Deformación del Trasarco y Dinámica de la Losa en Zonas de Subducción

La extensión o compresión del trasarco a menudo está relacionado con un comportamiento
particular del slab (cambio de buzamiento y/o migración hacia adelante/atrás) con respecto a la
placa superior. Las placas subductadas actúan, ya sea pasivamente cuando están ancladas en el
manto profundo, mientras que la deformación del trasarco acomoda el movimiento hacia atrás o
hacia adelante de la placa superior con respecto a la fosa; o activamente cuando el tiraje del slab,
que aumenta con la edad de la placa subductada, obliga a la fosa a retroceder. Además de estos
dos mecanismos, es decir, el anclaje del slab y el retroceso del slab, numerosas observaciones
apoyan la existencia de un manto de flujo dinámico que puede ejercer una sobrepresión en un
lado del slab, provocando su migración hacia adelante o hacia atrás con respecto al arco.
Sobre la base de una compilación del movimiento absoluto de la placa superior, el movimiento
absoluto de la fosa, la tasa de deformación del trasarco, el régimen de tensión de la placa superior
y la edad del slab para todas las zonas de subducción oceánica, excluyendo cualquier tipo de
colisión con continentes, arcos o mesetas, hemos examinado cómo el los efectos combinados de
estos parámetros pueden explicar las deformaciones del trasarco observadas. Nuestros principales
resultados son: (1) existe una correlación global entre el movimiento absoluto de la placa superior
y la deformación del trasarco, es decir, la extensión del trasarco cuando la placa superior
retrocede y viceversa; (2) hay tantas fosas que avanzan como que retroceden, con un movimiento
de fosas globalmente limitado a 50 mm por año; además, no existe una correlación positiva entre
el retroceso de la fosa y la edad del slab; y (3) el movimiento absoluto de la placa superior a
menudo no explica las tasas de deformación del trasarco y los movimientos de fosa observados en
varias zonas de subducción, como Tonga, Nuevas Hébridas, Sandwich o Ryukyu; proponemos que
la migración de fosas de estas zonas de subducción está influenciada por los flujos del manto.
Concluimos que el retroceso espontáneo de la fosa relacionado con el tiraje del slab es
insignificante con respecto al movimiento de la placa superior. El régimen de deformación del
trasarco está controlado principalmente por el movimiento absoluto de la placa superior. El
régimen de deformación del trasrco está controlado principalmente por el movimiento absoluto
de la placa superior en relación con el slab parcialmente anclado (el movimiento de la zanja está
limitado a 50 mm y−1), incluso si localmente, los flujos del manto obligan a la losa a moverse.