Subido por Marianna Diaz

ENSAYO PELICULA

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ENSAYO PELICULA:
VENCEDORES Y VENCIDOS
PRESENTADO POR:
MARIANNA DIAZ HOYOS
PRESENTADO A:
MARGARITA VILLEGAS
FACULTAD DE DERECHO
FILOSOFÍA DEL DERECHO
2022
Para comenzar esta reflexión sobre la película “Vencedores y vencidos” quiero
analizar como primero que, los jueces, tenían conocimiento y la certeza en el fondo
de saber que lo que estaban condenando era injusto e incluso, podía ir en contra de
sus pensamientos éticos y morales. Eran conscientes de que era injusto y aun así
lo hicieron por querer seguir aquel nuevo orden alemán y cumplir su voluntad. Su
ética personal y sobre todo profesional nunca prevaleció sobre los actos aquellos
que condenaron en su momento. No hicieron cumplir lo justo, no se tomaron la tarea
de parar con esa masacre.
El no reconocimiento de los jueces a la hora de juzgar algo impropio, que iba contra
sus posibles verdaderos ideales y contra el derecho natural, deja ver el positivismo
plasmado, al no dar la razón a lo que era justo, al hacer prevalecer lo injusto solo
por seguir una voluntad que para los jueces y para el derecho estaba totalmente
errada.
En la película se muestra el error de condenar a personas por el simple hecho de
pensar diferente, de tener ideologías políticas y religiosas que no iban acorde con
ese orden alemán al que los jueces estaban sometiendo sus decisiones. Hicieron
del derecho algo más bien político, dejando llevar sus decisiones por razones
políticas y no lógicas, dejando de lado la razón y la defensa de la verdad. Pudieron
haber protestado o simplemente tomar las decisiones adecuadas a lo
verdaderamente justo. El deber de un juez es hacer cumplir la ley, no
transformándola a su modo por un bien ajeno del que normalmente o, más bien,
correctamente deberían proteger. Eso va contra los principios, mancharon su ética
y su moral profesional y, ellos en el fondo lo sabían.
La decisión del juez Núremberg de condenarlos, para mí, fue lo lógicamente
correcto y, sobre todo justo. Ellos aceptaron su culpa, pero no del todo, se
justificaron en que lo hicieron por Alemania, pero nunca perdonando ni dejando
atrás el egoísmo y dolor que causaron no solo a aquellos que condenaron y
asesinaron injustamente, sino también a todas las victimas que vivieron por siempre
con esa angustia, dolor y silencio.
También es importante reconocer que para los jueces no pudo haber sido fácil no
someterse y no apoyar aquel nuevo orden que los hizo llevar a tomar las decisiones
que los llevaron a ser condenados plenamente. Se vieron posiblemente
amenazados, incluso confundidos, en caso de no apoyar aquel nuevo orden
alemán. Es extraño porque algunos eran hombres con una hoja de vida y carrera
muy importante, que habían contribuido de manera positiva al derecho y leyes en
Alemania, por esto, el juez Nuremberg se cuestionaba tanto el actuar de algunos.
No podía comprender como un hombre, como en el caso de Ernst Janning con
importantes textos de derecho y que le había servido tanto para bien a su país, en
un momento llegaría a contrariar la razón de lo justo y, se sometiera a semejantes
decisiones.
Y no es preciso decir que “la razón” del derecho, ya que la razón no siempre es justa
y el derecho tampoco es perfecto, pero, en un caso como este, no es difícil
comprender que aquellos actos a los que condenaron a millones de personas, eran
injustos. Y personas como Ernst Janning que tenia la capacidad de reconocer los
actos y decisiones buenas o malas no hiciere algo al respecto o más bien, a siguiera
sometiendo a personas inocentes a la muerte.
Lo que ellos hacían era cumplir y aceptar ordenes, dejando de lado la justicia y la
verdadera defensa. Aquí es donde podemos afirmar, y gracias a que lo reconoció
en algún momento del juicio, que sus decisiones no eran propias, eran decisiones
obligadas y seguidas por un orden rudo, tan rudo que pudo prevalecer ante la ética
de Ernst Janning. Él sabía perfectamente que estaba yendo contra lo que para él
era justo. Y es aquí también donde vemos reflejado el gran dilema al que se vieron
sometidos, era un problema ético. Ese era el gran problema en el que se estaban
viendo sumergidos. Por lo que si es preciso otorgarles una responsabilidad
personal. Ellos pudieron tomar la decisión, así fuere difícil, de no dejarse llevar ni
envolver sus decisiones en intereses particulares y políticos. La ética y la moral
debió prevalecer, y mas en las personas que están encargadas de la justicia de un
país. La única responsabilidad recae sobre ellos, sobre nadie más.
Por otro lado, debemos saber como ya lo mencioné antes, que el derecho no
siempre es justo. El papel de los jueces no es promulgar leyes, es hacerlas cumplir,
y las leyes no siempre están acordes con lo justo. Esto es un problema, porque
algunos jueces no se toman la tarea de ponerse a analizar lo que es realmente justo
o injusto. Incluso tomando decisiones que para ellos no son correctas pero que para
el derecho sí.
Todo esto, me deja como conclusión que, a veces nos podemos ver obligados a
contrariar nuestra ética, por las razones que sea. Podemos vernos en la obligación
de seguir decisiones o ideas que para nuestro concepto no son las justas, y no solo
para nuestro concepto, porque si lo vemos desde un sentido general, no creo que
la mayoría estuvieren de acuerdo en que lo mejor sería condenar a inocentes. Es
necesario calcular nuestras decisiones, sentarnos a analizar si lo que estamos
haciendo si es correcto, si lo que estoy haciendo si va de acuerdo con lo que pienso
o si es que solo estoy siguiendo un patrón.
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