ARQUITECTURA SOSTENIBLE Primero entendamos por qué nació la arquitectura, fue la necesidad de un refugio para el ser humano en un principio, pero con el tiempo se convirtió en expresión de la capacidad tecnológica, de las ideas de belleza y de objetivos espirituales y sociales de la sociedad. A pesar de esto, hoy en día, las construcciones se realizan solo para el provecho económico y esta búsqueda es la que nos lleva a que la arquitectura pierda su esencia de ser un diseño único y sea el dinero la que determine su forma, calidad y rendimiento. Este rumbo que están tomando las construcciones solo empeorará el futuro, es todo lo contrario a sostenibilidad y resta todo positivismo del uso de buenos materiales, ajardinamiento de una obra o de simplemente plantar un árbol. Los profesionales nos veríamos esclavizados a trabajar para entregar un mayor volumen de construcción en el menor tiempo y en lo más barato posible, dando como resultado gigantes estructuras devoradoras de energía. Por esta razón, la profesión debe otorgar arquitectura que contribuya a la sostenibilidad medioambiental y social, es decir, edificaciones que enriquezcan espacios públicos de las ciudades, respondan a necesidades cambiantes de sus usuarios, exploren tecnologías que no sean contaminantes y garanticen y celebren la vida en sociedad además de el respeto por la naturaleza. El espacio público y natural de las grandes ciudades es uno de los recursos más importantes para la sostenibilidad y es uno de los que más se ha ido perdiendo durante los años debido a la presencia de construcciones año tras año, densidad poblacional que provoca mayores centros de seguridad, salud, automóviles, viviendas familiares, etc. Es por ello que muchos profesionales están apostando por el crecimiento vertical de las ciudades. “Romper con los prejuicios acerca de la arquitectura libera al arquitecto para investigar nuevas tecnologías e idear nuevas técnicas y asumir el uso de materiales nuevos, reciclados o compuestos puede dar lugar a mejoras sustanciales en la calidad y en ahorro en los costes”. Un gran ejemplo de reducción en los costes puede llevarse acabo en el enorme potencial del mercado residencial coreano y asiático. El desarrollo económico en estos países ha conllevado a importantes cambios sociales. Por ejemplo, el gran incremento de parejas jóvenes en busca de una vivienda ha disparado la demanda residencial en el sector inmobiliario y por ende crece la escasez de mano de obra para la construcción, como consecuencia de ello, los precios de las residencias son cada vez mas altos. Esta es otra de las razones por las que se piensa en la arquitectura vertical, la gran demanda de vivienda que existe en las grandes ciudades, provoca mayor demanda de terrenos, por lo tanto, menor espacio verde. En este sentido, la aplicación de técnicas de prefabricación en serie destinadas al ámbito residencial reduciría los costes de entrega de una unidad prefabricada en un 80%. Otro ejemplo del gran consumo energético que dan las construcciones hoy en día se presenta en el típico bloque de oficinas, estos edificios son generalmente de secciones con mucha profundidad y espacios internos artificiales. Las plantas son de grandes dimensiones y alta ocupación, a esto se suma el uso continuo de ordenadores y maquinarias que generan grandes cantidades de calor y por ende requieren equipos potentes para extraerlo y otorgar aire fresco. También las ventanas suelen estar alejadas de las mesas de trabajo que la mayoría necesita luz artificial durante el día. Todo esto resulta en un consumo energético preocupante, sin mencionar que aísla a la gente de la naturaleza, la desconecta de la vida de la ciudad y contamina además el ambiente. Una de las medidas que pueden combatir este problema sería dejar de depender del aire acondicionado y que los edificios se abran al exterior. El edificio Inland Revenue en Nottingham es uno de los ejemplos donde se aposto por la construcción de bajo consumo energético, la obra se concentro al borde de las carreteras y se abrió un jardín público. Las instalaciones administrativas se ubicaron frente a la carretera y las funciones sociales y comunitarias entorno al jardín. El edificio quedó protegido de la contaminación y el ruido mediante un doble muro acristalado situado a un metro de la fachada y cuyas ventanas se abrían para ventilar. Además, los árboles pueden proporcionar sombra, reducir el calor y la incidencia de la luz intensa en los edificios. “Los edificios de poca profundidad permiten que la gente tenga ventanas más cerca y reducen la necesidad de iluminación artificial. En el interior, el aire que entre del exterior a través de las ventanas puede circular sin necesidad de ventiladores si se calculan aerodinámicamente techos y suelos”. “La “energía fría” del aire nocturno también puede almacenarse en la estructura interna de un edificio. Así, por ejemplo, el edificio Lloyd’s de Londres tiene una triple envoltura acristalada para aislamiento y un techo de hormigón visto que absorbe esa energía fría a lo largo de la noche y la desprende durante el día. Este aprovechamiento de la masa térmica de un edificio reduce la necesidad de refrigeración artificial durante las horas laborales del día. Por esta razón, el modo como un edificio se comporta respecto al sol es fundamental de cara a un bajo consumo energético. El concepto de doble piel acristalada puede extenderse a todo un edificio con el fin de envolverlo con una capa de aire, formando una “chimenea” vidriada continua. Esas dos capas de vidrio reducen el impacto de la contaminación y del ruido”. En conclusión, la tecnología informática es el camino hacia la revolución de los procesos para diseñar edificios de bajo consumo energético. Existen programas que muestran el movimiento del aire, los niveles de luz, las ganancias de calor, etc. También es fundamental conocer los nuevos materiales que son capaces de generar energía, materiales que reaccionan orgánicamente al entorno y se transforman según los ciclos estacionales. “En la medida en que nuestros edificios vuelvan a aceptar los ciclos de la naturaleza, la arquitectura volverá a sus auténticas raíces”.