Subido por Lara Duete

poder de policia (1)

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DERECHO CONSTITUCIONAL UNIDAD DE ANALISIS N°:7 (UNNE)
PODER DE POLICIA
El presente es un trabajo de la Dra. Elisa Carrio.2.2. La Policía en el Estado Moderno (Absolutismo): La concentración de todo el poder en
manos del monarca absoluto, la creación de los estados nacionales y la lenta desaparición de
las Sociedades Intermedias priva al individuo de la dependencia política de los estamentos y
comunidades y establece una relación directa entre el Príncipe y el Pueblo. La potestad
alcanzada por el Príncipe supone una ilimitada facultad de intervención de la vida de los
súbditos, a fin de procurar el bienestar general, lo que va a plasmarse en el lus Policei, que dio
forma jurídica a esa intervención ilimitada. Este concepto supone el derecho y el deber del
Príncipe de procurar coactivamente la felicidad de sus súbditos. En este período, policía y
actividad estatal son conceptos idénticos, incluyéndose en ello la administración, la legislación
y la jurisdicción. Este concepto de Policía fue sufriendo una separación, coronándose la
separación entre justicia y administración como dos esferas independientes: la primera,
sometida exclusivamente al derecho escrito y, la segunda, en manos del Príncipe.
El Príncipe quedó entonces con el dominio de la administración y de una rama de la
legislación que eran las ordenanzas de policía; luego se fueron desprendiendo de este concepto
otras cuestiones como política exterior, guerra y hacienda. El lus Policei era así el instrumento
para lograr el bienestar del reino que se concretaba a través de la limitación a las libertades y
propiedad de los súbditos. Por eso es muy frecuente identificar Policía con bienestar y buen
orden de la cosa pública. No hubo ninguna ley que determinara cómo habían de llevarse a
cabo estas funciones, quedando su fijación a la libre discreción del Príncipe. De allí que la
Policía aparece como contraste de la justicia.
2.3. La Policía en el Estado Liberal Burgués: A fines del siglo XVIII, el constitucionalismo,
que tiene por eje la protección de los derechos naturales del hombre, se enfrenta entonces y
supera a la concepción absolutista del Estado encarnado en el concepto de policía. Para
proteger esos derechos naturales y en el convencimiento de que el bienestar general se logra a
través del libre juego de la voluntad individual y no por la intervención del Estado, había que
delimitar del poder de dos formas: primera, dividiéndolo en funciones y, segunda
disminuyendo y precisando la competencia pública a través de una constitución,
concibiéndose a la actividad estatal como guardia de la sociedad y sus derechos; por otra parte,
la policía quedó reducida a la actividad administrativa que era ejecución de una norma
emanada del Poder Legislativo, única autoridad con competencia para limitar los derechos
individuales y al solo efecto de evitar aquellas conductas que puedan poner en peligro el orden
público; (aquí entonces aparece la distinción entre facultad reglamentaria de los derechos
individuales que reside en el Congreso, expresión de la nueva legitimidad reinante y que luego
Marshall la va a llamar poder de policía, y la actividad administrativa llamada Policía que sólo
tiene por objeto aplicar la norma legislativa y cuya actuación está absolutamente circunscripta
a la ley).
2.4. La Policía y el Poder de Policía en el Estado Social de Derecho: La concepción liberal
del Estado, (con su profunda fe en el individuo y la sociedad), impedían la intervención del
Estado en la sociedad para promover el bienestar general y sólo se limitaba a impedir que los
particulares tuvieran conductas que perturbaran el interés público. La falacia de la fe
racionalista demostrada a través del hombre por el hombre, al modificar los supuestos
sociológicos, modifica la actitud del Estado, quien ahora no sólo impide los actos contrarios al
bien público, sino que el mismo promueve, es decir, actúa sobre la sociedad en miras a lograr
el bienestar general.
3. Poder de policía: concepto. Potestad regulatoria de los derechos constitucionales.
4. Órgano en que reside el Poder de Policía.
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En el Estado unitario reside en el Parlamento nacional con exclusividad. En el Estado federal
como el nuestro, el poder de policía reside tanto en el Congreso Nacional como en las
legislaturas provinciales.
5. Fundamento constitucional: el fundamento constitucional se halla en el art. 14 C.N. Cuando
establece que los habitantes gozan de los siguientes derechos conforma a las leyes que
reglamentan su ejercicio.
6. Contenido: el contenido del poder de policía varía según que adoptemos la concepción
liberal o la social (o intervencionista). La primera de origen continental y la segunda de origen
norteamericano.
6.1. Contenido del poder de policía en el estado liberal: restringido.
6.1.1. Moralidad.
6.1.2. Salubridad.
6.1.3. Seguridad: Este criterio, es decir el restringido, fue aplicado por nuestra Corte Suprema
de Justicia de la Nación en el caso "Plaza de Toros c/ Gobierno de Bs.As." de fallos 7:150
donde la Corte estableció que los derechos no son absolutos, sino que deben ejercerse
conforme a las leyes que reglamenten su servicio y que, habiéndose reservado la Provincia
todo lo concerniente a la seguridad, salubridad y moralidad, ella ha ejercido legítimamente el
poder de policía. (Se trataba en el caso de la prohibición a una empresa para establecer una
plaza de toros en la provincia de Buenos Aires, por ser atentatorio de la moral pública).
6.2. La concepción amplia o intervencionista del Poder de Policía. Para este criterio, el poder
de policía comprende:
6.2.1. Moralidad.
6.2.2. Seguridad.
6.2.3. Salubridad.
6.2.4. Intereses económicos.
6.2.5. Bienestar general.
Este es el criterio aplicado por la Corte a partir del caso ERCOLANO c/LANTERI s/
CONSIGNACION, (en que se discutía la constitucionalidad de una ley de alquileres que, en
su art. 1º, reglamentaba el precio de la locación fijando un límite por el término de dos años).
Allí la Corte estableció: 1º) Que ningún derecho constitucional reviste el carácter de absoluto.
2º) Que un derecho ilimitado es una concepción antisocial. 3º) Que corresponde al poder
legislativo la reglamentación de los derechos individuales -art. 14 C.N.- 4º) Que dicha facultad
tiene como límite el art. 28 de la C.N. 5º) Que las limitaciones pueden tener como fin no sólo
la moralidad, seguridad y salubridad, sino también la protección de los intereses económicos
de la comunidad, siendo ésta una obligación primaria e ineludible del Estado. (Este criterio
también fue sostenido en PEDRO INCHAUSPE c/ JUNTA NACIONAL DE CARNES y
muchos otros).
7. Límites. El ejercicio del poder de policía tiene como límite el art. 28, cuando establece que
las leyes no pueden alterar los derechos consagrados en esta Constitución; este artículo
implica la consagración legislativa el principio de razonabilidad y, en consecuencia, dichas
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normas están sujetas al control de razonabilidad por parte del Poder Judicial, lo que significa
analizar si las restricciones son proporcionadas al fin perseguido por la ley, si el fin es
constitucional y si el medio o restricción no cercena innecesariamente un derecho
constitucional. La Corte ha establecido que, para realizar el control de razonabilidad, se debe
tener en cuenta: 1) el fin público de la ley, 2) las circunstancias justificantes, 3) la adecuación
entre el medio empleado y el fin propuesto y 4) la ausencia de iniquidad manifiesta (199:483
F).
8. Análisis de razonabilidad efectuado por la Corte.
8.1. Casos en que la Corte controló los hechos justificantes del fin público de la ley: la Corte,
en los casos ERCOLANO c/ LANTERI, HORTA c/ HARGUINDEGUI, MANGO c/ TRABA,
FRIGORIFICO ANGLO c/ FISCO NACIONAL, si bien estableció como principio que el fin
o interés público invocado en la ley se presume constitucional y no está sujeto a control
judicial, analizó, sin embargo, un examen de la situación de hecho que había dado origen a las
leyes impugnadas, para verificar si el juicio del Congreso se apoyaba o no en lo mismo.
8.2. Caso en que no revisó el interés público de la ley. En el caso Cine Callao, (el caso de los
números vivos, la Corte se limitó a enunciar los principios de autolimitación judicial y de
presunción de constitucionalidad del fin público expresado, sin detenerse a considerar en
absoluto si efectivamente la medida impugnada satisfacía un interés público o general).
8.3. En todos los casos anteriormente citados, la Corte examinó la razonabilidad de los medios
previstos por el legislador, o sea el grado de adecuación o proporción existente entre
obligaciones que la ley impone y los fines que procura.
8.4. En ningún caso -afirmó la Corte- se puede analizar el mérito o eficacia de los medios
arbitrados por el Congreso ni decidir que debieron elegirse otros en lugar de los adoptados.
9. Delegación: ¿puede el poder de policía delegarse?. En principio, el mismo es indelegable e
irrenunciable.
9.1. No puede delegarse en entes privados en ningún caso.
9.2. Sin embargo, el legislador puede delegar en el Poder Ejecutivo la reglamentación de que
la misma establezca los elementos a tenerse en cuenta y las pautas dentro de las cuales debe
obrar el poder administrador.
Esta es la doctrina del caso Domínguez, F 280:25.
Agregar el contenido del actual art. 76 de la Constitución Nacional.- Que puede ser consultado
en Quiroga Lavie o en Bidart Campos.-
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