LAS ACTIVIDADES AGROPECUARIAS Panamá es una economía abierta en la cual actividades como transporte, almacenamiento, comunicaciones y otras del sector servicio sobresalen por su crecimiento y aporte al PIB de aproximadamente el 69%, mientras que las actividades relacionadas con el sector industrial aportan un 27.3% PIB y las relacionadas con el sector agropecuario un 2.7% PIB. Es importante reconocer que el sector agropecuario comprende no solo la producción de alimentos, pero también participa de la industria alimentaria. Esta última demanda servicios como transporte, comunicación, almacenamiento, procesamiento, conservación, y mercadeo de productos alimenticios. Por lo tanto, el desarrollo y dinamismo del sector agropecuario debe ser visto como una fuente de oportunidades para los habitantes de áreas rurales y también para todos los individuos y otros sectores de la economía que tienen una participación directa o indirecta en la industria alimentaria. A pesar de que Panamá clasifica en la posición número 5 entre las 20 economías de Ingreso Medio Superior de Latinoamérica y el Caribe y en la posición número 8 entre las 42 economías con el mayor Ingreso Neto Bruto Per Capita de la Región (World Bank Countries Classification according to GNI per Capita, 2016), Panamá reporta altos niveles de desigualdad. Acorde a información reportada por la FAO, Panamá clasifica entre los 10 países más desiguales a nivel global y de América Latina, con un coeficiente GINI que oscila entre 50 –55 en la última década. Aproximadamente, 22.1% de la población panameña vive bajo los niveles determinados de pobreza nacional (World Bank-Poverty Headcount Ratio at National Poverty Lines %, 2016) y se considera que una mayor parte de la pobreza se ubica en las áreas indígenas y rurales. La no apreciación del sector agropecuario en cuanto a su importancia para el desarrollo económico y estabilidad social conlleva a que las Instituciones Gubernamentales adopten prácticas que podrían ser valoradas como en contra del desarrollo agropecuario y rural. Una de las prácticas negativas más comunes es la asignación relativamente baja de fondos de inversión al sector agropecuario en comparación a otros sectores. Según las cifras reportadas en los Informes de Ejecución del Programa de Inversiones Públicas No Financieras de Panamá, la suma destinada al sector agropecuario es aproximadamente 2% del presupuesto asignado al Gobierno Central. Entre los beneficios que aporta el desarrollo y apoyo al sector agropecuario es importante destacar la fuente segura de alimentos y su importancia para el abastecimiento de la demanda creciente de alimentos de una economía con una población en crecimiento constante. Siendo Panamá un país rico en recursos naturales, que cuenta con un 25% de los suelos aptos para el uso agrícola, con una riqueza de flora y fauna y con un 30% de la población ubicada en áreas rurales, se podría esperar una participación más activa del sector agropecuario en la actividad económica del país. No obstante, factores como la poca atención institucional, la poca inversión pública, difícil acceso al financiamiento rural, poco desarrollo de las áreas rurales y comercialización de sus productos, así como los cambios climáticos, no permiten el desarrollo requerido del sector para que el mismo se promueva. La agricultura en Panamá es un sector importante de la economía panameña. Los principales productos agrícolas incluyen bananos, granos de cacao, café, cocos, madera, carne de res, pollo, camarones , maíz , papas , arroz , soja y caña de azúcar . En 2009, la agricultura y la pesca representaron el 7,4% del PIB de Panamá. Panamá es un importador neto de alimentos y Estados Unidos es su principal proveedor. La agricultura emplea a muchos panameños (en relación con el porcentaje de la agricultura del PIB panameño) porque muchos agricultores se dedican a la agricultura de subsistencia. Los principales productos agrícolas en Panamá incluyen banano y otras frutas, maíz, azúcar, arroz, café, camarones, madera, verduras, ganado. Las exportaciones importantes de productos agrícolas incluyeron banano ($ 96,4 millones), camarón ($ 29,2 millones), azúcar ($ 14,1 millones), café ($ 11,3 millones) y carne vacuna ($ 2,9 millones). En 2018 Panamá produjo 2,9 millones de toneladas de caña de azúcar , 400 mil toneladas de banano , 314 mil toneladas de arroz , 112 mil toneladas de maíz , 109 mil toneladas de piña , 46 mil toneladas de aceite de palma , 40 mil toneladas de naranja , en además de producciones menores de otros productos agrícolas como sandía , mandioca, coco , cebolla , papa , tomate , ñame etc. Cerca del 9% del suelo de Panamá está cultivado. La mayor parte de su producción agrícola se obtiene en explotaciones de carácter comercial y está destinada a la exportación. IMPACTO DEL CLIMA SOBRE LA ACTIVIDAD La agricultura en ambiente controlado es la respuesta del sector agrícola mundial a los retos que le plantea el cambio climático. Países como Japón, China y Holanda lideran esta nueva tecnología, pero Latinoamérica también busca entrar en la carrera y Panamá es el sitio donde se están dando los primeros pasos. Los ambientes controlados brindan muchas oportunidades para ayudar a expandir y maximizar la agricultura urbana. El impacto del cambio climático, por el aumento en la temperatura del planeta y, la incidencia de fenómenos meteorológicos, como El Niño y La Niña, con sus manifestaciones de abundancia o escasez de lluvias, respectivamente, podría explicar, por qué la agricultura en ambiente controlado puede ser una buena alternativa en este país de América Central y hacer posible la producción de alimentos los 365 días del año. La agricultura en ambiente controlado podría ser, a futuro, una apuesta importante para la recuperación del sector agrícola panameño, que según expertos ha perdido terreno, por la emigración de los productores del campo a la ciudad y la falta de condiciones que propicien el desarrollo del sector, a criterio de especialistas en este campo. Los entornos controlados ofrecen ventajas para predecir las respuestas de la planta y aumentar la eficiencia de la producción, optimizar el rendimiento de la planta y mejorar la calidad de la planta. LA GANADERÍA La FAO promueve la ganadería como fuente importante de nutrición y salud, además como clave para la erradicación del hambre y la pobreza y la conservación de los recursos naturales. La producción pecuaria ocupa una alta proporción de las tierras disponibles para la producción de alimentos, por tal razón, es necesario mejorar su eficiencia y promover el desarrollo de sistemas sostenibles de producción ganadera, agrícola-ganadera. En Panamá, la actividad ganadera ocupa un área de 1,384,455 hectáreas con un hato de 1,533,456 cabezas de ganado (aproximadamente 1.1 animal/ha). Esto indica que la actividad ganadera en Panamá es, predominantemente, extensiva . Se reporta que sólo el 17% de la cobertura de pastos, a escala nacional, es mejorada. Esta ganadería se caracteriza por ser una actividad altamente desconcentrada, es decir, en manos de muchos productores. Según el censo agropecuario del 2001 existen 39,205 explotaciones dedicadas a la ganadería bovina, de las cuales el 88% tienen una superficie menor de 100 hectáreas y poseen en conjunto el 50% del total del hato nacional. Las explotaciones con una superficie entre 100 y 500 hectáreas, representan el 10%, es decir, 4,025 explotaciones con el 34% del total del hato del país. El restante 2% (784 explotaciones), poseen tan sólo el 16% de cabezas del plantel nacional, o sea 245,353 cabezas. En cuanto al tipo de ganadería tenemos el que el 77% de las explotaciones ganaderas del país se dedican al ganado de cría (59% del total del ganado existente). Le sigue la ganadería de ceba con el 12% del total de las explotaciones (24% del ganado del país). Por último, tenemos la lechería con el 11% de las explotaciones (17% del ganado del país). La genética de los animales responde al tipo de ganadería predominante, es decir, la ganadería de cría. Se tiene que el 50% del total del hato es de la raza cebú (ganado de carne), el 41% son animales cruzados para el doble propósito y tan sólo el 9% es ganado especializado, 5% para la producción de leche y 4% de razas para la producción de carne, en su mayoría, razas europeas. La actividad lechera se distingue por tener dos niveles tecnológicos bien diferenciados. En las tierras altas de la provincia de Chiriquí hay lecherías especializadas (5% del hato nacional), caracterizadas por la alta utilización de capital, razas especializadas, altos rendimientos, alimentación balanceada con granos, dos ordeños diarios y producción continua. En el resto del país predominan los sistemas de producción de doble propósito (41% del hato nacional) caracterizados por la baja utilización de capital, utilización de cruzas cebú, bajos rendimientos de producción, libre pastoreo y producción estacional. Con 316,800 cabezas de ganado vacuno, la provincia de Chiriquí lidera la producción ganadera del país, cuyo total en la República alcanzó las 1,560,900 reses, según la Contraloría General de la República. Le sigue Veraguas (252,400) y Darién (230,100) en la lista.