DESHUESAR POLLO Al tener el pollo ya limpio, es decir, sin vísceras y sin menudos, se procede a hacerle un corte en la parte frontal en forma de V para descubrir la fúrcula (hueso de la suerte), una vez retirada cortamos para separar las articulaciones de las alas, separando el húmero de la carcasa. Luego, con el cuchillo separamos la piel de la espalda hasta cierto punto, lo demás se hace con los dedos para evitar cortar la piel, en la parte de abajo del esternón del pollo se meten los dedos con cuidado a manera de ir desprendiendo la carne que rodea el hueso. Luego, con la mano se desprende a la fuerza el gonce de las piernas del pollo, así también, el de las alas del mismo. Luego, cuando ya tenemos casi desprendido por completo todo el esqueleto interno del pollo, se corta con el cuchillo el cartílago que está al final de la columna, en la parte de abajo y se cortan también los tendones de adelante. Para desprender por completo el esqueleto interno del pollo se desprende con cuidado con las manos la parte de abajo del esqueleto, que todavía se encuentra pegada por la carne del mismo y se saca el esqueleto. Procedemos a deshuesar las piernas del pollo, para esto se agarra el hueso de la punta y con el cuchillo se comienza a corta en L y se sacan los huesos. Se vuelve a agarrar el hueso que sigue y se hace exactamente lo mismo para deshuesarlo, pero al llegar a la última articulación se corta. En la parte de las alas, éstas se dejan con hueso, para que al hornear el pollo conserve su forma, solo se le quita un pequeño hueso que tienen al principio.