto mirando las viejas filmaciones en las que salía Helena. Su madre le espía detrás de la puerta. Él esta a punto de llorar. Habla con su madre y le dice que es como si al volver nada se hubiera movido, se vuelve a encontrar con todo delante, como si no hubiese avanzado nada, pero mira a su alrededor y no conoce a nadie. Y se lamenta por no haber ido a visitarla. Su madre le dice que no importa que ella piense que todo lo que ha hecho lo ha hecho bien. Después asisten a la demolición del Paradiso. El edificio cae y todas las personas mayores están tristes, en cambio los jóvenes se ríen y juegan con los escombros. El loco de la plaza todavía está allí diciendo “la plaza es mía”, la plaza está llena de coches. Salvatore vuelve a Roma y hace que proyecten lo que le ha dejado Alfredo. Son todas las escenas censuradas de las películas de su infancia. Todos los besos y escenas de amor. Toto llora de emoción. FIN Estructura y partes La película esta dividida en tres actos: Acto 1º: Desde que empieza la película hasta que Salvatore recibe la noticia de la muerte de Alfredo. Es el acto más corto, dura 6 minutos. Acto 2º: Desde que Salvatore recibe la noticia de la muerte de Alfredo hasta que va al entierro. Es el que dura más, 90 minutos. Acto 3º: Desde que va al entierro hasta el final. Dura 18 minutos. El elemento desencadenante de la película se produce en el primer acto, y desencadena el segundo. Es la muerte de Alfredo. Acto 1 Acto 2 Acto 3 Elemento desencadenante Es un film que no es lineal en el tiempo. Empezamos la película viendo al protagonista cuando es mayor y, todo el segundo acto es un flash back de su juventud. Y en el tercer acto volvemos a la época donde el protagonista es mayor otra vez. El primer acto sirve de introducción. Se presenta al protagonista de mayor, con el fin de que mientras vemos el segundo acto (que es el desarrollo toda su juventud), el espectador ya está condicionado por la imagen adulta de Toto. El segundo acto es un flash back que arranca cuando Salvatore tiene unos siete años. Es el momento de su infancia elegido por el director el director para mostrarnos la inocencia del protagonista y su relación con el cine. El tercer acto es donde esta la conclusión de lo que le pasa al protagonista. Es el reencuentro con todo lo que vivió. En el tercer acto es donde está el clímax de la película, que es cuando Salvatore ve el regalo de Alfredo. Durante el segundo acto hay muchos clímax: - Cuando Alfredo proyecta la película en la plaza. - Cuando Helena se enamora de Toto. - Cuando Helena vuelve del verano. Tratamiento del espacio y el tiempo Continuidad Tipos de transiciones: Utiliza el corte y los fundidos. También utiliza la elipsis temporal, para dar un salto de Toto niño a Toto adolescente. Lo hace en la escena que Alfredo le pasa la mano por encima. Usa una elipsis espacial durante la película, y se da en el momento en que Toto va a la mili. Continuidad Narrativa En los momentos en los que la vida de Toto se siente mucha tristeza (como en el incendio) O mucha emoción (cuando besa a Helena por primera vez) Intercala imágenes de él en la cama recordando, para enfatizar o señalar esos momentos y que el espectador lo sienta más. Utiliza todo tipo de planos: Plano americano: Primer plano: Plano medio: Primerísimo primer plano: Gran primer plano: Plano detalle: Plano zenital: Plano oblicuo: Plano picado: Plano contrapicado: Plano de registro: Plano de encuadramiento: Plano panorámico: Plano general: Travelling aproximación: Travelling de alejamiento: Travelling paralelo: Continuidad de espacio La historia de amor entre el de la platea y la mujer del palco refleja una continuidad de espacio. Por muchos cambios y cortes que haya el espectador está ubicado en el cine cuando aparecen estos dos personajes. Del mismo modo ocurre con el señor del palco que escupe hacia la platea o con el señor que ronca en el cine, son personajes que siempre se dan en el mismo espacio y que, por tanto, hacen que el espectador sepa sin más datos que la acción se sucede dentro del cine. Existe también continuidad de espacio con el loco de la plaza que dice que es suya, ya que este personaje ubica al espectador en ese sitio. Cámara rápida/lenta No se da este tipo de recursos en esta película. Montaje Por contraste Por paralelismo Esto ocurre cuando la película narra el buen funcionamiento del cine. Aparecen distintas imágenes de Toto en la cabina poniendo películas, imágenes que corresponden a distintos días. Por sincronismo Mientras Toto aparece poniendo una película, Borgia está con la bici a toda prisa llevando la segunda parte de la película hacia el otro pueblo. Estos dos hechos diferentes suceden a la vez. Por semblanza No hemos detectado ningún montaje que siga este criterio. Por Leit Motiv A lo largo de la película aparece el loco de la plaza gritando que la plaza es suya. Es una idea recurrente, pero tal vez no sea un montaje por Leit Motiv en toda regla, ya que no se trata de una idea recurrente que refuerza una situación narrativa. 7.- Recursos visuales Puesta en escena Iluminación La iluminación de la película está hecha de forma que muestra la calidez del clima mediterráneo. Creemos que está muy conseguida la iluminación dentro del cine, ya que realmente parece que estés allí en el cine viendo películas, y además la oscuridad del cine permite al espectador ver lo que le ocurren a los personajes. Maquillaje Podríamos resaltar las heridas de Alfredo después del incendio del cinema Paradiso. También al final de la película, que salen todos los personajes con veinte años más, caracterizados de manera que puedes identificar quien es quien. Escenografía El director utiliza los elementos reales para expresar cosas, y para localizar las acciones que se suceden en la película. Todo se da en un pueblo típicamente mediterráneo, excepto cuando aparecen las imágenes de Toto adulto. En la primera imagen de la película crea una especie de cuadro, con una maceta sobre una ventana, y al fondo el mar… da la sensación de que la maceta sea una barquita, que navega.