Subido por luis mg

Actividad 8

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ÁREA: CIENCIAS SOCIALES
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE 08 EDA2
TÍTULO: ¿CUÁLES
FUERON LOS EFECTOS
DE
LA
ACTIVIDAD 01
EDA
01 CRISIS DEL CAPITALISMO?
COMPETENCIA
CONSTRUYE
HISTÓRICAS
CRITERIO DE
EVALUACIÓN
INTERPRETACIONES
CAPACIDADES
⮚ Interpreta críticamente fuentes diversas
⮚ Comprende el tiempo histórico
⮚ Explica y argumenta procesos históricos
PROPÓSITO DE APRENDIZAJE
Contrasta información sobre la crisis del
capitalismo, como afecto este sistema político a
todo el mundo, y que consecuencias trajo consigo
el crack del 29; además se refiere si este fue un
detonante de la segunda guerra mundial y que
consecuencias trajo consigo.
Contrasta información sobre la crisis del capitalismo y refiere si este fue un detonante de la segunda guerra mundial.
Identifica las consecuencias sobre la crisis del capitalismo, como afecto este sistema político a todo el
mundo (A través de dibujos y relaciona imagen- palabra).
Valora la importancia de una convivencia pacífica, democrática y tolerante, participando de forma eficaz y
constructiva en la vida social, mostrando estrategias para resolver conflictos, cooperando, dialogando.
Realizar trabajos y presentaciones a nivel individual y grupal que supongan la búsqueda, selección y
organización de fuentes, mostrando habilidad para trabajar tanto individualmente como de manera colaborativa
dentro de un equipo.
EVIDENCIA
Elabora un esquema sobre las consecuencias de la crisis del capitalismo
FUENTE 1: LA GRAN DEPRESIÓN
FUENTE 2: EL CRACK DEL 29: CÓMO OCURRIÓ LA PEOR CRISIS EN LA HISTORIA DE WALL STREET
FUENTE 3: LA EXTENSIÓN DE LA CRISIS

Analizan las fuentes y responden:
-
¿A qué se conoce como la gran depresión?
¿Por qué se dice que la gran depresión fue efecto del capitalismo?
¿Cuáles fueron los efectos de la crisis?
¿Por qué ocurrió el crack del 29?
¿Hubo alguna señal de advertencia, antes de la caída de la bolsa? ¿Cuáles fueron?
¿De qué forma EE.UU. trato de solucionar los efectos del crack del 29?
¿Qué fue el New Deal? ¿Cómo ayudo a salir de la crisis a EE.UU.?
¿Cuáles fueron los efectos de la crisis en EE.UU.?
¿Cómo afectó a otros países la gran depresión?
¿Cuáles fueron las consecuencias de la gran depresión?
Posteriormente, vamos a empezar a trabajar el producto final: ESQUEMA, sobre las consecuencias de la crisis del capitalismo y el crack del 29, contrastando
información sobre la crisis del capitalismo, como afecto este sistema político a todo el mundo, y que consecuencias trajo consigo el crack del 29; además se
refiere si este fue un detonante de la segunda guerra mundial y que consecuencias trajo consigo.
FUENTE 1: LA GRAN DEPRESIÓN
Extraído de: https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Depresi%C3%B3n
La Gran Depresión, también conocida como crisis de 1929, fue una gran crisis financiera mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años previos a la Segunda
Guerra Mundial. Su duración depende de los países que se analicen, pero en la mayoría comenzó alrededor de 1929 y se extendió hasta finales de los años treinta. Fue la
depresión más larga en el tiempo, de mayor profundidad y la que afectó a un mayor número de países en el siglo xx. En el siglo xxi ha sido utilizada como paradigma de hasta
qué punto se puede producir un grave deterioro de la economía a escala mundial. La llamada Gran Depresión se originó en Estados Unidos, a partir de la caída de la bolsa de
valores de Nueva York el martes 29 de octubre de 1929 (conocido como crac del 29 o Martes Negro, aunque cinco días antes, el 24 de octubre, ya se había producido el Jueves
Negro), y rápidamente se extendió a casi todos los países del mundo.
La depresión tuvo efectos devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia, de modo que cayeron
la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. El comercio internacional descendió entre un 50% y un 66%. El desempleo en los Estados
Unidos aumentó al 25%, y en algunos países alcanzó el 33%. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de la industria
pesada, y la industria de la construcción, que se detuvo prácticamente en muchas áreas. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios de las cosechas, que
alcanzó aproximadamente un 60%. Ante la caída de la demanda, las zonas dependientes de las industrias del sector primario, con pocas fuentes alternativas de empleo, fueron
las más perjudicadas.
Los países comenzaron a recuperarse progresivamente a mediados de la década de 1930, pero sus
Reducción del PIB en Estados Unidos durante la depresión
efectos negativos en muchas zonas duraron hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. La
Año
Reducción del PIB (%)
elección de Franklin D. Roosevelt como presidente y el establecimiento del New Deal en 1932, marcó
el inicio del final de la Gran Depresión en los Estados Unidos. Sin embargo, en Alemania, la
1930
9.9
desaparición de la financiación exterior a principios de la década de 1930 y el aumento de las dificultades
1931
7.7
económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada de Adolf Hitler al poder que,
1932
14.9
posteriormente, daría inicio a la Segunda Guerra Mundial.
Efectos de la crisis
Instituto Universitario de Análisis Económico y
Social. Universidad de Alcalá
La depresión subsiguiente fue la peor de la historia estadounidense. Durante al menos tres años y medio
todos los indicadores sociales y económicos reflejaron un progresivo deterioro de la situación. En 1932 el producto interno bruto (PIB) había disminuido un 27 %, y
la producción industrial, un 50 %. La inversión ni siquiera alcanzaba para el mantenimiento de las instalaciones existentes. Bajo estas presiones, el sistema bancario acabó por
derrumbarse. En 1933, el desempleo llegó al 25 %. Solo en 1940 se recobró el nivel de producción previo a 1929, y esto se debió al estallido de la II Guerra Mundial. Durante
los primeros años de la depresión, entre 1929 y 1932, el índice general de precios en los Estados Unidos disminuyó el 35.6 %.9 Muchos economistas piensan que este proceso
de deflación fue responsable de la profundidad y duración de la depresión, y también parece probable que esta prolongada deflación solo fue posible por la política del Sistema
de Reserva Federal de disminuir la oferta monetaria.
Los sectores más gravemente afectados por la depresión fueron la agricultura, la producción de bienes de consumo y la industria pesada. Esto provocó que ciudades
como Detroit y Chicago, que dependían de la industria pesada, sufrieran la crisis con más intensidad. A su vez, hubo ciudades dependientes de una sola industria que terminaron
totalmente arruinadas. En 1932, el nivel de actividad al que estaba funcionando la industria era tan bajo que incluso una eventual demanda del mercado podía ser satisfecha sin
necesidad de inversión y sin recurrir a más mano de obra. De modo semejante, el sector de la vivienda estaba también saturado de casas vacías cuyos propietarios no habían
podido hacer frente a las hipotecas. Sin embargo, lo que más se resintió fue la confianza de los empresarios, quienes tenían grandes dudas sobre la utilidad de nuevas inversiones.
El hundimiento de la bolsa fue además una causa directa de la reducción de los beneficios empresariales y destruyó el incentivo individual al ahorro, y se redujo así el volumen
de los recursos destinados a la inversión. El nivel extraordinariamente bajo de los ingresos agrícolas fue decisivo y retardó considerablemente la recuperación. La agricultura
fue el sector más deprimido de la economía, y los productores habían disminuido sus ingresos en un 70 %. Gran parte de las cosechas no se vendían, y comenzaron a disminuir
la producción demasiado tarde. A su vez, como la gran mayoría de los pequeños agricultores estaban endeudados, se veían forzados a vender sus productos o a perder sus
propiedades.
El funcionamiento del sistema bancario estadounidense fue el factor individual que mayor influencia tuvo sobre la profundidad alcanzada por la depresión. Los bancos se
apoyaban en unas pocas industrias locales y eran muy susceptibles a las retiradas de fondos. Al producirse una corrida bancaria masiva, los ahorros se tornaron menores que los
ingresos y los bancos no podían prestar dinero. A su vez, las garantías, como las casas, contra las cuales se habían vendido los préstamos eran invendibles. A pesar de la debilidad
del sistema bancario, su derrumbamiento pudo haberse evitado, pero el gobierno no hizo nada para rescatar a los bancos. Es más, lo que se pensaba en ese entonces era que la
depresión suponía una purga que desembarazaría a la economía de sus aspectos menos eficientes, y que las bancarrotas y los despidos eran parte necesaria de este proceso de
retorno al equilibrio.
FUENTE 2: EL CRACK DEL 29: CÓMO OCURRIÓ LA PEOR CRISIS EN LA HISTORIA DE WALL STREET
Extraído de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50189619
El jueves 24 de octubre de 1929, Wall Street, una calle estrecha en el extremo sur de la isla de Manhattan, en Nueva York, estaba inusualmente copada de gente. El edificio más
importante de la calle, la Bolsa de Valores de Nueva York, no abría sus puertas hasta las 10 de la mañana, pero ya se habían congregado allí grandes multitudes. Esto no era una
buena noticia. No se trataba de una fiesta o un desfile. Por el contrario, la atmósfera estaba llena de preocupación, miedo y pánico. En la última hora de negociación de la tarde
anterior, el mercado financiero se había desplomado, con 2,6 millones de acciones vendidas en una caótica oleada de negocios. Más que una oleada, fue un huracán.
La visible preocupación en las calles del bajo Manhattan, la mañana siguiente, era comprensible. El mercado mantuvo su espiral descendente durante el resto de esa semana y
la siguiente.
El lunes, la bolsa cayó un 12.8%. El martes -un día que pasaría a conocerse como el Black Tuesday (Martes Negro)-, se registró una caída adicional del 12%. Los que se habían
reunido el jueves anterior para mostrar preocupación ahora estaban abatidos y destrozados. Como informó el diario The New York Times, la sensación de resignación en Wall
Street, con la realidad de la ruina financiera personal, era omnipresente. "No había sonrisas. Tampoco había lágrimas. Solo la camaradería de los compañeros que sufren. Todos
querían decirle a su vecino cuánto habían perdido. Nadie quería escuchar. Era una historia demasiado repetitiva", se leía en el periódico.
¿Por qué ocurrió el Crack de Wall Street? Nadie podría afirmar haber previsto lo que ocurrió durante esos seis días, en octubre de 1929. Durante varios años, EE.UU. había
tenido una buena racha. A diferencia de las otras naciones industriales, que después de la Primera Guerra Mundial sufrieron daños graves o estuvieron a punto de estallar
económicamente, EE.UU. emergió relativamente indemne, financieramente hablando, gracias a su entrada tardía en la guerra. La siguiente década vio una tremenda
transformación, tanto industrial como cultural, de costa a costa.
El precio del algodón estaba alto. "Los empleos eran abundantes y los sueldos crecieron constantemente", recordó la periodista financiera de Wall Street Karen Blumenthal. "La
década de 1920 no solo cantó al ritmo del jazz y bailó al compás del Charleston. Rugió con la confianza y el optimismo de una era próspera". Durante "los locos años veinte",
industriales y banqueros se convirtieron en héroes de la nación, además de ser admirados por las riquezas que habían creado. Y el estadounidense promedio tenía una pequeña
fortuna propia. Fue Charles Mitchell, el presidente del National City Bank -y, por ende, una de estas figuras admiradas-, quien permitió el acceso a tal prosperidad. Mitchell se
inspiró en el éxito de los "bonos de libertad", que se habían emitido al público durante los últimos dos años de la Primera Guerra Mundial como una forma de financiar el
esfuerzo de guerra aliado. Promovido por íconos culturales como Charlie Chaplin y Al Jolson, el público, al ver ese desembolso como un deber patriótico -especialmente cuando
obtenían hasta un 4,25% de interés-, se introdujo así en la noción de la inversión. Aunque eran suscritos por el gobierno, el éxito de los bonos de libertad significaba que, al
menos para la opinión pública, poner los ahorros en acciones y participaciones en el mercado financiero se consideraba respetable, cuando hasta entonces se había considerado
un riesgo. Mitchell abrió oficinas de corredores en todo el país para satisfacer y alentar aún más esta incursión en el mercado de valores.
A mediados de la década de 1920, tres millones de estadounidenses eran dueños de acciones, seducidos por la atracción magnética de enriquecerse de una manera tan sencilla.
El mercado estaba en ascenso. Por ejemplo, si un inversionista compraba acciones en la cadena de tiendas Montgomery Ward o en la empresa de servicios públicos General
Electric en marzo de 1928, vería que su dinero se duplicaba en solo 18 meses. La fiebre del oro fue irresistible, incluso para hombres de negocios conservadores y previamente
firmes. "El mercado estaba encantado", dice Blumenthal, "parte de un momento próspero y emocionante que parecía continuar por siempre. Políticos, profesores y empresarios
proclamaron que esta era una nueva era, donde los viejos altibajos ya no aplicaban".
¿Cuáles fueron las señales de advertencia? Mientras la burbuja continuaba expandiéndose, nadie parecía prestarle demasiada atención a lo que realmente estaba sucediendo.
La mayoría de los estadounidenses compraban acciones "con margen", es decir, en parte mediante préstamos de los corredores. En algunos casos, se prestó hasta el 90% del
precio de compra. Si hubiera una caída considerable del mercado, el inversionista promedio tenía mucho que perder. Y debajo de toda esa excitación había un frágil castillo de
naipes. Antes del colapso, a finales de octubre de 1929, los precios habían bajado un poco el mes anterior. Pero no se le prestó demasiada atención. Los expertos creían que
ventilar un poco un mercado al rojo vivo no era algo malo.
Los inversores más afilados aprovecharon estos precios más bajos. Después de todo, después de cada bache anterior en los últimos años, el mercado siempre había recuperado
su posición anterior. Esos seis días de octubre estuvieron lejos de ser un bache. Le dieron un golpe casi fatal a la economía estadounidense en su conjunto y un golpe fatal
definitivo a millones de finanzas personales.
A la industria le resultó difícil comerciar, ya que la creencia en el concepto del crédito y en la credibilidad del sistema bancario se había hecho pedazos. La lucha por conseguir
dinero para seguir operando y pagar salarios fue intensa. La manufactura se redujo como resultado: a los tres años del Crack, la producción de automóviles -un símbolo de los
buenos tiempos de la década de 1920- era aproximadamente una cuarta parte de lo que había sido.
El desempleo también aumentó espectacularmente. Seis meses después de los acontecimientos de octubre de 1929, el total de desempleados se había más que duplicado a 3,25
millones. Eran tiempos desesperados. "El descenso llegó por etapas", escribió el historiador Hugh Brogan. "La pérdida de un trabajo, la búsqueda de otro en la misma línea, la
búsqueda cada vez más frenética de trabajo en cualquier rubro". "La primera aparición en la fila para recibir ayuda social, donde, sorprendentemente, conocías a docenas de
otros hombres honestos que habían seguido las reglas, trabajaron duro y ahora habían caído tan bajo como los vagos profesionales", escribió. Los desempleados rurales se
mudaron en masa para encontrar trabajo. En estos tiempos todo era incertidumbre económica. El tejido mismo de la sociedad estadounidense comenzó a deshilacharse.
¿Cómo afectó la crisis de Wall Street a la economía de EE.UU.? El Crack de Wall Street no fue la causa de la Gran Depresión, pero sí marcó su inicio. Fue el equivalente
de un ataque al corazón sufrido por alguien con presión arterial alta. La economía tenía una condición preexistente, una debilidad subyacente. Pero su cuidado posterior, tal
como lo administró -o no- el presidente Herbert Hoover, fue insuficiente. El presidente republicano era reacio a que el gobierno entrara en la crisis, creyendo que una postura
más laissez-faire alentaría a las empresas y los bancos a enderezar la economía. Su carácter reservado no ayudó a su argumento, y fue ridiculizado por parecer que no le
importaban lo suficiente sus conciudadanos. Aquellos golpeados con más fuerza por la Gran Depresión, cuyas casas fueron embargadas, vivían en barrios marginales que los
críticos del presidente apodaron Hoovervilles. No fue una sorpresa que, en las elecciones presidenciales de 1932, Hoover fuera destituido de su cargo. Su sucesor, el demócrata
Franklin D. Roosevelt, ganó con el 57,4% del voto popular. El mandato que le concedió su fuerte victoria, junto con las grandes mayorías que obtuvieron los demócratas en
ambas cámaras del Congreso, permitieron una valiente lucha contra la difícil situación del país. Después del fracaso de Hoover, el clamor público para que interviniera el
gobierno fue ensordecedor.
En su toma de posesión, en marzo de 1933, Roosevelt trató de tranquilizar y unir a una población dividida. "El pueblo de EE.UU. no ha fallado. En su momento de necesidad,
han declarado que desean una acción directa y vigorosa", dijo. "Nuestra tarea principal es poner a las personas a trabajar. Este no es un problema sin solución si lo enfrentamos
sabia y valientemente". "Se puede lograr en parte mediante el reclutamiento directo del propio gobierno, tratando la tarea como trataríamos la emergencia de una guerra", señaló.
El efecto fue instantáneo. "En unos minutos", escribió Brogan, "Roosevelt hizo lo que no había podido hacer Hoover durante cuatro años: devolvió a sus compatriotas su
esperanza y su energía". "Al final de la semana, medio millón de cartas de agradecimiento habían llegado a la Casa Blanca, las primeras aguas de una inundación que nunca se
secaría".
¿Cómo combatió el "New Deal" de Roosevelt los efectos del Crack de Wall Street? Esa acción vigorosa y directa se produjo en forma de 15 leyes principales destinadas a
crear empleos y reiniciar la industria, la economía y, simbólicamente, la esperanza. Los avances legislativos que hizo fueron rápidos y considerables. La Ley de Banca de
Emergencia tenía como objetivo estabilizar -y por lo tanto, restaurar la fe- en el sistema bancario, a través de la introducción del seguro federal de depósitos. En tanto, la
Administración Federal de Ayuda de Emergencia ofreció apoyo a los pobres en forma de mantas, comedores populares y oportunidades de empleo. También se ofreció trabajo
a quienes se inscribieron en el Cuerpo Civil de Conservación (CCC), que colocó a los desempleados en campamentos por seis meses, trabajando en proyectos de conservación
y ganando US$30 por mes. Al final del plan, en 1942, había empleado a 2,5 millones de hombres. Se ofreció trabajo adicional a través de la Administración de Obras Públicas,
creada para mejorar la infraestructura del país. El programa de Roosevelt, conocido como el New Deal, fue revolucionario en la forma en que colocó al gobierno federal -hasta
entonces casi invisible en la vida cotidiana- en el corazón de la recuperación de la nación.
El proyecto para reconstruir EE.UU., tanto material como psicológicamente, fue impresionante, pero la nación no estaba completamente unida detrás de la causa.
Algunos demócratas sintieron que no fue tan lejos y profundo como podría haber ido, mientras que muchos republicanos, haciéndose eco de la postura adoptada anteriormente
por Hoover, sintieron que era un reposicionamiento inoportuno e invasivo del papel del "gran gobierno". Independientemente de cuán energizante fue el New Deal para la
nación, no resolvió la Gran Depresión. La productividad no pudo revivir de la manera que Roosevelt esperaba, mientras que el desempleo se mantuvo alto durante la década de
1930. Sin embargo, su éxito -medido por otras tres victorias en elecciones presidenciales- fue en términos de motivación e inspiración. La Gran Depresión terminó debido a
eventos que estuvieron fuera del control del presidente. Cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbor en 1941, obligando a EE.UU. a entrar en la Segunda Guerra Mundial,
la economía se recuperó tardíamente. Para abastecer a las tropas en el extranjero, la productividad en los sectores manufacturero y agrícola se expandió rápidamente, creando
millones de empleos. Y así volverían los momentos prósperos.
FUENTE 3: LA EXTENSIÓN DE LA CRISIS
Extraído de: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/http://www.revistainternacionaldelmundoeconomicoydelderecho.net/wpcontent/uploads/CRACK-DE-1929-Causas-desarrollo-y-consecuencias.pdf
El peso de la economía de los Estados Unidos en el resto del mundo hizo que la crisis se extendiera a partir de 1931. Los norteamericanos se vieron obligados a repatriar
capitales, lo que motivo quiebras bancarias en Alemania y Austria y tensiones en la economía británica. La caída de precios norteamericanos obligó a los países europeos a
rebajar los suyos pese hacerlos competitivos y dar salida a sus stocks. Pero el descenso del poder de compra de los Estados Unidos y su posterior proteccionismo cerraron aún
mas el mercado mundial. En Europa y en general en el mundo, la crisis fue similar a la americana: desplome de las cotizaciones de Bolsa, descenso de los precios, sobretodo
los agrícolas, caída de los créditos y de las inversiones, hundimiento de la producción industrial y aumento del paro.
Alemania. El crecimiento de los años veinte se debía a los préstamos exteriores de los Estados Unidos. La crisis del 29 hizo que los capitales se fueran retirando de Alemania,
lo produjo la reducción de la inversión y también la producción industrial en cerca de 58 por 100. El paro afectó a más de 6 millones de trabajadores y la agricultura quedó al
borde del colapso. Ante esta situación el gobierno excluyó la devaluación por temor a una nueva inflación y escogió la deflación.
Francia. La crisis afectó a partir de 1931, año en que las exportaciones descendieron a la cuarta parte. El desempleo no llego a alcanzar las latas cotas de Inglaterra y Alemania,
gracias a la marcha de muchos emigrantes que habían llegado en los años anteriores y a la reducción del número de horas de trabajo. El descenso de los precios permitió a los
trabajadores industriales mantener el poder adquisitivo, aunque sus salarios bajasen, pero las rentas de los que vivían de la agricultura se vieron drásticamente reducidas. El
gobierno optó por la aplicar una política deflacionaria.
Inglaterra. Sufrió el impacto de la crisis mundial, y las exportaciones, ya estaban estancadas, se vieron más afectadas debido a la contradicción de la demanda en el mundo
entero. Pero a pesar de este estancamiento económico, que mantuvo e incluso aumentó el paro, Inglaterra no vio alterarse demasiado la situación política y social.
España. La crisis paralizó las obras públicas emprendidas por la dictadura de Primo de Rivera, provocando una disminución de la producción y el cambio político con la llegada
de la República acentuó la crisis a causa de la fuga de capitales.
Economías dependientes. En las áreas coloniales con dependencia directa de las metrópolis y en los países políticamente independientes, pero de gran dependencia neocolonial,
la crisis de los años treinta tuvo una gran repercusión. Lo intercambios coloniales se hunden al disminuir el consumo en las grandes potencias y surge el problema de la
sobreproducción. Las políticas proteccionistas y la repatriación de capitales contribuyen a ensombrecer más el panorama en esas zonas. Ibero América, por su gran dependencia
de la economía de Estados Unidos es la que sufre con mayor fuerza la repercusión de la crisis. El deterioro de la situación económica llevo la inestabilidad política a Cuba,
Brasil, Uruguay, Chile y Ecuador.
Consecuencias de la crisis. La década anterior había sido una depresión crónica de la Agricultura en todo el mundo. Los agricultores americanos, los fruteros y productores de
carne australianos, los productores de café brasileños, los plantadores de azúcar de Java, se encontraron con que sus pecios eran extraordinariamente bajos. Y además nadie en
el mundo los podía comprar. Esto hizo que todos ellos se arruinaran. El esfuerzo de muchos países por dar protección a su población mediante la fijación de precios o tarifas
solo condujeron a limitar el comercio internacional. De esta forma surgió “la pobreza en medio de la abundancia”. La Gran depresión es comparable con la Primera Guerra
Mundial. En tres años cinco mil bancos norteamericanos cerraron sus puertas. Los americanos no sólo dejaron de prestar al exterior, sino que reclamaban la devolución de sus
préstamos. Casi todas las bolsas del mundo cerraron por un tiempo. Treinta millones de trabajadores estaban desempleados, y había grandes almacenes de bienes sin venderse.
Consecuencias sociales. Paro: Esta es una de las peores consecuencias, ya que si la población está desempleada no puede tener ingresos para poder sobrevivir. En el año 1932
en todo el mundo había 40 millones de desempleados. Este paro se dividía en paro total y parcial. El primero hace referencia a la población sin ninguna ocupación, lo que hacía
que aumentara la mendicidad, las enfermedades.... El paro parcial el representado por aquellos ciudadanos que son contratados a tiempo parcial, con unos salarios miserables
(aunque ya de por sí antes también eran bajos). En los Estados Unidos aproximadamente la mayoría de los trabajadores (63 de cada 100) estaban contratados a tiempo parcial.
Esto afectó también a los jóvenes casi con mayor dureza, ya que para ellos era más difícil encontrar trabajo porque apenas tenían experiencia, o era su primer empleo. Los
centros educativos no podían soportar la prolongación de la escolaridad de los alumnos, por lo que bajó el nivel cultural.
Consecuencias políticas. A partir de 1930 sufrirán una transformación los partidos socialdemócratas en sus principios y preparar los planteamientos ideológicos que surgirán
tras la Segunda Guerra Mundial. En Rusia el socialismo fue desplazado a posiciones más moderadas, triunfó el comunismo y se creó la III Internacional. Durante la crisis estos
partidos socialistas tuvieron que colaborar con el capitalismo y renunciar a algunas de sus conquistas sociales. Así las diferencias entre socialismo y comunismo son más claras.
Pero la consecuencia más importante de esta crisis es el ascenso de los movimientos fascistas, y el auge en Alemania del partido Nacional-Socialista.
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