Procesión Corpus Christi: Guión de Celebración Eucarística

PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI
Se comienza la procesión y se hace la primera para a la puerta de la
Iglesia. El orden de la procesión es el que sigue: primeros quienes portan la
cruz y
el
cirio pascual, después el Ministro con el Santísimo Sacramento.
Durante la procesión se cantan cantos eucarístico, pero debe tenerse cuidado
de que todo el recorrido sea un encuentro de Oración. Salimos de la Iglesia y
caminamos en peregrinación por el pueblo haciendo las paradas que han sido
preparadas con anterioridad.
1º PARADA
El ministro deja la custodia en el lugar dispuesto. Se arrodilla y ora durante
unos momentos ante el Santísimo. El pueblo permanece también en oración.
Luego levanta, bendice y se hace la jaculatoria.
V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
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Del evangelio según San Juan (6, 51): “Yo soy el pan vivo que ha bajado del
cielo, dice el Señor, el que coma de este pan vivirá para siempre”. (Breve
momento de silencio).
REFLEXIÓN: Queridos hermanos, triste es el momento que estamos
viviendo, por la situación que ha provocado el virus, la inflación y la guerra.
Pero aún es más triste por la ausencia de sacerdotes, es por esto que nos
reunimos sin él, pero lo tenemos presente en esta celebración. Hoy es una
ocasión muy especial en la que como comunidad nos encontramos entorno
al SACRAMENTO DE JESÚS, para aclamar con nuestros cantos a la fuente
de nuestras alegrías, a Aquel que nos acompaña en medio de nuestras
vidas, y que vence todo con y por Amor, a Cristo Vivo y Resucitado.
Encomendamos estas calles, estas casas, nuestra vida diaria, a su bondad.
Que nuestras calles sean calles de Jesús. Que nuestras casas sean casas
para él y con él. Que nuestra vida de cada día esté impregnada de su
presencia. Por ello alegres y con un corazón dispuesto decimos: “Viva Jesús
Sacramentado”. R/. Sea por Siempre Bendito y Alabado”.
V. Les diste el Pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos. Oh Dios, que en este sacramento admirable nos dejaste el
memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los
sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos
constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos. R. Amén.
Seguidamente se da la bendición con el Santísimo. Luego se entona un canto y
la procesión avanza hasta el siguiente altar o parada.
Canto. Cantemos al amor de los amores,
cantemos al Señor, Dios está
aquí, venid, adoradores, adoremos a Cristo Redentor. Gloria a Cristo Jesús,
cielos y Tierra bendecid al Señor, honor y gloria a ti, Rey de la Gloria. Amor
por siempre a tí, Dios del Amor.
2ª PARADA: El ministro deja la custodia en el lugar dispuesto. Se arrodilla y ora
durante unos momentos ante el Santísimo. El pueblo permanece también en
oración. Luego levanta, bendice y se hace la jaculatoria.
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V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
Del evangelio según San Marcos (14,22) Mientras comían, Jesús tomó el
pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: “Tomad, esto es
mi cuerpo”. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El Papa Juan Pablo II decía que "La Eucaristía, infundiendo en
el corazón del hombre una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza,
encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo más sólido y más
auténtico.
Salmo de petición R/. Aliméntanos, Señor.
Para aumentar nuestra fe. R/.
Para unir a la Iglesia, en un sólo cuerpo. R/.
Para predicar tu evangelio. R/.
Para defender la verdad y la vida humana. R/.
Para contrarrestar el error. R/.
Para dirigir nuestras almas. R/.
Para mejorar las costumbres. R/.
Para desterrar los vicios, y el pecado. R/.
Para iluminar al mundo, ser sal y luz. R/.
V. Les diste el Pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos. Concédenos, Señor y Dios nuestro, a los que creemos y
proclamamos que Jesucristo, el mismo que por nosotros nació de la Virgen
María y murió en la cruz, está presente en el Sacramento, bebamos de
esta divina fuente el don de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro
Señor. R. Amén.
Seguidamente se da la bendición con el Santísimo. Luego se entona un canto y
la procesión avanza hasta el siguiente altar o parada.
Canto: Andando por el camino, te tropezamos, Señor, te hiciste el
encontradizo, nos diste conversación, tenían tus palabras fuerza de vida y
amor, ponían esperanza y fuego en el corazón. Te conocimos, Señor, al
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partir el pan, tú nos conoces, Señor, al partir el pan. (2) 2. Llegando a la
encrucijada, tú proseguías, Señor, te dimos nuestra posada, techo, comida
y calor; sentados como amigos a compartir el cenar, allí te conocimos al
repartirnos el pan. 3. Andando por los caminos, te tropezamos, Señor, en
todos los peregrinos que necesitan amor, esclavos y oprimidos que buscan
la libertad, hambrientos, desvalidos, a quienes damos el pan.
3ª PARADA: El ministro deja la custodia en el lugar dispuesto. Se arrodilla y ora
durante unos momentos ante el Santísimo. El pueblo permanece también en
oración. Luego levanta, bendice y se hace la jaculatoria.
V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
Del evangelio según San Juan (6, 56) El que come mi carne y bebe mi
sangre habita en mí y yo en él, dice el Señor. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: El Papa Juan Pablo II decía que "La Eucaristía es misterio de fe,
prenda de esperanza y fuente de caridad con Dios y entre los hombres". En
esta fiesta unimos el sacramento de la eucaristía con los pobres ellos son
sacramento del encuentro con Jesús. Debemos hacer que el Señor
sacramentado salga en nosotros por nuestras casa, calles, trabajos, etc.
que sea Él en nosotros el que comparte, el que lleva la esperanza y la
caridad.
V. Les diste el Pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos. Concédenos, te rogamos, Señor y Dios nuestro, celebrar con
dignas alabanzas al Cordero que fue inmolado por nosotros y que está
oculto en el Sacramento, para que merezcamos verle patente en la gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.
Seguidamente se da la bendición con el Santísimo. Luego se entona un canto y
la procesión avanza hasta el siguiente altar o parada.
Canto. 1. Un niño se te acercó aquella tarde, sus cinco panes te dio para
ayudarte, los dos hicisteis que ya no hubiera hambre. (bis) 2. La tierra, el
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aire y el sol son tu regalo, y mil estrellas de luz sembró tu mano. El hombre
pone su amor y su trabajo. (bis) 3. También yo quiero poner sobre la mesa,
mis cinco panes que son una promesa, de darte todo mi amor y mi
pobreza. (bis).
4ª PARADA: El ministro deja la custodia en el lugar dispuesto. Se arrodilla y
ora durante unos momentos ante el Santísimo. El pueblo permanece
también en oración. Luego levanta, bendice y se hace la jaculatoria.
V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
De la Carta a los Gálatas: 2, 20-21 He sido crucificado con Cristo, y ya no
vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo
por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí. (breve
momento de silencio).
REFLEXIÓN: Celebrar la Eucaristía, misterio de muerte y resurrección,
misterio de pasión de amor, es la fuente de la espiritualidad que lleva a
hacerse don, entrega total y generosa, hasta dar la vida, por amor, al
servicio de los hermanos, especialmente de los más pobres. Hoy más que
nunca nos toca ser generosos, atrevidos y creativos, para sacar de
nosotros mismos lo mejor, y darlo gratuitamente a todas las personas que
tanto están necesitando. Pidamos a Cristo Eucaristía, para que sepamos
ofrecer nuestras propias cruces con carácter redentor para sanar las
dolencias de las personas que ahora lo están pasándolo mal.
V. Les diste el Pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos, Ilumina, Señor, con la luz de la fe nuestros corazones y abrázalos
con el fuego de la caridad, para que adoremos confiadamente en espíritu y
en verdad, a quien reconocemos como nuestro Dios y Señor. Te lo pedimos
por Jesucristo, Él que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.
Seguidamente se da la bendición con el Santísimo. Luego se entona un canto y
la procesión avanza hasta el siguiente altar o parada.
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Canto: El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás, Él nos quía como
estrella cuando no existe la luz, Él nos da todo su amor mientras la fracción
del pan. Es el pan de la amistad, el pan de Dios. ES MI CUERPO: TOMAD Y
COMED. ESTA ES MI SANGRE: TOMAD Y BEBED PUES YO SOY LA VIDA, YO
SOY EL AMOR. OH, SEÑOR, CONDÚCENOS HASTA TU AMOR. 2.- El Señor
Dios nos amó como nadie amó jamás. Sus paisanos le creían hijo de un
trabajador. Como todos, Él también ganó el pan con su sudor, y conoce la
fatiga y el dolor. 3.- El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás. Él reúne
a los hombres y les da a vivir su amor. Los cristianos, todos ya, miembros
de su cuerpo son, nadie puede separarlos de su amor.
5ª PARADA: El ministro deja la custodia en el lugar dispuesto. Se arrodilla y
ora durante unos momentos ante el Santísimo. El pueblo permanece
también en oración. Luego levanta, bendice y se hace la jaculatoria.
V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
Del evangelio de San Juan 6, 31-33: "Nuestros padres comieron el maná en
el desierto, según está escrito: «Pan del cielo les dio a comer.» Jesús les
respondió: «En verdad, en verdad os digo: No fue Moisés quien os dio el
pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el
pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.»" (breve
momento de silencio).
REFLEXIÓN: "La Eucaristía es la autopista al Cielo" decía el Beato Carlo
Acutis. Y es que, en la Eucaristía lo creado encuentra su mayor elevación.
La Eucaristía une el cielo y la tierra, abraza y penetra todo lo creado. El
mundo que salió de las manos de Dios vuelve a él en feliz y plena
adoración. Pidamos por el hombre moderno, por las nuevas generaciones,
por todos los ciudadanos de este mundo, llamado tierra. Para que todos
seamos responsables en el mantenimiento y sostenimiento de la creación
que Dios nos la ha prestado para que la cuidemos.
V. Les diste pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
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Oremos, Auméntanos, Señor, la fe. Que te sepamos siempre a nuestro
lado. Que recurramos a Ti espontáneamente. Sé siempre Tú nuestro
refugio y nuestra fortaleza, nuestro apoyo, nuestro Amigo, nuestro Médico,
nuestro Maestro, nuestra seguridad. Tú que vives y reina por los siglos de
los siglos. R. Amén.
6ª PARADA (en la Iglesia, delante del altar): El ministro deja la custodia en
el lugar dispuesto. Se arrodilla y ora durante unos momentos ante el
Santísimo. El pueblo permanece también en oración. Luego levanta,
bendice y se hace la jaculatoria.
V./ Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. R. Sea por siempre
bendito y alabado.
Del evangelio de San Juan 6,26-27: "Jesús les respondió: «En verdad, en
verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino
porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el
alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida
eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el
Padre, Dios, ha marcado con su sello.»" (breve momento de silencio).
REFLEXIÓN: Hoy te pedimos al Señor, por nuestro pueblo, para que a
través de la veneración de Cristo Eucaristía sintamos la necesidad de
unirnos más, querernos más y buscar aquellas cosas que nos hacen crecer
como personas y como pueblo.
V. Les diste pan del cielo. R. Que contiene en sí todo deleite.
Oremos, Infunde en nosotros, Señor, el espíritu de inteligencia, de verdad
y de paz, para que conozcamos de veras lo que a ti te agrada y una vez
conocido, lo realicemos con un mismo sentir y querer. Tú que vives y reina
por los siglos de los siglos. R. Amén.
6 .- Conclusión
El Ministro extrae la luna de la custodia y lo reserva en el sagrario con las
demás formas consagradas. Se quita el Humeral y hace la siguiente
oración.
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ORACIÓN FINAL: Oremos, concédenos, Señor, saciarnos del gozo eterno de
tu divinidad, anticipado en la recepción actual de tu precioso Cuerpo y
Sangre. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
CONCLUSIÓN En este momento se hacen, si es necesario y con brevedad,
los oportunos anuncios y advertencias al pueblo. El ministro invoca la
bendición de Dios y se santigua, diciendo: Pidamos todos juntos la
bendición del Señor: El Señor nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. R. Amén. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.
CANTO FINAL: El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás, Él nos quía
como estrella cuando no existe la luz, Él nos da todo su amor mientras la fracción del pan. Es el pan de la amistad, el pan de Dios. ES MI CUERPO: TOMAD Y
COMED. ESTA ES MI SANGRE: TOMAD Y BEBED PUES YO SOY LA VIDA, YO SOY
EL AMOR. OH, SEÑOR, CONDÚCENOS HASTA TU AMOR. 2.- El Señor Dios nos
amó como nadie amó jamás. Sus paisanos le creían hijo de un trabajador.
Como todos, Él también ganó el pan con su sudor, y conoce la fatiga y el dolor.
3.- El Señor Dios nos amó como nadie amó jamás. Él reúne a los hombres y les
da a vivir su amor. Los cristianos, todos ya, miembros de su cuerpo son, nadie
puede separarlos de su amor.
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