Subido por Greivous “El vagabundo” 742

Cirugía de pequeños animales. Fossum. 3ª ed.

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TERCERA EDICIÓN
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TERCERA EDICIÓN
THERESA WELCH FOSSUM, DVM, MS, PhD
Diplomate ACVS
Tom and Joan Read Chair in Veterinary Surgery;
Director of Cardiothoracic Surgery and Biomedical Devices,
Michael E. DeBakey Institute;
Professor of Surgery
Texas A&M University
College of Veterinary Medicine
College Station, Texas
LAURA PARDI DUPREY
DONALD O’CONNOR
Medical Illustrators
Con más de 2100 ilustraciones
ELSEVIER
Es una publicación
Versión en español de la tercera edición de la obra en inglés
Small Animal Surgery
Copyright © MMVII Mosby Inc., an Elsevier Imprint
Revisión científica:
Alicia Caro Vadillo
Profesora de Patología
Facultad de Veterinaria.
Universidad Complutense de Madrid
© 2009 Elsevier España, S.L.
Travessera de Gràcia, 17-21
08021 Barcelona, España
Fotocopiar es un delito (Art. 270 C.P.)
Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo
(autores, traductores, dibujantes, correctores, impresores, editores...).
El principal beneficiario de ese esfuerzo es el lector que aprovecha su contenido.
Quien fotocopia un libro, en las circunstancias previstas por la ley, delinque y
contribuye a la «no» existencia de nuevas ediciones. Además, a corto plazo,
encarece el precio de las ya existentes.
Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual.
Cualquier uso fuera de los límites establecidos por la legislación vigente,
sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto se aplica en particular
a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema
de recuperación de almacenaje de información.
ISBN edición original: 978-0-323-04439-4
ISBN edición española: 978-84-8086-366-7
Traducción y producción editorial: GEA CONSULTORÍA EDITORIAL, S.L.L.
Advertencia
La veterinaria es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen
los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar la dosis recomendada, la vía
y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar
las dosis y el tratamiento más indicado para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de
cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran
generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra.
El editor
Este libro está dedicado a mi esposo, Matt Miller
y a mis hijos, Chase y Kobe,
que hicieron un sacrificio personal mientras lo escribía;
a los veterinarios de todo el mundo,
y a todos los estudiantes de Veterinaria.
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S O B R E
Theresa W. Fossum, DVM, MS, PhD,
Diplomate ACVS. Theresa W. Fossum es profesora de Cirugía y titular de la cátedra Tom
and Joan Read Chair in Veterinary Surgery en
la Texas A&M University. También es directora de Cirugía Cardiotorácica y Dispositivos
Biomédicos en el Michael E. DeBakey Institute de la Texas A&M
University. La Dra. Fossum obtuvo su título en el Washington
State University College of Veterinary Medicine en 1982. Después
de realizar un internado en el Santa Cruz Veterinary Hospital el
año siguiente, pasó a hacer la residencia en Cirugía en la Ohio
State University. Recibió la acreditación en Cirugía (ACVS) en
1987 y aquel mismo año pasó a formar parte del cuerpo docente
de la Texas A&M University. En 1992 obtuvo su doctorado en
Microbiología Veterinaria. Las principales áreas de interés de la
Dra. Fossum son las enfermedades de los aparatos respiratorio y
cardiovascular, incluyendo las técnicas de circulación extracorpórea. La Dra. Fossum es autora de numerosos artículos sobre
quilotórax y otras enfermedades respiratorias que requieren tratamiento quirúrgico. Es la investigadora principal de numerosos
proyectos de investigación, así como de la evaluación del dispositivo de asistencia ventricular de DeBakey en un modelo de ternera, la evaluación de los factores angiógenos en el tratamiento
de la isquemia miocárdica y las adaptaciones vasculares en la
hipertensión. La Dra. Fossum es miembro del Board of Directors
of the National Space Biomedical Research Institute y pertenece al
Board of Governors for the Foundation for Biomedical Research. La
Dra. Fossum ha recibido los premios Wiley Distinguished Professor
of Veterinary Medicine Award y Carl J. Norden Distinguished
Teacher Award de la Texas A&M University. En 2004 recibió el
premio Texas Society for Biomedical Research Award en reconocimiento y agradecimiento a sus muchos años de dedicación a la
ciencia, la investigación y las comunidades médicas del estado de
Texas. La Dra. Fossum, junto con el Dr. Michael E. DeBakey, fundó la CARE Foundation en 2004 para constituir una infraestructura para que la medicina veterinaria realizara investigaciones
utilizando animales con enfermedades espontáneas. Es presidenta de la organización.
L O S
A U T O R E S
Cheryl S. Hedlund, DVM, MS, Diplomate
ACVS, Professor of Surgery, Louisiana State
University, School of Veterinary Medicine. La
Dra. Hedlund cursó la carrera en la Iowa State
University, participó en un internado en Santa
Cruz, California, y realizó la residencia y un
programa de maestría en la Texas A&M University. Ha sido profesora de la Louisiana State University durante 25 años, y durante muchos años ha sido Chief of Companion Animal Surgery y ha
ocupado otros muchos puestos directivos. Es muy respetada en
el campo de la cirugía veterinaria, especialmente por su experiencia en la cirugía del aparato respiratorio superior. La Dra.
Hedlund es una conferenciante habitual en reuniones nacionales e internacionales. Con frecuencia presenta artículos en publicaciones sometidas a revisión externa y es autora de muchos
capítulos de libros. Es coeditora del Clinical Atlas of Ear, Nose
and Throat Diseases in Small Animals, publicado por Schlütersche en 2002. Ha sido miembro de los comités de revisión editorial de las revistas Veterinary Surgery y Journal of the American
Animal Hospital Association y actúa como revisora ad hoc de
otras revistas. La Dra. Hedlund es miembro fundador de la Ear,
Nose and Throat Association y de la Society of Soft Tissue Surgery,
ha pertenecido al Comité de Acreditación de la ACVS, y es
miembro de la AVMA y de la AAHA, entre otras organizaciones
profesionales.
Ann L. Johnson, DVM, MS, Diplomate
ACVS, Professor, Department of Veterinary
Medicine, College of Veterinary Medicine,
University of Illinois. La Dra. Johnson es una
cirujana y profesora de Cirugía Ortopédica
Veterinaria reconocida internacionalmente.
Ha recibido los premios University of Illinois Award for Excellence in Graduate and Professional Teaching y Purdue Outstanding
Alumna Award in recognition of Distinguished Performance in
Teaching, Research, and Organized Veterinary Medicine. Ha sido
invitada a dar conferencias y a impartir cursos en toda América,
Europa y Australia. Participa activamente en la organización de
programas de educación continuada y es miembro del Comité y
ha sido elegida presidenta de la Western Veterinary Conference.
Su labor investigadora es importante, y ha publicado numerosos
artículos en revistas y capítulos de libros. La Dra. Johnson ha
sido miembro activo de numerosos comités de la ACVS desde
1985 y fue elegida presidenta de la ACVS en 1996. También es
miembro de la AVMA, de AO-Vet y de la Veterinary Orthopedic
Society.
viii
SOBRE LOS AUTORES
Kurt S. Schulz, DVM, MS, Diplomate
ACVS, Associate Professor of Small Animal
Surgery, University of California, Davis; Staff
Surgeon, Animal Medical Center of New
England, Nashua, New Hampshire. El Dr.
Schulz tiene un extenso programa de investigación y da conferencias en todo el mundo sobre artroscopia,
displasia de codo canina, sustitución articular y tratamiento de
la artrosis. Ha sido Chief of Small Animal Surgery en la University of California Davis desde 1999 hasta 2003 y actualmente pertenece al Comité de Examinadores del American College of Veterinary Surgeons. Sus otras publicaciones incluyen: Small Animal
Arthroscopy y Pet Lovers Guide to Canine Joint Disease and
Osteoarthritis. Es miembro activo de la Veterinary Orthopedic
Society, de AO-Vet y de la ACVS.
Howard B. Seim, III, DVM, Diplomate
ACVS, Associate Professor and Chief of Small
Animal Surgery, Department of Clinical
Sciences, Colorado State University. El Dr.
Seim ha recibido muchos galardones por su
capacidad docente. Fue correceptor del premio 1993 Merck AGVET Award for Creative Teaching y recibió el
premio Colorado State University’s N. Preston Davis Award for
Instructional Innovation en 1995. El Dr. Seim ha ejercido la
docencia durante 25 años y ha sido asesor activo de estudiantes,
internos y residentes. El Dr. Seim ha sido reconocido por su
conocimiento y su experiencia en el campo de la neurocirugía.
Ha presentado innumerables trabajos científicos en este campo
y ha sido autor o coautor de muchos capítulos de libros. El Dr.
Seim ha obtenido financiación para diversos proyectos de investigación, particularmente para el desarrollo de implantes para la
artrodesis vertebral y la sustitución discal. Ha sido miembro del
Comité de revisión editorial de las revistas Journal of the AVMA,
Veterinary Surgery y Journal of Feline Medicine and Surgery. El
Dr. Seim ha pertenecido al Comité de Exámenes de la ACVS
desde 1991 hasta 1995 y ha sido miembro del Comité Directivo
desde 1998 hasta 2000.
Michael D. Willard, DVM, MS, Diplomate
ACVIM, Professor, Department of Small Animal Medicine and Surgery, College of Veterinary Medicine, Texas A&M University. El Dr.
Willard es internista especializado en gastroenterología, endoscopia, pancreatología y
hepatología. El Dr. Willard ha recibido varios premios por su
excelencia docente desde 1987, entre ellos el 1994 National Norden Award. Además, ha realizado numerosas presentaciones clínicas y ha realizado varias investigaciones en problemas digestivos. El Dr. Willard ha sido secretario de la especialidad de
Medicina Interna y presidente de la Comparative Gastroenterology Society. Es revisor de varias revistas veterinarias. Ha publicado
numerosos artículos en revistas y varias monografías y capítulos
de libros.
CONSULTORA EN RADIOLOGÍA
Anne Bahr, DVM, MS, Diplomate ACVR.
Assistant Profesor and Chief of Radiology,
Department of Large Animal and Clinical
Sciences, Texas A&M University. La Dr. Bahr
es directora ayudante del Comité de Exámenes en Radiología de 2006. Ha revisado todo el contenido de
técnicas de imagen y ha aportado su experiencia sobre las técnicas radiológicas que se han utilizado en el libro Cirugía en pequeños animales.
CONSULTORA EN ANESTESIA
Gwendolyn L. Carroll, MS, DVM, Diplomate ACVA. Professor, Anesthesiology, Department of Small Animal Medicine and Surgery,
College of Veterinary Medicine, Texas A&M
University. El principal área de interés de la
Dra. Carroll es la analgesia perioperatoria. También tiene titulación en acupuntura por la International Veterinary Acupuncture
Society. La Dra. Carroll pertenece a la ACVA y a la International
Veterinary Academy of Pain Management. Es autora de varias
publicaciones en revistas sometidas a revisión externa y de capítulos en libros, así como de un libro de texto sobre el tratamiento del dolor en pequeños animales. Ha sido la responsable de
revisar y verificar la mayoría de los regímenes anestésicos y de las
dosis incluidos en Cirugía en pequeños animales.
Kim Knap, BS, CVT, CCRP, Technician,
Orthopedic Services, University of Illinois.
Kim ha colaborado en el capítulo 12, «Fundamentos básicos de la rehabilitación física», y
en las estrategias de rehabilitación física en las
partes de cirugía ortopédica y neurocirugía de
este libro de texto.
Deseamos expresar nuestro agradecimiento especial a Ralph
Hamor por haber revisado el capítulo de cirugía oftalmológica y
a Curtis Dewey por haber revisado la parte de neurocirugía.
También queremos expresar nuestro agradecimiento especial al
Dr. Chris Orton, que contribuyó al capítulo original de patología cardiovascular en la primera edición.
P R Ó L O G O
En esta tercera edición de Cirugía en pequeños animales se han
realizado cambios importantes para reflejar la información más
actual en un formato más útil y cómodo que el anterior. Al
incluir ahora una edición electrónica, la obra ofrece una forma
de aprendizaje nueva y dinámica, además del libro tradicional.
Estamos sumamente orgullosos de esta tercera edición y esperamos haber cumplido nuestros objetivos.
Siguiendo las ediciones anteriores, hemos mantenido nuestros objetivos iniciales de utilizar: 1) un número limitado de
colaboradores; 2) un material gráfico excelente y consistente, y
3) un formato adecuado y uniforme que varía muy poco entre
los distintos capítulos.
A lo largo de todo el libro, hemos actualizado los procedimientos quirúrgicos con información nueva que se ha publicado desde que se imprimieron las ediciones anteriores, y en
muchos casos hemos añadido descripciones de procedimientos completamente nuevos que no se utilizaban, o se utilizaban
muy poco, cuando se publicaron las ediciones anteriores.
Nuestro objetivo era asegurarnos de que el libro estuviera lo
más actualizado posible. Aunque siempre ha sido nuestro deseo
proporcionar información clínicamente útil en lugar de un
monólogo sobre los resultados de la investigación de un tema
concreto, hemos tenido en cuenta la necesidad de revisar las
últimas investigaciones para proporcionar una bibliografía
actualizada y una lista de lecturas recomendadas al final de
cada capítulo. La lista de lecturas recomendadas contiene una
breve descripción del artículo y las razones por las que el autor
lo considera importante. En la edición electrónica, la bibliografía y la lista de lecturas seleccionadas están enlazadas directamente con el artículo original, para que lector pueda acceder
a él fácilmente.
En esta edición revisada hemos tenido la suerte de contar con
la ayuda de muchos cirujanos que participaron en las ediciones
anteriores. Como en estas, la mayor parte de este libro ha sido
escrito por cinco cirujanos y un internista. El Dr. Howard y yo
somos responsables de la primera parte, «Principios quirúrgicos
generales», mientras que el Dr. Mike Willard ha contribuido a lo
largo de todo el libro con material sobre la endoscopia y la cirugía mínimamente invasiva. La Dra. Cheryl HedLund y yo somos
responsables de la segunda parte, «Cirugía de tejidos blandos»,
y la Dra. Ann Johnson y el Dr. Kurt Achulz se han encargado de
la tercera parte, «Cirugía ortopédica». El Dr. Howard Seim ha
contribuido con la parte IV, «Neurocirugía». La Dra. Gwen
Carroll ha escrito el capítulo sobre el tratamiento del dolor
(capítulo 13). Como novedad en esta edición, la Dra. Anne Bahr
ha revisado todas las secciones sobre técnicas de imagen y ha
aportado sus conocimientos con muchas figuras nuevas. Por
último, el Dr. Mike Willard ha revisado y aportado su punto de
vista sobre muchos de los capítulos para que pudiéramos ofrecer
la información más actualizada sobre el tratamiento médico de
las enfermedades quirúrgicas.
FORMATO
Además de añadir información nueva importante, también
hemos revisado el formato del libro. Hemos agrupado las intervenciones de cirugía mínimamente invasiva en un capítulo básico y hemos incluido la descripción de estas intervenciones en el
capítulo específico donde pueden aplicarse (p. ej., la pericardiectomía toracoscópica después de la pericardiectomía quirúrgica).
Creemos que este nuevo formato será práctico y fácil de utilizar
para los lectores.
Para que el libro siga teniendo un tamaño razonable, algunas
de las intervenciones que se realizan con menos frecuencia y que
se explicaban con detalle en la segunda edición se incluyen en la
edición electrónica de una forma totalmente accesible para que
puedan consultarse con facilidad.
Como en las ediciones anteriores, creemos que para tener
éxito, los cirujanos deben conocer en profundidad los problemas
importantes relacionados con el diagnóstico, deben conocer
los diagnósticos posibles y deben tener una visión completa de los
temas preoperatorios relativos a la enfermedad o el estado del
animal. Estas cuestiones se describen en el libro. Además, se ofrece información detallada sobre la anestesia, la anatomía quirúrgica, la cicatrización de las heridas, las cuestiones postoperatorias y las posibles complicaciones. Las técnicas quirúrgicas se
describen con detalle, lo que proporciona al lector una descripción exhaustiva y completa de cada intervención. Las técnicas
quirúrgicas se presentan en cursiva y en color azul para que sea
más fácil distinguirlas del resto del texto.
Las ediciones anteriores recibieron muchos elogios por su
formato coherente y fácil de utilizar. Hemos mantenido el mismo formato, ampliándolo cuando lo hemos considerado necesario. Como sabemos que los veterinarios están muy ocupados,
hemos incluido tablas en el texto para proporcionar una referencia fácil y reducir el tiempo empleado en buscar la posología de
los fármacos y otra información importante. Para evitar la duplicación excesiva del material a lo largo del libro, en algunos casos
hemos referido a los lectores a otras páginas; sin embargo, al
hacerlo hemos intentado proporcionar el número de página
específico de la referencia para ayudarle a encontrar la información tan rápida y fácilmente como sea posible.
FORMATO GENERAL
Este libro tiene cuarenta y un capítulos y está organizado en cuatro partes. Los primeros catorce capítulos de la parte I, «Principios quirúrgicos generales», se han escrito pensando en los estudiantes de Veterinaria y en los veterinarios. La información que
contienen estos capítulos es la que enseñamos a nuestros estudiantes en los cursos de introducción a la cirugía. Estos capítulos
contienen información detallada sobre los principios básicos de
las técnicas de esterilización, el instrumental quirúrgico, las
suturas, los cuidados preoperatorios y el uso racional de antibióticos. Hemos actualizado la sección sobre las técnicas de esterili-
x
PRÓLOGO
zación para incluir los nuevos avances en cuanto a la limpieza
y/o las soluciones preparadas sin agua que pueden ser útiles para
los cirujanos veterinarios. El capítulo 11 contiene información
sobre los cuidados postoperatorios, incluyendo la alimentación
de los pacientes quirúrgicos. Puesto que la nutrición afecta a
muchos sistemas orgánicos y es un complemento importante del
tratamiento, en este capítulo hemos incluido información detallada sobre las técnicas de hiperalimentación. El capítulo 12 es
nuevo, en él se analizan los principios básicos de la rehabilitación física en los pacientes veterinarios. Creemos que la rehabilitación se utiliza poco en la medicina veterinaria. Además de en
este capítulo, en los capítulos sobre ortopedia y neurología pueden encontrarse recomendaciones específicas sobre la rehabilitación física. También hemos ampliado el capítulo 13 «Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio», añadiendo
información importante para los veterinarios clínicos. El capítulo 14 es nuevo, y en él se describen los principios básicos de la
cirugía mínimamente invasiva, incluyendo una selección del instrumental y los cuidados y las técnicas básicas. Como hemos
indicado antes, hemos incluido las intervenciones mínimamente invasivas específicas en los capítulos correspondientes de este
libro, porque entendemos que así el material será más útil y
práctico para los veterinarios que disponen de poco tiempo.
También hemos ampliado las descripciones de las técnicas mínimamente invasivas a lo largo del texto. Puesto que Kurt Schulz
se ha sumado a nosotros como autor, hemos ampliado mucho el
tema de la artroscopia en la parte III y hemos añadido información sobre muchas intervenciones ortopédicas.
Las partes II, III y IV contienen información sobre cirugía de
los tejidos blandos, cirugía ortopédica y neurocirugía, respectivamente. Los capítulos se han dividido en una sección en la que
se describen los principios generales y en otra sobre enfermedades específicas. La sección «Principios y técnicas generales»
comienza con las definiciones de los procedimientos y los términos que tienen importancia para el sistema orgánico que se describe. En los siguientes apartados se ofrece información sobre
temas preoperatorios y consideraciones anestésicas. Después se
analiza el uso de antibióticos (incluyendo las recomendaciones
para la profilaxis con antibióticos) y se incluye una breve descripción de la anatomía quirúrgica que debe tenerse en cuenta.
Es frecuente que en los libros de cirugía no se dé importancia a
la anatomía quirúrgica, o que la estructura no se corresponda
con las técnicas de un capítulo determinado. Como en las ediciones anteriores, hemos superado este problema incluyendo
esta información como un epígrafe independiente y coherente
bajo «Principios y técnicas generales». Las técnicas quirúrgicas
que pueden utilizarse en varias enfermedades también se describen en esta sección. Sin embargo, si una intervención quirúrgica
es específica para una enfermedad en concreto, se describe junto
con la descripción específica de la enfermedad. Después de la
descripción de las técnicas quirúrgicas se incluye una breve descripción de la cicatrización del órgano o tejido específico, así
como del material de sutura y el instrumental especial que se
utiliza. Los últimos epígrafes de la sección «Principios y técnicas
generales» son «Cuidados y evaluación postoperatorios», «Complicaciones» y «Consideraciones especiales según la edad».
La sección «Enfermedades específicas» de cada capítulo
empieza con las definiciones y, cuando es pertinente, los sinónimos de las enfermedades y las técnicas. A continuación se analizan las consideraciones generales y la fisiopatología clínicamen-
te relevante. Esta información está destinada a proporcionar un
material práctico para abordar los casos, más que para servir
como un texto complementario sobre fisiopatología. Las discusiones sobre los diagnósticos son detalladas e incluyen información sobre los factores predisponentes, la anamnesis, los hallazgos de la exploración física, las técnicas de imagen utilizadas
para hacer el diagnóstico y las anomalías de laboratorio pertinentes. Se incluyen apartados sobre el diagnóstico diferencial y
el tratamiento médico de los animales afectados. A continuación
se incluyen descripciones detalladas de las técnicas quirúrgicas
importantes. Hemos intentado describir las técnicas que más se
utilizan, pero hemos mencionado nuestra preferencia por un
método en particular. En los libros de texto sobre cirugía no suele prestarse atención a la colocación del paciente para una intervención determinada; para evitar esto, nosotros hemos incluido
esta información en un epígrafe independiente y coherente. El
resto de la sección «Enfermedades específicas» trata de los cuidados postoperatorios de los pacientes quirúrgicos, las complicaciones que pueden producirse y el pronóstico.
FORMATO GENERAL DE LOS CAPÍTULOS
I.
II.
Principios y técnicas generales
A. Definiciones
B. Tratamiento preoperatorio
C. Anestesia
D. Antibióticos
E. Anatomía quirúrgica
F. Técnica quirúrgica
G. Cicatrización de la herida
H. Materiales de sutura e instrumental especial
I. Cuidados y evaluación postoperatorios
J. Complicaciones
K. Consideraciones especiales según la edad
Enfermedades específicas
A. Definiciones
B. Consideraciones generales y fisiopatología
clínicamente relevante
C. Diagnóstico
1. Presentación clínica
a. Factores predisponentes
b. Anamnesis
2. Hallazgos en la exploración física
3. Diagnóstico por imagen
4. Hallazgos de laboratorio
D. Diagnóstico diferencial
E. Tratamiento médico
F. Tratamiento quirúrgico
1. Tratamiento preoperatorio
2. Anestesia
3. Anatomía quirúrgica
4. Colocación
G. Técnica quirúrgica
H. Materiales de sutura e instrumental especial
I. Evaluación y cuidados postoperatorios
J. Complicaciones
K. Pronóstico
PROTOCOLOS DE ANESTESIA
En la mayoría de los libros de texto de cirugía no se menciona la
anestesia o se incluye en capítulos independientes al final del
Prólogo
libro. Suele resultar difícil para los veterinarios ocupados acceder a esta información y relacionarla con el caso en el que están
trabajando. Por ello, en la sección «Enfermedades específicas» de
cada capítulo hemos incluido las recomendaciones sobre anestesia para los animales con una enfermedad o un trastorno
determinado. Como en la primera edición, la Dra. Gwen Carroll
nos ha asesorado sobre este tema. Gwen ha sido la responsable
de revisar la información sobre anestesia general para cada sistema orgánico que se incluye en las secciones «Principios y técnicas generales». En este libro también se han incluido numerosos
protocolos anestésicos recomendados, incluyendo la posología
de los fármacos. Aunque sabemos que muchos veterinarios prefieren los protocolos que utilizan habitualmente y que ya conocen, los protocolos que se ofrecen en este libro han demostrado
ser un recurso útil para los estudiantes y los doctores.
BIBLIOGRAFÍA
Como con las ediciones anteriores, en lugar de proporcionar
una lista extensa de la bibliografía disponible, hemos preferido
incluir un número limitado de referencias. Pensamos que, puesto que existe mucha información bibliográfica informatizada
disponible, ya no es necesario incluir una lista bibliográfica muy
larga. Para poder incluir nuevas referencias en esta edición,
hemos suprimido las referencias de hace más de seis años, a no
ser que se consideren un clásico. Además, hemos incluido una
lista de referencias seleccionadas bajo el epígrafe «Lecturas recomendadas». Después se ofrece una breve descripción de por qué
los autores creen que cada artículo es útil o importante.
xi
Algunas posibilidades fundamentales de la edición electrónica
son que pueden tomarse notas, guardar las búsquedas y ver una
gran colección de imágenes, que el usuario puede guardar para
utilizarlas en presentaciones creadas con PowerPoint. También
se incluyen vídeos e imágenes en movimiento de las intervenciones quirúrgicas.
CARACTERÍSTICAS ESPECIALES
Siempre hemos intentado que utilizar este libro fuera lo más
fácil posible. Por ello, hemos ampliado los cuadros «NOTAS», en
los que se destacan los temas importantes, los conceptos clave y
las precauciones que deben tenerse en cuenta. También hemos
añadido más tablas y cuadros con los protocolos del uso de antibióticos, anestésicos y analgésicos. Las tablas y los cuadros siguen
un código de colores y se han identificado con distintos iconos
para facilitar su acceso.
Como en la primera edición, hemos incluido cientos de tablas
y de cuadros con el resumen de la información más importante.
Para facilitar el acceso a estos recursos y que se entiendan mejor,
hemos creado iconos y esquemas de colores únicos para las tablas
y los cuadros que contienen información del mismo tipo:
Analgésicos/tratamiento del dolor
Anestésicos/sedación
Antibióticos
NOVEDADES DE ESTA EDICIÓN
Hemos añadido muchos procedimientos nuevos, especialmente
en la cirugía de las articulaciones, incluyendo descripciones
detalladas de ONMT y de la sustitución completa de cadera, así
como técnicas más avanzadas. Aunque nos hemos planteado si
era práctico incluir las técnicas avanzadas en este libro, hemos
decidido que podría ser muy beneficioso para los veterinarios
conocer mejor estas técnicas, incluso aunque prefieran derivar
estos casos a un especialista.
Con esta perspectiva, hemos marcado algunos procedimientos como avanzados para prevenir a los lectores sobre la dificultad de la intervención. Aunque la dificultad de cualquier intervención depende principalmente de la experiencia del cirujano,
los procedimientos señalados como avanzados y marcados con
el icono
son los que los autores consideran especialmente
difíciles, y recomiendan que sólo los realicen expertos con un
entrenamiento avanzado o especializado en ese campo.
Cálculos
Clasificación de las enfermedades
Signos clínicos
Complicaciones
Diagnóstico y diagnóstico diferencial
Etiología
Generalidades
EDICIÓN ELECTRÓNICA
Una característica nueva y estimulante de la tercera edición de
Cirugía en pequeños animales es la página web de la edición electrónica, que ofrece acceso en línea a todo el libro, además de un
contenido que se actualiza semanalmente. La edición electrónica
ofrece información actualizada y proporciona más herramientas
de aprendizaje para el usuario. Esta edición contiene todo el texto con un motor de búsqueda completo y se actualizará durante
toda la vida de la tercera edición. También proporciona estudios
de casos, instrucciones para la atención postalta y resúmenes de
artículos importantes.
Además del motor de búsqueda, la edición electrónica ofrece
varias herramientas fáciles de usar que mejorarán el aprendizaje.
Tratamiento general
Aspectos fundamentales
DISEÑO
En esta tercera edición, hemos tenido el gran privilegio de trabajar con nuestra ilustradora original, Laura Pardy DuPrey.
Además de ser una artista increíble, conoce extremadamente
bien la anatomía. También hemos dado la bienvenida a un nuevo artista, Don O’Connor, que ha creado muchas ilustraciones
xii
PRÓLOGO
nuevas que han mejorado los capítulos sobre cirugía ortopédica. Creemos que las ilustraciones de este libro son extremadamente claras y precisas. Hemos añadido muchas ilustraciones
nuevas y hemos revisado muchas otras, intentando que este
libro se encuentre entre los libros de medicina veterinaria
mejor ilustrados.
Hemos añadido ilustraciones nuevas sobre las intervenciones
que ya aparecían en ediciones anteriores, así como más ilustraciones en color. De hecho, el setenta y cinco por ciento de las
ilustraciones de esta edición son en color. En especial, se han
modificado la mayoría de las ilustraciones de la sección de cirugía ortopédica.
ÍNDICE
Creemos que es fundamental incluir un índice extenso. El índice de Cirugía en pequeños animales es completo y exhaustivo.
Además, hemos evitado las lecturas con referencias cruzadas
para separar las entradas del índice. En vez de ello, hemos optado por duplicar la referencia a la página cada vez que aparece un
tema en la lista porque creemos que resulta más útil para los
veterinarios.
AGRADECIMIENTOS
Para que un libro de esta naturaleza se convierta en una obra de
calidad son necesarios la participación y el esfuerzo de un gran
número de personas. Queremos dar las gracias especialmente a
Shelly Stringer, editora de Desarrollo; Stacy Beane, ayudante de
Publicación; Penny Rudolph, editora Veterinaria, y al resto del
personal de Elsevier que participó en este proyecto. Les agradecemos su entusiasmo, sus palabras de apoyo, sus sugerencias y,
sobre todo, su fe en este libro. Sin ellos, esta edición no habría
sido posible.
También queremos dar las gracias a nuestros mentores y colegas, que nos han inculcado el amor por la cirugía y la dedicación
a nuestra profesión. Sin vosotros, este libro no se habría convertido en una realidad. Me gustaría dar las gracias en especial al Dr.
Phil Hobson, sus aportaciones, su apoyo y sus palabras de ánimo
siguen siendo muy valiosos para mí.
A todos los que compraron las ediciones anteriores, apreciamos
sus comentarios y consejos. En especial, agradecemos sus opiniones sobre cómo mejorar las ediciones futuras. Esperamos que consideren que hemos hecho un esfuerzo digno en esta edición.
Quiero dar las gracias una vez más a mis colaboradores en
este libro. Ha sido una bendición para mí haber podido trabajar
con algunos de los mejores y más entregados cirujanos veterinarios. Esta edición no ha sido una tarea más fácil que las ediciones anteriores, y su dedicación y su esfuerzo la han convertido en
una aportación oportuna y valiosa a la literatura veterinaria.
¡Muchas gracias!
Finalmente, me gustaría reconocer el apoyo y el ánimo que
me ha dado mi maravillosa familia: mi marido, Matt Miller; mis
hijos, Chase y Kobe Miller; mi madre, Marian Smith, y mi suegra, Diane Miller.
T. W. Fossum
GUÍA DE LOS RECURSOS DE LA
EDICIÓN ELECTRÓNICA EN LÍNEA
El campo de la cirugía de los pequeños animales está avanzando c
onstantemente. La tercera edición de Cirugía en pequeños animales
se ha diseñado para que crezca con cada uno de estos nuevos avances a través de la página web de la edición electrónica de Cirugía en
pequeños animales, un complemento de este libro de texto revisado
que evoluciona constantemente. Los recursos de la página web de
la edición electrónica incluyen el texto completo revisado de Cirugía
en pequeños animales así como otros recursos que no es posible
incluir en los libros impresos. Todos estos recursos acompañan la
edición original, por lo que se encuentran en lengua inglesa.
A continuación se ofrece una introducción sobre cada uno de
los recursos complementarios que se pueden encontrar en la
página web de la edición electrónica de Cirugía en pequeños animales, y que constituyen su núcleo. A medida que la cirugía en
los pequeños animales siga evolucionando, también lo hará este
recurso interactivo.
TEXTO COMPLETO EN LÍNEA CON UN MOTOR
DE BÚSQUEDA
El motor de búsqueda que lo acompaña permite a los usuarios
localizar al instante todo el contenido relacionado con un tema
determinado.
CONTENIDO ACTUALIZADO CONTINUAMENTE
La actualización continuada proporcionará al usuario la información más actual sobre las nuevas técnicas de cirugía en pequeños animales durante toda la vida de la tercera edición. Podrá
accederse a estas actualizaciones directamente desde las secciones correspondientes del texto.
BIBLIOGRAFÍA INTERACTIVA
Todo el material bibliográfico de Cirugía en pequeños animales se
presenta en un formato que permite hacer búsquedas y que está
enlazado directamente, a través de PubMed, con los artículos
originales completos y los resúmenes que se mencionaron cuando se creó la tercera edición.
PRESENTACIONES DE CASOS
Los usuarios pueden acceder a estudios de casos documentados
que proporcionan información actualizada extraída del material
contenido en el texto y de otros recursos en línea. Los casos incluyen la anamnesis, los síntomas en el momento de la presentación,
los resultados de las pruebas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento, así como fotografías y radiografías de utilidad clínica.
VÍDEOS
Las técnicas, las intervenciones y los conceptos más importantes
de Cirugía en pequeños animales se han complementado con
películas de vídeo de alta calidad a las que se puede acceder
directamente a través de las secciones correspondientes.
COLECCIÓN DE IMÁGENES ELECTRÓNICAS
Todas las imágenes de la tercera edición de Cirugía en pequeños animales se han incluido en la colección de imágenes electrónica. Los usuarios pueden revisar los puntos clave del texto y realizar presentaciones en PowerPoint utilizando el
material que pueden obtener directamente de la tercera edición.
HOJAS INFORMATIVAS PARA LOS CLIENTES
Se proporcionan instrucciones para los cuidados tras el alta de
muchas de las intervenciones que se encuentran en el libro Cirugía en pequeños animales en formato PDF. Esta característica
hace que los veterinarios accedan fácilmente a las hojas que se
han diseñado para que puedan dar a sus clientes información
importante sobre sus mascotas.
TÉCNICAS QUE SE REALIZAN
CON POCA FRECUENCIA
Muchas de las intervenciones que se realizan en raras ocasiones y que aparecen en la segunda edición de Cirugía en
pequeños animales se presentan ahora en un formato completamente localizable en la edición electrónica. Mediante
los enlaces que contiene el texto en línea, el usuario accede
directamente a las pautas de actuación detalladas para la realización de intervenciones quirúrgicas poco comunes; también se incluyen ilustraciones y otro material complementario.
PLANIFICADOR DE FRACTURAS
Los usuarios interesados en mejorar su dominio de la cirugía
ortopédica pueden usar este programa interactivo dinámico
para realizar una evaluación diagnóstica precisa y un plan quirúrgico viable. Los cirujanos pueden mostrar su plan quirúrgico
a los clientes para que sepan mejor lo que pueden esperar, o
después de la cirugía para explicarles lo que han hecho. Los estudiantes pueden usar esta herramienta de estudio interactiva para
determinar qué abordaje quirúrgico deben utilizar para realizar
con éxito una reparación ortopédica.
Í N D I C E
PARTE I
D E
Principios quirúrgicos generales
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
PARTE II
15
16
17
18
19
20
21
22
23
Principios de asepsia quirúrgica, 1
Esterilización y desinfección, 9
Medios, equipamiento y personal
de cirugía, 15
Atención y mantenimiento
del entorno quirúrgico, 19
Atención preoperatoria e
intraoperatoria del paciente
quirúrgico, 22
Preparación del campo operatorio, 32
Preparación del personal
quirúrgico, 38
Instrumental quirúrgico, 47
Biomateriales, sutura y
hemostasia, 57
Infecciones quirúrgicas y selección
de antibióticos, 79
Atención postoperatoria del paciente
quirúrgico, 90
Fundamentos básicos de la
rehabilitación física, 111
Tratamiento analgésico multimodal
perioperatorio, 130
Principios de la cirugía mínimamente
invasiva, 146
Cirugía de tejidos blandos
Cirugía del sistema tegumentario, 159
Cirugía del ojo, 260
Cirugía del oído, 289
Cirugía de la cavidad abdominal, 317
Cirugía del aparato digestivo, 339
Cirugía del hígado, 531
Cirugía del sistema biliar
extrahepático, 560
Cirugía del sistema endocrino, 573
Cirugía del sistema hemolinfático, 617
C A P Í T U L O S
24
25
26
27
28
29
30
PARTE III
31
32
33
34
35
PARTE IV
36
37
38
39
40
41
Cirugía del riñón y del uréter, 635
Cirugía de la vejiga y de la uretra, 663
Cirugía del aparato genital
y reproductor, 702
Cirugía del sistema cardiovascular,
775
Cirugía del aparato respiratorio
superior, 817
Cirugía del aparato respiratorio
inferior: pulmones y pared torácica,
867
Cirugía del aparato respiratorio
inferior: cavidad pleural
y diafragma, 896
Cirugía ortopédica
Fundamentos de la cirugía
ortopédica y manejo de las fracturas,
930
Manejo de fracturas específicas,
1015
Enfermedades articulares, 1143
Manejo de las lesiones y
las enfermedades musculares
y tendinosas, 1316
Otras enfermedades de los huesos
y las articulaciones, 1333
Neurocirugía
Fundamentos de neurocirugía, 1357
Cirugía del cerebro, 1379
Cirugía de la columna cervical,
1402
Cirugía de la columna toracolumbar,
1460
Cirugía de la columna lumbosacra,
1493
Enfermedades no quirúrgicas
de la columna vertebral, 1514
Í N D I C E
D E
PARTE I Principios quirúrgicos generales
1 Principios de asepsia quirúrgica, 1
Theresa Welch Fossum
Preparación del material quirúrgico, 1
Manipulación y almacenamiento del instrumental
y el equipo esterilizados, 4
Vertido de las soluciones en las bateas, 7
2 Esterilización y desinfección, 9
Theresa Welch Fossum
Desinfección, 9
Esterilización, 9
Indicadores de la esterilización, 13
3 Medios, equipamiento y personal
de cirugía, 15
Theresa Welch Fossum
Estructura y diseño del área quirúrgica, 15
Descripción y función de las salas del área
quirúrgica, 15
Personal, 18
4 Atención y mantenimiento del entorno
quirúrgico, 19
Theresa Welch Fossum
Hábitos de limpieza diarios, 19
Hábitos de limpieza semanales y mensuales, 20
5 Atención preoperatoria e intraoperatoria
del paciente quirúrgico, 22
C A P Í T U L O S
D E T A L L A D O
Posición, 34
Preparación de la piel esterilizada, 34
Paños quirúrgicos, 35
7 Preparación del personal quirúrgico, 38
Theresa Welch Fossum
Indumentaria quirúrgica, 38
Limpieza quirúrgica, 39
Ponerse la bata de cirujano, 42
Ponerse los guantes, 43
Ponerse los guantes cerrados, 44
Ponerse los guantes abiertos, 44
Ponerse los guantes con ayuda, 44
Quitarse los guantes de forma aséptica, 44
Mantenimiento de la esterilización durante la
cirugía, 44
8 Instrumental quirúrgico, 47
Theresa Welch Fossum
Clasificación del instrumental, 47
Cuidados y mantenimiento del instrumental, 52
Colocación y organización de la mesa
de instrumental, 56
9 Biomateriales, sutura y hemostasia, 57
Theresa Welch Fossum
Suturas y selección de las suturas, 57
Otros biomateriales, 63
Técnicas de sutura habituales, 66
Técnicas y materiales hemostáticos, 71
10 Infecciones quirúrgicas y selección
Theresa Welch Fossum
de antibióticos, 79
Anamnesis, 22
Exploración física, 22
Datos del laboratorio, 22
Determinación del riesgo quirúrgico, 24
Comunicación con el cliente, 25
Estabilización del paciente, 25
Oxigenoterapia, 26
Fluidoterapia, 27
Theresa Welch Fossum y Michael D. Willard
6 Preparación del campo operatorio, 32
Theresa Welch Fossum
Restricciones dietéticas, 32
Excreciones, 32
Tratamiento del pelo, 32
Mecanismos de acción de los antibióticos, 79
Causas del fracaso de los antibióticos y mecanismos
de la resistencia a los antibióticos, 83
Infecciones quirúrgicas, 83
Uso profiláctico y terapéutico de los antibióticos, 86
11 Atención postoperatoria del paciente
quirúrgico, 90
Michael D. Willard y Howard B. Seim, III
Abordaje nutricional del paciente quirúrgico, 91
Métodos para proporcionar hiperalimentación, 94
Cálculo de la velocidad y volumen
de la alimentación, 109
xvi
ÍNDICE DE CAPÍTULOS DETALLADO
12 Fundamentos básicos de la rehabilitación
física, 111
Kim Knap, Ann L. Johnson y Kurt Schulz
Modalidades de tratamiento, 111
13 Tratamiento analgésico multimodal
perioperatorio, 130
Gwendolyn L. Carroll
Tratamiento del dolor, 131
Evaluación postoperatoria del paciente, 144
14 Principios de la cirugía mínimamente
invasiva, 146
Michael D. Willard y Kurt Schulz
Endoscopia: principios generales, equipo y técnicas, 147
Equipo, 149
Mantenimiento del equipo, 152
Técnicas, 153
Artroscopia: principios generales, equipo y técnicas, 154
Equipo, 155
Mantenimiento del equipo, 156
Técnicas generales, 157
Técnicas específicas, 157
Cuidados después de realizar una artroscopia, 157
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
15 Cirugía del sistema tegumentario, 159
Cirugía de la cola, 246
Caudectomía, 246
Cirugía de los dedos y almohadillas, 250
Biopsia, 250
Oniquectomía, 251
16 Cirugía del ojo, 260
Cheryl S. HedLund
Principios y técnicas generales, 260
Enfermedades específicas, 272
Entropión, 272
Ectropión, 276
Prolapso de la glándula del tercer párpado, 280
Proptosis traumática, 282
Masas palpebrales, 285
17 Cirugía del oído, 289
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 289
Enfermedades específicas, 300
Otitis externa, 300
Otitis media e interna, 304
Otohematomas y lesiones traumáticas
de la oreja, 307
Neoplasias de la oreja y del conducto auditivo
externo, 312
Pólipos inflamatorios, 314
18 Cirugía de la cavidad abdominal, 317
Cheryl S. HedLund
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 159
Cicatrización, 159
Vendajes, 176
Principios de cirugía plástica y reconstructiva, 192
Tensión y elasticidad cutáneas, 192
Colgajos pediculados, 205
Colgajos compuestos, 216
Colgajos epiploicos, 222
Transferencia de colgajos microvasculares, 223
Injertos cutáneos, 224
Tratamiento quirúrgico de patologías cutáneas
específicas, 228
Quemaduras y otras lesiones térmicas, 228
Lesiones eléctricas, 232
Congelación, 232
Lesiones químicas, 233
Lesiones por radiaciones, 233
Heridas por mordiscos de animales
y abscesos, 235
Mordeduras de serpiente, 235
Úlceras por presión, 237
Higroma de codo, 239
Granuloma por lamido, 240
Quiste dermoide (seno pilonidal), 241
Pioderma interdigital, 242
Pliegues cutáneos redundantes, 242
Principios y técnicas generales, 317
Enfermedades específicas, 322
Hernias umbilicales y abdominales, 322
Hernias inguinales, escrotales y femorales, 325
Peritonitis, 329
Hemoperitoneo, 337
19 Cirugía del aparato digestivo, 339
Cheryl S. HedLund y Theresa Welch Fossum
CIRUGÍA DE LA CAVIDAD ORAL
Y DE LA OROFARINGE, 339
Principios y técnicas generales, 339
Enfermedades específicas, 350
Fístula oronasal congénita (fisura palatina o paladar
hendido), 350
Fístulas oronasales adquiridas, 356
Tumores orales, 361
Mucoceles salivares, 367
CIRUGÍA DEL ESÓFAGO, 372
Principios y técnicas generales, 372
Enfermedades específicas, 384
Cuerpos extraños esofágicos, 384
Estenosis esofágicas, 389
Divertículos esofágicos, 392
Neoplasias esofágicas, 394
Índice de capítulos detallado
Hernia de hiato, 396
Invaginación gastroesofágica, 400
Acalasia cricofaríngea, 402
Alteraciones del anillo vascular, 405
CIRUGÍA DEL ESTÓMAGO, 409
Principios y técnicas generales, 409
Enfermedades específicas, 424
Cuerpos extraños gástricos, 424
Dilatación-vólvulo gástrico, 427
Obstrucciones benignas del flujo de salida
gástrico, 433
Úlceras y erosiones gástricas, 436
Neoplasia gástrica y enfermedades infiltrativas, 440
CIRUGÍA DEL INTESTINO DELGADO, 443
Principios y técnicas generales, 443
Enfermedades específicas, 462
Cuerpos extraños intestinales, 462
Neoplasia intestinal, 467
Invaginación, 470
Pitiosis, 474
Vólvulo y torsión intestinales, 476
CIRUGÍA DEL INTESTINO GRUESO, 480
Principios y técnicas generales, 480
Enfermedades específicas, 489
Neoplasia, 489
Colitis, 492
Megacolon, 494
CIRUGÍA DEL PERINEO, RECTO
Y ANO, 498
Principios y técnicas generales, 498
Enfermedades específicas, 507
Neoplasia anal, 507
Infección e impactación del saco anal, 511
Hernia perineal, 515
Fístulas perianales, 520
Prolapso rectal, 524
Incontinencia fecal, 527
20 Cirugía del hígado, 531
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 531
Enfermedades específicas, 539
Anomalías vasculares portosistémicas, 539
Lesiones cavitarias hepáticas, 554
Neoplasia hepatobiliar, 556
Torsión de lóbulo hepático, 558
21 Cirugía del sistema biliar
extrahepático, 560
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 560
Colelitiasis, 567
Mucoceles de la vesícula biliar, 569
Peritonitis biliar, 570
xvii
22 Cirugía del sistema endocrino, 573
Theresa Welch Fossum
CIRUGÍA DE LAS GLÁNDULAS ADRENALES
Y PITUITARIA, 573
Principios y técnicas generales, 573
Enfermedades específicas, 578
Neoplasia adrenal, 578
Neoplasia hipofisaria, 584
CIRUGÍA DEL PÁNCREAS, 586
Principios y técnicas generales, 586
Enfermedades específicas, 592
Abscesos y seudoquistes pancreáticos, 592
Insulinomas, 595
Gastrinomas, 599
Neoplasia pancreática exocrina, 600
CIRUGÍA DE LAS GLÁNDULAS TIROIDES
Y PARATIROIDES, 602
Principios y técnicas generales, 602
Enfermedades específicas, 605
Hipertiroidismo felino, 605
Hiperparatiroidismo, 611
Carcinomas de tiroides en perros, 614
23 Cirugía del sistema hemolinfático, 617
Theresa Welch Fossum
CIRUGÍA DEL SISTEMA LINFÁTICO, 617
Principios y técnicas generales, 617
Enfermedades específicas, 620
Linfedema, 620
CIRUGÍA DEL BAZO, 624
Principios y técnicas generales, 624
Enfermedades específicas, 629
Torsión esplénica, 629
Neoplasia esplénica, 631
24 Cirugía del riñón y del uréter, 635
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 635
Enfermedades específicas, 646
Uréter ectópico, 646
Cálculos renales y ureterales, 654
Neoplasia renal y ureteral, 658
Abscesos renales y perirrenales, 660
25 Cirugía de la vejiga y de la uretra, 663
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 663
Anastomosis uretral intrapélvica, 668
Enfermedades específicas, 678
Uroabdomen, 678
Cálculos vesicales y uretrales, 682
Prolapso uretral, 687
Neoplasia uretral y vesical, 689
xviii
ÍNDICE DE CAPÍTULOS DETALLADO
Incontinencia urinaria, 694
Síndrome urológico felino (cistitis estéril), 698
26 Cirugía del aparato genital y reproductor, 702
Cheryl S. HedLund
Tumores laríngeos y traqueales, 852
Tumores nasales, 857
Aspergilosis nasal, 864
29 Cirugía del aparato respiratorio inferior:
Principios y técnicas generales, 702
pulmones y pared torácica, 867
CIRUGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR
DE LA HEMBRA, 729
Theresa Welch Fossum
Enfermedades específicas, 729
Neoplasia mamaria, 729
Neoplasia uterina, 735
Piómetra, 736
Prolapso, hiperplasia y tumores vaginales, 743
Prolapso uterino, 745
CIRUGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR
DEL MACHO, 747
Enfermedades específicas, 747
Hiperplasia prostática, 747
Abscesos prostáticos, 750
Quistes prostáticos, 754
Neoplasia prostática, 757
Neoplasia testicular y escrotal, 759
Hipospadias, 762
Fimosis, 766
Parafimosis, 768
Traumatismo y neoplasia del prepucio
y pene, 772
27 Cirugía del sistema cardiovascular, 775
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 775
Enfermedades específicas, 782
Regurgitación mitral, 782
Conducto arterial persistente 784
Estenosis pulmonar, 789
Estenosis aórtica, 792
Comunicación interventricular, 794
Comunicación interauricular, 797
Tetralogía de Fallot, 799
Derrame pericárdico y constricción
pericárdica, 801
Neoplasias cardíacas, 808
Bradicardia, 810
28 Cirugía del aparato respiratorio
superior, 817
Cheryl S. HedLund
Principios y técnicas generales, 817
Enfermedades específicas, 832
Narinas estenóticas, 832
Paladar blando elongado, 835
Eversión de los sáculos laríngeos, 838
Colapso laríngeo, 840
Parálisis laríngea, 842
Colapso traqueal, 847
Principios y técnicas generales, 867
Enfermedades específicas, 879
Traumatismo de la pared torácica, 879
Neoplasia pulmonar, 882
Abscesos pulmonares, 886
Torsión lobular pulmonar, 887
Pectus excavatum, 889
Neoplasia de la pared torácica, 894
30 Cirugía del aparato respiratorio inferior:
cavidad pleural y diafragma, 896
Theresa Welch Fossum
Principios y técnicas generales, 896
Enfermedades específicas, 903
Hernia diafragmática traumática, 903
Hernia diafragmática peritoneopericárdica, 906
Neumotórax, 908
Derrame pleural, 913
Quilotórax, 915
Piotórax, 922
Timomas, quistes branquiales tímicos y quistes
mediastínicos, 926
PARTE III
Cirugía ortopédica
31 Fundamentos de la cirugía ortopédica
y manejo de las fracturas, 930
Ann L. Johnson
Principios y técnicas generales, 930
Planificación quirúrgica, 950
Toma de decisiones para el tratamiento
de las fracturas, 952
Reducción de las fracturas, 957
Injertos óseos, 962
Sistemas de fijación de las fracturas, 967
Coaptación externa, 967
Fijación interna, 982
32 Manejo de fracturas específicas, 1015
Ann L. Johnson
Fracturas del maxilar y la mandíbula, 1015
Fracturas escapulares, 1029
Fracturas del húmero, 1037
Fracturas diafisarias y supracondilares del húmero,
1037
Fracturas articulares, fisarias y metafisarias del
húmero, 1050
Índice de capítulos detallado
Fracturas diafisarias del radio y el cúbito, 1058
Fracturas metafisarias y articulares del radio
y el cúbito, 1068
Fracturas fisarias del radio y el cúbito, 1073
Fracturas del carpo y el tarso, 1077
Fracturas y luxaciones del metacarpo, el metatarso,
las falanges y los huesos sesamoideos, 1081
Fracturas pelvianas, 1087
Luxaciones y fracturas sacroilíacas, 1087
Fracturas del ilion, el isquion y el pubis, 1092
Fracturas acetabulares, 1097
Fracturas del fémur, 1103
Fracturas diafisarias y supracondilares del fémur,
1103
Fracturas metafisarias y articulares del fémur, 1113
Fracturas fisarias del fémur, 1118
Fracturas de la rótula, 1124
Fracturas de la tibia y el peroné, 1126
Fracturas diafisarias de la tibia y el peroné, 1126
Fracturas metafisarias y articulares de la tibia y el
peroné, 1135
Fracturas fisarias de la tibia y el peroné, 1139
33 Enfermedades articulares, 1143
Kurt Schulz
Principios y técnicas generales, 1143
Enfermedades articulares no quirúrgicas
seleccionadas, 1155
Enfermedad articular degenerativa, 1155
Artritis séptica (bacteriana), 1158
Poliartritis rickettsial, 1161
Enfermedad de Lyme, 1162
Poliartritis inmunomediada idiopática no erosiva,
1164
Poliartritis inducida por un proceso inflamatorio
crónico, 1165
Sinovitis linfoplasmocitaria, 1165
Poliartritis inducida por lupus eritematoso sistémico,
1166
Artritis reumatoide, 1167
Poliartritis progresiva crónica felina, 1169
Articulación temporomandibular, 1170
Luxación de la articulación temporomandibular,
1170
Displasia de la articulación temporomandibular,
1172
Luxación escapular, 1175
Articulación escapulohumeral, 1176
Osteocondritis disecante del húmero proximal, 1176
Luxación de la articulación escapulohumeral, 1183
Inestabilidad del hombro, 1192
Patología del tendón bíceps, 1194
xix
Articulación del codo, 1197
Displasia de codo canina, 1197
Fragmentación de la apófisis coronoides, 1197
Osteocondritis disecante del húmero distal, 1206
Apófisis ancónea no unida, 1209
Luxación traumática del codo, 1213
Luxación o subluxación del codo causada por el
cierre prematuro de las fisis distales del radio o el
cúbito, 1218
Luxación congénita del codo, 1223
Luxación y subluxación del carpo, 1225
Subluxación del carpo provocada por la lesión del
ligamento colateral, 1231
Articulación coxofemoral, 1233
Displasia de cadera, 1233
Luxación coxofemoral, 1246
Enfermedad de Legg-Perthes, 1252
Rodilla, 1254
Rotura del ligamento cruzado craneal, 1254
Rotura del ligamento cruzado caudal, 1276
Lesión del ligamento colateral, 1280
Lesiones de ligamentos múltiples, 1283
Lesión del menisco, 1285
Luxación rotuliana medial, 1289
Luxación rotuliana lateral, 1297
Osteocondritis disecante de la rodilla, 1299
Tarso, 1301
Lesión del ligamento tarsiano, 1301
Osteocondritis disecante del tarso, 1309
34 Manejo de las lesiones y las enfermedades
musculares y tendinosas, 1316
Kurt Schulz
Principios y técnicas generales, 1316
Contusiones y distensiones musculares, 1316
Laceración de la unidad musculotendinosa, 1318
Rotura de la unidad musculotendinosa, 1322
Mineralización del tendón supraespinoso, 1325
Contracción fibrosa del músculo infraespinoso, 1327
Contractura del cuádriceps, 1328
Miopatía fibrosa, 1330
35 Otras enfermedades de los huesos
y las articulaciones, 1333
Kurt Schulz
Osteopatía hipertrófica, 1333
Panosteítis, 1334
Osteopatía craneomandibular, 1335
Osteodistrofia hipertrófica, 1336
Neoplasia ósea, 1338
Neoplasia articular, 1352
Osteomielitis, 1353
xx
ÍNDICE DE CAPÍTULOS DETALLADO
PARTE IV
Neurocirugía
39 Cirugía de la columna toracolumbar, 1460
Howard B. Seim, III
36 Fundamentos de neurocirugía, 1357
Howard B. Seim, III
Principios y técnicas generales, 1357
Identificación del problema, 1357
Exploración física, 1357
Exploración neurológica, 1358
Localización de la lesión, 1367
Diagnóstico diferencial de los trastornos medulares
y métodos diagnósticos, 1368
Diagnóstico por imagen de la columna, 1370
Diagnóstico por imagen del cráneo y el cerebro, 1377
37 Cirugía del cerebro, 1379
Howard B. Seim, III
Principios y técnicas generales, 1379
Enfermedades específicas, 1393
Traumatismo craneal, 1393
Neoplasia, 1397
38 Cirugía de la columna cervical, 1402
Howard B. Seim, III
Principios y técnicas generales, 1402
Enfermedades discal cervical, 1418
Espondilomielopatía cervical, 1427
Inestabilidad atlantoaxial, 1441
Fracturas y luxaciones de la columna cervical, 1447
Neoplasia de las vértebras cervicales, la médula
espinal y las raíces nerviosas, 1455
Principios y técnicas generales, 1460
Enfermedad discal toracolumbar, 1469
Fracturas y luxaciones de la columna toracolumbar,
1480
Neoplasia en las vértebras, la médula espinal
y las raíces nerviosas de la región
toracolumbar, 1490
40 Cirugía de la columna lumbosacra, 1493
Howard B. Seim, III
Principios y técnicas generales, 1493
Enfermedades específicas, 1496
Síndrome de la cauda equina, 1496
Fracturas y luxaciones de la columna
lumbosacra, 1503
Neoplasia vertebral y de las raíces nerviosas
de la región lumbosacra, 1509
41 Enfermedades no quirúrgicas de la columna
vertebral, 1514
Howard B. Seim, III
Enfermedades específicas, 1514
Discoespondilitis, 1514
Meningoencefalomielitis granulomatosa, 1518
Mielopatía degenerativa, 1520
Mielopatía isquémica, 1521
CAPÍTULO 1
PA R T E I
Principios de asepsia quirúrgica
1
Principios quirúrgicos generales
C A P Í T U L O
1
Principios de asepsia
quirúrgica
Siempre que se altera la integridad de la piel, como ocurre en la
cirugía, los microorganismos pueden acceder a los tejidos internos.
Las bacterias que contaminan las heridas quirúrgicas suelen proceder de la flora endógena del paciente, del personal de quirófano y
del entorno. Para prevenir la contaminación de las heridas, deben
seguirse las reglas de la técnica aséptica, que no son simples pautas
de actuación, sino las normas del quirófano. Si no se tienen en cuenta, el paciente puede sufrir una infección o una enfermedad.
La técnica aséptica se define como los métodos y prácticas que
previenen la contaminación cruzada durante la cirugía. Implica la
preparación adecuada de las instalaciones y el entorno (v. capítulos 3 y 4), el campo operatorio (v. capítulo 6), el personal quirúrgico (v. capítulo 7) y el material quirúrgico (v. capítulos 2 y 8).
Para que se produzca una infección, los microorganismos
deben introducirse antes en la herida quirúrgica. Los microorganismos pueden tener un origen exógeno (es decir, proceden del
aire, del instrumental quirúrgico, del personal quirúrgico o
del paciente) o endógeno (es decir, microorganismos que se originan en el cuerpo del paciente). Es imposible eliminar todos los
microorganismos de la herida quirúrgica y del campo estéril; sin
embargo, la técnica aséptica limita la exposición del paciente a un
número de microorganismos que no resulta nocivo. En la tabla 1.1
se enumeran las reglas de la técnica aséptica y las razones por las
que son importantes. «Hasta ahora, ningún microorganismo
patógeno ha desarrollado resistencia a la técnica aséptica.»
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PREPARACIÓN DEL MATERIAL QUIRÚRGICO
Independientemente de la técnica de esterilización que se utilice,
el instrumental y las prendas de tela (p. ej., toallas, batas y paños
quirúrgicos) deben lavarse para eliminar la contaminación
macroscópica. El instrumental debe lavarse con desinfectantes
adecuados a mano o con un equipo de limpieza por ultrasonidos
tan pronto como sea posible después de la cirugía (v. capítulo 8),
y debe lavarse la ropa. Los objetos deben envolverse de forma que
se facilite la esterilización y la conservación de la esterilidad, sin
tener en cuenta la conveniencia o las preferencias del personal.
Los materiales que se utilizan para empaquetar el instrumental (p. ej., envoltorios o envases) permiten que penetre el producto esterilizador y mantienen la esterilidad después de la esterilización. Los materiales que mantienen el instrumental estéril
durante su transporte y almacenamiento incluyen cartuchos
para instrumental perforados envueltos, bolsas de plástico o de
papel, sistemas de envasado estériles y paños esterilizados (textiles o sin entretejer). Los materiales de empaquetado deben diseñarse teniendo en cuenta el proceso de esterilización que se va a
utilizar (v. tabla 1-2). Los elementos que se van a esterilizar
mediante vapor a presión u otros métodos (p. ej., óxido de etileno, plasma) deben envolverse de una forma determinada (v. p. 9).
Los materiales del envase también deben ser adecuados para los
elementos que se van a esterilizar (v. tabla 1-3). Por ejemplo, no
deben utilizarse materiales de papel para envolver instrumentos
cortantes, ya que podrían romperlos fácilmente. No deben utilizarse cierres de metal (p. ej., grapas, clips), ya que podrían perforar el envase.
Los recipientes estériles suelen ser cajas rígidas hechas de plástico de alto rendimiento, que puede esterilizarse con vapor y es
resistente al calor, o están fabricadas con otros materiales en los
que puede colocarse y esterilizarse el instrumental. Los recipientes
rígidos se utilizaron por primera vez en Alemania a mediados de
los años noventa. Su función principal era transportar el instrumental y la ropa estériles. En aquella época no era raro que el
material esterilizado se guardara en recipientes para utilizarlo a lo
largo de todo el día. El concepto de «recipiente rígido para la esterilización» se introdujo en EE. UU. durante el Congreso de la
Association of Operating Room Nurses de 1980. Con el tiempo, los
recipientes de esterilización se han ganado la confianza de los profesionales que trabajan en los hospitales. Son resistentes y baratos,
ayudan a organizar los paquetes y protegen el instrumental mejor
que los paños. Los recipientes cerrados necesitan incorporar filtros (sólo en la tapa, o en la tapa y en el fondo del recipiente) y
cierres, precintos y/o sellos que resistan la manipulación. Los recipientes rígidos pueden ser una buena opción si la sala de esterilización es lo bastante grande para guardarlos y si el espacio de
almacenamiento actual es suficiente para acomodar el nuevo sistema. Existen recipientes de muchas formas y tamaños para que
pueda guardarse la mayoría del instrumental que suele usarse,
incluyendo endoscopios, taladros y cámaras.
Los paños de esterilización originales eran de muselina de
140 hebras. Estos paños tenían las ventajas de que eran suaves,
reutilizables, baratos y absorbentes, y se podían tapar las bande1
2
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 1-1
Reglas de la técnica aséptica
REGLA
MOTIVO
Los miembros del equipo quirúrgicos deben permanecer
dentro del área estéril.
Salir del área estéril puede facilitar la contaminación
cruzada.
Los miembros del equipo quirúrgico deben hablar lo menos
posible.
Las gotas de saliva que se liberan al hablar están cargadas
de bacterias.
El personal debe moverse lo menos posible en el quirófano;
sólo debe entrar en el quirófano el personal necesario.
Los movimientos dentro del quirófano pueden producir
corrientes de aire turbulentas que pueden causar
contaminación cruzada.
El personal que no se ha lavado no debe entrar en los
campos estériles.
Puede caer polvo, hilos u otros vehículos de contaminación
bacteriana en el campo estéril.
Los miembros del equipo que ya se han lavado deben
mirarse de frente unos a otros y situarse de frente al campo
estéril en todo momento.
La espalda de los miembros del equipo no se considera
estéril, aunque esté cubierta con una bata.
El equipo utilizado durante la cirugía debe esterilizarse.
Los instrumentos no estériles pueden ser una fuente de
contaminación cruzada.
El personal que se ha lavado sólo puede tocar los elementos
estériles; el personal que no se ha lavado sólo puede tocar
los elementos no estériles.
El personal que no se ha lavado y los elementos no
esterilizados, pueden ser una fuente de contaminación
cruzada.
Si existen dudas sobre la esterilidad de un elemento, se
considera que está contaminado.
El equipo no estéril, contaminado, puede ser una fuente de
contaminación cruzada.
Las mesas estériles sólo están esterilizadas hasta la altura de
la mesa.
Los elementos que sobresalen del borde de la mesa no se
consideran estériles porque están fuera del campo de visión
del cirujano.
La ropa es estéril desde la mitad del pecho hasta la cintura y
desde el puño hasta 5 cm por encima del codo.
La parte de atrás de la bata no se considera estéril, aunque
sea envolvente.
Los paños que cubren la mesa del instrumental o al paciente
deben ser resistentes a la humedad.
La humedad transporta a las bacterias desde una superficie no
estéril a una superficie estéril (contaminación por contacto).
Si un objeto estéril toca el borde del precinto de la bolsa que
lo contiene mientras se abre, se considera contaminado.
Una vez abiertos, los bordes sellados de las bolsas no son
estériles.
Los objetos estériles que están dentro de una envoltura
dañada o húmeda no se consideran contaminados.
Puede producirse contaminación desde las envolturas
perforadas o por contacto debido a la humedad.
Las manos no pueden colocarse debajo de las axilas, deben
mantenerse juntas delante del cuerpo, por encima de la
cintura.
La región axilar de la bata no se considera estéril.
Si el equipo quirúrgico empieza la cirugía sentado, debe
permanecer sentado hasta que termine la cirugía.
El campo quirúrgico sólo es estéril desde la altura de la mesa
hasta el pecho; el hecho de sentarse y levantarse durante la
cirugía puede aumentar la contaminación cruzada.
jas fácilmente. Sin embargo, al ser textiles, las bacterias podían
penetrar fácilmente en el paquete. En la mayoría de los hospitales
se utilizaba un envoltorio doble para reducir la contaminación
del instrumental quirúrgico. En los años sesenta se introdujeron
los materiales no entretejidos, que proporcionan una barrera
más eficaz frente a los microorganismos y que, además, son resistentes al agua. Sin embargo, el material que se usaba para estos
envoltorios era un derivado de la celulosa que no era especialmente resistente, por lo que seguía siendo necesario el envoltorio
secuencial (doble). La introducción del polipropileno permitió el
desarrollo de envoltorios resistentes, con propiedades de barrera y
repelentes. Actualmente, los tejidos sin entretejer que más se utilizan en el mundo de la medicina son el spunlaced, que está hecho
a base de fibras de poliéster entrelazadas con una capa de pulpa
de madera, y el SMS, que está formado por tres capas (spunlaced,
meltblown y spunbonded) que se mantienen unidas por una resina de polipropileno. Estos productos proporcionan una protección excelente frente a la contaminación microbiana. Sin embargo, a pesar del hecho de que ha aumentado la eficacia de barrera,
aunque sólo se utilice una hoja del envoltorio, sigue siendo habitual hacer paquetes de varias capas debido a la rigurosidad con
que deben manejarse los paquetes y a las graves consecuencias de
la contaminación bacteriana.
Antes de envolverlo, el instrumental debe separarse y colocarse
en función del uso que se le vaya a dar. Si se va a utilizar la esterilización mediante vapor o gas, el envoltorio seleccionado debe permitir la penetración del vapor o el gas, debe ser impermeable a los
microorganismos, resistente y flexible. En la tabla 1-4 se enumeran
CAPÍTULO 1
Principios de asepsia quirúrgica
3
TABLA 1-2
Tipos y usos de los materiales de los envases para la esterilización dependiendo del método utilizado
MÉTODO
DE ESTERILIZACIÓN
REQUISITOS QUE DEBE CUMPLIR
EL MATERIAL DEL ENVASE
MATERIALES QUE PUEDEN
UTILIZARSE
Autoclave de vapor
Debe permitir que penetre el vapor
Papel
Plástico
Tela
Embalajes con envoltura de papel
Cartuchos perforados con tapa
Calor seco
No debe permitir que los elementos queden
aislados del calor
No debe destruirse a la temperatura utilizada
Bolsas de papel
Papel de aluminio
Rollos de plástico para envolver
Cartuchos perforados con tapa
Vapor químico no saturado
Debe permitir que el vapor precipite sobre el
contenido
El vapor no debe reaccionar con el material del
envase
Los plásticos no deben entrar en contacto con los
lados del esterilizador
Cartuchos perforados con tapa
Papel
Bolsas con envoltura de papel
Modificado de Miller CH, Palenik CJ: Infection control and management of hazardous materials for the dental team, ed 2, St Louis, 1998, Mosby.
TABLA 1-3
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Materiales para envasar que pueden utilizarse dependiendo del tipo de instrumental
INSTRUMENTAL
MÉTODO DE ESTERILIZACIÓN
MATERIAL RECOMENDADO PARA EL ENVASE
Instrumentos de acero inoxidable
Instrumental
Vapor
Muselina de 140 hebras
SMS
Tela de algodón entretejido mezclado con poliéster
Bolsas
Instrumental endoscópico
Instrumental
Plasma
Óxido de etileno (EtO)
Plasma: SMS, tejidos con mezcla de poliéster, bolsas de
SMS de baja temperatura
EtO: muselina de 140 hebras, SMS, tejidos con mezcla
de poliéster, algunos papeles de tipo crepé, polímeros
termoplásticos (Tyvek)
Jeringas de cristal y otros
utensilios médicos de cristal
Vapor
EtO
Plasma
Vapor: bolsas de SMS
EtO/plasma
Bolsas de SMS de baja temperatura
Polímeros termoplásticos
los materiales que suelen utilizarse, sus ventajas e inconvenientes, y
las técnicas de esterilización compatibles con cada uno de ellos.
Para asegurar la máxima penetración, deben seguirse unas pautas específicas para preparar los paquetes para la esterilización con
vapor o con gas. Los envoltorios de preesterilización para la esterilización con vapor están formados por dos capas de muselina de
distinto grosor o de materiales de barrera sin entretejer (es decir,
papel). El envoltorio postesterilización (es decir, el envoltorio que
se utiliza después de la esterilización y durante el período de enfriamiento) es una funda de plástico que puede precintarse con calor
y es resistente al agua; no es necesario utilizar esta funda si el instrumental se va a utilizar antes de que transcurran 24 horas después de la esterilización. Los elementos pequeños pueden envolverse, esterilizarse y almacenarse en una bolsa de plástico o de papel
que pueda precintarse con calor. Los elementos que van a esterili-
zarse con gas se envuelven en bolsas de plástico que puedan precintarse con calor o en tubos o en paños de muselina. Si se utiliza la
esterilización con plasma, los utensilios deben envolverse en bolsas
de Tyvek-Mylar que puedan precintarse con calor o en envases de
polipropileno. En el capítulo 2 se ofrecen recomendaciones sobre
el tiempo, la temperatura y la humedad adecuados para la esterilización con vapor, con óxido de etileno y con plasma.
Para la esterilización con vapor o con gas, los utensilios deben
colocarse en una toalla sin pelusas (lisa) colocada en el fondo de
una bandeja de metal perforada para instrumental. Los instrumentos que se abren y se cierran deben introducirse abiertos en el
autoclave. Se recomienda que haya un espacio de entre 3 y 5 mm
entre los utensilios para que el vapor o el gas circule adecuadamente. Los utensilios desmontables deben desmontarse siempre
que sea posible, y los equipos mecánicos deben lubricarse antes de
4
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 1-4
Ventajas e inconvenientes de los materiales del envase para preparar los paquetes
MÉTODO DE
ESTERILIZACIÓN
MATERIAL
VENTAJAS
INCONVENIENTES
Muselina de algodón;
de 140 o 270 hebras
Duradero, flexible, reutilizable, fácil de
manejar
Requiere dos capas y dos
envoltorios, produce pelusas, no
es resistente a la humedad
Vapor, óxido de
etileno (EtO)
Material de barrera no
entretejido (es decir,
papel)
Barato
Un único uso, memoria, no es tan
duradero, no resiste la humedad,
requiere doble envoltorio
Vapor, EtO
Tejido de polipropileno
sin entretejer*
Flexible, duradero, barrera excelente para
las bacterias, resistente a la perforación,
sin pelusas
Un solo uso, requiere doble
envoltorio
Vapor, EtO
Bolsas de papel/
plástico† (precintadas
con calor)
Práctico, tiempo de conservación largo,
resistente al agua
El instrumental puede perforar la
bolsa
Vapor, EtO
Bolsas de plástico‡
(precintadas con
calor)
Práctico, tiempo de conservación largo,
impermeable, más resistente a la
perforación
El instrumental puede perforar la
bolsa
Plasma, EtO
*Spunguard.
†
Fabricado de papel y Mylar.
‡
Fabricado de Tyvek y Mylar.
la esterilización (v. capítulo 8). Si el instrumento es hueco, hay que
introducir un poco de agua a través de la luz inmediatamente
antes de la esterilización, ya que el agua, al evaporarse, hace que
salga el aire; por el contrario, cuando se utiliza un esterilizador por
gas, la humedad que queda en los instrumentos huecos reduce la
acción del gas por debajo del punto letal. Los recipientes (p. ej.,
una cubeta salina) deben colocarse con el extremo abierto hacia
arriba u horizontal; los recipientes con tapa deben tener la tapa
ligeramente entreabierta. Las bateas deben apilarse poniendo una
toalla entre ellas. En cada recipiente debe colocarse un número
estándar de gasas quirúrgicas radiopacas. Hay que colocar un
indicador de esterilización (v. p. 13) en el centro de cada envase
antes de envolverlo. Las soluciones deben esterilizarse aparte (no
con el instrumental) y con vapor utilizando la fase de fuga lenta
(v. tabla 2-2, p. 11).
NOTA: Si el instrumental se deja sumergido durante mucho
tiempo en una solución, puede estropearse. Nunca debe
dejarse en ninguna solución más de 20 minutos. Los utensilios que contienen carburo de tungsteno (mangos dorados) no deben sumergirse en soluciones que contengan
cloruro de bencilamonio (BAC), ya que esta sustancia química descompone el carburo de tungsteno.
La ropa puede esterilizarse con vapor. Para que los paquetes de
ropa se esterilicen de forma eficaz con vapor, su tamaño y su
peso no deben ser superiores a 28 ¥ 28 ¥ 48 cm y 6 kg, respectivamente. Los paños para mesa muy entretejidos deben envolverse por separado. La orientación de las capas de ropa debe alternarse para que pueda penetrar el vapor. Igual que con el
instrumental, debe colocarse un indicador de esterilización en
el centro de cada paquete (v. p. 13).
Envolver los paquetes de instrumental
Los paquetes de instrumental deben envolverse de forma que
puedan desenvolverse fácilmente sin alterar la técnica estéril
(v. figura 1-1).
Doblar y envolver las batas
Las batas deben doblarse para que el cirujano pueda ponérselas
sin alterar la esterilización (v. figura 1-2).
Doblar y envolver los paños
Los paños deben doblarse de forma que sus aberturas puedan
colocarse sobre el campo quirúrgico sin contaminar el paño
(v. figura 1-3).
MANIPULACIÓN Y ALMACENAMIENTO
DEL INSTRUMENTAL Y EL EQUIPO ESTERILIZADOS
Después de sacarlos del autoclave, los paquetes se dejan enfriar
y secar individualmente en estantes. Si los paquetes se colocan
unos encima de otros mientras se enfrían, la humedad puede
condensarse y podría producirse contaminación por contacto,
ya que la humedad transporta las bacterias desde una superficie
no estéril a otra estéril. Cuando los paquetes esterilizados están
completamente secos, hay que ponerles una tapa impermeable y
guardarlos en armarios cerrados (y no sin tapar en estantes
abiertos) para protegerlos de la humedad y del contacto con distintas partículas (como polvo que contenga bacterias). Debe
evitarse la manipulación excesiva del material esterilizado, especialmente si se trata de utensilios puntiagudos o con bordes cortantes. Los elementos esterilizados deben manejarse con cuidado
y hay que evitar doblarlos, aplastarlos o comprimirlos, ya que
podría romperse el precinto o podría perforarse el envase. Los
paquetes estériles deben guardarse lejos de los conductos de ventilación, de los sistemas rociadores y de las luces que producen
CAPÍTULO 1
Principios de asepsia quirúrgica
A
B
C
D
E
F
5
Figura 1-1
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Cómo envolver un paquete de instrumental. A. Envuelva el paquete de instrumental en una
toalla lisa limpia. Coloque un paño grande, sin doblar, enfrente de usted, y coloque la
bandeja del instrumental en el centro del paño, de forma que la línea imaginaria trazada
entre una esquina del paño y la esquina opuesta sea perpendicular al eje longitudinal de la
bandeja del instrumental. B. Doble la esquina del paño que está más cerca de usted sobre
la bandeja del instrumental hasta su borde más alejado. Doble la punta del paño hacia
arriba de forma que quede visible para que pueda desenvolverse fácilmente. C. Doble la
esquina derecha sobre el paquete. D. Doble la esquina izquierda de la misma forma.
E. Dé la vuelta al paquete y doble la última esquina del paño sobre la bandeja, metiéndola
por debajo de los dos pliegues anteriores. F. Envuelva el paquete en una segunda capa de
tela o de papel de la misma forma. Asegure la última esquina del envoltorio exterior con
una cinta adhesiva protectora y un trozo de cinta indicadora de la sensibilidad al calor.
calor. Las condiciones medioambientales ideales son poca humedad, sin corrientes de aire, y a una temperatura ambiente constante, que pueda controlarse.
tema de caducidad que depende de los hechos, deben adoptarse
unos protocolos adecuados para la esterilización y la manipulación de los elementos.
Caducidad de la esterilización
Manipulación de los elementos
esterilizados
El uso de las fechas de caducidad de los utensilios esterilizados
que aparecen en varios tipos de envoltorios (v. tabla 1-5) es controvertido. Lo que contamina los productos no es el tiempo, sino
lo que ocurre. Hace poco tiempo se ha demostrado que si los
utensilios se envuelven, se esterilizan y se manipulan de forma
adecuada, permanecen estériles a no ser que el paquete se abra,
se moje, se rasgue, se rompa el precinto o se dañe de alguna otra
forma (es decir, caducidad que depende de lo que ocurre). La
duración de la esterilidad de un elemento depende de varios factores: 1) el tipo y el diseño de los materiales del envase; 2) el
número de veces que se manipula un paquete antes de utilizarlo;
3) el número de personas que manipulan el paquete; 4) si el
paquete se ha almacenado en estantes abiertos o cerrados; 5) las
condiciones de la zona de almacenamiento (p. ej., limpieza, temperatura y humedad), y 6) el método de precintado y si se ha
utilizado una funda para protegerlo del polvo (Association of
Operating Room Nurses, 2000). Para utilizar con eficacia un sis-
En el futuro, los paquetes esterilizados no tendrán fecha de caducidad; tendrán la fecha de esterilización y un número de control
del lote para poder rastrear un elemento no estéril. Los elementos que no se utilizan con frecuencia deben cubrirse con fundas
impermeables precintadas con calor. En todos los paquetes aparecerá escrito: «Se garantiza la esterilidad si el paquete no está
dañado o abierto». Estos elementos se almacenarán de forma
que no se altere el envoltorio ni la esterilidad, y deberán cambiarse de sitio para que se utilicen primero los elementos que se
procesaron antes.
Si un paquete estéril está dañado, no debe utilizarse. Se considera que un paquete está dañado si el envoltorio está húmedo;
si se ha colocado en un entorno donde hay polvo o se ha almacenado cerca de una fuente de circulación de aire; si se ha caído
o está doblado, aplastado, comprimido, desgarrado o perforado; o si se ha roto el precinto. La formación del personal de
6
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
C
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Figura 1-2
Cómo doblar y envolver las batas quirúrgicas. A. Coloque la bata en una superficie plana
limpia, con la parte delantera hacia arriba. Doble las mangas con cuidado hacia el centro
de la prenda con los puños mirando hacia el dobladillo inferior. B. Doble los lados hacia
el centro para que las costuras laterales queden alineadas con las costuras de las mangas.
C. Doble la bata longitudinalmente por la mitad (las mangas quedarán por dentro de la
prenda). D. Empezando por el dobladillo inferior, pliegue la bata hacia el cuello. E. Doble
una toalla de manos por la mitad horizontal y dóblela haciendo aproximadamente cuatro
pliegues. Colóquela encima de la bata, dejando una esquina doblada hacia atrás para
que pueda sujetarse fácilmente. F. Envuelva la bata y la toalla en dos capas de papel o en
paños de tela como se describe en la figura 1-1.
cirugía debe incluir el entrenamiento para proteger los elementos esterilizados para que no pierdan la esterilidad. Debe
comprobarse cuidadosamente la integridad de los elementos
esterilizados para identificar los artículos dañados, y quitar las
fundas de plástico o limpiarlas con un trapo antes de llevarlos
a la zona quirúrgica.
Desenvolver y abrir los elementos estériles
Los elementos estériles se envasan de forma que el personal de
quirófano pueda desenvolverlos sin contaminarlos. Existen tres
métodos habituales para distribuir los elementos estériles.
Desenvolver los paquetes estériles grandes de tela/
papel/polipropileno que no pueden sostenerse mientras se distribuyen. Si el paquete es demasiado grande,
voluminoso o pesado para sostenerlo durante la distribución,
puede abrirse sobre un soporte Mayo o encima de una mesa.
Coloque el paquete en el centro del soporte Mayo o en la mesa y
desdóblelo tirando hacia usted (esto impide que extienda la
mano y el brazo sobre el área estéril). Toque sólo el borde y la superficie inferior del paño. Siga el mismo procedimiento para
cada pliegue. Un miembro del equipo estéril deberá colocar el
paquete en la mesa estéril cuando esté abierto.
Existen desacuerdos sobre la forma correcta de abrir los
paquetes estériles con dos envoltorios (sólo la capa exterior o
las dos capas), y hay pruebas que apoyan ambas técnicas. El
motivo para abrir sólo la capa externa es que así se elimina el
riesgo de diseminación bacteriana desde las manos y los brazos
del personal de enfermería de distribución hacia el contenido del
paquete estéril. La razón que apoya que se abran ambos envoltorios es que cuando se abre la superficie exterior del envoltorio interior, puede contaminarse con partículas de polvo y restos del envoltorio exterior; si el personal de enfermería de
distribución abre el envoltorio interior, la posibilidad de contaminación disminuye. La decisión sobre qué técnica utilizar
debe basarse en la experiencia técnica del personal y en la calidad de la barrera.
Desenvolver los paquetes estériles de tela/papel
que pueden sostenerse mientras se distribuyen. Estos
paquetes pueden abrirse y colocarse en una mesa estéril, como
se describe en la figura 1-4, o, una vez abiertos, puede sostenerlos
un miembro del equipo estéril.
Desenvolver los elementos estériles que están en bolsas que pueden despegarse de papel-plástico o de plástico únicamente. Identifique los bordes del envase que pueden
despegarse y sepárelos con cuidado. Retire los bordes de la parte
posterior del envoltorio despacio y de forma simétrica para asegurarse de que el elemento estéril no entra en contacto con el borde
despegado del envoltorio (que no es estéril). Si el elemento es
CAPÍTULO 1
Principios de asepsia quirúrgica
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Figura 1.3
Cómo doblar y envolver los paños quirúrgicos. A. Coloque el paño extendido con los
extremos de las aberturas perpendiculares a usted y la superficie de las aberturas paralelas
a usted. B. Sujete los bordes del paño próximos a usted y doble el paño por el centro. El
borde del paño debe ser visible (dorsal) para que pueda sujetarse fácilmente cuando se
desdoble. C. Dé la vuelta al paño y doble la otra mitad de la misma forma. D. Doble un
extremo del paño sobre el centro (colocando los dedos a través de la abertura); haga lo
mismo con el otro extremo. E. Si el paño se ha doblado de forma adecuada, la abertura
debe quedar sobre la cara más externa ventral. F. Doble el paño por la mitad, y envuélvalo
en dos capas de papel o tela como se describe en la figura 1-1.
TABLA 1-5
Tiempo de almacenamiento recomendado
para los paquetes esterilizados
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ENVASE
CADUCIDAD
Envoltura doble, muselina de dos capas
4 semanas
Envoltura doble, muselina de dos capas,
en una funda sellada con calor después
de la esterilización
6 meses
Envoltura doble, muselina de dos capas,
en una funda sellada, después de la
esterilización
2 meses
Envoltura doble con materiales de barrera
sin entretejer (es decir, papel)
6 meses
Bolsas de papel y plástico que pueden
despegarse, precintadas con calor
1 año
Bolsas de plástico que pueden
despegarse, precintadas con calor
1 año
pequeño, colóquelo en la zona estéril como se ha descrito antes,
teniendo cuidado para que no sobresalga de la mesa estéril. Si el
elemento es largo o voluminoso, un miembro del equipo estéril
debe sujetarlo y tirar suavemente del envoltorio que puede despegarse, teniendo cuidado de no rozar el elemento con el borde
despegado del envoltorio. Las hojas de los bisturís y el material de
sutura se abren de forma parecida.
VERTIDO DE LAS SOLUCIONES EN LAS BATEAS
Los elementos esterilizados en los hospitales que han adoptado el
método de garantizar la esterilidad relacionado con los hechos tienen
una caducidad indefinida (v. p. 5, Caducidad de la esterilización).
Las soluciones (es decir, el suero salino estéril y los antisépticos)
se vierten en bateas. Un miembro del equipo quirúrgico estéril
debe mantener las bateas fuera de la mesa quirúrgica para impedir que los ayudantes no esterilizados extiendan las manos y los
brazos sobre el área estéril. La solución debe verterse sin salpicar,
teniendo cuidado para que no gotee desde el recipiente hacia las
manos de la persona estéril. El envase de la solución no debe
tocar la batea esterilizada.
Bibliografía
Association of Operating Room Nurses: Standards, recommended
practices and guidelines: recommended practices for selection and
use of packaging systems, Denver, 2000, The Association.
8
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
C
Figura 1-4
A. Para desenvolver un paquete con ropa estéril que puede sostenerse durante la
distribución, sujete el paquete con la mano izquierda si es diestro (o con la mano derecha,
si es zurdo). B. Utilizando la mano derecha, desdoble las esquinas del envoltorio de una
en una, teniendo cuidado para sujetar cada esquina en la palma de la mano izquierda
para impedir que retroceda y contamine el contenido. C. Sujete la última esquina con la
mano derecha; su mano debe estar completamente cubierta por el envoltorio. Cuando todo
el paquete esté a la vista y todas las esquinas del envoltorio estén sujetas, ponga el
paquete en el campo estéril despacio, teniendo cuidado para que su mano y su brazo no
pasen a través o por encima del campo estéril.
Lecturas recomendadas
Broder BD: Wrap it up, I’ll take it (to Surgery)! Infection control today
at www.infectioncontroltoday.com; 2006, Virgo Publishing.
Harter B: Getting wrapped up in packaging choices, Infection control
today at www.infectioncontroltoday.com; 2006, Virgo Publishing.
CAPÍTULO 2
C A P Í T U L O
Esterilización y desinfección
9
2
Esterilización
y desinfección
La esterilización es la destrucción de todos los microorganismos
(bacterias, virus y esporas) de un elemento. Generalmente, se
refiere a objetos (p. ej., instrumental, paños, catéteres y agujas)
que entran en contacto con los tejidos o que penetran en el sistema vascular. La desinfección es la destrucción de la mayoría de los
microorganismos patógenos de los objetos inanimados, mientras
que la antisepsia es la destrucción de la mayoría de los microorganismos patógenos en objetos animados (vivos). Con ninguno
de estos procedimientos se consigue matar o inactivar a todos los
microorganismos, incluso utilizándolos correctamente. Se utilizan antisépticos para matar a los microorganismos cuando se
prepara la piel del paciente y se hace el lavado quirúrgico (v. capítulos 6 y 7); sin embargo, la piel no se esteriliza. Generalmente, el
significado de limpieza se limita a la eliminación física de los contaminantes superficiales, normalmente con agua y jabón o detergente, ultrasonidos, u otros métodos. Aunque la limpieza elimina
manchas y bacterias, no mata o inactiva los virus y las bacterias.
DESINFECCIÓN
Generalmente, la desinfección implica el uso de productos líquidos, como fenol o sus derivados, alcoholes, haluros, aldehídos,
compuestos de amonio cuaternario, cloroformo, óxido de etileno
(EtO), iones de metales pesados o colorantes. La selección del desinfectante adecuado depende del resultado deseado; algunos
desinfectantes destruyen un número limitado de microorganismos de forma eficaz; otros matan a todos los microorganismos,
incluyendo las esporas. En la tabla 2-1 se enumeran los desinfectantes más comunes, sus usos y las precauciones que deben tomarse.
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ESTERILIZACIÓN
Todo el equipo o el material que entra en contacto con los tejidos del organismo o con la sangre debe ser estéril. Los métodos
de esterilización del instrumental quirúrgico o de otro material
incluyen el vapor, productos químicos, el plasma y la radiación
ionizante. La fiabilidad de los métodos de esterilización depende
del número, el tipo y la resistencia intrínseca de los microorganismos que hay en los objetos que se van a esterilizar, y de si en
los objetos hay otros materiales (p. ej., suciedad, aceite) que puedan actuar como una barrera contra la sustancia esterilizante o
inactivarla. Los métodos de esterilización que suelen utilizarse
tienen diversas ventajas e inconvenientes. Por ejemplo, el autoclave con vapor, una técnica de esterilización que tiene 200 años
de antigüedad, es un método de esterilización eficaz, pero no
puede utilizarse para muchos de los utensilios actuales debido a
la alta temperatura y la humedad que se generan. Del mismo
modo, para la esterilización con calor seco se utilizan temperaturas que la mayoría de los dispositivos no pueden tolerar.
Existen métodos en los que se utilizan temperaturas bajas y que
generan poca humedad, como la esterilización con gas EtO o el
peróxido de hidrógeno con gas plasma, que pueden utilizarse para
muchos dispositivos médicos (v. pp. 11 y 12). Al personal de quirófano (PQ) se le pide que esterilice el equipo cada vez más deprisa y de forma más eficaz, y con un coste menor. Con los sistemas
de esterilización avanzados que permiten disponer más rápidamente de ropa, equipos e instrumental estériles, se consigue que el
PQ trabaje más deprisa y que disminuya el «tiempo muerto» entre
las intervenciones. La esterilización rápida y eficaz de los equipos
quirúrgicos y médicos caros sensibles al calor y a la humedad
(p. ej., cámaras, cables de fibra óptica y endoscopios rígidos) es
especialmente ventajosa, ya que el precio de estos equipos puede
limitar su duplicación en la mayoría de las clínicas veterinarias.
Con el sistema de esterilización con peróxido de hidrógeno con
plasma gas a baja temperatura puede esterilizarse el instrumental
sofisticado en 55 minutos, por lo que resulta muy útil.
Esterilización por vapor
El vapor saturado bajo presión es una sustancia práctica y segura
para la esterilización del material médico resistente al calor y su
empaquetado. El vapor destruye rápidamente todos los microorganismos conocidos mediante la coagulación y la desnaturalización de las proteínas celulares. Para asegurar que se destruyen
todos los microorganismos vivos, es muy importante que la relación entre la temperatura, la presión y el tiempo sea la correcta. Si
el vapor se encuentra en un compartimento cerrado y la presión
aumenta, también aumenta la temperatura, siempre que el volumen del compartimento se mantenga constante. Si los objetos
están en contacto con el vapor a una temperatura y presión especificadas, durante el tiempo suficiente, se esterilizan. La unidad
que se utiliza para crear este vapor presurizado, a alta temperatura,
se llama autoclave. Algunos tipos de microorganismos son más
resistentes al calor que otros. Las esporas de los microorganismos
termofílicos aerobios y anaerobios son las formas de vida más
resistentes al calor húmedo que se conocen. Las partículas víricas
toleran mucho peor la esterilización con vapor que las esporas.
La esterilización puede fracasar si los paquetes se colocan demasiado juntos o de forma incorrecta en el autoclave o en el recipien9
10
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 2-1
Desinfectantes comunes que se utilizan en la práctica veterinaria
PROPIEDADES
DESINFECTANTES
PROPIEDADES
ANTISÉPTICAS
MECANISMO
DE ACCIÓN
Limpieza de
manchas;
preparación del
sitio de inyección
Buenas
Muy buenas
Desnaturalización
de las proteínas,
interrupción del
metabolismo y
lisis celular
Corrosivo para el
acero inoxidable;
volátil
Compuestos de
cloro: hipoclorito
Limpieza de suelos
y mostradores
Buenas
Aceptables
Liberación de
cloro y oxígeno
libres
Los restos orgánicos lo
inactivan; corrosivo
para el metal
Compuesto de
yodo: solución
limpiadora
yodada (7,5%)
Limpieza de suelos
y mostradores de
color oscuro
Buenas
Buenas
Yodación y
oxidación de
moléculas
esenciales
Tiñe la tela y los tejidos
Glutaraldehído:
solución alcalina
al 2%
Desinfección de
lentes e
instrumental
delicado
Buenas; esteriliza
Ninguna
Alquilación de
proteínas y
ácido nucleíco
Olor por reacción
tisular (el instrumental
debe enjuagarse
antes de utilizarlo)
SUSTANCIA
USO PRÁCTICO
Alcohol:
isopropilo
(50%-70%);
alcohol etílico
(70%)
te para la esterilización con gas. Los paquetes de instrumental
deben colocarse verticalmente (es decir, sobre el borde) y longitudinalmente en el autoclave. Los paquetes duros deben colocarse en
la periferia, donde el vapor entra en la cámara. Debe haber un poco
de aire entre los paquetes para facilitar el flujo del vapor (2,5-5 cm
entre los paquetes, y entre las paredes y los paquetes). Los paquetes
de ropa se colocan de forma que las capas de tejido estén orientadas
verticalmente (es decir, sobre el borde). Estos paquetes no deben
apilarse, ya que, al aumentar el grosor, disminuye la penetración
del vapor. Para que la esterilización con vapor o con gas sea eficaz,
debe vigilarse cuidadosamente y seguir exactamente las instrucciones para preparar, empaquetar y colocar el material. Deben utilizarse indicadores de la esterilización (v. p. 13).
Tipos de esterilizadores por vapor
Esterilizador de desplazamiento por gravedad.
El esterilizador por vapor que más se utiliza en la práctica veterinaria es
el esterilizador de desplazamiento por gravedad (o «descendente») (v. figura 2-1). El funcionamiento de este esterilizador se basa
en el principio de que el aire es más pesado que el vapor. El material que se va a esterilizar se coloca en la cámara interior. Una
cámara externa de tipo funda, estrecha, rodea la cámara interior.
El vapor a presión entra desde la cámara externa y estrecha, en la
cámara interna y rodea los objetos. La gravedad tira del aire de
la cámara interna hacia abajo, hasta el suelo, y sale por una válvula
sensible a la temperatura. Cuando el vapor se acumula y la temperatura aumenta, la válvula que libera el vapor se cierra. Puesto que
la función de este esterilizador se basa en la capacidad del aire para
moverse hasta la parte inferior del autoclave, es muy importante
envolver (v. p. 4) y colocar los objetos con cuidado (v. el comentario anterior). El tiempo y la temperatura mínimos estándar para
el esterilizador de desplazamiento por gravedad son de 10 a
25 minutos a 132 °C-135 °C, o 15-30 minutos a 121 °C. En la
tabla 2-2 se muestra el tiempo de esterilización recomendado para
los objetos que suelen esterilizarse.
PRECAUCIONES
Válvula de seguridad
Válvula de aire
Indicadores
de presión
Válvulas
operativas
Vapor
Reductor
de circulación
Retorno del vapor
Sifón
termostático
Salida
de aire
Embudo
para el sobrante
Aire
Drenaje
Termómetro
Suministro
de vapor
Regulador
de la presión
Figura 2-1
Autoclave de desplazamiento por gravedad.
Esterilizador de prevacío. El esterilizador de prevacío
depende de que el aire salga activamente de la cámara interna,
creando un vacío. Se inyecta vapor en la cámara para sustituir el
aire. Con este método de esterilización se consigue una gran
penetración del vapor en menos tiempo que con los esterilizadores de desplazamiento por gravedad. El tiempo y la temperatura mínimos estándar para los esterilizadores de prevacío son
de 3-4 minutos a 132 °C-135 °C.
Esterilizador de ciclo rápido. La esterilización urgente o
«de ciclo rápido» se realiza cuando debe esterilizarse rápidamente
un objeto no estéril, sin envolver. Se utiliza un esterilizador de
desplazamiento por gravedad. El objeto se coloca sin envolver en
una bandeja de metal perforada y se esteriliza siguiendo las reco-
CAPÍTULO 2
Esterilización y desinfección
11
TABLA 2-2
Tiempo de exposición para la esterilización en esterilizadores de desplazamiento por gravedad
TIEMPO MÍNIMO NECESARIO (MIN)
A 121 °C-123 °C
OBJETO
Cepillos de limpieza (en dispensadores, en latas, envueltos individualmente)
30
Prendas de ropa (envuelta en muselina o papel)
30
Objetos de cristal (vacíos, invertidos)
15
Instrumental (envueltos en muselina de doble grosor)
30
Instrumental combinado con suturas, tubos, materiales porosos (envueltos en muselina
o papel)
30
Sólo instrumentos de metal (sin envolver)
15
Ropa: tamaño máximo 28 ⫻ 28 ⫻ 48 cm (6 kg envuelta)
30
Agujas (empaquetadas individualmente en viales de cristal o papel, con la luz húmeda)
30
Agujas (sin envolver, luz húmeda)
15
Catéteres de goma, drenajes, tubos (envueltos en muselina o papel; luz húmeda)
30
Catéteres de goma, drenajes, tubos (sin envolver; con la luz húmeda)
20
Utensilios (envueltos en muselina o papel; sobre el borde)
20
Utensilios (sin envolver; sobre el borde)
15
Jeringas (desmontadas, envueltas individualmente en muselina o papel)
30
Jeringas (desmontadas, sin envolver)
15
Suturas: de seda, algodón o nailon (envueltas en papel o muselina)
30
Soluciones: 75-250 mL
20 (escape lento)
500-1000 mL
30 (escape lento)
1500-2000 mL
40 (escape lento)
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
mendaciones del fabricante en cuanto al tiempo y la temperatura.
Los objetos esterilizados se llevan al quirófano en la bandeja de
metal utilizando asas desmontables. Es difícil repartir el instrumental esterilizado por ciclo rápido de forma aséptica; la bandeja
está caliente, húmeda y sin envolver, lo que significa que recoge el
polvo, los restos y los microorganismos más fácilmente que las
bandejas secas y frías con protección de barrera biológica. Este
tipo de esterilización sólo debe utilizarse en caso de urgencia,
cuando no hay otra alternativa. El tiempo y la temperatura mínimos estándar para un esterilizador de ciclo corto por gravedad es
de 3 minutos a 132 °C-135 °C para los elementos de metal y los no
porosos (es decir, objetos sin huecos), y de 10 minutos a la misma
temperatura para los objetos de metal huecos, los elementos porosos (p. ej., goma o plástico), y las herramientas colocadas en el
autoclave para esterilizarse juntas.
Esterilización química (gas)
Óxido de etileno. El EtO es un gas inflamable, explosivo,
que mata a los microorganismos alterando su ácido desoxirribonucleico (ADN) mediante alquilación. El material que no puede
resistir la temperatura y la presión extremas de la esterilización
con vapor (es decir, endoscopios, cámaras, plásticos y cables de
tensión) puede esterilizarse con EtO. Generalmente, los endoscopios flexibles requieren una preparación especial con fundas
de EtO que impiden la rotura de la capa de plástico externa. El
proceso mejora con el calor y la humedad; la temperatura y la
humedad óptimas varían entre 49 °C y 60 °C, y del 20% al 40%,
respectivamente. El tiempo necesario para la esterilización
depende de la concentración de EtO, el nivel de humedad, la
temperatura, y la densidad y el tipo de materiales que se van a
esterilizar. La mayoría de los objetos se esterilizan a 54,4 °C
durante aproximadamente 2,5 horas; los elementos sensibles al
calor se esterilizan a 37,8 °C durante unas 5 horas. Deben respetarse las recomendaciones del fabricante sobre el tiempo de
exposición al EtO. Existen unidades compactas, de sobremesa,
en las que se combinan los sistemas de ventilación y de purga
(p. ej., Anprolene, Anderson Products, Haw River, N.C.).
Es muy importante para la seguridad del paciente y del personal
del hospital que todos los materiales esterilizados con EtO se airén
bien. El tiempo de aireación específico necesario para los elementos
quirúrgicos depende de muchas variables, como la composición y
el tamaño de los elementos, su preparación y empaquetado, el tipo
de esterilizador de EtO utilizado, el tipo de aireador utilizado y el
patrón de penetración de la temperatura de la cámara del aireador.
Deben seguirse las recomendaciones del fabricante, pero generalmente es suficiente la aireación en un área bien ventilada durante
un mínimo de 7 días, o de 12 a 18 horas en un aireador.
Los objetos deben lavarse y secarse antes de la esterilización
con EtO; la humedad y el material orgánico se unen al EtO y
dejan un residuo tóxico. Si un objeto no puede desmontarse y no
pueden lavarse todas sus superficies, no puede esterilizarse. Los
objetos se envuelven y se colocan separados en el esterilizador
12
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 2-3
Alternativas al uso de óxido de etileno*
PRODUCTO
APLICACIÓN
COMENTARIOS
Sterrad
Procesador de esterilización cerrado con un
ciclo de tiempo de 45 minutos
Genera peróxido de hidrógeno plasma gas
a partir de una solución de peróxido de
hidrógeno al 58%
Steris 20
Esterilización en 12 minutos a 50 °C-55 °C; el
instrumental está preparado para utilizarse
en los pacientes en menos de 30 minutos
Ácido peracético al 0,2% (diluido desde el
35%)
*Modificado de EPA Region 9: Replacing ethylene oxide and glutaraldehyde, Environmental Best Practices for HealthCare Facilities, Nov. 2002,
ICAHD Environment of Care Standards.
CUADRO 2-1
Vías de exposición al óxido de etileno
• Inhalación de óxido de etileno en forma de gas en el aire
• Contacto de la piel, ojos o mucosas con el líquido o con
óxido de etileno absorbido en materiales sólidos
• Oral: óxido de etileno residual en el material ingerido
• Intravenosa: si quedan restos de óxido de etileno en
dispositivos médicos que se van a insertar por vía intravenosa que no se han aireado de forma adecuada
para permitir que circule el gas. Los objetos desmontables (p. ej.,
equipos eléctricos) deben desmontarse antes del proceso
(v. p. 52). Los objetos acrílicos, algunos artículos farmacéuticos
y las soluciones no pueden esterilizarse con EtO.
Los riesgos medioambientales y para la seguridad asociados al
EtO son numerosos y graves. Deben seguirse con cuidado las recomendaciones del fabricante sobre el uso del equipo para no hacer
daño al paciente o al personal del hospital (v. cuadro 2-1 y
tabla 2-3). Los efectos agudos (a corto plazo) del EtO en los seres
humanos consisten principalmente en depresión del sistema nervioso central (SNC) e irritación de los ojos y las mucosas. La exposición crónica (a largo plazo) al EtO en los seres humanos puede
causar irritación de los ojos, la piel y las mucosas, y trastornos del
funcionamiento cerebral y nervioso. Algunos datos sobre el cáncer
en los seres humanos demuestran que la incidencia de leucemia,
cáncer de estómago, cáncer de páncreas y de la enfermedad de
Hodgkin es más alta entre los trabajadores expuestos al EtO. Sin
embargo, se considera que estos datos son limitados y no concluyentes, debido a la ambigüedad de los estudios. La Environmental
Protection Agency (EPA) ha clasificado al EtO dentro del grupo B1,
como carcinógeno probable para los seres humanos.
posibilidad de esterilizar a una temperatura relativamente baja
(50 °C), conservando la integridad del instrumental fabricado a
base de polímeros, que no puede esterilizarse en autoclaves ni en
hornos. Además, la esterilización por plasma es segura, tanto para
el que la realiza como para el paciente, al contrario que el EtO.
La esterilización con peróxido de hidrógeno en fase de vapor es
una forma de esterilización por plasma en la que se utiliza peróxido de hidrógeno para esterilizar el instrumental rápida y eficazmente. El instrumental puede esterilizarse a temperaturas bajas
(es decir, inferiores a 50 °C) y durante intervalos de tiempo cortos (es decir, 45 minutos), y está disponible inmediatamente porque no es necesaria la aireación. Los objetos que se van a esterilizar
deben envolverse en tela de polipropileno sin entretejer o en bolsas de plástico (Tyvek-Mylar) (v. tabla 1-2 en la p. 3). Con este
método pueden esterilizarse objetos de acero inoxidable, aluminio, bronce, silicona, teflón, látex, etil-vinil-acetato, cratón, policarbonato, polietileno (de baja y de alta densidad), poliolefina,
poliuretano, polipropileno, cloruro de polivinilo (PVC) y polimetilmetacrilato. Un inconveniente importante de la esterilización
por plasma es que depende del «grosor» real de los microorganismos que se van a inactivar, porque es necesario que los fotones UV
lleguen hasta el ADN. Cualquier material que cubra los microorganismos (p. ej., el envoltorio) hace más lento el proceso. Los elementos que no pueden esterilizarse con seguridad son la ropa, las
gasas, los productos de la madera (incluyendo el papel), los endoscopios, algunos plásticos, los líquidos, los objetos que no pueden
desmontarse, los objetos que no pueden secarse del todo, los objetos con soldaduras de cobre o de plata o con epoxi bisfenol, los
tubos y catéteres de más de 28 cm de longitud, y los tubos y catéteres de menos de 1-3 mm de diámetro. Es necesario utilizar adaptadores especiales (refuerzos de H2O2) para los dispositivos huecos
para asegurarse de que el esterilizador llega a todas las zonas.
Radiación ionizante
Esterilización con plasma
La esterilización con plasma es una técnica de esterilización a baja
temperatura que se ha convertido en el método de elección para
esterilizar los objetos sensibles al calor (v. tabla 2-3). Las técnicas
de esterilización convencionales (p. ej., autoclaves, hornos, sustancias químicas como el EtO) se basan en la inactivación metabólica
irreversible o en la alteración de los componentes estructurales
vitales de los microorganismos. La esterilización por plasma actúa
de forma distinta porque utiliza fotones ultravioleta (UV) y radicales. Una ventaja del método de esterilización por plasma es la
La mayoría de los artículos que envasan los fabricantes se esteriliza mediante radiación ionizante (es decir, cobalto 60). Este
método se limita a su uso comercial debido a su precio. Los artículos esterilizados mediante radiación ionizante que suele utilizar el PQ son el material de sutura, las gasas, el material desechable (es decir, batas, paños y cobertores para las mesas), polvos y
productos derivados del petróleo. Los objetos esterilizados preempaquetados que se hayan abierto, pero no se hayan utilizado
no pueden volver a esterilizarse utilizando otros métodos, ya que
podría dañarse el objeto y causar un problema sanitario.
CAPÍTULO 2
Esterilización y desinfección
13
TABLA 2-4
Alternativas al uso de glutaraldehído*
PRODUCTO
APLICACIÓN
COMENTARIOS
Cipex OPA
Desinfección de alto nivel en 12 minutos
a 20 °C
Solución OPA al 0,55%: todavía no se han
determinado los límites de exposición
Sporox II
Desinfección de alto nivel en 30 minutos
a 20 °C
Peróxido de hidrógeno al 7,5%
Sterilox
El ciclo de tiempo es de 10 minutos para
la desinfección de alto nivel
Sistema que genera ácido hipocloroso
Actualmente se utiliza en Europa como
esterilizante químico
*Modificado de EPA Region 9: Replacing ethylene oxide and glutaraldehyde, Environmental Best Practices for HealthCare Facilities,
Nov. 2002, ICAHD Environment of Care Standards.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Esterilización química en frío
Las sustancias químicas que se utilizan para la esterilización no
deben ser corrosivas para los objetos que se van a esterilizar. El
glutaraldehído es un dialdehído saturado que cada vez se utiliza
más como desinfectante de alto nivel y esterilizador químico. No
es corrosivo para los metales, el caucho y los plásticos, y permite
esterilizar instrumentos delicados con lentes (es decir, endoscopios, citoscopios y broncoscopios). La actividad biocida del glutaraldehído es una consecuencia de la alquilación de sus grupos
sulfhidrilo, hidroxilo, carboxilo y amino, que altera el ARN, el
ADN y la síntesis de proteínas dentro de los microorganismos.
La mayoría del equipo que puede sumergirse en agua puede
sumergirse en glutaraldehído al 2%. Los productos que contienen glutaraldehído se venden con distintos nombres comerciales
y están disponibles en distintas concentraciones, con surfactantes o sin ellos (v. tabla 2-4). Para la desinfección de alto nivel de
los endoscopios se recomienda utilizar una solución de glutaraldehído al 2% sin surfactante.
Los objetos que se van a esterilizar deben estar limpios y
secos; la materia orgánica (p. ej., sangre, saliva) puede impedir
la penetración en las grietas y las juntas. El agua residual produce dilución química. Los instrumentos desmontables deben
desmontarse antes de sumergirlos. Deben respetarse escrupulosamente los tiempos de inmersión indicados por el fabricante (p. ej., glutaraldehído al 2%: 10 horas a 20 °C-25 °C para la
esterilización; 10 minutos a la misma temperatura para la desinfección). Una vez transcurrido el tiempo de inmersión adecuado, los instrumentos deben enjuagarse con agua estéril y
secarse con toallas estériles para que no dañen los tejidos del
paciente. El principal problema que se asocia al glutaraldehído
es que es un irritante y sensibilizador respiratorio y cutáneo
reconocido, y puede afectar negativamente a la salud los trabajadores que están en contacto con él. Si el equipo desinfectado
no se enjuaga completamente y quedan residuos de glutaraldehído en los endoscopios, pueden producirse alteraciones graves en los pacientes humanos, como colitis química, pancreatitis y lesión de las mucosas. El ortoftalaldehído (OPA) es una
sustancia alquilante nueva que contiene benceno dicarboxaldehído 1,2 al 0,55%. Se ha demostrado que tiene una actividad
micobactericida superior a la del glutaraldehído y se necesita
menos tiempo de contacto. Existen pocos datos sobre «el uso»
de este producto.
Figura 2-2
Cinta y tiras indicadoras para la esterilización con vapor. Las
bandas diagonales de la cinta (parte superior) cambian de
color, pasando del marrón claro al negro. La flecha «K» y el
punto sobre las tiras indicadoras (parte inferior) cambian de
color, pasando del blanco al negro, para convertirse en «O».
INDICADORES DE LA ESTERILIZACIÓN
Meter un objeto en un esterilizador e iniciar el proceso no asegura la esterilización. El fracaso de la esterilización puede deberse a una limpieza inadecuada (si un objeto no puede desmontarse y no pueden limpiarse todas las superficies, no puede
esterilizarse), a un fallo del sistema de esterilización utilizado, al
uso inadecuado del equipo, a un envasado inadecuado, a una
técnica de carga deficiente o a no comprender los conceptos de
los procesos de esterilización.
Los indicadores de la esterilización permiten comprobar la
eficacia de la esterilización. Los indicadores sufren un cambio
químico o biológico en respuesta a una combinación del tiempo
y la temperatura. Los indicadores químicos, que están disponibles para la esterilización con vapor, con gas y con plasma, suelen
ser tiras de papel o cintas impregnadas con un material que cambia de color cuando alcanza cierta temperatura (v. figuras 2-2 a
2-4). La sustancia química responde a ciertas condiciones, como
calor, presión o humedad extremas, pero no refleja la duración
de la exposición, que es fundamental para el proceso de esterilización. Por tanto, es importante recordar que los indicadores
químicos no indican esterilidad, sólo que se han cumplido ciertas condiciones para la esterilidad. Los indicadores se colocan en
el centro de cada paquete y en la parte exterior del elemento que
se va a esterilizar.
14
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 2-3
Cinta y tiras indicadoras para la esterilización con EtO
(antesAdespués). Cinta: amarilloArojo. Tiras: amarilloAazul.
El uso de indicadores biológicos es la forma más segura de
determinar la esterilización. Se coloca un vial de cristal o una tira
de papel con una cepa de bacterias formadoras de esporas, no
patógena y muy resistente (Bacillus stearothermophilus para
vapor, Bacillus subtilis para gas) en la carga que se va a esterilizar.
Cuando termina el ciclo de esterilización, se recoge el vial o la
tira y se cultiva; si crecen microorganismos, es que la esterilización no es correcta. Deben utilizarse indicadores biológicos al
menos una vez a la semana para comprobar la eficacia del método de esterilización.
No se debe confiar demasiado en los indicadores de la esterilización, debido a los problemas que se han mencionado
antes. No son un sustituto de la supervisión del personal, el
conocimiento general del proceso de esterilización y el cumplimiento de las normas para preparar, empaquetar y colocar las
cargas.
Lecturas recomendadas
Figura 2-4
Cinta y tiras indicadoras para la esterilización por plasma
(antesAdespués). Cinta: rojoAamarillo. Tiras: rojoAamarillo.
Algunos autoclaves tienen un gráfico de temperatura y tiempo en el panel de mandos. Este método indicador es fiable para
medir la temperatura alcanzada y el tiempo que la carga ha estado expuesta a esa temperatura. Puede guardarse un registro
escrito de cada carga procesada.
McDonnell G, Russell AD: Antiseptics and disinfectants: activity, action, and resistance, Clin Microbiol Rev 12:147, 1999.
Se analizan exhaustivamente los antisépticos y desinfectantes que se
utilizan en el entorno hospitalario, y se revisan los mecanismos de
resistencia microbiana conocidos, destacando sus repercusiones
clínicas.
Moisan M, Barbeau J, Crevier MC et al: Plasma sterilization: methods
and mechanisms, Pure Appl Chem 74:349, 2002.
En este artículo se revisan los mecanismos de la esterilización por
plasma como una alternativa a las técnicas de esterilización convencionales.
Ulualp K, Hamzaoglu I, Ulgen SK et al: Is it possible to resterilize
disposable laparoscopy trocars in a hospital setting, Surg Lap Endo
Percutaneous Tech 10:2, 2000.
En este artículo se ha investigado la seguridad de la desinfección
hospitalaria con glutaraldehído al 2% y EtO del instrumental laparoscópico desechable de estructura compleja. Los autores determinaron que la desinfección no era eficaz y que podrían producirse
enfermedades nosocomiales transmitidas por bacterias, hongos y
virus.
CAPÍTULO 3
C A P Í T U L O
Medios, equipamiento y personal de cirugía
15
3
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Medios, equipamiento
y personal de cirugía
Los quirófanos y las áreas quirúrgicas modernos pueden diseñarse de muchas formas distintas, pero los objetivos de todos los
diseños son la seguridad del paciente y la eficacia del trabajo. El
área quirúrgica debe estar cerca del área de anestesia y de preparación quirúrgica, así como de la sala de cuidados intensivos, la
sala de radiología y el almacén central, pero debe estar alejada
del tráfico general (es decir, consultas, oficinas, recepción y salas
de hospitalización). En las instalaciones grandes, como los centros de referencia universitarios y quirúrgicos, el área de anestesia y preparación quirúrgica debe ser una unidad de trabajo
independiente aislada del tráfico general del hospital.
se en las áreas contaminadas, y los pacientes deben afeitarse y
lavarse en el área contaminada antes de llevarles a un área limpia (p. ej., el quirófano).
ESTRUCTURA Y DISEÑO DEL ÁREA QUIRÚRGICA
Vestuario
El área quirúrgica debe estar claramente dividida en tres áreas:
«limpia», «mixta» y «contaminada», debido al peligro constante
de contaminación de los pacientes quirúrgicos. Las áreas limpias
incluyen el quirófano, el cuarto de limpieza quirúrgica y las salas
donde se almacena el material esterilizado. Las áreas mixtas
incluyen los pasillos que hay entre el quirófano y los puestos de
enfermería, las áreas donde se procesa el instrumental y el material, las áreas de almacenamiento y el cuarto de servicios. Las
áreas contaminadas son las salas de anestesia y preparación quirúrgica, los vestuarios, las salas de descanso y las oficinas.
Un diseño que suele utilizarse consiste en distribuir las salas
quirúrgicas alrededor de una estación de trabajo central para el
personal de enfermería de quirófano. El acceso fácil a todos los
quirófanos desde las estaciones de trabajo asegura un flujo de
tráfico eficaz, que reduce la contaminación cruzada entre las
distintas zonas. Las áreas limpias deben restringirse al tráfico
limpio, y las áreas contaminadas al tráfico contaminado. Las
personas que entran a un área limpia desde un área contaminada deben llevar el atuendo quirúrgico adecuado (v. capítulo 7);
la mejor forma de ir de una zona contaminada a una zona limpia (o viceversa) es a través de un vestuario. El personal quirúrgico que va de un área limpia a un área contaminada debe
cubrirse la ropa antes de salir y quitarse estas prendas cuando
vuelva al área limpia. Las puertas que separan las áreas limpias
de las áreas contaminadas siempre deben estar cerradas. Sólo se
permite llevar alimentos y bebidas a las zonas contaminadas. El
tránsito de los utensilios y el equipo limpios y estériles debe
separarse tanto como sea posible del tránsito de los utensilios y
el equipo contaminados en cuanto al espacio, el tiempo y los
patrones de transporte. La ropa sucia y la basura deben quedar-
NOTA: Para evitar que el mobiliario quirúrgico se contamine, el paciente debe afeitarse y prepararse en un
área independiente.
DESCRIPCIÓN Y FUNCIÓN DE LAS SALAS
DEL ÁREA QUIRÚRGICA
El personal quirúrgico utiliza el vestuario para cambiarse de ropa
y ponerse el atuendo quirúrgico adecuado. Debe tener armarios
cerrados para guardar la ropa limpia, los cubrezapatos o calzas, las
mascarillas y los gorros, y un área separada para colgar la ropa de
calle. Debe haber un cesto para la ropa sucia para reducir al mínimo el transporte de la ropa contaminada por todo el hospital.
Sala de anestesia y de preparación
quirúrgica
La sala de inducción anestésica y de preparación quirúrgica debe
estar adyacente al área quirúrgica y estar lejos de las zonas de
tráfico principal del hospital. En esta sala se guarda el equipo y
los fármacos que pueden necesitarse si se produce una urgencia
(es decir, desfibrilador, tubos endotraqueales, sistema de succión, oxígeno y carro de parada). También puede haber un equipo de anestesia (máquinas y fármacos), laringoscopios,
máquinas de afeitar (montadas en la pared o colgadas del techo),
sistemas de vacío (cámaras grandes o centrales), material para
preparar la piel (jabón antiséptico, alcohol, gasas esterilizadas),
envases para el instrumental cortante, agujas y jeringas, y un
equipo de monitorización; todo esto es necesario para asegurar
que la anestesia y la preparación preoperatoria del paciente son
adecuadas.
NOTA: Los fármacos y el equipo necesarios para las
urgencias pueden guardarse en un carro de parada
móvil; esto facilita su transporte desde la sala de preparación y anestesia al quirófano, y a la sala de recuperación.
15
16
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Las superficies y mostradores de preparación deben ser
impermeables y fáciles de limpiar y desinfectar. Lo mejor es disponer de mesas de preparación de acero inoxidable con fregaderos incorporados. En todas las mesas de preparación debe haber
un sistema de eliminación de gases. Para iluminar la sala deben
utilizarse tubos fluorescentes colocados en el techo, complementados con focos dirigidos a cada mesa de preparación. Debe
haber un fregadero destinado a la limpieza de la manguera de
anestesia, los tubos endotraqueales y las bolsas de ventilación,
y un escurridor de plástico para escurrir y secar las mangueras y
las bolsas. En un sitio visible para el personal de anestesia y cirugía debe haber una pizarra (que pueda borrarse) para planificar
la cirugía y la anestesia, con la lista de las intervenciones del día.
Para reducir el crecimiento microbiano, la temperatura de la
sala de preparación debe mantenerse entre 17 °C y 20 °C, y la
humedad no debe superar el 50%. La superficie de las camillas
debe estar forrada, y deben usarse mantas de aire caliente y/o
agua circulante para prevenir la hipotermia. Debe haber camillas
con una estructura adecuada para transportar a los pacientes.
Deben ser de acero inoxidable o de otro material que pueda limpiarse fácilmente, con ruedas relativamente grandes con frenos
que puede lubrificarse fácilmente, y deben tener parachoques de
caucho en las esquinas para que no dañen las puertas y las paredes. Debe colocarse una gamuza de microfilm adhesiva entre la
puerta de la sala de anestesia y preparación y el área quirúrgica
que recoja el polvo, el pelo y las demás partículas de las ruedas
de las camillas, los zapatos y el equipo de anestesia.
Almacén para el material de anestesia
El almacén para el material que se utiliza en anestesia debe estar al
lado de la sala de preparación y anestesia. Es donde se almacena el
equipo necesario para que las máquinas de anestesia funcionen de
forma adecuada, los tubos endotraqueales de reserva, el equipo
de monitorización de la anestesia, los tanques de oxígeno «E», las
mangueras, los catéteres y los conectores de las vías respiratorias.
En esta sala también puede haber un armario para almacenar los
fármacos anestésicos no gaseosos, y puede ser un lugar apropiado
para guardar los tanques grandes que suministran oxígeno a cada
una de las mesas de preparación y al quirófano.
Estación de trabajo del personal
de enfermería
La estación de trabajo del personal de enfermería debe estar en el
centro del área quirúrgica (es decir, en el área limpia). Debe tener un
autoclave (para la esterilización por ciclo corto), una incubadora
y/o un calentador de mantas (para los líquidos de irrigación y para
las toallas para tapar a los pacientes después de la cirugía), una nevera (para los fármacos y las soluciones) y recipientes para formalina.
También debe haber un registro de las operaciones del día, los protocolos de quirófano y un teléfono. El instrumental sucio puede
enviarse a un área de suministros central, o puede descontaminarse,
lavarse, lubricarse y envolverse o empaquetarse para volver a esterilizarlo. Si esta área se utiliza para descontaminar y envolver el instrumental, debe estar separada en dos zonas independientes para
evitar la contaminación cruzada del material limpio.
Sala para el instrumental estéril
La sala para el instrumental estéril es un área limpia donde se guarda todo el instrumental y el equipo esterilizado y empaquetado.
Suele estar cerca del puesto de enfermería. El personal de cirugía
recoge de esta habitación todo el instrumental que necesita para
cada caso. El material debe estar ordenado en las estanterías de forma lógica (p. ej., en orden alfabético) y deben comprobarse con
regularidad las «fechas de caducidad» (es decir, la caducidad relacionada con el tiempo; v. p. 5) y la integridad de los envases (es decir, la
caducidad relacionada con los hechos; v. p. 5).
Sala para los equipos
Los aparatos grandes, como las máquinas de anestesia, los equipos
de láser, los equipos de monitorización, los microscopios quirúrgicos y las lámparas de cirugía portátiles pueden guardarse en una sala
para equipos. El equipo debe conservarse sin polvo y debe limpiarse con regularidad siguiendo los protocolos descritos para la desinfección del quirófano (v. p. 19). Esta sala es un área muy útil, porque
evita que los aparatos grandes y caros se acumulen en los pasillos,
donde podrían sufrir daños o causar problemas.
Cuarto de la limpieza
Los productos que se utilizan para descontaminar y limpiar las salas
quirúrgicas pueden almacenarse en un cuarto o en un armario destinado para este fin. Los utensilios y los productos de limpieza que
se almacenan aquí sólo deben utilizarse en el quirófano para prevenir la contaminación cruzada desde otras zonas del hospital.
Cuarto de lavado
Las áreas donde están los lavabos deben localizarse en el centro
de las zonas de quirófanos. En cada puesto de lavado debe haber
jabón antiséptico, que debe estar en dispensadores adecuados
(es decir, que se activen con pedales), cepillos (p. ej., cepillos
reutilizables esterilizados o una combinación de esponja y cepillo de poliuretano desechable, a menos que se utilicen soluciones
de limpieza que no necesiten cepillado [v. capítulo 7]) y productos para limpiar las uñas, y todo ello debe estar al alcance de la
mano. Los fregaderos profundos de acero inoxidable equipados
con grifos que pueden manejarse con la rodilla, el codo o el pie
son los más adecuados. Si se utilizan cepillos reutilizables, los
dispensadores y los cepillos deben desmontarse y esterilizarse en
un autoclave con regularidad. El área de los lavabos debe estar
lejos de los paquetes de instrumental esterilizados debido a que
pueden contaminarse con las gotas de agua y las salpicaduras
desde los lavabos. Los lavabos nunca deben utilizarse para lavar
el equipo o el instrumental o para eliminar líquidos corporales.
Área para ponerse la bata y los guantes
El personal puede ponerse la bata y los guantes fuera o dentro
del quirófano. No existe un acuerdo sobre en qué lugar se produce menos contaminación cruzada, ya que no existen pruebas
que apoyen un lugar u otro.
NOTA: Si el quirófano es pequeño, o si varias personas
se lavan y se ponen la bata y los guantes a la vez, disponer de un área independiente puede ayudar a prevenir la contaminación del personal, el material estéril o la
zona quirúrgica ya preparada.
Quirófano
Los quirófanos son habitaciones individuales donde se realiza la
cirugía. La sala debe ser lo bastante grande para que el personal
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
CAPÍTULO 3
pueda moverse alrededor del equipo estéril sin contaminarlo y
para que quepan las piezas grandes del equipo necesario para
algunas intervenciones. Algunos proveedores de lámparas y mesas
disponen de pantallas táctiles y que se activan con voz, monitores
de vídeo, cámaras, equipos eléctricos, etc., para equipar quirófanos integrados que resultan más eficaces y multifuncionales. Las
salas de quirófano integradas pueden diseñarse por encargo, tanto si son sencillas como completas, y pueden construirse así desde
el principio o modificarse posteriormente.
El quirófano debe estar bien organizado y ser simple para
que no se acumule polvo en ningún sitio y pueda limpiarse
fácilmente. El suelo, el techo, las paredes y las demás superficies
deben ser lisos, no porosos y de materiales incombustibles. Las
superficies lisas pueden limpiarse y desinfectarse en su totalidad, e impiden que se acumule el material biológico que podría
provocar una contaminación cruzada. Los materiales de las
superficies deben resistir el lavado frecuente y la limpieza con
desinfectantes fuertes.
Las zonas quirúrgicas deben tener sistemas de ventilación
diseñados para que haya una presión de aire positiva en el quirófano y una presión de aire inferior en los pasillos adyacentes.
Los sistemas de ventilación mejores son los que intercambian el
aire de 15 a 20 veces por hora como mínimo. La presión positiva
dentro del quirófano reduce la probabilidad de que el aire contaminado de los pasillos adyacentes se mezcle con el aire del quirófano. En todos los quirófanos debe instalarse un sistema de
limpieza que extraiga los gases anestésicos del aire del quirófano.
Deben mantenerse una temperatura y humedad constantes en el
entorno del quirófano. La humedad se controla para reducir al
mínimo la electricidad estática y el crecimiento microbiano; lo
ideal es que no supere el 50%. La temperatura del aire se mantiene entre 17 °C y 20 °C.
El quirófano se ilumina con luces fluorescentes colocadas en
el techo, que se complementan con una, o preferiblemente dos,
lámparas halógenas. La iluminación para la cirugía está diseñada
para emitir una luz blanca suave, de alta intensidad, que no produzca mucho calor, que permita apreciar los colores reales y que
no produzca sombras ni deslumbre. Puede diseñarse con una,
dos o tres lámparas colocadas en la pared, el techo o en un
soporte. Las lámparas quirúrgicas suelen estar montadas en el
techo. No deben utilizarse lámparas con carriles, porque puede
acumularse polvo y bacterias en ellos. Es importante que puedan
girar; la mayoría de las lámparas giran 360° siguiendo el eje de la
bombilla, y hay algunas incluso más flexibles. Muchas lámparas
pueden incorporar cámaras. Muchos cirujanos utilizan lámparas frontales de fibra óptica, y ahora existen modelos cómodos y
ligeros que eliminan prácticamente todas las sombras del campo
quirúrgico (v. figura 3-1).
Las mesas de operaciones de acero inoxidable deben ser de
altura (mecanismo hidráulico) e inclinación regulables. La
superficie de la mesa debe ser plana, de una pieza, o tener una
bandeja en V. Las distintas mesas no sólo varían en cuanto a
los tipos de intervenciones quirúrgicas que pueden realizarse
en ellas, sino también en cuanto a la posibilidad de realizar
técnicas de imagen, la movilidad y los accesorios disponibles.
Las mesas que pueden inclinarse completamente y que permiten adoptar la posición de Trendelenburg, la posición de
Trendelenburg inversa y otras posiciones son muy prácticas.
Las mesas con patas desmontables son apropiadas para las
intervenciones ortopédicas. Existen mesas especiales para
Medios, equipamiento y personal de cirugía
17
Figura 3-1
Lámpara frontal de fibra óptica.
realizar técnicas de imagen intraoperatorias cuya superficie
es 100% radiotransparente.
Debe haber bandejas portátiles y almohadillas aislantes. La
temperatura corporal del paciente debe mantenerse estable
durante la cirugía, sobre todo si el animal pesa menos de 10 kg o
si la intervención va a durar más de 2 horas. Generalmente, la
temperatura corporal se mantiene usando un dispositivo de aire
caliente circulante (p. ej., Bair Hugger, Arizant Healthcare, Inc.,
Prairie, Minn.). Deben utilizarse accesorios especiales para que
el anestesista pueda ver la cabeza del paciente y pueda monitorizarle sin contaminar el campo quirúrgico.
Debe haber una mesa de instrumental (es decir, un soporte
Mayo) o una mesa auxiliar, que debe ser lo bastante grande para
contener todo el instrumental necesario para la intervención
quirúrgica. Las mesas de instrumental deben ser de acero inoxidable y de altura regulable. Los miembros del equipo quirúrgico
utilizan un cubo con pedal para tirar las gasas manchadas durante la cirugía. El marco del cubo debe tener ruedas para que pueda moverse fácilmente (es decir, con el pie) dentro del quirófano.
Las bolsas de basura de plástico facilitan su limpieza.
En todos los quirófanos debe haber un aspirador (portátil o
por tuberías). Las unidades de aspiración con recipientes desechables son fiables, se limpian fácilmente y resultan económicamente
rentables. Las mangueras de succión no deben reutilizarse a no ser
que estén esterilizadas, ya que son una fuente frecuente de contaminación de las heridas quirúrgicas. También debe haber otros
accesorios, como monitores fisiológicos, carros de anestesia, portasueros y taburetes. En todos los quirófanos debe haber un negatoscopio, preferiblemente plano para facilitar su limpieza. Los
dispositivos portátiles para realizar técnicas de imagen son lo más
adecuado para evaluar la colocación de los implantes ortopédicos.
Debe haber un reloj de pared para controlar el tiempo transcurrido, especialmente si es necesario realizar una oclusión vascular.
En todos los quirófanos debe haber armarios con puertas
bien ajustadas (para reducir al mínimo la acumulación de polvo), para guardar el material de sutura, los vendajes, las gasas, las
hojas de bisturí y el instrumental que más se utiliza. Las puertas
del quirófano deben mantenerse cerradas para impedir que el
aire se mezcle con el aire de los pasillos.
18
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Área de recuperación postoperatoria
El área de recuperación postoperatoria debe estar al lado del área
quirúrgica, separada de los demás pacientes del hospital. Los
pacientes deben permanecer en jaulas individuales, caldeadas, y
deben controlarse cuidadosamente hasta que se recuperen del
todo. Los pacientes que necesitan cuidados especiales deben llevarse directamente a la zona de cuidados intensivos. La temperatura de la sala de recuperación debe ser más alta que la del
quirófano (es decir, de 21 °C a 25 °C). Debe haber armarios
calientes con líquidos y mantas. Debe disponer de analgésicos y
todo el equipo o los fármacos necesarios por si se produce una
urgencia (es decir, desfibrilador, laringoscopios, tubos endotraqueales, aspirador, oxígeno y carro de parada).
Sala de cirugía menor
Debe destinarse una sala independiente, adyacente al área de
preparación y anestesia, para realizar las intervenciones quirúrgicas menores contaminadas (p. ej., laceraciones, biopsias, tratamiento de las heridas, intervenciones dentales y endoscopia). La
sala debe estar equipada con una mesa de operaciones, lámpara,
líneas de succión y de gas para el equipo de anestesia, material de
sutura, materiales de preparación antiséptica y paquetes de instrumental para cirugía menor. Debido al tipo de intervenciones
que se realizan en esta sala, debe limpiarse y desinfectarse adecuadamente después de cada intervención quirúrgica y al final
del día si se ha utilizado (v. capítulo 4).
PERSONAL
Las funciones y responsabilidades de cada uno de los miembros
del personal quirúrgico deben definirse claramente por escrito.
Esto se hace para aclarar la descripción del trabajo y establecer
la responsabilidad de cada empleado. Estas políticas deben
seguirse cuidadosamente y cumplirse estrictamente para garantizar la seguridad y el funcionamiento eficaz del área quirúrgica.
Todos los miembros del personal deben evaluarse periódicamente. Deben tomarse medidas para que puedan realizarse programas de formación, autoformación y difusión de información,
y debe haber libros, revistas y material audiovisual actualizado
sobre las nuevas técnicas e intervenciones.
La función del cirujano es dirigir el trascurso de la intervención y encargarse de todo lo que pueda ocurrir en el quirófano
durante la misma. Los asistentes de quirófano suelen ser técnicos
veterinarios; su función es ayudar al cirujano a realizar la operación de forma segura, lo que incluye conocer la intervención que
se está realizando, ocuparse de la retracción y la hemostasia, y
colocar el instrumental y los tejidos en una posición adecuada
para realizar la tarea quirúrgica. Un ayudante de cirugía experto
tiene un valor incalculable.
El anestesiólogo es el responsable de monitorizar al paciente
y ajustar su estado fisiológico durante la cirugía. Los anestesiólogos están preparados para proporcionar cuidados inmediatos
en caso de que se produzca una crisis fisiológica. En ocasiones,
el cirujano y el anestesiólogo deben trabajar juntos para cronometrar las maniobras quirúrgicas cuidadosamente, como en las
intervenciones cardiotorácicas. Si el anestesiólogo tiene la experiencia adecuada, el cirujano podrá concentrarse en la intervención quirúrgica.
Supervisor de quirófano y técnico
quirúrgico
En los centros grandes, el supervisor de quirófano supervisa a
los técnicos que trabajan en el área quirúrgica. Los técnicos tienen la responsabilidad de organizar el trabajo, entrenar al personal nuevo, establecer las normas para el área quirúrgica, aplicar
y reforzar las normas, y desarrollar programas de formación y
seminarios. El supervisor de quirófano también participa en los
aspectos técnicos diarios del funcionamiento del área quirúrgica
(es decir, distribuye, abre los paquetes quirúrgicos y recupera el
instrumental especial).
En un centro pequeño (es decir, que sólo tiene un quirófano), el supervisor asume todas las tareas del técnico quirúrgico
que se han indicado más arriba. El supervisor también puede
tener otras tareas técnicas, como administrar la anestesia, sujetar al paciente y actuar como recepcionista. La cualificación de
un técnico bien formado incluye haberse graduado en un programa de técnico veterinario homologado y 1 o 2 años de prácticas en una clínica veterinaria o en un hospital veterinario
docente.
Lectura recomendada
Loonam JE, Millis DL: Choosing surgical lighting, Compend Cont Educ
Pract Vet 25:537, 2003.
CAPÍTULO 4
C A P Í T U L O
Atención y mantenimiento del entorno quirúrgico
19
4
Atención y mantenimiento
del entorno quirúrgico
La cirugía supone un riesgo para los pacientes de sufrir infecciones nosocomiales (adquiridas en el hospital), a menos que se
establezcan y se cumplan unas normas estrictas en cuanto al cuidado y mantenimiento del entorno y del equipo. Puesto que la
mayoría de las infecciones quirúrgicas se desarrollan debido a
bacterias que se introducen en el lugar de la incisión durante la
cirugía, la preparación del entorno quirúrgico es fundamental
para reducir la probabilidad de que se produzca una infección.
El quirófano se considera un área limpia (v. capítulo 3), y todo
el personal que entra o sale del quirófano debe llevar el atuendo
adecuado (v. capítulo 7). Para mantener el entorno quirúrgico tan
libre de microorganismos como sea posible, debe limpiarse y desinfectarse de forma rutinaria. El término limpieza se refiere a la
eliminación de las manchas (es decir, sangre, suero, orina o pus);
el término desinfección se refiere al tratamiento de las superficies,
los materiales y el equipo con productos químicos para reducir el
número de bacterias. Generalmente, la limpieza y la desinfección
se realizan simultáneamente, excepto cuando hay una gran cantidad de material orgánico o de otros líquidos corporales.
HÁBITOS DE LIMPIEZA DIARIOS
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Quirófano
Todos los días, antes de realizar la primera intervención quirúrgica, debe quitarse el polvo de todas las superficies horizontales, las
lámparas, el equipo de quirófano y el mobiliario con un paño
húmedo que no suelte pelusas y un desinfectante hospitalario
(v. cuadro 4-1). Después de cada intervención quirúrgica deben
lavarse y desinfectarse las áreas contaminadas con restos orgánicos
(p. ej., suelos, puertas, mostradores, equipos y mesa de operaciones). Si durante la cirugía se encuentran «peligros biológicos» (es
decir, enfermedades infecciosas, fármacos quimioterapéuticos),
deben tomarse precauciones especiales durante la limpieza y
la desinfección (es decir, desinfectantes específicos, duración de la
limpieza y tiempo de contacto con el desinfectante).
Al final de cada día, las mesas de operaciones, los mostradores, las lámparas, el equipo, el suelo, las ventanas, los armarios y
las puertas deben lavarse y desinfectarse para dejarlos preparados para el día siguiente. Las bolsas de ropa deben recogerse y
llevarse a la lavandería. Las bolsas de basura deben tirarse en el
lugar adecuado. Los cubos de pedales deben desinfectarse y hay
que poner una bolsa de plástico nueva. Las lámparas quirúrgicas
y el equipo de monitorización y anestesia se limpian y se desinfectan siguiendo las especificaciones del fabricante. Las ruedas y
CUADRO 4-1
Atención y mantenimiento diarios del quirófano
Al principio de cada día
• Fregar las superficies planas de los muebles y las lámparas
con un paño empapado en una solución desinfectante.
Después de cada intervención quirúrgica
• Recoger el instrumental utilizado y colocarlo en una solución fría de agua y jabón o enzimática.
• Recoger la basura y la ropa sucia y dejarlos en los contenedores adecuados.
• Lavar el instrumental y las mesas quirúrgicas, los soportes,
los cubos de pedales y las almohadillas térmicas con un
desinfectante.
• Si es necesario, fregar el suelo (retirar la mesa quirúrgica
y fregar debajo si han caído líquidos corporales).
Después de la última intervención quirúrgica del día
• Limpiar y desinfectar los cubos de pedales.
• Comprobar el techo, las paredes, las puertas de los armarios, las superficies de los mostradores y todo el mobiliario, y limpiarlo si es necesario.
• Limpiar y prestar los cuidados necesarios a los elementos individuales (es decir, monitores, equipo de anestesia, lámparas quirúrgicas) siguiendo las instrucciones del fabricante.
• Fregar las superficies de los mostradores y las puertas de
los armarios con una solución desinfectante.
• Lavar el instrumental y las mesas quirúrgicas, los soportes,
las almohadillas térmicas y las instalaciones de luz con
una solución desinfectante. Desmontar la mesa quirúrgica
para limpiarla, si es necesario.
• Comprobar las existencias y reponerlas si es necesario.
• Hacer rodar el equipo que tenga ruedas (p. ej., la mesa
quirúrgica, los dispositivos de monitorización) sobre una
pequeña cantidad de solución desinfectante que previamente se haya echado en el suelo.
• Pasar la aspiradora humectante o fregar el suelo.
los frenos de todos los equipos móviles y de las camillas se limpian y se desinfectan. Debe reponerse el instrumental que se
utiliza habitualmente, el material de sutura, las gasas, las agujas
y las jeringas, y hay que pasar una aspiradora humectante o fregar el suelo. Se prefiere la aspiradora, porque las fregonas son
una fuente principal de infecciones. Si se utilizan fregonas, deben
19
20
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
CUADRO 4-2
Atención y mantenimiento diarios del cuarto de lavado
y de los lavabos
CUADRO 4-3
Atención y mantenimiento diarios de la sala
de preparación del paciente
Entre las sesiones de lavado
Entre la preparación de un paciente y otro
• Retirar los envoltorios de los paquetes.
• Quitar los restos que haya en los lavabos.
• Eliminar el material de desecho (p. ej., heces).
• Retirar la orina de forma adecuada y fregar el lavabo.
• Limpiar el pelo de las cuchillas de la máquina de afeitar
y lubricarlas siguiendo las instrucciones del fabricante.
• Comprobar las paredes, los mostradores y las puertas de
los armarios, y limpiarlos con un desinfectante si es necesario.
• Aspirar y lavar el suelo, si es necesario, para eliminar el
pelo.
Después de la última intervención quirúrgica del día
• Eliminar los residuos y limpiar los recipientes para residuos con un desinfectante. Poner una bolsa de plástico en
los recipientes.
• Comprobar las existencias y reponerlas.
• Lavar y llenar los dispensadores de jabón.
• Limpiar las superficies de los mostradores, las puertas de
los armarios, las paredes adyacentes a los lavabos y los
interruptores.
• Fregar y desinfectar los lavabos.
• Pasar la aspiradora humectante o fregar el suelo.
lavarse y secarse todos los días. Deben escurrirse entre un uso y
otro, y empaparse en desinfectante.
Lavabos
Durante el día debe prestarse una atención especial al área de los
lavabos, porque el agua (un vehículo de contaminación bacteriana) suele salpicar el suelo y las paredes, y la sangre y otros restos
orgánicos pueden transportarse desde el área de los lavabos hasta la zona quirúrgica (v. cuadro 4-2). Este área debe limpiarse
cada vez que sea necesario a lo largo del día (es decir, fregar el
suelo, eliminar los cepillos y los limpiadores de uñas utilizados,
lavar los dispensadores de jabón, y fregar los lavabos y las paredes), y debe desinfectarse al final del día.
Sala de preparación quirúrgica
y de anestesia
Los lavabos, los recipientes del aspirador, los cubos de basura, las
camillas y las mesas de preparación de la anestesia deben mantenerse limpias de restos orgánicos y desinfectarse cuando sea necesario
a lo largo del día (v. cuadro 4-3). El pelo que se elimina durante la
preparación del paciente debe aspirarse de las mesas quirúrgicas y
del suelo. La sangre, la orina, las heces, los tejidos, el suero y el material purulento deben recogerse y eliminarse. Las agujas y los instrumentos cortantes deben dejarse en contenedores adecuados. Los
materiales biopeligrosos desechados deben meterse en bolsas con
un código de colores, o marcarse claramente como biopeligrosos.
La instalación de fontanería, los suelos, los armarios, el equipo
de anestesia, los almacenes, el mobiliario y el resto del equipo deben lavarse y desinfectarse todos los días. Al final del día debe
desinfectarse el lavabo de la sala de preparación, y hay que verter
una solución desinfectante por el desagüe. Hay que desinfectar la
superficie interna de los cubos de basura. Las bolsas y los filtros de
las aspiradoras portátiles deben eliminarse y sustituirse cuando
sea necesario; la superficie exterior de la aspiradora (incluyendo
los tubos y la tobera) debe lavarse y desinfectarse. Las máquinas
de afeitar deben limpiarse siguiendo las instrucciones del fabricante. Debe pasarse la aspiradora humectante o fregar el suelo, y
reponer las existencias. Si se utiliza una fregona, el cubo debe
vaciarse y fregarse, y todo el equipo y los productos de limpieza
deben guardarse en el armario destinado para este fin.
Al final del día
• Eliminar los desechos y limpiar los recipientes de desechos con un desinfectante. Poner bolsas de plástico nuevas en los recipientes.
• Fregar las lámparas y los cables de alimentación con un
desinfectante.
• Limpiar las máquinas de afeitar siguiendo las instrucciones del fabricante.
• Pasar la aspiradora por el suelo para eliminar todos los
pelos. Cambiar el filtro de la aspiradora. Limpiar la parte
externa de la aspiradora, los tubos y la tobera con un
desinfectante.
• Comprobar las paredes y el techo, y limpiarlos si es necesario.
• Comprobar las existencias y reponerlas.
• Fregar las superficies de los mostradores, las puertas de
los armarios, las paredes adyacentes a los lavabos y los
interruptores con un desinfectante.
• Fregar y desinfectar los lavabos.
• Pasar la aspiradora humectante o fregar el suelo.
Sala de recuperación
Las jaulas, los lavabos, los cubos de pedales y las camillas deben
lavarse para quitar los restos orgánicos y desinfectarse siempre
que sea necesario a lo largo del día. La instalación de fontanería,
el suelo, los armarios, el equipo de anestesia, los almacenes, el
mobiliario y el resto del equipo deben lavarse y desinfectarse
todos los días como se ha descrito en la sección anterior.
Cuando un paciente quirúrgico abandona la jaula de recuperación, debe desinfectarse cuidadosamente antes de que la use el
siguiente paciente. Antes de desinfectar la jaula hay que eliminar
el acolchado, el papel y la materia orgánica. Debe rociarse desinfectante sobre todas las superficies de la jaula, incluyendo la puerta. La materia orgánica seca debe restregarse con un cepillo hasta
que se elimine del todo. Por último, debe lavarse y desinfectarse el
área que está enfrente de las jaulas. La ropa (es decir, almohadillas,
mantas y mantas calefactoras) deben lavarse antes de volver a utilizarse. Las mantas calefactoras de plástico con agua circulante
deben lavarse y desinfectarse. Este protocolo ayuda a mantener
una concentración baja de microorganismos en el área de recuperación quirúrgica, lo que disminuye la incidencia de infecciones
nosocomiales. Sin embargo, algunas enfermedades infecciosas
(p. ej., parvovirosis) requieren precauciones especiales.
HÁBITOS DE LIMPIEZA SEMANALES Y MENSUALES
Las salas quirúrgicas deben vaciarse de todo el equipo móvil
y lavarse completamente una vez a la semana. Deben lavarse y
CAPÍTULO 4
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
desinfectarse las estanterías de los armarios de suministros, las
paredes, las ventanas, las repisas de las ventanas, el techo, la instalación eléctrica, las mesas quirúrgicas, los carros de instrumental y de suministros (y las ruedecitas), los almacenes, las
áreas donde se almacenan los equipos, y el equipo que se utiliza
con poca frecuencia. Debe pasarse la aspiradora humectante por
el suelo del quirófano una vez a la semana, y por las rejillas de los
conductos de ventilación. Las paredes, el suelo y el techo deben
Atención y mantenimiento del entorno quirúrgico
21
fregarse una vez al mes, y las ruedas y las demás partes móviles
del equipo y las camillas deben lubricarse.
Lecturas recomendadas
Neil JA, Nye PF, Toven LA: Environmental surveillance in the operating room, AORN J 82:43, 2005.
Recommended practices for high-level disinfection, AORN J 81:402,
2005.
22
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
C A P Í T U L O
5
Atención preoperatoria
e intraoperatoria
del paciente quirúrgico
Para seleccionar y preparar a los pacientes quirúrgicos, deben
tenerse en cuenta varios detalles. Siempre debe hacerse una
exploración física completa, seguida de las pruebas de laboratorio adecuadas. La anamnesis ayuda a determinar qué pruebas
físicas y de laboratorio deben hacerse. La información preoperatoria también permite comparar el estado del animal antes y
después de la cirugía (p. ej., la capacidad para orinar antes y después de la cirugía espinal). En este capítulo se analizan la evaluación general y la estabilización del paciente quirúrgico; a lo largo
del texto se proporcionan las consideraciones preoperatorias
para las enfermedades específicas.
estado mental). A los animales traumatizados hay que hacerles
una exploración neurológica (v. capítulo 36) y una exploración
ortopédica (v. capítulo 31), además de la evaluación de los sistemas respiratorio, gastrointestinal, cardiovascular y urinario. En
los casos urgentes, es posible que sólo pueda realizarse una
exploración superficial hasta que el animal se haya estabilizado.
El estado físico preanestésico (v. tabla 5-1) es uno de los mejores
indicadores de la probabilidad de que se produzca una urgencia
cardiopulmonar durante o después de la intervención quirúrgica; cuanto más deteriorado esté el estado físico, más riesgo habrá
de que se produzcan complicaciones anestésicas y quirúrgicas.
ANAMNESIS
DATOS DEL LABORATORIO
La anamnesis completa obtenida del dueño o del cuidador ayuda a evaluar el proceso patológico subyacente y a identificar
otras anomalías que pueden afectar al resultado de la cirugía.
Aunque en los casos urgentes generalmente sólo puede realizarse una anamnesis breve, más adelante deberá realizarse la anamnesis completa. La anamnesis incluirá la reseña, la dieta, el ejercicio, el entorno, los antecedentes sanitarios, los tratamientos
recientes (especialmente antiinflamatorios, antibióticos, y los
tratamientos potencialmente nefrotóxicos o hepatotóxicos), y
pruebas de infecciones. Antes de embarcarse en una cronología
detallada interminable, debe describirse el problema actual, preguntando: 1) ¿cuándo empezó?; 2) ¿cómo era cuando empezó?,
y (3) ¿el problema ha mejorado, empeorado o no ha cambiado?
(incluyendo una breve explicación sobre cómo ha cambiado).
Una vez obtenida esta información, se establece un punto de
partida a partir del cual los detalles pueden tener sentido.
Las preguntas deben plantearse de forma que se eviten las
respuestas ambiguas y se obtenga información concreta. Por
ejemplo, es mejor preguntar «¿cuándo le han puesto la última
vacuna a su perro?» que «¿las vacunas de su perro están al día?».
Se anotará si ha tenido vómitos, diarrea, alteraciones del apetito,
exposición a toxinas o cuerpos extraños, tos, intolerancia al ejercicio y otras anomalías. Deben identificarse los animales con
antecedentes de convulsiones para evitar administrarles fármacos que producen convulsiones (p. ej., acepromacina).
El estado físico del animal y la intervención que se va a realizar
determinan la magnitud de las pruebas de laboratorio. En los animales jóvenes, sanos, en los que se van a realizar intervenciones
programadas (p. ej., ovariohisterectomía y desungulación) y en los
animales sanos con enfermedades localizadas (p. ej., luxación rotuliana) puede ser suficiente determinar el hematocrito, las proteínas
totales (PT), el nitrógeno ureico en sangre (BUN) o, preferiblemente, la creatinina sérica y la densidad de la orina. En los animales
de más de 5 o 7 años, incluso con un estado físico I o II (v. tabla 5-1), en los animales con signos sistémicos (p. ej., disnea, soplos
cardíacos, anemia, rotura de la vejiga urinaria, dilatación-vólvulo
gástrico, shock y hemorragia), o si se prevé que la cirugía va a durar
más de 1-2 horas, debe realizarse el hemograma completo (HC), el
perfil bioquímico sérico y un análisis de orina.
Los signos que presenta el animal y la enfermedad subyacente
determinan si es necesario realizar más pruebas de laboratorio
(v. tabla 5-2). La identificación de enfermedades asociadas o subyacentes influye en el abordaje preoperatorio, la intervención quirúrgica que se realizará, el pronóstico y los cuidados postoperatorios. Los animales con neoplasias deben evaluarse por si existen
metástasis (p. ej., mediante radiografías torácicas, ecografía abdominal, y/o aspiración de ganglios linfáticos). Si el animal tiene una
cardiopatía, deben realizarse radiografías torácicas, una ecografía
cardíaca y/o un electrocardiograma (v. capítulo 27). En las áreas
endémicas, debe comprobarse si el animal tiene dirofilariosis
antes de la cirugía. Si el animal ha sufrido un traumatismo, es
necesario realizar radiografías torácicas para evaluar el diafragma,
el espacio pleural y los pulmones por si hubiera alguna alteración,
como contusiones pulmonares, neumotórax o hernia diafragmática. Aunque las cuestiones económicas son importantes, la
EXPLORACIÓN FÍSICA
El animal se evaluará sistemáticamente durante la exploración
física, que debe incluir todos los sistemas orgánicos. Debe observarse el estado general del animal (condición física, actitud y
22
CAPÍTULO 5
Atención preoperatoria e intraoperatoria del paciente quirúrgico
23
TABLA 5-1
Clasificación del estado físico de los pacientes quirúrgicos
ESTADO FÍSICO
CONDICIÓN DEL ANIMAL
EJEMPLOS
I
Sano sin ninguna enfermedad perceptible
El paciente ingresa para una intervención programada
(p. ej., ovariohisterectomía, desungulación, castración)
II
Sano con una enfermedad localizada o una
enfermedad sistémica leve
Luxación rotuliana, tumor cutáneo, paladar hendido sin
neumonía por aspiración
III
Enfermedad sistémica grave
Neumonía, fiebre, deshidratación, soplo cardíaco, anemia
IV
Enfermedad sistémica grave potencialmente
mortal
Insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, insuficiencia
hepática, hipovolemia intensa, hemorragia intensa
V
Moribundo; no se espera que el paciente
sobreviva más de 24 horas con o sin cirugía
Shock endotóxico, insuficiencia multiorgánica, traumatismo
grave
TABLA 5-2
Resumen de algunos hallazgos clínicos patológicos seleccionados
ANOMALÍAS DE
LABORATORIO
Aumento del
nitrógeno
ureico en
sangre (BUN)
OBSERVACIONES
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES PRINCIPALES
Determinar la densidad urinaria antes de iniciar
la fluidoterapia; medir la concentración sérica
de creatinina
Azoemia prerrenal, nefropatía primaria, azoemia
posrenal
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Disminución del
BUN
Insuficiencia hepática (p, ej., comunicación
portosistémica, cirrosis), poliuria-polidipsia grave,
dietas bajas en proteínas
Aumento de la
alanino aminotransferasa
(ALT)
La ALT puede ser normal en algunos animales
con hepatopatía grave
Hepatopatía: la magnitud del aumento de la ALT no es
diagnóstica de ninguna enfermedad en particular ni
sirve para el pronóstico; las enfermedades musculares
graves pueden producir aumentos leves de la ALT
Disminución
de la
concentración
de albúmina
Las incongruencias sustanciales entre los
laboratorios y la metodología utilizada para medir
la albúmina en las personas puede subestimar
considerablemente la concentración de albúmina
canina
Hepatopatía, pérdidas renales o gastrointestinales,
lesiones cutáneas exudativas graves (p. ej.,
quemaduras); la desnutrición no es la única causa de
concentración sérica de albúmina <2 g/dL.
Aumento de la
concentración
sérica de fosfatasa alcalina
(FA)
Suele estar elevada en los animales jóvenes que
están creciendo, o debido a esteroides o
anticonvulsivantes; aumenta falsamente si
existe lipemia grave o bilirrubinemia grave
(>8 g/dL).
Hepatopatía, tratamiento con esteroides, obstrucción
biliar extrahepática, algunas neoplasias; muchos
perros en los que la única anomalía bioquímica es el
aumento de la FA no tienen ninguna enfermedad con
importancia clínica
Aumento de la
bilirrubina
La luz fluorescente puede degradar la
bilirrubina
Enfermedad hepatocelular, obstrucción biliar
extrahepática, colestasis intrahepática, anemia
hemolítica, sepsis grave
Aumento del
calcio
Conviene medir el calcio sérico ionizado,
ya que las concentraciones séricas de
albúmina pueden afectar considerablemente a
las concentraciones séricas de calcio total,
enmascarando la hipercalcemia
Síndrome paraneoplásico (adenocarcinoma de los sacos
anales, linfosarcoma), hiperparatiroidismo primario,
rodenticidas que contienen calciferol,
hipoadrenocorticismo, enfermedades granulomatosas,
hipervitaminosis D, insuficiencia renal crónica
Disminución del
calcio
Es artificialmente bajo en los animales con una
concentración baja de albúmina
Nefropatía (especialmente aguda), gestación
(eclampsia), hipovitaminosis D, hipoparatiroidismo
Aumento del
fósforo
Normal en los perros jóvenes, que están
creciendo
Insuficiencia renal (aguda y crónica más grave)
Disminución del
fósforo
Síndrome de realimentación, exceso de insulina,
especialmente en los gatos cetoacidóticos (puede
causar hemólisis)
(Continúa)
24
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 5-2
Resumen de algunos hallazgos clínicos patológicos seleccionados (cont.)
ANOMALÍAS
BIOQUÍMICAS
OBSERVACIONES
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES PRINCIPALES
Aumento de la
creatinina
En los animales caquécticos, la concentración
sérica de creatinina disminuye falsamente
Nefropatía, uroabdomen, traumatismo muscular
(aumento muy leve)
Aumento
de la glucosa
El estrés puede aumentar la concentración de
glucosa a 200-400 mg/dL en los gatos
Diabetes mellitus
Disminución
de la glucosa
Si se retrasa la separación de los eritrocitos, se
produce una disminución falsa de la glucosa
Hepatopatía, insulinoma, hiperadrenocorticismo,
neoplasias extrahepáticas, septicemia o toxemia,
inanición en los neonatos
Aumento del
sodio
Causado principalmente por pérdida de agua
libre
Vómitos, diarrea, insuficiencia renal, diabetes insípida,
fluidoterapia inadecuada, adipsia por cualquier motivo
Aumento del
potasio
La trombocitosis puede hacer que el potasio
aumente falsamente; la hemólisis aumenta la
concentración de potasio en determinadas razas
Hipoadrenocorticismo, insuficiencia renal grave,
uroabdomen, determinados fármacos
Disminución del
potasio
Vómitos, diarrea, tratamiento con diuréticos, insuficiencia
renal crónica (especialmente en los gatos), fluidoterapia
inadecuada, síndrome de realimentación
Aumento del
CO2 total
Generalmente, significa que existe alcalosis metabólica
debido a vómitos del contenido gástrico, administración
excesiva de diuréticos, administración de bicarbonato
sódico, fluidoterapia inadecuada. También puede
significar que existe acidosis respiratoria compensada
(extremadamente raro)
Disminución del
CO2 total
Generalmente, significa que existe acidosis metabólica
debido a una de las numerosas causas posibles, en raras
ocasiones indica alcalosis respiratoria compensada
Eosinofilia
Parasitismo (dirofilarias, gastrointestinales), enfermedad
eosinofílica, mastocitoma, hipersensibilidad
Basofilia
Parasitismo (dirofilarias), mastocitoma
Linfocitosis
⫾ linfosarcoma, ⫾ virus de la leucemia felina, leucemia
linfocítica crónica, en algunos perros con ehrlichiosis
Puede observarse en animales jóvenes
Linfopenia
Aumento del
hematocrito
Estrés intenso, linfangiectasia, quilotórax, enfermedad
vírica aguda
Algunas razas (p. ej., los galgos) tienen el
hematocrito más alto (p. ej., del 55%) que otras
exploración preoperatoria es rentable, ya que con frecuencia previene o predice complicaciones más costosas.
NOTA: Hay que recordar que, en los perros, los valores
bioquímicos hematológicos y séricos varían según la edad.
El crecimiento y la maduración de los cachorros influyen
en algunos de estos valores, que pueden ser muy diferentes
respecto de los valores de los adultos (p. ej., el recuento de
linfocitos, el recuento de eritrocitos, el hematocrito, la actividad de la fosfatasa alcalina y las concentraciones de
hemoglobina, calcio, fósforo, proteínas y globulina).
DETERMINACIÓN DEL RIESGO QUIRÚRGICO
Una vez realizadas la anamnesis, la exploración física y las pruebas de laboratorio, puede estimarse el riesgo quirúrgico y dar un
Deshidratación, policitemia, hipoxia (comunicación
derecha-izquierda)
pronóstico (v. tabla 5-3). Si las posibilidades de que se produzcan complicaciones son mínimas y hay muchas probabilidades
de que el paciente recupere la normalidad después de la cirugía,
se considera que el pronóstico es excelente. Si existen muchas
probabilidades de que el resultado sea bueno, pero existe alguna
posibilidad de complicaciones, el pronóstico es bueno. Si es
posible que se produzcan complicaciones graves, aunque poco
frecuentes, la recuperación puede ser prolongada, o si es posible
que el animal no recupere la misma funcionalidad que tenía antes
de la cirugía, el pronóstico es aceptable. Si la enfermedad subyacente o la intervención quirúrgica se asocian a complicaciones
numerosas o graves (o ambas), se espera que la recuperación sea
prolongada y la probabilidad de que el animal muera durante o
después de la cirugía es alta, o si es poco pr obable que el animal
recupere la funcionalidad que tenía antes de la cirugía, el pronóstico es malo. El pronóstico es reservado en los casos en los
que el resultado es muy variable o desconocido.
CAPÍTULO 5
Atención preoperatoria e intraoperatoria del paciente quirúrgico
TABLA 5-3
Pautas para determinar el pronóstico quirúrgico
PRONÓSTICO CRITERIOS
25
CUADRO 5-1
Cálculo de los volúmenes necesarios en las transfusiones
de sangre y el tratamiento con bicarbonato
Transfusión de sangre
Excelente
• La posibilidad de que haya
complicaciones es mínima
• Alta probabilidad de que el paciente
recupere la normalidad tras la cirugía
Bueno
• Algunas posibilidades de complicaciones
• Alta probabilidad de un buen resultado
Aceptable
• Es posible que haya complicaciones
graves, pero es poco frecuente
• La recuperación puede ser prolongada
• Puede que el animal no recupere la
funcionalidad que tenía antes de la cirugía
Malo
Reservado
• La enfermedad subyacente o la
intervención quirúrgica se asocia a
complicaciones numerosas o graves
• Se espera que la recuperación sea
prolongada
• La probabilidad de que el animal muera
antes o después de la cirugía es alta
• Es muy poco probable que el animal
recupere la funcionalidad que tenía
antes de la cirugía
• El resultado es dudoso o desconocido
En ocasiones, el riesgo de la intervención quirúrgica supera
sus posibles beneficios. Por ejemplo, puede estar desaconsejado
eliminar un tumor cutáneo supuestamente benigno en un
paciente con disfunción renal o hepática. Por otro lado, es posible que el hecho de eliminar el tumor primario (p. ej., amputación de un miembro debido a un osteosarcoma) en los pacientes
con metástasis torácica no suponga ningún beneficio. En los
pacientes veterinarios debe tenerse en cuenta la calidad de vida;
es posible que la cirugía no beneficie en nada a los pacientes con
enfermedades incurables, debilitantes y graves. Sin embargo, en
algunos pacientes la cirugía puede mejorar la calidad de vida,
incluso aunque la duración de la vida sea limitada.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
COMUNICACIÓN CON EL CLIENTE
La comunicación con el cliente es extremadamente importante para
asegurar la satisfacción del propietario después de la cirugía. Antes
de la cirugía, hay que informar al cliente del diagnóstico, las opciones quirúrgicas y no quirúrgicas, las posibles complicaciones, los
cuidados postoperatorios y el coste. Aunque el coste no puede predecirse siempre debido a que puede haber complicaciones inesperadas, debe informarse al propietario sobre el estado del animal y las
intervenciones que podrían modificar el presupuesto inicial. Si la
enfermedad es hereditaria, debe recomendarse la esterilización. Es
obligatorio obtener el consentimiento informado del propietario,
autorizando la cirugía y aceptando los riesgos quirúrgicos y anestésicos, y debe guardarse en el historial clínico del paciente.
ESTABILIZACIÓN DEL PACIENTE
Los pacientes deben estabilizarse todo lo posible antes de la cirugía. En ocasiones, es imposible estabilizarlos y debe realizarse la
cirugía rápidamente; sin embargo, generalmente está justificado
Sangre necesaria (mL) = peso del receptor (kg) ⫻
Hto deseado – hto del receptor
⫻ 70 (gatos) o 90 (perros)*
Hto del donante
Nota: Una estimación aproximada es 2,2 mL de sangre
por kg de peso corporal para aumentar el hematocrito del
receptor un 1%.
Tratamiento con bicarbonato
Bicarbonato necesario (mEq) = 0,3 ⫻
deficiencia de álcali† (mEq) ⫻ peso corporal (kg)
Administrar la mitad por vía intravenosa (IV) en
10-15 minutos y volver a evaluar; administrar el resto
en 4-6 horas si es necesario o administrar 1-2 mEq/kg IV;
repetir sólo si está indicado basándose en la evaluación del
equilibrio acidobásico y la concentración de potasio.
Nota: Puesto que cuando se administra bicarbonato se
produce dióxido de carbono, debe asegurarse una ventilación adecuada.
*Se estima que el volumen sanguíneo normal es de 90 mL/kg en
los perros y de 70 mL/kg en los gatos.
†
Algunos autores calculan la deficiencia de álcalis como la
diferencia entre el bicarbonato deseado y el bicarbonato real (en
vez de entre el bicarbonato normal y el bicarbonato real). Es
necesario monitorizar continuamente a los animales que necesitan
tratamiento con bicarbonato debido a la acidosis.
Hto, hematocrito.
reponer las deficiencias de líquidos y corregir las anomalías acidobásicas y de los electrólitos antes de inducir la anestesia. Los
líquidos intravenosos están indicados para todos los animales
que vayan a someterse a una intervención quirúrgica con anestesia general, incluyendo los animales sanos en los que vaya a realizarse una intervención programada. La necesidad de administrar
antibióticos preoperatorios depende de la enfermedad del animal
y la intervención que se va a realizar. A lo largo de este libro se
ofrecen recomendaciones para la profilaxis y el tratamiento con
antibióticos, analizando las enfermedades específicas. El uso
preoperatorio de antibióticos se discute en el capítulo 10.
La anamnesis del paciente, los signos clínicos, los hallazgos de
la exploración física y el dióxido de carbono (CO2) total son útiles
para identificar las anomalías acidobásicas importantes. Se puede
medir el pH sanguíneo, la presión parcial de oxígeno arterial
(PaO2), la presión parcial de dióxido de carbono arterial (PaCO2)
y la concentración de bicarbonato para determinar la magnitud
de estas anomalías. Si el animal tiene una acidemia importante
(pH < 7,2), se intentará mejorar la ventilación y la perfusión capilar. Debido a la producción y retención de CO2 en los tejidos,
corregir la deficiencia de álcalis con bicarbonato sódico sin ventilación y apoyo hemodinámico concurrentes puede ser perjudicial;
la mayoría de los pacientes con acidosis no necesitan la administración de bicarbonato. La cantidad de bicarbonato que debe
administrarse para una deficiencia de álcalis determinada puede
calcularse utilizando la fórmula que aparece en el cuadro 5-1.
El estado nutricional del paciente suele ser crítico en los animales con enfermedades crónicas. A veces se recomienda la
26
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 5-4
Métodos para administrar oxígeno
MODO DE
ADMINISTRAR
OXÍGENO
INDICACIONES
VELOCIDAD DEL FLUJO
DE OXÍGENO
Mascarilla facial
Estabilización a corto plazo en los casos
urgentes
6-10 L/min (asegurarse de que la
mascarilla está bien colocada)
35%–55%
Mediante flujo
Estabilización a corto plazo en los casos
urgentes; si no se tolera la mascarilla facial
6-8 L/min
25%–45%
Tienda o collar
isabelino cubierto
Si no se tolera el catéter nasal; si no se
dispone de jaula de oxígeno
0,75-1 L/min
30%–40%
Catéter nasal
Administración postoperatoria de oxígeno;
administración prolongada
1-6 L/min; 50-100 mL/kg/min
30%–50%
Catéter intratraqueal
Obstrucción de las vías respiratorias
superiores; si no se tolera el catéter nasal
50 mL/kg/min
40%–60%
Jaula de oxígeno
Administración prolongada de oxígeno;
acceso limitado al paciente
sobrealimentación parenteral o entérica preoperatoria (v. capítulo 11) para mejorar el estado nutricional antes de la cirugía.
Por ejemplo, en los pacientes con paladar hendido, limpiar las
partículas de materia procedentes de la cavidad nasal, administrar los antibióticos apropiados y proporcionar sobrealimentación entérica durante varias semanas antes de la cirugía puede
reducir las infecciones y facilitar la curación de la herida.
Los pacientes con traumatismos deben evaluarse rápidamente
para detectar las anomalías potencialmente mortales. Los sistemas
cardiovascular y respiratorio deben evaluarse examinando la calidad y frecuencia del pulso, la frecuencia y el esfuerzo respiratorio, el
color de las mucosas y el tiempo de rellenado capilar. Debe auscultarse el corazón buscando soplos o arritmias, y deben examinarse
los pulmones por si hubiera crepitaciones o sibilancias. La atenuación de los sonidos cardíacos o pulmonares indica la presencia de
líquido o aire en la pleura, o puede apreciarse ante una hernia diafragmática. Debe administrarse oxigenoterapia a los animales si
parece que tienen dificultad respiratoria u otros signos de privación
de oxígeno (v. Oxigenoterapia). La evaluación inicial del sistema
urogenital debe incluir la palpación de la vejiga para descartar la
obstrucción y para determinar la capacidad del animal para orinar.
Durante la exploración inicial, deben observarse el nivel de consciencia del animal y su capacidad para andar (v. capítulo 36).
En los animales con disnea intensa debe hacerse una toracocentesis con aguja si se sospecha de enfermedad de la cavidad pleural
(es decir, neumotórax o derrame pleural). Puede ser necesario utilizar un tubo de toracostomía (v. p. 899) y/o un suplemento de
oxígeno mediante jaula de oxígeno, insuflación nasal (v. Oxigenoterapia) o una mascarilla. Una vez que el estado de los pacientes
con disnea grave es estable, deben realizarse radiografías torácicas.
Las alteraciones abdominales (es decir, hemorragia, uroabdomen,
peritonitis biliar y avulsión mesentérica) son frecuentes en los animales con traumatismos. Deben observarse la capacidad del
animal para orinar y las características de la orina. El uroabdomen
debe identificarse (es decir, dolor abdominal, derrame peritoneal
o azoemia posrenal, o los tres) y tratarse de forma adecuada
(v. p. 678). Es importante detectar precozmente la peritonitis para
reducir la morbilidad del paciente y aumentar sus posibilidades de
FRACCIÓN DE
OXÍGENO INSPIRADO
40%–50%
supervivencia. El lavado peritoneal diagnóstico puede ser útil si se
sospecha de peritonitis (v. p. 335).
OXIGENOTERAPIA
Los signos clínicos de hipoxia son disnea, cianosis, taquicardia,
taquipnea, cambios posturales, ansiedad y/o depresión del sistema
nervioso central. Si los signos clínicos, la gasometría arterial, la oximetría del pulso o la enfermedad del paciente indican hipoxia, pueden administrarse suplementos de oxígeno con una mascarilla, una
tienda de oxigenación, mediante flujo o con un catéter nasal, o puede colocarse al animal en una jaula o una tienda de oxígeno.
NOTA: Debe recordarse que el paciente puede tener hipoxia y no mostrar signos de cianosis, ya que la concentración de hemoglobina desoxigenada en el torrente circulatorio debe ser superior a 5 g/dL para que pueda detectarse
la cianosis. El paciente debe tener un hematocrito de aproximadamente el 15% para tener 5 g de hemoglobina/dL.
El oxígeno mediante flujo puede ser la forma más fácil de
proporcionar oxígeno en una situación de urgencia (v. tabla 5-4).
La línea de oxígeno se coloca a 1-3 cm de la nariz y la boca del
paciente, lo que crea un área pequeña donde aumenta la fracción
de oxígeno inspirado (FIO2). Sin embargo, puesto que requiere
la presencia de un cuidador que sujete la línea de oxígeno y se
asegure de que el paciente no se mueve, y puesto que se necesita
que el flujo de oxígeno sea muy rápido, no siempre es práctico ni
la mejor opción. Además, no es tan eficaz como otros métodos
que se describen más abajo.
Las mascarillas faciales de oxígeno son un método útil a corto plazo para proporcionar un suplemento de oxígeno. Con un
flujo de oxígeno a una velocidad de 6-10 L/min y una mascarilla
bien colocada, puede conseguirse una FIO2 de 0,35-0,55 (v. tabla 5-4). Hay que tener en cuenta que es posible que la mascarilla facial no se tolere (especialmente en los animales con disnea
intensa) y que suele ser difícil colocar bien las mascarillas a los
gatos y a los perros braquicéfalos. Una alternativa es utilizar un
CAPÍTULO 5
Atención preoperatoria e intraoperatoria del paciente quirúrgico
Figura 5-1
Figura 5-2
Para facilitar la colocación del catéter de oxigenoterapia en
las fosas nasales, tire ligeramente de la parte dorsal de la
nariz hacia arriba.
Suture o pegue el catéter de oxigenoterapia en la parte
externa de los ollares.
CUADRO 5-2
Insuflación nasal de oxígeno
1. Seleccione un tubo de alimentación pequeño, de caucho
rojo (3,5-5 Fr para los gatos; 5-8 Fr para los perros)
para utilizarlo como catéter y lubrifique la punta con un
gel de lidocaína.
2. Ponga una o dos gotas de un anestésico local (p. ej.,
lidocaína al 2% o proparacaína) en las fosas nasales.
3. Compare la medida del catéter con el borde medial del
ojo o la rama caudal de la mandíbula.
4. Levante la cara dorsal de la nariz e introduzca el catéter
lubricado en la fosa nasal la distancia predeterminada.
5. Suture o pegue el catéter a la parte externa de la nariz
y el hocico, y sobre el seno frontal o a lo largo de la
mandíbula. En los gatos, no deje que el tubo roce los
bigotes.
6. Ponga un collar isabelino al animal.
7. Conecte el tubo a una fuente de oxígeno y a ción de
oxígeno por encima del 90%; generalmente, se empieza
a 50 mL/kg/min y se ajusta cuando sea necesario.*
*Puede producirse distensión gástrica si la velocidad del flujo es
demasiado alta.
27
nasal unilateral es de aproximadamente 50-100 mL/kg/min. Con
esta velocidad de flujo puede conseguirse una FIO2 de, aproximadamente, el 50%. Aunque con un único catéter nasal puede administrarse el gas a una velocidad de flujo alta, puede resultar muy
incómodo para el paciente. En estos casos, está justificado administrar el oxígeno utilizando dos catéteres nasales bilaterales. En
un estudio reciente se ha demostrado que, aunque la FIO2 y la
PaO2 pueden aumentar si aumenta la velocidad del flujo de oxígeno, el aumento es el mismo si el flujo se administra con un catéter
o con dos. Al parecer, el beneficio principal del uso de catéteres
nasales bilaterales es que el paciente está más cómodo (Dunphy y
cols., 2002). Si se administra oxígeno a través de un catéter nasal
durante períodos prolongados (es decir, más de 6-12 horas), debe
humedecerse. En los animales que no toleran los catéteres nasales
pueden utilizarse catéteres intratraqueales (v. tabla 5-4).
Las jaulas de oxígeno proporcionan un entorno cerrado en el
que pueden controlarse la FIO2, la temperatura y la humedad del
ambiente. Lo ideal es mantener una temperatura de 21 °C y una
humedad del 40%-50%. El inconveniente principal de las jaulas
de oxígeno es que aíslan al paciente del veterinario, porque cada
vez que se abre la puerta de la jaula se produce una pérdida del
entorno rico en oxígeno.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
FLUIDOTERAPIA
collar isabelino cubierto con una tapa de plástico para crear un
ambiente rico en oxígeno. El extremo del tubo de oxígeno debe
introducirse a través del collar y fijarse. Para que pueda eliminarse el CO2, se hace un agujero pequeño en la tapa de plástico.
Los catéteres nasales pueden utilizarse cuando se desea administrar oxígeno durante más tiempo de lo que puede hacerse con una
mascarilla facial o mediante flujo (v. figuras 5-1 y 5-2; cuadro 5-2).
Otras ventajas de la administración de oxígeno con catéter nasal es
que puede accederse al paciente sin perder el entorno rico en oxígeno (como ocurre cuando se utiliza una jaula de oxígeno), y la
mayoría de los pacientes lo toleran bien. Si es necesario, pueden
colocarse catéteres bilaterales. La velocidad adecuada del flujo de
oxígeno se basa en la evaluación del grado de apnea, la frecuencia
y el patrón respiratorios del paciente, y en su tamaño. La dosis terapéutica inicial recomendada para la administración de oxígeno
Si se sospecha que existe hemorragia o shock, debe administrarse
fluidoterapia. El volumen sanguíneo normal en los perros es de
aproximadamente 70 mL/kg. La finalidad del tratamiento de la hipovolemia aguda es establecer un volumen de sangre circulante que
permita una perfusión tisular adecuada. Generalmente, a los pacientes hipovolémicos se les pueden administrar líquidos isotónicos
poliiónicos por vía intravenosa en la primera hora (60-90 mL/kg en
los perros, 45-60 mL/kg en los gatos) sin que se produzcan efectos
secundarios; sin embargo, los pacientes con enfermedades pulmonares, cardiovasculares o renales graves toleran peor la administración rápida de líquidos. Normalmente, se administra la mitad de la
dosis calculada para el shock en 15-30 minutos, y se vuelven a comprobar los signos vitales con cuidado. Si la hemodilución no supone un problema, puede administrarse una solución electrolítica
equilibrada (es decir, solución de Ringer lactato, Normosol-R). La
28
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 5-5
Administración de sangre y líquidos: indicaciones y posología
PRODUCTO
INDICACIONES
VELOCIDAD DE LA INFUSIÓN
Soluciones
isotónicas de
cristaloides*
Shock
Deshidratación
Mantenimiento
Perros: hasta 90 mL/kg (hasta conseguir el efecto)
Gatos: hasta 60 mL/kg (hasta conseguir el efecto)
La velocidad de mantenimiento es de aproximadamente 66 mL/kg/día para un
perro de 10 kg; los perros más grandes necesitan menos (p. ej., 44 mL/kg/día
para un perro de 40 kg), mientras que los perros más pequeños necesitan más
(p. ej., 81 mL/kg/día para un perro de 5 kg)
Hetastarch
Shock
Hipoalbuminemia
Perros: 10-20 mL/kg/hora (shock)
Gatos: 10-15 mL/kg/hora durante 10-15 minutos (shock)
5-10 mL/kg (puede repetirse) o infusión a velocidad constante (1-2 mL/kg/h)
hasta 20 mL/kg/día (hipoalbuminemia)
Dextrano 70
Shock
Hipoalbuminemia
Perros: 10-20 mL/kg/hora (shock)
Gatos: 10-15 mL/kg/hora durante 10-15 minutos (shock)
5-10 mL/kg (puede repetirse) o infusión a velocidad constante (1-2 mL/kg/h)
hasta 20 mL/kg/día (hipoalbuminemia)
Albúmina sérica
humana al 25%
Shock
Hipoalbuminemia
5-25 mL/kg; volumen máximo
2-4 mL/kg (bolo o infusión lenta)
0,1-1,7 mL/kg/h como infusión a velocidad constante‡
Suero salino
hipertónico al 7%†
Shock
Hipoalbuminemia
4 mL/kg durante 5 minutos, y después cristaloides isotónicos (10-20 mL/kg/h)
hasta conseguir el efecto
Sangre completa
fresca
Anemia
Hemorragia
Coagulopatía
Shock
10-22 mL/kg (v. también cuadro 5-1); en general, 2 mL/kg aumentan el
hematocrito un 1%
Para el shock: 22 mL/kg/h como máximo
Sangre completa
almacenada
Anemia
Hemorragia
10-22 mL/kg (v. también cuadro 5-1); en general, 2 mL/kg aumentan el
hematocrito un 1%
Concentrado de
eritrocitos
Anemia
Hemorragia
6-10 mL/kg y comprobar el hematocrito del paciente para determinar si es
necesario administrar más; en general, 1 mL/kg aumenta el hematocrito en un 1%
Plasma rico en
plaquetas
Trombocitopenia
Coagulopatía
1 unidad/3-10 kg
Plasma fresco
congelado
Coagulopatía
Hipoproteinemia
CID
10-20 mL/kg; después se comprueba la concentración sérica de albúmina o la
concentración de AT III para determinar si es necesario administrar más
Crioprecipitado
Enfermedad de von
Willebrand
Hemofilia
1 unidad/5-15 kg
Oxiglobina
Anemia
Shock
Perros: 15-30 mL/kg a una velocidad máxima de 10 mL/kg/h
Gatos: 5-10 mL/kg a una velocidad máxima de 5 mL/kg/h
AT III, antitrombina III; CID, coagulación intravascular diseminada; PVC, presión venosa central.
*Monitorizar la PVC para prevenir la sobrecarga de líquido.
†
Para prolongar el efecto sérico salino hipertónico, puede administrarse hetastarch u otro coloide simultáneamente. No debe superarse la
velocidad máxima de cada líquido.
‡
Tomado de Mathews KA, Barry M: The use of 25% human serum albumin: outcome and efficacy in raising serum albumin and systemic blood
pressure in critically ill dogs and cats, J Vet Emerg Crit Care 15:110, 2005.
duración de la acción de los cristaloides infundidos es corta, sólo
alrededor del 10% de la solución permanece en el espacio intravascular al cabo de una hora.
Las soluciones salinas hipertónicas son beneficiosas para
reducir las necesidades de líquidos totales, limitar el edema y
aumentar el gasto cardíaco (v. tabla 5-5). Si se añade un coloide
(p. ej., hetastarch; v. tabla 5-5) al suero salino hipertónico, se
prolonga el efecto de la expansión del volumen. Sin embargo, los
animales con nefropatía o enteropatía con pérdida de proteínas
pierden rápidamente la albúmina que reciben del plasma, lo que
hace que este tratamiento resulte poco eficaz y caro en estos
pacientes, y sea mejor utilizar hetastarch. En los animales con
hipoproteinemia (es decir, sólidos totales por debajo de 4,5 g/dL)
debe considerarse el uso de coloides. El plasma fresco congelado
(v. tabla 5-5) es beneficioso para los pacientes que necesitan factores de coagulación debido a su consumo o dilución (p. ej.,
cuando se han administrado grandes dosis de coloides sintéticos). En los pacientes con anemia puede ser necesario realizar
CAPÍTULO 5
Atención preoperatoria e intraoperatoria del paciente quirúrgico
29
ción intensa y estado hiperosmolar. Se administra como un bolo
intravenoso rápido (1 mL/kg/min) a una dosis de 4-6 mL/kg.
TABLA 5-6
Escala móvil para los suplementos de potasio
POTASIO
SÉRICO
(mEq/l)
mEq de KCl
QUE SE AÑADEN
A 250 mL DE
LÍQUIDO
VELOCIDAD MÁXIMA
DE INFUSIÓN
DEL LÍQUIDO*
(mL/kg/h)
<2
20
6
2,1-2,5
15
8
2,6-3
10
12
3,1-3,5
7
16
*No superar 0,5 mEq/kg/h.
una transfusión (es decir, sangre completa o un concentrado de
eritrocitos). Las transfusiones de sangre suelen beneficiar a los
animales con un hematocrito preoperatorio del 20% o menos.
El problema preoperatorio principal en los pacientes con anemia es mantener la capacidad para transportar oxígeno, lo que
requiere una transfusión de sangre. La cantidad de sangre necesaria del donante puede estimarse utilizando la fórmula que
aparece en el cuadro 5-1. En determinados casos, cuando no se
dispone de eritrocitos o están contraindicados, puede considerarse la administración de una solución de hemoglobina sintética (p. ej., oxiglobina).
Soluciones de coloides
Los coloides son sustancias con un peso molecular alto (p. ej.,
plasma, dextranos y hetastarch) que se quedan en el compartimento plasmático debido a su tamaño. Estas soluciones suelen
utilizarse en animales con shock o con hipoalbuminemia intensa
(es decir, concentración sérica de albúmina <1,5 g/dL). Los factores que influyen en la duración y el volumen de la expansión intravascular asociada a los coloides artificiales son la especie animal,
la dosis, la formulación específica del coloide, el estado del volumen intravascular antes de la infusión y la permeabilidad microvascular (Di Bartola, 2000). Después de su administración, el plasma
desaparece rápidamente del espacio intravascular. Sin embargo, los
coloides artificiales contienen moléculas con distintos pesos
moleculares; las moléculas más pequeñas se excretan rápidamente, mientras que las moléculas más grandes permanecen en la circulación y se hidrolizan gradualmente o las elimina el sistema
reticuloendotelial. Entras las ventajas del tratamiento con coloides
se incluye la rápida expansión del volumen, administrando un
volumen bajo, si se compara con los cristaloides.
NOTA: Los coloides deben utilizarse con precaución, ya
que los estudios indican que su uso puede ser perjudicial para los pacientes con sepsis, síndrome de filtración
capilar y síndrome disneico agudo del adulto tras un
traumatismo (DiBartola, 2000).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Soluciones cristaloides
Los cristaloides son soluciones que contienen solutos electrólitos y solutos no iónicos capaces de penetrar en todos los compartimentos de líquidos del organismo. Entre los ejemplos se
incluyen: Normosol-R, solución de Ringer lactato, dextrosa al
5%, Plasmalyte A y suero salino normal (0,9%). Puede ser
necesario añadir KCl a estos líquidos si el paciente tiene hipopotasemia o es probable que la tenga más adelante (p. ej., causada
por vómitos). En la tabla 5-6 se ofrece una escala móvil para
añadir potasio a los líquidos administrados por vía parenteral.
La elección del líquido que se va a administrar depende de la
naturaleza del proceso patológico y de la composición de los líquidos orgánicos perdidos. En los pacientes que vomitan el contenido
gástrico puede producirse hipopotasemia o hipocloremia, y puede
desarrollarse acidosis metabólica (v. p. 409); una elección razonable puede ser administrar NaCl al 0,9% añadiendo 20-30 mEq de
KCl por litro. Si el contenido de los vómitos no es principalmente
el contenido del estómago puede empezar a utilizarse Ringer lactato mientras se esperan los resultados del laboratorio.
El suero salino hipertónico (7%) se utiliza para restaurar el
volumen intravascular en los pacientes con shock hipovolémico
grave o traumatismo craneal. Para usarlo es necesario que la
hidratación preexistente sea normal, por lo que el suero salino
hipertónico se utiliza principalmente en los perros y gatos en que
se ha desarrollado hipovolemia repentinamente, y no en los casos
de hipovolemia producida por una deshidratación no tratada. Si
se administra demasiado deprisa puede producir hipotensión,
que puede ser mortal (v. tabla 5-5). En los pacientes con cardiopatía deben utilizarse dosis más bajas, y debe monitorizarse la
presión venosa central durante la administración. No debe utilizarse suero salino hipertónico en los pacientes con deshidrata-
La albúmina tiene un peso molecular de aproximadamente
69.000, y normalmente se administra a los pequeños animales
como plasma fresco congelado (PFC) o almacenado, sangre
completa almacenada o sangre completa fresca. Puesto que se
equilibra con el espacio intersticial rápidamente, deben administrarse volúmenes relativamente grandes para conseguir un
aumento sostenido de la presión osmótica coloidal (POC) del
plasma. Puede administrarse plasma a una velocidad de 4-6 mL/
minuto. La albúmina sérica humana (ASH) puede utilizarse
para expandir el volumen. En un estudio reciente en el que se
administró ASH a 37 perros, se observó que la administración
de este coloide aumentaba de forma eficaz la albúmina sérica, los
sólidos totales y la POC en los perros muy enfermos, y que se
asociaba con relativamente pocas complicaciones (Chan y cols.,
2004). En otro estudio, se administró ASH al 25% (Plasbumin)
a 66 animales muy enfermos (64 perros y 2 gatos), y se observó
un aumento significativo de la albúmina sérica, los sólidos totales y la presión arterial, sin reacciones secundarias graves
(Mathews y Barry, 2005). A pesar de los estudios mencionados
antes, el uso de ASH en los perros y gatos es controvertido, porque no se han determinado su seguridad y eficacia de forma
definitiva en ensayos multicéntricos grandes.
Los coloides artificiales que más se utilizan en EE. UU. son
hetastarch y dextrano 70. La posología recomendada para
ambos coloides es de 20 mL/kg/día (v. tabla 5-5). Todos los
coloides artificiales que se utilizan pueden causar coagulación
anormal si se administran en dosis altas, si se administran repetidamente, o si la degradación intravascular está disminuida.
Estas coagulopatías pueden asociarse a una disminución del factor VIII y del factor de von Willebrand. Los dextranos de bajo
30
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
peso molecular (p. ej., el dextrano 40) pueden asociarse a insuficiencia renal aguda y no deben utilizarse.
Productos sanguíneos
La sangre completa es el producto sanguíneo que más se utiliza
para las transfusiones en los perros y los gatos. Contiene sangre
de un donante más anticoagulante. Aunque no se han establecido las normas estándar para el volumen de sangre que constituye 1 unidad, un sistema de recolección humano suele contener
aproximadamente 450 mL de sangre y 63 mL de anticoagulante,
y se designa como 1 unidad. La sangre completa contiene eritrocitos, factores de la coagulación, proteínas y plaquetas. La dosis
inicial es de 10 a 22 mL/kg (v. la tabla 5-5).
Los concentrados de eritrocitos contienen eritrocitos más
una pequeña cantidad de plasma que queda después de eliminar
el plasma. Aproximadamente, se obtienen 200 mL de concentrado de eritrocitos a partir de 450 mL de sangre completa. Puesto
que los concentrados de eritrocitos no contienen factores de
coagulación ni plaquetas, suelen utilizarse para tratar la anemia.
La dosis inicial es de 6-10 mL/kg (v. tabla 5-5). El plasma fresco
congelado (PFC) es el plasma que se obtiene a partir de una
unidad de sangre completa más el anticoagulante. Si se congela
a –30 °C, los factores de coagulación que contiene el PFC siguen
siendo viables durante aproximadamente 1 año, mientras que la
albúmina se conserva durante 5 años. La dosis de plasma necesaria para aumentar la concentración de albúmina de la sangre
en 1 g/dL es de aproximadamente 45 mL/kg, lo que hace que su
precio sea prohibitivo para muchos animales con hipoproteinemia. Generalmente, se utiliza para tratar las coagulopatías que se
originan debido a una deficiencia congénita de los factores de
coagulación (p. ej., la enfermedad de von Willebrand o la hemofilia). La dosis es de 10-20 mL/kg. El plasma rico en plaquetas y
los concentrados de plaquetas se preparan a partir de sangre
completa fresca mediante centrifugación lenta. Después, las plaquetas se suspenden en el plasma para la transfusión. En los
pacientes con trombocitopenia inmunomediada, las plaquetas
pueden destruirse rápidamente después de la transfusión. Un
crioprecipitado es una fuente concentrada del factor de von
Willebrand, los factores XIII, VIII y fibrinógeno. Se utiliza principalmente para el tratamiento de los trastornos de la coagulación correspondientes (es decir, la enfermedad de von Willebrand y la hemofilia).
Las transfusiones de sangre completa pueden realizarse fácilmente en muchas clínicas. Debe hacerse el serotipo de la sangre
completa para evitar reacciones alérgicas en los perros y en los
gatos. Existen sueros tipificados para seis tipos de sangre en los
perros (antígeno eritrocitario canino [DEA] 1.1, 1.2, 3, 4, 5, 7) y
tres en los gatos (A, B, AB). Parece ser que el tipo sanguíneo canino más antigénico es el DEA 1.1. Un perro DEA 1.1 negativo que
se haya sensibilizado previamente con sangre DEA 1.1 positiva,
desarrollará una reacción hemolítica aguda a la transfusión después de trasfusiones repetidas de sangre DEA 1.1 positiva, por lo
que se recomienda hacer el serotipo de la sangre del donante y de
la sangre del paciente antes de la primera transfusión, o al menos
antes de la segunda transfusión si sólo se han utilizado donantes
con sangre DEA 1.1 negativa (Giger y cols., 2005).
En EE. UU., más del 99% de los gatos domésticos son del
tipo A; sin embargo, los gatos desarrollan de forma natural anticuerpos frente a los tipos de sangre extraños que producen la
destrucción prematura de los eritrocitos trasfundidos, reaccio-
nes transfusionales clínicamente graves e isoeritrocitólisis neonatal. Si se administra sangre de tipo A a los gatos de tipo B,
suelen desarrollar una reacción transfusional rápida, potencialmente mortal, incluso después de una única transfusión de un
volumen pequeño de sangre (Knottenbelt, 2002). Los gatos de
tipo A a los que se les administra sangre de tipo B pueden
desarrollar una reacción transfusional leve que no suele ser evidente clínicamente; sin embargo, a los pocos días de la transfusión, el hematocrito desciende hasta el nivel que tenía antes
(Stieger y cols., 2005). Los gatitos de tipo A y de tipo B cuya
madre es de tipo B que reciben aloanticuerpos a través del calostro tienen riesgo de desarrollar isoeritrocitólisis durante los primeros días de vida. El tipo AB es extremadamente raro en los
gatos domésticos, y la sangre de los donantes de tipo A es adecuada para ellos. Deben realizarse pruebas de compatibilidad para
detectar anticuerpos en el plasma del receptor o del donante.
Si hay una hemorragia masiva, puede administrarse sangre lo
más rápidamente posible. En los pacientes estables, se empieza
con una dosis baja (p. ej., 0,25 mL/kg) para comprobar si puede
producirse una reacción transfusional (v. tabla 5-5). Si no se
observa ninguna reacción adversa, puede aumentarse la velocidad. Se ha recomendado una dosis de 4 mL/kg/h como límite
máximo en los pacientes con cardiopatía. El volumen de sangre
completa o de un concentrado de eritrocitos necesario para que
el hematocrito del paciente aumente hasta el valor deseado
(generalmente, 25%-30% en los perros y 20% en los gatos) puede calcularse utilizando la fórmula que aparece en el cuadro 5-1.
Las reacciones transfusionales pueden ser agudas o crónicas. Las
reacciones agudas pueden ser inmunitarias (reacción hemolítica
aguda, reacción no hemolítica febril, urticaria) o no inmunitarias (hipocalcemia, hiperpotasemia, embolia aérea, shock endotóxico). Las reacciones transfusionales menores (febril, no
hemolítica, urticaria) pueden tratarse con glucocorticoesteroides
de acción corta (succinato de metilprednisolona, 30 mg/kg IV,
una vez; o dexametasona, 4-6 mg/kg IV, una vez) y antihistamínicos (difenhidramina, 2 mg/kg IV, cuando sea necesario).
Generalmente, puede continuarse con la transfusión a una velocidad más lenta observando al paciente cuidadosamente. Suelen
administrarse antihistamínicos antes de administrar productos
sanguíneos o plasmáticos para ayudar a prevenir las reacciones
leves. Si se produce una reacción hemolítica, debe detenerse
inmediatamente la transfusión y realizar el tratamiento que se
ha indicado antes (glucocorticoesteroides, antihistamínicos). En
un estudio retrospectivo realizado recientemente en el que se
administraron 112 unidades de productos sanguíneos a 81 gatos,
se produjeron reacciones transfusionales en 3 gatos (Castellanos
y cols., 2004). Dos de estas reacciones fueron procesos febriles
leves, pero un gato de tipo B que recibió sangre de tipo A tuvo
una reacción mortal. En otro estudio, se observaron 11 reacciones transfusionales agudas en 126 gatos que recibieron transfusiones de sangre (Klaser y cols., 2005).
En los perros se ha aprobado el uso de sustitutos de la sangre o
líquidos transportadores de oxígeno basados en hemoglobina. La
oxiglobina es una hemoglobina polimerizada de origen bovino,
ultrapurificada, que puede almacenarse a temperatura ambiente
durante más de 2 años. No son necesarias ni la tipificación ni las
pruebas de compatibilidad cuando se utiliza oxiglobina. Después
del tratamiento, puede observarse decoloración transitoria de las
mucosas, la esclerótica, la orina y a veces de la piel, y vómitos en
algunos pacientes. Los efectos de transporte de oxígeno de la oxi-
CAPÍTULO 5
Atención preoperatoria e intraoperatoria del paciente quirúrgico
globina duran hasta 3 días en la circulación. La dosis recomendada en los perros es de 15-30 mL/kg IV a una velocidad máxima de
10 mL/kg/h (v. tabla 5-5). Generalmente, se recomienda administrar una dosis inicial de 10 mL/kg. Aunque todavía no se ha determinado en los gatos, se ha recomendado una dosis inicial de
5-10 mL/kg a una velocidad de 5 mL/kg/h (Haldane y cols., 2004).
Los pacientes deben vigilarse estrechamente por si se producen
signos de sobrecarga del volumen durante la administración, y
estas soluciones deben utilizarse con cuidado en los pacientes con
la función ventricular deteriorada.
Fluidoterapia intraoperatoria
En la fluidoterapia intraoperatoria deben tenerse en cuenta los
efectos de la anestesia y la cirugía sobre la hemodinámica de los
líquidos. Generalmente, se recomienda una posología de
10-15 mL/kg/h de líquidos cristaloides durante la cirugía para
compensar la hipotensión y mantener la perfusión durante la
anestesia. En los pacientes sanos que se someten a una intervención programada puede ser adecuada una velocidad inferior
(5 mL/kg/h). Se recomienda precalentar los líquidos, especialmente para los pacientes jóvenes o pequeños.
Si la pérdida de sangre supera el 10% del volumen sanguíneo en
un animal con el hematocrito y las proteínas totales normales, está
indicada la sustitución de la sangre durante la cirugía. Aunque un
animal despierto puede tolerar una pérdida de sangre aguda de
hasta el 25% de su volumen sanguíneo total, los animales anestesiados toleran peor la pérdida rápida de sangre. La pérdida de sangre durante la cirugía debe calcularse contando las gasas saturadas
de sangre y los aplicadores cubiertos de algodón, y controlando la
sangre succionada del campo. Como regla general, una gasa empapada en sangre (9,5 ¥ 9,5) contiene de 5 a 10 mL de sangre, mientras que una gasa de laparotomía empapada en sangre previamente humedecida (con suero salino estéril) puede contener hasta
50 mL de sangre (Kudnig y Mama, 2003). Para estimar la cantidad
de sangre que se pierde en los líquidos aspirados, puede multiplicarse el hematocrito del líquido aspirado por el volumen de líquido
aspirado, y dividir el resultado por el hematocrito del paciente.
Bibliografía
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Lecturas recomendadas
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Los autores calcularon el tiempo necesario para alcanzar la mayor
concentración de oxígeno en la cara del paciente utilizando varias
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Recoge información sobre las variaciones de los valores hematológicos
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perros, a lo largo de su vida.
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fresh frozen plasma in dogs: 74 dogs (October through December
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Pautas para la administración de plasma fresco congelado cuyo
desarrollo se basa, sobre todo, en el uso de PFC en perros muy
enfermos.
32
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
286
C
C H
A A
P ÍP TT UE LR O
Fundamentals
Preparación
of
del
Orthopedic
campo operatorio
Surgery
and Fracture Management
La flora microbiana endógena (especialmente Staphylococcus
aureus y Streptococcus spp.) es la causa más frecuente de contaminación de la herida quirúrgica. Los microorganismos normales o residentes viven en las capas cornificadas superficiales de la
piel y en el exterior de los folículos pilosos. La microflora residente canina incluye Staphylococcus epidermidis, Corynebacterium spp., y Pityrosporum spp.; S. aureus, Staphylococcus intermedius, Escherichia coli, Streptococcus spp., Enterobacter spp., y
Clostridium spp. son patógenos transitorios. Durante la cirugía,
es muy importante eliminar el contacto con esta microflora.
Aunque es imposible esterilizar la piel sin alterar su función protectora natural e interferir en la curación de la herida, la preparación prequirúrgica disminuye el número de bacterias y el riesgo de infección. La antisepsia es la prevención de la sepsis,
evitando o impidiendo el crecimiento de los microorganismos
residentes y transitorios. Un antiséptico es un producto con
actividad antimicrobiana, antes se denominaba «producto antimicrobiano». Un producto antiséptico es una sustancia capaz
de producir antisepsia.
Aunque la opinión generalizada es que las infecciones perioperatorias están causadas por microorganismos individuales
móviles o por pequeños grupos aislados de microorganismos,
ahora sabemos que si una bacteria se establece en el organismo
durante el tiempo suficiente, lo más probable es que se forme
una comunidad bacteriana muy compleja, que se regula a sí
misma, que se conoce como matriz de la biopelícula (Paulson,
2005). Los complejos de biopelículas bacterianas producen
infecciones que suelen ser difíciles y caras de tratar. Para que se
forme una biopelícula con importancia clínica, las bacterias
deben unirse a los tejidos o a una superficie inanimada, como
un implante de metal, un catéter o una sutura, del organismo
del paciente y atraer a otras células bacterianas y unirse a ellas.
Puesto que los residentes normales de la piel no suelen provocar
una respuesta inmunitaria en el paciente, al principio estas
infecciones no se reconocen y no se tratan. Las bacterias de las
matrices de las biopelículas son de 500 a 1500 veces más resistentes a los antibióticos que las bacterias que se mueven libremente (planctónicas), porque son más eficaces metabólicamente, lo que limita su absorción de antibióticos (Paulson, 2005).
Por tanto, es imprescindible que los veterinarios y su equipo
intenten impedir que se produzcan infecciones durante la cirugía utilizando las técnicas y las soluciones adecuadas para preparar la piel.
32
RESTRICCIONES DIETÉTICAS
En los animales adultos, lo normal es que se interrumpa la ingestión de alimentos de 6 a 12 horas antes de la inducción de la
anestesia para prevenir la emesis durante o después de la intervención y la neumonía por aspiración. Generalmente, no se restringe el acceso al agua. La cirugía del intestino grueso (v. capítulo 19) suele requerir una preparación especial (p. ej., ayuno
durante 48 horas) o antibióticos entéricos (p. ej., kanamicina
oral, neomicina o penicilina G), o ambos. Los animales jóvenes
no deben estar más de 4 a 6 horas sin comer, porque puede producirse hipoglucemia.
EXCRECIONES
Debe dejarse que el animal defeque y orine poco antes de inducir
la anestesia. La cirugía del colon puede requerir el uso de enemas. Si la vejiga de la orina está vacía, las intervenciones abdominales suelen ser más fáciles. Si la orina no se expulsa de forma
natural, la vejiga puede exprimirse manualmente con el animal
bajo anestesia general, o puede introducirse un catéter uretral
estéril en la vejiga.
TRATAMIENTO DEL PELO
Antes de preparar a un paciente para la cirugía, deben comprobarse la identidad del paciente, la intervención quirúrgica que se
va a realizar y la zona quirúrgica. En algunos casos, puede estar
justificado bañar al animal el día antes de la cirugía para eliminar el pelo desprendido, la suciedad y los parásitos externos.
Siempre que sea posible, deben identificarse y tratarse las infecciones alejadas de la zona quirúrgica antes de realizar una intervención programada, que deberá posponerse hasta que se resuelva la infección.
La eliminación del pelo debe realizarse en el momento más
próximo posible a la cirugía, y siempre debe realizarse fuera de
la sala donde se va a realizar la intervención quirúrgica (p. ej.,
en la sala de preparación). La eliminación del pelo la noche antes
de la cirugía se asocia a una tasa de infecciones cutáneas superficiales significativamente más alta que la eliminación del pelo
inmediatamente antes de la cirugía (Mangram, 1999). Debe
señalarse el sitio quirúrgico y debe afeitarse el pelo generosamente alrededor del sitio propuesto para hacer la incisión, para
que esta pueda extenderse dentro de un campo estéril (v. figura 6-1). El área preparada debe ser lo bastante grande para adaptarse al tamaño de la incisión y para que puedan realizarse otras
CAPÍTULO 6
Preparación del campo operatorio
33
Figura 6-1
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Afeitar el pelo generosamente alrededor del sitio donde se
va a realizar la incisión para que dicha incisión pueda
extenderse dentro de un campo estéril. En los perros macho,
hay que asegurarse de que se afeita el prepucio.
incisiones (si es necesario), y debe abarcar todos los sitios de
drenaje posibles. También debe ser lo bastante grande para evitar la contaminación inadvertida de la herida si los paños quirúrgicos se mueven durante la intervención. Una regla general es
afeitar al menos 20 cm a cada lado de la incisión. El pelo puede
eliminarse mejor con una máquina de afeitar eléctrica con una
cuchilla del n.° 40. Los pacientes con una capa de pelo muy densa
pueden afeitarse primero con una cuchilla más gruesa (del n.° 10);
cuanto más alto es el número de la cuchilla, más corto será el
pelo que queda. La máquina de afeitar debe sujetarse «como si
fuera un lápiz», y al principio debe seguirse la dirección de crecimiento del pelo. Después debe repetirse el afeitado en sentido
contrario al crecimiento del pelo. Las cremas depilatorias son
menos traumáticas que otros métodos para eliminar el pelo,
pero provocan una reacción cutánea linfocítica leve. Son más
útiles en las zonas irregulares, donde es difícil eliminar el pelo
(p. ej., alrededor de los ojos). A veces se han utilizado navajas de
afeitar, pero pueden causar microlaceraciones en la piel que pueden aumentar la irritación y fomentar las infecciones.
Una vez que se ha eliminado todo el pelo, se retira con una
aspiradora. En las intervenciones de las patas en las que no es
necesario exponer las garras, estas pueden excluirse del campo
quirúrgico colocando un guante de látex en la parte distal de la
extremidad y fijándolo a ella con esparadrapo (v. figura 6-2). El
guante debe cubrirse con esparadrapo o con Vetrap. Después se
deja el pie «colgando hacia fuera» del campo estéril (v. p. 36).
Para que sea más fácil manejar las extremidades durante la cirugía, pueden colgarse. La extremidad se afeita de forma circular y
se cuelga de un sistema intravenoso (IV) durante la preparación
para que pueda limpiarse por todas partes.
Antes de llevar al animal a la zona quirúrgica, el sitio de la incisión se lava con un limpiador general, y se ponen ungüentos antibióticos oftálmicos o lubricantes en la córnea y la conjuntiva. Los
últimos estudios indican que utilizar materiales limpios en vez de
estériles para esta limpieza inicial no influye en las tasas de infección si la piel está intacta (Cheng y cols., 2001). Por tanto, no debe
haber áreas desnudas ni traumatizadas, ni con lesiones, erupciones, abrasiones, irritaciones, exantemas, dermatitis, quemaduras u
otras alteraciones médicas parecidas, que podrían ser una puerta
de entrada para los microorganismos patógenos. En los perros
Figura 6-2
En las intervenciones de las extremidades que no requieren la
exposición de las zarpas, estas zonas pueden excluirse del
área quirúrgica metiendo la parte distal de la extremidad
dentro de un guante de látex, que se fija a la extremidad con
esparadrapo. El guante se tapa con esparadrapo o con Vetrap.
Figura 6-3
El prepucio de los perros macho debe lavarse a fondo con
una solución antiséptica antes de realizar la preparación
estéril.
macho en los que se va a realizar una intervención abdominal debe
limpiarse a fondo el prepucio con una solución antiséptica (v. figura 6-3). La piel se lava con un jabón germicida para eliminar los
detritos y reducir las poblaciones bacterianas. El área se enjabona
bien hasta que se haya eliminado toda la suciedad y la grasa. Este
lavado suele comprender el pelo que rodea el sitio quirúrgico para
eliminar los pelos desprendidos y la caspa, que podrían resultar
molestos mientras se colocan los paños quirúrgicos.
Las soluciones para el lavado suelen contener yodóforos,
clorhexidina (CHG), alcoholes, hexaclorofeno y sales de amonio
cuaternario. El alcohol no es eficaz contra las esporas, pero mata
34
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 6-1
Propiedades de los antisépticos que se utilizan para la preparación preoperatoria de la piel
ANTISÉPTICO
MECANISMO DE ACCIÓN
ACTIVIDAD
EJEMPLOS
Yodo/yodóforos
(povidona
yodada)
Penetración en la pared celular, y
oxidación y sustitución de las
moléculas intracelulares por yodo
libre; los yodóforos son soluciones de
yodo con un surfactante o un agente
estabilizador que libera yodo libre
Rango amplio de bacterias,
bacilo tuberculoso y algunas
esporas (p. ej., clostridios); su
actividad disminuye mucho en
presencia de material
orgánico (puses y exudados)
Povidona yodada al 10%
Alcohol (alcohol
isopropílico [IPA]
Desnaturalización rápida de las
proteínas de la pared celular
bacteriana y las biomoléculas (ADN,
ARN, lípidos)
Rango amplio de bacterias,
bacilo tuberculoso, y muchos
hongos y virus
Alcohol isopropílico
al 70%
Clorhexidina
(CHG)
Alteración de la membrana de la célula
y precipitación del contenido celular
Rango amplio de bacterias,
más eficaz contra bacterias
grampositivas que contra
bacterias gramnegativas;
actividad mínima contra
bacilo tuberculoso,
Mycobacterium spp. y hongos
Clorhexidina al 4%
Soluciones con
una base de
alcohol
Combinación de los mecanismos de
acción que se han enumerado más
arriba
Actividad de amplio espectro
debido a la combinación de
varios antisépticos con
mecanismos de acción
diferentes
Clorhexidina al 2% +
alcohol isopropílico al
70%; etanol al 83% +
cinc piritione; povidona
yodada (0,7% de yodo
disponible) + IPA al 74%
rápidamente las bacterias y actúa como desengrasante. No se
recomienda utilizar alcohol únicamente, pero suele utilizarse
con CHG o con povidona yodada (v. más adelante). El hexaclorofeno y las sales de amonio cuaternario son menos eficaces que
otras sustancias disponibles y ya no se recomienda su uso para
la preparación preoperatoria de la piel. Es importante no frotar
demasiado con las gasas para evitar erosionar la piel.
POSICIÓN
Antes de aplicar un germicida epidérmico de forma estéril, el
animal debe llevarse al quirófano, colocarlo de forma que la
zona que se va a operar sea accesible para el cirujano y sujetarlo
con cuerdas, sacos de arena, bandejas, esparadrapo o dispositivos de sujeción activados por vacío. Cuando se utilizan estos
sistemas de sujeción, debe evitarse que interfieran con la función
respiratoria y la circulación periférica, y con la musculatura y su
inervación. Después de colocar al paciente, se conectan los dispositivos de monitorización o se comprueban las conexiones.
Generalmente, se coloca al animal en una almohadilla calefactora de agua circulante y/o se coloca una manta o tubos de aire
caliente circulante encima del paciente o cerca de él. Las mantas
de aire caliente circulante (p. ej., Bair Huggers) pueden ser más
eficaces manteniendo la temperatura corporal durante la cirugía
que las almohadillas calefactoras de agua circulante. Si se va a
utilizar un electrocauterio, la toma de tierra debe colocarse
debajo del paciente. Si se va a realizar una preparación con una
extremidad colgada, el miembro debe suspenderse con cuidado
de un extremo del sistema IV utilizando esparadrapo.
PREPARACIÓN DE LA PIEL ESTERILIZADA
Los objetivos de la preparación de la piel antes de la intervención
son: 1) eliminar la suciedad y los microorganismos transitorios
de la piel; 2) reducir el recuento de microorganismos residentes
a niveles subpatógenos en poco tiempo, irritando el tejido lo
menos posible, y 3) inhibir el crecimiento rápido de rebote de los
microorganismos. La preparación «estéril» comienza una vez
que el paciente está en la posición adecuada. Las gasas esterilizadas están en un paquete, al lado de los recipientes en los que se
va a verter el germicida. Las gasas se manipulan con pinzas estériles para gasas o con la mano enguantada usando una técnica
aséptica. Debe utilizarse la mano dominante para realizar la preparación estéril, y la otra mano para sacar las gasas del recipiente de preparación. Transferir las gasas estériles a la mano dominante antes de limpiar al animal ayuda a asegurarse de que la
mano que recoge las gasas no se contamina durante el procedimiento.
Se empieza a limpiar el sitio de la incisión, generalmente el
centro del área afeitada. Debe realizarse un movimiento de limpieza circular, desde el centro hacia la periferia. No hay que volver a pasar las gasas desde la periferia hacia el centro, porque
podrían transferirse bacterias a la zona de incisión; las gasas
deben tirarse cuando han llegado a la periferia. Cuando se utilizan povidona yodada (v. tabla 6-1) y alcohol, el sitio suele limpiarse alternativamente con cada solución tres veces, dejando un
tiempo de contacto de 5 minutos. Sin embargo, si se utiliza alcohol (alcohol isopropílico, IPA) entre los lavados con povidona
yodada, el tiempo de contacto de la povidona yodada con la piel
CAPÍTULO 6
Preparación del campo operatorio
35
CUADRO 6-1
Características que debe tener un antiséptico
preoperatorio
Figura 6-4
La sustancia ideal debe:
• Matar todas las bacterias, hongos, virus, protozoos, el
bacilo tuberculoso y esporas
• Ser hipoalergénica
• No ser tóxica
• Tener actividad residual
• No absorberse
• No ser tóxica y poder utilizarse repetidamente y con
seguridad
• Ser segura para utilizarse en todas las partes del cuerpo
y en todos los sistemas orgánicos
Si se está utilizando povidona yodada, debe rociarse o
pintarse la zona quirúrgica con una solución al 10% después
de terminar la preparación del paciente.
se reduce y puede disminuir su eficacia. La solución que cae en
la mesa o que se queda en los «huecos» del cuerpo debe secarse
con una toalla o con gasas estériles. Cuando se termina el último
lavado con povidona yodada, debe rociarse o pintarse la zona
quirúrgica con una solución de povidona yodada al 10% (v. figura 6-4). En un estudio realizado con pacientes humanas de
obstetricia se comprobó que si se aplicaba povidona yodada con
un rociador y se dejaba secar durante 3 minutos, se obtenían los
mismos resultados que con la técnica de frotar y pintar para
reducir las bacterias de la pared abdominal antes de la cirugía
abdominal (Moen, 2002). Si se utiliza una solución de CHG
(v. tabla 6-1) para la preparación, puede dejarse en contacto con
la piel hasta el final del proceso de preparación o puede aclararse con suero salino. Puesto que la CHG se une a la queratina, el
tiempo de contacto no es tan importante como con la povidona
yodada. Se considera que dos aplicaciones de 30 segundos producen una actividad antimicrobiana adecuada. En el caso de las
nuevas soluciones de un solo paso con alcohol, la solución se
aplica con un aplicador estéril, desde el centro hacia afuera, y
una vez que se ha realizado una aplicación uniforme, se deja
secar la zona unos 2-3 minutos antes de poner los paños quirúrgicos o utilizar la unidad electroquirúrgica.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
NOTA: Debe evitarse que se acumulen el alcohol o las
soluciones basadas en alcohol, especialmente si se va a
utilizar el electrocauterio, ya que estas soluciones son
inflamables. No debe taparse la zona hasta que la solución se haya secado completamente.
En el cuadro 6-1 se resumen las características ideales que debe
tener un antiséptico preoperatorio. Actualmente se comercializan
soluciones a base de alcohol que requieren un tiempo de preparación más corto que las soluciones que se utilizaban antes (es decir,
povidona yodada o CGH). El alcohol es un antimicrobiano eficaz,
pero su escasa persistencia cuando se utiliza solo disminuye su eficacia como solución para preparar la piel. En las soluciones con
una base de alcohol se añade una sustancia como povidona yodada, CHG o cinc piritione para que tenga un efecto persistente reduciendo el número basal de bacterias. Estas soluciones tienen una
actividad antimicrobiana mejor que la povidona yodada, la CGH
o el alcohol solo. En los estudios clínicos realizados con seres
humanos, se demostró que la CHG al 2% combinada con alcohol
isopropílico (v. tabla 6-1) tenía una actividad antimicrobiana residual significativamente mejor que el IPA al 70% solo o la CGH al
2% sola (Hibbard, 2005). En otros estudios, CholaPrep (etanol al
83% + cinc piritione) tuvo una actividad antimicrobiana inmediata significativamente mejor que la CHG al 4% o la povidona yodada (p. ej., povidona yodada). Se observó que con la solución (povidona yodada más IPA disminuía más el número de cultivos de piel
positivos inmediatamente después de la desinfección, y el crecimiento y colonización bacterianos en los catéteres epidurales si se
comparaba con povidona yodada sola (Bimbach y cols., 2003). Al
parecer, un antiséptico que contenga una combinación de dos antisépticos con mecanismos de acción diferentes tiene una actividad
antimicrobiana consistente y significativamente mejor que un
antiséptico único solo. La eficacia de combinar dos antisépticos
con dos mecanismos de acción es acumulativa. También se ha
demostrado, mediante estudios clínicos, que las soluciones con
una base de alcohol que tienen un aditivo (p. ej., cinc piritione)
para prolongar su actividad residual son más eficaces que la
povidona yodada o la CHG. Se compararon tres preparaciones
cutáneas (povidona yodada o CGH al 4% y un lavado con suero
salino o con IPA al 70%) y no se observó ninguna diferencia
importante en cuanto al porcentaje de disminución de las bacterias en intervenciones quirúrgicas de hasta 8 horas de duración (Osuna, DeYoung, Walker, 1990); sin embargo, con povidona yodada se produjeron más reacciones cutáneas que con CGH.
Aproximadamente el 50% de los perros de este estudio que se
prepararon con yodóforos sufrieron eritema, edema, pápulas,
ronchas y/o exudado seroso de la piel. Se compararon soluciones
de glutaraldehído estabilizado (GE) al 0,3% más alcohol o GE
más agua con CGH al 4% como desinfectantes de la piel en
perras que se sometieron a una ovariohisterectomía (Lambrechts y cols., 2003), y se comprobó que las tres soluciones eran
seguras y eficaces.
PAÑOS QUIRÚRGICOS
Una vez que el paciente está bien colocado y la piel está preparada, el animal está listo para cubrirlo. Si se va a utilizar un electrocauterio, debe dejarse que transcurra bastante tiempo entre
la preparación de la piel y la colocación de los paños para que las
sustancias inflamables (p. ej., alcohol, desengrasantes) se evaporen completamente de la piel. Si la incisión abdominal va a
36
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 6-5
Figura 6-7
Si la incisión abdominal se extiende hasta el pubis en los
perros macho, el prepucio debe sujetarse hacia un lado con
una pinza de campo estéril.
Si el paño no tiene una abertura, debe cortarse una del
tamaño adecuado. Los bordes del paño pueden fijarse a los
paños de campo con pinzas para tejidos Allis (no con
pinzas de campo). No deben hacerse agujeros en el paño
exterior.
Figura 6-6
Figura 6-8
Los paños de campo se sujetan por las esquinas con pinzas
de campo Backhaus. Se considera que las puntas de las
pinzas de campo no son estériles una vez que se han
colocado a través de la piel, y deben manejarse de forma
adecuada.
Cuando se realiza una preparación con la extremidad
colgada, deben colocarse paños de campo alrededor de la
extremidad y asegurarlos con pinzas de campo.
extenderse hasta el pubis en los perros macho, el prepucio
debe sujetarse hacia un lado con una pinza de campo estéril
(v. figura 6-5). La finalidad de los paños es crear y mantener
un campo estéril alrededor de la zona quirúrgica. La persona
que coloca los paños debe ser un miembro del equipo quirúrgico que lleve la ropa adecuada y guantes. Primero se colocan
los paños de campo (cuatro paños iguales) para aislar la zona
no preparada del animal. Estos paños se colocan uno a uno
alrededor de la zona preparada. Los paños de campo pueden
ser toallas lisas o toallas desechables no absorbentes. Los paños
no deben darse la vuelta, ni agitarse ni sacudirse, porque el
movimiento rápido de los paños crea corrientes de aire que
mueven el polvo, las pelusas y las partículas del aire. Los paños,
el instrumental y el equipo que sobresalen por encima o por
debajo del nivel de la mesa no se consideran estériles, porque
están fuera del campo visual del cirujano, y no puede verificarse su esterilidad.
Una vez que se han colocado los paños, no deben reajustarse hacia el sitio de la incisión, porque se transportarían bacterias
hacia la piel preparada. Los paños se sujetan colocando pinzas de
campo Backhaus en las esquinas (v. figura 6-6). Una vez que se
colocan a través de la piel, las puntas de las pinzas de campo no
se consideran estériles y deben manejarse de forma adecuada.
Generalmente, los paños de campo no cubren los bordes de la
mesa, y hay que tener cuidado para que la ropa estéril no roce
con el campo no estéril. Una vez que el animal y la zona de incisión están protegidos por los paños de campo, se coloca un paño
grande sobre el animal y toda la mesa quirúrgica para mantener
el campo estéril (v. figura 6-7). Los paños de tela deben tener
una abertura del tamaño adecuado y deben colocarse sobre el
sitio de la incisión de forma que el paño cubra las demás superficies.
Para cubrir una extremidad, los paños de campo deben colocarse y sujetarse como se ha descrito antes para aislar la zona
quirúrgica o la cara proximal de la extremidad si se va a mantener colgada (v. figura 6-8). Un miembro del equipo quirúrgico
no estéril debe sujetar la zona no preparada de la extremidad; la
cinta que sujeta la extremidad levantada se corta. La extremidad
se coloca de forma que el miembro quirúrgico estéril pueda
cogerla con una mano con un tejido elástico o con un paño estéril. No debe soltarse la extremidad hasta que el miembro del
equipo sin esterilizar la tenga sujeta con seguridad. Si se utiliza
CAPÍTULO 6
Preparación del campo operatorio
37
un paño de tela, debe cubrirse (y la pinza de campo) con Vetrap
estéril. La extremidad ya está preparada para colocarse a través de
una abertura del paño doblado y sujetar el paño (v. figura 6-9).
El extremo del tejido elástico se envuelve con Vetrap estéril.
Para reducir la exposición de la piel y su contaminación
durante la cirugía, pueden colocarse más paños o «toallas» después de hacer la incisión. Pueden ponerse paños de plástico
adhesivo en la piel y en los paños circundantes con la misma
finalidad. Una vez que el animal y las superficies no esterilizadas
próximas se han tapado con paños esterilizados, puede colocarse la bandeja del instrumental y puede empezar la cirugía.
Bibliografía
Figura 6-9
La extremidad se coloca a través de una abertura del paño
doblado o plegado en abanico, y se sujeta el paño. Se ha
colocado un paño de plástico adhesivo en la piel y
rodeando los paños.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
un tejido elástico, debe desenrollarse cuidadosamente hacia abajo de la extremidad y sujetarlo con pinzas de campo. Si se utiliza
un paño estéril, debe cubrirse la extremidad cuidadosamente
con el paño antes de sujetarlo a la piel con una pinza de campo.
Después deben cubrirse los paños impermeables (desechables)
(más la pinza de campo) con una gasa Kling estéril. Si se utiliza
Bimbach DJ, Meadows W, Stein DJ et al: Comparison of povidone
iodine and DuraPrep, an iodophor-in isopropyl alcohol solution,
for skin disinfection prior to epidural catheter insertion in parturients, Anesthesiology 98:164, 2003.
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of current antiseptic agents: a review, J Infusion Nursing 28:194,
2005.
Lambrechts NE, Huter K, Picard JA et al: A prospective comparison
between stabilized glutaraldehyde and chlorhexidine for preoperative skin antiseptics in dogs, Vet Surg 33:636, 2003.
Mangram AJ, Horan TC, Pearson ML et al: Guidelines for prevention
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Moen M, Noone MB, Kirson I: Povidone-iodine spray technique versus traditional scrub-paint technique for preoperative abdominal
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Osuna DJ, DeYoung DJ, Walker RL: Comparison of three skin preparation techniques in the dog. I. Experimental trial, Vet Surg 19:14,
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Paulson DS: Efficacy of preoperative antimicrobial skin preparation
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38
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
287
C
C H
A A
P ÍP TT UE LR O
Preparación
Fundamentals
of
del Orthopedic
personal quirúrgico
Surgery
and Fracture Management
El personal quirúrgico es una causa principal de contaminación
microbiana durante la cirugía. La preparación cuidadosa del equipo
quirúrgico y del personal no estéril reduce las bacterias en las salas
quirúrgicas, pero no las elimina. Se ha observado que existe una
relación entre el número de personas, sus movimientos y el número
de bacterias presentes en el aire de las salas quirúrgicas. Para reducir
al mínimo la contaminación durante la cirugía, deben seguirse unas
normas estrictas con respecto a la indumentaria quirúrgica de todo
el personal de quirófano, incluyendo los observadores. Si es posible, el personal de quirófano debe limitarse únicamente a las personas imprescindibles para la anestesia o la asistencia quirúrgica.
INDUMENTARIA QUIRÚRGICA
Todas las personas que entran en la zona de quirófanos deben estar
vestidas de forma adecuada, tanto si se está realizando una intervención quirúrgica como si no. Para reducir al mínimo la contaminación microbiana producida por el personal de quirófano, todas
las personas deben llevar ropa limpia y no ropa de calle. Si se utilizan pijamas de dos piezas, la parte de la prenda superior que queda
suelta debe introducirse dentro del pantalón. La parte superior que
queda pegada al cuerpo puede dejarse fuera de los pantalones. Las
mangas deben ser lo bastante cortas para que puedan lavarse las
manos y los brazos. Los pantalones deben tener una cinturilla elástica o cerrarse con cordones. El personal que no se ha lavado debe
llevar una chaqueta de manga larga sobre la ropa limpia. Las chaquetas deben llevarse abrochadas con botones o con automáticos
para reducir al mínimo el riesgo de que los bordes contaminen
inadvertidamente las superficies estériles. La ropa usada debe
lavarse entre un uso y otro, y debe cambiarse si tiene manchas visibles o está mojada, para impedir que se transfieran microorganismos al entorno quirúrgico. Llevar puesta la ropa usada fuera del
entorno quirúrgico aumenta la contaminación microbiana. Si la
ropa usada se llevase puesta fuera del quirófano, debe cubrirse con
una bata de laboratorio o con una bata desechable. Si la ropa tiene
manchas, está contaminada y/o se ha ensuciado con sangre u otro
material potencialmente infeccioso, debe cambiarse.
Otras prendas quirúrgicas son los gorros, las mascarillas, las calzas, las batas y los guantes. El pelo es un portador importante de
bacterias; si no se cubre, actúa como un filtro y recoge las bacterias.
Puesto que se ha demostrado que el pelo que se desprende afecta a
la tasa de infección de las heridas quirúrgicas, es necesario taparlo
del todo. Incluso aunque no se esté realizando ninguna intervención quirúrgica, los gorros y las mascarillas deben llevarse puestos
en las salas quirúrgicas. El gorro debe cubrir completamente todo
38
Figura 7-1
La barba y las patillas deben cubrirse con una capucha.
el pelo, y la mascarilla debe cubrir la boca y la nariz. Las patillas y
la barba deben cubrirse completamente con una capucha (v. figura 7-1). No deben utilizarse capuchas que no cubran el pelo que
hay a los lados, encima de las orejas, y en la nuca.
En el área quirúrgica puede utilizarse cualquier calzado cómodo.
Hay que ponerse las calzas la primera vez que se entra en el área
quirúrgica y al salir de ella para mantener los zapatos limpios. Cuando se vuelve al área quirúrgica, deben ponerse unas calzas nuevas.
Generalmente, están hechas con materiales reutilizables o desechables, impermeables y resistentes a los desgarros. No se ha demostrado que su uso disminuya el riesgo de infecciones quirúrgicas o disminuyan las bacterias en el suelo del quirófano en los hospitales
humanos (Mangram, 1999). Sin embargo, por la gran cantidad de
pelo que hay en los hospitales veterinarios, cambiarse de calzas antes
de entrar en el quirófano puede reducir la cantidad de pelo que el
personal de quirófano introduce en el mismo.
Siempre que se entra en un área estéril debe llevarse puesta una
mascarilla hecha con material sin pelusas y que contenga un filtro
hidrófilo de tela intercalado entre dos capas externas. Su función
principal es filtrar y retener las gotitas de microorganismos que se
expelen desde la boca y la nasofaringe al hablar, estornudar y
toser. La mascarilla debe ajustarse sobre la boca y la nariz, y debe
sujetarse de forma que no queden huecos por donde pueda salir
CAPÍTULO 7
Preparación del personal quirúrgico
39
el aire. La cara dorsal de la mascarilla se sujeta dando forma al
borde superior reforzado ajustándolo sobre la nariz. Todas las
personas que entren en las áreas restringidas del quirófano deben
llevar una mascarilla si hay elementos estériles abiertos y equipo.
Los gorros quirúrgicos pueden ser reutilizables y fabricados con
materiales entretejidos (p. ej., algodón) o pueden ser desechables.
Los gorros desechables (de un solo uso) no están entretejidos y se
hacen directamente con fibras en vez de con hilo. Para hacer gorros
reutilizables, suele utilizarse un tejido suelto, de tela de algodón, de
tipo muselina 140. Este tejido se vuelve permeable a las bacterias en
cuanto se moja. Una alternativa más cara es la tela pima 270 tratada
para crear un producto duradero, que repele el agua y proporciona
una barrera mejor contra las bacterias. También existen prendas de
tela tejida tupida que resiste la penetración de las bacterias que están
hechas con una mezcla de poliéster y algodón al 50%. Cuando se
lavan los gorros de tela se dilatan los poros del tejido, lo que disminuye su eficacia como barreras antimicrobianas. Los materiales de
los gorros no entretejidos incluyen el olefino y el poliéster. El número de microorganismos que se aíslan del entorno quirúrgico disminuye si se utilizan materiales desechables, no entretejidos.
ción residual de la población bacteriana residente en la piel (es decir,
las bacterias que se aíslan insistentemente de la piel) durante la intervención. No se recomienda confiar sólo en los guantes (sin hacer una
limpieza quirúrgica) para prevenir la contaminación bacteriana, porque muchos guantes quirúrgicos tienen agujeros cuando se termina
la cirugía, y el porcentaje puede aumentar si la operación es muy
larga o complicada. En un estudio reciente realizado en dos hospitales
veterinarios, se observó que la incidencia global de los defectos de los
guantes era del 23,3% (Character y cols., 2003). Se produjeron
muchos más defectos en las intervenciones de los tejidos no blandos
y en los guantes de la mano no dominante. El 84% de todos los defectos se produjeron en intervenciones que duraron más de 60 minutos.
Hay que destacar que las personas que realizaron la cirugía no pudieron determinar de forma precisa si sus guantes tenían algún defecto.
LIMPIEZA QUIRÚRGICA
Los jabones o detergentes antimicrobianos que se utilizan deben
actuar rápidamente, ser de amplio espectro y no irritantes, y deben
inhibir el crecimiento microbiano rápido de rebote. Algunos limpiadores de manos se unen al estrato corneo, lo que produce una
actividad residual. Como las bacterias proliferan debajo de los
guantes, especialmente si estos se dañan durante la cirugía, es deseable que exista una actividad química persistente. Las soluciones para
el lavado quirúrgico que más se utilizan son el gluconato de clorhexidina, la povidona yodada y el hexaclorofeno (v. tabla 7-1). Sin
La limpieza quirúrgica es el procedimiento mediante el que se lavan
las manos y los antebrazos para reducir el número de bacterias que
entran en contacto con la herida a través del personal durante la cirugía. Todos los miembros del equipo quirúrgico estéril deben lavarse
las manos y los brazos antes de entrar en la zona quirúrgica. Los objetivos de la limpieza quirúrgica son la eliminación mecánica de la
suciedad y la grasa, la disminución de la población bacteriana transitoria (es decir, bacterias depositadas desde el entorno) y la disminu-
NOTA: Como la tasa de defectos es más alta en las intervenciones quirúrgicas más largas (especialmente en las
intervenciones ortopédicas), debe considerarse cambiar
de guantes cada 60 minutos o ponerse dos pares.
TABLA 7-1
Jabones antimicrobianos que suelen utilizarse para el lavado quirúrgico
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
JABÓN
ANTIMICROBIANO
MECANISMO DE ACCIÓN
PROPIEDADES
Gluconato de
clorhexidina
Alteración de la pared celular
y precipitación de las
proteínas celulares
• Amplio espectro (más eficaz frente a bacterias grampositivas que
gramnegativas y hongos)
• Buen viricida
• Actividad residual, porque se une a la queratina
• El material orgánico no lo inactiva
• Puede ser menos irritante para la piel que los yodóforos
Hexaclorofeno
Alteración de la pared celular
y precipitación de las
proteínas celulares
•
•
•
•
•
Bacteriostático para los cocos grampositivos
Actividad mínima frente a bacterias gramnegativas, hongos o virus
El material orgánico no lo inactiva
Acumulativo (el alcohol lo anula)
Puede ser neurotóxico
Yodóforos (p. ej.,
povidona yodada)
Penetración en la pared
celular, oxidación, sustitución
del contenido microbiano por
yodo libre
•
•
•
•
Amplio espectro (bacterias gramnegativas y grampositivas, hongos y virus)
Alguna actividad frente a las esporas
El material orgánico lo inactiva
Requiere un contacto con la piel de 2 minutos como mínimo
Paraclorometaxilenol
(PCMX)
Alteración de la pared celular
e inactivación enzimática
• Amplio espectro (más eficaz frente a bacterias grampositivas que
gramnegativas, hongos o virus)
• La acción aparece lentamente
Triclosán
Alteración de la pared celular
• Amplio espectro (no es eficaz frente a Pseudomonas spp.)
• El material orgánico le afecta muy poco
Soluciones a base
de alcohol
Combinación de los mecanismos
enumerados más arriba
• Amplio espectro (bacterias gramnegativas y grampositivas, hongos y
virus)
40
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
embargo, actualmente existen en el mercado soluciones a base
de alcohol, que no necesitan agua y/o cepillado, y muchos cirujanos las prefieren. La mayoría de los expertos está de acuerdo en
que, aunque utilizar las cerdas de un cepillo para frotarse debajo
de las uñas sigue siendo una buena idea, la costumbre tradicional de cepillarse vigorosamente las capas más superficiales de la
piel no sólo es innecesaria, sino imprudente. Estas soluciones
que no necesitan cepillado suelen producir una muerte rápida y
requieren un tiempo de contacto corto si se comparan con las
soluciones tradicionales de povidona yodada o de clorhexidina.
En el mercado existen varias de estas soluciones que han demostrado una eficacia superior a la de la clorhexidina o la povidona
yodada en los ensayos clínicos (Parienti y cols., 2002; Seal y
Paul-CheadLe, 2004). En un estudio se observó que las preparaciones para manos en seco se asociaban a menos riesgo de
lesiones cutáneas y a recuentos microbianos más bajos, eran
más baratas, y la mayoría del personal quirúrgico las prefería
antes que el lavado quirúrgico tradicional (Larson y cols.,
2001). Una de estas soluciones incorpora el APT, un sistema
patentado de adyuvantes y potenciadores que trabaja sinérgicamente con el alcohol etílico para aumentar la protección
antimicrobiana residual persistente durante más de 6 horas.
Otra solución es un antiséptico para el lavado de las manos
que no precisa utilizar agua ni cepillado; contiene un 1% de
clorhexidina y un 61% de alcohol etílico w/w. También se
encuentra en el mercado una fórmula con una base de alcohol,
sin cepillado, que elimina rápidamente la suciedad superficial
e inactiva los microorganismos. Contiene emolientes que ayudan a reducir la sequedad y a mantener la integridad de la piel.
Los conservantes ayudan a prolongar la persistencia. Aunque la
limpieza de manos tradicional suele durar de 5 a 10 minutos
(v. comentario más adelante), con las soluciones con una base
de alcohol suelen realizarse dos lavados de 90 segundos (v. cuadro 7-1; figura 7-2).
El cepillado quirúrgico separa físicamente los microbios de
la piel y los inactiva debido al contacto con la solución antimicrobiana. Los métodos de cepillado quirúrgico tradicionalmente aceptados son el cepillado anatómico cronometrado (es
decir, cepillado de 5 minutos) y el número fijo de pasadas de
cepillo (cepillados por área de superficie cutánea). Estos métodos se describen en el cuadro 7-2 (v. figura 7-3). Existen distintas recomendaciones con respecto al número de veces que hay
que enjabonarse y aclararse durante el lavado, el número de
pasadas de cepillo por área y el tiempo que se dedica a cada
área; sin embargo, con ambos métodos se asegura la exposición
suficiente de toda la superficie de la piel a la fricción y las soluciones antimicrobianas. Si las manos y los brazos están muy
sucios, debe aumentarse la duración del cepillado o las pasadas
del cepillo, pero debe evitarse la irritación o abrasión de la piel,
porque esto hace que las bacterias que residen en los tejidos
más profundos (p. ej., alrededor de la base de los folículos pilosos) se vuelvan más superficiales, aumentando el número de
microorganismos potencialmente infeccioso en la superficie de
la piel. El tiempo de contacto del jabón o el detergente antimicrobiano con la piel debe basarse en la eficacia del producto
documentada en la literatura científica. Generalmente, es adecuado realizar un cepillado de 5-7 minutos antes del primer
caso del día y un cepillado de 2-3 minutos entre las operaciones siguientes. Existen productos o las soluciones sin cepillado
mencionadas arriba que pueden utilizarse como un comple-
CUADRO 7-1
Método de lavado quirúrgico tradicional
• Localizar los cepillos, el jabón antibacteriano y los limpiadores de uñas.
• Quitarse el reloj y los anillos.
• Mojarse las manos y los antebrazos.
• Aplicar 2-3 dosis de jabón antimicrobiano en las manos
y lavarse las manos y los antebrazos.
• Limpiar las uñas y las áreas subungueales con un limpiador de uñas bajo el chorro de agua.
• Aclararse los brazos y los antebrazos.
• Aplicar 2-3 dosis de jabón antimicrobiano en las manos
y los antebrazos.
• Aplicar 2-3 dosis de jabón antimicrobiano en el cepillo
estéril.
Método del cepillado
anatómico cronometrado
Se empieza a cronometrar
el tiempo; se cepillan los
dedos por todos los lados,
entre los dedos, y la palma
y el dorso de la mano durante 2 minutos.
Se cepillan los brazos, manteniendo las manos más
altas que los brazos.
Se cepillan los brazos por
todos lados hasta 7 cm
por encima de los codos
durante 1 minuto.
El tiempo total de cepillado
es de 2-3 minutos por
cada mano y brazo.
Método del número fijo
de pasadas del cepillo
Realizar 30 pasadas (una pasada consiste en un movimiento de arriba a abajo o
de atrás hacia adelante) en
las puntas de los dedos.
Dividir cada dedo en cuatro
partes y realizar 20 pasadas
a cada parte, incluyendo la
zona interdigital (v. figura 7-3, A).
Cepillar el pulgar, el índice y el
meñique desde la punta de
los dedos hasta la muñeca.
Dividir los antebrazos en cuatro planos y realizar 20 pasadas en cada superficie
(v. figura 7-3, B).
• Aclarar el cepillo bajo el chorro de agua y pasarlo a la
mano limpia. No aclarar la mano y el brazo que ya se
han cepillado.
• Repetir el proceso en la otra mano y el otro brazo.
• Cuando se han cepillado las dos manos y los dos brazos,
se deja el cepillo en el lavabo.
• Comenzando con las puntas de los dedos de una mano,
aclarar debajo del agua moviendo las puntas de los
dedos hacia arriba y hacia fuera del chorro de agua,
dejando que el resto del brazo se vaya aclarando fuera
del chorro.
• El agua siempre debe correr desde las puntas de los
dedos hacia los codos (v. figura 7-3, C).
• Las puntas de los dedos nunca deben estar por debajo
del nivel de los codos.
• Nunca deben sacudirse las manos para quitarse el exceso de agua; el agua debe gotear desde los codos.
• Se aclara la otra mano de forma parecida.
• El cirujano debe dirigirse hacia el área donde se pondrá
la ropa y los guantes manteniendo las manos hacia arriba y delante de él para que pueda verlas.
mento del primer lavado o como lavado de reentrada. Un lavado de reentrada es cualquier lavado que se realiza después del
primero del día. Para la reentrada inmediata con las manos
limpias, las manos se secan con una toalla estéril. Se dispensa
CAPÍTULO 7
41
Preparación del personal quirúrgico
A
B
C
D
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 7-2
Cuando utilice una solución para el lavado quirúrgico: A. Límpiese las uñas con un
rascador de uñas. B. Mójese las manos y los brazos. C. Dispense la cantidad adecuada
de solución en la palma de la mano apretando el pedal. D. Introduzca y gire las
puntas de los dedos de la otra mano en la solución durante varios segundos. Pase
la solución a la otra mano y repita este paso con los dedos de la otra mano.
(Continúa)
la solución (unos 5 g) en una mano, se extiende sobre las dos
manos y los antebrazos y se frota la piel hasta que está seca
(aproximadamente, de 1 minuto a un minuto y medio). Después se echa una cantidad más pequeña de la solución en una
mano, se reparte entre las dos manos hasta la muñeca y se frota en la piel hasta que está seca (unos 30 segundos).
Antes de empezar el lavado deben quitarse todas las joyas
(incluyendo los relojes) de las manos y los antebrazos, porque
42
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
E
F
Figura 7-2 (cont.)
Cuando utilice una solución de lavado quirúrgico sin
cepillado: E. Frótese las manos juntas, manteniéndolas por
encima de los antebrazos hasta pasar ligeramente el nivel
de los codos. F. Moje toda la superficie con agua para
producir más espuma. G. Aclare y repita los pasos B-F,
deteniéndose por debajo de los codos en la segunda
aplicación. Tiempo de lavado total: 3 minutos.
G
son un reservorio de bacterias. Las uñas deben mantenerse cortas, limpias, naturales y sanas. Según los últimos estudios, el
esmalte de uñas en buen estado no aumenta el crecimiento bacteriano; sin embargo, el esmalte de uñas que está claramente
descascarillado o que lleva puesto más de 4 días se asocia a la
presencia de un número más alto de bacterias y se ha asociado a
infecciones (Arrowsmith y cols., 2001; Edel y cols., 1998). Nunca deben llevarse uñas artificiales (pegadas, postizas, vendadas,
con esparadrapo). Se ha cultivado un número más alto de microorganismos gramnegativos de las puntas de los dedos del personal que lleva uñas artificiales que del personal que lleva uñas
naturales, tanto antes como después de lavarse las manos. También se ha observado el crecimiento de hongos entre las uñas
naturales y las uñas artificiales, que pueden contaminar la herida
quirúrgica. Las manos y los antebrazos no deben tener lesiones
abiertas y la integridad de la piel no debe estar alterada, ya que
las infecciones cutáneas pueden contaminar las heridas quirúrgicas.
Una vez que ha comenzado el lavado quirúrgico no pueden
tocarse elementos no estériles. Si un objeto no esterilizado
(incluyendo el personal quirúrgico) roza inadvertidamente las
manos o los brazos, debe repetirse la limpieza. Durante y después del proceso de limpieza, las manos deben mantenerse más
altas que los codos. Esto permite que el agua y el jabón fluyan
desde la zona más limpia (manos) hasta la menos limpia (codos).
En la mayoría de los casos puede utilizarse un único cepillo para
todo el proceso. No se ha documentado que existan diferencias
en cuanto a la eficacia entre los cepillos reutilizables esterilizables
y las combinaciones de esponjas y cepillos de poliuretano
desechables.
Cuando se ha terminado el lavado, las manos y los brazos
deben secarse con una toalla estéril, que debe cogerse de la mesa
teniendo cuidado para que el agua no gotee sobre la ropa que
haya debajo y manteniéndose de frente a la mesa esterilizada. Se
sujeta la toalla a lo largo y, realizando un movimiento secante, se
seca la mano y el brazo trabajando desde la mano hacia el codo
con un extremo de la toalla (v. figura 7-4). Cuando se están
secando los brazos, hay que inclinarse un poco doblando la cintura para que el extremo de la toalla no roce la parte limpia. Una
vez que la mano y el brazo están secos, debe cogerse el extremo
opuesto de la toalla con la mano seca. La otra mano y el brazo se
secan de forma parecida. La toalla se deja en el contenedor adecuado o en el suelo si no hay un contenedor. Las manos no deben
bajarse por debajo del nivel de la cintura.
PONERSE LA BATA DE CIRUJANO
La bata es una barrera entre la piel del miembro del equipo quirúrgico y el paciente. Debe ser de un material que impida el paso
de los microorganismos entre las áreas estériles y no estériles
(v. p. 39). Tiene que ser resistente a los líquidos, las pelusas, los
estiramientos, la presión y la fricción (especialmente en las zonas
de los antebrazos, los codos y el abdomen), y debe ser cómoda,
CAPÍTULO 7
Preparación del personal quirúrgico
43
CUADRO 7-2
Antisepsia/frotado quirúrgicos de las manos
con un limpiador de manos quirúrgico basado en alcohol*
Un protocolo estandarizado para lavarse las manos con un
producto quirúrgico a base de alcohol debe seguir las instrucciones del fabricante e incluir, al menos, lo siguiente:
1. Lavarse las manos y los antebrazos con agua y jabón
si tienen suciedad visible o se han contaminado con
sangre o saliva. Secar.
2. Utilizar agua corriente, lavarse debajo de las uñas
de las dos manos usando un limpiador o un rascador de
uñas.
3. Echarse la cantidad recomendada por el fabricante del
producto para el lavado quirúrgico de las manos. Aplicar el producto en las manos y los antebrazos, siguiendo las instrucciones del fabricante. Algunos fabricantes
pueden solicitar que se utilice agua como parte del
proceso.
4. Frotar hasta que esté seco.
5. Repetir el proceso de aplicación del producto si así lo
indican las instrucciones del fabricante.
A
B
*Modificado de: Recommended practices for surgical hand
antisepsis/hand scrubs. In Standards, recommended practices, and
guidelines, Denver, 2004, AORN Inc.
económica e ignífuga. Existen batas desechables (de un solo uso)
o reutilizables.
La técnica para ponerse la bata se describe más adelante y
se ilustra en la figura 7-5. La bata y los guantes deben ponerse
en una zona separada del resto del material estéril (la mesa
quirúrgica) o del paciente para impedir que el agua gotee dentro del campo estéril y lo contamine. Las batas están dobladas
de forma que la cara interna se quede hacia fuera. La bata se
sujeta firmemente y se tira suavemente de ella hacia fuera de
la mesa. Hay que caminar hacia atrás desde la mesa estéril para
ir al vestuario. La bata se sujeta por los hombros y se desdobla
con cuidado. No debe sacudirse, porque aumenta el riesgo de
contaminación. Una vez abierta la bata, se identifican las
bocamangas y se introducen los brazos a través de las mangas.
Las manos deben mantenerse dentro de los puños de la bata.
Un ayudante colocará la bata sobre los hombros del cirujano
y la sujetará cerrando el cuello y atando el cordón interior de
la cintura (v. figura 7-5, A). Si se utiliza una bata con la parte
de atrás esterilizada, no debe atarse el cordón delantero hasta
que el cirujano no se haya puesto los guantes estériles (v. figura 7-5, B).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
PONERSE LOS GUANTES
Los guantes de látex son una barrera entre el miembro del
equipo quirúrgico y el paciente; sin embargo, no sustituyen a
los métodos de limpieza adecuados. Si el guante de una mano
que se ha lavado de forma adecuada se perfora durante una
intervención quirúrgica, no suelen cultivarse bacterias a partir
del guante perforado. Los lubricantes para guantes de látex,
como el silicato de magnesio (talco) o la fécula de maíz en
polvo permiten que los guantes se deslicen con más facilidad
sobre la mano. Sin embargo, estos compuestos producen una
irritación considerable en varios tejidos, incluso aunque los
guantes se aclaren bien en suero salino estéril antes de la ciru-
C
Figura 7-3
Si utiliza una técnica de cepillado tradicional: A. Divida
cada dedo en cuatro partes y cepille las cuatro superficies,
incluyendo los espacios interdigitales. B. Divida los
antebrazos en cuatro planos y cepille todas las superficies.
C. Durante el aclarado, el agua debe correr desde las
puntas de los dedos hacia los codos.
gía. Por tanto, el cirujano debe utilizar guantes con la superficie interior lubricada con una capa adhesiva de hidrogel. En
un estudio, se cultivaron bacterias grampositivas potencialmente patógenas a partir de las gotitas de agua recogidas de
los cirujanos después de lavarse (Heal y cols., 2003). Se cree
que estos microorganismos procedían del agua del grifo de la
sala de lavado. También se ha demostrado que las bacterias
grampositivas atraviesan el envoltorio del guante a los 2 minutos de quitar el papel. Los guantes no deben dejarse colgando
sobre el paquete de la bata abierto antes de lavarse, y no deben
colocarse sobre el campo estéril hasta que el cirujano se haya
secado los brazos.
Los guantes pueden ponerse de tres formas diferentes:
1) poniéndoselos uno mismo utilizando un método cerrado; 2) poniéndoselos uno mismo utilizando un método abierto, y 3) con ayuda.
44
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
Figura 7-4
Para secarse las manos y los brazos, utilice un extremo de la
toalla para secar una mano y un brazo (trabajando desde
la mano hacia el codo). Después, sujete el extremo opuesto
de la toalla con la mano seca y seque la otra mano y el
brazo de forma parecida.
B
Figura 7-6
A
B
Ponerse los guantes utilizando el método cerrado.
A. Trabajando hacia la abertura del guante, saque un
guante de su envoltorio. Coloque la palma del guante hacia
abajo sobre el puño de la bata con los dedos del guante
mirando hacia el codo. B. Sujete el puño del guante con el
dedo índice y el pulgar. Con el dedo índice y el pulgar de la
otra mano (que están dentro del puño de la bata), sujete el
lado opuesto del borde del guante. Tire del puño del guante
hacia arriba y alrededor del puño de la bata y la mano.
Gire el borde y diríjalo hacia el lado de la palma del
guante, fíjelo a la bata y al guante, tirando de ellos hacia el
codo mientras empuja la mano a través del puño para
introducirla en el guante. Colóquese el otro guante utilizando
la misma técnica.
PONERSE LOS GUANTES CON AYUDA
Figura 7-5
A. Un ayudante coloca la bata sobre los hombros del
cirujano y la sujeta cerrando el cuello y atando el cordón
interior. B. Si se utiliza una bata con la espalda estéril, no
debe abrocharse el cinturón frontal hasta que el cirujano se
haya puesto los guantes estériles.
PONERSE LOS GUANTES CERRADOS
Con el método cerrado para ponerse los guantes existe la seguridad de que la mano nunca entra en contacto con la parte exterior de la bata o el guante (v. figura 7-6).
PONERSE LOS GUANTES ABIERTOS
El método abierto para ponerse los guantes se utiliza cuando
sólo es necesario cubrirse las manos (como para un cateterismo
urinario, una biopsia de la médula ósea o la preparación de un
paciente estéril) o durante la cirugía cuando se ha contaminado
un guante y debe cambiarse. Este método no debe utilizarse de
forma rutinaria para ponerse la bata y los guantes (v. figura 7-7).
En la figura 7-8 se muestra el procedimiento que se utiliza cuando los dos guantes están puestos.
En la figura 7-9 se muestran los pasos necesarios para ponerse
los guantes con ayuda.
QUITARSE LOS GUANTES DE FORMA ASÉPTICA
En la figura 7-10 se describe la forma de quitarse los guantes de
forma aséptica.
MANTENIMIENTO DE LA ESTERILIZACIÓN
DURANTE LA CIRUGÍA
Las técnicas que se describen en este capítulo para ponerse la
bata y los guantes reducen al mínimo el riesgo de que el personal
quirúrgico contamine el campo quirúrgico. Sin embargo, la vigilancia es necesaria para prevenir la contaminación de las batas y
los guantes. Una vez que se han puesto la bata, los miembros del
personal quirúrgico siempre deben estar de frente al campo estéril, y no deben tocar o apoyarse en el área no estéril. Los brazos
y las manos deben permanecer por encima del nivel de la cintura y por debajo del nivel de los hombros. No deben cruzarse los
brazos, deben sujetarse en la parte frontal del cuerpo, por encima de la cintura. El personal que ya se ha lavado debe evitar
cambiar el nivel de la posición; sólo deben sentarse si toda la
intervención quirúrgica se va a realizar a ese nivel.
CAPÍTULO 7
A
Preparación del personal quirúrgico
C
B
D
Figura 7-7
Para ponerse los guantes con el método abierto cuando una mano es estéril: A. Abra el
envoltorio del guante y coja el guante correcto por el borde doblado con la mano estéril.
Empuje la mano suavemente dentro del guante hasta que los dedos lleguen a los dedos
del guante. Coloque el pulgar dentro o cerca del pulgar del guante y enganche el puño del
guante sobre el pulgar. Suelte el guante. B. Coloque los dedos de la mano estéril debajo
del puño en la palma del guante. C. Doble la muñeca de la mano en la que se está
poniendo el guante 90°. D. Pase los dedos suavemente alrededor del puño hasta que estén
en la parte frontal del puño y, al mismo tiempo, tire del puño hacia arriba y alrededor de la
bata.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
A
B
Figura 7-8
Para ponerse los guantes con el método abierto cuando ninguna mano es estéril: A. Sujete
un guante por la parte interior del puño con la mano contraria. Deslice el guante sobre la
mano opuesta, dejando el puño hacia abajo. B. Usando la mano en la que se está
poniendo el guante, deslice los dedos dentro de la cara externa del puño del otro guante.
Deslice la mano hacia el guante y desdoble el puño; no toque el brazo desnudo, ya que el
guante está desdoblado. Con la mano enguantada, deslice los dedos debajo del borde
exterior del puño opuesto y desdóblelo.
45
46
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
Figura 7-10
B
Para quitarse los guantes de forma aséptica, el ayudante sin
esterilizar sujeta el guante cerca del puño (con cuidado para
no tocar la bata) y tira de él suavemente hacia las puntas de
los dedos. Deben ponerse otros guantes utilizando la técnica
con ayuda que se describe en la figura 7-9.
eficaz contra los microorganismos), no se considera estéril y
debe cubrirse con los guantes estériles todo el tiempo. La línea
del cuello, los hombros y el área de debajo de los brazos tampoco se considera estéril, porque puede contaminarse por la transpiración o por el roce de las superficies del cuello y de los hombros al mover el cuello o la cabeza.
C
Figura 7-9
Para ponerse los guantes con ayuda: A. El ayudante sujeta
un guante y coloca sus dedos debajo del puño del guante.
B. Con el pulgar del guante mirando hacia el cirujano, este
desliza la mano dentro el guante; entonces el ayudante tira
del puño del guante hacia arriba y alrededor del puño de la
bata del cirujano y lo suelta suavemente. C. El ayudante
coge el otro guante. El cirujano debe colaborar sosteniendo
el puño del guante abierto con los dedos de la mano estéril
mientras pone la mano sin guante dentro del guante abierto.
El ayudante mantiene el pulgar debajo del puño mientras el
cirujano introduce sus dedos en él.
La parte de delante de la bata debe considerarse estéril desde
el pecho hasta el nivel del campo estéril; la parte de atrás no se
considera estéril (incluso aunque se esté usando una bata con la
espalda estéril o cruzada), ya que no pueden verla las personas
que se han lavado. Las mangas deben considerarse estériles desde
5 cm por encima del codo hasta el puño elástico. Puesto que el
puño elástico acumula la humedad (por lo que no es una barrera
Bibliografía
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and finger rings to prevent surgical infection, Cochrane Database of
Systematic Reviews 1:1, 2001.
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Edel E, Houston S, Kennedy V et al: Impact of a 5-minute scrub on the
microbial flora found on artificial, polished, or natural fingernails
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Heal JS, Blom AW, Titcomb D et al: Bacterial contamination of surgical gloves by water droplets spilt after scrubbing, J Hosp Inf 3:136,
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Larson EL, Aieloo AE, Heilman JM et al: Comparison of different regimens for surgical hand preparation, AORN J 73:412, 2001.
Mangram AJ, Horan TC, Pearson mL et al: Guidelines for prevention
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Parienti JJ, Thibon P, Heller R et al: Hand rubbing with an aqueous
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30-day surgical site infection rates, JAMA 288:722, 2002.
Seal LA, Paul-Cheadle D: A systems approach to preopoerative surgical patient skin preparation, Am J Inf Cont 32:57, 2004.
Lectura recomendada
Association of Operating Room Nurses: Standards, recommended
practices, and guidelines: recommended practices for surgical hand
scrubs, Denver, 2000, The Association.
CAPÍTULO 8
C A P Í T U L O
Instrumental quirúrgico
47
8
Instrumental quirúrgico
CLASIFICACIÓN DEL INSTRUMENTAL
Cada tipo de instrumento quirúrgico está diseñado para un uso en
particular, y sólo debe utilizarse para esa finalidad. Utilizar un instrumento para procedimientos para los que no ha sido diseñado
(p. ej., utilizar unas tijeras de Metzenbaum para cortar suturas o una
pinzas de tejidos para sujetar hueso) puede desafilarlo o romperlo.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Bisturís
Los bisturís son los instrumentos de corte principales que se utilizan para hacer incisiones en los tejidos (v. figura 8-1). En la
práctica veterinaria suelen utilizarse mangos de bisturí reutilizables (números 3 y 4) con hojas desechables, aunque también
existen bisturís con el mango y la hoja desechables. Existen bisturís con una tapa retráctil diseñada para reducir al mínimo el
riesgo de lesiones debido a las cuchillas quirúrgicas mientras se
pasan de unas manos a otras entre los distintos pasos de una
intervención quirúrgica o cuando se eliminan (BD Bard-Parker,
Franklin Lakes, N.J.). Existen hojas de varias formas y tamaños,
dependiendo de para qué se vayan a utilizar. En la cirugía de
pequeños animales, la hoja del n.° 10 es la que más se utiliza.
Generalmente, los bisturís se utilizan para hacer «cortes por deslizamiento», que significa que la dirección de la presión aplicada a
la hoja forma un ángulo recto con la dirección de la presión del
bisturí. Cuando se hace una incisión en la piel, la hoja del bisturí
debe mantenerse perpendicular a la superficie de la piel. Los bisturís
pueden sujetarse como si fueran un lapicero, con las yemas de los
dedos o con la palma de la mano. La sujeción de tipo lápiz permite
hacer incisiones más cortas, más finas y más precisas que las otras
formas de sujetar el bisturí, ya que el bisturí forma un ángulo superior a 30°-40° con el tejido (v. figura 8-2). Sin embargo, este ángulo
reduce el contacto con el borde de corte, por lo que resulta menos
útil para las incisiones largas. La sujeción con las yemas de los dedos
ofrece más exactitud y estabilidad para realizar incisiones largas.
Figura 8-1
Mangos de bisturí (izquierda, n.° 3; derecha, n.° 4) y
cuchillas (de arriba a abajo): n.° 10, 11, 12, 15 y 20.
Figura 8-2
Tijeras
Existen tijeras de distintas formas, tamaños y pesos, y suelen clasificarse según el tipo de punta que tienen (p. ej., roma-roma,
aguda-aguda o aguda-roma), la forma de la pala (p. ej., recta o
curva) o el borde cortante (plano o de sierra) (v. figura 8-3). Las
tijeras curvas ofrecen mayor maniobrabilidad y visibilidad, mientras que las tijeras rectas tienen más ventajas mecánicas cuando se
cortan tejidos duros o gruesos. En cirugía, las tijeras que más se
utilizan son las de Metzenbaum (también llamadas tijeras de
Generalmente, los bisturís se sujetan como si fueran un
lapicero, porque así pueden hacerse incisiones cortas, finas
y precisas.
Metz, de Nelson, delicadas o tisulares) y las tijeras Mayo; las primeras son más delicadas y deben reservarse para cortar los tejidos
delicados y para las disecciones romas. Las tijeras Mayo se utilizan
para cortar tejidos duros, como las fascias. Para cortar las suturas
deben utilizarse tijeras específicas, y no tijeras tisulares. Las tijeras
47
48
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 8-3
Figura 8-4
Tijeras. De izquierda a derecha: para puntos (quitar suturas),
aguda-roma, de Metzenbaum, Mayo, cortaalambres, de
tenotomía.
Portaagujas. De izquierda a derecha: Mayo-Hegar,
Olsen-Hegar, Mathieu, Castroviejo.
de suturas que se utilizan en el quirófano son diferentes de las
tijeras para quitar las suturas. Estas últimas tienen una concavidad
en una de las hojas para impedir que se tire excesivamente del hilo
cuando se quita la sutura. Las tijeras delicadas (p. ej., las tijeras de
tenotomía y para el iris) suelen utilizarse en las intervenciones
oftálmológicas y en otras operaciones que requieren cortes finos y
precisos. Las tijeras de vendaje tienen una punta roma, lo que disminuye el riesgo de cortar la piel cuando se introducen debajo del
vendaje. Las tijeras deben mantenerse afiladas. Puede utilizarse
Theraband (Spectrum, Stow, Ohio), un material parecido al caucho, para comprobar si las tijeras están afiladas.
Las tijeras pueden utilizarse para cortar o para hacer disecciones romas. Se sujetan introduciendo el pulgar y el dedo anular a
través de los anillos para los dedos y apoyando el dedo índice en el
mango cerca del fulcro. Ni el dedo anular ni el pulgar deben «llegar
hasta» el mango. Los anillos deben mantenerse cerca de la articulación distal de los dedos. La mayoría de las tijeras están diseñadas
para manejarlas con la mano derecha, de forma que la presión
natural del pulgar y la tracción de los dedos cuando se hace un
movimiento de prensión transmiten la máxima fuerza de corte y
de torsión a las hojas. Cuando se utilizan con la mano izquierda,
la hoja del pulgar se coloca de forma que el movimiento de prensión que se impulsa con el pulgar hace que se pierdan las fuerzas
de corte y de torsión. Los cirujanos zurdos tienen que practicar
mucho para utilizar las tijeras para diestros. Sin embargo, la mayoría de las empresas fabrican instrumental para zurdos.
La dirección, el control y la precisión del corte dependen de la
estabilidad del tejido que se encuentra entre las hojas de las tijeras,
y de la estabilidad de las tijeras en las manos del cirujano. Cuanto
más obtuso sea el ángulo entre las hojas cuando están cortando,
menos estabilizarán las tijeras el tejido y menos preciso será el
corte. Si se utiliza el extremo de las hojas, el tejido se estabiliza de
forma más segura, por lo que el corte es más preciso. Las tijeras no
deben cerrarse del todo si no se ha terminado de hacer la incisión,
porque se produciría una incisión irregular; las tijeras deben
cerrarse casi del todo, introducirse y volver a cerrarlas casi del todo
otra vez. La disección roma (es decir, la separación de los tejidos
insertando las puntas y abriendo las hojas) puede utilizarse para
separar los músculos y la grasa. No debe utilizarse en los tejidos
duros o donde es posible realizar un corte preciso.
Portaagujas
Los portaagujas sirven para sujetar y manipular agujas curvas
(v. figura 8-4). La forma y el tamaño del portaagujas dependen de
las características de la aguja que se va a sujetar y de la localización
del tejido que se va a suturar. Las agujas más gruesas y grandes
necesitan portaagujas con hojas prensoras más anchas y gruesas. Si
se utiliza un portaagujas para sujetar el hilo, las hojas prensoras
deben tener un borde dentado fino o ser lisas para que no dañen la
sutura deshilachándola o cortándola. Los portaagujas largos facilitan el trabajo en las heridas profundas. Los portaagujas de alta calidad se fabrican con una aleación muy resistente, no corrosiva,
y con una terminación mate. Las puntas se endurecen cubriéndolas
con una capa de diamante o fundiendo carburo de tungsteno en su
superficie. El carburo de tungsteno insertado puede cambiarse
cuando se deteriora o si no sujeta la sutura de forma adecuada.
La mayoría de los portaagujas tienen un cierre de trinquete
distal al pulgar (p. ej., los tipos Mayo-Hegar, Olsen-Hegar), pero
algunos (p. ej., el tipo Castroviejo) se cierran con un mecanismo
de resorte y bloqueo. Los portaagujas Mayo-Olsen suelen utilizarse en la práctica veterinaria para manipular agujas de medianas a gruesas. Los portaagujas Olsen-Hegar se utilizan de forma
parecida, pero tienen cuchillas cortantes que permiten poner y
quitar las suturas con el mismo instrumento, aunque tienen el
inconveniente de que se requiere mucha experiencia para no
cortar la sutura cuando se están atando los nudos. Los portaagujas de Mathieu tienen un cierre de trinquete en el extremo proximal del mango, lo que permite abrirlo y cerrarlo simplemente
juntando los mangos poco a poco.
Generalmente, las agujas deben colocarse perpendicularmente al portaagujas para aumentar la maniobrabilidad. Cuando las
agujas se colocan en ángulo, el mango debe moverse describiendo un arco amplio durante la sutura. La aguja debe sujetarse cerca del centro para que pueda introducirse en los tejidos con más
fuerza y con menos riesgo de que se rompa. Cuando la aguja se
sujeta cerca del ojo o del hilo, puede utilizarse toda la longitud de
la aguja para suturar, y disminuye el riesgo de que la aguja resbale, pero aumenta el riesgo de que se doble o se rompa, a menos
que se estén suturando tejidos delicados. A la inversa, si la aguja
se sujeta cerca de la punta, puede ejercerse más fuerza cuando se
suturan tejidos duros, pero resulta difícil extraer la aguja.
CAPÍTULO 8
Figura 8-5
Figura 8-7
La sujeción con la palma de la mano proporciona más
fuerza impulsora, pero menos precisión.
La sujeción con el dedo anular y el pulgar permite más
precisión, y es la forma de sujeción mejor para suturar
tejidos delicados.
Figura 8-6
Figura 8-8
La sujeción con la eminencia tenar proporciona buena
movilidad, pero liberar el portaagujas haciendo presión con
la eminencia del pulgar en el anillo superior hace que los
mangos «salten», por lo que la aguja se mueve dentro del
tejido que se está suturando.
Para utilizar el portaagujas de Castroviejo se utiliza la
sujeción a modo de lapicero.
Los portaagujas pueden utilizarse sujetándolos con la palma de
la mano (sin colocar los dedos en los anillos y apoyando el anillo
superior en la base del pulgar [figura 8-5]), eminencia tenar (el anillo superior se apoya en la eminencia del pulgar y el dedo anular se
introduce en el anillo inferior [figura 8-6]), sujetándolo con el dedo
anular y el pulgar (el pulgar se introduce por el anillo superior y el
dedo anular por el anillo inferior [figura 8-7]) o como un lapicero
(el dedo índice y el pulgar se apoyan en el mango del portaagujas
[figura 8-8]), como se hace con los portaagujas de Castroviejo. La
sujeción con la palma es más útil para suturar tejidos duros que
requieren mucha fuerza para dirigir la aguja; sin embargo, la aguja
no puede soltarse y volver a sujetarse después de cada puntada sin
cambiar la sujeción, por lo que la sutura es menos precisa.
Pinzas tisulares
NOTA: Los cirujanos zurdos no pueden sujetar los instrumentos para diestros con la palma, porque, debido a la
presión, el cierre autoestático se cierra en vez de abrirse.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Instrumental quirúrgico
La sujeción con la eminencia tenar permite soltar y volver a sujetar la aguja para extraerla sin cambiar la sujeción. Aunque permite
la movilidad, la liberación del soporte de la aguja ejerciendo presión
sobre el anillo superior con la eminencia del pulgar hace que el
mango del portaagujas «salte» más lejos, y la aguja se mueva un
poco durante el proceso. La mayor ventaja de sujetar el portaagujas
con los dedos pulgar e índice es que la aguja se libera con mucha
precisión. Aunque es un sistema más lento que la sujeción con la
palma o con la eminecia tenar, es el que más se utiliza cuando el
tejido es delicado o es necesario realizar una sutura más precisa.
49
Las pinzas tisulares (de mano) son unos instrumentos abiertos que
se utilizan para sujetar los tejidos (v. figura 8-9). Los extremos
proximales están unidos para que los extremos prensores puedan
abrirse cuando se sueltan o cerrarse cuando se presionan. Existen
pinzas de varias formas y tamaños; las puntas (extremos prensores)
pueden ser agudas, planas, redondas, lisas o con el borde dentado, pueden tener dientes pequeños o grandes. Las pinzas tisulares
con dientes grandes no deben utilizarse para sujetar tejidos que se
traumatizan con facilidad. Se recomienda utilizar puntas lisas para
los tejidos delicados, como los vasos sanguíneos. Las pinzas tisulares
que más se utilizan (p. ej., las pinzas Adson Brown) tienen pequeños
dientes alineados en las puntas, lo que reduce al mínimo los traumatismos y facilita que el tejido pueda sujetarse con seguridad.
Las pinzas tisulares suelen utilizarse con la mano no dominante. Deben sujetarse de forma que una hoja funcione como
una extensión del pulgar y la otra como una extensión de los
demás dedos (es decir, la posición del lapicero [figura 8-10]).
Sujetar el mango con la palma de la mano limita mucho la
maniobrabilidad. Cuando no se están usando, pueden apoyarse
en la palma de la mano y sujetarse con los dedos anular y meñique, dejando los dedos índice y corazón libres.
Las pinzas tisulares se utilizan para sujetar el tejido y/o exponer las capas de tejido mientras se suturan. Durante la sutura, las
pinzas tisulares se utilizan sobre el lado más alejado de la herida
para sujetar la capa por encima de la que se está suturando. Esta
capa se retrae hacia arriba y hacia fuera con las pinzas, dejando
expuesta la capa que se va a suturar. Entonces puede colocarse la
punta de la aguja al nivel deseado. Antes de introducir completa-
50
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
Figura 8-9
Pinzas tisulares. De izquierda a derecha: Bishop-Harmon
(punta lisa), Bishop-Harmon (con dientes), Adson-Brown,
tisular 132, serrada, DeBakey.
B
Figura 8-10
Si las pinzas tisulares se sujetan como un lapicero, se
consigue más maniobrabilidad que con otras sujeciones.
mente la aguja a través del tejido, deben moverse las pinzas desde
la capa superficial para sujetar la capa que se está suturando.
Entonces puede tirarse de la capa para exponer la salida de la aguja cuando atraviesa el tejido. La capa de tejido que está sobre la
cara proximal que se está suturando se sujeta y se estira para exponer el sitio por donde se desea introducir la aguja. Una vez que la
punta de la aguja se ha situado en el sitio deseado, las pinzas tisulares se mueven y se utilizan para separar la capa más superficial,
exponiendo así el sitio de salida. Cuando se sujetan las agujas
durante la sutura, deben sujetarse perpendicularmente al eje.
Pinzas hemostáticas
Las pinzas hemostáticas son instrumentos de presión que se utilizan para prensar los vasos sanguíneos (v. figura 8-11). Existen
pinzas con la punta recta o curvada, y de varios tamaños, desde
las pinzas mosquito más pequeñas (7 cm) con un borde dentado
transversal en las hojas prensoras hasta las pinzas para vasos más
largas (21,5 cm). El borde dentado de las hojas prensoras de las
pinzas hemostáticas más grandes puede ser transversal, longitudinal, diagonal, o una combinación de estos. Generalmente, los bordes dentados longitudinales son más suaves para el tejido que los
bordes dentados cruzados. Los bordes dentados suelen extenderse
desde la punta de la hoja prensora hasta el cierre, pero en las pin-
Figura 8-11
A. Pinzas hemostáticas (de izquierda a derecha): Mosquito,
Kelly, Crile, Rochester-Carmalt. B. Detalle de las hojas
prensoras de las pinzas hemostáticas (de izquierda a
derecha): Mosquito, Kelly, Rochester-Carmalt.
zas de Kelly, los bordes dentados transversales se extienden sólo
sobre la parte distal de las hojas prensoras. Las pinzas de Crile de
tamaño parecido tienen bordes dentados que se extienden por
toda la longitud de las hojas prensoras. Las pinzas de Kelly y de
Crile se utilizan para los vasos más grandes. Las pinzas de Rochester-Carmalt son pinzas hemostáticas más grandes, y suelen utilizarse para controlar haces de tejido grandes, como durante una
ovariohisterectomía. Tienen surcos longitudinales y surcos cruzados en las puntas para evitar que resbale el tejido. Las pinzas cardiovasculares especializadas (p. ej., las pinzas de Satinsky) permiten ocluir sólo una parte del vaso. Los bordes dentados de las
pinzas cardiovasculares comprimen el tejido sin cortar la delicada
pared de los vasos. Los dientes grandes (dientes de ratón) que tienen algunas pinzas en las puntas (como las pinzas de Oschner)
impiden que el tejido resbale dentro de las puntas.
Las pinzas hemostáticas curvas deben colocarse sobre el tejido con la curva mirando hacia arriba. Debe sujetarse la menor
cantidad de tejido posible para reducir al mínimo el traumatismo, y deben utilizarse las pinzas hemostáticas más pequeñas que
permitan realizar el trabajo. Para evitar que los dedos se queden
atrapados en los anillos de las pinzas, las yemas de los dedos
deben colocarse sobre los anillos para los dedos o insertarse en
ellos sólo hasta la primera articulación.
CAPÍTULO 8
Instrumental quirúrgico
51
Figura 8-12
Figura 8-14
Separadores manuales. De arriba a abajo: Senn,
Army-Navy, maleable, Hohmann.
Separadores automáticos. Izquierda, Finochietto; derecha,
Balfour.
Figura 8-13
Figura 8-15
Separadores automáticos. Izquierda, de Gelpi; derecha, de
Weitlaner.
Picos de succión. De arriba a abajo: Poole, Yankauer,
Frazier.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Separadores
Los separadores manuales (v. figura 8-12) y los separadores
automáticos (v. figura 8-13) se usan para separar los tejidos y
aumentar su exposición. Los extremos de los separadores
manuales pueden tener forma de gancho, curva, de espátula o
con dientes. Algunos separadores manuales pueden doblarse (es
decir, son maleables) para adaptarse a la estructura o al área del
organismo que se va a retraer. Un extremo tiene tres dientes curvados con forma de dedo, el otro extremo es una hoja curvada,
plana. Los separadores automáticos mantienen la tensión sobre
los tejidos y se mantienen abiertos con un cierre autoestático
(p. ej., separadores de Gelpi, Weitlaner) u otro dispositivo (p. ej.,
un tornillo fijo, como en los separadores de Balfour y de Finochietto) [figura 8-14]). Generalmente, los separadores de Balfour se utilizan para retraer la pared abdominal, y los separadores de Finochietto se utilizan en las toracotomías.
Figura 8-16
Otros instrumentos
Clamps y pinzas. De izquierda a derecha: clamp para paños
de Backhaus, pinzas tisulares Allis, pinzas de Babcock.
Existen instrumentos para aspirar líquidos (v. figura 8-15), sujetar paños o tejidos (v. figura 8-16), cortar y eliminar trozos de
hueso (tenazas [figuras 8-17 y 8-18]), sujetar los huesos durante
la reparación de las fracturas (v. figura 8-19), raspar las superficies de los tejidos densos (legras), eliminar el periostio (elevadores periósticos [figura 8-20]), cortar o dar forma a huesos y car-
tílagos (osteótomos y cinceles [figura 8-21]) y hacer agujeros en
los huesos (trépanos). Las lupas de aumento son útiles cuando
es necesario realizar cortes o suturas precisas en los tejidos (p. ej.,
en la cirugía cardiovascular o neurológica) y cuando se trabaja
52
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 8-17
Figura 8-19
Pinzas gubias. De izquierda a derecha: Lempert, Ruskin,
Kerrison.
Pinzas sujetahuesos. De izquierda a derecha: pinzas de
reducción AO, pinzas de reducción de cierre rápido
grandes, pinzas sujetahuesos de Lane, pinzas de reducción
pequeñas con forma de concha.
Figura 8-18
Pinzas gubias de pico de pato de doble acción.
con tejidos relativamente pequeños (p. ej., anastomosis ureteral). Se han diseñado muchos otros instrumentos especializados
para facilitar las intervenciones quirúrgicas específicas. En las
figuras 8-22, 8-23 y 8-24 se muestran algunos de los instrumentos que se utilizan en las intervenciones ortopédicas y neurológicas. En el capítulo 31 se describen otros instrumentos que se
utilizan en cirugía ortopédica.
Figura 8-20
CUIDADOS Y MANTENIMIENTO
DEL INSTRUMENTAL
El instrumental quirúrgico de calidad es una inversión valiosa. Debe
utilizarse adecuadamente y debe cuidarse y mantenerse de forma
habitual para prevenir la corrosión, la erosión y la decoloración
(v. tabla 8-1). El instrumental debe aclararse con agua caliente
inmediatamente tras la intervención quirúrgica para evitar que la
sangre, los restos de tejido, el suero salino u otras sustancias extrañas
se sequen sobre él. Si el instrumental no puede lavarse inmediatamente, debe mantenerse húmedo debajo de una toalla mojada.
Muchos fabricantes recomiendan que el instrumental se aclare,
se lave y se esterilice en agua destilada o desionizada, porque el agua
del grifo contiene minerales que pueden decolorar y dejar manchas
en los instrumentos. Si se utiliza el agua del grifo para aclarar el
instrumental, debe secarse completamente para evitar que queden
manchas. El agua que queda en los instrumentos puede dejar manchas debido a su alto contenido en minerales; por tanto, es impor-
Elevadores periósticos. Izquierda, de borde redondo-AO;
derecha, borde recto, hoja curva-AO.
tante secar bien el instrumental después de lavarlo. Los instrumentos con varias piezas deben desmontarse antes de lavarlos. Los
instrumentos delicados deben lavarse y esterilizarse por separado.
Limpieza
Los métodos de limpieza con ultrasonidos o enzimáticos (p. ej., una
solución de enzimas hemolíticas como HaemoSol) limpian el instrumental de forma eficaz y eficiente. Típicamente, las soluciones
enzimáticas se utilizan para eliminar material proteínico del instrumental que se utiliza en cirugía general y el equipo de endoscopia.
Los elementos sucios deben lavarse utilizando una solución limpiadora para eliminar todos los detritos visibles antes de introducirlos
en un limpiador por ultrasonidos. Se utiliza un jabón de pH neutro
(pH entre 7 y 8); los detergentes con pH bajo corroen la superficie
CAPÍTULO 8
Instrumental quirúrgico
Figura 8-21
Figura 8-23
Equipo ortopédico. De arriba a abajo: cincel, martillo,
alambre ortopédico y torcedor de alambre.
Taladro con cámara de aire y conjunto de brocas.
53
Figura 8-22
Equipo ortopédico. De izquierda a derecha: prensa y llave
de Jacobs, clavos de Steinmann y alambre de Kirschner
(estuche de clavos), cortahuesos.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
protectora del acero inoxidable si no se aclaran completamente,
mientras que los detergentes con pH alto corroen o «ennegrecen»
el instrumental y pueden deteriorar su funcionalidad.
NOTA: No deben usarse soluciones de povidona yodada, jabón de fregar, o soluciones para lavar las manos
para limpiar el instrumental, porque producen manchas
y corrosión.
Los metales distintos (p. ej., cromo y acero inoxidable) no
deben mezclarse en el mismo ciclo de ultrasonidos. Todos los
instrumentos deben colocarse en el limpiador de ultrasonidos
con el trinquete y el cierre autoestático abiertos. Los instrumentos no deben apilarse unos encima de otros, porque podrían
dañarse los instrumentos delicados. Al final de cada ciclo
deben sacarse del limpiador y aclararse y secarse. Si no se dispone de un limpiador por ultrasonidos, el instrumental debe lim-
Figura 8-24
Equipo de neurocirugía. De izquierda a derecha: asa para
cristalino; separador de raíces para nervios pequeños;
raspador de sarro; disector de Freer; separador de raíces
nerviosas con ángulo recto grande.
piarse tan exhaustivamente como sea posible. Se utiliza un cepillo limpiador para instrumental para eliminar los detritos de los
bordes dentados, los dientes y las áreas de bisagra. Existen distintos cepillos especiales para instrumental (p. ej., cepillos para
tubos de aspiración de Frazier, cepillos laparoscópicos, cepillo
escariador de hueso y cepillos de endoscopia) junto con los cepillos limpiadores para el instrumental en general. También puede
utilizarse un cepillo de nailon suave o un cepillo de dientes; los
raspadores y las áreas con bordes dentados pueden necesitar un
cepillo de alambre. El instrumental se seca con una toalla de
papel limpia. Las puntas finas de las pinzas hemostáticas deben
colocarse boca arriba en las toallas para impedir que se dañen.
54
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 8-1
Causas de corrosión, erosión o decoloración del instrumental quirúrgico
TIPO Y CAUSA DE LA ALTERACIÓN
SOLUCIÓN
Corrosión
• Exceso de humedad en la superficie del instrumento
o del paquete del instrumental
• Precalentar el autoclave; dejar que el instrumental se enfríe
lentamente; comprobar las válvulas del autoclave por si tienen fugas
• Aclarado con agua del grifo; depósitos de tierras
alcalinas en las paredes del autoclave que se
depositan en el instrumental
• Utilizar agua destilada o desionizada durante la esterilización;
limpiar el autoclave periódicamente con ácido acético
• Contacto prolongado con soluciones limpiadoras
enzimáticas
• No exponer los instrumentos de acero y carbono a los limpiadores
enzimáticos más de 5 minutos
Erosión
• Contacto del instrumental con suero salino o
materiales extraños
• Aclarar el instrumental con agua destilada inmediatamente
después de la intervención quirúrgica
• Residuos de detergente en el instrumental durante la
esterilización en el autoclave
• Evitar utilizar detergentes con una base de cloro, ya que forman
ácido clorhídrico cuando están en contacto con el acero
• Utilización de detergentes alcalinos que eliminan la
capa de óxido de cromo
• Utilizar un detergente que tenga un pH próximo a 7
• Lavado simultáneo de metales de distinta
composición en un limpiador por ultrasonidos
• Separar el instrumental fabricado con metales diferentes durante la
limpieza
Depósitos de óxido
• Depósitos de hierro sobre el instrumental
procedentes del agua del grifo
• Utilizar agua destilada o desionizada para la limpieza, el
aclarado y la esterilización
• Deposición y oxidación de las partículas de carbono
del instrumental de acero inoxidable si se esterilizan
con instrumentos cromados con el metal expuesto
• Separar los dos tipos de acero durante la esterilización; sustituir
los instrumentos cromados que estén descascarillados o tengan
imperfecciones
Manchas
• La condensación y la evaporación lenta del agua
hacen que caigan gotas que contienen sodio, calcio
y/o magnesio sobre el instrumental
• Utilizar el autoclave siguiendo las instrucciones; abrir la puerta
una vez que el vapor se haya agotado; comprobar las válvulas y
las juntas; utilizar agua destilada o desionizada
Lubricación y autoclave
El autoclave no sustituye la limpieza adecuada del instrumental. Los
instrumentos con cierre autoestático, las bisagras y el equipo eléctrico deben lubricarse antes de introducirlos en el autoclave. Sólo
deben utilizarse lubricantes quirúrgicos, porque el vapor puede
penetrar en ellos; los aceites industriales interfieren con la esterilización por vapor y no deben utilizarse. Ya no se aconseja utilizar un
baño de lubricante, porque la solución puede contener bacterias procedentes del instrumental que se ha introducido antes en la solución. Se
recomienda utilizar un rociador de lubricante. Generalmente, el instrumental se agrupa en paquetes según su uso (v. tablas 8-2 y 8-3).
Antes de introducirlo en el autoclave, el instrumental debe envolverse en tela o colocarse sobre un paño en el interior de un recipiente perforado para que absorba la mezcla. El instrumental debe esterilizarse con los cierres autoestáticos y las bisagras abiertos.
NOTA: NUNCA cierre un instrumento en el autoclave;
si se cierran, el vapor no alcanza las superficies de metal superpuestas, por lo que no se esterilizan. Si no se
abren, las áreas de bisagra de las pinzas y las pinzas
hemostáticas pueden dilatarse y resquebrajarse al exponerse al calor durante la esterilización en el autoclave.
No debe sobrecargarse la cámara y se debe evitar el hacinamiento de los instrumentos para impedir que se dañen los instrumentos delicados. Los paquetes de instrumentos deben
envolverse dos veces (v. p. 5) y sellarse con cinta adhesiva (p. ej.,
cinta para autoclave). También se añade un sistema de control
antes de introducir el instrumental en el autoclave (p. ej., indicadores de esterilización OK, tiras indicadoras químicas Sterrad)
(v. p. 13). Debe evitarse el enfriamiento rápido del instrumental
para que no se produzca condensación. En el capítulo 2 se ofrece más información sobre los autoclaves y otros métodos de
esterilización. Las manchas deben diferenciarse de la oxidación
(v. tabla 8-4). Las manchas pueden quitarse, mientras que la oxidación es permanente.
NOTA: Para determinar si una decoloración marrón o
anaranjada es una mancha o se debe a la oxidación,
se utiliza una prueba de borrado. Se pasa un borrador
sobre la decoloración, si se elimina la decoloración y el
metal de debajo está liso y limpio, es una mancha. Si
aparece una muesca debajo de la decoloración, es una
corrosión o una oxidación (Spectrum surgical instruments).
CAPÍTULO 8
TABLA 8-2
Instrumental quirúrgico
55
TABLA 8-3
Contenido recomendado de los paquetes quirúrgicos
básicos para tejidos blandos*
INSTRUMENTAL
CANTIDAD
Pinzas hemostáticas Halsted-mosquito:
curvas, 12 cm
rectas, 12 cm
Pinzas hemostáticas de Kelly, curvas, 13 cm
Pinzas de Crile, rectas, 13 cm
Pinzas hemostáticas de Rochester-Carmalt,
curvas, 17,5 cm
Portaagujas Mayo-Hegar o de Olsen-Hegar,
17 cm
Pinzas tisulares de Adson-Brown
Pinzas tisulares de Allis, 5 ⫻ 6 dientes,
14,5 cm
Pinzas para paños de Backhaus, 12,5 cm
Tijeras de Metzenbaum, curvas, 19 cm
Tijeras Mayo, curvas, 19 cm
Tijeras de sutura, aguda-roma, rectas, 12 cm
Bandeja para instrumental
Separadores de Senn
Mango de bisturí, n.° 3
Gancho «emasculador» para
ovariohisterectomía
Batea con suero salino
Gasas radiopacas (9,5 ⫻ 9,5 cm)
2
2
2
2
4
1
1
4
4
1
1
1
1
2
1
1
Contenido recomendado de los paquetes para cirugía
ortopédica básica*
INSTRUMENTAL
CANTIDAD
Prensa y llave de Jacobs
1
Separador de Hohmann
2
Separador de Army-Navy
2
Elevador perióstico
1
Torcedor de alambres
1
Cortaclavos mediano
1
Pinzas sujetahuesos de Kern o de Lane
2
Pinzas de reducción
1
Alambre ortopédico (medidas 18, 20 y 22)
1 de cada
tamaño
Alambres de Kirschner
2 de cada
tamaño
Clavos intramedulares
2 de cada
tamaño
*Además de un paquete para cirugía general (v. tabla 8-2).
1
20
*Para esterilización, laparotomía o reparación de heridas.
TABLA 8-4
Guía de colores de las manchas que afectan al instrumental quirúrgico*
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
COLOR DE
LA MANCHA
CAUSA
Marrón/anaranjado
Detergentes con pH alto, clorhexidina o humedad inadecuada del instrumental. También puede estar
causado por utilizar agua del grifo.
Marrón oscuro
Soluciones para el instrumental con pH bajo. La película de color pardusco también puede estar
causada por un malfuncionamiento del esterilizador. Otras manchas situadas de forma parecida
también pueden deberse a que hay sangre adherida.
Negro azulado
Recubrimiento inverso, cuando se procesan juntos mediante ultrasonidos instrumentos de metales
diferentes (p. ej., cromo y acero inoxidable). También puede estar causada por contacto con suero
salino, sangre o cloruro de potasio.
Multicolor
Calor excesivo por un punto caliente localizado del esterilizador. Las manchas de color arco iris
pueden eliminarse.
Manchas de colores
claros y oscuros
Gotas de agua que se han secado sobre el instrumento. La evaporación lenta produce depósitos de
sodio, calcio y magnesio.
Gris azulado
Cuando se usan soluciones de esterilización líquidas (frías) sin seguir las recomendaciones del fabricante.
Negro
Contacto con amoníaco o con una solución que contiene amoníaco.
Gris
Se está usando un líquido para quitar el óxido durante más tiempo del que recomienda el fabricante.
De óxido†
Sangre seca que se ha endurecido sobre las áreas dentadas o las bisagras de un instrumento
quirúrgico. Este material orgánico, una vez endurecido, puede tener un color oscuro. También puede
estar causado por utilizar agua del grifo.
*Modificado de Spectrum, surgical instruments, repairs, instrument accessories; www.spectrumsurgical.com.
†
Véase el cuadro sobre cómo diferenciar la corrosión de las manchas.
56
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Esterilización en frío
La esterilización en frío se utiliza para algunos instrumentos,
pero no puede garantizarse la esterilización. El instrumental que
no puede esterilizarse en un autoclave se esteriliza mejor utilizando medios alternativos (p. ej., esterilización con óxido de
etileno o con plasma; v. p. 11). Las soluciones que contienen cloruro de bencil amonio (BAC) no deben utilizarse para los instrumentos que tienen carburo de tungsteno insertado, porque el
BAC disuelve el tungsteno.
COLOCACIÓN Y ORGANIZACIÓN DE LA MESA
DE INSTRUMENTAL
Las mesas para el instrumental deben ser de altura regulable
para que puedan situarse al alcance del personal quirúrgico. No
deben abrirse hasta que el animal esté colocado en la mesa quirúrgica y se hayan puesto los paños. La mesa debe estar cubierta
por completo con paños de mesa impermeables, grandes. Para
abrir estos paños, el paño y el envoltorio exterior se colocan
sobre la mesa de instrumental. Se sujeta suavemente la superficie
inferior expuesta del paño, y se desdoblan los extremos y después los lados. Una vez que se ha abierto el paño, el personal no
estéril no debe acercarse. Los soportes Mayo suelen utilizarse en
intervenciones que requieren más instrumental, como el revestimiento óseo; existen tapas para soportes diseñadas especialmente para estas mesas. Después de abrir el paquete del instrumental
(v. p. 6), este debe colocarse de forma que pueda cogerse con facilidad. Generalmente, la disposición depende de las preferencias
del cirujano, pero agrupar los instrumentos parecidos (es decir,
tijeras y separadores) facilita su uso. Siempre que se abre una cavidad del organismo, deben contarse las gasas que se utilizan desde el
principio de la intervención (antes de hacer la incisión) y antes
de cerrarla para comprobar que no se ha dejado ninguna gasa dentro de la cavidad. El instrumental contaminado o las gasas sucias no
deben dejarse en la mesa del instrumental.
CAPÍTULO 9
C A P Í T U L O
Biomateriales, sutura y hemostasia
57
9
Biomateriales,
sutura y hemostasia
SUTURAS Y SELECCIÓN DE LAS SUTURAS
Las suturas tienen una función muy importante en la reparación
de las heridas, proporcionando hemostasia y un sostén para la
cicatrización tisular. Los distintos tejidos necesitan suturas diferentes y cicatrizan a velocidades distintas; algunos tejidos sólo
necesitan sostén durante unos días (p. ej., el músculo, el tejido
subcutáneo o la piel), mientras que otros tardan semanas (fascias)
o incluso meses (tendones) en cicatrizar. Las características individuales de los pacientes también influyen en la elección de la
sutura: las heridas tardan más en cicatrizar si existe infección, obesidad, desnutrición, neoplasia, trastornos del colágeno o si se han
administrado ciertos fármacos (esteroides). En los tejidos que
cicatrizan rápidamente lo mejor es utilizar una sutura que pierda
su fuerza tensora aproximadamente a la misma velocidad a la que
aumenta la fuerza del tejido, y que este la absorba para que no
quede material extraño en la herida. Cuando se utilizan técnicas
quirúrgicas mínimamente invasivas (v. capítulo 14), las suturas
tienen que satisfacer ciertas demandas adicionales; además de una
buena seguridad del nudo, el lubricante superficial debe asegurar
su fácil manipulación, el arrastre del tejido debe ser mínimo y la
biocompatibilidad alta, con una respuesta inflamatoria mínima.
También deben tenerse en cuenta las preferencias individuales,
como la familiaridad con el material y su disponibilidad.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Características de las suturas
La sutura ideal debe manejarse con facilidad, producir una
mínima reacción tisular, inhibir el crecimiento bacteriano, mantenerse en su sitio una vez que se han hecho los nudos, resistir el
retroceso del tejido, no tener propiedades capilares, no ser alérgica, no ser carcinógena ni ferromagnética, y absorberse produciendo la mínima reacción una vez que el tejido ha cicatrizado.
Desgraciadamente, la sutura ideal no existe. Por tanto, los cirujanos deben elegir la sutura que más se aproxime a la ideal en
cada intervención determinada y para el tejido que se va a suturar. Existen muchas combinaciones de agujas e hilos diferentes.
Tamaño de la sutura. Debe utilizarse la sutura de diámetro más pequeño que permita sujetar de forma adecuada el tejido
dañado que se está cosiendo, con el fin de reducir al mínimo el
traumatismo que se produce cuando la sutura atraviesa el tejido y
disminuir la cantidad de material extraño que queda en la herida.
La sutura no debe ser más fuerte que el tejido suturado. El sistema
estándar que más se utiliza para medir el tamaño de las suturas es
el USP (United States Pharmacopeia), que designa las dimensiones
desde la más fina a la más gruesa (midiendo el diámetro en pulgadas), según una escala numérica, en la que 12-0 es el valor más
pequeño y 7 el más grande. Al principio, las suturas se clasificaban
del 0 al 3, pero a medida que fueron avanzando los materiales y
aparecieron hilos más finos, se fueron añadiendo más ceros. El USP
utiliza estándares diferentes para el catgut y otros materiales (v. tabla 9-1). Cuanto más fino es el hilo, menos fuerza de tensión tiene.
El alambre de acero inoxidable suele clasificarse por su tamaño
según la escala métrica o la escala USP, o por el calibre del
alambre según el sistema Brown y Sharpe (B y S) (v. tabla 9-1).
Flexibilidad. La flexibilidad de una sutura está determinada por su resistencia a la torsión y su diámetro, que influyen
en su manejo y su utilidad. Las suturas flexibles se utilizan para
ligar vasos o realizar suturas continuas. Las suturas menos flexibles (p. ej., de alambre) no pueden utilizarse para ligar vasos
pequeños. El nailon y el catgut son relativamente rígidos si se
comparan con las suturas de seda; las suturas de poliéster trenzado tienen una rigidez intermedia.
Características de la superficie y recubrimiento. Las
características de la superficie de las suturas influyen en la facilidad con que se introducen a través del tejido (es decir, la cantidad
de fricción o «deslizamiento») y en la magnitud del traumatismo
que producen. Las suturas rugosas producen más traumatismo que
las suturas lisas. En los tejidos delicados, como el ojo, es especialmente importante utilizar suturas lisas. Sin embargo, las suturas
con la superficie lisa también tienen inconvenientes: requieren
más tensión para asegurar la correcta aposición de los tejidos y los
nudos son menos seguros (v. p. 60). Los materiales trenzados se
deslizan más que las suturas monofilamento; suelen estar recubiertos para que disminuya la capilaridad (v. el comentario más
adelante) y que su superficie sea más lisa. Para recubrir el hilo se
utilizan teflón, silicona, cera, parafina o estearato cálcico.
Capilaridad. La capilaridad es el proceso por el que los líquidos y las bacterias se transportan hacia los intersticios de las fibras
multifilamento. Puesto que los neutrófilos y los basófilos son demasiado grandes para entrar en los intersticios de las fibras, la infección
puede persistir, especialmente en las suturas no reabsorbibles. Todos
los materiales trenzados (p. ej., la seda) son capilares; las suturas
monofilamentosas son menos capilares. El recubrimiento reduce la
capilaridad de algunas suturas. Los materiales de sutura capilares no
deben utilizarse en las zonas contaminadas o infectadas.
Fuerza tensora del nudo. La fuerza de tensión del nudo
se mide por la fuerza que el hilo de la sutura puede resistir antes
57
58
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 9-1
Tamaño de las suturas
MATERIALES DE
SUTURA SINTÉTICOS
(USP)
CATGUT (USP)
CALIBRE DEL
ALAMBRE BROWN
Y SHARPE
CALIBRE MÉTRICO
TAMAÑO REAL (mm)
10-0
0,2
0,02
9-0
0,3
0,03
8-0
0,4
0,04
7-0
8-0
41
0,5
0,05
6-0
7-0
38-40
0,7
0,07
5-0
6-0
35
1
0,1
4-0
5-0
32-34
1,5
0,15
3-0
4-0
30
2
0,2
2-0
3-0
28
3
0,3
0
2-0
26
3,5
0,35
1
0
25
4
0,4
2
1
24
5
0,5
3,4
2
22
6
0,6
5
3
20
7
0,7
6
4
19
8
0,8
18
9
0,9
7
USP, United States Pharmacopeia.
CUADRO 9-1
Terminología que se utiliza para describir las características de las suturas*
• Reabsorbible: pérdida progresiva de la masa y/o el
volumen del material de sutura; no se relaciona con la
fuerza de tensión inicial
• Fuerza de rotura: límite de la fuerza de tensión en el que
la sutura fracasa
• Capilaridad: extensión en la que el líquido absorbido se
transfiere a lo largo de la sutura.
• Elasticidad: medida de la capacidad del material para
recuperar su forma y longitud originales después de
haberse deformado
• Absorción de líquidos: capacidad para captar un líquido
después de la inmersión en él
• Fuerza de tensión al tirar del hilo: fuerza que rompe el
material de sutura anudado (10%-40% más débil después de la deformación por la colocación del nudo)
• Fuerza del nudo: cantidad de fuerza necesaria para conseguir que un nudo se deshaga (se relaciona con el coeficiente de fricción estática y la plasticidad de un material
determinado)
• Memoria: capacidad inherente de la sutura para recuperar o mantener su forma general original (se relaciona
con la elasticidad, la plasticidad y el diámetro)
• Deformación: mide la capacidad del hilo para deformarse sin romperse y para mantener una forma nueva una
vez que la fuerza deformante desaparece
• Flexibilidad: facilidad para manejar el material de sutura; capacidad para ajustar la tensión del nudo y asegurar los nudos (se relaciona con el material de la sutura,
el tipo de filamento y el diámetro)
• Tenacidad: fuerza longitudinal máxima que soporta el
hilo antes de romperse
• Valor de salida de la sutura: aplicación de fuerza en una
lazada de la sutura localizada donde se ha producido
un fallo del tejido, que mide la fuerza de un tejido en particular; varía dependiendo del sitio anatómico y la composición histológica (grasa, 0,2 kg; músculo, 1,27 kg;
piel, 1,82 kg; fascia, 3,77 kg)
• Fuerza de tensión: medida de la capacidad de un material o de un tejido para resistir la deformación y la
rotura
• Fuerza de rotura de la herida: fuerza de tensión mínima que aplicada a una herida que está cicatrizando,
hace que sus bordes se separen
*Tomado de Lai SY, Becker DG: Sutures and needles, e-medicine, Topic 38, 2004.
de romperse una vez que se ha atado (v. cuadro 9-1). Las suturas
deben ser tan fuertes como el tejido normal a través del que se
van a colocar, pero su fuerza de tensión no debe ser mucho
mayor que la fuerza de tensión del tejido.
Seguridad relativa del nudo. La seguridad relativa del
nudo es la capacidad de sujeción de una sutura expresada como
un porcentaje de su fuerza de tensión. La capacidad de sujeción
del nudo de un material de sutura es la fuerza necesaria para
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
59
Sutura
Reabsorbible
A corto
plazo
No
reabsorbible
A medio
plazo
Natural
Sintética
Trenzada
Monofilamentosa
Catgut
Vicryl
Rapide
Vicryl
trenzado
Dexon
Monocryl
Dexon
A largo
plazo
Trenzada Monofilamentosa
Maxon
PDS II
Glucómero 631
Natural
Seda
Sintética
Trenzada
Monofilamentosa
Nurolon
Ethibond
Supramid
Braunamid
Mersilene
Dacron
TiCron
Ethilon
Flexon
Prolene
Dermalon
Surgilene
Fluorofil
Figura 9-1
Características de las suturas que se utilizan en la práctica veterinaria.
desatar o romper un nudo tirando de la parte del hilo que forma
la lazada, mientras que la fuerza de tensión del material es la fuerza necesaria para romper una fibra sin atar aplicando una fuerza
en la dirección de su longitud (v. cuadro 9-1).
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Materiales de sutura específicos
Los materiales de sutura pueden clasificarse en función de cómo
se comportan en los tejidos (reabsorbibles o no reabsorbibles),
de su estructura (monofilamento o multifilamento), o de su origen (sintético, orgánico o metálico) (v. figura 9-1 y tabla 9-2).
Existen dos mecanismos principales de reabsorción que producen la degradación de las suturas reabsorbibles. Las suturas de
origen biológico, como el catgut, se digieren gradualmente por
las enzimas tisulares y se fagocitan, mientras que las suturas
fabricadas a partir de polímeros sintéticos se descomponen,
principalmente por hidrólisis. Las suturas no reabsorbibles terminan encapsulándose o recubriéndose de fibroblastos.
Las suturas monofilamento están formadas por una única
hebra de hilo. Tienen menos arrastre tisular que las suturas multifilamento y no tiene intersticios que puedan albergar bacterias.
Las suturas monofilamento deben manipularse con cuidado porque pueden cortarse o dañarse con las pinzas y los portaagujas las
debilitan y las predisponen a la rotura. Las suturas multifilamento
constan de varias hebras retorcidas o trenzadas juntas. Generalmente, estas suturas son más adaptables y flexibles que las suturas
monofilamento. Pueden estar recubiertas para reducir el arrastre
tisular y que sea más fácil manejarlas (v. el comentario anterior).
Materiales de sutura reabsorbibles
Los materiales de sutura reabsorbibles (p. ej., catgut, ácido poliglicólico [Dexon], poliglactina 910 [Vicryl], polidioxanona
[PDS II], poligliconato [Maxon] y poliglecaprona 25 [Mono-
cryl] pierden la mayor parte de su fuerza tensora en 60 días, y
después desaparecen del lugar de implantación en el tejido cuando se fagocitan o se hidrolizan (v. figura 9-1 y tabla 9-2). El tiempo que tardan en perder la fuerza y reabsorberse completamente varía entre los distintos materiales de sutura.
Catgut. La palabra catgut deriva del término kitgut o kitstring (cuerda de violín). La interpretación errónea de la palabra kit
refiriéndose a un gatito dio lugar al uso del término catgut. Hoy en
día, el catgut se obtiene de la submucosa del intestino de oveja o
de la serosa del intestino bovino, y tiene aproximadamente un
90% de colágeno. Se descompone por fagocitosis y, si se compara
con otros materiales de sutura, produce una gran reacción inflamatoria. El catgut pierde la fuerza rápidamente una vez implantado en el tejido. El «curtido» (reticulado con fibras de colágeno),
que se produce por exposición al cromo o al aldehído, retrasa la
reabsorción. Existe catgut sencillo, cromado medio, o cromado;
generalmente, al aumentar el curtido aumenta su fuerza y disminuye la reacción tisular. El catgut desaparece rápidamente de las
zonas o sitios infectados, donde entra en contacto con enzimas
digestivas y se degrada rápidamente en los pacientes catabólicos.
Los nudos pueden deshacerse si se mojan.
Materiales reabsorbibles sintéticos. Los materiales
reabsorbibles sintéticos (p. ej., ácido poliglicólico, poliglactina
910, polidioxanona, poligliconato, poliglecaprona 25 y glucómero 631 [BIOSYN] suelen descomponerse por hidrólisis. El ácido
poliglicólico está formado por filamentos trenzados extraídos
del ácido glicólico. Pierde el 35% de la fuerza de tensión a los
14 días y el 65% a los 21 días. El ácido poliglicólico está disponible tanto recubierto como sin recubrir. La poliglactina 910 es
una sutura multifilamento formada por un copolímero de lactida y glicólida con poliglactina 370. Se recubre con estearato cálcico. La velocidad con la que pierde la fuerza de tensión es pare-
–
Vicryl
Vicryl Rapide
Catgut cromado
Poliglactina 910
Maxon
Monocryl
Biosyn
Perma-Hand
Mersilene (no recubierto)
Ethibond (recubierto)
Dacron (no recubierto)
Ti•cron (recubierto)
Ethilon (monofilamento)
Nurolon (multifilamento)
Dermalon (monofilamento)
Surgilon (multifilamento)
Prolene
Surgilene
Fluorofil
Novafil
Supramid
Braunamid
Poligluconato
Poliglecaprona 25
Glucómero 631
Seda
Poliéster
Poliamida (nailon)
Polipropileno
Polibutéster
Caprolactam
polimerizado
Flexon (multifilamento)
No reabsorbible
Monofilamento o
multifilamento
No reabsorbible
Multifilamento
No reabsorbible
Monofilamento
No reabsorbible
Monofilamento
No reabsorbible
Monofilamento o
multifilamento
No reabsorbible
Multifilamento
No reabsorbible
Multifilamento
Reabsorbible
Monofilamento
Reabsorbible
Monofilamento
Reabsorbible
Monofilamento
Reabsorbible
Monofilamento
Reabsorbible
Multifilamento
30% a los 2 años (monofilamento)
75% a los 180 días (multifilamento)
30% a los 14 días
50% en 1 año
25% a las 2 semanas
60% a las 3 semanas
40%-50% a los 7 días
70%-80% a los 14 días
30% a los 14 días
45% a los 21 días
14% a los 14 días
31% a los 42 días
35% a los 14 días
65% a los 21 días
35% a los 21 días; 60% a los 14 días
50% a los 5-6 días; 100% a las
2 semanas
25% a las 2 semanas; 50% a las
3 semanas
33% a los 7 días
*Los valores son aproximados. La pérdida real de la fuerza tensora puede variar dependiendo de la sutura y el tejido.
†
(–), Malo (<60%); (+), aceptable (60%-70%); (+ +), bueno (70%-85%); (+ + +), excelente (>85%).
‡
(–), De mínima a ninguna; (+), leve; (+ +), moderada; (+ + +), intensa.
Alambre de acero
inoxidable
PDS II
Polidioxanona
Vetcassette II
Dexon «S» (no recubierto)
Dexon II (recubierto)
Ácido poliglicólico
Reabsorbible
Multifilamento
Reabsorbible
Multifilamento
DISMINUCIÓN DE LA FUERZA
DE TENSIÓN*
⫹⫹⫹
—
⫹⫹ (si se rompe
la capa
externa)
⫹⫹
—
⫹⫹
⫹⫹⫹
—
⬎2 años
—
⫹
⫹⫹
90-110
⫹⫹
⫹
⫹⫹
90-120
—
⫹
⫹⫹
180
⫹⫹⫹
⫹
⫹⫹
180
—
⫹
⫹⫹
60-90
⫹
⫹
⫹
⫹
56-70
42
56-70
60
⫹⫹
⫹⫹
⫹⫹
REACCIÓN
TISULAR‡
⫹⫹⫹
SEGURIDAD
RELATIVA DEL
NUDO†
— Mojado
REABSORCIÓN
COMPLETA (DÍAS)
PARTE I
Vicryl Plus
NOMBRE COMERCIAL
NOMBRE GENÉRICO
CARACTERÍSTICAS
DE LA SUTURA
Características de los materiales de sutura que se utilizan en la práctica veterinaria
TABLA 9-2
60
Principios quirúrgicos generales
CAPÍTULO 9
cida a la del ácido poliglicólico. Polidioxanona y poligliconato
son suturas monofilamento que conservan la fuerza tensora más
que el ácido poliglicólico o poliglactina 910. Las suturas de polidioxanona pierden el 14% de la fuerza tensora en 14 días, el 31%
en 42 días, y se reabsorben completamente en 6 meses. La calcinosis circunscrita se ha asociado a las suturas de polidioxanona
en los perros. El glucómero 631 es una sutura sintética reabsorbible fabricada a partir de un poliéster formado por glicolide
(60%), dioxanona (14%) y carbonato de trimetileno (26%). Es
una sutura monofilamento que conserva aproximadamente el
75% de su fuerza de tensión USP a las 2 semanas y el 40% a las
3 semanas tras implantarse. Se reabsorbe por completo entre
los 90 y los 110 días.
Poliglactina 910 y el ácido poliglicólico se hidrolizan más
deprisa en un medio alcalino, pero son relativamente estables en
las heridas contaminadas. El ácido poliglicólico, la poliglactina
910 y la poliglecaprona 25 pueden degradarse rápidamente en la
orina infectada; la polidioxanona, el poligliconato y el glucómero 631 pueden utilizarse en la vejiga urinaria estéril y si está
infectada por E. coli. Sin embargo, utilizar una sutura que se
degrada mediante hidrólisis puede ser arriesgado si la vejiga está
infectada por Proteus spp. (v. también p. 677). En un estudio
reciente se comprobó que todas las suturas monofilamento
reabsorbibles se degradaron en 7 días en orina inoculada con
P. mirabilis (Greenberg y cols., 2004).
Los materiales de sutura reabsorbibles producen una reacción tisular mínima, y el tiempo que tardan en perder la fuerza
de tensión y en reabsorberse es bastante constante en los distintos tejidos. La infección o la exposición a las enzimas digestivas
no influyen significativamente en la velocidad de reabsorción de
la mayoría de las suturas reabsorbibles sintéticas. Poliglecaprona 25 es una sutura reabsorbible sintética, monofilamento, flexible, que se fabrica con un copolímero de glicolide y épsilon
caprolactona. Puesto que carece de rigidez, tiene poca «memoria» y unas buenas características de manejo. El Vicryl Rapide
(poliglactina 910) es una nueva sutura sintética trenzada que se
reabsorbe rápidamente, cuya fuerza inicial es comparable a la del
nailon y el catgut. Sin embargo, la fuerza de tensión disminuye al
50% en 5-6 días, y se reabsorbe completamente en 42 días. Esta
sutura está indicada para el cierre superficial de las mucosas, el
cierre gingival y el cierre de la piel periocular. Vicryl Plus es una
nueva sutura que se diseñó para reducir la colonización bacteriana en las suturas. Está recubierta por una sustancia antibacteriana, triclosán.
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Materiales de sutura no reabsorbibles
Materiales no reabsorbibles orgánicos. La seda es el
material de sutura no reabsorbible orgánico que más se utiliza.
Es una sutura multifilamento trenzada realizada por un tipo
especial de gusanos de seda, y se comercializa recubierta o sin
recubrir. Tiene unas características de manejo excelentes y suele
utilizarse en las intervenciones cardiovasculares; sin embargo,
no conserva una fuerza de tensión significativa a los 6 meses y,
por tanto, está contraindicada para su uso en los injertos vasculares. No debe utilizarse en las zonas contaminadas; una sutura
de seda puede reducir el número de bacterias necesario para
provocar una infección en una herida de 106 a 103.
Materiales no reabsorbibles sintéticos. Los materiales de sutura no reabsorbibles sintéticos (v. tabla 9-2) se comercializan como suturas multifilamento trenzadas (p. ej., poliéster
Biomateriales, sutura y hemostasia
61
o caprolactam recubierto) o monofilamento (p. ej., polipropileno, poliamida, poliolefinas o polibutéster). Típicamente, son
fuertes y producen una reacción tisular mínima. Los materiales
de sutura no reabsorbibles que constan de un núcleo interno y
una cubierta externa (p. ej., Supramid) no deben enterrarse en
los tejidos porque pueden predisponer a infección y fistulación.
La cubierta externa suele romperse, permitiendo que las bacterias residan debajo de ella.
NOTA: NUNCA deben implantarse en el organismo
bandas de bridas (p. ej., para ligar los pedículos ováricos), porque liberan sustancias tóxicas cuando se degradan y pueden producir abscesos o tumores.
Suturas metálicas. El acero inoxidable es la sutura
metálica que más se utiliza. Está disponible como alambre
retorcido monofilamento o multifilamento. Generalmente,
produce muy poca reacción tisular, pero el extremo del nudo
puede producir una reacción inflamatoria. El acero inoxidable
tiene tendencia a cortar el tejido, y puede fragmentarse y
migrar. Es estable en las heridas contaminadas y es el estándar
para determinar la seguridad de los nudos y la reacción tisular
a los materiales de sutura.
Agujas quirúrgicas
Existen agujas de distintas formas y tamaños; la elección de una
aguja depende del tipo de tejido que se va a suturar (p. ej., penetrabilidad, densidad, elasticidad y grosor), la topografía de la
herida (p. ej., profunda o estrecha) y las características de la aguja (es decir, el ojo, la longitud y el diámetro). La fuerza, la ductilidad y la agudeza de la aguja son factores importantes que
determinan sus características de manejo y su utilidad. La magnitud de la deformación angular que una aguja puede tolerar
antes de deformarse de forma permanente se denomina rendimiento quirúrgico. La ductilidad es la resistencia de la aguja a
romperse cuando se dobla. La agudeza de la aguja está relacionada con el ángulo de la punta (v. p. 62) y el filo de la aguja. Las
agujas más agudas tienen una punta afilada, fina y larga, con
bordes cortantes lisos. La mayoría de las agujas quirúrgicas se
fabrican con acero inoxidable, ya que es un material resistente,
no se corroe y no se acumulan bacterias sobre él.
Los tres componentes básicos de una aguja son el extremo
donde se fija el hilo (es decir, extremo tallado u ojo), el cuerpo y
la punta (v. figura 9-2, A). Las agujas con ojo deben enhebrarse,
por lo que el tejido se atraviesa con dos hebras de hilo y se crea
un orificio más grande que cuando se utilizan agujas atraumáticas (el hilo ya está montado en el extremo de la aguja). La agujas
con ojo pueden ser cerradas (redondas, rectangulares o cuadradas) o French (es decir, con una hendidura desde la parte interna
del ojo hasta el extremo de la aguja para que resulte más fácil
enhebrarla) (v. figura 9-2, B). Las agujas con ojo se enhebran
desde la curvatura interna. En las suturas atraumáticas, la aguja
y el hilo forman una unidad continua, lo que reduce al mínimo
el traumatismo tisular y facilita su uso.
El cuerpo de la aguja puede tener varias formas (v. figura 9-2, C); el tipo del tejido, y la profundidad y el tamaño de la
herida determinan la forma que debe tener la aguja. Las agujas
rectas (Keith) suelen utilizarse en lugares accesibles donde la aguja puede manipularse directamente con los dedos (p. ej., para
62
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
C
Cerrado
Punta de
la aguja
French
Ojo
Recta
1/4
5/8
1/2
Cuerpo de
la aguja
D
3/8
1. De punta afilada
2. Tapercut
3. Cortante regular
Cuerpo
Cuerpo
Cuerpo
Punta
Punta
Punta
4. Cortante inversa
5. De punta
espatulada
6. De punta roma
Cuerpo
Cuerpo
Cuerpo
Punta
Punta
Punta
Figura 9-2
A. Componentes básicos de una aguja. B. Tipos de agujas con ojo. C y D. Formas y
tamaños del cuerpo de la aguja.
hacer una sutura en bolsa de tabaco en el ano). Las agujas curvas
deben manejarse con portaagujas. La profundidad y el diámetro
de la herida son importantes para seleccionar la aguja curva más
adecuada. Las agujas con una circunferencia de un cuarto (1/4) se
utilizan principalmente en intervenciones oftalmológicas. Las
agujas con una circunferencia de tres octavos (3/8) o de un medio
(1/2) son las que más se utilizan en la práctica veterinaria (p. ej.,
cierre abdominal). Las agujas con una circunferencia de tres octavos son más fáciles de manejar que las agujas con una circunferencia de un medio, porque requieren menos pronación y supinación
de la muñeca. Sin embargo, puesto que se necesita un arco de
manipulación más grande, es difícil utilizarlas en sitios profundos o
inaccesibles. Las agujas con una circunferencia de un medio o de
cinco octavos (5/8) son más fáciles de utilizar en sitios cerrados, a
pesar de que requieren más pronación y supinación de la muñeca.
La punta de la aguja (es decir, cortante convencional, afilada,
cortante inversa o cortante lateral) (v. figura 9-2, D) está relacionada con su agudeza y con el tipo de tejido en el que puede utilizarse. Generalmente, las agujas cortantes tienen dos o tres bordes cortantes opuestos. Están diseñadas para utilizarse en tejidos
difíciles de atravesar, como la piel. Las agujas cortantes convencionales tienen un tercer borde cortante en la curvatura interna
(es decir, cóncava), por lo que es más fácil «recortar el tejido», ya
que cortan hacia los bordes de la herida o la incisión. Las agujas
cortantes inversas tienen un tercer filo en la curvatura exterior (es
decir, convexa) de la aguja; esto hace que sean más fuertes que
las agujas convencionales del mismo tamaño y que disminuya el
riesgo de cortar el tejido. Las agujas cortantes laterales (es decir,
agujas espatuladas) son planas en el extremo superior y el inferior. Suelen utilizarse en intervenciones oftalmológicas. Las agu-
CAPÍTULO 9
jas afiladas (es decir, redondas) tienen una punta aguda que
atraviesa y se introduce en el tejido sin cortarlo. Suelen utilizarse
en tejidos que pueden atravesarse con facilidad, como el intestino, el tejido subcutáneo o las fascias. Las agujas tapercut, que son
una combinación de punta con filo inverso y cuerpo redondo,
suelen utilizarse para suturar tejido fibroso duro, denso, como los
tendones, y en algunas intervenciones cardiovasculares, como
los injertos vasculares. Las agujas de punta roma tienen la punta
redondeada, lo que permite la disección a través del tejido friable
sin cortarlo. En ocasiones se utilizan para suturar órganos parenquimatosos blandos, como el hígado o el riñón.
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Selección de la sutura para los distintos
tipos de tejidos
Cuando se elige la sutura debe tenerse en cuenta cuánto tiempo
debe durar la sutura para que se consolide la herida o el tejido,
el riesgo de infección, el efecto del material de la sutura sobre la
cicatrización de la herida, y la dimensión y la fuerza que requiere la sutura.
Cierre abdominal. En la piel deben utilizarse suturas
monofilamento para impedir la reabsorción activa o el transporte capilar de bacterias hacia los tejidos más profundos. Las
suturas no reabsorbibles monofilamento sintéticas (p. ej., Prolene, Novafil y Fluorofil) tiene una seguridad del nudo relativa
buena y no son muy capilares. El caprolactam polimerizado
(Supramid, Vetafil) tiene unas buenas características de manejo, pero como es trenzado no debe enterrarse en los tejidos más
profundos. En la piel pueden utilizarse suturas reabsorbibles
(p. ej., PDS o Maxon), pero es necesario quitarlas porque su
reabsorción requiere el contacto con líquidos orgánicos. Se han
utilizado suturas subcutáneas para obliterar los espacios muertos y reducir la tensión de los bordes de la piel; se prefieren los
materiales de sutura reabsorbibles (p. ej., PDS II, Maxon,
Monocryl).
La fascia rectal puede cerrarse con una sutura continua o discontinua, pero la mayoría de los cirujanos cierra la fascia rectal
con una sutura continua simple. Hay muchos materiales adecuados para las suturas discontinuas, pero deben evitarse la
suturas que se eliminan rápidamente (p. ej., catgut) en los
pacientes catabólicos (es decir, hipoalbuminémicos y desnutridos). En las suturas continuas debe utilizarse hilo monofilamento fuerte con una buena seguridad del nudo (p. ej., PDS II,
Maxon, Prolene o Novafil). Para las suturas continuas es preferible utilizar hilo de un tamaño más grande del que normalmente
se utilizaría. Los nudos deben atarse con cuidado, y deben hacerse tres o cuatro nudos cuadrados (seis u ocho lazadas). Puede ser
preferible utilizar suturas reabsorbibles (p. ej., PDS II o Maxon)
para impedir que se queden en la incisión grandes cantidades de
material extraño permanentemente.
Músculos y tendones. Los músculos tienen poca capacidad de sujeción y es difícil suturarlos. Puede usarse material
reabsorbible o no reabsorbible. Las suturas paralelas a las fibras
musculares pueden soltarse. El material de sutura para reparar
los tendones debe ser fuerte, no reabsorbible y mínimamente
reactivo. Generalmente, es menos traumático suturar con una
aguja afilada o tapercut. Debe utilizarse el hilo más grueso que
pueda atravesar el tendón sin traumatizarlo.
Órganos parenquimatosos. En los órganos parenquimatosos, como el hígado, el bazo y los riñones, suelen utilizarse suturas monofilamento reabsorbibles. Deben evitarse las
Biomateriales, sutura y hemostasia
63
suturas multifilamento en zonas de contaminación, y las suturas que más resbalan (p. ej., Dexon o Vicryl) pueden cortar el
tejido.
Vísceras huecas. Generalmente, se recomienda utilizar
suturas reabsorbibles en las vísceras huecas, como la tráquea, el
tubo gastrointestinal o la vejiga de la orina, para impedir que
quede material extraño en el tejido una vez que la herida haya
cicatrizado. Además, las suturas no reabsorbibles pueden dar
lugar a la formación de cálculos en la vejiga o en la vesícula biliar.
El Dexon se disuelve rápidamente si se incuba en orina estéril
(6 días) o en orina infectada (3 días). Véase también la sección
Materiales reabsorbibles sintéticos.
Heridas infectadas o contaminadas. Si es posible,
debe evitarse suturar las heridas muy contaminadas o infectadas, porque incluso las suturas no reabsorbibles menos reactivas provocan algún grado de infección en los tejidos contaminados con Escherichia coli o con Staphylococcus aureus. Las
suturas no reabsorbibles multifilamento (p. ej., seda o poliéster) no deben utilizarse en los tejidos infectados, porque potencian la infección y pueden producir fístulas. Es preferible utilizar material reabsorbible; sin embargo, no debe utilizarse
catgut, porque su reabsorción en tejidos infectados es impredecible. Las suturas sintéticas de nailon monofilamento o de polipropileno provocan menos infección en los tejidos contaminados que las suturas metálicas.
Vasos sanguíneos y anastomosis vascular. Los vasos
deben ligarse con suturas reabsorbibles. Las anastomosis vasculares suelen realizarse con materiales de sutura no reabsorbibles
monofilamento, como Prolene. En los injertos vasculares también deben utilizarse suturas no reabsorbibles. Las anastomosis
arteriales pueden realizarse de forma terminoterminal (v. figura 9-3, A) o lateroterminal (v. figura 9-3, B). Las arteriotomías
pueden cerrarse utilizando un método vertical (v. figura 9-4, A)
o transverso (v. figura 9-4, B).
La sutura elegida puede influir en la hemorragia que se produce durante una anastomosis vascular (p. ej., cuando se utiliza
un injerto de politetrafluoroetileno [PTFE]), incluso aunque
se haya realizado una anastomosis técnicamente perfecta. Esto se
debe a que puede producirse una hemorragia desde los orificios
que se han hecho con la aguja. Las suturas con una proporción
entre la aguja y el hilo de 2:1 o 3:1 se asocian a más hemorragias
que si la proporción entre el diámetro de la aguja y el del hilo es
de 1:1. Teóricamente, esto permite que el hilo llene completamente el orificio que ha hecho la aguja en el injerto y que se
controle la hemorragia.
OTROS BIOMATERIALES
Adhesivos de tejidos
Los cianoacrilatos (p. ej., N-butil e isobutil-2-cianoacrilato)
suelen utilizarse para la adherencia tisular durante algunas
intervenciones, como la desungulación, la amputación de la
cola y el corte de orejas. Los productos recomendados para su
uso en la práctica veterinaria son Tissueglue, Vetbond y Nexabond. Estos adhesivos se polimerizan rápidamente si hay
humedad y producen una adherencia fuerte y flexible. Generalmente, los tejidos en contacto se adhieren en menos de un
minuto, pero pueden tardar más si hay mucha hemorragia. Si
el pegamento se queda en la dermis puede formarse un granuloma o producirse la dehiscencia, y si se utiliza en un sitio
infectado puede asociarse a fistulización. El calor que se pro-
64
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
Figura 9-3
Para realizar una anastomosis terminoterminal: A. Aproxime los extremos del vaso y
coloque dos suturas de sostén en puntos equidistantes (generalmente en las esquinas) entre
los extremos. Utilice estas suturas para sujetar el vaso y girarlo si es necesario cuando se
realiza la anastomosis. Vaya dando puntos a intervalos de 2 mm, a 2 mm del borde del
vaso empezando en la pared posterior (la más alejada del cirujano) y continuando hacia
la pared anterior. Para evitar una estenosis, realice una anastomosis espatulada. B. Para
realizar una anastomosis lateroterminal, empiece a poner los puntos en la cara craneal
(cabeza) y caudal (pie) de los dos extremos. Realice la anastomosis de forma circular,
empezando en la pared posterior y avanzando hacia la pared anterior.
duce durante el procedimiento puede causar quemaduras en
los tejidos. Los adhesivos de cianoacrilato producen una reacción inflamatoria intensa en el tejido subcutáneo, y nunca
deben utilizarse en las heridas profundas.
El Dermabond (2-octilcianoacrilato) es un adhesivo al que se
le han añadido propiedades plásticas especiales para que sea más
flexible. Alcanza la fuerza de adherencia máxima en 2,5 minutos
y su fuerza es equivalente a la del tejido cicatrizado a los 7 días
de la reparación. Se comercializa para los seres humanos como
un sustituto de las suturas de diámetro de 4-0, 5-0 o inferior
para la reparación de incisiones o laceraciones. Los adhesivos
no deben utilizarse en las heridas por mordedura, las heridas
muy contaminadas, las úlceras, las heridas punzantes, las
mucosas, cerca del ojo o en zonas muy húmedas. Son más útiles cuando se utilizan en heridas que cierran espontáneamente,
con los bordes limpios o bien definidos, localizadas en zonas
limpias no móviles. Es poco probable que las heridas cuyos
bordes están separados más de 5 mm por la tensión de la piel
subyacente se cierren utilizando únicamente adhesivos de tejidos, por lo que deben complementarse con suturas subcutáneas. Tampoco es muy probable que las laceraciones con una
longitud superior a 5 cm se cierren de forma fiable si se utilizan
sólo adhesivos de tejidos.
Para aplicar los adhesivos de tejidos hay que limpiar la herida
y controlar la hemorragia. No es necesario que la herida esté
completamente seca. Los bordes de la herida deben sujetarse y
aproximarse, manteniéndolos ligeramente evertidos, utilizando
unas pinzas tisulares. Se aplica el adhesivo pasando la punta del
aplicador suavemente sobre la zona (hasta al menos 5 mm más
allá de los bordes de la piel), siguiendo el eje longitudinal de la
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
65
A
B
Figura 9-4
Las arteriotomías pueden cerrarse (A) verticalmente o (B) transversalmente.
herida. Aplicar tres o cuatro capas finas sucesivamente; evitar
las gotas y evitar que quede una única capa gruesa. Mantener
los bordes de la herida juntos durante unos 60 segundos después de aplicar el adhesivo por última vez para darle tiempo
para fijarse. Eliminar el adhesivo que se ha aplicado en zonas
no deseadas utilizando una gelatina de petróleo o acetona. No
cubrir con ungüentos, vendas ni gasas. A las 24 horas, lavar la
zona suavemente sólo con agua, sin frotar, sin empaparla y sin
dejarla en remojo. El adhesivo se desprenderá espontáneamente a los 5-10 días.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Membranas quirúrgicas adhesivas
Existen membranas quirúrgicas adhesivas o cintas diseñadas
para cerrar las heridas, pero existe poca información sobre su
uso en los pacientes veterinarios. En un estudio sobre el uso de
una membrana adhesiva de poliuretano para cerrar la piel en
los gatos, se observó que era más rápida y fácil de aplicar que las
suturas (Court y Bellenger, 1989). Se adhería a la piel con mucha
fuerza y proporcionaba un soporte adecuado. Histológicamente,
las heridas que se cerraron con la membrana de poliuretano se
caracterizaron porque las reacciones inflamatorias fueron más
leves y se produjo más infiltración vascular que en las heridas
suturadas.
no se recomienda utilizar clips para ligar vasos de más de
11 mm de diámetro. Los vasos deben separarse del tejido circundante antes de poner los clips, y deben dejarse 2-3 mm de
vaso al otro lado del clip para que no resbale. El vaso debe tener
de un tercio a dos tercios del tamaño del clip.
Las grapas (p. ej., grapas de Michel, grapas cutáneas Proximate Plus) se utilizan para aproximar los bordes de la herida o sujetar los paños quirúrgicos a la piel. Cuando se utilizan grapas para
cerrar la piel, deben doblarse de forma adecuada para que no
puedan desprenderse fácilmente del animal. Un quitagrapas
especial facilita la eliminación de las grapas tras la cicatrización.
El cierre de la piel con grapas metálicas es rápido y económico.
Otra ventaja de las grapas es su bajo nivel de reactividad tisular;
las heridas cerradas con grapas tienen una resistencia a las infecciones parecida a la de las suturas mínimamente reactivas. Cuando se colocan grapas, los bordes de la herida deben mantenerse
juntos con unas pinzas tisulares. La grapadora se apoya suavemente (sin apretar ni hacer presión) en la superficie de la piel y se presiona el gatillo lentamente. Las grapas de acero inoxidable se utilizan con frecuencia en las anastomosis torácicas (p. ej., resección
pulmonar o resección de un tumor de la aurícula derecha) y en
las anastomosis gastrointestinales (v. p. 453).
Pegamento de fibrina autóloga
Grapas y clips
Los clips (p. ej., hemoclips o ligaclips) pueden ser útiles para
ligar los vasos. Son especialmente útiles cuando es difícil alcanzar el vaso o cuando deben ligarse varios vasos. Sin embargo,
El pegamento de fibrina autóloga es un adhesivo biológico
hecho con fibrina, el factor XIII, fibronectina, trombina, apoproteína y cloruro cálcico. Se realiza antes de la cirugía utilizando la sangre del paciente. En los seres humanos, el pega-
66
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
mento se utiliza para fijar los injertos de piel (es decir, sin
suturas) y estabilizar las anastomosis gastrointestinales y nerviosas. También se ha utilizado como material de coagulación
en los injertos vasculares y para sellar las anastomosis vasculares suturadas. Existe poca experiencia con el uso del pegamento de fibrina en los pequeños animales.
Mallas quirúrgicas
Las mallas quirúrgicas pueden utilizarse para reparar hernias
(p. ej., hernias perineales) o para reforzar los tejidos traumatizados o desvitalizados (hernias abdominales). En ocasiones, se
utilizan para sustituir tejido extirpado, traumatizado o neoplásico (v. p. 895). Existen mallas quirúrgicas no reabsorbibles
(p. ej., malla de fibra Mersilene [poliéster] y malla Prolene
[polipropileno]), mallas reabsorbibles (p. ej., Vicryl [poliglactina 910] y Dexon [ácido poliglicólico]), mallas entretejidas y
mallas de punto. Aunque las mallas quirúrgicas suelen ser elásticas, no se estiran mucho cuando el paciente crece, por lo que
deben utilizarse con cuidado en los pacientes inmaduros. El
tejido fibroso crece a través de los intersticios de la malla. Se
han desarrollado nuevas mallas quirúrgicas con una capa de
tejido biorreabsorbible fino que separa de forma eficaz la malla
de sostén fuerte del tejido subyacente (Proceed Mesh, Ethicon).
Se recomienda su uso en la cavidad abdominal. Las mallas no
reabsorbibles que se colocan en heridas contaminadas pueden
expulsarse o formar fístulas, y deben retirarse cuando el tejido
ha cicatrizado y ya no son necesarias. En un estudio reciente se
determinó que la implantación de mallas de polipropileno
facilita la reconstrucción de los defectos grandes de los tejidos
y no se asocia a complicaciones graves (Bowman y cols.,
1998).
TÉCNICAS DE SUTURA HABITUALES
Patrones de sutura
Los patrones de sutura pueden clasificarse en continuos o discontinuos, por la forma en que yuxtaponen el tejido (p. ej.,
coaptación, eversión o inversión) o por los tejidos en que más se
utilizan (p. ej., subcutáneos, subepidérmicos). Las suturas de
coaptación (p. ej., suturas discontinuas simples) mantienen el
tejido muy próximo; las suturas de eversión (p. ej., sutura de
colchonero continua) doblan los bordes del tejido hacia fuera,
alejándolos del paciente y hacia el cirujano. Las suturas de inversión (p. ej., las suturas de Lembert, de Connel o de Cushing)
doblan el tejido alejándolo del cirujano, o hacia la luz de las vísceras huecas.
Patrones subcutáneo y subepidérmico. Las suturas
subcutáneas se utilizan para eliminar los espacios muertos y
proporcionar cierta coaptación de la piel para que haya menos
tensión en las suturas cutáneas (v. figura 9-5, A). Generalmente, se colocan de forma continua, aunque en algunos casos,
como cuando es necesario el drenaje, es preferible utilizar
suturas discontinuas simples. El cierre subepidérmico puede
utilizarse en lugar de las suturas cutáneas para evitar que queden cicatrices o para que no haya que quitar los puntos en
casos como las castraciones o cuando el paciente es poco dócil.
Se empieza la sutura escondiendo el nudo en la dermis
(v. p. 70). La sutura se hace avanzar por el tejido subepidérmico, pero las puntadas son paralelas al eje longitudinal de la
incisión (v. figura 9-5, B), y no como en las suturas lineales
subcutáneas continuas. La línea de sutura se termina haciendo
A
B
Figura 9-5
Patrones de sutura. A. Subcutáneo. B. Subepidérmico.
un nudo oculto. En las suturas intradérmicas es preferible
sutilizar un material de sutura reabsorbible.
Patrones de sutura discontinuos
Patrón discontinuo simple. Estas suturas se realizan inser-
tando la aguja a través del tejido en un lado de la incisión o la
herida, introduciéndola hasta el lado opuesto, y haciendo un
nudo (v. figura 9-6, A). El nudo se desplaza para que no se quede
dentro de la incisión, y se cortan los extremos del hilo (en las
suturas cutáneas, el hilo debe dejarse lo suficientemente largo
para que pueda sujetarse cuando se vayan a quitar los puntos).
Los puntos deben colocarse aproximadamente a 2-3 mm fuera
del borde de la piel. Los cirujanos diestros colocan los puntos de
derecha a izquierda de forma horizontal; los cirujanos zurdos lo
hacen al revés.
Las suturas discontinuas simples son fáciles y rápidas de colocar. Son de coaptación a menos que se aplique una tensión excesiva, en cuyo caso pueden producir eversión. La inversión de la
piel da lugar a una curación deficiente, por lo que hay que tener
cuidado para asegurarse de que las suturas cutáneas están flojas
y los bordes están yuxtapuestos. La principal ventaja de las suturas discontinuas sueltas es que si se suelta un punto no afecta a
toda la línea de sutura. Sin embargo, estas suturas requieren más
tiempo que las suturas continuas y se acumula más material
extraño (nudos) en la herida.
Sutura de colchonero horizontal. Las suturas de colchonero horizontales se colocan insertando la aguja en el
lado alejado de la incisión, introduciéndola a través de la inci-
CAPÍTULO 9
A
D
B
E
Biomateriales, sutura y hemostasia
67
C
F
Figura 9-6
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Suturas discontinuas. A. Discontinua simple. B. De colchonero horizontal. C. Cruciforme.
D. De colchonero vertical. E. De Halsted. F. De Gambee.
sión y sacándola por el lado más próximo, como se ha descrito
para la sutura discontinua simple (v. figura 9-6, B). Entonces se
hace avanzar la aguja 6-8 mm a lo largo de la incisión y vuelve
a introducirse a través de la piel en el lado más próximo. Después se cruza la incisión, saliendo desde la piel en el lado más
alejado, y se ata el nudo. Generalmente, las suturas de colchonero horizontales se separan de 4 a 5 mm. Se utilizan principalmente en zonas de tensión y pueden colocarse rápidamente,
pero con frecuencia producen eversión del tejido. Debe tenerse
cuidado para que los bordes del tejido se coapten y no queden
evertidos, y la sutura debe formar un ángulo a través del tejido
para pasar justo por debajo de la dermis. Las suturas de colchonero pueden modificarse para formar una cruz por encima o
por debajo de la incisión (suturas cruzadas) (v. figura 9-6, C).
Sutura de colchonero vertical. Para hacer una sutura
de colchonero vertical, la aguja se introduce aproximadamente
a 8-10 mm del borde de la incisión en un lado, se pasa a través
de la línea de incisión y se saca a una distancia igual en el lado
opuesto (v. figura 9-6, D). Se da la vuelta a la aguja y se inserta
a través de la piel del mismo lado, aproximadamente a 4 mm
del borde de la piel, y se ata el nudo. Estas suturas son más
fuertes que las suturas de colchonero horizontales cuando se
utilizan en zonas de tensión. Se tarda más tiempo en poner
estas suturas, pero se reduce el problema de la eversión de los
márgenes cutáneos con respecto a las suturas horizontales. Si
se colocan dos suturas de colchonero verticales de forma para-
lela antes de atarse, el patrón se conoce como sutura de Halsted
(v. figura 9-6, E).
Patrón de Gambee. Las suturas de Gambee se utilizan en
la cirugía intestinal para reducir la eversión de la mucosa. El hilo
se introduce igual que en las suturas discontinuas simples desde la
serosa, atravesando la capa muscular y la mucosa hasta llegar a la
luz (v. figura 9-6, F). Después se hace volver desde la luz a través
de la mucosa y la capa muscular antes de cruzar la incisión. Una
vez que ha cruzado la incisión, se introduce en la capa muscular y
se continúa a través de la mucosa hasta llegar a la luz. La aguja se
vuelve a introducir a través de la mucosa y la capa muscular hasta
que sale desde la superficie de la serosa, y se ata el nudo. Esta sutura disminuye la inversión de la mucosa y se consigue que salga
menos material desde la luz intestinal hacia el exterior.
Patrones de suturas continuas
Patrón continuo simple. La suturas continuas simples consisten en una serie de suturas discontinuas simples con un nudo
en cada uno de los extremos; la sutura es continua entre los
nudos (v. figura 9.7, A). Para empezar a hacer una línea de sutura continua simple se coloca una sutura discontinua simple y se
ata, pero sólo se corta el extremo que no está unido a la aguja. La
aguja se dirige a través de la piel perpendicularmente a la incisión. La línea de sutura resultante tiene una sutura perpendicular a la línea de incisión por debajo del tejido y avanza hacia su
parte superior. Si las partes superficial y profunda de la línea de
68
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
1
2
3
C
D
E
F
Figura 9-7
Suturas continuas. A. Continua simple. B. Corrida. C. Interlazada de Ford (C2 y C3 ilustran cómo se sujeta el extremo de la
sutura). D. Lembert. E. Connell. F. Cushing.
la sutura avanzan, la sutura se denomina sutura corrida (v. figura 9-7, B). Para terminar una sutura continua, el extremo del
hilo unido a la aguja se ata a la última lazada de la sutura exterior
al tejido. Si se utiliza una aguja con ojo, la aguja se introduce a
través del tejido y se sujeta el extremo corto de la sutura. Se
introduce un lazo de la sutura con la aguja, y se ata este lazo al
extremo único en el lado contralateral.
Las líneas de sutura continuas simples proporcionan la máxima coaptación tisular y son relativamente herméticas al aire y los
líquidos si se comparan con las suturas discontinuas simples. Las
líneas de sutura continuas simples suelen utilizarse para cerrar
la línea alba y el tejido subcutáneo. Hay que tener cuidado cuando se utilizan en zonas donde la hermeticidad de la sutura puede
producir un efecto de tipo bolsa de tabaco, como en las anastomosis intestinales.
Sutura interlazada de Ford. La sutura interlazada de
Ford es una modificación de la sutura continua simple en la que
cada puntada que se da a través del tejido se cierra parcialmente,
como se muestra en la figura 9-7, C. Para terminar esta sutura, la
aguja se introduce en dirección opuesta a la que se ha utilizado
antes (de cerca a lejos), y se sujeta el extremo en cada lado. El
lazo de la sutura que se forma en el lado opuesto se ata al extremo único. Las suturas enlazadas pueden ponerse rápidamente y
coaptan mejor los tejidos que las suturas discontinuas simples.
Sin embargo, se utiliza una gran cantidad de hilo y es difícil quitarlas.
Sutura de Lembert. Esta sutura es una variación de la
sutura de colchonero vertical que se aplica de forma continua. Es
una sutura de inversión que suele utilizarse para cerrar las vísceras huecas. La aguja se introduce en la serosa y la capa muscular
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
69
5
3
4
2
1
6
3
4
2
Polea de tres lazos
1
Sutura de Bunnell
Lejos-cerca
cerca-lejos
Figura 9-8
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Suturas de tendones.
aproximadamente a 8-10 mm del borde de la incisión y se saca
cerca del borde de la herida en el mismo lado. Después de pasar
sobre la incisión, la aguja se introduce aproximadamente a
3-4 mm desde el borde de la herida y se saca a 8-10 mm hacia
fuera de la incisión. Se repite a lo largo de toda la incisión (v. figura 9-7, D).
Suturas de Connell y de Cushing. Estas suturas se utilizan con poca frecuencia para cerrar vísceras huecas porque
producen una inversión excesiva del tejido. Antiguamente se utilizaban porque cierran la herida herméticamente, impidiendo el
paso del agua. Las dos suturas son muy parecidas, pero la de
Connell llega hasta la luz, mientras que la de Cushing sólo se
extiende hasta el área de la submucosa (v. figura 9-7, E y F).
Antes se pensaba que era importante que las suturas no penetrasen en la luz de la vejiga urinaria, porque podrían ser calculolíticas; sin embargo, esto ya no supone un problema gracias a las
suturas monofilamento que se reabsorben rápidamente existentes hoy en día. La sutura se empieza con unos puntos discontinuos simples o con unos puntos de colchonero verticales. La
aguja se dirige paralela a la incisión y se introduce en la serosa,
pasando a través de la superficie muscular y de la mucosa. Desde
la superficie profunda (la luz en la sutura de Connell), se hace
avanzar la aguja paralela a lo largo de la incisión y vuelve a introducirse a través del tejido de la superficie de la serosa. Una vez
fuera de la víscera, la aguja y el hilo se pasan a través de la incisión y se introducen en el punto que se corresponde con el punto de salida en el lado contralateral. Se repite la sutura. El hilo
debe atravesar la incisión perpendicularmente. Cuando la sutura se
cierra, se invierte la incisión. La sutura de Parker-Kerr es una modificación de las suturas de Cushing y de Lembert que se recomienda
para cerrar el muñón de las vísceras huecas. No suele utilizarse, porque también produce una inversión excesiva del tejido.
Suturas de los tendones
Las suturas pueden utilizarse para aproximar los extremos escindidos de un tendón o para sujetar un extremo de un tendón a un
hueso o un músculo.
Polea de tres lazos. Esta sutura se realiza con tres lazos
orientados formando un ángulo de aproximadamente 120 grados unos con otros. El primer lazo se coloca perpendicular al
eje longitudinal del extremo del tendón de forma cerca-lejos
(v. figura 9-8). El segundo lazo se coloca formando un plano
con un ángulo de 120 grados con el primero, en un punto
intermedio entre las posiciones cerca y lejos. El último lazo se
coloca de forma lejos-cerca formando un ángulo de 120 grados
con los otros dos lazos. En un estudio reciente se observó que
las suturas en polea de tres lazos son más resistentes a la formación de huecos producidos por la tensión y se ponen más
deprisa que las suturas de dos lazos cerrados (Moores y cols.,
2004).
Sutura de Bunnell. La sutura de Bunnell modificada puede utilizarse para la coaptación de los tendones seccionados. La
aguja se dirige desde un lado del extremo proximal del tendón
seccionado y se introduce diagonalmente a través del tendón hasta el lado opuesto, por donde se saca (v. figura 9-8). El hilo vuelve
a introducirse aproximadamente a una distancia de 1 mm del
punto de salida y se dirige diagonalmente hasta el otro lado del
tendón, por donde sale desde el extremo seccionado. Se introduce
en la parte distal del tendón seccionado desde el extremo del corte y se colocan dos suturas cruzadas. El hilo se saca por el extremo
70
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
seccionado de la porción distal del tendón y vuelve a introducirse
en el tendón proximal. Este patrón se repite en esta parte del tendón, y la sutura se saca cerca del lugar de entrada original. Los
extremos del tendón se coaptan y la sutura se tensa.
Esta sutura se utiliza menos que antes, porque es difícil colocarla y puede dañar la microcirculación del tendón. La isquemia
debida a la sutura puede hacer que se desprenda o puede causar
necrosis de los extremos del tendón, en cuyo caso el hueco resultante debe llenarse con tejido fibroso.
Sutura lejos-cerca-cerca-lejos. La aguja se introduce a
través del tendón perpendicular a él y a 5 mm del extremo seccionado del tendón (v. figura 9-8). Se introduce la aguja en la
sección distal del tendón seccionado en el mismo plano vertical a 2 mm del borde del tendón. Se hace una lazada detrás de
la sección proximal del tendón, donde se introduce a 2 mm del
borde del tendón. Se vuelve a hacer una lazada detrás de la
sección distal del tendón hasta que entra 5 mm desde el borde
del tendón seccionado. Los extremos del tendón se tensan y se
atan con un nudo de cirujano. Esta sutura interrumpe mínimamente el riego sanguíneo y es muy resistente a la tensión,
porque todos los puntos están en el mismo plano vertical.
Cuadrado
De costurera
Medio nudo o caído
De cirujano
Figura 9-9
Tipos de nudos.
Nudos
El nudo es el punto más débil de una sutura. Consta de al menos
dos hilos colocados uno encima de otro y tensados. Los hilos
pueden unirse en paralelo, como en los nudos cuadrados (v. figura 9-9), o transversalmente, como en el nudo de costurera
(v. figura 9-9). Es importante utilizar una técnica correcta para
hacer los nudos, ya que si no están bien atados (p. ej., nudos
caídos, medio nudo [v. figura 9-9] o nudos de costurera) pueden
soltarse. Los factores que influyen en la seguridad del nudo son
el coeficiente del material, la longitud de los extremos cortados
y la configuración estructural del nudo. La estructura más fiable
para un nudo es la superposición de nudos cuadrados. El nudo
de cirujano (v. figura 9-9) no puede tensarse y sólo puede resistir
una fuerza ligera en el lazo de la sutura. Aunque suele utilizarse
en zonas de tensión, generalmente no se recomienda usarlo con
materiales recubiertos o monofilamento, y no debe utilizarse a
menos que la tensión del tejido sea tal que con un nudo cuadrado estándar no se consiga la suficiente aposición del tejido. Nunca debe utilizarse para ligar vasos.
Un estudio reciente sobre cómo afecta la forma de atar el
nudo a las propiedades estructurales de los materiales de sutura no reabsorbibles utilizados para la estabilización extraarticular de las articulaciones recomienda no utilizar el nudo de cirujano si se usa polipropileno del n.° 2, hilo de pescar de 27 kg o
material guía de 27 kg, ya que el nudo disminuye la rigidez de
la sutura (Huber y cols., 1999). A la inversa, apretar la primera
lazada de un nudo cuadrado no tiene efectos negativos sobre
las propiedades a corto plazo de las suturas comprobadas y
aumenta la rigidez del material utilizado. Generalmente, las
suturas multifilamento tienen mejores propiedades para sujetar los nudos que los materiales monofilamento; sin embargo,
recubrir el hilo de sutura para reducir el arrastre disminuye la
seguridad del nudo. Para que el tejido no se estrangule, los
nudos no deben atarse con una tensión excesiva (excepto si la
ligadura se ha colocado para la hemostasia). Las suturas cutáneas excesivamente tirantes producen incomodidad en el
paciente y aumentan la probabilidad de que el animal se quite
los puntos prematuramente.
Anudado con instrumental. En medicina veterinaria se
utiliza más el método de anudado con instrumental (v. figura 9-10)
que el método de atado con la mano, porque se gasta menos hilo. La
primera lazada se hace como se muestra en la figura 9-10, y después
no debe mantenerse el hilo tirante ni aplicar una presión distinta en
cada extremo, porque se desharía. Si se tira de un extremo con más
fuerza que del otro, se formará un medio nudo (v. figura 9-9). Debe
tirarse de los extremos opuestos del hilo perpendicularmente al eje
longitudinal de la incisión. Si se estira una mano, la sutura se cae y
se forma un medio nudo doble corredizo. Si las manos no se cruzan
correctamente, se forma un nudo de costurera.
Anudado con la mano. Este método resulta especialmente útil en las zonas cerradas o de difícil acceso, o cuando las
suturas se han colocado previamente, como cuando se cierra
una toracotomía. Generalmente, requiere que los extremos del
hilo sean más largos que cuando se utiliza el método de anudado
con instrumental. Puede utilizarse la técnica con una mano o la
técnica con dos manos. Generalmente, con la técnica con dos
manos el control y la precisión son mejores; sin embargo, la técnica con una mano es más útil en las zonas cerradas. Estas técnicas se ilustran en las figuras 9-11 y 9-12.
Enterrar el nudo. Los nudos de las suturas subcutáneas e
intradérmicas suelen enterrarse para reducir la irritación que
causa el nudo cuando roza con el tejido más superficial. En la
figura 9-13 se ofrece una descripción detallada de este procedimiento.
Eliminación de las suturas
Generalmente, las suturas cutáneas deben retirarse una vez que
la herida ha curado lo suficiente para impedir la dehiscencia,
normalmente de 10 a 14 días después de la cirugía. Sin embargo,
si la cicatrización se prolonga, como en los animales extremadamente debilitados, puede ser necesario dejar las suturas más
tiempo. Además, si se desea que se produzca fibrosis (p. ej., en el
caso de los hematomas auriculares), puede considerarse dejar la
sutura más tiempo.
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
71
A
B
C
D
Figura 9-10
Anudado utilizando instrumental. A. Coloque la punta del portaagujas entre las dos hebras
de la sutura. Envuelva la hebra más próxima a usted (blanca, o extremo largo) alrededor
del portaagujas formando un asa y sujete el extremo más alejado de la sutura (negro, o
extremo corto) con el portaagujas. B. Lleve el extremo corto hacia usted (a través del asa)
dando la vuelta a las manos y tire del hilo suavemente. C. Para hacer la segunda lazada,
pase la hebra más alejada de usted (blanca, o extremo largo) sobre el portaagujas para
formar un asa, sujete el extremo de la sutura más próximo a usted (negro, o extremo corto)
y (D) tire de él a través del asa, ajustándolo hacia abajo suavemente para impedir tensar
demasiado la sutura. Cuando tense la sutura, mantenga las manos bajas y paralelas para
que el nudo no se caiga.
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TÉCNICAS Y MATERIALES HEMOSTÁTICOS
La hemostasia es un proceso complejo en el que intervienen la
activación plaquetaria y los factores de coagulación circulantes.
Existen numerosas enfermedades o trastornos que pueden interferir con la coagulación en los pacientes quirúrgicos. Consulte
un libro sobre medicina veterinaria para obtener información
detallada sobre el proceso de coagulación normal y las alteraciones de la coagulación que causan los trastornos patológicos. La
hemostasia permite visualizar los tejidos mientras se realiza la
intervención y previene las hemorragias potencialmente mortales. Las hemorragias de baja presión procedentes de vasos pequeños pueden controlarse aplicando presión en los puntos de
hemorragia con una gasa. Una vez que se forma el coágulo,
deben retirarse las gasas con suavidad para no romperlo. Empapar la gasa con suero salino antes de retirarla también ayuda a
impedir que se rompa el coágulo.
Los vasos grandes deben ligarse. Se recomienda utilizar ligaduras dobles en los vasos más grandes, especialmente en las arte-
rias. Las ligaduras por transfixión (v. figura 9-14) se utilizan en
los vasos más grandes con el fin de impedir que la ligadura se
salga por el extremo del vaso. La seguridad del nudo aumenta si
se utiliza el hilo más fino posible para ligar los vasos. No debe
utilizarse el nudo de cirujano (v. p. 70).
Electrocirugía
La electrocoagulación, o coagulación vascular, se utiliza mucho
para la hemostasia. Generalmente, se utiliza en vasos de
menos de 1,5 a 2 mm de diámetro; los vasos más grandes
deben ligarse (v. el comentario anterior). El término electrocauterio se refiere a la corriente continua (electrones que fluyen en una dirección), mientras que electrocirugía se utiliza
para la corriente alterna. Durante la electrocauterización no
entra corriente en el cuerpo del paciente, sólo los electrodos
entran en contacto con los tejidos. En la electrocirugía, el
paciente forma parte del circuito y la corriente pasa por su
cuerpo.
72
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
C
D
E
F
Figura 9-11
Nudo cuadrado realizado con una mano (cirujano diestro). A. Mantenga el hilo de la
derecha (blanco) entre los tres dedos de la mano derecha (guante blanco) y sujételo entre
el dedo índice y el pulgar. B. Sujete el hilo izquierdo (negro) con la mano izquierda
(guante negro) y páselo entre el dedo índice y el segundo dedo de la mano derecha.
C. Flexione la falange distal del segundo dedo de la mano derecha y arrastre la hebra
izquierda hacia la derecha de la hebra derecha. Extienda la punta del segundo dedo hasta
que la hebra blanca se desplace con ella a través del asa. D. Tire de la hebra derecha a
través del asa con las puntas del segundo y el tercer dedo de la mano derecha. E. Cruce
las manos y tire de las dos hebras de forma regular. F. Coloque el dedo índice de la mano
derecha entre las hebras derecha (negra) e izquierda (blanca) para que la hebra del lado
izquierdo forme un asa con la derecha. Flexione la falange distal del dedo índice derecho.
(Modificado de Knecht CD et al: Fundamental techniques in veterinary surgery, ed 2,
Philadelphia, 1981, WB Saunders.)
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
73
G
H
Figura 9-11 (cont.)
Nudo cuadrado realizado con una mano (cirujano diestro),
continuación. G. Extienda la falange distal del dedo índice
de la mano derecha para arrastrar la hebra de la mano
derecha a través del asa. H. Tire de la hebra derecha a
través del asa y (I) aplique una tensión uniforme para
terminar el nudo cuadrado. (Modificado de Knecht CD et al:
Fundamental techniques in veterinary surgery, ed 2,
Philadelphia, 1981, WB Saunders.)
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I
La corriente eléctrica estándar se alterna a una frecuencia de
60 ciclos por segundo (Hz). Puesto que la estimulación nerviosa
y muscular cesa a 100.000 ciclos/segundo (100 kHz), un generador electroquirúrgico recibe una corriente de 60 ciclos y aumenta la frecuencia a más de 200.000 ciclos por segundo. Esto produce una estimulación neuromuscular mínima sin riesgo de
electrocución. En un marco de «corte» se produce una forma de
onda constante que evapora o corta el tejido. Si se utiliza una
forma de onda intermitente, se crea un coágulo (coagulación) en
vez de evaporarse el tejido. Cuando se alcanza una temperatura
alta rápidamente, se produce evaporación; si la temperatura es
baja y se produce más despacio, se crea un coágulo.
Las unidades de electrocirugía de alta calidad modernas son
mixtas. Tienen un ciclo de corte que produce una forma de
onda intermitente con un ciclo de servicio mucho más alto que
el ciclo de servicio de la coagulación, y produce más calor que el
corte puro. Como consecuencia, se produce algo de coagulación con el ciclo de corte (y viceversa). El contacto directo del
electrodo con el tejido produce una temperatura más baja suficiente para la coagulación. El uso de un arco entre el electrodo
y el tejido produce más calor y, por tanto, una acción de corte
o evaporación.
Si no se coloca una almohadilla de toma de tierra de baja
impedancia adecuada, el circuito puede utilizar tomas de tierra
alternativas, por lo que se producirán quemaduras. La mayoría de las unidades de electrocirugía modernas tienen un sistema de circuitos eléctricos para eliminar este riesgo, pero es
importante seguir unas normas de seguridad. El resultado de
multiplicar la cantidad de corriente por el tiempo que actúa y
dividir lo obtenido por el área de la vía de retorno es proporcional a la probabilidad de causar una quemadura. De aquí se
deduce que si la almohadilla de toma de tierra es pequeña o
existe una toma de tierra alternativa (es decir, a través de la
almohadilla del electrodo de un ECG), es fácil que se produzcan quemaduras graves. Es importante recordar que en los
circuitos de corriente continua la única diferencia entre la
almohadilla de toma de tierra y el electrodo activo es su impedancia, el tamaño y la conductividad. Para reducir el riesgo de
quemaduras, utilice una almohadilla grande colocada sobre un
tejido muy vascularizado que esté cerca del campo quirúrgico.
Los electrodos deben conservarse limpios y sin restos para que
se mantenga la resistencia más baja dentro del circuito y
aumente el rendimiento.
NOTA: Los estudios realizados han confirmado que el
humo que se desprende durante la electrocauterización
puede contener gases y vapores tóxicos, como benceno, cianuro de hidrógeno, formaldehído, bioaerosoles,
material celular vivo y muerto (incluyendo fragmentos de
sangre) y virus. Por tanto, la Occupational Safety and
Health Administration recomienda que se utilicen sistemas para evacuar el humo para reducir los posibles
riesgos sanitarios agudos y crónicos para los pacientes
y el personal.
La electrocirugía puede realizarse con dispositivos monopolares o bipolares.
74
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
C
D
E
F
Figura 9-12
Nudo cuadrado realizado con las dos manos (cirujano diestro). A. Extienda el dedo índice
de la mano derecha (guante blanco) como un puente y coloque la hebra derecha (blanca)
sobre él. Sujete la hebra izquierda (negra) en la palma de la mano izquierda (guante
negro). B. Pase el pulgar izquierdo por debajo y alrededor de la hebra derecha y después
hacia la izquierda de la hebra izquierda. C. Introduzca el dedo índice izquierdo entre las
hebras cruzadas (con el pulgar izquierdo). D. Lleve la hebra derecha hacia el dedo índice
y el pulgar izquierdos y (E) utilizando el dedo índice izquierdo y el pulgar, arrástrela a
través del asa. F. Devuelva la sutura a la mano derecha. (Modificado de Knecht CD et al:
Fundamental techniques in veterinary surgery, ed 2, Philadelphia, 1981, WB Saunders.)
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
75
G
H
I
J
K
L
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 9-12 (cont.)
Nudo cuadrado realizado con las dos manos (cirujano diestro), continuación. G. Cruce las
manos y tire de los dos extremos de la sutura de forma uniforme. H. Coloque el pulgar
izquierdo entre las dos hebras y haga un asa con la mano derecha. I. Introduzca el dedo
índice izquierdo a través del asa y utilícelo junto con el pulgar izquierdo para sujetar la
hebra izquierda (blanca) y (J) tire de ella o empújela para que pase a través del asa.
K. Pase la hebra izquierda de la mano izquierda al dedo índice y al pulgar derecho
después de pasarla por el asa y (L) y tire de las hebras de la sutura de forma uniforme
para apretar el nudo. (Modificado de Knecht CD et al: Fundamental techniques in veterinary
surgery, ed 2, Philadelphia, 1981, WB Saunders.)
76
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
Figura 9-13
A. Para enterrar una sutura discontinua simple, introduzca la aguja profundamente en el
tejido subcutáneo alejado y pásela a través de la dermis. Después pásela a través de la
línea de incisión y vuelva a introducirla en el tejido subcutáneo próximo a nivel de
la dermis, sacándola en la línea de incisión. B. Para enterrar el nudo del extremo de una
línea de sutura continua, deje un asa de hilo desde la línea de la incisión, introduzca la
aguja desde la zona más profunda a la más superficial en un lado, pásela a través de la
incisión e insértela desde la parte superficial a la profunda en el tejido próximo al asa.
Como alternativa, después de terminar la sutura continua, dirija la aguja 2-3 mm hacia el
lado opuesto. Coloque un punto vertical desde la parte inferior del centro de la dermis
hacia el tejido subcutáneo. Inserte la aguja en el lado opuesto, verticalmente, dirigiéndola
hacia arriba desde el tejido subcutáneo y sacándola en la parte media de la dermis a
2-3 mm de la comisura. Cree un asa de hilo de 2 cm entre los dos puntos verticales. Dé un
tercer punto vertical paralelo al primero, iniciándolo en la parte media de la dermis, pero
sacándolo más profundamente en la capa subcutánea. Lleve la aguja hacia arriba entre el
asa expuesta y la sutura final cruzando la incisión. Tire del asa expuesta para tensar las
suturas horizontales y aproximar los márgenes de la herida, y después ate el extremo libre
del hilo al asa expuesta con cuatro o cinco lazadas para terminar el nudo y cerrar la
herida. Corte el asa 2-3 mm por encima del nudo. Inserte la aguja cerca del hilo,
dirigiéndola para que salga en la dermis al menos 1 cm lateralmente a la incisión.
Cuando se aplica tensión a la sutura, el nudo entra más profundamente en el tejido, debajo
de la dermis. Finalmente, bajo tensión, corte el extremo libre de la sutura a ras de la piel.
CAPÍTULO 9
Biomateriales, sutura y hemostasia
77
Electrocirugía bipolar. La electrocirugía bipolar implica el uso de un dispositivo manual de tipo pinza. La corriente
pasa desde una punta de las pinzas a la otra, a través del tejido
que se sujeta con las pinzas. Las puntas deben mantenerse
separadas aproximadamente 1 mm para que se genere la
corriente. La coagulación bipolar se utiliza cuando se necesita
una coagulación precisa para no lesionar las estructuras adyacentes, como en la tiroidectomía o en las intervenciones oftalmológicas.
Sustancias hemostáticas
Figura 9-14
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Para colocar una ligadura de transfixión en un vaso, introduzca
la aguja a través del tejido previamente ligado. Coloque un
solo punto en la sutura sobre el lado más cercano y ate el hilo
(con dos nudos cuadrados) sobre el lado opuesto del vaso.
Electrocirugía monopolar. La electrocirugía monopolar
es el método de electrocirugía que más se utiliza. Supone el flujo
de la corriente desde un electrodo activo (dispositivo manual)
hasta una placa de toma de tierra, a través del paciente. La pequeña superficie del electrodo concentra la densidad de la corriente,
aumentando la temperatura del tejido con el que entra en contacto y produciendo la coagulación. La superficie más grande de la
placa de tierra reduce la densidad de la corriente para que el tejido
se caliente lo menos posible. Es muy importante que haya un buen
contacto entre la placa de tierra y el paciente (v. p. 73) para evitar
quemaduras termoeléctricas; normalmente se pone un gel conductor sobre la placa de tierra para aumentar el contacto. Generalmente, la punta del electrodo hace contacto con frecuencia con
las pinzas hemostáticas colocadas en los vasos que sangran; sin
embargo, con los equipos de electrocirugía modernos esto no es
necesario. Los electrodos estándar de punta plana están diseñados
para producir una escara o un coágulo directamente en el tejido.
Cuando la punta del electrodo entra en contacto directo con el
tejido, el ciclo de corte utiliza mucho menos voltaje para conseguir
la misma coagulación que produce el ciclo de coagulación.
Si se utiliza la coagulación monopolar, el campo debe estar
relativamente seco, y el electrodo debe mantenerse limpio y libre
de restos.
NOTA: No active el generador mientras el electrodo
esté en contacto o muy cerca de otro objeto metálico. El
instrumento (particularmente en las cavidades corporales), cuando está activado, puede encontrar su propio
camino al electrodo de regreso, lo cual tiene por resultado la lesión del paciente. Los guantes pueden algunas
veces actuar en una función de capacitancia y producir
quemaduras al cirujano.
Existen sustancias para controlar la hemorragia durante la cirugía, como la cera ósea y los materiales hemostáticos fabricados
con gelatina o celulosa. La cera ósea es una mezcla estéril de cera
de abeja semisintética y una sustancia reblandecedora (como
palmitato de isopropilo). Puede introducirse dentro de las cavidades de los huesos (p. ej., el foramen mandibular) haciendo
presión o aplicarse en la superficie del hueso para detener la
hemorragia. Se reabsorbe poco y debe utilizarse con moderación
porque actúa como una barrera física contra la cicatrización y
fomenta las infecciones.
Surgicel (Johnson and Johnson) se fabrica con celulosa
regenerada oxidada. Cuando se satura con sangre se convierte
en una masa gelatinosa que proporciona un sustrato para la
formación del coágulo. Puede cortarse del tamaño deseado y
colocarse en una zona de hemorragia. El organismo absorbe el
Surgicel, pero se recomienda quitarlo porque puede inhibir la
formación del callo y fomentar las infecciones. No se activa por
otros líquidos corporales distintos a la sangre, por lo que sólo
debe utilizarse donde hay una hemorragia. El Gelfoam (Pharmacia and Upjohn) es una esponja de gelatina reabsorbible
que puede utilizarse de forma parecida al Surgicel. Cuando se
coloca en una zona de hemorragia, se hincha y ejerce presión
en la herida; se reabsorbe en 4-6 semanas. Puede producir
granulomas y no debe dejarse en zonas infectadas, el cerebro o
áreas con un alto riesgo de infección. SurgiFlow Hemostatic
Matrix y Vetspon (Novartis Animal Health) también son productos hemostáticos fabricados a partir de una esponja de
gelatina reabsorbible. Están indicados para su uso en intervenciones quirúrgicas (excepto urológicas y oftalmológicas) cuando la presión, la ligadura u otros procedimientos convencionales para controlar una hemorragia capilar, venosa o arterial no
son eficaces o no pueden realizarse. Estos productos no deben
utilizarse para cerrar incisiones cutáneas, ya que pueden interferir con la cicatrización.
Se ha demostrado que QuickClot, una sustancia hemostática
de ceolite, reduce significativamente la hemorragia en un modelo letal de lesión compleja de la ingle en los cerdos. Acelera la
coagulación de la sangre, incluso en heridas grandes, adsorbiendo físicamente la parte líquida de la sangre y concentrando así
los factores de coagulación, lo que facilita la formación rápida
del coágulo (Alam y cols., 2004). También puede mezclarse
trombina con Gelfoam en una herida con una hemorragia intensa causada por una coagulopatía.
Bibliografía
Alam HB, Chen Z, Jaskille A et al: Application of zeolite hemostatic
agent achieves 100% survival in a lethal model of complex groin
injury in swine, J Trauma-Injury Inf Crit Care 56:974, 2004.
78
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Greenberg CB, Davidson EB, Bellmer DD et al: Evaluation of the
tensile strengths of four monofilament absorbable sutures after
immersion in canine urine with or without bacteria, Am J Vet Res
65:847, 2004.
Moores AP, Owen MR, Tarlton JF: The three-loop pulley suture versus
two locking-loop sutures for the repair of canine Achilles tendon,
Vet Surg 33:131, 2004.
Lectura recomendada
Tan RHH, Bell RJW, Dowling BA et al: Suture materials, composition
and applications in veterinary wound repair. Aust Vet J 81:140,
2003
Ofrece un análisis exhaustivo de los materiales de sutura y de sus propiedades para animales grandes y pequeños.
C A P Í T U L O
10
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Infecciones quirúrgicas
y selección de antibióticos
La edad de oro del tratamiento moderno con antibióticos empezó
cuando se descubrió la penicilina en 1941 y comenzó a producirse en grandes cantidades. Desde entonces, los antibióticos han
evitado muchas infecciones potencialmente mortales, pero
muchas veces se utilizan incorrectamente. La administración
generalizada de antibióticos profilácticos a los pacientes quirúrgicos ha hecho que se dé menos importancia a la asepsia quirúrgica
y que se desarrollen bacterias resistentes a los antibióticos. La acumulación de bacterias resistentes en los hospitales y el aumento
asociado de las infecciones bacterianas se han acentuado debido a
las intervenciones quirúrgicas extensas y prolongadas, a que las
medidas de apoyo cada vez son más invasivas, al aumento del
tiempo de hospitalización, al uso inadecuado de los antibióticos,
al aumento de la supervivencia de los pacientes geriátricos y debilitados, y al uso de fármacos inmunosupresores.
La selección de los antibióticos suele basarse en ideas preconcebidas y en la tradición, más que en la microflora bacteriana
real o que se prevé que se desarrolle. El tratamiento antibiótico
puede ser preventivo o terapéutico. El tratamiento preventivo
sólo debe utilizarse si la probabilidad de infección es muy alta o
en los casos en que una infección podría tener resultados catastróficos; la selección de los antibióticos preventivos debe basarse
en la microflora bacteriana que se prevé que aparezca en el tejido
diana. Lo ideal es que la selección de los antibióticos terapéuticos
se base en los resultados del cultivo y el antibiograma; aunque
muchas veces esto no es posible, y la selección inicial se basará en
la microflora bacteriana esperada, cambiándose posteriormente
los antibióticos si así lo aconsejan los resultados del cultivo y el
antibiograma. El uso inadecuado de los antibióticos puede hacer
que no resulten eficaces o que se produzca una morbilidad y
mortalidad graves debido a toxicidad o al desarrollo de microorganismos resistentes.
La supervivencia de las bacterias en un huésped depende de
la virulencia y el número de bacterias presentes, de la inmunocompetencia del huésped y de los factores de la herida que desactivan las defensas del huésped (p. ej., la presencia de coágulos de
sangre, tejido isquémico, bolsas de líquido o material extraño).
Para que el tratamiento antibiótico tenga éxito, debe reducir el
número de bacterias hasta el límite en que las defensas del huésped sean eficaces. Si las defensas del huésped son competentes,
lo adecuado es utilizar fármacos bacteriostáticos que retardan la
síntesis de proteínas o impiden la replicación bacteriana (v. comentario más adelante). Sin embargo, si las defensas del huésped
están comprometidas, tanto directamente como debido a factores perjudiciales de la herida, generalmente se requieren concentraciones bactericidas de antibióticos. Para obtener el resultado
deseado, además de utilizar los antibióticos adecuados, puede
ser necesario corregir los factores de la herida mediante su desbridamiento, drenaje o eliminación del material extraño.
NOTA: Algunos antibióticos son bacteriostáticos en concentraciones bajas y bactericidas en concentraciones
más altas. Si se ha hecho un antibiograma, debe utilizarse el antibiótico que actúa sobre las bacterias, independientemente de si es bacteriostático o bactericida.
MECANISMOS DE ACCIÓN
DE LOS ANTIBIÓTICOS
Si los antibióticos inhiben el crecimiento bacteriano, se dice que
son bacteriostáticos, y si matan a las bacterias se dice que son
bactericidas. La clasificación de los antibióticos en bacteriostáticos y bactericidas es relativa y depende de la proporción entre la
CBM (concentración bactericida mínima) y la CIM (concentración inhibidora máxima). La CIM, que generalmente se expresa
en microgramos por mililitro (␮g/mL), es la concentración más
baja de un fármaco que inhibe el crecimiento bacteriano visible;
es la concentración necesaria para inhibir el crecimiento bacteriano en el plasma o en los tejidos del paciente. La CBM es la
concentración más baja que mata el 99,9% de las bacterias en el
plasma o los tejidos. Los antibióticos con una proporción baja
entre la CBM y la CIM (es decir, inferior a 4) se clasifican como
bactericidas, porque generalmente consiguen alcanzar una concentración en el plasma y los tejidos que puede matar el 99,9%
de las bacterias. A la inversa, si el fármaco tiene una proporción
CBM/CIM alta, es difícil que alcance la concentración plasmática o tisular necesaria para matar las bacterias; estos fármacos se
consideran bacteriostáticos.
Los antibióticos deben eliminar las bacterias sin dañar al
huésped. Cuando la dosis necesaria para eliminar las bacterias
supera la dosis tolerada por el huésped o la alcanzada en el plasma y los tejidos, se considera que las bacterias son «resistentes»
a ese fármaco. Puesto que la distribución tisular de los antibióticos varía, los resultados de los cultivos y los antibiogramas pueden ser confusos. Por ejemplo, una infección urinaria «sensible
79
80
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
ligeramente» para un antibiótico en particular basándose en el
antibiograma puede tratarse con éxito si el antibiótico se concentra en la orina. Por el contrario, si la infección afecta al sistema nervioso central (SNC) y el antibiótico en cuestión no atraviesa la barrera hematoencefálica, es poco probable que el
tratamiento tenga éxito. Los antibióticos eficaces son los que llegan al tejido diana e inhiben o matan los microorganismos.
Normalmente, los antibióticos se clasifican según su mecanismo de acción. Pueden destruir o alterar la pared celular bacteriana, o inhibir su síntesis, o inhibir la síntesis de proteínas o
de ácido desoxirribonucleico (ADN).
Destrucción de la pared celular bacteriana
Los antibióticos que inhiben la síntesis o destruyen la pared
celular bacteriana incluyen los antibióticos que tienen un anillo
␤-lactámico en su estructura (como penicilinas, cefalosporinas,
carbapenems y monobactamos), vancomicina, bacitracina, polimixina, y los antifúngicos nistatina, anfotericina B e imidazoles.
Los ␤-lactámicos actúan ligándose a las proteínas trasportadoras
de penicilina (PTP) en la pared celular, alterando la síntesis de la
pared celular, lo que reduce la resistencia y rigidez, causando al
final un aumento de la permeabilidad y la lisis celular. Los antibióticos ␤-lactámicos tienden a ser bactericidas.
Generalmente, las penicilinas son eficaces frente a microorganismos aerobios grampositivos y anaerobios grampositivos y
gramnegativos. La resistencia a las penicilinas está mediada por
las penicilasas bacterianas (un tipo de ␤-lactamasa), que disminuyen la permeabilidad de la pared celular a las penicilinas alterando el tamaño de los poros y la estructura de las PTP, de forma
que la penicilina no se une a las PTP modificadas (p. ej., estafilococos resistentes a meticilina). Para amentar la actividad, puede combinarse un inhibidor de la penicilasa (p. ej., ácido clavulánico) con una penicilina (p. ej., amoxicilina o ticarcilina).
Las cefalosporinas (v. tabla 10-1) son más eficaces que las
penicilinas frente a los bacilos gramnegativos (p. ej., Enterobacteriaceae), pero pueden inactivarse por las cefalosporinasas (un
tipo de ␤-lactamasa). La mayoría son poco eficaces contra los
microorganismos anaerobios (cefoxitina es una excepción).
Las cefalosporinas de primera generación son eficaces contra la
mayoría de los microorganismos grampositivos y algunos
microorganismos gramnegativos. Las cefalosporinas de segunda
generación tienen más actividad contra las bacterias gramnega-
TABLA 10-1
Cefalosporinas utilizadas habitualmente en la práctica veterinaria
NOMBRE
DEL FÁRMACO
INDICACIONES
POSOLOGÍA
Cefalosporinas de la primera generación
Cefalexina
Cefalotina
Actividad de amplio espectro frente a microorganismos
grampositivos; variable contra microorganismos
gramnegativos, poca actividad contra infecciones anaerobias
Como se ha indicado arriba
Cefazolina
Cefadroxilo
Como se ha indicado arriba
Como se ha indicado arriba
22-44 mg/kg; VO; 2-3 veces al día
22-44 mg/kg; IV, IM, SC; 2-3 veces al
día
22 mg/kg; IV, IM, SC; 2-3 veces al día
22-35 mg/kg; VO; 2-3 veces al día
Cefalosporinas de la segunda y tercera generación
Cefotetán
Bacilos anaerobios y gramnegativos (p. ej., peritonitis séptica,
Escherichia coli)
30 mg/kg; IV; 3 veces al día
30 mg/kg; SC; 2 veces al día
Cefoxitina
Bacilos anaerobios y gramnegativos (p. ej., peritonitis séptica)
Cefotaxima
Actividad de amplio espectro frente a microorganismos
grampositivos y gramnegativos; este grupo es activo
principalmente contra estafilococos; alcanza buenas
concentraciones en el líquido cefalorraquídeo
Eficaz contra Pseudomonas aeruginosa
Actividad limitada contra la mayoría de los microorganismos
grampositivos; puede administrarse VO; se usan dosis más
bajas para las infecciones urinarias y más altas para el resto
Eficaz contra Enterobacteraceae
Suele utilizarse en las infecciones del SNC y en la borreliosis
Actividad contra microorganismos grampositivos; puede
administrarse una vez al día en caso de infección urinaria y
dos veces al día si hay infecciones sistémicas; no es eficaz
contra enterococos
Perros: 30-40 mg/kg; IV; 3 veces al día
Gatos: 22-33 mg/kg; IV, IM; 3-4 veces al
día
Perros: 20-80 mg/kg; IV, IM, o SC;
3 veces al día
Gatos: 20-80 mg/kg; IV, IM, o SC;
3 veces al día
30-40 mg/kg; IV, SC; 3-4 veces al día
5-12 mg/kg; VO; 1-2 veces al día
Ceftazidima
Cefixima
Cefoperazona
Ceftriaxona
Ceftiofur
IM, intramuscular; IV, intravenoso; SC, subcutáneo; VO, oral.
22-50 mg/kg; IV o IM; 2-3 veces al día
50 mg/kg IV, SC, IM, 2 veces al día
2,2-4,4 mg/kg; SC; 1-2 veces al día
(4,4 mg/kg para las infecciones de los
tejidos blandos)
CAPÍTULO 10
tivas y los microorganismos anaerobios, pero no tienen una eficacia adicional contra los microorganismos grampositivos. Las
cefalosporinas de tercera generación son muy eficaces contra
más del 90% de las bacterias gramnegativas, pero suelen ser
menos activas contra los microorganismos grampositivos que
las cefalosporinas de primera generación. Algunas cefalosporinas de tercera generación tienen un rango gramnegativo específico, y es importante tener en cuenta que el hecho de que una
cefalosporina de tercera generación sea eficaz para un paciente
en concreto, no significa que otra cefalosporina de tercera generación también lo sea, o viceversa. Ceftiofur es una cefalosporina de la tercera generación con una actividad bacteriana prolongada debido a que su metabolito principal es activo; sin embargo,
no tiene una actividad de amplio espectro frente a las infecciones
gramnegativas graves. Cefepima es una cefalosporina de cuarta
generación única entre las cefalosporinas debido a su amplio
espectro de actividad, que incluye los cocos grampositivos, los
bacilos gramnegativos entéricos y Pseudomonas aeruginosa. La
resistencia a las cefalosporinas está mediada por los mismos
mecanismos que causan resistencia a las penicilinas.
Imipenem (v. tabla 10-2) y aztreonam son los antibióticos
␤-lactámicos más nuevos y son muy resistentes a las ␤-lactamasas.
Son tan eficaces contra los microorganismos gramnegativos como
los aminoglucósidos, pero no son nefrotóxicos. Imipenem (un
carbapenem) tiene el espectro antibacteriano más amplio de
Infecciones quirúrgicas y selección de antibióticos
81
todos los antimicrobianos sistémicos y es eficaz contra la mayoría
de las especies bacterianas de importancia clínica, incluyendo
aerobios y anaerobios grampositivos y gramnegativos. No es activo frente a los estafilococos resistentes a meticilina ni contra las
cepas resistentes de Enterococcus faecium. Sólo debe utilizarse en
los pacientes muy enfermos que no responden a otros antibióticos. Es posible que su amplio espectro de actividad fomente su uso
excesivo, lo que provocará la aparición de bacterias resistentes. La
␤-lactamasa bacteriana no afecta a aztreonam, un monobactam
sintético. Es muy eficaz contra muchos aerobios gramnegativos,
pero tiene poca actividad contra las bacterias grampositivas y
debe utilizarse combinado con otros fármacos para conseguir una
actividad de amplio espectro.
Inhibición de la síntesis de proteínas
Cloranfenicol, tetraciclina, eritromicina y clindamicina se unen
a los ribosomas bacterianos inhibiendo de forma reversible la
síntesis de proteínas. Cloranfenicol tiene una actividad de
amplio espectro contra estreptococos, estafilococos, Brucella
spp., Pasteurella spp. y microorganismos anaerobios, pero tiene
poca actividad contra Pseudomonas spp. Es muy lipofílico y se
introduce fácilmente en las células, el SNC y el ojo. Este fármaco
puede producir una anemia mortal idiosincrásica en los seres
humanos, pero en los perros y los gatos sólo causa una anemia
leve y transitoria, o ningún signo de anemia.
TABLA 10-2
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Posología de los antibióticos nuevos y de los que suelen utilizarse en la práctica veterinaria
NOMBRE GENÉRICO
POSOLOGÍA
Azitromicina
Perros: 5-10 mg/kg; VO; 1 o 2 veces al día durante 5-20 días
Gatos: 5-15 mg/kg; VO; 1, 2 o 4 veces al día durante 3-5 días
Clindamicina
Perros: 11 mg/kg; VO, SC o IV; 2 o 3 veces al día
Gatos: 5-22 mg/kg; VO o SC; 1 o 2 veces al día
Gentamicina
Perros: 4,4-6,6 mg/kg; IV, SC o IM; 1 vez al día (preferiblemente por la mañana)
Gatos: 2,2-4,4 mg/kg IV, SC o IM; 1 vez al día
Amikacina
20-25 mg/kg; IV, SC o IM; 1 vez al día (preferiblemente por la mañana)
Ticarcilina mas ácido
clavulánico
50 mg/kg; IV; 1 o 4 veces al día
Imipenem-cilastatina
3-7,5 mg/kg; IV* o IM†; 3 o 4 veces al día (o hasta cada 4 horas para las bacterias resistentes a
varios fármacos)
Enrofloxacino‡
Infección urinaria: 2,5 mg/kg; IV, IM, SC, VO; 2 veces al día
Infección de los tejidos profundos: 7-20 mg/kg; IV, IM, SC, VO; 1 vez al día
Septicemia: 30 mg/kg; IV; 1 vez al día
Difloxacino
5-10 mg/kg; VO; 1 vez al día (utilizar una dosis más alta para los microorganismos con una CIM
superior)
Orbifloxacino
2,5-7,5 mg/kg; VO; 1 vez al día (utilizar una dosis más alta para los microorganismos con una CIM
superior)
Vancomicina
Perros: 10-20 mg/kg; IV; 4 veces al día (infusión durante 30-60 minutos)
Gatos: 15 mg/kg; IV; 2 o 3 veces al día (infusión durante 30-60 minutos)
Metronidazol
7,5-10 mg/kg; VO o IV; 2 o 3 veces al día (se diluye y se administra lentamente durante 20 minutos)
CIM, concentración inhibidora mínima; IM, intramuscular; IV, intravenoso; SC, subcutáneo; VO, oral.
*Para infusión (inyección de imipenem-cilastatina), administrar durante 20-30 minutos.
†
Para inyección intramuscular (suspensión), reconstituir con lidocaína al 1%.
‡
Generalmente, cuando se administra por vía intravenosa, enrofloxacino se diluye y se administra durante 10-20 minutos. Los últimos informes
indican que enrofloxacino puede asociarse a ceguera en los gatos cuando se utilizan dosis superiores a 5 mg/kg. Puede administrarse como
inyección IV única una vez al día.
82
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
El cloranfenicol oral se retiró del mercado durante un tiempo, pero actualmente se comercializa cloranfenicol en forma
inyectable y en forma oral.
Las tetraciclinas son eficaces contra muchas bacterias grampositivas y gramnegativas, incluyendo Chlamydia spp., rickettsias, espiroquetas, Mycoplasma spp., bacterias forma L y algunos
protozoos. Generalmente, no son eficaces contra estafilococos,
enterococos, Pseudomonas spp. y Enterobacteriaceae. Las tetraciclinas se distribuyen bien en la mayoría de los tejidos, excepto en
el SNC, y alcanzan una buena concentración intracelular. Las
tetraciclinas interfieren con la absorción de los productos que
contienen quelatos de calcio. La unión del fármaco al calcio puede ser un problema en los animales jóvenes o en las hembras
preñadas, y puede producirse decoloración de los dientes e inhibición del crecimiento óseo.
NOTA: Las tetraciclinas son cáusticas, por lo que es muy
importante que el paciente beba agua inmediatamente
después de tragar el comprimido o la cápsula (en el
caso de doxiciclina, el paciente puede tomar alimentos
que no sean lácteos). Además, el comprimido puede
quedarse en el esófago y producir esofagitis o incluso
una estenosis benigna (especialmente en los gatos).
fica que se distribuyen de forma limitada en los líquidos extracelular y cefalorraquídeo. Sin embargo, se distribuyen bien en
el líquido pleural, el hueso, las articulaciones y la cavidad peritoneal. Ningún aminoglucósido se absorbe bien por vía oral.
Dependen de la concentración más que del tiempo, lo que significa que se pueden administrar en dosis más altas a intervalos
más largos (p. ej., una vez al día), una posología que conserva
la eficacia, pero reduce la toxicidad renal. La deshidratación, la
pérdida de electrólitos, las nefropatías prexistentes y el uso
concurrente de otros fármacos nefrotóxicos (p. ej., fármacos
antiinflamatorios no esteroideos [AINE]) aumentan la nefrotoxicidad de los aminoglucósidos. Otros posibles efectos
secundarios son la ototoxicidad y el bloqueo neuromuscular.
Las combinaciones de un ␤-lactámico y un aminoglucósido
suelen ser sinérgicas, y además evitan que las bacterias se vuelvan resistentes a estos fármacos.
NOTA: Los fármacos `-lactámicos y los aminoglucósidos
nunca deben mezclarse en la misma jeringa, vial o vía
intravenosa (IV), porque puede producirse una reacción
química que inactiva a uno o a los dos fármacos.
Inhibición de la síntesis de ADN
Eritromicina se absorbe fácilmente desde el sistema gastrointestinal superior y se difunde bien en la mayoría de los tejidos;
sin embargo, tiene un espectro de actividad reducido y puede
asociarse a náuseas y vómitos por su actividad procinética. Los
nuevos derivados son claritromicina, azitromicina y diritromicina. Acitromicina (v. tabla 10-2) es activa contra bacterias aerobias, como estafilococos y estreptococos, y anaerobias. También
tiene una buena actividad contra Mycoplasma spp. y microorganismos intracelulares, como Bartonella spp., Toxoplasma spp. y
micobacterias atípicas. Se absorbe bien por vía oral y se tolera
bien. El fármaco alcanza concentraciones tisulares extremadamente altas, por lo que sólo es necesario administrarlo una vez
al día.
Clindamicina, un derivado semisintético de lincomicina, tiene un espectro de acción limitado si se compara con eritromicina. Es activa contra patógenos grampositivos, incluyendo estafilococos, estreptococos, clostridios, varias especies de Actinomyces
y algunas especies del género Nocardia. Es extremadamente eficaz contra muchas bacterias anaerobias. Suele utilizarse para
tratar infecciones resistentes a penicilina y eritromicina, o en
pacientes que no toleran estos fármacos. Es eficaz contra la
osteomielitis estafilocócica, pero no es eficaz contra las bacterias
gramnegativas.
Los aminoglucósidos (p. ej., amikacina, gentamicina, canamicina, neomicina, netilmicina y tobramicina) también alteran la síntesis de proteínas, pero se unen de forma irreversible
a los ribosomas bacterianos y son bactericidas. Son eficaces
contra bacterias gramnegativas y grampositivas, incluyendo
Enterobacteriaceae y pseudomonas, y tienen un efecto sinérgico
con los antibióticos ␤-lactámicos. Su actividad disminuye en
los tejidos necrosados debido al material libre del ácido nucleico. Los microorganismos anaerobios son resistentes a los aminoglucósidos porque carecen del receptor necesario para el
transporte dentro de la célula bacteriana. Los aminoglucósidos
son polares, y, por tanto, insolubles en los lípidos, lo que signi-
Las fluoroquinolonas (p. ej., enrofloxacino, difloxacino, ciprofloxacino, ofloxacino, marbofloxacino) (v. tabla 10-2) y las sulfas
potenciadas (p. ej., trimetoprim-sulfa) inhiben la síntesis del
ADN. Las fluoroquinolonas inactivan la ADN-girasa, impidiendo que la molécula del ADN se desespiralice durante la replicación del ADN y la transcripción en ácido ribonucleico mensajero (ARNm). Tienen una actividad bactericida rápida y son
eficaces en las infecciones de los tejidos blandos, la neumonía, la
osteomielitis y las infecciones urinarias causadas por microorganismos gramnegativos y estafilococos. También son eficaces
contra Rickettsia rickettsii y posiblemente contra las bacterias L
forma, pero su eficacia contra los cocos grampositivos, especialmente los enterococos (excepto estafilococos) y las bacterias
anaerobias es variable. Otra ventaja que se ha observado es la
actividad contra Pseudomonas aeruginosa, aunque los últimos
estudios indican que se necesitan dosis superiores a las normales
para conseguir este efecto. La dosis de enrofloxacino varía
dependiendo del tejido diana (v. tabla 10-2). Aunque al principio se consideraba improbable que se desarrollaran resistencias
a las fluoroquinolonas, algunas pseudomonas, Escherichia coli,
Enterococcus y Staphylococcus spp. se han vuelto resistentes. En
un hospital de medicina humana, el 80% de Staphylococcus
aureus resistente a meticilina (SARM) desarrolló resistencia a
ciprofloxacino durante el primer año que se administró a los
pacientes. Se están produciendo brotes de SARM en todo el
mundo. En EE. UU. y en Europa, la prevalencia de SARM era
inferior al 3% al principio de los años ochenta, pero ha aumentado hasta el 40% en los años noventa. Las infecciones causadas
por SARM se han convertido en un problema sanitario importante a nivel mundial, y tienen graves consecuencias para todas
las áreas hospitalarias humanas, especialmente las salas quirúrgicas y las unidades de cuidados intensivos. Es probable que el
uso indiscriminado de los antibióticos haga que sigan desarrollándose cepas resistentes tanto en los hospitales humanos como
veterinarios. Los efectos secundarios de los antibióticos incluyen
CAPÍTULO 10
vómitos, efectos sobre el SNC en animales de todas las edades y
lesiones de los cartílagos en los animales en desarrollo.
NOTA: Cuando se administra enrofloxacino por vía IV,
debe administrarse lentamente en una solución diluida
para evitar que produzca morbilidad en el paciente o
incluso la muerte.
Ciprofloxacino oral es mucho más barato que enrofloxacino,
pero la biodisponibilidad es mucho menor en los perros (aproximadamente, 30%-40%) que en las personas (aproximadamente,
70%-80%), por lo que con frecuencia se administra una dosis
inferior a la necesaria en los perros. Marbofloxacino tiene una
acción de amplio espectro contra los patógenos principales que
se encuentran en las infecciones quirúrgicas. Es seguro en los
perros, y una única inyección IV de 2-4 mg/kg mantiene la concentración plasmática por encima de la CIM para Enterobacteriaceae y estafilococos durante 12-24 horas.
Las combinaciones de trimetoprim y sulfonamida son eficaces
para el tratamiento de la osteomielitis, la prostatitis, la neumonía,
la traqueobronquitis, la pioderma y las infecciones urinarias. Estos
fármacos combinados son bactericidas y actúan inhibiendo los
pasos secuenciales de la síntesis de folato. Además, es menos probable que el tratamiento combinado dé lugar al desarrollo de cepas
resistentes. Las combinaciones de trimetoprim y sulfonamida tienen un amplio espectro de actividad, que incluye a la mayoría de
los estreptococos, muchos estafilococos y Nocardia spp. Generalmente, no son eficaces contra pseudomonas. Los posibles efectos
secundarios incluyen queratoconjuntivitis seca, trombocitopenia,
anemia, supresión de la médula ósea, vómitos, hipersensibilidad
(es decir, vasculitis o artritis) y hepatopatía. Algunas razas, como
los dóberman pinscher y los rottweilers, y algunas familias de
perros tienen más probabilidades de sufrir efectos secundarios.
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CAUSAS DEL FRACASO DE LOS ANTIBIÓTICOS
Y MECANISMOS DE LA RESISTENCIA
A LOS ANTIBIÓTICOS
El éxito del tratamiento con antibióticos se basa en administrar
la dosis adecuada en el sitio de la infección de manera que mueran o se supriman suficientes bacterias para que el sistema
inmunitario del paciente pueda controlar la infección. Los factores que contribuyen al fracaso de los antibióticos incluyen una
dosis inadecuada (ya sea superior o inferior), la frecuencia y la
vía de administración; una duración inadecuada del tratamiento; la selección incorrecta de los antibióticos (es decir, que no se
basa en los cultivos y los antibiogramas); la incapacidad del antibiótico para aliviar la causa de la infección (p. ej., cuerpos extraños o implantes); la incapacidad del antibiótico para alcanzar el
tejido diana a una dosis suficiente (p. ej., atravesar la barrera
hematoencefálica); la resistencia bacteriana a los antibióticos
(v. comentario más adelante); la depresión de la inmunidad del
huésped (es decir, enfermedades concurrentes graves o debilitantes); la farmacocinética del fármaco; las reacciones del fármaco; los antagonistas de los antibióticos; y el diagnóstico incorrecto (es decir, enfermedades víricas o cuerpos extraños).
La resistencia a los antibióticos puede ser el resultado de la destrucción enzimática del antibiótico (p. ej., algunas bacterias producen ␤-lactamasas que inhiben los fármacos ␤-lactámicos), la
alteración de la permeabilidad bacteriana al antibiótico (p. ej., los
Infecciones quirúrgicas y selección de antibióticos
83
estreptococos tienen una barrera impermeable natural frente a los
aminoglucósidos, que puede superarse si se utiliza simultáneamente un fármaco con actividad contra la pared celular, como un
␤-lactámico), la alteración estructural del objetivo del antibiótico
(p. ej., puede desarrollarse resistencia a los aminoglucósidos si se
altera la composición de las proteínas de los ribosomas bacterianos que sirven como receptores en los microorganismos susceptibles), o del desarrollo de rutas metabólicas alternativas que evitan
la reacción antagonizada por el antibiótico en concreto.
INFECCIONES QUIRÚRGICAS
Clasificación de las heridas quirúrgicas
Las heridas quirúrgicas se clasifican según el grado de contaminación, que ayuda a predecir la probabilidad de que se desarrolle una
infección. Se dice que existe una infección bacteriana cuando hay
más de 105 bacterias por gramo de tejido. El National Research
Council desarrolló un sistema de clasificación (v. tabla 10-3) para
que sirviera de base para comparar los distintos tipos de heridas,
entre las distintas instituciones. Aunque esta clasificación es útil,
hay ciertas superposiciones e inconsistencias entre los grupos y
dentro de ellos. La tasa de infección de todos los tipos de heridas
quirúrgicas es de alrededor del 5%. Una clasificación más extensa
de las heridas quirúrgicas según el grado de contaminación produce cambios significativos en las tasas de infección. En los seres
humanos existe una clara correlación entre las cuatro categorías
de contaminación de las heridas (limpia, limpia contaminada,
contaminada y sucia) y la tasa de infección del sitio quirúrgico. Se
ha desarrollado un sistema de puntuación del índice de riesgo
para predecir mejor el riesgo que tiene una persona de adquirir
una infección en el sitio quirúrgico. Los factores relacionados con
la intervención que se han asociado definitivamente con un riesgo
alto de infección en los seres humanos incluyen el cambio del aire
el día antes de la cirugía, la duración de la cirugía y la profilaxis
con antibióticos. En un estudio reciente sobre perros y gatos que
se habían sometido a una intervención quirúrgica (1000 intervenciones), la tasa de «infección/inflamación» fue del 5,8%, mientras
que la tasa de «infección» fue del 3% (Eugster y cols., 2004). La
infección se definió como la presencia de un drenaje purulento, un
absceso o una fístula, mientras que infección/inflamación se utilizó
cuando la herida estaba «infectada» o cuando se presentaron más
de tres de los siguientes signos simultáneamente: rubor, tumefacción, dolor, calor, exudado seroso y dehiscencia de la herida. En
este estudio, «infección» se asoció a tres factores de riesgo principales (duración de la cirugía, aumento del número de personas en
el quirófano y sitio quirúrgico sucio) y a un factor protector (profilaxis antimicrobiana). El término «infección/inflamación» se
asoció a seis factores significativos (duración anestésica, duración
de la estancia en la unidad de cuidados intensivos tras la operación, drenaje de la herida, aumento de peso del paciente, sitio quirúrgico sucio y profilaxis antimicrobiana).
Se ha publicado que la tasa de infección de las heridas limpias
(v. tabla 10-3) varía entre 0 y el 4,4%. Dentro de esta categoría, es
más probable que se infecten después de una intervención quirúrgica las heridas que se asocian a traumatismos graves con fracturas
múltiples, intervenciones traumáticas (p. ej., artrodesis carpiana) o
fracturas de la parte distal del radio o la tibia que requieren la colocación de placas. Con frecuencia, se piensa que la profilaxis antibiótica no reduce la tasa de infección excepto cuando la cirugía la
realizan estudiantes o si la intervención dura más de 90 minutos.
Sin embargo, en un estudio se determinó que la administración
84
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 10-3
Sistema de clasificación de las heridas*
CLASIFICACIÓN
DESCRIPCIÓN
TIPO DE INTERVENCIÓN QUIRÚRGICA (EJEMPLOS)
Limpia
Heridas quirúrgicas no traumáticas, no inflamadas,
cuando no se ha accedido a los sistemas respiratorio,
gastrointestinal, genitourinario ni orofaríngeo
Laparotomía exploratoria
Esterilización programada
Sustitución completa de cadera
CAP
Limpia
contaminada
Heridas quirúrgicas cuando se ha accedido a los
sistemas respiratorio, gastrointestinal o genitourinario
en condiciones controladas sin una contaminación
inusual; o también, heridas limpias en que se ha
colocado un drenaje
Broncoscopia
Colecistectomía
Resección del intestino delgado
Enterotomía
Contaminada
Heridas accidentales, abiertas, recientes;
intervenciones en las que se ha derramado contenido
gastrointestinal u orina infectada o se ha producido
una alteración importante de la técnica aséptica
Derrame biliar durante una colecistectomía o
intervenciones de derivación biliar
Masaje cardíaco abierto
Cistotomía con derrame de orina infectada
Laceraciones
Sucia
Heridas traumáticas antiguas con derrame purulento,
tejido desvitalizado o cuerpos extraños;
intervenciones quirúrgicas en las que se perfora una
víscera o se produce contaminación fecal
Escisiones o drenaje de un absceso
Peritonitis
Perforación del intestino
Rotura de la vejiga urinaria causada por
colecistitis necrosante
Osteotomía de la ampolla debido a otitis media
CAP, conducto arterioso persistente.
*National Research Council, Division of Medical Sciences.
perioperatoria de antimicrobianos reducía de forma eficaz la tasa
de infecciones postoperatorias en los perros que se sometían a una
intervención quirúrgica ortopédica programada (Whittem y cols.,
1999). En este estudio, los antibióticos (penicilina G o cefazolina)
se administraron dentro de los 30 minutos anteriores a la primera
incisión quirúrgica y cada 90 minutos hasta que se terminó la cirugía. Después no se administraron más antibióticos.
En otro estudio se demostró que no había diferencias significativas en la tasa de infección entre los animales con heridas limpias
a los que se les administraban antibióticos preventivos adecuados
en el período perioperatorio y los que no recibían antibióticos
preventivos (Brown y cols., 1997). En este estudio, el fármaco
empezaba a administrarse menos de 2 horas antes de la cirugía y
se suspendía antes de que transcurrieran 24 horas desde la intervención. Sin embargo, en el mismo estudio se observó que la tasa
de infección entre los animales a los que se les administraban antibióticos, sin seguir el protocolo mencionado antes, y los animales
a los que se les administraban antibióticos sólo después de la
intervención era más alta que la tasa de infección del grupo que
no recibió ningún antibiótico. Esto subraya la importancia de utilizar los antibióticos preventivos de forma correcta. En un estudio
reciente, los animales a los que se les administró antibióticos profilácticos tuvieron una probabilidad de sufrir una infección en el
sitio quirúrgico de 6 a 7 veces inferior que los pacientes sin profilaxis (Eugster y cols., 2004). Por tanto, parece que los antibióticos
profilácticos están indicados en algunas intervenciones limpias;
sin embargo, es imprescindible que se administren durante el
período de inducción y se suspendan dentro de las 24 horas posteriores a la intervención (preferiblemente, al acabar la cirugía).
Las heridas limpias contaminadas (v. tabla 10-3) se identifican
cuando se ha accedido a órganos luminales no estériles, pero no se
ha producido un derrame significativo de su contenido. En esta
categoría se incluyen las intervenciones en las que se produce una
alteración menor de la técnica aséptica, como la perforación de un
guante quirúrgico. La tasa de infección para este tipo de herida
quirúrgica es del 4,5% al 9,3%; las fracturas limpias contaminadas
de la pelvis y de los huesos largos se infectan con más frecuencia.
En las heridas limpias contaminadas está indicada la profilaxis
antimicrobiana, y la elección del antibiótico se basa en la microflora que se espera que se desarrolle. En un estudio realizado con
239 perros y gatos en los que se realizaron intervenciones quirúrgicas limpias contaminadas, se observó que los machos enteros y
los animales con endocrinopatías concurrentes tenían un riesgo
más alto de desarrollar infecciones postoperatorias en la herida
(Nicholson y cols., 2002). La duración total de la intervención y la
duración total anestésica fueron más largas en los animales en que
se produjeron infecciones postoperatorias de la herida. No hubo
otros factores estadísticamente significativos.
En las heridas contaminadas (v. tabla 10-3) se ha observado
una tasa de infección del 5,8% al 28,6%; las fracturas contaminadas de los huesos largos y de la pelvis, y las intervenciones urogenitales contaminadas son las que se infectan con más frecuencia.
En las heridas contaminadas está indicada la profilaxis antimicrobiana, y la elección inicial del antibiótico se basa en la microflora
que se espera que se desarrolle, y se modifica si es necesario una
vez obtenidos los resultados del cultivo y el antibiograma. Estas
heridas no se infectan al principio, pero pueden infectarse más
adelante. El tratamiento precoz puede modificar mucho la evolución de las heridas contaminadas. El desbridamiento delicado, el
lavado abundante y el tratamiento antibiótico pueden convertir
estas heridas en heridas limpias, pero si el tratamiento no es adecuado pueden convertirse en heridas sucias, infectadas.
CAPÍTULO 10
Las heridas sucias (v. tabla 10-3) son aquellas que presentan
una gran infección en el momento de la intervención quirúrgica
(p. ej., heridas traumáticas con tejido desvitalizado retenido,
cuerpos extraños o contaminación fecal). El tratamiento de este
tipo de heridas requiere el uso de antibióticos (la elección inicial
del antibiótico se basa en la microflora que se espera que se
desarrolle, y se modifica si es necesario una vez obtenidos los
resultados del cultivo y el antibiograma), lavado abundante, desbridamiento, drenaje y, posiblemente, el uso de apósitos húmedos-secos para el desbridamiento completo de la herida al principio del período postoperatorio.
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Clasificación de las infecciones quirúrgicas
Las infecciones pueden afectar a los pacientes quirúrgicos en cuatro escenarios principales: 1) con la enfermedad quirúrgica primaria (p. ej., osteomielitis que se produce debido a una fractura abierta; piómetra; peritonitis secundaria a perforación gastrointestinal;
o absceso prostático); 2) como una complicación de una intervención quirúrgica que normalmente no se asocia a infección; 3) como
una complicación de las técnicas de apoyo, y 4) con los implantes
protésicos. Las bacterias que causan infecciones asociadas a las
enfermedades quirúrgicas primarias son características de un origen no estéril (p. ej., la piel, las vías urinarias o el tubo digestivo).
Estas infecciones sólo dependen del tratamiento quirúrgico y no de
la prevención quirúrgica. La selección inicial del antibiótico se basa
en la microflora que se espera que se desarrolle, y se modifica una
vez obtenidos los resultados del cultivo y el antibiograma.
Los sitios de intervención quirúrgica que normalmente no se
asocian a infección se infectan cuando se introducen bacterias
desde superficies no estériles, como la piel, el sistema gastrointestinal o las vías urinarias, en el tejido estéril. En todas las intervenciones quirúrgicas se produce alguna contaminación bacteriana. El que se desarrolle una infección depende del número y
de la virulencia de las bacterias, la competencia de las defensas
del huésped y la cantidad de tejido dañado y de espacio muerto
que causa la intervención. Las infecciones pueden reducirse al
mínimo utilizando una técnica quirúrgica meticulosa, lavando
la herida abundantemente, cerrando los espacios muertos y
mediante la profilaxis antibiótica adecuada.
La infección puede ser una complicación de las técnicas de
apoyo, especialmente si se realizan en animales debilitados, traumatizados o inmunocomprometidos. Los catéteres venosos pueden asociarse a sepsis, que persistirá hasta que se retire el catéter.
Los pacientes con cateterismo intravenoso prolongado deben
vigilarse cuidadosamente por si se presenta una infección. Los
catéteres cefálicos deben cambiarse cada 48-72 horas (aunque
con los cuidados adecuados pueden usarse durante más tiempo
si es necesario); los catéteres yugulares suelen durar de 7 a 10 días
si se manejan de forma adecuada. Los catéteres urinarios son
una fuente frecuente de infección en los pacientes perioperatorios si el cateterismo dura más de 2-3 días; el cuidado y mantenimiento adecuados pueden reducir este riesgo. En un estudio
reciente, el cultivo bacteriano del extremo de los catéteres urinarios para diagnosticar las infecciones urinarias asociadas al catéter no resultó fiable, por lo que se recomendó que sólo se utilizase como una herramienta para hacer un cribado inicial
(Smarick y cols., 2004). Los antibióticos sistémicos no protegen
de las infecciones a los pacientes con catéteres urinarios permanentes. Estos catéteres deben conectarse a un sistema de drenaje
cerrado para ayudar a prevenir la infección ascendente. La intu-
Infecciones quirúrgicas y selección de antibióticos
85
bación endotraqueal prolongada fomenta el desarrollo de infecciones por la presencia de un cuerpo extraño, la interrupción del
sistema mucociliar y la interrupción de la tos refleja eficaz.
Los implantes protésicos son sustancias extrañas que se utilizan para sujetar, reconstruir o imitar la función de una estructura anatómica (es decir, sustitución total de cadera, mallas de polipropileno, suturas no reabsorbibles, prótesis vasculares, implantes
de metal o cemento óseo de polimetilmetacrilato). La presencia
de un material extraño en las heridas contaminadas o infectadas
aumenta significativamente la probabilidad de que se produzca
una infección crónica y rechazo del implante. El tratamiento
antibiótico rara vez tiene éxito hasta que se retira el implante,
porque los implantes inhiben a los fármacos y los mecanismos de
defensa que afectan a las bacterias, en parte debido a la formación
de biopelículas. Las biopelículas se forman cuando las bacterias
se adhieren a una superficie en un entorno acuoso y empiezan a
excretar una sustancia viscosa, pegajosa, que las sujeta sobre la
superficie de los implantes médicos y los tejidos. Pueden estar
formadas por una única especie bacteriana, pero generalmente
constan de muchas especies de bacterias, junto con hongos, algas,
protozoos, detritos y productos de la corrosión. Una vez que se
unen a la superficie, los microorganismos de la biopelículas son
extremadamente resistentes a los antibióticos.
Si los implantes son biocompatibles y estériles, y se colocan
utilizando una técnica quirúrgica aséptica adecuada, es raro que
se produzca infección y rechazo posterior del implante. La bacteriemia transitoria (p. ej., la que se produce tras la limpieza dental
con ultrasonidos) puede sembrar los implantes porosos (p. ej., de
metilmetracrilato) con bacterias y producir una infección. Por
tanto, los pacientes con implantes quirúrgicos que requieren estas
intervenciones deben tratarse antes con antibióticos preventivos.
Prevención de las infecciones quirúrgicas
El objetivo principal de la cirugía aséptica es prevenir la infección de las heridas quirúrgicas. Los factores que pueden determinar si se ha producido la contaminación microbiana de una
herida quirúrgica incluyen factores del huésped (es decir, la
edad, el estado físico, el estado nutricional, las técnicas diagnósticas, los trastornos metabólicos concurrentes y el tipo de herida), las prácticas de quirófano y las características de los contaminantes bacterianos. Los pacientes de más de 10 años de edad
pueden tener predisposición a las infecciones debido a la incapacidad para desarrollar una respuesta inmunitaria adecuada o
por la presencia concurrente de trastornos debilitantes, como
hiperadrenocorticismo, diabetes mellitus o enteropatía con pérdida de proteínas. Los pacientes de menos de 1 año de edad pueden estar predispuestos a las infecciones, debido a que el sistema
inmunitario no está desarrollado por completo. El riesgo aumenta en los pacientes con desnutrición proteínica y calórica (v. capítulo 11), especialmente si tienen hipoproteinemia. Los métodos de diagnóstico (es decir, cateterismo uretral, toracocentesis
y abdominocentesis, y el cateterismo intravenoso), el tratamiento inmunosupresor (es decir, con corticoides o quimioterapia
contra el cáncer), los períodos largos de hospitalización, el tratamiento antibiótico anterior, las infecciones remotas y el drenaje de la herida o de una cavidad orgánica también pueden predisponer al animal a la infección. La duración de la cirugía es un
factor de riesgo para la infección; en un estudio reciente se determinó que el riesgo de infección se duplicaba cada 70 minutos
durante una intervención quirúrgica (Eugster y cols., 2004).
86
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
NOTA: La duración de la cirugía (y la anestesia) debe
reducirse al mínimo en la cirugía de pequeños animales,
y debe prestarse una atención especial en los hospitales
docentes, donde la cirugía y la anestesia suelen prolongarse más de lo necesario para realizar la propia intervención quirúrgica.
Las condiciones locales de la zona quirúrgica (es decir, la presencia de tejido necrosado, hematomas, bolsas de suero, infección local, cuerpos extraños o espacios muertos) pueden influir
en la sensibilidad del paciente a las infecciones, porque permiten
la proliferación bacteriana e inhiben la respuesta normal del
huésped. En un estudio reciente se identificó la duración anestésica como un factor de riesgo para la infección postoperatoria de
las heridas independiente de la duración de la cirugía (Beal y
cols., 2000). Por tanto, debe reducirse al mínimo el tiempo de
preparación del paciente para que disminuyan las infecciones
postoperatorias. Además, las técnicas de diagnóstico por imagen, como la mielografía, la ecografía o la radiografía, deben
minimizarse en el período perioperatorio inmediato.
La hipotermia perioperatoria debe reducirse al mínimo, porque puede disminuir la resistencia innata del paciente a las infecciones bacterianas. Sin embargo, en un estudio realizado por
Beal y cols. no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los pacientes que desarrollaron una infección y
los que no. En un estudio, los pacientes a los que se les administró
propofol tenían una probabilidad 3,8 veces superior de desarrollar infecciones postoperatorias de las heridas que los animales a
los que no se les administró el fármaco (Heldman y cols., 1999).
Se cree que esto se debió a la contaminación del propofol por el
personal del hospital. El propofol debe prepararse y manejarse
utilizando una técnica aséptica estricta, y el fármaco que no se
utilice debe desecharse inmediatamente.
Las prácticas de quirófano (es decir, los principios de la técnica
aséptica, la esterilización y desinfección, la preparación del entorno
quirúrgico, ponerse la bata y los guantes, y la preparación del
paciente, del campo quirúrgico y del personal quirúrgico) son
importantes para prevenir la infección de las heridas quirúrgicas y
se analizan en los capítulos 1 a 7. Existen muchas pruebas que apoyan que las bacterias endógenas (es decir, bacterias procedentes del
paciente) son responsables de la mayoría de las infecciones de las
heridas. En un estudio reciente se observó que el riesgo de infección en la zona quirúrgica aumentaba 1,3 veces cada vez que una
persona nueva entraba en el quirófano (Eugster y cols., 2004).
El manejo atraumático adecuado del tejido y el uso del instrumental también son importantes para prevenir la infección. El
tejido traumatizado es un soporte para el crecimiento bacteriano
y mantiene las defensas del huésped deterioradas. Además, el tejido traumatizado o necrosado tiene poco oxígeno, lo que permite
el crecimiento de bacterias anaerobias. Cuando la integridad del
tejido se altera durante la cirugía, la fagocitosis y la inmunidad
humoral disminuyen considerablemente. Los cirujanos sin experiencia causan más traumatismo tisular que los cirujanos experimentados, por lo que aumenta la sensibilidad a las infecciones.
Las características de los contaminantes bacterianos pueden
influir en las infecciones adquiridas quirúrgicamente. Los microorganismos que es más probable que causen una infección de la
herida quirúrgica son las bacterias resistentes del entorno. Generalmente, estas infecciones se adquieren durante la hospitalización
y se denominan infecciones nosocomiales. Las heridas quirúrgicas
son un sitio común para que se produzcan infecciones nosocomiales. El abuso de los antibióticos, los catéteres permanentes
(intravenosos o urinarios), los métodos de diagnóstico (lavado
transtraqueal, toracocentesis, abdominocentesis), la edad avanzada (mayores de 10 años) y las enfermedades crónicas debilitantes
son factores de riesgo para las infecciones nosocomiales. Para prevenir estas infecciones es necesario controlar la microflora endógena (es decir, la preparación del paciente [v. capítulo 6]), reducir
la transmisión bacteriana (es decir, lavarse las manos, ponerse
guantes, desinfección y esterilización [v. capítulos 2, 7 y 8]), controlar el entorno hospitalario (manteniendo una limpieza y desinfección adecuadas, y siguiendo los protocolos de esterilización
hospitalaria [v. capítulo 4]) y utilizar los antibióticos de forma
racional, basándose en las necesidades del paciente y en los resultados de los cultivos y los antibiogramas.
USO PROFILÁCTICO Y TERAPÉUTICO
DE LOS ANTIBIÓTICOS
Uso profiláctico
En el sitio quirúrgico debe haber antibióticos profilácticos durante
el período de contaminación potencial para prevenir el crecimiento
de microorganismos patógenos contaminantes. En el cuadro 10-1
CUADRO 10-1
Ejemplos de intervenciones quirúrgicas en las que se
aconseja el uso de antibióticos profilácticos
Indicaciones generales
• Intervenciones quirúrgicas de más de 90 minutos de
duración
• Implantes de prótesis (p. ej., mallas, marcapasos, prótesis vasculares, cemento óseo)
• Pacientes que tienen una prótesis (p. ej., cadera completa, marcapasos, cemento óseo) que van a someterse
a una intervención quirúrgica (p. ej., limpieza dental,
heridas por traumatismo, cirugía colorrectal)
• Heridas gravemente infectadas o traumatizadas
Intervenciones ortopédicas
•
•
•
•
Sustitución completa de la cadera
Reparación de fracturas abiertas
Reparación de fracturas extensas
Otras intervenciones programadas
Intervenciones respiratorias
• Resección de uno o varios lóbulos infectados
• Cierre de una fístula broncoesofágica
Intervenciones gastrointestinales
•
•
•
•
•
•
•
•
Anastomosis del colon o colectomía
Estrangulación u obstrucción
Absceso pancreático
Resección gástrica debido a dilatación-vólvulos
Cirugía anal y rectal
Cirugía esofágica
Herniorrafia perineal
Cirugía hepatobiliar con infección
Intervenciones urogenitales
• Cirugía renal, ureteral, de la vejiga o la uretra si hay
orina infectada
CAPÍTULO 10
se enumeran las interve nciones quirúrgicas en las que se aconseja
utilizar antibióticos profilácticos. Los antibióticos no sustituyen a la
técnica aséptica adecuada, el manejo meticuloso y atraumático de
los tejidos, la hemostasia cuidadosa, el uso adecuado de las suturas,
la conservación de la irrigación sanguínea, la eliminación del espacio muerto y la aposición anatómica de los tejidos.
La selección racional de los antibióticos para la profilaxis antimicrobiana requiere identificar a los microorganismos que es más
probable que causen la contaminación y los fármacos a los que son
más sensibles. Para la profilaxis antimicrobiana es necesaria la selección empírica de los fármacos. La selección de los antibióticos debe
basarse en la experiencia clínica y en los resultados de los estudios
publicados sobre la microbiología de las infecciones de los pequeños animales. La selección empírica de un antibiótico para prevenir
o tratar una infección requiere un fármaco que sea eficaz contra al
menos el 80% de los patógenos probables. Los patógenos que generalmente son los responsables de las infecciones postoperatorias de
las heridas en los pequeños animales son Staphylococcus spp. (especialmente, S. aureus), E. coli y Pasteurella spp. (especialmente en los
gatos). En la tabla 10-4 se enumeran los microorganismos que es
más probable que se asocien a intervenciones quirúrgicas, agrupados según el sistema orgánico. Las consideraciones especiales a la
hora de seleccionar y administrar los antibióticos profilácticos se
presentan en el cuadro 10-2. Cefazolina no tiene efectos secundarios
sobre la agregación plaquetaria, el tiempo de hemorragia, el recuento de plaquetas, el tamaño de las plaquetas, el tiempo de protrombina o el tiempo de tromboplastina parcial activada, por lo que es
una buena opción para su uso como antibiótico perioperatorio en
perros con trastornos que les predisponen a complicaciones hemostáticas. Los antibióticos profilácticos intravenosos deben administrarse entre 1 hora y 30 minutos antes de realizar la primera
incisión quirúrgica, y deben suspenderse al acabar la intervención o en las 24 horas siguientes (v. cuadro 10-2).
Infecciones quirúrgicas y selección de antibióticos
87
el uso de un antibiótico, el objetivo es elegir un fármaco que sea
activo de forma selectiva para los microorganismos que es más
probable que estén produciendo la infección, que sea lo menos
tóxico posible, que elimine las bacterias en el sitio de la infección
y que no influya negativamente en el sistema inmunitario del
huésped. Los antibióticos terapéuticos están indicados en los
pacientes quirúrgicos con infección sistémica muy evidente (es
decir, septicemia o bacteriemia); cuando hay infección en la zona
quirúrgica o en una cavidad orgánica (p. ej., infección de la herida,
piotórax o absceso abdominal); o si se va a realizar cualquiera
de las intervenciones quirúrgicas contaminadas o sucias que se
enumeran en el cuadro 10-1. Generalmente, la antibioterapia
CUADRO 10-2
Consideraciones para la selección y administración
de antibióticos profilácticos
Selección de los antibióticos
• Determinar qué sistema está implicado y cuál es el
microorganismo más probable (v. tabla 10-4)
• Cefazolina alcanza concentraciones adecuadas para
prevenir el crecimiento bacteriano de la mayoría de los
contaminantes comunes
Momento en que se administran los antibióticos
Entre 30 minutos y 1 hora antes de realizar la primera
incisión quirúrgica
Dosis de cefazolina
22 mg/kg
Vías de administración del antibiótico
Intravenosa; puede repetirse cada 1,5-2 horas, dependiendo de la duración de la cirugía
Uso terapéutico
Duración de la administración de los antibióticos
El uso terapéutico de los antibióticos se basa en el juicio clínico,
el conocimiento de los mecanismos de acción (v. comentario
más arriba) y los factores microbiológicos. Cuando está indicado
Se suspende inmediatamente después de cerrar la herida
quirúrgica o en las 24 horas siguientes
TABLA 10-4
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Microorganismos que se aíslan con más frecuencia en varios sistemas orgánicos
INTERVENCIÓN, SISTEMA O TRASTORNO
PATÓGENOS PROBABLES
Cirugía torácica (intervenciones pulmonares y cardiovasculares)
Staphylococcus spp., bacilos gramnegativos
Cirugía ortopédica (p. ej., sustitución completa de la cadera, fijación
interna prolongada)
Staphylococcus spp.
Cirugía gástrica e intestinal superior (pacientes de alto riesgo)
Cocos grampositivos, bacilos entéricos
gramnegativos, anaerobios
Cirugía de las vías biliares (pacientes de alto riesgo)
Bacilos entéricos gramnegativos, anaerobios
(especialmente Streptococcus spp., Clostridium spp.)
Cirugía colorrectal
Bacilos entéricos gramnegativos, anaerobios
(especialmente Bacteroides spp., Streptococcus spp.)
Sistema urogenital (p. ej., piómetra, endometritis)
Escherichia coli, Streptococcus spp., anaerobios
Heridas profundas, penetrantes (p. ej., heridas con menos
de 6 horas de antigüedad, heridas por mordedura)
Anaerobios, bacterias facultativas
Intervenciones odontológicas (pacientes con cardiopatía valvular)
Staphylococcus spp., Streptococcus spp., bacterias
facultativas, anaerobios
88
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
se empieza antes de la cirugía y se continúa hasta al menos
2-3 días después de la resolución aparente de la infección; la
duración máxima del tratamiento depende de la toxicidad del
fármaco y de la enfermedad que se trata.
Las consideraciones especiales con respecto a la selección y
administración de antibióticos terapéuticos se enumeran en el cuadro 10-3. Inicialmente, el éxito del tratamiento se determina observando la respuesta del paciente durante un mínimo de 2-3 días. Si
el estado del animal no ha mejorado en ese tiempo, hay que
cuestionarse si la antibioterapia es correcta. Será necesario volver a investigar si el diagnóstico inicial es correcto; si los resultados del cultivo y del antibiograma son fiables; si el microorganismo patógeno es sensible al antibiótico; si la dosis, la vía y la
frecuencia de administración son las correctas; si existe un cuerpo extraño o un foco no drenado de infección; si una infección
nueva se ha superpuesto a la infección original; y/o si los mecanismos de defensa del huésped están gravemente comprometidos. En la mayoría de las infecciones quirúrgicas, para que la
antibioterapia sea eficaz también debe utilizarse un tratamiento
complementario, que puede ser el drenaje de las acumulaciones
de suero, pus o sangre desde la herida quirúrgica o las cavidades
orgánicas, el desbridamiento concurrente del tejido necrosado,
el lavado continuado de las heridas infectadas, la eliminación
de cuerpos extraños o los implantes infectados, la eliminación de
CUADRO 10-3
los cálculos urinarios, la eliminación de pus de un absceso abdominal, el desbridamiento de la osteomielitis crónica o el drenaje
de la artritis supurativa.
Bibliografía
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infection rate in clean wounds: a retrospective study, Vet Surg
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with postoperative wound infection rate in clean wounds: a retrospective study, Vet Surg 28:256, 1999.
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postoperative wound infection in clean-contaminated wounds:
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care unit, J Am Vet Med Assoc 224:1936, 2004.
Whittem TL et al: Effect of perioperative prophylactic antimicrobial treatment in dogs undergoing elective orthopedic surgery,
J Am Vet Med Assoc 215:212, 1999.
Lecturas recomendadas
Consideraciones sobre la selección y administración
de antibióticos terapéuticos
Selección del antibiótico
• Determinar qué sistema está implicado y cuál es el microorganismo patógeno más probable, para establecer el
tratamiento primario (v. tabla 10-4).
• Obtener muestras representativas para realizar la tinción
de Gram, estudios citológicos, y un cultivo y un antibiograma (p. ej., líquido, tejido, implantes, restos necrosados). Es mejor obtener las muestras para el cultivo antes
de administrar antibióticos, si este tiempo de espera no
supone un riesgo inaceptable para el paciente.
• Asegurarse de que el antibiótico alcanza el tejido diana.
• Si existen varios antibióticos eficaces, seleccionar el que
sea más barato, menos tóxico y más práctico de administrar.
Si el paciente debe seguir recibiendo el tratamiento una
vez haya salido del hospital, es mejor elegir un fármaco
que se administre por vía oral.
Momento en que se administran los antibióticos
Tan pronto como se hayan obtenido las muestras, empezando con la antibioterapia empírica.
Dosis
Deben seguirse cuidadosamente las dosis recomendadas.
Vías de administración del antibiótico
Tratar al animal durante 2-3 días y después valorar su estado;
si ha mejorado, continuar con el tratamiento; si no ha mejorado, volver a evaluar y considerar cambiar de antibióticos.
Duración de la administración de antibióticos
La duración depende del efecto del antibiótico, la toxicidad y
el trastorno que se esté tratando; debe administrarse hasta al
menos 2-3 días tras la resolución aparente de la infección.
Albarellos G, Montoya L, Ambros L et al: Multiple once-daily dose
pharmacokinetics and renal safety of gentamicin in dogs, J Vet
Pharmacol Therap 27:21, 2004.
Los autores comprobaron en seis perros adultos sanos que gentamicina alcanza concentraciones terapéuticas seguras si se administra a
una dosis de 6 mg/kg de peso una vez al día.
Barker CW, Zhang W, Sanchez S et al: Pharmacokinetics of imipenem
in dogs, Am J Vet Res 64:694, 2003.
En un estudio con seis perros sanos, imipenem se absorbió rápidamente y por completo después de administrarlo por vía subcutánea
y por vía intramuscular.
Bidgood TL, Papich MG: Comparison of plasma and interstitial fluid
concentration of doxycycline and meropenem following constant
rate intravenous infusion in dogs, Am J Vet Res 64:1040, 2003.
En un ensayo con seis beagles, se observó que las concentraciones de
doxiciclina en el líquido intersticial eran inferiores a las de la sangre, debido a la unión con proteínas.
Boothe DM, Boeckh A, Boothe HW et al: Tissue concentrations of
enrofloxacin and ciprofloxacin in anesthetized dogs following a
single intravenous administration, Vet Therap 2:120, 2001.
En un estudio realizado con cuatro perros anestesiados, enrofloxacino
estaba presente en todos los tejidos examinados tras su administración IV, pero su concentración era inferior en la tráquea, el cartílago articular, la grasa, los tendones y el humor acuoso.
Frazier DL, Thompson L, Trettien A et al: Comparison of fluoroquinolone pharmacokinetic parameters after treatment with marbofloxacin, enrofloxacin, and difloxacin in dogs, J Vet Pharmacol
Therap 23:293, 2000.
Marbofloxacino tiene la vida media más larga en el plasma, y difloxacino tiene las concentraciones urinarias más bajas.
Gelatt KN, van der Woerdt A, Ketring KL et al: Enrofloxacin-associated retinal degeneration in cats, Vet Ophthal 4:99, 2001.
Se estudiaron diecisiete animales con degeneración retiniana evidente
producida por enrofloxacino; algunos animales recuperaron la
vista.
Mealey KL: Penicillins and beta-lactamase inhibitor combinations, J
Am Vet Med Assoc 218:1893, 2001.
CAPÍTULO 10
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Es una revisión muy buena de las ␤-lactamasas y los inhibidores que
se han utilizado combinados con las penicilinas: ácido clavulánico,
sulbactam y tazobactam.
Melendez LD, Twedt DC, Wright M: Suspected doxycycline-induced
esophagitis with esophageal stricture formation in three cats, Fel
Pract 28:10, 2000.
Al parecer, la doxiciclina fue la responsable de la esofagitis y la estenosis esofágica consecuente en tres gatos, probablemente porque
el fármaco se quedó retenido en el esófago en vez de pasar rápidamente al estómago.
Moore KW, Trepanier LA, Lautzenhiser SA et al: Pharmacokinetics of
ceftazidime in dogs following subcutaneous administration and
continuous infusion and the association with in vitro susceptibility
of Pseudomonas aeruginosa, Am J Vet Res 61:1204, 2000.
En un estudio realizado con 10 perros sanos, ceftazidima administrada
a una dosis de 30 mg/kg por vía SC o como una IVC de 4,1 mg/kg/h
alcanzó una concentración sérica suficiente para tratar Pseudomonas aeruginosa.
Morgan MR, Gaynor JS, Monnet E: The effects of sodium ampicillin,
sodium cefazolin, and sodium cefoxitin on blood pressures and
heart rates in healthy, anesthetized dogs, J Am Anim Hosp Assoc
36:111, 2000.
En un estudio realizado con 40 perros sanos anestesiados, se observó
que estos antibióticos eran seguros.
Rebuelto M, Albarellos G, Ambros I et al: Pharmacokinetics of ceftriaxone administered by the intravenous, intramuscular or subcutaneous routes to dogs, J Vet Pharmacol Therap 25:73, 2002.
Infecciones quirúrgicas y selección de antibióticos
89
En un estudio en el que se administraron 50 mg de ceftriaxona/kg peso
corporal por vía SC o IM, a seis perros, se observó que el fármaco
era eficaz para tratar la mayoría de las infecciones susceptibles si se
administraba 1-2 veces.
Rodriques J, Poeta P, Martins A et al: The importance of pets as reservoirs of resistant Enterococcus strains, with special reference to
vancomycin, J Vet Med 49:278, 2002.
En un estudio realizado en Portugal, no se aislaron enterococos resistentes a vancomicina en los perros.
Shamir MH, Leisner S, Klement E et al: Dog bite wounds in dogs and
cats: a retrospective study of 196 cases, J Vet Med 49:107, 2002.
En un estudio realizado con 185 perros y 11 gatos que habían sido
mordidos por otros perros, sólo se produjo mortalidad en los casos
en que había lesiones torácicas y abdominales.
Trepanier LA, Danhof JT, Watrous D: Clinical findings in 40 dogs with
hypersensitivity associated with administration of potentiated sulfonamides, J Vet Int Med 17:647, 2003.
Los samoyedos y los schnauzers miniatura se presentaban en un número excesivo, y los signos clínicos se hicieron evidentes de 5 a 36 días
después de empezar a administrar el fármaco. Los signos más frecuentes fueron fiebre y trombocitopenia, pero hubo muchos otros
problemas asociados a la administración de fármacos sulfa.
van den Hoven R, Wagenaar J, Walker R: In vitro activity of difloxacin
against canine bacterial isolates, J Vet Diagn Invest 12:218, 2000.
Difloxacino mostró una actividad similar a enrofloxacino, pero fue
más bactericida contra Staphylococcus intermedius que enrofloxacino.
90
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
C A P Í T U L O
11
Atención postoperatoria
del paciente quirúrgico
Los cuidados del paciente quirúrgico no terminan cuando acaba
la intervención. La atención postoperatoria de estos pacientes
suele determinar el resultado final; en el caso de los pacientes
críticos puede determinar su supervivencia. La atención postoperatoria implica normalizar la hemostasia, controlar el dolor
(v. capítulo 13) y reconocer las complicaciones precozmente. El
reconocimiento precoz de las alteraciones potencialmente catastróficas facilita el tratamiento y la recuperación. A lo largo de
este libro se han incluido recomendaciones sobre el cuidado
postoperatorio, así como información sobre el tratamiento de
enfermedades específicas; en este capítulo se ofrecen las recomendaciones generales para los animales que se someten a una
intervención quirúrgica.
Después de la cirugía, los animales deben llevarse a una sala
de recuperación donde estén tranquilos y se les pueda observar.
Los pacientes geriátricos, los pacientes enfermos o debilitados
(p. ej., los que tienen disfunción renal, hepatopatía, vómitos o
diarrea) y los pacientes que se han sometido a una intervención
quirúrgica larga deben mantenerse con líquidos intravenosos
(IV) hasta que puedan comer y beber. Debe prestarse mucha
atención a la velocidad de administración de los líquidos y a las
pérdidas urinarias para evitar la depleción del volumen, los desequilibrios electrolíticos graves y/o los trastornos acidobásicos.
Deben controlarse la temperatura, el pulso y la respiración al
menos una vez cada hora (o con más frecuencia en los pacientes
críticos) hasta que la temperatura sea normal y el animal esté
alerta. Los animales con hipotermia pueden necesitar que se les
caliente de forma activa en jaulas calientes, con botellas o guantes de agua caliente, mantas calientes o mantas con aire caliente circulante. Los animales que permanecen recostados deben
cambiarse de postura alternando entre el decúbito lateral derecho e izquierdo o colocándolos en decúbito esternal hasta que
puedan sentarse o mantenerse de pie sin ayuda. Puede ser necesario evaluar el hematocrito, los gases sanguíneos, la presión
arterial y/o la saturación de oxígeno. Si el paciente tiene hipoxia
(es decir, la presión parcial de oxígeno arterial [PaO2] es inferior
a 80 mm mientras respira el aire ambiental), debe considerarse
la administración de oxígeno mediante una jaula de oxígeno,
por insuflación nasal (v. p. 27) o utilizando una mascarilla. Los
pacientes que no pueden orinar sin ayuda (p. ej., pacientes con
enfermedad de los discos intervertebrales) requieren cuidados
especiales; en los capítulos 36-41 se ofrece información sobre el
tratamiento de los animales con neuropatías.
90
La anestesia, los trastornos tóxicos o metabólicos, las enfermedades primarias del tronco del encéfalo o el aumento de la
presión intracraneal pueden causar depresión del sistema nervioso central (SNC). Los pacientes que tardan en recuperarse de
la anestesia deben evaluarse por si se ha producido aumento
de la presión intracraneal, especialmente si tenían previamente
una enfermedad o un traumatismo del SNC. Después de la cirugía pueden producirse convulsiones (contracciones paroxísticas
causadas por un funcionamiento anómalo del cerebro) debido a
los fármacos anestésicos (p. ej., ketamina), a intervenciones
diagnósticas (p. ej., mielografía), a enfermedad intracraneal primaria que se produce secundariamente a una cirugía intracraneal, o debido a otras enfermedades que afectan a la función
cerebral (p. ej., comunicación portosistémica, hipocalcemia tras
las intervenciones quirúrgicas de la glándula tiroidea o de las
glándulas paratiroideas, o hipoglucemia asociada a insulinoma).
La mayoría de las convulsiones duran poco y se resuelven antes
de empezar un tratamiento; sin embargo, los pacientes con crisis
epilépticas o con accesos convulsivos deben tratarse inmediatamente, aunque no se conozca la causa primaria.
Algunos animales, como los que tienen hipoxemia intensa
[PaO2 inferior a 50-60 mm Hg), hipercapnia intensa (presión
parcial de dióxido de carbono arterial [PaCO2] superior a
50-60 mm Hg) o aumento de la presión intracraneal, pueden
necesitar ventilación mecánica tras la cirugía. Pueden utilizarse
ventiladores ciclados por presión o ciclados por volumen. La
tasa respiratoria y el volumen tidal deben ajustarse de forma que
la PaCO2 se mantenga entre 30 y 40 mm Hg y la PaO2 sea superior a 60 mm Hg. Hay que evitar que la presión en las vías respiratorias sea demasiado alta. Generalmente, la PaO2 es cinco veces
superior a la concentración fraccional del oxígeno inspirado
(FIO2) (p. ej., si un paciente respira un 40% de oxígeno, se esperaría que la PaO2 fuera de 200 mm Hg); los valores inferiores
pueden indicar una alteración del intercambio gaseoso. Dependiendo del grado de deterioro, puede ser necesario aplicar un
tratamiento, como presión espiratoria final positiva (PEFP), que
aumenta la capacidad residual funcional y el volumen para el
intercambio gaseoso, y reduce el colapso alveolar. La PEFP puede
proporcionarse con un equipo sofisticado o colocando el extremo
espiratorio del circuito de respiración debajo del agua. La presión
contra la que respira el paciente (normalmente de 2 a 5 cm H2O)
depende de a qué profundidad se sumerja el extremo espiratorio
en el agua.
CAPÍTULO 11
Las hemorragias pueden estar causadas por la cirugía o por
una enfermedad subyacente. Las hemorragias graves reducen el
volumen de sangre circulante y la capacidad para transportar
oxígeno, produciendo más adelante colapso cardiovascular. Las
hemorragias intensas pueden producir signos clínicos evidentes,
pero puede ser difícil descubrir las hemorragias ocultas en una
cavidad corporal. La palidez de las mucosas, el aumento en el
tiempo de rellenado capilar, el pulso débil y la frecuencia cardíaca alta son signos inespecíficos de hemorragia, pero estos parámetros deben vigilarse cuidadosamente después de la cirugía. Si
se sospecha que puede producirse una hemorragia debe evaluarse el hematocrito con frecuencia, aunque no suele variar en las
hemorragias agudas. Aunque los animales normales pueden perder aproximadamente el 10% de su volumen sanguíneo sin que
se produzcan consecuencias graves, muchos pacientes postoperatorios no pueden tolerar esta pérdida. Las hemorragias deben
eliminarse o reducirse al mínimo y se debe reponer el volumen
sanguíneo. La elección del producto de sustitución depende del
comienzo del déficit, de los signos clínicos y de la posibilidad de
que se produzcan complicaciones. Si la hemodilución no es un
problema, puede administrarse una solución de electrólitos
equilibrada (p. ej., Normosol-R). Puede administrarse rápidamente de dos a tres veces el volumen de sangre que se ha perdido
(sin superar los 60-90 mL/kg). La presión venosa central se mide
para evaluar la reposición del volumen, especialmente en los
pacientes con cardiopatía importante. Después de la reanimación deben evaluarse el hematocrito y los sólidos totales a intervalos frecuentes. Los pacientes críticos deben tener un hematocrito del 25% al 35%. Un hematocrito ligeramente inferior al
normal disminuye la viscosidad de la sangre, reduciendo la poscarga de forma eficaz y mejorando el gasto cardíaco. Si el hematocrito no supera el 20% o si es probable que la hemodilución o
la hemorragia hagan que caiga por debajo del 20%, deben administrarse productos sanguíneos (v. cuadro 5-1, p. 25). La sangre
completa, fresca, reemplaza los eritrocitos, las proteínas plasmáticas, las plaquetas y los factores de la coagulación. Si el animal
no tiene hipoproteinemia, puede administrársele un concentrado de eritrocitos. Todos los productos sanguíneos deben administrarse utilizando un sistema de filtrado. Si el paciente tiene
hipoproteinemia pero no tiene anemia, se le puede administrar
plasma u otras soluciones coloidales, como hetastarch, para
aumentar la presión oncótica del plasma (v. p. 28).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
NOTA: Los líquidos que contienen calcio no deben utilizarse como diluyentes o para limpiar las vías que contienen productos sanguíneos, porque puede producirse
coagulación en el tubo.
ABORDAJE NUTRICIONAL DEL PACIENTE
QUIRÚRGICO
Un componente importante de los cuidados postoperatorios es el
apoyo nutricional de los pacientes debilitados o anoréxicos. La
desnutrición se define como la pérdida progresiva de la masa
muscular y el tejido adiposo debido a una ingestión inadecuada
de proteínas y calorías o a un aumento de sus demandas. Las consecuencias que pueden derivarse de la desnutrición proteínicocalórica (DPC) son atrofia muscular y orgánica, deterioro de la
inmunocompetencia, cicatrización ineficaz, anemia, hipoproteine-
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
91
CUADRO 11-1
Diagnóstico de la desnutrición proteínico-calórica*
• Pérdida de peso superior al 10% del peso corporal normal
• Anorexia o hiporexia (es decir, ingestión insuficiente de
nutrientes) durante más de 5 días, o si espera que disminuya la ingestión de nutrientes más de 5 días
• Aumento de la pérdida de nutrientes (es decir, si hay
vómitos, diarrea, heridas graves o quemaduras)
• Aumento de las necesidades de nutrientes (es decir, debido
a traumatismo, cirugía, infección, quemaduras o fiebre)
• Antecedentes de enfermedad crónica
• Concentración sérica de albúmina inferior o igual a
2,5 g/dL
*Estos hallazgos indican DPC. Cuantos más de estos hallazgos
estén presentes, más probable será que exista DPC. Sin embargo,
no se encontrarán todos estos hallazgos en un paciente con DPC, y
no todos los pacientes con uno de estos hallazgos tendrán DPC.
mia, disminución de la resistencia a las infecciones y la muerte.
Por estos motivos, los pacientes con DPC requieren suplementos
de nutrientes durante el tratamiento del trastorno subyacente.
Existen varias alteraciones que pueden causar DPC, que incluyen
el ayuno prolongado, la anorexia, los síndromes de malabsorción,
los traumatismos graves, el estrés quirúrgico, la sepsis, las quemaduras extensas y varios tipos de tumores malignos. La cirugía, las complicaciones postoperatorias y la anorexia inducida quirúrgicamente también aumentan las demandas metabólicas de proteínas y
calorías. En la DPC no se observa predisposición según la raza, el
sexo o la edad; es frecuente en todos los animales gravemente
enfermos, y su incidencia varía del 25% al 65%.
Se diagnostica DPC si se cumplen tres o más criterios de los
que se enumeran en el cuadro 11-1. En la exploración física puede
apreciarse que la capa está en mal estado, presencia de úlceras por
presión o heridas que no cicatrizan, atrofia tisular, atrofia de los
músculos esqueléticos, emaciación, o todos estos signos a la vez.
Los demás hallazgos físicos varían dependiendo de la causa de la
desnutrición. Generalmente, los hallazgos de las radiografías torácicas y abdominales de los pacientes desnutridos son inespecíficos.
En ocasiones, las técnicas de imagen revelan la causa subyacente
de la hiporexia, la anorexia o la emaciación del paciente, como una
obstrucción abdominal o una masa abdominal o torácica. Los
cambios bioquímicos que se producen en la DPC pueden incluir
hipoproteinemia, anemia, hipoglucemia, hiperglucemia, hiperlipidemia o una combinación de estas. Puede haber otros cambios
relacionados con la enfermedad subyacente específica.
Prevención y tratamiento de la desnutrición
Los objetivos del tratamiento de los pacientes con desnutrición
son administrar suplementos nutricionales, e identificar y tratar
la enfermedad subyacente. La administración de los nutrientes
adecuados a los pacientes desnutridos o a los que tienen riesgo
de desnutrición se conoce como sobrealimentación. Con la
sobrealimentación entérica se proporcionan nutrientes por
medio de una sonda nasoesofágica, de faringostomía, de esofagostomía, de gastrostomía o de enterostomía si el tubo gastrointestinal es funcional; en la sobrealimentación parenteral los
nutrientes se administran por vía intravenosa.
92
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Predecir la desnutrición (p. ej., basándose en la anorexia postoperatoria prolongada o en las primeras fases de un posible trastorno crónico) y administrar suplementos de nutrientes antes de que
se agoten ayuda a prevenir la desnutrición en los pacientes hospitalizados. El tratamiento específico depende del cálculo de las necesidades calóricas del paciente, de la fórmula dietética elegida y de la
vía de administración (es decir, entérica, parenteral o parenteral
parcial). Las necesidades energéticas basales (NEB) dependen del
peso corporal; las necesidades energéticas de mantenimiento
(NEM) se determinan teniendo en cuenta las NEB y el número y
gravedad de los problemas clínicos (es decir, reposo en una jaula,
estrés posquirúrgico, traumatismo, cáncer, sepsis o quemaduras
graves). Estos cálculos se basan en los datos de cada paciente, que
se aplican a las fórmulas que se muestran en la figura 11-1.
Dietas de uso entérico. Las características que debe tener
una fórmula dietética ideal son: que se tolere bien, y se digiera y
absorba fácilmente; que contenga los nutrientes esenciales; que
pueda disponerse de ella rápidamente y sea barata; que se conserve mucho tiempo; y que sea fácil de utilizar. Generalmente,
las dietas deben ser isotónicas (es decir, de aproximadamente
300 mOsm/L), deben tener una densidad calórica de aproximadamente 1 kcal/mL, deben contener 1-1,5 g de fibra/100 kcal y
deben proporcionar aproximadamente el 16% de las calorías
totales en forma de proteínas (es decir, deben contener al menos
4 g de proteínas/100 kcal) y aproximadamente el 30% en forma de
grasas. Las dietas entéricas suelen clasificarse como monoméricas
(también llamadas «elementales») o poliméricas. En las dietas
monoméricas suelen utilizarse aminoácidos cristalinos como
fuente de proteínas, glucosa y oligosacáridos como fuente de hidratos de carbono, y aceite de cártamo como fuente de ácidos grasos
esenciales. Generalmente, su osmolalidad es el doble de lo normal,
pueden utilizarse en pacientes con trastornos gastrointestinales
inflamatorios o con malabsorción (p. ej., síndrome del intestino
corto, enfermedad intestinal inflamatoria grave) y son caras. Una
dieta comercial monomérica elemental que se utiliza mucho es
Vivonex HN; su composición se muestra en la tabla 11-1.
Las dietas entéricas poliméricas contienen proteínas de alto
peso molecular, hidratos de carbono y grasas; la osmolalidad es casi
isotónica; requieren que los procesos digestivos gastrointestinales
sean normales; aportan aproximadamente 1 kcal/mL; y son más
económicas que las dietas monoméricas. Estas dietas incluyen las
dietas trituradas, las dietas comerciales parcialmente hidrolizadas y
las dietas comerciales líquidas (v. tablas 11-1 y 11-2). Existen dietas
poliméricas comerciales con distintas osmolalidades, densidades calóricas y composición. En la tabla 11-1 se ofrecen ejemplos
de las dietas poliméricas comerciales que más se utilizan y su composición. Estas fórmulas dietéticas están indicadas para los pacientes desnutridos que tienen intacta la función digestiva y de absorción o para los pacientes que se sospecha que tienen alergia
alimentaria; también deben utilizarse en los pacientes que tienen
que alimentarse a través de un tubo de diámetro pequeño, como
las sondas nasoesofágicas, de esofagostomía, de gastroduodenostomía o de enterotomía. En un estudio multicéntrico se evaluó el
uso de las dietas entéricas líquidas poliméricas como complemento nutricional para perros y gatos con lesiones o enfermedades
graves, y se observó que eran eficaces para mantener un buen estado nutricional (Crowe y cols., 1997). Los pacientes que se alimentaban durante 7 días o más mantenían su peso corporal, las concentraciones plasmáticas de proteínas y las concentraciones séricas
de albúmina, y su actitud y fortaleza mejoraban.
Las dietas equilibradas y más rentables para su administración
entérica son las que se hacen en casa o las dietas comerciales para
animales trituradas. La densidad calórica y el contenido en proteínas varían según la dieta elegida. En la tabla 11-2 se ofrecen
ejemplos de dietas trituradas y su composición. Las dietas trituradas pueden administrarse a través de tubos de 8 French (Fr) de
diámetro o superior; si se utiliza un tubo de diámetro más pequeño (5 Fr), se recomienda utilizar una dieta comercial líquida.
Dietas para nutrición parenteral total. Las dietas disponibles para la nutrición parenteral total (NPT) deben adaptarse para satisfacer las necesidades de proteínas, hidratos de carbono y grasas de un animal; las necesidades calóricas se calculan
como se describe en la figura 11-1. Una composición habitual es
un 8,5% de aminoácidos con electrólitos (fuente de proteínas), el
10%-20% de lípidos (fuente de grasa) y el 50% de glucosa (fuente de hidratos de carbono). Se añaden 1-2 mL de vitaminas del
grupo B/l. En un estudio reciente se indicó que la nutrición
parenteral no contribuye directamente a aumentar la presión
oncótica; sin embargo, no se conocen los efectos indirectos (asociados a la atenuación de la renovación de proteínas y al aporte
de aminoácidos y energía) (Chan y cols., 2001). La NPT puede
afectar al equilibrio de nitrógeno, acelera la cicatrización de las
heridas y mejora la recuperación del paciente de una DPC grave.
Los problemas que pueden plantearse incluyen el manejo del
catéter (es decir, colocación estéril, mantenimiento de la esterilidad en el punto de entrada del catéter, y cambiar con frecuencia
el equipo de infusión), que el equipo necesario es caro (p. ej., la
bomba de infusión), las dietas formuladas son caras, problemas
técnicos (p. ej., monitorización regular del paciente durante la
administración, preparación y almacenamiento adecuados de
la dieta) y la sepsis. Además, si el aparato gastrointestinal no se
estimula adecuadamente con nutrientes luminales y mecanismos
hormonales o neurovasculares, el intestino y el páncreas pueden
atrofiarse. El compromiso de la mucosa intestinal predispone a la
traslocación bacteriana hacia la circulación portal y a una posible
sepsis. Estos problemas hacen que se prefiera la sobrealimentación entérica a la sobrealimentación parenteral.
Dietas para nutrición parenteral parcial. Estas dietas se
hacen con los mismos ingredientes que las dietas para NPT, excepto
que sólo contienen un 5% de glucosa, en vez del 50%, porque sólo
es necesario proporcionar al paciente el 50% de las calorías que
necesita. El tamaño del paciente determina si se utiliza un líquido
D5W en vez de D50W. En los pacientes más pequeños, el 25% de las
calorías proceden del D5W, y el 50% de las calorías proceden de una
emulsión de lípidos al 20%, lo que permite que se les administre un
volumen inferior de líquidos al día; en los pacientes más grandes
puede ser al revés. La nutrición parenteral parcial (NPP) suele ser
mucho más barata y supone menos trabajo que la NPT.
La alimentación oral es preferible a la nutrición parenteral si
pueden consumirse los nutrientes adecuados para satisfacer las
necesidades de proteínas y calorías. Se han utilizado varias técnicas con éxito para convencer al animal para que coma. Si los
propietarios pueden tratar al animal en casa, comerá mejor allí.
Las caricias y las palabras tranquilizadoras también son útiles,
aunque se tarda más tiempo. Los alimentos muy palatables o los
alimentos recubiertos, como los alimentos en salsa, pueden estimular el apetito. Si se calientan los alimentos (p. ej., en un horno
microondas), aumentan el aroma y la palatabilidad. Los suplementos de potasio (0,5-1 mEq/kg VO), de vitaminas del grupo B
(en los líquidos de mantenimiento) y/o de cinc pueden estimu-
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
Cálculo de las necesidades energéticas basales (NEB)
70 ⫻
Animales con un peso corporal inferior a 2 kg:
(
0,75
)
peso corporal (kg)
30 ⫻
Animales con un peso corporal de más de 2 kg:
⫽
NEB (kcal/día)
⫹ 70 ⫽
peso corporal (kg)
NEB (kcal/día)
Cálculo de las necesidades energéticas de mantenimiento (NEM)
Asociadas a problemas clínicos
Factor
Reposo en una jaula
Estrés posquirúrgico
1-1,25
1,25-1,35
Traumatismo o cáncer
1,35-1,5
Sepsis
Quemaduras graves
⫻
NEB
(kcal/día)
factor
elegido
1,5-1,7
1,7-2
⫽
NEM
(kcal/día)
Cálculo del volumen necesario de la fórmula (v. tablas 11-2 y 11-3 para obtener información
sobre la composición de la fórmula.)
⫼
⫽
NEM
(kcal/día)
nombre de la fórmula elegida
kcal/mL
mL de fórmula
al día
Cálculo de las necesidades de proteínas
Especie
Mantenimiento
Insuficiencia hepática o rena
Perros:
Gatos:
5-7,5 g/100 kcal
6-9 g/100 kcal
⬍ 3 g/100 kcal
⬍ 4 g/100 kcal
⫻
necesidades
de proteínas
elegidas en
g/100 kcal
⫽
NEM
(100 kcal/día)
necesidades
de proteínas
(g/día)
Cálculo de los suplementos de proteínas necesarios, si procede
⫻
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
nombre de la fórmula elegida
contenido
de proteínas
(g/mL)
⫺
necesidades
de proteínas
(g/día)
⫽
mL de
fórmula/día
⫽
proteínas
proporcionadas
(g/día)
proteínas
proporcionadas
(g/día)
⫼
0,76 g de proteína
por g ProMod
suplemento
de proteínas
necesario (g/día)
Figura 11-1
Fórmulas que se utilizan para calcular las necesidades energéticas basales y de
mantenimiento de los perros y los gatos.
⫽
gramos
de ProMod
al día
93
94
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 11-1
Dietas comerciales y su composición*
PRODUCTO
CONTENIDO CALÓRICO
(kcal/mL)
CONTENIDO DE PROTEÍNAS
(g/100 kcal)
(g/mL)
CONTENIDO DE GRASA
(g/100 kcal)
OSMOLALIDAD
(mOsm/kg)
Dietas poliméricas
Jevity
1,06
4,2
0,045
3,48
300
Osmolite HN
1,06
4,2
0,037
3,68
300
Impact
1
5,6
0,056
2,8
375
Vital HN
1
4,7
0,042
1,08
500
Clinicare
canina/felina
1
8,6
0,086
4,6
310
ProMod
1,48
0,76
N/A
N/A
N/A
1
4,6
N/A
0,9
810
Dietas monoméricas
Vivonex HN
N/A, no aplicable.
*Estas cifras deben utilizarse para calcular las necesidades energéticas en la figura 11-1.
lar el apetito. En el cuadro 11-2 se enumeran los fármacos que
pu eden estimular el apetito y la posología recomendada. Estos
fármacos no suelen estimular lo suficiente a los animales con
anorexia grave, pero pueden estimular a los pacientes con anorexia parcial para que continúen comiendo.
MÉTODOS PARA PROPORCIONAR
HIPERALIMENTACIÓN
Nutrición parenteral total
La NPT está indicada cuando el intestino no puede absorber los
nutrientes, como ocurre en los casos de resección masiva del
intestino delgado, cuando la motilidad del intestino delgado está
muy deteriorada, o si existe malabsorción intensa. La pancreatitis prolongada, grave, y la desnutrición grave también son indicaciones posibles. Antes de colocar el catéter para la NPT, hay
que tranquilizar o anestesiar al animal.
NOTA: El catéter se debe designar como catéter de uso
dedicado o de uso único, y no debe utilizarse para
obtener muestras de sangre o para administrar otros
fármacos a menos que existan circunstancias graves que
obliguen a ello.
La formulación de nutrientes predeterminada (basándose en
los cálculos que se han descrito más arriba y en la figura 11-1 y la
tabla 11-1) debe administrarse utilizando una bomba de infusión.
Generalmente, el primer día debe administrarse el 50% de las necesidades de nutrientes calculadas y el 100% el segundo día. Al principio, deben comprobarse diariamente las concentraciones séricas
de electrólitos, de fósforo, de glucosa, de albúmina, de lípidos en el
suero, el hematocrito y el nitrógeno ureico en sangre (BUN), y
deben evaluarse el peso corporal y la temperatura dos veces al día.
En los pacientes que reciben NPT durante varias semanas, los valores bioquímicos suelen comprobarse cada 2-3 días, dependiendo
del estado del paciente. Cada dos días debe quitarse el vendaje del
cuello, limpiarse el sitio de entrada del catéter con una solución de
povidona yodada o de clorhexidina, cambiar el sistema de extensión y de administración, y colocar un vendaje nuevo. Las complicaciones que se asocian a la NPT incluyen el desplazamiento y
retorcimiento del catéter, flebitis, trombosis, sepsis, hiperglucemia,
hipofosfatemia, hiperlipidemia, azoemia y desequilibrio electrolítico. Si se sospecha que existe sepsis, puede ser necesario cambiar el
catéter IV, aunque en ocasiones es suficiente el tratamiento con
antibióticos. Si se coloca un catéter nuevo, debe hacerse un cultivo
y antibiograma de la punta del catéter antiguo.
Nutrición parenteral parcial
Inserte un catéter elastómero de silicona con luz única o doble
luz, de 18 cm y diámetro 16 en la vena yugular externa derecha
o izquierda. Coloque la punta del catéter en la vena cava craneal y cree un túnel subcutáneo de forma que la conexión del
catéter salga sobre el dorso del cuello. Sujete el catéter a la
vena, al tejido subcutáneo a lo largo del túnel, y a la piel en el
punto de salida con una sutura monofilamento no reabsorbible
de 4-0 a 5-0. Fije un sistema de extensión a la conexión del
catéter y vende el catéter en su sitio con gasa estéril, almohadilla
para escayola y un vendaje autoadhesivo. Después de cada
uso, limpie el catéter con suero salino heparinizado (suero salino
estéril al 0,9% con 1 UI/mL de heparina).
La NPP puede administrarse utilizando un catéter periférico, ya
que las soluciones parenterales parciales no son tan hipertónicas
como las soluciones parenterales totales. Aunque lo mejor es un
catéter dedicado, no es tan importante como en el caso de la
NPT. Generalmente, la NPP se administra durante menos de
una semana, al contrario que la NPT, que puede durar semanas
en algunos pacientes. Al principio, los pacientes que reciben
NPP se controlan una vez al día de la misma forma que los
pacientes que reciben NPT. Las complicaciones (p. ej., sepsis,
flebitis, hiperglucemia u otros trastornos metabólicos) son
mucho menos frecuentes que con la NPT (Zsombor-Murray y
Freeman, 1999) (v. cuadro 11-3).
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
95
TABLA 11-2
Dietas trituradas para perros y gatos
Dietas hechas en casa
Dieta líquida para perros
INGREDIENTES
NUTRIENTES DISPONIBLES
1 tarro de comida para bebés (75 g)
1 kcal/mL
1 huevo cocido
15 mL de aceite de maíz
15 mL de jarabe de maíz
100 mL de agua
Dietas líquidas para gatos
INGREDIENTES
NUTRIENTES DISPONIBLES
Yema de huevo, comida para bebés colada y agua
a partes iguales
1,1 kcal/mL
90 g de yema de huevo
1,5 kcal/mL
90 g de comida para bebés colada
90 g de agua
1 cucharadita de aceite de cocina
1 cucharada de jarabe de maíz
Dietas comerciales
NOMBRE
DEL PRODUCTO
CANTIDAD
DE LA DIETA
CANTIDAD DE
AGUA QUE
DEBE AÑADIRSE
Feline a/d
1 lata*
1 lata*
Nada
1 lata‡
Feline p/d
1
Feline k/d
1
Feline c/d
1
Canine a/d
1 lata
1 lata
Canine k/d
1
Canine u/d
1
Canine i/d
1
PROTEÍNAS
GRASA
(kcal/mL)
(g/100 kcal)
(g/mL)
(g/100 kcal)
1,2
0,6
8,75
4,38
0,105
0,053
5,5
2,75
⁄2 lata†
3
⁄4 de taza§
0,8
9,29
0,074
6,22
⁄2 lata†
11⁄4 de tazall
0,9
4,36
0,039
7,54
⁄2 lata
1 ⁄4 de taza
0,62
8,87
0,055
5,96
Nada
1 lata
1,2
0,6
8,75
4,38
0,105
0,053
5,5
2,75
†
1
ll
⁄2 lata
11⁄4 de tazall
0,62
3,06
0,019
5,29
⁄2 lata
ll
1 ⁄4 de taza
0,66
1,94
0,013
5,13
⁄2 lata
11⁄4 de tazall
0,57
5,86
0,033
3,41
1
Preparación de las dietas comerciales y de las dietas caseras
Ingredientes
Mezclar la cantidad adecuada de cada ingrediente (v. más arriba).
Preparación
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Triturar a velocidad alta durante 60 segundos.
Colar dos veces utilizando un colador de cocina (malla de 1 mm).
Ventajas
Proporciona todos los nutrientes necesarios, es barata, tiene un contenido de proteínas y aminoácidos de cadenas ramificadas
adecuado, consistencia de las heces normal, tiene una viscosidad apropiada para utilizar catéteres de 8 Fr o más.
Inconvenientes
No puede utilizarse si el diámetro de la luz de la sonda es inferior a 8 Fr.
*1 lata equivale a 156 g.
‡
1 lata equivale a 156 mL.
†
1/2 lata equivale a 225 g.
§
3/4 de taza equivale a 170 mL.
ll 1/
1 4 taza equivale a 284 mL.
96
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
CUADRO 11-2
Fármacos que se utilizan para estimular el apetito
Ciproheptadina
CUADRO 11-4
Diámetro que debe tener la sonda dependiendo de la vía
de administración de las dietas entéricas
Gatos: 2 mg/gato por vía oral (VO)
Diámetro de la sonda de 5 Fr
Diacepam
• Nasoesofágica
• Enterostomía (yeyunostomía)
Gatos*: 2-5 mg/gato VO o 0,2 mg/kg por vía intravenosa (IV)
Perros: 0,2 mg/kg IV
Oxazepam
Diámetro de la sonda de 8 Fr o más
• Esofagostomía
• Gastrostomía (normalmente, de 16 Fr o más)
Gatos: 2,5 mg/gato VO
Vitamina B12
Perros: 100-200 mg, SC, IM o IV
Gatos:
para la inapetencia: 50-100 ␮g/día VO, SC, IV o IM
para la deficiencia de cobalamina: 250 ␮g/gato IV, IM o
SC, una vez a la semana, para gatos de menos de 5 kg;
500 ␮g/gato IV, IM o SC, una vez a la semana, para
gatos de más de 5 kg
*En raras ocasiones produce necrosis hepática en los gatos.
CUADRO 11-3
Nutrición parenteral parcial para perros de 10-25 kg
Cálculo de calorías que deben administrarse mediante NPP
Necesidades energéticas en reposo: (Peso corporal [kg] ⫻
30) + 70 = ___ kcal/día*
Calorías que deben administrarse: necesidades energéticas
en reposo ⫼ 2 = ___ kcal que deben administrarse al día
mediante NPP
Formulación de la solución para NPP†:
[Calorías que deben administrarse ⫼ 3] ⫼ 0,17 kcal/mL =
___ mL necesarios de glucosa diluida en agua al 5%
[Calorías que deben administrarse ⫼ 3] ⫼ 0,34 kcal/mL =
___ mL necesarios de aminoácidos al 8,5%
[Calorías que deben administrarse ⫼ 3] ⫼ 2 kcal/mL =
___ mL necesarios de una emulsión de lípidos al 20%
Vitaminas del grupo B por vía parenteral = 2 mL/l de solución ___ mL de la solución para NPP que debe administrarse al día
Modificado de Compendium of Continuing Education, 21(6):520,
1999.
*En los animales muy enfermos o con hipermetabolismo extremo,
este número puede aumentarse con múltiplos de 1,2-1,5.
†
En los perros y gatos de menos de 10 kg, el 25% de calorías que
se les administran proceden de una solución de glucosa al 5%,
otro 25% procede de los aminoácidos, y el 50% de las calorías
proceden de los lípidos.
Sobrealimentación entérica
La sobrealimentación entérica es práctica, segura, fácil, económica, fisiológica y se tolera bien, y produce una morbilidad mínima
en los pacientes cuyo tubo gastrointestinal es funcional. Está
indicada en todos los animales con DPC evidente o inminente.
Entre estos pacientes se incluyen los hipermetabólicos (p. ej.,
pacientes con quemaduras graves, sepsis, estrés posquirúrgico,
traumatismo o cáncer) y los que tienen anorexia o desnutrición
crónicas, que se manifiestan por una pérdida del peso corporal
normal superior al 10%. La sobrealimentación entérica también
puede utilizarse si se prevé que se va a producir anorexia durante 5-7 días, como ocurre después de una intervención quirúrgica
oral, faríngea, gastroesofágica, duodenal, pancreática o de las vías
biliares; durante el tratamiento postoperatorio de los pacientes
con cáncer, especialmente si se administra quimioterapia; y si el
estado mental del paciente impide que se alimente por sí mismo,
como ocurre en los traumatismos craneoencefálicos o después
de la cirugía cerebral.
Aunque la sobrealimentación entérica es deseable en la mayoría
de los pacientes que tienen DPC o se espera que la tengan, la
infusión de nutrientes en el intestino puede estar contraindicada
en los pacientes con íleo adinámico grave, obstrucción del intestino
delgado o linfosarcoma, en los que la administración entérica de
nutrientes podría empeorar mucho los vómitos o la diarrea, por lo
que resultaría difícil mantener el equilibrio de líquidos y electrólitos, y aumentaría mucho la incomodidad de los pacientes. En estos
casos, los nutrientes deben administrarse por vía parenteral.
Generalmente, la administración oral de alimentos es más
eficaz, más fácil y más segura, y permite más flexibilidad a la
hora de formular los componentes. Sin embargo, cuanto más
lejos de la boca se deposita el material, menos eficaz es la asimilación y la digestión de los nutrientes y más cuidado debe tenerse a la hora de elegir la composición de la fórmula. La vía de
administración determina el diámetro del tubo de alimentación
(v. cuadro 11-4), que, a su vez, determina las fórmulas dietéticas
que pueden utilizarse. Las distintas fórmulas tienen viscosidades
y tamaños de las partículas diferentes (v. el comentario anterior).
Las vías más comunes para la administración de la sobrealimentación entérica son las vías oral, nasoesofágica, de faringostomía,
de esofagostomía, de gastrostomía, de gastroduodenostomía y de
enterostomía. Cada vía tiene sus indicaciones, contraindicaciones, ventajas, inconvenientes y complicaciones.
Intubación nasoesofágica
La intubación nasoesofágica es fácil, eficaz y eficiente. Se ha
hecho muy popular debido a la disponibilidad de sondas de alimentación de Silastic y de caucho blando (cloruro de polivinilo)
de pequeño diámetro (es decir, de 5 Fr), y de dietas líquidas
nutricionalmente completas, de baja viscosidad (v. tabla 11-1), y
porque los pacientes toleran muy bien la sonda. Las ventajas de las
sondas nasoesofágicas son que se colocan fácilmente, los pacientes
las aceptan bien, es fácil utilizarlas y mantenerlas, los pacientes pueden comer y beber con la sonda puesta, y su flexibilidad,
que permite retirarlas en cualquier momento. Los principales
inconvenientes de las sondas nasoesofágicas son su pequeño
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
97
CUADRO 11-5
Tamaños recomendados para las sondas nasoesofágicas
Gatos, perros de menos de 15 kg: 5 Fr ⫻ 91 cm
Perros de más de 15 kg: 8 Fr ⫻ 91 cm
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
tamaño, que pueden colocarse en la tráquea inadvertidamente,
y que el paciente puede quitárselas antes de tiempo. Aunque es
muy raro, el paciente puede vomitar fuera del tubo nasoesofágico y arrancarlo con los dientes. Las sondas nasoesofágicas están
indicadas en los pacientes con DPC que no van a someterse a
cirugía faríngea, esofágica o gástrica. Estas sondas pueden dejarse
puestas varias semanas, se toleran bien y es fácil quitarlas. El
paciente puede beber y tragar con la sonda puesta, lo que elimina la necesidad de repetir la intubación orogástrica. Puede ser
necesaria la anestesia general ligera para colocar la sonda, pero
habitualmente es suficiente un anestésico tópico o una sedación
suave.
Instile hidrocloruro de proparacaína (0,5-1 mL; al 0,5%) dentro
de la cavidad nasal y levántele la cabeza para que el anestésico
local bañe la mucosa. Repita la aplicación del anestésico para
asegurar una anestesia adecuada de la mucosa nasal. Si el
paciente no tolera la intubación nasal, adminístrele un sedante
fuerte y lidocaína tópica (p. ej., 1-2 mL de lidocaína al 2%) o
utilice anestesia general ligera. Seleccione una sonda de alimentación del tamaño adecuado (v. cuadro 11-5). Calcule la longitud de la sonda que se va a introducir en el esófago midiendo el
tubo desde el plano nasal, a lo largo de la cara del paciente y
hasta el séptimo u octavo espacio intercostal. Una vez que haya
tomado la medida adecuada, haga una marca en la sonda. El
tubo no debe atravesar el esfínter esofágico inferior, porque
podría producirse incompetencia del esfínter, reflujo esofágico
de ácido clorhídrico y esofagitis. Antes de introducir la punta de
la sonda, lubrifíquela con lidocaína viscosa al 5% y sujete la
cabeza del paciente en una posición funcional normal (es decir,
evitando la hiperflexión y la hiperextensión). Identifique la protuberancia del pliegue alar y dirija la sonda desde una localización ventrolateral en los orificios nasales en dirección caudoventral y medial para introducirla en la cavidad nasal (v. figura 11-2).
Cuando haya introducido la sonda 2-3 cm en las fosas nasales,
notará que roza el tabique medio en el suelo de la cavidad
nasal. Tirar de los orificios nasales dorsalmente facilita la abertura del meato ventral. Levante el extremo proximal de la sonda
e introdúzcalo en la orofaringe y el esófago. Generalmente, la
sonda «caerá» en la orofaringe y estimulará la deglución refleja. Pueden utilizarse varios métodos para confirmar que la sonda está colocada en el esófago: 1) comprobar si hay presión
negativa, 2) inyectar 3-5 mL de suero salino estéril a través
de la sonda y observar si se produce tos, 3) inyectar 6-12 mL de
aire y auscultar para comprobar si hay borborigmos en el apéndice xifoideo o 4) visualizar la sonda haciendo una radiografía
torácica. Si el paciente necesita anestesia general, confirme
visualmente la posición de la sonda. Una vez que haya comprobado que la sonda está colocado correctamente, sutúrela a la
nariz y a la cabeza para evitar que el paciente se la quite. En
los gatos, es importante que la sonda no roce los bigotes; colóquela directamente sobre la cara dorsal de la nariz y la fren-
Figura 11-2
Dirija la sonda nasoesofágica desde la parte ventrolateral de
los orificios nasales hasta la parte caudoventral y medial
cuando la sonda entre en la cavidad nasal.
Figura 11-3
En los gatos, asegure las sondas de alimentación
nasoesofágica a la línea media dorsal de la nariz y a la
frente.
te (v. figura 11-3) y asegúrela con una sutura de sandalia romana
(v. figura 30-8 en la p. 901). En los perros, asegure la sonda a
la cara lateral de la nariz y a la línea media nasal dorsal con
una sutura de sandalia romana o con pegamento de cianoacrilato. Coloque una columna de agua en la sonda antes de taparla para impedir la ingestión de aire, el reflujo del contenido
esofágico o la oclusión de la sonda.
NOTA: Inmediatamente después de la cirugía debe ponerse un collar isabelino al animal y dejárselo puesto
hasta que se determine si el paciente tolera el tubo
nasoesofágico.
Sonda de esofagostomía
La alimentación con una sonda de esofagostomía está indicada
en los pacientes anoréxicos con trastornos de la cavidad oral o
la faringe, y en los pacientes anoréxicos cuyo tubo gastrointestinal distal al esófago es funcional. Está contraindicada en los
pacientes con disfunción esofágica primaria o secundaria,
como en la estenosis esofágica, después de la cirugía esofágica
para eliminar un cuerpo extraño del esófago, o con esofagitis o
megaesófago. Las ventajas de las sondas de esofagostomía
incluyen que son fáciles de poner, los pacientes las aceptan
bien, los tubos tienen un diámetro grande que permite utilizar
dietas trituradas, es fácil utilizarlas y mantenerlas, los pacientes
pueden comer y beber con la sonda puesta, y su flexibilidad
permite quitarlas en cualquier momento. La colocación de una
98
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
Figura 11-4
Agrande las aberturas laterales de las sondas de
esofagostomía 3-4 mm para que las dietas trituradas puedan
pasar con facilidad.
B
sonda esofágica elimina la tos, los espasmos laríngeos, la
obstrucción parcial de las vías respiratorias y la aspiración, que
en ocasiones se asocia a las sondas de faringostomía. Los inconvenientes principales de estos tubos son que para colocarlos
hay que utilizar anestesia general y el hecho de que algunos
animales consiguen quitárselos.
Anestesie al animal y colóquelo en decúbito lateral derecho (con
la parte izquierda del cuerpo hacia arriba). La sonda puede
colocarse en el lado derecho o en el lado izquierdo de la región
cervical medial; sin embargo, el esófago discurre a la izquierda
de la línea media, por lo que es mejor colocar la sonda en ese
lado. Prepare el área cervical media desde el ángulo de la mandíbula hacia la entrada torácica para realizar la cirugía aséptica. Coloque un espéculo para mantener la boca del animal
abierta, y mida una sonda de alimentación de cloruro de polivinilo de 20-24 Fr desde el punto de inserción hasta el séptimo
u octavo espacio intercostal (asegurando la colocación medioesofágica a esofágica caudal) y hágale una marca. Agrande las
dos aberturas laterales de la sonda de alimentación para que
las dietas trituradas puedan pasar a través de ella sin dificultad
(v. figura 11-4). Generalmente, se utiliza un dispositivo de Eld
para colocar sondas de alimentación (v. figura 11-5); en los
gatos y en los perros pequeños pueden utilizarse unas pinzas
hemostáticas de Rochester-Carmalt curvas. Coloque la punta
oblicua del mango del instrumento de Eld en la cavidad oral a
nivel de la región cervical medial (es decir, equidistante desde el
ángulo de la mandíbula y la punta del hombro). Palpe la punta
cuando sobresalga a través de la piel del cuello. Haga una
pequeña incisión en la piel sobre la punta del dispositivo y active la hoja del instrumento de cierre automático hasta que sea
visible a través de la incisión de la piel (v. figura 11-6, A y B).
Con la punta de la hoja del bisturí, agrande cuidadosamente
la incisión en el tejido subcutáneo, la musculatura cervical y la
pared esofágica para que pueda penetrar el mango del instrumento (v. figura 11-6, B). Coloque una sutura no reabsorbible
de 2-0 a través de los agujeros laterales del tubo de alimentación y del orificio de la hoja del instrumento. Tense la sutura
hasta que la punta de la hoja del instrumento y la punta del tubo
de alimentación estén yuxtapuestas (v. figura 11-6, C). Retraiga
la hoja hacia el mango del instrumento para que la punta de la
sonda entre en el mango del instrumento (es decir, desactivando
Figura 11-5
A. Dispositivo de Eld para colocar sondas de alimentación y
estilete. B. Hoja de cierre automático activada (arriba) y
estilete (abajo). (Tomado de Devitt CM, Seim HB III: Clinical
evaluation of tube esophagostomy in small animals, J Am Anim
Hosp Assoc 33:55, 1997.)
A
B
C
Figura 11-6
Colocación de una sonda esofágica. A. Coloque el mango
del instrumento en la cavidad oral y palpe la punta cuando
sobresalga de la piel del cuello; haga una incisión sobre la
punta. B. Active la hoja del instrumento hasta que sea visible
a través de la incisión de la piel; agrande la incisión para
que pueda penetrar el mango del instrumento. C. Utilice una
sutura no reabsorbible de 2-0 (p. ej., nailon) para asegurar
la punta de la sonda de alimentación a la punta de la hoja;
retraiga la hoja hasta que la punta de la sonda de
alimentación esté en contacto con el mango del instrumento.
CAPÍTULO 11
A
B
C
Figura 11-7
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colocación de una sonda esofágica (continuación de la
figura 11-6). A. Retraiga el instrumento y tire de la sonda de
alimentación hacia la cavidad oral. B. En los perros,
coloque un estilete en uno de los orificios laterales de la
sonda de alimentación en sentido contrario a su punta;
introduzca la sonda en el esófago. C. La sonda esofágica
debe quedar en la región esofágica medial.
la hoja del instrumento), y lubrique la sonda y el mango del
instrumento. Retire el instrumento y tire de la sonda hacia la
cavidad oral hasta su longitud predeterminada (v. figura 11-7, A). Retire la sutura para liberar la sonda de la hoja del
instrumento y, en los perros, coloque un estilete a través de uno
de los agujeros laterales de la sonda en sentido contrario a su
punta (v. figura 11-7, B). Lubrique la sonda e introdúzcala en el
esófago hasta que desaparezca toda su parte oral (v. figura 11-7, C) y la sonda se introduzca en el esófago sin retorcerse
ni doblarse. Retire cuidadosamente el estilete de la cavidad oral
asegurándose que se separa de la sonda. En los gatos no utilice
estilete, lubrique la sonda e introdúzcala en el esófago con el
dedo índice y el pulgar hasta que esté fuera de su alcance. Utilice unas pinzas hemostáticas mosquito para introducir la sonda
en el esófago tan lejos como sea posible. Manipule la parte de
la sonda que sale de la región cervical para asegurarse de que
pasa por el esófago correctamente. Asegure la sonda a la piel
cervical con una sutura de sandalia romana con hilo no reabsorbible del n.° 1 (v. figura 30-8 en la p. 901). Deje el punto de
salida expuesto o coloque un vendaje suelto. Ponga una columna de agua en el tubo y tape el extremo expuesto con una jeringa de 3 mL.
NOTA: En los perros y los gatos puede utilizarse un
endoscopio rígido de diámetro pequeño si es necesario,
para dirigir la sonda dentro del esófago y asegurarse
de que no está retorcida ni hay otros problemas.
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
99
La mayoría de los pacientes toleran las sondas de esofagostomía y rara vez necesitan collares isabelinos. Las sondas
pueden quitarse con seguridad inmediatamente después de
colocarlas o pueden dejarse en su lugar varias semanas o meses.
Puede ser necesario poner un vendaje suelto en el sitio por
donde sale el tubo y limpiarlo periódicamente con una solución antiséptica. La sonda se retira cortando la sutura de sandalia romana y tirando suavemente de ella. La herida de salida
no necesita más cuidados; el agujero se cierra en 1-2 días y
cicatriza en 4-5 días. En raras ocasiones, puede salir contenido
del esófago por el orificio.
Las complicaciones que se asocian a la colocación de sondas
de esofagostomía incluyen que el paciente se la quite antes de
tiempo o vomite la sonda y muerda el extremo. En los gatos se
han producido casos de perforación esofágica, pero es poco
probable si no se utilizan estiletes. En los perros no se ha informado de ningún caso de perforación esofágica. Las complicaciones importantes (p. ej., esofagitis, estenosis esofágica,
divertículos esofágicos, celulitis cervical subcutánea) son muy
poco frecuentes. Puede producirse reflujo esofágico si la sonda
no está bien colocada (es decir, se ha introducido a través del
esfínter esofágico inferior) o si irrita el tejido esofágico. La colocación medioesofágica de un tubo de caucho suave o de Silastic
reduce notablemente la incidencia de lesiones esofágicas y la
esofagitis por reflujo.
Sondas de faringostomía
Puede considerarse el uso de sondas de faringostomía siempre
que deban administrarse suplementos nutricionales a los pacientes anoréxicos (es decir, los que tienen DPC) o a los pacientes
que no pueden o no quieren ingerir alimentos por vía oral (es
decir, pacientes con paladar hendido, fracturas mandibulares o
maxilares, o neoplasia oral). Estas sondas no deben utilizarse
para el abordaje nutricional de los pacientes con trastornos esofágicos, como esofagitis, estenosis esofágica, cirugía esofágica
reciente, eliminación de un cuerpo extraño en el esófago o neoplasia esofágica. La ventaja principal de estas sondas sobre las
sondas nasoesofágicas es el diámetro del tubo; las sondas de
faringostomía tienen un diámetro de 20-24 Fr, por lo que pueden utilizarse con una amplia variedad de dietas. El principal
inconveniente de estas sondas es que es muy fácil que una persona sin experiencia las coloque incorrectamente (especialmente en los pacientes más pequeños, como los gatos), de forma que
la sonda roce la laringe y provoque náuseas y arcadas. Por este
motivo, es más fácil colocar y mantener las sondas de esofagostomía (v. el comentario anterior) que las de faringostomía.
NOTA: Las sondas de faringostomía se introducen en la
parte medial del esófago; no se introducen a través del
esfínter esofágico inferior.
Para colocar la sonda, anestesie al paciente y colóquelo en
decúbito lateral con el sitio de la incisión hacia arriba. Prepare de
forma aséptica un área de 4 cm cuadrados caudal al ángulo
de la mandíbula. Mantenga la boca del animal abierta con un
espéculo. Calcule la medida correcta de una sonda de cloruro de
polivinilo de 24 Fr desde el punto de inserción hasta el nivel
del séptimo u octavo espacio intercostal y haga una marca, asegurándose de que se colocará en la parte medial del esófago.
100
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
B
Punto de
incisión
Figura 11-8
Localización adecuada de la salida de la sonda de
faringostomía con respecto al aparato hioideo.
Coloque el dedo índice en la faringe, cerca de la base de la lengua (v. figura 11-8), y palpe la epiglotis, el cartílago aritenoides
y el aparato hioideo. Flexione el dedo índice localizado oralmente
hacia la parte lateral del cuello para identificar la unión entre el
ostium intrafaríngeo y la faringolaringe (esta es la localización
adecuada de la salida de la sonda de faringostomía). En general,
la sonda debe introducirse tan hacia atrás y hacia arriba como
sea posible. Aplique la presión suficiente en la pared lateral de la
faringe para crear una protuberancia que pueda verse desde el
exterior. Sustituya el dedo índice por unas pinzas largas curvas
(p. ej., pinzas de Rochester-Carmalt curvas) para mantener la
protuberancia. Haga una incisión de 1-2 cm en la piel, encima de
la protuberancia, y utilice unas pinzas curvas para hacer una
disección roma del tejido subcutáneo, el músculo faríngeo y la
mucosa de la faringe hasta que se vean el dedo índice o las
pinzas. Si está utilizando el dedo en vez de las pinzas para producir la protuberancia, sustitúyalo por unas pinzas curvas, sujete
el extremo de la sonda de faringostomía y tire de él a través de la
incisión hacia la cavidad oral y el exterior de la boca (v. figura 11-9, A). Vuelva a introducir la punta de la sonda en la boca
y llévela hacia la parte media del esófago (es decir, la localización
que se había marcado antes en la sonda) (v. figura 11-9, B) como
se ha descrito en la colocación de la sonda de esofagostomía.
Asegure la sonda en su punto de salida con una sutura de sandalia romana (v. figura 30-8 en la p. 901) y al cuello del paciente
para que la sonda permanezca en posición dorsal. Coloque una
columna de agua en el tubo y tápelo con una jeringa de 3 mL.
Cuando quiera retirar la sonda, corte la sutura de sandalia romana, tire de la sonda y deje que la herida de la faringe cicatrice
por contracción y epitelización.
Si la sonda de faringostomía se coloca ventral y medialmente
al ostium intrafaríngeo y a la faringolaringe, puede producirse
obstrucción parcial de las vías respiratorias, tos y náuseas. Si el
extremo de la sonda se introduce a través del esfínter esofágico
inferior, puede producirse esofagitis por reflujo. También se han
observado casos en los que se ha vomitado la sonda.
C
Figura 11-9
Colocación de una sonda de faringostomía. A. Introduzca
unas pinzas largas en la boca hasta el punto de entrada de la
sonda; haga una incisión sobre la punta del instrumento,
sujete la punta de la sonda y tire de la sonda hacia fuera a
través de la boca. B y C. Vuelva a meter la punta de la sonda
en la boca e introdúzcala hasta la parte medial del esófago
utilizando la marca que se había hecho previamente (el tubo
blanco es una sonda endotraqueal).
Sondas de gastrostomía
El uso de las sondas de gastrostomía está indicado en los pacientes
que tienen anorexia o que van a someterse a intervenciones quirúrgicas de la cavidad oral, la faringe, la laringe o el esófago, si su
estómago y tubo gastrointestinal son funcionales. Estas sondas
están contraindicadas en los pacientes con enfermedad gástrica
primaria, como gastritis, úlceras gástricas o neoplasia gástrica. Las
ventajas de estas sondas incluyen que son fáciles de colocar, los
pacientes las toleran bien, pueden utilizarse sondas de alimentación de gran diámetro, es fácil utilizarlas y mantenerlas, y puede
comenzarse a administrar alimentación por vía oral mientras está
colocada la sonda. Los inconvenientes incluyen que se necesita un
equipo especializado (p. ej., un endoscopio) y anestesia general, se
invade la cavidad peritoneal, y el hecho de que, dependiendo de la
CAPÍTULO 11
técnica de colocación, la sonda no puede retirarse durante al
menos 10-12 días (para facilitar la formación de adherencias entre
el estómago y la pared abdominal). Los perros muy grandes pueden ser problemáticos, porque a veces es difícil que se produzca
una buena adherencia entre el estómago y la pared abdominal
cuando se coloca una sonda de gastrostomía con un dispositivo o
un endoscopio (es decir, en estos pacientes es difícil que el estómago se mantenga junto a la pared corporal sin moverse). En estos
casos, puede ser mejor colocar la sonda de gastrostomía quirúrgica o endoscópicamente colocando suturas percutáneas a través de
la pared abdominal que incluyan la pared gástrica, evitando así
que se mueva. Además, las sondas que se colocan a ciegas utilizando un dispositivo de cierre automático pueden colocarse
mal, ya que pueden quedarse en el esfínter esofágico inferior (lo
que produce vómitos y reflujo gastroesofágico) o introducirse
demasiado caudalmente en el estómago, con lo que el estómago
puede expulsarla cuando está lleno de alimentos. Aunque es muy
poco frecuente, estas sondas se han asociado a hemorragia gástrica.
Recientemente, se ha recomendado utilizar accesos de gastrostomía
de bajo perfil en los animales en que se prevé que necesitarán abordaje nutricional o administración de fármacos a largo plazo (Elliott
y cols., 2000; McCrackin y cols., 2000).
Las sondas de gastrostomía pueden colocarse por vía percutánea
sin la ayuda de un endoscopio, por vía percutánea utilizando un
endoscopio u otros dispositivos, o mediante laparotomía. La colocación por vía percutánea puede hacerse con o sin gastropexia.
Colocación de una sonda de gastrostomía por vía
percutánea con gastropexia. Las ventajas de esta técnica
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
son que es fácil colocar la sonda; es fácil encontrar el estómago
en los pacientes anoréxicos; se coloca rápidamente; no se necesita un equipo especial, como endoscopios o dispositivos para
colocar la sonda de alimentación; se produce el cierre inmediato
entre la pared del estómago y la pared corporal (con gastropexia
quirúrgica); y durante la intervención se confirma si la sonda
está colocada correctamente. La sonda puede retirarse con seguridad en cualquier momento después de haberla colocado.
Anestesie al animal y prepare la piel de la fosa paralumbar
izquierda de forma estándar. Prepare el área del flanco izquierdo para la cirugía aséptica y cubra la zona. Un ayudante no
estéril debe introducir un tubo de plástico rígido de gran calibre
en el estómago. El cirujano, que estará esterilizado, palpa el
flanco izquierdo hasta que pueda tocar y sujetar el extremo del
tubo gástrico (v. figura 11-10, A). Manipule el tubo hasta situarlo 2-3 cm caudalmente a la decimotercera costilla y 2-3 cm
distal a las apófisis transversas de las vértebras lumbares. Mantenga el tubo estable y haga una incisión en la piel sobre el
extremo del tubo gástrico. Haga una disección roma del tejido
subcutáneo y de los músculos abdominales para exponer la
pared del estómago sobre el tubo; tenga cuidado para no entrar
en la luz del estómago (v. figura 11-10 B). Haga una sutura en
bolsa de tabaco en la pared del estómago alrededor del tubo
(v. figura 11-10, C). Utilice una hoja de bisturí del número 11
para perforar la pared del estómago introduciendo la hoja en
la luz del tubo; haga la incisión lo bastante grande para que
quepa el tubo seleccionado con facilidad. Coloque un catéter de
Foley de 20-24 Fr en la luz del estómago e infle el balón (v. figura 11-11, A). Tense la sutura en bolsa de tabaco y retire lentamente el tubo rígido del estómago desde la cavidad oral.
Empuje suavemente el catéter de Foley para que el balón inflado
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
101
se quede junto a la pared del estómago (v. figura 11-11, B). Ate
suavemente la sutura en bolsa de tabaco alrededor del catéter
de Foley. Coloque tres o cuatro puntos de sutura sueltos simples
con hilo absorbible de 2-0 (es decir, PDS o Maxon) desde la
pared del estómago hasta la pared corporal para fijar el estómago en su sitio. Cierre el tejido subcutáneo y la piel alrededor
del catéter de Foley, empuje el catéter 1-2 cm hacia la luz del
estómago, y fíjelo a la piel con una sutura de sandalia romana
con hilo del número 1 no reabsorbible (v. figura 11-11, C).
Colocación de una sonda de gastrostomía por vía
percutánea sin gastropexia. Las ventajas de esta técnica
son que no se necesita instrumental especial para colocar la
sonda y que es fácil de realizar. Las desventajas son que el
estómago no se fija a la pared corporal (si el paciente se quita la
sonda antes de tiempo podría producirse peritonitis), es fácil
que los cirujanos sin experiencia coloquen la sonda incorrectamente, demasiado oral o demasiado caudal dentro del estómago,
es posible penetrar y atrapar el epiplón mayor o el mesenterio, y
para confirmar que la sonda se ha colocado correctamente es
necesario utilizar la endoscopia o la radiología.
El paciente se prepara y se coloca como se ha descrito más arriba. Prepare un catéter urinario (punta con forma de seta) Pezzer
de 20 Fr de la siguiente forma: corte y deseche el extremo proximal dilatado de la sonda, corte 1,5 cm de la sonda que queda y
deje esta pieza a un lado preparada para utilizarla como brida
externa, corte el extremo proximal de la sonda que queda formando un ángulo agudo. Corte un hilo de Braunamid del número
1 de forma que tenga la misma longitud que la sonda de alimentación que se ha preparado. Introduzca un tubo gástrico rígido de
gran calibre o un dispositivo para colocar sondas de alimentación
(v. figura 11-12, A) en el estómago hasta que pueda palparse
sobresaliendo contra la pared corporal izquierda, 1-2 cm caudal
a la última costilla y 2-3 cm distal a la apófisis transversa de la
segunda o la tercera vértebra lumbar. Si utiliza un tubo gástrico,
introduzca una aguja hipodérmica de calibre 18 a través de la
piel hasta la luz del tubo gástrico. Coloque un hilo de sutura del
número 1 a través de la aguja, dentro del tubo gástrico y sáquelo
por la boca. Quite el tubo gástrico. Si está utilizando un dispositivo para colocar sondas de alimentación (Eld) (v. colocación de
una sonda de esofagostomía más arriba), active el dispositivo y
enhebre la sutura del número 1 a través del orificio de la hoja del
instrumento (v. figura 11-12, B). Retraiga la hoja hacia el mango
del instrumento y retire el instrumento a través de la boca (v. figura 11-12, C). En ambos casos, la sutura del número 1 se introduce en el estómago a través del flanco izquierdo y se saca por la
cavidad oral. Enhebre el extremo del hilo que sale de la cavidad
oral en el extremo estrecho de un catéter fiador de calibre 18 y
átelo al extremo proximal del catéter urinario de Pezzer preparado (es decir, la sonda de alimentación) (v. figura 11-12, D).
Empuje el catéter de Pezzer fuertemente dentro de la brida del
catéter y lubrifíquelo. Tire de la sutura del número 1 que sale
del flanco izquierdo hasta que la punta del catéter salga por la
piel (v. figura 11-12, E). Agrande la incisión hasta 3-4 mm para
que el catéter pueda salir fácilmente. Tire del catéter hasta que
la punta con forma de seta se pegue a la pared corporal, asegurando un cierre entre la pared del estómago y la pared corporal.
Asegure el catéter a la piel con una sutura de sandalia romana
utilizando hilo no reabsorbible del número 1 (p. ej., Novafil).
102
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Pared del
estómago
exteriorizada
a través de una
incisión en rejilla
A
B
Sutura en bolsa
de tabaco
Sonda situada
en el estómago
C
Incisión
por punción
Figura 11-10
Colocación de una sonda de gastrostomía por vía percutánea con gastropexia.
A. Introduzca una sonda gástrica de plástico rígido y de gran calibre en el estómago.
Palpe el extremo de la sonda en el flanco. B. Sujete la sonda y llévela a un punto situado
2-3 cm caudalmente a la decimotercera costilla y 2-3 cm distal a las apófisis transversas de
las vértebras lumbares. Sujete la sonda con los dedos índice y pulgar, haga una incisión a
través de la piel y el tejido subcutáneo, y haga una disección roma de los músculos
abdominales para exponer la pared gástrica que hay encima de la sonda. C. Coloque una
sutura en bolsa de tabaco en la pared gástrica alrededor de la sonda y perfore la pared
con una hoja de bisturí.
Colocación endoscópica por vía percutánea de una
sonda de gastrostomía. La ventaja de la colocación en-
doscópica es que la sonda puede verse directamente mientras se
coloca y el estómago se insufla por debajo del límite máximo, lo
que hace que el epiplón y el intestino se desplacen para que cuando la sonda de gastrostomía esté colocada no perfore el epiplón o
el mesenterio. Si no se hace una fijación, se forma un cierre tardío
y permanente entre la pared del estómago y la pared corporal, y es
necesario esperar 10-12 días para poder quitar la sonda.
El procedimiento para colocar endoscópicamente una sonda
por vía percutánea sin gastropexia es el mismo que se ha descrito para colocar una sonda por vía percutánea sin gastropexia,
excepto en que se coloca la sutura del número 1 desde el flanco
izquierdo hasta la cavidad oral con la ayuda de un endoscopio.
Introduzca el endoscopio en el estómago, e insufle aire en el
estómago. Haga una incisión en la piel de 1 mm en el flanco
izquierdo, 1-2 cm caudal a la última costilla y 2-3 cm distal a la
apófisis espinosa de la segunda o la tercera vértebra lumbar.
Introduzca una aguja de calibre 18 a través de la incisión de la
piel hasta la luz del estómago. Introduzca el hilo del número 1
a través de la aguja y dentro del estómago, vuelva a cogerlo
utilizando el endoscopio, y sáquelo por la boca. Una vez que el
hilo de sutura ha entrado por el flanco izquierdo y ha salido por
la boca, coloque la sonda de alimentación de la misma forma
que se ha descrito para la colocación quirúrgica percutánea sin
gastropexia.
Colocación de una sonda de gastrostomía mediante
laparotomía. Generalmente, este método se utiliza cuando la
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
A
Sutura en bolsa
de tabaco
apretada
B
Sutura
de fijación
Sutura
en sandalia
romana
C
Figura 11-11
Colocación de una sonda de gastrostomía por vía percutánea con gastropexia (continúa de
la figura 11-10). A. Coloque el catéter de Foley o de Pezzer dentro de la luz del estómago
y dentro de la sonda. B. Tense la sutura en bolsa de tabaco, retire la sonda gástrica, infle
el balón del catéter de Foley y suture la pared gástrica a la pared abdominal.
C. Obsérvese la colocación adecuada del tubo del catéter de Foley inflado, la gastropexia
y la sutura de sandalia romana para asegurar la sonda en su sitio.
Cánula
externa
Mango
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
A
Trócar interno
con la punta perforada
Muelle
Figura 11-12
A. Esquema de un dispositivo diseñado para colocar sondas de gastrostomía sin
endoscopia. El trócar (abajo) se introduce a través de la cánula (arriba). La punta de corte
(recuadro) no se extiende hasta que el dispositivo está colocado correctamente.
(Continúa)
103
104
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
B
Sutura
C
Figura 11-12 (cont.)
B. Esquema que muestra cómo se coloca el dispositivo en un animal en el que se está
poniendo una sonda de gastrostomía. Obsérvese que al final la punta del dispositivo llega
hasta un punto situado 2-3 cm caudalmente a la última costilla y 2-3 cm distal a la apófisis
transversa de la segunda o la tercera vértebra lumbar. Dirija la punta del trócar a través de
la cánula hasta que la punta de la hoja se extienda a través de la piel (se inserta) y ate una
sutura a la punta. C. Extraiga todo el dispositivo (cánula y trócar) a través de la boca,
llevando la sutura con él.
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
D
Punta
de pipeta
Catéter de Bard
con «punta
con forma
de seta»
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
E
Figura 11-12 (cont.)
D. Ate el extremo de la sutura que sobresale de la boca a un catéter con punta en forma
de seta. Obsérvese cómo se coloca una punta de pipeta donde se fija la sutura a la punta
del catéter. E. Tire de la sutura a través de la piel, tirando del catéter con punta en forma
de seta hacia el interior del estómago. La punta de pipeta facilita el paso del catéter a
través de la pared abdominal. Tire del catéter hasta que la punta con forma de seta queda
pegada a la mucosa gástrica; tire del estómago suavemente hacia la pared abdominal.
105
106
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 11-13
Detalle de la punta de una sonda de gastrostomía
endoscópica percutánea de bajo perfil de Gauderer Genie
en el que se observa una pequeña depresión en la punta de
tipo sombrilla y la varilla que se ajusta en la depresión.
Figura 11-14
Detalle de la varilla y la sonda de gastrostomía endoscópica
percutánea de bajo perfil que se muestran en la figura 11-13,
montados.
Figura 11-15
Al retraer la sonda de gastrostomía endoscópica percutánea
de bajo perfil, la punta de tipo sombrilla se deforma; esto
hace que resulte más fácil introducirla a través del orificio
que se ha realizado antes.
Figura 11-16
La punta de la sonda de gastrostomía endoscópica
percutánea de bajo perfil se introduce completamente dentro
del estómago a través del orificio. Se retira la varilla
mientras se sujeta la sonda para que no se mueva; la punta
de tipo sombrilla recupera su estructura original.
colocación de la sonda es secundaria a otra intervención abdominal, como una biopsia o la eliminación de una masa abdominal.
Dispositivos para sondas de gastrostomía de bajo
perfil. Existen dispositivos para las sondas de gastrostomía de
Introduzca el extremo distal de un catéter de Foley de 20 Fr o de un
catéter de Pezzer (es decir, con punta en forma de seta) en la cavidad abdominal a través de una incisión punzante realizada en la
pared corporal izquierda. Exponga el estómago y coloque una
sutura en bolsa de tabaco en la pared ventrolateral del cuerpo del
estómago. Haga una incisión punzante en el centro de la sutura en
bolsa de tabaco con una hoja de bisturí del número 11 y coloque
el extremo distal de la sonda de alimentación en la luz del estómago. Tense la sutura en bolsa de tabaco alrededor del catéter y llene
el balón del catéter de suero salino. Tire suavemente del catéter
para que el cuerpo del estómago quede pegado a la pared corporal izquierda. Fije la pared del estómago a la pared abdominal con
cuatro puntos utilizando hilo reabsorbible sintético de 2-0 o 3-0.
Asegure la sonda de alimentación a la piel con una sutura en sandalia romana utilizando hilo no reabsorbible del número 1 (p. ej.,
Novafil). Cierre el abdomen de la forma habitual.
bajo perfil con distintas configuraciones, y suelen tener dos funciones principales. Primero, algunos propietarios prefieren utilizarlos cuando es necesario utilizar una sonda de gastrostomía
endoscópica percutánea durante algún tiempo, porque los dispositivos de bajo perfil no tienen un tubo largo que sobresale del
cuerpo, por lo que son estéticamente más atractivos. Las sondas
que no «cuelgan» del cuerpo son más fáciles de cuidar (es decir, es
menos probable que se salgan o que el paciente las muerda).
Segundo, y quizá lo que da más valor a los dispositivos de bajo
perfil, permiten cambiar rápida y fácilmente las sondas de gastrostomía que se hayan quitado inadvertidamente o que estén tan
deterioradas que haya que cambiarlas. Estos dispositivos se insertan en el orificio que se ha hecho para la primera sonda de gastrostomía (v. figuras 11-13 a 11-16). Sin embargo, estos orificios se
cierran rápidamente (es decir, en menos de 24 horas) una vez que
se retira la sonda de gastrostomía, por lo que la velocidad es esencial. Si no se va a observar al paciente durante varias horas después
CAPÍTULO 11
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
de retirar la primera sonda de gastrostomía, debe colocarse un
catéter urinario para machos de látex rojo estéril de diámetro relativamente grande, o algo parecido, en el orificio para evitar que se
cierre antes de poner el dispositivo de bajo perfil. Algunos sistemas,
como el sistema de gastrostomía endoscópica percutánea de Gauderer Genie con una sonda de gastrostomía de recambio de Ponsky
sin balón, permiten al veterinario decidir si convertirlo en un dispositivo de bajo perfil o dejar la sonda larga, como si fuera la sonda
de gastrostomía endoscópica percutánea original.
Catéter
NOTA: Si necesita sustituir una sonda de gastrostomía,
pero no dispone de un dispositivo de bajo perfil, simplemente inserte el hilo a través de la sonda de gastrostomía que está colocada antes de retirarla y utilícelo
para colocar otra sonda de gastrostomía normal.
La peor y más grave complicación que se asocia con las sondas
de gastrostomía es el derrame del contenido del estómago en el
abdomen, con la consecuente peritonitis generalizada. Esto puede
ocurrir si la sonda se quita prematuramente, si se hiperalimenta a
perros de razas grandes (ya que si el estómago es muy grande
puede expulsarse la sonda) o debido a una colocación inadecuada
de una sonda de bajo perfil cuando se intenta sustituir una sonda
de gastrostomía antigua. Generalmente, esta complicación puede
prevenirse utilizando una técnica en la que se suture el estómago
a la pared corporal (es decir, colocación quirúrgica percutánea
con gastropexia o mediante laparotomía). Otras complicaciones
de las sondas de gastrostomía incluyen vómitos, infección periestomal (relativamente frecuente, aunque suele tener poca importancia y se trata fácilmente) y migración de la punta del catéter
hacia el píloro. Los catéteres de Pezzer duran más tiempo (semanas o meses) en el estómago que los catéteres de Foley, porque los
balones de estos catéteres se desintegran. Como se ha indicando
antes, los dueños toleran mejor los dispositivos de gastrostomía de
bajo perfil (p. ej., sondas de gastrostomía Flexiflo, Ross Laboratories, Columbus, Ohio) cuando tienen que permanecer colocados
mucho tiempo, como en el caso de los perros con insuficiencia
renal. Las sondas de bajo perfil, aunque al principio resultan más
caras, duran más que los catéteres de Pezzer o de Foley, y hay que
cambiarlas con menos frecuencia, lo que compensa el gasto inicial
más alto (Elliott y cols., 2000).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Sonda de enterostomía
Las sondas de alimentación de enterostomía están indicadas en
pacientes con enfermedad gástrica, intestinal o pancreática y en
los pacientes en los que se ha realizado una intervención quirúrgica de las vías biliares, si la parte del intestino distal a la enfermedad o a la zona quirúrgica es funcional. Con la sonda de alimentación de enterostomía puede alimentarse inmediatamente
a los pacientes que se han sometido o se someterán a una cirugía
colónica, utilizando una dieta de poco volumen, muy digestible.
Los pacientes con DPC que deben someterse a una cirugía mayor
abdominal son candidatos a la sobrealimentación entérica temprana por medio de una sonda de enterostomía.
Estas sondas se colocan mediante celiotomía o laparoscopia.
En los gatos y los perros de tamaño pequeño y mediano, se recomienda utilizar una sonda de alimentación para niños de 5 Fr y
90 cm. En los perros de razas grandes y gigantes puede utilizarse
una sonda de alimentación de 8 Fr.
107
Pared
corporal
Aguja de
calibre 10
Figura 11-17
Una aguja hipodérmica de calibre 10 facilita la colocación
transabdominal de una sonda de alimentación de
enterostomía de 5 Fr.
Introduzca la punta distal de la sonda de alimentación en la
cavidad abdominal a través de una incisión por punción de
2-3 mm realizada en la pared corporal derecha o izquierda con
una hoja de bisturí del número 11 o con una aguja hipodérmica
de calibre 18 (v. figura 11-17). Seleccione un segmento del
yeyuno proximal e identifique la dirección normal del flujo de la
ingesta (es decir, extremo aboral y oral). Asegúrese de que el
intestino seleccionado se mueve con facilidad hacia la entrada
de la sonda de alimentación en la pared corporal. Haga una
incisión rectilínea en las capas seromusculares del borde
antimesentético del segmento del yeyuno seleccionado (v. figura 11-18, A). Utilice una hoja de bisturí del número 11 para
entrar en la luz del yeyuno en el extremo más aboral de la
incisión. Inserte el extremo distal de la sonda de alimentación a
través de la incisión e introduzca 25-30 cm de la sonda en
dirección aboral hacia la luz del yeyuno. Coloque la parte exterior de la sonda en la incisión seromuscular de 1-1,5 cm y
sutúrela en este «túnel», invirtiendo la capa seromuscular sobre
la sonda con tres o cuatro puntos de Cushing utilizando hilo
reabsorbible sintético de 4-0 o 5-0 (Maxon, PDS) (v. figura 11-18, B y C). Fije el sitio de salida de la sonda yeyunal al
sitio de salida en la pared corporal con cuatro o cinco puntos
discontinuos simples con hilo reabsorbible de 4-0; sujete la sonda de alimentación a la piel con una sutura de sandalia romana
con hilo no reabsorbible de 2-0 (p. ej., Novafil).
Los pacientes que tienen sondas de enterostomía pueden alimentarse inmediatamente después de la cirugía. El punto de
salida de la sonda de alimentación debe incluirse en un vendaje
corporal para evitar que el paciente, el personal técnico o el
cliente se la quiten. Entre un uso y otro debe añadirse una
columna de agua en la sonda. Las posibles complicaciones incluyen que se retire antes de tiempo, la perforación yeyunal produ-
108
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Incisión en la capa seromuscular
Punción en la mucosa/submucosa
A
Oral
Aboral
Sutura
de Cushing
discontinua
Oral
B
Aboral
Túnel
C
Oral
Aboral
Sección
transversal
Figura 11-18
Colocación de una sonda de enterostomía. A. Haga una incisión rectilínea de 1-1,5 cm en
la capa seromuscular del borde antimesentérico del segmento seleccionado del yeyuno;
utilice la punta de una hoja de bisturí para hacer un agujero en el lado aboral de la
incisión seromuscular. B y C. Introduzca el extremo distal de la sonda de alimentación a
través de la incisión; coloque la parte exterior de la sonda en la incisión seromuscular de
1-1,5 cm y construya un túnel invirtiendo la capa seromuscular sobre la sonda con tres o
cuatro suturas de Cushing con hilo absorbible de 4-0.
CAPÍTULO 11
cida por la sonda, el derrame peritoneal y el derrame subcutáneo. Este último puede prevenirse fijando la sonda a la piel, y el
derrame peritoneal se evita teniendo cuidado para incluir una
pexia de 360 grados en la pared yeyunal-abdominal.
CÁLCULO DE LA VELOCIDAD Y VOLUMEN
DE LA ALIMENTACIÓN
Una vez que se ha calculado el número de calorías que necesita
el paciente para cubrir sus requerimientos calóricos totales, la
velocidad y el volumen de la alimentación se determinan basándose en la vía de administración (oral, nasoesofágica, esofagostomía, faringostomía, gastrostomía o enterostomía). Cuando el
alimento se va a depositar en el estómago (alimentación oral,
sondas nasoesofágicas, de esofagostomía, de faringostomía o de
gastrostomía), la capacidad del estómago del paciente determina
la cantidad de alimentos que se administra. La capacidad gástrica normal de los gatos y los perros es de aproximadamente
80 mL de líquido por kilogramo de peso corporal. Sin embargo, los
pacientes anoréxicos generalmente sólo aceptan 30-40 mL/kg de
peso corporal cuando se empieza a alimentarles. El aumento
gradual durante 2-3 días permite que el estómago se vaya adaptando progresivamente a volúmenes más grandes. El paciente
debe alimentarse tres veces al día como mínimo; sin embargo,
si se producen vómitos y distensión abdominal, debe reducirse
el volumen y aumentarse el número de veces que se le alimenta al día. En los animales que vomitan habitualmente
después de administrarles la dieta a través de una sonda
nasoesofágica, de esofagostomía o de gastrostomía, suele ser útil
administrar una dieta comercial líquida a través de la sonda en
forma de infusión a velocidad constante (IVC). También puede
ser beneficiosa la administración simultánea de antieméticos y/o
fármacos procinéticos gástricos.
Cuando el alimento se deposita en el intestino delgado (sondas de enterostomía), la velocidad y el volumen deben regularse
cuidadosamente para prevenir la hiperdistensión. Cada paciente
es único en cuanto a la cantidad de líquido que puede admitir su
intestino delgado; en el cuadro 11-6 se ofrecen unas pautas para
la alimentación a través de una sonda de enterostomía. Estas son
sólo unas pautas generales; algunos pacientes necesitan más
tiempo para adaptarse (5-7 días), mientras que otros admiten
todo el volumen que necesitan a los 2-3 días. Los signos que
indican sobrealimentación son vómitos, diarrea, distensión
abdominal, espasmos, o todos ellos a la vez. Estas complicaciones suelen resolverse si se diluye la concentración de la dieta y se
reducen la velocidad y el volumen de administración.
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COMPLICACIONES
Cuando se utiliza la sobrealimentación entérica pueden producirse tres tipos de complicaciones: mecánicas, gastrointestinales y metabólicas. En la mayoría de los casos, las complicaciones
pueden prevenirse utilizando una técnica adecuada para colocar
la sonda; utilizando una sonda de alimentación de caucho suave
y del diámetro apropiado, y una dieta adecuada; planificando
cuidadosamente la alimentación; y manejando la sonda de forma adecuada cuando se utiliza, y entre un uso y otro. En un
estudio reciente en el que se evaluaron las complicaciones y los
factores que influían en el pronóstico asociados a la NPT en los
gatos, se observó que las complicaciones mecánicas y sépticas
eran poco frecuentes y no se asociaban a un aumento de la mortalidad; sin embargo, en este estudio la mortalidad fue superior
Atención postoperatoria del paciente quirúrgico
109
CUADRO 11-6
Pautas alimenticias a través de una sonda de enterostomía
• Calcular las necesidades energéticas totales.
• Administrar 1/4 del volumen calculado durante las
primeras 24 horas; se recomienda hacerlo 4 o 5 veces
al día, como mínimo*.
• Administrar 1/2 del volumen calculado durante las
segundas 24 horas; 4 o 5 veces*.
• Administrar 3/4 del volumen calculado durante las terceras 24 horas 4 o 5 veces*.
• Administrar todo el volumen calculado el cuarto día 4 o
5 veces*.
*Es preferible la alimentación continua por medio de una bomba
de infusión.
al 50%, en la mayoría de los casos se hizo la eutanasia o morían
debido a la enfermedad primaria o a las complicaciones asociadas a la enfermedad (Pyle y cols., 2004).
Complicaciones mecánicas
Las complicaciones mecánicas incluyen la colocación accidental
de una sonda en la tráquea (sondas nasoesofágicas, de esofagostomía o de faringostomía) o en la cavidad peritoneal (sondas de
gastrostomía o de enterostomía), perforación del intestino por
la sonda de alimentación (sondas de gastrostomía o de enterostomía), regurgitación o vómito de la sonda (sondas nasoesofágicas, de esofagostomía o de faringostomía), irritación esofágica
(sondas nasoesofágicas, de esofagostomía o de faringostomía),
obstrucción del flujo de salida gástrico (sondas de gastrostomía),
infección del sitio de salida de la sonda, oclusión de la sonda o
que el paciente se quite la sonda. La colocación accidental de las
sondas de alimentación en la tráquea o la cavidad peritoneal
puede prevenirse si se colocan con mucho cuidado. Si existe
alguna duda sobre la localización de la sonda, debe inyectarse
una pequeña cantidad de material de contraste acuoso estéril a
través de la sonda y realizar una radiografía. La perforación
intestinal se ha eliminado casi por completo gracias al uso de
sondas de alimentación de enterostomía de caucho suave o de
Silastic, de pequeño calibre. En los gatos, ya no se producen perforaciones esofágicas (sondas de esofagostomía) desde que
dejaron de utilizarse estiletes para colocar la sonda. Generalmente, puede evitarse que el paciente se quite la sonda prematuramente utilizando restricciones mecánicas adecuadas (p. ej.,
un vendaje y un collar isabelino) y fijando de forma segura la
sonda al punto de salida (con suturas de sandalia romana). El
uso de sondas de caucho suave y de pequeño calibre ha aumentado la tolerancia de los pacientes. Se ha observado esofagitis
debido a la colocación de sondas nasoesofágicas, de esofagostomía o de faringostomía; sin embargo, el uso de sondas de alimentación de Silastic o de caucho suave ha reducido la irritación
esofágica. Además, la colocación en la parte media del esófago
elimina la esofagitis por reflujo.
La infección en el sitio de la sonda puede reducirse al mínimo
manejando la sonda de forma adecuada. El área debe mantenerse limpia y cubrirse con un vendaje suelto. Hay que tener cuidado cuando se alimenta al paciente para impedir que los alimentos contaminen el sitio de salida. Se han observado algunos casos
de rinitis secundaria a la colocación de una sonda nasoesofágica,
110
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
pero el uso de sondas de caucho suave y de pequeño calibre han
reducido al mínimo esta posibilidad.
La fórmula dietética puede obstruir las sondas de alimentación de pequeño calibre (3-5 Fr). Esto puede evitarse utilizando una dieta comercial líquida en vez de una dieta triturada.
Hay que tener cuidado para que no caiga material fuera de la
sonda cuando se está terminando la alimentación y tapar la sonda
para mantener una columna de agua, lo que ayuda a prevenir
la oclusión por reflujo gastrointestinal. Con las sondas de alimentación de gran calibre pueden utilizarse dietas trituradas,
pero deben tomarse precauciones parecidas para impedir la
oclusión. Si una sonda se obstruye, pueden introducirse en su
interior unas pinzas endoscópicas flexibles para eliminar el
material atascado. Si no se consigue, puede infundirse dentro
de la sonda un líquido carbonatado, como cola; la efervescencia del líquido y su pH ácido pueden facilitar la eliminación del
material atascado. Si esto no tiene éxito, puede ser necesario
sustituir la sonda.
Complicaciones gastrointestinales
Las complicaciones gastrointestinales más frecuentes del tratamiento nutricional entérico incluyen vómitos, espasmos, distensión abdominal, diarrea, o todos ellos a la vez. Las causas más
comunes son la alimentación demasiado rápida, un volumen
excesivo de alimentos y las dietas con una osmolalidad alta. El
tratamiento consiste en reducir la velocidad y el volumen de la
alimentación o diluir el contenido de la fórmula.
Complicaciones metabólicas
La complicación metabólica más común de la nutrición entérica
es la hiperglucemia que se produce debido a la absorción rápida
de glucosa. Puede utilizarse insulina para controlar la hiperglucemia, pero no suele ser necesario. En los casos poco frecuentes
en que es necesario administrar insulina, el veterinario debe
empezar poniendo una dosis muy pequeña y vigilar al animal
estrechamente, esperando que la necesidad de insulina desaparezca cuando el paciente se adapte. No se ha establecido una
dosis de insulina adecuada para estos casos basándose en la
experiencia. En los perros, puede empezarse con una dosis de
0,25 a 0,5 unidades de insulina regular/4,5 kg de peso corporal.
Los gatos tienden a ser más sensibles a los efectos de la insulina
que los perros, pero puede empezarse con una dosis parecida.
Los pacientes, especialmente los animales demacrados, deben
vigilarse con cuidado por si se presenta hipofosfatemia, hipopotasemia o hiperpotasemia.
Se ha informado con muy poca frecuencia de la existencia de
complicaciones producidas por la NPP. En un estudio se observó
que la complicación metabólica más frecuente era la hiperglucemia, seguida por lipidemia e hiperbilirrubinemia (Chan y cols.,
2002). La mayoría de las complicaciones fueron leves y no fue
necesario suspender la NPP.
NOTA: En los gatos debe utilizarse la insulina con cuidado, ya que son muy sensibles a ella.
Bibliografía
Chan DL, Freeman LM, Lobato MA et al: Retrospective evaluatioan
of partial parenteral nutrition in dogs and cats, J Vet Intern Med
16:440, 2002.
Chan DL, Freeman LM, Rozanski EA et al: Colloid osmotic pressure
of parenteral nutrition components and intravenous fluids, J Vet
Emerg Crit Care 11:269, 2001.
Crowe DT et al: The use of polymeric liquid enteral diets for nutritional support in seriously ill or injured small animals: clinical results
in 200 patients, J Am Anim Hosp Assoc 33:500, 1997.
Elliott DA, Riel DL, Rogers QR: Complications and outcomes associated with use of gastrostomy tubes for nutritional management of
dogs with renal failure: 56 cases (1994-1999), J Am Vet Med Assoc
217:1337, 2000.
McCrackin MA, Stiffler KS, Schmiedt CW: One-step placement of
a percutaneous, nonendoscopic, low-profile gastrostomy port in
cats, J Am Vet Med Assoc 217:1636, 2000.
Pyle SC, Marks SL, Kass PH: Evaluation of complications and prognostic factors associated with administration of total parenteral
nutrition in cats: 75 cases (1994-2001), J Am Vet Med Assoc 225:242,
2004.
Zsombor-Murray E, Freeman LM: Peripheral parenteral nutrition,
Comp Cont Educ 21:512, 1999.
Lecturas recomendadas
Chandler ML, Guilford WG, Payne-James J: Use of peripheral nutritional support in dogs and cats, J Am Vet Med Assoc 216:669, 2000.
Comparación de la nutrición parenteral total y parcial. Se analiza la
trombosis venosa periférica y cómo prevenir esta complicación.
Hewitt SA, Brisson BA, Sinclair MD et al: Evaluation of laparoscopicassisted placement of jejunostomy feeding tubes in dogs, J Am Vet
Med Assoc 225:65, 2004.
En este artículo se describe cómo se coloca una sonda de yeyunostomía mediante laparoscopia. Los autores recomiendan utilizar
esta técnica en los perros que no requieren una laparotomía por
otras razones.
Ireland LM, Hohenhaus AE, Broussand JD et al: A comparison of
owner management and complications in 67 cats with esophagostomy and percutaneous endoscopic gastrostomy feeding tubes,
J Am Anim Hosp Assoc 39:241, 2003.
En este estudio se comprobó que los propietarios se sentían cómodos
cuando se utilizaban sondas de esofagostomía y de gastrostomía.
Concluyeron que las sondas de esofagostomía eran una alternativa
excelente a las sondas de gastrostomía.
Pyle S, Marks S, Kass P: Evaluation of complications and prognostic
factors associated with administration of total parenteral nutrition
in cats, 75 cases (1994-2001), J Am Vet Med Assoc 225:242, 2004.
En este estudio realizado en 75 gatos a los que se les administró NPT
se demostró que los antecedentes de pérdida de peso, hipoalbuminemia, insuficiencia renal crónica e hiperglucemia prolongada
se asociaban a un mal pronóstico, así como las enfermedades concurrentes múltiples.
Salinardi BJ, Harkin KR, Bulmer BJ et al: Comparison of complications of percutaneous endoscopic versus surgically placed gastrostomy tubes in 42 dogs and 52 cats, J Am Anim Hosp 42:51, 2006.
Si se analizaban de forma independiente para cada especie (sólo perros o sólo gatos), no se encontraban diferencias entre las tasas de
complicaciones de las dos técnicas; sin embargo, si los perros y
los gatos se mezclaban en el mismo grupo, las sondas colocadas
endoscópicamente producían una tasa más alta de complicaciones,
y estas eran más graves.
von Werthern CJ, Wess G: A new technique for insertion of esophagostomy tubes in cats, J Am Anim Hosp Assoc 37:140, 2001.
En este artículo se describe el uso de un aplicador diseñado especialmente para colocar sondas de esofagostomía rápidamente.
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
C A P Í T U L O
111
12
Fundamentos básicos
de la rehabilitación física
DEFINICIONES
La rehabilitación física veterinaria es un derivado de la fisioterapia
orientada a los seres humanos. El término rehabilitación procede de
la palabra latina rehabilitare, que significa «recuperar la capacidad». La rehabilitación física se utiliza principalmente para el
tratamiento de las enfermedades ortopédicas y neurológicas, e
incuye el uso de elementos físicos o mecánicos, como la luz, la termoterapia (caliente y fría), el agua, la electricidad, los masajes y el
ejercicio. Otros términos que se utilizan para describir la rehabilitación física son rehabilitación canina, terapia física y fisioterapia.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
GENERALIDADES
La fisioterápia es una parte habitual de la medicina humana y se ha
demostrado que aumenta al máximo la recuperación física global
de los pacientes. Con la rehabilitación, si se utiliza junto con los
tratamientos médicos y quirúrgicos estándar, y un tratamiento
adecuado del dolor (v. capítulo 13), puede conseguirse una recuperación de la cirugía y los traumatismos más completa y en menos
tiempo. El desarrollo de la medicina veterinaria ha hecho que
aumente la esperanza de vida de la mayoría de los animales
domésticos, por lo que ha aumentado el número de animales con
molestias crónicas, enfermedades y trastornos geriátricos; las distintas técnicas de rehabilitación física proporcionan opciones
para el tratamiento y el alivio sintomático de estos pacientes, lo
que mejora su calidad de vida. En medicina veterinaria, la rehabilitación física se utiliza para el tratamiento de los pacientes con
osteoartritis crónica; para facilitar la recuperación postoperatoria o
como tratamiento conservador de los pacientes ortopédicos o neurológicos; para el tratamiento de los pacientes muy debilitados; para
permitir la interacción con pacientes oncológicos que deben permanecer largos períodos hospitalizados (p. ej., debido a la radioterapia), lo que mejora su estado mental y les hace más felices; para
mejorar el estado físico, la fuerza y el rendimiento de los perros de
trabajo y los que participan en competiciones deportivas; para ayudar a que los pacientes obesos pierdan peso; y para fomentar los
vínculos con los animales de compañía y/o su obediencia.
Los objetivos de la rehabilitación física son mejorar al máximo
la recuperación de los procesos patológicos y las intervenciones
quirúrgicas, a la vez que aumentan la funcionalidad y el bienestar
general del paciente. Estos objetivos pueden alcanzarse aumentando el rango de movimiento articular (RMA), reduciendo el dolor,
haciendo que la recuperación de los tejidos neurológicos y musculoesqueléticos lesionados e inflamados sea más completa, evitando
la atrofia por falta de uso de los músculos afectados, mejorando la
funcionalidad de las extremidades débiles y paralizadas, previniendo la contractura y la fibrosis de los tejidos blandos, y consiguiendo
unos resultados fisiológicos positivos tanto para los pacientes como
para sus dueños. Los protocolos de la rehabilitación física incluyen
el uso de múltiples modalidades de tratamiento, que deben individualizarse tanto para el paciente como para el cliente.
MODALIDADES DE TRATAMIENTO
Crioterapia e hipotermia
Crioterapia e hipotermia son términos que designan la aplicación
terapéutica del frío. El frío es el elemento térmico de elección para
tratar la fase aguda de las lesiones tisulares, porque reduce los procesos inflamatorios y proporciona analgesia. La disminución de la
temperatura de la piel y el tejido subyacente produce vasoconstricción, disminuye el flujo sanguíneo y disminuye la velocidad de conducción de los nervios sensitivos y motores. La crioterapia se utiliza
con frecuencia para tratar la inflamación postoperatoria, los traumatismos musculoesqueléticos y los espasmos musculares, y para
reducir al mínimo la inflamación secundaria que se produce tras el
ejercicio terapéutico. Produce un cambio de temperatura en el tejido afectado de entre 1 °C y 4 °C dentro del músculo y de entre 12 °C
y 13 °C en la superficie cutánea cuando se elimina el calor del cuerpo. Generalmente, a los 15-30 minutos se recupera la temperatura
basal, lo que permite un período significativo de analgesia y de disminución de la inflamación y/o el edema. Para aplicar la hipotermia
pueden utilizarse bolsas de hielo, masajes con cubitos de hielo caseros, compresores fríos, o puede ponerse el tejido afectado bajo un
chorro de agua fría o sumergirlo en agua.
Primero, cubra la zona con una toalla para proteger la piel.
Aplique una bolsa de hielo (una bolsa de congelación llena de
hielo picado), una compresa fría o una toalla helada en el sitio
afectado. Si es posible, sujete la bolsa de hielo con un vendaje
compresivo para mantenerla en su sitio, comprimir el tejido y
proteger el resto del cuerpo de la bolsa de hielo.
En los perros medianos o grandes, la bolsa debe aplicarse
durante 15-20 minutos, repitiendo el proceso cada 4 horas.
Continúe con la aplicación durante al menos las primeras
72 horas después de la intervención quirúrgica o de producirse
la lesión para que se resuelva la fase inflamatoria aguda.
111
112
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
La hipotermia es relativamente segura, pero no debe utilizarse en animales sensibles al frío. Debe observarse con atención la
reacción del paciente y suspender el tratamiento si parece incómodo. Debe observarse la piel por si aparecen signos de congelación; la piel pálida o blanquecina después de la aplicación indica una posible lesión tisular.
NOTA: Hay que tener mucho cuidado cuando se utiliza
la crioterapia en animales con poca o ninguna sensibilidad, y en los que tienen implantes metálicos.
Tratamiento con calor e hipertermia
La hipertermia o aplicación de calor es el elemento térmico de
elección para tratar las lesiones crónicas, pero no debe utilizarse
en los tejidos con inflamación activa. Fisiológicamente, el calor
superficial produce vasodilatación cutánea, aumento de la velocidad de conducción de los nervios, relajación muscular,
aumento del umbral del dolor, aumento de la actividad enzimática y metabólica, y aumento de la extensibilidad del tejido conjuntivo. El calor superficial suele utilizarse para reducir la rigidez
articular de las extremidades y aumentar la elasticidad del tejido
conjuntivo antes de realizar estiramientos o ejercicios; sin
embargo, para calentar los tejidos profundos de forma adecuada
es más apropiado utilizar ultrasonidos o diatermia.
Primero, aplique una capa de aislante en la zona afectada. Sujete
las bolsas calientes (ya sean bolsas que se venden preparadas o
toallas calientes) a la extremidad con unas correas. Como alternativa, puede utilizar baños calientes, bañeras de hidromasaje, cintas
sin fin subacuáticas o piscinas. Para tratar los tejidos profundos
utilice ultrasonidos terapéuticos (v. el comentario más adelante). En
los perros medianos o grandes, aplique calor durante 15-20 minutos cada 4 horas antes de realizar el ejercicio o los estiramientos
para facilitar los cambios plásticos del tejido y aumentar la movilidad articular. Observe el estado de la piel durante y después de la
aplicación por si se produjeran efectos secundarios.
La hipertermia no debe utilizarse en zonas con inflamación
aguda, ya que puede exacerbar la hemorragia y el edema. Otras
contraindicaciones para el uso de la hipertermia son la disminución o ausencia de la sensibilidad, los trastornos de la termorregulación y los trastornos hemorrágicos. No debe aplicarse calor sobre
el útero de las hembras preñadas, en los tumores malignos ni en las
zonas de infección activa. Pueden producirse quemaduras tisulares
si el animal no es capaz de disipar el calor o si se utiliza una temperatura demasiado alta durante períodos prolongados.
Ultrasonidos terapéuticos
Las unidades de ultrasonidos terapéuticos están diseñadas para emitir ondas sonoras en el interior de los tejidos, lo que proporciona un
efecto térmico de calentamiento local del tejido profundo. Los ultrasonidos terapéuticos térmicos son eficaces para el tratamiento de la
tendinitis crónica, el RMA limitado debido a contractura tisular, la
miositis, la tendinitis bicipital y los espasmos musculares. Los ultrasonidos aumentan el flujo sanguíneo (lo que mejora la cicatrización), la temperatura tisular (lo que reduce el dolor) y la elasticidad
tisular. Las unidades de ultrasonidos pueden ajustarse a baja intensidad, en modo continuo o en modo pulsado para facilitar la cica-
trización de las heridas agudas (se utiliza en las 2 semanas siguientes
después de producirse la lesión) o crónicas. La fonoforesis es el uso
de los ultrasonidos terapéuticos para facilitar la absorción y distribución de los fármacos aplicados por vía tópica.
Generalmente, cuando se compra una unidad de ultrasonidos
terapéuticos, el fabricante proporciona los protocolos de tratamiento y de asistencia técnica. Las variables que deben tenerse en cuenta
son la frecuencia, la intensidad y el ciclo de servicio. Se utilizan haces
de ultrasonidos colimados y frecuencias que están dentro del rango
de los megahertzios (MHz). La intensidad es la velocidad de la energía liberada por unidad de área, y se mide en vatios por centímetro
cuadrado (W/cm2). Cuanto mayor es la intensidad, mayor y más
rápido es el aumento de la temperatura. El ciclo de servicio es el
porcentaje de tiempo durante el que se emite el sonido en un período del pulso. Otros factores que deben tenerse en cuenta son el área
de tratamiento, la duración del tratamiento y la planificación del
tratamiento. El área adecuada de tratamiento debe tener el doble del
tamaño de la cabeza del transductor. Generalmente, el tratamiento
dura 5 minutos para un área de un tamaño de aproximadamente el
doble de la cabeza del transductor seleccionado; sin embargo, en
algunas unidades puede programarse el tiempo necesario basándose en la intensidad de otros parámetros. El plan de tratamiento puede empezar con una sesión diaria (durante 10 días como máximo),
y después se va reduciendo la frecuencia de las sesiones a medida
que mejora el estado del animal.
Afeite el pelo para que los ultrasonidos penetren en el tejido subyacente. Aplique un gel conductor soluble en agua en la zona que se
va a tratar. Para las lesiones profundas, configure la frecuencia a
1 MHz, con lo que el calor alcanzará una profundidad de entre 2 y
5 cm. Las lesiones superficiales se tratan a una frecuencia de 3 MHz.
Configure la intensidad desde 0,5 hasta 2 W/cm2 dependiendo de
la cantidad de tejido blando que exista; cuanto más tejido blando
hay, más alto debe ser el valor configurado. Cuando configure la
intensidad, también debe tener en cuenta la tolerancia del paciente.
Normalmente, el ciclo de servicio se configura entre el 5% y el 50%,
dependiendo del efecto que se desee conseguir en el tejido.
La duración del tratamiento varía dependiendo del área y el
tamaño de la cabeza del transductor seleccionado, como se ha
indicado más arriba.
Mueva la cabeza del transductor sobre la piel a una velocidad
que no supere los 4 cm/s (v. figura 12-1). Esta debe moverse de
forma continua sobre todo el área y siguiendo distintos patrones
para evitar las manchas calientes y no lesionar los tejidos.
Hay que tener cuidado para no quemar los tejidos con los
ultrasonidos terapéuticos. Los pacientes con disminución de la
circulación, de la sensibilidad o de la consciencia tienen más riesgo de sufrir quemaduras tisulares. Las contraindicaciones de los
ultrasonidos terapéuticos incluyen los tumores, los tejidos con
inflamación aguda, los tejidos infectados y las zonas dolorosas.
NOTA: Hay que tener cuidado para evitar la exposición
directa de las prominencias óseas y los implantes metálicos, las fisis, el corazón, el útero grávido o los testículos, a los ultrasonidos.
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
Figura 12-1
Figura 12-2
Fotografía que muestra una lechuza a la que se le están
aplicando ultrasonidos terapéuticos en el ligamento
pterigión.
Técnica adecuada para flexionar la articulación de la
babilla. Obsérvese la disminución del ángulo de flexión
debido al traumatismo muscular producido por la cirugía
realizada para estabilizar una fractura femoral distal.
113
Masaje
El masaje es la manipulación suave de los músculos y los tejidos
blandos. Es eficaz tanto para mover el líquido hacia el sistema linfático como para mover el líquido desde las extremidades hasta las
zonas centrales del cuerpo en los pacientes con edema de la parte
distal de las extremidades. También se ha desarrollado la hipótesis
de que los masajes tienen un efecto circulatorio que facilita el
movimiento de líquido desde el tejido lesionado y su sustitución
por nuevos nutrientes transportados por la sangre. Puesto que el
masaje produce un movimiento dentro y entre varias capas de
tejido, puede ayudar a movilizar y ablandar las adherencias, limitar y aliviar las contracturas musculares y tendinosas, y disminuir
la fibrosis. El masaje es muy eficaz para relajar los músculos y los
tejidos blandos antes del ejercicio. Los espasmos musculares y el
dolor asociado a ellos pueden aliviarse con masaje. Se utiliza para
ayudar a los pacientes postoperatorios a conservar la movilidad;
para reducir el dolor de los animales con trastornos crónicos,
como osteoartritis, para que puedan realizar ejercicio; y como tratamiento para mejorar el rendimiento de los perros que participan en competiciones deportivas. Generalmente, el masaje se
aplica después de la hipertermia y antes de los estiramientos o el
ejercicio, y puede limitarse a una zona o aplicarse en todo el cuerpo. Puede enseñarse a los dueños a realizar los masajes.
Rango de movimiento pasivo
y estiramiento
Esto relaja al perro y permite a los terapeutas evaluar los tejidos, el tono muscular, la presencia de inflamación o de masas y
las diferencias de temperatura.
El rango de movimiento (RDM) se refiere al movimiento
completo que puede realizar una articulación. El rango de
movimiento pasivo (RDMP) es la manipulación artificial de una
articulación a través de un RDM indoloro. El estiramiento suele
realizarse junto con el RDMP para aumentar la flexibilidad
articular y la extensión de los tejidos blandos. La inmovilización
es perjudicial para los cartílagos articulares, los ligamentos, los
huesos y los músculos. El RDMP es vital para que las articulaciones conserven su integridad y para ayudar a minimizar la contracción de los tejidos blandos y los músculos, las lesiones de los
cartílagos articulares y la atrofia tisular. También mejora el
movimiento sinovial para la nutrición del cartílago y aumenta el flujo sanguíneo y la sensibilidad de las articulaciones y las
extremidades.
Normalmente, el RDMP está indicado para los animales que
no pueden o no se les permite mover activamente una extremidad. Puede utilizarse en pacientes muy debilitados o postrados
para reducir al mínimo las complicaciones asociadas a la disminución de la circulación. Esta técnica suele utilizarse para tratar
las dolencias musculares producidas por la hiperactividad del fin
de semana y como calentamiento para otros ejercicios. El RDMP
no es un sustituto del RDM activo, ya que no previene la atrofia
muscular, no aumenta la fuerza ni ayuda a la circulación.
Comenzando por la parte distal del área afectada y dirigiéndose proximalmente, manipule suavemente y presione los tejidos
blandos y los músculos. A continuación, presione suavemente, y
después amase y apriete el tejido. Aumente la intensidad y la duración del masaje a medida que aumenten la tolerancia y la comodidad del animal.
Coloque las manos encima y debajo de la articulación y flexione
y extienda la articulación suavemente mientras sujeta la extremidad. Manipule la articulación a través de un RDM no doloroso
(v. figuras 12-2 y 12-3). Extienda y flexione lentamente la articulación más allá del RDM indoloro para estirar el tejido. No fuerce el movimiento si resulta molesto para el paciente. Mantenga
Los masajes se empiezan acariciando o tocando suavemente el
miembro afectado con una presión moderada.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Al principio, las sesiones de masaje suelen durar 5 minutos, y
se van alargando hasta durar de 15 a 30 minutos, dependiendo
de la gravedad del estado del animal.
114
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 12-3
Técnica correcta para la extensión de la babilla.
Figura 12-5
Estimulación eléctrica de los músculos semimembranoso y
semitendinoso de un perro pastor alemán con mielopatía
degenerativa.
Figura 12-4
Método simple para flexionar todas las articulaciones de la
extremidad pelviana con un solo movimiento.
el estiramiento durante 15-30 segundos. Vuelva a colocar la
articulación en su posición normal. Repita el estiramiento hasta
20 veces por sesión. Trabaje con todas las articulaciones de la
extremidad afectada para obtener el máximo beneficio (v. figura 12-4). Observe al paciente antes, durante y después del tratamiento por si el dolor varía o se producen cambios del RDM
activo o de la calidad del movimiento.
NOTA: No utilice el RDMP si el movimiento puede producir lesión o inestabilidad o si el estiramiento es molesto para el paciente. Tenga cuidado para no alterar la
cicatrización de los tejidos blandos.
Estimulación eléctrica neuromuscular
La estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) es la aplicación de una corriente eléctrica a los tejidos para fomentar su cica-
trización. Los dispositivos de EENM suelen ser estimuladores de
corriente pulsada, que pueden utilizar ondas de corriente alterna
o continua. En estos dispositivos pueden configurarse la forma de
la onda, la amplitud (magnitud de una onda eléctrica), la duración del pulso (tiempo durante el cual la carga fluye en ambas
direcciones), la duración de la fase (tiempo durante el cual la
corriente fluye desde la línea basal en una dirección y retrocede),
la velocidad del pulso (número de pulsos que se producen por
segundo), el ciclo de servicio (proporción entre una unidad de
tiempo y el tiempo de ciclo total), la rampa (permite aumentar o
disminuir la amplitud de forma gradual) y la polaridad.
La EENM suele utilizarse para la rehabilitación de los pacientes
con trastornos ortopédicos y neurológicos. Sus efectos incluyen el
aumento del RDM, el aumento de la fuerza muscular y mejora del
tono muscular; la disminución del edema y la mejora de la circulación; y la disminución de los espasmos musculares y del dolor. La
fuerza muscular mejora porque aumentan las proteínas contráctiles
musculares, y la resistencia muscular aumenta al aumentar la vascularidad, la capacidad aeróbica y el tamaño mitocondrial. La estimulación eléctrica muscular puede utilizarse para reeducar a los músculos denervados. La iontoforesis es la utilización de la estimulación
eléctrica para mejorar la absorción y la distribución de los fármacos
administrados por vía transcutánea.
Afeite y prepare la piel que recubre el punto motor con alcohol.
Aplique el gel a la piel y coloque el electrodo (v. figura 12-5).
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
115
TABLA 12-1
Protocolos para la estimulación neuromuscular
LONGITUD
DE ONDA
AMPLITUD/
ESTIMULACIÓN
MUSCULAR
DURACIÓN
DEL PULSO
FRECUENCIA
Fortalecimiento
muscular
Bifásica
Motor
150-250 s
Reeducación
muscular
Bifásica
Motor
Dolor agudo
CBF
CICLO
DE SERVICIO
DURACIÓN DEL
TRATAMIENTO
30-50 pps
Interrumpido,
1:3 o 1:5
10-20 minutos
1o 2 veces al día,
3-5 días a la
semana
100-400 s
30-50 pps
Interrumpido,
1:1 o 1:2
10-20 minutos
1 o 2 veces al día,
3-5 días a la
semana
Motor
2-50 s
50-100 pps
Continuo
20-30 minutos, sin
efecto residual
Dolor cónico
CBF
Sensorial
>150 s
2-4 pps
Continuo
30-45 minutos
Edema
Motor
100-400 s
30-50 pps
Continuo
PROBLEMA
CBF, corriente de baja frecuencia.
Localice aproximadamente el punto motor (área en la que el nervio motor entra en el músculo) del músculo diana. Con el aparato
en funcionamiento, mueva el electrodo para identificar el punto
motor con precisión. Haga una marca en el punto para referencias futuras. Seleccione los parámetros de la estimulación eléctrica, seleccionando primero la longitud de onda.
La longitud de onda ayuda a determinar si el paciente está
cómodo. Generalmente, se eligen longitudes de onda bifásicas
simétricas y trifásicas simétricas, ya que las longitudes de onda
suaves y regulares son más confortables.
Seleccione estimulación motora o estimulación sensorial.
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La estimulación determina la intensidad de la contracción.
Con la estimulación motora, la EENM provoca una contracción
visible. La estimulación sensorial utiliza una corriente de baja
intensidad que el paciente puede sentir, pero que no hace que se
mueva el músculo.
Seleccione la duración del pulso, que es directamente proporcional
a la duración de la contracción. Seleccione la frecuencia (que se
define como el número de pulsos eléctricos por segundo) para determinar la velocidad a la que se estimularán las fibras musculares.
Seleccione el ciclo de servicio a 1:1 para aumentar la resistencia o,
por el contrario, seleccione 1:3 o 1:5 para el fortalecimiento muscular. Seleccione la rampa para que el paciente esté más cómodo.
La rampa es el aumento y la disminución gradual de la
corriente que provoca una contracción. Una rampa gradual significa que la corriente aumenta gradualmente hasta llegar al
valor máximo, en vez de generarse una corriente de forma brusca en el tejido. Esto permite que el paciente se vaya acostumbrando poco a poco a cada contracción.
Puede seleccionarse el tratamiento de un músculo para
fomentar el movimiento articular, o pueden tratarse grupos
musculares opuestos si no se desea que se produzca movimiento.
Generalmente, la EENM se aplica durante 15-20 minutos, de
una a cinco veces semanales (pero puede realizarse hasta dos
veces al día durante 5 días a la semana; v. tabla 12-1). La aplicación intensiva de la EENM puede producir dolor muscular. Es
más eficaz si se utiliza para mejorar la contracción y la fuerza
durante o inmediatamente antes del ejercicio activo.
NOTA: Hay que tener cuidado cuando se utiliza la
EENM sobre áreas con deterioro de la sensibilidad o
con irritación de la piel, o sobre el útero grávido. Está
contraindicado utilizar la EENM sobre el corazón o el
seno carotídeo, en los animales con marcapasos o convulsiones, y sobre tumores o zonas infectadas.
Ejercicio terapéutico
El ejercicio terapéutico (ET) es el arte de animar a un animal a
que ejercite de forma adecuada los grupos musculares y a que
realice un movimiento activo voluntario de la articulación o la
extremidad afectada. Se consigue mediante ejercicios creativos,
utilizando el entorno y otras herramientas. Estos ejercicios pueden realizarlos el fisioterapeuta o el propietario del animal. Los
objetivos del ET son numerosos, e incluyen aumentar el RDM
indoloro del animal; el uso de la extremidad, la masa muscular, y
la fuerza; y aumentar su capacidad funcional global. También
puede reducir la probabilidad de que se produzcan más lesiones,
mejorar las aptitudes físicas para participar en eventos o en competiciones deportivas, aumentar las posibilidades de recuperar la
capacidad de trabajo, mejorar el estado cardiovascular, y proporcionar una sensación de bienestar y fomentar la relación entre el
116
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
animal y su dueño. Los conceptos básicos subyacentes al éxito de
la aplicación del ET incluyen cambiar las costumbres del animal,
individualizar el ejercicio para adaptarlo al paciente, dejar que la
evolución del paciente determine el aumento de la actividad y, lo
más importante, utilizar la propia imaginación para que el ejercicio resulte divertido tanto para el animal como para su dueño.
La elección del ET varía dependiendo de la fase de reparación
tisular y de la resistencia del animal. Es importante fijar un objetivo realista para cada paciente. La planificación del ejercicio
debe corresponderse con la evolución del animal. La intensidad
del ejercicio puede aumentarse aumentando el número de sesiones, el número de repeticiones por sesión, la intensidad global
y/o la velocidad de la actividad. Aunque muchos ejercicios terapéuticos requieren un equipo mínimo, también pueden utilizarse muchos otros dispositivos de ayuda, como pelotas terapéuticas, tablas de equilibrio, pesas, bandas terapéuticas (bandas
elásticas que se utilizan para aumentar la resistencia que se aplica a grupos musculares específicos), túneles, barras de Cavaletti,
cintas sin fin (subacuáticas o no) y piscinas.
La clave del éxito del ET es controlar la situación. Debe sujetarse
al animal con una correa muy corta, para que vaya pegado al adiestrador y esté atento. En los animales con huesos que se están consolidando o con fijaciones inestables debe utilizarse un cabestrillo.
Cuando se decide el nivel del ET deben tenerse en cuenta el riesgo
que existe de dañar una reparación quirúrgica y otros problemas
médicos. Hay que tener cuidado para evitar las situaciones potencialmente problemáticas, como la presencia de animales silvestres,
pavimento resbaladizo, y la presencia de niños o de otros perros. Si
el dueño no controla al animal y no puede realizar los ejercicios de
forma controlada y segura, las únicas soluciones viables pueden ser
el reposo en una jaula o la rehabilitación en el hospital.
Ejercicios estáticos. Los ejercicios terapéuticos estáticos
se recomiendan para los animales debilitados o postrados.
Sujete al animal físicamente por debajo del abdomen o la pelvis
o utilice un cabestrillo, una carretilla o una silla de ruedas. Ayude al animal a mantenerse de pie durante breves intervalos de
tiempo (de segundos a minutos, según su tolerancia) (v. figura 12-6). Ayude al animal a moverse mientras está sentado o
tumbado para que se ponga de pie, varias veces. Anime al
animal para que soporte tanto peso como sea posible antes de
ayudarle. Asegúrese de que deja intervalos de reposo suficientes entre los ejercicios. A medida que aumenten la fuerza y la
resistencia del animal, disminuya la cantidad de ayuda que le
proporciona y aumente la duración de la actividad.
Mantener al animal de pie. Estos ejercicios se utilizan
para potenciar el uso temprano de las extremidades, desarrollar
los músculos y mejorar la propiocepción y la consciencia corporal. Estos ejercicios hacen que el animal adquiera confianza y
comprenda que ya no es doloroso utilizar la extremidad. Estas
sesiones pueden empezarse 24 horas después de la operación. Al
principio, las sesiones duran 1 o 2 minutos y se realizan dos
veces al día, y se van incrementando hasta un máximo de
5-8 minutos dos veces al día.
Empiece el ejercicio colocando al animal en posición de estación
en una superficie estable, que no resbale, y vaya cambiando el
peso de su cuerpo de un lado a otro con mucha suavidad (v. figura 12-7). Para aumentar la dificultad, coloque al animal en
Figura 12-6
Cuando se realizan ejercicios estáticos con un perro
después de una intervención quirúrgica, debe tenerse
cuidado para que la superficie no sea deslizante y que el
paciente esté bien apoyado.
Figura 12-7
Los ejercicios de equilibrio pueden empezarse en una
superficie plana y estable.
una superficie inestable, como un colchón, una cama de agua,
unos rodillos de ejercicio o una pelota (v. figura 12-8). Más adelante, el trabajo puede aumentarse utilizando una tabla de
balanceo o una balsa sobre el agua a medida que aumenten la
resistencia y la fuerza.
Sentarse y tumbarse. Sentarse y levantarse es útil para
fortalecer los músculos semimembranoso, semitendinoso y cuádriceps. Tumbarse y levantarse de forma repetitiva es útil para
fortalecer los músculos bíceps y tríceps. Ambos ejercicios son útiles para mejorar el RDM activo y la funcionalidad de las estructuras periarticulares. Los pacientes muy debilitados también pueden
beneficiarse de estos ejercicios asistidos utilizando un cabestrillo y
otros dispositivos que les ayudan a moverse mientras están erguidos. Generalmente, estos ejercicios pueden empezarse inmediatamente después de la mayoría de las intervenciones quirúrgicas.
Con el animal sujeto con una correa corta, oblíguele a levantarse y
después a sentarse o a tumbarse de la forma más correcta posible
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
117
Ayude al animal a mantenerse de pie utilizando un cabestrillo,
un arnés o una carretilla. Mueva lentamente las extremidades
del animal como si estuviera caminando, asegurándose de que
apoya el pie en el suelo de forma adecuada en cada paso.
Este ejercicio puede realizarse utilizando una cinta sin fin.
Como alternativa, coloque al animal en una cinta sin fin subacuática (v. p. 120), para que el agua sostenga el peso del
paciente y muévale las extremidades siguiendo un patrón de
marcha normal. Realice este ejercicio tanto tiempo como lo tolere el animal, dos o tres veces al día (v. figura 12-9).
Figura 12-8
Para aumentar la dificultad de los ejercicios de equilibrio,
pueden colocarse las extremidades no afectadas sobre una
pelota de ejercicio.
Figura 12-9
(simétricamente, sin inclinarse hacia un lado). Después, deje que el
animal se levante apoyando ambas extremidades por igual.
Coloque despacio al animal en la cinta sin fin. Dependiendo del
paciente, comience con 5-10 minutos de ejercicio, 12 horas
después de la cirugía. Antes de empezar el tratamiento en la
cinta sin fin, tenga en cuenta la lesión, la reparación quirúrgica
y los niveles de actividad que tenía antes el animal.
Al principio, puede ser necesario enseñarle y animarle con
premios. Si el animal se coloca en una esquina o contra la pared,
puede resultarle más fácil sentarse.
Generalmente, la frecuencia de las sesiones en la cinta sin fin
es de una a dos veces al día, de 3 a 5 días a la semana, dependiendo del paciente y de su propietario.
Comenzar con 1-5 repeticiones dos veces al día. No añadir más
repeticiones hasta que el animal se siente o se tumbe de forma
correcta y simétrica. Después añadir cinco repeticiones en cada
sesión hasta llegar a 20-30 ejercicios por sesión.
Aumente la duración de las sesiones dependiendo de la tolerancia del animal.
Aprendizaje para andar.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Cinta sin fin sobre tierra/suelo. Se fabrican cintas sin
fin especiales para perros, pero los gatos pueden acostumbrarse con un adiestramiento adecuado. Incluyen medidas de seguridad, como barandillas y, en algunos casos, ganchos situados
encima de la cabeza para sujetar el arnés. El terapeuta debe
consultar las instrucciones del fabricante antes de utilizar el
aparato. El control de la velocidad y la inclinación del aparato
son útiles para la rehabilitación de los pacientes ortopédicos.
La disminución de la suspensión y las fuerzas de propulsión
que proporciona el aparato disminuyen mucho las fuerzas que
soportan las articulaciones. En algunos casos, la distracción
que les ofrece un entorno desconocido les anima a apoyar el
peso en la extremidad afectada. Puesto que el animal puede
caminar en una zona restringida, el patrón de la marcha puede realizarse con menos esfuerzo por parte del terapeuta.
Mientras el animal está en la cinta sin fin pueden utilizarse
dispositivos de ayuda, como las bandas terapéuticas, las pesas
y los sistemas de descarga. La cojera y las alteraciones de la
longitud de las zancadas pueden evaluarse con más facilidad
cuando el animal está en la cinta sin fin. Los pacientes deportistas pueden hacer ejercicio en la cinta sin fin para que las
cojeras ocultas se hagan evidentes.
Aprender a caminar o pataleo. Con el adiestramiento
para aprender a caminar o los ejercicios de pataleo se anima al
animal a mover las patas como si estuviera andando. Estos ejercicios, que también se denominan «paseo asistido», pueden ayudar a reeducar las vías nerviosas aferentes o a modificar las anomalías de la marcha. Generalmente, se aplican a los animales que
no pueden andar y que necesitan ayuda para mantenerse de pie.
Pueden realizarse inmediatamente después de la mayoría de las
intervenciones quirúrgicas.
A las 4-6 semanas de la cirugía, la mayoría de los animales
pueden aguantar sesiones de 20-30 minutos.
Observe al paciente cuidadosamente por si se produjera cojera
progresiva después de cada sesión, y disminuya la duración de
las sesiones si observa que cojea (v. figura 12-10).
Paseos controlados. No puede dejar de destacarse la
importancia de los paseos lentos, controlados, utilizando una correa
y un cabestrillo. Permiten al animal mover sus extremidades a través
de un buen RDM activo controlado, mientras se fortalecen las
118
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
los movimientos en círculos ayudan a los pacientes con trastornos
neurológicos a reeducar las vías nerviosas aferentes, para adaptarse
al intercambio del peso y a los cambios de dirección. El zigzag y los
círculos son ejercicios muy simples y eficaces que producen resultados notables. Los pacientes ortopédicos postoperatorios pueden
empezar a realizar estos ejercicios una vez que la fijación se considera estable; los pacientes neurológicos pueden empezar a realizar
estos ejercicios en cuanto pueden andar.
Rampas. Subir y bajar rampas es otro ejercicio eficaz que
puede realizarse en casa. Al subir por un terreno inclinado, se
fortalecen los músculos cuádriceps, semimembranoso, semitendinoso y los glúteos. Para bajar por una rampa, el perro tiene que
flexionar el corvejón, la cadera y la babilla.
Figura 12-10
Paciente que utiliza la cinta sin fin después de someterse a
una intervención quirúrgica debido a la rotura del ligamento
cruzado craneal.
estructuras periarticulares y aumenta la fortaleza muscular. Controlar la velocidad es una forma excelente de obligar a los pacientes que
son reacios a utilizar una extremidad a apoyarla en el suelo. Cuanto
más despacio camina un animal, más difícil le resulta «hacer trampas». Cuando caminan despacio, los cuadrúpedos no tienen el
impulso suficiente para sostener la extremidad levantada y mantener el equilibrio durante mucho tiempo. Pueden caminar en cualquier sitio, pero puede aumentarse la dificultad utilizando una cinta sin fin o una cinta sin fin subacuática, o cambiando el tipo de
terreno o su superficie.
Tras la cirugía, la mayoría de los pacientes deben empezar a caminar despacio, sujetos con una correa, en sesiones de 10 minutos.
El plan general es de tres sesiones al día, 5-7 días a la semana.
Los paseos con correa pueden aumentarse hasta 60 minutos
dependiendo del nivel atlético del animal y de la paciencia del propietario.
Barras de Cavaletti y trabajo con obstáculos. Las
barras de Cavaletti son barras que se colocan en fila para que el
animal tenga que pasar por encima caminando o trotando. Pueden ponerse más altas y fijarse a una estructura para aumentar
el esfuerzo necesario para atravesarlas. Pueden utilizarse otros
obstáculos, como palos de escoba, troncos o características del
terreno (p. ej., subir y bajar un bordillo, caminar sobre arena
profunda o sobre hierba alta). El único límite del trabajo con
obstáculos es la imaginación del terapeuta, y obliga al animal a
flexionar y estirar las articulaciones activamente, mejorando así
el RDM activo, y la elasticidad y la fuerza de las estructuras
periarticulares. Para los propietarios es fácil realizar estos ejercicios en su casa, y suelen ser divertidos para el paciente. Generalmente, el trabajo con obstáculos se incorpora gradualmente al
programa de ejercicios, y su frecuencia va aumentando dependiendo de la tolerancia del paciente.
Zigzag y círculos. Cuando un animal se mueve siguiendo
patrones en zigzag y girando, mejora el RDM activo general y el
movimiento activo del paciente. Cuando un animal con una enfermedad ortopédica se mueve en círculos, tiene que apoyar el peso
sobre el miembro afectado y utilizar la musculatura periarticular
que no utiliza cuando se desplaza en línea recta. De forma parecida,
Empiece con una inclinación suave y controle la actividad del
animal en todo momento. Cuando el animal vaya mejorando,
aumente la inclinación y la longitud de la rampa.
Subir escaleras. Subir escaleras es útil para mejorar la
fuerza y la potencia de los músculos extensores de las extremidades, el RDM activo, el equilibrio y la coordinación. Bajar escaleras también es eficaz para mejorar la fuerza de los músculos de
las extremidades anteriores y el RDM. El animal puede empezar
a subir escaleras cuando se sienta cómodo caminando con
correa, y subiendo y bajando rampas. En los pacientes que tienen
fracturas, estas deben estar estables o consolidadas, y debe haber
mejorado la cojera antes de incluir las escaleras en el programa
de ejercicios. La actividad del animal debe controlarse en todo
momento con una correa corta y, en algunos casos, con un
cabestrillo.
Cuando empieza el ejercicio, el animal debe subir y bajar de 5
a 7 escalones; gradualmente, se van aumentando 2-4 escalones
diarios. Se mantiene un ritmo lento para que el animal coloque
las extremidades de forma correcta. Debe observarse al paciente cuidadosamente por si aparecen signos de fatiga, ya que
subir escaleras puede ser un ejercicio excesivo.
Hacer la carretilla y bailar. La carretilla aumenta la
fuerza, la propiocepción, la coordinación y el equilibrio de las
extremidades anteriores; el baile tiene un efecto parecido sobre
las extremidades posteriores. Estos ejercicios son optativos para
el terapeuta y el propietario, pero generalmente se reservan para
los pacientes que están en una fase más avanzada del proceso de
recuperación o para los que ya están curados pero no tienen una
funcionalidad completa.
Ponga un bozal al perro antes del ejercicio hasta que esté cómodo con el procedimiento. Para realizar la técnica de la carretilla,
coloque las manos debajo de las extremidades posteriores, cerca
del abdomen, y levante las patas del suelo, forzando al animal a
apoyar el peso en las extremidades anteriores. Empuje al perro
hacia delante forzándole a dar pasos con las extremidades
anteriores. Para realizar la técnica del baile, levante las extremidades anteriores del suelo y anime al animal a caminar sobre
las patas traseras.
Trote. Generalmente, no se empieza el trote hasta que la fijación se considera lo bastante estable o la fractura se ha consolidado. Este ejercicio suele reservarse para los pacientes deportistas.
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
119
Comience acelerando el paso de forma intermitente durante los
paseos con correa controlados o las sesiones de ET; después,
aumente la duración del trote según el grado de tolerancia del
animal. Observe al animal cuidadosamente por si la cojera
empeora con el trote.
Soportar o tirar de un peso. Soportar o tirar de un peso
también se reserva para las fases avanzadas del proceso de recuperación. Los ejercicios con peso son muy eficaces para los pacientes
neurológicos que se están recuperando y para los perros de trabajo.
El peso aumenta la resistencia y hace que se desarrollen los músculos de todas las zonas corporales. Los perros pueden engancharse a
un trineo o a una carretilla para que tiren del peso. Hay que tener
cuidado y asegurarse de que el arnés está bien acolchado para evitar
lesiones. En las extremidades seleccionadas pueden colocarse pesos
de entre 250 g a 1 kg sujetos con correas de neopreno suaves y flexibles. Para evitar lesiones, los pesos de las patas deben introducirse
con cuidado e irse aumentando a medida que aumenta la tolerancia
del animal. Pueden utilizarse mochilas especiales para perros, de
modo que el animal lleve el peso sobre la espalda durante el ejercicio; el peso puede colocarse de forma simétrica o asimétrica, dependiendo del ejercicio. También pueden utilizarse pesas durante la
realización de otros ejercicios para aumentar la tolerancia al ejercicio, la fuerza y la resistencia.
Jugar a la pelota y al frisbee de forma controlada. «Buscar» es un ejercicio basado en objetivos que puede utili-
zarse para que los perros de trabajo recuperen su funcionalidad completa. Este ejercicio no se utiliza hasta que la fractura está consolidada
o la articulación afectada está estabilizada. La combinación única de
una explosión de energía en un entorno controlado aumenta la agilidad del animal, la potencia, la velocidad y la fuerza muscular.
Comience con algunas repeticiones en una zona cercada controlada o con el perro sujeto de la correa, y gradualmente vaya
aumentando las distancias y el número de repeticiones dependiendo de la tolerancia del animal.
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Ejercicios de lanzar y sujetar juguetes, y de tirar y
aflojar. En ocasiones, puede ser difícil que los animales con
deficiencias neurológicas de las extremidades anteriores se recuperen. Algunas técnicas que resultan eficaces para animarles a utilizar las extremidades anteriores son lanzar juguetes, sujetar
juguetes, el juego de la cuerda y el juego controlado. Lanzar y sujetar juguetes anima al animal a utilizar las patas de forma diferente
a cuando anda. El animal debe centrarse en el movimiento de la
extremidad para intentar coger o sujetar el juguete. Utilizar un
hueso o un «muñeco» con un premio dentro aumenta el deseo del
paciente de sujetar el juguete. Estos ejercicios son especialmente
eficaces para los gatos. Proyectar un rayo láser o utilizar una caña
de pescar para mover un ratón de peluche con un premio para
gatos dentro les anima a golpearlo. El juego de tirar y aflojar de
una cuerda de forma controlada también puede utilizarse para
mejorar el equilibrio de las extremidades anteriores.
Para realizar todas estas actividades, empiece con sesiones cortas y aumente el trabajo gradualmente a medida que mejoren la
tolerancia y la resistencia.
Técnicas de aversión. En ocasiones, el terapeuta considerará necesario utilizar las técnicas de aversión para forzar al animal
Figura 12-11
Un perro paraparéxico grande, nervioso, que no puede
andar, está haciendo ejercicio de forma independiente en
una cinta sin fin subacuática. El empuje del agua sujeta su
peso mientras el animal fortalece los músculos de las
extremidades delanteras.
a apoyar el peso. Estas técnicas no deben utilizarse hasta que se
determine que no hay motivos médicos para que el paciente no
utilice la extremidad. Se han utilizado capuchas de jeringas para
tapar los miembros no afectados y obligar al animal a apoyar el peso
en la extremidad afectada. Otra táctica consiste en utilizar bandas
terapéuticas para restringir el uso de la extremidad contralateral.
Cuando el paciente mueve la extremidad normal hacia delante,
puede aplicarse presión a la banda. Esta resistencia hace que el
animal aumente la longitud de la zancada de la extremidad normal
y se desequilibre lo suficiente para apoyar la extremidad afectada en
el suelo. Generalmente, sólo es necesario repetir estas técnicas una
o dos veces, porque cuando el animal es consciente de que puede
utilizar la extremidad, apoya el peso en ella.
Hidroterapia
La hidroterapia implica hacer ejercicios en el agua para mejorar
la fuerza y la resistencia muscular, el RDM y la agilidad, a la vez
que ofrece un entorno seguro para realizar ejercicios no traumáticos poco después de una intervención quirúrgica o una lesión.
Las indicaciones generales de la hidroterapia incluyen la rehabilitación de los pacientes con osteoartritis, los casos ortopédicos
postoperatorios y los animales con trastornos neurológicos.
También es beneficiosa para la preparación física y el entrenamiento de los perros de trabajo y deportistas. La hidroterapia
también es útil para los pacientes cardiovasculares y obesos, porque ofrece un entorno controlado para hacer ejercicio.
Las propiedades inherentes del agua (es decir, flotación, presión hidrostática, viscosidad y tensión superficial) la convierten en
una excelente herramienta terapéutica. La flotación o fuerza de
empuje hacia arriba que realiza el agua sobre el animal hace que
se produzca un aparente descenso del peso y que se cree un entorno de gravedad reducida. Este entorno disminuye las fuerzas traumáticas en las articulaciones, lo que permite una intervención más
precoz y una recuperación más rápida, permite a los pacientes
atáxicos o débiles ponerse de pie y andar con confianza, permite a
los pacientes debilitados y con dolor hacer ejercicio con más
comodidad (v. figura 12-11), y protege las fracturas, estabilizadas
con implantes, de traumas. La presión hidrostática o del líquido es
directamente proporcional a la profundidad de la inmersión y
120
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 12-12
Los chalecos salvavidas son esenciales para la seguridad de
los pacientes cuando se realiza cualquier tipo de
hidroterapia. Actualmente, existen varias empresas que
fabrican chalecos especiales para perros.
proporciona una presión constante, que alivia el dolor y el edema.
La viscosidad, una medida de la resistencia causada por la cohesión
de las moléculas de agua, proporciona una resistencia que fortalece la musculatura y mejora el RDM activo. La viscosidad también
ayuda a estabilizar la posición del paciente, reduciendo su ansiedad. La resistencia al movimiento es ligeramente mayor en la
superficie del agua debido a la tensión superficial, lo que hace que
el movimiento sea más difícil para el animal cuando saca la extremidad del agua. Aumentar la altura del agua en la que se sumerge
la parte que se va a mover reduce la resistencia, mientras que si la
altura del agua disminuye, aumenta la resistencia al movimiento.
El agua es un conductor del calor 25 veces más eficaz que el aire,
por lo que la selección adecuada de la temperatura del agua
aumenta la eficacia de la termoterapia.
La hidroterapia puede ser tan simple como utilizar un curso
de agua que esté cerca o una piscina natural, o tan elaborada
como una unidad de hidroterapia o una piscina. Existen complementos, como los chalecos salvavidas (v. figura 12-12), que
ayudan a que la hidroterapia sea más segura y eficaz. Las unidades de hidroterapia pueden estar equipadas con chorros de agua,
que proporcionan más resistencia para los masajes deportivos o
acuáticos para los pacientes debilitados que parecen incómodos.
Si se desea aumentar la resistencia, pueden utilizarse pesas, bandas terapéuticas, cabestrillos y aletas para niños.
Los inconvenientes de la hidroterapia incluyen el coste inicial y el
mantenimiento de la piscina o la unidad de hidroterapia. Las tareas
de mantenimiento diarias incluyen comprobar y ajustar la composición química, limpiar el filtro, comprobar la bomba, y limpiar y desinfectar la piscina. Una vez a la semana debe cambiarse el agua, estabilizar la composición química y limpiar el sistema de filtración. Deben
realizarse cultivos cada 2-4 semanas. Aunque las medidas de mantenimiento habituales pueden ser laboriosas, los sistemas de ejercicios
acuáticos útiles y seguros tienen muchas ventajas.
Hay que tener cuidado para prevenir la infección de las heridas
cuando se utiliza una unidad de hidroterapia; para reducir el riesgo
debe realizarse un mantenimiento adecuado y conocer el proceso
de cicatrización. A los pacientes postoperatorios se les puede poner
Figura 12-13
Aprendizaje de la marcha en un paciente con
hemilaminectomía postoperatoria. Esta técnica es mucho más
fácil si el empuje del agua soporta el peso del paciente.
un sello de fibrina sobre la incisión antes de empezar los ejercicios
acuáticos. La hidroterapia no debe iniciarse en los pacientes en los
que las consecuencias de una infección serían muy perjudiciales,
como en los que tienen implantes, hasta que la incisión haya cicatrizado. Algunos pacientes tienen miedo al agua, y los pacientes
muy asustados que patalean de forma descontrolada mientras
nadan (aunque sólo sea durante un segundo) pueden destrozar
una fijación quirúrgica. Sin embargo, si la actividad se va introduciendo poco a poco, y el terapeuta conoce la conducta del animal y
le va entrenando, la mayoría de los pacientes se adaptan. Nunca
debe dejarse a los animales solos en el agua, ya que siempre existe
la posibilidad de que aspiren agua o de que se ahoguen.
Cintas sin fin subacuáticas. Las unidades de hidroterapia tradicionales están diseñadas con una cámara de ejercicio
para caminar, un sistema de filtrado y calentamiento, y un tanque con agua. El agua está caliente, clorada y circula. La mayoría
de las unidades pueden llenarse para que el animal pueda nadar
en una zona pequeña. Algunas unidades tienen cintas sin fin
inclinadas, chorros que producen resistencia y turbulencias, o
son portátiles. Las unidades de hidroterapia tienen muchas ventajas en cualquier centro de rehabilitación, porque pueden formar parte de todas las fases del tratamiento para un amplio rango de pacientes. La fuerza de empuje del agua sujeta el peso de
los pacientes muy debilitados, lo que hace mucho más fácil realizar los movimientos de la marcha funcional (v. figura 12-13) o
colocar el cuerpo durante el ejercicio. En muchos casos, los
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
pacientes que se sienten seguros y confiados en el agua mostrarán una funcionalidad mucho mejor que en el suelo. Por ejemplo, en los pacientes neurológicos, la función motora suele
observarse antes en las unidades de hidroterapia que fuera del
agua. Los animales medianamente debilitados y los pacientes
postoperatorios pueden caminar con seguridad en una unidad
de hidroterapia, lo que aumenta su funcionalidad al máximo,
hace que consigan un RDM activo más amplio y fortalece los
músculos. Pueden corregirse las anomalías de la marcha. Los
chorros terapéuticos pueden utilizarse en todos los pacientes
para relajar y calentar los músculos antes del ejercicio.
Una vez que recuperan el uso normal de la extremidad, la
mayoría de los perros no necesitan más rehabilitación. Sin embargo, puede ayudarse a los perros deportistas o de trabajo para que
alcancen un nivel funcional más alto utilizando las propiedades
únicas de las unidades de hidroterapia. Puede aumentarse la resistencia utilizando pesas, aletas, chorros y cambiando el nivel del
agua para proporcionar un entorno que permita aumentar la
fuerza y la resistencia muscular. En este entorno, pueden caminar,
trotar y correr de forma controlada, y pueden conocerse los kilómetros que recorren por hora y los kilómetros totales.
Ponga un flotador al paciente. Empiece la sesión introduciendo
al paciente en la unidad y en la cámara de ejercicios vacía.
Llene la cámara de agua hasta el nivel deseado (dependiendo
de los efectos deseados del empuje del agua, el RDM y la resistencia para cada paciente individual).
Si la unidad de hidroterapia se llena hasta el nivel del esternón
del animal o más, se consigue que el empuje del agua, la presión
hidrostática y la resistencia sean máximos, lo que se utiliza en
pacientes con enfermedades muy debilitantes, edema y fijaciones inestables, y para los pacientes deportistas. El agua poco profunda provoca un RDM activo exagerado de las extremidades y
debe usarse cuando las fijaciones son estables.
121
CUADRO 12-1
Esfuerzo observado mientras camina o corre
0–No está cansado: no hay signos de esfuerzo, jadeos,
agitación ni marcha anormal
1–Ligeramente cansado: empiezan a aparecer signos de
esfuerzo, no hay signos de jadeos o agitación, no hay
cambios de la marcha
2–Un poco cansado: pueden observarse signos tempranos
de esfuerzo, primeros jadeos, no llega a agitación mínima, no hay cambios de la marcha
3–Ligeramente cansado: igual que el punto 2 anterior
4–Más cansado: signos moderados de esfuerzo, jadeos
de forma consistente, pero sin respiración trabajosa,
agitación leve, sin cambios de la marcha
5–Cansancio en aumento: igual que el punto 4 anterior
6–Cansado: signos evidentes de esfuerzo, jadeos intensos, respiración trabajosa leve, agitación moderada, se
mueve despacio o es reacio a moverse
7–Realmente cansado: signos evidentes de esfuerzo,
jadeos intensos, respiración trabajosa moderada, agitación moderada, tropezones ocasionales <35%
8–Realmente cansado: signos evidentes de esfuerzo, jadeos
intensos, respiración trabajosa moderada, agitación
moderada, tropezones más frecuentes 35%-75%
9–Muy, muy cansado: signos evidentes de esfuerzo, jadeos
trabajosos intensos, respiración muy trabajosa, agitación intensa, la marcha apenas es normal, errores de la
marcha >75%-100%
10–Exhausto: signos evidentes de esfuerzo, respiración
con la boca abierta, el animal no puede controlar su
respiración, agitación extrema, colapso
Basado en la escala OMNI modificada del esfuerzo observado al
caminar/correr.
Comience con sesiones muy cortas, de 1-2 minutos al día, y
vaya aumentando las sesiones 5 minutos cada día dependiendo
de la tolerancia del animal.
La capacidad atlética de los pacientes requiere la cantidad
máxima de tiempo, y no es infrecuente que las sesiones duren
60 minutos si el animal lo acepta bien.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Utilice el sistema de clasificación del esfuerzo observado (v. cuadro 12-1) como guía de la tolerancia del paciente.
Natación. La natación es un buen ejercicio para los pacientes mínimamente debilitados y los pacientes sanos. El beneficio
principal de la natación es que se eliminan las fuerzas traumáticas del cuerpo y las articulaciones (v. figura 12-14). La natación produce un RDM activo exagerado, especialmente en las
extremidades anteriores; sin embargo, sólo algunos animales
pueden patalear realmente o mover las extremidades posteriores cuando nadan. Es un ejercicio cardiovascular excelente,
especialmente para los animales deportistas que acuden a terapia para ponerse en forma. La natación suele utilizarse cuando
el paciente está completamente curado, y el tratamiento se centra en restaurar la funcionalidad normal, la resistencia y la
masa muscular.
Figura 12-14
Paciente con hemilaminectomía tras la operación, nadando
en una unidad con una cinta sin fin subacuática. En el agua,
el perro puede hacer ejercicio de forma independiente sin
miedo a caerse.
122
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Figura 12-16
Medida goniométrica del tarso flexionado.
Figura 12-15
Usar el chaleco salvavidas, ser cariñoso con el animal y
conocer su conducta suelen hacer que el miedo inicial a
nadar desaparezca antes.
Ponga un flotador al paciente. Poco a poco, entre en el agua con
el paciente para que no tenga miedo y anímele para que se
acostumbre a la piscina y al entorno (v. figura 12-15). Si es
posible, introduzca al paciente poco a poco en el agua hasta
que empiece a moverse para nadar. Empiece las sesiones con
intervalos breves (p. ej., 20-30 segundos, dos o tres veces al
día) y vaya aumentando poco a poco a intervalos de 30 segundos cada 2-3 días, según la tolerancia del animal.
La duración máxima de las sesiones está determinada por la
capacidad física del paciente y el esfuerzo observado.
Valoración de los resultados
de la rehabilitación
Antes, los cuidados postoperatorios de los pacientes ortopédicos
consistían en 6-12 semanas de reposo en una jaula. Aunque la
mayoría de los cirujanos piensan que los resultados de la cicatrización de las fracturas o de otras intervenciones eran aceptables,
gracias al interés que se presta actualmente a la rehabilitación se
ha demostrado que se puede hacer más para mejorar los resultados funcionales. Con frecuencia, los pacientes son perros
deportistas, de trabajo o miembros de la familia irreemplazables.
Puesto que la fisioterapia es un tratamiento estándar de la medicina humana, los propietarios de animales suelen demandar un
nivel similar de atención sanitaria para sus mascotas, que permita una recuperación más rápida y completa de la funcionalidad
que la que puede conseguirse sólo con el reposo en una jaula.
Utilizar todos los medios disponibles para que las mascotas
recuperen su nivel anterior de actividad se ha convertido en una
obligación del equipo veterinario. Coincidiendo con el aumento
de las expectativas de los propietarios, los veterinarios y los terapeutas deben familiarizarse más con la valoración objetiva de los
resultados de la función física, incluyendo el análisis del plano de
fuerzas, la puntuación de la cojera, la evaluación del dolor, la
puntuación del esfuerzo observado, los índices de discapacidad,
las medidas goniométricas, las medidas de la circunferencia muscular, la electromiografía (EMG) y la absorciometría mediante
rayos X de doble energía (DEXA). Estas medidas permiten al terapeuta conocer el progreso y adaptar los planes del tratamiento de
rehabilitación. Conseguir unos resultados cuantificables supone una gran motivación para los propietarios. Y, lo que es más
importante, prestar atención a los datos sobre el resultado da
credibilidad al campo de la rehabilitación y proporciona una
base para mejorar en el futuro.
La evaluación ideal de la rehabilitación incluye la anamnesis
completa y la exploración general, seguidas por una exploración
neurológica u ortopédica sistemática (v. pp. 931 y 1358), e incorpora la goniometría articular, las medidas de la circunferencia
muscular, el análisis de la marcha, la puntuación de la condición
física, y la radiología o la DEXA. Realizar una anamnesis completa puede ser más fácil si se utiliza un cuestionario en el que se
solicite información sobre la actividad y el estilo de vida normales del animal, cómo está afectada la extremidad, cuándo apareció el problema y su relación con los traumatismos, y las actividades que lo exacerban. Antes de empezar a desarrollar un
protocolo de rehabilitación es importante analizar los tratamientos
específicos, la duración del tratamiento y los resultados esperados.
Para que la rehabilitación tenga éxito es muy importante saber
qué puede motivar y/o asustar al animal.
La evaluación de la rehabilitación debe incluir una serie completa de las medidas goniométricas.
Utilice un goniómetro comercial para medir los ángulos de
flexión y extensión más cómodos. Comience por la extremidad
sana y anote las medidas para todas las articulaciones (v. figura 12-16). Coloque una rama del goniómetro a lo largo del eje
longitudinal del hueso largo proximal a la articulación y la otra
rama del goniómetro a lo largo del eje longitudinal del hueso
largo distal a la articulación. Asegúrese de que el centro del
goniómetro se localiza sobre el punto isométrico de la articulación. Relaje al paciente antes de medir los ángulos articulares.
Si es necesario, pida a un ayudante que sujete al animal. Es
mejor que siempre realice las mediciones la misma persona
para evitar las variaciones de las medidas. Utilice las medidas
de la extremidad contralateral no afectada para comparar.
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
Figura 12-17
Figura 12-18
Medida de la circunferencia de la parte proximal de la
extremidad anterior. Tomar las medidas reales es una forma
fácil y barata de verificar la evolución.
Medida de la circunferencia de la parte proximal de la
extremidad posterior.
Observe la «sensación final» mientras mueve la articulación
mediante el RDM.
Los sistemas de puntuación de la condición física son eficaces
para controlar la pérdida o la ganancia de peso del paciente
(v. tabla 12-2). Muchos pacientes están obesos y la rehabilitación
puede beneficiarles haciendo que adelgacen. El uso habitual del
sistema de puntuación de la condición física por personal entrenado proporciona otro método para documentar la evolución
durante la rehabilitación.
El análisis subjetivo de la marcha debe realizarse en una superficie que no resbale, como césped, suelo de caucho o cemento.
La «sensación final» describe la resistencia que se palpa
mediante flexión o extensión extrema.
La medida de la circunferencia implica medir y anotar la
circunferencia de una parte del cuerpo, un área muscular o
una articulación, pero suele utilizarse para estimar la masa
muscular. La masa muscular también puede calcularse utilizando ultrasonidos, la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la DEXA. Medir la circunferencia es barato,
fácil de realizar y proporciona un valor objetivo para la evaluación secuencial de la extremidad afectada y para comparar la
extremidad afectada con la extremidad normal. Es una herramienta fiable para determinar la masa corporal magra y la
puntuación del estado físico. Tiene un margen de error, que
puede reducirse al mínimo si se mantiene la coherencia en
cuanto al lugar donde se toma la medida y a la persona que
hace las mediciones. Otras variables incluyen la capa, la posición de la extremidad, el estado físico, la sedación, el punto
dónde se toma la medida y la postura del paciente en el
momento de tomar las medidas.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
123
Para medir la circunferencia de la extremidad anterior proximal, coloque el miembro en un ángulo en posición de estación. Localice el tercio distal del húmero utilizando la tuberosidad mayor o el olécranon como puntos de referencia
(v. figura 12-17). Rodee el área con una cinta métrica, tenga
cuidado para mantener una tensión constante en la cinta. Para
medir la circunferencia del antebrazo, localice el cuarto proximal del radio utilizando el epicóndilo lateral del húmero y la
apófisis estiloides del cúbito como marcas de referencia. Para
medir la circunferencia de la parte proximal de la extremidad
posterior, localice el cuarto proximal del fémur utilizando la
rótula y el trocánter mayor como puntos de referencia (v. figura 12-18). Para medir la circunferencia de la parte distal
de la extremidad posterior, mida a nivel del cuarto proximal de
la tibia utilizando la meseta tibial y el maléolo como puntos
de referencia.
Observe al paciente caminar, trotar y correr acercándose y alejándose de usted; obsérvele también desde los lados, estando sentado
y de pie. Haga caminar al paciente en círculos de varios tamaños.
Los pacientes deportistas o con cojera intermitente deben hacer
ejercicio en la cinta sin fin para poder apreciar las cojeras sutiles.
Utilice un sistema de puntuación de la cojera coherente con una
puntuación numérica de la función global (v. cuadro 12-2).
Después del análisis subjetivo de la marcha, es útil realizar un
análisis objetivo. Los sistemas como las placas de fuerzas o los
sistemas de análisis de la marcha son caros, pero permiten al
observador confirmar la cojera del paciente con un valor numérico objetivo. Algunos sistemas avanzados pueden medir la longitud de la zancada y el centro de gravedad, e incluso pueden
determinar cuánto peso se apoya en cada dedo.
Puesto que el dolor puede limitar considerablemente el éxito
de la rehabilitación, es importante observar y verificar el dolor
con un sistema de puntuación (v. cuadro 12-3; v. también capítulo 13). El dolor debe registrarse todos los días y deben hacerse
los ajustes necesarios de las modalidades y los fármacos para asegurar que el paciente esté tan cómodo como sea posible.
También pueden utilizarse los índices de discapacidad (ID) para
documentar la funcionalidad (v. cuadro 12-4). El personal debe
estar entrenado para comprender el significado de cada nivel y debe
comprobar el índice todos los días. Las escalas de esfuerzo observado (EEO) pueden utilizarse para medir el esfuerzo (v. cuadro 12-1).
Estos sistemas de puntuación son eficaces para determinar la intensidad adecuada de los ejercicios para cada animal en concreto. La
puntuación de la EEO debe verificarse cada cierto tiempo antes,
124
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 12-2
Tabla de la condición física
Utilice la puntuación de esta tabla para registrar el estado físico en los cuestionarios.
1 Perro
delgado
•
•
•
•
Pueden verse fácilmente las costillas, las vértebras lumbares y los huesos pelvianos
No hay grasa palpable
Cintura y pliegue abdominal evidentes
Huesos pelvianos prominentes
2 Perro por
debajo
del peso
normal
•
•
•
•
Las costillas pueden palparse fácilmente
Grasa de cobertura mínima
La cintura puede apreciarse fácilmente si se observa desde arriba
Pliegue abdominal evidente
3 Perro
con peso
ideal
• Costillas palpables, pero no visibles
• Se aprecia la cintura detrás de las costillas cuando se observa desde arriba
• Pliegue abdominal en la parte superior si se observa desde un lado
4 Perro con
sobrepeso
• Costillas palpables con un ligero exceso de la grasa de cobertura
• Cintura discernible cuando se observa desde arriba, pero no prominente
• Pliegue abdominal aparente
5 Perro
obeso
•
•
•
•
Las costillas no pueden palparse fácilmente y están bajo una capa gruesa de grasa
Hay depósitos de grasa sobre el área lumbar y la base de la cola
Cintura poco visible o ausente
No hay pliegue abdominal, puede observarse distensión abdominal evidente
Tomado de Millis DL, Levine D, Taylor RA: Canine rehabilitation and physical therapy, St. Louis, 2004, Saunders.
CUADRO 12-2
Puntuación de la cojera
Evaluación durante el paso
0
1
2
3
4
5
Camina con normalidad
Cojera ligera
Cojera evidente con apoyo del peso
Cojera intensa con apoyo del peso
Cojera intermitente sin apoyo del peso
Cojera continua sin apoyo del peso
Evaluación durante el trote
0
1
2
3
4
5
Trota con normalidad
Cojera ligera
Cojera evidente con apoyo del peso
Cojera intensa con apoyo del peso
Cojera intermitente sin apoyo del peso
Cojera continua sin apoyo del peso
durante y después de la sesión de ejercicio. El exceso de ejercicio
puede ser perjudicial para la recuperación.
Planificación del tratamiento
Aunque los planes de rehabilitación generalmente pueden agruparse basándose en la eficacia para problemas específicos, es importante adaptarlos a las necesidades concretas de cada animal. Existen
variables que pueden influir mucho en el éxito de la rehabilitación, como la estabilidad de la fijación, la gravedad de la enfer-
CUADRO 12-3
Sistema de puntuación del dolor
0 Sin signos de dolor durante la palpación de la articulación afectada
1 Signos leves de dolor durante la palpación de la articulación
2 Signos de dolor moderado durante la palpación
3 Signos de dolor intenso durante la palpación
4 El perro no deja que le palpen la articulación
medad, el estoicismo, las características de la raza, el nivel de
entrenamiento, el estilo de vida y la conducta.
Para desarrollar un plan de rehabilitación, primero debe realizarse una evaluación completa del paciente y hacer una lista de
los problemas. Basándose en esta lista, primero se seleccionan
y se prueban las modalidades de tratamiento que pueden ser
más eficaces para determinar si el paciente las acepta. Una vez
seleccionados los ejercicios adecuados, se escribe un plan detallado de los ejercicios que debe realizar en el hospital y en casa
(v. tabla 12-3 y cuadro 12-5). Debe determinarse cuántos ejercicios deberá realizar en casa y cuántos ejercicios de rehabilitación intensos se realizarán en el hospital basándose en la
funcionalidad del paciente; generalmente, cuanto más debilitado está el paciente, más rehabilitación en el hospital necesita.
Los días que el paciente recibe tratamiento en el hospital no
necesita hacer los ejercicios en casa.
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
125
CUADRO 12-4
Índices de discapacidad
Índice de discapacidad
8–Actividad de la extremidad apoyando el peso >50% del
tiempo
Paraparesia/paraplejia; tetraparesia/tetraplejia; hemiparesia/hemiplejia; monoparesia/monoplejia
Fase 4: Movimiento apoyando el peso con disminución
de la fuerza motora
Fase 1: Parálisis sin movimientos voluntarios de la
extremidad
9–Actividad apoyando el peso el 100% del tiempo, pero
con disminución de la fuerza y errores >90% del tiempo,
incluyendo cruce de las extremidades, golpear el suelo
con las zarpas, mantenerse de pie apoyando la parte
dorsal de las zarpas y caídas
10–Actividad apoyando el peso el 100% del tiempo, pero
con disminución de la fuerza y los mismos errores que se
han mencionado antes el 50%–90% del tiempo
11–Actividad apoyando el peso el 100% del tiempo, pero
con disminución de la fuerza y errores <50% del tiempo
0–La extremidad no se mueve, ausencia del dolor profundo
1–La extremidad no se mueve, presencia del dolor profundo
2–La extremidad no se mueve, pero la cola se mueve voluntariamente
Fase 2: Movimientos voluntarios de la extremidad sin
apoyar el peso
3–Actividad mínima de una extremidad (una articulación)
sin apoyar el peso
4–Actividad sin apoyar el peso de más de una articulación
<50% del tiempo
5–Actividad sin apoyar el peso de más de una articulación
>50% del tiempo
Fase 5: Fuerza motora normal con ataxia
12–Marcha atáxica con fuerza normal, pero errores >50%
del tiempo, incluyendo falta de coordinación, cruce de las
extremidades posteriores, pasos a saltos, brincos, y golpes en el suelo con las zarpas
13–Marcha atáxica con fuerza normal, pero errores <50%
del tiempo
14–Marcha normal
Fase 3: Movimiento voluntario de la extremidad
apoyando el peso ocasionalmente
6–Actividad de la extremidad apoyando el peso <10% del
tiempo
7–Actividad de la extremidad apoyando el peso el 10%–
50% del tiempo
Tomado de Olby NJ, DeRisio L, Munana KR et al: Development of a functional scoring system in dogs with acute spinal cord injuries, AJVR
62:1624, 2001.
TABLA 12-3
Ejemplo de un protocolo de ejercicios que se realiza en el hospital tras la ONMT
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
TODOS LOS
TRATAMIENTOS
DOS VECES AL DÍA
Terapia con calor
Masaje
RDM pasivo/
estiramientos
(repeticiones)
Estimulación
eléctrica†
Ejercicio terapéutico:
tiempo total
Caminar/cinta sin fin
en el suelo
Equilibrio
Obstáculos
Zigzag
Círculos
Rampas
Escaleras
Trotar/correr
Cinta sin fin
subacuática
Natación
Hidroterapia
DEL DÍA 1
AL DÍA 14
DEL DÍA 15
AL DÍA 24
DEL DÍA 25 HASTA
LA CURACIÓN
5 min
20* repeticiones
10 min
5 min
20* repeticiones
10 min
5 min
10–15*
repeticiones
10 min
10 min
10 min
10 min
10 min
15 min
15 min
25- 45 min
10 min
5 min
5 min
10 min
10 min
10 min
15 min
15 min
15 min
5–10 min
PRN
15 min
DESDE LA CURACIÓN HASTA QUE
SE RECUPERE LA FUNCIONALIDAD
Parar cuando el RDM sea normal
ONMT, osteotomía niveladora de la meseta tibial.
*RDM pasivo en todas las articulaciones de la extremidad afectada.
†
Estimulación eléctrica: se realiza sobre los grupos musculares semimembranoso/semitendinoso para las fracturas de fémur en los pacientes
con atrofia muscular. Véanse las especificaciones en la página 114.
126
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
CUADRO 12-5
Protocolo de ejercicios que los animales deben realizar en casa tras la realización de una ONMT
Del día 0 al día 14; se realiza 2 veces al día
1. Masaje suave en la extremidad afectada durante
5 minutos
2. RDMP en todas las articulaciones de la extremidad
afectada, 20 repeticiones
3. Ejercicios de equilibrio durante 3 minutos si se toleran
4. Paseos controlados con correa con la ayuda de un
cabestrillo durante 8 minutos. Caminar en línea recta en
una superficie que no resbale y no sea traumática, como
césped
5. Después de la sesión de ejercicios, aplicar 15 minutos de
crioterapia.
6. Repetir el tratamiento tres días a la semana, dos veces al
día, en los pacientes hospitalizados, como se ha indicado
arriba.
Del día 15 al 24
1. Aplicar una compresa caliente a la extremidad afectada
durante 10 minutos
2. Masaje suave de la extremidad afectada durante 5 minutos
3. RDMP en todas las articulaciones de la extremidad afectada, 20 repeticiones
4. Ejercicios de equilibrio durante 3 minutos si se toleran
5. Paseos controlados con correa con la ayuda de un cabestrillo durante 15 minutos. Durante estos paseos, animarle a
caminar sobre obstáculos y añadir una cantidad limitada
de zigzag gradualmente, variar las superficies por donde
camina, intentando mantenerlo en las superficies menos
traumáticas, como el césped
6. Hacer que el perro realice cinco ejercicios de sentarse y levantarse repetitivos; debe sentarse tan correctamente como sea
posible o intentar que se siente apoyado en una esquina
7. Aplicar una compresa fría durante 15 minutos después de
la sesión de ejercicios
8. Repetir el tratamiento tres días a la semana, dos veces al día,
en los pacientes hospitalizados, como se ha indicado arriba.
Desde el día 25 hasta que se cure
1. Aplicar una compresa caliente a la extremidad afectada
durante 10 minutos
2. Si el animal todavía no utiliza la extremidad, debe continuarse con el masaje y los ejercicios de RDMP como se ha
descrito antes; si utiliza la extremidad, pueden suspenderse
estas modalidades
3. Se colocan las extremidades posteriores en una superficie
medianamente inestable, como un colchón, y deben realizarse ejercicios de equilibrio durante 3 minutos
4. Paseos controlados con correa con la ayuda de un cabestrillo
durante 15 minutos. Durante estos paseos, animarle a cami-
nar sobre muchos obstáculos y añadir varios zigzag y
giros, variar las superficies por donde camina, intentando
mantenerlo en las superficies menos traumáticas, como el
césped
5. Hacer que el perro realice 10 ejercicios de sentarse y
levantarse repetitivos; debe sentarse tan correctamente
como sea posible o intentar que se siente apoyado en
una esquina
6. Si el paciente muestra signos de cojera, aplicar una
compresa fría durante 15 minutos después de la sesión
de ejercicios
7. Repetir el tratamiento 2-3 días a la semana, dos veces al
día, en los pacientes hospitalizados, como se ha indicado arriba.
Desde la curación hasta que recupera la funcionalidad (en
el caso de animales promedio, sanos, que no sean de
trabajo)
1. En la mayoría de los casos, suspender el tratamiento con
calor, los masajes y los ejercicios de RDMP
2. Se colocan las extremidades posteriores en una pelota
de ejercicio, y deben realizarse ejercicios de equilibrio durante 3-5 minutos, añadiendo 1 minuto cada
semana
3. Se continúan los paseos con correa durante 20-25 minutos, añadiendo 5 minutos a la semana hasta que se
alcanza el valor máximo de la actividad anterior
a. Se continúa el trabajo con obstáculos, aumentando la
altura y el número de obstáculos
Se continúan los zigzag y los giros abiertos
Se modifican las superficies para caminar, intentando
maximizar el RDM activo
Se añaden rampas y escaleras al paseo. Comenzar
poco a poco hasta que aumente la resistencia
b. Se añaden 30 segundos de trote o de carrera al paseo.
Se va aumentando el tiempo de trote 30 segundos
cada semana
4. Hacer que el perro realice 15 ejercicios de sentarse y
levantarse repetitivos; debe sentarse tan correctamente
como sea posible o intentar que se siente apoyado en
una esquina; añadir 5 repeticiones a la semana hasta
que la masa muscular sea la adecuada y el paciente
pueda sentarse de forma totalmente correcta otra vez
5. Si el paciente muestra signos de cojera, aplicar una
compresa fría durante 15 minutos después de la sesión
de ejercicios
6. Repetir el tratamiento 2-3 días a la semana, dos veces al
día, en los pacientes hospitalizados, como se ha indicado arriba.
ONMT, osteotomía niveladora de la meseta tibial.
Enséñele todos los ejercicios al propietario y observe cómo los
realiza con su mascota. Explíquele por qué es importante cada
ejercicio y su relación con el resultado funcional. Diseñe un plan
de evaluación; dependiendo del problema, la evaluación debe
realizarse una vez al día, a la semana o al mes.
Como regla general, cuantos más cambios se esperan que se
produzcan, con más frecuencia deben realizarse las evaluaciones.
Modifique el plan de tratamiento cuando sea necesario, a medida que el paciente progrese.
Consideraciones especiales
de la rehabilitación tras las fracturas
Los problemas específicos relacionados con los pacientes con
fracturas incluyen el tipo de fijación de la fractura que se haya
utilizado (fijación interna o externa), la estabilidad de la fijación,
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
la localización de la fractura y la posibilidad de que se infecte. El
terapeuta tiene la responsabilidad de ejercitar al paciente de forma segura, sin comprometer el resultado de la cirugía. En la
rehabilitación temprana de los pacientes con fracturas, la hiperactividad puede hacer que fracase el implante. A la inversa, si no
se utiliza la extremidad puede producirse retraso de la consolidación, contracción de los tejidos blandos, exceso de tejido cicatricial, RDM limitado y atrofia muscular.
La mayoría de las fracturas que se tratan con placas óseas, clavos
cruzados o fijadores externos son lo bastante estables para que los
pacientes puedan apoyar el peso inmediatamente después de la
cirugía. Generalmente, los paseos controlados, el uso de cintas sin
fin y la mayoría de los ET son seguros y eficaces, y animan a apoyar
el peso y previenen la pérdida del RDM y la atrofia muscular. Debido a que pueden producirse infecciones, es mejor dejar los ejercicios
en las cintas sin fin subacuáticas y otras hidroterapias hasta que la
incisión haya cicatrizado. Sin embargo, en ocasiones los beneficios
de utilizar la hidroterapia 48 horas después de la intervención quirúrgica, para que el animal apoye el peso, pueden superar el riesgo
de infección. Todos los ejercicios deben controlarse, ya que el compromiso de la fijación de la fractura es un problema. Debe utilizarse
un cabestrillo en todo momento durante la terapia, y debe advertirse al propietario de los posibles efectos gravísimos que pueden tener
las caídas. Si el propietario o el cuidador no pueden realizar los ejercicios de forma controlada o son incapaces de controlar al perro, las
mejores opciones son el reposo en una jaula o realizar la terapia en
el hospital.
El plan de ejercicios para un perro de tamaño medio debe
consistir en 10-15 minutos de ejercicio dos veces al día durante
las primeras 4 semanas, y después el ejercicio puede ir aumentándose gradualmente hasta dos sesiones de 30 minutos al día
hasta que la fractura se haya consolidado (en el capítulo 32 se
ofrecen los planes de tratamiento recomendados para cada hueso). En ese momento, los ejercicios deben aumentarse según la
tolerancia del paciente hasta que el resultado funcional sea aceptable para el cirujano, el terapeuta y el propietario.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Consideraciones especiales
de la rehabilitación en pacientes neurológicos
Lo más adecuado es empezar la rehabilitación de los pacientes
neurológicos inmediatamente después de la lesión o de la cirugía, y comenzar despacio, de forma progresiva, hasta que el
paciente mejore (en los capítulos 38 a 40 se ofrecen las tablas con
las terapias recomendadas). Los pacientes paralizados sin dolor
profundo pueden tratarse aplicando compresas calientes en las
extremidades, seguido por RDMP y masaje de las extremidades
afectadas. Después del tratamiento con calor debe realizarse la
estimulación eléctrica, que precede al ejercicio activo. Los ejercicios para mantenerse de pie con ayuda y en la tabla de balanceo
deben comenzarse en una superficie que no resbale, estable,
como el suelo de caucho o en una alfombra, seguido por ejercicios en una cinta sin fin subacuática con aprendizaje de la marcha. Si no se dispone de una cinta sin fin subacuática, puede
sustituirse por una piscina natural o una bañera llena de agua
caliente; como alternativa, puede utilizarse una cinta sin fin
sobre el suelo con un cabestrillo de soporte. Es necesario utilizar
una silla de ruedas (v. figura 12-19) o que una persona sujete el
peso del animal con un cabestrillo, y que un ayudante mueva las
extremidades afectadas como si el animal caminara. Pueden utilizarse dispositivos de ayuda, como las bandas terapéuticas, para
127
Figura 12-19
Paciente paralítico adaptándose a una silla de ruedas o
carretilla. La carretilla puede utilizarse como una herramienta
para la terapia si no se utiliza la hidroterapia o como una
ayuda para que el animal pueda moverse en casa si no se
espera que mejore.
hacer avanzar la extremidad si el paciente no coopera o si es
agresivo. Todas las sesiones deben ser relativamente cortas (es
decir, menos de 30 minutos en total) y deben realizarse de forma
constante 2-3 veces al día. Hay que tener mucho cuidado para
proteger la estabilida d de la columna vertebral y de la zona quirúrgica.
En el caso de los pacientes paralizados con sensación del dolor
profundo, es vital estimular la sensibilidad y potenciar el movimiento funcional. Deben utilizarse compresas calientes, RDMP y masajes
como calentamiento. La estimulación eléctrica es útil para la reeducación muscular y para combatir la atrofia muscular. Deben realizarse ejercicios para mantenerse de pie con ayuda y ejercicios de
equilibrio sobre una superficie ligeramente inestable para proporcionar más retroalimentación aferente. Las superficies adecuadas
incluyen almohadas, colchones, colchones de aire o camas de agua.
La capacidad para empujar cuando se caen fuera del centro se recupera antes que la función motora, y puede detectarse con estos ejercicios. Cuando el paciente mejora, puede aumentarse la inestabilidad de las superficies, utilizando pelotas terapéuticas o tablas de
equilibrio. El aprendizaje de la marcha es una parte importante de
la terapia. Deben realizarse 2-3 sesiones al día, aumentando gradualmente la duración de cada sesión hasta un máximo de
40-45 minutos, según vaya tolerándolo el animal.
El tratamiento de los pacientes que casi no pueden caminar
debe centrarse en la fuerza de sostén, la resistencia y el equilibrio.
El calentamiento y los ET se han descrito más arriba. La cinta sin
fin subacuática es especialmente útil para aumentar la fuerza, y
permite al terapeuta estimular al animal para que coloque los pies
de forma adecuada. Pueden utilizarse cabestrillos durante una
parte de la sesión para que el animal coloque bien las patas. Aunque la natación es una opción, generalmente los pacientes sólo
mueven las extremidades anteriores, lo que no resulta terapéutico
para recuperar la funcionalidad de las extremidades posteriores.
Generalmente, se realizan dos sesiones al día, y su duración se va
incrementando teniendo en cuenta la tolerancia del animal.
Cuando el paciente mejora, pueden añadirse zigzags, círculos y
128
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
rampas pequeñas para mejorar su capacidad para mantener el
equilibrio y caminar a la vez. Puede enseñarse a los propietarios a
realizar algunos ejercicios en casa, y puede realizarse una terapia
intensiva con una base ambulatoria.
Consideraciones especiales
de la rehabilitación en pacientes
con osteoartritis
Los pacientes con osteoartritis suelen tratarse médicamente con
combinaciones individualizadas de pérdida de peso, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), fármacos condroprotectores y ejercicio no traumático mínimamente controlado (v. capítulo 33).
La rehabilitación es un tratamiento excelente para los pacientes con osteoartritis, y el ejercicio, junto con la restricción calórica, produce pérdida de peso. Muchas formas de terapia ofrecen
la posibilidad de realizar ejercicios controlados, mínimamente
traumáticos, que fortalecen el tejido periarticular, aumentan la
masa muscular y la flexibilidad, y fomentan la funcionalidad.
Después de realizar una evaluación completa del paciente, deben
ofrecerse unas recomendaciones dietéticas y debe desarrollarse un
plan de ejercicios personalizado que incluya la terapia que se
realizará en el hospital y los ejercicios que deben realizarse en
casa (v. tabla 12-3 y cuadro 12-5). Cuando se desarrolla el programa, deben tenerse en cuenta la tolerancia al ejercicio y la
capacidad de cada paciente. El objetivo es que el paciente se sienta cómodo realizando los ejercicios, dependiendo de su nivel
individual de tolerancia. Normalmente, los pacientes se tratan
con termoterapia, masaje, RDMP y ejercicios terapéuticos. Los
ejercicios en la cinta sin fin son eficaces para estos pacientes porque limitan las fuerzas de frenado y de propulsión que se ejercen
al caminar. Las cintas andadoras subacuáticas pueden proporcionar un tratamiento completo si se combinan con agua caliente, masaje con chorros terapéuticos y caminar en un entorno
donde el animal pueda flotar. La natación es terapéutica para los
pacientes que están en forma. Las sesiones de ejercicio que se
realizan en el hospital deben incluir la evaluación semanal del
peso. Con una o dos sesiones a la semana suelen mantenerse el
bienestar y la funcionalidad.
Los tratamientos que se realizan en casa incluyen la terapia
con calor, los masajes y el RDMP, seguidos por los paseos controlados con correa en el jardín o en otra superficie de bajo
impacto. Los ET, como sentarse y levantarse, los zigzag y el equilibrio se incorporan para mejorar la función de las articulaciones y los músculos afectados.
Consideraciones especiales
de la rehabilitación de los pacientes
tras la cirugía articular
Los pacientes con enfermedades articulares que requieren cirugía
representan una parte importante de los casos en la mayoría de los
centros quirúrgicos. Los programas de rehabilitación son beneficiosos antes y después de las intervenciones quirúrgicas, especialmente en los pacientes que tienen osteoartritis. Es posible que si la
condición física mejora antes de la cirugía, la recuperación postoperatoria sea más completa. La rehabilitación intensiva después de la
cirugía fomenta las actividades para apoyar el peso y fortalecer los
músculos y el tejido periarticular, lo que ayuda al paciente a compensar la extremidad o la articulación afectada. Los terapeutas que
desarrollan programas de rehabilitación para los pacientes postoperatorios deben colaborar estrechamente con el cirujano y deben
tener en cuenta la enfermedad, la intervención quirúrgica y la
estabilidad de la articulación y el tejido circundante durante el
período postoperatorio.
Generalmente, los animales con estabilizaciones extracapsulares debido a alteración del ligamento cruzado en la babilla y a
osteotomía de la cabeza y el cuello femorales (v. pp. 1244 y 1275)
pueden empezar con una rehabilitación intensiva inmediatamente. El objetivo principal inmediatamente después de la cirugía es que el paciente apoye el peso en la extremidad afectada.
Son útiles los masajes, el RDMP, los estiramientos, los ejercicios
de equilibrio y los ET suaves, seguidos por crioterapia para controlar la inflamación y evitar el malestar. Una vez que se consigue
que apoye el peso, el tratamiento debe dirigirse a mejorar el
RDM activo y a aumentar la masa muscular de los músculos
semimembranoso, semitendinoso y de los glúteos. Generalmente, el tratamiento intensivo para aumentar la masa muscular es
seguro poco después de la cirugía. Otras modalidades útiles son
los ejercicios de sentarse y levantarse, los ejercicios que se realizan en la cinta sin fin con inclinación, obstáculos, pesas aplicadas en la parte proximal del tarso, bandas terapéuticas para
aumentar la resistencia y los ejercicios de baile. Cuando la incisión ya está curada, pueden añadirse al programa los ejercicios
en la cinta sin fin subacuática. Al principio, el nivel de agua debe
ser alto para soportar la mayor parte del peso del paciente, reducir la conmoción y las posibilidades de caídas. Los animales con
osteotomía de la cabeza femoral no tienen riesgo de infección
del implante, y puede empezarse a desarrollar un RDM de la
cadera adecuado en la cinta sin fin subacuática o haciendo
natación una vez que se forma la vaina de fibrina sobre la incisión. Cuando desaparece la cojera, puede reducirse el nivel del
agua hasta el corvejón para aumentar el RDM activo. Al principio las sesiones son cortas, pero se aumentará su duración
15-20 minutos por sesión durante las primeras semanas. A
medida que mejora la funcionalidad, se va aumentando la duración
de los ejercicios. Los animales con reparación extracapsular de los
trastornos del ligamento cruzado de la babilla pueden empezar a
nadar si han tolerado la cinta sin fin subacuática durante 5 días
sin signos progresivos de cojera.
De forma parecida, los animales con trastornos articulares
tratados mediante la eliminación de fragmentos de hueso o de
cartílago, como en el caso de la osteocondrosis, apófisis coronoides fragmentada y apófisis ancónea desunida (v. pp. 1176, 1197 y
1209), pueden hacer rehabilitación intensiva, porque las articulaciones están relativamente estabilizadas. Estos pacientes se tratan al principio con masaje y RDMP intensivo y/o estiramientos.
Después se incorporan al plan de tratamiento los paseos y los ET
para que apoyen el peso y el RDM activo. La carretilla, el trabajo
con obstáculos, los ejercicios de equilibrio, sentarse y tumbarse,
y el zigzag también son ET útiles. Las sesiones en la cinta sin fin
subacuática pueden empezar cuando la incisión se ha cerrado o
curado, dependiendo de la inmediatez de la necesidad de tratamiento. Al principio, el nivel del agua debe ser alto para soportar
el peso, pero se va reduciendo gradualmente para aumentar el
RDM activo. Una vez que se resuelve la cojera, el nivel del agua
puede aumentarse para aumentar la resistencia al máximo y que
se fortalezcan los músculos. La natación puede ser muy beneficiosa, porque produce un RDM activo exagerado en las extremidades anteriores.
Los animales con trastornos articulares que se tratan mediante
osteotomía (v. pp. 1011, 1029 y 1220) deben tratarse como se ha
CAPÍTULO 12 Fundamentos básicos de la rehabilitación física
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
descrito en el caso de los pacientes con fracturas (v. el comentario
anterior), mientras que los animales tratados con intervenciones
articulares reconstructivas debido a luxación rotuliana o articulaciones luxadas (v. pp. 1289, 1297 y 1301) deben seguir un programa de rehabilitación más conservador que dé tiempo para la curación del tejido. El tratamiento debe comenzar inmediatamente
después de la cirugía, pero al principio se limitarán la duración y
la intensidad de los ejercicios. Debe utilizarse un cabestrillo, no
para sujetar el peso del animal, sino como medida de seguridad
para amortiguar o prevenir las caídas. La terapia inicial incluye
masaje, RDMP y ET suaves, seguidos por crioterapia para controlar la inflamación y aliviar las molestias. Cuando la cicatrización y
la cojera mejoran, puede aumentarse gradualmente la duración
de los ejercicios. Una vez que la herida ha cicatrizado, pueden
empezarse los ejercicios en la cinta sin fin subacuática. El nivel del
agua debe soportar la mayor parte del peso del paciente para reducir al mínimo la contusión y la incidencia de caídas. Al principio
las sesiones deben ser breves, y se aumentan gradualmente hasta
15 minutos. No se considera que la natación sea un ejercicio suficientemente controlado para estos pacientes. Hasta que la osteotomía y los tejidos blandos estén curados, el objetivo principal del
terapeuta es conservar la flexibilidad y la masa muscular, y mejorar el bienestar del paciente. Una vez que se considera que se ha
curado lo suficiente para que no fracase el implante, puede realizarse una rehabilitación más intensiva.
Los pacientes con fracturas intraarticulares estabilizadas suelen ser un desafío para los terapeutas. Dependiendo de la complejidad de la fractura pueden comprometerse la reducción y la
estabilidad de la misma. Aunque la rehabilitación es esencial
para restaurar el RDM y la funcionalidad, en algunos casos no es
factible hasta que la consolidación de la fractura evoluciona con
seguridad. Otra vez, la comunicación con el cirujano es necesaria para prevenir las complicaciones. Si se permite la rehabilita-
129
ción conservadora, están indicados los masajes, el RDMP y los
estiramientos para restaurar el RDM y limitar la atrofia muscular. Los ejercicios de equilibrio son buenos, porque no son traumáticos y producen una contracción leve, controlada, de los
músculos periarticulares. Si se produce contracción de la articulación, se recomiendan los ultrasonidos terapéuticos. Deben elegirse ejercicios terapéuticos que se concentren en los grupos
musculares afectados. La cinta sin fin subacuática es una forma
segura de caminar y mejorar el RDM activo.
Los animales con sustitución total de una articulación
(v. pp. 1157 y 1257) requieren rehabilitación conservadora para
prevenir las complicaciones costosas y/o gravísimas. El terapeuta debe trabajar con el cirujano para diseñar los programas de
rehabilitación apropiados. Debe utilizarse un cabestrillo en todo
momento para prevenir las caídas o la posición incorrecta de las
extremidades. Generalmente, la rehabilitación comienza 48 después de la intervención quirúrgica y se limita a masajes, RDMP,
estimulación eléctrica, ejercicios de equilibrio y paseos controlados de 5 minutos. Una vez que la incisión se ha curado, pueden
empezarse los ejercicios controlados en una cinta sin fin subacuática. El nivel del agua debe soportar la mayor parte del peso
del paciente para reducir al mínimo los traumatismos y la incidencia de caídas. Las sesiones deben ser breves durante todo el
período de recuperación. No se considera que la natación sea un
ejercicio bastante controlado para estos pacientes.
Lectura recomendada
Millis DL, Levine D, Taylor RA: Canine rehabilitation and physical
therapy, St. Louis, 2004, WB Saunders.
Es un libro de texto completo que proporciona información básica
sobre la rehabilitación canina tanto para los veterinarios como para
los terapeutas. Se analizan en profundidad las modalidades terapéuticas y su aplicación para la rehabilitación de los pacientes.
130
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
C A P Í T U L O
13
Tratamiento analgésico
multimodal perioperatorio
Actualmente, se considera que el dolor es el cuarto signo vital (o
el quinto si se mide la presión arterial). La American Animal Hospital Association (AAHA) ha determinado que todos los hospitales
que deseen la acreditación AAHA deben tener un programa analgésico completo (v. p. 145, Lecturas y vídeos recomendados).
Cuando se realiza una exploración física completa debe evaluarse
el dolor del paciente. Existen varios sistemas de puntuación para
clasificar el dolor, y cada uno tiene sus propias ventajas e inconvenientes. Para determinar si un paciente siente dolor se utiliza una
combinación de: 1) las respuestas fisiológicas; 2) el dolor que se
espera que cause la intervención, el traumatismo o la enfermedad;
3) la conducta del animal, y 4) su respuesta al tratamiento.
En los gatos, las variables fisiológicas más fiables para evaluar el
dolor son la presión arterial y las concentraciones de cortisol. Sin
embargo, los signos fisiológicos del dolor no son muy específicos;
pueden aumentar por el estrés, la enfermedad y numerosos fármacos. Si se utilizan ideas preconcebidas sobre lo dolorosa que debe ser
una intervención (o cómo debe responder un animal frente a una
enfermedad, un traumatismo o una intervención) para guiar el tratamiento, los prejuicios personales pueden hacer que el paciente no
reciba el tratamiento analgésico adecuado. Las variaciones individuales influyen mucho en la respuesta del paciente y siempre deben
tenerse en cuenta. La respuesta conductual, que es una determinación subjetiva, se tiene en cuenta más que ninguna otra variable
independiente para determinar la existencia de dolor. Las conductas
frente al dolor no son muy adaptativas, por lo que estos signos pueden aparecer más adelante según progresa la enfermedad una vez
que se han agotado los mecanismos de afrontamiento. Independientemente del sistema de puntuación elegido, el personal debe
entrenarse para reducir al mínimo las diferencias entre los observadores. Si en una exploración se determina que el paciente siente
dolor, debe iniciarse un tratamiento y volver a evaluarse.
NOTA: No gaste mucho tiempo convenciéndose de que
un paciente siente dolor. Adminístrele un tratamiento para
el dolor y, si no mejora o hay efectos secundarios inesperados (muy raro), suspéndalo o cambie de tratamiento.
En la mayoría de los casos es mejor empezar el tratamiento
analgésico antes de que aparezca el dolor, en vez de intentar controlar una situación dolorosa una vez que se ha producido. Esto
se conoce como tratamiento preventivo. La eficacia de la analge130
sia preventiva se relaciona con detener o atenuar «el impulso» (la
descarga de los impulsos aferentes en la médula espinal que proceden de la estimulación de un nociceptor). El tratamiento preventivo debe continuarse con un tratamiento de mantenimiento
programado. Es importante saber que un régimen de tratamiento no funciona igual en todas las situaciones ni en todos los
pacientes. Existen diferentes tipos de dolor, y el dolor se regula
de varias formas. El tratamiento multimodal adaptado es la
mejor técnica para proporcionar una analgesia adecuada.
Los tratamientos analgésicos más actuales se han diseñado para
proporcionar una analgesia adecuada y la recuperación más rápida
de la funcionalidad normal. El tratamiento analgésico puede inhibir
los impulsos nociceptivos aferentes en el cerebro y la médula espinal
(p. ej., opiáceos y ketamina), interrumpir la conducción de los
impulsos neurales (p. ej., los anestésicos locales) o prevenir la sensibilización nociceptora que acompaña a la inflamación (p. ej., los
antiinflamatorios no esteroideos [AINE]). Otros tratamientos que
se han probado en pacientes con dolor crónico pueden incluir los
fármacos antivíricos (p. ej., amantadina), fármacos antiepilépticos
(p. ej., gabapentina) y antidepresivos (p. ej., amitriptilina). También
se han usado técnicas de medicina física para aumentar la comodidad y asegurar que se recupera la funcionalidad. Estas técnicas se
describen brevemente más adelante. Siempre deben consultarse las
pautas actualizadas sobre el uso de las terapias alternativas o complementarias que ofrece la American Veterinary Medical Association
(AVMA) (v. p. 145, Lecturas y vídeos recomendados).
Las necesidades analgésicas deben anticiparse e incorporarse en
el tratamiento anestésico de cada paciente. En la literatura veterinaria existen revisiones exhaustivas de la evaluación del dolor en los
perros y los gatos. Para los veterinarios que están empezando a
incorporar el tratamiento analgésico en el régimen de anestesia
puede ser útil consultar información sobre el reconocimiento del
dolor más detallada que la que se ofrece aquí. Hay varios recursos
disponibles, incluyendo una página web de la International Academy of Pain Mangement (http://www.cvmbs.colostate.edu/ivapm).
Generalmente, la magnitud del dolor postoperatorio se determina integrando las expectativas del cirujano sobre lo dolorosa
que es la intervención con la conducta y las respuestas fisiológicas
del paciente a la cirugía, y observando la respuesta individual del
paciente a los tratamientos analgésicos. La tabla 13-1 proporciona
una estimación del dolor asociado a distintos tipos de intervenciones quirúrgicas. Sin embargo, es posible que la respuesta individual del paciente frente a una intervención determinada no sea
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
131
TABLA 13-1
Dolor estimado asociado a varios tipos de intervenciones quirúrgicas*
LAS MÁS DOLOROSAS
DE MODERADAS A MUY DOLOROSAS
DE LEVE A MODERADAMENTE
DOLOROSAS
Toracotomías (especialmente
esternotomías mediales), amputaciones,
resección auricular, reparación de las
fracturas pelvianas, nefrectomía, cirugía
de los discos intervertebrales cervicales
Mastectomía, mandibulectomía, cirugía
de los discos intervertebrales torácicos
o lumbares, estabilización de las
fracturas de fémur o de húmero,
intervenciones abdominales craneales
Traqueotomía, hematoma auricular,
estabilización de las fracturas del radio,
el cúbito, la tibia o el peroné, castración,
intervenciones abdominales caudales,
limpieza dental, extracciones dentales
Modificado de Carroll GL: Small animal pain management, Lakewood, Colo, 1998, American Animal Hospital Association Press.
*Las expectativas del veterinario sobre el nivel del dolor nunca deben ser un motivo para no aliviar el dolor de un paciente.
TABLA 13-2
Conducta y respuestas fisiológicas ante el dolor
RESPUESTA
SIGNOS DE DOLOR
Respuestas
conductuales
Vocalización: gemidos, quejidos,
gruñidos, ronroneo
Expresión facial: mirada fija, ojos
vidriosos o estrábicos, pupilas
dilatadas, ceño fruncido
Postura corporal: posición encorvada,
rígida, de oración, u otras posturas
anormales
Actividad: reposo o restricción de
movimientos, temblores
Actitud: agresividad, temor, timidez,
buscan un sitio cómodo
Apetito: disminuido
Hábitos urinarios e intestinales: la
micción aumenta, fracaso del
entrenamiento doméstico o del uso del
cajón de arena
Aseo: el pelo pierde el brillo, aspecto
descuidado
Defensa y automutilación: se protege las
heridas o la extremidad; no apoya el
peso; puede lamerse, morderse o
restregarse el área quirúrgica
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Respuestas
fisiológicas
Sistema cardiovascular: aumento de la
frecuencia cardíaca y de la presión
arterial, vasoconstricción
Sistema pulmonar: aumento de la
frecuencia respiratoria, respiración
superficial, envaramiento
Sistema digestivo: inapetencia,
salivación, posiblemente vómitos,
diarrea o estreñimiento, evacuación de
las glándulas anales
Sistema musculoesquelético: músculos
tensos, temblores musculares
Sistema inmunitario: disminución de la
resistencia, leucograma de estrés;
aumento de las metástasis
Sistema neuroendocrino: aumento del
catabolismo, disminución del
anabolismo
Modificado de Carroll GL: Small animal pain management,
Lakewood, Colo, 1998, American Animal Hospital Association Press.
coherente con la idea preconcebida de lo dolorosa que puede ser
la intervención; por tanto, debe administrarse un tratamiento
analgésico a todos los pacientes que aparentemente tengan dolor.
En la tabla 13-2 se ofrece un resumen de las conductas y las respuestas fisiológicas de los animales frente al dolor. Si no existe ninguna
duda sobre si el animal tiene dolor, debe tratarse. La analgesia perioperatoria tiene un efecto muy beneficioso sobre el resultado quirúrgico (p. ej., reduce las automutilaciones o hace que se recupere
antes el apetito). Es necesario observar cómo responde el animal
al tratamiento y cambiar o suspender el tratamiento si el fármaco
o la técnica elegidos producen efectos secundarios inaceptables o
no se observa mejoría clínica.
TRATAMIENTO DEL DOLOR
Los cuidados perioperatorios adecuados son imprescindibles.
Para aumentar el bienestar de los pacientes deben mantenerse
calientes y secos, no deben afeitarse las quemaduras, hay que eliminar la sangre seca, comprobar que los vendajes no están muy
apretados, colocar a los pacientes de forma que no haya presión en
los emplazamientos quirúrgicos, y dar la vuelta a los pacientes que
no pueden moverse por sí mismos. La inducción anestésica y la
recuperación de la cirugía deben realizarse en un entorno seco,
cálido y tranquilo. Durante la inducción anestésica hay que asegurarse de utilizar almohadillas intraoperatorias y postoperatorias
adecuadas y colocar al paciente para que sienta el menor dolor
posible después de la cirugía en zonas que no han sido operadas,
pero que pueden haberse lesionado durante el período de anestesia (p. ej., isquemia de la piel y el tejido subyacente, deficiencia
neural). Hay que lubricar los ojos y evitar las lesiones corneales,
orales, linguales, traqueales o dentales durante la inducción y la
recuperación. Antes de la recuperación, debe vaciarse la vejiga
para prevenir las molestias postoperatorias.
Prevenir el insomnio y la ansiedad en el período perioperatorio
mejora el tratamiento del dolor postoperatorio, porque la ansiedad
y el dolor están muy relacionados. El dolor aumenta en los pacientes
ansiosos, y los tranquilizantes o los sedantes pueden reducir la
ansiedad perioperatoria y hacer que la experiencia sea menos
angustiosa. La tranquilización también puede ser necesaria para
reducir la actividad en los pacientes más nerviosos; la tranquilización debe utilizarse para restringir los movimientos, no para el
dolor. Sin embargo, para impedir el enmascaramiento de los signos
de dolor, no deben administrarse sólo tranquilizantes como acetilpromacina o diacepam a los pacientes con dolor, debe administrarse un analgésico antes o al mismo tiempo que el tranquilizante.
132
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
torios, como isoflurano y sevoflurano, con los que se consiguen una
inducción y recuperación rápidas, pero no analgesia. Hay que complementar estas técnicas anestésicas con la analgesia adecuada.
TABLA 13-3
Tranquilizantes y sedantes
FÁRMACO
POSOLOGÍA
(mg/kg)
VÍA DE
ADMINISTRACIÓN
Acetilpromacina
0,25-0,5 (no
superar 1 mg
por perro en la
dosis total)
IV, SC, IM
Diacepam
0,2
IV
Midazolam
0,2
IM, IV
Xilacina*
0,1-0,5
IV, IM, SC
Medetomidina*
0,001-0,005
IV, IM, SC
IM, intramuscular; IV, intravenosa; SC, subcutánea.
*Úsese con precaución; las dosis y la duración postoperatorias no
están bien establecidas y podría ocurrir una profunda depresión
cardíaca.
Tranquilizantes y sedantes
Sólo algunos tranquilizantes usados en medicina veterinaria son
ansiolíticos. Acetilpromacina (v. tabla 13-3) es excelente para los
perros y los gatos muy angustiados o disfóricos. Debe utilizarse con
cuidado en los perros y los gatos con hipovolemia o hipotensión, si
tienen trastornos de la coagulación o antecedentes de convulsiones.
Las benzodiacepinas (es decir, diacepam, midazolam; v. tabla 13-3)
no proporcionan una auténtica tranquilización en los perros y gatos
jóvenes sanos. Estos fármacos desinhiben la conducta aprendida y
pueden producir excitación. Sin embargo, las benzodiacepinas producen sedación en los animales muy jóvenes, muy ancianos o muy
enfermos, y suelen utilizarse en estos pacientes porque su administración se asocia a escasos efectos cardiopulmonares importantes.
Diacepam y midazolam proporcionan una sedación más predecible
cuando se administran con un opiáceo o un sedante. Flumacenil es
un antagonista específico de las benzodiacepinas; generalmente, se
ajusta la dosis hasta obtener el efecto (p. ej., si se ha administrado
una benzodiacepina a un gato con lipidosis hepática y tarda en recuperarse, puede utilizarse flumacenil para acelerar la recuperación).
Los ␣2-agonistas (p. ej., xilacina, medetomidina; v. tabla 13-3)
proporcionan sedación y analgesia profunda; la sedación dura más
que la analgesia. La depresión cardiopulmonar depende de la dosis.
Xilacina es un ␣2-agonista clásico y medetomidina es un ␣2-agonista
nuevo. Puesto que estos fármacos pueden tener efectos cardiopulmonares profundos (es decir, bradicardia, hipoventilación e hipertensión seguida de hipotensión), su uso perioperatorio se reserva
para los perros y los gatos adultos jóvenes sanos, y se utilizan dosis
bajas de xilacina o medetomidina como sedantes si existe ansiedad
postoperatoria. Los ␣2-antagonistas (p. ej., yohimbina, atipamezol y
tolazolina) antagonizan los efectos de los fármacos ␣2-agonistas,
pero este antagonismo no carece de riesgos en los pacientes con
dolor. Por tanto, lo prudente es ajustar la dosis del antagonista hasta
conseguir el efecto deseado, cuando sea necesario.
Anestésicos
Actualmente, las prácticas anestésicas se basan en los fármacos
inductores, como propofol y etomidato, y en los anestésicos inhala-
Analgésicos
Un buen tratamiento del dolor postoperatorio debe empezar
antes de la cirugía. La administración preventiva de un opiáceo
atenúa la respuesta a los estímulos (estado de hiperexcitabilidad
causado por la sensibilización previa por un estímulo desagradable) (v. p. 135), mientras que la administración de un anestésico local impide la respuesta a los estímulos. Si el paciente siente dolor, administrar un analgésico antes de la inducción
anestésica facilita el manejo y la manipulación del paciente, y
aumenta su comodidad. La administración preoperatoria de un
analgésico también disminuye las necesidades del anestésico
inhalatorio durante la cirugía. Si el analgésico se administra
antes de la operación, puede ser necesario repetir la administración después, dependiendo de la duración de la acción del fármaco. La duración ideal de la administración de los analgésicos
postoperatorios no se ha determinado para la mayoría de las
intervenciones quirúrgicas en perros y gatos, pero lo razonable
es proporcionar al menos 2-3 días de tratamiento después de la
mayoría de las intervenciones mayores. Existen varias posibilidades para administrar analgésicos durante el período postoperatorio. Los fármacos sistémicos pueden administrarse siguiendo un plan de tratamiento (v. tabla 13-14; p. ej., cada 4 horas),
mediante infusión continua (p. ej., fentanilo y lidocaína) o por
absorción continua (p. ej., fentanilo transdérmico; tabla 13-5).
También pueden utilizarse técnicas locales y regionales con
anestésicos locales y opiáceos. Los analgésicos deben administrarse según la duración de su actividad y no «cuando se necesitan». La información sobre la farmacocinética y la farmacodinámica proporciona una defensa racional frente a la medicación
«cuando se necesite». Si un paciente tiene signos de dolor antes
de que se le haya administrado un analgésico, es mucho más
difícil controlar el dolor. En estos casos, suele ser necesario
administrar dosis más altas de las que hubieran sido necesarias
si se hubiese administrado el fármaco siguiendo la planificación
(anticipándose a los valores máximos y mínimos).
Opiáceos
Si se va a utilizar un opiáceo, debe elegirse antes de la cirugía. Lo
mejor es utilizar un único opiáceo a lo largo del período perioperatorio. A menos que esté contraindicado, después de la cirugía
debe utilizarse el mismo fármaco analgésico que se haya utilizado
durante la intervención. Cuando se elige un analgésico opiáceo,
deben tenerse en cuenta su eficacia y su duración. Algunos opiáceos están indicados para el dolor leve o moderado (p. ej., buprenorfina), y otros son más adecuados para el dolor de moderado a
intenso (p. ej., morfina, hidromorfona y metadona). En el caso de
los opiáceos de corta duración (p. ej., butorfanol y fentanilo), debe
considerarse la facilidad y el coste de repetir su administración, y
la forma de hacerlo. En la mayoría de los casos, si ya se dispone de
una vía intravenosa, es preferible inyectarlos por esta vía para evitar las inyecciones musculares dolorosas.
Los agonistas opiáceos y los antagonistas-agonistas que suelen
utilizarse en el período perioperatorio son morfina, hidromorfona,
metadona, oximorfona, fentanilo, butorfanol y buprenorfina. La
mayoría de los opiáceos que se utilizan actualmente en medicina
veterinaria están «clasificados». La clasificación se relaciona con el
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
133
TABLA 13-4
Analgésicos opiáceos sistémicos de uso frecuente*
POSOLOGÍA
(mg/kg)†
VÍA DE
ADMINISTRACIÓN
DURACIÓN
Cirugía programada del aparato reproductor,
intervenciones abdominales caudales, cirugía de la
vesícula biliar, peritonitis biliosa, fracturas distales de
las extremidades
0,2-0,4
IV, SC, IM
2-3 h
Buprenorfina
Cirugía programada del aparato reproductor,
intervenciones abdominales caudales, fracturas
distales de las extremidades
0,005-0,015
IV, IM
4-8 h
Fentanilo
Como premedicación; acción analgésica demasiado
corta; véase el texto para obtener información sobre
la infusión constante (IC) y la aplicación transcutánea
0,002-0,01
IV, SC, IM
Menos de 1 h
Morfina
Toracotomías, amputaciones, fracturas pelvianas,
ablaciones auriculares
0,2-1
IV‡, SC, IM
3-4 h
Hidromorfona
Toracotomías, amputaciones, fracturas pelvianas,
ablaciones auriculares
0,1-0,2
IV, SC, IM
3-4 h
Metadona
Toracotomías, amputaciones, fracturas pelvianas,
ablaciones auriculares
0,1-0,5
IV (perros), IM, SC
3-4 h
Oximorfona
Toracotomías, amputaciones, fracturas pelvianas,
ablaciones auriculares
0,05-0,1
IV, SC§, IM
3-4 h
FÁRMACO
USOS
Butorfanol
Modificado de Carroll GL: How to measure perioperative pain, Vet Med 91:353, 1996.
IM, intramuscular; IV, intravenoso; SC, subcutáneo.
*La posología y la duración se basan en la experiencia clínica, y puede ser necesario individualizarlas para una situación y un paciente
determinados. Pueden ser necesarias dosis más altas en caso de dolor resistente.
†
Se utilizan dosis más bajas si se administra por vía intravenosa o a gatos.
‡
Puede producirse hipotensión si se administra morfina por vía intravenosa; el fármaco también puede producir excitación en los gatos.
§
La administración por vía subcutánea puede ser menos eficaz.
TABLA 13-5
Posología de los parches de fentanilo*
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
PESO CORPORAL (kg)
TAMAÑO DEL PARCHE
(␮g/h)†
Inferior a 3,2
12: no se recomienda
utilizar parches‡
3,2-6,8
25
6,8-18,2
50
18,2-27,3
75
Más de 27,3
100
*Generalmente, las pautas no están bien establecidas; los parches
transcutáneos de fentanilo liberan 1-4 ␮g/kg/h.
†
Actualmente existen parches de fentanilo genérico.
‡
La farmacocinética y la seguridad del parche de 12 ␮g/h (pediátrico)
no se ha determinado en los pacientes veterinarios, y actualmente no
se recomienda su uso en pacientes jóvenes; cortar o cubrir una parte
del parche de 25 ␮g/h influye en la distribución del fármaco.
potencial de abuso y la capacid ad de producir dependencia de un
fármaco. Los fármacos clasificados dentro del grupo I tienen un
potencial alto de abuso y no se permite su uso con fines terapéuticos, mientras que los fármacos del grupo V tienen el potencial más
bajo de abuso y a veces pueden administrarse sin receta.
Morfina. La morfina (grupo II; v. tabla 13-4) es el prototipo de los agonistas opiáceos y está indicado para el dolor de
moderado a intenso. Su acción tarda en aparecer de 15 a 30
minutos, y dura de 3-4 horas. Los efectos cardiovasculares incluyen bradicardia de inducción vagal, depresión directa del nódulo auriculoventricular y enlentecimiento de la conducción
auriculoventricular (AV). La morfina no sensibiliza el miocardio
a las catecolaminas. Deprime la ventilación de forma directa
(este efecto depende de la dosis), inhibiendo los centros respiratorios centrales. También altera el ritmo respiratorio. La hipoventilación puede producir un aumento de la presión intracraneal debido al aumento de la presión parcial de dióxido de
carbono arterial (PaCO2). Se producen náuseas y vómitos debido a la estimulación de la zona diana de los quimiorreceptores.
La morfina puede causar hipotermia y miosis en los perros, y
midriasis e hipertermia en los gatos. Cuando el fármaco se administra por vía intravenosa (IV) puede liberarse histamina; la
administración IV lenta reduce este riesgo. Para tratar el dolor
en los seres humanos, la morfina se administra en forma de infusión intravenosa continua, y se está utilizando en medicina veterinaria. También suele administrarse por vía epidural (v. p. 139
y tabla 13-6). Hace poco tiempo se ha empezado a administrar
morfina por vía intraarticular como analgésico en las intervenciones realizadas en la babilla. La morfina inyectada por vía
intraarticular (0,1 mg/kg, diluida en la cantidad necesaria de
suero salino para llenar todo el espacio articular) proporciona
una buena analgesia, comparable a la que se obtiene cuando se
134
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
TABLA 13-6
Posología y duración de los fármacos epidurales*
FÁRMACO
USOS
POSOLOGÍA†
Perros
APARICIÓN
DE LA
ACCIÓN
DURACIÓN
Gatos
Lidocaína
(2%)‡
Bloqueo motor y sensitivo:
intervenciones abdominales y de las
extremidades posteriores
1 mL/3,4 kg (T5)
1 mL/4,5 kg (T13–
L1)§
1 mL/4,5 kg
(T5)
10 minutos
1-11⁄2 h
Bupivacaína
(0,25% o
0,5%)‡
Bloqueo motor y sensitivo:
intervenciones abdominales y de las
extremidades posteriores
1 mL/4,5 kg§
1 mL/7 kg
20-30 min
4-6 h
Fentanilo
Bloqueo sensitivo: intervenciones
abdominales y de las extremidades
posteriores
0,001 mg/kg
diluido en suero
salino
–
4-10 min
6h
Morfina
Bloqueo sensitivo: toracotomías,
amputaciones de las extremidades
anteriores y posteriores,
intervenciones abdominales
craneales y caudales, fracturas
pelvianas y de las extremidades
posteriores
0,1 mg/kg (sin
conservantes)
0,1 mg/kg (sin
conservantes)
25 minutos
Alrededor
de 20 h
Buprenorfina
Bloqueo sensitivo: intervenciones
abdominales y de las extremidades
posteriores
0,003-0,005 mg/kg
diluido en suero
salino
–
30 min
12-18 h
Oximorfona
Bloqueo motor y sensitivo:
intervenciones abdominales,
pelvianas y de las extremidades
posteriores
0,1 mg/kg diluido
en suero salino
0,05-0,1 mg/kg
diluido en
suero salino
15 min
Alrededor
de 10 h
§
Modificado de Carroll GL: How to manage perioperative pain, Vet Med 91:353, 1996.
*La posología, el momento en que aparece la acción y su duración se basan en la experiencia clínica; todos los pacientes deben evaluarse de
forma individual. La dosis de los anestésicos locales debe reducirse a la mitad si se van a administrar por vía espinal; la dosis epidural debe
reducirse en los pacientes geriátricos, obesos y en las hembras preñadas, así como en los pacientes con lesiones de la médula espinal que
ocupan espacio o con trastornos en los que se espera que se produzca ingurgitación venosa.
†
El volumen para la dilución debe ser inferior a 0,3 mL/kg; no debe ser superior a 6 mL/perro o 1,5 mL en los gatos.
‡
Debe evitarse que la cabeza quede en una posición inferior cuando se utiliza un anestésico local por vía epidural.
§
El bloqueo a nivel de T1 produce parálisis de los nervios intercostales; el bloqueo a nivel de C5-C7 produce parálisis del nervio frénico.
utiliza por vía epidural, pero no tan buena como la que se consigue con bupivacaína intraarticular. La morfina sin conservantes también se ha utilizado con éxito para tratar el dolor en los
pacientes con laceración o ulceración corneal. La morfina por
vía oral tiene una biodisponibilidad baja, pero existen preparaciones orales, incluyendo productos de liberación sostenida.
Cuando se administra por vía oral, debe empezarse por una
dosis baja e ir ajustándola según las necesidades del individuo.
Hidromorfona. Los efectos y la duración de la hidromorfona (clase II; v. tabla 13-4) no se diferencian de los de la morfina, pero no se ha observado liberación de histamina. Se utiliza
para tratar el dolor de moderado a intenso, y ha sustituido a la
oximorfona en muchas clínicas de EE. UU. debido a la disponibilidad limitada de esta última.
Oximorfona. La oximorfona (clase II; v. tabla 13-4) se
parece a la morfina, pero no produce liberación de histamina. Es
adecuada para tratar el dolor de moderado a intenso y es especialmente útil para tratar a los pacientes muy enfermos que
requieren analgésicos complementarios durante la intervención
quirúrgica para reducir la necesidad de anestésicos inhalatorios.
Aunque produce sedación, respiración entrecortada y a veces
hipotermia, causa menos vómitos que la morfina y la hidromorfona en los perros y los gatos. Durante los últimos años, la disponibilidad de oximorfona en EE. UU. ha ido variando.
Metadona. La metadona (clase II; v. tabla 13-4) tiene una
acción y una duración parecidas a las de la morfina (pero no produce liberación de histamina). En los seres humanos, su acción dura
más que la de la morfina, pero en los perros y los gatos dura aproximadamente 4 horas. Produce menos vómitos y sedación que la
morfina. Se ha determinado la posología para los perros (0,1-0,5 mg/
kg, IM, IV) y para los gatos (0,1-0,3 mg/kg, IM).
Fentanilo. El fentanilo, un opiáceo sintético (clase II; v. tabla 13-4) es un analgésico eficaz. Su acción aparece más deprisa
que la de la morfina, pero dura poco. En medicina veterinaria se
utiliza para el tratamiento intraoperatorio con técnicas anestésicas equilibradas (p. ej., se utilizan fentanilo y midazolam en
infusión continua [IC] en la pericardiectomía, v. p. 777) de los
pacientes muy enfermos. Fentanilo puede administrarse por vía
intravenosa, intramuscular, epidural (v. tabla 13-6), a través de
mucosas y transcutánea (disponible como genérico; v. ta-
CAPÍTULO 13
bla 13-5). Cuando se utiliza para tratar el dolor, debe administrarse como IVC por vía epidural o transcutánea debido a su acción
de corta duración. Cuando se administra a través de una IC,
debe administrarse una dosis de carga (perros, 2 ␮g/kg, IV; gatos,
1-2 ␮g/kg, IV) seguida de una infusión (perros, 1-6 ␮g/kg/h, IV;
gatos, 1-4 ␮g/kg/h, IV; la analgesia dura 30 minutos más que la
infusión. Cuando se utiliza por su efecto de reducir la concentración
alveolar mínima (CAM) en los perros inestables, debe utilizarse una
dosis mucho más alta (es decir 0,8 ␮g/kg/min, IV de fentanilo más
8 ␮g/kg/min, IV de midazolam). En los perros y los gatos se administra con frecuencia por vía transcutánea (v. tabla 13-5).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Para administrar fentanilo por vía, afeite la parte lateral del tórax
o la región cervical dorsal (en los gatos, la región axilar también
es una zona adecuada) sin dañar la piel. Coloque el parche con
cuidado para que el parche y la piel de debajo no se expongan
a un aumento de temperatura durante la intervención quirúrgica
(evitando el contacto directo con la manta de agua caliente circulante). No limpie la zona con alcohol ni con un cepillo quirúrgico. Sujete el parche por el borde o con los guantes puestos para
evitar tocar la membrana. Deje el parche colocado 2 minutos;
en los perros, vende la zona (en los gatos no es necesario cubrir
el parche). No utilice esparadrapo para aumentar la adherencia
del parche a la piel, porque el pegamento interfiere con la membrana y altera la absorción. Después de colocar el parche, deje que
pase el tiempo suficiente para que las concentraciones plasmáticas
alcancen los niveles terapéuticos (aproximadamente 24 horas en
los perros y 12 horas en los gatos).
El fármaco que se libera desde el parche puede variar, y hay que
observar a los pacientes con regularidad por si aparecen signos de
dolor o efectos secundarios, como depresión respiratoria. En
pacientes en los que se ha tapado el parche, se ha documentado
alteración de la liberación del fármaco. El fentanilo administrado
por vía transcutánea puede proporcionar hasta 72 horas (perros)
o 96 horas (gatos) de analgesia, y la fiebre puede aumentar la
absorción de fentanilo desde el parche. Para quitar el parche,
deben ponerse los guantes, doblarlo sobre sí mismo y tirarlo al
inodoro en presencia de un testigo. Fentanilo puede causar bradicardia, depresión respiratoria y rigidez del músculo esquelético.
Codeína. La codeína (que se clasifica dentro de diferentes
grupos dependiendo de su presentación) puede utilizarse por vía
oral en los perros para el dolor de leve a moderado. En los perros
sanos se ha recomendado el uso de Tylenol 4 (60 mg de codeína
y 300 mg de paracetamol), una dosis de 1-2 mg de codeína/kg
de peso corporal, por vía oral, tres veces al día, para tratar el
dolor, pero no debe utilizarse en perros con enfermedad hepática o en los que son propensos a la anemia de cuerpos de Heinz,
aunque se les puede administrar codeína sin paracetamol
(1-4 mg/kg, VO, cada 1-6 horas). En los gatos están totalmente
contraindicadas las combinaciones de codeína y paracetamol.
Buprenorfina. La buprenorfina (clase III; v. tabla 13-4) es
un agonista parcial de los ␮-opiáceos. Su acción aparece a los
30 minutos y dura de 4 a 8 horas. Su afinidad por los receptores ␮
da lugar a una acción prolongada e impide su asociación con
los antagonistas. Se utiliza para el dolor de leve a moderado en los
pacientes veterinarios, porque tiene poca actividad intrínseca.
Buprenorfina produce sedación leve o disforia en los perros y gatos.
Su acción prolongada hace que resulte útil cuando es problemático
repetir las dosis. Debido al pH de la saliva, tiene una biodisponibi-
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
135
lidad del 100% en los gatos si se administra por a través de mucosas,
pero no por vía oral; no se conoce la biodisponibilidad en los perros
tras su administración a través de mucosas, pero puede ser más
consistente que la que se observa en las personas.
Butorfanol. Butorfanol (clase IV; v. tabla 13-4) es un agonista-antagonista mixto. Tiene poca afinidad por los receptores ␮
(es decir, no es un antagonista completo), una afinidad moderada por los receptores ␬ y mínima afinidad por los receptores ␴(incidencia de disforia baja). Puesto que es un agonista-antagonista mixto, puede atenuar la eficacia de los agonistas que se
administren después. Una ventaja de butorfanol es que produce
analgesia con depresión respiratoria mínima; las dosis adicionales no producen más depresión. El efecto máximo sobre la respiración se acompaña de una capacidad modesta para reducir las
necesidades del anestésico. Generalmente, se administra para
tratar el dolor de leve a moderado en los perros y los gatos. Sin
embargo, puesto que sus efectos sobre el aparato gastrointestinal
y las vías biliares son mínimos, es especialmente eficaz para el
dolor visceral, como el que se produce en la peritonitis biliar y
en la pancreatitis. Otra de sus ventajas es que está disponible en
preparaciones orales. El butorfanol oral (0,4 mg/kg hasta
1 mg/ kg tres veces al día durante 2-3 días) es especialmente
útil para los gatos tras la oniquectomía; también se utiliza en
los perros pequeños, pero el coste puede ser prohibitivo en los
perros más grandes.
Antagonistas de los opiáceos. La depresión respiratoria y la sedación que producen los opiáceos pueden invertirse
con antagonistas. Los opiáceos deben antagonizarse con cuidado
en los pacientes que tienen dolor, porque los antagonistas también revierten la analgesia. Los pacientes con dolor pueden tener
una respiración superficial; generalmente ventilan mejor si están
cómodos. Los pacientes a los que se les ha realizado una toracotomía o una intervención abdominal alta pueden tener volúmenes tidales pequeños, porque se protegen del dolor que sienten
al respirar. Aunque los opiáceos pueden deprimir la respiración,
es más probable que sus efectos analgésicos reduzcan la rigidez,
permitiendo volúmenes tidales más grandes y mejorando la respiración. En los seres humanos, el antagonismo de los opiáceos
con naloxona (un antagonista de los opiáceos) se ha asociado a
liberación de catecolaminas, hipertensión, arritmias e incluso
con la muerte. La dilución de naloxona con suelo salino y el ajuste de la dosis IV lento disminuyen la probabilidad de que se produzcan efectos secundarios adversos. Es preferible utilizar agonistas-antagonistas, como nalbufina y butorfanol, en vez de
naloxona, porque se asocian a menos efectos secundarios,
que naloxona, debidos a la reversión. También puede mantenerse algo de analgesia. El ajuste de dosis de una solución diluida
1:10 de nalbufina (20 mg/mL diluidos a 2 mg/mL) parece que
antagoniza la sedación y la depresión respiratoria, mantiene algo
de analgesia y previene los efectos secundarios peligrosos que se
asocian a la reversión con altas dosis de naloxona. Butorfanol
también puede utilizarse como antagonista de los ␮-opiáceos,
como oximorfona.
Anestésicos disociativos
Aunque la ketamina no proporciona analgesia visceral, puede
producir analgesia somática profunda. Puede utilizarse ketamina (grupo III) en dosis bajas (1-2 mg/kg IV) para cambiar los
vendajes de las quemaduras o heridas. Puesto que la ketamina es
un antagonista del receptor del ácido N-metil-D-aspártico
136
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
(NMDA), puede utilizarse con éxito para el tratamiento del
dolor crónico. Los antagonistas del receptor del NMDA también
impiden o revierten la sensibilización central y disminuyen la
hiperalgesia de las heridas. En los perros y los gatos puede administrarse ketamina en una dosis de 1-2 mg/kg, IV o IM o 0,5 mg/
kg IV, seguida de 2-10 ␮g/kg/min IV como IVC. Los efectos
secundarios de la ketamina, que dependen de la dosis, incluyen
delirio urgente, aumento de la salivación y el lagrimeo, estimulación cardiovascular, aumento de la fracción de regurgitación
en los pacientes con insuficiencia mitral, aumento de la presión
intracraneal, aumento de la presión intraocular, convulsiones y
broncodilatación.
CUADRO 13-1
Posología de las IC de FLK y de MLK
IC de fentanilo, lidocaína, ketamina (FLK)
Fentanilo
Lidocaína
Ketamina
1-5 ␮g/kg/h, IV
25-50 ␮g/kg/min, IV
2-5 ␮g/kg/min, IV
IC de morfina, lidocaína, ketamina (MLK)
Morfina
Lidocaína
Ketamina
3,3 ␮g/kg/min, IV
50 ␮g/kg/min, IV
10 ␮g/kg/min, IV
Infusiones constantes
Algunos de los fármacos que se han mencionado antes pueden
administrarse como IC de una única sustancia (p. ej., fentanilo,
morfina, ketamina y lidocaína [sólo en los perros; v. comentario
más adelante]). En los pacientes con dolor persistente, pueden
combinarse fármacos de diferentes tipos para conseguir una
analgesia mejor con menos efectos secundarios. En general, el
tratamiento analgésico se fundamenta sobre todo en los opiáceos, a los que pueden añadirse otros fármacos si es necesario.
En los animales con dolor muy intenso puede utilizarse una combinación de fentanilo, lidocaína y ketamina (FLK). En la edición
informatizada de este libro se incluye una hoja de cálculo que
puede almacenarse en una PDA o en un ordenador, con la que
se puede calcular la cantidad de cada fármaco que debe añadirse a un volumen determinado y la velocidad a la que debe
administrarse la mezcla mediante IC. En el cuadro 13-1 se ofrece la posología de FLK. Se ha utilizado una IC de morfina, lidocaína y ketamina (MLK) (v. cuadro 13-1) para reducir considerablemente la CAM de los perros anestesiados con isoflurano
(Muir y cols., 2003).
Agonistas-␣2
Los agonistas-␣2 (p. ej., xilazina y medetomidina) producen sedación, depresión cardiopulmonar y analgesia dependientes de la
dosis; su uso como ansiolíticos se ha analizado más arriba, en el
epígrafe Tranquilizantes y sedantes. La sedación dura más que la
analgesia, que se produce a través de un sistema no opiáceo. Los
agonistas-␣2 no son fármacos programables. Son adecuados para
la sedación y la restricción de los perros y los gatos sanos, pero hay
que tener cuidado cuando se administran como analgésicos perioperatorios. Pueden aumentar la analgesia y la sedación cuando se
administran en dosis muy bajas junto con un opiáceo, por lo que
se han utilizado microdosis de agonistas-␣2 durante el período de
recuperación anestésica, si se dispone de oxígeno.
Se recomienda tener cuidado cuando se utilizan agonistas-␣2
en el período postoperatorio, porque aún no se han establecido
la dosis correctas y su duración, y puede producirse una depresión cardíaca profunda. Se ha observado que xilacina y medetomidina proporcionan analgesia para el dolor agudo de los perros
y los gatos. Sin embargo, puesto que pueden causar depresión
cardiopulmonar profunda (especialmente si el fármaco se combina con un opiáceo), debe disponerse de oxígeno. Los antagonistas-␣2 (p. ej., yohimbina, tolazolina y atipamezol) antagonizan los efectos de los agonistas-␣2, pero su uso puede asociarse a
efectos secundarios (p. ej., arritmias y estimulación del sistema
nervioso central), especialmente en los animales con dolor.
Anestesia local y analgesia
Generalmente, los opiáceos se administran junto con anestésicos
locales. En los seres humanos, suele administrarse lidocaína como
infusión IV continua como suplemento de los opiáceos para tratar
el dolor persistente. En los perros, la analgesia con opiáceos pueden combinarse con dosis menores que las usadas como antiarrítmicas de lidocaína (5-30 ␮g/kg/min IV) para aumentar el efecto
analgésico. En los gatos no se recomienda la IC de lidocaína.
Generalmente, los anestésicos locales se utilizan en técnicas regionales y son más eficaces cuando se administran antes de la estimulación quirúrgica. Los anestésicos locales impiden que se transmita el estímulo, lo que probablemente es responsable de la
disminución del dolor postoperatorio que podría esperarse basándose en la farmacocinética. Existen varias técnicas de anestesia
local eficaces para atenuar el dolor, como los bloqueos anulares, los
bloqueos de campo, la infiltración local, el bloqueo del plexo braquial, los anestésicos regionales, los bloqueos intercostales, los bloqueos interpleurales y la anestesia epidural. Estas técnicas también
reducen la necesidad de fármacos inhalatorios, lo que facilita el
manejo del paciente durante la intervención. Los dos anestésicos
locales que más se utilizan en la práctica con pequeños animales son
lidocaína y bupivacaína. Bupivacaína dura más que lidocaína,
pero su acción tarda más en aparecer. En los perros, la dosis total
de bupivacaína no debe ser superior a 2 mg/kg. En los gatos pueden usarse dosis inferiores (sin superar 1 mg/kg). Si se mezclan
lidocaína y bupivacaína para conseguir una analgesia inmediata y
sostenida, deben ajustarse las dosis de cada uno de ellos. Generalmente, lidocaína (1 mg/kg en los perros; 0,5 mg/kg en los gatos) y
bupivacaína (1 mg/kg en los perros; 0,5 mg/kg en los gatos) proporcionan una cobertura perineural suficiente para el período
inmediato y postoperatorio.
Técnicas regionales. Los anestésicos locales regionales
suelen ayudar a la recuperación y permiten que el paciente se
adapte cuando vayan apareciendo las molestias. Debe esperarse
el tiempo suficiente para que los tejidos absorban los anestésicos
locales. La perfusión e infiltración de la herida son las técnicas
más sencillas para proporcionar analgesia en la herida, pero son
poco eficaces en heridas infectadas. La infiltración local eficaz se
utiliza para el dolor de las incisiones, el dolor de los nervios
(amputaciones), la oniquectomía y la ablación de las orejas. Las
bombas de infusión intralesionales e intraarticulares (p. ej.,
PainBuster; I-Flow Corp., Lake Forest, CA; v. figura 13-1) son
sistemas que proporcionan una infusión continua de un anestésico local directamente en la herida quirúrgica. La ventaja principal de estos sistemas es que pueden utilizarse en la cirugía
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
137
Entrada
Bomba ON-O
Tubo
Figura 13-2
Pinza
Filtro
Regulador del flujo
Bloqueo nervioso para la oniquectomía. Las ramas medial y
palmar del nervio cubital se bloquean medialmente a la
almohadilla carpiana accesoria; la rama dorsal del nervio
cubital se bloquea lateral y proximalmente a la almohadilla
carpiana accesoria. Las ramas del nervio radial superficial
se bloquean en la cara dorsomedial del carpo proximal.
Catéter
Figura 13-1
PainBuster para instilación intralesional de anestésicos
locales en cirugía ortopédica o de los tejidos blandos.
C6
T1
ambulatoria. Se está investigando su eficacia en los pacientes
veterinarios. Cuando se realiza un bloqueo anestésico local, no
debe superarse la dosis máxima para cada especie.
Bloqueos para el dolor de las incisiones. El área de
la piel donde va a hacerse la incisión se instila con el anestésico
local antes de hacer la incisión quirúrgica (p. ej., bloqueo de la
línea cuando se hace una cesárea).
Bloqueo en anillo. En los bloqueos en anillo se instila una
línea del anestésico local alrededor de la parte distal de la extremidad, el dedo o la cola (p. ej., antes de una oniquectomía).
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Para bloquear las ramas radial distal, medial, y dorsal, y palmar
del nervio cubital, utilice una técnica ligeramente más difícil. Bloquee las ramas medial y palmar del nervio cubital hasta la almohadilla carpiana accesoria. Bloquee la rama dorsal del nervio cubital lateral y proximal a la almohadilla carpiana accesoria. Bloquee
las ramas del nervio radial superficial hasta la cara dorsomedial
de la parte proximal del carpo (v. figura 13-2).
Bloqueo de campo. Se empapa el área quirúrgica con el
anestésico local y se deja en contacto con el tejido durante 15-20
minutos (p. ej., después de una ablación de la oreja).
Anestesia del plexo braquial. La anestesia del plexo
braquial bloquea desde la parte distal del pie hasta la región del
codo (nervios radial, mediano, cubital, musculocutáneo y axilar) (p. ej., antes de la artrodesis carpiana) (v. figura 13-3). Puede
bloquearse el plexo del nervio braquial antes de la cirugía.
Después de afeitar la piel y prepararla de forma estéril, inserte una
aguja (en los perros, se utilizan agujas de calibre 22, de 7 cm) en
el área axilar medialmente a la articulación del hombro (en la
Figura 13-3
Bloqueo nervioso del plexo braquial.
punta del hombro) y lateralmente a las costillas. Dirija la aguja
hacia la unión costocondral y paralela a la columna vertebral.
Aspire e inyecte el anestésico local mientras retira la aguja. Utilice
10-15 mL de lidocaína al 2% (no debe superarse la dosis máxima).
La anestesia empieza a los 10 minutos y dura hasta 2 horas.
138
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Nervio musculocutáneo
Nervio medial
Nervio cubital
NOTA: Bupivacaína proporciona una analgesia más
larga cuando se utiliza para analgesia perioperatoria.
En los gatos se utiliza una técnica similar (con una aguja de 3,5 cm). Puede calcularse la dosis máxima de
bupivacaína y usarse una cantidad suficiente para cubrir
la zona.
Bloqueo de los nervios mediano, cubital, musculocutáneo y radial (MCMR). El MCMR es una modifica-
ción del bloqueo del plexo braquial. Puede utilizarse para
desensibilizar el área que se encuentra por debajo del codo
(p. ej., antes de estabilizar una fractura radial distal) (v. figura 13-4).
Palpe estos nervios, si es posible. Bloquee los nervios mediano,
cubital, radial y musculocutáneo inyectando el anestésico local
proximal al epicóndilo medial del húmero entre el bíceps y
tríceps; palpe la arteria braquial y los nervios próximos a ella.
Aspire antes de inyectar para evitar la arteria braquial. Bloquee el nervio radial, que es proximal al epicóndilo lateral
entre el braquial y el tríceps, e inyecte debajo del tríceps
aproximadamente al mismo nivel que la arteria braquial del
otro lado.
Bloqueos para el dolor nervioso. La visualización
directa permite instilar el anestésico local en el nervio (p. ej.,
durante la amputación de una extremidad o de un dedo). Aunque técnicamente es más difícil de realizar, la anestesia del plexo
braquial puede utilizarse como analgesia preventiva.
Nervio radial
Si va a realizar una amputación, infiltre el nervio femoral o el
plexo braquial antes de hacer una incisión en el nervio.
Bloqueo con bupivacaína intraarticular. Proporciona analgesia después de la cirugía de la babilla (v. p. 1262) y se ha
utilizado en varias articulaciones diferentes en las que puede
hacerse una punción aspiración fácilmente (p. ej., codo, hombro; v. p. 1145). La distensión de las articulaciones es perjudicial
y puede producir un aumento de las frecuencias respiratoria y
cardíaca (p. ej., tras la artroscopia de la babilla [0,5%, diluido si
es necesario para llenar la articulación]).
Bloqueos intercostal e interpleural. Estos bloqueos se
utilizan de forma independiente o juntos para tratar el dolor que
produce la toracotomía. Se ha demostrado que la administración intercostal e interpleural de hidrocloruro de bupivacaína es
eficaz tras la toracotomía, especialmente si se combina con la
administración de opiáceos sistémicos. Si se utilizan el bloqueo
intercostal (antes de la intervención) e interpleural (durante la
intervención y en el período postoperatorio), debe ajustarse
la dosis de bupivacaína para que no supere la dosis total de 2 mg/kg
cada 6-8 horas.
El bloqueo de los nervios intercostales también puede utilizarse para colocar una sonda torácica en un animal consciente.
Se ha utilizado durante muchos años y se considera seguro, aunque entre las posibles complicaciones se incluyen neumotórax,
bloqueo motor e insuficiencia respiratoria posterior, así como
toxicidad farmacológica.
Para la analgesia intercostal, se bloquean selectivamente los
nervios intercostales que inervan el sitio de la incisión de la tora-
Figura 13-4
Bloqueo de los nervios medial, cubital, musculocutáneo y
radial (MCMR).
cotomía bloqueando dos nervios craneales al sitio de la incisión,
y dos nervios caudales a la incisión. El anestésico debe inyectarse
caudalmente a cada una de las cinco costillas cerca del foramen
intervertebral (v. figura 13-5).
La analgesia interpleural es una alternativa al bloqueo nervioso intercostal y ofrece una analgesia prolongada sin tener que
insertar la aguja varias veces. Si hay una sonda torácica, puede
administrarse más bupivacaína en el período postoperatorio
(p. ej., cada 6 horas). Después de administrar bupivacaína, se
coloca el lado afectado hacia abajo durante 15 minutos. La bupivacaína produce escozor, por lo que debe ponerse despacio en
los pacientes despiertos. Las complicaciones que pueden producirse cuando se utiliza la analgesia interpleural son parecidas a
las de la analgesia intercostal. La analgesia no debe utilizarse si el
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
139
Palpe el foramen mandibular medial con una mano e introduzca
la aguja a través de la piel con la otra. Cuando palpe la aguja
cerca del foramen, aspire e inyecte 0,25-0,5 mL del anestésico
local, teniendo cuidado de no superar la dosis máxima. Si va a
utilizar el abordaje transoral, palpe el foramen mandibular en
la cara medial de la mandíbula con una mano e introduzca la
aguja desde la superficie medial de la mandíbula con la otra
mano.
NOTA: En el caso del bloqueo mandibular, el paciente
puede producirse autotraumatismos al morderse la lengua, los labios o la superficie interna de las mejillas
debido a la falta de sensibilidad.
Figura 13-5
Bloqueo del nervio intercostal.
pericardio está abierto, y es poco probable que resulte eficaz si
existe piotórax.
Bloqueo infraorbitario. Con el bloqueo infraorbitario
se anestesian los caninos y los incisivos ipsolaterales (p. ej., antes
de una maxilectomía). Puede realizarse estirando el labio del
lado afectado y palpando el foramen infraorbitario a través de la
mucosa bucal por encima del tercer premolar superior. En los
perros, se desensibilizan la rama caudal del nervio alveolar maxilar (dientes maxilares caudales), el nervio alveolar maxilar medial
(dientes maxilares mediales) y el nervio alveolar maxilar rostral (dientes caninos e incisivos superiores).
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Teniendo cuidado para evitar la arteria y la vena infraorbitarias, inserte la aguja dentro del foramen infraorbitario (v. figura 13-6, A); aspire e inyecte (0,25-0,5 mL del anestésico
local-calcule siempre la dosis máxima). Para bloquear los nervios alveolar maxilar caudal y medial, calcule la longitud del
conducto infraorbitario palpando la distancia que existe entre
el foramen infraorbitario y el borde ventrocaudal de la órbita
ósea. Inserte una aguja de calibre 22 o 25 en el conducto
infraorbitario en dirección caudodorsal, manteniendo la jeringa paralela al eje longitudinal de la mandíbula hasta la profundidad predeterminada; no debe encontrar resistencia.
Aspire e inyecte de 0,25 a 0,5 mL de anestésico local (calcule
siempre la dosis máxima).
NOTA: En los gatos, el foramen infraorbitario se encuentra ventral al ojo a nivel de la unión del arco cigomático
y el maxilar; es difícil palparlo (v. figura 13-6, B).
Bloqueo del nervio mandibular. La rama alveolar del
nervio mandibular (v. figura 13-7) puede desensibilizarse utilizando dos métodos: transcutáneo y transoral (p. ej., antes de una
mandibulectomía).
Si va a utilizar un abordaje transcutáneo, afeite el pelo y prepare la piel de la zona ventromedial al ángulo de la mandíbula.
Vía epidural. La administración epidural de analgésicos
y de anestésicos es útil para el tratamiento intraoperatorio de
los pacientes de alto riesgo, para la analgesia perioperatoria, la
cesárea, la anestesia y analgesia caudal y, en algunos casos,
para las toracotomías y las amputaciones de los miembros
anteriores. La anestesia epidural es fácil de realizar y proporciona horas de comodidad relativa (p. ej., antes de la cesárea,
la toracotomía o la amputación) (v. tabla 13-6). Las contraindicaciones específicas para la anestesia epidural incluyen la
diátesis hemorrágica y la sepsis. Si existe hipovolemia, está
contraindicada la administración epidural de anestésicos
locales, pero no de opiáceos; el tratamiento previo con líquidos puede mejorar la respuesta hemodinámica, disminuyendo
el riesgo de los anestésicos locales en los pacientes hipovolémicos. La dosis del anestésico local debe reducirse en los
pacientes geriátricos, gestantes y obesos, y en los que tienen
lesiones que ocupan espacio o trastornos que pueden producir ingurgitación venosa. Si se encuentra líquido cefalorraquídeo (LCR) cuando se administra la anestesia, debe reducirse la
dosis del anestésico al 50%.
En los perros, la anestesia epidural puede administrarse de
forma segura si se desensibiliza la piel localmente (es decir, con
lidocaína) y se utiliza neuroleptoanalgesia (p. ej., un opiáceo
más un tranquilizante), pero en los gatos suele ser necesaria la
anestesia general. Para administrar la anestesia se necesitan
una aguja espinal, guantes estériles, la dosis y el volumen adecuados del fármaco seleccionado, una jeringa para administrarlo, una jeringa de prueba para el aire o el aire y el suero
salino, y un paño con un orificio (paño con ventana). En los
pacientes conscientes también se necesita una aguja y una
jeringa con lidocaína para desensibilizar la piel y el tejido subcutáneo inmediatamente dorsales al espacio lumbosacro.
Cuando se administra anestesia epidural a los perros hay que
tener en cuenta que la médula espinal puede terminar a nivel
de L6 o de L7, y el saco dural termina a nivel de L7-S1. En los
gatos, la médula y el saco dural suelen extenderse una vértebra
más caudalmente (la médula espinal puede terminar en S3),
por tanto, es más probable que se realice una punción dural en
los gatos que en los perros.
Para administrar anestesia epidural, afeite la piel por encima de
L7-S1 y prepárela de forma estéril. Observe que la apófisis dorsal de L6, y no de L7, es más prominente. Coloque al animal en
decúbito esternal con las extremidades anteriores flexionadas
y colocadas cranealmente; los pacientes también pueden colo-
140
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Perro
A
Foramen
infraorbitario
Gato
B
Foramen
infraorbitario
Figura 13-6
A y B. Bloqueo infraorbitario.
carse en decúbito lateral. Palpe los puntos de referencia (las
espinas ilíacas dorsales craneales derecha e izquierda, la apófisis espinosa de L7 y la cresta sacra medial; v. figuras 13-8 y
13-9); inserte la aguja espinal a través de la piel con el bisel
craneal. Debe penetrar en la piel sobre la línea media dorsal
perpendicularmente a la piel en el centro del espacio que hay
entre L7 y S1. Como alternativa, puede penetrar en la piel
sobre la línea media dorsal inmediatamente detrás y paralela
a la apófisis espinosa de L7. Si con un método no tiene éxito,
intente el otro método. Introduzca la aguja a través del tejido
subcutáneo, el ligamento supraespinoso, el ligamento interespinoso y el ligamento amarillo hacia el espacio epidural. En los
perros (pero no en los gatos), suele percibirse un sonido o el
cambio de resistencia cuando la aguja penetra en el ligamento amarillo. Si la aguja espinal golpea el hueso mientras avanza, puede estar rozando la cara caudal de la apófisis espinosa
de L7 o la cara craneal de S1. En este caso, hay que retirar un
poco la aguja, cambiar su ángulo de penetración craneal o
caudalmente (dependiendo de la posición de la aguja con respecto a L7 o S1), e introducirla suavemente alejándola del
borde del hueso. Si no lo consigue, retire la aguja, palpe las
marcas de referencia e inténtelo otra vez. Para confirmar la
posición de la aguja, retire el estilete y compruebe si hay LCR
o sangre; no debe encontrarse LCR. Puede realizarse una aspiración suave. Si se encuentra LCR, la dosis del analgésico debe
reducirse a la mitad; si se encuentra sangre, debe sustituirse el
estilete y volver a colocar la aguja. En los perros, no debe
encontrarse resistencia cuando se inyectan 0,5 mL de aire
(también pueden inyectarse 0,5 mL de aire y 0,5 mL de suero
salino mientras se observa la línea de líquido por si hubiera
resistencia); en los gatos se utiliza menos cantidad (0,1-0,2 mL
de aire). Después de inyectar la cantidad adecuada del fármaco, sustituya el estilete, retire la aguja, y coloque al paciente
con el lado afectado (emplazamiento quirúrgico) hacia abajo.
Cuando se coloca un catéter epidural se sigue un procedimiento similar; el bisel de la aguja de Tuohy dirige el catéter cranealmente y facilita su colocación. Antes de inyectar el fármaco dentro del catéter, debe confirmarse que está colocado
correctamente aspirando, para evitar la migración del catéter
y las inyecciones intravenosas o intratecales inadvertidas. El
catéter y la entrada de la inyección deben etiquetarse correctamente para que no se inyecten fármacos sistémicos.
NOTA: Cuando se coloca un catéter epidural se sigue
un procedimiento similar; el bisel de la aguja de Tuohy dirige el catéter cranealmente y facilita su colocación.
La técnica de la «gota colgante» es un método alternativo para
administrar la anestesia epidural en los pequeños animales. El
animal también debe colocarse en decúbito esternal y la piel
debe prepararse de la misma forma. Una vez que la aguja espinal
y el estilete penetran en la piel, se retira el estilete y se llena el cono
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
141
A
Perro
Foramen
infraorbitario
B
Gato
Figura 13-7
A. Bloqueo mandibular en un perro. B. Bloqueo del
mentón en un gato.
Foramen
infraorbitario
de la aguja con suero salino. Se hace avanzar la aguja lentamente.
Cuando penetra en el espacio epidural, se aspira el suero salino
en la aguja y el espacio epidural. Si se perfora el saco dural, el
LCR empuja la gota fuera de la aguja. Si se encuentra sangre, se
visualizará en el cono.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Una vez que la aguja y el estilete han perforado la piel, retire el
estilete y aplique suero salino en el cono. Introduzca la aguja
lentamente.
Las complicaciones que se asocian a la anestesia epidural o
al cateterismo epidural son poco frecuentes y no suelen ser graves, pero pueden incluir infección, hemorragia y fracaso para
producir analgesia o anestesia. Si se administran anestésicos
locales se produce bloqueo sensorial y motor, mientras que los
opiáceos sólo afectan a la función sensorial. Los anestésicos
locales producen sedación leve o ninguna, náuseas y vómitos
mínimos, y en ocasiones retención urinaria. Los opiáceos pueden producir sedación intensa, náuseas, vómitos, retención
urinaria y/o prurito. Si se produce retención urinaria, debe
hacerse un cateterismo de la vejiga, no debe exprimirse. Con
respecto a la función cardiopulmonar, la administración epi-
dural de un anestésico local puede hacer que disminuyan la
frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco y la presión arterial. Puede esperarse que se produzca hipotensión postural. La administración local de la dosis adecuada no suele alterar el sistema
respiratorio, pero una dosis excesiva puede producir insuficiencia respiratoria, convulsiones, o ambas. Debe mantenerse
la cabeza del paciente elevada después de la administración de
un anestésico local. La administración de opiáceos en las dosis
adecuadas produce cambios mínimos en la frecuencia cardíaca, el gasto cardíaco o la presión arterial, pero puede causar
depresión respiratoria inicial y tardía, que puede antagonizarse. La morfina sin conservantes dura más tiempo y puede utilizarse para las intervenciones abdominales y de las extremidades posteriores. Puesto que la morfina no es liposoluble, migra
cranealmente y puede utilizarse como analgésico en las intervenciones abdominales craneales o torácicas y en las amputaciones de las extremidades anteriores. En el caso de la morfina
epidural, debe observarse al paciente por si se produce depresión respiratoria tras la administración epidural debido a captación sistémica; del mismo modo, debe observarse al paciente
cuando hayan transcurrido varias horas por si se produce
depresión respiratoria debido a la diseminación del opiáceo en
142
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Ligamento
interespinoso
Craneal
Sitio de la
inyección
Piel
Ligamento
amarillo
Ligamento
supraespinoso
Espacio
epidural
L7
L7
Sacro
Ilion
Médula
espinal
L7
Líquido
cefalorraquídeo
Cauda
equina
Sacro
Figura 13-9
Caudal
Anatomía del perro que debe tenerse en cuenta cuando se
va a utilizar una aguja para la anestesia epidural.
Obsérvese la colocación de la aguja.
Figura 13-8
Vista dorsal de un perro en la que se observan las marcas
de referencia palpables para la inyección epidural de un
anestésico o analgésico.
el cerebro. En casos seleccionados, los opiáceos pueden combinarse con anestésicos locales para su administración epidural.
En estos casos, debe tenerse en cuenta el volumen total para
prevenir la migración craneal del anestésico local, ya que
podría producir parálisis de los nervios intercostales y del nervio frénico.
Fármacos antiinflamatorios no esteroideos
El uso de AINE debe limitarse a los autorizados para su uso en
las especies de destino en EE. UU. (v. tabla 13-7) o en otros
países (v. tabla 13-8). Aunque se ha hecho un gran esfuerzo
para proporcionar información actualizada sobre los mecanismos de acción, la seguridad y la eficacia de los AINE, los
conocimientos sobre estos fármacos aumentan tan deprisa
que algunos de ellos se han omitido en este capítulo. Por ejemplo, la antigua creencia de que los AINE actúan periféricamente a través de su ciclooxigenasa estructural (COX)-1 o
COX-2 inflamatoria es una idea demasiado simplificada. Históricamente, se consideraba que COX-1 era estructural y,
principalmente, responsable de las funciones organizativas
(p. ej., nefroprotección, gastroprotección, coagulación sanguínea), mientras que su inhibición se consideraba responsable
de la mayoría de los efectos secundarios (p. ej., úlceras gástricas, insuficiencia renal y discrasias sanguíneas). Se consideraba que COX-2 induce la inflamación, y que su inhibición era
responsable de la mayoría de los efectos terapéuticos (p. ej.,
analgésicos y antiinflamatorios). Por tanto, se fueron desarrollando fármacos con mayor especificidad COX-2, creyendo
que eran más seguros. Aunque COX-1 es principalmente
estructural y COX-2 es principalmente inflamatoria, todavía
queda mucho que aprender sobre sus mecanismos de acción.
Los inhibidores de COX-2 son más gastroprotectores, pero
también pueden tener efectos secundarios, puesto que COX-2
forma parte del riñón, el cerebro y el aparato reproductor. La
función de COX-1 también puede ser importante en la inflamación crónica. Recientemente, se ha descubierto en los seres
humanos y en los perros COX-3, una isoforma de COX derivada de los mismos genes que COX-1, que podría explicar la
acción del paracetamol y de dipirona.
Además de la inhibición de COX, en los perros existe un inhibidor de la 5-lipooxigenasa (LOX). Si se tiene en cuenta la cascada del ácido araquidónico, algunos creen que si se inhibe la ruta
COX (p. ej., responsable de la formación de tromboxano y prostaglandinas), el ácido araquidónico se desvía a la ruta de la lipooxigenasa, responsable de producir leucotrienos y otros mediadores inflamatorios.
Hasta que no se utiliza un AINE no se pueden conocer sus
reacciones idiosincrásicas y tóxicas, a pesar de las pruebas realizadas antes por las industrias farmacéuticas. Las mejoras de los
informes sobre las reacciones farmacológicas adversas de la Food
and Drug Administration (FDA) Centre for Veterinary Medicine
(CVM) y la farmacovigilancia continuada que realiza la industria farmacéutica ayudarán a los clínicos a tomar las decisiones
adecuadas sobre la administración de AINE. Sin embargo, la responsabilidad de determinar la relación entre el riesgo y el beneficio para cada paciente en particular seguirá recayendo en el
clínico.
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
143
TABLA 13-7
AINE de uso frecuente autorizados en EE. UU.
AINE
INDICACIONES*
POSOLOGÍA
PRESENTACIÓN
ESPECIES
Carprofeno
Preoperatorio†
1-2 mg/kg, VO, 2 veces al día, o
4 mg/kg, SC
Comprimidos masticables,
cápsulas, solución inyectable
Perro
Carprofeno
Osteoartritis
1-2 mg/kg, VO, 2 veces al día, o
4 mg/kg, SC
Comprimidos masticables,
cápsulas, solución inyectable
Perro
Deracoxib‡
Preoperatorio†
3-4 mg/kg/d, VO, durante 7 días
Comprimidos masticables
Perro
Deracoxib‡
Osteoartritis
1-2 mg/kg/d, VO
Comprimidos masticables
Perro
Etodolaco
Osteoartritis
10-15 mg/kg 1 vez al día, VO
Comprimidos
Perro
Firocoxib
Osteoartritis
5 mg/kg, VO, 1 vez al día
Comprimidos masticables
Perro
Meloxicam
Osteoartritis
0,2 mg/kg, VO, IV, SC seguido por
0,1 mg/kg/día VO
Suspensión, solución inyectable
Perro
Meloxicam
Preoperatorio†
0,3 mg/kg, SC 1 vez (demasiado
alto); a 0,2 mg/kg, SC
Solución inyectable
Gato
Tepoxalina
Osteoartritis
10-20 mg/kg, VO seguido por
10 mg/kg/día
Comprimidos de desintegración
rápida
Perro
Se dispensan con una hoja informativa para el cliente.
SC, subcutáneo; VO, vía oral.
*Los AINE sólo deben utilizarse en pacientes adultos jóvenes, sanos, normovolémicos, normotensos, sin antecedentes de enfermedad renal o
hepática, o de diátesis hemorrágica; véase el texto para obtener información sobre otras condiciones que limitan su uso (p. ej., la gestación).
Véase información sobre su prescripción en EE. UU. para conocer los efectos secundarios.
†
Se recomienda la administración intraoperatoria y postoperatoria de líquidos, en vez de la administración preoperatoria.
‡
Su uso sólo está autorizado en perros de más de 2 kg.
TABLA 13-8
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
AINE de uso frecuente autorizados en otros países
AINE
INDICACIONES*
POSOLOGÍA
ESPECIES
PRECAUCIONES
Carprofeno
Preoperatorio†
1-2 mg/kg, SC, UNA VEZ
Gato
Sólo se administra una vez;
administrar líquidos; no
autorizado para este uso
Quetoprofeno
Postoperatorio
1-2 mg/kg, SC, IM, IV; seguido por
0,5-1 mg/kg, VO, SC, hasta 4 días
Perro
Hemorragia; administrar
líquidos; no autorizado
para este uso
Quetoprofeno
Postoperatorio
1-2 mg/kg SC, IM; seguido por 0,5-1 mg/
kg, VO, SC, hasta 4 días
Gato
Hemorragia; administrar
líquidos; no autorizado
para este uso
Meloxicam
Perioperatorio†
0,1-0,2 mg/kg SC, VO; seguido por
0,05-0,1 mg/kg, VO, durante 1-3 días
Gato
Administrar líquidos; no
autorizado para este uso
Meloxicam
Osteoartritis
0,1-0,2 mg/kg SC, VO, después
0,05-0,1 mg/kg, VO, durante 1-3 días,
después 0,025 mg/kg, VO, o 0,1 mg/gato,
2-3 veces a la semana
Gato
No autorizado para este uso
Meloxicam
Perioperatorio†
0,2 mg/kg VO; seguido por 0,1 mg/kg/d,
VO, durante 2-3 días
Perro
No autorizado para este uso
Se dispensan con una hoja informativa para el cliente.
IM, intramuscular; SC, subcutáneo; VO, vía oral.
*Los AINE sólo deben utilizarse en pacientes adultos jóvenes, sanos, normovolémicos, normotensos, sin antecedentes de enfermedad renal o
hepática, o de diátesis hemorrágica; véase el texto para obtener información sobre otras condiciones que limitan su uso (p. ej., la gestación).
Véase información sobre su prescripción en EE. UU. para conocer los efectos secundarios.
†
Se recomienda la administración intraoperatoria, en vez de la administración preoperatoria.
144
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
Los AINE producen analgesia y disminuyen la inflamación
y la fiebre. Históricamente, se han utilizado para tratar el dolor
crónico, y ahora se están investigando para el dolor agudo. No
se han utilizado mucho en los gatos debido a su toxicidad. La
mayoría de los AINE se comercializa como preparaciones orales y no se han aprobado para tratar el dolor perioperatorio.
Pueden asociarse a problemas de coagulación (inhibición de
las plaquetas), úlceras gastrointestinales y perforación, y posiblemente a lesiones renales o hepáticas, lo que ha limitado su
uso perioperatorio. Puesto que durante la anestesia no pueden
predecirse con exactitud la hipotensión y la hemorragia, los
AINE deben reservarse para su uso postoperatorio. Cuando se
utilizan AINE, es importante mantener la perfusión visceral,
incluso aunque eso signifique administrar líquidos IV. En
EE. UU. hay dos AINE aprobados para su uso perioperatorio
en los perros (carprofeno y deracoxib) y uno para los gatos
(meloxicam). Los AINE sólo deben utilizarse en pacientes
sanos, adultos jóvenes, normovolémicos, normotensos, sin signos de úlcera gástrica, diátesis hemorrágica o alteración de la
función renal o hepática, y con eficacia y seguridad demostradas en las especies de destino.
En las hembras de cría y en las hembras preñadas debe evitarse el uso de AINE durante el estro. Es probable que COX-2 sea
necesario para la reproducción normal. COX-2 puede ser necesario para la ovulación, la implantación y el desarrollo placentario. Las prostaglandinas inducen la luteólisis y producen contracción del miometrio. En los animales muy jóvenes y en los
muy ancianos, la capacidad para metabolizar y excretar los AINE
puede estar comprometida, por lo que debe tenerse más cuidado
cuando se prescriben AINE en estas poblaciones.
No debe iniciarse el tratamiento con un AINE si se están
administrando esteroideos u otros AINE. No se han establecido
los períodos adecuados de «lavado», por lo que deben administrarse otras clases de analgésicos (p. ej., opiáceos) durante un
intervalo apropiado. Se conoce la vida media de eliminación de
la mayoría de los AINE, y puede utilizarse como referencia para
el período de lavado.
Los AINE pueden interactuar con otros fármacos de varias
formas. Tienen una alta afinidad por las proteínas. Los fármacos
con un índice terapéutico estrecho (p. ej., digoxina, cisplatino,
metotrexato y los anticoagulantes orales) son los que más
aumentan el riesgo de toxicidad de los AINE o de otros fármacos. Los AINE pueden hacer que disminuya la eficacia de otros
fármacos, como los diuréticos, los inhibidores de la ECA o los
␤-bloqueantes. Cuando se administran junto con algunos fármacos (p. ej., corticoesteroides, heparina y aminoglucósidos),
aumenta el riesgo de que los AINE produzcan efectos secundarios.
Los trastornos gastrointestinales son el efecto secundario de
los AINE que se observa con más frecuencia. Los AINE con más
especificidad COX-2 pueden proteger de la inflamación y producir menos lesiones gastrointestinales. Los veterinarios deben
ser prudentes cuando añaden fármacos a un protocolo de tratamiento con AINE para el control y la prevención de las úlceras;
cuando se utilizan en los gatos hay que tener cuidado para evitar
el estreñimiento.
Lo más importante para aumentar la seguridad cuando se
utilizan AINE es la educación del cliente. Debe realizarse una
anamnesis cuidadosa para asegurarse de que no se están administrando a la vez otros AINE o corticoesteroides. Debe utilizar-
se la dosis eficaz más baja. La administración intermitente es
adecuada para algunos pacientes, de forma parecida a como se
utilizan en los seres humanos (después de un día con una dosis
más alta). Los propietarios deben tener cuidado para administrar sólo los AINE prescritos por el veterinario y a una frecuencia
no superior a la prescrita. Y es muy importante pedir a los propietarios que suspendan el tratamiento con AINE y se pongan en
contacto con el veterinario en caso de inapetencia, vómitos,
diarrea o letargia.
Otros fármacos
Se están utilizando fármacos complementarios (v. tabla 13-9) a
los analgésicos típicos, especialmente para tratar el dolor crónico
o de origen nervioso. Los ␮-agonistas no opiáceos (p. ej., tramadol), los antiepilépticos (p. ej., gabapentina), los antidepresivos
(p. ej., amitriptilina y fluoxetina) y los antivíricos (p. ej., amantadina) son otras opciones posibles para los pacientes con dolor
persistente. Tramadol es un ␮-agonista no opiáceo que sirve
como analgésico. Funciona como inhibidor de la captación
selectiva de serotonina y norepinefrina, lo que explica por qué
no se antagoniza completamente con naloxona. Debe evitarse
utilizar tramadol junto con otros fármacos que afectan a la concentración de serotonina. Puede causar el síndrome de serotonina si se administra con inhibidores de la monoaminooxidasa
(selegilina, l-deprenil, isoniazida), inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (fluoxetina) o antidepresivos (amitriptilina). Los efectos de la S-adenosil-metionina pueden ser
aditivos. En EE. UU. no está programado, pero existe la posibilidad de abuso en los seres humanos. Los efectos secundarios son
parecidos a los de otros opiáceos. Tramadol puede disminuir el
umbral para las convulsiones.
Otras opciones de tratamiento
En algunos estudios se han examinado los resultados de los tratamientos complementarios y alternativos para el dolor. La rehabilitación física (p. ej., masaje, ejercicio e hidroterapia) puede
hacer que se recupere antes la funcionalidad y se conserve el rango de movilidad, así como que disminuyan la fibrosis y la atrofia
muscular (v. capítulo 12). Los veterinarios y los propietarios
pueden considerar los tratamientos alternativos (como la acupuntura, la terapia magnética, la terapia quiropráctica, los tratamientos naturales holísticos y los nutracéuticos) para los pacientes que no responden al tratamiento convencional. La American
Veterinary Medical Association ha publicado unas pautas de
actuación para los tratamientos veterinarios alternativos y complementarios.
EVALUACIÓN POSTOPERATORIA DEL PACIENTE
Generalmente, los pacientes deben tratarse debido al dolor
durante 1-3 días después de la cirugía. Para evaluar la eficacia del
tratamiento se utilizan las mismas variables que para determinar
si el paciente necesita analgesia. En los pacientes postoperatorios
deben controlarse la frecuencia cardíaca, la respiración, la presión arterial, la temperatura corporal, el color de las mucosas y
la puntuación del dolor. Si el tratamiento analgésico tiene éxito, estas variables suelen normalizarse. Deberán tomarse otras
medidas fisiológicas adicionales si el estado del paciente así lo
aconseja. La analgesia puede sedar al paciente, pero debe ser
capaz de reaccionar ante los estímulos; dormir es conveniente
para el animal. Puede ser difícil evaluar la cantidad de dolor
CAPÍTULO 13
Tratamiento analgésico multimodal perioperatorio
145
TABLA 13-9
Fármacos complementarios y productos naturales utilizados como analgésicos
FÁRMACO/PRODUCTO
NATURAL (CLASE)
POSOLOGÍA*
INDICACIONES
EFECTOS SECUNDARIOS
Amantadina (antivírico)
Perros y gatos: 3 mg/kg,
VO, al día
Junto con un opiáceo o un
AINE para el dolor crónico
Gabapentina
(antiepiléptico)
Perros y gatos: 1,25-10 mg/kg, Junto con un opiáceo o un
VO, 2 veces al día
AINE para el dolor crónico o
(empezando con una dosis
el dolor neuropático
baja)
Letargia
Amitriptilina
(antidepresivo
tricíclico)
Perros y gatos: 0,5-1 mg/kg,
VO, al día
Perros: 2-5 mg/kg, VO,
2 o 3 veces al día
Junto con un opiáceo o un
AINE para el dolor crónico o
el dolor neuropático; relajante
muscular
Ganancia de peso;
somnolencia; no administrar
con inhibidores de la
monoaminooxidasa o
inhibidores de la captación de
serotonina
Tramadol (␮-agonista
no opiáceo)
Gatos: 1-2 mg/kg, VO,
2 veces al día
Dolor crónico (de leve a
moderado); puede usarse
junto con un opiáceo o un
AINE
Parecidos a los de los opiáceos,
pero menos intensos;
convulsiones; puede causar
síndrome de serotonina si se
utilizan con un inhibidor de la
captación de serotonina o con
in IMAO
Drynaria 12 (producto
natural)
1 comprimido/12 kg, VO,
2 veces al día
Osteoartritis, dolor (de leve a
moderado)
Se utiliza como adyuvante; no
debe usarse en hembras
preñadas
Corydalis 5 (producto
natural)
1 comprimido/12 kg, VO,
2 veces al día
Dolor (de leve a moderado),
espasmos
Debe controlarse el hígado; se
utiliza como adyuvante; no
debe usarse en hembras
preñadas
VO, vía oral.
*Las dosis no están bien establecidas.
que siente un animal muy sedado. Es más sencillo evaluar el
estado del paciente cuando van desapareciendo los efectos de
los sedantes y los anestésicos, o si se ha utilizado un analgésico
que no produce sedación. Debe observarse la conducta normal
del paciente, si come, si bebe, si orina y si defeca (en los gatos,
si utilizan el cajón de arena), si se asea, y si presta atención al
entorno, todo lo cual indica que no siente un dolor intenso.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Bibliografía
Carroll GL, Simonson SM: Recent developments in nonsteroidal
antiinflammatory drugs in cats, J Am Anim Hosp Assoc 41:347-354,
2005.
Curry SL, Cogar SM, Cook JL: Nonsteroidal antiinflammatory drugs:
a review, J Am Anim Hosp Assoc 41:298-308, 2005.
Muir WW, Wiese AJ, Philip A et al: Effects of morphine, lidocaine,
ketamine, and morphine-lidocaine-ketamine drug combination
on minimum alveolar concentration in dogs anesthetized with
isoflurane, Am J Vet Res 64:1155-1160, 2003.
Lecturas y vídeos recomendados
(v. los enlaces en la edición electrónica)
En la página web de la AAHA, http://www.aahanet.org/Stand/Index.
html, se ofrece información sobre las normas de acreditación.
JAVMA, Vol 209, n.° 6, 15 de septiembre de 1996 o http://www.
vet-task-force.com/Guidelines.htm
Mathews KA: Relieving pain, Guelph, Ontario, Canada, 1998, Jonkar
Computer Services, The Center for the Study of Animal Welfare,
University of Guelph.
Es un programa informático interactivo que muestra cómo evaluar y
tratar el dolor postoperatorio en los perros y los gatos.
Mathews KA: Pain H.U.R.T.S. Guelph, Ontario, Canada, 2003, Jonkar
Computer Services.
Este programa informático analiza el tratamiento del dolor, incluyendo la fisiología, la fisiopatología y el origen del dolor. Se revisan el
reconocimiento, la evaluación y el tratamiento del dolor en varias
especies, incluyendo los perros y los gatos.
Pain management. MES Companion CD-ROM. Teton New Media,
2000.
Esta guía ilustrada muestra cómo se realizan las técnicas para tratar el
dolor y revisa las terapias para tratar el dolor.
146
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
C A P Í T U L O
14
Principios de la cirugía
mínimamente invasiva
La cirugía mínimamente invasiva se está convirtiendo en una
herramienta de diagnóstico y tratamiento cada vez más aceptada
en la práctica veterinaria. Aunque algunas de las intervenciones
mínimamente invasivas las realizan los internistas veterinarios,
actualmente muchos cirujanos realizan este tipo de intervenciones. En este capítulo se proporciona una visión general de las
técnicas endoscópicas que incluye los principios básicos subyacentes y una descripción del equipo que se utiliza. Las técnicas
específicas (p. ej., la pericardiectomía toracoscópica o la eliminación de las lesiones de la osteocondritis disecante [OCD]) se
han incluido en los capítulos en los que se analizan los distintos
sistemas, enfermedades o trastornos.
DEFINICIONES Y TERMINOLOGÍA
La endoscopia es el uso de un instrumento (un endoscopio) para
visualizar el interior de un órgano u otra zona que de otra forma
no podría examinarse sin cirugía. En la endoscopia flexible se
utiliza un endoscopio flexible (generalmente de plástico) diseñado para que pueda doblarse y permita ver todos los ángulos y
moverse alrededor de ellos. El grado de flexibilidad depende sobre
todo del instrumento, pero los endoscopios más flexibles pueden
doblarse formando un ángulo de 180° más o menos (es decir, volver a trazar su curso mientras se introduce). La mayoría de los
endoscopios tienen un mango (es decir, por donde lo sujeta el operador), un tubo de inserción (es decir, la parte que se introduce en
el paciente) y un cable umbilical (es decir, la parte que une el
endoscopio con la fuente de luz y el procesador de vídeo). El canal
de biopsia es el paso que sirve para que pueda colocarse el instrumental a través del endoscopio (es decir, pinzas de biopsia, pinzas
para retirar cuerpos extraños, sondas de aspiración, cepillos de
citología, etc.). Los endoscopios sumergibles son los que tienen
mangos que pueden sumergirse en agua sin riesgo de lesiones.
En la endoscopia rígida se utiliza un endoscopio de plástico
o de metal que no puede doblarse. Una lente situada en la punta
del endoscopio permite mirar al operador detrás de sí mismo,
pero cuando el endoscopio se introduce, la punta no puede cambiar de dirección con respecto al resto del endoscopio. El obturador es el dispositivo que se coloca a través de un endoscopio
hueco para facilitar la inserción del endoscopio dentro del órgano deseado (p. ej., el colon).
Instrumentación se refiere a la inserción de un endoscopio,
artroscopio u otra herramienta dentro de la articulación. Triangulación se refiere a la visualización con éxito del instrumental
146
manual a través del endoscopio, de forma que sirve como guía
para realizar biopsias o intervenciones terapéuticas dentro de
una cavidad orgánica o de una articulación. Todo el equipo que
se introduce en el organismo o en una articulación lo hace a
través de puertas de entrada u orificios que se realizan a través de
la piel o de los tejidos blandos. Las puertas de entrada se definen
por su uso. El endoscopio se inserta a través de una puerta para
endoscopio o puerta para cámara, y el instrumental mecánico y
manual se introduce a través de una puerta para instrumental.
Las cánulas son tubos de metal que mantienen las puertas de
entrada y protegen el instrumental.
La gastroduodenoscopia es la endoscopia del esófago, el estómago y el duodeno (y en ocasiones, la parte superior del yeyuno).
La colonoscopia es la endoscopia del colon. La ileoscopia es la
endoscopia del íleon y se realiza junto con la colonoscopia. La
proctoscopia se refiere a la exploración del ano y el recto. La broncoscopia es la endoscopia de la tráquea y los bronquios, y la laringoscopia es la exploración de la faringe y la laringe. Generalmente,
la rinoscopia se refiere a la colocación de un endoscopio a través
de los orificios nasales y a la exploración de las vías nasales. Puede
incluir o no el uso de un endoscopio para examinar las coanas. La
cistoscopia es la endoscopia de la vejiga urinaria y puede incluir
la cistoscopia retrógrada (es decir, el endoscopio avanza desde la
uretra hasta la vejiga) o la introducción transabdominal (es decir,
el endoscopio se coloca a través de una cánula insertada a través
de la pared abdominal y de la pared de la vejiga). La vaginoscopia
es la endoscopia de la vagina. La laparoscopia es la endoscopia de
la cavidad peritoneal y puede ser diagnóstica (es decir, el interés se
centra en la biopsia de los órganos) o intervencional (es decir, se
utiliza para realizar cirugía mínimamente invasiva, como una gastropexia, o para colocar una sonda de yeyunostomía). La toracoscopia es la endoscopia de la cavidad pleural y también puede ser
diagnóstica o intervencional.
La artroscopia es la técnica de endoscopia de una articulación. Siempre se utilizan cánulas diseñadas específicamente
para este uso. También pueden utilizarse otros instrumentos y
dispositivos para evacuar líquidos con o sin cánulas. El líquido
que fluye hacia la articulación se denomina flujo de entrada o
ingreso; el líquido que fluye hacia fuera de la articulación se
denomina flujo de salida o salida. Repetir la exploración artroscópica en una articulación en la que ya se había realizado una
artroscopia antes se denomina artroscopia de segunda visión.
En todos los endoscopios, se dice que existe un «punto rojo» o
CAPÍTULO 14
un «punto blanco» cuando la punta de visualización del endoscopio está tan cerca de la superficie que se está explorando que
no se puede enfocar en la superficie (que aparece borrosa), o
cuando hay detritos en el extremo de visualización del endoscopio.
ENDOSCOPIA: PRINCIPIOS GENERALES,
EQUIPO Y TÉCNICAS
La endoscopia se utiliza para hacer biopsias de órganos, eliminar
cuerpos extraños, explorar la superficie interna de las vísceras
huecas y realizar intervenciones que antes se realizaban mediante técnicas más invasivas. Esta técnica sólo es válida si elimina la
necesidad de la cirugía más invasiva. Si por cualquier causa las
muestras de tejido obtenidas mediante endoscopia no sirven
para hacer un diagnóstico, se producen traumatismos inaceptables durante la eliminación endoscópica de cuerpos extraños, o
si no pueden explorarse de forma adecuada las superficies mucosas, la endoscopia deja de tener utilidad. Desgraciadamente, para
algunos clínicos la endoscopia ha sido más una «afición» que
una técnica importante que debe aprenderse y practicarse con
diligencia, y los pacientes han sufrido las consecuencias. En particular, la endoscopia flexible del aparato gastrointestinal superior puede ser más difícil de realizar de lo que normalmente se
cree, especialmente cuando se utiliza para tomar muestras de
biopsia de la mucosa. También es el caso de la hemilaminectomía; si el veterinario no conoce bien la técnica o no tiene mucha
práctica, es mejor que remita al paciente a otro veterinario para
realizar esta intervención.
INDICACIONES
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Endoscopia flexible
Aunque en ocasiones se realiza la endoscopia flexible del aparato digestivo y de las vías respiratorias para dilatar una estenosis, controlar la hemorragia, eliminar parte de un órgano o
todo el órgano, insertar una sonda o eliminar un cuerpo extraño, en medicina veterinaria se utiliza principalmente para
visualizar y obtener tejidos o muestras citológicas de las mucosas (v. cuadro 14-1). Siempre debe realizarse la biopsia independientemente del aspecto macroscópico de la mucosa,
excepto si existen contraindicaciones específicas, como una
coagulopatía o un aumento del riesgo de perforación. Normalmente, las muestras de tejido obtenidas mediante endoscopia
flexible se limitan a la mucosa y la submucosa adyacente, al
contrario que las muestras de todo el grosor que se obtienen
quirúrgicamente. Sin embargo, parece que las muestras obtenidas mediante endoscopia son adecuadas para realizar un
diagnóstico en el 80%-90% de los pacientes con enfermedad
infiltrativa gástrica o intestinal (p. ej., enfermedad intestinal
inflamatoria, histoplasmosis y neoplasia). Mediante la endoscopia no pueden diagnosticarse trastornos que se encuentren
fuera de su alcance (p. ej., carcinoma focal del yeyuno medio),
no puede realizarse un diagnóstico fiable de los infiltrados que
se encuentran a demasiada profundidad en la mucosa para
que las pinzas endoscópicas puedan alcanzarlos (un problema que
es más probable cuando se utilizan endoscopios con canales
de biopsia más pequeños, como los de 2 mm o menores), o de
las lesiones con fibrosis muy densa (p. ej., pitiosis o carcinoma
escirro).
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
147
Mediante el análisis citológico de las muestras obtenidas por
raspado o lavado endoscópico pueden diagnosticarse trastornos
como cáncer, histoplasmosis, prototecosis y enteritis eosinofílica. De hecho, en ocasiones mediante citología se ha diagnosticado histoplasmosis que no se apreciaba histológicamente. Sin
embargo, la mayoría de las enfermedades intestinales inflamatorias, especialmente los trastornos linfocíticos-plasmocíticos, no
pueden diagnosticarse de forma definitiva con técnicas citológicas. El lavado es especialmente útil en el aparato respiratorio
para diagnosticar los trastornos inflamatorios o infiltrativos, así
como para observar la infestación gástrica por Ollulanus tricuspis o la giardiasis duodenal.
Los pólipos rectales y gástricos pueden eliminarse endoscópicamente, aunque se necesita un endoscopio con un lazo adaptado para electrocauterización. Sin embargo, puesto que la mayoría de los pólipos rectales se encuentran cerca del recto, la
eliminación quirúrgica suele ser más fácil y más segura para eliminar todo el pólipo. Sólo debe intentarse la polipectomía
endoscópica si la persona que la va a realizar tiene experiencia en
electrocauterización endoscópica; el uso inadecuado del electrocauterio puede dañar o estropear el endoscopio y/o el procesador de vídeo.
La colocación percutánea de sondas de alimentación de gastrostomía puede realizarse con o sin endoscopia (v. p. 100). La
colocación endoscópica de estas sondas está indicada cuando el
aparato no endoscópico para colocarlas no se puede introducir
a través del esófago de forma segura, como en los casos de estenosis o dilatación esofágica, o si ya se ha introducido un endoscopio en el estómago por otra razón. La colocación endoscópica
supone la insuflación del estómago, que ayuda a prevenir que
otros órganos abdominales se queden atrapados entre el estómago y la pared abdominal.
Se prefiere la dilatación endoscópica de las estenosis esofágicas benignas, como las que causan las cicatrices que se producen
tras una esofagitis, a la resección quirúrgica. Las estenosis pueden recurrir tras utilizar cualquiera de estos dos métodos, pero
la cirugía se asocia a más morbilidad y mortalidad después de la
intervención, y a una tasa de recurrencia superior.
Las hemorragias intensas del tracto gastrointestinal superior
y la hemorragia vaginal persistente son indicaciones para la
endoscopia. La endoscopia preoperatoria puede ayudar a determinar si es necesaria la cirugía y asegurar que todos los sitios de
hemorragia están localizados. La endoscopia intraoperatoria
está indicada para buscar todas las lesiones hemorrágicas de la
mucosa gástrica que son difíciles de detectar en la superficie
serosa; las úlceras grandes pueden pasarse por alto cuando se
explora el estómago a través de una incisión de gastrostomía. Las
lesiones hemorrágicas graves pueden requerir electrocauterización endoscópica o inyecciones de alcohol. Mediante endoscopia
también pueden detectarse los tumores pequeños de la mucosa
que son imperceptibles en la superficie serosa.
Endoscopia rígida
La endoscopia rígida puede utilizarse en los aparatos gastrointestinal y respiratorio, la vejiga urinaria, la cavidad peritoneal, la
cavidad pleural y las articulaciones. Las indicaciones de la endoscopia rígida incluyen muchas de las indicaciones de la endoscopia
flexible (v. cuadro 14-1), pero la endoscopia rígida (especialmente la laparoscopia, toracoscopia y artroscopia) suele utilizarse más
para realizar intervenciones que la endoscopia flexible.
148
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
CUADRO 14-1
Indicaciones principales de las intervenciones endoscópicas en los perros y los gatos
Gastroduodenoscopia
Broncoscopia
• Biopsia/citología gástrica o intestinal para el diagnóstico
de trastornos infiltrativos
• Identificación de masas, úlceras, erosiones o infestación
por Physaloptera
• Identificación y eliminación de cuerpos extraños
• Colocación de sondas de gastrostomía
• Localización de lesiones (p. ej., úlceras, sitios de hemorragia) antes o durante la cirugía
• Identificación de lesiones (p. ej., colapso de tráquea,
infestación por Oslerus osleri)
• Lavado broncoalveolar o raspado de la tráquea o los
bronquios para citología y cultivo
• Identificación y eliminación de cuerpos extraños
• Identificación de la torsión de un lóbulo pulmonar
• Biopsia de la mucosa (p. ej., en los casos de bronquitis
crónica)
Esofagoscopia
Rinoscopia
•
•
•
•
• Identificación y eliminación de cuerpos extraños
• Biopsia/citología de las lesiones tumorales y de la mucosa por si existen trastornos infiltrativos
• Identificación y biopsia de los aspergilomas
• Identificación del origen de la epistaxis o de la secreción
nasal crónica
Identificación y eliminación de cuerpos extraños
Diagnóstico y dilatación de estenosis
Diagnóstico de esofagitis
Biopsia de tumores
Proctoscopia y colonoileoscopia
• Biopsia del colon, el íleon o el ciego por si existen trastornos infiltrativos, especialmente lesiones rectales infiltrativas
• Identificación de la infestación por Trichuris trichiura
• Eliminación de pólipos
• Diagnóstico de la intususcepción cecocólica
Laringoscopia
•
•
•
•
Identificación de la parálisis laríngea
Identificación del paladar blando alargado
Localización y eliminación de cuerpos extraños
Biopsia de tumores
Exploración de la parte posterior de los orificios nasales
•
•
•
•
Identificación y eliminación de cuerpos extraños
Citología/cultivo de la parte caudal de los orificios nasales
Identificación y biopsia de los trastornos proliferativos
Identificación de los ácaros nasales
Laparoscopia
• Diagnóstico de uréteres ectópicos
• Biopsia de lesiones proliferativas en la uretra y la vejiga,
especialmente de carcinomas
• Exploración y biopsia de las vísceras abdominales
• Determinar si se recomienda realizar una celiotomía
(p. ej., si hay pruebas de metástasis que indican que la
cirugía no es curativa)
• Para realizar intervenciones quirúrgicas mínimamente
invasivas, como gastropexia, colocación de sondas
de yeyunostomía, ovariohisterectomía y eliminación de
testículos retenidos
Toracoscopia
Artroscopia
• Identificación/biopsia de masas y otras lesiones infiltrativas, incluyendo biopsia pulmonar
• Identificación de bullas y determinación de su localización
• Colocación de sondas torácicas en animales con piotórax
grave
• Para determinar si la toracotomía es adecuada y, si lo es,
cuál es el mejor abordaje
• Realizar cirugía mínimamente invasiva, como pericardiectomía, ligadura/resección del AADP
• Identificación/biopsia de lesiones
• Eliminación de fragmentos sueltos (fragmentos de cartílago, fragmentos óseos, meniscos desgarrados)
• Tratamiento tópico de la osteoartritis (artroscopia de abrasión, microfractura)
• Lavado articular si existe sepsis
• Reparación de fracturas asistida por artroscopia
• Estabilización articular asistida por artroscopia
Citoscopia
AADP, arco aórtico derecho persistente.
Si se utiliza para hacer un diagnóstico, las muestras de tejidos
que se obtienen mediante la colonoscopia rígida pueden ser casi
tan profundas y grandes como las muestras de todo el espesor
que se obtienen quirúrgicamente. Generalmente, con el instrumental que se utiliza para las biopsias rígidas pueden obtenerse
muestras del colon o del recto grandes y profundas, que incluyen
cantidades relativamente extensas de submucosa. Por tanto, la
endoscopia rígida suele ser adecuada incluso cuando se sospecha
de la existencia de lesiones fibróticas, densas, en la submucosa.
Cuerpos extraños
Tanto la endoscopia flexible como la endoscopia rígida se utilizan para eliminar cuerpos extraños y, generalmente, se pre-
fiere la endoscopia rígida para eliminar la mayoría de los
cuerpos extraños esofágicos. La mayoría de los cuerpos extraños esofágicos, nasales, traqueales y laríngeos (y muchos
cuerpos extraños gástricos y duodenales) pueden eliminarse
endoscópicamente sin que suponga ningún riesgo para el
paciente.
Los objetos que están fuera del alcance del endoscopio,
que no pueden cogerse o atraparse con los dispositivos endoscópicos o que pueden causar lesiones graves si se intenta su
extracción endoscópica (p. ej., cuerpos lineales que han estado durante varios días y objetos con bordes cortantes o punzantes que no pueden cubrirse durante su extracción) deben
eliminarse quirúrgicamente.
CAPÍTULO 14
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
149
CUADRO 14-2
Comparación de los endoscopios flexibles y rígidos
Flexibles
•
•
•
•
Mayor acceso a más sitios en las vísceras
Más caros que los endoscopios rígidos
Más fácil causar lesiones
Su uso adecuado requiere mucha experiencia
Rígidos
•
•
•
•
Más baratos que los endoscopios flexibles
Generalmente, duran más
Es más fácil aprender a utilizarlos
Pueden realizarse biopsias más grandes que con los
endoscopios flexibles
• Excelentes para eliminar cuerpos extraños y proteger las
mucosas
• Respecto a las vísceras, sólo puede accederse al esófago,
el colon descendente, la laringe, la nariz y la tráquea
• Puede utilizarse en los espacios peritoneal, pleural y
articular
EQUIPO
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Endoscopios flexibles
Endoscopios. El equipo necesario depende del tipo de endoscopio y del sistema corporal que se va a investigar. Básicamente,
existen endoscopios flexibles y rígidos con una gran variedad de
tamaños y longitudes; ambos tipos tienen ventajas e inconvenientes (v. cuadro 14-2). Los endoscopios flexibles que más se
utilizan en medicina veterinaria son los gastroduodenoscopios,
broncoscopios y colonoscopios. Los endoscopios flexibles tienen
un mango, un tubo de inserción y un cable umbilical (v. figura 14-1). Los broncoscopios suelen tener un diámetro exterior
de 2-6 mm, los gastroduodenoscopios de 7,9 a 10 mm y los colonoscopios de 10 a 16 mm. Todos los endoscopios deben tener un
canal de succión para biopsia (generalmente, de 2 mm de diámetro en los broncoscopios, y de 2 a 3,2 mm en los gastroduodenoscopios y en los colonoscopios). Los gastroduodenoscopios
y los colonoscopios disponen de una punta de deflexión en cuatro sentidos y un canal aire-agua que se utiliza para insuflar aire
y lavar las lentes de visión; generalmente, los broncoscopios sólo
disponen de una punta de deflexión en dos sentidos y no tienen
canal aire-agua. El tubo de inserción tiene una longitud útil de
40-60 cm en los broncoscopios, de 100-135 cm en los gastroduodenoscopios y de 130-220 cm en los colonoscopios.
Un conjunto ideal de endoscopios flexibles debe incluir un
broncoscopio (de 4-5 mm de diámetro), un gastroduodenoscopio
pediátrico (<7,9 mm de diámetro con un canal de 2 mm) y un
gastroduodenoscopio regular (8,5-9,8 mm de diámetro con un
canal de 2,8 mm). Este instrumental es suficiente para la mayoría
de los casos. Si se desea comprar un cuarto endoscopio, puede considerarse un colonoscopio pediátrico de 1-6 mm, un broncoscopio
ultrafino o un ureteroscopio. Si sólo pueden comprarse dos endoscopios, que se utilizarán tanto para el aparato digestivo como para
el aparato respiratorio, puede considerarse un broncoscopio
(de 4-5 mm de diámetro) y un gastroduodenoscopio (8,5-9 mm
de diámetro externo y un canal de 2,8 mm). Si sólo se desea comprar un endoscopio y en la clínica se va a realizar endoscopia del
Figura 14-1
Gastroduodenoscopio flexible en el que se aprecia el cable
umbilical (A), que une el endoscopio a la fuente de luz; el
mango (B); y el tubo de inserción (C), que se introduce en el
animal.
aparato digestivo y del aparato respiratorio, lo mejor es comprar
un gastroduodenoscopio pediátrico con un diámetro exterior de
7,9 mm. Si sólo se desea adquirir un endoscopio que se utilizará
sólo para el aparato digestivo, es preferible un endoscopio con un
diámetro exterior de 8,5-9 mm con un canal de 2,8 mm.
Equipo de biopsia/citología. Las pinzas de biopsia y
para extraer cuerpos extraños que se utilizan con los endoscopios flexibles pueden tener diversas formas. El tamaño de las
pinzas depende del tamaño del canal de aspiración para la biopsia; cuanto más largo es el canal, más grande y más fuerte será el
dispositivo de biopsia o de recuperación que podrá utilizarse. Si
es posible, debe utilizarse un endoscopio con un canal de 2,8 mm
para la mayoría de las endoscopias del aparato digestivo en los
perros y en los gatos que pesan más de 3,2 kg. Con un canal de
2,8 mm pueden obtenerse muestras de tejido de más del
doble del tamaño de las que pueden obtenerse a través de un
canal de 2 mm. Estas porciones más grandes de tejido digestivo
suelen contener el espesor completo de la mucosa y parte de
submucosa. El autor prefiere utilizar pinzas de biopsia fenestradas, de tipo cocodrilo con forma de elipse, sin aguja (v. figura 14-2). En medicina humana se utilizan mucho las pinzas de
biopsia desechables, pero en medicina veterinaria tienen menos
ventajas porque el filo de las pinzas no suele tener importancia
para obtener buenas muestras de mucosa.
Los dispositivos que se utilizan para obtener muestras para
citología o cultivo por cepillado suelen constar de un cepillo introducido en un tubo de plástico. Este cepillo puede extenderse
manualmente fuera del extremo del tubo de plástico una vez que
la punta del dispositivo se ha introducido a través del canal de
biopsia del endoscopio y está cerca del tejido del que se va a obtener la muestra. Sin embargo, es posible que este dispositivo se
contamine cuando pasa a través del canal del endoscopio. Existen
sistemas de cepillado para los casos en que es absolutamente
imprescindible que la muestra obtenida no se contamine (para
hacer cultivos). Estos dispositivos constan de un cepillo extensible
que se encuentra dentro de un tubo extensible, que a su vez se
encuentra dentro de otro tubo. La punta del tubo más externo se
cierra para que no exista ninguna posibilidad de contaminación
150
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
Figura 14-2
Detalle de unas pinzas de biopsia flexible de tipo cocodrilo
elipsoidales. Las pinzas de la parte superior se utilizan para
los canales de 2,8 mm, y las pinzas de la parte inferior se
utilizan para canales de 2,2 mm. (Tomado de Willard MD:
Colonoscopy, proctoscopy, and ileoscopy, Vet Clin North Am
31:657, 2001.)
B
cuando el escopio pasa a través del canal de biopsia del endoscopio. Una vez que la punta del sistema de cepillado está cerca del
sitio donde se va a obtener la muestra para el cultivo, el tubo más
interno se extiende fuera del tubo más externo, y el cepillo se
extiende fuera del tubo más interno. Los cepillos que se utilizan
con fines diagnósticos nunca deben lavarse ni reutilizarse, mientras que las pinzas de biopsia pueden utilizarse repetidamente.
Instrumental para los endoscopios flexibles. Para eliminar los cuerpos extraños que se encuentran con más frecuencia,
es necesario utilizar diversos instrumentos de recuperación especiales. Los dispositivos más útiles son las pinzas para recuperar
monedas (de tipo W), pinzas de dientes de tiburón (especialmente
útiles para sujetar con firmeza trozos de tela) y los cestillos de cuatro alambres (v. figura 14-3). Las pinzas de cocodrilo son parecidas
a las de dientes de tiburón y también son útiles. Los cestillos deben
ser de alambre muy flexible para que puedan pasar sobre y alrededor de los objetos; sin embargo, esta cualidad hace que el alambre
se doble con más facilidad y se estropee el cestillo. Otros dispositivos para extraer cuerpos extraños incluyen cestos de alambre, asidores de tres alambres, sondas con la punta magnética y pinzas con
caucho antideslizante; estos instrumentos rara vez son necesarios.
Existen balones y catéteres especialmente diseñados para
dilatar las estenosis esofágicas. A pesar de que antes se pensaba
que con los balones se obtenían mejores resultados que con los
catéteres, el éxito depende más de la habilidad del operador, que
debe utilizar el equipo con el que esté más familiarizado. Existen
dos tipos principales de balones de dilatación esofágica: «por
encima del alambre» y «a través del canal del endoscopio». Es
importante utilizarlos en oposición a un balón más redondeado,
como en las sondas endotraqueales.
Existen diversos instrumentos que se utilizan durante la
endoscopia flexible para obtener muestras de biopsia, como
cepos, cuchillos y sondas, que tienen capacidad de electrocauterización. Las trampas de electrocauterización son las que más se
utilizan, porque permiten eliminar los pólipos esofágicos, gástricos y del colon. También pueden utilizarse para hacer tres o cuatro «cortes» cuadrantes dentro de las estenosis esofágicas para
facilitar la insuflación en las lesiones difíciles.
Figura 14-3
A. Puntas de las tres pinzas para cuerpos extraños que más
se utilizan. De arriba a abajo: pinzas de dientes de tiburón,
pinzas de dientes de ratón y pinzas para recuperar
monedas. Las pinzas para recuperar monedas y las pinzas
de dientes de ratón pueden pasar a través de un canal de
2 mm; las pinzas de dientes de tiburón requieren un canal
de 2,8 mm. B. En la parte superior se observa un cestillo de
cuatro alambres, que resulta muy útil debido a la extrema
flexibilidad de los alambres. El cestillo de cuatro alambres
de la parte inferior no se abre tanto, y la firmeza del
alambre hace difícil atrapar el cuerpo extraño.
NOTA: El uso de este instrumental por parte de personal
sin experiencia puede dañar o estropear el procesador
de vídeo y causar gran morbilidad en el paciente. Por
tanto, sólo debe utilizarse si el operador está capacitado para ello.
Endoscopios rígidos
Colonoscopios.
Los colonoscopios rígidos (generalmente,
sigmoidoscopios humanos) y los proctoscopios son tubos de
plástico o de metal de tamaño y longitud variables que tienen un
obturador y una fuente de luz. Puede insuflarse aire en la luz del
colon con un colonoscopio, pero no con la mayoría de los proctoscopios. Con los endoscopios más largos y de mayor diámetro
puede explorarse mejor la luz del colon. La longitud útil mínima
que se recomienda que tengan los colonoscopios es de 25 cm, y
es preferible que tengan 35 cm. La mayoría de los perros, excepto las razas miniatura, toleran endoscopios de 15 mm de diáme-
CAPÍTULO 14
Figura 14-4
Puntas de dos tipos de pinzas para biopsia rígidas. Las
pinzas de la parte superior son unas pinzas de biopsia
uterina para seres humanos, también conocidas como pinzas
de «concha» o pinzas «de doble cuchara». Las pinzas de la
parte inferior tienen un punzón superior más pequeño que se
encaja en el hueco inferior más grande con una acción de
cizalla, de forma parecida a las hojas de unas tijeras.
(Tomado de Tams TR: Small animal endoscopy, ed 2, St Louis,
1999, Mosby.)
tro interno, pero deben utilizarse endoscopios de 19-25 mm de
diámetro interior siempre que sea posible. Con los endoscopios
rígidos puede visualizarse la mucosa e insuflar aire a la vez.
A diferencia de los endoscopios flexibles, los endoscopios rígidos
no permiten la insuflación y la biopsia simultáneas. Es importante disponer de un tubo de succión que se inserta a través de
la luz para eliminar las heces residuales y los detritos. Debe disponerse de varios anoscopios y protoscopios de diferentes longitudes (generalmente, de 90 a 120 mm) y diferentes diámetros
(generalmente, de 14 a 22 mm). Las pinzas de biopsia que se
utilizan con los colonoscopios y los proctoscopios rígidos deben
tener una punta cortante o «de tipo tijeras» para cortar la mucosa (es decir, un punzón que encaje en un hueco de diámetro más
grande), en vez de las puntas «de concha» o de «doble cuchara»
que sujetan y desgarran los tejidos (v. figura 14-4). Las pinzas de
sujeción (como las que se utilizan para retirar los cuerpos extraños del esófago) deben ser fuertes y preferiblemente tener estrías
grandes para poder sujetar los cuerpos extraños con fuerza.
Laringoscopios. Los laringoscopios deben incluir un juego de cuchillas de laringoscopia rígida de varios tamaños, rectas
y curvas. Pueden utilizarse endoscopios flexibles, pero rara vez
son necesarios.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Endoscopios rígidos que necesitan un equipo
especial. La cistoscopia, laparoscopia, toracoscopia y artroscopia
rígidas requieren una cánula exterior (generalmente con un trócar),
que se inserta en la cavidad que se va a explorar, y un telescopio de
visión (también responsable de dirigir la luz), que se inserta dentro
de la cavidad a través de la cánula. Puede utilizarse el mismo equipo
para realizar rinoscopias, si el paciente es lo bastante grande, pero
no todas las rinoscopias se realizan con este equipo.
Laparoscopios/toracoscopios. La mayoría de los telescopios que se utilizan para las laparoscopias y las toracoscopias
tienen 5 mm de diámetro. Existe una amplia variedad de puntas
con distintos ángulos de visión, que varían progresivamente desde 0° (es decir, visión recta hacia delante) a 30° (un telescopio que
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
151
se utiliza con frecuencia y que permite ver las lesiones que hay
detrás), a los endoscopios que permiten visualizar lo que hay detrás
de los mismos (es decir, ángulos de visión de 270° o más). Los
endoscopios de 5 mm o más pequeños se utilizan para técnicas
de punción doble (es decir, el telescopio se coloca a través de una
cánula y los demás instrumentos [pinzas para biopsia, pinzas de
Babcock, etc.] se colocan a través de otras cánulas), en las que se
hacen al menos dos punciones dentro de la cavidad. Existen instrumentos de diámetro más pequeño, pero no suelen utilizarse
para la laparoscopia o toracoscopia en los perros o en los gatos.
También existen telescopios de más diámetro (10 mm), y algunos
tienen un canal que permite insertar un instrumento (p. ej., pinzas de biopsia, pinzas de sujeción, tijeras, etc.) mientras se observa a través del endoscopio. Estos endoscopios se denominan
endoscopios quirúrgicos, y pueden usarse para la laparoscopia y
la toracoscopia de punción única o de punción doble.
La laparoscopia requiere un sistema para insuflar el abdomen
(es decir, aguja de Veress), y tanto la laparoscopia como la toracoscopia requieren un sistema de trócar/cánula para insertar el
telescopio en la cavidad apropiada. Existen varios tipos de cánulas, pero generalmente es deseable que tengan al menos una
cánula con una puerta de aire para que pueda retirarse la aguja
de Veress del animal y la vía de insuflación quede enganchada a
la cánula (es decir, se deja una pieza menos del equipo en el
abdomen). También es deseable que tenga al menos una cánula
con rosca que esté «enroscada» en la pared torácica o abdominal
para eliminar el riesgo de quitar la cánula inadvertidamente. El
tipo de pinzas que se utilizan para la biopsia depende de la naturaleza de la biopsia que se vaya a realizar. Las biopsias hepáticas
se realizan mejor con pinzas de «concha» o «de doble cuchara»
(v. figura 14-4); las biopsias pancreáticas se realizan mejor con
pinzas punzantes. En general, las agujas TruCut sólo se utilizan
para los riñones y algunas masas; no se recomiendan para biopsias hepáticas a no ser que haya masas focales (generalmente,
estas lesiones deben aspirarse utilizando la ecografía antes de
realizar la endoscopia). También debe disponerse de otras pinzas
(p. ej., de Babcock), pinzas hemostáticas, sondas de aspiración,
portaagujas, tijeras, etc., y los electrocauterios son especialmente
importantes cuando se realiza una toracoscopia. Puesto que la
toracoscopia casi siempre se realiza entre dos personas y se
requiere coordinación entre los endoscopistas, la función de
vídeo suele ser absolutamente necesaria (al contrario que en la
mayorías de las demás endoscopias, en las que es útil pero no
imprescindible), así como en la artroscopia.
Cistoscopios. La mayoría de las cistoscopias son retrógradas en vez de transabdominales, excepto en los gatos, en los que
sólo es posible realizar cistoscopias transabdominales. Pueden
utilizarse endoscopios flexible de diámetro pequeño (p. ej.,
broncoscopios), pero generalmente se prefieren los telescopios
rígidos. Los telescopios rígidos que se utilizan para la cistoscopia
retrógrada en los perros suelen tener un diámetro de 10-22 Fr.
Las cánulas son muy importantes en las cistoscopias, porque
permiten la infusión simultánea de un líquido (p. ej., suero salino fisiológico) alrededor del telescopio durante la exploración,
lo que dilata la uretra y la vejiga, y hace que la sangre, la mucosidad y otros restos salgan por lavado.
Rinoscopios. En la rinoscopia rígida se utilizan los mismos telescopios que en la cistoscopia y la artroscopia porque se
necesita un equipo de pequeño diámetro. Las cánulas que se utilizan para la cistoscopia son especialmente útiles porque los
152
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
pacientes en los que se realizan rinoscopias suelen tener descargas nasales mucosas o sanguinolentas que oscurecen la visualización. La infusión de suero salino frío durante el proceso suele
hacer que se expulse el moco, mejorando la visualización. Sin
embargo, el pequeño tamaño de la cavidad nasal de los gatos y
algunos perros pequeños limitan el uso de las cánulas porque
aumentan el diámetro del instrumento que se va a insertar en la
nariz. Se han utilizado diversos instrumentos para la rinoscopia,
incluyendo endoscopios rígidos y flexibles.
Artroscopios. Véase el comentario más adelante, en la
página 155.
MANTENIMIENTO DEL EQUIPO
Los endoscopios (especialmente los flexibles) se estropean con
facilidad, por lo que sólo deben tener acceso al equipo de endoscopia algunos miembros del personal imprescindibles, incluyendo
las personas que preparan y limpian el equipo (v. cuadro 14-3).
Cuando no se están utilizando, los endoscopios flexibles deben
guardarse verticalmente en un bastidor. Si es absolutamente necesario guardar un endoscopio en su caja de transporte, debe tenerse mucho cuidado para asegurarse de que el tubo de inserción no se
queda atrapado entre los bordes de la caja (una forma frecuente
de que se rompan los haces de fibras). Los endoscopios flexibles
más modernos son sumergibles, incluyendo el mango; sin embargo, los endoscopios de fibra óptica más antiguos pueden dañarse
gravemente si entra agua en el mango a través de una junta durante la realización de la endoscopia o al lavarlos. La fuente de luz y
los demás componentes electrónicos no deben sumergirse en
agua, y deben utilizarse protectores de sobretensión. En el instrumental flexible sólo deben utilizarse gelatinas solubles en agua
como lubricante; las sustancias a base de petróleo pueden acortar
la vida de los revestimientos de caucho o de plástico.
El tubo de inserción no debe dejarse en un ángulo agudo,
especialmente en el punto en el que se une al mango, ya que los
haces de fibras pueden romperse. Hay que tener cuidado para
evitar coger una biopsia del tubo de inserción cuando se está
recogiendo una muestra de biopsia con la punta del endoscopio
en retroflexión máxima. El instrumento nunca debe forzarse a
través del canal de biopsia, especialmente cuando la punta del
endoscopio está muy desviada. Si se aspira material irregular,
fino (p. ej., arena) dentro del canal de biopsia, puede rasgarse el
canal y causar una filtración cuando se inserta el instrumento
para la biopsia. El tubo de inserción, especialmente la punta, no
debe golpearse contra superficies duras.
NOTA: Siempre debe utilizarse un bozal; el tubo de
inserción nunca debe introducirse en la boca de un animal que no esté anestesiado.
El endoscopio debe limpiarse después de cada uso, y deben
seguirse explícitamente las recomendaciones del fabricante.
Generalmente, debe realizarse una prueba de filtración, porque
es mucho más barato reparar un endoscopio antes de que el agua
haya penetrado en el tubo de inserción y haya dañado los componentes de fibra óptica o los componentes electrónicos. Después, debe extraerse todo el agua desde el canal aire-agua, y deben
limpiarse los canales de succión y de biopsia con un detergente o
un limpiador adecuado. Para desinfectar un endoscopio flexible,
sólo pueden utilizarse las sustancias químicas recomendadas por
CUADRO 14-3
Limpieza básica de los endoscopios flexibles*
• Realizar primero una prueba de filtración.
• Aspirar un detergente autorizado a través de los canales
de biopsia.
• Cepillar los canales de biopsia y volver a aspirar.
• Si es adecuado, aspirar una solución desinfectante a través de los canales de biopsia.
• Aspirar agua destilada y después alcohol a través de los
canales de biopsia.
• Aspirar aire hasta que los canales de biopsia estén secos.
• Limpiar las válvulas de aire-agua y de succión.
• Lubricar las válvulas de aire-agua y de succión.
• Hacer que salga todo el agua del canal aire-agua.
• Lavar la parte exterior del endoscopio con un detergente
autorizado y agua.
• Lavar y secar las pinzas de biopsia y para cuerpos
extraños.
*Siempre deben consultarse las recomendaciones del fabricante.
el fabricante. El material adherido del canal de biopsia se elimina
utilizando un cepillo. Una vez que estos canales se han limpiado,
se aspira alcohol y después aire a través de los canales hasta que
estén secos. La limpieza y desinfección de los endoscopios flexibles suele ser suficiente; la esterilización no suele ser necesaria. Si
la esterilización es necesaria, sólo deben utilizarse soluciones para la
esterilización en frío autorizadas u óxido de etileno.
NOTA: Hay que consultar las recomendaciones del
fabricante y asegurarse de utilizar fundas para óxido de
etileno, si es necesario. Los endoscopios flexibles nunca
deben tratarse con calor, y sobre todo nunca debe utilizarse un autoclave.
Generalmente, los endoscopios rígidos son más resistentes que
los equipos flexibles y requieren unos cuidados relativamente más
simples, como lavado en una solución detergente homologada.
Hay que tener cuidado para que no se golpeen ni se arañen las
lentes que algunos endoscopios rígidos, como los cistoscopios,
tienen en la punta. Los endoscopios rígidos de diámetro pequeño
(p. ej., los cistoscopios y los rinoscopios) se doblan con facilidad,
por lo que hay que tener cuidado cuando se manipulan y se almacenan. La esterilización del los equipos rígidos puede realizarse en
un autoclave (si el fabricante ha diseñado el endoscopio para resistir la esterilización en autoclave), pero es preferible la esterilización con plasma de peróxido de hidrógeno plasma.
En página 156 se indica cómo deben cuidarse los artroscopios.
ANTIBIÓTICOS
No es necesario administrar antibióticos antes de realizar una
endoscopia de rutina, incluyendo las cistoscopias y las laparoscopias, a menos que el paciente tenga algún trastorno de las válvulas
cardíacas o implantes protésicos, o si está gravemente inmunosuprimido. La dilatación esofágica con balón se asocia a bacteriemia,
por lo que en estos casos es razonable el uso preventivo de antibióticos, aunque no se ha demostrado su utilidad. El uso de antibióti-
CAPÍTULO 14
cos después de extraer cuerpos extraños puede ser razonable si se
ha producido ulceración o perforación significativas.
Para obtener información sobre el uso de antibióticos durante la artroscopia, véase página 157.
TÉCNICAS
La mayoría de las técnicas endoscópicas se rigen por cuatro
principios básicos:
1. El endoscopio sólo debe introducirse si se ve por dónde se dirige.
2. Si no puede verse lo que está ocurriendo (condición que se
conoce como «punto rojo»), debe extraerse un poco el endoscopio en vez de hacerlo avanzar o insuflar una pequeña cantidad de aire en la luz (o ambas cosas).
3. A menos que sea necesario observar una lesión específica, el
endoscopio debe dirigirse hacia el centro de la luz.
4. No debe insertarse un endoscopio en un paciente con más
fuerza de la que desearía que emplease un médico que le estuviera haciendo una endoscopia.
Existen muy pocas excepciones para estas reglas. Hay que
tener cuidado para no insuflar en exceso el tubo digestivo o el
abdomen, ya que podría alterar la respiración y/o el retorno
venoso. Si se utiliza un endoscopio demasiado grande, pueden
obstruirse las vías respiratorias. En general, el endoscopio más
grande que puede utilizarse con seguridad permite una mejor
visualización, recoger muestras de biopsia más grandes y utilizar
dispositivos para cuerpos extraños mejores. En las secciones
siguientes se describen las técnicas seleccionadas que podrían
utilizarse en varias localizaciones.
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
153
doble demasiado) y cierre las pinzas. Asegúrese de alinear la
punta del endoscopio antes de retirar las pinzas.
Actualmente, se considera que lo mejor es obtener al menos
ocho muestras de biopsia de cada parte del tubo digestivo para
asegurarse de que: 1) se han recogido muestras de las lesiones esporádicas y diseminadas, y 2) algunas muestras estarán orientadas de
forma adecuada para mejorar la interpretación histológica. La
mucosa intestinal, nasal y del fondo y el cuerpo del estómago es
relativamente «blanda» y es fácil tomar muestras. La mucosa pilórica y antral es más resistente y puede ser necesario sujetarla con
más fuerza para poder extraer una porción adecuada. La mucosa
esofágica de los perros es tan dura que es casi imposible obtener
una muestra de tejido adecuada con las pinzas flexibles normales.
La mucosa normal de la tráquea es tan fina que es difícil obtener
una muestra adecuada para realizar estudios histopatológicos.
Utilizando una aguja, recoja la muestra de las pinzas de biopsia
con cuidado y colóquela con la parte de la mucosa hacia arriba
y sin deformarla sobre una esponja de plástico, una rodaja de
pepino o un trozo de papel empapado en formalina.
La mucosa gástrica, del colon y nasal es relativamente fuerte,
pero la mucosa del intestino delgado es delicada y debe manejarse con cuidado para evitar que se altere.
Coloque la esponja, la rodaja de pepino o el trozo de papel con
la muestra en un vial de formalina tamponada neutra, y no deje
que se seque demasiado antes de fijarla.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Biopsias
Cuando se usan instrumentos flexibles, debe utilizarse el instrumento para biopsia más grande posible. Generalmente, las mejores porciones de la mucosa digestiva se obtienen cuando el órgano
no está excesivamente distendido con aire. Deben tomarse muestras tanto de la mucosa que parece normal macroscópicamente
como de la que tiene un aspecto patológico. Siempre debe anotarse la dificultad que supone realizar una biopsia de una lesión en
particular; una característica de algunas lesiones infiltrativas
(p. ej., carcinomas escirros y pitiosis) es que producen mucho tejido conjuntivo denso que las pinzas de biopsia flexibles no pueden
«morder» para obtener una muestra adecuada. Este hallazgo puede ser una indicación para realizar una biopsia de todo el grosor.
Pueden existir lesiones proliferativas debajo de la mucosa, de forma que sólo se observa mucosa con aspecto normal que cubre un
efecto de masa; en estos casos, las biopsias repetidas en el mismo
punto (es decir, «perforaciones») permiten a veces llegar a la lesión
subyacente. Las biopsias suelen realizarse mejor si el instrumento
de biopsia abierto puede empujarse contra la mucosa en un ángulo de alrededor de 90°. En el intestino, suele utilizarse la técnica de
girar y succionar para conseguir un ángulo adecuado.
Biopsia de la mucosa gastrointestinal
Introduzca las pinzas de biopsia a través del canal, abra las
pinzas y retírelas hasta que las mandíbulas de las pinzas queden
al ras de la punta del endoscopio. Incline la punta del endoscopio
hasta que gire hacia la mucosa en un ángulo tan próximo a 90°
como sea posible; succione aire del intestino para aspirar mucosa hacia las mandíbulas de las pinzas. Introduzca las pinzas en
la mucosa hasta que note una resistencia moderada (no introduzca mucho las pinzas para que el cable del instrumento no se
Preparaciones citológicas
Haga las preparaciones citológicas (es decir, frotis) colocando un
trozo pequeño de mucosa entre dos portaobjetos de cristal.
Apriete los portaobjetos juntos y después sepárelos vertical u
horizontalmente. También puede utilizarse un cepillo endoscópico; frote la lesión suavemente con el cepillo extendido (sin producir hemorragia) y después frótelo contra un portaobjetos de
cristal. Para realizar estudios citológicos de muestras de lesiones
muy fibróticas que sólo pueden obtenerse con pinzas rígidas,
raspe la superficie cortada de la muestra con una hoja de bisturí y haga un frotis con el material obtenido.
Lavados
Inserte una sonda de polietileno estéril o similar a través del
canal de biopsia, coloque la punta de la sonda como desee,
instile la solución (generalmente, suero fisiológico salino o una
solución salina tamponada de Hank), y aspire. No coloque la
punta del tubo demasiado cerca de la mucosa y haga poca
presión negativa, o podría ocluir el extremo del tubo con tejido.
Como alternativa, también puede aspirarse la muestra directamente a través del canal de biopsia del endoscopio.
Eliminación de cuerpos extraños
Cada cuerpo extraño debe considerarse individualmente, porque una eliminación endoscópica mal planificada puede hacer
más daño al paciente (p. ej., perforación) que el cuerpo extraño
(v. cuadro 14-4). También es posible «coger» un cuerpo extraño
y después darse cuenta de que no puede eliminarse ni desprenderse, y que es necesaria la cirugía para recuperar el endoscopio.
154
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
CUADRO 14-4
Ventajas e inconvenientes de la eliminación endoscópica
de cuerpos extraños
Ventajas
• Suele ser mucho más rápida que la cirugía
• Suele ser menos estresante para el paciente
• Disminuye el traumatismo tisular, la morbilidad y el tiempo de recuperación
Inconvenientes
• No se pueden eliminar todos los objetos
• Puede hacerse daño al animal si no se tiene cuidado con
la técnica
• Requiere un juego de pinzas para cuerpos extraños caro
Existen muchas técnicas para eliminar los cuerpos extraños,
pero algunos principios básicos que siempre se aplican son:
1. Siempre debe hacerse un estudio radiológico del animal antes de
inducir la anestesia. Algunos cuerpos extraños que han estado
alojados durante semanas se mueven y quedan fuera del
alcance del endoscopio justo antes de realizar la intervención.
De la misma forma, algunos cuerpos extraños perforan el
órgano unas horas después de que el animal haya ingresado
en la clínica. Si se observa aire o agua en el tórax o en el abdomen significa que puede haberse producido una perforación,
y que hay que analizar el líquido (es decir, buscar si existen
pruebas de sepsis) o realizar un estudio radiológico de contraste (p. ej., esofagrama de contraste) utilizando un medio
de contraste yodado.
2. No sólo hay que coger el objeto y tirar de él. Puede ser necesario
cambiarlo de posición o girarlo para que las pinzas puedan
sujetarlo de la mejor forma posible. También puede ser necesario orientar el objeto para que sea más fácil tirar de él a
través de los esfínteres.
3. Seleccionar las pinzas para cuerpos extraños que permitan sujetar el objeto con mayor firmeza. Generalmente, las pinzas rígidas permiten sujetar un objeto con más fuerza.
4. Cuando se ha cogido un objeto, no debe extraerse si se encuentra
mucha resistencia. Se espera encontrar resistencia en el esfínter esofágico inferior (el cardias del estómago), la base del
corazón, la entrada del tórax y la zona cricofaríngea. Si se
nota una resistencia inadecuada, es mejor soltar el objeto y
realizar la cirugía.
5. Si el objeto tiene bordes cortantes o es necesario dilatar el esfínter
esofágico inferior, debe considerarse el uso de un tubo de recubrimiento.
Cuidados tras la endoscopia. Después de una endoscopia de rutina del aparato digestivo o de las vías respiratorias
no se necesitan cuidados especiales. Es normal que se produzca
una ligera hemorragia después de realizar la mayoría de las
intervenciones, especialmente si se hace una biopsia de la mucosa. En la mayoría de los casos, la hemorragia es menor y se
resuelve espontáneamente poco después de la intervención si la
función de coagulación es normal. Generalmente, sólo se hacen
pruebas de coagulación antes de la endoscopia si: 1) existe algún
motivo para dudar de la integridad del sistema de coagulación
(p. ej., petequias, hemorragia espontánea o enfermedad hepática),
o 2) si se va a realizar una biopsia durante la laparoscopia o la
toracoscopia. Sin embargo, las biopsias nasales pueden asociarse
a hemorragia intensa y a veces es necesario ligar la arteria carótida ipsolateral. Cuando se utiliza la laparoscopia para realizar
una biopsia de un órgano parenquimatoso, como el hígado o los
riñones, debe observarse al paciente durante 2-4 horas por si se
produce una hemorragia excesiva. También debe observarse si
aparece algún signo de infección. Si la hemorragia excesiva persiste, lo que es muy raro, puede ser necesario repetir la endoscopia para encontrar la lesión hemorrágica y cauterizarla. Si la
hemorragia excesiva continúa durante un tiempo inapropiadamente largo después de realizar una biopsia de rutina, debe considerarse la posibilidad de que exista una coagulopatía.
Una vez que se ha e liminado un cuerpo extraño, hay que volver
a examinar la mucosa por si existe erosión o ulceración, o hay otros
cuerpos extraños o lesiones. Si existe alguna posibilidad de que se
haya producido una perforación, deben hacerse radiografías de la
cavidad orgánica adecuada para determinar si existe neumotórax
o neumoperitoneo. En estos casos, suelen ser útiles los regímenes
antibióticos contra bacterias aerobias y anaerobias. Uno de estos
tratamientos podría consistir en administrar 15 mg/kg de enrofloxacino por vía intravenosa una vez al día, mas amoxicilina
(22 mg/kg SC) o clindamicina (11 mg/kg IV) dos o tres veces al día,
respectivamente. Si existe ulceración grave, puede ser útil hacer
una derivación de la parte afectada con una sonda de alimentación
y utilizar antiácidos (p. ej., 2,2 mg/kg de ranitidina IV o 0,5 mg/kg
de famotidina IV, dos veces al día) o protectores (p. ej., 0,5-1 g de
sucralfato VO, de dos a cuatro veces al día) o ambos.
Es importante observar si existe disnea y/o hipoxia después de
la endoscopia si se ha realizado un lavado broncoalveolar en
pacientes con enfermedad pulmonar importante. En los pacientes
que ya sufren una oxigenación insuficiente, a veces es mejor realizar un cepillado para la citología y el cultivo en vez de un lavado.
ARTROSCOPIA: PRINCIPIOS GENERALES,
EQUIPO Y TÉCNICAS
Las intervenciones que pueden realizarse mediante artroscopia
se han desarrollado rápidamente debido a que los cirujanos han
adaptado y mejorado las técnicas que se utilizan en otras especies, especialmente en los seres humanos y en los caballos. La
intervención que más se realiza utilizando la artroscopia es la
eliminación de fragmentos en enfermedades como la OCD
(v. p. 1178) o en los casos de apófisis coronoides fragmentada
(ACF, v. p. 1201). Otras intervenciones frecuentes incluyen el
tratamiento de las lesiones de menisco (v. p. 1286), las biopsias
sinoviales, la tenotomía (v. p. 1196) y la reparación de fracturas
asistida por artroscopia. Se están desarrollando técnicas para la
estabilización articular.
INDICACIONES
La artroscopia puede estar indicada para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades articulares (v. figura 14-5 y cuadros 14-5 y 14-6). Es muy superior a la radiología para el diagnóstico de las artropatías porque permite visualizar directamente el
cartílago y las estructuras de tejido blando, amplía la visualización
y permite hacer biopsias prácticamente de todas las estructuras
que se encuentran en el interior de la articulación (v. figura 14-6).
La ventaja diagnóstica más importante de la artroscopia es que el
CAPÍTULO 14
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
155
A
C
B
Figura 14-5
Visión artroscópica de la articulación del hombro normal.
a, Cavidad glenoidea. b, Ligamento colateral medial.
c, Ligamento subescapular. d, Cabeza del húmero. (Tomado
de Beale et al: Small animal arthroscopy, Philadelphia,
2003, Saunders.)
CUADRO 14-5
Diagnósticos comunes que pueden hacerse mediante
artroscopia
Artroscopia de la articulación del codo. A. Puerta para el
artroscopio y el endoscopio. B. Instrumento manual y puerta
para el instrumento. C. Aguja para el flujo de salida.
(Tomado de Beale et al: Small animal arthroscopy,
Philadelphia, 2003, Saunders.)
CUADRO 14-6
Hombro
Cadera
OCD
Osteoartritis
Enfermedad del bíceps
Desgarro colateral medial
Desgarro colateral lateral
Osteoartritis
Desgarro y avulsión del anillo acetabular
Desgarro del ligamento de
la cabeza femoral
Codo
Rodilla
ACF
OCD
No unión de la apófisis
ancónea
Osteoartritis del compartimento medial
OCD
Enfermedad del ligamento
cruzado
Osteoartritis
Enfermedad del menisco
Tarso
Carpo
Carpo
OCD
Fracturas astilladas
Eliminación de fragmentos: fracturas astilladas
Tratamiento de la osteoartritis: microfractura, abrasión
Osteoartritis
Fracturas astilladas
ACF, apófisis coronoides fragmentada; OCD, osteocondritis
disecante.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Figura 14-6
operador puede evaluar el estado de la superficie del cartílago. Los
últimos estudios han demostrado que la radiología refleja muy
poco el estado del cartílago en los perros con osteoartritis, mientras que la artroscopia permite hacer una clasificación específica y
determinar la extensión de la lesión del cartílago.
Intervenciones artroscópicas comunes
Hombro
Eliminación de fragmentos: OCD
Tratamiento de la osteoartritis: microfractura, abrasión
Tenotomía del bíceps
Contracción de los tejidos blandos debido a inestabilidad
Codo
Eliminación de fragmentos: OCD, ACF
Tratamiento de la osteoartritis: microfractura, abrasión
Cadera
Evaluación de la osteoartritis
Rodilla
Eliminación de fragmentos: OCD
Tratamiento de la osteoartritis: microfractura, abrasión
Tratamiento del menisco
Ligamento cruzado
Tarso
Eliminación de fragmentos: OCD
Tratamiento de la osteoartritis: microfractura, abrasión
EQUIPO
Los artroscopios se diferencian por su diámetro (1,9, 2,3, 2,7 mm o
más), su longitud (cortos o largos) y su ángulo. Los artroscopios que
más se utilizan en los pequeños animales son los que tienen los
diámetros y longitudes indicados más arriba, y la gran mayoría tienen un ángulo de 30° (v. figura 14-7). El diámetro sólo se aplica a la
parte del telescopio y no incluye el diámetro de la cánula del artroscopio, que siempre debe utilizarse. La selección del diámetro se basa
en el tamaño de la articulación y en las preferencias del cirujano. Los
endoscopios más grandes son más rígidos y proporcionan un campo de visión más amplio, y los endoscopios más pequeños producen menos lesiones yatrogénicas y tienen más movilidad. Existen
cámaras con uno o con tres circuitos integrados, y deben utilizarse
156
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
A
A
B
B
C
C
Figura 14-7
Figura 14-8
Artroscopios para realizar intervenciones en pequeños
animales. A. Artroscopio corto de 1,9 mm. B. Artroscopio
corto de 2,3 mm. C. Artroscopio largo de 2,7 mm. (Tomado
de Beale et al: Small animal arthroscopy, Philadelphia,
2003, Saunders.)
Instrumentos manuales para la artroscopia de pequeños
animales. A. Pinzas de sujeción. B. Sonda en ángulo recto.
C. Microlegra.
con un encuadre específico que procese la imagen para la pantalla
de televisión. Para un uso general, las cámaras con un circuito integrado proporcionan una resolución excelente y permiten grabar; las
cámaras con tres circuitos integrados generalmente sólo son necesarias para vídeos muy superiores y cuando se va a trabajar con
fotogramas. Se recomienda utilizar monitores médicos para que la
imagen tenga mucha luz, y sea muy clara y precisa. La mayoría de
las fuentes de luz nuevas utilizan lámparas de xenón, que proporcionan una mayor intensidad de la luz y una temperatura del color
más alta que las lámparas halógenas, por lo que aumenta la claridad
visual y la interpretación de los colores. Las fuentes de luz de xenón
son más caras que las lámparas halógenas, pero se recomiendan por
que la calidad de la imagen es superior.
Pueden obtenerse imágenes de vídeo utilizando equipos analógicos o digitales. Al aumentar la disponibilidad de programas editores de vídeo que pueden utilizarse en los ordenadores personales, se
ha hecho más práctico utilizar dispositivos de grabación digitales.
El flujo de líquido ayuda a mantener la distensión de la articulación, a limpiar la sangre y otros restos, y disminuye el riesgo
de contaminación. El líquido puede introducirse en la articulación por gravedad o utilizando una bomba artroscópica. El
líquido se extrae utilizando una aguja desechable o una cánula
especial para el flujo de salida.
La mayoría de los tratamientos artroscópicos se realizan con
instrumentos manuales (v. figura 14-8). Estas herramientas y las
herramientas mecánicas se insertan en la articulación a través de
una puerta para instrumentos que puede utilizarse con o sin cánula. Los instrumentos manuales son las sondas, cuchillas, legras y
pinzas. Las sondas que más se utilizan son las de ángulo recto y
pueden tener marcas de calibración para medir las lesiones. Existen muchos tipos de cuchillas y de legras para manejar los tejidos
blandos. Las pinzas que más se utilizan en la artroscopia de pequeños animales son las pinzas de sujeción para tejidos blandos o
duros y las pinzas de mordida para desbridar los tejidos blandos.
No es necesario utilizar instrumentos mecánicos para la
artroscopia básica en los pequeños animales, pero aumentan la
eficacia y mejoran la capacidad del operador. El instrumento
mecánico que más se utiliza es el motor fresador. Estas herramientas manuales eléctricas tienen puntas con numerosos diseños, incluyendo taladros, fresas afiladas y fresas traumáticas.
Otros instrumentos mecánicos incluyen los electrocauterios y
las unidades de radiofrecuencia. Algunos generadores de electrocauterización disponen de puntas específicas para la artroscopia. También puede realizarse la cauterización utilizando una
unidad de radiofrecuencia. Se ha recomendado el uso de estas
unidades (que existen con diseños bipolar y monopolar) para la
ablación de tejidos blandos y para la reducción del colágeno.
MANTENIMIENTO DEL EQUIPO
El telescopio es la parte más frágil y más cara del equipo de
artroscopia. Puede dañarse durante la cirugía o en cualquier
otro momento si se araña o se hace una grieta en la lente, o si se
dobla. Deben establecerse unos protocolos específicos para
manejar el artroscopio para evitar que se estropee. Se recomienda tener una caja pequeña para cada equipo, que pueda contener
el artroscopio, las cánulas y los trócares para su esterilización y
almacenamiento. Las cajas deben ser fuertes y disponer de un
sistema para asegurar los instrumentos dentro de la caja. El
artroscopio debe meterse en la caja inmediatamente después de
utilizarlo para que no se dañe mientras se recoge el resto de la
mesa quirúrgica. Debe comprobarse con regularidad si todos los
puntos de unión del artroscopio, incluyendo las uniones entre el
cable eléctrico y el endoscopio o entre la pieza de visualización y
el telescopio, están bien apretados. Si estas uniones están sueltas,
pueden pasar líquidos a través de ellas, lo que impediría la transmisión de la luz o de las imágenes. Puede apreciarse si un artroscopio se ha doblado porque aparece una medialuna negra en la
periferia del campo de visión. Si está muy doblado, la visión se
obliterará por completo. Si un artroscopio se dobla, debe enviarse a un centro de reparaciones cualificado en vez de intentar
estirarlo, ya que podrían producirse daños permanentes.
Los artroscopios deben lavarse a mano con un limpiador enzimático y agua destilada tan pronto como sea posible después de su
uso, para eliminar la sangre u otros líquidos o tejidos orgánicos. Las
CAPÍTULO 14
lentes y las piezas oculares pueden limpiarse suavemente con algodón y agua destilada. Las cánulas y los trócares se limpian de forma
parecida. Pueden esterilizarse utilizando varios métodos. La esterilización en frío se realiza colocando el artroscopio, las cánulas y los
trócares en una solución de glutaraldehído de 14 días (p. ej., Cidex,
de Johnson & Johnson) durante no más de 30 minutos. El artroscopio también puede esterilizarse con óxido de etileno gaseoso,
Steris o Sterad, dependiendo de las recomendaciones del fabricante. La mayoría de los artroscopios no pueden esterilizarse en autoclave; además, la esterilización en autoclave acorta la vida de los
artroscopios en los que puede utilizarse este método de esterilización, porque hace que vayan perdiendo el adhesivo poco a poco.
La cabeza de la cámara, con la lente y el prisma asociados, y
el cable pueden dañarse si se caen o se manipulan de forma
incorrecta. El cable de la cámara contiene hilos relativamente
delicados y la conexión puede tener clavijas finas. El cable de la
cámara nunca debe doblarse ni enrollarse de forma muy tirante,
y siempre debe ponerse la tapa al conector cuando no se esté
utilizando. Las cabezas de las cámaras pueden esterilizarse en
autoclave, con óxido de etileno gaseoso o mediante esterilización en frío, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
El cable de la fuente de luz puede esterilizarse con óxido de
etileno gaseoso, sumergiéndolo o en un autoclave, dependiendo
de las recomendaciones del fabricante. Este cable está formado
por numerosas fibras de vidrio que pueden romperse si el cable
se dobla o se enrolla demasiado tirante. El cable de fibra óptica
se calienta mucho y nunca debe rozar directamente al paciente,
porque puede causar quemaduras.
Los instrumentos manuales deben cuidarse utilizando las técnicas de limpieza y esterilización habituales. Estos instrumentos
deben inspeccionarse durante cada uso para comprobar si están
dañados o si los bordes están romos. El cuidado de los instrumentos mecánicos varía dependiendo de la herramienta de que se trate y del fabricante, aunque generalmente se recomienda esterilizar
con gas los instrumentos mecánicos eléctricos.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
ANTIBIÓTICOS
Principios de la cirugía mínimamente invasiva
Figura 14-9
Eliminación de un fragmento del codo de un perro mediante
artroscopia. (Tomado de Beale et al: Small animal
arthroscopy, Philadelphia, 2003, Saunders.)
NOTA: Cuando se empieza la artroscopia debe tenerse
en cuenta que es posible que no puedan eliminarse
todos los fragmentos, por lo que hay que estar preparado para realizar una artrotomía si fuera necesario.
La eliminación de los fragmentos varía dependiendo de la
articulación que se va a tratar y de la enfermedad específica
(v. figura 14-9). Lo que más influye en el éxito cuando se eliminan fragmentos es establecer puertas de entrada adecuadas en la
articulación, utilizar los instrumentos manuales adecuados, y un
desarrollo excelente de las habilidades mano-ojo artroscópicas. El
establecimiento de puertas adecuadas permite una buena visualización de los fragmentos, su fácil eliminación y la inserción del
instrumental, y mejora la capacidad para manipular los fragmentos.
La naturaleza mínimamente invasiva y el flujo de líquido de gran
volumen que se utiliza durante la artroscopia hacen que el riesgo
de infección sea muy bajo. Generalmente, los antibióticos sólo se
administran mientras se realiza la intervención. Debe administrarse una cefalosporina de la primera generación (22 mg/kg de
cefalexina IV) en el momento de la inducción y suspenderse al
terminar la intervención.
TÉCNICAS ESPECÍFICAS
TÉCNICAS GENERALES
CUIDADOS DESPUÉS DE REALIZAR
UNA ARTROSCOPIA
Las intervenciones artroscópicas que se realizan con más frecuencia son la visualización diagnóstica y la eliminación de fragmentos
(v. cuadro 14-6).Cuando se realiza una artroscopia diagnóstica es
muy importante utilizar un método completo y reproducible para
documentar la intervención utilizando fotogramas o imágenes de
vídeo, o preferiblemente ambas. Para obtener mejores resultados,
se hace un vídeo corto de toda la articulación (que dure aproximadamente 15-20 segundos, dependiendo de la articulación) y
después se toman imágenes fotográficas de todos los hallazgos
anormales. Con esto se consigue un registro de todas las articulaciones exploradas, a la vez que se produce un mínimo de datos
electrónicos. Las imágenes son útiles para mostrar las lesiones a
los propietarios de los animales y para utilizarse como referencia
cuando se hace el seguimiento del caso.
157
En los capítulos en que se detallan las intervenciones para los
trastornos que afectan a cada articulación puede encontrarse
información sobre la artroscopia de cada articulación. Para
obtener información sobre la artroscopia del hombro, v. p. 1178;
para el codo, v. p. 1201; para la cadera, v. p. 1235; para la babilla,
v. p. 1258.
Debido a la naturaleza mínimamente invasiva de la artroscopia,
los pacientes que se someten a esta intervención requieren pocos
cuidados postoperatorios específicos. Las instrucciones concretas dependen de la enfermedad que se esté tratando y del estado
de la articulación. Generalmente, las puertas de entrada de la
artroscopia se cierran sólo mediante suturas cutáneas, aunque
no es necesario cerrar algunas puertas pequeñas. Independientemente del método utilizado para cerrar estas incisiones, puede
observarse un drenaje postoperatorio moderado, debido a los
grandes volúmenes de líquido que se utilizan durante la intervención. Aunque a muchos animales se les administran antiinflamatorios no esteroideos para el tratamiento de la enfermedad
primaria, la mayoría de los pacientes no requieren analgésicos
158
PARTE I
Principios quirúrgicos generales
postoperatorios para el dolor asociado a la artroscopia. Está indicado limitar el ejercicio durante unos días o una semana para que
las puertas cicatricen, y puede recomendarse durante períodos
más largos dependiendo de la enfermedad subyacente.
Lecturas recomendadas
Austin B, Lanz OI, Hamilton SM et al: Laparoscopic ovariohysterectomy in nine dogs, J Am Anim Hosp Assoc 39:391, 2003.
La ovariohisterectomía laparoscópica dura una media de 60 minutos y
tiene menos complicaciones.
Beale BS, Hulse DA, Schulz KS et al: Small animal arthroscopy, Philadelphia, 2003, WB Saunders.
Este libro exhaustivo sobre artroscopia contiene información detallada
sobre el instrumental y las técnicas de artroscopia en pequeños
animales. También contiene un análisis en profundidad de las
indicaciones y los procesos patológicos que se tratan.
Cannizzo KL, McLoughlin MA, MaHon JS et al: Evaluation of transurethral cystoscopy and excretory urography for diagnosis of
ectopic ureters in female dogs: 25 cases (1992-2000), J Am Vet Med
Assoc 223:475, 2003.
En este artículo se demuestra que la cistoscopia fue más precisa que
la urografía excretora para el diagnóstico de los uréteres ectópicos
en los perros.
Devitt CM, Cox RE, Hailey JJ: Duration, complications, stress, and
pain of open ovariohysterectomy versus a simple method of laparoscopic-assisted ovariohysterectomy in dogs, J Am Vet Med Assoc
227:921, 2005.
La técnica laparoscópica se asoció a menos dolor.
Dupre GP, Corlouer JP, Bouvy B: Thoracoscopic pericardiectomy
performed without pulmonary exclusion in 9 dogs, Vet Surg 30:21,
2001.
La pericardiectomía es una de las intervenciones toracoscópicas que se
realizan con más frecuencia y tiene ventajas sobre la pericardiectomía abierta. Con esta técnica no se necesita exclusión pulmonar.
Gualtieri M: Esophagoscopy, Vet Clin North Am 31:605, 2001.
Ofrece una visión general excelente del diagnóstico y el tratamiento
endoscópicos de las enfermedades esofágicas, y también incluye
información avanzada sobre la estenosis esofágica.
Hewitt S, Brisson BA, Sinclair MD et al: Evaluation of laparoscopicassisted placement of jejunostomy feeding tubes in dogs, J Am Vet
Med Assoc 225:65, 2004.
La colocación de sondas de alimentación de yeyunostomía es una
de las intervenciones laparoscópicas más útiles. Los autores recomiendan utilizar esta técnica en los perros que no requieren una
laparotomía por otros motivos.
Jergens AE, Andreasen CB, Hagemoser WA et al: Cytological examination of exfoliative specimens obtained during endoscopy for
diagnosis of gastrointestinal tract disease in dogs and cats, J Am Vet
Med Assoc 213:1755, 1998.
En este artículo se explica cómo utilizar la citología para el diagnóstico
rápido de algunos trastornos infiltrativos del aparato gastrointestinal.
Kovak JR, Ludwig LL, Bergman PJ et al: Use of thoracoscopy to determine the etiology of pleural effusion in dogs and cats: 18 cases
(1998-2001), J Am Vet Med Assoc 221:990, 2002.
En este artículo se demuestra que la toracoscopia fue beneficiosa para
el diagnóstico de las causas malignas e inflamatorias del derrame
pleural en 18 pacientes.
Leib MS, Baechtel MS, Monroe WE: Complications associated with
355 flexible colonoscopic procedures in dogs, J Vet Intl Med 18:642,
2004.
En este artículo se verifica la seguridad de la colonoscopia y se analizan
los problemas menores, más comunes, que pueden encontrarse.
Leib MS, Dinnel H, Ward DL et al: Endoscopic balloon dilation of
benign esophageal strictures in dogs and cats, J Vet Med 15:547,
2001.
Este estudio retrospectivo de 18 perros y 10 gatos demostró que fue
necesaria una media de dos intervenciones para la resolución, y
sólo un animal sufrió una perforación.
Mansell J, Willard MD: Biopsy of the gastrointestinal tract, Vet Clin
North Am 33:1099, 2003.
En este artículo se analiza la biopsia endoscópica en profundidad,
incluyendo el equipo, la técnica y los errores más comunes.
Miura T, Maruyama H, Sakai M et al: Endoscopic findings on alimentary lymphoma in 7 dogs, J Vet Med Science 66:577, 2004.
Suele observarse un aspecto de adoquín, por lo que es fácil confundir
la lesión con los trastornos causados por la enfermedad intestinal
inflamatoria.
Monnet E, Twedt DC: Laparoscopy, Vet Clin North Am 33:1147, 2003.
Una visión general excelente de las técnicas y los posibles usos de la
laparoscopia con fines diagnósticos y terapéuticos.
Rawlings CA, Mahaffey MB, Bement S et al: Prospective evaluation
of laparoscopic-assisted gastropexy in dogs susceptible to gastric
dilatation, J Am Vet Med Assoc 221:1576, 2002.
La gastropexia laparoscópica es una intervención muy frecuente y muy
fácil de realizar.
Schulz KS et al: Self-retaining braces for canine arthroscopy, Vet Surg
31:77, 2004.
En este artículo se describen los sistemas de sujeción que resultan útiles para colocar al paciente cuando va a realizarse una artroscopia.
Smith A, Posner LP, Goldstein RE et al: Evaluation of the effects of
premedication on gastroduodenoscopy in cats, J Am Vet Med Assoc
225:540, 2004.
En este estudio se demostró que hidromorfona, butorfanol y medetomidina eran una premedicación aceptable en los gatos en los que
después se hizo la inducción con ketamina y el mantenimiento con
isoflurano.
Tams TRL: Gastrointestinal endoscopy: instrumentation, handling
technique, and maintenance. In Tams TR, editor: Small animal
endoscopy, ed 2, Philadelphia, 1999, Mosby.
Un buen análisis del equipo básico para endoscopia y de su mantenimiento.
Willard MD: Colonoscopy, proctoscopy, and ileoscopy, Vet Clin North
Am 31:657, 2001.
Este artículo ofrece una visión general de la técnica, el equipo y las
aplicaciones de la endoscopia en el tracto gastrointestinal inferior.
Willard MD, Lovering SL, Cohen ND et al: Quality of tissue specimens
obtained endoscopically from the duodenum of dogs and cats, J
Am Vet Med Assoc 219:474, 2001.
En este artículo se comprueba la importancia de la experiencia para
obtener muestras de biopsia del duodeno de alta calidad.
CAPÍTULO 15
PA R T E I I
Cirugía del sistema tegumentario
159
Cirugía de tejidos blandos
C A P Í T U L O
15
Cirugía del sistema
tegumentario
PRINCIPIOS Y TÉCNICAS GENERALES
TRATAMIENTO DE HERIDAS
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ANATOMÍA QUIRÚRGICA
La piel se compone de epidermis, dermis y anejos asociados. La
capa más externa (la epidermis) es fina pero protectora; es especialmente fina en áreas con abundante pelaje y ligeramente más
gruesa en áreas sin demasiado pelo. La epidermis más gruesa se
encuentra en la nariz y en las almohadillas, donde está queratinizada. La epidermis es avascular, por lo que se nutre gracias al
fluido que penetra desde capas más profundas y a los capilares
cutáneos. La dermis, más gruesa y vascularizada, se encuentra
más profunda que la epidermis, a la que nutre y sostiene. La
dermis se compone de fibras colágenas, reticulares y elásticas
envueltas en una matriz de mucopolisacáridos. En esta capa se
encuentran fibroblastos, macrófagos, células plasmáticas y mastocitos. La dermis contiene vasos sanguíneos y linfáticos, nervios, folículos pilosos, glándulas, conductos y fibras musculares
lisas. La hipodermis o subcutis se encuentra bajo la dermis.
Los vasos musculocutáneos son los vasos que nutren de
manera primaria la piel en las personas, simios y cerdos; sin
embargo, los perros y otros animales de piel holgada carecen de
vasos musculocutáneos. Los vasos musculocutáneos discurren
perpendiculares a la superficie cutánea, mientras que los vasos
que nutren la piel en perros y gatos discurren paralelos a la piel
y son vasos cutáneos. Por esta razón algunas técnicas de injertos
pediculados empleadas en humanos tienen una aplicación limitada en perros y gatos. Las arterias y venas terminales se ramifican directamente a partir de vasos cutáneos y forman el plexo
subcutáneo (profundo), plexo cutáneo (medio) y plexo subpapilar (superficial). El plexo subcutáneo nutre a los folículos pilosos, a las glándulas tubulares, a la porción profunda de los conductos glandulares y a los músculos erectores pilosos. El plexo
cutáneo nutre a las glándulas sebáceas y refuerza la red capilar
alrededor de los folículos pilosos, conductos de las glándulas
tubulares y músculos erectores pilosos. El plexo subpapilar se
encuentra en la capa más externa de la dermis y sus arcos capilares nutren la epidermis. El sistema de arcos capilares está poco
desarrollado en perros y gatos en comparación con los humanos
y los cerdos, y por eso la piel de los perros no suele formar ampollas en caso de quemaduras superficiales.
El plexo subcutáneo es de mayor importancia para la viabilidad de la piel. En las áreas donde se presenta un músculo panicular (cutáneo del tronco, músculo cutáneo del cuello, esfínter
superficial del cuello, esfínter profundo del cuello, esfínter prepucial, músculos supramamarios), el plexo subcutáneo se encuentra
tanto superficial como profundo a él. Por consiguiente, los cirujanos deben llegar hasta el plano fascial bajo la musculatura cutánea
para preservar la integridad del plexo subcutáneo. En zonas con
ausencia de panículo, como en las extremidades, el plexo subcutáneo transcurre por la superficie profunda de la dermis, por lo que
se debe profundizar bien bajo la superficie dérmica.
CICATRIZACIÓN
La cicatrización es un proceso biológico que restaura la continuidad tisular después de una lesión. Es una combinación de
procesos físicos, químicos y celulares que restaura el tejido herido o lo reemplaza por colágeno. La cicatrización comienza
inmediatamente tras la lesión o incisión. Las cuatro fases de la
cicatrización son inflamación, desbridamiento, reparación y
maduración. La cicatrización es dinámica; varias fases ocurren
simultáneamente. Los primeros 3-5 días son la fase de retraso de
la cicatrización, ya que predominan la inflamación y el desbridamiento y la herida no logra una resistencia apreciable. La cicatrización está influenciada por factores del paciente, características de la herida y otros factores externos.
Fases de la cicatrización
Fase inflamatoria.
La inflamación es una respuesta protectora de los tejidos que se inicia tras un daño. Esta fase se caracteriza por un aumento de la permeabilidad vascular, quimiotaxis
de células circulatorias, liberación de citocinas y factores de crecimiento, y activación celular (macrófagos, neutrófilos, linfocitos y fibroblastos). La hemorragia limpia y rellena las heridas
inmediatamente después de la lesión. Los vasos sanguíneos se
contraen durante 5-10 minutos para limitar la hemorragia, pero
después se dilatan y dejan pasar a la herida fibrinógeno y elementos coagulantes. La vasoconstricción está mediada por cate159
160
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
CUADRO 15-1
Factores de crecimiento importantes en la cicatrización
BFGF
EGF
KGF
PDGF
TGF-
y TGF-
VEGF
Factor
Factor
Factor
Factor
de
de
de
de
crecimiento
crecimiento
crecimiento
crecimiento
de fibroblastos básico
epidérmico
de queratinocitos
plaquetario
Factor de crecimiento transformador y Factor de crecimiento vascular endotelial
colaminas, serotonina, bradicinina e histamina. El mecanismo
de coagulación extrínseca se activa por la tromboplastina liberada por las células dañadas. La agregación plaquetaria y la coagulación sanguínea forman un coágulo que asegura la hemostasis
y facilita la migración celular. Las plaquetas también liberan
potentes quimiotáxicos y factores de crecimiento (epidérmico,
plaquetario, factores de crecimiento transformantes y ) que
son necesarios en posteriores fases de la cicatrización
(v. cuadro 15-1). La fibrina y el trasudado plasmático rellenan la
herida, localizando la inflamación y «pegando» los bordes de la
herida. Los dímeros de fibronectina del coágulo se vuelven covalentes con la fibrina y con ellos mismos en presencia del factor
XIII activado, formando una matriz extracelular provisional.
Esta formación del coágulo sanguíneo estabiliza los bordes de la
herida y limita la tensión de la herida. Además confiere una
barrera inmediata frente a infecciones y pérdida de fluidos, y es
un sustrato para la organización primaria de la herida. Las costras se forman cuando se seca el coágulo sanguíneo; ellas protegen la herida, previenen futuras hemorragias y permiten el proceso de cicatrización bajo su superficie. Las células de la fase
inflamatoria como las plaquetas, los mastocitos y los macrófagos
secretan factores de crecimiento y citocinas que inician y mantienen la fase proliferativa de la cicatrización. Los mediadores
inflamatorios (es decir, histamina, serotonina, enzimas proteolíticas, cininas, prostaglandinas, complemento, enzimas lisosómicas,
tromboxano y factores de crecimiento) producen la inflamación,
que comienza justo después de la lesión y dura aproximadamente
5 días. Los leucocitos, que se filtran desde los vasos sanguíneos
hasta la herida, inician la fase de desbridamiento.
Fase de desbridamiento. Durante la fase de desbridamiento se forma en la herida un exudado compuesto de leucocitos, tejido muerto y fluidos de la herida. Los quimiotáxicos
atraen a los neutrófilos y monocitos hacia las heridas (aproximadamente 6 y 12 horas tras la lesión, respectivamente), y se inicia
el desbridamiento. Los neutrófilos se incrementan durante
2-3 días; previenen la infección y desbridan organismos y detritos mediante fagocitosis. Los neutrófilos en degeneración liberan enzimas y productos tóxicos por oxígeno, que destruyen
bacterias, desbridados extracelulares y material necrótico, además de estimular a los monocitos. Los monocitos son esenciales
para la cicatrización; los neutrófilos no. Los monocitos son células secretoras que sintetizan factores de crecimiento que participan en la formación tisular y en el remodelado. Los monocitos
se convierten en macrófagos en la herida a las 24-48 horas. Los
macrófagos secretan colagenasas que eliminan el tejido necrótico, bacterias y material extraño. Pueden unirse y formar células
gigantes multinucleadas con funciones fagocíticas. Los macrófa-
gos también secretan factores quimiotáxicos y de crecimiento.
Los factores de crecimiento (es decir, factor de crecimiento plaquetario, factores de crecimiento transformantes y , factor de
crecimiento fibroblástico e interleucina-1) pueden iniciar, mantener y coordinar la formación de tejido de granulación. Los
factores quimiotáxicos (es decir, complemento, fragmentos de
colágeno, endotoxinas bacterianas y productos de células inflamatorias) dirigen a los macrófagos hacia el tejido lesionado. Los
macrófagos además reclutan células mesenquimatosas, estimulan la angiogénesis y modulan la producción matricial en las
heridas. Las plaquetas liberan factores de crecimiento importantes para la actividad fibroblástica. Los linfocitos aparecen en la
fase de desbridamiento más tarde que los neutrófilos y macrófagos. Los linfocitos secretan factores solubles que pueden estimular o inhibir la migración y la síntesis proteínica en otras células.
Sin embargo, suelen mejorar el índice y calidad del tejido de
reparación. A pesar de que la cicatrización se afecta seriamente
cuando se suprime la función de los macrófagos, la neutropenia
y la linfopenia no inhiben la cicatrización o el desarrollo de
resistencia de la herida en heridas estériles.
Fase de reparación. La fase de reparación suele comenzar 3-5údías tras la lesión. Los macrófagos estimulan la proliferación de ácido desoxirribonucleico (ADN) y fibroblastos. Las
citocinas, junto con las moléculas de la matriz extracelular, estimulan la proliferación de fibroblastos en el tejido adyacente,
expresan los receptores apropiados de integrina y migran hacia
las heridas. Los fibroblastos están estimulados por el factor de
crecimiento transformante para que produzcan fibronectina,
lo que facilita la unión celular y el movimiento de los fibroblastos. El factor de crecimiento plaquetario y el factor de crecimiento fibroblástico también actúan. La presión de oxígeno tisular de
aproximadamente 20úmmúHgunto
j con la ligera acidez también
estimulan la proliferación de fibroblastos y la síntesis de colágeno. Los fibroblastos se originan a partir de células mesenquimatosas indiferenciadas del tejido conjuntivo adyacente y migran
hacia las heridas a lo largo de las fibras de fibrina. Los fibroblastos migran a la herida justo antes de la formación de nuevos
capilares al final de la fase inflamatoria (2-3údías).Invaden la
herida para sintetizar y depositar colágeno, elastina y proteoglicanos, que maduran para convertirse en tejido fibroso. La orientación inicial es improvisada, pero tras 5údías la et nsión en la
herida hace que los fibroblastos, las fibras y los capilares se orienten paralelos a la incisión o al borde de la herida. La fibrina de la
herida desaparece al depositarse el colágeno. La síntesis de colágeno se asocia a un incremento en la resistencia de la herida a la
tensión. Cuando la herida madura se aprecia un incremento
notable en el porcentaje de colágeno tipo I (maduro) con respecto al tipo III (inmaduro). El colágeno alcanza un máximo en las
2-3úsemanassiguientes a la lesión. Cuando aumenta el contenido en colágeno de la herida, disminuye el número de fibroblastos y por tanto la síntesis de colágeno, marcando el final de la fase
de reparación. El intervalo fibroblástico de la cicatrización
duraúde2 a 4úsemanas, dependiendo de la naturaleza de la herida. La migración y proliferación fibroblástica, la producción de
colágeno y la formación de capilares está retrasada si hay ausencia de macrófagos.
Los capilares invaden las heridas tras la migración de los fibroblastos durante el proceso de angiogénesis. La angiogénesis es
compleja y depende de la interacción de la matriz extracelular con
las citocinas que estimulan la migración y proliferación de células
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CAPÍTULO 15
endoteliales. El estímulo para la angiogénesis probablemente
incluye la producción por parte de los macrófagos de factores quimiotáxicos y mitogénicos para las células endoteliales, así como
una menor tensión de oxígeno y un incremento del ácido láctico,
que afectan a la producción de citocinas. El factor de crecimiento
básico para fibroblastos y el factor de crecimiento endotelial son
factores específicos para la angiogénesis. El nacimiento de capilares se origina a partir de vasos existentes, por medio de columnas
de células endoteliales que migran hacia el lugar lesionado y que
se unen con otros capilares incipientes o con vasos lesionados. Los
nuevos capilares aumentan la tensión de oxígeno en las heridas,
incrementando la fibroplasia. La actividad mitótica en las células
mesenquimatosas adyacentes se incrementa cuando comienza el
flujo sanguíneo a través de los nuevos capilares. Los canales linfáticos se desarrollan de forma similar a los capilares, pero más lentamente. El drenaje linfático de las heridas es escaso durante el
inicio de la cicatrización. La combinación de nuevos capilares,
fibroblastos y tejido fibroso forma un tejido de granulación carnoso, de color rojo vivo, de 3 a 5 días tras la lesión.
El tejido de granulación se forma en cada borde de la herida
a una velocidad de 0,4-1 mm/día. El tejido de granulación enfermo es blanquecino y tiene un alto contenido en tejido fibroso
con escasos capilares. El tejido de granulación rellena los defectos de la herida y la protege. Aporta una barrera para la infección, una superficie para la migración epitelial y es una fuente de
fibroblastos especiales (es decir, miofibroblastos), que son
importantes en la contracción de la herida. Los miofibroblastos
se cree que contienen proteínas (actina y miosina) que contribuyen a la contracción de la herida. Los miofibroblastos no se
encuentran en el tejido normal, heridas incisas o aproximadas, o
tejido adyacente a una herida en contracción.
El epitelio es una importante barrera para la infección externa y para la pérdida de fluidos internos. La reparación epitelial
incluye la movilización, migración, proliferación y diferenciación de células epiteliales. La epitelización comienza casi inmediatamente (24-48 horas) en heridas suturadas con una buena
aposición de los bordes, ya que no existe ningún defecto que
deba ser cubierto por tejido de granulación. La epitelización
comienza en las heridas abiertas cuando se ha formado un tejido
de granulación adecuado (normalmente a los 4-5 días). En heridas cutáneas parciales la migración epidérmica por la superficie
de la herida comienza inmediatamente en los dos bordes de la
herida y en los anexos epidérmicos, como los folículos pilosos y
las glándulas sudoríparas. Las células epidérmicas de los bordes
de las heridas sufren alteraciones fenotípicas que incluyen la
retracción de los monofilamentos intracelulares y la disolución
temporal de los desmosomas y hemidesmosomas, que permiten
la migración de los queratinocitos bajo la escara hacia la unión
entre el tejido necrótico que pueda quedar y la matriz extracelular del tejido conectivo viable. La dirección de migración de las
células epidérmicas está determinada por las integrinas expresadas en la membrana de las células epidérmicas en migración. La
chalona, glucoproteínas hidrosolubles de la epidermis, inhibe la
mitosis epitelial en el tejido normal, pero está disminuida en las
heridas, permitiendo la división celular a lo largo de los bordes
de la herida y su migración a través del tejido de granulación.
Otros factores de crecimiento secretados por las plaquetas,
macrófagos y fibroblastos pueden actuar también. El incremento en la actividad mitótica de las células basales se produce ya en
las primeras 24-48 horas tras la lesión.
Cirugía del sistema tegumentario
161
La migración epitelial es aleatoria, pero está guiada por las
fibras de colágeno. Las células epiteliales migrantes se agrandan, se
aplanan y se hacen más móviles, perdiendo sus uniones con la
membrana basal y con otras células epiteliales. Las células basales
de los bordes de la herida desarrollan microvellosidades y extienden finos seudópodos sobre la superficie expuesta de los haces de
colágeno. Desarrollan microfilamentos citoplasmáticos y fijan
de forma selectiva anticuerpos antiactina y antimiosina. Las células epiteliales de las capas posteriores a estas células alteradas
migran sobre ellas hasta que entran en contacto con la superficie
de la herida. Las células continúan deslizándose hasta que toda la
superficie de la herida está cubierta. Las células migrantes se mueven bajo la costra y producen colagenasa, que disuelve la base de
la costra para liberarse de ella. El contacto con otras células epiteliales por todos los lados inhibe la migración de otras células
(inhibición por contacto). Inicialmente el nuevo epitelio se compone sólo de una capa de células, pero se va engrosando progresivamente al formarse capas adicionales de células. Tras el establecimiento de una nueva membrana basal las células epiteliales se
redondean, desarrollan mitosis y proliferan, recuperando la arquitectura normal del epitelio escamoso estratificado. Algunos folículos pilosos y glándulas sudoríparas pueden regenerarse, dependiendo de la profundidad de la lesión cutánea. La migración
epitelial también ocurre a través de los hilos de sutura, lo cual
puede originar reacciones de cuerpo extraño, abscesos estériles o
escarificación en ellos. La epitelización sobre los hilos de sutura
puede minimizarse retirando pronto las suturas. El nuevo epitelio
suele verse 4-5 días tras la lesión. La epitelización es más rápida en
un medio húmedo que en uno seco. No se produce sobre tejido
inviable. La migración epitelial depende de la energía y de la tensión de oxígeno. La anoxia impide la migración epitelial y la mitosis, mientras que una terapia de oxígeno hiperbárico incrementa
la migración. Los vendajes húmedo-seco (v. p. 186) desbridan el
epitelio recién formado, retrasando la reepitelización.
La contracción de la herida reduce el tamaño de la herida gracias
a los fibroblastos, reorganización del colágeno en tejido de granulación y a la contracción de los miofibroblastos en los bordes de la
herida. La contracción es simultánea a la granulación y epitelización, pero es independiente de la epitelización. La contracción de
la herida precisa de una interacción compleja entre células, matriz
extracelular y citocinas. Para el comienzo de la contracción es necesaria una significante invasión fibroblástica de la herida. La contracción mueve de forma centrípeta los bordes de la herida, y la
herida reduce notablemente su tamaño en los 5-9 días tras la lesión.
Durante la contracción de la herida la piel adyacente se estira (crecimiento intususceptivo) y la herida adquiere una apariencia estrellada. La contracción progresa a una velocidad aproximada de
0,6-0,8 mm/día. La contracción de la herida cesa cuando se encuentran los bordes de la herida, cuando la tensión es excesiva o cuando
los miofibroblastos no son adecuados. La contracción de la herida
está limitada si la piel adyacente a la herida está fija, es inelástica
o está bajo tensión, y está inhibida si el desarrollo o función de los
miofibroblastos se encuentran afectados. La contracción también
puede verse inhibida por el empleo de antiinflamatorios esteroideos, fármacos antimicrotubulares y la aplicación tópica de relajantes de musculatura lisa. Si la contracción de la herida cesa antes
de que el tejido de granulación esté cubierto, la epitelización puede
continuar y cubrir la herida.
Fase de maduración. La resistencia de la herida aumenta hasta su nivel máximo debido a los cambios en la cicatriz
162
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
durante la fase de maduración de la cicatrización. La maduración de la herida comienza una vez que el colágeno se ha depositado correctamente en la herida (17-20 días tras la lesión) y
puede continuar durante años. La celularidad del tejido de
granulación se reduce al morir las células. Por tanto, hay una
reducción en el contenido de colágeno de la matriz extracelular.
Las fibras de colágeno se remodelan, alterando su orientación y
aumentando el entrecruzamiento, lo cual aumenta la resistencia
de la herida. Las fibras se orientan a lo largo de las líneas de
estrés. Las fibras con orientación funcional se engrosan. El colágeno tipo III disminuye progresivamente, y el tipo I se incrementa. Las fibras de colágeno sin orientación funcional son
degradadas por enzimas proteolíticas (metaloproteinasas de la
matriz) secretadas por macrófagos, células epiteliales, células
endoteliales y fibroblastos de la matriz extracelular. El mayor
incremento en la resistencia de la herida se produce entre los
7-14 días tras la lesión, cuando el colágeno se acumula rápidamente en la herida. La herida sólo adquiere un 20% de su resistencia final durante las primeras 3 semanas tras la lesión. Después se produce un incremento más lento en la resistencia, pero
nunca se recupera la resistencia del tejido normal; sólo se recupera el 80% de la resistencia original. Cuando disminuye el
número de capilares del tejido fibroso, la cicatriz se vuelve más
pálida. Las cicatrices se vuelven, durante la maduración, menos
celulares, más planas y blandas. La síntesis y lisis de colágeno se
producen a la misma velocidad en las cicatrices en maduración.
Cicatrización húmeda
Un medio húmedo permite la cicatrización óptima. Los fluidos
de la herida permanecen en la herida, manteniéndola húmeda.
En un medio húmedo el desbridamiento es más rápido y selectivo, se promueve la formación de tejido de granulación y la epitelización es más rápida. La permanencia de los fluidos de la
herida fomenta el desbridamiento autolítico por enzimas endógenas, que destruye el tejido necrótico pero no el sano. El desbridamiento autolítico se produce en las primeras 72-96 horas bajo
un vendaje oclusivo. La fagocitosis de los leucocitos disminuye
la carga bacteriana y elimina el tejido necrótico. Los leucocitos
migran mejor en un medio húmedo. Además los fluidos de la
herida contienen citocinas y factores de crecimiento que estimulan el tejido de granulación, la angiogénesis y la reepitelización.
Los factores quimiotáxicos del fluido atraen a los neutrófilos y
macrófagos, que secretan adicionalmente enzimas, citocinas y
factores de crecimiento. Las heridas húmedas limitan la infección por la mayor presencia de leucocitos en la herida, hay una
mayor fagocitosis y un menor pH. No se forman costras en la
cicatrización húmeda; por tanto, los leucocitos no quedan atrapados en la costra y los medicamentos tópicos penetran mejor
en la herida. Si el animal recibe antibioterapia sistémica los fluidos de la herida contienen antibióticos, que ayudarán a prevenir
o controlar la infección. La menor tensión de oxígeno bajo un
vendaje oclusivo estimula la actividad de los macrófagos, la proliferación de fibroblastos y el crecimiento de capilares. La velocidad de epitelización de las heridas mantenidas húmedas con
vendajes oclusivos es el doble que en las heridas expuestas al aire.
Las células epiteliales migrar más rápidamente en ambientes
húmedos; en las heridas expuestas al aire las células epidérmicas
tienen que migrar bajo una costra y dermis desvitalizada para
alcanzar su destino. Los vendajes hidrófilos, oclusivos o semioclusivos, ayudan a mantener la herida húmeda y caliente. El
aumento de temperatura mejora la actividad enzimática. Una
herida húmeda es menos dolorosa y pruriginosa, los tejidos no
se secan y la formación de la costra es menor. Las desventajas
potenciales de la cicatrización húmeda incluyen colonización
bacteriana (no infección) de la superficie de la herida, foliculitis
y maceración de los bordes de la herida.
Factores del hospedador que afectan
a la cicatrización
Los animales mayores tienden a cicatrizar más lentamente,
probablemente debido a patologías concurrentes o debilitación. Los animales malnutridos o con concentración de proteínas séricas inferior a 1,5-2 g/dL pueden tener una cicatrización
retrasada y una menor resistencia de la herida. Las hepatopatías pueden ocasionar deficiencias en factores de coagulación.
El hiperadrenocorticismo retrasa la cicatrización debido al
incremento de glucocorticoesteroides circulantes. En animales
con diabetes mellitus la cicatrización está retardada y hay predisposición a infección de la herida. La uremia en los primeros
5 días tras la lesión inhibe la cicatrización porque altera el sistema enzimático, las vías bioquímicas y el metabolismo celular.
La obesidad se asocia a una mayor incidencia de infecciones de
heridas quirúrgicas en los seres humanos. El riesgo de infecciones posquirúrgicas en perros y gatos se incrementa con el
aumento de la duración de la anestesia (Beal y cols., 2000). Los
gatos cicatrizan de forma diferente a los perros. Las heridas
suturadas en gatos sólo tienen la mitad de fuerza a los 7 días de
cicatrización que en los perros (Bohling y cols., 2004). Las
heridas de los gatos que cicatrizan por segunda intención curan
más lentamente; producen menos tejido de granulación y este
se situa más periférico; y curan más por contracción de los bordes de la herida que en los perros (Bohling y cols., 2004).
Características de la herida que afectan
a la cicatrización
Las superficies intactas, como el periostio, fascia, tendón y vaina
nerviosa, no sostienen al tejido de granulación, por lo que la
exposición de estas superficies ralentiza la cicatrización. La
fenestración o el taladrado de orificios en la cortical de los huesos expuestos, mejoran la granulación gracias a la liberación de
diversos factores, entre ellos osteogénicos. La presencia de cuerpos extraños en las heridas (p. ej., suciedad, detritos, suturas e
implantes quirúrgicos) puede causar una reacción inflamatoria
intensa que interfiere con la cicatrización normal. La liberación
de enzimas para degradar los cuerpos extraños destruye la
matriz de la herida, prolonga la inflamación y retrasa la fase
fibroblástica de la reparación tisular. La tierra puede contener
infección, potenciando factores que inhiben a los antibióticos,
leucocitos y anticuerpos. La exposición de la herida a los antisépticos retrasa la cicatrización y puede predisponer a infecciones. El calor (30 °C) permite una cicatrización más rápida y con
mayor resistencia a la tensión que la temperatura ambiente. Una
herida húmeda promueve el reclutamiento de defensas vitales y
células, mejorando la cicatrización. Los vendajes ayudan a mantener la herida caliente y húmeda. Las heridas (incisiones) producidas por instrumentos quirúrgicos afilados curan más rápidamente y con menos necrosis en los bordes de la herida que
aquellas producidas por tijeras, bisturí eléctrico o láser. La infección de la herida interfiere con la fase de reparación. Los tejidos
contaminados se infectan si las bacterias invasivas se multiplican
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CAPÍTULO 15
hasta 105 organismos por gramo de tejido. El desarrollo de la
infección en la herida depende del grado de trauma tisular, presencia de material extraño, retraso entre lesión y tratamiento y
efectividad de las defensas del hospedador. Las toxinas bacterianas y los infiltrados inflamatorios asociados producen necrosis
celular y trombosis vascular. Los exudados de la herida pueden
separar capas tisulares y por tanto retrasar la cicatrización. La
inflamación producida por la infección compromete la vascularización, causando necrosis adicional.
La cicatrización depende del aporte sanguíneo, que aporta a
las células oxígeno y sustratos metabólicos. La inhibición del
aporte sanguíneo debida a traumatismo, vendajes compresivos
o movimiento de la herida ralentiza la cicatrización. Los macrófagos resisten la hipoxia, pero la epitelización y la síntesis de
proteínas por los fibroblastos dependen del oxígeno. La síntesis
de colágeno requiere una presión parcial de oxígeno (Po2) de
20 mm Hg. La terapia con oxígeno hiperbárico aumenta el oxígeno tisular y la herida gana en resistencia con mayor rapidez.
La acumulación de líquido en espacios muertos retrasa la cicatrización porque el medio hipóxico del líquido del seroma inhibe la migración de células de reparación hacia la herida. El
líquido inhibe de forma mecánica la adhesión de injertos o colgajos al lecho de la herida.
El reclutamiento, proliferación y función celular de la cicatrización están controlados por factores del crecimiento, proteínas
sintetizadas y liberadas por células implicadas en la cicatrización. Se han identificado numerosos factores de cicatrización,
incluyendo el factor de crecimiento plaquetario, el factor de crecimiento epidérmico, el factor de crecimiento fibroblástico y
factores de crecimiento transformantes. Los factores de crecimiento plaquetarios se encuentran en gránulos, por lo que los
macrófagos tienen que ser estimulados para sintetizar y liberar
factores de crecimiento.
Las fibronectinas son glucoproteínas críticas para la cicatrización. Estimulan la unión y migración celular y se encuentran
en forma soluble en la matriz del tejido conectivo. Los macrófagos, el endotelio, los fibroblastos y el epitelio sintetizan y liberan fibronectina. La fibronectina del coágulo puede ayudar a la
migración inicial de elementos celulares (macrófagos y epitelio)
en la herida. La fibronectina une componentes de la pared bacteriana, colágeno, actina, trombospondina, heparán sulfato,
ácido hialurónico, fibrina, receptores de superficies celulares y
otras moléculas de fibronectina. La fibronectina también puede
ser importante para crear una primera matriz para la cicatrización y para unir componentes celulares y matriciales durante la
cicatrización. La fibronectina disminuye en la herida cuando
la cicatrización se está completando. Los proteoglicanos también son importantes en todas las fases de la cicatrización. La
matriz durante la migración celular contiene concentraciones
elevadas de glucosaminoglicanos no sulfatados (es decir, hialuronatos). Cuando progresa la maduración de la herida aparecen más glucosaminoglicanos sulfatados (es decir, condroitín
sulfato y heparán sulfato).
Factores externos que afectan
a la cicatrización
La radioterapia y algunos fármacos retrasan la cicatrización. Los
corticoesteroides deprimen todas las fases de la cicatrización e
incrementan la posibilidad de infección. Los antiinflamatorios
suprimen la inflamación, pero tienen poco efecto en la resisten-
Cirugía del sistema tegumentario
163
CUADRO 15-2
Fundamentos en el tratamiento de heridas
Cubra la herida temporalmente para prevenir un mayor
traumatismo y contaminación.
Asista al animal traumatizado y estabilice su estado.
Rasure y prepare de forma aséptica la región circundante a
la herida.
Cultive muestras de la herida.
Desbride el tejido muerto y elimine de la herida detritos
extraños.
Lave la herida a conciencia.
Proporcione un drenaje a la herida.
Promueva la cicatrización estabilizando y protegiendo la
herida limpia.
Realice un cierre apropiado de la herida.
cia de la herida. La aspirina puede retrasar la coagulación sanguínea. Algunos quimioterápicos (p. ej., ciclofosfamida, metotrexato y doxorrubicina) inhiben la cicatrización. La radioterapia
puede inhibir fuertemente la cicatrización, dependiendo de la
dosis y del tiempo de exposición en relación con el tiempo de
la lesión; reduce la cantidad de vasos sanguíneos, afecta a la
maduración del colágeno e incrementa la fibrosis dérmica. Por
eso los quimioterápicos y la radioterapia deberían evitarse
durante 2 semanas tras intervenciones quirúrgicas. La vitamina
A, la vitamina E y el aloe vera pueden mejorar la cicatrización de
heridas irradiadas. La exposición a campos magnéticos pico-tesla mejora la resistencia de heridas suturadas y acelera la contracción de heridas abiertas en ratas (Trostel y cols., 2003). La terapia
con oxígeno hiperbárico disuelve oxígeno en el plasma, lo cual
estimula el crecimiento de nuevos capilares; por eso puede ser
útil en el tratamiento de heridas isquémicas. La ecografía y la
fototerapia (láser de baja potencia) acortan la fase inflamatoria
de la cicatrización y aumentan la liberación de factores que estimulan el período proliferativo de la reparación. El empleo de
vendajes con presión subatmosférica controlada elimina el fluido intersticial, lo cual permite la descompresión tisular, colabora
a la eliminación de detritos tisulares y promueve la cicatrización
(v. p. 173).
TRATAMIENTO DE HERIDAS ABIERTAS
O SUPERFICIALES
Las heridas deben cubrirse con un vendaje limpio y seco inmediatamente tras la lesión o cuando el animal sea traído para ser
tratado, con el fin de evitar contaminaciones y hemorragias
(v. cuadro 15-2). Las lesiones que pongan en peligro la vida
deben ser tratadas y el animal estabilizado antes de realizar un
tratamiento de las heridas. Si resulta apropiado durante la estabilización, se debe retirar el vendaje para evaluar la herida y clasificarla como contaminada o infectada, abrasión, laceración,
avulsión, punción, contusa o por quemadura. El «período de
oro» son las primeras 6-8 horas entre la contaminación de la
herida por la lesión y una multiplicación bacteriana superior a
105 organismos por gramo de tejido. Una herida se clasifica
como infectada en vez de contaminada cuando el número de
bacterias supera 105 organismos por gramo de tejido. Las heridas
infectadas suelen estar sucias y cubiertas por un exudado espeso
y viscoso.
164
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Las abrasiones son superficiales y conllevan la destrucción
de la piel a diversa profundidad debido a la fricción con objetos
no afilados o por fuerzas en cizalla. Las abrasiones son sensibles a la presión o contacto y el sangrado es mínimo. Una laceración se debe a un desgarro que daña la piel y el tejido subyacente. Las laceraciones pueden ser superficiales o profundas y
tienen bordes irregulares. Las heridas por avulsión se caracterizan por el desgarramiento de tejidos por su lugar de unión y
la formación de colgajos cutáneos. Las lesiones por avulsión en
las extremidades con abundante pérdida de piel se denominan
lesiones por desguante (degloving en inglés, es una lesión por
avulsión de la piel). Una herida penetrante o por punción se
debe a un proyectil u objeto afilado, como un cuchillo, perdigón o diente. La profundidad y extensión de la herida depende
de la velocidad y tamaño del objeto que crea la herida. La
extensión de tejido dañado es directamente proporcional a la
velocidad del proyectil. Pueden incrustarse en la herida fragmentos de pelo, piel y detritos. Las lesiones por aplastamiento
pueden deberse a combinaciones de otros tipos de heridas con
mayor daño y contusión de la piel de los tejidos más profundos. Las quemaduras pueden afectar a todo el grosor de la piel
o a una parte, y pueden deberse a calor o a sustancias químicas
(v. p. 228).
Las heridas con menos de 6-8 horas de antigüedad, con
traumatismo y contaminación mínimos, se tratan con lavado,
desbridamiento y cierre primario. En general, cuanto antes
comience el tratamiento, mejor será el pronóstico. Las heridas
penetrantes no deben ser cerradas sin una previa exploración
quirúrgica. Las heridas con traumatismo y contaminación severos, las heridas con más de 6-8 horas o las heridas infectadas
deben tratarse como heridas abiertas, para permitir el desbridamiento y la reducción de la carga bacteriana. La mayoría de las
heridas se aproximan cuando la infección ha sido controlada; sin
embargo, algunas heridas cicatrizan por contracción y epitelización (cicatrización por segunda intención).
Con frecuencia se requiere anestesia para la primera inspección y cuidados de la herida. El objetivo del tratamiento de la
herida abierta es convertir la herida abierta y contaminada en
una herida quirúrgicamente limpia, que puede ser cerrada. Son
esenciales una técnica aséptica, una manipulación cuidadosa de
los tejidos y hemostasia. Las heridas con contaminación severa
o infectadas deben cultivarse tras una inspección inicial. El área
adyacente a la herida debe ser rasurada ampliamente y preparada. La herida puede protegerse del pelo rasurado y detergentes
aplicando un lubricante hidrosoluble estéril (gel K-Y) o colocando esponjas empapadas con solución salina en la herida y
cubriéndolas con una almohadilla o toalla estéril. Como alternativa se puede cerrar temporalmente la herida con suturas, pinzas
para paños quirúrgicos, grapas o pinzas de Michel. El pelo de los
márgenes de la herida debe rasurarse con tijeras impregnadas en
un aceite mineral para prevenir que el pelo caiga en la herida.
Los jabones dérmicos de povidona yodada o gluconato de clorhexidina se emplean para preparar la piel rasurada. Los detergentes de los jabones cutáneos son irritantes, tóxicos y dolorosos
en el tejido expuesto y pueden potenciar la infección de la herida. El alcohol mata y fija el tejido expuesto por contacto y sólo
debe emplearse en piel intacta.
El tratamiento inicial de la herida comienza con la eliminación de los grandes contaminantes y con un lavado copioso a
base de una solución electrolítica equilibrada, solución salina
estéril o agua del grifo caliente (500-1000 mL) (v. tabla 15-1).
El suero fisiológico estéril o una solución electrolítica equilibrada (lactato de Ringer) son los líquidos preferidos para el
lavado. El agua del grifo es efectiva y produce menos perjuicios
que el agua destilada o estéril, si bien puede ocasionar cierto
daño tisular por hipotonía (tumefacción celular y mitocondrial). El lavado de la herida reduce la carga bacteriana de forma mecánica, soltando y arrastrando las bacterias y los detritos
necróticos asociados. El lavado puede verse facilitado con el
empleo de limpiadores para heridas no citotóxicos (p. ej.,
Constant Clens; Kendall). En general estos limpiadores se aplican para soltar detritos y ablandar el tejido necrótico durante
los cambios de vendaje; actúan como surfactantes, rompiendo
las uniones iónicas de las partículas y organismos con la herida, y permitiendo que sean arrastrados con suero fisiológico o
solución electrolítica equilibrada. Sin embargo, no es preciso el
lavado tras la aplicación. Los antibióticos o antisépticos (p. ej.,
clorhexidina o povidona yodada; v. p. 169) en la solución de
lavado reducen la carga bacteriana; sin embargo, estos agentes
pueden ocasionar daño tisular. Los antisépticos tienen poco
efecto sobre las bacterias en infecciones establecidas. Es preferible lavar a frotar la herida con esponjas. Las esponjas dañan
el tejido, disminuyendo la capacidad de la herida para resistir
a la infección, y permiten a las bacterias residuales que provoquen una respuesta inflamatoria.
Las bacterias se eliminan de manera efectiva de la superficie
de la herida mediante un lavado a presión empleando una jeringuilla de 35-60 mL y una aguja de 18 gauges, lo cual genera
aproximadamente una presión de 7-8 psi (0,048-0,055 MPa). La
jeringuilla puede conectarse a una bolsa con líquido mediante
una llave de tres pasos y un sistema intravenoso para facilitar el
rellenado. Las presiones altas (70 psi o 0,48 MPa) generadas por
instrumentos de lavado pulsátiles (es decir, Water Pik [Teledyne], Surgilav o Pulsavac) son más efectivas para reducir la carga
bacteriana y eliminar detritos extraños y material necrótico,
pero puede introducir bacterias y detritos en planos tisulares,
dañar el tejido subyacente y reducir la resistencia a la infección.
Las peras de goma no generan presión suficiente para eliminar
las bacterias y detritos de forma adecuada.
Desbridamiento
La cicatrización se retrasa si hay tejido necrótico en la herida. El
tejido desvitalizado se elimina de la herida mediante el desbridamiento. El desbridamiento incluye la retirada de tejido
muerto o dañado, cuerpos extraños y microorganismos que
comprometan los mecanismos locales de defensa y retrasen la
cicatrización. La finalidad del desbridamiento es obtener unos
bordes y un lecho de herida limpios y frescos que permitan un
cierre primario. El tejido desvitalizado se elimina mediante escisión quirúrgica, mecanismos autolíticos, enzimas, vendajes
húmedo-seco (v. p. 186) o métodos bioquirúrgicos. La extensión del tejido desvitalizado suele ser obvia en las primeras
48 horas tras la lesión.
Desbridamiento quirúrgico. El tejido desvitalizado
debe ser escindido quirúrgicamente por capas, comenzando
por la superficie y continuando hacia capas más profundas.
Puede realizarse mediante disección aguda, electrocirugía o
láser. Deben preservarse los huesos, tendones, nervios y vasos,
pero deben eliminarse los secuestros óseos porque pueden
inhibir la granulación completa de la herida (especialmente en
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
165
TABLA 15-1
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Sugerencia de limpiadores de heridas
LIMPIADOR
VENTAJA
DESVENTAJA
Limpiadores comerciales: Constant Clens
(el mejor)
El surfactante rompe las uniones entre
cuerpos extraños y la herida
Conveniente
La mayoría de los surfactantes iónicos y
muchos no iónicos han demostrado ser
tóxicos para las células, retrasando la
cicatrización e inhibiendo los
mecanismos de defensa de la herida
Caro
Agua corriente
Disponibilidad
Barata
Facilidad de aplicación
Hipotónica
Trazas de elementos citotóxicos
No antimicrobiana
Solución electrolítica equilibrada:
solución de lactato de Ringer (LRS)
Normosol
Isotónicas
Poco citotóxicas
No antimicrobianas
Suero fisiológico (0,9%)
Isotónico
Ligeramente más ácido que LRS
No antimicrobiano
Clorhexidina 0,05%
(1 parte de la solución comercial cada
40 partes de agua estéril o LRS) o
(5 25 mL de la solución comercial
por litro)
Amplio espectro antimicrobiano
Buena actividad residual
No se inactiva por materia orgánica
Precipita en soluciones electrolíticas
Concentraciones mayores son
citotóxicas y pueden ralentizar la
formación de tejido de granulación
Proteus, Pseudomonas y Candida son
resistentes
Toxicidad corneal
Clorhexidina 0,05% con Tris EDTA
Facilita la destrucción de bacterias por
lisozimas, antisépticos y antibióticos.
Lisis rápida de P. aeruginosa, E. coli y
Proteus vulgaris
Incrementa la efectividad de los
antimicrobianos aproximadamente
1000 veces
Precipita en soluciones electrolíticas
Concentraciones mayores son
citotóxicas y pueden ralentizar la
formación de tejido de granulación
Toxicidad corneal
Povidona yodada 0,1%
(1 parte de solución comercial cada
100 partes de LRS) o (510 mL de
solución comercial cada 100 mL
de LRS)
Amplio espectro antimicrobiano
Se inactiva por la materia orgánica
Actividad residual limitada
Citotóxica a concentraciones mayores
al 1%
Hipersensibilidad por contacto
Alteraciones tiroideas si se absorbe
lesiones por avulsión metacarpianas y metatarsianas) y predisponer a infecciones. El músculo debe desbridarse hasta que sangre y se contraiga con estímulos apropiados. La grasa contaminada debe escindirse porque se desvasculariza fácilmente y
acumula bacterias, pero los vasos cutáneos deben mantenerse
para que la piel sea viable. Como alternativa se puede escindir
en bloque la herida completa, si existe suficiente tejido adyacente sano y se pueden preservar las estructuras vitales. El riesgo
del desbridamiento quirúrgico consiste en eliminar una cantidad excesiva de tejido que pueda ser viable. En las heridas penetrantes o punzantes puede ser necesario ampliar la herida para
evaluar la existencia de lesiones y permitir el desbridamiento.
La electrocirugía o un láser de dióxido de carbono de alta
potencia pueden ser igual de efectivos que el desbridamiento
agudo del tejido desvitalizado. Tienen la ventaja de que producen simultáneamente hemostasia, que ayuda a prevenir el desbridamiento de tejido desvitalizado. La terapia con láser de baja
potencia parece que estimula la cicatrización en heridas crónicas, ya que acorta la fase inflamatoria y aumenta la liberación de
factores que estimulan la fase proliferativa de la reparación. Los
efectos más significativos son un incremento del depósito de
colágeno y células endoteliales, así como proliferación de fibroblastos y miofibroblastos.
El desbridamiento quirúrgico de tejido obviamente desvitalizado se suele combinar con el desbridamiento autolítico
para eliminar superficies contaminadas y tejido de viabilidad
cuestionable. Tras el desbridamiento quirúrgico las heridas
suelen tratarse como heridas abiertas con apósitos hidrófilos
y vendajes. Es importante para la cicatrización proveer a
la herida de un buen drenaje y de un lecho vascular viable. La
herida debe cerrarse cuando tenga una apariencia saludable o
cuando se haya formado un lecho de tejido de granulación, a
menos que se anticipe el cierre de la herida por contracción y
epitelización.
Desbridamiento autolítico. El desbridamiento autolítico suele preferirse al desbridamiento quirúrgico en heridas
con una viabilidad tisular cuestionable. El desbridamiento
autolítico se consigue manteniendo un medio húmedo con
166
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
vendajes hidrófilos oclusivos o semioclusivos (v. pp. 176-188),
que permite la permanencia de exudados o fluidos de la herida, que contienen enzimas y factores de crecimiento. El mantenimiento de las enzimas en la herida permite el desbridamiento.
Desbridamiento enzimático. Los agentes de desbridamiento enzimáticos se emplean junto con el lavado de la herida
y el desbridamiento quirúrgico. Son beneficiosos en pacientes
con riesgo anestésico o cuando el desbridamiento quirúrgico
puede dañar tejido sano necesario para la reconstrucción. Los
agentes enzimáticos eliminan el tejido necrótico y licuan los
coágulos y las películas bacterianas, permitiendo un mejor
contacto entre los antibióticos y las heridas, y mejorando la
exposición para el desarrollo de la inmunidad celular y humoral; no dañan el tejido vivo si se usan de forma apropiada. Las
heridas por quemadura, el hueso necrótico y el tejido conectivo no son digeridos por las enzimas disponibles. Las enzimas
tienen que permanecer en contacto con la herida un tiempo
determinado para producir el efecto deseado. Puede producirse una irritación tisular local con el empleo de enzimas. Uno de
los agentes de desbridamiento enzimático contiene tripsina
pancreática, bálsamo de Perú y aceite de castor. La tripsina desbrida y licua la proteína, pero puede ocasionar inflamación
local y reacciones pirógenas; el bálsamo de Perú estimula el
lecho capilar para aumentar la circulación en la herida; el aceite de castor mejora la epitelización reduciendo la desecación y
cornificación epitelial. Otro de estos agentes en pomada, contiene una proteasa de Bacillus subtilis como enzima desbridante. También se encuentra en el mercado un medicamento para
hemorroides que se ha compuesto tradicionalmente de un
extracto vivo hidrosoluble de levadura (levadura de cerveza,
Saccharomyces cerevisiae) y que se ha empleado en ocasiones en
heridas en granulación. Estimula el consumo de oxígeno, la
angiogénesis, la epitelización y la síntesis de colágeno en heridas y se ha denominado el factor de respiración de las heridas.
Este derivado vivo de levadura se recomienda en heridas con
un tejido de granulación sano y en la fase proliferativa de la
reparación. Algunas fórmulas de este último preparado ya no
tienen extracto vivo de levadura. La colagenasa, la urea-papaína, la papaína, urea y clorofilina son otras enzimas efectivas
que suelen emplearse para desbridar heridas por quemaduras.
Desbridamiento con vendaje. Los vendajes que se
secan en la superficie de la herida, como los vendajes húmedo-seco o seco-seco, se adhieren a la superficie de la herida y
tiran de los detritos y de las capas superficiales de la herida
cuando se retiran. El desbridamiento no es selectivo y se elimina tejido sano junto con el tejido necrótico y los detritos. Esta
técnica es peor que el desbridamiento enzimático con colagenasa y fibrinolisina. Los avances en las técnicas veterinarias han
hecho que esta técnica esté pasada de moda y esté contraindicada, especialmente durante la etapa proliferativa de la cicatrización.
Desbridamiento bioquirúrgico. La terapia con larvas
usando larvas de mosca corónida verde (Lucilia sericata) desbrida la herida porque las larvas secretan enzimas digestivas proteolíticas sobre la herida. Se crían larvas medicinales estériles
específicamente para biocirugía. Una sola larva puede consumir
hasta 75 mg de tejido necrótico al día. Requieren una temperatura óptima, una fuente de oxígeno y una herida húmeda. La
terapia con larvas se adapta mejor a heridas necróticas, infecta-
das o crónicas que no cicatrizan. Las larvas eliminan tejido
necrótico, desinfectan la herida y promueven la formación de
tejido de granulación. Las larvas medicinales se aplican sobre la
herida con una densidad de cinco a ocho larvas por centímetro
cuadrado. Se realiza un agujero en un apósito hidrocoloidal
autoadhesivo con el tamaño de la herida. Este apósito se aplica
sobre la herida para evitar que las larvas se arrastren hacia la piel
intacta y para absorber las secreciones de la herida. Se tapa el
apósito para que las larvas permanezcan en la herida, cambiando las capas absorbentes cuando sea necesario. Las larvas suelen
aplicarse en dos ciclos de 48 horas a la semana.
ANTIBIÓTICOS
El empleo selectivo de antibióticos puede ayudar a prevenir o
controlar infecciones del tegumento tras lesiones o cirugías.
Las heridas no contaminadas o con contaminación mínima,
con menos de 6-8 horas de antigüedad, pueden limpiarse y
cerrarse o tratarse sin antibióticos. Las heridas con contaminación severa, aplastadas y/o infectadas, o heridas con más de
6-8 horas de antigüedad, se benefician de la antibioterapia. Las
heridas contaminadas y las que tienen una infección establecida deben cultivarse antes de administrar antibióticos, de forma
que la selección de los antibióticos se base en el cultivo y en las
pruebas de susceptibilidad. Es ideal realizar un recuento de
carga bacteriana antes de colocar injertos o colgajos sobre tejidos de granulación. La reconstrucción debe retrasarse si los
recuentos bacterianos son mayores a 105 organismos por gramo de tejido.
La antibioterapia sistémica debe aplicarse si hay un alto
riesgo de bacteriemia o diseminación de la infección. Debe
administrarse un antibiótico de amplio espectro mientras que
se esperan los resultados del cultivo. Debe haber un adecuado
nivel de antibiótico en sangre en el momento de la cirugía
cuando se emplean de forma profiláctica para limpiar procedimientos contaminados. La antibioterapia profiláctica debe
aplicarse preferiblemente vía intravenosa cuando se induce la
anestesia (v. capítulo 10). La contaminación ocurrida durante
la cirugía se limita a la flora cutánea del paciente; por ello
deben seleccionarse fármacos efectivos frente a la flora cutánea
grampositiva, especialmente estafilococos (v. p. 87) (p. ej.,
cefazolina 22 mg/kg intravenosa).
MEDICACIONES TÓPICAS PARA HERIDAS
Antimicrobianos y antibióticos tópicos
Los agentes antimicrobianos y los antibióticos eliminan o reducen el número de microorganismos que destruyen el tejido en
la herida. En las heridas abiertas se prefieren los antibióticos
tópicos a los sistémicos. Las heridas con contaminación moderada o ligera no se benefician de la combinación de antibioterapia tópica y sistémica; sin embargo, la combinación es ventajosa en heridas muy contaminadas. Los antibióticos aplicados
en las primeras 1-3 horas tras la contaminación suelen prevenir
la infección. Los beneficios de la antibioterapia tópica deben
superar a los efectos citotóxicos. Los antibióticos que se emplean
de forma efectiva en pomadas o adicionados al líquido de lavado son penicilina, ampicilina, carbenicilina, tetraciclina, kanamicina, neomicina, bacitracina, polimixina y cefalosporinas.
Una vez establecida la infección los antibióticos tópicos y sistémicos no tienen ningún efecto para prevenir la supuración de
heridas que se han cerrado. Los coágulos de la herida evitan
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
CAPÍTULO 15
que los antibióticos lleguen a niveles efectivos en tejidos profundos y también evitan que los antibióticos sistémicos alcancen las bacterias superficiales. Estas heridas deben ser desbridadas para permitir el acceso de los antimicrobianos a las
bacterias.
Las ventajas de los antibióticos tópicos frente a los antisépticos incluyen toxicidad bacteriana selectiva, eficacia en presencia de materia orgánica y efecto combinado con antibióticos sistémicos. Las desventajas incluyen precio, espectro
antimicrobiano más limitado, posibilidad de resistencia bacteriana, creación de «superinfecciones», toxicidad local o sistémica, hipersensibilidad e incremento de infecciones nosocomiales. Las soluciones de antibióticos se prefieren a las pomadas
y polvos. Las pomadas liberan los antibióticos lentamente y
pueden ser oclusivas, incrementando el crecimiento de bacterias anaerobias. Los polvos actúan como cuerpo extraño y no
deben emplearse.
Pomada triple antibiótica. La pomada triple antibiótica (bacitracina, neomicina, polimixina) es efectiva frente a
un amplio espectro de bacterias patógenas que suelen infectar las heridas superficiales de la piel. Sin embargo, su eficacia
frente a pseudomonas es pobre. La cinc bacitracina es responsable de un incremento de la reepitelización de las heridas,
pero puede retrasar la contracción de la herida. Como estos
fármacos tienen una escasa absorción la toxicosis sistémica
(nefrotoxicidad, ototoxicidad, neurotoxicidad) es rara. La
pomada es más efectiva para prevenir una infección que para
tratarla.
Sulfadiacina argéntica. La sulfadiacina argéntica en
crema hidrosoluble al 1% es efectiva frente a bacterias grampositivas y gramnegativas y frente a muchos hongos. Además sirve como barrera antimicrobiana, penetra en el tejido necrótico
y potencia la epitelización de la herida. Es el fármaco de elección para el tratamiento de heridas por quemadura. Se ha
demostrado in vitro una toxicidad para los queratinocitos y
fibroblastos humanos e inhibición de las células polimorfonucleadas y linfocitos. Estos efectos retardantes de la cicatrización
se revierten cuando se combina con aloe vera. Está disponible
un hidrogel de liberación lenta en pomada o apósito. Las
pomadas son efectivas durante 3 días, mientras que los apósitos se mantienen durante 7 días. Sólo se libera una pequeña
cantidad de plata, lentamente, durante un período prolongado,
reduciendo los efectos citotóxicos de la plata iónica y evitando
que manche, irrite o sensibilice a la vez que mantiene los efectos antimicrobianos. Estos productos son además hidrófilos,
por lo que colaboran a mantener un ambiente húmedo y a
absorber exudados.
Nitrofurazona. La nitrofurazona tiene propiedades
hidrófilas y un amplio espectro antibacteriano. Tiene poco
efecto frente a Pseudomonas spp. Su base de polietileno le
confiere propiedades hidrófilas, permitiendo la obtención de
líquido corporal para la herida, lo cual colabora en la disolución de exudados para que puedan ser absorbidos por el vendaje. La nitrofurazona retrasa la epitelización de la herida.
Pierde parte de su efecto antimicrobiano en presencia de
materia orgánica.
Sulfato de gentamicina. El sulfato de gentamicina se
presenta en pomada al 1% y en polvo (Garamycin), pero son
preferibles las soluciones. Los productos con una base de crema
aceite en agua retrasan la contracción y epitelización de la heri-
Cirugía del sistema tegumentario
167
da. Es especialmente efectiva en el control del crecimiento de
bacterias gramnegativas (Pseudomonas spp., Escherichia coli,
género Proteus). Se usa con frecuencia antes y después de los
injertos y en heridas que no han respondido a la pomada triple
antibiótica. La gentamicina en crema aceite en agua puede inhibir al comienzo la contracción y epitelización de la herida. Sin
embargo, la gentamicina en solución isotónica no inhibe la contracción y mejora la epitelización.
Cefazolina. La cefazolina es un antimicrobiano efectivo
frente a organismos gramnegativos y algunos grampositivos. La
cefazolina tópica (la dosis combinada tópica y sistémica no debe
exceder los 22 mg/kg) aporta altos niveles de antibiótico en el
fluido de la herida. La concentración mínima inhibitoria del fármaco se mantiene más tiempo en las heridas cuando se aplica vía
tópica que cuando se aplica vía sistémica. La cefazolina vía tópica tiene una biodisponibilidad del 95% y se absorbe rápidamente; por ello los niveles sistémicos igualan a los niveles del líquido
de la herida en 1 hora.
Mafenida. La mafenida (hidrocloruro o acetato) es un
compuesto sulfamídico tópico disponible en forma de espray
acuoso. Actúa frente a bacterias gramnegativas, incluidas Pseudomonas y Clostridium, y es particularmente útil en heridas con
contaminación severa.
Otros agentes tópicos
Los agentes antiinflamatorios se emplean para evitar un daño
inflamatorio progresivo. Los esteroides tópicos pueden inhibir
la epitelización, la contracción de la herida y la angiogénesis.
La producción de un tejido de granulación exuberante puede
reducirse con una o dos aplicaciones de corticoesteroides. Los
anestésicos tópicos pueden ser útiles para reducir el dolor. La
lidocaína o la bupivacaína aplicadas vía tópica reducen el dolor
traumático y posquirúrgico y pueden disminuir la necesidad
de analgésicos sistémicos. Los agentes hidrófilos producen
difusión de fluidos a través del tejido de la herida hacia la
superficie y el vendaje. Diluyen los coágulos y detritos tenaces
de la superficie de la herida y permiten una mejor absorción.
Copos de copolimero, dextranomero y maltodextrina NF son
agentes hidrófilos que absorben fluidos de la herida con una
mínima reacción tisular. Una combinación de ácidos orgánicos
a base de ácido málico, benzoico y salicílico mejora la absorción de fluido por el tejido desvitalizado, mejorando su separación de las heridas. El tejido sano subyacente no se daña, y el
pH de 2,8 frena el crecimiento microbiano. Los copolímeros de
amilopectina hidroxietilada es un producto similar que se usa
en sustitución de un vendaje en heridas superficiales. Este producto hidrosoluble se dispone en una fina capa sobre la herida
(1 gota extendida en aproximadamente 6,5 cm2) y se deja secar.
Reduce el secado y prurito de la herida y acelera la cicatrización. Ninguno de estos productos debe usarse junto a otros
productos tópicos, ya que pueden inhibir la adherencia de la
película a la piel.
Aloe vera. El gel de aloe vera se extrae de la hoja de aloe
vera y contiene 75 constituyentes potencialmente activos. El
aloe vera se ha empleado en quemaduras por su actividad antibacteriana frente a Pseudomonas aeruginosa. También inhibe el
crecimiento fúngico. Las propiedades antiprostaglandina y
antitromboxano de los medicamentos con aloe vera son beneficiosas para mantener la permeabilidad vascular y por consiguiente se evita la isquemia cutánea. Además, los medicamen-
168
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
tos con al oe vera pueden estimular la replicación fibroblástica.
El aloe vera tiene la capacidad de penetrar en los tejidos y anestesiarlos. El acemanano, un componente del gel de extracto de
aloe vera, promueve la cicatrización (v. comentario posterior).
Se encuentra también en otros preparados. La alantoína, otro
componente del gel de extracto de aloe vera, estimula la reparación tisular en heridas supurantes y úlceras resistentes ya que
promueve el crecimiento epitelial. Su empleo en heridas
que comprometen todo el espesor de la piel no está indicado
debido a sus efectos antiinflamatorios. El aloe vera contrarresta los efectos inhibitorios de la sulfadiacina argéntica cuando
se combinan.
Acemanano. El acemanano está disponible como
hidrogel tópico para heridas o en forma de gel liofilizado.
Está indicado para el tratamiento de quemaduras superficiales y profundas que afecten parcialmente al espesor de la piel,
laceraciones, úlceras cutáneas, abrasiones y heridas que no
cicatrizan. El acemanano es un -(1,4)-acetil-manano derivado de la planta de aloe vera que mejora los estadios iniciales de la cicatrización. El acemanano estimula a los macrófagos a secretar interleucina-1 y factor de necrosis tumoral alfa,
que mejoran la proliferación de fibroblastos, la neovascularización, el crecimiento y movilidad epidérmicos y el depósito
de colágeno para formar tejido de granulación. El acemanano
puede unirse además a factores de crecimiento, prolongando
su efecto estimulante sobre la formación de tejido de granulación. La forma liofilizada mejora la cicatrización sobre hueso expuesto y tiene propiedades hidrófilas, que ayudan a la
limpieza de la herida y disminuyen el edema. El período más
efectivo para comenzar con la aplicación tópica es en la fase
inflamatoria inicial de la cicatrización, mediante aplicación
diaria bajo vendaje, continuando hasta la fase de reparación.
Los mayores efectos se ven en los primeros 7 días tras la aplicación. Puede darse exceso de tejido de granulación, especialmente con la forma liofilizada, lo cual inhibe la contracción
de la herida.
Complejo tripéptido-cobre. (Complejos glicil-l-histidil-lisina [l-fenilalanina] tripéptido y tetrapéptido con
cobre). Este complejo tripéptido-cobre estimula la cicatrización y tiene efecto quimiotáxico para mastocitos, monocitos
y macrófagos, que estimulan el desbridamiento, la angiogénesis, la síntesis de colágeno y la epitelización. El cobre es
necesario para las enzimas implicadas en el entrecruzamiento
del colágeno. El mejor período para comenzar con la aplicación de este producto es el final de la fase inflamatoria y la
fase de reparación, continuando el tratamiento hasta el final
de la fase de reparación. Es efectivo para acelerar la cicatrización en heridas abiertas e isquémicas (Canapp y cols., 2003).
Su mayor efecto es en los primeros 7 días de empleo. El tejido
de granulación exuberante puede ser un problema en la aplicación de este agente.
Polisacáridos de D-glucosa (maltodextrina NF). La
maltodextrina está disponible en forma de polvos hidrófilos o
gel con un 1% de ácido ascórbico, para emplearlo en heridas
contaminadas o infectadas como estimulante de la cicatrización.
Se ha visto que estimula la cicatrización gracias al aporte de glucosa al metabolismo celular mediante la hidrólisis de sus polisacáridos. Su propiedad hidrófila atrae fluidos hacia el tejido,
manteniéndolo húmedo. La maltodextrina es quimiotáxica y
atrae a neutrófilos, linfocitos y macrófagos a la herida. La malto-
dextrina posee además propiedades antibacterianas y bacteriostáticas. Reduce el olor, los exudados, la inflamación e infección,
y puede fomentar la formación inicial de tejido de granulación
y la epitelización. Tras el desbridamiento y lavado se aplica una
capa de 5-10 mm de maltodextrina en la herida y se cubre con
un vendaje desde el comienzo de la fase inflamatoria hasta la fase
de reparación. Se recomienda el cambio diario del vendaje, con
lavado y reaplicación.
Miel y azúcar. La miel es un agente de aplicación muy
antigua, que ha despertado un nuevo interés. Sus beneficios
propuestos son la mejora del desbridamiento de la herida,
reducción del edema e inflamación, incremento de la formación de tejido de granulación y epitelización y mejora de la
nutrición de la herida. Tiene efecto antibacteriano gracias a la
producción enzimática de peróxido de hidrógeno a partir de
glucosa, su hipertonicidad, bajo pH, contenido en inhibinas y
otros componentes no identificados. La miel incrementa el
contenido en colágeno, acelera la maduración del colágeno y
mantiene un pH óptimo para la actividad de los fibroblastos.
La miel contiene un amplio número de aminoácidos, vitaminas y elementos traza además de azúcares asimilables que estimulan el crecimiento tisular. Además tiene un efecto desodorizante. No todas las mieles son iguales y sólo se recomienda el
empleo de la miel medicinal. El azúcar tiene un efecto hipertónico similar, pero carece de los efectos antiinflamatorios y estimulantes. El azúcar se aplica en una capa de 1 cm de espesor y
la herida se venda tras el desbridamiento y lavado. La miel se
aplica impregnando una gasa estéril, que se coloca posteriormente sobre la herida y se cubre con un vendaje grueso y
absorbente. La frecuencia de cambio de los vendajes depende
de la velocidad de dilución de la miel y el azúcar por los exudados, variando de una a tres veces al día. Están indicados en
la fase inflamatoria y al comienzo de la fase de reparación.
Estos apósitos se interrumpen cuando se ha completado el desbridamiento, hay presencia de un lecho de granulación sano y
ha comenzado la epitelización. La miel se emplea sobre todo en
quemaduras. En un estudio con cerdos los hallazgos histopatológicos mostraron que las quemaduras tratadas con miel entraban en la fase de reparación 10 días antes que aquellas tratadas
con sulfadiacina argéntica; las heridas estaban más húmedas y
elásticas y tenían menos edema y enrojecimiento que aquellas
tratadas con sulfadiacina argéntica o salina (Kabala-Dzik y
cols., 2004). Se ha cuestionado el mérito científico de estos
estudios.
Fenitoína. La fenitoína es un anticonvulsivante que se
prescribe para personas epilépticas. Su empleo tópico parece
que mejora la cicatrización sin efectos adversos (mínima
absorción sistémica) gracias a una mejor expresión genética
del factor de crecimiento plaquetario en macrófagos y monocitos, la estimulación de la proliferación fibroblástica y angiogénesis. Además puede facilitar el depósito y la maduración
del colágeno, disminuye la actividad de la colagenasa y antagoniza la actividad de los glucocorticoesteroides. Acidifica el
medio e incrementa el aporte sanguíneo, reduciendo la carga
bacteriana y promoviendo el tejido de granulación. El polvo
se aplica en heridas limpias y desbridadas, y se venda la
región.
Factores de crecimiento. Se ha investigado la aplicación
de factores de crecimiento para estimular una cicatrización más
rápida. La aplicación de factores de crecimiento asume que la
CAPÍTULO 15
herida presenta un déficit en factores de crecimiento específicos.
Conocer qué factor es deficiente y en qué proporción y fase
durante el complejo de la cicatrización es imposible. La experiencia indica que la aplicación de factores de crecimiento aislados no es tan efectiva como la combinación de factores de crecimiento que produce el cuerpo. Es preferible permitir que estos
factores permanezcan en el fluido de la herida bajo un vendaje
oclusivo o semioclusivo, antes que añadir factores de crecimiento exógenos. Se dispone comercialmente de algunos factores de
crecimiento incluyendo factor de crecimiento plaquetario
recombinante humano y hormona de crecimiento recombinante equina.
Colágeno bovino hidrolizado. El polvo de colágeno
bovino hidrolizado tiene propiedades hidrófilas. El medio
húmedo creado por el producto es beneficioso para estimular la
epitelización temprana. Hay pequeños indicios histológicos de
reacción inflamatoria en perros. La matriz de colágeno aportada
sirve como enrejado para el crecimiento de fibroblastos por su
interior, lo cual facilita la fase de reparación de la cicatrización.
Probablemente es más efectivo si se emplea al final de la fase
inflamatoria y al principio de la fase de reparación de la cicatrización.
Solcoseril. El solcoseril es un derivado de sangre de ternero libre de proteínas, dializado y ultrafiltrado que mejora
la cicatrización. Estimula la proliferación y migración de
fibroblastos y promueve la diferenciación de monocitos a
macrófagos. La reacción inflamatoria aumenta con la consecuente migración y proliferación de fibroblastos. Su empleo
debe realizarse en las fases iniciales de la cicatrización para
estimular la respuesta inflamatoria. Tras la contracción de la
herida y cuando predomina la epitelización debe detenerse
la aplicación de este producto, ya que puede inhibir la epitelización.
Ketanserina. La ketanserina es un inhibidor selectivo de
serotonina que antagoniza de forma competitiva la vasoconstricción y la agregación plaquetaria inducidas por serotonina.
Además antagoniza la supresión de los macrófagos de la herida
inducida por serotonina, por lo que permite una respuesta
inflamatoria en la herida mayor y más efectiva. Su eficacia es
mayor en heridas con déficit circulatorio o en regiones periféricas.
Cristal bioactivo. El cristal bioactivo es un tratamiento
novedoso que estimula una reacción inflamatoria detectable a
nivel microscópico, sin signos macroscópicos de inflamación.
La aplicación intraincisional o su colocación antes del cierre
de la herida aumenta la resistencia precoz de la herida a la
rotura.
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SOLUCIONES LIMPIADORAS DE HERIDAS
Las soluciones limpiadoras de heridas deben tener propiedades
antisépticas ideales con citotoxicidad mínima. Se emplean
principalmente en las fases iniciales del tratamiento de la herida para disminuir la carga bacteriana y librar la herida de tejido necrótico y detritos. Una vez que la herida está limpia son
ideales las soluciones electrolíticas equilibradas o el suero fisiológico (v. tabla 15-1). El agua de grifo no es un limpiador ideal
para heridas, pero es aceptable para eliminar inicialmente
suciedad y detritos cuando la contaminación es grave. La hipotonicidad del agua de grifo produce tumefacción celular, que
puede derivar en una destrucción celular significativa y retra-
Cirugía del sistema tegumentario
169
sar la cicatrización en caso de uso prolongado. Las soluciones
antisépticas se usan al comienzo del tratamiento de las heridas
para reducir la carga bacteriana y la posibilidad de infección.
Están contraindicadas en heridas limpias porque todos los
antisépticos tienen cierto efecto citotóxico y harán más daño
que bien.
Limpiadores de heridas comerciales
Lea la etiqueta cuidadosamente para seleccionar un limpiador
de heridas comercial; algunos están combinados con agentes
que están contraindicados en heridas por su efecto citotóxico.
Algunos ingredientes que deben evitarse son el peróxido de
hidrógeno, hipoclorito sódico y ácido hidrocloroso. La actividad limpiadora de algunos de los limpiadores disponibles
depende de un surfactante que rompe las uniones entre los
cuerpos extraños y la superficie de la herida. La mayoría de
los surfactantes iónicos y algunos no iónicos son tóxicos para
las células, por lo que retrasan la cicatrización e inhiben los
mecanismos de defensa de la herida. Un estudio in vitro realizado para comparar la acción de algunos de los limpiadores de
heridas comerciales disponibles sobre fibroblastos, eritrocitos
y leucocitos humanos ha demostrado que Constant Clens era
el más biocompatible (Rodeheaver, 2001).
Diacetato de clorhexidina
La solución de lavado y humectante preferida para heridas es
el diacetato de clorhexidina al 0,05% debido a su amplio
espectro de actividad antimicrobiana y su actividad residual
mantenida. Tiene actividad antibacteriana en presencia de
sangre y otros detritos orgánicos, tiene una absorción y toxicidad sistémica mínima y promueve una rápida cicatrización.
La solución al 0,05% se consigue diluyendo una parte de la
forma comercial con 40 partes de agua estéril. Los compuestos
de clorhexidina precipitan en soluciones electrolíticas, pero
este hecho ni retrasa la cicatrización ni interfiere con la actividad antibacteriana. Soluciones más concentradas pueden
ralentizar la formación de tejido de granulación en caso de
contacto prolongado con la herida. La actividad residual dura
hasta 2 días y su efectividad se incrementa con la aplicación
reiterada. Los inconvenientes potenciales de la clorhexidina
incluyen resistencia de Proteus, Pseudomonas y Candida y toxicidad corneal.
Povidona yodada
La solución al 1% o al 0,1% de povidona yodada (solución
comercial al 10% diluida 1:10 o 1:100, respectivamente) se
emplea con frecuencia para el lavado de heridas debido a su
amplio espectro de actividad antimicrobiana. Sus componentes
son activos frente a formas vegetativas y esporuladas de bacterias, hongos, virus, protozoos y levaduras. Se recomienda la
solución al 0,1%. Esta concentración mata a las bacterias en
15 segundos y no se conoce ninguna resistencia bacteriana. La
povidona yodada es un yodóforo hidrosoluble y muy ácido
(pH 3,2) producido con la combinación molecular de yodo y
polivinilpirrolidona. Se requiere una aplicación frecuente (cada
4-6 horas) cuando se aplica en forma de solución húmeda, ya
que su actividad residual dura sólo 4-8 horas y la materia orgánica (es decir, sangre y exudados séricos) inactiva el yodo libre
en la povidona yodada. La absorción de yodo a través de la piel
y membranas mucosas puede elevar las concentraciones sistémi-
170
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
cas de yodo y producir disfunciones tiroideas transitorias. El
bajo pH de la povidona yodada puede producir o intensificar la
acidosis metabólica cuando se absorbe la solución. Al frotar las
heridas con povidona yodada sus detergentes dañan el tejido y
potencian las infecciones. Puede ocurrir hipersensibilidad por
contacto hasta en el 50% de los perros lavados con componentes
de povidona yodada. La povidona yodada al 0,5% es citotóxica
para los fibroblastos.
Tris EDTA
El tris EDTA (sal de ácido etilendiaminotetraacético cálcica
disódica tamponada con hidroximetil aminometano de tris)
añadido a las soluciones de lavado incrementa la permeabilidad
de las bacterias gramnegativas para solutos extracelulares y pierden solutos intracelulares. La solución tris-EDTA se prepara
añadiendo 1,2íg de EDTA y 6,05íg de tris a 1 L de agua estéril. El
hidróxido de sodio se emplea para ajustar el pH de la solución
a 8, y la solución se mezcla y se esteriliza mediante autoclave
durante 15íminutos. Las bacterias tratadas son más susceptibles
a ser destruidas por lisozimas, antisépticos y antibióticos. El tris
EDTA en agua estéril lisa rápidamente P. aeruginosa, E. coli y
Proteus vulgaris. La adición de tris EDTA a una solución del
0,01% de gluconato de clorhexidina incrementa la efectividad
antimicrobiana aproximadamente 1000 veces. Hay sinergismo
antimicrobiano contra E. coli entre tris EDTA y penicilina, oxitetraciclina y cloranfenicol. De manera similar, tris EDTA tiene
actividad sinérgica frente a P. vulgaris con gentamicina, oxitetraciclina, polimixina B, ácido nalidíxico o triple sulfonamida.
Otras soluciones
El ácido acético al 0,25% o 0,5% se emplea en ocasiones como
solución de lavado. Su efecto antibacteriano se logra bajando el
pH de la herida. La acidificación de la herida es beneficiosa en
heridas que contienen organismos que lisan la urea, como Pseudomonas spp.; sin embargo, se puede desarrollar resistencia al
ácido acético. El ácido acético es más citotóxico para los fibroblastos que para las bacterias. El peróxido de hidrógeno y la
solución de Dakin no deberían emplearse como soluciones para
el lavado de heridas. El peróxido de hidrógeno, incluso en pequeñas concentraciones, produce daño tisular y es poco antiséptico.
Es un esporocida efectivo; por consiguiente, puede ser beneficioso si se sospecha de esporas clostridiales. El peróxido de hidrógeno desplaza a las bacterias y detritos de la herida con su acción
efervescente. La solución de Dakin es una solución de hipoclorito sódico al 0,5% (dilución 1:10 de lejía). Libera cloro y oxígeno
en el tejido, matando a las bacterias y licuando el tejido necrótico. Sin embargo, incluso al reducir su concentración a la mitad
o a la cuarta parte, la solución de Dakin es perjudicial para neutrófilos, fibroblastos y células endoteliales, por lo que no debe
emplearse como solución de lavado.
OTROS MÉTODOS DE TRATAMIENTO
PARA HERIDAS
De manera experimental el tratamiento de heridas abiertas con
campos electromagnéticos pulsátiles mejora la epitelización y
puede promover una contracción temprana de la herida sin
efectos adversos sobre la perfusión ni sobre parámetros tensiométricos, histológicos, clinicopatológicos o electroencefalográficos. Un campo electromagnético pulsátil genera pulsos complejos multiformes de campos electromagnéticos oscilantes en un
rango de frecuencia ultra-baja (0,5-18íHz). Un tratamiento
durante 60íminutos (unidad de campo magnético activada
20íminutos, desactivada 20íminutos, activada 20íminutos) se
aplicó diariamente durante 21ídías. Se empleó una frecuencia de
0,5íHz durante los primeros 4ídías, 3íHz durante 5ídías y 8íHz
durante los últimos 13ídías. Tanto la ultrasonografía como la
fototerapia, aplicada con láser de baja intensidad, acortan la fase
inflamatoria de la cicatrización y aumentan la liberación de factores estimulantes de la fase proliferativa de la cicatrización. La
exposición a campos magnéticos pico-tesla mejora la resistencia
de las heridas suturadas y acelera la contracción de heridas
abiertas en ratas (Trostel y cols., 2003).
EVALUACIÓN DE LA VIABILIDAD CUTÁNEA
La circulación cutánea puede deteriorarse en los 5ídías posteriores a la cirugía debido al edema y otros factores. La viabilidad
cutánea se evalúa clínicamente por el color, temperatura, sensación dolorosa y sangrado. La viabilidad también puede evaluarse mediante colorantes, oxígeno o dióxido de carbono transcutáneo, velocimetría por láser Doppler, detección de flujo por
ecografía Doppler y gammagrafía. La piel inviable es negra,
negra azulada o blanca, inflexible, fría y ausente de sensaciones.
La piel normal es cálida, flexible y rosa, con un rellenado capilar
normal (difícil de evaluar) y sensación dolorosa. Las áreas de
viabilidad cuestionable suelen ser azules o moradas, y el relleno
capilar y la sensibilidad son pobres.
La inyección intravenosa de tintura vital de fluoresceína
(10ímg/kg) o naranja de xilenol (90ímg/kg) se ha empleado para
evaluar la integridad vascular de la piel, pero no es mejor que la
observación visual. La monitorización del oxígeno (Po2) y dióxido de carbono (Pco2) transcutáneos permite la evaluación inmediata de la isquemia, pero requiere un decúbito prolongado y
tranquilo, y los sensores transcutáneos de oxígeno o dióxido de
carbono colocados durante más de 3íhoras pueden producir
quemaduras superficiales. La piel generalmente sobrevive si se
mantiene una Po2 transcutánea de aproximadamente 60ímmíHg.
Valores de Po2 transcutáneos de 30-60ímmíHg pueden estar asociados a supervivencia parcial o completa. Los valores de Pco2
transcutánea son más bajos en la base de los colgajos cutáneos
(aproximadamente 53ímmíHg) que en el ápice (aproximadamente 106ímmíHg), donde es más probable que se produzca
isquemia. La velocimetría por láser Doppler es un indicador del
flujo sanguíneo capilar que puede dar una evaluación segura de
la circulación local. Debe realizarse lejos de los grandes vasos
sanguíneos para monitorizar el flujo sanguíneo parcial, el volumen y la velocidad, factores que varían según especies, área e
instrumental. La detección del flujo por ecografía Doppler es
una forma no invasiva y barata de detectar el flujo sanguíneo y
predecir la viabilidad del área. Generalmente se escuchan dos
sonidos en cada pulso arterial, pero sólo se escucha un sonido en
caso de oclusión o estenosis proximal. Las áreas de tejido inviable pueden ser también identificadas por estudio gammagráfico
del área, tras la inyección de metilendifosfato de tecnecio 99m.
CIRUGÍA DEL TEGUMENTO
Los principios quirúrgicos fundamentales de la cirugía reconstructiva se enumeran en el cuadroí15-3. Las incisiones realizadas
con cuchilla de bisturí producen menos traumatismo que aquellas realizadas con tijeras, bisturí eléctrico o láser. El láser de CO2
es el láser más apropiado para incisiones cutáneas; crea heridas
CAPÍTULO 15
CUADRO 15-3
Principios quirúrgicos fundamentales para la cirugía
reconstructiva
• Empleo estricto de esterilidad en la preparación de la sala,
equipo e instrumentos quirúrgicos y durante la cirugía.
• Manipule los tejidos cuidadosamente.
• Conserve la vascularización.
• Elimine el tejido necrótico.
• Mantenga la hemostasia.
• Aproxime los tejidos de manera anatómica, sin tensión.
• Cierre los espacios muertos.
• Use materiales de sutura e implantes apropiados.
CUADRO 15-4
Factores predictivos de mayor riesgo para infección local
posquirúrgica
Nivel de evaluación prequirúrgica de la American Society
of Anesthesiologists ≥3
Incremento de la duración de la anestesia (⬇30% incremento cada hora)
Incremento de la duración de la cirugía (el doble cada
70-90 minutos)
Incremento del número de personas en el quirófano (1,3 veces/
persona)
Área de la herida clasificada como sucia
No profilaxis antimicrobiana prequirúrgica o intraoperatoria (6-7 veces mayor)
Incremento de la permanencia en cuidados intensivos posquirúrgica (1,16 veces por cada día adicional)
Drenajes (los materiales extraños reducen el número de
microorganismos necesarios para la infección a 104)
Incremento del peso del paciente
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Modificado de Eugster S, Schawalder P, Gaschen F et al:
A prospective study of postoperative surgical site infections in dogs
and cats, Vet Surg 33:542-550, 2004.
con mínima hemorragia porque los vasos se sellan. Los bordes
cutáneos deben manipularse de forma atraumática empleando
ganchos para piel o pinzas de dientes finos. El plexo profundo o
subcutáneo debe conservarse durante la disección y escisión
para asegurar la supervivencia de la piel. Es importante diseccionar bajo la grasa subcutánea para evitar la transección del plexo
subcutáneo. Para evitar la transección de las arterias cutáneas
directas que nutren al plexo subcutáneo debe realizarse la disección bajo el músculo cutáneo (es decir, músculos del panículo,
prepucial, supramamario, músculo cutáneo del cuello y esfínteres del cuello) o en la profundidad de la capa dérmica en las
extremidades distales. El riesgo de infección posquirúrgica se
disminuye mediante la antibioterapia profiláctica, pero se incrementa por diversos factores (v. cuadro 15-4) (Eugster y cols.,
2004).
Suturas
Una sutura actúa como cuerpo extraño en las heridas. Las
suturas enterradas reducen considerablemente el número crítico de bacterias precisas para producir infección porque la
Cirugía del sistema tegumentario
171
sutura irrita, acumula bacterias y genera islotes de tejido
isquémico. Debe emplearse la menor cantidad de sutura posible, y la más fina posible, para cerrar una herida. Las suturas
de aproximación deben emplearse para lograr una aposición
anatómica de los bordes del tejido. Para cerrar el tejido subcutáneo y subepidérmico debe emplearse una sutura reabsorbible de 3-0 o 4-0 (p. ej., poligluconato, polidioxanona, poliglecaprona 25, glucómero 631 o poliglactina 910) con una aguja
cilíndrica atraumática. La sutura monofilamento no reabsorbible de 3-0 o 4-0 (p. ej., nailon, polipropileno o polibutéster)
con una aguja triangular inversa es la preferible para la mayoría de las suturas de piel. Las suturas de piel deben situarse al
menos a 0,5 cm del borde de la herida. Son preferibles las
suturas discontinuas a las continuas porque las suturas continuas conllevan una reducción de la microcirculación. La tensión de la sutura debe aproximar simplemente los bordes, ya
que las heridas aproximadas son más fuertes durante los primeros 21 días.
Grapadoras
Las grapadoras cutáneas empleadas para aproximar los bordes
de la piel precisan menos tiempo de aplicación que las suturas;
sin embargo, es más complicado alinear correctamente los bordes de la piel, y las grapas son menos seguras que las suturas.
Aplique las grapas cutáneas perpendiculares a la incisión después de aproximar y alinear los bordes con unas pinzas romas;
aplique una presión moderada mientras que aprieta el gatillo.
Coloque las grapas con una separación de 6 mm. Recientemente
se han introducido grapas reabsorbibles compuestas de copolímeros de ácido poliglicólico-poliláctico, para el cierre subepidérmico, y se pretende que sustituyan el cierre subepidérmico
mediante otros métodos (Fick y cols., 2005). Estas grapas se
degradan por hidrólisis, perdiendo un 60% de su resistencia en
14 días y teniendo una vida media tisular de 10 semanas. Las
grapas intradérmicas se aplican después de alinear los bordes de
la piel con pinzas y disparando después la grapadora en el tejido
subepidérmico. Las grapas se colocan a distancia de 1 cm aproximadamente. Las grapas intradérmicas producen menos inflamación que las suturas con poliglactina 910 o que las grapas
cutáneas; por consiguiente tienen menor efecto perjudicial sobre
la cicatrización (Fick y cols., 2005).
Adhesivos tisulares
Los adhesivos tisulares de cianoacrilato pueden emplearse en
determinados procedimientos para facilitar el cierre de la piel
o asegurar drenajes. Se emplean con frecuencia para mantener
la piel en aposición tras oniquectomías, caudectomías y ovariohisterectomía en programas de control de poblaciones. Los
adhesivos permiten un cierre estético rápido con menor riesgo
de infección o cicatriz si se emplean correctamente. La resistencia inicial de la herida es menor que si se emplean suturas
(nailon 5-0), pero su fuerza a los 5-7 días es equivalente o
superior con los adhesivos. En ocasiones se emplean conjuntamente las suturas y los adhesivos para reducir el número de
suturas. De los adhesivos tisulares no reabsorbibles se prefieren el N-butil o isobutil 2-cianoacrilatos al propil o metilcianoacrilato, porque son menos tóxicos. Estos adhesivos no
deben aplicarse dentro de la herida o incisión, sino sobre la
superficie apuesta, para evitar reacciones de cuerpo extraño.
En la actualidad se dispone de un adhesivo tisular reabsorbi-
172
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
ble estéril de metoxipropilcianoacrilato. Puede usarse externa
e internamente, y se han realizado ensayos en pulmón, hígado,
bazo, riñón y córnea. Tiene propiedades hemostáticas, mejora
la cicatrización, no es reactivo y se absorbe por hidrólisis en
60-90 días.
Los pegamentos tisulares de fibrina reducen la hemorragia
cuando se anastomosan vasos, aportan una barrera frente a los
microfiltrados, reducen la tensión de la línea de sutura a lo largo
de las anastomosis intestinales y tienen un efecto adhesivo,
mejorando la resistencia a la tensión después de la aposición de
los bordes de la piel con suturas. Los pegamentos de fibrina con
dos componentes se componen principalmente de trombina y
fibrinógeno concentrado bovinos o humanos, duplicando la fase
final de la cascada de coagulación.
Drenajes
El espacio muerto permite la filtración y acumulación de sangre
y suero en un medio húmedo y caliente que es ideal para la proliferación bacteriana. El espacio muerto debe eliminarse por
medio del cierre por capas de la herida cuando se disponga de
tejido adecuado, obliteración con sutura, vendajes compresivos
o drenaje. Dejar una herida abierta aporta el drenaje óptimo
para la lesión de un animal. El implante de drenajes permite la
evacuación de fluidos potencialmente peligrosos (p. ej., sangre,
pus y suero) de la herida y colabora a eliminar el espacio muerto.
Los drenajes suelen ser necesarios para el tratamiento de heridas
por mordeduras, laceraciones, separaciones o avulsiones cutáneas, mastectomías, seromas, abscesos e higromas. Los drenajes
pueden ayudar a mantener el contacto entre un colgajo o injerto
y su lecho. Los drenajes pueden ser pasivos o activos. Los drenajes pasivos (p. ej., drenajes de Penrose) dependen de la gravedad
para la evacuación del fluido, mientras que los drenajes activos
precisan un vacío. Los drenajes de Penrose suelen emplearse
para drenar el espacio subcutáneo. Los drenajes activos incrementan la eficacia y reducen la infección debida al drenaje. Son
especialmente útiles para drenar heridas profundas y tras injertos. La presión negativa puede aplicarse a los drenajes activos de
forma intermitente o continua; la succión continua reduce la
probabilidad de oclusión del drenaje con fibrina o coágulos sanguíneos y mejora la aposición tisular. Los drenajes activos pueden ser abiertos, con un respiradero para la herida, o cerrados.
En los drenajes ventilados (p. ej., drenaje con filtro colector) hay
un riesgo de contaminación retrógrada con partículas o bacterias que acceden a la herida por el respiradero. Los respiraderos
con filtro reducen el riesgo de contaminación. Los drenajes activos cerrados son preferibles al drenaje de Penrose
(v. figura 15-1).
Los drenajes de Penrose o los tubos de drenaje pasivo deben
emplearse en heridas limpias sólo si el extremo expuesto y la
herida pueden cubrirse con un vendaje compresivo estéril. Los
drenajes pasivos superficiales deben asegurarse a la región dorsal
de la piel mediante visualización directa o por sutura ciega.
Deben salir por una incisión realizada al menos a 1 cm de distancia de la incisión primaria, y deben colocarse de tal forma que
permitan un máximo flujo por gravedad.
Se dispone de varios sistemas de succión cerrados y portátiles.
Un drenaje activo cerrado efectivo puede realizarse fácilmente
usando una palomilla y un tubo al vacío o jeringuilla. El adaptador para jeringuillas se quita del sistema de plástico, y se fenestra
el tubo antes de colocarlo en la herida. Tras el cierre de la herida
Figura 15-1
Empleo de un drenaje activo cerrado para evacuar un
absceso situado entre la pared torácica y la escápula.
se inserta la aguja en el tubo al vacío (5-10 mL) para aplicar succión. Como alternativa puede quitarse la aguja, fenestrarse el
tubo y se coloca una jeringuilla en el adaptador para aplicar succión. Los sistemas colectores activos deben vaciarse con frecuencia para mantener la presión negativa constante. El recipiente
colector debe cambiarse o vaciarse cuando pierda la presión
negativa o cuando esté lleno de fluido. La mayoría de los sistemas colectores pierden presión cuando están a medio llenar. La
recolección inicial simplemente eliminará el aire de la herida al
aplicar el vacío, y no se drenará el fluido hasta no realizar varios
cambios del recipiente colector. Debe medirse y apuntarse el
volumen del fluido recogido. En caso de drenajes prolongados
debe cambiarse el sistema (si fuera posible) y el recipiente colector cada 48-72 horas.
Para evitar complicaciones debe usarse el diámetro más
pequeño y el menor número de drenajes posible, con el menor
número de orificios de salida. Los drenajes no deben salir o estar
directamente bajo la incisión primaria. Ninguna parte del drenaje debe estar en contacto con piel con pelo. Asegure los drenajes a la piel de forma que se puedan quitar o reintroducir en la
herida. Los drenajes deben protegerse con un vendaje que se
cambiará antes de que se produzca la «filtración». La filtración
es la saturación del vendaje con fluido que moja tanto la superficie interna como la externa. Un collar isabelino o una «campana» pueden evitar el daño del drenaje o del vendaje autoinducido. El animal debe mantenerse en un ambiente limpio y seco,
con ejercicio restringido. Los fragmentos tisulares, la fibrina o
los exudados viscosos pueden ocasionar un mal funcionamiento
del drenaje. Los drenajes son cuerpos extraños y ocasionan un
drenado hasta que se retiran. Deben retirarse cuando la descarga
sea serohemorrágica y el volumen haya disminuido al menos a
una cuarta parte del volumen inicial de drenado. La mayoría de
los drenajes de heridas pueden retirarse a los 2-5 días. Los drenajes activos cerrados colocados bajo injertos suelen retirarse a
las 48-72 horas, cuando el drenado ha disminuido. Sea cuidadoso al retirar los drenajes para evitar la rotura de la continuidad
entre la herida y la piel. El cultivo del extremo enterrado del
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
173
drenaje al ser retirado permite una monitorización de las infecciones residuales o del desarrollo de infección o contaminación
nosocomial. Coloque un vendaje después de retirar el drenaje
para absorber cualquier drenado residual y para estabilizar la
herida.
NOTA: Todos los drenajes deben protegerse con un
vendaje.
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La mayor desventaja de los drenajes es que sirven como conducto retrógrado para que los contaminantes de la piel penetren
en la herida. Por tanto, los drenajes reducen la resistencia de
los tejidos a la infección y pueden disminuir la adherencia de los
injertos. Los drenajes de látex producen una mayor reacción
inflamatoria que aquellos de Silastic o silicona. Los drenajes
reducen el número de microorganismos necesarios para causar
una infección hasta 10.000 veces. Para prevenir la dehiscencia y
herniación de la incisión los drenajes no deben salir por la incisión primaria.
Se ha descrito un nuevo método de drenaje empleando una
espuma de poro abierto y presión subatmosférica. Los vendajes
de espuma de poro abierto apta para medicina, de éter de
poliuretano, con poros de 400-600 m y dotados de un tubo
de evacuación se cortan dependiendo de la configuración de
cada herida y se sitúan en el defecto de la herida. Las vísceras
expuestas se cubren con una malla y/o epiplón y los grandes
vasos se cubren con tejido blando, antes de colocar la espuma.
Se venda el área de la herida y se conecta el tubo a un recipiente colector. El recipiente se conecta a una bomba de vacío y se
aplica una presión subatmosférica (125 mm Hg) de forma
continua o discontinua en ciclos de 5 minutos sí y 2 minutos
no. La succión continua puede ser menos dolorosa y suele aplicarse durante las primeras 48 horas de uso. La espuma se cambia cada 48 horas (excepto tras injertos) para evitar el crecimiento de tejido hacia el interior, y el vendaje se cambia
cuando sea necesario. Se extrae el fluido de la herida creando
un ambiente húmedo y reduciendo la inflamación tisular local.
Los estudios en animales mostraron un incremento del flujo
sanguíneo, un incremento en la tasa de formación de tejido de
granulación, una reducción más rápida del número de microorganismos y una mayor supervivencia de colgajos tras la aplicación de este sistema de vacío (Morykwas y cols., 1997). Además, este sistema facilita la readhesión de tejido lesionado por
avulsión, colgajos e injertos. La aplicación de esta técnica ha
facilitado la cicatrización de heridas crónicas, agudas, colgajos
e injertos (Argenta y Morykwas, 1997). Las complicaciones
pueden incluir dolor, crecimiento excesivo de tejido de granulación en la espuma y erosión visceral.
Torniquetes
Los torniquetes ayudan a controlar la hemorragia en las extremidades distales, por lo que mejoran la visualización y disminuyen el tiempo quirúrgico. Sin embargo, los torniquetes no deben
emplearse en extremidades traumatizadas o en aquellas con
lesión vascular o compromiso circulatorio. Deben emplearse
torniquetes neumáticos, con presiones inferiores a 300 mm Hg
y durante menos de 3 horas. La extremidad debe mantenerse
elevada unos 5 minutos o exangüe mediante un vendaje elástico
antes de colocarse el torniquete. La exanguinación está contra-
Figura 15-2
Puede emplearse venda elástica estéril como torniquete
a corto plazo. La incisión realizada en la venda elástica
permite el acceso a la lesión para escindirla.
indicada en caso de supuración local, trombosis venosa profunda o neoplasia. La presión se reparte mejor si se colocan dos o
tres capas de almohadillas ortopédicas bajo el torniquete. El torniquete debe situarse en un punto de diámetro máximo, donde
los nervios y los grandes vasos están protegidos frente a una presión directa. A pesar de generar dudas, se ha recomendado liberar el torniquete durante 10 minutos por cada hora de empleo.
En caso de torniquetes de corta duración (como alternativa o en
combinación con un torniquete neumático) coloque una venda
elástica estéril. Colóquela desde los dedos en dirección proximal
sin una tensión excesiva, y después córtela desde los dedos para
exponer el área quirúrgica (v. figura 15-2). Las complicaciones
del empleo de torniquetes son isquemia, hipoxia o acidosis tisular local, neurapraxia y daño muscular.
CIERRE DE HERIDAS
Las heridas deben cerrase inmediatamente (cierre primario), en
los primeros 1-3 días tras la lesión, cuando la herida está libre de
infección pero antes de que aparezca el tejido de granulación
(cierre primario diferido) o tras la aparición de tejido de granulación (cierre secundario); o se puede dejar que se contraigan y
epitelicen (cicatrización por segunda intención). Las heridas
cerradas en presencia de contaminación, tejido necrótico, tensión excesiva o espacio muerto pueden sufrir una dehiscencia,
con frecuencia seguida de una mayor pérdida de tejido debido a
las toxinas bacterianas y a necrosis por presión. Si hay alguna
duda de si una herida debe ser cerrada o no, es mejor dejarla
abierta. Los factores que afectan a la decisión de cerrar heridas
incluyen:
1. Tiempo que ha pasado desde la lesión. Las heridas de más de
6-8 horas se tratan al principio con vendajes.
2. Grado de contaminación. Las heridas con contaminación
obvia deben lavarse a conciencia y tratarse al principio con
vendajes.
3. Cantidad de daño tisular. Las heridas con un daño tisular
considerable tienen menores defensas y tienen más riesgo de
infectarse; por ello deben tratarse al principio con vendajes.
174
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
4. Desbridamiento completo. Las heridas deben dejarse abiertas
si el desbridamiento inicial ha sido conservador y se precisa
de otro desbridamiento.
5. Estado del aporte sanguíneo. Una herida con aporte sanguíneo
cuestionable debe ser observada hasta determinar la extensión del tejido inviable.
6. Salud del animal. Los animales que no puedan tolerar una
anestesia prolongada deben ser tratados con vendajes hasta
que mejore su salud.
7. Grado de tensión y espacio muerto. En caso de tensión o espacio muerto excesivos se deben vendar las heridas para evitar
dehiscencias, acumulación de fluidos, infección y retraso de
la cicatrización.
8. Localización de la herida. Las heridas grandes en determinadas áreas (p. ej., extremidades) no se pueden cerrar.
La cicatrización primaria se produce en heridas limpias e incisas, que se mantienen juntas. La cicatrización se inicia con un
movimiento de células epiteliales desde los dos bordes de la herida hacia el centro, al que llegan aproximadamente a los 4-7 días
tras la incisión. El cierre primario de la herida no suele estar
indicado después de un traumatismo. Sólo debe realizarse si han
pasado menos de 6-8 horas (dentro del período de oro) desde la
lesión; si hay contaminación, pérdida de tejido o traumatismo
tisular mínimos; si se realizó un lavado y desbridamiento apropiados; si la hemostasia es buena, y si no hay tensión o espacio
muerto. Las heridas traumáticas contaminadas por heces, saliva,
exudados purulentos o tierra no deben ser cerradas de forma
primaria. El cierre primario diferido está indicado en heridas con
contaminación media, heridas con poco traumatismo que
requieren un lavado y desbridamiento o cuando la herida tiene
más de 6-8 horas. Las heridas se lavan y desbridan para controlar
la contaminación e infección local. Estas heridas deben ser tratadas con vendajes después de la lesión y antes del cierre. El
cierre primario diferido permite el desbridamiento y un drenaje
de la herida máximo. La herida debe ser cerrada quirúrgicamente tras el vendado y desbridado durante 3-5 días, cuando tenga
una apariencia limpia.
Deben identificarse los extremos de los tendones. Coloque un
vendaje hidrófilo (v. p. 176) que inmovilice el área y promueva
la formación de un lecho de granulación sano. Las heridas
comenzarán a cicatrizar por contracción y epitelización y pueden cicatrizar completamente (cicatrización por segunda intención). La cicatrización por segunda intención suele ser menos
cara y el resultado es una piel de apariencia normal si la contracción ha sido completa. Las heridas corporales son más aptas para
un cierre completo por segunda intención que las heridas de las
extremidades. Las desventajas de la cicatrización por segunda
intención incluyen una contracción con desfiguración, cicatrización incompleta y cicatrices epiteliales frágiles con grandes heridas. De forma alternativa las heridas sanas se pueden reparar
mediante el cierre secundario o empleando colgajos o injertos. El
cierre secundario se realiza a los 3-5 días de la lesión, después de
que se haya formado un lecho de granulación sano. El tejido
de granulación ayuda a controlar la infección en la herida y rellena los defectos tisulares. El cierre secundario es apropiado cuando la herida está gravemente contaminada o traumatizada,
cuando la contracción y epitelización no cierran completamente
la herida o cuando no se desea la cicatrización por segunda
intención. El cierre secundario conlleva la resección del tejido de
granulación y de los bordes de la piel, el lavado de la herida y la
aposición de los bordes cutáneos. El cierre secundario también
puede lograrse reseccionando los bordes cutáneos, desbridando
la superficie del lecho de granulación sano y aproximando los
bordes cutáneos sobre el tejido de granulación. El cierre de la
herida es más difícil en presencia de tejido de granulación, porque el tejido está engrosado y es menos flexible. La escisión completa del tejido de granulación produce un cierre más estético. Si
el cierre secundario no resulta posible puede colocarse un colgajo o injerto sobre el defecto. Tras el cierre de la herida debe colocarse un vendaje absorbente no adherente, para darle sostén a la
herida y absorber los exudados. Los vendajes deben cambiarse
una o dos veces al día si se usa un drenaje pasivo; si se espera un
drenado escaso y no se emplean drenajes puede ser adecuado el
cambio de vendaje cada 3-4 días.
Lave la herida con una solución electrolítica equilibrada o suero
fisiológico para eliminar los detritos y reducir la carga bacteriana (v. p. 169). A continuación explore la herida meticulosamente. Anastomose los tendones seccionados en las heridas limpias
(v. p. 69). Aproxime de forma primaria los nervios motores
grandes que estén seccionados de forma aguda y limpia; si no
fuera así, retrase la reparación nerviosa durante 2-3 semanas
hasta que la herida haya cicatrizado. Si hay un excesivo espacio muerto en la herida, utilice un drenaje de Penrose o un drenaje activo. Aproxime el tejido subcutáneo con suturas de 3-0 o
4-0 enterrada, continua o discontinua (p. ej., polidioxanona,
poligluconato, glucómero 631 o poliglecaprona 25). Coloque
los bordes de la piel en aposición con suturas de progresión
enterradas (v. p. 197) o intradérmicas (p. ej., polidioxanona,
poligluconato o poliglecaprona 25 de 3-0 o 4-0). Use suturas de
aproximación en piel (p. ej., polipropileno, polibutéster o nailon
de 3-0 o 4-0).
CUIDADOS Y EVALUACIÓN POSTOPERATORIOS
Las heridas con una pérdida tisular, contaminación o infección considerables, o aquellas que tengan más de 6-8 horas,
deben ser lavadas, exploradas y desbridadas. Los tendones, ligamentos y vasos pueden estar dañados más allá de la lesión.
Los cuidados posquirúrgicos de la herida deben optimizar la
cicatrización y deben adaptarse a cada tipo de herida. Las heridas deben examinarse con frecuencia para valorar infecciones,
tensiones, acumulación de fluido, dehiscencias y necrosis.
Deben ser evaluadas de forma visual y mediante ecografía, que
ayuda a detectar y localizar acúmulos de fluidos. La ecografía
permite monitorizar la profundidad y anchura de la herida e
identifica coágulos sanguíneos, regiones edematosas, tejido de
granulación, tejido cicatricial, epidermis y costra. Las heridas
deben protegerse con vendajes secos y limpios. El vendaje actúa
como barrera frente a bacterias exógenas y sujeta la herida
durante los primeros días tras la cirugía. Las heridas suturadas
adquieren una rápida resistencia a la penetración bacteriana.
El paciente y su ambiente deben mantenerse limpios, y debe
aportarse una nutrición adecuada. Los analgésicos
(v. capítulo 13) y antibióticos (v. capítulo 10) deben emplearse
cuando sean necesarios.
Puede sospecharse de infección si el paciente tiene fiebre,
leucocitosis, anorexia y/o depresión. A pesar de que estos signos pueden ser una respuesta normal al estrés y a la cirugía,
sin indicar infección, suelen estar más exagerados en caso de
CAPÍTULO 15
infección que en caso de inflamación aséptica. Si se sospecha
de infección deben tomarse muestras para cultivo. Si una
herida quirúrgica se infecta deben retirarse las suturas y debe
tratarse la incisión como una herida abierta, con vendajes
apropiados (v. p. 177). Los antibióticos tópicos o sistémicos
(v. el comentario anterior) se emplean para controlar la
infección en base a los resultados de las pruebas de susceptibilidad. La herida debe ser cerrada cuando se haya solucionado la infección.
Las suturas deben retirarse a los 7-14 días, incluso aunque
la herida haya adquirido sólo el 20%-30% de su fuerza original. La cicatriz y la infección asociadas a las suturas son mayores cuanto más tiempo se dejen las suturas. La mayoría de las
complicaciones se previenen empleando buenas técnicas quirúrgicas y terapéuticas. Las complicaciones potenciales incluyen inflamación, edema, seroma, hematoma, drenado, infección, dehiscencia, necrosis, granulomas, contractura y falta de
cicatrización. Los seromas se deben a un exceso de espacio
muerto o movimiento. Se previenen eliminando los espacios
muertos, empleando drenajes y colocando vendajes para inmovilizar y dar soporte a la herida. Los seromas se tratan mediante inmovilización del área y vendajes compresivos. Los seromas
grandes deben ser drenados, a pesar de que ello conlleva riesgo
de infección. La dehiscencia puede ocurrir si se produce necrosis tisular, si las suturas están demasiado próximas a los bordes,
si la tensión es superior a la fuerza de la sutura, si la sutura se
reabsorbe demasiado rápido o si las suturas estrangulan o cortan el tejido. La dehiscencia también puede deberse de forma
secundaria a autotraumatismo, infección, tos grave, hipoproteinemia, hipovolemia o administración de fármacos que
interfieran con la cicatrización. Las heridas con dehiscencia
pueden cicatrizar por segunda intención o pueden ser desbridadas y resuturadas. Un granuloma es un proceso inflamatorio
crónico que puede estar causado por un cuerpo extraño. La
contractura o el exceso de cicatriz suele producirse en lugares
móviles (p. ej., codo o rodilla) o en los orificios corporales. Las
contracturas limitan el movimiento y pueden ocasionar desfiguración. Puede ser precisa la escisión de la cicatriz cuando la
contractura interfiere con la actividad. Las heridas pueden no
cicatrizar cuando el área está infectada o ha sido irradiada, o
cuando el animal ha recibido quimioterapia o está gravemente
debilitado o desnutrido.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
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Los productos descritos son útiles en heridas tanto en equinos como en
pequeños animales.
Diana A, Preziosi R, Guglielmini C et al: High-frequency ultrasonography of the skin of clinically normal dogs, J Am Vet Med Assoc
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La evaluación de 26 perros normales comparando ecografía y anatomopatología demostró que la epidermis, la dermis y la capa subcutánea pueden distinguirse mediante ecografía.
Faria MCF, de Almeida FM, Serrao ML et al: Use of cyanoacrylate in
skin closure for ovariohysterectomy in a population control programme, J Feline Med Surg 7:71, 2005.
El empleo de adhesivo tisular de N-butil-cianoacrilato en 27 gatos
permitió el cierre más rápido y una cicatrización similar en comparación con 25 gatos cerrados mediante suturas de nylon simples
discontinuas.
Ferguson MWJ, O’Kane S: Scar-free healing: from embryonic mechanisms to adult therapeutic intervention, Phil Trans R Soc Lond B
359:839, 2004.
De forma experimental las alteraciones leves en la proporción de factores de crecimiento presentes durante la cicatrización en adultos
pueden producir la cicatrización sin formación de cicatriz más
rápida y sin efectos adversos.
Gillette RL, Swaim SF, Sartin EA et al: Effects of a bioactive glass on
healing of closed wounds in dogs, Am J Vet Res 62:1149, 2001.
Este estudio se realizó con nueve beagles con incisiones cutáneas bilaterales similares y mostró que el cristal bioactivo produjo más signos histológicos de inflamación y potencialmente aumenta la resistencia tisular.
Maiti SK, Hoque M, Kumar N et al: Sutureless closure of skin wounds,
Indian J Anim Sci 74:470, 2004.
Este estudió empleó cabras para comparar el cierre de la piel empleando seda, nylon y n-butil-2-cianoacrilato.
Mathews KA, Binnington AG: Wound management using honey, Compend Cont Educ Vet Pract 24:53, 2002.
Este artículo revisa los efectos de la miel sobre las heridas y expone dos
casos en los que fue empleada.
Mison MB, Steficek B, Lavagnino M et al: Comparison of the effects of CO2
surgical laser and conventional surgical techniques on healing and
wound tensile strength of skin flaps in the dog, Vet Surg 32:153, 2003.
Se realizaron tres pares de colgajos cutáneos idénticos y se evaluó la
hemostasia, la cicatrización de la herida y la resistencia. Los resultados incluyeron una mejor hemostasia, necrosis parcial de los bordes
de la herida y una respuesta inflamatoria más extensa en el caso de
incisiones realizadas con láser, por lo que son más susceptibles de
sufrir complicaciones, como dehiscencias.
176
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Park W, Kim WH, Lee CH et al: Comparison of two fibrin glues in
anastomoses and skin closure, J Vet Med Assoc 49:385, 2002.
Estos pegamentos son útiles para la hemostasia tras anastomosis vascular o esplenectomía parcial y poseen efecto adherente en la fase
inicial de la cicatrización de incisiones cutáneas.
Rozaini MZ, Zuki ABZ, Noordin M et al: The effects of different types
of honey on tensile strength evaluation of burn wound tissue handling, Intern J Appl Res Vet Med 2:290, 2004.
Este estudio experimental con ratas mostró que la piel tratada con miel
de Manuka tiene la mayor resistencia a la tensión al compararla con
heridas control similares y aquellas tratadas con pomada de sulfadiazina argéntica u otras mieles.
Sangwan V, Singh AP, Nagpal SK et al: Comparative evaluation of skin
closure with tissue adhesive and subcuticular sutures in female
dogs: a microscopic study, Indian J Vet Surg 25:86, 2004.
Este estudio empleó catgut para las suturas intradérmicas y pegamento
tisular de cianoacrilato; los resultados mostraron una cicatrización
similar en la evaluación histológica e histoquímica.
Seguin B, McDonald DE, Kent MS et al: Tolerance of cutaneous or
mucosal flaps placed into a radiation therapy field in dogs, Vet Surg
34:214, 2005.
Se evaluaron 26 perros de clientes para mostrar que los colgajos realizados debido a un tratamiento programado tuvieron un mejor
resultado clínico que aquellos realizados para corregir una complicación o un fallo tras radioterapia.
Swaim SF, Hinkle SH, Bradley DM: Wound contraction: basic and
clinical factors, Compend Cont Educ Pract Vet 23:20, 2001.
Se revisan los principios de la contracción cicatricial y se discuten los factores que impiden o mejoran la contracción; artículo bien ilustrado.
Tan THH, Bell RJW, Dowling BA et al: Suture materials: composition and
applications in veterinary wound repair, Aust Vet J 81:140, 2003.
Esta revisión incluye gráficos útiles que enumeran las propiedades e
indicaciones de los materiales de sutura empleados con asiduidad.
Theoret CL: Growth factors in cutaneous wound repair, Compend Cont
Educ Pract Vet 23:383, 2001.
Es una revisión actualizada de las fases de la cicatrización y la interacción de las citoquinas y factores de crecimientos.
Zachos TA, Bertone AL: Growth factors and their potential therapeutic
applications for healing of musculoskeletal and other connective
tissues, Am J Vet Res 66:727, 2005.
Esta revisión se centra fundamentalmente en la cicatrización del tejido
óseo, cartilaginoso y conjuntivo, así como en los productos disponibles que influyen en la cicatrización.
VENDAJES
No hay ningún tipo de vendaje que aporte el medio óptimo para
todas las heridas o para la curación total de una herida en particular. Los vendajes le aportan a la herida limpieza, controlan el
medio, reducen el edema y la hemorragia, eliminan los espacios
muertos, inmovilizan el tejido lesionado y minimizan la cicatriz.
Además aportan comodidad, absorben las secreciones y permiten
su caracterización y dan una apariencia estética. Los vendajes
mantienen la herida caliente, lo cual mejora la cicatrización y facilita la disociación de oxígeno (v. cuadro 15-5). Al cubrir las heridas con un vendaje se promueve un medio ácido en la superficie
de la herida al evitar la filtración de dióxido de carbono y absorber
el amoníaco producido por las bacterias. El medio ácido mejora la
disociación de oxígeno de la hemoglobina, y en consecuencia se
aumenta la disponibilidad de oxígeno en las heridas.
Los vendajes deben ser cómodos y limpios. Los vendajes
incómodos molestan al paciente, que intentará mutilarse el vendaje, la herida o ambos. La presión debe aplicarse sobre la herida
y distal a ella, en vez de proximal, para minimizar el compromi-
CUADRO 15-5
Características deseables de los apósitos
Eliminan exudados y componentes tóxicos
Mantienen una alta humedad en la zona de contacto de la
herida con el apósito
Permiten el intercambio gaseoso
Aportan aislamiento térmico
Reducen el dolor
Protegen de infección secundaria
Protegen de partículas o contaminantes tóxicos
Permiten la retirada del apósito sin traumatizar la herida
CUADRO 15-6
Capas de contacto hidrófilas
Solución salina hipertónica
Alginato cálcico
Espuma de poliuretano
Hidrogel
Hidrocoloide
Algunos medicamentos
tópicos
so venoso o linfático. Cuando las capas exteriores del vendaje
están mojadas, las bacterias penetran rápidamente desde el exterior y colonizan la herida. Las heridas vendadas con capas de
contacto adherentes o no hidrófilas no se suelen examinar ni
tratar a diario; sin embargo, las heridas con un excesivo daño
tisular, exudado o infección establecida pueden requerir cambios de vendajes dos o tres veces al día. Los vendajes adherentes
deben cambiarse con mayor frecuencia si la gasa está saturada de
exudado y se desliza sobre la herida durante el cambio de vendaje. Los vendajes aplicados sobre heridas con tejido de granulación sano y los vendajes de contención usados para inmovilizar
fracturas pueden ser cambiados sólo una vez cada 2-4 días. Los
vendajes hidrófilos (v. cuadro 15-6) están diseñados para dejarlos en la herida durante 3-7 días, dependiendo de las características de la capa de contacto y de la cantidad de exudado producido. Puede ser necesaria anestesia o analgesia para los primeros
cambios de vendaje.
MATERIALES PARA EL VENDAJE DE HERIDAS
Los vendajes tienen tres capas básicas: apósito de contacto (es
decir, capa primaria), la capa intermedia (es decir, capa secundaria) y la capa externa (es decir, terciaria).
Capa de contacto (primaria)
La capa de contacto está sobre la superficie de la herida, y debe
permanecer en contacto con ella durante el movimiento. Se
emplea para desbridar tejido, aportar medicación, absorber los
exudados de la herida o formar un sello oclusivo sobre la herida. La capa de contacto debe minimizar el dolor y evitar la
pérdida excesiva de fluidos corporales (v. cuadros 15-5 hasta
15-8, tablas 15-2 y 15-3). Puede ser adherente o no adherente,
y oclusiva o no oclusiva (v. tabla 15-4). Las capas de contacto
adherentes que se pegan a la superficie de la herida ya no se
recomiendan, porque el desbridamiento de la herida no es
CAPÍTULO 15
CUADRO 15-7
Factores para la selección de la capa de contacto
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Fase de la cicatrización
Cantidad de exudados
Localización y profundidad de la herida
Presencia o ausencia de costra
Cantidad de necrosis
Presencia de infección
selectivo, produciéndose daño del tejido de cicatrización normal al retirar el vendaje. Además se produce sangrado y dolor
al retirarlos. Las capas de contacto no adherentes se solían elegir cuando había tejido de granulación, pero en la actualidad
los estándares de cuidado de heridas recomiendan el empleo de
capas hidrófilas no adherentes para todas las heridas. Estos
productos son muy absorbentes; crean un ambiente húmedo
para facilitar la cicatrización y reducen la frecuencia de cambio
de vendaje (normalmente una vez cada 3-7 días). Los vendajes
semioclusivos permiten que el aire penetre en la superficie de
la herida, y que los exudados se extraigan. Son los vendajes más
usados en medicina veterinaria. Los vendajes oclusivos son
impermeables a aire y líquidos. Se emplean en tejidos poco
exudativos para mantener el tejido húmedo. Los vendajes
semioclusivos tienen menos riesgo de maceración del tejido
normal adyacente.
Adherente seca. Este tipo de capa de contacto ya no se
recomienda. Las desventajas de una capa de contacto adherente seca son que es dolorosa al retirarla, la eliminación de células viables y la desecación de la herida. En el pasado se seleccionaba una capa de contacto adherente seca cuando la
superficie de la herida tenía tejido necrótico y material extraño suelto, o una gran cantidad de exudado de baja viscosidad.
Se usaba una gasa absorbente de malla ancha sin relleno de
algodón. Las gasas secas absorben el exudado y se adhieren al
tejido necrótico y a los detritos. El vendaje se retiraba cuando
la capa primaria había absorbido el exudado y los detritos y se
había secado.
Adherente húmeda. Este tipo de capa de contacto no
se sigue recomendando, ya que el desbridamiento no es selectivo, se dañan las células normales y la herida se seca. En el
pasado se usaban las capas de contacto adherentes húmedas
cuando la superficie de la herida tenía tejido necrótico, materia
extraña o exudados viscosos. Se aplicaban gasas estériles de
malla ancha, empapadas en suero fisiológico. En ocasiones se
empleaba una solución de diacetato de clorhexidina al 0,05%
para humedecer la gasa. El fluido diluye el exudado, de forma
que pueda ser absorbido por la capa intermedia del vendaje. El
tejido necrótico y el material extraño se adherían a la gasa
cuando esta se secaba, y se retiraban con el vendaje. Los vendajes húmedos absorben más rápidamente que los secos, y son
más cómodos. Las desventajas potenciales de una capa de contacto adherente húmeda son dolor y daño tisular durante los
cambios de vendaje, proliferación bacteriana, maceración tisular y penetración (absorción del exudado hasta la capa externa
del vendaje).
Películas adherentes o sellantes cutáneos. Los líquidos transparentes, que se extienden como una fina capa sobre la
Cirugía del sistema tegumentario
177
CUADRO 15-8
Factores que pueden afectar a la contracción de la herida
Estimulan o mejoran
Inhibidores
Acemanano
Complejo tripéptido-cobre
Apósitos de hidrogel
oclusivos
Amnios equino
Radiación con campos
electromagnéticos
pulsátiles
Suturas de colchonero
ajustables horizontalmente
Tensores cutáneos
Corticoesteroides
Sulfadiacina argéntica
Acetato de mafenida
Apósitos hidrocoloides
Submucosa de intestino
delgado porcino
Colgajos o injertos cutáneos
gruesos
Modificado de Swaim SF, Hinkle SH, Bradley DM: Wound
contraction: basic and clinical factors, Compend Cont Educ Pract
Vet 23:20-34, 2001.
herida, se secan, creando una película o vendaje que actúa como
barrera entre la piel o el tejido de granulación y el medio externo
(v. p. 167;). Están hechos de ingredientes naturales, fundamentalmente hetastarch y agua. Estas películas suelen ser permeables
al vapor de agua y oclusivas para bacterias y agua. No son irritantes y no manchan. Previenen la irritación cutánea debida a
contaminación con exudados, orina o heces. Pueden usarse solos
sobre las heridas o con un vendaje. Es necesario reaplicarlos cada
3-4 días.
No adherentes. Las capas de contacto no adherentes no
se pegan a la superficie de la herida, y la mayoría son semioclusivas. Se emplean para promover la cicatrización húmeda. Las
capas de contacto no adherentes retienen humedad para promover la epitelización y evitar la deshidratación de la herida. Permiten el drenaje del exceso de fluido, evitando la maceración tisular. De forma tradicional se emplean como capas de contacto no
adherentes gasas de malla ancha impregnadas en vaselina, polietilenglicol o pomadas antibióticas con base de vaselina, cuando
la herida tiene un tejido de granulación nuevo y pocos exudados,
pero aún no están epitelizadas. Las gasas con vaselina retrasan la
epitelización. El polietilenglicol es una sustancia hidrosoluble e
hidrófila, que sirve como base para algunas pomadas; evita la
adherencia e incrementa la capilaridad. Existen en el mercado es
un apósito semioclusivo compuesto por una gasa de malla fina
impregnada con tribromofenato de bismuto al 3% y vaselina.
Permite la salida de fluidos y bacterias desde la herida. La fibrina
del lecho de la herida produce una unión temporal del apósito
con la herida cuando este se seca. No son caros y están asociados
a una menor tasa de infección, pero son dolorosos al retirarlos.
La epitelización es rápida. Los apósitos no adherentes sin vaselina (un apósito de algodón con película no adherente o un apósito de rayón y polietileno) deben emplearse cuando comience
la epitelización. Estos apósitos no se adhieren a la herida y producen un dolor mínimo.
Otro tipo de capa de contacto no adherente es el apósito
oclusivo. Los apósitos oclusivos son impermeables al aire. Se
emplean sobre heridas sanas con exudación mínima durante la
fase de reparación de la cicatrización. Los apósitos oclusivos
aceleran la epitelización y la síntesis de colágeno gracias a que
178
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
TABLA 15-2
Guía de apósitos según el propósito
PROPÓSITO DEL PRODUCTO
SUGERENCIA DE PRODUCTOS
Limpiar la herida
Limpiadores comerciales no citotóxicos; suero fisiológico o solución
electrolítica equilibrada
Absorber exudados
Perlas, pastas, polvos o almohadillas absorbentes:
Alginatos
Espumas
Hidrocoloides
Hidrogeles
Apósitos compuestos
Desbridamiento autolítico: cubrir la herida para
permitir que las enzimas endógenas del fluido
de la herida autodigieran la costra y la fibrina
Los anteriores, además de películas transparentes
Desbridamiento químico de tejido desvitalizado
Agentes desbridantes enzimáticos
Humedecer la herida
Hidrogel
Apósitos salinos hipertónicos
Miel medicinal
Mantener la humedad de la herida
Pomadas hidrófilas
Espuma
Hidrocoloides
Hidrogeles
Películas transparentes
Llenar el espacio muerto
Perlas, pastas, polvos o almohadillas absorbentes:
Alginatos
Hidrocoloides
Hidrogeles
Espumas
Reducir la inflamación para mejorar la perfusión
Salinos hipertónicos
Prevenir la contaminación
Gasa antimicrobiana impregnada con biguanida
Oclusivos
Semioclusivos
Reducir la carga bacteriana
Gasa antimicrobiana impregnada con biguanida
Antibióticos
Cubrir y proteger la herida
Apósitos hidrófilos no adherentes con capas intermedia y externa
apropiadas
Proteger la piel adyacente de la humedad
y de traumatismos
Pomadas barrera para humedad
Sellantes cutáneos
Apósitos de película transparente
Vendaje
Reducir el olor
Películas permeables al vapor de agua o espuma de poliuretano con
carbón activado
mantienen un ambiente húmedo. Requieren una frecuencia
menor de cambio que otros tipos de vendajes. Algunos tipos de
apósitos oclusivos tienen una capa adhesiva de hidrocoloide.
Otras capas de contacto oclusivas no adherentes contienen
películas de poliuretano, hidrogeles y perlas, copos, polvos o
pastas hidrófilas. Las películas de poliuretano y los hidrogeles
son transparentes, caros y están contraindicados en heridas
infectadas. Las películas de poliuretano se emplean en superficies planas de granulación. Los polímeros hidrófilos absorben
rápidamente grandes cantidades de fluido y están indicados en
heridas profundas, con granulación y/o infectadas.
En la actualidad se dispone de nuevas capas de contacto no
adherentes, que facilitan la cicatrización húmeda en todas las
fases de la cicatrización. Esos apósitos controlan el ambiente
de la herida y en ocasiones se les denomina apósitos interactivos. Están diseñados individualmente para crear el ambiente
necesario para cada fase de la cicatrización. Ningún apósito
producirá el microambiente óptimo para todas las heridas o
para todas las fases de cicatrización de una herida. La capa de
contacto apropiada se selecciona dependiendo de la fase de la
cicatrización, cantidad de exudado, localización y profundidad de la herida, presencia o ausencia de costra y cantidad de
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
179
TABLA 15-3
Guía de apósitos según la herida
HERIDA
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Aguda, daño tisular y
contaminación leve
OBJETIVO
Hemostasia, desbridamiento,
reducir contaminación,
aportan un ambiente
húmedo
CARACTERÍSTICAS
DE LA HERIDA
APÓSITOS A CONSIDERAR
Hemorrágica
Menos de 6-8 horas de
antigüedad
Alginato cálcico
Hidrogel, hidrocoloide
Aguda, daño tisular y
contaminación de
moderada a grave
Reducir contaminación,
desbridamiento
Aportar un ambiente húmedo
Gran suciedad y detritos en
la herida; contusiones,
avulsiones, isquemia y
menor a 6-8 horas
Hidrogel, hidrocoloide
Exposición de músculo,
fascia o tejido subcutáneo
Aportar un ambiente húmedo
Estimular la granulación
Herida limpia
Alginato cálcico, hidrogel
Necrótica
Promover el desbridamiento
Aportar un ambiente húmedo
Absorber exudados
Costra o fluidos secos
Exceso de exudados y
superficie desvitalizada
Salino hipertónico o hidrogel
Hidrogel o alginato cálcico
Granular
Aportar un ambiente húmedo
Estimular la granulación
Granulación irregular o
incompleta, exudado
mínimo o moderado
Alginato cálcico, hidrogel
Precisa epitelización
Aportar un ambiente húmedo
para promover y proteger
la epitelización
Tejido de granulación sano:
rosa, liso
seco
húmedo
Capa de hidrogel,
hidrocoloide
Espuma
necrosis o infección. La cicatrización húmeda se consigue
incorporando materiales hidrófilos que se sitúan en el lecho
o en la cavidad de la herida. Los apósitos hidrófilos incluyen
solución salina hipertónica, alginato cálcico, espuma de
poliuretano, hidrogel, hidrocoloide y determinados fármacos
tópicos. Los materiales hidrófilos no deben extenderse sobre
la piel sana para evitar la maceración del tejido adyacente a la
herida. Las pomadas barreras o las películas sellantes adherentes pueden aplicarse en la región adyacente a la herida
para prevenir la maceración. Algunos productos con bordes
adhesivos diseñados para personas no se adhieren bien en los
animales debido a la mayor concentración de lípidos en la
piel y al rápido crecimiento del pelo. La mayoría de las capas
de contacto hidrófilas no adherentes son muy absorbentes, y
requieren un cambio de vendaje sólo cada 3-7 días; esto puede ser complicado para los veterinarios, que están acostumbrados a cambiar vendajes una o dos veces al día. Los costes
de estos productos son mayores, pero como la frecuencia de
cambio de vendaje es menor el coste general es comparable a
los vendajes húmedos-secos que se cambian con mayor frecuencia.
NOTA: Ningún apósito produce el microambiente óptimo para todas las heridas o para todas las fases de
cicatrización de una herida.
Películas transparentes permeables al vapor. Los
apósitos de película transparente son apósitos de poliuretano
finos, transparentes y que retienen la humedad. Son cómodos,
resisten al agua y permiten la inspección de la herida sin tener
que quitarlos. Se adhieren a la piel seca pero no a las heridas.
Son semipermeables, permitiendo el paso de oxígeno, vapor de
agua y dióxido de carbono, pero no permiten el paso de agua
ni bacterias (p. ej., Pseudomonas, Staphilococcus y E. coli). El
drenado se acumula bajo la membrana. El ambiente húmedo
acelera la cicatrización. Sus usos incluyen las heridas superficiales o de espesor parcial, con poco o escaso exudado y costras
necróticas secas, para aportar un desbridamiento autolítico
húmedo. No se emplean en heridas infectadas o exudativas ni
en piel fina y frágil. Pueden usarse durante todo el período de
cicatrización. Se aplican de forma que se extiendan hasta 2 cm
por detrás de los bordes de la herida. La aplicación de un
sellante cutáneo sobre la piel adyacente intacta ayuda a prevenir la maceración y la descamación de la piel. No se adhieren
bien en áreas de pliegues cutáneos o no rasuradas; se adaptan
mejor a las personas que a los animales. La adherencia al perímetro puede mejorarse con un espray de película permeable al
vapor.
Salino hipertónico. Existe un apósito hipertónico salino
con cloruro sódico al 20%. Los apósitos salinos hipertónicos
están indicados en heridas y costras infectadas, necróticas y muy
exudativas. Las costras deben ser incididas en forma de cuadrícula antes de la aplicación. Para realizar estos apósitos se impregna una gasa de trama suelta o cinta umbilical con solución salina
hipertónica. Deben emplearse en las fases inflamatorias de la
cicatrización durante los primeros días de tratamiento. La acción
osmótica deseca las bacterias y el tejido necrótico, y reduce el
edema, mejorando la perfusión. El desbridamiento no es selectivo, por lo que su empleo se reduce a una o dos aplicaciones. El
vendaje debe cambiarse al menos cada 3 días para evitar la dilución salina, y depende de la cantidad y tipo de exudado. Estos
180
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
TABLA 15-4
Apósitos de contacto para heridas
TIPO
INDICACIÓN
ACCIÓN
Apósitos adherentes
Húmedo-seco
Fase inflamatoria, exudado muy
viscoso
Absorbe, desbrida, hidrata, interrumpe
el tejido de granulación
Cambiar cada 6 u 8 horas
Seco-seco
Fase inflamatoria, exudado de baja
viscosidad
Absorbe, hidrata, interrumpe el tejido
de granulación
Cambiar cada 6 u 8 horas
Esponja o rodillo de gasa
antimicrobiano
Todas las fases
Mata las bacterias superficiales, evita
la penetración de bacterias en el
vendaje
Salino hipertónico
Fases de inflamación y desbridamiento
La acción osmótica deseca las
bacterias y el tejido necrótico
Exudados necróticos, infectados,
espesos
Desbridamiento no selectivo
Disminuye el edema, incrementando la
perfusión
Cambiar cada 1-3 días, una o dos
aplicaciones
Películas semipermeables
Heridas poco o muy exudativas con
tejido de granulación. Heridas
suturadas
Se adhiere a la piel adyacente a la
herida; puede tener una fina capa de
contacto no adherente. Crea un
ambiente. Acelera la epitelización;
permeable al vapor de agua pero
oclusivo para bacterias y agua.
Cambiar cada 1-3 días
Películas protectoras de la piel
Heridas crónicas con irritación
cutánea, quemaduras, dermatitis
húmeda aguda
Forma una película sobre la superficie.
Protege la piel de la orina, heces y
esparadrapo. Permite una rápida
cicatrización
Reaplicar cada 3-4 días
Apósitos adhesivos
Apósitos no adherentes semioclusivos y oclusivos
Alginato cálcico/cálcico-sódico
(almohadilla, cinta, fibra)
Transición entre fase inflamatoria y de
reparación, exudado denso;
quemaduras; laceraciones; incisiones;
biopsia
La almohadilla forma un gel al absorber
los exudados, que limpia la herida;
además es hemostático y mejora la
epitelización y la granulación.
No emplear sobre tendón, hueso o
tejido necrótico
Cubrir con una almohadilla
semioclusiva
Cambiar cada 5-7 días
Impregnados con vaselina
Fase inicial de la reparación, exudado
de viscoso a sanguíneo
Aumenta la contracción de la herida,
absorbe bacterias y exudado, retrasa
la epitelización
Cambiar cada 1-3 días
Con acetato de clorhexidina al
0,5%
Con tribromofenato de bismuto al
3%
Con rojo escarlata al 5%
Protege contra la contaminación;
estimula la epitelización
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
181
TABLA 15-4
Apósitos de contacto para heridas (cont.)
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
TIPO
INDICACIÓN
ACCIÓN
Rayón/polietilenglicol (láminas, gel)
o algodón (almohadilla)
Película de poliéster perforada con
algodón
Fase inicial y media de reparación,
cuando comienza la epitelización,
exudado de sanguíneo a seco;
heridas suturadas; laceraciones
menores
Incrementa la contracción de la herida,
absorbe bacterias y exudado; puede
promover un tejido de granulación
exuberante
Cambiar cada 1-3 días
Película de poliuretano
Todas las fases de cicatrización.
Lesiones de espesor parcial; heridas
con tejido de granulación y exudado
mínimo; puede emplearse para cubrir
pastas o polvos hidrófilos o hidrogeles
Incrementa la epitelización; puede
causar maceración tisular y
proliferación bacteriana
Cambiar cada 1-3 días
Hidrocoloide (lámina, pasta, polvo;
algunos son semioclusivos)
Inicio de fase de reparación; tejido de
granulación sano con contracción
avanzada y exudado ligero a
moderado; úlceras por presión;
quemaduras; heridas cavitadas;
heridas por avulsión
Mejora la epitelización y el confort; la
adherencia puede reducir la
contracción; emplear hasta que el
tejido de granulación llene la herida;
promueve la granulación y puede
ocasionar hipergranulación;
permeable a gas, pero tiene una
capa o es totalmente impermeable
al agua. Interrumpir si se
desarrolla infección bajo
el apósito
Cambiar cada 2-3 días
Hidrogel (malla, pasta, gel, sobre)
Fases inflamatoria, de desbridamiento
y reparación; heridas secas, viscosas
o necróticas; abrasiones; ampollas;
heridas superficiales
Empleo con mínimo exudado
Absorbe fluido; mantiene la herida
húmeda; permite el desbridamiento
autolítico; incrementa la actividad de
la colagenasa en quemaduras
Interrumpir cuando el tejido de
granulación llene la herida; puede
promover una granulación exuberante
Promueve la contracción
Puede emplearse para aportar
fármacos tópicos: acemanano, ácido
hialurónico, sulfato de condroitín,
plata y metronidazol
Cambiar el vendaje cada 4-7 días
Dextranómeros particulados;
material hidrofílico (perlas, copos,
polvos, pasta)
Heridas profundas en granulación o
con gran exudado o trasudado; áreas
donantes; úlceras crónicas
Absorben fluidos; mantienen la herida
húmeda; pueden ser quimiotácticos;
aceleran la epitelización; inhiben
las bacterias anaerobias y
eliminan los microorganismos por
acción capilar; pueden añadirse
antimicrobianos
Interrumpir cuando se desarrolle tejido
de granulación sano o cuando la
herida esté seca
Algunos biodegradables; limpiar los
otros de la herida
Cambiar cada 1-3 días
(Continúa)
182
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
TABLA 15-4
Apósitos de contacto para heridas (cont.)
TIPO
INDICACIÓN
ACCIÓN
Poliuretano (líquido, sobre, almohadilla)
Fase de inflamación o reparación; heridas
profundas con poco exudado; heridas
inguinales o axilares
Absorbente; actúa como relleno o
stent; cómodo; puede producir
maceración
Reduce la granulación
Promueve la epitelización y
contracción
Cambiar cada 3-7ádías
Silicona
Espuma
También apósito de gel
Las mismas que para la espuma de
poliuretano
Las mismas que la espuma de
poliuretano
Puede prevenir o reducir la
formación de un tejido de
granulación exuberante
Fases desde inflamatoria hasta reparación
Reduce el dolor, calor, pérdida de
agua y contaminación; estimula
epitelización, síntesis de colágeno y
granulación; mejora la contracción
(amnios); reduce la carga
bacteriana; control de exudados
Aporta una matriz
Resultados experimentales variados
Fase inicial y media de reparación, al
comienzo de la epitelización; exudado
de sanguíneo a seco; heridas suturadas;
laceraciones menores
Aumenta la contracción de la herida,
absorbe bacterias y exudados;
transparente y ajustable, pero
puede adherirse
Carbón activado
Fases desde desbridamiento hasta
reparación con infección grave
Absorbe bacterias y reduce el olor
Aporta humedad
Previene la formación de tejido de
granulación exuberante
Yodo de liberación lenta
Inicio de la fase inflamatoria de la
reparación; heridas contaminadas
Reduce la carga bacteriana; yodo
disponible al 1%; citotoxicidad
potencial
Impregnados con plata
Fases desde inflamatoria hasta reparación
con alta carga bacteriana; quemaduras
Reduce la carga bacteriana; las tiras
facilitan el drenaje
Cambiar cada 3-4ádías
Maltodextrina: polvo o gel
Desbridamiento; heridas con cicatrización
lenta
Limpia y promueva la cicatrización
en heridas contaminadas o
infectadas; hidrófilo; quimiotáctico
para leucocitos; produce glucosa
para promover la cicatrización;
antibacteriano y bacteriostático
Espuma
Apósitos biológicos
Amnios, peritoneo, injertos, cultivos de
colágeno epitelial
Submucosa intestinal porcina (SIS)
Matriz extracelular de vejiga porcina
Membrana de silicona y colágeno
porcino
Diversos apósitos
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CAPÍTULO 15
apósitos convierten rápidamente una herida desagradable, viscosa y necrótica en una herida con granulación y exudado
moderado. Se emplean antes de colocar apósitos de alginato cálcico, hidrogel o espuma.
Hidrogel. Los hidrogeles, o geles de polímeros y agua,
son formulaciones de polisacáridos modificados y entrecruzados (gelatina o polisacáridos) disponibles en forma de gel,
láminas secas o hidratadas o gasas impregnadas. Son hidrófilos
y se hinchan al contacto con soluciones acuosas; contienen un
90%-95% de agua cuando están hidratados. Los geles retienen
la humedad, no son adherentes ni oclusivos y son muy cómodos gracias a su efecto de frescor y suavidad y a una disminución del dolor. Son muy absorbentes, por lo que crean un
ambiente húmedo que promueve el desbridamiento, la granulación y la epitelización. Se emplean para tratar heridas secas,
viscosas o necróticas, así como abrasiones, laceraciones, quemaduras e irritaciones cutáneas leves. Son unos hidratantes
muy efectivos e incrementan la actividad de la colagenasa para
facilitar el desbridamiento autolítico y promover la cicatrización. Puede producirse una granulación excesiva. Estos productos no inhiben la contracción de la herida. Pueden usarse
como vehículo para antibióticos u otros antimicrobianos,
incluyendo metronidazol, sulfadiacina argéntica, acemanano y
ácido hialurónico y condroitín sulfato. Los apósitos deben cortarse según el tamaño de la herida para evitar la maceración del
tejido adyacente y deben ser vendados. Los vendajes se cambian cada 4-7 días.
Hidrocoloides. Los hidrocoloides son polímeros hidrófilos biocompatibles, como la carboximetilcelulosa o hidroxietilcelulosa sódica con pectinas y gelatina o embebidas en una
malla elástica. Pueden ser almohadillas adhesivas oclusivas o
semioclusivas (no para el lecho de la herida), pastas o polvos.
Las almohadillas consisten en una capa interna gruesa (con
frecuencia adhesiva) de un hidrocoloide absorbente y una
película externa de poliuretano, fina, resistente al agua e
impermeable a las bacterias. Son flexibles y muy absorbentes,
y se adhieren tanto al tejido seco como al húmedo. Absorben
los exudados de la herida y los hidrocoloides se hinchan, formando un gel en la superficie de la herida. El gel se expande,
rellenando la cavidad de la herida y manteniéndola húmeda.
Los hidrocoloides mantienen un ambiente húmedo, promoviendo el desbridamiento autolítico y aislando el lecho de la
herida. Mejoran la epitelización y el confort, pero la adherencia al tejido adyacente puede reducir la contracción y producir hipergranulación. Los apósitos son útiles en heridas de
espesor parcial o total, con base limpia o necrótica, incluyendo úlceras por presión, quemaduras leves o heridas en granulación con tejido necrótico. También se emplean para mantener otros apósitos en su lugar. No se aconsejan en heridas
muy exudativas o infectadas. Las almohadillas de hidrocoloides deben extenderse 2 cm más allá de la herida, sobre la piel
sana, que estará protegida con un sellante cutáneo para evitar
la maceración si fuera necesario. Las heridas cavitadas deberían llenarse con un agente de relleno para ocupar el espacio
muerto antes de aplicar la almohadilla de hidrocoloides. El
hidrocoloide se disuelve al absorber fluidos, formando un
fluido amarillento. Los cambios de vendaje suelen ser necesarios cada 3-5 días; los vendajes se cambian cuando el exudado
comienza a filtrarse o cuando se suelta el apósito. La inspección de la herida es compleja a través de las almohadillas opa-
Cirugía del sistema tegumentario
183
cas. Debe interrumpirse el empleo de estos apósitos si se
desarrolla infección bajo ellos.
Algunos apósitos de hidrocoloides tienen una capa adhesiva
y son oclusivos. El hidrocoloide se adhiere a la piel que rodea
la herida, y el apósito que queda sobre la herida interactúa con
los fluidos de la herida para crear un gel de hidrocoloide oclusivo y no adherente. Estos apósitos se usan en heridas con un
lecho de tejido de granulación ya establecido, contracción
avanzada, producción de fluidos mínima y comenzando a epitelizar. La herida debe ser lavada y secada. Después se calienta
el apósito de hidrocoloide entre las palmas de las manos, para
hacerlo blando y flexible. Se corta el apósito con un tamaño y
forma apropiados para cubrir la herida y se retira la película
protectora. Se coloca el apósito con una ligera presión hasta
que se adhiera a la piel. La adherencia es un problema en perros
y gatos, pero puede mejorarse rasurando el pelo adyacente a la
herida. Puede ser necesario colocar un vendaje intermedio y
externo ligero para mantener en su lugar el apósito si está en
zonas móviles. El apósito se retira a los 2-3 días, cuando la
superficie externa del apósito parece una ampolla llena de
líquido o si se produce filtración. Se lava o limpia el gel y se
aplica un nuevo apósito. Las heridas cubiertas con capas de
contacto de hidrocoloides son menos dolorosas y epitelizan
más rápido que las heridas cubiertas con apósitos semioclusivos no adherentes; sin embargo, se reduce la contracción de la
herida. Los apósitos no son transparentes, lo cual dificulta la
monitorización.
Para el tratamiento de úlceras dérmicas, quemaduras,
abrasiones y áreas donantes de injertos se utiliza un apósito
impermeable al oxígeno. Su capa externa es espuma de poliuretano, que es impermeable al oxígeno y al agua; su capa
interna es un complejo de polímeros hidrocoloides que es
oclusiva e hidrófila. La impermeabilidad al oxígeno mejora la
velocidad de epitelización y la síntesis de colágeno, y baja el
pH del exudado de la herida, por lo que reduce potencialmente la carga bacteriana. El apósito no se adhiere al lecho de
la herida y es cómodo. Los fluidos se acumulan bajo el apósito. Su empleo debe interrumpirse cuando se haya completado
la epitelización.
Alginato cálcico. Los alginatos cálcicos son apósitos no
oclusivos, no adherentes, hidrófilos y que retienen la humedad.
Se clasifican como dextranómeros fibrosos. Los productos de
alginato cálcico son derivados de sales de ácido algínico, obtenido de las algas Phaeophyceae procedentes del mar, en forma
de almohadillas, cordones, cintas o paquetes de fibras o alginato de sodio-calcio o alginato cálcico puro. El alginato cálcico se
emplea como agente hemostático en laceraciones, heridas posquirúrgicas, áreas donantes, senos nasales o alvéolos dentarios;
en combinación con cinc mejoran su aptitud. Se emplean
como rellenos de heridas o apósitos, que estimulan la granulación en heridas desbridadas y absorben exudados. El alginato
cálcico también puede mejorar la epitelización. Son apropiados durante las fases inflamatoria y de reparación en heridas
con cantidad moderada o elevada de exudados; su aplicación
en heridas secas o poco exudativas permite su adherencia, y
está contraindicada. El intercambio iónico con los exudados
produce un hidrogel viscoso y biodegradable en la superficie
de la herida; es capaz de absorber fluidos de la herida de 20 a
30 veces su propio peso. Los iones de calcio liberados y la
superficie de fosfolípidos promueven la activación de la pro-
184
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
trombina en la cascada de coagulación. No se recomienda aplicar los apósitos de alginato cálcico sobre músculo, tendón,
hueso o tejido necrótico.
Aplique a la herida y cambie el apósito con una frecuencia
desde diaria hasta cada 5-7 días. La almohadilla puede prehumedecerse si la herida está algo seca; lave para soltarlo
y sustitúyalo por un apósito de hidrogel si se adhiere a la
herida.
El gel que se forma en la superficie se elimina fácilmente con
el lavado.
Espumas. Los apósitos de espuma de poliuretano son
unos apósitos muy absorbentes, hidrófilos y con una capa de
contacto no adherente. Algunos tienen bordes adhesivos para
pegarse a la piel normal adyacente. Son muy adaptables, permeables al vapor y son una barrera efectiva frente a la penetración bacteriana. Están diseñados para proteger y amortiguar
una variedad de heridas, especialmente aquellas que se encuentran en áreas difíciles. Los productos varían en adaptabilidad,
permeabilidad y absorbencia. Mantienen un ambiente húmedo para la herida y mejoran el desbridamiento autolítico. Su
empleo es versátil, siendo apropiados para heridas de espesor
parcial o total con cantidad de exudado de ligera a moderada,
heridas necróticas húmedas o heridas limpias en granulación.
Promueven la epitelización, son fáciles de aplicar y la almohadilla de espuma se puede cortar para adaptarla a diferentes
dimensiones. La espuma debe humedecerse con suero salino o
medicaciones si la herida es poco exudativa, o puede emplearse con otra capa de contacto para evitar la adherencia. Se recomiendan los cambios de apósito cada 1-5 días, dependiendo de
la exudación de la herida. También se dispone de espumas de
silicona, que se forman in situ y se emplean en heridas con
grandes cavidades. Los componentes se mezclan inmediatamente antes de ser aplicados. Esto provoca una reacción ligeramente exotérmica y durante un período de 2-3 minutos el
material se expande hasta un volumen aproximado de cuatro
veces el original. Se convierte en una espuma suave y esponjosa, que se adapta a los contornos de la herida. Se retira, se lava
y se reposiciona en la herida dos veces al día, y se sustituye semanalmente.
Apósito de gasa antimicrobiana: apósito impregnado de polihexametilbiguanida. Las esponjas de gasa
estériles impregnadas con polihexametilbiguanida pueden
emplearse en solitario o cubriendo otra capa de contacto.
También se dispone de rollos de gasa impregnados. La polihexametilbiguanida es una biguanida polimérica con acción
antimicrobiana frente bacterias grampositivas y gramnegativas. La susceptibilidad a la biguanida varía entre las especies
bacterianas, siendo mayor la eficacia frente a grampositivas. La
polihexametilbiguanida es un bactericida rápido en altas concentraciones, ocasionando rotura de las membranas citoplasmáticas bacterianas y consecuente filtrado y precipitación de
componentes celulares. Es compatible con el tejido y aparentemente no tiene efectos negativos sobre la cicatrización. Es
similar a la clorhexidina y se emplea en soluciones para lentillas, desinfectantes, antisépticos y otros productos para controlar el crecimiento bacteriano. Los apósitos impregnados
con polihexametilbiguanida resisten a la colonización bacteriana de las heridas y tienen una actividad local prolongada.
Las bacterias ambientales no pueden atravesar el vendaje para
llegar a la herida, y las bacterias de la herida no pueden contaminar el ambiente. Se dispone tanto de esponjas como de
rollos de gasa. Prehumedecer la gasa si se emplea como material de envasado.
Otros apósitos antimicrobianos. También se dispone
de apósitos impregnados con yodo, plata, carbón activado y
antibióticos para ayudar al control y prevención de infecciones.
El yodo se encuentra en apósitos de polímeros ramificados de
dextrano. Cuando el apósito se hidrata en el ambiente húmedo
de la herida, se libera yodo elemental para ejercer un efecto antibacteriano y para interactuar con los macrófagos para producir
TNF- e IL-6. La liberación lenta se ha diseñado para mantener
niveles adecuados de yodo activo durante aproximadamente
48 horas.
Los apósitos de nailon cubiertos con cloruro de plata liberan plata para matar bacterias. La susceptibilidad bacteriana
incluye E. coli, Klebsiella pneumoniae, P. aeruginosa, Streptococcus spp. y Staphylococcus spp. La velocidad de liberación de
la plata varía según el producto empleado. También se dispone de tiras para envolver heridas, que facilitan el drenaje a la
vez que mejoran la cicatrización. Emplee estas desde la fase
inflamatoria hasta la fase de reparación de la cicatrización.
Humedezca el apósito antes de su aplicación y cámbielo cada
3-4 días.
Los apósitos de carbón activo le aportan a la herida un
ambiente húmedo, absorben bacterias, evitan la formación de
un tejido de granulación exuberante y pueden reducir el olor
de la herida. Están pensados para emplearse en heridas muy
infectadas desde la fase de desbridamiento hasta la fase de
reparación.
Las esponjas impregnadas con antibióticos se han empleado
durante un tiempo en cirugía humana. Uno de estos productos
está hecho a base de colágeno bovino tipo I desnaturalizado
impregnado con gentamicina. Además de su efecto antibacteriano tiene un efecto hemostático porque produce la adhesión y
agregación plaquetaria y de proteínas puente. Se liberan altas
concentraciones de antibiótico en la zona donde se coloca el
implante, mientras que los niveles séricos permanecen por debajo de los niveles tóxicos.
Apósitos bioactivos. Los apósitos bioactivos están
compuestos a base de materiales originados en el tejido vivo.
Los apósitos bioactivos incluyen aquellos derivados de fibroblastos de cultivos tisulares, piel artificial derivada de queratinocitos y apósitos de matriz extracelular derivada de la capa
submucosa del intestino delgado o de la vejiga de la orina de
cerdo. Los apósitos biológicos incluyen injertos de piel, membrana amniótica y peritoneo. Los apósitos de colágeno son
derivados de material bovino o porcino y se convierten en no
antigénicos como resultado de una purificación enzimática.
Están disponibles en láminas, partículas, pastas o geles. Se cree
que aceleran la reparación de la herida porque proveen a la
herida de una matriz para la migración celular. Se usan con
mayor frecuencia en grandes heridas por avulsión, como andamio para el crecimiento tisular. Los andamios de matriz extracelular tienen un efecto angiogénico y reclutan células germinales para que migren dentro del andamio acelular para
reconstruir y remodelar tejidos muy dañados o inexistentes. La
quitina, N-acetil-d-glucosamina polimerizada, es un componente del esqueleto de crustáceos e insectos y se encuentra en
CAPÍTULO 15
paredes celulares de hongos y bacterias. Se ha preparado como
un tipo de piel artificial. Otros preparados incluyen esponjas,
algodón, copos y telas no tejidas.
Se encuentra en el mercado un apósito temporal y caro, compuesto de una membrana ultrafina de silicona semipermeable
unida a un tejido de nailon poroso. Las dos capas se unen de
forma covalente a péptidos de colágeno porcino para incrementar la adherencia a la herida. Este apósito es flexible y se estira
para adaptarse al área. Se incorpora a la herida y por ello es
cómodo. La herida puede verse a través del apósito. El apósito se
retira cuando la epitelización es completa o si se detecta infección. Los apósitos biológicos pueden emplearse como capas de
contacto en heridas con mínimo exudado.
Capa intermedia (secundaria)
La capa intermedia de un vendaje es una capa absorbente que
elimina y acumula agentes nocivos (p. ej., sangre, suero, exudado, detritos, bacterias y enzimas) lejos de la superficie de la
herida. El crecimiento bacteriano se retrasa si el vendaje permite la evaporación de fluidos y el exudado se vuelve más
concentrado. La capa intermedia debe tener capilaridad para
absorber y debe tener un grosor suficiente para acumular
fluido. La capa intermedia también protege a la herida frente
a traumatismos, actúa como entablillado para evitar el movimiento de la herida y mantiene la capa de contacto sobre la
superficie de la herida. Puede usarse algodón absorbente,
rollos combinados o almohadillas para enyesado. Debe aplicarse presión suficiente durante la colocación de esta capa,
para eliminar el espacio entre la herida y la capa de contacto
y entre la capa de contacto y la intermedia. Si quedaran espacios se permite la acumulación de fluidos, que promueve la
maceración tisular; sin embargo, una compresión excesiva
impide la absorción e interfiere con el riego sanguíneo y la
contracción de la herida. Las capas externas de la capa intermedia pueden convertirse en no absorbentes impregnándolas
de vaselina, lo cual impide que los fluidos ambientales alcancen la herida.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Capa externa (terciaria)
La capa terciaria mantiene las otras capas del vendaje en su
lugar y las protege frente a contaminación externa. Se emplea
rollo de gasa, venda tubular, esparadrapo quirúrgico o cobertores reutilizables para apósitos de polipropileno o spandex.
El esparadrapo quirúrgico es el más empleado. El esparadrapo
poroso permite la evaporación de fluidos y promueve el secado, pero permite que las bacterias superficiales contaminen la
herida si se moja. Además las bacterias de la herida pueden
migrar a través del vendaje y contaminar el ambiente. El
empleo de un rollo de gasa antimicrobiana para comprimir la
capa intermedia ayuda a controlar las bacterias de la superficie
de la herida y colabora a evitar que los microorganismos
ambientales migren hacia la herida a través del vendaje. El
esparadrapo impermeable al agua protege a la herida frente a
fluidos ambientales, pero crea un vendaje oclusivo que puede
conducir a maceración tisular. Sólo debe emplearse en áreas
predispuestas a mojarse (p. ej., patas), y suele usarse en combinación con esparadrapo poroso. Los esparadrapos elásticos
aplican presión, se adaptan al área y la inmovilizan. Pueden
incorporarse férulas o varillas de soporte en la capa externa
del vendaje si se requiere una inmovilización adicional. Tam-
Cirugía del sistema tegumentario
185
bién se puede utilizar soportes para apósitos preformados
para estabilizar y proteger las capas intermedia y de contacto.
Están hechos a base de una tela no tejida de polipropileno,
transpirable, y se fijan en su posición con cierres de Velcro. No
son adhesivos, no requieren esparadrapo y son reutilizables,
lavables y no constrictivos. Tienen diseño anatómico y están
disponibles en diferentes tallas para la cadera, codo u hombro,
cabeza, abdomen, tórax y extremidades. Las prendas de spandex también pueden emplearse para proteger vendajes o como
capa externa de un vendaje. Las prendas hechas a medida o
modificadas, como las camisetas para niños, pueden usarse
para proteger o sustituir la capa terciaria en el cuerpo o en la
cabeza. Los collares isabelinos, barras laterales y trabas de cinta se emplean con frecuencia para proteger el vendaje del
paciente.
TIPOS DE VENDAJES
Al aplicar vendajes deben emplearse materiales apropiados de
anchura adecuada para evitar un efecto torniquete. Los materiales porosos permiten la circulación de aire y el escape de
humedad. Todos los vendajes deberían aplicarse lo más suavemente posible para prevenir picos y protuberancias, que pueden causar irritación y necrosis cutáneas. Cada vuelta del vendaje debe solapar la vuelta anterior un 50%. En ocasiones es
provechoso desenrollar las cintas elásticas y permitir que se
relajen antes de vendar una parte del cuerpo, para evitar la aplicación de excesiva presión. Se les debe explicar a los propietarios los cuidados apropiados del vendaje. Los vendajes deben
evaluarse con frecuencia por si hubiera signos de deslizamiento
o filtración de fluidos. Debe mantenerse limpia y seca la superficie de todos los vendajes. Debe observarse que los pacientes no
muestren incomodidad, inflamación, hipotermia, decoloración
cutánea, sequedad u olor, signos que pueden indicar que el área
se ha vendado incorrectamente. Los vendajes demasiado apretados dificultan la circulación y dañan el tejido blando. Los
dedos deben permanecer al aire en los vendajes de extremidades, para poder monitorizar la circulación y la sensibilidad. Los
vendajes sueltos producen úlceras por presión o se deslizan.
Debe evitarse que los pacientes muerdan el vendaje, y el ejercicio debe limitarse a cortos paseos de la correa. Cuando el
paciente esté en el exterior se debe cubrir el vendaje con una
bolsa de plástico o material impermeable al agua, para protegerlo de la suciedad y humedad. El material impermeable debe
retirarse en 30 minutos, para evitar un exceso de acumulación
de humedad bajo el vendaje.
Los signos de dolor, lamido o mordisqueo excesivo del
vendaje e inflamación pueden indicar que el vendaje no funciona correctamente o que no está bien colocado, por lo que
debe ser sustituido para evitar serias complicaciones. Los
vendajes con presión alta o presión mal distribuida sobre los
salientes óseos pueden producir isquemia y necrosis por presión. Si resultan afectados los tejidos profundos puede ser
necesaria la amputación de la extremidad. Pueden ser necesarios injertos o colgajos cutáneos para reconstruir lesiones
más superficiales.
Vendajes absorbentes
Los vendajes absorbentes están indicados en heridas abiertas
contaminadas e infectadas. Los detritos absorbidos se retiran
de la superficie de la herida para permitir una mejor cicatriza-
186
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
ción. La capa de contacto es un material hidrófilo absorbente
(v. cuadros desde 15-6 hasta 15-8 y tablas 15-2 y 15-3), seguido de una capa intermedia absorbente para mantener la
almohadilla en su sitio. El espesor de la capa intermedia varía
dependiendo de la cantidad de drenaje esperada. Se coloca
una envoltura elástica sobre la capa absorbente para adaptar
el vendaje y para aplicar una presión ligera. La capa final es
una cinta adhesiva o elástica. Dependiendo de la absorbencia
de la capa de contacto el cambio de vendaje varía desde a diario –o más frecuentemente si se filtra líquido– a cada
3-7 días.
coso y poco detrito o tejido necrótico. Las desventajas de los
vendajes húmedo-húmedo incluyen un incremento del tiempo preciso para el tratamiento, maceración tisular que promueve la infección y contaminación de la herida por bacterias si el fluido llega a la superficie del vendaje. Tras 3-5 días
debería haberse formado un lecho de granulación sano, y el
vendaje húmedo-húmedo se sustituye por un vendaje no
adherente.
Seco-seco. Los vendajes seco-seco se emplean en heridas
con detritos o tejido necrótico suelto o una gran cantidad de
exudado de baja viscosidad.
Vendajes adherentes
Aplique una gasa de malla ancha, seca, sobre la herida, después una capa intermedia absorbente y esparadrapo. Deje el
vendaje en su lugar hasta que el fluido y detrito absorbido se
haya secado en la capa intermedia.
Los tipos de vendaje adherente son húmedo-seco, húmedo-húmedo y seco-seco. Estos vendajes se han sustituido a favor
de los nuevos productos hidrófilos que promueven la cicatrización húmeda y el desbridamiento selectivo, y aportan una gran
absorbencia.
Húmedo-seco. Los vendajes húmedo-seco son los vendajes adherentes más usados en medicina veterinaria. Los
vendajes húmedos mejoran el desbridamiento porque licuan
el coágulo y absorben el detrito necrótico, dejando el tejido
viable intacto. El principio del vendaje húmedo salino es que
al secarse la esponja la acción mecha empuja al detrito y al
exudado al interior de la esponja y los separa de la herida. Las
características de los vendajes húmedo-seco son que: 1) se
pueden emplear antimicrobianos como solución humectante; 2) se mantiene un ambiente fisiológico; 3) se mantiene la
comodidad, y 4) se elimina el exudado. Sin embargo, las bacterias pueden crecer en un medio húmedo y puede producirse maceración tisular. Lo más importante, el desbridamiento
no es selectivo, se daña el tejido cicatricial normal y la retirada del apósito suele ser dolorosa. Los antibióticos tópicos
empleados en un vendaje húmedo deben ser hidrosolubles y
deben aplicarse junto con la solución para humedecer las
esponjas.
Coloque varias capas de esponja de gasa estéril sobre la herida
y empápelas con una solución salina o con clorhexidina al
0,05% o 0,1%. Cubra las esponjas húmedas con un vendaje
absorbente. Cambie el vendaje a diario o con más frecuencia si
se produce filtrado. Para retirar las capas primarias del vendaje
(esponjas de gasa secas) humedezca las esponjas con suero
fisiológico y levántelas de la herida.
La retirada de la capa primaria puede ocasionar sangrado o
rezumado. Un vendaje no adherente está normalmente indicado
tras 3-5 días de vendajes húmedo-seco.
Húmedo-húmedo. Un vendaje húmedo-húmedo es
similar a un vendaje húmedo-seco con la excepción de que la
capa de contacto debe mantenerse húmeda y no se permite que
se seque antes de retirar el vendaje. El vendaje puede mantenerse húmedo entre los cambios de vendaje insertando un drenaje fenestrado entre las capas de gasa e inyectando líquido en
el vendaje cada 4-6 horas.
Un vendaje húmedo-húmedo se emplea para transportar
el calor y mejorar el movimiento capilar de los exudados.
Crea un ambiente húmedo para ayudar a limpiar la herida,
pero tiene poca capacidad de desbridamiento. Este tipo de
vendaje se usa en heridas con gran cantidad de exudado vis-
Los vendajes seco-seco son dolorosos al retirarlos, pueden
eliminarse células viables junto con el detrito necrótico y pueden desecar el tejido.
Vendajes no adherentes
Los vendajes húmedo-seco, húmedo-húmedo y seco-seco deben
ser sustituidos por vendajes no adherentes. Sin embargo, en el
caso de que se empleen al comienzo del tratamiento, se sustituyen por vendajes no adherentes cuando el drenaje es serosanguinolento y se está formando tejido de granulación en la herida. La capa de contacto es consiste en una almohadilla no
adherente seguida de una capa intermedia absorbente con el fin
de mantener la almohadilla en su lugar. El espesor de la capa
intermedia absorbente varía dependiendo de la cantidad de
drenaje esperado.
Coloque una capa elástica sobre la capa absorbente para
adaptar el vendaje y aplicar una ligera presión. Aplique esparadrapo como capa final. Cambie el vendaje cada 1-3 días o
cuando sea necesario.
Vendajes oclusivos
Los vendajes oclusivos permiten la acumulación de fluidos de la
herida y humedad corporal y evitan la contaminación de la herida con fluidos externos. Los vendajes se vuelven oclusivos cuando la capa externa es de esparadrapo impermeable, goma o plástico. Otro tipo de vendaje oclusivo es un material hidrocoloide
empleado como capa de contacto no adherente (v. comentario
sobre el material de los apósitos, p. 176). Los apósitos oclusivos
son beneficiosos para acelerar y mejorar la calidad de la cicatrización en comparación con apósitos que permiten la desecación
de la herida. Sin embargo, la contracción de la herida disminuye
cuando se emplean hidrocoloides que se adhieren a la herida.
Los vendajes oclusivos se emplean para retener la humedad en
heridas que afectan parcialmente al espesor de la piel, sin necrosis ni infección. La maceración de la piel normal circundante
puede ser un problema.
Vendajes tie-over
Las capas de contacto y absorbente pueden mantenerse en su
lugar con un vendaje tie-over cuando la herida se encuentra en
un área inaccesible para las técnicas de vendaje estandarizadas
(p. ej., cadera, hombro, axila, perineo).
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
187
Figura 15-3
Figura 15-4
Sitúe varias suturas o grapas cutáneas holgadas alrededor
de la periferia de las heridas para crear un vendaje tie-over
en áreas inaccesibles para las técnicas de vendaje
estandarizadas. Coloque las capas primaria y secundaria
del vendaje, y después mantenga la capa terciaria en
posición enlazando cinta umbilical o una sutura gruesa a
través de las suturas o grapas cutáneas holgadas.
Vendaje para liberar presión sobre el trocánter mayor de un
perro. El vendaje está realizado con una toalla firmemente
enrollada, que se corta, se envuelve con cinta y se coloca
sobre la prominencia ósea.
usar un almohadillado adecuado sobre el extremo del drenaje,
para evitar una filtración. Evalúe el tipo y cantidad del drenado
en cada cambio de vendaje.
Coloque varias suturas (p. ej., nailon 2-0, nailon 0 o polipropileno) en la piel circundante a la herida, anudándolas holgadamente. Coloque la capa de contacto y la capa absorbente
sobre la herida. Mantenga estas capas en su sitio introduciendo gasas estériles o cinta umbilical a través de los lazos de las
suturas. Como alternativa sitúe hebras largas de sutura a
2-3 cm de los bordes en la periferia de la herida, y después
anude estas suturas por encima del vendaje para mantenerlo
en su sitio. Cubra el área con una capa externa si fuera posible
(v. figura 15-3).
Vendajes de estabilización
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Los vendajes de estabilización ayudan a inmovilizar fracturas,
para evitar un mayor daño tisular durante el transporte antes de
la fijación definitiva de la fractura. Estos vendajes son muy
almohadillados y a menudo se denominan vendajes de Robert
Jones (v. p. 946 para la técnica de aplicación). Tras la fijación de
la fractura con férulas, fijadores externos o fijación interna, estos
vendajes pueden emplearse para sujetar el tejido dañado, reducir
la inflamación y tratar heridas abiertas. El tipo de herida y el
estado del tejido determinan el tipo de vendaje que debe aplicarse sobre la herida.
Vendajes posquirúrgicos o para heridas
cerradas
Los vendajes pueden colocarse en áreas sin una herida abierta
para absorber fluidos de un drenaje o línea de incisión, para sujetar la incisión, para comprimir espacios muertos, para aplicar
presión o para evitar traumatismos o contaminación. Estos vendajes mejoran la comodidad del paciente al sostener la herida.
Coloque un apósito absorbente no adherente sobre la línea de
incisión y varias capas de gasa absorbente de malla ancha
sobre los drenajes. Determine el grosor de la capa intermedia
basándose en la cantidad esperada de drenado. Asegúrese de
Las incisiones que se espera que tengan un drenado mínimo
pueden protegerse de contaminantes ambientales con una
almohadilla absorbente no adherente, que se incorpora dentro
de un apósito de película de poliuretano.
Vendajes compresivos
Los vendajes compresivos facilitan el control de hemorragias
menores, edema y exceso de tejido de granulación. La aplicación
directa en la herida de una pomada con corticoesteroides puede
ayudar a controlar el exceso de tejido de granulación. Cuanto
más convexa sea la superficie, mayor será la presión ejercida por
el apósito sobre la herida.
Coloque una capa de contacto absorbente no adherente
sobre el área de hemorragia o granulación excesiva. Use
una gruesa capa intermedia absorbente y esparadrapo elástico para la capa externa. Coloque la cinta elástica con cuidado, para evitar una presión excesiva, que puede dificultar
la circulación arterial, venosa y linfática y producir necrosis
tisular o lesión nerviosa. Chequee las posibles molestias,
inflamación, hipotermia, sequedad u olor, que pueden indicar que el área se ha vendado con demasiada presión. Retire el vendaje a las 24-48 horas si se aplicó para controlar la
hemorragia.
Vendajes de alivio de presión
Los vendajes diseñados para evitar la presión sobre un área
(generalmente una prominencia ósea) se emplean para tratar o
prevenir las úlceras por presión (v. p. 238). La prevención de
presiones mejora la cicatrización sobre las prominencias óseas.
La mayoría de los vendajes de alivio de presión emplean un vendaje, espuma o aislante de tuberías con forma de rosquilla
(v. figura 15-4) para distribuir la presión alrededor en vez de
sobre la herida. El vendaje debe ser lo suficientemente grande y
188
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
presión sobre una herida, coloque primero las capas de contacto e intermedia, y después incorpore la rosquilla a la capa
externa.
TÉCNICAS DE VENDAJE
Vendaje del tórax y abdomen
El tórax y el abdomen suelen vendarse para cubrir heridas, incisiones quirúrgicas o sistemas de drenaje. Estos vendajes deben
colocarse firmemente, pero sin constreñir el tórax o el abdomen.
Los vendajes compresivos abdominales se emplean en ocasiones
cuando se sospecha de hemorragia abdominal. Su efectividad
dura sólo 1-2 horas y deben retirarse en un plazo de 4 horas. Al
colocar un vendaje de compresión abdominal las capas del vendaje deben colocarse firmemente. Puede colocarse una toalla
enrollada a lo largo de la línea media para reforzar el vendaje
antes de aplicar el esparadrapo.
Figura 15-5
Se ha cortado un agujero en esta esponja de espuma para
distribuir la presión alrededor de una úlcera por presión o
herida.
espeso para evitar la presión sobre la prominencia ósea. Puede
abrirse un círculo en el vendaje para tratar la herida sin retirar el
vendaje completo.
Puede crearse un vendaje con forma de rosquilla con almohadillas de enyesado, esponjas de espuma de densidad media o
una toalla (v. figuras 15-4 y 15-5). Forme un vendaje en forma
de rosquilla enrollando una toalla o introduciéndola en un
cilindro estrecho, envuélvala con cinta para mantener el rollo
y déle la forma de círculo con el tamaño necesario. Forme un
vendaje en forma de rosquilla con almohadillas para enyesado
colocando varias capas superpuestas y cortando un círculo en
el centro para acomodar la prominencia ósea o para rodear
la herida. Corte una abertura circular en una espuma espesa
para acomodar la prominencia ósea o para rodear la herida.
Centre el vendaje con forma de rosquilla sobre la lesión o
sobre la prominencia ósea y asegúrelo a la piel con esparadrapo que no se deslice.
Estos vendajes pueden ser difíciles de mantener en su posición, y pegarlos con esparadrapo directamente a la piel puede
ocasionar irritación cutánea. Los vendajes con aislante de tuberías suelen usarse para proteger el olécranon.
Forme un vendaje con la espuma de los tubos aislantes de
tuberías partiendo el tubo y cortando un agujero donde estará la prominencia ósea. Si fuera necesario emplee dos o más
capas de tubería. Apile las piezas y péguelas juntas con
esparadrapo. Cuando se usa el vendaje sobre el olécranon,
almohadille primero la superficie craneal de la articulación
radiohumeral con almohadilla para enyesado para evitar la
flexión de la articulación y para evitar que el perro se tumbe
en decúbito esternal. Después pegue en su sitio la almohadilla para enyesado y el aislante de tubería en su sitio. Use un
vendaje de tipo espica (v. comentario sobre vendajes para
extremidades, p. 189) si fuera necesario para mantener el
vendaje en su posición. Si usa la rosquilla para redistribuir la
Coloque una capa de contacto no adherente sobre la herida o
incisión. Coloque varias capas de esponjas de gasa estéril
sobre el extremo del drenaje de Penrose. Mantenga la capa de
contacto en su posición con rollos combinados, almohadilla
para enyesado o algodón. Use rollos de almohadilla, gasa o
esparadrapo de 7,5 a 15 cm de anchura. Vende el torso en
circunferencia con el almohadillado con una ligera presión.
Superponga cada vuelta aproximadamente de un medio a un
tercio de la anchura del rollo. Incremente el espesor de la capa
intermedia dependiendo de la cantidad esperada de drenado.
Reduzca el deslizamiento rostral o caudal vendando las capas
intermedia y externa del vendaje entre las patas y sobre los
hombros o caderas con un patrón entrecruzado. Rodee el torso
con una vuelta de material de vendaje, después dirija el vendaje desde el área inguinal derecha (área axilar) hacia el área
perineal izquierda (hombro). Rodee el torso de nuevo y continúe cruzando sobre el área perineal derecha (hombro) hacia
el área inguinal izquierda (área axilar) hasta el flanco izquierdo (tórax).
Repita el patrón entrecruzado varias veces. Reduzca también el deslizamiento adhiriendo una tira de esparadrapo de
aproximadamente 1,25-2,5 cm al pelo. No apriete el vendaje
tanto que impida la expansión torácica. Mantenga la capa
intermedia en su sitio con gasa elástica o venda tubular. Corte
un trozo de venda tubular de longitud mayor a la longitud
entre la cabeza y la grupa (7,5 cm) para gatos y perros pequeños; 10 a 15 cm para perros medianos y grandes). Corte
pequeños agujeros en la venda tubular para acomodar las
patas. Coloque la venda tubular por la cabeza e introduzca las
patas delanteras en los orificios antes de desenrollar caudalmente la venda tubular. Introduzca las patas traseras en los
orificios. Asegure el vendaje con esparadrapo. De forma alternativa se puede asegurar el vendaje con un protector de vendajes preformado y reutilizable. Para los perros machos corte
un agujero para acomodar el prepucio o desvíe la orina
mediante una sonda urinaria para mantener el vendaje seco.
Durante el vendado manipule los extremos de los tubos de drenaje de forma que se pueda acceder fácilmente a ellos para
poder aspirar e infundir.
Vendaje de la cabeza
La mayoría de los vendajes de la cabeza se colocan para proteger una oreja traumatizada o con incisiones quirúrgicas. Se
CAPÍTULO 15
pueden emplear vendajes similares para cubrir el ojo. Los vendajes de la cabeza pueden interferir con la respiración si se
colocan demasiado ajustados o con el cuello flexionado. Un
vendaje correctamente colocado debe permitir la inserción de
los dedos entre el vendaje y la barbilla para dejar espacio para
la flexión del cuello sin obstrucción de las vías aéreas. Si el vendaje está muy ajustado se puede realizar un corte parcial en el
vendaje bajo la barbilla. Dejar una oreja fuera del vendaje ayuda a evitar el deslizamiento. Deben tomarse precauciones
extremas al retirar el vendaje para evitar laceraciones o amputación del pabellón auricular.
Coloque un esparadrapo poroso de aproximadamente 2,5 cm
directamente en el borde del pabellón auricular para formar
un estribo (v. figura 17-22 en p. 311). Coloque la oreja sobre
una almohadilla o gasa absorbente sobre el dorso de la cabeza, y envuelva con cinta alrededor de la cabeza para asegurar
la oreja en su posición. Siguiendo la misma técnica coloque el
otro pabellón auditivo sobre el primero, si estuviera indicado.
Coloque una capa de contacto no adherente sobre la incisión
o coloque esponjas de gasa sobre el extremo del drenaje pasivo. Mantenga los pabellones y las capas de contacto en su
posición con un rollo de algodón o de almohadillado para
enyesado de aproximadamente 5-7,5 cm. Rodee la cabeza,
pasando el vendaje craneal y caudal a la oreja contraria, a
menos que deban inmovilizarse ambas orejas. Comenzando
bajo la barbilla, vende de forma holgada y superponga cada
vuelta aproximadamente un tercio de su anchura. Cubra esta
capa intermedia con unas vueltas de gasa elástica o con venda
tubular. Para evitar el deslizamiento, asegure el vendaje en su
posición con esparadrapo sobre la piel y el pelo tanto craneal
como caudal al vendaje. De forma alternativa el vendaje puede asegurarse con un protector de vendajes preformado y
reutilizable. Durante el vendado manipule los extremos de los
tubos de drenaje de forma que se pueda acceder fácilmente a
ellos para poder aspirar e infundir. Si fuera necesario medicar
el oído, corte agujeros en el vendaje sobre el meato acústico
externo.
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Vendaje de las extremidades
El vendaje almohadillado de extremidades se emplea para
cubrir abrasiones, laceraciones o incisiones, o puede modificarse para fijar férulas e inmovilizar articulaciones o huesos.
Son precisas modificaciones del vendaje almohadillado básico
para permitir la inmovilización, prevenir el deslizamiento o
proteger los dedos. La inmovilización se logra colocando una
férula en cuchara, una férula termoplástica moldeada, una
férula de fibra de vidrio o una férula de aluminio entre las
capas intermedia y externa del vendaje. Estos materiales pueden llegar a sustituir a la capa externa del vendaje. Es importante asegurar un almohadillado en los extremos de la férula
para evitar irritación cutánea. Colocar un almohadillado adicional sobre posibles puntos de presión bajo una férula incrementa la presión sobre estos puntos; por consiguiente, es mejor
utilizar una almohadilla en rosquilla para redistribuir la presión sobre un área mayor circundante al punto de presión
(v. figuras 15-4 y 15-5).
Comience colocando unas cintas de esparadrapo poroso de
2,5 cm en las superficie dorsal y ventral o lateral y medial de
Cirugía del sistema tegumentario
189
la extremidad (v. figura 15-6, A). Extienda las tiras hasta
7,5-20 cm más allá de los dedos, para evitar el deslizamiento
distal del vendaje. Si fuera necesario utilice una capa holgada
de gasa elástica para ayudar a asegurar las tiras de esparadrapo. Inserte pequeños trozos de algodón u otro material
absorbente entre los dedos y las almohadillas metatarsianas/
metacarpianas y digitales. Coloque una capa de contacto
apropiada sobre la herida (v. p. 176). Vende de forma ajustada con almohadillado para enyesar la pata, comenzando al
nivel de la segunda y quinta almohadilla digital. Vende en
sentido oblicuo, de forma que la tercera y cuarta almohadilla
digital protruyan ligeramente del vendaje (v. figura 15-6, B).
Superponga la venda almohadillada (5-7,5 cm de ancho) de
un medio a dos tercios sobre la vuelta anterior. Continúe el
vendaje sobre el radio y cúbito proximal (tibia y peroné) o
sobre el codo (rodilla), dependiendo de la zona lesionada.
Emplee el almohadillado suficiente para conseguir el volumen
necesario para la protección. Vende con gasa elástica
(5-7,5 cm de ancho) sobre el vendaje almohadillado, para
adaptarlo a la extremidad, superponiendo cada vuelta un
medio de la anchura de la venda. Separe las tiras de esparadrapo y péguelas sobre el lado correspondiente del vendaje
(v. figura 15-6, C). Coloque una capa externa con cinta elástica (5-7,5 cm de ancho), superponiendo cada vuelta un medio
de la anchura de la venda (v. figura 15-6, D). De forma alternativa el vendaje se puede asegurar con un protector de vendajes preformado y reutilizable. Evite el estiramiento excesivo
de la cinta elástica, para evitar el compromiso de la circulación
de la extremidad. Compruebe frecuentemente los dedos tercero y cuarto expuestos, por si hubiera hinchazón, frío y molestias; retire el vendaje y evalúe la extremidad si aparecieran
estos signos.
Elimine la presión de las lesiones de las almohadillas digitales
empleando una pieza triangular de espuma de densidad media
cortada según el tamaño de la almohadilla carpiana o tarsiana,
o una rosquilla de espuma de densidad media para proteger las
lesiones en las almohadillas carpiana o tarsiana.
(v. figura 15-5).
Colocar una almohadilla de espuma sólida sobre la capa
intermedia del vendaje, antes de colocar la capa externa, ayuda a
eliminar presión sobre los dedos.
De forma similar, coloque la rosquilla antes de colocar la capa
externa del vendaje.
La presión se puede minimizar además incorporando una
férula de metal a la capa externa o creando una férula con
forma de muleta o «concha de almeja». Dos férulas para extremidades de metal se colocan una en la parte baja y otra en la
parte alta de la zarpa, de forma que se extiendan más allá de
los dedos aproximadamente 2,5 cm. A continuación se aseguran las férulas con cinta, para crear la férula en «concha de
almeja».
El deslizamiento se puede prevenir extendiendo el vendaje
alrededor del hombro y tórax (cadera y abdomen caudal), creando un vendaje de tipo espica (v. figura 15-7). Este vendaje inmoviliza el hombro o cadera además de la extremidad distal, y suele incorporar una férula. Las capas intermedia y externa se
entrecruzan craneal y caudal a la extremidad afectada y caudal y
190
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
A
B
C
D
Figura 15-6
A. Para el vendaje de una extremidad, coloque dos tiras de esparadrapo poroso de
2,5 cm en las superficies dorsal y ventral o lateral y medial de la zarpa. Inserte material
absorbente entre los dedos y entre las almohadillas metacarpiana o metatarsiana y
digitales. B. Coloque algodón o almohadillado para enyesado sobre la capa de contacto
apropiada, superponiendo las vueltas de un medio a dos tercios de la anchura del rollo.
Mantenga expuestos los dedos tercero y cuarto. Adapte el almohadillado a la extremidad
con gasa elástica. Coloque una férula para una mayor inmovilización entre el
almohadillado y la gasa elástica (opcional). C. Pegue las tiras de esparadrapo sobre la
gasa. D. Coloque una capa externa de cinta elástica de 5-7,5 cm de ancho,
superponiendo cada vuelta un medio de la anchura de la cinta.
craneal a la extremidad contralateral, tal y como se describe en
la página 188 para los vendajes torácico y abdominal. El vendaje se refuerza con una férula de varilla, venda de fibra de vidrio
o férula termoplástica en caso de que se desee inmovilizar temporalmente una fractura o una inmovilización adicional de la
herida.
La inmovilización temporal de las lesiones distales al codo o
rodilla puede conseguirse colocando un vendaje de Robert Jones
o de Robert Jones modificado. Un vendaje de Robert Jones es un
vendaje grande y voluminoso, que aporta estabilidad aplicando
presión sobre una gruesa capa de algodón (v. p. 946). Un vendaje de Robert Jones modificado o ligero tiene mucho menos
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
191
A
B
Figura 15-7
Para las lesiones proximales de las extremidades, continúe el
vendaje hacia arriba, alrededor del tórax o abdomen, y
entre las patas, para crear un vendaje de tipo espica.
Figura 15-8
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
almohadillado de algodón, por lo que es menos voluminoso. El
vendaje de Robert Jones modificado se usa para reducir el edema
tras cirugías.
La oniquectomía, la amputación de dedos o la reconstrucción
de almohadillas pueden beneficiarse de un vendaje que proteja
los dedos y reduzca la hemorragia. En este caso las tiras de esparadrapo deben colocarse lateralmente y los dedos se cubren con
esponjas de gasa o una capa de contacto no adherente.
Coloque capas de almohadillado para enyesado de 5 cm de
dorsal a ventral y de ventral a dorsal sobre el extremo de la
pata (v. figura 15-8, A). Extienda el almohadillado en un
patrón espiral hasta el radio o cúbito medio (tibia y peroné).
Deje los extremos proximales de las tiras de esparadrapo
expuestas, para facilitar la retirada del vendaje. Cubra el
almohadillado con gasa elástica. Pegue las tiras de esparadrapo en su lado correspondiente. Cubra el vendaje con esparadrapo desde distal hasta la zona de pelo proximal
(v. figura 15-8, B). Como alternativa puede emplearse una
venda tubular elástica y fina para cubrir la capa de contacto y
el almohadillado. Se coloca con o sin la ayuda de un cilindro
de malla metálico. Inserte el pie en el cilindro, dirija la venda
tubular en dirección proximal, tire del cilindro hacia el extremo
del pie con un movimiento ligeramente rotacional y gírelo
180°-360°. Saque el cilindro y bájelo por la pata para añadir
capas adicionales de venda tubular. Cubra la venda tubular
con esparadrapo. Aumente la tensión mediante el incremento
El vendaje de la zarpa es similar al vendaje de la pata,
excepto que los dedos se cubren. A. Después de colocar
las tiras de esparadrapo y la capa de contacto, coloque
almohadillado de dorsal a ventral y después de ventral a
dorsal. Después vende alrededor de la extremidad distal.
B. Adapte el vendaje a la pata con gasa elástica y asegure
el vendaje con cinta elástica con un patrón similar.
de la rotación del cilindro a lo largo del eje longitudinal de la
extremidad. Evite colocar la venda tubular demasiado ajustada. Para retirar el vendaje incídalo en la zona proximal para
exponer el extremo proximal de las tiras de esparadrapo. Tire
de las lengüetas de esparadrapo hacia abajo de la pata para
aflojar y retirar el vendaje.
Lecturas recomendadas
Anderson DM, White RAS: Ischemic bandage injuries: a case series
and review of the literature, Vet Surg 29:488, 2000.
Revisión retrospectiva de once casos con complicaciones ocurridas
con diferentes vendajes que con frecuencia requirieron injertos o
amputación.
Dart AJ, Cries L, Jeffcott LB et al: Effects of 25% propylene glycol
hydrogel (Solugel) on second intention wound healing in horses,
Vet Surg 31:309, 2002.
192
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
El estudio experimental con ocho caballos no mostró efectos beneficiosos.
Ducharme-Desjarlais M, Celeste CJ, Lepault E et al: Effect of a silicone-containing dressing on exuberant granulation tissue formation
and wound repair in horses, Am J Vet Res 66:1133, 2005.
Se empleó el apósito de silicona en cinco caballos y se comparó con un
apósito control permeable no adherente. Se demostró que eran más
eficaces para evitar el tejido de granulación exuberante.
Lee WR, Tobias KM, Bemis DA et al: In vitro efficacy of a polyhexamethylene biguanide-impregnated gauze dressing against bacteria
found in veterinary patients, Vet Surg 33:404, 2004.
Los apósitos de gasa impregnada reducen el crecimiento bacteriano,
especialmente de especies gram-positivas. Se emplean para reducir
la contaminación bacteriana de la herida.
Reimer SB, Schulz KS, Mason DR et al: Effects of a whole-body spandex garment on rectal temperature and oxygen consumption in
healthy dogs, J Am Vet Med Assoc 224:71, 2004.
Esta prenda ajustada de spandex no produjo sobrecalentamiento y
puede emplearse para cubrir heridas o incisiones.
Senel S, McClure SJ: Potential applications of chitosan in veterinary
medicine, Adv Drug Deliv Rev 56:1467, 2004.
Se revisan las aplicaciones veterinarias de quitosán, incluyendo
cicatrización de heridas, regeneración ósea, analgesia y efectos
antimicrobianos.
Simpson AM, Beale BS, Radlinsky MA: Bandaging in dogs and cats:
basic principles, Compend Cont Educ Pract Vet 23:12, 2001.
Este artículo revisa las técnicas de vendaje tradicionales, pero no incluye una discusión sobre apósitos interactivos.
Stashak TS, Farstvedt E, Othic A: Update on wound dressings: indications and best use, Clin Tech Equine Pract 3:148, 2004.
Se presentan los apósitos corrientes y las opciones de tratamiento de
heridas, incluyendo un gráfico útil.
Swaim SF, Hinkle SH, Bradley DM: Wound contraction: basic and
clinical factors, Compend Cont Educ Pract Vet 23:20, 2001.
Este trabajo bien ilustrado revisa los numerosos factores que afectan a
la contracción cicatricial y los métodos para tratarlos.
Swaim SF, Gillette RL, Sartin EA et al: Effects of hydrolyzed collagen
dressing on the healing of open wounds in dogs, Am J Vet Res
61:1574, 2000.
El colágeno en polvo es hidrófilo y produjo una mayor epitelización
que las heridas tratadas únicamente con almohadillas semioclusivas no adherentes en este estudio experimental con nueve
perros.
Swaim SF, Marghitu DB, Rumph PF et al: Effects of bandage configuration on paw pad pressure in dogs: a preliminary study, J Am Anim
Hosp Assoc 39:209, 2003.
Se evaluaron siete tipos de vendaje con datos sobre presión. Se eliminó
la mayor presión de las almohadillas con un vendaje en concha de
almeja y además, colocando una esponja de espuma comprimible sobre la almohadilla carpiana, se eliminó la presión sobre las
almohadillas digitales.
Winkler JT, Swaim SF, Sartin EA et al: The effect of a porcine-derived
small intestinal submucosa product on wounds with exposed bone
in dogs, Vet Surg 31:541, 2002.
Este estudio experimental prospectivo no encontró contraindicaciones
de uso ni signos de que este producto afecte a la epitelización, contracción o tiempo de cicatrización total en heridas con exposición
ósea, en comparación con controles.
YoungSam K, JungWoo R, KwangHo J: A comparison of hydrocolloid
(Duoderm®) and hydrogel (Nu-Gel®) occlusive dressing materials
in the treatment of full-thickness skin wounds in dogs, J Vet Clinics
20:294, 2003.
Al comparar los apósitos hidrocoloidales, de hidrogel y salinos sobre
las heridas caninas, aquellas cubiertas con hidrogel curaron con
mayor rapidez, epitelización y contracción.
PRINCIPIOS DE CIRUGÍA PLÁSTICA
Y RECONSTRUCTIVA
TENSIÓN Y ELASTICIDAD CUTÁNEAS
La cirugía reconstructiva suele realizarse para cerrar defectos
producidos por un traumatismo, para corregir o mejorar anomalías congénitas o tras la extirpación de neoplasias. Se dispone de gran cantidad de procedimientos de reconstrucción;
es importante seleccionar la técnica o técnicas apropiadas
para evitar complicaciones y costes innecesarios. Aunque las
grandes heridas, sobre todo las que afectan al tronco, suelen
cicatrizar por contracción y epitelización (v.ñp.ñ161),puede
ser preferible cerrar la herida. Los defectos grandes o irregulares pueden cerrarse en ocasiones usando incisiones de relajación o técnicas de «plastia» (p.ñej., plastia en V-Y, plastia
enñZ). Los defectos grandes, o aquellos en las extremidades,
pueden requerir la movilización de tejido de otras zonas. Los
colgajos pediculados son tejidos que se separan parcialmente
de la zona donante y se movilizan para cubrir un defecto
(v.ñp.ñ205);los injertos conllevan la transferencia de un segmento de piel a una zona distante (receptora) (v.ñp.ñ224).Se
precisa un planteamiento meticuloso y técnicas quirúrgicas
atraumáticas para evitar una tensión excesiva, retorcimiento
o compromiso circulatorio. La cantidad de piel disponible
para ser transferida varía en un mismo animal dependiendo
de las zonas y entre razas. En las extremidades se puede movilizar poca piel, mientras que en el tronco el avance de tejido
adyacente puede cubrir grandes defectos. El tipo de lecho
receptor influye en la elección de la técnica reconstructiva. Los
colgajos bien realizados y correctamente transferidos pueden
sobrevivir en lechos avasculares, mientras que los injertos y
los colgajos transferidos a distancia precisan de lechos vasculares (es decir, tejido de granulación sano, músculo, periostio
y paratendón).
La hirudiniasis, o la colocación de sanguijuelas en la piel,
puede ser de ayuda en la cirugía reconstructiva y microvascular.
La sanguijuela medicinal es Hirudo medicinalis. Después de alimentarse con sangre una sanguijuela puede sobrevivir durante
meses sin alimentarse. Las sanguijuelas producen un pequeño
sangrado que mimetiza el flujo venoso. La sanguijuela come de
media 5ñmL de sangre, pero la sangre rezuma de la herida durante 24-48ñhoras después de eliminarse la sanguijuela, debido a su
acción anticoagulante y vasodilatadora. Hay un riesgo importante de infección con Aeromonas hydrophila con el empleo de
sanguijuelas.
LÍNEAS DE TENSIÓN Y ALIVIO DE TENSIÓN
La localización de la herida, la elasticidad del tejido circundante, el riego sanguíneo regional y el tipo de lecho de la herida deben ser considerados cuando se planea una cirugía
reconstructiva. Coger y elevar la piel formando el colgajo o
área de injerto deseado, permitiendo que se retraiga después
de forma espontánea, sirve para evaluar la tensión y elasticidad de la piel. La evaluación de la cantidad de tensión que
puede ser tolerada por el tejido es subjetiva. La aposición de
los bordes de la incisión con demasiada tensión produce alteraciones en la incisión y necrosis por presión, resultando en
un desgarro de las suturas (v.ñp.ñ197)y dehiscencia parcial o
total. Los métodos para reducir la tensión incluyen la disec-
CAPÍTULO 15
ción bajo los bordes de l a herida, selección de patrones de
sutura apropiados y el empleo de incisiones de descarga, estiramiento cutáneo y expansión tisular. Además el animal debe
situarse para la cirugía de forma que la piel móvil no esté
inmovilizada por la mesa; se consigue mediante el empleo de
almohadillas y la flexión de las articulaciones apropiadas. Si
Lateral
Cirugía del sistema tegumentario
193
estos métodos no permiten la aposición primaria, las heridas
deben cerrar por segunda intención o deben ser reconstruidas mediante colgajos o injertos.
Líneas de tensión
Las líneas de tensión están formadas por la fuerza predominante del tejido fibroso de la piel. Se han mapeado las líneas de tensión principales en animales, pero puede haber variabilidad
según la raza, conformación, sexo y edad (v. figura 15-9). La tensión produce que los bordes de la incisión se separen y se ensanche la cicatriz lineal (v. figura 15-10). Las incisiones deben realizarse paralelas a las líneas de tensión. Las incisiones y heridas a
lo largo de una línea de tensión cicatrizan mejor, más rápidamente y con mejores resultados estéticos, mientras que aquellas
perpendiculares tienden a abrirse. Las incisiones realizadas en
ángulo con las líneas de tensión toman una forma curvilínea. Las
incisiones realizadas a través de las líneas de tensión requieren
más suturas y son más susceptibles a la dehiscencia que aquellas
realizadas en paralelo a las líneas de tensión. Las heridas traumáticas deben cerrarse en la dirección que evite o minimice la tensión (v. figura 15-11). Si la tensión es mínima, la herida debe
cerrarse en la dirección de su eje mayor. La dirección del cierre
debe evitar o minimizar la creación de «orejas de perro» o fruncidos al final de las líneas de sutura.
Alivio de tensión
Ventral
Dorsal
Figura 15-9
Líneas de tensión aproximadas en perros. (Modificado de
Irwin DHG: Tension lines in the skin of the dog, J Small Anim
Pract 7:595, 1966.)
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
A
La piel se diseca usando tijeras para separar la piel y/o el
músculo panicular del tejido subyacente. La disección de la piel
adyacente a la herida es el mecanismo más simple para aliviar
tensión. Se libera la piel de sus nexos subyacentes, de forma que
se puede emplear todo su potencial elástico para estirarla sobre
la herida. La piel debe disecarse bajo la capa de músculo panicular para conservar el plexo subcutáneo y los vasos cutáneos
directos, que transcurren paralelos a la superficie cutánea
(v. figura 15-12). Donde no haya capa de músculo panicular
(porción media y distal de las extremidades), la piel debe disecarse por la holgada fascia areolar, profunda a la dermis, para
conservar el plexo subcutáneo. La piel elevada debe incluir una
porción de la fascia superficial con la dermis, para conservar las
arterias cutáneas directas. En áreas donde la piel se encuentra
adherida a un músculo subyacente, es mejor elevar una porción de la fascia externa del músculo antes que disecar estas
estructuras. Evite la lesión del plexo subcutáneo empleando
B
C
Línea de tensión cutánea
Figura 15-10
Incisiones realizadas a través de
líneas de tensión. Las incisiones
perpendiculares (A) u oblicuas (B)
se abren y requieren más suturas
para su cierre que las incisiones
paralelas a las líneas de
tensión (C).
194
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Correcto
A
Eje
longitudinal
de la
herida
Tensión pequeña:
«orejas de perro» pequeñas
Incorrecto
Eje
longitudinal
de la
herida
B
Mayor tensión:
«orejas de perro» grandes
Figura 15-11
Los bordes de la herida deben manipularse para determinar la dirección de la menor
tensión y minimizar la formación de «orejas de perro». A. Bordes de la herida con
poca tensión y «orejas de perro» pequeñas. B. Bordes de la herida con mayor tensión
y «orejas de perro» mayores.
Músculo cutáneo
del tronco
Figura 15-12
Antes del cierre de la herida use unas tijeras para disecar la
piel y el tejido subcutáneo o la piel y el músculo panicular
para separarlos del tejido subyacente.
Músculo cutáneo
del tronco
Piel
Músculo
CAPÍTULO 15
una técnica quirúrgica atraumática, incluyendo la sección de la
piel con una cuchilla de bisturí en vez de con tijeras, y evitando
el instrumental que produzca aplastamiento (p. ej., pinzas
Allis). Para manipular la piel deben emplearse las pinzas de
mano Brown-Adson, los ganchos para piel o las suturas de sostén. Las capas tisulares se separan mediante la inserción repetida de tijeras de Metzenbaum cerradas, abriéndolas después y
retirándolas abiertas. El tejido se recorta con las tijeras si fuera
necesario. Como alternativa se puede deslizar la parte cortante
de las tijeras a lo largo del plano de división sin cerrar las tijeras. Durante la disección determine si el alivio de la tensión es
adecuado mediante el intento periódico de aproximación de
los bordes.
El sangrado durante la disección suele ser insignificante. El
sangrado excesivo puede controlarse con electrocoagulación o
ligado; sin embargo, la tensión de la piel y el vendaje suelen controlar la hemorragia y evitar los seromas. La disección de áreas
cercanas a márgenes de heridas asociadas a un cierre diferido
requiere que el borde de piel epitelizada sea separado del tejido
de granulación. La piel debe escindirse con una cuchilla de bisturí en la zona de unión de la piel normal y el nuevo epitelio. La
incisión debe continuarse por el tejido de granulación hasta la
línea normal de división de la fascia subcutánea, profunda al
plexo subcutáneo. El cierre de la herida bajo tensión excesiva,
técnicas quirúrgicas bastas y con división de las arterias cutáneas
directas interfiere con la circulación cutánea y puede ocasionar
necrosis cutánea, dehiscencia de la herida o infección. La manipulación quirúrgica de piel recientemente traumatizada debería
minimizarse hasta la mejora de la circulación. La resolución de
contusiones, edema e infección indica mejora de la circulación
cutánea.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Extensión y expansión cutánea
La extensión y expansión cutánea es una técnica empleada en
cirugía reconstructiva que utiliza la capacidad de la piel para
estirarse gracias a su elasticidad inherente o natural, que permite procesos de lento deslizamiento mecánico y relajación
por estrés, cuando se aplica tensión continua. Durante este
proceso se estiran las fibras de colágeno cutáneo y el fluido
tisular se desplaza lentamente lejos de las fibras de colágeno, las
cuales se enderezan y se compactan longitudinalmente en la
dirección de la fuerza extensora. La piel puede ser estirada
horas o días antes de la cirugía, para permitir un cierre con
menor tensión en el momento de la intervención. El presuturado, las suturas ajustables, los extensores de piel y los expansores de piel se emplean para esta técnica (v. figura 15-13). El
presuturado se realiza 24 horas antes de la cirugía, para estirar
la piel. Se administra lidocaína, sedación o anestesia general
para eliminar las molestias. Las suturas de tensión (sutura de
Lembert discontinua o de colchonero vertical con material no
reabsorbible de 2-0 o 0 monofilamento) se colocan para imbricar la piel en los lados que se van a aproximar (v. figura 15-13).
Las suturas se colocan a 3-5 cm del lugar de incisión previsto.
Las suturas ejercen su efecto sobre todo en la piel sana inmediata al área quirúrgica prevista y no son ajustables. El presuturado sólo es efectivo en áreas donde la elasticidad de la piel
es limitada (es decir, extremidades). Una sutura horizontal
ajustable puede emplearse para estirar la piel sobre una herida
de forma gradual. Se trata de una sutura intradérmica continua (nailon, polipropileno o polibutéster de 2-0) anclada en
Cirugía del sistema tegumentario
195
uno o los dos extremos con un botón asegurado a la superficie
de la piel con una pesa de pesca de perdigón hendido. En días
sucesivos la tracción sobre la sutura produce el avance de los
bordes de la herida sobre la misma, y se colocan nuevas pesas
para mantener la tensión. Estas suturas se usan principalmente
en heridas en las extremidades en las que los bordes de la herida no se pueden aproximar inicialmente.
El extensor de piel (bandas en X) es un dispositivo no invasivo capaz de estirar la piel, tanto adyacente como distal al área
quirúrgica. Se puede reclutar o estirar más piel usando esta
técnica que con el presuturado o con los expansores de tejido.
Los extensores de piel son más efectivos en el cuello y tronco.
Las almohadillas cutáneas autoadherentes se aplican sobre la
piel adyacente y distal (dependiendo de la necesidad), rasurada, limpia y seca, con una fina capa adicional de adhesivo de
cianoacrilato. Las almohadillas se colocan a 1-2 cm de los bordes de la herida con su eje longitudinal perpendicular a la
dirección de la línea de tensión de la piel. Los cables elásticos
de conexión se fijan a las almohadillas de un lado de la herida
y se estiran antes de ser unidos a las almohadillas del otro lado
de la herida. Si se requiere más piel se puede colocar otra fila o
nivel de almohadillas y cables a más distancia de la herida. Los
cables se ajustan cada 6-8 horas para generar la tensión óptima
para acelerar el estiramiento o deformación de la piel. Se puede
reclutar piel suficiente a las 24-48 horas, aunque pueden requerirse 96 horas. Las almohadillas se despegan o retiran de la piel
con un disolvente para pegamento antes de la cirugía. Normalmente no se requiere disección de la piel después del estiramiento cutáneo. Los extensores de piel también se emplean
antes de extirpar masas o después de una cirugía en la que la
incisión se cierra con demasiada tensión. La aplicación de un
extensor de piel ayuda a aliviar tensión y prevenir dehiscencias
(v. figura 15-13). Las almohadillas suelen retirarse a los 3-5 días
de la cirugía.
Los expansores de tejido se inflan en el tejido subcutáneo
para estirar la piel superpuesta a ellos, permitiendo la creación
de colgajos mayores para cerrar defectos. Son beneficiosos para
vencer la falta de tejido y para obtener piel de buena calidad.
Los expansores de tejido reducen el espesor dérmico e incrementan temporalmente la mitosis epidérmica. La grasa subcutánea y el músculo adyacentes a los expansores de tejido se atrofian, y puede producirse neurapraxia. Los expansores de tejido
tienen una bolsa hinchable y un reservorio de elastómero silicona. A pesar de que son caros, se dispone de varios tamaños y
formas. Se requiere un planteamiento cuidadoso para lograr
una expansión y reconstrucción óptima. La base del expansor
debe aproximarse al tamaño del área donante. La incisión para
la inserción del expansor debe realizarse paralela a las líneas de
tensión en el borde principal del futuro colgajo, o la piel adyacente no se estirará de forma apropiada. El sistema se coloca
subcutáneo y se infla con suero salino. La expansión rápida
requiere un inflado intermitente de corta duración. Esto conlleva inflar el expansor durante 2-3 minutos, desinflar y dejar descansar el tejido 3-4 minutos, y después repetir el ciclo dos o tres
veces antes de crear un colgajo. La expansión gradual conlleva
la inyección de una presión o volumen determinado a intervalos que abarcan desde días a semanas (normalmente cada
2-7 días). El inflado se realiza hasta que la piel se nota tensa,
aparece pálida o se perciben molestias. Cuando el tejido está
suficientemente estirado para permitir la reconstrucción, se
196
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
A
B
C
D
Figura 15-13
Los métodos para incorporar piel para cerrar heridas con tensión incluyen el presuturado
(A), los extensores de piel (B), los expansores de tejido hinchables (C) y las suturas
ajustables (D).
retira el sistema y se crea el colgajo cutáneo para reparar el
defecto. Las complicaciones de los expansores de tejido incluyen dolor, formación de seroma, agrandamiento de cicatrices,
infección, dehiscencia, necrosis cutánea y fallo del implante; no
deben emplearse en tejido previamente irradiado. Los colgajos
de patrón axial (v. p. 211) son preferibles a los expansores de
tejido.
PATRONES DE SUTURA
Suturas subepidérmicas
La fascia subepidérmica es fuerte y tolera la tensión mejor
que el tejido subcutáneo o la piel. Las suturas situadas en el
tejido subepidérmico o intradérmico reducen la tensión de
las suturas cutáneas y colocan los bordes en aposición. Estas
suturas también reducen la formación de cicatrices. Para las suturas
subepidérmicas e intradérmicas se emplea polidioxanona,
poliglecaprona 25 o poligluconato de 3-0 o 4-0, con nudo
enterrado.
Suturas de progresión o avance
Las suturas de progresión mueven la piel a través de un defecto,
obliterando el espacio muerto y distribuyendo la tensión sobre
la superficie de la herida. La piel se avanza en el sentido del
centro de la herida, situando puntos sueltos subepidérmicos
CAPÍTULO 15
Primer punto de sutura
a
A
b
Segundo punto de sutura
Cirugía del sistema tegumentario
197
ra de descarga de tensión estándar es la sutura de colchonero
vertical. Debe colocarse una hilera de sutura de colchonero vertical a 1-2 cm de la primera fila de suturas que aproximan los
bordes de la piel. Las suturas de colchonero verticales (polipropileno, polibutéster o nailon de 2-0 o 0) se realizan mientras que la piel se aproxima con pinzas para paños de campo
o ganchos para piel, antes de aproximar los bordes de piel con
una sutura de aproximación (polipropileno, polibutéster o
nailon de 3-0 o 2-0). Las suturas de colchonero verticales
normalmente pueden quitarse al tercer día de la cirugía,
cuando la fibrina ha estabilizado los bordes de la herida. Las
suturas de colchonero horizontales con o sin stents de tubo de
goma pueden emplearse; sin embargo, su potencial para dificultar el riego sanguíneo local es mayor.
PREVENCIÓN DE LAS «OREJAS DE PERRO»
B
a
b
Figura 15-14
Emplee suturas de progresión para avanzar la piel hacia el
centro de la herida. A. Sitúe la sutura a través de la fascia
de la pared corporal más cercana al centro de la herida que
la puntada a través de la fascia subepidérmica o dermis
profunda. B. Obsérvese que la distancia entre a y b
aumenta debido al estiramiento de la piel al anudar la
sutura.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
comenzando en la profundidad de la herida. La sutura (p. ej.,
polidioxanona, poliglecaprona 25 o poligluconato de 2-0 o
3-0) debe situarse a través de la fascia de la pared corporal a
una distancia más cercana al centro de la herida que la puntada
dada en la fascia subepidérmica o en la dermis profunda
(v. figura 15-14). Las suturas de progresión no penetran en la
superficie de la piel. Al anudar la sutura se produce un avance
de la piel hacia el centro de la herida. Estas suturas no deben
situarse a menos de 2-3 cm de distancia unas de otras. Las hileras sucesivas de sutura permitirán un mayor avance de la piel
hacia el centro de la herida. Las suturas se sitúan a ambos lados
del defecto, para avanzar la piel disecada hacia el centro. Debe
minimizarse el número de suturas de progresión para evitar la
formación de zonas débiles subcutáneas o el compromiso circulatorio. Para completar el cierre de la herida se utilizan suturas cutáneas o subepidérmicas.
Las «orejas de perro» o fruncidos (su denominación más
popular es «culo de pollo»)* pueden evitarse o corregirse al
final de una línea de sutura con un espaciado desigual de las
suturas o reseccionando una pequeña porción de piel de forma
triangular o elíptica. Se pueden evitar las «orejas de perro»
colocando las suturas más próximas en el lado convexo de la
herida que en el cóncavo (v. figura 15-15, A). Las «orejas de
perro» pueden corregirse trazando una incisión elíptica, eliminando la piel sobrante y aproximando los bordes cutáneos
en una línea recta o curva (v. figura 15-15, B). Como alternativa puede incidirse la «oreja de perro» en el centro, formando
dos triángulos; un triángulo se escinde y el otro se emplea
para cubrir el defecto resultante (v. figura 1-15, C y D), o se
pueden escindir los dos triángulos para aproximar los bordes
creando una línea de sutura recta (v. figura 15-15, E). La piel
fina y elástica está menos predispuesta a formar «orejas de
perro» que la piel gruesa. Algunas «orejas de perro» se aplanan
sin escisión.
INCISIONES DE DESCARGA
Las incisiones de descarga, o incisiones realizadas cerca de un
defecto para permitir la aposición de los bordes cutáneos, son
beneficiosas para permitir el cierre de la piel de heridas fibróticas, o sobre estructuras importantes, o antes de la radioterapia, o tras la escisión extensa de un tumor. Su indicación no
es normal, excepto en las extremidades, alrededor de ojos y
ano o para cubrir ligamentos, tendones, nervios, vasos o
implantes.
Incisiones de descarga simples
Suturas externas de descarga de tensión
Las incisiones de descarga cicatrizan por contracción y epitelización en 25-30 días. Algunas incisiones de descarga rodeadas por
tejido elástico holgado pueden ser cerradas de forma primaria
después de haber aproximado la herida.
Las suturas externas para descarga de tensión evitan el desgarramiento por las suturas, que se produce cuando la presión de la piel sobre la sutura excede la presión que permite
el flujo sanguíneo. La presión se reduce repartiéndola sobre
un área mayor de piel. La colocación de suturas distantes al
borde de la herida o el empleo de suturas en cruz o de colchonero ayudan a dispersar la presión. Otros patrones de sutura
que ayudan a descargar tensión incluyen la sutura simple discontinua alternando puntos anchos y estrechos y las suturas
«lejos-cerca-cerca-lejos» y «lejos-lejos-cerca-cerca». La sutu-
Comience disecando la piel en el borde del defecto donde se da
el punto de máxima tensión en la piel, y continúe hasta que se
puedan aproximar los bordes con tensión. Cierre la herida y
haga una incisión de descarga en el punto donde terminó la
disección o donde se observen las líneas de tensión
(v. figura 15-16, A). Comience la incisión en el punto de máxima tensión cutánea y extiéndala lo necesario para descargar el
exceso de tensión. Si fuera necesario haga la incisión de descarga antes de cerrar la herida. Coloque una almohadilla no adhe-
198
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
B
A
1
2
3
C
1
2
3
4
5
D
1
2
3
4
E
1
2
3
4
5
6
Figura 15-15
Prevención o corrección de las «orejas de perro» o fruncidos al final de las líneas de sutura
usando un espaciado desigual de las suturas (A), reseccionando un segmento elíptico de la
piel (B), un triángulo grande (C y D) o dos triángulos de piel pequeños (E).
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CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
A
B
C
D
E
F
G
H
Figura 15-16
Haga incisiones de descarga cerca del defecto para permitir la aposición de la piel.
A.úDespués de disecar la piel se realizan incisiones simples de descarga unilaterales o
bilaterales. B. Después de realizar un patrón de sutura intradérmica continua se realizan
múltiples incisiones puntuales paralelas a la herida. C-F. La plastia en V-Y aporta un
colgajo de avance para cubrir la herida. G y H. La plastia en Z puede hacerse adyacente
a la herida o incluyéndola, para permitir el cierre de la herida.
199
200
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
rente sobre las incisiones de descarga y la línea de sutura, seguida de un vendaje almohadillado. Al principio cambie el
vendaje cada 1-2 días.
Múltiples incisiones de descarga puntuales
Las incisiones de descarga puntuales múltiples son incisiones
pequeñas, paralelas y escalonadas realizadas en la piel adyacente
a la herida, para permitir el cierre con una tensión reducida
(v. figura 15-16, B).
Diseccione la piel alrededor de la herida y sitúe una sutura
subepidérmica continua. Tense la sutura, comenzando por un
extremo de la incisión y continuando hacia el extremo contrario. Si los bordes de la herida no se aproximan en una zona,
haga una incisión de aproximadamente 1 cm de longitud en la
piel adyacente a un lado de la herida, aproximadamente a
1 cm del borde de la herida. Si persiste una tensión excesiva,
haga una segunda hilera de incisiones 0,5-2 cm lateral a la
primera hilera. Tense la sutura para aproximar los bordes de
la herida; continúe el procedimiento a lo largo de la longitud
de la herida. Realice una sutura cutánea para lograr la aposición de la herida original y después coloque un vendaje no
adherente. Cambie el vendaje diariamente durante las primeras fases de la cicatrización y disminuya la frecuencia según
progrese la cicatrización.
Las incisiones de descarga de tensión curan por segunda
intención. Son más estéticas las incisiones múltiples puntuales
que una única incisión de descarga, pero descargan menos tensión y tienen un mayor riesgo de ocasionar un importante compromiso circulatorio.
Plastia en V-Y
La plastia en V-Y es un tipo de incisión de descarga que aporta
un colgajo de avance para cubrir la herida. Se emplea para cerrar
heridas crónicas e inelásticas, o heridas que deformarán estructuras adyacentes si se cierran con tensión. Se usa con frecuencia
en la cirugía de párpados. Se realiza una incisión en forma de V
aproximadamente a 3 cm de la herida (v. figura 15-16, C). Se
cierra la herida original tras disecar la piel (v. figura 15-16, D).
La incisión de descarga en V se cierra en forma de Y. Se comienza el cierre en los extremos de la V, hasta que se produce tensión
(v. figura 15-16, E). El resto de la incisión de descarga se cierra
formando el tallo de la Y (v. figura 15-16, F).
Plastia en Z
La plastia en Z es una técnica que alarga o relaja una incisión.
La Z puede incorporarse a la herida o puede realizarse en el tejido adyacente, para facilitar el cierre con menor tensión. La rama
central de la Z es la herida o la incisión primaria. Los dos brazos
de la Z son igual de largos que la rama central (v. figura 15-16, G).
Los ángulos de la Z pueden oscilar entre 30° y 90°, pero lo aconsejable son 60°. Los ángulos mayores aumentan la longitud (45°
incrementa la longitud aproximadamente el 50%; 60° aproximadamente el 75%). La longitud se incrementa a lo largo de la rama
central de la Z original cuando se transponen los colgajos de la Z
(v. figura 15-16, H). La incisión en Z se realiza con la rama central de la Z paralela a la dirección en la que se necesita el alargamiento. Los colgajos se disecan antes de ser transpuestos y suturados (v. figura 15-16, I).
BIOPSIA CUTÁNEA
Las biopsias cutáneas se requieren para el diagnóstico de algunos
problemas dermatológicos, infecciones cutáneas y tumores. En
la dermatitis crónica la biopsia puede ser útil para descartar
otras patologías, como neoplasias. Las infecciones secundarias
de piel deben eliminarse antes de biopsiar, si es posible. Las biopsias en patologías crónicas de la piel deben incluir múltiples
muestras de lesiones representativas. Normalmente la biopsia de
la piel anómala es suficiente, pero las muestras de piel normal
son de ayuda para comparar en caso de alteraciones descamativas (seborrea primaria), despigmentaciones o hiperpigmentaciones y alopecia.
Administre un anestésico de efecto corto o inyecte lidocaína
alrededor de la lesión (0,5-1 mL/zona, pero menos de 1 mL de
lidocaína 2% (aproximadamente 4,5 kg de peso). Corte el pelo
dejando aproximadamente 0,6 cm y evite traumatizar la piel.
Cuando el problema primario sea dermatológico, y no infeccioso o neoplásico, no friegue o desinfecte el área a biopsiar, ya
que esto podría afectar a la interpretación anatomopatológica.
Lavar frotando puede interferir con la identificación del tipo de
queratina y la presencia superficial de costras, escamas, microorganismos o parásitos. Marque la lesión pintando un círculo o
una línea de 2-3 cm en la dirección del crecimiento piloso con
un marcador indeleble. Realice la biopsia con un punch o sacabocados de biopsia cutánea de 6-8 mm, tijeras pequeñas aguda-aguda o una cuchilla de bisturí. Tense la piel de la zona a
biopsiar con los dedos pulgar e índice. Sitúe el punch perpendicular a la superficie cutánea con la lesión en el centro. Rote el
punch en una dirección mientras aplica una presión moderada,
hasta que se sienta un pop o el giro del punch. Aplique una
presión suave para hemostasia. Coja la muestra cuidadosamente con unas pinzas para tejido pequeñas; después transeccione
el tejido subcutáneo anexo. Seque la sangre de la muestra y
colóquela sobre un depresor lingual o cartón marcados con la
dirección del crecimiento del pelo para evitar que se rice.
Aproxime los bordes de la piel (3-0 o 4-0 sutura monofilamento
no reabsorbible) con un punto simple.
Como alternativa para las bullas, nódulos o lesiones profundas, realice una incisión elíptica o en cuña alrededor de la lesión,
o en la unión del tejido normal y anómalo, con una cuchilla de
bisturí. Las biopsias con láser no están recomendadas, ya que el
láser induce artefactos que pueden causar que las muestras no
sean diagnósticas.
Las muestras de tumores pueden tomarse mediante biopsias
incisionales, escisionales o con aguja.
A diferencia de la preparación para la toma de muestras en
patologías dermatológicas, corte el pelo y prepare la zona para
cirugía aséptica. Realice biopsias incisionales, de forma similar
a las biopsias cutáneas, usando un punch o una incisión elíptica
a través del tejido normal y anómalo. Realice biopsias empleando un instrumento de biopsia Tru-Cut o aspiración con aguja
gruesa, cogiendo muestras de las áreas central y periférica de
la masa.
Las biopsias escisionales se describen a continuación, y deben
incluir todas las incisiones, punciones y aspiraciones con aguja
previas.
CAPÍTULO 15
Inmediatamente tras la recogida coloque las muestras en un
medio de fijación (formalina 10% con tamponamiento neutro)
para conservar su integridad. Asegúrese de que el anatomopatólogo puede orientar la muestra correctamente, y si fuera necesario
márquela con tinta o suturas. Aporte una descripción detallada de
la lesión, ya que los signos de eritema se pierden con la fijación.
Resulta sensato enviar también tejido para cultivo bacteriano
y/o fúngico.
EXTIRPACIÓN DE TUMORES CUTÁNEOS
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Antes de extirpar un tumor debe evaluarse la tensión y la elasticidad de la piel, pero debe evitarse la manipulación excesiva del
tumor. Deben planearse antes de la cirugía la dirección de las
líneas de tensión, la forma de la incisión y el método de cierre.
Debe rasurarse y prepararse asépticamente un área amplia, especialmente si hay posibilidad de necesitar colgajos cutáneos para
el cierre. La escisión de tumores cutáneos debe incluir el tumor,
las zonas de biopsia previas y amplios márgenes de tejido normal
en las tres dimensiones (es decir, largo, ancho y profundidad). En
el caso de tumores benignos extirpe la piel y un margen de 1 cm;
en caso de tumores malignos puede ser necesario un margen de
más de 2-3 cm para la escisión local completa. Estos márgenes se
respetan en las tres dimensiones, incluyendo el margen profundo
si es factible. La esclerosis de la periferia de la lesión, como resultado de una respuesta fibroblástica del paciente, puede ayudar a
identificar los límites macroscópicos del tumor. Los márgenes
deben ser mayores en tumores agresivos e infiltrantes (p. ej.,
mastocitomas, melanomas, carcinomas de células escamosas,
sarcomas de tejido blando, adenocarcinomas mamarios felinos,
hemangiopericitomas y lipomas infiltrantes). La invasión tumoral está afectada por el tipo de tejido que lo rodea. El tejido de
fácil infiltración por células tumorales (es decir, grasa, tejido subcutáneo, músculo y parénquima) debe ser reseccionado con el
tumor. El cartílago, tendón, ligamentos, fascia y otros tejidos con
colágeno denso y pobre vascularización son resistentes a la invasión neoplásica, y por eso suelen conservarse durante la resección. La escisión de tumores infiltrantes o agresivos debe extenderse hasta al menos una capa de fascia más allá de los márgenes
detectables del tumor. La escisión radical del tumor (es decir, la
extirpación de un compartimento o estructura completa, amputación o lobectomía) está indicada en tumores poco localizados
o en aquellos con un alto grado de malignidad.
NOTA: La escisión de tumores infiltrantes o agresivos
debe incluir más de 2-3 cm de tejido «normal» periférico a la lesión. Extienda la disección al menos una capa
de fascia más allá de los márgenes detectables del
tumor.
Realice la resección lo más atraumáticamente posible para proteger el tejido adyacente y para evitar la propagación del tumor. En
caso de incisiones elípticas emplee una proporción longitud:anchura de 4:1, para minimizar la formación de «orejas de perro».
Cuando se comienza la elipse a través de todas las capas (piel,
tejido subcutáneo y fascia o músculo), coloque una sutura en ellos
para mantener el alineamiento y evitar la retracción de una capa
con respecto a otras. Cuando extirpe múltiples masas del mismo
animal, extirpe primero las lesiones que considere benignas, y
Cirugía del sistema tegumentario
201
cambie el instrumental y los guantes (paños si fuera necesario)
después de extirpar cada masa, para evitar la diseminación de
células tumorales de una región a otra. Ligue los vasos sanguíneos
tan pronto como sea posible, para evitar la diseminación sistémica
de células tumorales o sustancias (es decir, histamina y heparina).
Irrigue el lecho de la herida tras la escisión del tumor. Biopsie los
ganglios linfáticos regionales para establecer la fase de la enfermedad. Sustituya los instrumentos, guantes o paños contaminados
(o con posibilidad de estar contaminados) por el tumor antes de
cerrar la herida. Si se prevé radioterapia, marque los márgenes
de la resección en la herida usando grapas metálicas, para facilitar la radioterapia. Marque los márgenes de los tumores con suturas o colorantes y envíe todas las muestras reseccionadas para
evaluación histológica. Coloque la muestra en aproximadamente
10 partes de formalina por cada parte de tejido.
La fijación adecuada con formalina 10% tamponada neutra
requiere que las muestras sean menores a 5-10 mm de ancho. La
identificación del tipo de tumor es imprescindible para la terapia
posquirúrgica apropiada y para el pronóstico.
NOTA: Los tumores locales suelen recidivar debido a que
los márgenes quirúrgicos del tumor inicial no eran adecuados; asegúrese de delimitar los límites del tumor.
EXTIRPACIÓN DE DEFECTOS CUTÁNEOS
IRREGULARES
A pesar de ser recomendable la extirpación de lesiones cutáneas mediante una incisión elíptica para facilitar el cierre de la
herida, algunas lesiones producen defectos de forma irregular
debido a su tamaño o localización. La elasticidad de la piel y las
líneas de tensión deben ser evaluadas antes de realizar la escisión
y el cierre.
Defectos circulares
La escisión circular de lesiones salva la mayor cantidad de piel sana
en comparación con los otros patrones de escisión. Las líneas de
tensión pueden convertir defectos con otra forma en defectos circulares. Los defectos circulares son difíciles de cerrar debido a las
«orejas de perro» que suelen formarse. Pueden cerrarse empleando
varias técnicas. Se prefieren las técnicas lineal, en V combinada y en
arcos unidos. La conversión de un defecto circular en un defecto
fusiforme o elíptico mediante escisión, con una proporción 4:1 de
longitud y anchura, resecciona más piel de la necesaria (156%). La
técnica lineal puede usarse en defectos pequeños, cuando los bordes de piel pueden aproximarse sin formarse «orejas de perro»
grandes. Las suturas se sitúan paralelas a la dirección de las líneas
de tensión cutáneas, comenzando por el centro del defecto. Se
escinden las «orejas de perro» de cada extremo de la línea de sutura y se aproximan los defectos que queden (v. figura 15-17, A).
La técnica en V combinada se emplea cuando la aposición de
la piel produce «orejas de perro» y la piel disponible para la reparación es limitada. Esta técnica no extirpa piel normal adicional.
Se realizan dos triángulos equiláteros en los lados opuestos del
defecto circular, con el eje central a 45° del eje longitudinal (línea
de tensión) del defecto. Los lados de cada triángulo se inciden de
tal forma que el vértice de las V apunte hacia el eje longitudinal
del defecto. Se rotan los colgajos cutáneos y se suturan para
202
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Cierre lineal
A
Tensión
cutánea
Técnica en V
combinada
B
4 cm
Eje
central
Técnica en
arcos unidos
C
45°
Eje
longitudinal
2
cm
Tensión
cutánea
30°
4 cm
2
cm
Tensión
cutánea
Figura 15-17
Cierre de pequeños defectos circulares. A. Use un cierre lineal si pueden aproximarse los
bordes de piel sin crear grandes «orejas de perro». B. Use una técnica en V combinada
cuando la disponibilidad de piel para la reconstrucción sea limitada. C. Use una técnica en
arcos unidos cuando disponga de abundante piel.
cubrir el defecto circular como si fuera un defecto fusiforme
irregular más pequeño. Los bordes del nuevo defecto formado se
ponen en aposición mediante suturas de aproximación
(v. figura 15-17, B). La técnica en arcos unidos se emplea cuando
la aposición de la piel produce grandes «orejas de perro» y alrededor del defecto hay abundante piel. Esta técnica escinde un
36% de piel adicional. Se extirpan dos triángulos equiláteros de
lados opuestos del defecto circular, con el eje central de cada
triángulo formando 30° con el eje longitudinal de las líneas de
tensión de la piel. Se transponen los colgajos y se suturan en sus
nuevas posiciones, para acortar los lados del círculo original y
transformar la forma del defecto (v. figura 15-17, C).
Defectos triangulares
Las lesiones triangulares pueden cerrarse desplazando tejido local
o con colgajos rotatorios. Se comienza una técnica de cierre simple
en cada vértice del triángulo, y se sutura hacia el centro para crear
una línea de sutura con forma de Y (v. figura 15-18, A). Un colgajo rotatorio es un colgajo semicircular o de tres cuartos de círculo,
que se rota sobre un punto pivote para cubrir el defecto
(v. figura 15-18, B). Los colgajos rotatorios se emplean cuando se
dispone de piel en un lado del defecto o cuando el desplazamiento
de piel de un lado del defecto produce una deformación de las
estructuras adyacentes (es decir, cerca del ojo o ano). Los colgajos
rotatorios bilaterales se emplean cuando se dispone de poca piel
móvil, pero es móvil a ambos lados del defecto. Los colgajos deben
ser suficientemente largos (proporción 4:1 de longitud y anchura)
para evitar tensión en el tejido periférico.
En caso de que se note tensión puede ser necesaria una incisión
de descarga en la base del colgajo para poder mover el colgajo
mediante una combinación de rotación y transposición
(v. figura 15-18, C). La tensión también se puede aliviar extir-
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
203
A
Incisión
posterior
B
C
Figura 15-18
Reparación de defectos triangulares. A. Cierre el defecto en forma de Y comenzando en
todos los vértices y suturando hacia el centro. B. Cree uno o dos colgajos rotativos en el
borde del defecto. C. Puede ser necesaria una incisión posterior o una escisión de un
triángulo de Bürow para descargar tensión en la base del colgajo.
pando un pequeño triángulo de piel (triángulo de Bürow) en el
extremo del semicírculo opuesto al defecto.
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Defectos cuadrados y rectangulares
Los defectos cuadrados o rectangulares pueden cerrarse
empleando un cierre centrípeto, colgajos de avance (unilaterales o bilaterales) o colgajos rotatorios. El cierre centrípeto
comienza con la sutura en cada esquina del defecto, avanzando
hacia el centro para formar una línea de sutura en X
(v. figura 15-19, A). Esta técnica debe emplearse cuando se disponga de piel por toda la periferia del defecto. El colgajo de
avance unilateral debe emplearse para cerrar defectos con piel
móvil sólo en un lado y en el mismo plano que el defecto. Se
realizará incisiones paralelas desde dos esquinas del defecto, al
menos de la misma longitud que la anchura del defecto, se
diseca la piel y se avanza sobre el defecto (v. figura 15-19, B). Si
fuera necesario se realizarán incisiones de descarga en la base
del colgajo. La plastia en H o el colgajo de avance con doble
pedículo se emplea para cerrar grandes defectos que disponen
de piel móvil a ambos lados (v. figura 15-19, C). El colgajo por
rotación o transposición se emplea para cubrir defectos que
tienen piel móvil en sólo un lado del defecto y piel disponible
en un plano distinto al del defecto (v. figura 15-19, D). Estos
colgajos se acortan significativamente al incrementar la rotación. Deben ser más largos que el defecto para lograr cubrirlo
adecuadamente sin tensión. La anchura de la base del colgajo debe
ser al menos igual a la anchura del defecto. La diagonal desde el
punto pivote del colgajo hasta la esquina más alejada del defecto
debe ser igual a la diagonal desde el punto pivote del colgajo que
atraviesa el colgajo. Se forma una «oreja de perro» en la base
del colgajo opuesta al punto pivote.
Defectos fusiformes
Los defectos fusiformes o elípticos se cierran colocando primero
una sutura en la parte más ancha del defecto. Continúe dividiendo cada segmento a la mitad, hasta conseguir un cierre lineal sin
«orejas de perro» (v. figura 15-20).
Defectos en luna creciente
En los defectos en luna creciente un lado es más largo que el
otro. Estos defectos se cierran comenzando por el punto medio.
Cada segmento se divide a la mitad, colocando las suturas del
lado cóncavo del defecto más alejadas entre sí que las suturas
del lado convexo del defecto. Se extirpan las «orejas de perro» si
fuera necesario (v. figura 15-21).
Lecturas recomendadas
Aitken ML, Patnaik AK: Comparison of needle-core (Trucut) biopsy
and surgical biopsy for the diagnosis of cutaneous and subcutaneous masses: a prospective study of 51 cases (November 1997August 1998), J Am Anim Hosp Assoc 36:153, 2000.
Las muestras de biopsias tru-cut predijeron con mayor precisión los
resultados de las biopsias quirúrgicas.
204
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
A
1
2
3
YZ
Y
Z
B
1
2
Triángulo
de Bürow
X
X
C
Y
Z
YZ
Y
X 1/2 de Z
1
2
1
2
1
2
D
1
2
Figura 15-19
Reparación de defectos cuadrados o rectangulares. A. Cierre desde las esquinas y avance
hacia el centro para formar una línea de sutura en X. Use un colgajo de avance
unilateral (B) o bilateral (C) para cerrar defectos con piel móvil de uno o dos lados del
defecto. D. Use un colgajo rotativo o de transposición para cubrir defectos con piel móvil
de un plano diferente al del defecto.
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
205
Tensión
cutánea
1
2
3
Figura 15-20
Cierre los defectos fusiformes (1) colocando la primera sutura en la parte más ancha de la
herida. Continúe dividiendo cada segmento del defecto a la mitad con las suturas
correspondientes (2 y 3).
1
X
2
Y
X<Y
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3
Figura 15-21
Cierre los defectos en forma de luna (1) comenzando por el
punto medio y dividiendo cada segmento del defecto a la
mitad con las suturas correspondientes (2 y 3). Coloque las
suturas más cerca unas de otras en el lado convexo que en
el lado cóncavo del defecto.
McEntee MC, Samii VF, Walsh P et al: Postoperative assessment of
surgical clip position in 16 dogs with cancer: a pilot study, J Am Vet
Med Assoc 40:300, 2004.
Los resultados sugieren que las grapas quirúrgicas tienen una utilidad
potencial para identificar los lechos tumorales y para determinar
los campos de radioterapia.
Pavletic MM: Use of an external skin-stretching device for wound closure in dogs and cats, J Am Vet Med Assoc 217:350, 2000.
Se presenta el mecanismo de la extensión cutánea y los resultados del
empleo de un sistema de extensión cutánea externo en 24 animales.
Pavletic MM: Atlas of small animal reconstructive surgery, ed 2, Philadelphia, 1999, WB Saunders.
Se presentan descripciones e ilustraciones útiles de técnicas básicas.
Rizzo LB, Ritchey JW, Higbee RG et al: Histological comparison of
skin biopsy specimens collected by use of carbon dioxide or 810nm diode lasers from dogs, J Am Vet Med Assoc 225:1562, 2004.
Se tomaron múltiples muestras cutáneas de cuatro perros; su análisis
determinó que el láser de dióxido de carbono produce menor
lesión térmica que el láser de diodo de 810 nm.
Simpson AM, Ludwig LL, Newman SJ et al: Evaluation of surgical
margins required for complete excision of cutaneous mast cell
tumors in dogs, J Am Vet Med Assoc 224:236, 2004.
Los resultados de un ensayo prospectivo con 21 perros sugieren que
los márgenes laterales de 2 cm y de 1 plano fascial en profundidad
parecen ser apropiados para la escisión completa de los mastocitomas de grado I y II.
Swaim SF, Henderson RA: Small animal wound management, ed 2,
Philadelphia, 1997, Williams & Wilkins.
Un libro de texto con descripciones detalladas de técnicas de reconstrucción básicas y avanzadas.
COLGADOS PEDICULADOS
Los colgajos pediculados son «lenguas» de epidermis y dermis
que se separan parcialmente del área donante y se emplean para
cubrir defectos. La base o pedículo del colgajo contiene el aporte sanguíneo necesario para la supervivencia del colgajo. Los
colgajos pediculados permiten frecuentemente cubrir de forma
inmediata el lecho de una herida y evitan una cicatrización prolongada, una cicatriz excesiva y la contractura asociada a una
cicatrización por segunda intención. Se pueden clasificar de
varias formas, basándose en la localización, riego sanguíneo y
formación tisular. Un colgajo específico puede clasificarse de
206
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
más de una forma. La mayoría de los colgajos se denominan
colgajos de plexo subcutáneo; sin embargo, aquellos con vasos
cutáneos directos se denominan colgajos de patrón axial.
Los colgajos que permanecen unidos al lecho donante sólo
por los vasos cutáneos directos y el tejido subcutáneo son colgajos en isla. Los colgajos creados adyacentes al defecto en piel holgada son colgajos locales. Los colgajos de interpolación son colgajos rectangulares que se rotan hacia un defecto cercano no
adyacente. Aquellos creados a una distancia del defecto son colgajos a distancia, que normalmente requieren una reconstrucción en varias etapas. Los colgajos que incluyen otros tejidos
aparte de la piel y el tejido subcutáneo se denominan colgajos
compuestos y pueden incluir músculo (cutáneo), cartílago o
hueso.
El aumento de anchura de un colgajo pediculado no aumenta la longitud superviviente del colgajo. Sin embargo, el estrechamiento de la base del pedículo con técnicas de descarga de tensión aumenta la posibilidad de necrosis. La base de los colgajos
debe ser ligeramente más ancha que la anchura del cuerpo del
colgajo. Se prefieren colgajos pequeños múltiples antes que un
solo colgajo grande, si la circulación está cuestionada. El retraso
de la transferencia del colgajo a 18-21 días después de su creación puede mejorar la circulación y la supervivencia en colgajos
isquémicos (fenómeno de retraso). Los colgajos deben fijarse a
los bordes del lecho receptor sin tensión, para permitir la revascularización y cicatrización. Las áreas donantes deben tener piel
suficiente para permitir el cierre primario y la transferencia de
piel al área receptora. Deben evitarse las áreas donantes con
demasiado movimiento y estrés. La reconstrucción debe planearse de forma que el color y la dirección de crecimiento del
pelo tras el injerto sean similares.
El tratamiento con oxígeno hiperbárico puede mejorar la
supervivencia del colgajo o injerto. La oxigenoterapia hiperbárica consiste en la inhalación de oxígeno 100% en una cámara
donde la presión se mantiene a más de 1 atm o mayor que la
presión a nivel del mar. La oxigenoterapia hiperbárica hiperoxigena el tejido hipóxico, estimula a los fibroblastos y acelera la
revascularización tisular.
Debemos sospechar de congestión venosa en un colgajo si el
colgajo se oscurece o adopta un color azulado, si el tiempo de
rellenado capilar es más rápido de lo normal o si se produce un
sangrado rápido y/u oscuro al pincharlo con una aguja. La congestión venosa puede producir un fallo en el colgajo o injerto.
COLGAJOS DE AVANCE
Los colgajos de avance son colgajos locales de plexo subcutáneo.
Se incluyen colgajos unipediculados, bipediculados, plastia en H
y plastia V-Y (v. figuras 15-16, 15-18 y 15-19). Los colgajos se
forman en la piel holgada adyacente, que puede deslizarse sobre
el defecto. Un colgajo de avance se desarrolla paralelo a las líneas
de menos tensión, para facilitar su estiramiento hacia la herida.
No aporta piel holgada adicional a la herida. Al estiramiento del
colgajo de avance se oponen las fuerzas de retracción, que pueden ocasionar la dehiscencia del colgajo.
COLGAJOS DE ROTACIÓN
Los colgajos de rotación o rotatorios son colgajos locales que
pivotan sobre un defecto con el cual comparten un borde común.
Son semicirculares y pueden ser únicos o emparejados. Pueden
emplearse para cerrar defectos triangulares sin crear un defecto
secundario. Se realiza una incisión circular y se diseca la piel de
forma escalonada, hasta que se cubre el defecto sin tensión
(v. figura 15-18).
COLGAJOS DE TRANSPOSICIÓN
Los colgajos de transposición son colgajos locales rectangulares,
que aportan piel adicional cuando se rotan hacia el defecto. La
plastia en Z es un colgajo de transposición modificado
(v.°figura°15-16, G y H). Los colgajos de transposición de 90° se
alinean paralelos a las líneas de máxima tensión, para obtener la
cantidad de colgajo necesario para cubrir el defecto. El área
donante se cierra fácilmente porque las líneas de mínima tensión son perpendiculares a la línea de sutura. La anchura del
colgajo iguala a la anchura del defecto (v.°figura°15-19, D). La
longitud del colgajo se determina midiendo desde el punto pivotante del colgajo hasta el punto más distante del defecto; la longitud disminuye según aumenta el ángulo de giro por encima de
90°, debido a un enrollamiento y plegado. Se producen «orejas
de perro», pero se aplanan con el tiempo. Otros colgajos de
transposición útiles son los colgajos de pliegue cutáneo en la
extremidad anterior y flanco (v.°figuras°15-22 a 15-25). El tamaño y longitud de los colgajos de pliegue cutáneo varían con la
conformación corporal y qué tres uniones, de las cuatro disponibles, se cortan. Las cuatro uniones son las uniones medial y
lateral de la extremidad anterior y dorsal y ventral en el flanco.
Con frecuencia un margen del defecto que se va a cerrar sirve
como una de las incisiones. Los colgajos de pliegue cutáneo pueden reclutarse de forma bilateral para cerrar grandes heridas
axilares, esternales o inguinales. La creación de estos colgajos
comienza cogiendo la piel holgada que se extiende entre el codo
y el cuerpo o flanco, para determinar la cantidad de piel que se
puede coger para el colgajo. Primero se trazan y después se realizan las incisiones lateral y medial. Estas incisiones se conectan
con una incisión en forma de luna realizada proximal al codo
(rodilla). Se eleva el colgajo del tríceps y cuádriceps, se transpone y se sutura al lecho de la herida ya preparado. El área donante se aproxima tras la transposición del colgajo. Se pueden crear
otras configuraciones de colgajos de pliegue del codo o flanco,
para cubrir defectos del tórax, abdomen, cadera, rodilla, hombro
o codo, cortando las uniones con la pared corporal dorsal o ventral. (v.°figuras°15-23 y 15-25). El colgajo de pliegue del flanco
está nutrido por las ramas inferiores de la rama ventral de la
arteria ilíaca circunfleja profunda y puede considerarse un colgajo de patrón axial. De forma similar, si el colgajo de pliegue del
codo incluye la arteria torácica lateral debe ser considerado
como un colgajo de patrón axial. Un colgajo de transposición
novedoso se obtiene de la piel escrotal tras la castración preescrotal, y se posiciona en defectos del perineo y muslo.
COLGAJOS DE INTERPOLACIÓN
Una variante del colgajo de transposición, el colgajo de interpolación, difiere en que carece de un borde común con la herida; este hecho deja un área de piel interpuesta entre el área
donante y la herida receptora. El colgajo se crea de la misma
forma que el colgajo de transposición, pero la longitud del colgajo de interpolación debe incluir la longitud del segmento de
piel intermedio (v.°figura°15-19). El tejido subcutáneo del segmento del colgajo superpuesto a la piel intermedia se deja
expuesto. Tras aproximadamente 14°días se resecciona el segmento sobrante del colgajo y se suturan los bordes incididos.
A
B
C
D
Figura 15-22
Se emplea el pliegue cutáneo del miembro anterior para cerrar heridas axilares o
esternales. A. Coja la piel holgada del codo y llévela hacia la pared corporal para
determinar la cantidad de piel que puede reclutarse. La línea discontinua indica la incisión
medial y lateral para definir la anchura del colgajo; después conecte estas dos incisiones
con una incisión en forma de luna proximal al codo. B y C. Eleve, transponga y suture el
colgajo en la herida; después cierre el área donante. D. Cree colgajos bilaterales para
cerrar heridas mayores.
B
A
b
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
a
Figura 15-23
Este colgajo del pliegue del codo se está creando para
cerrar un defecto en la cara medial de la región proximal de
la extremidad anterior. A. La línea discontinua indica la
incisión en la unión del pliegue con la pared corporal
ventral. B. Se eleva el colgajo y se prepara para la
transposición. C. El colgajo se sutura en su posición y se
cierra el área donante.
a
C
b
208
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
A
B
C
Figura 15-24
El pliegue cutáneo del flanco se emplea para cerrar heridas inguinales. A. La piel holgada
del flanco es incidida para crear un colgajo (línea discontinua). B. Cree incisiones
mediales y laterales para definir la anchura del colgajo; después conecte estas incisiones
con una incisión en forma de luna proximal a la rodilla; transponga y suture el defecto.
C. Cree colgajos bilaterales para cerrar heridas mayores.
b
a
A
B
b
Figura 15-25
C
a
Este colgajo del pliegue del flanco se está creando para
cerrar un defecto lateral del muslo. A. La línea discontinua
indica la incisión de la unión dorsal del pliegue de piel.
B. Después de crear el colgajo se transpone la zona dorsal
del colgajo hasta la zona distal del defecto. C. Se cierran el
defecto y el colgajo.
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
209
Incisiones
dorsoventrales
A
B
C
Figura 15-26
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colgajo en bolsa. A. Haga dos incisiones dorsoventrales y diseque la piel para crear una
bolsa. B. Coloque la extremidad dentro de la bolsa y suture los bordes del defecto con el
colgajo. C. Tras 2-3 semanas libere la extremidad y cierre el defecto restante. Haga dos
incisiones horizontales para liberar el colgajo, después sutúrelo a los bordes del defecto
restante. Cierre el área donante.
Como alternativa puede realizarse una incisión puente que
conecte las áreas donante y receptora, para facilitar la transferencia del colgajo y eliminar la necesidad de un segundo procedimiento quirúrgico.
COLGAJOS EN BOLSA Y BISAGRA
Los colgajos en bolsa (bipediculados) y en bisagra
(unipediculados) son colgajos directos, a distancia,
usados para reconstruir defectos cutáneos distales en extremidades, aunque se emplean con mayor frecuencia los colgajos de
patrón axial o los injertos de malla. La reconstrucción con colgajos en bolsa o bisagra precisa de tres etapas: 1) desbridamiento y granulación; 2) creación y cicatrización del colgajo, y 3) liberación del colgajo. Después de haberse formado un tejido de
granulación sano se prepara de forma aséptica la piel de la extremidad y la piel toracoabdominal ipsolateral. Se coloca la extremidad a lo largo del cuerpo del animal y se realizan dos incisiones
dorsoventrales paralelas en el lugar que permite cubrir completamente el defecto (v. figura 15-26, A).
Cree un colgajo 1-2 cm más ancho que el defecto, para acomodar la contracción y estiramiento elásticos del colgajo.
Si falta el tejido de las almohadillas, sólo es necesaria una incisión craneal.
Diseque el colgajo por debajo del músculo cutáneo del tronco y
coloque el pie dentro de la bolsa. Aproxime la piel de los bordes
210
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
de la herida con los bordes del colgajo, empleando suturas de
aproximación discontinuas (polipropileno, polibutéster o nailon de
3-0 o 4-0). Realice de tres a cuatro suturas discontinuas a través
de la piel del colgajo hasta el tejido de granulación, para inmovilizar el colgajo sobre el defecto. Haga dos o tres suturas de soporte o de descarga de tensión uniendo la piel de la extremidad
adyacente al colgajo con la piel adyacente de la pared corporal,
para evitar que la extremidad se deslice ventralmente y cause
tensión en el colgajo. Vende la extremidad contra el cuerpo durante 14 días, y cambie el vendaje cada 3-4 días. Como alternativa,
corte una ventana sobre el colgajo, que permita evaluar y tratar
la herida sin necesidad de cambiar el vendaje entero. Coloque un
vendaje parche sobre la ventana durante el período entre tratamientos. Libere la extremidad de la bolsa realizando dos incisiones horizontales (dorsal y ventral) a suficiente distancia como para
poder cubrir la cara palmar del defecto (v. figura 15-26, B).
A
La liberación diferida del colgajo, separando los pedículos en
etapas, mejora la supervivencia del colgajo.
Incida la mitad del pedículo inferior, seguida de la liberación de la
mitad restante a los 2-3 días. Dos días después comience la división
diferida del pedículo superior, de forma similar al pedículo inferior.
Lave la cara medial de la pata para eliminar exudados y detritos si
fuera necesario. Recorte los bordes liberados del colgajo y sutúrelos
hacia el borde opuesto de la herida tras cada división. Lave el área
donante y ciérrela con suturas de aproximación discontinuas (p. ej.,
polipropileno o nailon de 3-0 o 4-0) (v. figura 15-26, C).
B
Aunque esta técnica es exitosa para cubrir los defectos distales de las extremidades, algunos animales pueden no tolerar la
posición de la extremidad contra el cuerpo y puede producirse
rigidez articular y atrofia muscular temporal.
COLGAJOS ENROLLADOS
Un colgajo enrollado o tubular pediculado precisa de
un procedimiento en varias etapas para que el colgajo
indirecto «camine» hasta el área receptora. El tubo se realiza más
ancho y largo (de 2 a 3 cm) que el lecho receptor, porque estos
tubos se contraen como resultado de una menor elasticidad y de
fibrosis, antes de ser transferidos.
Para crear el tubo haga dos incisiones paralelas a través de la
piel, en un área donde la piel restante pueda aproximarse sin
demasiada tensión (v. figura 15-27, A). Diseque la piel entre las
dos incisiones. Suture juntos los bordes incididos del colgajo,
con suturas de aproximación (p. ej., polipropileno o nailon de
3-0 o 4-0), creando un tubo unido al animal por ambos extremos. Aproxime los bordes del área donante con suturas de
aproximación (p. ej., polipropileno o nailon de 3-0 o 4-0). Después de 18-21 días seccione uno de los extremos del tubo y
transpóngalo al lecho receptor.
La transección del tubo puede hacerse en etapas; medio tubo
se incide y resutura en su lugar; 2 días después el resto del tubo se
transecciona y se transpone.
Como alternativa, transponga el extremo del tubo a un área más
cercana al área receptora y transeccione el otro extremo del
tubo para cubrir el defecto (v. figura 15-27, B), después de una
C
Figura 15-27
Colgajo enrollado. A. Haga dos incisiones paralelas en piel
móvil. Cree un tubo suturando juntos los bordes y aproxime la
región donante. Nota: El tubo debe ser creado más proximal
que en la ilustración para disponer de piel móvil suficiente
para cerrar el área donante. B. Aproximadamente tras
3 semanas avance el tubo hacia el defecto, cortando un
extremo del tubo y suturándolo más cerca del defecto. C. Tras
otras 3 semanas corte el otro extremo del tubo y úselo para
cubrir el defecto, o aváncelo más cerca del defecto.
CAPÍTULO 15
espera adicional de 18-21 días. Incida el tubo y desenróllelo
según la necesidad para cubrir el defecto, y suture los bordes del
tubo con los bordes del defecto (v. figura 15-27, C). Aproxime
los bordes cutáneos en el punto de origen del tubo. Transeccione
el otro extremo del tubo tras 18-21 días si fuera necesario para
cubrir completamente el defecto.
La desventaja de esta técnica es el número de etapas y el tiempo requerido para completar el cierre de la herida.
COLGAJOS DE PATRÓN AXIAL
Los colgajos de patrón axial son colgajos pediculados
que incluyen una arteria y vena cutánea directa en la
base del colgajo. Las ramas terminales de estos vasos nutren al
plexo subcutáneo. Tienen mejor perfusión que los colgajos
Cirugía del sistema tegumentario
pediculados que sólo reciben circulación del plexo subcutáneo.
Los colgajos de patrón axial se elevan y transfieren a defectos
cutáneos dentro de su radio. Estos colgajos suelen ser rectangulares o en forma de L.
Los colgajos de patrón axial que se han descrito en el perro
emplean como vasos cutáneos directos las ramas de la arteria
auricular caudal, la arteria temporal superficial, la arteria omocervical (cervical superficial), la arteria toracodorsal, la arteria
torácica lateral, la arteria braquial superficial, las arterias epigástrica superficial craneal y caudal, la arteria ilíaca circunfleja profunda, la arteria genicular y las arterias caudales laterales
(v. figura 15-28). Aunque pueden crearse colgajos similares en
gatos, sólo se han evaluado los colgajos de patrón axial que
emplean las arterias toracodorsal, epigástrica superficial caudal,
auricular caudal, cervical superficial y temporal superficial, así
Incisión
por línea
media
ventral
7
Incisión
por línea
media
dorsal
9
2
1
6
7
3
5
4
8
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
211
Figura 15-28
Vasos cutáneos directos empleados en colgajos de patrón axial. 1, auricular caudal;
2,íomocervical; 3, toracodorsal; 4, epigástrico superficial caudal; 5, genicular medial;
6,ilíaco circunflejo profundo; 7, caudal lateral superficial (recuadro); 8, braquial superficial
(recuadro); 9, temporal superficial. Las líneas discontinuas perfilan los colgajos que se
corresponden con cada vaso cutáneo directo (no se muestra ni el colgajo epigástrico
superficial craneal ni el colgajo del conducto safeno inverso).
212
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
como los colgajos del conducto safeno inverso. Los colgajos de
patrón axial requieren un planteamiento, medición y mapeado
de la piel cuidadosos, para minimizar errores. La posición del
paciente es muy importante, para asegurarse de que la piel y los
puntos de referencia subyacentes se encuentran en posición anatómica normal.
Las extremidades se colocan en extensión relajada y se pellizca la piel toracoabdominal, se eleva y se permite que se retraiga
espontáneamente a su posición normal, antes de marcar el
límite de los colgajos. Los colgajos de patrón axial pueden ser
modificados para crear colgajos arteriales en isla, cortando el
pedículo cutáneo pero manteniendo la arteria y vena cutánea
directa. Los colgajos en isla pueden usarse potencialmente
como un colgajo libre para transferirlo y realizar anastomosis
microvascular.
Los colgajos de patrón axial se emplean con mayor frecuencia
para facilitar el cierre de una herida tras la resección de un tumor
o traumatismo. El porcentaje de supervivencia de los colgajos de
patrón axial es aproximadamente el doble que el de los colgajos
de plexo subcutáneo de tamaño equiparable. Los colgajos de
patrón axial, además, aportan piel completa y duradera, que
puede ser transpuesta de forma primaria, sin necesidad de un
lecho vascular o inmovilización posquirúrgica. Las complicaciones incluyen drenado de la herida, dehiscencia parcial, necrosis
distal del colgajo, infecciones y formación de seroma. Los resultados estéticos son buenos.
Colgajo de patrón axial auricular caudal
Las ramas esternocleidomastoideas de la arteria y vena auricular
caudal pueden emplearse para la reconstrucción de defectos
ipsolaterales o contralaterales de la cabeza y cuello. Las ramas
esternocleidomastoideas se localizan entre la cara lateral del ala
del atlas y el conducto auditivo vertical, y se dirigen en dirección
caudodorsal. La arteria auricular caudal se localiza aproximadamente 1 cm caudal a la base del cartílago escutiforme del pabellón auricular (una depresión palpable en el punto medio entre
la base de la oreja y el ala del atlas).
Coloque la extremidad anterior en extensión relajada, de forma
que la escápula esté perpendicular al tronco. Delimite el colgajo
con la base centrada sobre la cara lateral del ala del atlas
(v. figura 15-28). Dibuje una línea de incisión caudal paralela a
la base en un punto rostral a la espina de la escápula, que dará
un colgajo suficientemente largo para cubrir el defecto. Después
dibuje líneas dorsales y ventrales que conecten la base y la línea
de incisión caudal, con una anchura que permita el cierre del
área donante.
En los gatos el límite dorsal está más cercano a la línea media
dorsal. El ancho del colgajo se aproxima al tercio central de la
cara lateral del área cervical.
Incida las líneas dorsal, ventral y caudal, y eleve el colgajo junto con el músculo cutáneo del cuello (esfínter superficial del cuello) hasta identificar las ramas esternocleidomastoideas de la
arteria auricular caudal. Rote el colgajo hacia el defecto, coloque drenajes y aproxime los bordes de piel. Si se interpone piel
entre las áreas donante y receptora, haga una incisión puente
para conectar las áreas o realice un tubo parcial con el colgajo
que abarque la piel interpuesta.
Colgajo de patrón axial de la arteria
temporal superficial
Una rama cutánea de la arteria temporal superficial permite la
formación de un colgajo de patrón axial que puede emplearse
para cubrir defectos de la cara y cabeza, especialmente en el área
maxilofacial. Este colgajo también se emplea en reconstrucción
oral tras la maxilectomía parcial. La arteria temporal superficial
se encuentra en una posición subcutánea, en la base del arco
cigomático, y se extiende rostralmente a lo largo del arco cigomático.
Posicione al animal en decúbito prono. Marque la base del colgajo caudal a la cara caudal del arco cigomático y rostral al
borde orbitario. Delimite el colgajo realizando dos líneas paralelas; extienda una línea desde cada uno de estos puntos, dorsal
y lateral al centro del borde orbitario dorsal del ojo contralateral. Limite la anchura del colgajo con las órbitas y orejas. Conecte las líneas paralelas (v. figura 15-28). Incida el colgajo y elévelo junto con el músculo frontal, que es un fino músculo que se
superpone al músculo temporal. Transponga el colgajo. Elimine
el espacio muerto con drenajes de Penrose o activos cerrados y
cierre los defectos.
Colgajo de patrón axial omocervical
(colgajo de patrón axial cervical
superficial)
Los colgajos de patrón axial omocervicales se emplean para
defectos de la cara, cabeza, oreja, hombro, cuello y axila. Al realizar una incisión puente entre el ángulo de la mandíbula y el
borde craneoventral del área donante y realizar un túnel parafaríngeo, se puede pasar un colgajo a la boca, para reconstruir
defectos oronasales caudales al tercer premolar. Estos colgajos
incorporan la rama cervical superficial de la arteria omocervical
y su vena asociada. Los vasos se originan adyacentes al ganglio
linfático preescapular, en un lugar que se corresponde con la
depresión craneal del hombro, y cursan dorsalmente, justo craneales a la escápula.
Coloque al paciente en decúbito lateral, con la extremidad anterior en extensión relajada y perpendicular al tronco. Dibuje una
línea sobre la espina de la escápula para identificar la incisión
caudal. Dibuje la línea de incisión craneal paralela a la espina
escapular, en un lugar igual a la distancia entre la espina de la
escápula y la depresión craneal del hombro en el borde craneal
de la escápula. Extienda las líneas hasta la línea media dorsal y
continúe a lo largo de ella. Extienda el colgajo hasta la articulación escapulohumeral contralateral si fuera necesario. Como
alternativa, cree un diseño en ángulo recto incorporando la piel
sobre el borde dorsal de la escápula contraria. Los colgajos
omocervicales grandes pueden requerir la ligadura de la arteria
y vena omocervical cutánea directa contralateral. Incida el colgajo dibujado y diseque bajo el músculo superficial del cuello.
Transponga el colgajo. Elimine el espacio muerto con drenajes
Penrose o activos cerrados y cierre los defectos.
Colgajo de patrón axial toracodorsal
Los colgajos de patrón axial toracodorsales son preferibles a los
colgajos omocervicales porque son más robustos. Se emplean para
cubrir defectos del hombro, extremidad anterior, codo, axila y
tórax (v. figura 15-29). En los gatos el colgajo toracodorsal se
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
213
Colgajo de patrón axial torácico lateral
El colgajo de patrón axial torácico lateral es similar al colgajo
toracodorsal, pero es más pequeño. Se emplea para cubrir el
codo. La arteria torácica lateral se extiende desde la zona craneal a la articulación del hombro y discurre horizontal y ligeramente ventral por la pared torácica lateral, ventral a la arteria
toracodorsal. Surge de la arteria axilar, cerca del borde caudal
de la primera costilla. Las ramas profundas nutren al ganglio
linfático axilar, la porción ventral del músculo dorsal ancho y
parte de los músculos pectorales profundos. Las ramas craneales más superficiales nutren el pliegue cutáneo del codo y a este
colgajo. La distribución de estos vasos varía ligeramente entre
razas.
Figura 15-29
Se ha formado un tubo con un colgajo de patrón axial
toracodorsal y se ha aplicado sobre una herida
en el codo.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
extiende hasta el carpo. En los perros la cobertura de la extremidad
distal depende de la conformación corporal y de la longitud de la
extremidad. El colgajo se basa en una rama cutánea de la arteria
toracodorsal y su vena asociada, localizadas en la depresión caudal
del hombro, a un nivel paralelo al borde dorsal del acromion.
Coloque al paciente en decúbito lateral con la extremidad anterior en extensión relajada y perpendicular al tronco. Delimite el
colgajo pintando una línea sobre la espina de la escápula para
marcar la incisión craneal (v. figura 15-28). Dibuje la línea de
incisión caudal paralela a la espina de la escápula en un lugar
aproximadamente al doble de distancia entre el acromion y la
depresión caudal del hombro. Extienda las líneas hasta la línea
media dorsal y continúe por ella. Cree un colgajo en L para una
cobertura extensa extendiendo la incisión por la línea media
dorsal sobre un 50% y creando una línea de incisión paralela
comenzando en el punto medio de la línea de incisión caudal.
Incida el colgajo dibujado y diseque bajo el músculo cutáneo del
tronco. Transponga el colgajo. Cree un tubo o realice una incisión puente si fuera necesario para una transposición a distancia. Elimine el espacio muerto con drenajes Penrose o activos
cerrados y cierre los defectos.
NOTA: Los colgajos que se extienden ventral a la articulación escapulohumeral contralateral suelen sobrevivir.
La formación de un colgajo de patrón axial toracodorsal
largo puede requerir la división de las ramas cutáneas
de la arteria y vena toracodorsal opuestas.
Coloque al paciente en decúbito lateral con la extremidad anterior en extensión relajada y perpendicular al tronco. Palpe el
borde caudal de la articulación del hombro e identifique el origen de la arteria toracodorsal (v. comentario previo) para estimar la localización de la arteria torácica lateral en una situación
más ventral. Dibuje el colgajo con el borde ventral a lo largo del
borde dorsal del músculo pectoral profundo y el borde dorsal
paralelo a esta línea, con la arteria en el centro. Incida a lo
largo de estas líneas extendiéndose hacia la segunda mama,
pero sin incluirla. Conecte las líneas paralelas caudalmente,
diseque la piel bajo el músculo cutáneo del tronco y transpóngalo hasta 90° para cubrir el defecto. Coloque un drenaje activo
cerrado, asegure el colgajo al defecto y aproxime el área
donante.
Colgajo de patrón axial braquial
superficial
Los colgajos de patrón axial braquiales superficiales se emplean
para cubrir defectos del antebrazo y codo. Estos colgajos dependen de una pequeña rama de la arteria braquial, localizada 3 cm
proximal al codo (arteria braquial superficial).
Coloque al paciente en decúbito supino con la extremidad suspendida en una posición elevada. Delimite el colgajo dibujando
dos líneas paralelas a la diáfisis del húmero, que se extienden
dorsalmente y convergen paulatinamente en o bajo el tubérculo mayor. Centre la base del colgajo sobre el tercio anterior de
la superficie flexora del codo. Eleve el colgajo hacia la base,
siendo especialmente cuidadoso en conservar el plexo subcutáneo, vasos braquiales superficiales y vena cefálica. Rote el
colgajo y colóquelo en el defecto, coloque drenajes y aproxime
los bordes de piel. La longitud y la supervivencia del colgajo
excluyen a este colgajo para emplearlo en los defectos del
área carpiana.
Colgajo de patrón axial epigástrico
superficial caudal
El colgajo de patrón axial epigástrico superficial caudal es un
colgajo versátil que se emplea para cubrir defectos del abdomen
caudal, flanco, prepucio, perineo, muslo y extremidad posterior.
En los gatos el colgajo se extiende sobre el área metatarsiana. En
los perros de cuerpo largo y extremidades cortas puede extenderse hasta el nivel de la articulación tibiotarsiana. El colgajo
incluye las tres o cuatro glándulas mamarias caudales y está
nutrido por la arteria y vena epigástrica superficial caudal, que
pasan por el anillo inguinal.
214
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Coloque al paciente en decúbito supino. Delimite el colgajo con
la línea media ventral como localización de la incisión medial.
En perros machos incorpore la base del prepucio. Marque una
incisión lateral a una distancia igual a la distancia entre los
pezones y la línea media. Determine el número de glándulas
mamarias que va a incluir en el colgajo, basándose en el tamaño del defecto. Cree el colgajo conectando las dos líneas paralelas entre la primera y segunda o segunda y tercera glándula
mamaria, con una incisión en forma de luna. Diseque el colgajo
a nivel de la aponeurosis oblicua abdominal externa, profunda
al músculo supramamario. Ensanche el colgajo lo necesario
para cubrir el defecto si dispone de suficiente piel holgada para
cerrar. Transponga el colgajo, coloque drenajes y aproxime los
bordes de piel.
NOTA: Se recomienda la ovariohisterectomía al mismo
tiempo, ya que las glándulas transpuestas son funcionales. Posteriormente pueden extirparse las mamas si su
apariencia no es estética.
Colgajo de patrón axial epigástrico
superficial craneal
El colgajo de patrón axial epigástrico superficial craneal es más
pequeño y menos versátil que el colgajo de patrón axial epigástrico superficial caudal; sin embargo, puede ser bastante útil
para cubrir los defectos grandes sobre el esternón. El colgajo es
pequeño porque sus vasos son cortos y se cuenta con una cierta
necrosis del colgajo. El colgajo puede incluir las glándulas
mamarias tercera, cuarta y quinta. En machos el colgajo termina
craneal al prepucio. A pesar de que hay cierta variabilidad, la
arteria superficial craneal penetra por la cara medial del músculo
recto del abdomen en la unión entre la segunda y tercera glándula mamaria. La anastomosis craneal y caudal de la arteria epigástrica superficial se produce entre la tercera y cuarta glándula
mamaria. La posición y creación del colgajo son similares a las
del colgajo epigástrico superficial caudal. La base del colgajo se
localiza en la región hipogástrica, donde los vasos epigástricos
craneales entran en la piel lateral a la línea media abdominal y
unos centímetros caudal al borde cartilaginoso del tórax ventral
(proceso xifoides).
Delimite el colgajo con la línea media ventral como localización
de la incisión medial. Marque una línea de incisión lateral a una
distancia igual a la distancia de los pezones a la línea media.
Determine el número de glándulas mamarias que va a incluir en
el colgajo basándose en el tamaño del defecto. Cree el colgajo
conectando las dos líneas paralelas entre la cuarta y quinta
mama, o caudal a la quinta mama, con una incisión en forma
de luna.
Diseque el colgajo al nivel de la aponeurosis oblicua abdominal externa, profunda al músculo supramamario. Ligue las
ramas de la arteria epigástrica superficial caudal si fuera necesario. Transponga el colgajo, coloque drenajes y aproxime los
bordes de piel. Cree un colgajo en isla haciendo una incisión en
forma de luna entre la segunda y tercera glándula mamaria.
Tenga cuidado durante la disección y manipulación para evitar
traumatismo, estiramiento o retorcimiento de los vasos epigástricos superficiales craneales.
Colgajo de patrón axial ilíaco circunflejo
profundo
La rama ventral de la arteria ilíaca circunfleja profunda se emplea
en colgajos para cubrir defectos del tórax caudal, pared abdominal lateral, flanco ipsolateral, área lumbar lateral, cara lateral o
medial del muslo, trocánter mayor y área pélvica. Las ramas dorsal y ventral de la arteria ilíaca circunfleja profunda se originan
en un punto craneoventral al ala del ilion.
Coloque al paciente en decúbito lateral con la extremidad
posterior en extensión relajada y perpendicular al cuerpo.
Delimite el colgajo dibujando primero una línea a medio
camino entre el borde craneal del ala del ilion y el trocánter
mayor. Para la incisión craneal dibuje una segunda línea,
paralela a la primera, a una distancia igual con el borde del
ilion y la línea caudal. Extienda las líneas hacia la línea media
dorsal y cree una extensión en L, si fuera necesario para cubrir
el defecto (v. figura 15-28). Incida el colgajo. Eleve el colgajo
por debajo del nivel del músculo cutáneo del tronco. Transponga el colgajo, coloque drenajes y aproxime los bordes
cutáneos.
La rama ventral de la arteria ilíaca circunfleja profunda se
emplea en colgajos para cubrir defectos de la pared abdominal lateral y como colgajo en isla para defectos en pelvis y
sacro.
Marque las líneas de referencia como en el colgajo anterior.
Dibuje la línea de incisión caudal de forma que se extienda en
dirección distal hacia la región craneal de la diáfisis femoral.
Extienda la línea de incisión craneal por la región del flanco y
del muslo, paralela al borde caudal del colgajo. Conecte las dos
líneas sobre la rótula. Incida el colgajo. Eleve el colgajo bajo el
nivel del músculo cutáneo del tronco. Transponga el colgajo,
coloque drenajes y aproxime los bordes cutáneos.
El colgajo del pliegue del ijar es una variación del colgajo de
patrón axial ilíaco circunflejo profundo ventral (v. p. 206)
desarrollado para la transposición en defectos inguinales.
Colgajo de patrón axial genicular
Los colgajos de patrón axial geniculares se emplean para cubrir
defectos de la tibia medial y lateral, y en potencia de la articulación tibiotarsiana. Estos colgajos se desarrollan en la rama
genicular corta de la arteria safena y de la vena safena medial.
Coloque al paciente en decúbito lateral. Marque un punto 1écm
proximal a la rótula y 1,5écm distal a la tuberosidad tibial
(v.éfigura 15-28). Extienda estos dos puntos en sentido dorsal,
paralelos a la diáfisis del fémur, terminando en la base del trocánter mayor. Conecte las líneas en la zona dorsal. Incida el
colgajo dibujado. Eleve el colgajo y rótelo para cubrir el defecto. Coloque drenajes y aproxime los bordes de piel.
Aunque la circulación suele ser suficiente, no se trata de un
colgajo robusto.
Colgajo del conducto safeno inverso
Los colgajos del conducto safeno inverso se emplean para
defectos en el tarso o por debajo de él. Los colgajos se crean
CAPÍTULO 15
ligando y dividiendo la conexión vascular entre la arteria y
vena femoral y la arteria safena y vena safena medial. Se produce un flujo inverso de sangre debido a las anastomosis
entre la rama craneal de la arteria safena y la arteria metatarsiana perforante (a través de las arterias plantares medial y
lateral), la rama craneal de la vena safena medial y otras
conexiones venosas con las ramas caudal y craneal de la vena
safena medial distales a la articulación tibiotarsiana. La
angiografía realizada antes de la cirugía asegura la presencia
y función de la arteria safena, vena safena medial y arteria y
vena femoral.
Coloque al paciente en decúbito lateral con la extremidad afectada debajo. Marque, grosso modo, el colgajo, dibujando una
línea a través del tercio central de la cara interna del muslo, a
nivel de la rótula o ligeramente por encima. Haga líneas paralelas de 0,5 a 1 cm craneal y caudal a las ramas de la arteria
safena y vena safena medial. Marque la incisión transversal tal
y como se marcó para exponer los vasos y nervios safenos.
Ligue y transeccione la arteria safena y la vena safena medial
en su unión con la arteria y vena femoral. Extienda las incisiones
en sentido distal, con una forma ligeramente convergente. Diseque en profundidad los vasos safenos, elevando una porción de
la fascia del músculo gastrocnemio con el colgajo. Ligue y divida
la arteria y vena peronea (fibular). No eleve el colgajo más allá
de la anastomosis ente la rama craneal de la vena safena lateral. Rote o haga un tubo parcial con el pedículo, transfiéralo al
defecto. Como alternativa, haga una incisión puente entre el
área donante y la herida. Coloque drenajes y aproxime los
defectos.
Colgajo de patrón axial caudal lateral
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Las arterias caudales laterales de la cola pueden emplearse
para reconstruir defectos de áreas del perineo y del tronco
caudodorsal. La mayor fuente de piel es el tercio proximal de
la cola. La piel de la cola también se puede usar como colgajo
enrollado para cubrir defectos de la extremidad posterior. Los
vasos caudales laterales son bilaterales y se encuentran en el
tejido subcutáneo de la cola. Las arterias caudales laterales
surgen de las arterias glúteas caudales y tienen varias ramas
anastomóticas con la arteria caudal central. Para poder emplear
de este colgajo es necesario llevar a cabo la amputación de
la cola.
Haga una incisión por la línea media dorsal a lo largo de la
cola para cubrir defectos dorsocaudales (v. figura 15-28).
Haga una incisión por la línea media ventral para cubrir defectos en la extremidad posterior. Diseque el tejido subcutáneo
desde la fascia caudal profunda, conservando las arterias y
venas laterales derecha e izquierda. Ampute la cola por el
tercer o cuarto espacio intervertebral (v. p. 248). Transponga
el colgajo de piel sobre el defecto, coloque drenajes y aproxime los bordes de piel.
Lecturas recomendadas
Anderson DM, Charlesworth TC, White RAS: A novel axial pattern
skin flap based on the lateral thoracic artery in the dog, Vet Comp
Orthop Traumatol 17:73, 2004.
Se describe la creación de este colgajo para su empleo en la región
caudal del codo.
Cirugía del sistema tegumentario
215
Aper R, Smeak D: Complications and outcome after thoracodorsal
axial pattern flap reconstruction of forelimb skin defects in 10
dogs, 1989-2001, Vet Surg 32:378, 2003.
En este estudio retrospectivo con 10 perros se informa de la necrosis
distal del colgajo en el 70%. Otras complicaciones que pueden
aparece incluyen infección, seroma, edema, magulladura y dehiscencia parcial.
Dundas JM, Fowler JD, Shmon CL et al: Modification of the superficial
cervical axial pattern skin flap for oral reconstruction, Vet Surg
34:206, 2005.
Este estudio experimental investigó la anatomía del colgajo y la
creación de un colgajo extendido para la reparación de defectos
oronasales.
Hunt GB, Tisdall PLC, Liptak JM et al: Skin-fold advancement flaps
for closing large proximal limb and trunk defects in dogs and cats,
Vet Surg 30:440, 2001.
En este estudio se describen diversas incisiones realizadas para permitir una utilización más versátil de los colgajos del pliegue flanco y
del codo.
Lascelles BDX, White RAS: Combined omental pedicle grafts and
thoracodorsal axial pattern flaps for the reconstruction of chronic,
nonhealing axillary wounds in cats, Vet Surg 30:380, 2001.
En diez gatos con heridas axilares crónicas que no cicatrizaban se
realizó un desbridamiento y después se reconstruyeron satisfactoriamente, produciéndose una cicatrización completa con mínimas
complicaciones.
Leonatti S, Tobias KM: Skin reconstruction techniques: axial pattern
flaps, Vet Med 99:862, 2004.
Revisión y buena ilustración de los colgajos de patrón axial que se
emplean frecuentemente.
Lidbetter DA, Williams FA, Krahwinkel DJ et al: Radical lateral bodywall resection for fibrosarcoma with reconstruction using polypropylene mesh and a caudal superficial epigastric axial pattern flap:
a prospective clinical study of the technique and results in 6 cats,
Vet Surg 31:57, 2002.
Esta técnica resultó satisfactoria para conseguir el control local del
tumor con una morbilidad aceptable.
Matera JM, Tatarunas AC, Fantoni DT et al: Use of the scrotum as a
transposition flap for closure of surgical wounds in three dogs, Vet
Surg 33:99, 2004.
El escroto resultó útil para cerrar defectos de la región perineal y del
muslo tras la escisión de tumores.
Pavletic MM: Atlas of small animal reconstructive surgery, ed 2, Philadelphia, 1999, WB Saunders.
Se presentan ilustraciones y breves descripciones técnicas.
Seguin B, McDonald DE, Kent MS et al: Tolerance of cutaneous or
mucosal flaps placed in to a radiation therapy field in dogs, Vet
Surg 34:214, 2005.
Resultados de un estudio clínico con 26 perros. Los colgajos realizados
en base a un tratamiento programado tuvieron un mejor resultado
que aquellos realizados para corregir una complicación o un fallo
tras radioterapia.
Teunissen BD, Walshaw R, Hauptman JG et al: Evaluation of primary
critical ischemia time for deep circumflex iliac cutaneous flap in
cats, Vet Surg 33:440, 2004.
Se estudian colgajos en 13 gatos con un tiempo de isquemia variable
que fueron reemplazados; todos los colgajos sobrevivieron.
Vasconcellos CHDC, Matera JM, Dali MLZ: Clinical evaluation of random skin flaps based on the subdermal plexus secured with sutures
or sutures and cyanoacrylate adhesive for reconstructive surgery in
dogs, Vet Surg 34:59, 2005.
Se comparan técnicas de cierre tras resección tumoral en 15 perros; el
empleo de una combinación de suturas y adhesivos permitió una
mejor aposición de los bordes con un buen resultado estético y se
precisaron menos suturas.
216
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
COLGAJOS COMPUESTOS
Los colgajos compuestos de piel y músculo, hueso o cartílago
se denominan colgajos compuestos. El pabellón auricular se
ha empleado como colgajo compuesto para cubrir defectos
maxilofaciales. En cirugía reconstructiva se han venido
empleando numerosos colgajos miocutáneos, con o sin segmentos de hueso.
COLGAJOS MIOCUTÁNEOS Y MUSCULARES
Los colgajos musculares con piel superpuesta (colgajos miocutáneos) o sin piel (colgajos musculares) pueden crearse
para facilitar herniorrafias, para cubrir defectos de tejido blando, para contribuir a la circulación en fracturas y para combatir
infecciones. Sólo deben usarse cuando la reconstrucción con
colgajos locales (v. p. 205), colgajos de patrón axial (v. p. 211) o
colgajos libres (v. p. 224) no sea posible. Estos colgajos deben ser
suficientemente grandes para cubrir el defecto y deben tener un
aporte vascular fácilmente accesible y dominante. Las áreas
donantes deben poder cerrarse con facilidad. Los músculos de
perros y gatos que pueden sacrificarse sin pérdida de función
incluyen el cutáneo del tronco, gracilis, trapecio, esternohioideo,
esternotiroideo, pectoral profundo, ancóneo, cubital lateral,
cabeza humeral del flexor carpocubital, sartorio, semitendinoso,
recto femoral, tibial craneal, extensor digital largo y porciones
del dorsal ancho.
COLGAJOS MIOCUTÁNEOS
Los colgajos miocutáneos descritos en la literatura veterinaria
incluyen los músculos dorsal ancho, cutáneo del tronco, gracilis,
semitendinoso y trapecio. Estos músculos son superficiales, permitiendo un fácil acceso y elevación, y tienen arterias cutáneas
directas que salen de la superficie del músculo para nutrir a la
piel superpuesta. Se requiere un pedículo vascular suficiente
para mantener la circulación, para facilitar la rotación del colgajo hacia el defecto. Una gran rotación puede dificultar la circulación y requiere un acortamiento de la longitud del colgajo. La
transferencia a distancia de colgajos del gracilis, dorsal ancho,
abdominal transverso y determinados colgajos del trapecio es
posible con anastomosis microvasculares.
NOTA: Los colgajos miocutáneos requieren la presencia
de arterias cutáneas directas que salen de la superficie
del músculo para nutrir a la piel superpuesta a él.
Colgajo miocutáneo del músculo cutáneo
del cuello (platisma)
El músculo cutáneo del cuello o plastisma es un músculo bien
desarrollado, que se origina en el rafe tendinoso mediodorsal
del cuello y en la piel. Cursa longitudinalmente hacia la boca,
sobre la parótida y el masetero hacia los labios y ventralmente
hacia la línea media ventral. El colgajo miocutáneo del plastisma, empleado para cubrir defectos de la cabeza y cuello, es
idéntico al colgajo de patrón axial auricular caudal (v. p. 212).
fascia toracolumbar de los procesos espinosos lumbares y torácicos y a partir de uniones musculares con las últimas dos o tres
costillas. La aponeurosis del dorsal ancho se inserta en la tuberosidad del músculo redondo mayor del húmero. El músculo
flexiona el hombro, dirigiendo la extremidad en sentido caudal.
La porción ventral del músculo está irrigada por las ramas de la
arteria toracodorsal (arterias torácicas dorsal y lateral), que
penetran en el músculo y nutren al músculo cutáneo del tronco
y a la piel. Las arterias intercostales aportan ramas segmentarias
a la porción dorsal del músculo dorsal ancho y el músculo cutáneo del tronco superpuesto. Los colgajos miocutáneos del dorsal
ancho son voluminosos porque contienen el músculo cutáneo
del tronco y la piel, grasa subcutánea y el músculo dorsal ancho.
Se acomodan mejor en defectos torácicos, aunque pueden
emplearse para defectos de la extremidad anterior. Los límites
anatómicos son el borde ventral del acromion, el borde caudal
adyacente del músculo tríceps, la cabeza de la última costilla y el
tercio distal del húmero que se corresponde con el pliegue axilar
(v. figura 15-30).
Con el paciente en decúbito lateral y la extremidad anterior
en extensión relajada y perpendicular al tronco, se planea y delimita el colgajo con un rotulador.
Dibuje una línea desde el borde caudal del músculo tríceps hasta la unión vertebral de la última costilla. Dibuje una línea paralela caudodorsal desde el pliegue axilar, y conéctelas para delimitar el colgajo. (v. figura 15-30). Incida la piel y extienda la
incisión a través del músculo dorsal ancho. El colgajo muscular
iguala el tamaño del colgajo cutáneo. Eleve el músculo dorsal
ancho y la piel como una unidad. Aísle, ligue y divida los vasos
intercostales laterales profundos al músculo dorsal ancho. Identifique y conserve la arteria y vena toracodorsal. Transponga el
colgajo al lugar deseado sin ocluir los vasos toracodorsales. Si
fuera necesario, realice una incisión puente o enrolle parcialmente el colgajo para la transposición. Coloque drenajes de
Penrose o activos cerrados en el área donante y bajo el colgajo
en el área receptora. Asegure el colgajo en posición y cierre el
área donante.
El músculo dorsal ancho puede emplearse sólo como colgajo
muscular; se recluta de forma similar, pero sin la piel.
Colgajo miocutáneo del músculo cutáneo
del tronco
El músculo cutáneo del tronco surge del pectoral profundo y forma una fina hoja que cubre la mayor parte de las paredes abdominales dorsal, lateral y ventral (v.ñfigurañ15-30).Está más íntimamente asociado con la piel que con las estructuras subyacentes. El
riego sanguíneo proviene de pequeñas ramas musculares y por
arterias cutáneas directas que nutren la piel superpuesta a él. El
músculo cutáneo del tronco superpuesto al músculo dorsal ancho
recibe de dos a cuatro ramas cutáneas directas cortas de la arteria
toracodorsal, caudal al borde del músculo tríceps. La elevación del
músculo cutáneo del tronco con la piel ayuda a conservar el plexo
subcutáneo. Los colgajos del músculo cutáneo del tronco son más
maleables y elásticos que los colgajos del músculo dorsal ancho y
se prefieren para las extremidades anteriores.
Colgajo miocutáneo del dorsal ancho
El músculo dorsal ancho es un músculo plano, triangular, que se
superpone a la mitad dorsal de la pared torácica. Se origina en la
Planee y delimite el colgajo de la misma forma que para el
colgajo miocutáneo del músculo dorsal ancho. Incida la piel,
CAPÍTULO 15
Cirugía del sistema tegumentario
217
3
Figura 15-30
Puntos de referencia para los
colgajos miocutáneos del dorsal
ancho y del cutáneo del tronco.
1, borde ventral del acromion;
2, borde caudal adyacente del
músculo tríceps; 3, unión vertebral
de la última costilla; 4, tercio distal
del húmero, y 5, pliegue axilar.
Para construir los colgajos dibuje
una línea de 2 a 3 y una segunda
línea paralela desde 5. Incida y
conecte las dos líneas paralelas por
la zona dorsal.
2
1
4
5
Arteria toracodorsal
pero no profundice la incisión por debajo del tejido subcutáneo entre los músculos cutáneos del tronco y dorsal ancho.
Eleve el músculo cutáneo del tronco disecando el tejido subcutáneo holgado. Ligue y divida las ramas de los vasos cutáneos
directos procedentes de las ramas intercostales laterales proximales. Transponga el colgajo al lugar deseado sin ocluir los
vasos toracodorsales. En caso de que fuera necesario haga
una incisión puente o enrolle parcialmente el colgajo para su
transposición. Coloque drenajes de Penrose o activos cerrados
bajo el colgajo en las áreas donante y receptora. Finalmente
asegure el colgajo en su posición y a continuación cierre el
área donante.
© ELSEVIER. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Colgajo osteomiocutáneo del trapecio
Los colgajos osteomiocutáneos del trapecio normalmente se
usan para defectos del cuello, tórax craneal o extremidad
torácica proximal. El trapecio es un músculo fino, triangular,
dividido en una porción cervical y otra torácica. La porción
cervical del trapecio está solapada por el músculo cleidocervical y la porción torácica por el dorsal ancho. El músculo se
origina en el rafe medio del cuello y ligamento supraespinoso, a nivel de la tercera vértebra cervical hasta la novena vértebra torácica; se inserta en la espina de la escápula. Actúa
elevando y abduciendo la extremidad anterior. Pueden producirse cojera y fracturas escapulares cuando se emplea este
colgajo. Sólo se mantiene viable la espina de la escápula, y no
el cuerpo. El hueso en este colgajo es débil y debe usarse como
fuente osteogénica más que como soporte. Los bordes dorsal,
caudal y craneoventral del colgajo son 2 cm ventral a la línea
media dorsal, 2 cm caudal a la espina de la escápula y una
línea entre el acromion y el proceso transverso de la tercera
vértebra cervical, respectivamente.
Haga una incisión cutánea triangular sobre la porción cervical
del músculo trapecio (v. figura 15-31). Incida el origen de la
porción cervical del trapecio en la línea media dorsal. Diseque
el trapecio incidido desde el músculo cleidocervical y omotransverso, conservando la unión a la espina de la escápula y
la rama preescapular del pedículo vascular cervical superficial. Diseque la mitad caudal del músculo supraespinoso desde
su unión con la espina y el cuerpo de la escápula. Incida las
uniones del músculo deltoides y de la porción torácica del trapecio con la espina de la escápula. Diseque la mitad craneal
del músculo infraespinoso de la espina y cuerpo de la escápula. Cree un colgajo óseo empleando una fresa o sierra neumáticas. Diseque las uniones ventrales de los músculos subescapular y serrato ventral con el colgajo óseo. Eleve el colgajo
osteomiocutáneo y transfiéralo al área receptora, conservando
la rama preescapular del pedículo vascular cervical superficial. Coloque un drenaje de Penrose en el área donante y
cierre el defecto con suturas de aproximación (para músculo
use polidioxanona o poligluconato de 2-0 o 3-0; para tejido
subcutáneo use polidioxanona o poligluconato de 3-0 o 4-0;
para piel use nailon o polipropileno de 3-0 o 4-0). Coloque un
vendaje sobre las áreas donante y receptora para sujeción y
absorción de fluido.
COLGAJOS MUSCULARES
Los colgajos musculares pueden transponerse debajo de la piel
para llenar defectos, reparar hernias y tratar parálisis. Se han
usado varios músculos para facilitar la reparación visceral adyacente y para llenar defectos. El empleo de músculo para la
reconstrucción está limitado a la cantidad de tejido disponible y
a la imaginación del cirujano. Los músculos son capaces de contribuir a la circulación en áreas de isquemia causada por trauma-
218
PARTE II
Cirugía de tejidos blandos
Músculo cleidocervical
Incisión cutánea (línea continua)
Músculo trapecio
Osteotomía para el colgajo
óseo (línea punteada)
Escápula
Escápula
Músculo
omotransverso
Rama
preescapular
de la arteria
cervical superficial
Hueso
de la
espina
escapular
Colgajo elevado
Figura 15-31
Colgajo osteomiocutáneo demarcado para la reconstrucción local. El recuadro muestra el
colgajo listo para su resituación.
tismos o radioterapia. Además aportan soporte, facilitan el
regreso de la función, mejoran la estética y reducen la contaminación de la herida y la sepsis. El dorsal ancho puede usarse con
o sin colgajo cutáneo para cubrir defectos de la pared torácica
(v. el comentario anterior). El colgajo muscular puede emplearse con malla u otros implantes para dar soporte, y se sutura a
músculos adyacentes o a planos de fascia. La reparación de hernias diafragmáticas es más fácil empleando el músculo transverso del abdomen. Los músculos obturados interno, glúteo superficial y semitendinoso se han empleado en reparaciones de
hernias perineales (v. p. 517). Las hernias o defectos abdominales caudales pueden reforzarse con colgajos de los músculos pectíneo o sartorio. La reparación esofágica puede facilitarse
empleando músculos intercostales, diafragma, esternocefálico o
esternotiroideo (v. p. 381). Los músculos esternotiroideo y esternohioideo pueden usarse para cubrir defectos laringotraqueales.
Los colgajos de músculo bíceps braquial o glúteo profundo se
usan en ocasiones para amortiguar el área de osteotomía del
cuello y cabeza del fémur (v. p. 1242). La reconstrucción de
lesiones del antebrazo distal, carpo y metacarpo puede realizarse
con la transposición de la cabeza humeral del músculo flexor
carpocubital. El semitendinoso se ha empleado para reconstruir
defectos tibiales.
Colgajo del músculo oblicuo abdominal
externo
El músculo oblicuo abdominal externo es elástico y móvil y puede emplearse para facilitar la reparación de defectos en la pared
abdominal o en la pared torácica 
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