Subido por JUAN FERNANDO ESPINOZA CORDERO

ARQUITECTURA SOSTENIBLE expo

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ARQUITECTURA SOSTENIBLE
Primero entendamos por qué nació la arquitectura, fue la necesidad de un refugio
para el ser humano en un principio, pero con el tiempo se convirtió en expresión de
la capacidad tecnológica, de las ideas de belleza y de objetivos espirituales y sociales
de la sociedad. A pesar de esto, hoy en día, las construcciones se realizan solo para
el provecho económico y esta búsqueda es la que nos lleva a que la arquitectura
pierda su esencia de ser un diseño único y sea el dinero la que determine su forma,
calidad y rendimiento. Este rumbo que están tomando las construcciones solo
empeorará el futuro, es todo lo contrario a sostenibilidad y resta todo positivismo
del uso de buenos materiales, ajardinamiento de una obra o de simplemente plantar
un árbol.
Los profesionales nos veríamos esclavizados a trabajar para entregar un mayor
volumen de construcción en el menor tiempo y en lo más barato posible, dando como
resultado gigantes estructuras devoradoras de energía. Por esta razón, la profesión
debe otorgar arquitectura que contribuya a la sostenibilidad medioambiental y
social, es decir, edificaciones que enriquezcan espacios públicos de las ciudades,
respondan a necesidades cambiantes de sus usuarios, exploren tecnologías que no
sean contaminantes y garanticen y celebren la vida en sociedad además de el respeto
por la naturaleza.
El espacio público y natural de las grandes ciudades es uno de los recursos más
importantes para la sostenibilidad y es uno de los que más se ha ido perdiendo
durante los años debido a la presencia de construcciones año tras año, densidad
poblacional que provoca mayores centros de seguridad, salud, automóviles,
viviendas familiares, etc. Es por ello que muchos profesionales están apostando por
el crecimiento vertical de las ciudades.
“Romper con los prejuicios acerca de la arquitectura libera al arquitecto para
investigar nuevas tecnologías e idear nuevas técnicas y asumir el uso de materiales
nuevos, reciclados o compuestos puede dar lugar a mejoras sustanciales en la calidad
y en ahorro en los costes”.
Un gran ejemplo de reducción en los costes puede llevarse acabo en el enorme
potencial del mercado residencial coreano y asiático. El desarrollo económico en
estos países ha conllevado a importantes cambios sociales. Por ejemplo, el gran
incremento de parejas jóvenes en busca de una vivienda ha disparado la demanda
residencial en el sector inmobiliario y por ende crece la escasez de mano de obra
para la construcción, como consecuencia de ello, los precios de las residencias son
cada vez mas altos. Esta es otra de las razones por las que se piensa en la
arquitectura vertical, la gran demanda de vivienda que existe en las grandes
ciudades, provoca mayor demanda de terrenos, por lo tanto, menor espacio verde.
En este sentido, la aplicación de técnicas de prefabricación en serie destinadas al
ámbito residencial reduciría los costes de entrega de una unidad prefabricada en un
80%.
Otro ejemplo del gran consumo energético que dan las construcciones hoy en día se
presenta en el típico bloque de oficinas, estos edificios son generalmente de
secciones con mucha profundidad y espacios internos artificiales. Las plantas son de
grandes dimensiones y alta ocupación, a esto se suma el uso continuo de ordenadores
y maquinarias que generan grandes cantidades de calor y por ende requieren equipos
potentes para extraerlo y otorgar aire fresco. También las ventanas suelen estar
alejadas de las mesas de trabajo que la mayoría necesita luz artificial durante el día.
Todo esto resulta en un consumo energético preocupante, sin mencionar que aísla a
la gente de la naturaleza, la desconecta de la vida de la ciudad y contamina además
el ambiente. Una de las medidas que pueden combatir este problema sería dejar de
depender del aire acondicionado y que los edificios se abran al exterior.
El edificio Inland Revenue en Nottingham es uno de los ejemplos donde se aposto
por la construcción de bajo consumo energético, la obra se concentro al borde de las
carreteras y se abrió un jardín público. Las instalaciones administrativas se ubicaron
frente a la carretera y las funciones sociales y comunitarias entorno al jardín. El
edificio quedó protegido de la contaminación y el ruido mediante un doble muro
acristalado situado a un metro de la fachada y cuyas ventanas se abrían para
ventilar. Además, los árboles pueden proporcionar sombra, reducir el calor y la
incidencia de la luz intensa en los edificios.
“Los edificios de poca profundidad permiten que la gente tenga ventanas más cerca
y reducen la necesidad de iluminación artificial. En el interior, el aire que entre del
exterior a través de las ventanas puede circular sin necesidad de ventiladores si se
calculan aerodinámicamente techos y suelos”.
“La “energía fría” del aire nocturno también puede almacenarse en la estructura
interna de un edificio. Así, por ejemplo, el edificio Lloyd’s de Londres tiene una triple
envoltura acristalada para aislamiento y un techo de hormigón visto que absorbe esa
energía fría a lo largo de la noche y la desprende durante el día. Este
aprovechamiento de la masa térmica de un edificio reduce la necesidad de
refrigeración artificial durante las horas laborales del día. Por esta razón, el modo
como un edificio se comporta respecto al sol es fundamental de cara a un bajo
consumo energético. El concepto de doble piel acristalada puede extenderse a todo
un edificio con el fin de envolverlo con una capa de aire, formando una “chimenea”
vidriada continua. Esas dos capas de vidrio reducen el impacto de la contaminación
y del ruido”.
En conclusión, la tecnología informática es el camino hacia la revolución de los
procesos para diseñar edificios de bajo consumo energético. Existen programas que
muestran el movimiento del aire, los niveles de luz, las ganancias de calor, etc.
También es fundamental conocer los nuevos materiales que son capaces de generar
energía, materiales que reaccionan orgánicamente al entorno y se transforman
según los ciclos estacionales. “En la medida en que nuestros edificios vuelvan a
aceptar los ciclos de la naturaleza, la arquitectura volverá a sus auténticas raíces”.
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