Subido por William Ricardo Chaparro Gr.

El Peligro de una Historia única Una invocación a la virtud

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El Peligro de una Historia Única: Una Invocación a la Virtud
William Ricardo Chaparro Granados
Facultad de Educación, Universidad de la Sabana
Maestría en Educación SNIES 51841, Seminario Del Énfasis Investigativo 1
Dr. Mónica Patricia Montes Betancourt
27 de octubre de 2022
El Peligro de una Historia única: Una Invocación a la Virtud
En días precedentes, como consecuencia de una labor de estudio, se me brindó la oportunidad
de leer un maravilloso texto escrito, publicado por Pinguin Random House Grupo editorial en el
2018, pero que nació siendo una de esas populares conferencias TEDx Talk, realizada en el
año 2009 por Chimamanda Ngozi Adichie, una narradora sutil y contundente, de origen
nigeriano.
El texto al que nos referimos, titulado “El Peligro de la historia única”, a través de narraciones
gravita en torno a una tesis que creemos ver claramente, cuando Adichie (2018) dice: “Las
historias importan. Muchas historias importan. Las historias se han utilizado para desposeer y
calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad
de un pueblo, pero también pueden restaurarla” (p.11); sin embargo, quedaría incompleta la
tesis, si dejáramos de citar el último párrafo del escrito: “… cuando rechazamos el relato único,
cuando comprendemos que nunca existe una única historia sobre ningún lugar, recuperamos
una especie de paraíso” (p. 11).
Caracterizamos a la autora como narradora sutil, pues para demostrar su tesis, nos lleva por
una serie de situaciones que parecieran ser apartes de su vida, estructurando una
argumentación basada en la realidad, iniciando en su infancia, pasando por su juventud, su
tiempo de estudiante en Estados Unidos, concluyendo en su vida adulta; vivencias que le
permitieron comprender que asumir como única una versión de mundo, un paradigma, una
forma de ver, es inapropiado porque “el problema con los estereotipos no es que sean falsos,
sino que son incompletos. Convierten un relato en el único relato” (Adichie, 2009, p. 9).
Haciendo un breve ejercicio interpretativo de la idea de Adichie, en referencia al poder que
reviste la narración y la historia, resalta la responsabilidad absoluta que sobre nuestras
narraciones debemos tener, pues ellas pueden constituir en sí mismas paradigmas de historia
única que configuran visiones que segregan y distancian; el ejercicio responsable de la palabra
requiere prudencia y madurez mental, juicio aquilatado y sentimiento equilibrado.
Contextualizando tales ideas en una sociedad como la colombiana, fruto de un mestizaje
radical que la hace propietaria de infinidad de matices y traspasada por una violencia
centenaria, el discurso de Adichie cobra una validez suprema tanto para la interpretación de la
misma historia entendida como un conflicto de paradigmas únicos, como para su resolución en
el llamado a no quedarse tan solo con una parte de la percepción en perjuicio de una Verdad
consensuada y de encuentros.
Y si trasladásemos el pensamiento de Adichie a la vida personal, debemos declarar que nos
sirve como criterio de juicio para buscar la virtud en las ideas y en el proceder. Es justo en este
momento en el que arribamos a la consideración central de este texto, pues el discurso de
Chimamanda es una fluida inducción a la ética del justo medio aristotélico, a la Virtud.
Hablo de virtud en tanto que la superación de la historia única solo se da en el salir al
encuentro de esa otra historia que complementa la percepción; haciendo ese viaje a la historia
del otro, imagino que quedará uno ubicado en el medio de las dos historias, en un medio
virtuoso.
No faltará quien piense que ceder o mover o cambiar el punto de vista, es señal de debilidad de
criterio y de inseguridad; tiendo a pensar que, aunque esa idea tenga algo de verdad, es
preferible aceptar la posibilidad del cambio, del enriquecimiento de la historia propia por medio
del diálogo entre paradigmas, a la esclerosis y anquilosamiento eidético que aísla en el
egoísmo del tener la razón.
Cierro mi comentario haciendo eco de la pregunta retórica utilizado por Adichie, (2009) “Pues
bien, ¿y si mi compañera de habitación conociera a…” (p. 10): y si el amable lector de este
comentario leyera el texto de Adichie ¿dejaría de ser mi percepción, única?
Referencias
Adichie, C. N. (2018). El Peligro de la Historia Única. En El Peligro de la Historia Única (pág.
23). Penguin Random House Grupo Editorial.
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