Subido por marcelowonder8

LA PRUEBA

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Máster de la Abogacía
La prueba
Según Juan Montero Aroca, la función de la prueba, es ‘el descubrimiento de la
verdad’. Según sus palabras en esta noción de la función de la prueba coincide toda la
doctrina del Siglo XIX, buena parte del XX y, podríamos decir que del actual.
Según Bonnier, citado por Montero Aroca, “las pruebas son los diversos medios por los
cuales
llega
la
inteligencia
al
descubrimiento
de
la
verdad”.
De ahí proviene la importancia de la prueba, ya que se puede tener razón pero sin se
demuestra, no se alcanzará procesalmente un resultado favorable, y por ello es precisa
una actividad para confirmar las afirmaciones de hecho realizadas por las partes en sus
alegaciones. A esta actividad se le llama prueba.
Pues bien, mediante la sentencia de fecha 14 de Febrero de 2000 el Tribunal
Constitucional aludió al concepto de prueba o a la actividad probatoria, como el poder
jurídico que se reconoce a quien interviene como litigante en un proceso de provocar la
actividad procesal necesaria para lograr la convicción del órgano judicial sobre los
hechos relevantes para la decisión del conflicto que es objeto del proceso.
Hay distintas clases de pruebas:
A. Directas e indirectas:
Atendiendo a: cuando no existe ente intermedio entre el tribunal y la fuente de prueba
(ej. reconocimiento judicial) o cuando existe (ej. Todos los demás medios de prueba), es
la manera en cómo el juez tiene conocimiento de los hechos.
También son pruebas indirectas las indiciarias, es decir, aquéllas que tratan de probar
indicios, no hechos.
B. Personal y real:
Personal- testigos, interrogatorio de las partes, peritos e incluso reconocimiento
judicial)
Real- documentos.
C. Preconstituida (antes del proceso – ej. documental-) y causal (se configura en el
proceso,- ej. Testigo-):
Aquí se atiende al origen y destino de los medios de prueba.
D. Principal, contraprueba y prueba de lo contrario:
La primera versa sobre los hechos supuestos de la norma de la que se pide la aplicación
La segunda, para desvirtuar la principal
La tercera guarda relación con las presunciones, tiene más valor para entender la carga
de la prueba (– ej. La prueba de la mala fe-).
E. Plena o semiplena
Plena es cuando la ley exige el pleno convencimiento del juzgador
Semiplena, basta con la mera probabilidad o verosimilitud que se traduce en una
prueba semiplena, a ésta se refiere la ley cuando se habla de acreditar, justificar o
principio de prueba.
CARACTERÍSTICAS DE LA PRUEBA
1. La primera de ellas es la unidad en su regulación.
La prueba íntegramente se regula en la Ley de Enjuiciamiento civil, en el ámbito civil,
claro está, antes también se regulaba el la LOPJ y en el Cc.
2. La segunda característica es su necesidad.
Conforme al artículo 281 de la Ley de Enjuiciamiento Civil la prueba que se practique
en el acto del juicio civil debe tener relación con el objeto del proceso que se pretende
tutelar. El artículo 283.1 LEC incidirá en ello al establecer que “No deberá admitirse
ninguna prueba que, por no guardar relación con lo que sea objeto del proceso, haya de
considerarse impertinente”.
3. La prueba civil se pretende que tenga lugar en unidad de acto.
Aunque ciertamente la ley recoge excepciones para la práctica en otro momento
procesal y así se recoge en el artículo 290, 429.4 y 445 de la LEC.
4. Otra característica es la inmediación.
El artículo 289 LEC distingue el verdadero sentido del término inmediación,
distinguiendo la judicial de la practicada por otros órganos del juzgado.
El Juez debe estar presente en el interrogatorio de las partes y de los testigos, el
reconocimiento judicial, las aclaraciones, interrogatorios y ampliaciones periciales y la
reproducción de medios sonoros y soportes varios, ya sean audiovisuales o
informáticos, ofimáticos...
Ante el Letrado de la Administración de Justicia, se desarrollan otras como la
presentación de documentos, el reconocimiento de documentos privados, la formación
de cuerpo de escritura o la ratificación periciales de informes.
Todo ello independientemente de la obligación del juez de valorar todos los medios
probatorios.
5. La prueba civil está también sujeta al principio de contradicción.
Debe realizarse en presencia de la parte contraria quien al menos ésta debe tener la
posibilidad de presenciarla o intervenir, todo ello con base del artículo 247 de la LEC
que prevé la necesidad de que las partes se atengan en sus actuaciones durante el
proceso a las reglas de la buena fe.
Tienen que ser citadas para la práctica de la diligencia correspondiente y con la debida
antelación al efecto antedicho.
6. Otra característica de la prueba es el principio de publicidad.
Y así lo recoge el artículo 289 de la LEC.
Además de la documentación que la prueba civil tiene, a través del propio acta que
puede emitir el Letrado de la Administración de Justicia del Juzgado, así como de la
propia grabación de los actos orales (audiencia previa y juicio).
La necesidad de la grabación de las pruebas en este tipo de soporte, lo es incluso para
las que deban practicarse fuera de la sede judicial, y así lo recoge el artículo 359 que
determina que: “Se utilizarán medios de grabación de imagen y sonido u otros instrumentos
semejantes para dejar constancia de lo que sea objeto de reconocimiento judicial y de las
manifestaciones de quienes intervengan en él, pero no se omitirá la confección del acta y se
consignará en ella cuanto sea necesario para la identificación de las grabaciones, reproducciones
o exámenes llevados a cabo, que habrán de conservarse por el tribunal de modo que no sufran
alteraciones”
OBJETO DE LA PRUEBA
Una vez determinado qué es la prueba y las características que la componen debemos
saber sobre qué recae y esto es sobre las realidades que pueden ser probadas, y como
determina el artículo 281.1 de la LEC, el objeto de la prueba son los hechos que
guarden relación con la tutela judicial que se pretenda obtener en el proceso, pero aún
sería más correcto decir, que lo que debe probarse son las afirmaciones efectuadas por
las partes de los hechos.
Si bien no todas deben ser probadas debiendo distinguir entre:
Alegaciones de hechos: afirmaciones de las partes sobre los hechos:
-
Hechos admitidos (o no controvertidos)
Hechos notorios (cuyo conocimiento forma parte de la cultura normal propia de
un grupo social)
Hechos favorecidos por una presunción (indicios que se presumen probados)
Alegaciones de derecho: (el conocimiento de la norma jurídica es obligación del
juzgador)
-
Costumbre (puede ser objeto de prueba artículo 281.2 LEC)
Derecho extranjero (las partes han de probar la vigencia y existencia de normas
extranjeras de las que pretendan su aplicación artículo 281.2 LEC).
Derecho histórico no vigente (el deber del juez es conocer el derecho vigente)
Derecho estatutario: (deben ser probadas las normas no publicadas en el BOE –
CCAA).
CARGA DE LA PRUEBA
Aportación de parte y adquisición procesal: determina que son las partes las que
deben probar y sobre ellas recae la carga de la prueba de alegar los hechos que son
el supuesto base de la norma cuya aplicación piden. Y el principio de adquisición
procesal implica que estando los hechos bien alegados el tribunal ha de partir de
ellos en la sentencia sin referencia a qué parte lo ha probado
El hecho dudoso y el “non liquet”: una vez acaba la actividad probatoria el tribunal
puede considerar que el hecho existió, no existió o no ha llegado a ser probado (no
liquet – no puede dejar de resolver). Y esto tiene relación con la carga de la prueba,
en tanto al final del proceso puede determinarse las consecuencias de la falta de
prueba,
Reglas legales de distribución de la carga de la prueba y criterios: la regla general se
contiene en el artículo 217.2 y 3 de la LEC:
-
-
Hechos de los que ordinariamente se desprenda, el efecto jurídico
correspondiente a la pretensión de la demanda: corresponde probarlos al actor.
Éste debe probar los hechos constitutivos, el supuesto fáctico de la norma de
aplicación, las condiciones específicas del nacimiento del derecho.
Hechos que impidan, extinga o enerven la eficacia jurídica de los hechos
anteriores; corresponde probarlos al demandado. Condiciones específicas.
FUENTES Y MEDIOS DE PRUEBA
Distinción la primera se refiere a lo sustancia y material y el medio es lo adjetivo y
formal, es decir, la fuente son elementos que existen en la realidad y anterior al
proceso y los medios consisten en los medios que hay que desplegar para
incorporar esas fuentes al proceso, se forman durante el proceso y pertenece a él.
Los medios de prueba son: según el artículo 299 de la LEC: interrogatorio de parte,
documentos públicos, documentos privados, dictamen de peritos, reconocimiento
judicial e interrogatorio de testigos.
Además en el párrafo 2 añade que también se admitirán, los medios de
reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, así como los instrumentos que
permiten archivar y conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, relevantes para el
proceso.
En el apartado 3 por su parte, determina que cuando por cualquier otro medio no
expresamente previsto en los apartados anteriores de este artículo pudiera
obtenerse certeza sobre hechos relevantes, el tribunal, a instancia de parte, lo
admitirá como prueba, adoptando las medidas que en cada caso resulten
necesarias.
Los medios de prueba enumerados por la ley son taxativos, pero no pueden serlo
las fuentes de prueba.
Por su parte, hay que tratar la prueba obtenida ilícitamente, en este sentido, el
artículo 10.01 de la LOPJ establece que en todo tipo de procedimiento se respetarán
las reglas de la buena fe. No surtirán efecto las pruebas obtenidas, directa o
indirectamente, violentando los derechos o libertades fundamentales.
a. Derechos protegidos frente a la investigación de fuentes de prueba: protección de
derechos fundamentales
b. Consecuencias procesales de la vulneración: inamisibilidad distinguiendo entre:
- obtenidas infringiendo derechos no fundamentales: admitidas, sin perjuicio de la
posible responsabilidad.
- obtenidas vulnerando derechos fundamentales: prohibición a que se admitan.
La inadmisibilidad deberá estar a que:
-
La parte lo alegue de inmediato en cuanto entienda que se ha obtenido
vulnerando derechos fundamentales.
El momento para debate entre las partes es en el acto de juicio y antes de la
práctica de la prueba.
La ilicitud debe cuestionarse también de oficio por el juez.
La resolución deberás dictarse mediante auto.
VALORACIÓN DE LA PRUEBA
La valoración de la prueba es la actividad judicial que busca el convencimiento o
el rechazo de la misma. Esta actividad judicial se plasma en la sentencia, a los
efectos de dejar patente la relación entre esta actividad y el pronunciamiento en la
resolución judicial.
En el artículo 218.2 de la LEC se establece que las sentencias deben estar lo
suficientemente motivadas en los razonamientos fácticos o jurídicos que conducen
a la valoración de las pruebas y a la aplicación e interpretación del derecho. Dicha
motivación debe basarse en los elementos de hecho y de derecho jurídicos del
pleito, que se consideran individualmente o conjuntamente conforme a las normas
de la lógica y de la razón.
El objetivo es encontrar el propio fin de la prueba, que es que se convenza al juez
de los hechos que se alegan. Se trata de encontrar la verdad que sea suficiente para
que el juez se convenza de los hechos que sirvan de justificación de la sentencia que
emita el juez.
Para valorarlos el juez debe realizar una interpretación. Para ello el juez se sirve de:
1. Las máximas de la experiencia y los sistemas de valoración. Por los que se
determina que la valoración del juzgador que en ocasiones tendrá que aplicar “sus”
máximas y en otras se limitará a comprobar si el hecho ha quedado fijado o no
conforme a lo que la ley dice.
Es decir un juez valora una prueba en base a la propia la experiencia del juez, es
decir los conocimientos que tiene el juez y que ha adquirido a lo largo de los años,
cuya valoración será individual de cada prueba.
Existen dos tipos de valoración que son: la legal y la libre. Se diferencian en que, en
una la Ley impone el valor de una prueba, mientras que en la libre no.
1. La valoración legal: en este sentido el propio artículo 316 de la LEC determina que,
se considerarán ciertos los hechos que una de las partes haya reconocido, si no
contradicen el resultado de las demás pruebas y si intervino personalmente para la
fijación de los mismos.
Continúa el artículo 319 y 326 estableciendo el valor de los documentos auténticos.
Considerando el documento público seguro, ya que se reconoce la seguridad que
aportan los funcionarios públicos. En el documento privado se considera que el que
lo firma o hace, está aceptando el contenido del mismo.
Las presunciones también deben ser valoradas legalmente, ya que, se le imponen al
juez determinada máximas de experiencia para tenerlas en cuenta, un determinado
hecho tiene una determinada consecuencia, se sigue la estructura de la presunción
para determinar su valor.
2. La valoración libre: el artículo 218 de la LEC, establece que, se utilizarán las
normas de la lógica y de la razón para la valoración y apreciación de las pruebas y
del derecho.
A través de criterios valorativos racionales, es decir de forma lógica, clara y
coherente con la realidad.
Además deberán valorarse conforme a la sana crítica, ya que se debe mantener la
libertad de apreciación judicial pero dentro de la valoración razonable.
2. Apreciación conjunta de la prueba y motivación de las sentencias, sea cual sea el
sistema de valoración de la prueba, lo inadmisible es la falta de motivación de las
sentencias así como la apreciación conjunta, la cual no es rechazable en todos los
casos, como es por ej. Cuando las pruebas se complementan entre sí.
PROCEDIMIENTO PROBATORIO
Rige el principio de aportación de parte, por el que las partes son las que deben
proponer las pruebas.
El procedimiento probatorio comienza con la proposición de la prueba por el que
las partes solicitan al órgano judicial la práctica de determinados medios de
prueba necesarios para verificar los hechos que son el fundamento de la acción o la
excepción judicial que se lleva a cabo. En el juicio ordinario tiene lugar en la
audiencia previa y en el juicio verbal en el acto de la vista.
Continuará el procedimiento probatorio con la admisión de la prueba. La admisión
de la prueba consiste en que el juez permita o no la práctica de todos o de algunos
de los medios de prueba que se proponen (Artículo 285 de la LEC). El tribunal
resolverá sobre la admisión de cada una de las pruebas que hayan sido
propuestas. Contra la resolución que admita o inadmita cada una de las pruebas
sólo cabrá recurso de reposición, que se sustanciará y resolverá en el acto, y, si se
desestimare, la parte podrá formular protesta al efecto de hacer valer sus derechos
en la segunda instancia.
Para determinar la admisión de una prueba, se hará si ésta es, útil, pertinente, legal
y lícita.
1. Recibimiento a prueba.
La prueba no siembre es necesaria y la actividad probatoria está reglada, por lo que
deberá ceñirse a las normas que la regulan, no pudiéndose por ej. Admitir pruebas
prohibidas por la ley.
No existiendo conformidad entre las partes procede el recibimiento del pleito a
prueba
2. Proposición de los medios concretos.
Cada parte es la encargada de proponer la prueba de modo oral, en la audiencia
previa debiendo expresar de modo separado cada uno de los medios propuestos,
(artículo 429 de la LEC) esto implica:
Aportación por escrito de las pruebas propuestas (nota de prueba)
Si el juez estima que es insuficiente la prueba propuesta por las partes lo podrá de
manifiesto, pudiendo señalar la práctica de la prueba que considere conveniente,
de nuevo artículo 429 LEC, (leer atentamente dicho artículo).
3. Práctica de la prueba.
Recordamos lo mencionado anteriormente en cuanto a las características de la
prueba: unidad de acto (artículo 290 LEC), inmediación (artículo 289 LEC) y
contradicción, publicidad (artículo 138 LEC), orden de la práctica (artículo 300
LEC) y documentación (artículo 280 LOPJ y 146 LEC).
4. Anticipación y aseguramiento de la prueba
La anticipación consiste en la práctica de la prueba en momento anterior al del
juicio o de la vista ante el temor de que la fuente se pierda haciendo imposible su
aportación al proceso (artículo 293 LEC), se prevén dos supuestos:
Se trata de dar protección ante un peligro que existe por conductas humanas o por
fenómenos de la naturaleza que pudiera dañar la fuente de la prueba.
Se prevén en la Ley dos situaciones diferentes que son:
a) Antes de la iniciación del proceso: puede pedirse la realización anticipada de una
prueba, cuando se tema que esta no podrá utilizarse si se espera a que llegue el
momento para ello en el proceso. En este caso se procederá de la siguiente manera:
- Se pedirá la práctica anticipada por parte del futuro demandante, no es posible
por parte del demandado, ya que cree que va a ser demandado pero no lo sabe.
- La petición de la práctica anticipada se hará al órgano judicial que se considere
competente para conocer del futuro proceso. El tribunal que la reciba deberá
examinar si es competente para ello.
- El futuro demandante debe determinar quiénes son los demandados al menos
cinco días antes de la práctica de la prueba, para que éstos puedan asistir a la
misma.
- Cuando se pide la práctica de la prueba por un proceso futuro, se deberá iniciar
este proceso en un plazo de dos meses desde la práctica anticipada. En caso de no
respetarse este requisito la práctica anticipada pierde su valor.
- Y si se presenta ante un Tribunal que no es competente la petición de la práctica
anticipada o la práctica de la misma, el Tribunal competente deberá reclamar la
remisión de la prueba, las actas, los documentos y todos los elementos materiales
de las actuaciones que se hayan llevado al cabo.
b) Durante el proceso: cualquiera de las partes en el curso de un proceso puede
solicitar que se anticipe la práctica de una prueba, si existe el miedo de que la
prueba desaparezca y que no exista en el momento oportuno de la práctica de las
mismas. La solicitud se presentará ante el órgano judicial que sea competente para
conocer el proceso que está en curso y la prueba se practicará, en el juicio verbal
antes de la vista y en el ordinario antes de la celebración del juicio.
c) Existe algo específico en cuanto a la anticipación de la prueba y su regulación. Lo
común a todas las pruebas que se anticipan es que, el tiempo es diferente, se acorta
en cuanto a su práctica.
Lo específico en cuanto a su regulación, consiste en que:
- la parte que pida la anticipación de la prueba, debe explicar las razones,
- en caso de que el tribunal admita la prueba, será por medio de una providencia,
- en caso de que el tribunal no admita la prueba anticipada, emitirá un auto, contra
el que caben recursos de reposición y apelación
- y la documentación del acto de prueba, la tendrá el secretario judicial hasta el
momento en que sea necesaria para unirla al resto de actuaciones.
Por su parte, las medidas que se adoptan para conseguir ese aseguramiento de las
pruebas, no se especifican en la Ley, pero se permite a las partes que puedan pedir
dichas medidas y que, los Tribunales puedan establecer diversas medidas, como
son: la conservación de cosas o situaciones, hacer o no hacer algo como mandato y
dejar constancia del estado de una cosa o de una situación y sus características
La parte que pida el aseguramiento de la prueba debe referirse a una medida
concreta, sin embargo el Tribunal adoptará la que considere más adecuada y que
cause menores perjuicios a terceras personas (artículo 298 LEC).
En el mismo artículo 298 LEC se establece el proceso para poder pedir las medidas
de aseguramiento de una prueba distinguiéndose dos fases, que son, la del
cumplimiento de los requisitos y la adopción efectiva del proceso.
Para poder adoptar las medidas deben existir los siguientes requisitos:
-
Que la prueba que se quiere asegurar sea pertinente, útil, y posible en el
momento de proposición del aseguramiento.
-
-
Que la medida que se pretende para el aseguramiento de la medida de
prueba sea adecuada y se pueda llevar a cabo para la protección de la
prueba sin causar perjuicios graves a las personas implicadas o a terceros.
Y que existan razones para temer que la práctica de la prueba pueda
resultar imposible si no se adoptan las medidas de seguridad.
Las medidas de aseguramiento se tomarán siempre con la audiencia de la persona
que deba soportarlas. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el Tribunal podrá
adoptar las medidas de aseguramiento sin dicha audiencia.
Si la medida de aseguramiento se adopta sin audiencia previa, el demandado o
quien tenga que sufrir dicha medida, puede reclamar mediante oposición en un
plazo de veinte días desde la notificación. Si se presenta una oposición, se citarán
las partes y la persona afectada y se decidirá en un auto, contra este auto no cabe
recurso.
ESTUDIO LOS MEDIOS DE PRUEBA
Conforme lo establecido en el artículo 300 de la LEC, el orden de práctica de los
medios de prueba son:
Salvo que el tribunal, de oficio o a instancia de parte, acuerde otro distinto, las
pruebas se practicarán en el juicio o vista por el orden siguiente:
1º Interrogatorio de las partes.
2º Interrogatorio de testigos.
3º Declaraciones de peritos sobre sus dictámenes o presentación de éstos, cuando
excepcionalmente se hayan de admitir en ese momento.
4º Reconocimiento judicial, cuando no se haya de llevar a cabo fuera de la sede del
tribunal.
5º Reproducción ante el tribunal de palabras, imágenes y sonidos captados
mediante instrumentos de filmación, grabación y otros semejantes.
Cuando alguna de las pruebas admitidas no pueda practicarse en la audiencia,
continuará ésta para la práctica de las restantes, por el orden que proceda.
1. Prueba documental
La prueba documental en el procedimiento civil aparece regulada en los artículos
317 y siguientes de la LEC, partiendo de una distinción entre documentos públicos
y privados, pudiendo presentarse bien en soporte papel o electrónico.
La prueba documental es aquella se obtiene a partir de un escrito, debiendo constar
datos fidedignos o susceptibles de ser empleados como tales para probar algo.
La prueba documental se debe presentar junto con la demanda, con la contestación,
o en la audiencia previa al juicio, si bien existen determinados supuestos regulados
en el Artículo 270 LEC por los que se pudieran presentar en momentos posteriores
a los referidos.
Hay distintas clases de prueba documental:
1. Documentos Públicos, que se enumeran en artículo 317 de la LEC se consideran
documentos públicos:
1° Las resoluciones y diligencias de actuaciones judiciales de toda especie y los
testimonios que de las mismas expidan los Secretarios Judiciales.
2° Los autorizados por notario con arreglo a derecho.
3° Los intervenidos por Corredores de Comercio Colegiados y las certificaciones de
las operaciones en que hubiesen intervenido, expedidas por ellos con referencia al
Libro Registro que deben llevar conforme a derecho.
4° Las certificaciones que expidan los Registradores de la Propiedad y Mercantiles
de los asientos registrales.
5° Los expedidos por funcionarios públicos legalmente facultados para dar fe en lo
que se refiere al ejercicio de sus funciones.
6° Los que, con referencia a archivos y registros de órganos del Estado, de las
Administraciones públicas o de otras entidades de Derecho público, sean
expedidos por funcionarios facultados para dar fe de disposiciones y actuaciones
de aquellos órganos, Administraciones o entidades.
También se considerarán documentos públicos los documentos extranjeros a los
que haya de atribuírseles la fuerza probatoria prevista en el Artículo 319 de la LEC,
pero en caso que no sea aplicable ningún tratado o convenio internacional ni ley
especial, se considerarán documentos públicos los que reúnan los requisitos
recogidos en el artículo 323 de la LEC .
▪
Que en el otorgamiento o confección del documento se hayan observado los
requisitos que se exijan en el país donde se hayan otorgado para que el
documento haga prueba plena en juicio.
▪
Que el documento contenga la legalización o apostilla y los demás requisitos
necesarios para su autenticidad en España. (*)
Cuando a los anteriores documentos extranjeros se les incorporen declaraciones de
voluntad, la existencia de éstas se tendrá por probada, pero su eficacia será la que
determinen las normas españolas y extranjeras aplicables en materia de capacidad,
objeto y forma de los negocios jurídicos.
(*)Reglamento 2016/1191 de 6 de julio, por el cual los documentos públicos a los que se aplica el
Reglamento y sus copias certificadas quedarán exentos de toda forma de legalización y trámite similar
(fijación de la apostilla), aplicable de forma general desde el 16/02/2019.
La forma de presentación de los documentos públicos podrán presentarse por
copia simple, ya sea en soporte papel o, en su caso, en soporte electrónico a través
de imagen digitalizada incorporada como anexo que habrá de ir firmado mediante
firma electrónica reconocida y, si se impugnara su autenticidad, podrá llevarse a
los autos original, copia o certificación del documento con los requisitos necesarios
para que surta sus efectos probatorios.
Los documentos públicos harán prueba plena si se aportare en original o por copia
o certificación fehaciente, pudiéndose impugnar el valor probatorio de los mismos
de conformidad con lo establecido en el Artículo 320 de la LEC, no siendo
susceptible la comprobación o cotejo de los documentos públicos que se hallen en
alguno de los casos del Artículo 322 de la LEC
2. Documentos Privados, regulados en el artículo Artículo 324 de la LEC como
aquellos que no se hallen en los casos del artículo 317 de la LEC. Es decir, por
eliminación, aquellos documentos que no sean públicos, tendrán la consideración
de privados.
Por su parte los documentos privados que hayan de aportarse se presentarán en
original o mediante copia autenticada por el fedatario público competente y se
unirán a los autos o se dejará testimonio de ellos, con devolución de los originales o
copias fehacientes presentadas, si así lo solicitan los interesados. Estos documentos
podrán ser también presentados mediante imágenes digitalizadas, incorporadas a
anexos firmados electrónicamente.
Los documentos privados harán prueba plena en el proceso, en los términos del
artículo 319 de la LEC, cuando su autenticidad no sea impugnada por la parte a
quien perjudiquen.
En este supuesto, cuando se impugnare la autenticidad de un documento privado,
el que lo haya presentado podrá pedir el cotejo pericial de letras o proponer
cualquier otro medio de prueba que resulte útil y pertinente al efecto. Si del cotejo o
de otro medio de prueba se desprendiere la autenticidad del documento, se
procederá conforme a lo previsto en el apartado tercero del artículo artículo 320 de
la LEC.
Cuando no se pudiere deducir su autenticidad o no se hubiere propuesto prueba
alguna, el tribunal lo valorará conforme a las reglas de la sana crítica.
Cuando la parte a quien interese la eficacia de un documento electrónico lo pida o
se impugne su autenticidad, se procederá con arreglo a lo establecido en el artículo
3 de la Ley de Firma Electrónica.
Por último y en cuanto a la exhibición de los documentos, el artículo 328 y
siguientes de la LEC, es el que lo regula, de manera que cada parte podrá solicitar
de las demás la exhibición de documentos que no se hallen a disposición de ella.
En cuanto a la prueba electrónica hemos de indicar que es toda aquella información
con valor probatorio que se encuentra incluida en un medio electrónico o es
transmitida por dicho medio, ej. Email, fotografía, vídeo/audio, mensajería
instantánea…
Hay dos modalidades básicas de prueba electrónica:
•Los datos almacenados en sistemas o aparatos informáticos.
•La información transmitida electrónicamente a través de redes de comunicación.
2. El interrogatorio de parte
Es una declaración que hacen las partes o terceras personas, sobre los hechos y las
circunstancias objeto del proceso en la sede del órgano judicial en el acto de juicio o
de la vista.
Aunque se permite en casos especiales que se haga en el domicilio del declarante o
por auxilio judicial, en casos por ejemplo, de enfermedades de los interrogados.
Se regula en el artículo 301 y siguientes de la LEC, sólo puede ser interesado por
quien sea parte en cuyo proceso se pretenda usar la declaración (artículo 301.1 de la
LEC).
Además de las partes, el juez también puede formular preguntas (artículo 306 1. De
la LEC)
Los hechos sobre los que trate el interrogatorio a las partes o a terceras personas
deben ser sobre hechos relevantes y que tengan relación con el proceso.
El interrogatorio se realiza a través de preguntas que pueden ser, personales o no, si
bien se harán oralmente, sin valoraciones ni calificaciones (se tendrán por no
realizadas), deben ser declaradas admisibles por el juez (artículo 302.2 de la LEC).
Por la parte que haya de responder al interrogatorio, se puede impugnarla
admisibilidad de las preguntas y hacer notar la valoraciones y/o calificaciones que
observen improcedentes o tenidas por no puestas.
Existen dos tipos de interrogatorios con dependiendo del sujeto al que se le
realicen, los interrogatorios a personas físicas y los interrogatorios a personas
jurídicas.
Dentro de los interrogatorios a personas físicas, se distingue:
a) La declaración de la parte contraria, que es en el que una de las partes pide el
interrogatorio de la otra parte.
b) La declaración de la parte colitigante, que es en el que se interroga a otra parte
que ocupa la misma posición procesal del que lo solicita.
c) Y la declaración de tercero, parte legitimada, actuante en juicio pero no siendo
sujeto de la relación jurídica controvertida.
Dentro del interrogatorio de las personas jurídicas se distinguen dos supuestos que
son:
a) La declaración de la Administración, cuando ésta sea parte en un proceso, o se le
pida que declare como tercer parte. La Administración puede ser tanto un órgano
central, autonómico, local, institucional o corporativo (artículo 315 de la LEC).
b) La declaración de una persona jurídica sin personalidad, en este caso, el
representante en la audiencia previa al juicio deberá dar la identidad de la persona
que intervino en nombre de la persona jurídica, o entidad, para que pueda ser
interrogada (artículo 309 de la LEC).
En cuanto a las respuestas deben realizarse:
-
por la propia parte interrogada, sin uso de borrador
podrá consultar documentos y notas o apuntes si se le permite
respuesta afirmativas o negativas, o en su caso, precisas y concretas,
pudiendo explicarse si guarda relación con lo planteado
En cuanto a lo establecido en el artículo 304 de la LEC en el que se establece la
posibilidad de que una de las partes no comparece al juicio, y se le ha citado para
interrogarla, pueden tenerla por confesa en aquellos hechos en los que haya
intervenido personalmente y que le sean del todo perjudicial, así como a que en
caso de negarse a declarar, salvo obligación legal, o las respuestas fuesen evasivas o
inconcluyentes, se le pueden considerar como ciertos los hechos a los que se
refieran las preguntas, siempre que se hubiese intervenido personalmente y la
fijación como ciertos le resultara perjudicial en todo o parte.
3. Prueba testifical
Según establece en el artículo 299.1.6º de la LEC, la prueba testifical es un medio
concreto de prueba que ser regula en el artículo 360 de la LEC.
Testigos podrá ser toda persona (física) que tenga relación con el proceso, salvo las
que se hallen permanentemente privadas de razón o del uso de sentidos respecto
de hechos sobre los que únicamente quepa tener conocimiento por dichos sentidos.
Esto es a lo que se refiere cuando se habla de la idoneidad para ser testigo, y es que
realmente no existe límite de edad al respecto, si bien los menores de 14 años
podrán declarar como testigos si así lo considera el tribunal, dado que la ley no
determina cómo se puede poner de manifiesto esa falta de idoneidad.
Las partes pueden proponer las testificales que estimen pertinentes, si bien el
tribunal puede obviar las que se produjeren tras la exposición de tres testigos si se
considera suficientemente ilustrado. Ahora bien, los gastos de los que excedan de
tres por cada hecho discutido serán en todo caso de cuenta de la parte que los haya
presentado.
La declaración de los testigos se realiza en sede judicial, en el propio acto de la
vista, si bien se puede producir la declaración domiciliaria del testigo en caso que
así se interese (artículo 364 de la LEC).
Los testigos pueden ser tachados si no cumplen con los requisitos exigidos en el
artículo 377 de la LEC. Y es que las tachas de testigos se refieren a la imparcialidad,
en principio solo se podrá tachar a un testigo la parte contrario a la que lo ha
propuesto, pero el artículo 377.2 de la LEC admite la tacha por la parte que lo ha
propuesto si tras esto se diera cuenta que concurren alguna de las causas previstas
para la tacha.
Los testigos deben responder a las preguntas que se les hagan, primero a las
generales de la Ley y después a las más específicas sobre los hechos (artículo 367 y
368 de la LEC)
Derechos y deberes de los testigos: deben jurar o prometer de decir la verdad
(artículo 365 de la LEC), tiene la obligación a comparecer en juicio si se le cita, tiene
el deber de declarar, y debe responder en el momento a las preguntas que se le
formulen personalmente y sin ningún tipo de ayuda, de manera separada y
sucesiva serán llamados a declarar por el orden que fueron propuestos y no
deberán comunicarse entre sí (artículo 366 de la LEC).
Las preguntas deben ser propuestas y admitidas por el juez. Primero contestará a
las preguntas del abogado de la parte que propuso esa prueba testifical y a
continuación a las de los abogados contrarios, que las formularán oralmente de
manera clara y precisa, como ya vimos sin valoraciones ni calificaciones.
El Tribunal repelerá las preguntas impertinentes que no sean conducentes a la
averiguación de los hechos controvertidos, de igual modo podrán impugnarse
preguntas, tal y como recoge el artículo 369 de la LEC.
El artículo 370 de la LEC, regula la figura del testigo-perito, quien es aquél que
posee conocimientos científicos, técnicos, artísticos o prácticos sobre la materia.
Conviene mentar el deber de guardar silencio de algunos testigos (artículo 371 de la
LEC), puesto que, cuando, por su estado o profesión, el testigo tenga el deber de
guardar secreto respecto de hechos por los que se le interrogue, lo manifestará
razonadamente y el tribunal, considerando el fundamento de la negativa a
declarar, resolverá, lo procedente. Si el testigo quedare liberado de responder, se
hará constar así en el acta.
Si se alegare por el testigo que los hechos por los que se le pregunta pertenecen a
materia legalmente declarada o clasificada como de carácter reservado o secreto, el
tribunal, en los casos en que lo considere necesario para la satisfacción de los
intereses de la administración de justicia, pedirá de oficio, mediante providencia, al
órgano competente el documento oficial que acredite dicho carácter.
El tribunal, comprobado el fundamento de la alegación del carácter reservado o
secreto, mandará unir el documento a los autos, dejando constancia de las
preguntas afectadas por el secreto oficial.
Cuando sea necesario el informe de personas jurídicas y/o entidades públicas, sin
poder individualizarse en personas físicas determinadas, se podrá proponer que se
responda por escrito sobre los hechos cuyo informe se requiere (artículo 381 de la
LEC)
Por último, se da también la posibilidad que se produzca un careo entre testigos, y
esto es cuando los testigos incurran en graves contradicciones, el tribunal, de oficio
o a instancia de parte, podrá acordar que se sometan a un careo, también
procedente entre las partes y alguno o algunos de los testigos.
Las actuaciones referidas habrán de solicitarse al término del interrogatorio y, en
este caso, se advertirá al testigo que no se ausente para que dichas actuaciones
puedan practicarse a continuación.
4. Prueba pericial
La prueba pericial se regula en el artículo 335 y siguientes de la LEC, debiendo
distinguir entre la actuación de los peritos designados por las partes y peritos
designados por el tribunal.
Perito es un tercero, es decir una persona ajena al proceso que posee unos
conocimientos técnicos especializados, que los vierte en el mismo tras haber
estudiado los hechos. Puede ser persona física o jurídica (ej. academia, institución
científica…), no ha presenciado los hechos y hay tantos peritos como profesiones
existen.
Para ser perito debe haber sido nombrado para ello y aceptado el cargo, en los
casos en que haya sido designado por el tribunal. Las condiciones de los mismos se
recogen en el artículo 340 de la LEC, que establece que:
1. Los peritos deberán poseer el título oficial que corresponda a la materia objeto
del dictamen y a la naturaleza de éste. Si se tratare de materias que no estén
comprendidas en títulos profesionales oficiales, habrán de ser nombrados entre
personas entendidas en aquellas materias.
2. Podrá asimismo solicitarse dictamen de Academias e instituciones culturales y
científicas que se ocupen del estudio de las materias correspondientes al objeto de
la pericia. También podrán emitir dictamen sobre cuestiones específicas las
personas jurídicas legalmente habilitadas para ello.
3. En los casos del apartado anterior, la institución a la que se encargue el dictamen
expresará a la mayor brevedad qué persona o personas se encargarán directamente
de prepararlo, a las que se exigirá el juramento o promesa previsto en el apartado
segundo del artículo 335 de la LEC.
La prueba pericial en concreto consistirá en la aportación emitida por persona
experta o entendida en materia concreta, con conocimientos científicos, artísticos,
teóricos o prácticos, para valorar hechos o circunstancias relevantes en el asunto
litigioso o para adquirir certeza sobre aquellos.
Serán las partes las que, bien en la demanda, bien en la contestación, presenten el
dictamen pericial del que intenten valerse.
Si cualquiera de las partes fuese titular del derecho de asistencia jurídica gratuita,
no tendrá que aportar con la demanda o la contestación el dictamen pericial, sino
simplemente anunciarlo, a los efectos de que se proceda a la designación judicial de
perito.
En todo caso, ambas partes por lo que podrán solicitar en sus respectivos escritos
iniciales que se proceda a la designación judicial de perito, si entienden
conveniente o necesario para sus intereses la emisión de informe pericial. En tal
caso, el tribunal procederá a la designación. Dicho dictamen será a costa de quien lo
haya pedido, sin perjuicio de lo que pudiere acordarse en materia de costas.
A los peritos se les puede recusar y tachar cuestión que protege el que los peritos
realicen sus informes con objetividad y garantizando la imparcialidad,
Por su parte, la recusación de los peritos consiste en que, una vez nombrado uno, se
pide que se nombre otro antes de que empiece a llevar a cabo su actividad, debido
a que existen motivos que pueden poner en peligro su imparcialidad. Sólo pueden
ser recusados los peritos designados judicialmente.
Se pueden recusar en dos momentos distintos: inmediatamente cuando se notifica
la designación del perito a la parte, o tras la emisión del dictamen, para el trámite
de recusación se abre un incidente que tiene una tramitación específica regulada en
los artículos 125 a 127 de la LEC
Si bien los peritos propuestos de parte, no pueden ser recusados, sí pueden ser
“tachados”. La tacha de los peritos está sometida a un plazo preclusivo, en el juicio
verbal, no pueden formularse después de la vista y en los ordinarios después del
juicio. Ésta consiste en que, aunque emitan un dictamen, éste no sea perfectamente
válido ya que hay alguna circunstancia que pone en duda su imparcialidad
(artículo 343 de la LEC ), si se tacha a un perito habrá que proponer prueba
conducente a justificarla.
El derecho del perito principalmente es cobrar sus honorarios por la elaboración
del dictamen, pudiendo solicitar la correspondiente provisión de fondos; por otro
lado, los deberes son elaborar el dictamen, y comparecer en juicio para el que
hayan sido citados y jurar o prometer decir la verdad.
El tribunal sólo denegará las solicitudes de intervención que, por su finalidad y
contenido, hayan de estimarse impertinentes o inútiles, o cuando existiera un deber
de confidencialidad derivado de la intervención del perito en un procedimiento de
mediación anterior entre las partes.
En especial, las partes y sus defensores podrán pedir:
1° Exposición completa del dictamen, cuando esa exposición requiera la realización
de otras operaciones, complementarias del escrito aportado, mediante el empleo de
los documentos, materiales y otros elementos a que se refiere el artículo 336.2 de la
LEC.
2° Explicación del dictamen o de alguno o algunos de sus puntos, cuyo significado
no se considerase suficientemente expresivo a los efectos de la prueba.
3° Respuestas a preguntas y objeciones, sobre método, premisas, conclusiones y
otros aspectos del dictamen.
4° Respuestas a solicitudes de ampliación del dictamen a otros puntos conexos, por
si pudiera llevarse a cabo en el mismo acto y a efectos, en cualquier caso, de
conocer la opinión del perito sobre la posibilidad y utilidad de la ampliación, así
como del plazo necesario para llevarla a cabo.
5° Crítica del dictamen de que se trate por el perito de la parte contraria.
6° Formulación de las tachas que pudieren afectar al perito.
El tribunal podrá también formular preguntas a los peritos y requerir de ellos
explicaciones sobre lo que sea objeto del dictamen aportado, pero sin poder
acordar, de oficio, que se amplíe, salvo que se trate de peritos designados de oficio
(artículo 339.5 de la LEC), procediendo a valorar los dictámenes periciales según las
reglas de la sana crítica.
El especial caso del cotejo de letras.
Se procederá al cotejo de letras siempre que se niegue o ponga en duda la
autenticidad de un documento privado o de un documento público que carezca de
matriz y no pueda ser reconocido por el funcionario que lo hubiere expedido
(artículo 349 de la LEC).
El cotejo de letras lo realizará el perito calígrafo designado por el Tribunal. Se
considerarán documentos indubitados (que no admiten duda) a los efectos de
cotejar las letras:
• Los documentos que reconozcan como tales todas las partes a las que pueda
afectar esta prueba pericial.
• Las escrituras públicas y los que consten en los archivos públicos relativos al
Documento Nacional de Identidad.
• Los documentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida en juicio por
aquel a quien se atribuya la dudosa.
• El escrito impugnado, en la parte en que reconozca la letra como suya aquel a
quien perjudique.
Por su parte, se conoce como cuerpo de escritura el texto que se elabora en el órgano
judicial, a instancia de una de las partes en el proceso, y que dictará el tribunal o el
Secretario Judicial. Se procederá a su formación cuando la parte que lo solicite haya
impugnado la autenticidad de un documento aportado por la parte contraria y no
exista documento indubitado para llevar a cabo el cotejo de letras. En este caso, la
parte a la que se le atribuya el documento impugnado, o la firma que lo autorice,
podrá ser requerida, a instancia de la parte contraria, para que forme un cuerpo de
escritura, de manera que, si se negase, el documento impugnado se considerará
reconocido. Realizado el cuerpo de escritura, el perito lo comparará con el
documento impugnado.
5. Reconocimiento judicial
El reconocimiento judicial es otro de los medios de prueba utilizados para el
esclarecimiento y apreciación de los hechos objeto de la litis que se regula en el en
los artículos 353 y siguientes de la LEC.
El Tribunal, podrá, de forma personal y directa, realizar un examen de los hechos,
personas, lugares o de las cosas que son objeto de prueba. Se diferencia de los
demás medios de prueba en que, en este tipo es el órgano juzgador personalmente
el que percibe la prueba y no a través de otras personas, es decir percibe los hechos
de manera directa.
Procede el reconocimiento judicial cuando para el esclarecimiento y apreciación de
los hechos sea necesario o conveniente que el juez examine por sí mismo algún
lugar, objeto o persona, no sólo en fase declarativa sin o también con ocasión del
procedimiento de adopción de alguna medida cautelar.
El reconocimiento judicial puede ser respecto de bienes muebles y también de
personas, pudiendo ser objeto de esta prueba: lugares y sitios, bienes inmuebles,
objetos, personas, bienes muebles…
La parte que lo solicite habrá de expresar los extremos principales a que quiere que
éste se refiera e indicará si pretende concurrir al acto con alguna persona técnica o
práctica en la materia.
La parte contraria podrá, antes de la realización del reconocimiento judicial,
proponer otros extremos que le interesen y asimismo deberá manifestar si asistirá
con persona de las indicadas en el párrafo anterior.
Se puede realizar conjuntamente el reconocimiento judicial junto al pericial, e
incluso las declaraciones testificales una vez producida la primera.
Se utilizarán medios de grabación de imagen y sonido u otros instrumentos
semejantes para dejar constancia de lo que sea objeto de reconocimiento judicial y
de las manifestaciones de quienes intervengan en él, pero no se omitirá la
confección del acta y se consignará en ella cuanto sea necesario para la
identificación de las grabaciones, reproducciones o exámenes llevados a cabo, que
habrán de conservarse por el Secretario judicial de modo que no sufran
alteraciones.
Cuando sea posible la copia, con garantías de autenticidad, de lo grabado o
reproducido por los antedichos medios o instrumentos, la parte a quien interese, a
su costa, podrá pedirla y obtenerla del tribunal.
Respecto de éste medio de prueba es interesante el artículo cuyo enlace os adjunto:
https://www.cremadescalvosotelo.com/media/416476/la_prueba_de_reconocimi
ento_judicial._pdf_art_culo_revista.pdf
6. Medios de reproducción del sonido o la imagen e instrumentos que permiten
archivar y conocer datos relevantes para el proceso.
Los artículos 382 a 384 de la LEC, en sede de prueba, se refieren a la reproducción
de la palabra, el sonido y la imagen y de los instrumentos que permiten archivar y
conocer datos relevantes para el proceso.
La parte que proponga este medio de prueba podrá aportar los dictámenes y
medios de prueba instrumentales que considere convenientes. También las otras
partes podrán aportar dictámenes y medios de prueba cuando cuestionen la
autenticidad y exactitud de lo reproducido. Y el tribunal valorará las
reproducciones a que se refiere el apartado 1 de este artículo según las reglas de la
sana crítica.
El artículo 382 de la LEC se ocupa del valor probatorio de los instrumentos de
filmación, grabación y semejantes, y establece que las partes podrán proponer
como medio de prueba la reproducción ante el tribunal de palabras, imágenes y
sonidos captados mediante instrumentos de filmación, grabación y otros
semejantes. Para ello, la parte deberá acompañar la transcripción escrita de las
palabras contenidas en el soporte de que se trate y que resulten relevantes para el
caso.
En cuanto al acta de la reproducción y custodia de los correspondientes materiales,
es importante destacar que los actos que se realicen en aplicación del artículo 382
LEC se levantará la oportuna acta, donde se consignará cuanto sea necesario para la
identificación de las filmaciones, grabaciones y reproducciones llevadas a cabo, así
como, en su caso, las justificaciones y dictámenes aportados o las pruebas
practicadas. El material que contenga la palabra, la imagen o el sonido
reproducidos habrá de conservarse por el Secretario judicial, con referencia a los
autos del juicio, de modo que no sufra alteraciones.
Por último y en cuanto a los instrumentos que permiten archivar, conocer o
reproducir datos relevantes para el proceso, la LEC establece que: los instrumentos
que permitan archivar, conocer o reproducir palabras, datos, cifras y operaciones
matemáticas llevadas a cabo con fines contables o de otra clase, que, por ser
relevantes para el proceso, hayan sido admitidos como prueba, serán examinados
por el tribunal por los medios que la parte proponente aporte o que el tribunal
disponga utilizar y de modo que las demás partes del proceso puedan, con idéntico
conocimiento que el tribunal, alegar y proponer lo que a su derecho convenga.
La documentación en autos se hará del modo más apropiado a la naturaleza del
instrumento, bajo la fe del Secretario Judicial, que, en su caso, adoptará también las
medidas de custodia que resulten necesarias. De nuevo, el tribunal valorará los
instrumentos conforme a las reglas de sana crítica.
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