Concepto de filosofía

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JOSÉ ORTEGA Y GASSET
¿Qué es filosofía?
El ser humano necesita filosofar. La filosofía es una función de su vida que consiste en
intentar conocer el todo en su conjunto. En otras palabras la filosofía tiene como finalidad averiguar
qué es el Universo, es decir, “todo cuanto hay”. “Al filósofo no le interesa cada una de las cosas que
hay por sí, en su existencia aparte”, que nos es dada. Lo dado es insuficiente y fragmentario. Las
cosas son “esquirlas de la realidad”. Le interesa desvelar la realidad en su totalidad, remitir las
cosas a un ser fundamental y radical(de raíz) que será su objeto de estudio.
La reflexión filosófica aborda este asunto sin partir de creencias previas(p.e. sobre la existencia de
la realidad y sobre nuestra capacidad para conocerla), como una reflexión autónoma: ”al
preguntarnos qué es todo-lo-que-hay no tenemos la menor sospecha de qué será eso que hay. Lo
único que sabemos previamente a la filosofía es que hay esto y lo otro y lo de más allá, que es
precisamente lo que no buscamos. Buscamos todo y lo que tenemos es siempre lo que no es todo”. La
filosofía para Ortega será principalmente un reflexión autónoma sobre el todo.
Ahora bien, ¿cuál es esa realidad radical y universal sobre la que debe reflexionar la
filosofía?. Para contestar a esta pregunta, Ortega analiza las respuestas que filósofos anteriores
ha dado a esta pregunta, englobándolas en dos posturas: realismo e idealismo.
a)El realismo es la postura filosófica dominante desde Grecia hasta Descartes. Los
pensadores realistas mantuvieron que lo que realmente existía era el mundo, la naturaleza
compuesta de cosas, una de las cuales era el hombre. Esta afirmación se basa en una actitud natural
y espontanea de la conciencia.
b)A partir de la Edad Moderna, la filosofía se torna idealista. Lo pensadores idealistas(p.e.
Descartes) dudan de la existencia del mundo y se quedan con el pensamiento, con el sujeto pensante,
como realidad radical. El edificio de la filosofía se levanta sobre el sujeto pensante, sobre la
conciencia.
Ortega piensa que ambas posturas son incompletas e intenta superar ambas actitudes:
a)El realismo afirma la existencia de una realidad exterior e independiente del pensamiento,
restando importancia al sujeto. Pero, éste, recibe, selecciona, funciona como un filtro para el
conocimiento de la realidad. Las cosas son siempre cosas para un sujeto. El mundo no existe sin una
conciencia que lo piense.
b)El idealismo sitúa la realidad en el pensamiento como algo independiente del resto de las
cosas(sustancia-cosa pensante). Pero la conciencia es siempre “conciencia de”. La existencia del
pensamieto implica que existe el mundo que piensa al que se dirige. Existen el uno con el otro sin
posibilidad de separación. “necesitamos corregir el punto de partida de la filosofía:[...] yo soy el que
ve el mundo y el mundo es visto por mí. Yo soy para el mundo y el mundo es para mí. Si no hay cosas
que ver, pensar e imaginar, yo no vería, pensaría o imaginaría, es decir, yo no sería”.
La realidad radical es por tanto el yo-con-las-cosas, la coexistencia del yo con el mundo. Y
este hecho radical es la vida, mi vida, la vida de cada cual. No la vida entendida de un modo biológico,
sino entendida de un modo personal, biográfico: “Lo primero que ha de hacer, pues, la filosofía es
definir ese dato, definir lo que es mi vida, nuestra vida, la de cada cual. Vivir es el modo de ser
radical: toda otra cosa y modo de ser lo encuentro en mi vida, dentro de ella, como detalle de ella y
referido a ella. En ella todo lo demás es y es lo que sea para ella, lo que sea como vivido”.
La vida de cada hombre esta constituida por lo que hace y por lo que le pasa. Pero nada de lo
que él hace o de lo que le pasa sería su vida si no se diera cuenta de ello. El hombre no solo vive, sino
que se ve a sí mismo viviendo. El verse a sí mismo, el existir para sí mismo es el atributo esencial y
primero de la vida.
Al vivir el hombre se encuentra de modo inevitable(fatal) a sí mismo en el mundo, pero no en
un mundo abstracto y universal, sino en su mundo concreto de realidades con las que se encuentra y
que le plantean problemas. Por eso, su mundo, o más en concreto, su circunstancia, forma parte del
hombre mismo, es inseparable de él. ”Yo soy yo y mi circunstancia”, ni el yo ni el mundo pueden
existir separadamente. La circunstancia es el entorno en el que el yo se desenvuelve
inevitablemente.
Esta concepción de la vida conlleva una visión concreta sobre la realidad, el conocimiento
y la verdad. “La realidad no puede ser contemplada sino desde el punto de vista que cada uno ocupa
fatalmente en el universo”. El conocimiento es perspectiva, lo que se puede "ver” desde un punto de
vista, desde una circunstancia determinada. La realidad solo puede ser considerada desde una
perspectiva: “La realidad cósmica es tal, que sólo puede ser vista bajo una determinada perspectiva.
La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su
organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un
concepto absurdo”.(El tema de nuestro tiempo).
La verdad exige no pasar por alto lo diversos puntos de vista para hacer posible un
conocimiento de la realidad lo menos distorsionado posible. El conocimiento más verdadero es el que
logra integrar más perspectivas. Esto implica que nunca podemos dar por acabado, irrevocable y
definitivo un conocimiento, puesto que siempre será posible una nueva perspectiva. Ortega se aleja
así del dogmatismo que supone entender la verdad como algo fijo e invariable a alcanzar.
Pero se aleja, a su vez, del relativismo y del escepticismo, que negando la existencia de una
verdad absoluta y renuncian a su búsqueda. La búsqueda de la verdad mediante la tarea de ir
integrando perspectivas, es un resultado de nuestra responsabilidad, de nuestro convencimiento y
de nuestro compromiso con la realidad circundante y con nosotros mismo: ”Desde distinto puntos de
vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La distinta situación hace
que el paisaje se organice entre ambos de distinta manera [...] ¿Tendría sentido que cada cual
declarase falso el paisaje ajeno? Evidentemente no; tan real es el uno como el otro. Pero tampoco
tendría sentido que puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen
ilusorios.”(El tema de nuestro tiempo).
Desde estas premisas(circunstancialismo y perspectivismo), para conocer esta realidad
radical que es la vida de cada uno, es necesario apelar a un nuevo tipo de razón. Frente a la razón
lógico- matemática y la “razón pura” sola y aparte, Ortega propone la razón vital.
La razón pura busca conocer la naturaleza abstracta de las cosas para llegar a una verdad
absoluta y universal. Es una razón separada de lo mundano que aspira al conocimiento universal. Pero
este modelo de razón, que permite un avance extraordinario en la explicación de la naturaleza como
objeto, es incapaz e inapropiada para el conocimiento de lo radicalmente humano. La vida, el yo y su
circunstancia, escapan al conocimiento de esta concepción de la razón. Ortega se replantea el
concepto de razón. Para él la razón pura, lógico-matemática, es una caso particular de una forma más
amplia y radical de razón, la razón vital.
Ortega media de este modo entre los racionalistas que defendiendo su modelo de razón son
incapaces de explicar los fenómenos vitales y los irracionalistas que renuncian a la racionalidad,
haciendo una defensa de la vida por encima de la razón(Nietzsche).
La razón vital tiene un campo de conocimiento mucho más amplio que la razón pura, los
fenómenos de tipo propiamente humano. Es, por otra parte, una necesidad de la vida
humana(recordemos la función de la filosofía como función vital). La vida humana no puede existir sin
justificarse de continuo a sí misma; y como vivir es tratar con el mundo, la justificación del vivir
debe incluir la justificación del mundo en que se vive.
Para expresar el vivir, la razón vital tiene que encontrar los conceptos que le permitan
hacerlo. Estos conceptos explicativos de la vida son las categorías de la vida que Ortega trata de
hacer explícitas.
a)Vivir es encontrarse en el mundo, darse cuenta de él. No nos referimos en este caso con
“mundo” a algo externo, sino a “lo vivido como tal”. “Me doy cuenta de mí en el mundo, de mí y del
mundo –esto es, por lo pronto vivir”.
b)En el mundo nos encontramos de una forma concreta. Nos encontramos ocupados con algo
del mundo. “Yo consisto en ocuparme con lo que hay en el mundo y el mundo consiste en todo aquello
de que me ocupo y nada más”. Por ello, “vivir es convivir con una circunstancia”.
c)Pero si estamos ocupados en algo, es porque estamos ocupados para algo gracias a una
finalidad en vista de la cual ocupamos nuestra vida de una forma determinada.
d)Siempre partiendo de que la vida no está nunca prefijada. Es posibilidad y problema. Nada
se nos da hecho. La vida es libertad y proyecto, “libertad para...”. Yo soy libre al decidir lo que hago.
La vida es un decidir antes que un hacer, puesto que puedo escoger entre las posibilidades que me
ofrece el mundo.
e)Las posibilidades que me ofrece el mundo no son ilimitadas. ”Para que haya decisión tiene
que haber a la vez limitación y holgura, determinación relativa. Esto expreso con la categoría
circunstancias”. El mundo vital es circunstancia y dentro de ella ha de decidirse el hombre. Ha de
realizar su proyecto asumiendo plenamente su circunstancia y no en un total indeterminación.
f)”Si nuestra vida consiste en decidir lo que vamos a hacer, quiere decirse que en la raíz
misma de nuestra vida hay un atributo temporal: la vida es futurización”. El ser es dinámico, está
cometido a cambio continuo a través del tiempo. La sustancia de la vida humana es el tiempo, el
cambio(temporeidad). Esta categoría hace a la vida radicalmente histórica. La vida humana es
función del tiempo histórico. El ser humano no tiene una naturaleza fijada. Tiene historia.
Solo en la historia puede el individuo acceder al conocimiento de lo que es(de lo que hace y lo
que le pasa, de su acontecer). Por ello la razón vital es, a la vez, razón histórica. La vida es
esencialmente temporeidad y la razón debe comprender la realidad en su devenir. Por ello es
importante hacerse con un método de análisis histórico. El método de las generaciones.
La idea es que dentro del cambio histórico hay una cierta estabilidad que cristaliza por
periodos. Ortega llama a estos periodos de cierta constancia vital, generaciones. En cada generación
la sociedad tiene a su base una sensibilidad vital. Tener una misma sensibilidad vital no supone la
uniformidad de pensamiento e ideas, supone reconocerse como viviendo en un tiempo(el tema del
tiempo de cada generación).
Esta sensibilidad vital puede variar de generación en generación condicionando el desarrollo
social total. Hay generaciones conformistas, que no provocan la ruptura con la generación anterior,
asimilan sus características y establecen una relación de homogeneidad con ella. Si embargo, hay
generaciones que rompen con las anteriores. Son generaciones polémicas y eliminatorias que
establecen una relación de heterogeneidad con la anterior.
El cambio social se produce así: en cada generación hay una masa humana que vive según la
costumbre, repitiendo mecánicamente lo aprendido de sus antepasados, y una minoría de vanguardia
que vive orientada al futuro (Ortega se distancia así de las interpretaciones individualistas y
colectivistas del cambio social), impulsando el cambio hacia una sensibilidad vital diferente. Esta
minoría acabará imponiendo su sensibilidad vital para dar origen a una nueva forma social, y así
sucesivamente.
Para explicar el devenir histórico Ortega apela también a la distinción ente ideas y
creencias:
a)Las creencias son contenidos intelectuales, culturales... que el hombre y cada generación
encuentra ya hechos. La sociedad acepta las creencias como referencias comunes que no son
discutibles en primera instancia. Se admiten de modo irreflexivo, y son en buena parte la herencia
de la generación anterior. Además subyacen a nuestras decisiones concretas. De este modo nos
constituyen y nos poseen porque no son obra nuestra y preexisten a nuestras ideas.
b)Las ideas son el resultado de nuestra propia y responsable actividad vital. Nadie puede
eximirse de forjar sus ideas. Estas, por ser novedosas, engendran dudas al hombre que vive de y en
las creencias. A pesar de eso, el hombre tiene que arriesgarse a pensar y decidir según sus ideas,
por cuenta propia, contra la fuerza de sus creencias: ese es el precio de la madurez intelectual, de la
vida reflexivamente responsable y la condición para el progreso de la generaciones.
TEXTO: “El ser estático queda declarado cesante [...] la vida de cada cual”. Ortega y Gasset
RESPUESTA A LA CUESTIÓN 1ª
1.En este texto Ortega se ocupa principalmente de afirmar la vida como realidad radical. La
concepción que nuestro autor tiene de la vida no es compatible con la noción de ser de la filosofía
tradicional(tanto realista como idealista-racionalista), que considera un ser estático. Este “ha de
ser sustituido por un ser actuante” que consiste en la interacción de un yo con su mundo. Por ello “el
ser del mundo ante mí es [...] un funcionar sobre mí y parejamente, el mío sobre él”. Esta interacción
queda claramente expresada en el concepto ortegiano de circunstancia: el yo no es sin una
circunstancia que le ocupe y la circunstancia no es sin un yo que en ella se encuentre. Por último este
ser radical que es la vida, no es considerado por Ortega como una abstracción, como algo general sino
como “mi vida” o la vida “de cada cual”.
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