El distinguido Sportsman Carlos Arniches CARLOS ARNICHES y ENRIQUE GARCÍA ÁLVAREZ E^NTRKPvlES ORIGINAL. Y E: IM PROSA MÚSICA DEL MAESTRO VALVEROE (hijo) f^^^i 80CIEDAI) DE AT3TORE8 ESPAÑOLES Núñez de Balboa, 12 leoe EL DISTINGUIDO SPORTSMAN Esta obra es propiedad de sns autores, y nadie posin su permiso, reimprimirla ni representarla en España ni en los países con los cuales se hayas celebrado ó se celebren en adelante tratados internacionales de propiedad literaria. Jjos autores se reservan el derecho de traducción. Los comisionados y representantes de la Sociedad de Autores Españoles son los cxicargados exclusivamente de conceder ó negar el permiso de representación del cobro de loa derechos de propiedad. Queda hecho el depósito que marca la ley. drán, EL OISTINGÜIBO SPORTSMAN ENTREMÉS CON MÚSICA Y ORIGIIMAL. GARLOS ARNIGHES y EfM PROSA ENRIQUE GARCÍA ALVAREZ uiúsica del maestro VAlLVERÍIÍÍ (hijo) Estrenado en el TEATRO DE APOLO la noche Noviembre de 1906 ^- MADRID 8. VBL43CO. IMP., líABQÜllS DB SANTA ABA, 1 eU/ono número Jf/ I906 11 OCF d'íl 22 de REPARTO ACTORES PERSONAJES DOÑA EUSEBIA CATALINA Sra. Vidal. Seta. Garrido. UNA AGUADORA Carceller. APRENDIZA Niña Peló. SIXTO Sb. ANTONIO UN SEÑOR CURIOSO CAMILO PÉREZ UN POLLO ELEGANTE... UN TENDERO UN GUARDIA DE CABALLERÍA UN LESIONADO UN MOZO DE CORDEL o n ti veros. Rüiz DE Arana. Mesejo. García Valero. MlHURA Alvarez. Manzano. Carrión. Sánchez. González. Iranseuntes Las indicaciones del lado del actor Paia esta obra se ha estrenado una decoración por Sr. Martínez Garí. cenógrafo el es €xcmo. Sr. Conde fil Caballerizo Nuestro muy fílayor... Del Corujo que $u germano distinguido amigo: Los transcendentalísimos problemas que se desenvuelven en esta obra no han sido comprendidos por el público ni por la prensa periódica. Varias concausas de orden puramente etnológico han con- currido á este fin; y decimos etnológico como hubiéramos pfodido decir En efecto, cacahués torraos. señor Conde, la mentalidad de nuestro público no ha llegado todavía á aquel alto nivel que se precisa para la fácil comprensión de las ahstrusas urdimbres que forman en su siniestro enlace los obscuros hilos de las pasiones hu- manas; ó para expresarlo más claramente, á nuestras multitudes en su tosca perceptibilidad auditiva sólo llegan las vibraciones isocrónicas de un rabel monocorde y jamás el policrónico y multiforme sonido de las aterciopeladas sinfonías de las almas en De otro modo no celo. se comprende que con que dijo su romanza el la anhelante ternura distinguido actor señor García Valero no arrancara una tempestad de palmas. Fué nuestro primer desengaño la noehe del estreno. resto de la filosófica obra se deslizó •una híbrida El como era natural entre y desasosegada inquietud hasta su completo de- rrumbamiento. ¡Triste decepción! ¡Cuántas horas perdidas! ¡Cuántos ideales destrozados! ¡Cuántas noches de insomnio! que queman!... 607294 ¡Cuántas La conducta severísima del público sólo pudo jvrstificarla la idea que le congregó, noticioso como estala de los altos fines que en la obra se perseguían. Lo único que pudo mitigar un tanto nuestra amargura^ hay que declararlo noblemente, fué el proceder de algunos órganos de la prensa periódica que atenuaron nuestro fracaso con la elegancia de sus frases: porquería! ¡Qué burrada! ¡Qué etc., etc. ¡Ah, señor Corujo, y todo por no apellidarnos Wingarthen y Shouplin y Martchin! En fin, pacencia. ¿Qué quedrán? (Estas frases son las únicas que sabemos decir los autores cómicos según la fama maliciosa y pregonera). Reciba, señor Conde, con benévolo afecto, este pepinillo de nuestro teatro cómico contemporáneo y sabe que lo son suyos muy de veras, Car/bs J^/i/c^es. 0/2r/</£/e .^arc/a J^/c^arez. v^aSs^- .í/imílí/Kílí^^ EL DISTINGUIDO SPORTSMAN un picadero, escuela de una puerta grande que dice: Paso al picadero. Decoración: Interior de uua caballeriza en equitación. A la derecha, en primer término, practicable y sobre ella an letrero En este mismo lado y desde segundo término en hasta perderse en con el el foro, comienzan nombre de cada uno de las pesebreras. ellos Los caballos de verdad; los demás, pintados. A las la las plazas línea diagonal para los caballos, en un rótulo colocado sobre dos primeras plazas son de izquierda, en primer término, una mesa; sobre ella, un libro, recado de escribir, una botella y uu vaso. Sillas junto á la mesa. A continuación, y fijas en la pared, perchas de guadarnés, con arreos, fustas, etc., y debajo uu caballete con monturas de todas clases. Delante un banco de madera, y sobre él ó tos, próximo á él, según cubos, cepillos, esponjas, gamuzas, la naturaleza etc., etc de los obje- Al foro izquier- da, una puerta grande, de suficiente tamaño, para que por ella pueda pasar nn caballo con su jinete correspondiente; esta puerta da á la calle. En lo alto se ve un letrero transparente que dice: Caballos á pupilo. En el foro derecha, una puerta pequeña que comunica con el interior. Es de día ESCENA PRIMERA ANTONIO, CAMILO y PÉREZ (mozos (ai levantarse mer el telón, del picadero) aparece Camilo acabando de ensillar el pri- un bocado con una gamuza, hacia el foro izquierda, y Antonio, hojeando un libro en la mesa del primer caballo; Pérez, limpiando término izquierda.) Música Cam. Siempre que hablo con tu padre, suelo confundirme yo; y por adiós digo «arre» y al pararle Si quieres porque Pérez Cam. digo «sóo». amores busca un sustituto, un padre que es un adoquín. ties Plia-phn-phn. j Yo antes suponía que era yo muy bruto, pero vi á tu padre y me gana á mí. Ant. i Sí-sí-sí. ÉREZ Pérez No conozco una morena más resabia que Petrilla, ni ni más más hostil, ni más jaca... jacarandosilla. Tiene unos andares y unos contoneos, que aunque uno no quiera tiene que soñar; porque ella despierta la mar de deseos de cogerla un día pa ir á refrescar. L3S TRES Limpia ese bocao porque está osidao; no seas dejao ni desarreglao, limpia ese bocao porque está osidao. Kiau-riau-riau, riau-riau-riau. Hablado Oam. (saliéndose de la plaza.) Bueno, ya está aviada la Sarosa. Ant. Pues échale la manta y déjala en su puesto. obedece y queda el primer puesta y encima la manta.) (Camilo silla caballo con la PÉREZ Pero, escucha, Camilo; ¿qué montura Phas puesto? Cam. íSilla Pérez ¡Cómo Cam. española, según mandóme el amo. ziya española! Zi te dijo que le puzieze er galápago. ¡Qué galápago dices tá! La silla fué lu que Q'jandóme, señor. Pérez Cam. Pérez Cam. Que er galápago te digo. ¡Que la silla, hombre! ¿T'apuesta algo? Lo que quieras. Va la apuesta. Si pierdes, pagas cuatro bu- Pérez ¿Y Cam Si ganas, pagas tres. tellas. , zi gano? Pérez ¡Gachó con er gayego aprendido tú á apostar? Cam. En Ya Pérez Ant. Cam. este! ¿Dónde has los Jesuítas. se conose, Bueno, dejarse de cuestiones y tú limpia ahora la Chispa, Camilo; que esté aviada pal picadero, por si es caso. Va como un rayo, (se marcha hacia el foro dore- cachazudo, canturreando, con un cubo y un cepillo. Entra «un señor carioso», mira á todas partes, los mozos le miran á él, y después de curiosear, se marcha. Camilo, que se ha detenido un cha con Pérez paso muy momento, sigue su canrino.) Ya está este bocaíto como la prata. (lo deja encima de la silla al lado de la mesa y se pone á limpiar unas correas.) — 10 - ESCENA II ANTONIO, PÉREZ, DOÑA KUSEBIA, CATAl INA elegante por el y luego un POLLO foro izquierda Eus, Güeñas Ant. Alante. Eus. Cat. (Á Catalina.) Pasa, cariño, pasa y recógete, que esto está perdió. (Se remangan y entran.) (^Entrando.) ¡Ay, mamita, qué peste! (se tapa Eus (con amargura.) ¡Való, hija tardes. ¿Se pué pasa? las narices.) apura er míal hasta las heses. ¿Quién son esas? Tcnemos de calis Pérez (á Antonio.) Ant. No sé. (saliendo á su encuentro.) Pa SCrvir á US- tedes. Eus. Ant. Eus. Joven, á usté le chocará que yo venga á una cuadra. Señora, está usté en su casa. ¡Ay, muchas grasias, está mu bien empleada! ero, ¡ay, joven, qué no se hará en este mundo por una hija! Pero asiéntensen. (ofreciéndoles las sillas.) (Á Catalina.) Siéntate, arma mía. Si, que estoy muy cansa. Con permiso, (se i Ant. íCus. Cat sienta sobre la silla en dando un que está el bocado y ee levanta grito.) ¡¡Ayl! Eus. ¿Pero qué ha sido, niña? Cat ¡Ay, mamita, creo que un bocaol ¿Dónde? No se asuste usté, que es que se ha sentao Eus Ani . Eus. Ant. Cat. Eus. encima. Tome usté otra. (Dándole otra siiia.) ¿Esa no muerde? No, señora; está rota nada más. No, me queo de pie; es mejor. Como quieras. Pues vamos á nuestro ojeto, joven. Ant. Eus. Usté mande. haría usté er favo de desirme si ha vento aquí á arquilá un caballo pa esta tarde un jovensito que se yama Sixto Rubio Gabilondo, que mardita sea su estampa? ¿Me Ant. Me permitirá señora que hojee la de salidas para EUS. — 11 - el libro ver... Sí, señó; hojee, hojee. (Antonio se sienta á hojear el libro; doña Eusebia se sienta á la parte de fuera de la mesa, y Catalina va hacia la derecha, mirando los caballos.) Pollo el dúo de 'La mala (Entrando.) Bueuas tardes. Felise, señor conde, (catalina se vuelve ai oir lo (viene por el tarareando foro sombra.) «En la cabesita de un Pérez de *eonde» y le alfilerito...» mira.) Pollo Avíame Pérez ¿Va usté á dar picadero? Unas vueltecitas. Oye, tú, ¿quién Pollo PÉREZ Pollo la Hornera, Pérez. es esa chi- quilla tan serrana? No sé, acaban de yegar. ¡Vaya una mirada! (La mira haciendo un gesto de compla ciencia, y se aproxima, entablando converruborizada y sonriente.) sación; Catalina se vuelve, Ant. fA doña Eusebia.) Aquí costa, señora: «Salida? para hoy: Cuatro tarde. londo Sarasa.» ¡Cómo Eus. Ani . Eus. Que Sarasa\ se le ha destinao la yegua Sarasa. Aho- ra usté dirá en qué puedo servirla. Sí, señó; seré esplícita. Y si tengo argún arrodeo, usté disimule. Ant. Diga Eus. Miste, joven, Ant. — Señor Rubio Gabi- que dá usté. que no sé con qué mañas ese mardito Gabiiondo me cogió en la primera vola á ese angelito der sielo y ahora tié usté á esa criatura enamoraita d'él hasta las cachas, que ni come, ni duerme, ni sosiega y que le cuesta la vía ese cariño, créame usté á mí que le cuesta. después de sonreír y co- ¡Caray, caray! (e1 PoIIo, quetear con Catalina diciéndola cosas en voz baja, la coge de la falda para atraerla y ell» le da en la mano eutre enfadada y sonriente.) Eus. (íLa ha dao argo Pero lo sierto es ese tío pa chiflarla? No sé. que está loca por él, pero — loca, y que 12 me sión de ánimo, se — muere de tristesa y de pa- (catalina se rie de algo que le dice tapándose la cara con el abanico.) ¿Ella sonreíy ¿KUa mira á otro hombre que no sea Sixto? ¡Imposible! Ese Gabilondo me lo mata. La creatnra es como yo pa queré. ¡Más fiel que una báscula! ¡Cara3% earay! (catalina acepta decididamente las el Pollo, AnT. . Eus. varas del Pollo y se deja coger la mano.) Pues bien, ese yo el hambre poco con dos porque le ha pelota, porque arma mía, al que le he matao muchas veses, se ajuntó hase Eus. niños de la aribtocrasia, y pegao un par de coses á una ha dio ar Pardo en aurtomóvü hasiendo el rencor en siete horas, se ha dedicao á los desportes, y por eso esta tarde se quié dir á la Casteyana á cabayo á haseiTe el amor á una niña bitonga, porque tié cuatro ochavos y medio, sin miramientoc á que me está asesinando á ese angelito der sielo. Bueno, pero en este asunto, ¿yo qué es lo que pinto? A eso vengo. Las cosas eraras. Yo traigo einCO duros aquí. (Se lo dice confidencialmente.) (incorporándose con presteza.) ¿Dónde? Y se los voy á dar á usté ahora mismo. Bueno. A condisión de que no vaya ese tío esta tarde Ant. á la Casteyana. ¿Pero cómo? Ant. Eus. Ant. Eus. Ant. Kus. No Ant Eso no pué Eus. Como estos. (Abre el portamonedas.) No va á la Castellana. arquile usté er cabayo. ser; ¿no ve usté que dejó señal? Pero, en fin... (En voz baja.) ¿Dice usté que le cinco duros? Ant. Eus. ¿Qué va usté Ant. (Levantándose y llevándola aparte.) Muysencillo: vez de la Sarasa,\Q cambiarle el caballo. á haser? En pongo la Chispa, una jaca loca, á la que le dio un susto un tranvía en la Plaza de Colón hace cinco años y que apenas ve la estatua, pega un respingo y antes que meterse en el paseo se quita de encima hasta las orejas. j — Eus. 13 - ¡Superior! ¡Dios se lo pague á usté! La venganza es muy sabrosa. ¡Y quién sabe si un escarmiento le vorverá á nosotros. Niña I... ¡ (Llamándola ain mirar.) ¡Niñal... (Distraída, habluudo c m el Pollo, Pollo (Que la CaT. I^y' {'^^ no atiende.) llaman.) separa y se acerca á doña Eusebia.) ¿Qué mamá? Eus 'J CaT ele er pelo! ¡Dios se lo 00 arreglao; no pasea por la Casteyana. ¡Le van á sortá una Chispa que le van á ensén- pague á usté! (vuelve a acercarse al Pollo.;) Eus. x\nt. Pues nosotras, ahora á la Casteyana, y como no vaya, vorveré á cumplí mi palabra. No va; conoceré yo á la Chispa. ¡Vayan uftés tranquilas! (e1 PoIIo na y ésta Eus. se separa le besa la mano & Catali- rápidamente.) Pues hasta luego, (ai volverse repnra en el Pollo. qué poyo tan simpático!) Beso á usté la (¡Uy, Pollo Cat. suya, poyo. (saluda.; ¡Señora! Buenas al dintel Kus. Cat. Pollo Ant. Sus Poilo Ant. Pollo Ant. tardes. (Se dirigen hacia de el foro y al llegar puerta vuelven corriendo y azoradas.) la que viene! ¿Dónde, dónde nos escondemos? ¡Donde usted quiera! Pero, ¿qué pasa? Aquí, pasen aquí, al picadero. ¡Ay, él, él, (ai Pollo.) Entra, entra. (Se meten por la primera derecha.) (a Antonio.) ¿Pero qué es esto? Ya se lo esplicaré, esa joven, que está ética por uno. ¡Etica! ¡Caray con la etiguezl Pues yo no la dejo. (Se mete también por la primera derecha.) (Asomándose al foro izquierda.) Ya viene el Señor Gabilondo. La verdá es que viéndole, es cómo se esplica que haiga vuelto loca á esa joven. ¡Vaya un tipo de hombre! Eso es una cara y una figura arrogante, (vase por tecilla del foro derecha.) la puer- — 14 ^ ESCENA III SIXTO. Aparece por el foro izquierda vestido con traje de montar, de americana, con exagerada elegancia que toca en los linderos de lo ridiculo. Trae puestas espuelas, fusta en diente reloj la mano y su correspon- de pulsera Música Sixto Nadie al ver mi tipo se creería que nací en un pueblo de Almería y que fui garsón que del hotel Golón^ se abrió hace más de un año y medio [en Castellón; como á veces el destino tuerce á algunos seres el camino, pero estando en Buxot con un tal Benot, trastorné el sentido á una Gocot. Y gracias á los conocimientos que ella tenía, me dieron una placita en Gracia y Justicia. Con esto, mi don de gentes y un poco de ahorré trapicheo, parpadeo y mundoneo, cuatro cuartejos; y desde entonces.. me hice sportsman y un poco genthlemarij y visto muy pichut y tomo mi vermut; concurro yo á los matchj frecuento los garatch y voy detrás de la que aporte más. Dicen las señoras que me tratan que tengo unos ojos que arrebatan y un chic al andar tan particular, capaz de volver loca á una pila de fregar. . - 16 - Y esto de seguro que no es grilla, porque hace dos años que en Sevilla me Y Lo dijeron: «¡^á! ¡Viva tu mamá\T> era un guardia de seguridá. cual que yo me atontoliné, porque yo me me esperaba de un guardia todo menos que piropease. Así es que al ver que mi figura sacaba de quicio hasta el orden público, pues desde entonces. me hice sportsman y un poco genfhkman, y visto muy pichut y tomo mi vermut; concurro yo á los match^ frecuento los garatch y voy detrás de la que aporte más. ¡Siempre detrás! ¡¡Siempre detrás!! Hablado artística.) ¿A que si me pongo asi y no hablo creen todos que sov una figura de mayólica? ¿í\o fijándose mucho no parezco una persona, verdad? Pues sí; aquí no hay más que carne y hueso, puede verse. Ahora que de la combinación artística del tejido adiposo con el óseo, ha re- (Adoptando una figura sultado esta lema? Todo á m<ijadería la escultórica. moda, por la ¿Mi moda y para, con,sobre,enypor,si,tras\simoi\'d. ¿En Madrid? En Madrid me conocen hasta las ratas. Soy el inventor de estos dos bonitos saludos. Primero, saludo para largas distancias. (Hace un saludo .extendiendo el brazo y agitando el sombrero nerviosamente.) Segundo, saludo al cruce. Tres subdivisiones. Caballeros, arriba; señoras, abajo; mixto de señoras y caballeros, reztili- — neo. (Hace con 16 el — sombrero los saludos que indica.) ¿Cosas mías adoptadas por el Haut mond? ¡ün furor! Corbata, pañuelo y mecha, haciendo juego en tono amaranto, mío. Pluma ganso en el sombrero, mía Calzón jamón de Trevelez, polainas verde fo)iné, mío. Pelo en Bandos, mío. Perfume del pañuelo... (lo saca y lo huele.) Bueno, no es m/o, pero como si lo Y fuera, porque es mío... sotis. claro, con estos atractivos, me lancé tras de una dote. Por eso le puse los puntos á Lele Repollete, y esta tarde á las cinco estoy cita<io con ella en la Castellana. Lo grave es que va en coche, quiere presentarme á su madre y no tengo más remedio que ir á caballo. ¡Yo á que no sé montar! Pero, en fin, pecho ai agua. Este va á ser mi primer paseo ecuestre, (invocando.) ¡San Antón, tú que eres el patrón de los animales, á tí me encomiendo! lUn caballo manso y labras mi caballo! ¡Yo porvenir! cándose al ¡Lábralo, que primer caballo de no te pesará! (Acer- la derecha.) ^i^Scrá este noble bruto que me destinan? Por si acaso, le daré un terroncito de azúcar del cucurucho que traigo prevenido. Que me vaya tomando apego. (Dándole un terrón.) ¡Toma, pobrecito, toma! ¡Qué rico! ¡Anda y se lo ha comido! ¡Qué inteligencia tienen estos aniel malitos! ¡Toma otro! (Le da otro terrón y de pente da un salto.) ¡Caray! (Asustado tira los re- terro- nes y la fusta y empieza á huir, sacudiendo al aire exagerados manotazos.) ¡Pero caray!... ¡Demonio!... ¡¡Caray!! ESCENA IV SIXTO y ANTONIO AnT. (saliendo precipitadamente Sixto pasa a usté, señorito? ¡Quítamela! ¿Pero el qué? Ant. foro derecha.) ¿Qué le — rfiXTO 17 — una mosca burrera... quítamela... ¡que pon^o muy nervioso... quítamel;»!... ¿Pero dónde? Aquí la debo tener, (ai lado del cogote.) Quieto, señor Rul)io; ya la veo. (Figura que la Una... me Ant. Sixto Ant. arranca del sitio donde Sixto (ai tirón.) ¡Canario! Ant. (Con la mosca entre tira al suelo Sixto SíXTO Ant. S'XTO Ant. Sixto los dedos.) Ya está aqUÍ. (La y la pisa.) ¡Pero qué inseztos, caray (La pisa cómicamente dando una patada en el suelo.) ¿Ha padecido la 1 raya? (Por Ant. está.) Nada el peinado.) asolutamente. ¿Y cómo la ha cogido usté? ¡Pues cuando me acerqué á darle un terroncito á ese caballo! ¡a este! ¿y por qué le ha dao usté azúcar, hombre de Dios! ¿No es el que voy á llevar? Sí; pero es que el animal tiene destemplanza y está á dieta. ¡Pobrecito! Lo ignoraba. ¿Y qué, tiene buen ^enio? Ant. Es un borrego. Ahora, que si usté me creyera á mí, yo le daría á usté un consejo. Sixto ¿Qué consejo? Ant. Pues que en vez de sacar á la Sarasa, que está enferma, se llevase usté á esa otra jaca, la Chispa. Eso es una chaislongue. ¿Chaislongue? Segura, tranquila y sabiendo marchar. Llévela usté á la Castellana, que va usté á de- Sixto Ant. cir canela. Sixto Voy á decir canela, ¿eh? Pues nada, iré con mi me es igual. ¿Y andará bien? ¡Superior! Lo digo, porque yo, cuando salgo con una la Chispa, á Ant . Sixto chispa^ Ant. Sixto Ant. me pierdo casi siempre. Esta tarde se luce usté. Pues prepáramela, que son (Mirando ei reloj de pulsera.) las cinco mcnos cuarto, y una señorita, ¿sabes? estará ya derretida. En seguida. (Llamando.) Camilo. 18 ESCENA V DICHOS y CAMILO, por la puertecilla (fel foro dercoha. UN SEÑOR CaM . Ant. (saliendo muy Quítale la Al final curioso despacio.) manta á Va COmO Un la ayo. Chispa y bájale los 1 estribos. Cam . 1 A la con Ani Cam. . Sí, hombre, sí; va á salir. No, nada; biienu, buenu. la Sixto Chispa! ¿Pero va á salir este señoritf* la Chispa? ¿Y qué? (prepara ei caballo de segunda plaza,) (Riendo.) ¡Le pone ha chocado, le ha chocado! los guantes.) (se ^ Ant. Que Cam ¿Pero no es á la Castellana donde quiere us- . es tonto. tez ir? Sixto Pues claro que á la Castellana. Ant. Cam. (Muy enfadado.) hombre, Sixto Ant. (Acabando de ponerse los guantes.) (¡Anlmol Ya. ¿Hay un espejito? (Antonio le presenta uno de mano.) Mírese usté en lu que hace, purque la Chispa en la Castellana... ¿Pero quieres callarte y hacer lo que te Cam. Ant. Buenu, buenu. ¿y usté sabe montar Sixto Coni Sí, sí. Buenu, buenu. estoy') Cam. mandan? Ant . Sixto algo, señor Rubio? com sá, ¡Muy poco debe ser eso! Le he tenido escasa afición á lo hípico. El si caballo ha sido una cosa que no me ha do nunca. Cam. Sixto Ant. tira- el caballo de la plaza.) ¡Ah! ¿nO le ha tirado á usté nunca? ¡Pos ya verá ustez! (colo- (sacando caballo paralelo á la batería y con la cabeza hacia ca el el picadero.) ¿Qué? Nada, que dice que ya verá usté có.no se aticioDH, f^eñor Rubio. — más otro caballo de pelo ¿Y no habría Sixto - 19 bri- llBnte? Tenemos uno bayo, pero está cojo. ¡Qué lástima! ¿Y el bayo, cómo es? Ant. Sixto Cam. Sixto Ant. Castañu, tirando á rubio. ¿Tirando á ruhio? ¡Ah, entonces no! Nada de tirar á Rubio. Prefiero este. Pues arriba. Pero antes, quítese usté las espuelas, que usté es ginete de espuelas en el bolsillo, créame usté á mí. (Le ayuda á quitar las espuelas. Sixto Entretanto Camilo, figura dar grasa á los cascos del caballo y baja los estribos ) (Después de quitarse las espuelas y dirigiéndose á tar por el lado derecho Ant. ¿Pero dóade va Sixto (Titubeando.) No... Ant. Sixto mon- Allá VOy; VeréiS. ) usté"? que iba á ver... la f ilta de costumbre: que no sé por dónde se sube aquí arriba. Por aquí, por la izqui-rda. Ah, sí; es verdad, (pasando ai lado izquierdo. Antonio le ayuda y Camilo tiene el estribo derecho.) Ant. Sixto Póngase las brid;is entre estos dedos. Aga ire un mechón de la crin. ¿Que le agarre un mechón? ¿No le haré daño? (Hace lo que le mandan.) No hay Sixto cuidao. Pie al estribo. (Elevando el derecho.) ¿Este? Ant. No, hombre; Ant. La mano á la el otro. Así. un esfuerzo y arriba. Qué comphcado es esto. Allá voy. A una. grupa, Sixto (Hace un esfuerzo, queda de pie sobre el estribo é intenta pasar la pierna derecha al otro lado, sin lograrlo, porque no ha quitado de la grupa la mano derecha.) Ant . Sixto ¡Pero si no puedo!... ¡que esto no pasa, mozo. Esta pierna al otro lado. Pero con la mano aquí, (Hace un esfuerzo y cae Ant. no puedo!... ¿quién la Que pasa? al suelo.) Bueno, suba usté como quiera; el caso es ai lihitum. ¡A una! hacer un gran esfuerzo. Sixto Sí; mejor será montarse (Hace un gran esfuerzo y cae por el otro lado, después de darle un gran puntapié á Camilo.) Ant. (sujetándolo.) ¡Pero no tanto, hombre! Cam. Bidiez, q\ie bre, S;XTO Ant, SiXTO 20 -psiiéi -^ me hsi arrean. ¡Pero, hom- por Dios! (Luchando por colocarse bien, ayudado por los mozos.) Bueno... encajarme... ladearme... Fubirme de la derecha... bajarme de la izquierda... Así. jPero no soltarme!... No soltarme aún. ¿Se aguanta usté ya? Creo que sí, pero esperarse... Sí; ya, ya. Bueya. Quieto, caballito, quieto. Oye ¿esto de que mueva las orejas, no es mala señal, no ¿verdad? Ant. Nohaycuidao. Sixto Muy bien. Ya estoy. ¡Ay, qué divinamente se va aquí arriba. Bueno: ¿y para que dé las vueltas, qué hago? Ant. Pues mire usté: esta es la rienda y esta la falFa rienda; pues pa que dé la vuelta, con la falsa. Sixto Ant. Sixto Oye, pero si conoce que es falsa, no me va á querer dar la vuelta. ¡y en todo caso le pega usté! (Asustado.) No, pegarle no. (a Antonio, en voz baja ) No chilles, hombre; no sea que lo oiga y me tome rabia, (ai caballo.) No te pego, ¿eh? no te pego. Una ligera reprimenda si acaso. Bueno, sacarme. ¡Arre! (camiio vuelve el caba¿Sabe dónde está la Castellana? ¿La Castellana este caballo? ¡Ya lo creo! llo.) Cam. Sjxto a la inglesa es así, ¿verdad? (Lo imita ridícu lamente.) Akt. Sixto Así; divinamente. Pues anda á la Castellana, rico. (Le sacan á la calle. Sixto, desde que anda el caballo, va dando saltos á la inglesa.) ¡En cuanto me vea Lele! ¡Doy el golpe! ¡Arre! Ant. Sixto ¡Que usted se divierta! Tantas gracias. ¡Arre! (saie foro izquierda. Dentro se imitará, en lo posible, el trote de un caballo que se aleja.) Cam. Ant. Cam. ¡Anda diez! ¡Qué tipo! ¡Miá que galope ha tomao! ¡Vaya un zarandeo que lleva! Pero oye tú, Antonio, ¿cómo le habéis dao la Chispa á ese infeliz para ir á la CastelJa- ) — 21 — na, ei sabes que esa jaca non pasa de Culón ni emplumada? Es un caso de conciencia; ya te daré tres Ant. ])esetas y te lo callas al amo. Sov una piedra. Perú te azviertu que á e-e pollu, lu trae la jaca de ^íüeUa drentu de dos menú tos que quiera que no. Toma, ya lo sé; pero silencio, que ya sa- Oam. Ant. sin separarse más el señor de antes, de dos metros de la puerta, lo mira toda con cu- brás... (Entra alJá riosidad y se vuelve á es el tío de antes. ir muy despacio.) Oye, Gce Parécemelii. ¿Qué querrá ese buen hombre? ¡Y no dice nada! (Se va el seüor curioso.) ¡Vaya con Dios! ¡Couque la Ghisjm á la Castellana! [Já, jal Verá^ dentro de poco con qué cara vemos Cam. Ant. Oa.m. Ant. volver al pollo. Cam. ¡Vaya unos jinetitUSl (Vase porla puertecilla del foro derecha. ESCENA VI ANTONIO IJOÑA EUSEBIA, CATALINA y un POLLO por la pri- mera deiecha ha ido? que ha tomao, Dios sabe dón- EuS. (Asomándose.) ¿Se Ant. Con Eus. ¿De modo que no Ant. No el trote de habrá ido á caer. Eus. Aní . Eus. Pollo Eus. Pollo Cat. llegará á la Casteyana? pasa de Colón, descuiden. Pues halla vamos, ¡á reírnos de él! Hasta luego, que volveré á lo consabido. Hasta después, señora. Respecto á usted, poyo, tanto gusto... El gusto ha sido mío, señora. Y desearé que esta niña se cure por completo de su pasión. ¡Ay, eso no va á ser posible! ¡Más que yo la pedricol En fin, tantismo gusto, señor conde. Adiós. (Aparte al Pollo.) ¡De seis á siete en el balcón I — 22 Pollo A (jPasaré!) de ustedes, loe pies (vanse por ei loro izquierda.) Ant. Pollo Ant. Pollo ¿Pero ha visto usté qué loca está esa joven por ese hombre? Cállate, chico, cállate. Antonio, h^y pasiones funestas. Esa joven y ese pollo son los amantes de Teruel: Isabel y Morcilla. Pues él parece más butifarra que otra cosa. Más butifarra, efectivamente. Voy á apun- una tar un (Se sienta á la mesa y escribe en cosita. libro de notas que saca del «Catalina bolsillo.) Barrillo, Mancebos, uno provisional, bajo derecha. De mera derecha.) madre ausente.» á siete, seis Otra á la colección. «En (Vase tarareando por un cabecita de la la pri- alfile- rito ..» ESCENA ANTONIO y SIXTO. VII Se oye el galope de un caballo que viene desbocado Ant. ¡Mi madre! deshocál UEOS estribos. Sixto, el distraído! Kntra terror. Trae orejas, la flor del ojal estribos, las mangas de ta el codo, el cuello Ant. el (Hntra y limpia corriendo y aparece del animal, al cuello sombrero metido hasta las colgando, los pies fuera de los la americana remangadas has- de la camisa, antes tan relueien- hecho ahora un guiñapo de puro sudado. Aparece además montado sobre Sixto caballo el descompuesto, abrazado con cara de te, ¡La Chispa que viene (se asoma.) ¡Me haré (Dentro aún.) el borrén delantero de la silla.) Soo... SOO... SOSO... SOSOOO... rece; con voz temblorosa.) Mo... zo... mozo. (Apa- momO... monoo- (Fingiendo sorpresa.) Pero, señorito, tan pronto de vuelta. Sixto (Agarrado al caballo como un demonio.) ¿Ha... ha parao ya? Ant. Sixto Sí, señor, sí; ya ha parao. ¿Pero qué ha .^ido esto? (Le entra á escena.) (Tranquilizándose un poco.) No... nada... no... no ha sido nada... Que... volvía á ver si... á ver — — si... 23 - ¿Me he dejao aquí lidad*? (Baja del caballo la j' petaca por casua- no puede andar de agu- jetas.) Ant. No la hemos visto. ¿Y pa eso venía usté cómo suda usté! un poco... Que está l;i... que al galope? ¡Pero Sixto Sí... está la tar- de bochor... bochornosilla... ¡Ay! Un sor... un sorbito de agua, hazme el obsequio. Ant. (sirviéndole de la Tome botella í^iXTO (Bebe.) ¡Ay, gracias! Ant. ¿Pero es que Sixto que hay sobre la me.«ía.) usté. el caballo le ha hecho á usvé algo? ¡No! ¡Quiá! No me ha hecho; ¡me ha deshecho! (Enfadado.) ¿Conque iba á decir canela, eh? Lo que digo es que ese animal tiene un trote que desvencija; eso es lo que digo, con franqueza. Ant. S:xTo Ant. Sixto Ant, Sixto Peio, ¿es que quería usté ir á la Castellana en una mecedora? ¡Es que urja cosa es ir en una mecedora y otra es ir en un trampolín, caray! ¡Ay qué escozor! Y aquí para entre nos^otros, oye, mozo: ¿este caballo tiene algún resentimiento con Colón? ¿Por qué? Porque no ha hecho más que ver á don Cristóbal y como si tuviera siete: se plantó ¿No quiso andar? Ni á tiros; parecía de cemento armado. Cuidao que apelé á todo. Primero á buenas. «Anda, rico; anda y no me disgustes, que pues nada. «No te le dije; si no te pego», pares, que hay humedad»; y nada. No valían reflexiones. Puso las orejas en parangón, más tie.^as que dos plátanos, y petrificado. Entonces me ciego, empiezo á palos, se arremolina la gente y soy objeto de la — — befa general. «Adiós, Cie?itauro»,— me dice «Que lo retraten», me grita otro. uno. Y un señor anciano, horrorizado de los fustazos, me empieza á indultar. ¡Era de la protectora de animales! ¡Pero á mí me ha chocao que fuera de la protectora de animales — — — — 24 y no viera cómo estaba yo de sudoroso! ¡Ay qué rato! Y el caballo, nada, sin querer seguir. Ant. ¿Pues todo eso sabe usté Sixto Ant. ^,Qué ha sido? Sixto Ant. Sixto Ant. lo que ha sido? Cuestión de mando. Que no le ha mandao usté donde le debía haber mandao. Toma, ya lo sé. Pero no le he mandao donde le debía haber mandao, porque estaba el corro lleno de señoras; que ni no, ya lo creo qne le mando, que me nobra genieciío. Puea me choca que haiga hecho eso, porque este caballo ha sido de un comandante y se lucía con él en ]si parada. Toma, en la parada también me he lucido yo. ¡Menuda ovación! Y á todo ento las cinco y media y Lele esperando. ¿Qué hago yo. Dios mío, qué hago yo? Ah, pues volverse á montar que ahora respondo yo que va á la Castellana. vSixto ¿Lo Ant Seguro, Todo ha sido la salida, que ha sali- . do cree.-? fofo. Sixro ¿Fofo, eh? Ant. Pero ahora se monta usté, le doy yO dos palos y sale como una bala pa la Castellana. ¿No me hará nada? No, hombre; si esto es más noble que un Sixro Ant. ])erro. Que antes salió fofo; móntese usté. le des muy fuerte. Sixto Bueno, pero no Ant. Arriba. (Le ayuda Sixto No, y Ant, Sixto cuestión de amor propio. Afuera. (< oge una estaca.) No exageres el castigo, mozo. Ant. (Después de sacar como te y vuelve á montar.) pares, te el muerdo, que ya furioso, Va echando lumbre. ¡Como no no pasa en el de los cascos! Arre. (Se caballo á la puerta.) oyen dos estacazos y un galope que es se pierde.) pase ahora, resto de su vida! ¡Va que (Entra y sigue limpiando.) pier- — 26 — ESCENA VIII ANTONIO. UN SEÑOR CURIOSO, foro izquierda. Luego CAMILO, íoro derecha. Después PÉREZ, primera derecha. Entra el señor curioso, avanza a dos pasos de la puerta, mira á todos lados y avanza otro poco más, fijándose en todo con gran atención Aní. ¡El señor CüK. (profiriendo sonidos guturales con de antes! ¿Pero qué querrá? No, pues yo se lo pregunto. (Acercándose á él.) Muy buenas. ¿Qué se le ofrecía? tartnmudeo de los el mudos.) Ga... ga... ga... (Señala breras como explicando una cosa.) el techo y las pese- Ant. ¡Anda diez! ¡Ks mudo! (ai señor.') ¿QuéV (Más señas y más explicaciones.) G'd... ga... (ayudando las palabras con señas también.) No en- CüR. Ga... ga... (Le habla haciendo letras con Ant. CUR. tiendo. la mano y señalando cosas.) Ant. Que yo Cam. (saliendo.) Ant. Cam. Oye, á ver este tío. El de antes. Sí, que es mudo y no sé Ant. Aguarde usté á no... Como un ver, Camilo. rayo. lo que dice. ¿A ver tú eiitiendes lo que dice? (chillando.) ¿Qué quiere ustez? (como antes.) Ga... ga... ¿Que si hay gato? si Cam. CuR. Cam. CüR. Cam. Pérez Ant. Ga... ga... Chico, yo no sé lo que quiere. Espere un poco, (l.lama.) PérCZ. (Saliendo.) ¿Qué pasa? Hombre, á ver f-i tú entiendes á este mudo, que no sabemos ¡Ah, bueno! (ai lo que quiere. ¿Qué quiere? Pérez Cük. Ga... ga... (sigue haciendo letras y señalando cosas.) Pérez ¿Aquello? señor.) íSeñor (Con señas dice que no.) Ga... Pérez Escríbalo en los tres.) Ant. un papel. (Se ¿Sabe escribir? (Llevándole á la mesa y lo indican por (e1 señor dice que señas «li.) dándole pluma y papel.) — Ponga aquí lo ~ 26 que quiera. (ei señor se sieuta y escribe.) Veremos lo que es. Tengo curiosidad. Debe ser arguna cosa, que ya Cam. Ant. Pérez ñor, después de escribir, Ant. Pérez Ant. sin pegarlo, lo entrega, irse por donde salió.) (Abriendo el sobre.) A mete el saluda veréis, (ei papel en muy fino se- un sobre, y vuelve á ver. Léelo arto. (Después de leer.) ¡Maldita sea! Trae una es- taca. ¿Qué dice? ¿Qué quería? Pu-8 dic3 que no quería nada, que ha entrao por curiosidá de ver la cuadra na más. (indignado.) ¡Anda diez! (Vase foro derecha.) (ídem.) ¡Cámara con er gachó. (ídem id.) Así le den morcilla! (Vaso primera derecha.) Cam. Pérez Ant. Cam. Pérez Ant. I ESCENA Hería. rinos. IX Una AGUADORA ambulante. Un DEPENDIENTE de ultramaAPRENx'TZAS 1.' y 2.* Un LESIONADO. Chiquillos y tran- seúntes que quedan á la puerta. por los GuARDL'L sitios En seguida ANTONIO y CAMILO donde han hecho mutis (Foro izquierda como los demás.) BuenO, ¿CS aquí? (Que viene sentado sobre las cuerdas de los mozos que le traen, con voz desfallecida.) ¡Ay, SÍ! AqUÍ, aquí es... ¡Ay, cómo me duele!... Aquí., Í^IXTO aquí Guardia es... líntrarlo. (Lo entran, pasando después los persona- jes citados.) Mozo ¡Dónde va l.o Guardia Sixto Guardia . esto! Colocarlo en estas sillas. ¡Ay, mozos de mi vida, por Dios! ¡Con cuidadito por Dios! (Le sientan entre dos sillas.) Oiga, Romanones: ¿me falta algo de la cabeza? Ya lo verá el facultativo. — 27 — qué porrazo, Romanonesl ¡Y yo que deque no me tiraba lo hípico! (saliendo.) ¡¿Pero qué pasa? Sixto ¡A.y, cía Ant. Cam. Ant. Mozo (ídem.) ¡Peru tanta gente! ¿i 'ero l.o Ant. tíixro Cam. 81XTO Ant. Un qué es esto? guiñapo. ¡Pho es usté! Frnzmenfoft^ frazmentos nada má?. ¡Lu ha tiraul tirao, sí señor! ¿Y yo que ina á decir canela, eh? ¿Por qué me diste ese perro? Señor, yo creí que era usté un hombre en- ¡Me ha tero. Sixto Cam. Sixto Guardia Sixto Guardia Sixto Antes, pero ahora... (Bajo á Antonio.) ¡Y el caballu! ¿Dónde está el caballu? ¿Qué dicen, Bomanones? ¿Que donde está el caballo? ¿Kl caballo? (Mirando ai reloj de pulsera, pero lo ha perdido.) ¿Qué hora es? Las cinco y media. Pues que telegrafíen á Ciudad-Real, porque el paso que llevaba... (Antonio echa á correr foro izquierda.) Cam. Sixto Guardia ¿y esta gente? Mis víctimas. (Camilo hace mutis tras de Antonio.) Los atropellos cometidos que hay que apuntarlos para las indenizaciones correspondientes, (a la Aguadora.) ¿A usté qué deterioros le Aguad. Sixto Aguad. ha CHUsao, señora? Pues ná, que el señorito me echó el caballo encima. Perdone, aguadora, que fué viceversa. Bueno, yo no sé si fué el señorito, ú fué el caballo, ú fué viceversa, pero el caso es que me lian puesto la vasera que paece un churro y los vasos rotos y el botijo, místelo sin cu... (Mostrando lo que va diciendo.) (tUARDIA (Tapándole Aguad. Guardia Sm Dep. la boca.) Cállese. cuello, señor. (Apuntando en una libreta que saca de la bandolera.) Deterioros aguadora en bruto, d( s duros. Pues en lo á mí tocante y destrozao, fué que estaba yo en la tienda tan alegre, con una 28 cocinera, cortando el bacalao, cual de cobtumbre, cuando ¡pum! me veo un caballo encabritao que viene contra el escaparate, pega un salto y yo digo: «¡va á la luna!» y efectivamente: miste <-l pedazo más y ¡tras! í^rande, (Enseña uu trozo de cristal.' Guardia Sixto Dep. Sixto La híZO cisCO. (a Sixto.) Pero, señor, ¿usté no vio la luna? Quicá, homl)re; si cnand yo me di cuenta, > estaba agarrao á un queso de gruyere encima del mostrador. ¡Ay, mi brazo! Pues es de Ferezantón nada menos y la tendrá que pagar. Apunte usté: luna^ seis. No haga caso, guardia, que esas son las señas del difunto doctor Garrido. ¡Ay, la cadera! Apren. ¿Y qué Miste le decimos nosotras á la caja, lleva la otra apreudiza.) breros la maestra? (Enseñando una tapa toda rota que Y mis;e los cuatio Som(sacando un montón cómo han quedao. de plumas de la caja.) ¡Veintisiete duros de plumas! Sixto ¡Veintisiete duros! ¡Pero si eso es el pelao de una gallina! Apúnteme U'=!té: desplumao, uno. Les. A Guardia ¿Dos qué? Les. Dos chichones mí apúnteme usté dos. á seis pesetas uno con otro. ESCENA ULTIMA DICHOS. DONA EUSEBIA y CATALINA por el foro izquierda Eus (Entrando.) [Sixto! ¡SiXto! (Con amargura.) Oat. ¡Ay, no; si es verdad que está hecho una serpentina, no lo quiero vél ¡Sixto! (Le va á abrazar.) ¡HijO mío! jNo por Dios, doña Eusebia! ¡Nada efusivo, por Dios, que me magullaría! ¡Lo ve usté! ¡Lo está usté viendo, hijo, lo ve usté! ¡Cuándo ge convenserá usté que eso del sport, sólo es pa quien sabe y pa quien puede, y no pa un pelagatos, que, después de empeñarse por aparentar, no se Eus. SiXTi) Eus. — 20 — encuentra más que con el ridículo y una dosena e chichones! ¿Se convense u-té? 8tXTO 6í, tiene usté razón, lor en el occipital! doña U... ¡üv, qué do Se acabó el sporl, sí, se- ñora. Me he visto estrellao, casi muertoEstoy arrepentido. Catalina, me... me... Cat Sixto ¿Qué? _ Cat Eus ¿Me perdonas? Bueno... yo... (¿Y qué le digo al conde?) ¡Abrásala! ¡Pero si está loca por ti. ¡Abrásalo. C'at. Sixto Eus. Sixto Pero, mamá... no puedo... me ha fartao... ¿Ve usté? no quiere. ¡Hombre, la pobresiya está dolería! Pues, ¿y ye? ¡Pa dolorido yo! Conque, guardia: por un Guardia todo esto se pagará á plazos mañana Ahí va mi tarjeta. (Sacándola de la tarde. tarjetero.) Bueno, á la calle; ir mañana mirante, cinco. (Vanse grupos de Sixto Cat. Sixto á Us dos, Al- todos y se disuelven los la calle.) he dao la tarjeta del ol)ispo de Sión! ¡Pero quién se retracta C( n esa nube! Bueno, sea lo que Dios quiera. ¡Si no me perdona el obispo, no me perdona nadie!) Y nosotros, á olvidarlo todo y á ser felices. (¡Atiza! ¡Le Bueno, veremos. (ai público.) Público... ¡ay!... y señor que has visto lo que me ha do mi afición al sport, da un aplauso por favor troi- á Sixto Rubio... ¡ayl... ¡ay!... (Quejándose.) veintidós, Echegar... ¡ayl... piso quinto... ¡hay!... ascensor. (Miisica y telón.) FIN DEL ENTREMÉS . OBRAS DE CARLOS ARNICHES La Casa editorial. La verdad desnuda. El santo de la Isidra. Las manías. La fiesta San Antón Ortografía. Instantáneas. El fuego de San Telmo. El último chulo. La Cara de Dios. El escalo. María de los Angeles. Panorama nacional. Sociedad secreta. Las guardillas. Candidato independiente La leyenda del monje. guardia amarilla. de Sandías y melones. El tío de Alcalá Calderón. Doloretes. Nuestra Señora. Los niños Victoria! / Los aparecidos. Los secuestradores. Las campanadas Vía libre. llorones. La muerte La divisa. de Agripina. Gazpacho andaluz. San Juan de Luz. El puñao de rosas. Los descamisados. Los granujas. El brazo derecho. El reclamo. Los Mosfenses. Los Puritanos. El ])ie izquierdo. La canción del náufrago. El terrible Pérez. Las amapolas. Tabardillo. El cabo primero. El otro mundo El principe heredero. El coche correo. Las malas lenguas. La banda de trompetas. Los bandidos. Los conejos. Los camarones. Colorín colorao... Los chicos de la escuela Los picaros celos. El pobre Valbuena. Las estrellas. Los guapos. El perro chico. La reja de la D- lores. El iluso Cañizares. El maldito dinero. El pollo Tejada. pena negra. El distinguido Sportsman. Ijü OBRAS DE •Apuntes E. GARCÍA AI.VAREZ La alegría de El Missisipí. al lápiz. Al toque de ánimas. La trompa de caza. Salomón. El niño de Jerez. Figuras del natural (revista). El gran Visir. La casa de las comadres. Los diablos rojos, malo! (2.* edic.) Las escopetas. edic.) iris. (3.® edición). Historia natural. El ñn de Rocambole. Las figuras de cera. Churro Bragas (parodia). Alta mar ("2.^ El terrible Pérez (2.a edición). El famoso Golirón. La primera verbena. ^^ Sombras chinescas. Los cociiieroá (4.' edición). El arco (2.' edición). La boda. La muerte de Agripina, La cuarta del primero. El picaro mundo. La zíngara. La marcha de Cádiz (9 Los rancheros edicíóü). ¡Pobre España! Congreso feminista. El palco de: Real. El pobre Valbuena El perro chico La (4.* ediciÓD.) (3." edición.) reja de la Dolores. El iluso Cañizares. (2.^ edición.) El ratón. El pollo Tejada. El noble amigo. (2."' edición.) Ooncurso universal. El distinguido Sportsman. Los Presupuestos de Ex- Villapierde ed.) (2." edición). Las venecianas. Los gitanos. La torta de Reyes. Los niños llorones El señor Pérez. muy Huerta (7.a La luna de miel La candelada. ¡Todo está la (6.^ edición). Precio: a]^Q peseta