Interpretación de normas de convivencia ambiental. Grupo: Mantenimiento Automotriz 603 Resultado de aprendizaje 2.2: identificar las fuentes de agua que existen, señalando el impacto que tienen como consecuencia de las actividades humanas y de la huella hídrica individual y por nación para proponer estrategias que favorezcan el aprovechamiento sustentable del agua. Actividad de evaluación 2.2.1: elaborar una presentación de las fuentes de agua existentes en su región, señalando el impacto de las actividades humanas y estrategias que favorezcan el aprovechamiento sustentable de este recurso. Equipo: Álvarez Pérez Arturo Estrada Mendoza Alejandro Martínez Coronel José Alfredo Cruz Pérez José de Jesus Paredes Cura Josué Martin Usos del agua: Uso agrícola: El principal uso del agua en México es el agrícola, el cual en términos de uso de aguas nacionales se refiere principalmente al agua utilizada para el riego de cultivos. La superficie en unidades agrícolas de producción fue de 30.22 millones de hectáreas para el año 2007, conforme al VII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal. Cabe destacar que dicho censo encontró que el 18% de dicha superficie es de riego, y la superficie restante tiene régimen de temporal. Uso para abastecimiento público: El uso para abastecimiento público incluye la totalidad del agua entregada a través de las redes de agua potable, las cuales abastecen a los usuarios domésticos (domicilios), así como a las diversas industrias y servicios conectados a dichas redes. El disponer de agua en cantidad y calidad suficiente para el consumo humano es una de las demandas básicas de la población, pues incide directamente en su salud y bienestar en general. Uso en industria autoabastecida: En este rubro se incluye la industria que toma el agua que requiere directamente de los ríos, arroyos, lagos o acuíferos del país. Conforme al Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN)4 las actividades secundarias, conocidas tradicionalmente como “la industria”, están conformadas por los sectores minería, electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final, así como la construcción e industrias manufactureras. Cabe destacar que la clasificación de usos del REPDA no sigue precisamente esta clasificación, sin embargo, se considera que existe un razonable nivel de correlación Uso en termoeléctricas: El agua incluida en este rubro se refiere a la utilizada en centrales de vapor duales, carboeléctricas, de ciclo combinado, de turbogas y de combustión interna. De acuerdo con lo reportado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el año 2008, las centrales termoeléctricas generaron 193.56 TWh, lo que representó el 83.6% del total de energía eléctrica producida en el país. En las plantas correspondientes existe una capacidad instalada de 38 876 MW, es decir el 77.9% del total del país. Cabe aclarar que el 76.7% del agua concesionada a termoeléctricas en el país corresponde a la planta carboeléctrica de Petacalco, ubicada en las costas de Guerrero, muy cerca de la desembocadura del Río Balsas. Uso en hidroeléctricas: A nivel nacional, las Regiones Hidrológico-Administrativas XI Frontera Sur y IV Balsas, son las que tienen la concesión de agua más importante en este uso, ya que en estas regiones se encuentran los ríos más caudalosos y las centrales hidroeléctricas más grandes del país. Grado de presión sobre el recurso: El porcentaje que representa el agua utilizada p ara usos consuntivos respecto al agua renovable es un indicador del grado de presión que se ejerce sobre el recurso hídrico en un país, cuenca o región. Se considera que si el porcentaje es mayor al 40% se ejerce una fuerte presión sobre el recurso Agua virtual en México: El agua virtual se define como la cantidad total de este líquido que se utiliza o integra a un producto, bien o servicio. Por ejemplo, para producir un kilogramo de trigo en México se requieren en promedio 1 000 litros de agua, mientras que, para llevar un kilogramo de carne de res a la mesa de una persona, se requieren 13 500 litros. Estos valores varían según el país. Debido a los intercambios comerciales de México con otros países del mundo, en el año 2008, México exportó 6 961 millones de metros cúbicos de agua virtual, e importó 34 601, es decir, tuvo una importación neta de agua virtual de 27 640 millones de metros cúbicos de agua. De esta cantidad, el 53.2% corresponde a productos agrícolas, el 38.4% a productos animales y el 8.4% restante a productos industriales. Principales usos que le damos y cuál es su impacto: Doméstico: este suele ser el uso que identificamos más rápidamente. Aquí encontraremos el consumo de agua realizado en el marco de nuestro hogar y a nivel personal. Estos usos incluyen el agua que bebemos y que utilizamos para preparar todos los alimentos que consumimos, bañarnos, lavar nuestra ropa y todo lo que utilizamos en la cocina. Aquí también está incluido el empleo que se hace para la higiene en general, como el lavado de dientes, manos, baño de mascotas y riego de jardín. Energético: en la generación de energía, el agua se utiliza no sólo en las centrales hidroeléctricas, tanto de embalse como de agua fluyente, que serían las primeras que nos vienen a la cabeza, sino también es imprescindible como refrigeración en las centrales nucleares, (por eso se sitúan junto al mar o junto a grandes ríos). O también para generar vapor en las centrales de ciclo combinado. Así que podemos decir que el agua es clave para el desarrollo de cualquier infraestructura energética. Industrial: en el mundo de las industrias, hay dos usos que representan el 80% de la aplicación del agua: higiene y limpieza o de transmisión de calor o refrigeración. Agricultura: lo hemos dejado el último en nuestra relación, pero es el uso principal de agua dulce a nivel mundial. La agricultura consume un número cercano al 70% del agua que extraemos en el mundo. Es fundamental la evolución a un regadío moderno en el que afortunadamente en España somos pioneros. Igualmente, en el campo el agua es básica en las actividades ganaderas. Usos consecutivos consecutivos y no Otro modo de entender los distintos usos del agua es dividirlos en estos dos criterios que permiten agruparlos: Usos constitutivos: estos usos suponen que el agua no se consuma, y que sea devuelta al medio del que fue extraída (aunque no será devuelta exactamente al mismo lugar). Es lo que sucede con los usos energéticos, los recreativos, de navegación, ambientales o ecológicos y los higiénicos. Es curios o, pero un mismo litro de agua que llueva en el Sistema Ibérico riojano puede pasar perfectamente por varias centrales hidroeléctricas de agua fluyente, luego por otra de embalse. Y seguidamente entrar en una casa de una ciudad (como podría ser Logroño o Calahorra, ducharnos con ella. A partir de allí, fluir río abajo hasta llegar a otra ciudad. Llega a Zaragoza, luego otra ducha y seguir río abajo. Saltar por los pantanos de Ribaroja, Mequinenza, y regar un campo de arroz o un huerto de naranjos en el delta del Ebro. Y así sigue y sigue su camino. ¿Cuántas veces nos ha dado luz y limpieza para al final alimentar un cultivo ese litro de agua? ¿No es maravilloso? Usos no constitutivos: son aquellos que implican que, una vez usada el agua, esta no volverá al medio donde se la captó ni en la misma forma en la que se la extrajo. Básicamente, se trata de los usos agrícolas, y los industriales, en una pasa al campo y en otros se transforma en vapor retornando al ciclo del agua. Uso responsable del agua El agua disponible en nuestro planeta puede parecer infinita, pero no lo es. Si ponemos en consideración que más del 97% del agua presente en la Tierra es salada y que, del agua dulce restante, dos tercios está en las capas de hielo, podemos concluir con que el tercio restante es escaso para cubrir el ritmo de consumo actual. Si a eso le sumamos que casi 800 millones de personas no poseen acceso al agua potable y muchas viven en estado de estrés hídrico, nos damos cuenta de que las estimaciones de los organismos internacionales que pronostican que en los próximos años el consumo de agua aumentará todavía más, no es muy difícil llegar a entender de qué necesitamos repensar nuestros hábitos para hacer un consumo más responsable. Fuentes de agua: Cada región tiene diferentes características geográficas y el acceso al agua no es igual en cada área poblacional. En términos generales, el acceso al agua potable es uno de los factores básicos que impulsan el desarrollo económico de una población. El tipo de fuente de abastecimiento depende directamente de las características hidro-geológicas de cada región, así como de las tecnologías disponibles. Los tipos de fuentes naturales de agua son: Fuentes subterráneas La captación de aguas subterráneas se puede realizar a través de manantiales, galerías filtrantes y pozos, excavados y tubulares. Lo curioso de las fuentes subterráneas es que, en términos generales, están libres de gérmenes y microorganismos dañinos para la salud. Es decir, las aguas subterráneas pueden considerarse aptas para el consumo humano. Sin embargo, es recomendable hacer estudios clínicos de la misma, y llevar a cabo algún proceso de purificación para considerarla 100% potable. Fuentes superficiales Estas están constituidas por el agua de los lagos, ríos, arroyos, etc. Debido a la agricultura, ganadería, la industria y a la sobrepoblación, en muchas ocasiones el agua superficial está contaminada, por lo que debe pasar por un proceso de purificación para el consumo humano. Conocer qué tipos de fuentes de agua existen en nuestra naturaleza nos lleva a apreciar y cuidar este recurso, y saber cuándo es apta para el consumo, y cuándo debe ser tratada para considerarse potable. El agua, un recurso que se puede acabar El agua es uno de los recursos más preciados, por ello, se hace fundamental cuidar su aprovechamiento y su tratamiento. Tener un estilo de vida sustentable y adoptar hábitos para cuidar la naturaleza, es importante para seguir manteniendo nuestra calidad de vida. Ríos: Un río es agua, generalmente dulce, que fluye a través de la superficie de la tierra hacia un cuerpo de agua más grande, que suele ser un mar. El flujo de un río se mueve cuesta abajo debido a la gravedad y trata de llegar hacia los mares u océanos ya que estos son los que están al nivel del mar, en tierras bajas. Todos los ríos son un elemento necesario para la vida de los seres vivos, que requieren un suministro de agua dulce para poder sobrevivir. Esto está asegurado a partir del ciclo del agua, del que los ríos forman una parte muy importante. Si quieres aprender más sobre los ríos, no te pierdas este artículo de GEOenciclopedia. Los ríos son cursos de agua, siguen su camino a lo largo de un canal y por lo tanto, no permanecen estáticos, sino que se mueven y producen energía. Asimismo, son los escultores del paisaje. Pueden identificarse las siguientes partes de un río: Fuente: es aquí donde se inicia el río, y puede ser un manantial, agua de deshielo de un glaciar, un lago o de aguas subterráneas. Tiende ser una zona alta a partir de la cual el río fluye por laderas escarpadas. Boca: es el sitio donde el río llega a su fin y se une con el mar, océano u otro cuerpo de agua como un lago o un embalse. Confluencia: es el lug ar donde dos ríos se unen. Tributario: un río pequeño o arroyo unido a una corriente del río. Cuenca hidrográfica: cada una de las áreas drenadas por el río. Dos cuencas están separadas entre sí por una línea divisoria (llamada simplemente divisoria de aguas) que marca los límites geográficos entre ambas. Canal: sendero estrecho moldeado por acción del agua, un río transcurre por un canal y el camino del río se denomina curso. Lecho: fondo del canal. Orillas: como su nombre indica, son los bordes del río a cada lado del canal. Los ríos también se alimentan del agua que proviene de la escorrentía, la cual fluye hacia abajo para terminar en el mar. La escorrentía no es más que el agua de lluvia que fluye cuesta abajo sobre una superficie terrestre, pero que puede llegar a los ríos. Los ríos constituyen una de las zonas más prolíficas en vida animal y vegetal. La unión de agua, plantas, animales, factores abióticos como las rocas y los minerales, así como la materia orgánica en descomposición, conforman un ecosistema pleno para el desarrollo de muchísimas especies que ahí encuentran refugio, agua y alimento. Los peces de los ríos, claro está, son especies de agua dulce pero algunos animales marinos llegan a aventurarse ahí, como determinados tiburones y delfines. A grandes rasgos, en los ríos pueden encontrarse peces como la carpa, la trucha de río, el bagre y la piraña; mamíferos como la nutria, el castor y el hipopótamo; anfibios como las salamandras y las ranas y reptiles como las tortugas, las serpientes, los caimanes y los cocodrilos. Además de peces, dentro del río habitan caracoles, mejillones, cangrejos y almejas. La contaminación, la modificación del flujo del agua por acción de las presas o diques, la sobreexplotación de los recursos y la introducción de especies no naturales de un río específico, que llegan a convertirse en especies invasoras, son algunas de las amenazas que muchos ríos experimentan con frecuencia. Algunos ríos como el Ganges, el Citarum y el Yangtsé enfrentan un nivel de contaminación altísimo, que ha afectado no solo la salud de los seres que habitan su cuenca, sino también las actividades humanas como la pesca. La preservación de los ríos es una tarea de suma importancia, y requiere la cooperación a nivel individual y grupal. Cuencas hidrológicas: Es una cavidad natural en la que se acumula agua de lluvia. Esta circula hacia una corriente principal y finalmente llega a un punto común de salida. Unidad básica para la gestión de los recursos hídricos. Una región hidrológica está conformada por una o varias cuencas hidrológicas. Las cuencas hidrográficas cumplen un rol importante en el ciclo del agua ya que, justamente, permiten la circulación del agua. De hecho, una parte del 30% del agua dulce que existe en la Tierra, transcurre por las cuencas hidrográficas. Si esta breve introducción te ha generado cierta curiosidad sobre este tema, entonces continúa leyendo este artículo de EcologíaVerde en el que desarrollaremos qué son las cuencas hidrográficas, sus tipos e importancia, así como las partes de su estructura y también su protección y conservación. es una depresión en el terreno, rodeada por terrenos más altos, en la cual converge el agua proveniente de precipitaciones o deshielo. Así el agua que alcanza las cuencas hidrográficas desemboca en un mar, río, laguna, océano u otro cuerpo de agua. En pocas palabras, las cuencas hidrográficas constituyen un sistema natural de drenaje del agua y un conjunto de cuencas hidrográficas que desembocan en un mismo lugar se denomina vertiente hidrográfica. Ahora bien, con respecto a cómo se forman las cuencas hidrográficas, las mismas se relacionan con el ciclo del agua. Durante las precipitaciones, el agua pluvial puede evaporarse, infiltrarse en el terreno o circular pendiente abajo a través de las cuencas, lo mismo sucede con el agua proveniente de deshielo. Cuando la depresión de la cuenca es lo suficientemente grande, se puede originar una corriente de agua permanente, alimentada tanto por corrientes superficiales (precipitaciones, deshielos y ríos) como por corrientes subterráneas, conformándose así una cuenca hidrográfica. Las características de las cuencas hidrográficas y nos centramos en cómo están estructuradas. Podemos identificar las siguientes partes o elementos de las cuencas hidrográficas: Cuenca alta: constituye la zona de nacimiento del río, el cual se desplaza por una gran pendiente. Cuenca media: se corresponde a la zona de valle del río y allí hay un equilibrio entre el material sólido arrastrado por la corriente y el que se deposita. Cuenca baja: es la zona baja del río en el cual el material arrastrado a lo largo de la cuenca se deposita, producto de la menor velocidad de la corriente. Por lo general, en este sector se forman llanuras. Tipos de cuencas hidrográficas Según el cuerpo de agua al que arriban las aguas de las cuencas, pueden ser clasificadas de distintas formas. Por ello, aquí diferenciaremos los diferentes tipos de cuencas hidrográficas que existen y mencionaremos algunos ejemplos. Cuencas exorreicas o abiertas Son aquellas cuencas que drenan sus aguas hacia el mar o océanos. Un claro ejemplo es la Cuenca del Plata, una de las cuencas hidrográficas de Argentina o la Cuenca del Miño, una de las tantas cuencas hidrográficas de España. Las dos cuencas mencionadas culminan en el Océano Atlántico. También podemos nombrar la cuenca del Río Escarrea, una cuenca hidrográfica de Panamá que desemboca en el Océano Pacífico. Cuencas endorreicas o cerradas Se trata de cuencas que desembocan en lagos, lagunas o salares que no presentan comunicación con mares u océanos. Como ejemplo podemos mencionar, la Cuenca del Lago Titicaca, la cual es una cuenca hidrográfica del Perú y Bolivia, y la Cuenca del Lago Valencia, una de cuencas hidrográficas de Venezuela. Cuencas arreicas Son cuencas cuya agua se evapora o se infiltra en el terreno antes de encontrarse con un cuerpo de agua. El ejemplo de cuenca hidrográfica de tipo arreica más mencionado es la Depresión de Qattara en el desierto de Libia. Importancia de las cuencas hidrográficas: Las cuencas hidrográficas tienen una importancia tanto a nivel ecosistémico como también para el desarrollo de las actividades humanas. ¿Cuál es la importancia de las cuencas hidrográficas exactamente? Te mostramos algunos ejemplos: En primer lugar, regulan el flujo del agua, por lo tanto, su presencia reduce el riesgo de peligros naturales como inundaciones o desprendimientos. Además, regulan la calidad del agua y son fuente de agua dulce, sustento de toda la biodiversidad que habita el planeta Tierra. Aquí puedes aprender sobre los Ecosistemas de agua dulce. Gracias a la velocidad del agua de las cuencas, podemos obtener energía hidroeléctrica para el desarrollo de nuestras actividades. Por último, no podemos dejar de mencionar la belleza paisajística de las cuencas de los ríos que, a menudo, forman parte de nuestras actividades recreativas. Acuíferos: El agua subterránea es uno de nuestros recursos más valiosos, aunque probablemente nunca la veas o incluso no te des cuenta de que está ahí. El agua subterránea puede aparecer de diversas formas y una de ellas es en acuíferos. De hecho, hay una cantidad inmensa de agua en los acuíferos que se encuentran debajo de la superficie de la Tierra. Posiblemente pueda haber más de cien veces más agua en el subsuelo que en todos los ríos y lagos del mundo. Pero para que se puedan formar estos acuíferos tienen que darse unas condiciones especiales. Un acuífero se define como una formación geológica que está constituida por una o más capas de rocas, capaz de almacenar y ceder el agua. Se sitúa en el suelo en la zona denominada “zona saturada”. Los acuíferos se caracterizan por poseer una permeabilidad y una porosidad determinada, los cuales son parámetros que definen las características hidráulicas del acuífero, es decir, el movimiento del agua depende del tipo de rocas del suelo. Los acuíferos se forman gracias a las aguas pluviales que se infiltran en el suelo hasta llegar a estratos impermeables que impidan el paso del agua y se deposite entre las rocas subterráneas. Las aguas pluviales que se infiltran en el suelo permiten recargar de agua las rocas porosas de los acuíferos. Los acuíferos se pueden clasificar de varias maneras según el criterio que se utilice: Características litológicas: detríticos y carbonatados. Tipo de huecos: poroso, kárstico y/o fisurado. Presión hidrostática: libres o no confinados (en contacto con el aire y separado por la zona no saturada), confinados o cautivos (sometidos a una presión superior a la atmosférica y en zona totalmente saturada) y semiconfinados (algunas capas confinadas son semipermeables). Extensión: acuíferos locales o puntuales (pequeña extensión) y acuíferos regionales (muy extensos). Cuando el agua fluye por el acuífero, sirven como conductos de transmisión de agua subterránea a zonas de recarga como pueden ser lagos, pantanos, manantiales, pozos u otras estructuras de captación. En cambio, cuando se topan con rocas impermeables, promueven los depósitos de almacenamiento de agua, zonas que puede ser utilizada como área de extracción de agua siempre que no exceda la recarga porque, en ese caso, acabarán por secarse. Mares: El mar es una porción de agua salada de tamaño inferior al océano y mayor a un lago. Se suele diferenciar a los mares de los océanos porque los mares son las zonas próximas a las costas y tienen una extensión y una profundidad menor a los océanos. Los mares y océanos ocupan un 70 % de la superficie terrestre y, en muchos casos, es difícil delimitar la frontera que separa a unos de otros. Mientras que solo existen cinco océanos en el mundo, hay más de 50 mares, entre los que están: el mar Caspio, el mar Mediterráneo, el mar Caribe y el mar Negro. Los mares son también confundidos con lagos de gran tamaño pero, a diferencia de estos, los mares son masas de agua en movimiento. Algunas de las principales características de los mares son: Composición. El mar está formado en un 96,5 % por agua pura, mientras que el porcentaje restante (3,5 %) corresponde a sales como el sodio, los sulfatos, el magnesio, el cloro, el potasio y el calcio. La cantidad exacta de sal depende de cada mar en particular, pero suele ser de 35 mg por cada litro de agua. Temperatura. Las temperaturas del mar dependen de la ubicación geográfica. Algunos mares mantienen una temperatura constante durante todas las estaciones, mientras que en otros la temperatura fluctúa de acuerdo a la temperatura ambiente. Así es como en mares del Caribe o de Asia el agua se mantiene templada durante todo el año y en mares como el de Japón la temperatura varía. Las temperaturas de los mares son siempre superiores respecto a las temperaturas del océano, esto es porque los rayos de sol llegan hasta el fondo del mar e impiden que las temperaturas desciendan demasiado. Mareas. Los mares presentan dos tipos de movimientos: el oleaje y las corrientes oceánicas. Las olas son superficiales y notablemente visibles mientras que las corrientes son submarinas y solo se detectan mediante instrumentos específicos. Fauna. Dentro de los mares se puede encontrar una inmensa variedad de animales marinos. El tipo de fauna que habita en cada mar depende de la ubicación geográfica, la profundidad, la temperatura del agua, entre otras características. Algunos de los principales animales marinos son: las tortugas marinas, los peces, las ballenas, los delfines, los tiburones, los cangrejos, las estrellas de mar, los pulpos, las mantarrayas, entre muchos otros. Tipos de mares Los mares continentales se conectan con el océano por un surco estrecho. Existen tres tipos de mares principales: Mares litorales o costeros. Son zonas en las que, a pesar de que no existe una línea divisoria clara entre el mar y el océ ano, se reconoce al mar litoral porque presenta mayor amplitud de las mareas, temperaturas un poco más elevadas respecto de los océanos y son menos profundos. Por ejemplo: el mar de Noruega. Mares continentales. Son mares que se encuentran enteramente dentro de uno o varios continentes y están comunicados con el océano por un surco estrecho. Entre el mar y el océano existen diferencias de temperatura y de salinidad. Por ejemplo: el mar Mediterráneo. Mares cerrados. Son mares que están completamente aislados y se los confunde, con frecuencia, con lagos muy grandes. Generalmente estas aguas suelen contener menor porción de salinidad que el mar abierto. Por ejemplo: el mar Muerto. Disponibilidad nacional de agua En nuestro país hay diferencias muy grandes en cuanto a la disponibilidad de agua. Las zonas centro y norte de México son, en su mayor parte, áridas o semiáridas: los estados norteños, (Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas) reciben apenas el 9% del agua renovable al año. En el caso de las entidades del sur-sureste (Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz de Ignacio de la Llave y Tabasco) es lo contrario, éstas reciben más de la mitad del agua renovable al año (67.2%), no obstante, sus habitantes tienen menor acceso al vital líquido, pues no cuentan con los servicios básicos, como es agua entubada dentro de la vivienda. Para saber la cantidad de agua existente para cada habitante se divide el volumen de agua entre el número de personas de una población: En el Valle de México se encuentra la disponibilidad anual más baja de agua (apenas 144 m³/hab); en caso contrario se encuentra la frontera sur (más de 18 mil m³/hab.). Debido al crecimiento de la población, la disponibilidad de agua ha disminuido de manera considerable: en 1910 era de 31 mil m³ por habitante al año; para 1950 había disminuido hasta un poco más de 18 mil m³; en 1970 se ubicó por debajo de los 10 mil m³, en 2005 era de 4,573 m³y para 2019 disminuyó a 3,586 m³ anuales por cada mexicano. En México, al 2015, el porcentaje de viviendas con disponibilidad de agua entubada fue de casi 95%, el resto se abastecía de agua por acarreo fuera de la vivienda, por ejemplo: de la llave comunitaria, otra vivienda, una pipa, de pozo, de un río, entre otros. Drenaje A nivel nacional, en 1990, el 62% de las viviendas contaban con drenaje, el porcentaje se elevó a 75% en el año 2000, para 2005 fue de 85% y en 2010 se ubicó en 89 por ciento. Las entidades con el menor porcentaje de viviendas que cuentan con este servicio son Guerreo y Oaxaca con 72 y 70% respectivamente. El almacenamiento del líquido para riego, que es utilizado para la producción de diversos cultivos como el maíz, trigo, sorgo y frijol, disminuyó 27.1 por ciento a tasa anual. El campo mexicano enfrentará retos importantes durante 2021, debido en gran medida a las sequías que han provocado la falta de lluvias a nivel nacional. De acuerdo con un análisis realizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), durante 2020, el almacenamiento de agua para riego que es utilizada para la producción de diversos cultivos como el maíz, trigo, sorgo y frijol disminuyó 27.1 por ciento a tasa anual. A menor cantidad de agua afectará la producción agrícola de estos productos en el ciclo otoño-invierno 2020/2021. México cuenta con 210 presas con una capacidad para almacenar 125 mil 584 hectómetros cúbicos de agua para riego, sin embargo, hasta el 16 de diciembre, la reserva de agua solo ascendió a 66 mil 607 hectómetros cúbicos, cifra muy por debajo de los 91 mil 330 hectómetros cúbicos reportados en 2019. De manera particular, siete entidades concentran 16 de las presas más importantes del país, ya que, en conjunto, representan el 44.3 por ciento del total de almacenamiento de agua para riego. Están entidades son Sinaloa, Jalisco, Nayarit, Sonora, Tamaulipas, Michoacán y Chihuahua, sin embargo, el almacenamiento de agua en las presas de estos estados está a solo 41 por ciento de su capacidad, lo que refleja una caída anual de 44.2 por ciento, "ya que esta zona del país ha sido la más golpeada por las condiciones de sequía", según GCMA. En nuestro país el agua tampoco se encuentra esparcida equitativamente, de tal manera que en la zona norte del país se tiene carencia de agua y en la zona sur se encuentra en mayor abundancia. En los últimos cincuenta años, México paso de ser considerado como un país con alta disponibilidad de agua, a ser considerado como uno de baja disponibilidad, debido principalmente al crecimiento demográfico. En México, se precipita anualmente una lámina promedio de 772 mm sobre el territorio nacional, pero dos terceras partes de ella ocurren en forma torrencial de junio a septiembre, lo que hace muy difícil su aprovechamiento. La disponibilidad natural media en el país 1 es de 451.6 kilómetros cúbicos de agua en promedio al año (Conagua, 2016a; Figura 6.3). De ese volumen, alrededor del 80% corresponde al escurrimiento superficial nacional 2 (359.04 km 3 en 2017) y el restante 20% (92.5 km 3) contribuye a la recarga de los acuíferos. Disponibilidad mundial de agua En la tierra hay 1 400 millones de kilómetros cúbicos de agua. El 75 % de la superficie de la tierra está constituida de agua, sin embargo, de este gran porcentaje el 97% se considera no apta para consumo humano por ser agua salada, y el 3% restante se considera agua dulce. Que, a su vez, de este porcentaje el 2% se encuentra congelada en los polos y solo queda el 1% como agua superficial en la tierra. Este 1% se encuentra esparcido en todo el mundo de manera no equitativa por lo que en unos países se encuentra en abundancia y en otros se carece de este vital líquido. Todos sabemos que el agua salada no la podemos utilizar, ya que su alto contenido de sales minerales y metales afectan tanto al hombre como a la ganadería, agricultura e industria; para poderla usar, tendríamos que quitarle el exceso de sal, proceso que es muy costoso; ya en Europa algunos países que no tienen alternativa lo están realizando, pero para la mayoría de los países es imposible todavía. La crisis provocada por la falta del vital líquido en nuestro planeta es fácil de entender, pero lamentablemente es muy difícil de resolver. Es importante hacer conciencia que la cantidad de agua en nuestro planeta es finita. El número de habitantes está creciendo rápidamente y la utilización del agua crece aún en mayor medida. Un tercio de la población mundial vive en países que sufren la falta de agua. Para EL 2025 se espera que esta cifra aumento dos tercios. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, hay 263 cuencas compartidas por dos o más países. La disponibilidad de agua promedio anual en el mundo es de aproximadamente 1,386 millones de km3, de estos el 97.5% es agua salada, el 2.5%, es decir 35 millones de km3, es agua dulce y de ésta casi el 70% no está disponible para consumo humano debido a que se encuentra en forma de glaciares, nieve o hielo. CONTAMINACIÓN El planeta nos recuerda continuamente, con sequías cada vez más extremas, que sin agua no hay vida. Este recurso es imprescindible no solo para la supervivencia de los seres vivos que lo habitamos, sino también para el desarrollo socioeconómico, la producción de energía o la adaptación al cambio climático. Sin embargo, en la actualidad, nos enfrentamos a un enorme reto: la contaminación de ríos, mares, océanos, canales, lagos y embalses. La contaminación del agua pone en peligro la salud de millones de personas en el mundo. Las aguas del río Ganges bajan limpias y cristalinas por la ciudad india de Rishikesh, situada a las puertas del Himalaya. En aquellas montañas nadie diría que se trata de uno de los cauces más contaminados del mundo, con concentraciones de bacterias fecales que alcanzan hasta 31 millones por cada 100 mililitros, según la Fundación Sankat Mochan, una organización que batalla por devolver al Ganges su antiguo esplendor. Estos números convierten a este río sagrado en un símbolo de la contaminación hídrica, un problema global que afecta a uno de cada tres habitantes del planeta, según estima la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el agua contaminada como aquella que sufre cambios en su composición hasta quedar inservible. Es decir, es agua tóxica que no se puede ni beber ni destinar a actividades esenciales como la agricultura, además de una fuente de insalubridad que provoca más de 500.000 muertes anuales a nivel global por diarrea y transmite enfermedades como el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Los principales contaminantes del agua incluyen bacterias, virus, parásitos, fertilizantes, pesticidas, fármacos, nitratos, fosfatos, plásticos, desechos fecales y hasta sustancias radiactivas. Estos elementos no siempre tiñen el agua, haciendo que la contaminación hídrica resulte invisible en muchas ocasiones. Por esta razón, se suele recurrir al análisis químico de pequeñas muestras y organismos acuáticos para conocer el estado de la calidad del agua. CAUSAS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA Los factores naturales, como la filtración del mercurio presente en la corteza de la Tierra, pueden contaminar los océanos, ríos, lagos, canales y embalses. Sin embargo, lo habitual es que el deterioro del agua proceda de las actividades humanas y sus consecuencias, que detallamos a continuación: Calentamiento global El aumento de la temperatura terrestre, a causa de las emisiones de CO2, calienta el agua y esto hace que disminuya su nivel de oxígeno. Deforestación La tala de los bosques puede agotar las fuentes hídricas y genera residuos orgánicos que sirven de caldo de cultivo para bacterias contaminantes. Actividades industriales, agrícolas y ganaderas Los vertidos de productos químicos procedentes de estos sectores son unas de las causas principales de la eutrofización del agua. Basuras y vertidos de aguas fecales La ONU asegura que más del 80 % de las aguas residuales del mundo que llegan al mar y a los ríos están sin depurar. Tráfico marítimo Buena parte de los plásticos que contaminan los océanos proceden de los barcos pesqueros, petroleros y de transporte de mercancías. Derrames de combustible El transporte y el almacenamiento del petróleo y sus derivados dan lugar a filtraciones que pueden llegar a las fuentes de agua. CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA El deterioro de la calidad del agua tiene efectos negativos para el medio ambiente, la salud y la economía global. El propio presidente del Banco Mundial, David Malpass, alerta del impacto económico: "El deterioro de la calidad del agua frena el crecimiento y exacerba la pobreza en muchos países". La explicación está en que cuando la demanda biológica de oxígeno —medida que muestra la contaminación orgánica registrada en el agua— supera determinado umbral el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de las regiones ubicadas en las cuencas cae hasta un tercio. A renglón seguido, repasamos otras de las consecuencias: Destrucción de la biodiversidad. La contaminación hídrica empobrece los ecosistemas acuáticos y facilita la proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas en los lagos —eutrofización—. Contaminación de la cadena alimentaria. La pesca en aguas contaminadas, así como la utilización de aguas residuales en la ganadería y la agricultura, pueden transmitir toxinas a los alimentos que perjudiquen nuestra salud a través de su ingesta. Escasez de agua potable. La ONU admite que aún existen miles de millones de personas en el mundo sin acceso a agua potable y saneamiento, sobre todo en zonas rurales. Enfermedades. La OMS calcula que unos 2.000 millones de personas beben agua potable contaminada por excrementos, exponiéndose a contraer enfermedades como el cólera, la hepatitis A y la disentería. Mortalidad infantil. Según la ONU, las enfermedades diarreicas vinculadas a la falta de higiene causan la muerte a unos mil niños al día en todo el mundo. Tipos de contaminación del agua La contaminación del agua es la alteración física y química de la estructura del agua y sus componentes, cambiando sus propiedades y causando daños a los seres vivos que de ella dependen para sobrevivir. Según sea el origen de dicha contaminación natural o artificial (antropogénico o por acción de las personas), podemos distinguir dos tipos de contaminación del agua: contaminación orgánica y contaminación química artificial, respectivamente. Contaminación orgánica del agua de origen natural Eutrofización. Contaminación química del agua de origen artificial Vertidos tóxicos que provienen de actividades industriales. Uso de pesticidas y fertilizantes tóxicos en la agricultura y la ganadería industrial. Contaminantes emergentes, es decir que han aparecido recientemente, y basurales en ecosistemas acuáticos. Vertidos de aguas residuales, industriales y domésticas. Algunos ejemplos de tipos de contaminación del agua según el contaminante que la perjudica o el origen de este son: Derrame de petróleo o mareas negras. Aguas fecales. Aguas de limpiezas. Aguas residuales industriales. Aguas residuales agrícolas. Aguas residuales ganaderas. Por tanto, la contaminación del agua se puede producir por nutrientes, micororganismos, químicos e incluso por temperatura, entre otros. En las próximas líneas veremos con más detalles cuáles son las principales características de cada uno de estos tipos de contaminación del agua. Contaminación orgánica de origen natural la eutrofización Si te preguntabas cómo se contamina el agua, ten en cuenta, para empezar, que la contaminación del agua en algunas ocasionas se da debido al exceso de nutrientes inorgánicos y la proliferación desmesurada de organismos acuáticos, los cuales en su conjunto, alteran la composición y propiedades del agua. Este fenómeno que conlleva la contaminación orgánica y natural del agua es comúnmente denominado eutrofización. Tanto algas como microorganismos descomponedores y diversos nutrientes inorgánicos, son los causantes de producir la eutrofización de las aguas, al contar con una abundancia excesiva y desequilibrar la estabilidad natural de la estructura y propiedades de los recursos hídricos. Aunque las consecuencias de este tipo de contaminación natural del agua no son tan graves ni persistentes como los derivados de una contaminación química artificial, también han de valorarse y controlarse, ya que suponen la pérdida de muchos ecosistemas. Contaminación química actividades humanas por las La contaminación química del agua tiene su origen en diversas actividades antropogénicas que, de forma irresponsable, vierten sustancias químicas tóxicas que provocan la alteración de la composición, estructura y propiedades de las fuentes naturales de agua. Vertidos tóxicos procedentes de actividades industriales Las contaminantes industrias de la minería, la deforestación, las refinerías y todas aquellas actividades industriales que generan productos tóxicos que pueden acabar en la naturaleza, son las responsables de la contaminación de ríos, lagos, mares y aguas subterráneas, entre otros ecosistemas acuáticos. Uso de fertilizantes y pesticidas tóxicos en la agricultura y la ganadería industrial La utilización masiva de fertilizantes y pesticidas en la agricultura y la ganadería industrial vierten grandes cantidades de nitratos, fosfatos, y otros compuestos químicos que resultan gravemente perjudiciales para otros seres vivos, muchos de los cuales encuentran su hábitat natural en los ecosistemas acuáticos en los que se vierten dichos químicos. Vertidos de aguas residuales Las aguas residuales deben ser gestionadas correctamente en las plantas de tratamiento de aguas residuales para su posterior depuración y preparación para su utilización. No obstante, en muchas ocasiones se dan fugas y malas gestiones que facilitan la llegada de estas aguas muy contaminadas a fuentes naturales de agua, provocando la contaminación de estas. Basurales en emergentes ecosistemas acuáticos y contaminantes Todos y cada uno de los residuos de uso doméstico que generamos los seres humanos deben ser debidamente tratados y no vertidos a los ecosistemas de forma irresponsable, ya que ponen en peligro la vida y el equilibrio ecológico de las demás especies. Muchos fármacos, productos de higiene y limpieza, así como microplásticos y utensilios plásticos de un solo uso terminan en aguas superficiales y subterráneas, provocando su contaminación. Algunos de estos contaminantes son los considerados emergentes, por hacer relativamente poco tiempo que existen, y estos junto con otros que hace mucho más tiempo que existen, generan lo que se empieza a conocer como basurales o basura en la naturaleza. Sobreexplotación de fuentes de agua dulce La sobreexplotación se produce cuando las extracciones totales de agua superan a la recarga. En algunas partes del mundo la ampliación de los regadíos y de otras actividades que consumen agua se ha hecho a costa de acuíferos cuya recarga es lenta o casi nula. La extracción indiscriminada de los recursos hídricos, por encima de los niveles de recarga de los acuíferos es lo que conocemos como sobreexplotación del agua dulce. Según un informe de Friends of the Earth Europe (2011), en Europa el 45% de del agua extraída va destinada al sector de la energía, el 22% por la agricultura (aunque en algunos países, como en España, esta cifra se eleve a casi el 80%), el 21% se corresponde con el suministro público de agua y el 12% para el sector industrial. Un ejemplo de sobreexplotación del agua es el manantial de aguas termales de Fuencaliente, en Huéscar (Granada). Esta masa de agua subterránea se desecó como consecuencia de su sobreexplotación. Dentro de las causas, destacan la proliferación de pozos ilegales en la zona y la falta de control sobre los sistemas de regadío. Entre las soluciones, se limitó el número de hectáreas permitidas para el cultivo de regadío, se incrementaron los controles sobre los pozos y se establecieron límites para el agua a extraer en las zonas permitidas. Causas de la sobreexplotación del agua dulce: Una de las principales causas que llevan a sobreexplotar el agua es la creciente demanda de este recurso por parte de una población mundial a cada día mayor. La agricultura consume más del 75% de las reservas de agua y sus niveles de producción son cada vez mayores, lo que explica la amenaza que suponen las prácticas intensivas e insostenibles para la conservación del recurso y su calidad. Otra gran presión es la captación ilícita de agua a través de los pozos ilegales. La manera en cómo se extraen las aguas subterráneas también ha supuesto un punto de inflexión en la disponibilidad y agotamiento del recurso. Con el desarrollo tecnológico en el siglo XX, la aparición de máquinas y bombas de extracción dio lugar a una mayor proliferación de pozos y a las tasas de captación actuales. Consecuencias de la sobreexplotación del agua Tras conocer qué es el abuso de la extracción de los recursos hídricos y algunas de sus principales causas, nos surgen más dudas como, por ejemplo: ¿qué consecuencias genera la sobreexplotación de las aguas subterráneas? O bien, ¿cómo nos afecta la sobreexplotación del agua? El impacto ambiental derivado de las prácticas de explotación intensiva de los recursos hídricos tarda décadas en manifestarse, lo que dificulta la gestión de las reservas de agua en términos de sostenibilidad. Algunas de las consecuencias de la sobreexplotación de los mantos acuíferos son: Menor disponibilidad de los recursos hídricos (agotamiento de las fuentes de agua dulce más accesibles). Afecciones en la calidad por la contaminación de acuíferos y otros cuerpos de agua. Pérdida de capacidad de almacenamiento de los acuíferos por la redistribución de los materiales y poros que caracterizan a los acuíferos. Desaparición de la biodiversidad, principalmente aquella asociada a los ecosistemas acuáticos. Impactos sobre la salud humana. Descenso del nivel freático. La sobreexplotación de los acuíferos costeros provoca la salinización de los acuíferos, es decir, tiene lugar un proceso de intrusión salina en masas de agua o ecosistemas localizados en áreas costeras. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana los acuíferos presentan problemas de intrusión de agua del mar. Puede favorecer los procesos de desertización. En ocasiones, con la sobreexplotación de acuíferos, puede tener lugar la liberación de gases como el CO2. Soluciones para la sobreexplotación del agua Para terminar, queremos indicar algunos aspectos sobre cómo evitar la sobreexplotación del agua. La mejor de las soluciones es establecer prácticas de consumo responsable y sostenible de los recursos hídricos. Entre las acciones para reducir la sobreexplotación del agua y acabar con este problema resaltan: Desalación de agua de mar. Reutilización del agua depurada. Gestión local de los recursos hídricos. Estas son algunas ideas para acabar con la sobreexplotación del agua, pero se pueden dar más posibles soluciones o pequeños gestos por parte de las distintas administraciones, los gobiernos e incluso por parte de cada persona a nivel individual para mejorar este problema ambiental. ¿Qué es la huella hídrica? La huella hídrica es un indicador medioambiental que define el volumen total de agua dulce utilizado para producir los bienes y servicios que habitualmente consumimos. Es una variable necesaria que nos dice el agua que nos cuesta fabricar un producto. Este indicador busca evaluar el nivel de apropiación e impacto sobre los recursos hídricos que requiere la producción de un bien o la prestación de un servicio a lo largo de toda su cadena de producción, incluyendo, en el cálculo, las materias primas, sumando las necesidades de uso y consumo de agua de cada etapa de producción desde el origen hasta el consumidor final. La huella hídrica se mide en unidades de volumen (litros o metros cúbicos) por unidad de producto fabricado o servicio consumido, y consta de tres partes: Huella hídrica verde: agua de lluvia o nieve y que se almacena en el suelo en capas superficiales al alcance de las plantas; Huella azul se refiere al agua que procede o se capta de fuentes naturales o artificiales mediante infraestructuras o instalaciones operadas por el hombre; y, Huella gris se refiere al volumen de agua contaminada en los procesos y que posteriormente es necesario diluir para cumplir con los parámetros exigidos por la normativa sectorial del cauce u organismo receptor de los vertidos finales de proceso. La huella hídrica es el término usado para indicar el uso directo o indirecto que los seres humanos hacemos del agua dulce en el planeta. Se trata de un indicador muy utilizado en estudios medioambientales y de sostenibilidad para medir el volumen total de agua dulce que es empleado en la producción de los bienes y servicios de una empresa, o simplemente, del volumen de agua consumido de forma directa por un individuo o una comunidad. Para ello, el indicador de la huella hídrica calcula el uso de agua mediante el volumen de agua que ha sido consumida, evaporada o incluso contaminada (teniendo en cuenta de si el cálculo se realiza por unidad de tiempo para el índice de individuos y comunidades, o por bien por unidad de masa para el caso de las empresas). Calculo de la huella hídrica Josué Martin Arturo José de Jesus Alejandro José Alfredo Las fuentes de agua que existen en su región señalan do el impacto que tienen como producto de las actividades humanas: La hidrografía del territorio potosino tiene orígenes, expresiones y comportamientos claramente diferenciados. En el Altiplano está formada por un conjunto de cuencas cerradas y endorreicas, por corrientes de temporal, mantos subterráneos y algunos manantiales. La región carece de ríos, sólo torrenteras y arroyos que desaguan en lagos o aguazales, aguas de temporal que se pierden en algún sótano de una región de carso. Las cuencas endorreicas del Salado son varias. Las más importantes son las de San Luis Potosí, Mexquitic, Ahualulco, Matehuala y Cedral. En las cuencas cerradas del Altiplano revisten extraordinaria importancia las aguas subterráneas, especialmente las de los acuíferos localizados en Villa de Arista, Municipio de San Luis Potosí y Villa de Reyes. En la época de lluvias se forman corrientes conocidas con los nombres de Santiago, en el municipio de San Luis Potosí, que alimenta la presa de San José; Saucito, Paisanos y Mexquitic, que almacenan sus aguas en la presa Álvaro Obregón; hacia el este la de la Tinaja y Barranca y al sur Españita. Estos arroyos van disminuyendo de profundidad conforme se acercan al centro de la planicie; las mayores pérdidas de agua se deben a la evaporación, que es muy elevada. Otros arroyos más al norte son el de San Elías, Charcas, Cañada Verde, Venado, El Tule y Santa Catarina. Al Oeste, de cierta importancia está el de La Parada, al que se le unen otros y dan lugar a un conjunto de aguas que se precipitan sobre el Cañón de Bocas. En el norte, por Cedral, existen los arroyos de la Majada y el de Potrerillos, que descienden de la Sierra de Catorce, y el del Jicote, que baja de la Sierra de Caracol al norte de San Isidro. Los arroyos más importantes al sureste de Matehuala hasta el poblado de Refugio son Blanco Chico, San Pablo y Gavia; al sureste, en Villa de Guadalupe y Guadalcázar hay numerosos resumideros que influyen en la disminución de la longitud del curso de los arroyos; el más importante pasa por el rumbo de Las Negritas y desaparece en los resumideros de Custodio, a donde llegan también el de Buenavista, La Monta y Maravillas; entre Custodio y Puerta de la Rinconada, el más importante es el arroyo de la Calzada. Al occidente, en las cercanías de Salinas, todos los arroyos y torrentes se depositan en los lagos Azogueros, de agua dulce, y Santa María del Peñol Blanco, de agua cargada de cloruro de sodio, fuente de la industria salinera que da nombre al lugar. Hay otras cuencas que forman aguazales o barreales, como las de El Tapado, la Hedionda, Concordia y Hernández. En Illescas hay una gran cuenca que culmina en el lago de Santa Clara y un poco más al norte, en Santo Domingo, existe uno de los más grandes lagos de la región. Hay muchos lagos pequeños en esta zona, cuya característica primordial son sus aguas cargadas de sales, carbonatos y sulfatos de sodio. En la región del Altiplano nos encontramos con zonas de sótanos que absorben toda el agua que escurre de las sierras que los rodean y forman drenes subterráneos que corren a grandes profundidades en las regiones de carso. Cuando las aguas se filtran a poca profundidad, como es el caso de las zonas semidesérticas, los mantos llegan a perderse por evaporación. En el Valle de San Luis, que es una cuenca cerrada, el agua de los arroyos del poniente, que por ser riolítica no absorbe el agua de las lluvias, arroja grandes volúmenes después de cada tormenta, agua que se estanca en las partes bajas del valle donde se forman pantanales. Los únicos cuerpos profundos de agua que hay en el Altiplano son los artificiales, formados por muros de retención o presas, como las de San José, del Peaje y Álvaro Obregón. Buena parte de los recursos acuíferos de la región se obtienen de los pozos y los manantiales. Quizá estos últimos no tengan el gasto que presentan en la región Media o en la Huasteca, sin embargo, constituyen el sustento de la región, por lo que valdría la pena mencionarlos someramente. En la zona alta del territorio, se localizan los manantiales de la Hedionda, Ramos y Cruces, de agua delgada y potable. En Cedral los de Agua Grande, Babulecas, La Punta, Pila de Cedros y La Laguna, que han disminuido en los últimos años. En San Juan de Vanegas hay uno de agua tibia, clara y alcalina que se utiliza en un balneario y para regadío. El de Laureles en Villa de la Paz y Matehuala; el de Magdalenas en Villa de Guadalupe; el de Aguas del Venado, el de Charco Azul en Moctezuma. Entre Venado y Moctezuma hay otros manantiales como El Zauco, Buenavista, Ranchito, Salitre, San Diego y Agua de En medio. Está también el manantial de El Cuate en el municipio de Villa Hidalgo; el de Villa de Guadalupe en el municipio del mismo nombre. El de Ojo de Agua en Ramos, el de Santa María al norte de Salinas, el de Cañada del Lobo, localizado al sur de la ciudad de San Luis Potosí y los de Tepetate, Santiago y Santa Rosa en el municipio de Villa de Arriaga. Los de Puerta del Río, Ojo de León y el de Sabino en las cercanías de Villa Juárez y Cerritos. En el sur del Altiplano se encuentran los de La Providencia en Ahualulco; Los Azules y Gogorrón en Villa de Reyes; el de Ojo Caliente en el pueblo del mismo nombre. Cerca de Santa María del Río se encuentra el manantial de Lourdes, cuyas aguas tienen propiedades curativas. Impacto que tienen como producto de las actividades humanas: NEGATIVO: La contaminación del agua se produce sobre todo por los vertidos de aguas industriales con sustancias tóxicas (metales, químicos, residuos radiactivos, etcétera), por vertidos de las aguas residuales de las poblaciones, por vertidos a altas temperaturas y por utilizar ríos, lagos y mares como vertederos (especialmente de plásticos). El impacto se traduce en una pérdida de la biodiversidad, un incremento de la eutrofización y un cambio en los ciclos biogeoquímicos. La contaminación del suelo se produce sobre todo por el enterramiento y la deposición de residuos (basuras, residuos nucleares) y por fugas o accidentes de industrias y fábricas. Todo esto conlleva la pérdida de biodiversidad y la contaminación de aguas subterráneas. La contaminación atmosférica se produce sobre todo por la emisión de gases nocivos por fuentes fijas (industrias, casas, etcétera.) y móviles (vehículos). Los efectos de este impacto son la pérdida de la capa de ozono, el efecto invernadero y fenómenos como la lluvia ácida o el smog (niebla de gases tóxicos como el CO2, CO o gases sulfurosos). Otro impacto ambiental negativo es el agotamiento de los recursos naturales como las materias primas y los combustibles fósiles (petróleo y gas natural). Además, su extracción y uso conllevan aún más impactos ambientales como la contaminación, la deforestación y la pérdida de suelo y de biodiversidad. Explotación de recursos naturales. POSITIVO: o Reforestación: Los incendios, la sequía o la deforestación provocan la pérdida de productividad del suelo y de biodiversidad como hemos visto antes. Por tanto, el proceso contrario, es decir, volver a plantar vegetales es algo positivo; aumenta la biodiversidad, la productividad del suelo, genera biomasa y permite la asimilación de la energía solar, capta CO2 y proporciona oxígeno a la atmósfera, que contribuye a disminuir el efecto invernadero. Además, esta técnica es más útil si para la reforestación se emplean especies autóctonas o aquellas que había antes de su desaparición para así recuperar el ecosistema anterior y su funcionalidad. o Riego eficiente: El agua es un elemento vital para los seres vivos pero su disponibilidad es limitada y no está homogéneamente distribuida. Es especialmente importante en zonas afectadas frecuentemente por sequías. Establecer sistemas de riego regulables como el goteo permite mejorar la productividad de los cultivos y de los suelos secos, y a la vez, ahorrar agua. o Tratamiento de las aguas residuales: Como ya hemos dicho el agua es un bien importante. Los humanos hacemos numerosos usos del agua mediante los cuales ésta sufre cambios en su composición; adición de químicos y materia orgánica, proliferación de organismos patógenos, cambios en los parámetros físico-químicos (temperatura, pH, sales disueltas, oxígeno disuelto, etcétera). De ser devuelta a la naturaleza en ese estado causaría numerosos desastres ecológicos. La depuración de las aguas tiene un impacto positivo en el medio ambiente, pues el proceso consiste en devolverle la calidad que tenía antes de su uso. o Reciclaje: La cantidad de residuos que generamos los humanos es muy elevada y diversa. Además, todos los residuos no se degradan de la misma manera y hay unos que persisten más en el medio que otros. Un impacto positivo en el medio es separar estos residuos en función de su composición, toxicidad y duración para poder eliminarlos o reutilizarlos y evitar que lleguen al medio ambiente y causen un impacto negativo. o Uso de energías renovables: Las energías renovables o limpias podrían incluirse en este apartado porque, aunque sí tienen un cierto impacto en el medio (impacto visual, impacto por la instalación, etcétera) es muy inferior al que tienen las energías no renovables (nuclear, petróleo). Se llaman energías limpias porque no generan residuos y su mantenimiento es mínimo. Son energías renovables la energía solar, eólica, hidráulica y geotérmica entre otras. Estrategias para resolver problemas que favorezcan el aprovechamiento sustentable de las fuentes de agua de la región * Ducharme máximo 5 minutos. Las duchas pueden consumir hasta el 30% del agua que utilizamos diariamente. * Cerrar el grifo mientras me lavo los dientes, las manos y me afeito. Dejando el grifo abierto podemos consumir el doble del agua necesaria para realizar cada actividad, otra opción es utilizar un vaso. * Arreglar las tuberías de agua que gotean. Las pérdidas de agua por goteo representan mayores gastos en la facturación de agua. * Aprovechar el agua de lluvia para regar las plantas. Muchos tipos de plantas del jardín no requieren agua además de la lluvia, averigua más datos al respecto y ahorra importantes cantidades de agua y tiempo. * Ajustar el nivel de agua en la lavadora de ropa y lavar más veces la ropa a mano. En la lavadora se utilizan alrededor de 40 litros de agua cada vez que lavas la ropa, mientras que a mano solo 10 litros. * Usa la lavadora de ropa a su máxima capacidad, así reducirás el consumo de agua y la energía. * Lavar mi automóvil con cubeta y no con manguera. Si utilizas una manguera de agua utilizas más agua que la necesaria y puedes consumir hasta 10 litros cada vez, mientras que si utilizas un balde puedes usar 5 litros. * No jugar con agua, desperdiciándola innecesariamente. Use y deseche los materiales nocivos de manera adecuada No arroje desechos peligrosos por el desagüe, al suelo o a las alcantarillas. Esto podría contaminar el suelo, el agua subterránea o el agua superficial cercana. Varios productos de uso doméstico contienen sustancias peligrosas o tóxicas que pueden contaminar las aguas subterráneas o superficiales, entre ellos, los siguientes: Aceite de motor Pesticidas Pinturas o botes de pintura sobrantes Bolas de naftalina Collares antipulgas Productos de limpieza domésticos Varios medicamentos El programa de Residuos Peligrosos Domésticos (HHW) de la EPA brinda más consejos sobre cómo utilizar estos materiales de forma segura y reducir su uso. Piense dos veces antes de usar productos químicos para césped y jardín Limite el uso de pesticidas o fertilizantes y siga siempre las instrucciones de la etiqueta. Muchos fertilizantes y pesticidas contienen sustancias químicas nocivas que pueden permear el suelo y contaminar las aguas subterráneas o escurrirse en las aguas pluviales hacia ríos, arroyos y lagos. La EPA evalúa los pesticidas para asegurarse de que, si se usan de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta, no dañen a las personas, a las especies a las que no están destinados ni al medio ambiente. Mantenga adecuadamente su sistema séptico Las aguas subterráneas pueden ser contaminadas por aguas residuales domésticas tratadas de modo indebido o no tratadas, lo que representa un peligro para el agua potable y el medio ambiente. Los sistemas sépticos que funcionan mal liberan bacterias, virus y sustancias químicas a los acuíferos y vías navegables locales. El sistema séptico doméstico promedio debe ser inspeccionado al menos cada tres años por un profesional de servicios sépticos. Los tanques sépticos domésticos generalmente se limpian cada tres a cinco años. Los sistemas alternativos con interruptores de flotador eléctricos, bombas o componentes mecánicos deben inspeccionarse con más frecuencia, generalmente una vez al año. Deseche sus medicamentos de manera adecuada En los hogares que usan tanques sépticos, los medicamentos recetados y de venta libre que se tiran por el inodoro pueden gotear al suelo y filtrarse al agua subterránea. En los pueblos y ciudades donde las viviendas están conectadas a plantas de tratamiento de aguas residuales, los medicamentos recetados y de venta libre que se vierten por el fregadero o el inodoro pueden ingresar a los ríos y lagos a través del sistema de tratamiento. Estas fuentes de agua pueden fluir río abajo hasta los suministros de agua potable de la comunidad. Las plantas de tratamiento de agua generalmente no están equipadas para eliminar medicamentos en forma sistemática. La EPA alienta al público a aprovechar los programas de recolección y devolución de productos farmacéuticos que aceptan medicamentos recetados o de venta libre, ya que dichos programas ofrecen una forma segura y respetuosa del medioambiente para desechar de los medicamentos no deseados. Propone mejoras: Concientizar a los ciudadanos sobre responsable y ahorro de este recurso. Fomentar la agricultura eficiente. Captar y almacenar agua de lluvia. Reutilizar aguas. Desalar agua de mar. Favorecer el acceso al agua potable un uso Busque o inicie un grupo Busque una organización de protección de cuencas hidrográficas o manantiales o una iniciativa de colaboración comunitaria para la protección de fuentes de agua y ofrézcase como voluntario para ayudar. Si no hay grupos activos, considere la posibilidad de iniciar uno. Participe en la limpieza de una playa, un arroyo o un humedal Puede hacer nuevos amigos mientras ayuda a proteger la fuente de agua mediante la limpieza de playas. Prepare una presentación sobre su cuenca hidrográfica para una escuela u organización civil. Analice las amenazas a la calidad del agua, incluidos los peligros de escorrentías contaminadas y pérdida de ecosistemas. En su presentación, resalte las medidas que las personas pueden tomar para proteger la calidad del agua, como limitar el uso de fertilizantes y mantener adecuadamente sus sistemas sépticos. Organice un proyecto con plantillas (estarcido) para los desagües pluviales Escriba un mensaje junto al desagüe de la calle con la ayuda de una plantilla. Esto les recuerda a las personas que no deben arrojar desechos en un desagüe de la calle, ya que el mismo conduce a fuentes de agua locales como los ríos. Utilice imágenes y palabras sencillas al estarcir para ayudar a establecer la conexión, por ejemplo: Peces Arroyos Lagos Agua subterránea Bahías Logotipo "Protect Your Water" (Proteja su agua) de Ocean Foundation con la imagen de un vaso y un grifo. También puede utilizar plantillas para producir folletos y distribuirlos entre sus vecinos. Recuerde a los residentes que los desagües pluviales se vierten directamente a la fuente de agua local. Ponga letreros: Coloque letreros a lo largo del borde del área de protección de su fuente de agua para notificar a las personas que cualquier contaminación en esa área puede afectar la calidad del agua potable local. Participe en la protección de fuentes de agua a nivel comunitario Identifique socios en la comunidad: El agua es un recurso compartido. Puede trabajar dentro de su comunidad, cuenca hidrográfica o vecindario para proteger el agua potable. Muchos socios están involucrados en la implementación de la protección de fuentes de agua a través de estrategias de manejo de cuencas que involucran: Evaluar las posibles fuentes de contaminación en el área de protección. Priorizar las iniciativas para reducir el potencial de los impactos. Implementar medidas de manejo. Utilice su evaluación para identificar y priorizar las acciones necesarias. Los estados han completado el primer paso de evaluar el área de protección para todos los sistemas públicos de agua. Cada evaluación incluye una delimitación, un inventario de contaminantes y una determinación de susceptibilidad. Puede encontrar que la evaluación en su área local está desactualizada. Trabaje con su empresa pública de suministro de agua: Las empresas públicas de suministro de agua brindan al público información, monitoreo de seguridad y respuesta a emergencias. Tienen un papel fundamental en la promoción de la protección de las fuentes de agua, que incluye: Abogar por la protección de las fuentes de agua. Proporcionar informes anuales sobre la calidad del agua potable (es decir, informes de confianza del consumidor.) Crear oportunidades de participación pública (como reuniones de la junta del agua y foros públicos.) Educar a los consumidores. Identificar posibles fuentes de contaminación. Identificar y organizar a otras partes interesadas. Trabajar directamente con los propietarios y los administradores de posibles fuentes de contaminación.