¿Qué es la microdosis y cuales son sus beneficios? En términos sencillos, la microdosis es la práctica de tomar una dosis muy pequeña de una droga, en este caso la psilocibina. La dosis debería ser lo suficientemente pequeña como para no provocar ningún cambio perceptivo, lo que significa que no tendrás alucinaciones ni sentirás un colocón. Esto te permitirá seguir yendo al trabajo o desarrollarte en entornos sociales como si no hubieras tomado nada. Entonces, si no “sientes” nada, ¿qué sentido tiene la microdosis? Bueno, según miles y miles de historias anecdóticas a lo largo de décadas, la microdosis de psilocibina: Mejora tu creatividad Ayuda a entrar en estados de flujo, o en un estado mental de concentración totalmente energizado Ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad Mejora el enfoque y la concentración Mejora la conciencia relacional Acelera los reflejos Por desgracia, tenemos que basarnos en pruebas anecdóticas porque, hasta hace poco, se habían realizado muy pocos estudios científicos sobre el tema de las microdosis. Sin embargo, esto está empezando a cambiar con muchos estudios clínicos en curso. Paso 1: Tomar nota Incluso si no planeas micro dosificar, se ha demostrado que tomar nota tiene una serie de beneficios para tu salud mental. Combinarlo con la microdosis es una forma perfecta de acelerar el viaje hacia la autosuperación. En realidad, debes empezar a llevar un diario al menos una semana antes de tomar tu primera microdosis. No tienes que hacer mucho, sólo pasar unos minutos antes de acostarte anotando varios factores como: Tu estado de ánimo a lo largo del día Tus niveles de concentración y energía Cualquier área específica de tu vida en la que quieras mejorar El último punto es muy importante. Te trata de entrar en el proceso de microdosis con objetivos establecidos. El propósito de la microdosis es mejorar aspectos de tu vida, lo que no sucederá a menos que te hayas tomado el tiempo de reflexionar sobre los aspectos de tu vida que quieres cambiar. Una vez que empieces a tomar tus microdosis de psilocibina, después de una semana de llevar un diario, es esencial que no lo abandones. Reflexiona sobre tu estado de ánimo, tus niveles de concentración y lo que has hecho para mejorar tus objetivos. Con el diario, la microdosis puede cambiar tu vida. Sin llevar un diario, te aferras a ciegas a las mejoras. Paso 2: Mide tu microdosis Si nunca has micro dosificado antes, un buen punto de partida es 0,1 gramos de hongos secos. Dependiendo del tamaño de tu cuerpo puedes subir, quizás hasta 0,2 gramos, pero es mejor empezar con una dosis baja durante un mes y luego recalibrar. Es esencial que compres una balanza y no te límites a mirar a ojo lo que parecen 0,1 gramos. Es una cantidad muy pequeña y, sin medirla, es muy probable que tomes entre 0,3 y 0,5 gramos. Además, es esencial que tomes la misma cantidad cada día de dosificación, algo que no se puede hacer a ojo. Puedes preparar tus dosis de dos maneras: en primer lugar, puedes medir cada vez que vayas a micro dosificar; o puedes prepararte moliendo los hongos secos hasta convertirlos en polvo, y luego rellenar cápsulas vacías con 0,1 gramos cada una y guardarlas. En cualquier caso, es importante guardar los hongos en un lugar seco y fresco, donde no les dé la luz solar directa. Paso 3: Programa tus tomas Una vez que hayas preparado tus dosis, tienes que decidir cómo vas a programar tu viaje de microdosis. Incluso con una dosis tan pequeña, tu cuerpo puede crear una inmunidad natural con bastante rapidez, por lo que es importante que hagas descansos. Programas comunes: En primer lugar, el más famoso y clásico es una microdosis cada 3 días. La idea detrás de esto es que el primer día se sienten los efectos completos, el segundo día todavía se sienten alrededor de la mitad de los efectos ya que la sustancia está todavía en su cuerpo, y el tercer día es un descanso de tolerancia. Si sigues este cronograma, tomando 0,1 gramos cada 3 días, deberías conseguir evitar crear una tolerancia. Algunas personas también lo hacen cada dos días, lo que puede funcionar; pero para los principiantes, sugerimos tomar cada tercer día. Otro régimen común es el de una semana de consumo y una semana de descanso. Esto equivaldría a un día sí y otro no, pero al tener una semana completa de descanso, puedes reconstruir tu tolerancia. Dado que no se han realizado muchos estudios científicos sobre los mejores cronogramas, deberías elegir el que te parezca más atractivo y seguirlo durante un mes como mínimo. La clave es la constancia. Muchos de los beneficios de la microdosis se obtienen con el tiempo, no el primer o segundo día, así que sea cual sea el programa que elijas, asegúrate de cumplirlo. A medida que vayas anotando en tu diario tus progresos, al cabo de una semana deberías notar mejoras significativas en la concentración, la creatividad y la capacidad de entrar en estados de flujo. Paso 4: Escucha a tu cuerpo Es importante que sigas con tu horario y frecuencia original durante al menos un mes para que tu cuerpo y tu mente tengan tiempo de adaptarse, y para que hayas tenido tiempo suficiente para hacer reflexiones adecuadas sobre la eficacia de tu viaje de microdosis en tu diario. Sin embargo, después del primer mes, dependiendo de cómo te sientas, puedes reajustar tu régimen. Cada persona es diferente, al igual que la forma en que su cuerpo reacciona a una droga. Por ejemplo, si eres una persona de mayor tamaño, quizás quieras añadir un poco más. No te pases, pero aumentar la dosis a 0,2-0,3 gramos puede ser razonable. O tal vez sientas que no necesitas tomar tanto como ahora y reduzcas la frecuencia a una vez por semana. Puedes averiguar cómo cambiar tu proceso volviendo a leer tu diario y viendo cómo te has sentido en los días en los que has tomado una dosis y cómo te has sentido en los días libres. Una vez más, cada persona es diferente, así que escucha a tu cuerpo y a tus emociones para saber qué es lo mejor para ti. La microdosis de hongos es una ciencia inexacta, así que tienes que hacer lo que es correcto para ti personalmente. Eventualmente, tal vez después de un mes, o tal vez 3 meses o un año, sentirás que ya no tienes que micro dosificar. Puede que sientas que conservas los beneficios, aunque no estés tomando una dosis semanal. Una vez que esto suceda, siéntete libre de tomar un descanso prolongado. Puede ser un mes completo de descanso, o más. Incluso puede ser un año o un período de varios años, o tal vez puedas pasar a tomar sólo microdosis cuando tengas algo específico para lo que necesites un impulso, como una situación social estresante o una cita. Mientras estés en esta pausa, es importante que sigas llevando un diario. Por un lado, esto sigue siendo beneficioso para ti. Pero por otro, esto te ayudará a decidir cuándo y si debes empezar a micro dosificar de nuevo. Paso 5: Mejora otros aspectos de tu vida Esto es menos que un paso, y más que algo que deberías estar haciendo conscientemente desde el principio. Recuerda, si estás tomando microdosis, debería ser para mejorar aspectos específicos de tu vida, como tu concentración, capacidad de hablar en entornos sociales, etc. No estás tomando hongos mágicos sólo para colocarte. De hecho, si te colocas, lo estás haciendo mal. Durante todo el tiempo que estés tomando microdosis, debes tener en cuenta tus objetivos, y anotar diariamente en tu diario los progresos que has hecho hacia dichos objetivos. Algo que puede ayudar es que cuando estés escribiendo tu diario, establezcas una lista de cosas que debes intentar hacer al día siguiente. Tómatelo con calma, da pasos de bebé. Mientras te micro dosificas, también puedes intentar de ser más saludable en tu vida diaria. No sólo la microdosis hará esto más fácil, sino que, al ser saludable, los beneficios positivos se multiplicarán. Algunos ejemplos de áreas en las que puedes intentar ser más saludable son: comer mejor, hacer ejercicio al menos un par de veces a la semana y tener un mejor horario de sueño. Meditar también es una forma fantástica de potenciar tu experiencia de microdosis. Algo importante es recordar que la microdosis de psilocibina no es una panacea. En el mejor de los casos, te ayudará a conseguir tus objetivos, pero no los conseguirá por ti. Datos: Las intoxicaciones fatales, de todos modos, son raras: once muertes reportadas por el consumo de “hongos mágicos” entre 1960 y 2010. Es un dato consignado en Un libro sobre drogas (El gato y la caja, 2017) por Enzo Tagliazucchi, doctor en Física, investigador de CONICET y docente en el capítulo Psicodélicos, en base al estudio Harm Potential of Magic Mushroom Use: a review, publicado en 2011. +++ “La microdosis de psilocibina es una estrategia que forma parte de un plan terapéutico que involucra psicoterapia, una posición activa en cuanto a los desencadenantes del malestar y también un deseo de aprender nuevas formas de relacionarse con los síntomas, hay algo que involucra a las terapias con enteógenos… o psicodélicos, pero me gusta más la palabra enteógenos”, sigue Celeste Romero, psiquiatra. Y agrega: “Hoy cuando la gente se siente mal sabe que también hay otras opciones además de los psicofármacos. Hace cinco años no pasaba. Pero cuando se puso en agenda el uso del cannabis también empezó otra búsqueda, de algo más natural. Y al boom del cannabis le sigue este segundo boom, el de psilocibina, que es súper válido”. +++ El médico Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, docente y director de Fundartox advierte sobre el abuso de la sustancia: “La psilocibina no es de consumo permanente ni genera dependencia. Tampoco es un medicamento ni están establecidas las dosis mínimas. Ni está indicado con fines terapéuticos: de hecho, se probó como antidepresivo y se descartó. Como es un alterador de la realidad, crea un escenario de fantasía. Y pone en riesgo la vida de quien consume. Una alucinación puede derivar en una caída, por ejemplo, con consecuencias graves o fatales”. Experiencias: “Venía con un cuadro depresivo severo y con el encierro por la pandemia todo se complicó un poco más”, cuenta Dario, 42 años. Es comerciante, tiene un hijo de cinco años y todavía duela la muerte de un familiar al que quería mucho. “Un día me crucé en la calle con un conocido. No teníamos mucha confianza, pero me vio mal y, de alguna manera, terminé contándole qué me pasaba. Me habló de los hongos, de la psilocibina y de una experiencia que había tenido que lo ayudó en un momento personal difícil. Busqué más información en Internet y conversé con mi analista. Le dije que sentía curiosidad y que quería probar. Él me acompañó en la decisión, con asesoramiento y escucha. Empecé con microdosis y a los dos o tres meses empecé a sentirme mejor, más animado y con esperanza. Ahora estoy en mi periodo de descanso”, dice Darío. Documentales: Hongos Fantásticos (Netflix) Fuentes: https://www.eldiarioar.com/sociedad/microdosisevidencia-efectos-hongos-auge_1_8623188.html https://elplanteo.com/microdosis-psilocibina-guiaprincipiantes/ Creador: Francisco León