Elementos de los contratos Zariñan Cervantes Oscar Alejandro ¿Qué es un contrato? Entre las fuentes de las obligaciones el contrato sobresale, por su importancia, el contrato, es decir, el acto por el cual dos o más personas regulan sus respectivos intereses jurídicos y al cual el derecho objetivo atribuye determinados efectos según la función económico-social del acto jurídico en cuestión. Elementos esenciales del contrato Son los elementos que integran todo contrato que pueden ser divididos en dos grupos, el primero de ellos son los elementos esenciales o comunes a todos los contratos; estos elementos son cinco: - Sujetos - Consentimiento - Objeto - Causa - Forma Elementos esenciales del contrato Sujetos Son las partes que intervienen en un negocio jurídico que por regla general coinciden con los sujetos de la obligación. Un problema existente en relación con el elemento sujetos es el que se refiere a la representación jurídica, concepto al que los romanos se mostraron muy reacios de llevar su aplicación práctica, ya que lo normal era que el negocio jurídico produjera efectos sólo entre las partes que intervinieran de forma directa en el; fue precisamente la excepción a este principio lo que hizo necesaria la creación de la figura de la representación. Elementos esenciales del contrato Consentimiento Se entiende por consentimiento la congruencia existente entre las voluntades declaradas por los sujetos, teniendo que existir por tanto una clara relación entre la voluntad de los sujetos y la declaración expresa de la misma. El consentimiento puede estar viciado por distintas causas, que son: Error Intimidación El desconocimiento o falso conocimiento de los hechos o del derecho. Se manifiesta en actos de violencia, ya sea física o moral, que traerán como consecuencia que la persona sobre la que se ejerce no exprese libremente su intención Dolo Es toda astucia o maquinación efectuada por una de las partes para que la otra incurra en error. Lesión Es el hecho de aprovecharse de la ignorancia o la difícil situación económica de la otra parte. Así por ejemplo se considera nula toda compraventa efectuada por menos de la mitad del valor del objeto. Elementos esenciales del contrato Objeto Es la realización de determinada conducta por parte de uno de los sujetos, consiste en un dar, hacer o prestar. El objeto deberá ser: Lícito Apreciable en dinero Si el derecho prohibe las cosas ilícitas, no puede permitir las relaciones contractuales sobre algo viciado de licitud En virtud de que si el mismo perece por algún motivo, dependiendo de su naturaleza deberá ser sustituido por una cantidad de dinero Posible Debe entenderse tanto física como jurídica. Y a su vez esta calidad puede ser abstracta o concreta. Determinado Los deberes contraídos por las partes deben estar nítidamente definidos desde que se contrate, o que puedan definirse con posterioridad. Elementos esenciales del contrato Causa Se entiende por causa la motivación que tiene toda persona para realizar un negocio jurídico. Esta motivación debe ser confesable de acuerdo con la ley, ya que podemos encontrarnos con negocios jurídicos claramente legales en cuanto a su apariencia, pero que van de manera notoria en contra del espíritu de la ley, o sea lo que se conoce como fraude a la ley (fraus legis). Elementos esenciales del contrato Forma Consiste en aquellos requisitos a que debe sujetarse la relación contractual; en otras palabras, es el molde que configura cada contrato. Como consecuencia de esta forma, en caso de incumplimiento de las partes surgirán medios probatorios para ellas. ¿Qué pasa si falta uno de estos elementos? La carencia absoluta o inexistencia de cualquiera de estos elementos esenciales provocarán la nulidad radical del contrato, en tanto que, se entraría en contrariedad con el Derecho imperativo Elementos de validez Para que el contrato sea válido, es necesario que las partes sean capaces, que exista ausencia de vicios del consentimiento, que su objeto o su motivo o fin sea lícito y que el consentimiento se haya manifestado en la forma que la ley establece. Elementos Accidentales del contrato. Pueden aparecer o no en el contrato, pero este tendrá validez sin su existencia, aunque en la práctica vamos a encontrarnos con que siempre se dan. Estos elementos son: - Condición. - Término. - Modo o carga. Elementos Accidentales del contrato Condición Es un acontecimiento futuro de realización incierta. Si de tal realización incierta depende que entre en vigor un negocio jurídico, estaremos en presencia de una condición suspensiva; si de esa condición de carácter resolutorio de la cancelación del negocio jurídico, estaremos ante una condición de carácter resolutorio. La condición puede ser de tres tipos independientemente de su carácter: Potestativa Casual Mixta Cuando su realización dependa únicamente de la voluntad de la persona que debe realizarla. Cuando su realización sea independientemente de la voluntad del interesado (Normalmente dependerá de la realización de un hecho físico). Cuando su realización esté sujeta a la voluntad de las partes afectadas, más un acontecimiento ajeno a ellas; este acontecimiento puede depender de una tercera persona o de un hecho natural. Elementos Accidentales del contrato Término Es un acontecimiento futuro de la realización cierta, del cual depende la entrada en vigor o la cancelación de los efectos de un negocio jurídico. En el primer caso, el término es suspensivo y el negocio tiene efectos a partir de esa determinada fecha (ex die); en el segundo, estaremos ante un término resolutorio y el negocio tendrá efectos hasta esa determinada fecha (in diem). Elementos Accidentales del contrato Modo o carga Es un gravamen impuesto a una persona en un acto de liberalidad en una donación, un legado, o una manumisión. El beneficiario de la liberalidad deberá realizar cierta prestación en favor del bienhechor o de un tercero. Este elemento no aparece en todos los negocios jurídicos, sino solo en los actos de liberalidad ya mencionados. Reglas de interpretación del contrato La interpretación del contrato como acto jurídico se concreta, exclusivamente, a dicho acto, aislándolo del sistema jurídico, para referirlo a sus cláusulas a sus términos y para operar dentro de ellos a efecto de fijar su alcance, su sentido o significación.Existen fundamentalmente tres sistemas sobre la interpretación de los contratos: el primero que puede llamarse objetivo que considera al contrato como una norma independiente de quien la dictó. Interpretación objetiva Para esta corriente lo importante en la interpretación de un contrato es su texto. considera que el sistema de la voluntad interna es cómplice del dolo, de la mala fe, de la reserva mental, del engaño para terceros, de la inseguridad jurídica y es una fuente inagotable de litigios, porque un contratante po�dría fácilmente después eludir el cumplimiento de sus obligaciones alegando que fue otra la intención que tuvo, pues en la redacción de los contratos se emplearían por la parte que proceda de mala fe, términos que contrarían o traicionan su voluntad, para después explotarlos según le convenga. El sistema de interpretación que se analiza además recurre a reglas objetivas para eliminar dudas o ambigüedades en las palabras, términos o cláusulas de un contrato, mismas que nuestro código civil vigente contempla en los artículo 1852 a 1856, cuyo texto es el siguiente: Interpretación objetiva Artículo 1852.- Cualquiera que sea la generalidad de los términos de un contrato, no deberán entenderse comprendidos en él cosas distintas y casos diferentes de aquéllos sobre los que los interesados se propusieron contratar. Artículo 1853.- Si alguna cláusula de los contratos admitiere diversos sentidos deberá entenderse en el más adecuado para que produzca efecto. Artículo 1854.- Las cláusulas de los contratos deben interpretarse las unas por las otras, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas. Artículo 1855.- Las palabras que pueden tener distintas acepciones se�rán entendidas en aquella que sea más conforme a la naturaleza y objeto del contrato. Artículo 1856.- El uso o la costumbre del país se tendrán en cuenta para las ambigüedades de los contratos. Bibliografía ● ● Margadant, F.G. (2009).Derecho Romano. México: Esfinge. Morineau, I.M. y G.R. Iglesias (2012). Derecho romano. México: Oxford.