¿Qué es una letra de cambio? Una letra de cambio es un documento mercantil que garantiza que una persona pagará a otra una cantidad de dinero en una fecha determinada. En concreto, la letra de cambio se define como un título escrito por el cual una persona, denominada librador, ordena a otra, el denominado librado o deudor, el pago de una suma de dinero en una determinada fecha de vencimiento. El pago de la letra puede realizarse al propio librador o a un tercero, llamado beneficiario o tomador, a quien el librador ha transmitido (o endosado) la letra de cambio. La expedición de una letra de cambio supone la posesión de la misma por parte del beneficiario, es decir, quien recibe la suma de dinero exigida a través del documento. La persona que realiza el papel de librador es asimismo beneficiario en algunos casos, mientras que en otros, el librador sólo emite el documento, y cede los derechos monetarios a un beneficiario mediante un procedimiento conocido como endoso. En este último caso, el concepto de endoso es de suma relevancia, pues es una declaración realizada por un endosante, es decir, el librador, que legitima la transmisión de unos derechos económicos sobre los cuales el beneficiario o endosatario se apoya a la hora de efectuar el cobro de la cantidad de dinero exigida. De esta manera, el librador, mediante la letra de cambio sirve de mediador entre librado y beneficiario. ¿Para qué sirve una letra de cambio? En principio, la utilidad de una letra de cambio radica en que se trata de un instrumento que garantiza la liquidación de deudas y ventas, además de evitar posibles inconvenientes que podrían ocasionarse en una transacción monetaria usual. Por lo tanto, reduce los riesgos que se producen en la posesión y transacción de dinero en efectivo, trasladando su valor al documento. Además, su carácter mediador en los procesos de endosamiento formaliza las relaciones entre beneficiarios y deudores, y facilita la transmisión de derechos monetarios. En tales procesos, y en la interacción entre vendedor y comprador, se afianzan las relaciones entre las partes permitiendo, asimismo, definir todas las circunstancias que rodearán el pago de la deuda o venta. Todo el contexto jurídico y económico al que está sujeta una letra de cambio, hacen de ella una herramienta útil en la formalización de las transacciones, y en su valorización desde un punto de vista legal. Características de la letra de cambio Cabe destacar la existencia de una regulación internacional, denominada ley uniforme, que establece ciertas características para comprobar la validez de una letra de cambio. Dichas características son: Lugar y fecha en que se emite. Lugar y fecha de vencimiento. Nombre del librador, quien ordena el pago. Nombre del librado, quien paga. Cantidad de dinero que exige el librador. Firma del librador. Firma del librado (aunque la no aceptación de la letra no significa la invalidación de la misma, a excepción de procedimientos o prácticas contraproducentes). Firmas del endosatario o beneficiario, en caso de que el librador no lo sea. Denominación de la moneda en que se efectuará el pago. Además de los anteriores requisitos, se suele indicar el tipo de letra de cambio que se expide, entre los cuales se encuentran: Letra de cambio a la vista. Letra de cambio a días o meses vista. Letra de cambio a días o meses fecha. Las definiciones de los anteriores tipos de letra de cambio se explicarán, detalladamente, más adelante. Elementos de una letra de cambio Los elementos que constituyen una letra de cambio se refieren a cada una de las partes que conforman los requisitos que la validan. Estos son: Lugar y fecha tanto de expedición como emisión. Firmas de todas las partes interesadas. Denominación y cantidad de dinero que se exige. Personas que intervienen en una letra de cambio Las personas principales que intervienen en una letra de cambio son: El librador: es quien expide la letra de cambio y quien ordena el pago de cierta cantidad de dinero. En algunos casos, es también el endosante. El librado: es la persona a quien se ordena realizar el pago. El beneficiario o portador: es aquel que recibe los beneficios de la transacción. En algunos casos, esta persona es el mismo librador. También es el endosatario en los procesos de endoso. El avalista: es quien certifica y garantiza el pago. Tipos de letra de cambio Como se ha mencionado anteriormente, existen tres tipos de letras de cambio cuya diferencia se halla en el intervalo de tiempo o momento en que se efectúa el cobro y su liquidación. Estos tipos son: Letra de cambio a la vista: en este caso, el librado debe de pagar la suma de dinero exigida en el momento en que el librador o portador de la letra de cambio se presente. Letra de cambio a días o meses vista: aquí se define un intervalo de tiempo establecido en días o meses desde que el librado acepta la letra de cambio. Por ejemplo, se ordena el pago de una deuda a los 30 días desde que el deudor firmó el documento. Letra de cambio a días o meses fecha: se establece una fecha específica en que se debe realizar el pago. Vencimiento de una letra de cambio El vencimiento de una letra de cambio es el límite de tiempo en que el documento tiene valor en una transacción, y que el beneficiario es portador de los derechos monetarios de la misma. Es decir, es la fecha en que el librador y beneficiario dejan de ser los portadores de los poderes que les permite exigir el pago a un librado, por lo que se lleva a cabo un proceso jurídico conocido como prescripción. La prescripción de una letra de cambio la invalida y priva a los libradores de las facultades que les permitían hacer uso de ese documento como medio de pago. En caso de que el librado, efectúe un pago, no podrá reclamar un reembolso, pues la obligación antes jurídica se convierte en obligación natural, es decir, las causas del pago se conservan, y por lo tanto un desembolso se considerará voluntario. Diferencia entre letra de cambio y pagaré Aunque en sus objetivos, los conceptos de letra de cambio y pagaré sean similares, la diferencia entre ellos radica en que quien expide el documento, en el primer caso, es quien ordena el pago, mientras que, en el segundo, el deudor es quien expide un documento comprometiéndose a realizar un pago. También existen otras circunstancias que diferencia una letra de cambio y un pagaré, entre ellas: La aceptación en una letra de cambio es necesaria. En un pagaré, no es un requisito recibir ninguna aceptación del mismo. En una letra de cambio se ordena un pago definitivo. En un pagaré, se pueden establecer intereses sobre la deuda principal. Las partes que integran la definición de una letra de cambio pueden incluir, además del librador, beneficiario y librado, un portador, un avalador e incluso, otras personas pueden ser por sí mismas endosatarias. Por otra parte, en un pagaré, sólo existen dos partes interesadas: el librado y el beneficiario. ¿Cómo llenar una letra de cambio? El correcto diligenciamiento de una letra de cambio depende de cumplir los requisitos establecidos por la ley uniforme, es decir, aclarar quienes son las partes interesadas en el proceso, así como definir los datos de las mismas y las circunstancias a las que está sujeto el pago exigido. Ofrecemos el siguiente ejemplo para una mayor comprensión del diligenciamiento de una letra de cambio. Lugar de expedición: Granada, España. Fecha de expedición: 12 de noviembre del 2022. Nombre del librador: Sociedad de negocios. Denominación de la moneda: Euros. Valor: 100000 euros. Nombre del librado: Empresa independiente. Dirección del librado: Calle X, Av. Y, No. 0. Dirección en que se realiza el pago: Av. Z, No. 1. Fecha en que se realiza el pago: 31 de octubre del 2023. Letra de cambio ejemplo Existen diferentes formatos para realizar una letra de cambio e, incluso, algunos incluyen elementos adicionales que añaden al documento mayor validez con respecto a las condiciones en que se efectuará el pago, por ejemplo, el nombre, la dirección y la ciudad del banco en que se realizará el abono; o establecer el monto tanto en letras como en números. Sin embargo, en general presenta el siguiente formato: Por último, cada una de las partes firma la letra, y el librado acepta las condiciones de la misma. A menudo, algunos formatos presentan una carta preestablecida, constituida de algunas frases con espacios para ser completados con los datos necesarios. En tales casos, se realiza el mismo proceso que el anterior ejemplo expone. ¿Qué es un pagaré? El pagaré es un título de crédito que concede un derecho de cobro al beneficiario (o tenedor) del mismo. La persona física o jurídica que lo emite y firma se lo entrega a su acreedor con dos intenciones: el reconocimiento de una deuda (indicando su importe) y la promesa de pagarla en la fecha y lugar referidos en el documento. En las relaciones comerciales, la utilización del pagaré es un modo fiable para acreditar el pago futuro de un bien o servicio que haya sido entregado y facturado. Siempre dentro de un acuerdo mutuo y de buena fe, algo determinante para dar mayor seguridad al documento. Todo esto necesita que en el papel documental queden bien definidos los elementos básicos, para que este título pueda cumplir su finalidad. Los datos de un pagaré Estas son las indicaciones esenciales: La denominación, con la palabra “Pagaré” encabezando el impreso. El importe de la deuda, con la cantidad expresada en número, letra y unidad monetaria. El lugar de cobro y la fecha de vencimiento del pagaré. Identificación del beneficiario. La persona (física o jurídica) a cuya orden se debe proceder al pago, en la fecha y lugar convenido. La firma y antefirma del deudor, con su sello o razón social. El lugar y fecha de expedición del documento. ¿Quiénes intervienen en un pagaré? Básicamente, el pagaré se formaliza con dos partes representadas: El deudor o librado, que es quién emite el documento y se compromete a pagar la suma estipulada. También se denomina tenedor. El acreedor o librador, que actúa como beneficiario y tiene el poder de cobrar la deuda en la fecha de su vencimiento. Desde la parte deudora puede intervenir también algún avalista, como garante del pago en caso de no hacerlo el deudor principal. Al beneficiario, salvo que esté expresamente prohibido, se le permite transmitir (endosar o ceder) el título y sus derechos a un tercero, que también podría aparecer identificado en el documento. Cuando el emisor del pagaré es una empresa y utiliza un formato propio, el título se denomina comúnmente pagaré de empresa. Tipos de pagaré Según su funcionalidad, modo de emisión o forma de cobro estas son las modalidades más importantes: Pagaré a la orden. Esta condición da libertad al tenedor para transmitir (endosar) a una tercera parte el título, concediéndole todos los derechos de ejecución y cobro. Pagaré no a la orden. Estos pagarés no se pueden endosar pero mantienen la facultad de transmisión mediante la fórmula de cesión de crédito. Pagaré bancario. Se imprimen desde una entidad bancaria bajo su propio formato, de forma similar a un cheque. Pagaré no bancario. Los emite directamente una empresa y puede incluir su domiciliación bancaria para el cobro. Pagaré truncable. Se representa con un código de barras en la parte inferior. Se puede cobrar sin necesidad de entregar el documento físicamente, por ejemplo a través de un soporte informático. Pagaré no truncable. En este caso es necesario custodiar el documento original porque sólo se puede cobrar entregándolo físicamente en la entidad bancaria correspondiente. 1. 2. 3. 4. 5. También conviene nombrar los conocidos pagarés en blanco, donde el emisor autoriza al destinatario a rellenar todos los elementos del mismo a posterioridad. A su vez, también se pueden diferenciar distintos tipos de pagarés en función del momento de pago: Pagaré a la vista. El pago se realiza el mismo momento que se presenta. Pagarés a día fijo. Se decide de manera determinada la fecha de vencimiento del pagaré. Pagaré sin vencimiento. No tienen una fecha de vencimiento escrita, y esta se cumplimenta cuando va a ser cobrado. ¿Cómo rellenar un pagaré? Si se desea emitir un pagaré se deben tener presentes estos 5 puntos muy importantes para rellenarlo correctamente: Formato del documento Título y encabezado Cuerpo del documento Clausulas y condiciones Fecha y firma Para tener clara la forma de rellenar un pagaré os lo explicamos en detalle en nuestro artículo ¿Cómo rellenar un pagaré? ¿Cómo cobrar un pagaré? El proceso para cobrar un pagaré está regulado por el código de Comercio y existen dos maneras de hacerlo: Por una parte, se puede realizar directamente el cobro del mismo una vez se ha llegado a la fecha de vencimiento, presentando el documento original en el lugar indicado. Por otra, se puede realizar una negociación de pagaré para proceder a su cobro de manera previa al vencimiento de este. Endosar un pagaré El endoso de pagarés es la facultad de ceder a un tercero la propiedad de los títulos. Supone, por tanto, un cambio de titularidad: desde el último tenedor (endosante) al nuevo (endosatario), que se subroga en todos los derechos y pasa a tener el poder para cobrar el efecto. Se formaliza con una anotación y firma del endosante en el reverso del documento (o en un anexo si ya no hay sitio en el papel original). Existen dos tipos de endoso: Endoso nominativo: en él se identifica al endosatario. Se procede con la fórmula “páguese a…” acompañado de la firma del endosante (indicando razón social, fecha y firma). Endoso en blanco: en este caso, el endosante firma con sus datos en el anverso, pero sin añadir nada más. El nuevo tenedor no queda identificado y puede volver a endosarlo de la misma manera o incluso puede transmitirlo sin firmar nada porque sería válido el endoso en blanco original. Como vemos, están permitidos los endosos sucesivos. Esta condición sólo se pierde en el momento en que se indica en el documento la expresión “no a la orden”. Esta prohibición se puede indicar en el momento de la emisión del título (lo que convierte al pagaré en no endosable) o puede hacerlo alguno de los endosantes posteriores para evitar responsabilidades ante futuros tenedores. En definitiva, un pagaré a la orden se puede endosar pero un pagaré no a la orden no se puede endosar, sólo ceder para el cobro. Siendo esta la principal diferencia entre un pagaré a la orden y un pagaré no a la orden. Hay que tener en cuenta que, en caso de una reclamación por falta de pago (el llamado “protesto”), el beneficiario podrá reclamar contra el emisor del título, y de regreso, contra todos los endosantes anteriores y obligados cambiarios. Que un pagaré no se pueda endosar no significa que no se pueda negociar como cesión de crédito. El titular siempre mantiene el derecho de ejercer el descuento de pagarés para anticipar el cobro del mismo. ¿Cómo negociar un pagaré? Hemos visto que un pagaré concede a su titular el derecho a cobrar la cantidad reflejada en el mismo, pero esto solo puede hacerlo en la fecha que establece el documento. Para evitar ese desfase temporal existe el poder de negociar pagares. Negociar un pagaré es un proceso de financiación muy habitual y se basa en la transmisión del título y sus derechos (en forma de cesión de crédito) a cambio de recibir por anticipado el importe establecido. Habitualmente, se solicita a una entidad bancaria o una compañía especializada en este modelo de financiación. La mecánica se ejecuta a través del descuento de pagarés. La operativa de descuento permite recibir un importe que aún no ha vencido pagando por el anticipo una suma en forma de intereses y otros gastos. Ese coste queda inmediatamente descontando en el momento de recibir el dinero. Por tanto, el solicitante percibe una cantidad menor a la indicada en el documento. Determinar el precio y las condiciones del traspaso son el objeto prioritario de la negociación: El tenedor desea recibir el adelanto del dinero con el menor descuento posible. La entidad financiera busca una compensación adecuada por el anticipo, ya que no podrá recuperar el dinero hasta el vencimiento. Es esencial para una empresa, con un pagaré en su poder, tener claros todos los aspectos clave para el adelanto de pagarés. Especialmente, en lo que se refiere al coste total de la operación y las condiciones. Hay que revisar en el documento todos los detalles principales para evitar disgustos. Solo será válido lo que indique el papel, aunque hubiese intención de reflejar otra cosa y no se hiciese por error u omisión. Cómo negociar un pagaré con Circulantis En relación a una empresa, aceptar un pagaré para el cobro de una factura es muy recomendable. Si todo está en regla, el propietario tiene varias posibilidades: esperar a su vencimiento para cobrarlo, endosarlo a un tercero o emplearlo como alternativa de financiación. Con respecto a esa última opción, las fórmulas de financiación están evolucionando mucho gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a internet. Esto da mayores alternativas y ventajas a las organizaciones que necesitan un anticipo de pagarés, porque les permite pactar la cesión en mejores condiciones. En Circulantis ofrecemos un servicio especializado en descuentos de pagarés para autónomos y pequeñas y medianas empresas (pymes), bajo la modalidad de crowdfactoring. Trabajamos con una metodología innovadora que permite un proceso sencillo, ágil y transparente. Dentro de una negociación abierta y libre para garantizar el menor coste posible para las empresas. Promovemos un servicio de intermediación eficiente entre las pymes que tienen títulos para descontar y múltiples inversores registrados interesados especialmente en este activo. Para que compruebes tú mismo la diferencia de intereses entre descontar pagarés con Circulantis y con una entidad financiera, puedes leer el siguiente artículo sobre ¿Cuánto cuesta descontar pagarés en el banco? Desde el lado de los inversores, el descuento de pagarés es una estrategia muy viable porque adquieren un producto muy interesante, que combina los tres requisitos más valorados en una inversión: rentabilidad, seguridad y liquidez. De cara a cualquier pyme, el crowdfactoring es la mejor manera de tramitar un pagaré sin tener que esperar a su vencimiento e incurrir con ello en un potencial riesgo para su solvencia en los pagos corrientes. Este título, bien tramitado y firmado por un cliente solvente, concede todas las ventajas a una empresa para una negociación rápida y beneficiosa. ¿Qué es un cheque? Un cheque es un documento por el cual una persona (la que lo expide o emite y lo firma) solicita a su banco que pague una determinada suma a otra persona o empresa. El cheque se utiliza, por tanto, para pagar algo sin necesidad de utilizar físicamente dinero. Partes de un cheque En un cheque intervienen: El librador: es la persona o empresa que emite y firma el cheque. El librado: es la entidad bancaria que paga el importe del cheque. El librador y beneficiario pueden ser el mismo, algo que ocurre cuando el cheque se utiliza para sacar dinero de una cuenta El tenedor o beneficiario: es la persona o empresa que puede cobrar el cheque. En ciertas ocasiones también puede existir un endosante y/o un avalista ¿Qué requisitos debe cumplir para que sea válido un cheque? Para que sea válido, el cheque debe contener lo siguiente: La palabra ‘cheque’. La orden de pagar la suma que en él se indique. El nombre de la entidad bancaria que ha de pagar y la firma de quien lo expide. Los cheques emitidos sin fecha (para que la ponga después el beneficiario) son válidos, así como los llamados “postdatados” o “antedatados”, es decir, aquellos en los que la fecha es posterior o anterior a la del momento en que realmente se expidieron. Por eso, nada impide cobrar un cheque que tenga como fecha de emisión una fecha posterior ala del día de la presentación. Para qué sirve un cheque El cheque es un documento pagadero cuando se presenta y tiene que hacerse efectivo sin restricción alguna (siempre que haya dinero en la cuenta). La presentación al cobro ha de realizarse en 15 días desde su fecha de emisión para los emitidos o pagaderos en España, 20 días para los emitidos en el resto de Europa y 60 días para los emitidos en el resto del mundo, siempre que hayan de pagarse en España. Pasados dichos plazos, la entidad, teniendo en cuenta todas las circunstancias (existencia o no de saldo en la cuenta, tiempo transcurrido, etc.) puede, si lo desea, pagar el cheque que se presente al cobro, salvo que haya sido revocado. ¿Qué significa revocar un cheque? Revocar un cheque significa que la persona que lo emite ha comunicado a la entidad que anula ese cheque, pero ésta tiene efecto una vez transcurrido los plazos citados. ¿Qué es endosar un cheque? Un cheque se puede emitir al portador (lo cobra quien lo presenta, de manera que si lo pierde lo puede cobrar cualquiera) o nominativo (solo lo puede cobrar la persona o empresa cuyo nombre figura en el cheque). Endosar un cheque significa que el beneficiario escribe en el cheque el nombre de otra persona, quien pasa a ser el nuevo beneficiario, y lo firma. Los cheques nominativos pueden incluirla cláusula “a la orden”, que permite expresamente su endoso o la cláusula “no a la orden” que impide su transmisión mediante endoso. ¿Qué es un cheque cruzado? Un cheque cruzado es aquél en el que se dibujan dos líneas diagonales paralelas en su anverso. De este modo sólo puede ser cobrado en una determinada entidad bancaria, para que ésta a su vez lo cobre en la entidad librada. Los cheques pueden cruzarse por el librador o por el tenedor. ¿Qué significa abonar en cuenta un cheque? Abonar en cuenta un cheque significa que el dinero no se podrá retirar en efectivo, sino que tendrá que ser ingresado en una cuenta bancaria. Esto se hace para reducir el riesgo en caso de pérdida o robo. Los cheques cruzados y los cheques para abonar en cuenta facilitan la identificación de quien los cobra. Tipos de cheques bancarios En la web Finanzas para todos explican al detalle las diferentes modalidades de cheques: Cheque personal: Es aquel emitido contra la cuenta corriente de una persona física o jurídica (empresa). A los titulares de cuentas corrientes se les entrega un talonario personalizado con cheques impresos que pueden utilizar como medio de pago, y en los que figuran: el número de cheque y código de identificación y el Código Cuenta Cliente (CCC) que identifica la cuenta. El uso del cheque personal como medio de pago ha disminuido con la aparición de otros más cómodos, como las tarjetas de crédito y la banca online, pero además debido a los inconvenientes que dificultan su cobro. Para cobrar un cheque personal es necesario que hay fondos en la entidad, de manera que no existen garantías si alguien quiere pagarle con este método. Las entidades cobran, además, altas comisiones por cada cheque devuelto por fondos insuficientes. En España, estas comisiones (normalmente un 2%-3% del valor del cheque, con un mínimo de 9 euros) no las paga quien coloca el cheque sin fondos, sino el que lo presenta para su cobro. A veces también sucede que aun habiendo fondos, si el cheque se quiere cobrar en una entidad diferente a la del librado, el beneficiario tendrá que pagar también una comisión. Por último hay que citar los problemas relacionados con la seguridad: existe la posibilidad de fraude por falsificación o alteración del cheque, lo que puede perjudicar tanto al emisor del mismo como a la persona que lo pretende cobrar. Cheque conformado: Es una modalidad de cheque personal en la que la entidad bancaria que ha de pagar (el librado) asegura que hay fondos y que por tanto se pagará. Para garantizar la operación, la entidad bancaria retiene ese importe de la cuenta del librador, además de la comisión que habitualmente se cobre por ese servicio. La entidad anota en el cheque la palabra conformado, certificado u otro término similar y lo firma. Muchos acreedores exigen los pagos con cheques conformados. Cheque bancario: Es aquél en el que el que firma el cheque (el librador) es la propia entidad bancaria que debe pagarlo (el librado). No hace falta tener una cuenta corriente en la entidad para comprar este servicio en caso de tener que utilizarlo como medio de pago. Cheque contra la cuenta del Banco de España: El librado (entidad que lo paga) es el Banco de España. Normalmente el librador es una entidad de crédito. Estos dos últimos tipos, al igual que el cheque conformado, refuerzan las garantías del documento. Cheque de ventanilla o cheque de caja: Está expedido por una entidad bancaria a sus propias dependencias. En realidad no se trata de un medio de pago, sino de un recibí. Es un documento que firma el cliente en prueba de que ha recibido dinero en efectivo de su propia cuenta desde la ventanilla. Cheque de viaje: Es el que se puede canjear por dinero en efectivo y utilizar como medio de pago en casi todo el mundo. No está relacionado con una cuenta corriente, sino que se paga como un servicio en el momento de recibirlos. Los cheques de viaje son emitidos por entidades bancarias y otros intermediarios financieros no bancarios internacionales como VISA, American Express, MasterCard, etc., en euros o en divisas (dólares, libras, yenes…). En caso de robo o pérdidas se pueden sustituir, siempre que no hayan sido ya cobrados.