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ENSAYO DESEMPEÑO POR COMPETENCIAS-KARINA DUARTE GAHONA

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INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE INVESTIGACIÓN Y
POSGRADO (IESIP)
MASTER EN EDUCACIÓN: MENCIÓN GERENCIA Y LIDERAZGO.
Asignatura:
Evaluación del desempeño por competencias
Docente:
MSc. Zoricar Ojeda
Tema:
Desempeño por competencias.
Estudiante:
Lcda. Yuly Karina Duarte Gahona
Quinindé – Ecuador
2021
Introducción.
El pilar indispensable del éxito de toda organización va de la mano de la
potencialización y desempeño de las competencias del recurso humano disponible.
Por esa razón, la única herramienta de las cuales depende el desarrollo eficiente
de las estrategias en la empresa es la evaluación.
Los inicios de la evaluación como mecanismo para determinar la eficacia en el
desarrollo de los procesos de la organización y de los empleados que la conforman,
llegó a posteriori de la denominada “teoría clásica de la administración”, la cual llegó
a situar a la par el trabajo de las máquinas con la del hombre. Por consiguiente, al
no demostrarse mejora alguna, ni la resolución de problemas en los niveles de
eficiencia en las organizaciones, se fue tomando en consideración la importancia
del capital humano en el proceso productivo, razón por la cual, hoy en día la
evaluación del desempeño por competencias es suministrada directamente al
empleado (Adiego, 2015).
Dar prioridad al desempeño de las competencias como punto medular de los
recursos humanos provee un gran abanico de ventajas que se desarrollan en cuatro
campos. En el campo de la comunicación, la evaluación del desempeño por
competencias permite el empleo de un lenguaje al alcance de todos los empleados
de la empresa. En el campo productivo, se focalizan los esfuerzos del capital
humano y se traducen en resultados. En el campo de la evaluación del
comportamiento, se puede prever un comportamiento a largo plazo, facilitando la
obtención comparativa entre las competencias del empleado y las exigencias
requeridas por el puesto que desenvuelve (Masiá, 2018).
En dicho contexto, mediante el presente ensayo se pretendió abordar la temática
del desempeño por competencias, y la evaluación como medio eficaz para analizar
el estado de las organizaciones y de su capital humano, a fin de beneficiar la
construcción saludable de los mismos.
Desarrollo.
El desempeño consiste en cumplir las obligaciones exigidas por la profesión, oficio
o cargo ejercido. En otras palabras, es el “performance” o desenvolvimiento que
tiene el capital humano conformado por trabajadores o empleados de una
determinada organización, ya sea pública o privada. No obstante, el desempeño no
solo da respuesta en lo que se hace, sino también en la manera en que se ejecutan
las tareas propuestas, por lo cual se podría decir que de forma resumida el
desempeño consiste en el cuánto y en el cómo se hace.
A razón de ello, el desempeño por competencias es considerada una herramienta
de valor inigualable para las organizaciones, ya que estas dependen única y
exclusivamente del nivel del aumento o mejora del desenvolvimiento de los
empleados lo que se traduce en rendimiento y mayores utilidades para la empresa.
La eficacia de estas últimas depende de tres aspectos (Adiego, 2015).
El primer aspecto esta relacionado con la inteligencia que tenga la organización, lo
cual se refiere a la capacidad que esta tenga para establecer metas claras y
concretarlas en el tiempo y medios estipulados. Para ello, es necesario que la
empresa genere una correcta planificación, que le permita ejecutar todas las tareas
propuestas.
El segundo aspecto esta relacionado con la justicia presente en la organización, lo
cual se traduce como la capacidad de remunerar correctamente al empleado, según
su nivel de preparación y experiencia en el área, dando merito al esfuerzo de
capacitación y de mejora continua de cada uno de los empleados.
El tercer aspecto esta relacionado a la capacidad para la toma de decisiones, en
este caso de buenas decisiones, pues una organización tiene la responsabilidad de
decidir lo más cerca posible del problema que hay que resolver.
Un punto a destacar es la importancia que el desempeño por competencias tiene
en las organizaciones, pues a pesar que en el campo laboral se pueden encontrar
diversas problemáticas y por menores, un correcto desempeño de las
competencias laborales atribuidas a los empleados permitirá el alcance de metas
cuantitativas y enfoques cualitativos. Todo ello de la mano de una correcta
comunicación entre el empleador y el empleado, una correcta y justa remuneración,
detección de necesidades de capacitación y entrenamiento. Ese tiempo invertido
por las empresas para capacitar a sus empleados y hacerlos expertos, aptos para
impulsar su producción (Vicente et al., 2014).
Las competencias laborales, mismas que determinan el desempeño por
competencias, se encuentran definidas por cuatro aspectos los cuales son sujeto
de evaluación, que son el saber, el saber hacer, el saber estar y querer hacer.
El primero hace referencia al nivel de conocimientos acumulados que guardan
relación al comportamiento de la competencia. Estos conocimientos pueden ser
técnicos o sociales, el primero orientado a la ejecución de tareas y el segundo a las
relaciones interpersonales.
Por su parte el saber hacer corresponde al grupo de habilidades propias que
permiten el buen empleo de los conocimientos adquiridos. En este punto
intervienen una serie de habilidades para el desarrollo de diversas tareas, entre
estas destaca la habilidad social (trabajo en equipo) y la habilidad cognitiva
(resolución eficiente de problemas).
En cuanto al saber estar, se podría definir como el grupo de actitudes sociales
selectas que van de la mano con el entorno organizacional, que van de la mano
con la cultura y normas. En otras palabras, corresponde a las creencias, valores y
actitudes que permiten o impiden determinados comportamientos.
Por último, el querer hacer, es el aspecto relacionado con el libre albedrio de los
empleados, es decir, el individuo tiene autonomía sobre lo que quiere o no quiere
realizar, lo cual se puede amoldar internamente por medio de la motivación, o
externamente por medio de incentivos económicos o mayores flexibilidades
laborales.
Sin embargo, la única forma de determinar si las competencias laborales y el
desempeño de las mismas está en sintonía es la evaluación (Ríos & Herrera, 2017),
puesto que si bien existen muchas herramientas a las que acude una determinada
organización con el afán de aumentar y mejorar su rendimiento como: la
planificación estratégica, la explotación de la información de la que dispone
mediante la elaboración de cuadros de mando, la gestión por competencias integral
o parcial, la implantación de sistemas de calidad total, etc., la evaluación es la única
vía que permite determinar las destrezas, conocimientos y aptitudes de una
persona en un determinado puesto de trabajo (Masiá, 2018).
Para llevar a cabo una correcta evaluación, es necesario seleccionar herramientas
que permitan una mayor fiabilidad y validez en el momento de ejecutar un análisis
del desempeño. El desarrollo y diseño de dichas herramientas deberán tomar en
consideración los siguientes objetivos: desarrollo, motivación, planeación de
recursos humanos y empleo, comunicaciones y respeto de la ley.
El desarrollo permite determinar el estado capacitivo que poseen los empleados, y
a través de este lineamento se proyectan la construcción de programas destinadas
a la capacitación. Por su parte la motivación, permite generar y promover la
iniciativa, estimulando un mejor desempeño de la mano de la responsabilidad. La
planeación de recursos humanos y empleo, permite la distribución de la información
relacionada al inventario de habilidades que permiten la correcta gestión y
planificación del recurso humano disponible.
Referente a las comunicaciones, se consideran el pilar fundamentar para el dialogo
y la sensación de armonía entre empleados y empleadores en temas relacionados
a sus competencias laborales. A través del dialogo, se puede dar una
retroalimentación óptima que permite mejorar el vinculo entre ambos actores. Por
último, el respeto a la ley, esta relacionado a la defensa legal de los premios,
transferencias, asensos y despidos.
Otro de los pasos para para generar una evaluación del desempeño por
competencias de manera eficiente y efectiva es la selección de los instrumentos de
evaluación adecuados para cada organización. Entre estos destacan:
La entrevista, la cual consiste en una conversación intencional. Puede ser
estructurada, semiestructurada o abierta, planteada y respondida de forma oral en
situación de comunicación personal directa. Es una técnica básica de evaluación
de competencias que se lleva a cabo a través del diálogo; se asume de manera
previa que los participantes buscan el mutuo entendimiento, al erradicar cualquier
acto coercitivo de autoridad (Moreno, 2012).
El Método de evaluación 360°, el cual evaluar el desempeño a través de un
cuestionario donde pueden expresarse criterios tales como: ¿Qué le gusta del
evaluado en relación con los aspectos explorados? ¿Qué no le gusta? ¿Qué le
gustaría que sucediera o que modificara en su conducta?, entre otras. Todo esto
referido a comportamientos observables o deseables. Este cuestionario, en el cual
pueden también incluirse preguntas abiertas, se aplica a los propios evaluados, a
sus superiores, a sus colaboradores (en los casos respectivos) y a clientes tanto
internos como externos. Teniendo en cuenta las informaciones relevantes que se
obtengan, se hace una fotografía del desempeño de la persona (Valencia, 2005).
También están las escalas tipo Likert, la cual permite medir actitudes, en el que las
medidas de calificación evalúan aspectos específicos de los individuos. Se utiliza
para cuestionar a una persona sobre su nivel de acuerdo o desacuerdo con una
declaración. Es ideal para medir reacciones, actitudes y comportamientos de una
persona.
Otro de los métodos a utilizarse podría ser el del “Assesment Center”, el cual es
considerado de gran valor predictivo, que permite la evaluación actitudinal y
aptitudinal del comportamiento, basado en múltiples estímulos. Esta se basa en la
aplicación de una serie de ejercicios que pueden adaptarse a un sector en
particular, o a un nivel jerárquico determinado, creando en torno a esto situaciones
que semejen la realidad laboral en la que se desempeña el individuo.
Finalmente, otro instrumento de evaluación eficaz podría ser el de Thurstone, el
cual posee como principal ventaja la identificación de conductas anómalas, así
como una elevada fiabilidad que permite conocer el grado de éxito o fracaso en la
realización de un desempeño laboral.
Conclusiones.
Debido al cambio paulatino que atraviesa el mundo se han suscitados múltiples
consecuencias que desemboca en un proceso de transformación digital en las
organizaciones, de la mano de la globalización y las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC’s). lo cual implica la adaptación óptima de cada uno de los
eslabones de la organización a estos cambios.
Ante ello, la evaluación por competencia se presenta como un estímulo para el
aprendizaje y mejora continua de los trabajadores. No obstante, lo anterior puede
llegar a tener lugar siempre y cuando la evaluación del desempeño por
competencias sea desarrollada de forma idónea, y se ajuste a las funciones de cada
uno de los puestos de trabajo; razón por la cual, es necesario valorar todos aquellos
aspectos extrínsecos e intrínsecos asociados a las competencias laborales de los
trabajadores, y que esto den las respuestas necesarias para determinar el porqué
de sus acciones.
Por último, se podría decir que el mundo laboral actual tiene algunos desafíos, los
cuales solo podrán ser solucionados mediante la aplicación de métodos y técnicas
científicas como la evaluación del desempeño, la cual permita determinar cuáles
serían las competencias, factores y capacidades laborales a mejorar en relación al
puesto de trabajo desempeñado.
Referencias.
Adiego, C. (2015). Evaluación del desempeño: un sistema integral (p. 90). Instituto
Nacional
de
Administración
Pública.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6156011
Masiá, C. (2018). La evaluación del desempeño por competencias en el ámbito
laboral
español
[Universitat
Jaime
I].
http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/176493/TFG_2018_Masia
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Moreno, T. (2012). La evaluación de competencias en educación. Revista
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http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665109X2012000200010
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Valencia, M. (2005). Las competencias laborales: ¿La estrategia laboral para la
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http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S012359232005000300002
Vicente, A., Sánchez, C., & Luna, M. (2014). Evaluación del desempeño por
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http://www.unsis.edu.mx/SaludyAdministracion/02/Ensayos3.pdf
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